Enfoque, edición septiembre

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1. Enfoque

NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011

DIARIO UNIVERSITARIO

Enfoque NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011 EJEMPLAR MENSUAL GRATUITO

Profesor del Instituto de Historia, Alfredo Riquelme:

“El momento de construir la solución es ahora”

Encuentro Uniersitario

En entrevista exclusiva para el Enfoque el profesor del Insituto de Historia, Alfredo Riquelme, analiza las causas, salidas y nuevos elementos de la reforma a la educación superior y del movimiento estudiantil en comparación a otros movimientros ciudadanos y aportando nuevas perspectivas para entender este complejo fenómeno social. |pag. 5

En 9 y el 10 de septiembre se llevará a cabo en nuestra Universidad una instancia que busca generar vínculos entre los distintos estamentos de nuestra institución. En el Encuentro Universitario, espacio en el que se discutirán los lineamientos y temáticas que importan a la UC, se espera la participación de todos los miembros de la Universidad.| pag. 4

Triestamentalidad: un tema que debiese dejar de ser tabú.

Programa Puentes UC: conectando universidad y sociedad

Entrevista: Vicario Pastoral Universitaria, Tomás Scherz.

Eduardo Fermandois, profesor del instituto de Filosofía de nuestra Universidad, nos entrega una reflexión en torno a un tema que, en sus propias palabras, ha sido tabú por largo tiempo: la triestamentalidad. Ella supone la participación de los diversos actores de nuestra universidad, en la toma de decisiones en la universidad. | pag. 6

Por medio de distintos proyectos el programa Puentes UC permite a los estudiantes conectarse directamente en investigaciones relacionadas directamente con problemáticas de las municipalidades. El programa busca establecer un vínculo entre nuestra Universidad y diversos municipios, otorgando diversas oportunidades para los miembros de nuestra comunidad.. | pag. 7

Una visión distinta e integradora de nuestra universidad nos presenta Tomás Scherz en una entrevista donde desgloza algunas críticas y algunas observaciones al movimiento estudiantil, a la universidad y a la sociedad. | pag. 3

RECICLA este diario


2. Enfoque

NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011

EDITORIAL

“Hay que saber decir basta”

Por Carlos Figueroa | Consejero Superior UC La agenda educacional de este año se lo robó todo, y me alegra que así sea. Ya nos hemos dado cuenta que la educación refleja el estado de nuestro desarrollo como sociedad . Al menos en Chile. Pero además de eso, nos hemos dado cuenta que el sistema neoliberal, implantado en los años 80 en Chile –imposición que a muchos nos pesa y nos revuelveel estómago–, trajo consigo daños colaterales que ahora parecen ser daños profundos en el estilo de vida de los individuos y a la manera en que se desarrollará nuestro país. Todos parecen estar de acuerdo ahora en que el 6% de interés del Crédito con Aval del Estado es una estafa y que hay que reducirlo. Pero en el momento de implementación en los gobiernos de la Concertación nadie pensaba eso. Y nadie lo pensaba porque estaban de acuerdo con él. Es decir, el sistema caló tan hondo en sus autores que ni siquiera percibían las injusticias que estaban generando. Y cuando llegamos a ese punto es cuando hay que decir basta. Basta de abusos, basta del descontrol del modelo, basta de no hablar. Por eso salimos a la calle. Por eso luchamos por la educación Pero si somos realistas, también tenemos que mirar cómo ha funcionado la historia de nuestro país. Si somos precisos, sin halagarnos, veremos que la Universidad Católica ha ocupado un lugar importante en la formación de las élites políticas a intelectuales del siglo XX y XXI. Nuestra universidad ocupó un rol

esencial en la formación de la Falange Nacional, en la Reforma Universitaria del 67, en la construcción del sistema jurídico y económico neoliberal impuesto en la dictadura, en la formación de políticos para el actual y otros gobiernos y en profesionales para todas estas épocas. Hemos sido autores y partícipes de los cambios -buenos y malos- de nuestra sociedad. Actualmente el 68% de los Ministros del gobierno de Piñera son de la UC, mientras el 22% es de la Chile y otro 10% de otras instituciones. Esto nos indica claramente una cosa: la UC sí tiene influencia directa en las políticas que conducirán a nuestro país en los próximos años. Por lo mismo, si queremos cambiar Chile, también tenemos que cambiar la UC. Esta invitación, sin embargo, no la hago al aire. Creo que la instancia del Encuentro Universitario que hemos estado organizando en conjunto con la Federación de Estudiantes, será una gran oportunidad para seguir cambiando nuestra universidad. Y sorprende ver que el tema más mencionado por la comunidad es el de la democracia. Muchos quieren ver una forma de participación de los estudiantes distinta a la actual y ello será un tema de discusión en este Encuentro. Invitados están todos a intervenir en este espacio que pretende ser un primer paso para seguir construyendo desde la universidad, un país que sea distinto. Una última reflexión que me nace a partir de la toma

