Yaa uvi - Lengua bífida

Page 1

Yaa uvi – Lengua bífida

1


Rolando MarĂ­n

2


Yaa uvi – Lengua bífida

Yaa uvi Lengua bífida

Rolando Marín

3


Rolando Marín

Primera edición, 2012

Portada: Águila bicéfala, figura sobre textil de San Juan Colorado. © Rolando Néstor Marín García

Editado en Oaxaca, México 4


Yaa uvi – Lengua bífida

La poesía como orilla

Es normal y lógico que un poeta busque e indague —de hecho todo nuestro alrededor y uno mismo somos movimiento—, pero si la obra y el pensamiento son los que caminan y viajan, es posible una voz, es posible vivir y hacer vivir. Lo que me agrada de cualquier poesía es su atrevimiento, el no reducirse a lo personal ni tener miedo, tender al experimento, ver al individuo como parte de la colectividad. Es lo que me parece que acontece con este libro de poemas Yaa uvi “Lengua bífida”, lo siento como un trabajo arriesgado y completo, hay una inevitable relación del ser humano con la naturaleza, con nuestro derredor. Aquí, veo la fusión de lo ritual en el tiempo, el entendimiento de que cultura es creación, no repetición. Sabemos que Savi significa “Lluvia”, fuerza natural, sagrada, que nos proporciona vida y movimiento, que hacer emerger, pero también es 5


Rolando Marín el elemento temible si no se le respeta. Es un ser vivo, un elemento necesario para la existencia del cosmos, Rolando lo sabe, por eso en Yaa uvi, Savi conserva su nombre, trasciende lo tradicional;

el

libro

tensa

las

palabras

e

imágenes, surge la metáfora como posibilidad y otra manera de decir y ver. Hace tiempo que vengo proponiendo que poesía desde nuestra tu’un savi “palabra de la lluvia”, se puede traducir como tu’un yukun itu “palabra el surco”, porque es trabajo, no es belleza y su alegre recitación. Ningún poema actual que se precie de llamarse como tal puede tener la inocencia de ser sólo sentimiento, debe pasar por la razón, pero además, es soledad en la realidad, es reflexión que se asoma por la ventana para testimoniar, busca ser movimiento que se refleje en su comunidad, por lo menos, es lo que intenta este tipo de poesía y la situación de su lengua. Por otra parte, es el abrir de los oídos para escuchar el grito de la piedra que no desea 6


Yaa uvi – Lengua bífida convertirse en frío cemento, es también el nuevo tarareo del río contra el no respeto humano y su contaminación. Así, llegamos al papel del poeta, tal vez ya no como profeta sino el condenado y forzado a escribir. Lógicamente la poesía no puede ser inspiración, sino tequio y faena permanente, constancia, resistencia contra la levedad y la frivolidad de estos tiempos, expresión de la situación de la tierra, del surco y del maíz, a todo esto me refiero cuando hablo de “Tu’un yukun itu”. Sin duda, el poeta es un ser social que tiene que comer, pero debe estar alejado de la política que lo reduce a ser un simple empleado, es decir, debe buscar ser un vagabundo de la palabra,

no

limosnero,

aquélla

es

su

responsabilidad, estar en la orilla, lo que le permitirá ser crítico. Rolando Marín nos muestra que poesía es mucha lectura y diversa, es trabajo constante, porque

no

existe

la

inspiración

sino

el

compromiso de asumir lo que Savi nos ha dado, 7


Rolando Marín lo que hemos vivido en la niñez no lo podemos olvidar, lo que hemos respirado en el aire, lo que hemos escuchado y visto en nuestro caminar en silencio y nuestro andar en una tierra que es nuestra porque la respetamos y la amamos, por eso cada poema de Yaa uvi es una célula y, juntos todos los poemas, forman un cuerpo. Me da un enorme gusto que existan poetas en tu’un savi, esto da la certeza de la persistencia de nuestra lengua. Sin duda, deben surgir otros, quienes tienen que explorar géneros y cuestionar la tradición literaria, ¿y por qué no? Crear géneros desde la lengua. Tu’un savi es la fuerza

