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ED. 17 TERCER AÑO EDITADA EN IQUIQUE JUL - AGO 2020 ISSN 2452-4670
EN ESTA EDICIÓN: DOS GRINGOS EN BUSCA DE FAMA: PESCAR ALBACORA EN LOS AÑOS 50 19-20-21 LA CANTATA SANTA MARÍA CUMPLIÓ CINCUENTA AÑOS 22-23 ENNIO MORRICONE: ADIÓS AL GENIO DE LA MÚSICA DEL CINE 26-27
ESTUDIAR LA VIDA EXTREMA COMO PODRÍA SER EN MARTE CRISTINA DORADOR ES EXPERTA EN BACTERIAS EXTREMÓFILAS QUE HABITAN EN LOS SALARES DEL NORTE. SU TRABAJO ES UNO DE LOS MÁS DESTACADOS A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL. HA INVESTIGADO Y DESCUBIERTO MICROORGANISMOS QUE PODRÍAN VIVIR EN EL PLANETA MARTE Y EN ESTE ARTÍCULO SEÑALA QUE LA PANDEMIA HA PERMITIDO VISIBILIZAR Y VALORAR EL TRABAJO DE LOS CIENTÍFICOS EN NUESTRO PAÍS. 03-04-05 Fotografía: Cedida por Cristina Dorador
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Director y Representante Legal: Reinaldo Berríos González. - Periodistas: Eduardo Cisternas, Andrea Suárez, Adriana Mujica. - Gerente Comercial: Víctor Vial. - Fotografías: Franco Miranda, Edgardo Reyes, Hernán Pereira. - Colaboradores: Rodrigo Ramos Bañados, Juan Vásquez, Aníbal Valenzuela, Karla Aguilera, Lucía Molina. - Foto Portada: Cedida por Cristina Dorador. Arte y Diseño: Camila Berríos Cárcamo. - Imprenta: Valente, Santiago, que sólo actúa como impresor.
ED. 17 TERCER AÑO EDITADA EN IQUIQUE JUL - AGO 2020
LA TIRANA EN ÉPOCA DE PANDEMIA
Foto archivo: Hernán Pereira Palomo
¡Quién se lo iba a imaginar! Este año no habrá lugar para los bailarines, ni para las bandas de bronces, ni para las misas eternas, que terminan con fuegos de artificio, pasada la medianoche. No podremos disfrutar del ambiente saturado de olores a parrilla, cervezas clandestinas y el clásico completo para matar el hambre. Tampoco podremos saludar a la “Chinita” que recorre en andas el pueblo entero, en procesiones eternas cargadas de fe y devoción. La Fiesta de La Tirana, qué duda cabe, tiene su encanto; habrá que esperar hasta el 2021. PROTAGONISTAS INSITU
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Cristina Dorador: Doctora en Ciencias Naturales, Universidad de Kiel, Alemania. Investigadora del Centro de Biotecnología y Bioingeniería, CeBIB y de la Universidad de Antofagasta.
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Juan Vásquez Trigo: Historiador y profesor de Historia y Geografía. Ha desarrollado numerosos proyectos de libros históricos de Tarapacá, Arica, General Lagos, Pica, Iquique, entre otros.
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graduado de la Universidad Arturo Prat, 16 fotógrafo aficionado y autodidacta, con gran Edgardo Reyes: Iquiqueño, profesional
Lucía Molina Riffo: Artista multidisciplinaria, autodidacta. Ingeniera en Administración de Empresas. Exposición Colectiva Aniversario UCN, Salón Chela Lira Universidad Católica del Norte. Expo Jallalla en SalaCollahuasi.
pasión por la naturaleza y experiencia en terreno junto a la vida silvestre.
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Karla Aguilera Mondaca: Arquitecto Mtra en Restauración de bienes culturales inmuebles, Iquiqueña, Bailarina de la Sociedad Religiosa Siervos de Jesús y María, de la Asociación Cardenal José María Caro, Iquique.
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Cristóbal Cobo: Médico veterinario. Magíster en acuicultura de la Universidad de Stirling, Escocia, y doctor de la Universidad de Humboldt, en Berlín, Alemania. Tiene un postdoctorado en peces cebra, en Alemania.
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Rodrigo Ramos Bañados: Escritor y periodista. Autor de Alto Hospicio, Pop, Namazu, Pinochet Boy y el libro de crónicas Tropitambo, entre otros. Actualmente es becario del Fondo del Libro de Tarapacá con la novela “El Fondeado”.
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Aníbal Valenzuela: Sociólogo y estudiante de Magíster en Patrimonio Intangible de la Universidad Arturo Prat. Ex dirigente de la Junta Vecinal Caupolicán y uno de los fundadores del Centro Social y Cultural Caminos.
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Fernando Carrasco: Compositor, intérprete y académico del Departamento de Música de la Facultad de Artes. Decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Revista Tarapacá Insitu es una publicación bimestral, de carácter independiente y está destinada a destacar la ciencia, la innovación, la cultura y el patrimonio de la región de Tarapacá. Inscripción y depósito legal número 046/2020 en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile. Inscripción Propiedad Intelectual N°A-298497. Tarapacá Insitu se distribuye por la vía de suscripciones y en forma gratuita en diversos puntos de la región de Tarapacá. Si Usted tiene sugerencias, observaciones y planteamientos de temas a tratar, escríbanos al correo: dirinsitu@gmail.com. Contacto Comercial +56 9 58734143
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Destacada investigadora analiza el rol público de los científicos
CRISTINA DORADOR: “En época de pandemia, la ciencia ha sido protagonista” Esta académica antofagastina es experta en bacterias extremófilas que habitan en los salares del Norte. Ha investigado y descubierto microorganismos que pueden vivir en las mismas condiciones que las que tiene el
Planeta Marte. Su trabajo científico, que desarrolla desde el norte, es uno de los más destacados a nivel nacional e internacional. En esta entrevista convoca a los científicos a mantener más cercanía con la gente.
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l mundo microscópico ha logrado un protagonismo único. Se habla de microbios en constante evolución. Se habla del hábitat de estos microorganismos. Se habla de la globalización microbiana. Claramente después de la pandemia, aumentará la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Cristina Dorador es una de
por: Rodrigo Ramos Bañados las voces autorizadas en el país para hablar de la revolución microbiana. Cristiana es doctora en Ciencias Naturales mención Microbiología. Su trabajo científico lo desarrolla desde la Universidad de Antofagasta, y está vinculado al estudio de los extremófilos, bacterias que sobreviven a lugares tan inhóspitos como (suponemos, las que hay) en el planeta Marte o a las condi-
ciones extremas del desierto nortino. Sus investigaciones han permitido descubrir grupos de bacterias en salares de la región, cuando en el mundo se desconocían esos registros. Por la contingencia, Cristina ha estado solicitada por los medios de comunicación. A la vez, permanece activa en redes sociales aportando al debate. Puede decirse que se
ha transformado en una de las investigadoras más influyentes en Chile, desde el norte. -¿Qué tan complejo es desarrollar investigación científica desde el norte de Chile, en un país tan centralista como el nuestro, cómo ha sido su experiencia? -Hacer investigación en regiones es difícil, entre otras cosas por las distancias
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a recorrer. Es de esperar que con la masificación de las actividades online estas diferencias puedan disminuir. Lo otro son los costos; el costo de la vida en regiones del norte (y extremo sur) es mayor y eso debería considerarse a la hora de asignar recursos. A pesar de las brechas existentes, no hay aún acciones afirmativas diferenciadas hacia las regiones. Esperamos que con la instalación del Ministerio de Ciencias y las seremías macrozonales estas brechas disminuyan. En lo personal, he tenido la oportunidad de tener financiamiento de fondos nacionales como Fondecyt e internacionales, lo cual se ha fortalecido en el tiempo gracias al apoyo institucional, la formación de estudiantes y redes de colaboración con colegas de otras universidades de Chile y el extranjero. -¿En el ámbito académico y científico a nivel nacional y del norte, se ha equiparado hoy las posibilidades entre las mujeres y los hombres, o sigue habiendo una brecha a favor de los hombres? -Las brechas de género en investigación siguen existiendo, es un tema estructural y cultural que requiere de cambios profundos. Desde las agencias de financiamiento como la ANID (anteriormente CONICYT) se ha avanzado en algunas acciones afirmativas como considerar el postnatal en la ejecución de los proyectos de investigación, entre otras. Hace unos meses el Ministerio de Ciencias planteó una hoja de ruta para disminuir la brecha, que espero se pueda concretar en una política de género prontamente. -¿Qué ocurre en el ámbito universitario? -En el ámbito universitario, se está avanzando en la
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creación de Unidades de Género en las instituciones, pero es algo que en algunas aún no se concreta. Pareciera ser que las posibilidades son las mismas; sin embargo, hay diferencias de base que hacen que la brecha persista. Por ejemplo, durante la pandemia se ha reportado que las mujeres realizan mayormente las labores domésticas y de cuidado, lo cual no es recono-
cido en procesos de evaluación académica o incluso, en postulación a proyectos. Esto puede llevar a profundizar las diferencias que ya existen. SALARES -¿Qué la motivó a investigar los microorganismos que viven en condiciones extremas en los salares? -Durante mis estudios de pregrado (Licenciatura
en Biología, Universidad de Chile), tuve la oportunidad de trabajar en el Laboratorio de Limnología dirigido por la Dra. Irma Vila, donde pude aprender sobre lagos, ríos y salares. Paralelamente también tuve la oportunidad de conocer las investigaciones de microbiología ambiental de la Profesora Gabriela Castillo y Dra. Margarita Carú, con quienes aprendí la importancia
de los microorganismos en el ambiente y el uso de técnicas de biología molecular para estudiarlos. Con esas ideas en mente quise hacer mi tesis de doctorado estudiando los microorganismos en salares, ya que son sistemas que conozco desde pequeña y están vinculados al norte de Chile. Tuve la suerte de poder realizar ese proyecto en Alemania y aprender mucho sobre ecología microbiana, función y diversidad de microorganismos en ambientes extremos. Es fascinante comprender la ecología de la vida al límite y que en el norte de Chile existan hábitats únicos para estudiarlos. - El salar de Llamara evidencia forma de vida antiquísima, a través de los microorganismos. Es un lugar único. A su juicio, ¿Qué peligro corre este lugar cuando se autoriza la extracción de agua, y claramente el lugar convive con una empresa privada? -El Salar de Llamara es un sistema acuático único e irrepetible. Sigo sin entender porqué se autorizó la extracción de agua en este sistema. Cuando visitamos el Salar en el año 2017 y lo vimos intervenido con tuberías y mangueras y tapetes microbianos flotando, fue muy chocante y doloroso. Porque uno también siente dolor y tristeza por el daño a la naturaleza. La única explica-
ción que tengo es que esto ocurrió por la desconexión que existe entre la naturaleza y las acciones humanas. Es como si hubiesen autorizado una termoeléctrica arriba de un glaciar. Los salares son sistemas frágiles, cualquier cambio en el sistema genera un efecto. -¿Por qué es tan importante este Salar? -Llamara es reconocido científicamente por sus microorganismos y estructuras
similares a estromatolitos, además recientemente se propuso a los tapetes microbianos de este sistema como análogos al gran evento de oxigenación del planeta, donde aparecieron las cianobacterias que comenzaron a producir oxígeno, abriendo un camino hacia lo que es nuestro planeta hoy. Si se sigue con la extracción de agua, se puede provocar un cambio irreversible en las comunidades microbianas que allí habitan. Por otro lado, esto no se soluciona inyectando agua, como si fuese una piscina estéril. En sistemas extremos y límites como el Salar de Llamara, estas alteraciones generan grandes efectos. -El Norte Grande parece vulnerable ante el aquí y el ahora de la minería. ¿Cómo percibe el futuro en este sentido, tiene esperanza o es pesimista?