de Campus Oriente. El desarrollo de la toma sí ha tenido repercusiones, tanto en el interior como en el exterior. Y la interpretación que quiero hacer tiene que ver precisamente con el tema anterior: la necesidad de que las decisiones y opiniones de los y las estudiantes sean realmente reconocidas y validadas. La toma fue una expresión de fuerza que manifestó el descontento y frustración frente al desconocimiento de las decisiones de los estudiantes, la indiferencia de los académicos frente a lo que estaba ocurriendo en el país, la falta de confianza en los conductos regulares y las autoridades de la universidad y la necesidad (o culpa) de estar haciendo lo que otros hacían hace ya 3 meses. Desde mi punto de vista, y si nos abstraemos del contexto externo, existía desde el origen de la toma una necesidad de hacer participar al resto de la comunidad, ajena hasta el momento de lo que ocurría en el exterior, de las decisiones y espacios de discusión que allí se estaban forjando. Y es que son muchos los que queremos tener una universidad que habrá más espacios de participación reales para todos los miembros. El año 71 se hizo el primer Claustro convocado por la universidad donde todos los miembros, incluida la iglesia, elaboraban recomendaciones para los principios, estatutos, políticas académicas, financieras y de gobierno de la universidad. Creo que la falta de esos espacios y reconocimientos gatillaron, entre otras cosas, la toma y las posteriores asambleas triestamentales en el campus.

Director General: Carlos Figueroa | Editor General y Diagramación: Carlos Figueroa y Nicolás Riquelme | Arte y Diseño: Nicole Cristi | Periodistas: Camila Gómez, Francisca Vidal, Úrsula Dragón, Francesca Cassinelli, | Colaboradores: Sanndy Infante, María Paz Asenjo. Imprenta: Worldcolor, Av. Pajaritos 6920, Estación Central, Santiago.


3. Enfoque

Reforma

NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011

Educación Superior Vicario de la Pastoral Universitaria, Tomás Scherz:

“No quiero estigmatizar a la universidad, pero sí admito que no tiene la efervecencia que uno querría” Por Francisca Vidal, estudiante de Periodismo

El Padre Tomás Scherz, Vicario de la Pastoral Universitaria, conversó con nosotros acerca de la contingencia educativa en el país y la UC. Echa de menos una formación más social de los estudiantes, nos da su visión de la toma de Campus Oriente y desgloza algunas críticas que podrían mejorar la universidad.

dad. Desde ese punto de vista, es probable que a la católica le falte un poco de eso. No quiero estigmatizar a la universidad, pero sí admito que no tiene la efervescencia que uno querría.

“Puedo leer en ella [la toma] una forma de reclamar contra la manera de ser de la UC” Gracias a Dios, se ha probado que la UC no es una burbuja, los mismos movimientos que ha habido en la misma FEUC desde hace un tiempo… lo interesante lo decía Pedro Pablo Glatz, paradójicamente la UC es uno de los centros universitarios donde hay más alta votación de los estudiantes, porque claro es gente que ha tenido una formación con cierta cultura cívica, pero parece que no hay voluntad para una cultura cívica en relación con el bien común, esa generosidad de salir de uno mismo. Creo que desde es punto de vista, la UC todavía está en deuda. ¿Qué le gustaría cambiar de la UC?

Usted publicó una carta llamada “Audacia en el diálogo” ¿Qué lo motivó a escribirla? El objetivo era invitar al diálogo, decir que la iglesia no ha querido sustraerse del conflicto, y que por el contrario, busca apoyar demandas que nos hablan de una injusticia que es objetiva y real. Intenté responder ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Cristo estaría por las situaciones más conflictivas en favor de los más pobres, pero también estaría en un diálogo temerario. ¿Cuál considera que es el problema que entorpece el avance hacia una solución? Creo que es la falta de oídos que escuchen. Trato de ser justo, creo que hay intolerancia en ambos interlocutores —lo que no significa que quiera desautorizar las demandas de los jóvenes, en la que comparto la demanda profunda, y con ello la iglesia— siento que la inflexibilidad imposibilita un acuerdo. ¿Cree que la Iglesia es un mediador válido? En una entrevista señalé que la iglesia no puede arrogarse ser la instancia mediadora, ya que sería presumir demasiado. Una mediación sucede cuando los dos interlocutores se ponen de acuerdo para pedirle a alguien, los que están en el conflicto son

los que deben pedir la instancia. Estoy convencido que el Cardenal accedería si se lo pidieran, pero quiero exorcizar la idea de que la propia iglesia se está ofreciendo como la idónea para fomentar el diálogo. El cardenal ha dicho que los jóvenes, pese a esta situación límite, tienen que presumir positivamente de que hay alguna manera. Con respecto a la UC, que posee una realidad diferente al resto de las universidades y que hasta se puede considerar privilegiada. ¿Cómo considera usted la realidad de ésta? Hay que ver, por ejemplo, el objetivo de la toma en Campus Oriente; es evidente que una toma es una expresión radical para manifestarse en una protesta. Puedo leer en ella una forma de reclamar contra la manera de ser de la UC. Es una universidad privilegiada desde todo punto de vista, pero también aparece desde una perspectiva crítica el hecho que una universidad católica no incursione tanto en la problemática nacional sobre educación superior; a diferencia de su historia, porque la UC fue protagonista de la reforma universitaria de los años 60. Creo que la universidad tiene que ser el lugar de la reflexión, de la crítica y de la mirada objetiva, frente a la injusticia, frente al fenómeno social y frente al país. Mi padre, que fue uno de los ideólogos de la reforma universitaria, decía que las universidades son como la conciencia de la socie-