que

puede

fundar

una

literatura,

comprender esta palabra del surco es nuestro compromiso con nosotros mismos. Savi vive, nosotros vivimos con él y ella, como le dice Rolando Marín en una imagen profunda y de esperanza concreta: “Dime padre Savi ¿Cuánto más hemos de tentar en la oscuridad?/ Señor necesitamos que vuelvas, que camines nuestros caminos,/que laves el polvo de los pies de

8


Yaa uvi – Lengua bífida nuestro futuro./ Manifiéstate, dame una señal, acaso ¿No hueles ya mi copal?/ o será que el peso de cinco siglos/ cubrió tus ojos y cosió tu boca”.

KaluTatyisavi

9


Rolando MarĂ­n

10


Yaa uvi – Lengua bífida

INTRODUCCIÓN Escribir con la lengua de la lluvia Mucho se me ha preguntado ¿Por qué escribir en mixteco?, se me ha cuestionado el por qué, si nadie lo entiende, que sería más fácil y mejor para mi “carrera de escritor” hacerlo en español y no ha faltado quien me ha dicho “esta página en mixteco es un desperdicio de espacio”. Cuando era niño y empecé a escribir, obviamente fue en español, nunca había pasado por mi cabeza, escribir el mixteco porque me era tan cotidiano, tan oral que no se necesitaba escribir o al menos así lo entendía. Por otra parte, en esa época de los 90’s en mi comunidad el español era tan secundario y poco usado que prácticamente, aparte de escucharlo en la televisión y en el salón de clases, solamente escrito tenía presencia, por eso era necesario aprender a leerlo y escribirlo, ya que todo lo que mis ojos habían visto hasta ese momento estaba escrito en español. Fue en la secundaria, que en mi comunidad empezaron a aparecer algunas propagandas de salud escritas en mixteco, cosa que me agradó bastante, pero se me hizo un tanto irónico, ¿Por qué escribir en mixteco cuando la mayoría de la gente que lo 11


Rolando Marín hablaba no sabía leer?, esta pregunta que yo formulé, ahora de forma irónica es la que presentada de distintas maneras y contextos, me cuestiona a mí. Podría hacer a largo raciocinio una lista de mis razones por las que escribo el mixteco y por las que creo que deberían de escribirlo más personas, pero por ahora me limitaré y me basta con contestar con otra pregunta, ¿Por qué no?, Si otras lenguas se escriben, ¿Por qué con el mixteco no debería de hacerse lo mismo?. A mi parecer, la lengua escrita es el símbolo máximo de la civilidad del ser humano, tanto, que se considera el inicio de la historia de la humanidad desde el momento en que la escritura se inventó. Por tal motivo, una civilización tan rica como es la mixteca (o cualquier otra, en cualquier parte del mundo) debe de tener -es su derecho y obligaciónun lenguaje escrito. Muchas lenguas del mundo están iniciando un declive hacia lenguas más “populares” como el inglés y en nuestro caso el español. Es indudable que el mixteco también va a la baja. De hecho todas las lenguas del mundo algún día desaparecerán, pero lo normal es que se transformen en otras lenguas como ocurrió con el latín (de donde surgió el español). Una lengua que no se escribe, está condenada a 12