-Lo primero es reconocer que no es posible el crecimiento económico sin límite a costa de la extracción de recursos naturales; sin considerar sus múltiples consecuencias. Lo otro importante es la honestidad en la toma de decisiones. Cualquier proyecto genera efectos. Las sales y el agua que se ocupan en estos procesos vienen de salares. ¿Qué agua se ha usado para poder generar las riquezas del cobre? Hay que dejar los eufemismos de lado y generar un diálogo abierto y honesto. Tenemos una historia de deterioro ambiental, humano y social que requiere de una revisión, justicia ambiental, una mirada integral y valiente. Se requiere reconocimiento y reparación. Luego de eso vendrán proyectos alternativos y sustentables. Espero que ocurra prontamente, soy optimista.
Rol público de los científicos -¿Considera que el científico debe ser más activista y generar una opinión en medios y redes sociales, considerando que los “papers” quedan confinados al ámbito académico? -Los científicos e investigadores tenemos un rol público. Generamos conocimiento que se difunde en círculos académicos, pero es nuestro deber dar a conocer a la gente estos resultados. Sin duda, no todos los investigadores creen que esto es necesario o algunos consideran que no tienen las aptitudes para hacerlo, pero es muy importante que el conocimiento llegue a
las personas. Cada día crece más el interés por la divulgación de la ciencia y también las nuevas generaciones de investigadores participan más de estas actividades. -Es importante, sin duda, a la hora de tomar decisiones… -Por supuesto, este conocimiento debe de alguna forma permear y tomarse en cuenta a la hora de tomar decisiones de política pública u otras. Sin embargo, no es fácil. No basta con publicar un artículo para que sea tomado en cuenta. Ese es un camino que también hay que recorrer. Y es parte de la valoración del
conocimiento de parte de la ciudadanía y los tomadores de decisiones. En esta época de pandemia la ciencia ha sido protagonista, pero también se ha mostrado la falta de desarrollo de capacidades a niveles regionales y locales. Luego de esto, cada región debería contar al menos con un centro de excelencia en enfermedades infecciosas, lo mismo para otras disciplinas que son relevantes en los territorios. De hecho, la red de laboratorios diagnósticos COVID en las Universidades ha demostrado el compromiso de los investigadores en todo el territorio por trabajar para la comunidad.
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CORVINA: la primera especie nativa que será escalable desde la acuicultura fotos: gentileza de CORFO/ Fundación Chile Diversificar la matriz productiva del norte del país siempre ha ido un sueño. Incorporar áreas de desarrollo que nos permitan explorar otros caminos, que no transiten necesariamente por la minería. El Proyecto Corvina, que impulsa la Corfo, de la mano de la Fundación Chile, podría producir ese milagro: generar un polo de desarrollo acuícola similar al que produjo el cultivo del salmón en la décima y undécima regiones. El 2022, el sueño podría comenzar a hacerse realidad.
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incuenta mil corvinas, que crecen y engordan en el mar, en dos balsas jaula ubicadas en Huayquique, a unos cuantos metros de las dependencias de la ex ballenera, son la muestra tangible de que el Programa Corvina, que impulsa la Corfo y lidera la Fundación Chile, va por buen camino. Después de nueve años de investigaciones y experimentos diversos que se han realizado en distintos puntos del país, el proyecto comienza a hacerse realidad. A fines de junio y a través de un workshop virtual en el que participaron medio centenar de personas interesadas en el tema, se mostraron los resultados del sub
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programa “engorde en balsas jaula” que la Universidad Arturo Prat desarrolla en Huayquique. En la oportunidad se dio a conocer la evolución del tamaño y peso de la especie, parámetros que permitirán diseñar una etapa de escalamiento para definir volúmenes de producción, la búsqueda de mercados nacionales y extranjeros, y atraer vínculos de inversión con empresas de la Región de Tarapacá. Cristóbal Cobo, director del Programa Corvina, señaló que “el subprograma en el sector de Huayquique ha tenido prometedores resultados en la reproducción en cautiverio de esta especie nativa, lo que hace proyectar el inicio de una nueva fase comercial hacia el 2022, con la integración
de actores locales en cada una de las instancias del programa”. Se trata, dijo, del cultivo de una especie nativa, de alto valor nutritivo y gastronómico. FASE COMERCIAL La idea, agregó Cobo, es que empresarios y emprendedores “ojalá de la región” puedan conocer las diversas áreas de desarrollo del proyecto y puedan ofrecer soluciones a los múltiples requerimientos que traerá consigo. “Los objetivos son promover el desarrollo de una industria de alimentos de origen acuícola en el norte, donde actualmente no hay acuicultura de peces. La corvina, que actualmente es escasa en su estado silvestre (incluso
con períodos de veda), ha tenido exitosos resultados en su reproducción en cautiverio a través de este programa, lo que hace proyectar el inicio de una nueva fase comercial hacia el 2022, con la integración de actores locales en cada una de las instancias del programa”. Avelino Muñoz, director operativo del subprograma de la Unap, señaló que “el Programa Corvina ya está en condiciones de pasar de una etapa experimental a una etapa de escalamiento. Los peces, desde 2018 a la actualidad, han cumplido un proceso de engorde auspicioso y se han adaptado a una serie de variables, tanto técnicas como climáticas. De esta manera, puede constituirse en la primera especie nativa escalable en Chile desde la acuicultura”.
Muñoz agregó que “en estas instalaciones evaluamos las dietas, estrategias de alimentación, y la automatización de los sistemas de cultivo, con la finalidad de validar operativa y productivamente la tecnología de engorde de corvina en el mar”. También indicó que “la experiencia que hemos tenido por largos años con el salmón en el sur del país nos permite acortar camino en dos ámbitos: en el uso de tecnologías para el cultivo que se pueden adaptar fácilmente y también, muy importante, en que podemos evitar cometer los errores que han significado problemas medioambientales con este tipo de cultivos”. ESPECIE ENDÉMICA Otro aspecto que destacaron los ejecu-
Gran oportunidad para diversificar la economía
El director regional de Corfo, César Villanueva, enfatizó que “la diversificación de la economía es una de nuestras directrices para entregar mayor riqueza y crecimiento económico a nuestra región. La industria acuícola, en este sentido es una gran alternativa. El valor agregado, es otra de las instancias que nos interesa. Debemos promover y facilitar la creación de empresas regionales que entreguen un producto con distintas facetas. Eso genera empleo y nuevas expectativas de
crecimiento”. En tanto, el Intendente Miguel Ángel Quezada destacó que “este programa constituye una gran oportunidad para diversificar la economía, pero debe tener como prioridad la participación de emprendedores y empresarios de la zona”. Asimismo, el rector de la Unap, Alberto Martínez Quezada, señaló que “tras el avance que hemos podido constatar, debemos reafirmar nuestro compromiso territorial con un trabajo conjunto con todas las instancias regionales”.