Creo que hay que tener una preocupación por una formación que no sea estrictamente profesional. Sé que hay elementos como la bioética, elementos de la moral desde otros ámbitos, ¿pero en el social? Lo echo de menos. Creo que falta interdisciplinariedad, una estructura universitaria lo que necesita es una vertiente crítica y no con ortodoxias que parecen incuestionables, no lo planteo como una medida puntual, sino como una actitud dentro de la universidad. Y finalmente, desde la perspectiva de su vicaría ¿Cómo es su Chile soñado? En lo inmediato, me gustaría que los jóvenes universitarios puedan integrarse al quehacer de la iglesia, que se integraran a las directrices de la pastoral universitaria. Me gustaría que los universitarios pudieran conocer la figura de Cristo en sus ideales; es una figura liberadora, que provoca y motiva, sobretodo en estas gestiones a ser solidario con el más lo necesita. Me interesaría que la educación tuviera ese perfil de Cristo, y aunque sea una posición de mucha esperanza, me interesa mucho, porque la fe no es solo una vida de condiciones personales, sino que es algo que doblega la voluntad, y cuando se doblega la voluntad, se ama de verdad. Estoy convencido de que es un aporte tremendo para formación de vida política, la justicia social, del bien común y de la vida familiar incluso. Sé que suena un poco inalcanzable pero es defecto de profesión y no me avergüenzo de ello.


4. Enfoque

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Encuentro Universitario: una oportunidad de encuentro para todos Este 9 y 10 de septiembre se llevará a cabo el Encuentro Universitario, espacio que busca reflexionar en torno a diversas temáticas relacionadas con nuestra universidad. Alumnos, funcionarios, académicos y autoridades: todos invitados a participar. Por Sanndy Infante, estudiante de Letras.

EEstamos viviendo un período de efervecencia. La cuidadanía está haciendo uso de su derecho a opinar de las formas más variadas: pintando lienzos, bailando carnavales e incluso utilizando el frontis de casa central. Es así como el Encuentro Universitario llega justamente en el marco de este gran movimiento cuidadano para unir a todos los actores de nuestra comunidad en una reflexión más profunda, más cercana. Este encuentro tuvo su primera instancia el año 2009. En ese momento la reflexión estuvo enfocada en que los temas que se discutieron se vieran incorporados al Plan de Desarrollo para el Rector que se eligiría pronto. Hoy con el Rector ya electo, y con año y medio de trabajo en el cuerpo, la FEUC junto al Consejero Superior buscan repetir esta instancia para ver en qué puntos se ha avanzado y qué falta por mejorar. Por esta razón el Rector, Ignacio Sánchez, hará una cuenta de este período. Nuestro país vive hoy un proceso de debate necesario e importante sobre las reformas a la Educación Superior y la UC no puede estar aje-

na a este cambio. En este sentido el Encuentro Universitario llega como una instancia real para que todos los actores de la comunidad universitaria sean incluídos en la discusión y en la incorporación de nuevos temas que se deben tratar sobre nuestra institución. El encuentro consta de distintas etapas. El primero, sobre el levantamiento de temas vía web y buzones, finalizó el 25 de Agosto. Luego la elección de representantes, que formarán parte de las comisiones y del pleno final, donde votarán las mociones que saldrán a través de las comisiones que luego irán en el documento final que se presentará al Consejo Superior, será llevado a cabo por los distintos Centro de Estudiantes. El 2 y 3 de septiembre serán los pre-encuentros, el espacio previo de discusión que permitirá una reflexión previa al encuentro. Finalmente el 9 y 10 de septiembre será el Encuentro Universitario en el campus San Joaquín. Todas estas discusiones no tendrán sentido si no logramos a toda la comunidad a hacerse presente. “Es por eso que los invitamos a involucrarse en este proceso que de seguro traerá consecuencias en la

forma en que la UC se entiende a sí misma”, explica María Paz Asenjo, estudiante de Historia, quien forma parte del equipo que organiza esta instancia. La invitación es abierta para toda la comunidad: estudiantes, profesores, administrativos, representantes, autoridades. Aprovecha esta oportunidad para levantar la voz y cambiar la forma de ver y hacer la UC. Para más información puedes acceder a www.encuentrouniversitario.cl o acercarte a las oficinas de la FEUC en los distintos campus.

La histórica toma de Campus Oriente Algunos estudiantes de Campus Oriente decidieron el 9 de agosto realizar una toma que no tenía precedentes desde el retorno a la democracia. El lugar ocupado por la toma ha sido ocupado como centro de reunión para otros estudiantes de la UC y como lugar de acción concreta para aportar nue­vas ideas para el movimiento estudiantil desde las artes.. Por Francesca Cassinelli, estudiante de Periodismo. El día 9 de agosto Campus Oriente amaneció en toma. Tras cuatro meses de movilizaciones y dos de paro, el recinto ubicado en Av. Jaime Guzmán 3300 -y que alberga las carreas de Teatro, Arte, Música y Estética- fue ocupado por un grupo de estudiantes durante la madrugada y en vísperas de una marcha por la educación. El comunicado de los estudiantes expresó, entre otras cosas, la exigencia de educación sin fines de lucro y con el Estado como garante del carácter público, gratuito y de calidad de ésta para todos los

ciudadanos y el rechazo a la acción de carabineros durante las manifestaciones del 4 de Agosto, día en que se intentó llevar a cabo una marcha estudiantil no autorizada por la Alameda. El mismo 9 de Agosto se convocó a los estudiantes, académicos y funcionarios a votar para confirmar la toma de manera democrática. La votación tuvo convocatoria de más del 50% de los estudiantes, y entregó la aprobación a la toma por parte del 70% de los votantes. El jueves de esa misma semana, se ratificó la toma por otra votación en que el 66% de los estudiantes aprobó la mantención de la medida de presión. La triestamentalidad es la inclusión de los tres estamentos que conforman la universidad (alumnos, académicos y administrativos) en la toma de decisiones y fue uno de los puntos clave en el petitorio del alumnado de Campus Oriente. Asambleas, conversaciones y distintas instancias de reunión, unieron por primera vez en mucho tiempo a los tres estamentos a dialogar. El rector Ignacio Sánchez, por su parte, ha manifestado en más de una oportunidad su deseo de que

la toma sea depuesta y reemplazada por jornadas de reflexión y diálogo incluso sin actividades académicas formales, pero la Asamblea de estudiantes de Campus Oriente rechazó este ofrecimiento el día jueves de esa semana arguyendo que “el objetivo de esta medida (la toma) es sumarse a una movilización nacional y no solamente debatir estas problemáticas de manera interna”. El rector, a su vez, en un mensaje a la comunidad UC vía correo electrónico expresó que aunque no ha descartado desalojar el recinto, intentará convencer a los estudiantes de finalizar la ocupación por medio de la racionalidad. Y aunque rumores de desalojo no han faltado, por el momento todo se ha desarrollado de manera pacífica. En la página de Facebook “Bloque Oriente Movilizado” se puede encontrar más información sobre las actividades que se han estado realizando en el Campus, que van desde foros y asambleas hasta actividades de yoga con los vecinos, pasando por la preparación de la obra Jesucristo Superendeudado, obra adaptada a los problemas educativos actuales de la conocida cinta Jesucristo Superestrella.


5. Enfoque

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Alfrredo Riquelme, Profesor del Instituto de Historia:

“El gobierno no puede seguir empeñado en la defensa ideológica de un modelo educativo que no es socialmente viable ” Por Francisca Vidal y Camila Gómez, estudiantes de Periodismo

El 29 de junio comenzó a circular la “Declaración de académicos de la Universidad Católica de Chile frente a la crisis de la educación”, la cual ha contribuido a integrar a algunos profesores de nuestra universidad al debate nacional. También ha incentivado conversaciones entre profesores, que han incluido al Rector, así como intercambio de ideas con los estudiantes, con la FEUC y en las diversas unidades académicas. Conversamos con uno de los suscriptores de la declaración, Alfredo Riquelme , profesor del Instituto de Historia dedicado al estudio de los fenómenos políticos contemporáneos. - ¿Podemos comparar el movimiento estudiantil actual con algún otro, y desde qué perspectivas se asemejarían? Desde una perspectiva histórica, este movimiento social encabezado por los estudiantes ha tenido la particularidad de ir más allá de demandas puramente corporativas, abriendo paso a una crítica de fondo al modelo educacional imperante y generando una alternativa que ha logrado en pocas semanas una muy amplia adhesión ciudadana. Es asimismo, un movimiento que ha tenido la virtud de poner al desnudo la insostenible desigualdad socioeconómica y las graves distorsiones del sistema político, que aunque se arrastran durante largos años, nadie había logrado instalar en el centro del debate público. En ese sentido, aunque el actual puede ser comparado con otros protagonismos generacionales que han marcado un punto de inflexión social, política y cultural en la historia -como aquel que a partir de 1967 impulsó la Reforma Universitaria en nuestro país, o esa movilización juvenil global que tuvo su epicentro en París hacia mayo de 1968; pienso que es más interesante destacar lo que lo distingue de los movimientos de esa época y lo convierte en un fenómeno histórico por sí mismo. - Desde su disciplina, ¿Cómo ve usted el desarrollo de este movimiento por la reforma? Lo veo como un movimiento social que -como decía- ha producido un profundo impacto en la opinión pública. Un movimiento que se ha fortalecido con la adhesión ciudadana que ha generado, visible en las sucesivas manifestaciones que han movilizado a cientos de miles de personas -de todas las edades- a lo largo del país. Y cuya demanda de cambios profundos en el sistema educacional concita un respaldo ampliamente mayoritario. Sin embargo,es también un movimiento que enfrenta a un gobierno que hasta ahora sólo ha estado dispuesto a hacer cambios que no alteren la sustancia ideológica del sistema. Es así como en el caso de la educación superior, las propuestas gubernamentales siguen obligando a la mayor parte de los estudiantes de clase media y sus familias a pagar matrículas que, incluso rebajando la tasa de interés de los créditos, seguirán pesando gravemente sobre quienes continuarán además financiando sus sistemas de salud y previsión privadas, sometidos asimismo a una estructura tributaria que los grava más que a las grandes fortunas, a la vez que