tivos de Fundación Chile que desarrollan el programa, es que en este caso se trata de una especie endémica, que habita estas aguas en forma natural y que ha mostrado una excelente respuesta a las condiciones impuestas por la acuicultura. En ese sentido se trata de un proyecto científico de transferencia tecnológica que está realizando una actividad productiva ambiental y socialmente sustentable. En la actualidad, el Subprograma de Engorde cuenta con dos balsas jaulas con cerca de 50 mil ejemplares, y durante enero de 2020 se agregaron 13 mil unidades juveniles de la especie. Para los próximos meses se contempla la siembra de 24 mil nuevos ejemplares, y una cosecha en el segundo semestre de 10 toneladas de la especie. Los objetivos de esta gestión son validar, estandarizar y consolidar la tecnología productiva del proceso de engorde de Cilus gilberti, en sistemas balsas jaulas emplazadas en el mar, mediante el mejoramiento de las técnicas de cultivo. La estrategia se enmarca en la diversificación de la acuicultura nacional, tanto en especies como en territorios. La iniciativa es impulsada por Corfo y ejecutada por Fundación Chile. Se trata de un proyecto científico de transferencia tecnológica que también cuenta con la participación de la Universidad Arturo Prat, Universidad Católica del Norte, Universidad Austral de Chile, Universidad de Concepción, y que además suma a empresas de la industria acuícola, como ADL Diagnostic Chile, Oxzo, Pesquera FRIOSUR S.A., y EWOS Chile Alimentos Ltda. La inversión del programa alcanza a 11 mil 500 millones de pesos en un plazo de 12 años, cuyo proceso comenzó en 2010 y se proyecta concluir en 2022. En este período, se ejecutan dos subprogramas: Producción de juveniles en Tongoy, a cargo de Fundación Chile; y engorde en balsas jaulas en el mar, con Unap como ejecutor.
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INVESTIGADORES IFOP ESTUDIAN ACUICULTURA EN PEQUEÑA ESCALA texto y fotos: Instituto de Fomento Pesquero Investigación realizada por el Departamento de Repoblación y Cultivo se orienta a entregar bases científicotécnicas para apoyar el desarrollo y sustentabilidad de la Acuicultura a pequeña escala en Chile con beneficios para el medio ambiente y para los pescadores y cultivadores.
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nvestigadores del Departamento de Repoblación y Cultivo, División de Investigación en Acuicultura de IFOP, estudian los potenciales beneficios e interacciones de co-cultivos de especies extractivas bajo el esquema de acuicultura a pequeña escala (APE) en el medio ambiente y como una alternativa de desarrollo para pescadores artesanales y acuicultores. Un tema de estudio se centra en áreas afectadas por altos niveles de nutrientes producidos por actividades humanas (eutrofización), donde los moluscos bivalvos podrían ayudar a reducir la carga de materia orgánica y controlar la abundancia de microalgas a través de la filtración, mientras que las macroalgas captan y consumen nutrientes inorgánicos. También, las macroalgas pueden ser utilizadas como biorremediadoras de ambientes afectados por contaminación de metales pesados generados por desechos industriales, por ejemplo. “Esta línea de
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investigación está siendo abordada como uno de los objetivos del estudio “Programa Integral de Desarrollo de Acuicultura de Algas para Pescadores Artesanales y Acuicultores de Pequeña escala”, que forma parte del Programa Permanente en Pesca y Acuicultura, el cual se realiza en virtud del convenio entre la Subsecretaría de Economía y Empresas de Menor Tamaño y el IFOP, siendo la contraparte científico técnica la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, indicó el Jefe del Departamento de Repoblación y Cultivo , Dr. Francisco Cárcamo. Otra línea de investigación abordada por miembros del departamento se orienta a la mitigación de los efectos del cambio climático sobre la Acuicultura a pequeña escala. En este contexto, si bivalvos y macroalgas son cultivados juntos, podrían beneficiarse mutuamente ya que algunos de sus procesos biológicos se pueden acoplar. Por ejemplo, la acidifica-
ción oceánica (reducción del pH superficial del océano) es un fenómeno generado por la difusión del CO2 atmosférico al agua de mar. Esta reducción de pH produce una disolución acelerada de las conchas de los bivalvos a la vez que dificulta la formación de estas (calcificación), lo que afecta el crecimiento de estos organismos. Las macroalgas, durante la fotosíntesis, utilizan CO2 desde el agua de mar, produciendo un aumento del pH, lo que favorece la calcificación en bivalvos. Al mismo tiempo, las macroalgas necesitan nutrientes y CO2 para crecer, los cuales son excretados al medio ambiente como desechos por los bivalvos. Este es el tema principal del proyecto (FONDECYT iniciación 11190297) liderado por el Dr. Pablo Leal, cuyos experimentos están siendo realizados en el Laboratorio de Ambientes y Recursos Marinos (ARMlab), ubicado en el Centro Experimental Hueihue, Ancud. Finalmente, el Dr. Luis Henríquez, ha liderado el
estudio de los potenciales efectos positivos de la Acuicultura a pequeña escala en los ecosistemas locales, tales como la formación de hábitats emergentes. En general, estos hábitats emergentes nacen luego del desprendimiento de bivalvos y macroalgas que caen al fondo marino. Esto podría aumentar la abundancia y riqueza de especies bajo centros de cultivo en comparación con áreas contiguas sin centros de cultivo. Esto es relevante ya que las especies encontradas en estos nuevos hábitats incluyen especies de importancia ecológica y económica que eventualmente podrían ser manejadas y explotadas, además de proporcionar larvas de dichas especies. Sin embargo, es necesario destacar que el efecto positivo en el ecosistema local está limitado a centros de cultivo de tamaño menor y de especies extractivas que no requieren alimentación artificial, como bivalvos y macroalgas, y bajo condiciones físicas sitio-específicas.
Vecinos/as jugando a la chaya en calle Lincoyan, cuadra 1800. Fotografía aportada por la vecina Silvia Miranda. Sin fecha.
POBLACIÓN CAUPOLICÁN Organización y espíritu de lucha en tiempos de crisis Este es un breve relato sobre los comienzos de la Población Caupolicán. Como todo escrito no busca contener todas las fechas, acontecimientos y personajes. Sólo busca ser otro aporte más a la historia de las poblaciones de nuestro Iquique (las que se “fundaron” en la medianía del siglo XX) que el autor ha buscado visibilizar.
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l año 1957 marca un punto de inflexión en la crítica situación socioeconómica que desde hace varios años sufren los iquiqueños. El 21 de mayo se izan banderas negras en señal de protesta ante el olvido del poder central. Ese año se suceden los cierres de salitreras, entre otras, las de la firma Urruticoechea. Nuevamente cientos de familias inmigran al puerto y comienzan a organizarse en los “Comité de familias sin casa”. Según
por: Aníbal Valenzuela Sepúlveda (*) el diario El Tarapacá, del día 10 de enero 1957, se realizó una reunión en la Escuela N° 4 entre el Comité dirigido por Dagoberto Valencia, el alcalde José Rodríguez Larraguibel1 y seis regidores. En la oportunidad, el alcalde propuso la construcción de viviendas en los terrenos situados en las inmediaciones del Buen Pastor. El 14 de junio de ese año, aprovechando la ausencia del alcalde titular y la renuncia del director del Departamento
de Obras Municipales, el regidor Pedro Salazar Ansaldo, alcalde subrogante, Dagoberto Valencia y el presidente de la CUT, Arturo Carvajal, procedieron a entregar terrenos a 139 familias deslindando los sitios con empleados municipales. Los sitios tenían la extensión de 5 metros de frontis por 20 metros de fondo. El 15 de junio de 1957, en una carpa, se funda la Junta de Vecinos de la población Caupolicán y su primer presidente fue don Wenceslao Ledesma
Bugueño. Ese día, 15 de junio, las familias ocupantes habían aumentado a 379, producto de una “invasión” que se produjo, al pasarse la voz que se podía adquirir terrenos sin más trámites. El Tarapacá del 17 de junio de 1957 recoge así esta noticia “240 familias invadieron sitios para construir una población”, catalogándola como la “más grande población callampa que se levantará en la ciudad” y agrega: “los vecinos sin casa opondrán resistencia a cualquier acción
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Pasacalle con Marionetas Gigantes del Centro Social y Cultural Caminos. Marzo 2014.
en su contra”. Las primeras familias se ubicaron desde José Joaquín Pérez hasta Libertad; la mayoría de ellos eran pescadores artesanales, cansados de vivir en conventillos (Pinto, 1988). Otro grupo grande fue el de los pampinos de Humberstone, Santa Laura, Peña Chica, Don Guillermo, San José, Iris, etc. El territorio que estos pobladores habían conquistado se caracterizaba por lo árido y lo inhóspito, mezcla de arenal y canteras. En este espacio físico la gente comienza a levantar sus viviendas. “Todo ello bajo la óptica de la autoconstrucción y sin ningún tipo de planificación”2 , “para lo cual se han organizado pagando una cuota inicial de cinco mil pesos destinados al pie común que dan en la barraca del señor Antonio Sciaraffia, obteniendo así la madera necesaria para la iniciación de sus respectivas casas”3. En ese tiempo la organización entre los vecinos fue fundamental, el arreglo de las calles y la excavación de las zanjas para el alcantarillado, fue fruto del trabajo de los mismos vecinos, que vieron en el esfuerzo mancomunado, el camino más corto para mejorar sus condiciones de vida. También los pobladores nombraron las calles, así aparecen Lincoyan, Colo Colo y Galvarino, por nombrar
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Construcción de la Capilla Caupolicán (hoy Cristo Rey), fotografía aportada por el padre franciscano Leonardo Braeken, 1967.