endeudados excesivamente para poder acceder a la vivienda propia y a otros bienes imprescindibles en el mundo de hoy. - ¿Cuál es su opinión sobre los distintos actores involucrados (gobierno, dirigentes estudiantiles, rectores, clase política)? Creo que ya he dado mi opinión sobre el papel del movimiento estudiantil, así como sobre la actitud que hasta ahora ha mantenido el gobierno. Pero quisiera agregar –después de haber visto anoche en el canal del Senado la extraordinaria participación de los dirigentes estudiantiles en la Comisión de Educación de la Cámara Alta- que éstos no sólo se han ganado ya la estimación ciudadana, sino que son hoy interlocutores de los que las instituciones políticas y quienes las integran no pueden ni podrán prescindir en la difícil construcción de los acuerdos que permitan superar lo que es ya no sólo una coyuntura crítica en el ámbito educacional, sino también en los campos político y social.

“Es también un movimiento que enfrenta a un gobierno que hasta ahora sólo ha estado dispuesto a hacer cambios que no alteren la sustancia ideológica del sistema” En ese sentido, cabe destacar el papel desempeñado por el Consejo de Rectores, el cual en esta coyuntura ha logrado ser un generador de propuestas consensuadas entre universidades con diferentes identidades y pertenencias, pero unidas en su calidad de universidades públicas o de vocación pública. Mirando la historia de nuestro país, ¿cuál podría ser una salida política a este conflicto? Hacer realidad las reformas en la educación requiere de cambios en las políticas públicas y en la legislación, las instituciones políticas y quienes las integran tienen el deber de responder efectivamente a las demandas planteadas y canalizarlas, lo que exige superar visiones ideológicas que todavía las tienen atadas a un modelo educativo que ya no es viable y que la mayoría del país rechaza. En ese sentido, esta coyuntura ha puesto también de manifiesto las rigideces de la instituciona-

lidad política chilena para abordar esas reformas, así como un generalizado cuestionamiento a su representatividad, dañada estructuralmente por los efectos combinados del binominalismo y de la no inscripción electoral de la inmensa mayoría de las nuevas generaciones. Es por eso que la construcción de una salida al actual impasse sobre la cuestión educacional, parece que deberá implicar reformas políticas que combinen un mejoramiento de la democracia representativa con la introducción de formas de democracia directa, como el plebiscito, para zanjar desacuerdos sobre temas fundamentales. Esa última propuesta, que han levantado los estudiantes y que ha sostenido con muy buenos argumentos el presidente de la FEUC, Giorgio Jackson, entiendo que ha sido acogida a nivel parlamentario y podría adoptar la forma de un proyecto que introduzca el plebiscito a nivel constitucional. - ¿Qué elementos están ausentes en este conflicto que podrían ayudar a una solución? Que el gobierno asuma que no puede seguir empeñado en la defensa ideológica de un modelo educativo que no es socialmente viable y que la inmensa mayoría de la ciudadanía rechaza. Y se abra a acoger verdaderamente las propuestas de los estudiantes movilizados, en lugar de apostar al desgaste o la disolución de un movimiento que –pese a los sucesivos intentos de reducirlo- sigue muy vivo. Que los estudiantes puedan articular la continuidad de la movilización con una imprescindible negociación política sobre la base de sus propuestas y argumentos que ya han calado en la sociedad y que están comenzando a permear a las instituciones. Para ello hay un elemento que no está ausente, sino muy presente y que es preciso valorar. Pese a los severos problemas con la representatividad de su democracia y a la excesiva concentración de la riqueza y el poder, en Chile se vive hoy en el marco de un Estado de derecho y la ciudadanía puede manifestarse, ejerciendo sus derechos y libertades, del mismo modo que puede informarse y asumir sus responsabilidades. El momento de construir la solución es ahora. Ni la educación chilena, ni los estudiantes y sus familias pueden seguir siendo postergados. Tampoco pueden esperar más los estudiantes secundarios en huelga de hambre, cuyo gesto extremo hace de la premura un imperativo, porque deben vivir.


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Triestamentalidad: un tema que debiese dejar de ser tabú Eduardo Fermandois| Profesor Filosofía

Si me tocara participar en un torneo de debates, no quisiera que el sorteo de posiciones me obligara a impugnar la triestamentalidad. En términos muy básicos, triestamentalidad es la idea de que la toma de decisiones al interior de una universidad involucre de un modo efectivo —con derecho a voz y a voto— a profesores, estudiantes y funcionarios administrativos. En lo medular, la considero una buena idea. “En lo medular”: no puedo discutir aquí los modos concretos en que convendría implementarla. Es más, me referiré sólo a la participación estudiantil. Si bien existen también razones a favor de una participación efectiva de los administrativos a la hora de decidir materias que los conciernen, no las abordaré aquí.