algunas. Pero hay una calle que se convertiría en su columna vertebral: a esta la llamaron Genaro Gallo, “en honor a un alcalde que mucho hizo por ellos”. Esta calle fue inaugurada con bombos y platillos con la presencia del mismo alcalde Gallo Chinchilla, junto a algunos regidores, dirigentes vecinales y una populosa concurrencia. La entrega de terrenos y posterior toma de la Caupolicán causó una gran repercusión a nivel de la administración municipal y gubernamental; se sucedieron las reuniones entre las autoridades y los representantes de los vecinos, como nos lo cuenta una crónica de El Tarapacá: “dar una solución urgente a los problemas de la población “Caupolicán” y frenar el crecimiento de las poblaciones callampas, se acordó en la reunión celebrada ayer en el despacho del Intendente de la
Provincia4 la que contó con la asistencia del Alcalde5 y varios jefes de reparticiones públicas de la ciudad”6. Para el año 1960. la prensa informa7 que en la población Caupolicán viven más de cinco mil personas; una cifra enorme si pensamos que en el censo del año 1952 la población de la Comuna de Iquique es de 40.934 habitantes, creciendo para el censo del año 1960 a 50.655 habitantes. Es en este mismo año cuando comienzan a fundarse las organizaciones comunitarias y religiosos tales como el “Comité de Bienestar” a cargo del reconocido dirigente Osvaldo Hidalgo y la “Capilla Caupolicán”8 (1960), esta última dependiente de los padres franciscanos belgas de la Iglesia San Antonio de Padua9, quien elige como sus primeros coordinadores al matrimonio de ex pampinos don Oscar Vergara y doña Ema Céspedes.
El 15 de agosto de 1961 se refunda en la cuadra Lincoyán 1700 la Sociedad Religiosa Morenos de Ali Baba, gracias al entusiasmo de la familia Ortiz, que portó en su equipaje este baile desde la pampa. Algunos años después, el 3 de octubre de 1965, se funda la Sociedad Religiosa Gitanos de Santa Rosa. También en la población Caupolicán hubo espacio para el deporte; es así que el 22 de febrero de 1962 de formó el Deportivo Caupolicán, club de fútbol que contaba con una rama masculina y otra femenina. El 11 de noviembre del mismo año, en la casa del dirigente Mario Rocha, nace el Club Deportivo Roberto Sola10, en honor al gran arquero iquiqueño; el año 1965 se forma el Club Social y Deportivo Jorge Fuenzalida y el año 1967 el Club de Deportes Colo Colo11. Ese año, el diario La Estrella de Iquique, consigna para ese entonces una importante presencia de centro de madres, a través de los cuales las mujeres se organizan para gestionar sus necesidades: Javiera Carrera, Inés de Suárez, Teresita de Jesús, Rosario Chacón, Loida Fernández, 14 Oriente y Elena Chiang de Carrión12. También en la década de los 60´, por iniciativa del vecino Romualdo Rojas, un grupo de jóvenes crea el grupo teatral “Los Forjadores del Arte”. Este conjunto de organizaciones dinamizará la vida social, cultural y religiosa de la población, creando y recreando una serie de prácticas y tradiciones, que en su mayoría traían de la pampa: la chaya, jugar lota, tomar chocolate, elección de reinas, el deporte y la religiosidad popular, expresada en su devoción a la Chinita del Tamarugal y al Lolo, entre otras. Cuando le preguntamos al vecino Segundo Vilca, qué
por el Centro Social y Cultural Caminos, quien en los últimos años se ha destacado por algunos emblemáticos proyectos tales como: Marionetas Gigantes Pampinas, expo fotográfica “La Memoria de la Caupolicán”, recorridos patrimoniales, etc. (*) Sociólogo
REFERENCIAS Inauguración calle Genaro Gallo, fotografía aportada por el vecino Tito Azargado. Circa 1961
se habían traído ellos de la pampa, el nos respondió: “el baile de los pastores y el espíritu de lucha”. De esta manera se fue conformando un ethos poblacional, que los dotó de sentido y les sirvió de base para llevar adelante las múltiples tareas que la construcción de un territorio conlleva. No obstante, a pesar de este desarrollo organizativo, las condiciones sociales de “La Caupolicán” hacia el año 1963 no habían mejorado. Así queda de manifiesto en una columna publicada en El Tarapacá del 15 de febrero por el Mayor Santiago Polanco N. cuyo título es muy decidor: “Ayude-
mos a la Caupolicán”13. En esta crónica Polanco realiza una detallada descripción de lo que observa en el lugar, resaltando las difíciles condiciones en las que viven los pobladores. Ese escrito tiene por objetivo apelar a la solidaridad de las y los iquiqueños para construir una escuela que se levantaría en calle Manuel Rodríguez con 11 Oriente. Posteriormente, en el marco del “Plan de Poblaciones”, liderado por el alcalde Jorge Soria Q. los pobladores de la Caupolicán consiguen uno de sus más anhelados sueños: el 13 de enero de 1968 se inaugura la sede social de la población, ubicada en Noveno
Club Deportivo Caupolicán, equipo de futbol femenino, fotografía aportada por la vecina Uberlinda Espinoza Ríos. Circa 1964
Oriente N° 1669. En nombre de la comunidad, recibió las llaves de la sede don Manuel Mesías, presidente de la Junta Vecinal. “Al entregarle las llaves de la sede social, quiero manifestarle que es un patrimonio municipal que se entrega en custodia a ustedes para que cada una de las organizaciones existentes en este sector tengan un alero en donde realizar su labor”14, señaló el Alcalde Soria. Acompañaban al señor Mesías en esa directiva don Humberto Acosta, secretario; José Mancilla, tesorero y Juan Soto y Raúl Vega, directores. De esta manera, en poco más de una década la Población Caupolicán logró dejar atrás el estigma de “población callampa” para convertirse en un territorio urbanizado (se pavimentan las calles, se instalan los servicios básicos, se construyen sedes, etc.) denso en organizaciones sociales, culturales y religiosas, las que fueron la base de una fuerte identidad que se mantiene hasta nuestros días, la cual se dinamiza y fortalece a través acciones de puesta en valor que de tanto en tanto son activadas por sus organizaciones, especialmente
1 Fue alcalde de Iquique, entre los años 1957-1959 2 Iquique es puerto, Bernardo Guerreo, 2002. 3 El Tarapacá, 17 de junio de 1957, página 5. 4 Esteban Sacco Pertini, fue Intendente en el gobierno del presidente Jorge Alessandri Rodriguez (1958-1964) 5 Francisco Gallo Chinchilla, fue Alcalde de Iquique, entre los años 1960-1961 6 El Tarapacá, 26 de febrero de 1960, pág. 5. 7 El Tarapacá, 16 de febrero de 1960, pág. 5. 8 Hoy Comunidad Cristo Rey. 9 Ubicada en calle Almirante Latorre con calle 21 de Mayo, más conocida como Iglesia San Francisco de Asís. 10 Julio Cámara en “La Caupolicán sigue haciendo historia”, Edición Cero, 2017. 11 Diario La Estrella de Iquique, 10 de noviembre, pág. 3. 12 Diario La Estrella de Iquique, 6 de diciembre 1967, pág. 6 13 Diario La Estrella de Iquique, 15 de febrero 1963, pág.. 3 14 Diario La Estrella de Iquique, 14 de enero 1968, pág. 16.