Por de pronto, convengamos: los estudiantes son personas adultas y actores fundamentales en el proceso de educación que tiene lugar en una universidad. Son ellos los principales interesados en que a) se cumplan ciertas condiciones materiales que permitan el estudio y b) se imparta una educación de calidad. Pero entonces, ¿cómo no habrían de incidir, también con derecho a voto, en decisiones que afectan la vida universitaria? El peso de la prueba parece recaer por de pronto en quienes se oponen a la participación estudiantil efectiva. Críticos de la triestamentalidad suelen apuntar a la condición de paso del estudiantado: al formar parte de la institución por apenas un puñado de años, carecería de una mirada que le permitiera identificar problemas y soluciones de largo plazo. Pero este argumento no toma en cuenta varios aspectos. Por un lado, si bien los sujetos estudiantiles cambian, sus demandas suelen seguir siendo las mismas (entre ellas, la de una efectiva participación en el gobierno universitario). Por otro lado, cabe invertir el razonamiento: es precisamente en virtud de su condición transitoria que los estudiantes se comprometen vigorosamente con reformas o mejoras necesarias. Por último, son también ellos quienes en más de un sentido mejor conocen lo que realmente sucede en ese crucial espacio que es el

aula: rara es la ocasión en que un profesor visita las clases de un colega. Oí decir alguna vez que el estudiante no posee el conocimiento y/o la experiencia que justificarían un derecho a voto en decisiones académicas. No puede ser casual que ese tipo de argumento, hoy por hoy, casi no se escuche. La actual generación estudiantil ha dado al país una lección histórica de madurez, compromiso y responsabilidad. Y ya para nadie es misterio (salvo para Fernando Villegas, panelista de “Tolerancia Cero”): muchos estudiantes saben más sobre temas universitarios y tienen más experiencia al respecto que muchos profesores. ¿Se sigue de lo anterior que es legítimo y aconsejable implementar la triestamentalidad? Pienso que no. Y es que para arribar a tal conclusión se requeriría escuchar más y mejor los argumentos de quienes no están de acuerdo. Lo que sí se sigue es la conveniencia de un debate. Según me cuentan profesores que llevan trabajando en la UC más años que yo, aquí el tema es un viejo tabú. Las consideraciones anteriores, la reciente intervención de Giorgio Jackson en el Congreso, así como la estupenda conversación sobre nuestra universidad que sostuve anoche, en torno a un par de cervezas, con un grupo de estudiantes de filosofía, me llevan a pensar que ya es hora de terminar con el tabú.

¿Qué es la universidad? Juan Pablo Vigneaux, Consejero Académico Ingeniería El concepto de ‘universidad’ está (obviamente) determinado por el contexto histórico y cultural, y se pueden reconocer diversos significados desde su origen medieval hasta nuestros días. Su concepción es de naturaleza jurídica: hacía referencia a una corporación de profesores y estudiantes (universitas magistrorum et scholarium) que gozaba de derechos especiales concedidos por las autoridades. Sin ser esto una definición, el desafío de cada época es aclarar, entre otras cosas, los fines que persigue dicha institución, elemento crucial para entender su rol en la sociedad. Con este artículo pretendemos motivar una discusión en este sentido. Respecto a la universidad, su origen histórico nos habla de propósitos bastante claros: por un lado, se encarga de la transmisión del conocimiento; por otro, se constituye desde el principio como lugar de formación profesional, a través de las tres “facultades superiores”, las de Teología, Derecho y Medicina. El paso del tiempo vinculó a las universidades de forma cada vez más clara a la investigación (pero esto aún estaba en disputa en la época de Fichte, por ejemplo), y hoy parece ser materia de consenso que tanto la docencia como la investigación están íntimamente ligadas a ellas. Sin embargo, de forma recurrente filósofos y políticos han volcado su atención sobre las universidades y han consignado otros fines que estas cumplen o deberían cumplir. Así, para Schleirmacher, la universidad consiste en aprender a aprender; su tarea es “despertar la idea de la ciencia en los jóvenes más nobles”. Nietzsche critica que la Universidad no sea capaz de transmitir a sus alumnos la Cul-

tura --representada por el pensamiento filosófico, los instintos artísticos y el conocimiento de la antigüedad clásica-- añadiendo lo siguiente: “Hemos llegado a un punto que, en todos los problemas generales de carácter serio, sobre todo los problemas filosóficos más importantes, el hombre de ciencia tiene que callar”. De Max Scheler extraemos otros dos fines que se han vinculado a las universidades: la formación de la personalidad humana, así como la difusión de la cultura y el saber entre las distintas clases sociales.

“Actualmente la sociedad incurre en anfibología, al llamar siempre “universidades” a instituciones muy disímiles” Más de una vez se han sugerido reformas integrales al sistema que vinculen a cada uno de los fines señalados un tipo específico de institución. De Lagarde proponía, en 1878, que la ley en Prusia estableciera claramente que liceos y universidades eran centros de enseñanza, implicando esto que no era su propósito “mantener a los hombres de ciencia”; se debìan crear academias científicas vinculadas a la investigación, mientras que los maestros universitarios debían compendiar las conquistas de las ciencias y entregar una visión de conjunto, tarea que no siempre podían hacer los investigadores. Él pregutaba:“¿Cuántos son los que se arrojan sobre un sector infinitamente reducido de la ciencia para entregar una buena tesis, […] y que no juzgan a otras personas y sus conocimientos sino

en función de la relación que guardan con esa su primera y última producción?”. También Max Scheler propondría una división para los altos establecimientos de cultura, entre ellos la creación de Universidades populares, encargadas de la educación masiva de las clases proletarias, y establecimientos del tipo Collège de France, donde investigadores sobresalientes transmitieran una síntesis de la cultura de la época también a los académicos. ¿Qué implicancias tienen estas consideraciones? Por una parte, creemos que como comunidad UC debemos hacer una reflexión sobre el concepto de Universidad, reconsiderando el rol actual de nuestra institución. Como ejemplo: sería valioso que evaluáramos hasta qué punto la docencia y la investigación entran en conflicto, y fuésemos audaces apostando más por la enseñanza. Por otro lado, a nivel nacional, es evidente que una reestructuración efectiva del sistema educacional implica reconocer los fines diversos que puede cumplir la educación superior. No es sensato pretender que una misma institución persiga todos los fines que hemos reconocido. Actualmente la sociedad incurre en anfibología, al llamar siempre “universidades” a instituciones muy disímiles, pidiendo que acrediten su calidad de la misma manera aunque de hecho no cumplen el mismo rol en la sociedad. Una reforma efectiva de la educación superior debería basarse en la distinción más clara entre distintos tipos de instituciones, y una articulación razonable entre las mismas. Esto sólo se producirá en la medida que logremos analizar el problema con toda su complejidad.


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NOVEDADES PUENTES UC:

Innovador programa invita a estudiantes a trabajar con municipalidades. En un esfuerzo conjunto entre profesores, estudiantes y municipalidades se desarrollan proyectos que mejoran la calidad de vida de los vecinos de distintas comunas de Santiago. Por Úrsula Dragón, estudiante de Periodismo 1º año

Novedades del Consejo Superior

L

os días 22, 23 y 24 de Agosto se realizó en la Casa Central de la Universidad una Jornada para discutir los temas más relevantes que impulsan la reforma a la Educación Superior. Hubo exposiciones sobre la calidad, las demandas estudiantiles, el financiamiento estudiantil y el financiamiento institucional. n otros ámbitos, se aprobaron en el Consejo nuevas licenciaturas que serán impartidas a partir del 2012. Tanto Kinesiología, como Publicidad y Nutrición se unirán a las carreras que admiten estudiantes por medio de ingreso PSU.. A ella se suma la licenciatura de Filosofía, que abrirá cupos para estudiantes que quieran ingresar por admisión regular.

E

Twitt del mes

Puentes UC es un programa creado por el centro de políticas públicas, cuyo objetivo es establecer un vínculo concreto entre la universidad y los municipios. Nace en el año 2001 como respuesta a la necesidad de potenciar la formación de profesores y alumnos que realizaran aportes a la sociedad solucionando problemas del país. El programa permite que los estudiantes realicen prácticas o trabajos en diversas áreas, aportando con sus conocimientos a la solución de problemas planteados por los municipios en convenio. Cristóbal Tello, coordinador del área municipal declara que Puentes “Les ofrece a los alumnos la oportunidad de desarrollar trabajos universitarios vinculados al mundo real, en escenarios reales y generando propuestas para problemas desde su propio ámbito profesional”. Un ejemplo de los tipos de trabajos realizados por alumnos es la creación de un taller de

Sin ideas

hierbas medicinales para los vecinos de La Florida. En este taller, estudiantes del área médica que sienten empatía con el medio ambiente trabajan con la municipalidad promoviendo una vida saludable complementada con el uso de plantas medicinales. Camila Verdugo, egresada de construcción civil afirma que “el trabajar en instancias como las que genera Puentes UC se vuelve algo muy positivo, no solo para los alumnos que refuerzan sus conocimientos teoricos sino que para el equipo completo de trabajo: Socios comunitarios, docentes y estudiantes”. Para quienes deseen ingresar al programa existen varias vías. Se puede acceder a él tomando un curso dictado por un profesor que haya decidido involucrarse en el proyecto, visitando la página web (http://politicaspublicas.uc.cl/ puentesUC/) o bien contactando a profesores o los Consejeros Académicos.

“La sabiduria mapuche de parlamentar. CONFECH reunida en Temuco resuelve asistir a La Moneda para iniciar diálogo is.gd/NhTnEq” @ceppdi. Noticias y estudios sobre politicas publicas y derechos de pueblos indígenas.