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MUSEO DE LA TIRANA: para conocer y atesorar nuestro patrimonio religioso En el vientre del Santuario, en un espacio de 342 metros cuadrados, se puede conocer la historia y las vivencias religiosas del Norte Grande. Con un concepto museográfico territorial y comunitario, en el cual se basa su habilitación, implementación y funcionamiento, el Museo es uno de los principales atractivos del pueblo. por: Andrea Suárez
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eslumbrados por los bailarines y aturdidos por el ruido de los tambores, no todos los peregrinos han reparado en uno de los imperdibles de la fiesta de La Tirana: el Museo de la Vivencia Religiosa del Norte Grande. Ahora que deberemos disfrutar la fiesta desde el confinamiento, es una buena ocasión para saber más de este punto de atracción del Santuario y así, cuando se pueda visitar el
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fotos: Gentileza del Museo poblado nuevamente, tenerlo como uno de los atractivos a considerar. Karla Aguilera es arquitecta y, además, directora del museo. Nos cuenta que en el año 2000, cuando comienza el proceso de ampliación y restauración del Santuario, se concibe la idea de dejar un espacio en el subsuelo, para con el tiempo erigir el museo. “Con el paso de los años el proyecto se pudo convertir en realidad, el 2015; en paralelo
con las obras se inició el trabajo de recopilación, registro e inventario de piezas que poseía el Santuario, muchas de ellas donadas por los peregrinos. Con ello aparece el diseño arquitectónico y se comienza a modelar la museografía, siendo posible hacia el año 2012 -a través de la Ley de donaciones culturales, por medio de la empresa Doña Inés de Collahuasi-, cumplir con este anhelo”. El museo es, agrega
Karla, “fundamentalmente testimonial; la mayoría de las piezas fueron donadas por los peregrinos en el devenir del tiempo. Y otras adquiridas especialmente para la muestra. Las piezas se exhiben en las diferentes vitrinas e islas dentro del recorrido en el museo, el cual cuenta con 7 momentos, partiendo por las raíces de la ritualidad del Norte Grande. Allí conocemos nuestros orígenes, para comprender lo que somos
hoy”. Continuando, se puede apreciar “la cultura de los bailes religiosos y los bailes de pastores, expresiones propias de nuestra forma de fe nortina. Más adelante, en el recorrido, apreciamos la sala de la belleza del arte y el culto, para recibir el momento de las tradiciones y costumbres del santuario, y acercarnos a la fiesta de la virgen junto a la sala de trajes y finalizar con la muestra del patrimonio devocional. Todo acompañado de una composición musical, creada especialmente para el museo, la cual recoge las vivencias religiosas desde las melodías”. En este recorrido “se pueden apreciar trajes, instrumentos, cuadros, pinturas, imágenes religiosas, fotografías, estandartes, exvotos, entre otros, los cuales, dispuestos en las diferentes vitrinas, van contando sobre nuestro patrimonio religioso vivo del Norte Grande”. Entre las piezas más relevantes que guarda el museo “destacan aquéllas que tienen un gran valor sentimental, por sobre el económico, puesto que gran parte de ellas son devocionales; por ejemplo, trajes de caporales antiguos, varios de ellos fallecidos, donde las familias se desprendieron del traje de su hermano (a), esposo (a), padre, madre, para donarlo al museo, y a través de ellos contar nuestra historia. De igual forma están las diferentes piezas que acompañan el desarrollo de la Fiesta Grande de Julio como es la Campana de procesión, el bastón de mando que utiliza la imagen Venerada de la Virgen del Carmen en la misa de las Fuerzas Armadas y el tupu que usa la Virgen, para celebrar la misa de los pueblos andinos”. Las experiencias más signi-
Entre las últimas piezas destacadas que recibió el museo, “se encuentran las coronas de la Virgen y el Niño Dios, que recibieron como regalo de parte de todos los Bailes Religiosos que participan de la fiesta, representados por la Federación de Bailes Religiosos, en el año 2018, para cuando el Papa Francisco, en la ciudad de Iquique, coronó la imagen de la Virgen del Carmen de la Tirana como “Reina y Madre de Chile”. Actualmente estas coronas las usa la Imagen Venerada de la Virgen del Carmen y el Niño Dios (la Virgen Grande) como parte de su traje de Gala, es decir, para los días de Fiesta en Julio y momentos excepcionales en el año”. ficativas son aquellas vivimos con los visitantes, agrega Karla. “Aquellos momentos en que recibimos a diferentes personas, de modo individual, familiar, grupal, de la forma que lleguen, y realizamos la visita guiada en el museo y en ocasiones por el pueblo, donde podemos recoger inquietudes, intercambiar ideas, información, experiencias. Muchas veces sin ser del mismo credo, las personas se atreven a conocer de nuestra cultura desde esta mirada, donde la experiencia finalmente se plasma en el papel, y con puño
y letra, dejan su testimonio por escrito, teniendo hoy más de mil recuerdos escritos”. Esa es nuestra bitácora, donde expresan su sentir más profundo después de lo vivido, que sin duda implica la visita al santuario mismo y el saludo a los pies de la Virgen del Carmen”. Una historia singular, señala, es la que “representa el corte de danza de morenos en la sala de trajes, el que perteneció a José Cayo Henríquez, quien bailó en la Sociedad Religiosa Morenos Indues, y quien trágicamente
desapareció en la ciudad de Iquique, apareciendo su cuerpo años después. Hoy su traje está en el museo, es el único que lleva consigo una fotografía en la sala de trajes, para conocer a quien lo vestía. Hoy su madre y familiares visitan el museo año tras año, después de su apertura, con un sentir especial, al cual nos unimos como equipo. Somos parte de su historia, sabiendo que está en el mejor lugar, en el vientre del Santuario, en la casa de la Carmelita, lugar donde en algún momento comenzó su manda”.
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PARA EL TRASLADO DE TRABAJADORES DE LA COMPAÑÍA MINERA
IMPULSANDO LA ELECTROMOVILIDAD: Collahuasi pone en marcha primeros buses eléctricos en Tarapacá GRACIAS A UN TRABAJO CONJUNTO CON BUSES HUALPÉN Y ENEL X, ENTRARON EN OPERACIÓN LOS NUEVOS BUSES ELÉCTRICOS QUE COLLAHUASI UTILIZARÁ PARA EL TRASLADO DE SU PERSONAL DESDE LA CIUDAD DE IQUIQUE HASTA EL TERMINAL MARÍTIMO COLLAHUASI. LOS VEHÍCULOS UTILIZAN UN MOTOR 100% ELÉCTRICO POR LO QUE NO TIENEN IMPACTO EN CUANTO A EMISIONES NI RUIDO.
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ompañía Minera Doña Inés de Collahuasi dio un paso firme hacia la electromovilidad en su operación, con la puesta en marcha de dos buses eléctricos que trasladarán personal desde Iquique hacia el Terminal Marítimo Collahuasi, ubicado a 65 kilómetros de la ciudad. Este esfuerzo, realizado gracias a un trabajo colaborativo con las empresas Buses Hualpén y Enel X, significa la entrada en vigencia de los primeros vehículos de este tipo en la Región de Tarapacá. Los nuevos buses utilizan un motor eléctrico como medio de propulsión, por lo que son certificados como 0% emisiones, ya sea de CO2 o gases invernaderos, y 0% ruido. Tienen un tiempo máximo de carga de 2,1 horas, un 30% más de potencia respecto a un bus equivalente de diesel, así como una autonomía de 250 kilómetros. En línea con las estrictas medidas de prevención que
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Collahuasi ha adoptado para todos sus medios de transporte, estos vehículos que permiten el traslado de 42 personas serán utilizados a la mitad de su capacidad durante los primeros meses, cumpliendo con las normas de distanciamiento social. Asimismo, contarán con alcohol gel en su interior y serán sanitizados diariamente. “En Collahuasi tenemos un compromiso permanente con el resguardo de nuestro entorno y aplicamos la sustentabilidad a lo largo de toda nuestra operación. Incorporar nuevas tecnologías como estos buses y propiciar el uso de energías renovables no contaminantes, nos permite seguir aportando desde nuestra labor diaria al cuidado del medioambiente, a través de soluciones de transporte de clase mundial para el beneficio de nuestros trabajadores y directamente a nuestra Región de Tarapacá” sostiene Dalibor Dragicevic, Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones de
Collahuasi. Pablo Largo, gerente Zona Norte de Buses Hualpén, señaló que “no sólo somos una empresa segura, sino que también estamos comprometidos con el futuro, no mañana, sino hoy. Los buses eléctricos son una muestra muy significativa de ello. Sólo como una muestra de su impacto positivo, gracias a la operación de estos 2 buses se disminuirán 3.600 kilos de CO2 al año. Lo que contribuye a la meta de reducción de emisiones de Collahuasi”. Por su parte, Karla Zapata, gerente general de Enel X Chile, agregó que “la puesta en funcionamiento de los dos primeros buses eléctricos, con sus respectivos puntos de carga, es solo el comienzo de nuestro acuerdo alcanzado con Minera Collahuasi como socio integrador en soluciones energéticas para sus procesos, lo que no solo les permitirá contribuir a la sostenibilidad de sus operaciones, sino que también alcanzar mayores eficiencias”. Cabe destacar que la operación diaria de Terminal Marítimo Collahuasi se rige bajo cuatro ejes de acción: el cuidado permanente del entorno; el apoyo y resguardo de la seguridad de las comunidades cercanas; el cumplimiento de las metas del Acuerdo de Producción Limpia, certificación recibida en 2018; y el apego al código
ISPS para la protección de buques e instalaciones portuarias. La entrada en vigencia de los buses eléctricos se suma a estos esfuerzos y al respecto, Sergio González, gerente del Terminal Marítimo Collahuasi, explicó que “es un orgullo ser la primera compañía en la región en contar con buses eléctricos para el transporte de nuestro personal desde Iquique hacia nuestro terminal marítimo, siendo pioneros en el desarrollo de la electromovilidad en la región”.
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EDGARDO REYES: Pintar el territorio con luz y con la destreza de la fotografía fotos: Edgardo Reyes Veinte imágenes forman parte de la exposición virtual que este artista realizó, respondiendo a una invitación de la Casa de la Cultura. La muestra también está disponible en su Fanpage: EdgardoReyes/ fotografía, donde la pueden visitar y dejar comentarios.
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uchos son los que han sufrido con el confinamiento, en especial aquellos que recorren nuestro territorio para realizarse profesionalmente. Es el caso de los fotógrafos, que deben someterse a las reglas del encierro y suspirar por tiempos mejores. Las fotografías que acompañan estas páginas fueron tomadas por Edgardo Reyes, quien ha sido parte de una exposición virtual de la Casa de la Cultura, donde la magia se vive en las redes sociales. -¿Podrías definir tu estilo para hacer las fotografías? - Definir un estilo es difícil para mí, puesto que soy inquieto y siempre busco aprender y probar técnicas distintas para hacer mis fotografías. Básicamente lo que intento es transmitir, de algún modo, las sensaciones que experimento al momento
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de hacerlas, la contemplación, el contacto con la naturaleza y los elementos, tanto en los paisajes como de la fauna, lo que llamo, respirar la fotografía. -¿Qué se logra con las exposiciones largas, donde la foto se va “haciendo” a lo largo de toma? - Lo hago porque me gusta mucho crear un efecto pictórico en las fotografías de paisajes. Para ello recurro a largas exposiciones. Por esta razón es que el mar, por ejemplo, se ve como seda y las nubes reflejan su movimiento. En fauna, trato de buscar momentos especiales, donde los animales actúen de forma natural y sin temor por mi presencia. -También trabajas con la relación de la luz y del paisaje, especialmente contemplativo. ¿Por qué, este tipo de fotos? - Pienso que hay dos elementos fundamentales para lograr que una fotografía sea especial; el primero de ellos es la composición, cómo se distribuyen los elementos en la foto para que ésta te invite a mirarla. Y el segundo, pero no
menos importante, es el momento de luz. Siempre estoy en busca de esos instantes en que la luz lanza esos colores maravillosos. Por esta razón es que a veces debo madrugar, para aprovechar los colores
del amanecer o bien, debo esperar hasta el atardecer, para capturar los tonos cálidos que pintan y dan volumen a los elementos. El ¿por qué?, es intentar transmitir sensaciones en la fotografía, el frío, el calor,
la sorpresa, la introspección, melancolía, la alegría, etcétera, etcétera, etcétera; para ello es fundamental conocer y controlar el color de la luz.
-Hay una foto, que me llama la atención, que es la modelo con esa tela blanca. ¿Si pudieras describir cómo
hiciste esa foto? - Esa es una técnica que se llama light painting, en la cual se debe trabajar con una espada de luz, tipo Jedi de Star Wars, creo que por eso me gusta tanto este tipo de fotografía. Para lograr este tipo de fotografías es fundamental
contar con un o una modelo, en mi caso me conté con el profesionalismo y belleza de la talentosísima modelo iquiqueña Anais González, quien tenía la difícil misión de crear una pose y mantenerla por varios segundos, es decir, debía estar totalmente inmóvil durante la realización de la fotografía. En esos segundos yo me encontraba escondido detrás de ella, con dos elementos en mis manos. En una mano, un disparador inalámbrico para accionar la cámara, que se encuentra a unos 10 metros de distancia, y en la otra mano, la espada de luz, la que debo mover durante la exposición, para generar la figura que se aprecia detrás de Anais. Este tipo de fotografía es de lo más entretenida, se pueden crear muchas figuras con luz y no hay límites, todo dependerá de tu creatividad. Esta fotografía en particular la realizamos en el Cerro Dragón en el mes de enero de este año, antes del enclaustramiento.
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Oceana calificó como un gran paso la aprobación de la iniciativa
APROBACIÓN UNÁNIME EN EL SENADO DE LEY QUE REGULA PLÁSTICOS DE UN SOLO USO información: Oceana
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foto: Bio Chile
omo un “gran paso” hacia la descontaminación de los océanos, calificó la organización ambiental Oceana Chile la aprobación en el Senado del proyecto de ley que limita la generación de productos desechables, y regula los plásticos de un solo uso y las botellas de este material. “Esta iniciativa ha contado con el apoyo de todos los sectores tanto a nivel parlamentario como por parte del Ejecutivo, lo cual demuestra que se está regulando una materia de interés transversal y urgente”, señaló Javiera Calisto, directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana Chile. “Esperamos que la Cámara de Diputados despache este proyecto con celeridad y así pronto podamos tener una ley que nos permita proteger el medio ambiente, priorizando la reutilización por sobre lo desechable”, agregó. El problema de la contaminación por plásticos va en aumento. De hecho, solo en
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la última década, el mundo produjo más plástico que durante todo el siglo pasado, mientras que cada año, más de ocho millones de toneladas de este material llegan al océano. Otras cifras dan cuenta de que el 75% de la basura encontrada en las limpiezas de playas corresponde a este material, siendo en Chile los desechos plásticos como tapas, envoltorios de comida, botellas de bebidas, trozos de plumavit y envases de comestibles los más encontrados en las playas durante 2018; esto de acuerdo a la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante de la Armada de Chile (DIRECTEMAR). Según estimaciones de la propia industria del plástico, Chile consume aproximadamente un millón de toneladas de este material al año. “El plástico ya se considera un contaminante omnipresente en los ecosistemas. Una gran cantidad de plásticos desechables de todos los tamaños termina en el fondo oceánico. Pero antes de hundirse, el plástico puede flotar durante mucho tiempo transformándose en una trampa mortal para
las especies marinas”, explica la Directora Científica de Plastic Oceans Latinoamérica Camila Ahrendt, afirmando que “es urgente regular los plásticos desechables en el país y ayudar a la salud de los océanos”, puntualizó. Por su parte la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien participó de la sesión en la Sala del Senado destacó el trabajo mancomunado entre la sociedad civil, la Comisión del Medio Ambiente y el Ejecutivo para así llevar adelante este proyecto: “esta ley va encaminada a llevar nuestra economía hacia una más verde y circular” dijo en su presentación. PROYECTO DE LEY En mayo de 2019, un grupo transversal de senadores presentó un proyecto de ley a partir de un trabajo conjunto realizado con Oceana Chile y Plastic Oceans Chile, el cual desarrolló una línea de base sobre la situación de los plásticos en Chile y que incluyó un análisis de legislaciones de otros países en esta materia. A raíz de dicho estudio, se
presentó el proyecto de ley que busca limitar la generación de productos desechables y regular los plásticos, especialmente aquellos que son pequeños y que se descartan luego de unos pocos minutos de uso, los cuales, por su bajo valor económico y su alto costo de recolección y clasificación, no se reciclan. La norma propuesta está dirigida a establecimientos que expenden alimentos como restaurantes, cafeterías, cocinerías y otros locales que sirvan comida preparada o bebestibles, los cuales deberán ofrecer productos reutilizables como loza, madera, vidrio o similares. En el caso de negocios que vendan alimentos para llevar, deberán entregar desechables distintos al plástico como, por ejemplo, aluminio, papel, cartón o plásticos desechables certificados. Entre los productos regulados se encuentran vasos, tazas, tazones, cubiertos, mezcladores, bombillas, platos, envases o bandejas de comida preparada y sus envases accesorios, y tapas.
El viaje de Eugenie y Lou Marron, a los mares de Iquique, en los años cincuenta
UN MATRIMONIO “GRINGO” EN BUSCA DE LA ALBACORA GIGANTE por: Juan Vásquez Trigo (*)
Toda la fuerza de la albacora, en esta foto del momento en Eddie Wall logra sostenerla con el cable guía. Foto del libro de Eugenie Marron, 1957.
Este artículo del profesor e historiador Juan Vásquez Trigo se basa en el libro “The Search for the Giant Broad Bill” publicado en 1957, por Eugenie Marron, y en una serie de publicaciones y sitios especializados en la pesca deportiva de alta mar. Tanto Eugenie, como Lou, llegarían al “Salón de la Fama” de la International Game Fish Association (IGFA), por sus récords obtenidos en Iquique.
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L ARRIBO. Eugenie y Louis Marron, originarios de Brielle, Nueva Jersey, llegaron como muchos estadounidenses, en la Pan-American Grace Airways, la “Panagra”, que operaba rutas desde Norteamérica a Sudamérica, en tiempos del esplendor de la pesca deportiva de albacoras y marlines, en las décadas del 40 y del 50. El matrimonio, con 30
años de casados, compartieron el amor por el mar y la pasión por la pesca. Lou, exitoso empresario y presidente de la Coastal Oil Company de Nueva Jersey, se permitía lujos que, para este caso, se traducían en una colección de aparejos de pesca marca Vom Hofes y Fin-Nor, utilizada por legendarios pescadores de albacoras como Ernest Hemingway. Así llegaron los Marron, en 1952,
tras el sueño de la Albacora Gigante. Los Marron, navegaron juntos por la vida y por muchos mares. Pero sus lugares preferidos fueron el Perú y el norte chileno, por las características de la Corriente de Humboldt que, con sus afloramientos de aguas frías, brindaba las mayores posibilidades de alcanzar el soñado pez gigante. Sus destinos en
Chile eran Tocopilla e Iquique, con sus litorales ya reconocidos por ser pródigos en peces de muchas especies, desde las anchovetas, hasta los marlines y albacoras. SALÓN DE LA FAMA Fue Lou quien, el 7 de mayo de 1953, pesca la tan anhelada albacora, marcando un precedente que por décadas, han buscado romper experimen-
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tados pescadores deportivos, sin poder igualarle. El registro marcó 1.182 libras (unos 536 kilos), en lo que hasta hoy es el récord máximo logrado por un hombre, en la pesca deportiva del pez espada. La persistencia de los Marron, tendrá todavía más preseas que celebrar, cuando Gene pesca, el 8 de junio de 1954, una albacora de 772 libras (unos 350 kilos), siendo la primera mujer en establecer un récord mundial en la pesca deportiva en alta mar. Por supuesto, en una expedición junto a Lou y en este litoral iquiqueño, en un registro hasta hoy no superado, donde logró otros 3 récords con marlines, en que el mayor registró 321 libras, todos en este litoral. Tanto Eugenie, como Lou, llegarían al “Salón de la Fama” de la International Game Fish Association (IGFA), por sus récords obtenidos en Iquique.