Consejero Superior UC

@twittsejero


8. Enfoque

NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011

CARTAS Parar no es dormir, parar es debatir Hace varios meses que muchos de nuestros compañeros han salido a la calle a manifestarse en marchas, donde quien asista o vea los documentales sobre ellas, puede ver que son muy distintas a como las pintan los medios. En la UC, mientras hay un gran grupo que aprueba el paro como forma de apoyo al movimiento estudiantil, con la finalidad presionar al gobierno respecto a las demandas sociales de educación; hay otro que lo rechaza, considerando que la pérdida de clases es incompatible con el concepto de mejor educación y avance hacia un diálogo sostenido. La universidad es un espacio en el cual no solo se generan profesionales, sino también, donde se forman opiniones, pensamiento y visión crítica sobre diversos asuntos. No podemos perder ese eje tan elemental de la institución misma. Si bien, ingresamos para estudiar y generarnos oportunidades en el mundo laboral, no podemos dejar de lado esa concepción cívica de aporte y sostén social. Por lo mismo, cuando decimos que vamos a parar, no es que vayamos a parar de ir a clases para descansar; vamos para discutir el asunto, generar criterio, aportar con ideas, saber cómo piensa el otro y fomentar de este modo la vía hacia un diálogo sostenido, contribuyendo con alternativas y lineamientos como personas, facultades y, en especial, como Universidad Católica. De lo contrario, difícilmente vamos a sopesar el tema en estos tiempos: parar no es dormir, parar es debatir. Tenemos que dejar esa actitud pasiva y comenzar a ser verdaderos actores en todo lo que es el movimiento Social por la Educación. | Giordanno

Nobizielli, Est. College Ciencias Naturales

Pocos avances, muchos pendientes Mucho hemos escuchado de paros el último tiempo, y han copado los medios cada vez que ocurren. Si bien cada uno tiene una visión propia de éstos, nadie queda indiferente. Pero lo más preocupante, sin lugar a dudas, es que la discusión sobre educación misma -el espacio para encontrar los puntos de consenso y disenso de la educación que Chile quiere y necesita- no tiene igual importancia, y menos ha recibido el mismo efecto mediático. Y lo mismo ocurre en la UC. Pareciera que los paros son más relevantes que el tema que pretenden instalar. Y eso es justamente el problema: cuando se habla de educación en los patios la conversación se transforma a invitaciones o rechazos al paro de turno. Y, estado la UC en paro más de una semana, ¿qué hemos logrado? ¿Dónde está nuestra propuesta? Ya hemos visto que los paros no logran invitar a una reflexión concienzuda y proposición seria, sino que seguimos donde mismo. Falta mucho trabajo, y no parece necesario parar o faltar a clases para poder avanzar. | Carlos Feres, Est. Ingeniería Civil

Sindicatos y académicos Patricio Miranda, académico de esta universidad, escribió aquí unas líneas sobre la baja participación docente en la agenda académica de esta universidad. Me sumo a su inquietud desde de la organización sindical de los académicos. En Chile, el Código del trabajo asegura la libertad

sindical de todos los trabajadores y busca impedir las prácticas obstaculizadoras de su afiliación o funcionamiento. La Doctrina Social de la Iglesia ha impulsado casi desde sus inicios la organización sindical de los trabajadores. Benedicto XVI ha invitado «a dar vida a asociaciones de trabajadores para defender sus propios derechos» (Caritas in Veritate, 25), colocándose en la larga tradición católica de respeto de la libertad sindical y de la coresponsabilidad social de la organización laboral. En el mismo párrafo fustiga a quienes dificultan el ejercicio de este derecho. Los académicos que compartimos la vida sindical de la UC buscamos participar de la amplia agenda académica y laboral de nuestra universidad. Buscamos crear justas condiciones económicas, sociales y educativas para todos los miembros de la comunidad. Es un medio de participar en la vida política de esta ciudad educativa tomando conciencia de la realidad social y laboral de cada miembro. Lo anterior allana el camino e incluso impulsa a que más y más académicos y académicas integren la vida sindical como un camino de promoción altruista y generativa de vida universitaria. Así lo han entendido otras universidades, católicas o no, que cuentan con numerosos miembros académicos sindicalizados. Una UC tendría que tomar el liderazgo en este asunto que constituye una dimensión ética irrenunciable de nuestra identidad católica. Nuestra responsabilidad social se juega en la cohencia entre lo que practicamos y enseñamos. Creo que es hora de reencontrarse y sumarse activamente en esta dimensión colectiva del ejercicio académico. | Mike Van Treek, Profesor Teología

Envía tus cartas a: enfoque@consejerosuperior.cl Foto Destacada En medio de múltiples manifestaciones, tanto dentro como fuera de la universidad, los estudiantes de distintas generaciones han inventado diversas maneras de manifestarse y reflexionar. Desde carnavales hasta foros multitudinarios, pasando por cacerolazos, la preocupación por lo que sucede en el movimiento estudiantil deja a pocos indiferentes.

Fuente: Matías Schmidt


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