La Leyenda de “Bosco”. Para los pescadores de alta mar, “Bosco” nada en algún océano del mundo, desafiando a sus mejores y más aventurados perseguidores, como los Marron. En Cabo Blanco, Perú, antiguos guías de expediciones oceánicas señalan que, “Bosco” es un marlín negro, elegante y más grande que cualquier pez conocido. EL DÍA DEL RÉCORD MAYOR Este es el relato de Eugenie del episodio, que les llevaría al podio de los pescadores deportivos. Y a Iquique y su Mar, como el lugar donde tan legendaria e histórica albacora fue por fin pescada (traducción propia, simplificada y complementada): “Lou y yo habíamos estado buscando, desde el viaje anterior, a “Bosco”. Sabíamos de los peces espada que nadaban en estas aguas, pero, aunque
Lou Marron, en la Revista Sports-Illustrated, del 30 de julio de 1956.
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El matrimonio de Eugenie y Louis Marron, posando con la albacora récord del mundo
insistíamos, no llegábamos a nada que se aproximara al tamaño de “Bosco”, como lo imaginábamos [más de 1000 libras]”. “Un día, mientras nuestro viejo bote, el Flying Heart III, navegaba en un mar apacible, vimos unas enormes aletas dorsales. “¡Bosco!”, exclamó Lou de inmediato... Todos a bordo se pusieron en acción y comenzaron a cebar, antes de que el sonido del grito de Lou se desvaneciera. Lou tiró de la línea del carrete Fin-Nor y se quedó sosteniendo el extremo de lienza en su mano. Esperamos sin aliento. Esa enorme aleta dorsal parecía la vela mayor de un velero. Eddie Wall, veterano de muchos safaris de pesca de pez espada, maniobraba con una maravillosa habilidad, tanto con el barco como con el cebo, hasta ponerlo justo en la nariz de la albacora. El pez se volvió. Nuevamente maniobramos. Esta vez, con un gran chapoteo de su poderosa cola, “Bosco” soltó el anzuelo y arremetió”.
“Lou estaba en la silla, esperando y observando. El suspenso nos atrapó a todos. Un poco de la línea se desenrolló, luego un poco más, cada vez más rápido. ¡Huelga! Adelante con el bote”, gritó Lou. Habíamos atrapado a “Bosco”, el rey de reyes. Lou trabajaba, impulsado por una fuerza tremenda... Pasaron más de 55 minutos antes de que la albacora gigante fuera enganchada totalmente por el anzuelo. La siguiente hora, nos llevó casi más allá de la resistencia: doce veces más, doce batallas separadas, en cada una de las cuales Lou logra aproximarla al bote, solo para que escape de nuestro alcance y se aleje veloz. Fue la hora más difícil de mi vida”. “Tomé los controles para que Eddie, comandase desde el timón. En esa decimotercera carrera, terminó la lucha. “Bosco” se había acercado demasiado. Eddie envolvió el pesado cable guía alrededor de sus manos y lo sostuvo, logrando colocarlo como una
mordaza resistiendo a “Bosco” y sus embestidas. Era nuestro: ¡Bosco, el rey del mar! ¡Qué Goliat! “Lou apenas podía contenerse, cuando finalmente vi ese gran pez en la popa”. “Bosco”, suspiró Lou, con la reverencia de un sacerdote en el altar”. El récord mundial hasta entonces, lo ostentaba Aksel Wichfeld, con un marlín azul de 742 libras, pescado en Bimini, Bahamas, el 19 de junio de 1949. LOS MARRON E IQUIQUE Eugene Marron narra mucho más sobre la ciudad, su mar y sus habitantes en los años 50. Como cuando se accidenta en el Hotel Prat, siendo atendida por el Doctor Juan Lombardi Borgoglio, quien recibió el libro base de este artículo, de una Gene muy agradecida. Está el testimonio de don Gustavo Zeballos, participante y único testigo vivo de esa epopeya. De quienes
prestaron su apoyo para esta gesta, como Ben Claro, director de Pesquera Iquique, y el capitán Louie Marincovich. Iquique, Tierra de Campeones, no ha sumado entre sus
glorias, este acontecimiento de importancia mundial, alcanzado por los Marron en 1953 y 1954, en este su mar, en un hito en la pesca deportiva internacional, que debe hallar su sitial en nuestra historia, para ser contada de generación en generación, para que sepan más de esta albacora, tan
vinculada a nuestra gente, a su gastronomía, y a su historia, que los Marron, se encargaron de hacerla Universal. (*) Profesor-Historiador QR: Homenaje, en inglés, de la IGFA, a los Marron, en el Salón de la Fama. https://bit.ly/LouYlaAlbacora
Récord no igualado hasta hoy por un pescador, hombre, de albacora o pez espada: Lou Marron, 7 de mayo de 1953, en el Litoral de Iquique. Foto: IGFA.
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A cincuenta años de su estreno en Chile
ASÍ NACIÓ LA CANTATA SANTA MARÍA Cincuenta años de vida cumple la Cantata Santa María de Iquique, que originalmente estaba destinada a ser una obra de teatro. La obra, ha paseado el nombre de nuestra ciudad por todo el mundo y también ha dado cuenta del oprobio de una matanza. El 16 de julio de 1970, en la ex Sala La Reforma, actual Isidora Zegers, de la Universidad de Chile, se estrenó esta pieza única por su estilo y por su relevancia en la música de nuestro país.
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l año 1969, justo antes de que el país asumiera el torbellino político de lo que sería la Unidad Popular, un joven profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, participó en la creación de una obra de teatro olvidada en el tiempo: “los que van quedando en el camino”, de Isidora Aguirre. “Mucha de la música que él compuso para esa obra, no necesariamente quedó en la obra final, sino que quedó como borrador, como ideas. Y luego algunas de esas creaciones las trasladó a lo sería la cantata”, señala Martín Farías, investigador y musicólogo. Así partió lo que sería una obra cumbre en la música chilena y que, además, pondría el nombre de Iquique en todo el orbe. Eran tiempos, recuerda Farías, en que la música jugaba un rol muy importante, a falta de decorados y escenografías. “La música viene a llenar un espacio, a crear una atmósfera, que es clave para lo que después pasa en la cantata; en la cantata hay un relato, un narrador que va contando una historia y la música va
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por: Reinaldo Berríos González acompañando con pequeños acentos, enfatizando ciertos estados de ánimo, ciertas emociones. Se ve muy claro que él maneja esos conceptos y que los usa en su favor; de hecho en algún escrito señala que lo que más le gustaba de la cantata era su estructura dramática”. La obra de teatro “Los que van quedando en el camino” relata la matanza ocurrida en abril de 1934 en la localidad de Ránquil, en la Araucanía. Esta historia, se sabría después, sería la base de la Cantata Santa María. “Originalmente la Cantata Santa María era una obra de teatro; Luis Advis se consideraba a sí mismo un hombre de teatro, no un compositor. Entonces, en sus inicios como compositor, la música que él hizo, la hizo para teatro”, señala Fernando Carrasco, decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile e integrante de Quilapayún. A cincuenta años de su estreno en la Sala La Reforma, actual Isidora Zegers, la Cantata Santa María sigue siendo un referente en la música de nuestro país. “Hasta hace algunos años era la obra chilena más
difundida en el mundo y la que generaba mayores derechos autorales. Evidentemente que estamos ante una obra musical que funde el aspecto social y lo político, debido a la época en que fue estrenada; entonces se junta eso y la composición misma, que funde estos dos mundos: la música de raíz chilena, latinoamericana y los componentes de forma de la música docta”, agrega Claudio Acevedo, también académico de la Universidad de Chile. Para Fernando Carrasco “es una obra que relata hechos fundamentales de nuestra historia y esos hechos no han dejado de existir; siguen existiendo, por lo tanto, el significado sigue presente y, por otro lado, es una obra que ha trabajado con lenguajes conocidos, pero de una manera absolutamente experimental”. El académico agrega una curiosidad que, hasta el día de hoy, sigue sorprendiendo: “Yo recuerdo comentarios de muchos de mis colegas, grandes creadores de la música folklórica de aquellos años, que veían en la Cantata Santa María una obra desmovilizadora a nivel político y social.
Naturalmente que lo que uno pueda decir poco tiene que ver con el significado que las personas le van dando a través del tiempo”. “Luis Advis logra compenetrar estos dos mundos claramente -señala Claudio Acevedo- con un grupo de músicos que vienen de la tradición folklórica, con una puesta en escena diferente, con un sonido especial en las voces. Yo creo que todo se confabuló favorablemente para que esta obra haya tenido la trascendencia que tiene hasta el día de hoy”. La Cantata Santa María fue compuesta por Luis Advis entre los meses de noviembre de 1969 y marzo de 1970 y se estrenó el 16 de julio de 1970. El compositor había conocido al grupo Quilapayún apenas unos meses antes. Fernando Carrasco señala, al respecto: “Luis ni siquiera conocía al grupo Quilapayún; lo invitan a un concierto y ahí queda como enamorado del grupo. Repiensa su cantata y deja de lado la idea de hacer una obra de teatro, para finalmente estrenarla como una obra musical. Y lo que se produce ahí es muy interesante porque, como Luis venía trabajando con actores, tenía una gran práctica de enseñanza de música a personas que no leen música, que era el caso de Quilapayún”. En ese tiempo, agrega el académico, “la mayoría de los integrantes de Quilapayún no leían música. Entonces Luis Advis les enseñaba las melodías de las quenas, los mandaba a estudiar al pasillo del edificio; después entraba el de la guitarra y así iba montando la obra, tal como lo hacía en los montajes teatrales. Y él, además, era una persona muy abierta al conocimiento de otros, por lo tanto, mucho de lo que ocurre en la cantata, sobre todo lo relacionado con los ritmos folklóricos, con los instrumentos, con la forma de vestir las canciones, tiene que ver con la sabiduría que tiene el grupo Quilapayún; por lo tanto, el aporte que ellos hicieron es fundamental para el resultado final de ese proyecto”. Agradecimientos: A los académicos del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Y al investigador y doctor en musicología, Martín Farías.
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LUCÍA MOLINA: jugar con imágenes para descubrir nuevos significados La pandemia le jugó una mala pasada. Estaba lista para salir de la ciudad y radicarse en la quinta región, cuando el coronavirus dijo otra cosa. No obstante el confinamiento, ha seguido creando desde su taller y ha participado en una serie de muestras virtuales a las cuales ha sido invitada. En todas ellas derrocha creatividad, cambiando paradigmas y modelos tradicionales por nuevas formas de entender el arte.
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ucía Molina Riffo sacude estereotipos con su mirada libre, contestataria y cuestionadora de la realidad que nos circunda. Nos sorpren-
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fotos: Lucía
Molina Riffo
dió con una primera muestra, en 2019, denominada “Jallalla” en la Sala Collahuasi. De ahí en adelante ha realizado una serie de exposiciones donde, a partir de los hechos cotidianos, surge
su mirada lúcida y evocadora. De partida dice que “hace seis años se dedica al arte; soy autodidacta”. Dejó la ingeniería, que es su profesión, para dedicarse ciento por ciento al arte. “Mi trabajo en el arte no tiene horario -ha dicho-. Trabajo de lunes a lunes, desde que me levanto hasta que me acuesto. Trabajo en esculturas, instalaciones, en pintura, telar, collage, música, composición y poesía”. “Mi motivación -agrega- es la gente, en este caso los bailarines, los músicos. Ellos son el patrimonio vivo, real, que forjan año a año con su compromiso y dedicación. En La Tirana podemos ver desde la mujer que borda las capas hasta el indio que, pese a su edad, aún Danza. Y también están los músicos que cargan pesados instrumentos para avivar por horas el ritmo perfecto y único del norte de Chile”. Es sin duda una artista
vehemente, creativa, disruptiva y trabajólica. “La mayoría del material utilizado en esa exposición, Jallalla, es reciclado, pero trabajado. Cuando uno recicla tiene que trabajar el doble; es distinto a cuando tú lo compras nuevo, pero está mi satisfacción de que eso no estará en la basura por mil años más”. La artista admira profundamente el esfuerzo de quienes “durante las frías noches y el asfixiante calor de las tardes no cesan de bailar; los gestos de generosidad y la demostración empírica de que con lo básico se puede vivir en paz”. También se inspira, dice, en su familia “que entre sobrinos y primos se preparan cada año para danzar en diferentes fiestas; disfrutar de los colores, los aromas, la señora del puesto de sopaipillas, el puesto de los pupulos y mercocha, la alegría, las sonrisas, la emoción y la fe”.
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Foto: Meeting Rimini desde Flickr
Adiós Ennio Morricone
EL CINE NO VOLVERÁ A SER EL MISMO Para quienes entramos al cine a tientas, siguiendo la luz de la linterna del acomodador, sin palomitas de maíz ni vasos de gaseosas gigantes; para quienes el cine era lo más cerca que podíamos estar de nuestros sueños, la música de Ennio Morricone constituyó -sin duda- una experiencia inolvidable. El prolífico compositor ya no estará más en los créditos de nuestras películas favoritas, pero seguirá encantando -sin duda- a los fanáticos del cine de todo el mundo.
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remunidos de un pequeño boleto, mal impreso y con un pretencioso timbre de agua, subíamos los escalones que separaban la pequeña oficina de administración del “teatro”, ubicada a un costado de la entrada principal, para entrar en un mundo que prometía aventuras inolvidables. Una vez en la “galería” (tercer nivel de butacas, casi siempre de madera), esperábamos que los ojos ajustaran el diafragma y se acostumbraran a la oscuridad. Caminábamos a tropezones, hasta alcanzar un asiento que nunca fue numerado y nos entregábamos al rito: el potente foco del proyector impactaba la gran pantalla y el cine hacía su magia. En esa liturgia, más entretenida y prometedora que la de los domingos en la misa de mediodía, tuvimos nuestro primer
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encuentro con el músico. Aunque recién, 30 o 40 años después supimos de quién se trataba. Era el señor que aparecía en los créditos al final de la película, donde decía “Music by Ennio Morricone”. Sin Ennio Morricone el incendio de “Cinema Paradiso” no habría roto tantos corazones; La leyenda del pianista en el océano sería la desoladora historia de un huérfano en un trasatlántico; y Clint Eastwood no habría alcanzado tremenda dimensión como pistolero fronterizo en “Por un puñado de dólares”. Es responsable de buena parte del resultado final del secuestro ideado por Pedro Almodóvar en Átame y sin él, “Novecento”, “Érase una vez en América” y “La misión” serían películas inofensivas. A lo largo de seis décadas y más de 500 partituras firmadas, compuso también
para otros directores importantes, en Italia y el mundo. “Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha”, de Elio Petri; Sacco y Vanzetti, de Giuliano Montaldo; “La cosa”, de John Carpenter; “Los intocables”, de Brian De Palma; “Bugsy”, de Barry Levinson; “Lobo”, de Mike Nichols; “U Turn”, de Oliver Stone, son algunos de los títulos que tienen sus bandas sonoras. La gente acude al arte, a las películas, para encontrar allí lo que la religión no les brinda, asegura Christopher Frayling, voz experta en el cine y la vida de Sergio Leone. Entre los muchos títulos que guardan una relación intensa con el público, destaca “El bueno, el malo y el feo”, película que cierra la denominada “trilogía del dólar” del director italiano. Y donde la música de Morricone juega
Foto: ZioWoody desde Flickr
un rol esencial; esa película no sería lo mismo, sin la melodía inmortal que todos silbamos alguna vez. El músico había nacido en Roma el 10 de noviembre de 1928. Se formó en la Academia de Santa Cecilia, donde se graduó en trompeta, composición, instrumentación, dirección de banda y música coral. Comenzó a trabajar para el cine en 1961, con la banda sonora para la película “IlFederale”, de Luciano Salce. Por esa época trabajó también como arreglador de algunos de los nombres importantes de la canción italiana, como Mina y Gianni Morandi. En 1970 fue el arreglador y director musical de Per un pugno di samba, un disco italiano de Chico Buarque y en 1978 compuso la canción oficial del Mundial de fútbol que se jugó en la Argentina. Acaso temeroso de poner en juego su estatus de músico “de conservatorio”, utilizó el seudónimo de Dan Savio en las primeras películas de “spaghetti western” en las que colaboró. Más tarde, sin embargo, asumió su nombre real y enseguida se convirtió en uno de los compositores de música de cine más prestigiosos de su tiempo. La intuición melódica –para la que utilizó con frecuencia la voz humana– y la maestría orquestal puestas al servicio de la imagen y el clima expresivo de la película lo distinguieron en una época de relaciones grandiosas entre sonido y celuloide. OBRAS DIGNAS “He sufrido mucho cuando he hecho cine,
porque tenía que escribir una música que estuviera bien para mí y para el filme, el público, el director o el productor. Es un ejercicio de dificultad tremenda, mis obras tenían que mantener la dignidad”, dijo en una entrevista. Tampoco creía en la inspiración. “Es un concepto viejo y romántico para seducir mujeres del ochocientos. En la música el uno por ciento es la inspiración y el 99 por ciento restante la transpiración, la fatiga y el sudor”. De él se dice mucho: que no sólo no despreciaba el fútbol sino que se declaraba abiertamente fanático; que no ahondaba en su vida privada más allá de las ocasiones en las que recordaba cómo la música lo había salvado de la guerra en la Italia fascista; que su recelo contra los periodistas era tal que los habría preferido mancos con tal de que no movieran los objetos de su casa durante las entrevistas; y sobre todo, que no fue un emperador, pero sí un romano que conquistó al mismo tiempo el mundo del cine y de la música. El hombre que estuvo nominado seis veces al Óscar, el cual ganó el 2016 por su pieza musical en “Los odiosos ocho”, es el mismo que casi no escuchaba música porque decía tener suficiente con escuchar la suya como para detenerse en la de otros. Entre Bach, Stravisnky y la canción italiana, Morricone fue un artesano prodigioso, de los que hicieron de la música para cine un género en sí, capaz de sobrevivir a la imagen para instalarse en el imaginario de una época.
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