Yaa uvi – Lengua bífida desaparecer y a ser olvidada para siempre. Por eso es importantísimo para mí que el mixteco se escriba, algún día cuando ya nadie hable el mixteco de San Juan Colorado de principios del siglo XXI, sé que si se dejan testimonios escritos, jamás morirá del todo, siempre habrá quien o quienes de vez en cuando lo revivirán al tratar de leerlo y descifrarlo, por eso, mientras más se escriba mucho mejor. ¿Por qué escribir en la lengua de la lluvia? no es porque sea bonito, porque yo sea un mesías cultural, porque quiera fama o ‘’estar de moda’’, sino para tratar de contribuir – esperando que otros, muchos otros también lo hagan- a dejar una cicatriz permanente de un pedazo de mi cultura, de mi cosmovisión, un sonido de la lengua de la lluvia en el rostro ingrato de la historia. Un día mi abuela me dijo: Landu, ndi ña kua ka’an va’a ka se’e un, uvin ñi tye’en ka’an tsii yu tsi’in yu tsa kuu yu ña’a li’li… na tsa va’a tun uvin ñi takan ka’an se’e yañi un tsi’in se’e yañi ve… (Rolando, tus hijos ya ni van a hablar mixteco, fue lo mismo que me dijo mi abuelo cuando era niña… espero que tus nietos le digan lo mismo a sus nietos…)

13


Rolando Marín

Escupir en dos lenguas Cuando iba escupiendo Yaa uvi (Lengua bífida) sobre el papel tenía en mi mente la idea sobre lo que quería hablar, quería vincular de algún modo lo natural que resulta pensar en mixteco con la dificultad de la “otra cultura”. Así que Yaa yuchi (Lengua de pedernal) es el filoso cuchillo que desde mi selva interior busca a los antiguos ancestros en el presente, “entre los cerros sobre mi cuerpo”, desde donde surge una flor roja que late con fuerza, ya que es la “ofrenda para el padre Savi”. Busca ser las flores de los ancestros y del pueblo vivo, para que caigan de nuestra boca para dispersarse y “perpetuar el fuego primigenio” Pero no es fácil ser solo pedernal en un mundo lleno de cuchillos eléctricos, porque los ñuu savi, no somos pinturas rupestres inmutables en la cueva del tiempo, ni hermosas pinturas prehispánicas inmóviles sobre códices antiguos. Porque aunque es la palabra antigua la que pretende hablar, esta palabra “hoy quiso decir: ¡presente!”, porque es en estos días que mudan de piel, no la piedra que obstaculiza el camino sino la conciencia de que “un rayo salió de mis labios, la roca se partió en dos”. Es la confesión, es relatar desde una lengua partida en

14


Yaa uvi – Lengua bífida dos que “soy un pájaro que aprendió a volar sobre dos árboles distintos”. No es necesario enterrar lo propio para poder asomarse a otro lado, porque la lengua mixteca no se tiene que dejar de hablar para poder decir cosas en otras lenguas, no es una lengua celosa, ni estancada, ni resentida, ni tiene ese amargo rostro de la agonía, para mí el tu’un savi o lengua de la lluvia es una Yaa natsaa (Lengua que florece) que evoluciona como todo a su derredor y que busca nuevos espacios en este mundo cambiante, porque así ha sobrevivido siempre, es una serpiente que muda de piel, el entendimiento que los ñuu savi amanecemos ahora “sobre una piel bilingüe” pero pese a esto “estamos aquí cargando nuestras flores rojas/ ofrenda para el padre Lluvia”. Aunque Yaa uvi, es una cicatriz en el papel que intenta decir una idea y concretarla, no por ello dice solo una cosa, al contrario, dentro de la frase general que vocifera, cada una de las letras que forman esta frase dicen cosas distintas. Habla pues de muchos temas e ideas distintas, cosas que el mixteco retoma de la cotidianidad, tanto de su micromundo como del mundo globalizado en el cual como serpiente que es, busca escurrirse y morderlo con sus palabras y su mirada propia.

15


Rolando MarĂ­n

16


Yaa uvi – Lengua bífida

Tsa vatsi i’ya – Índice Yaa yutyi

19

Lengua de pedernal

Yaa koo

45

Lengua de serpiente

Yaa natsaa

81

Lengua que florece

17


Rolando MarĂ­n

18


Yaa uvi – Lengua bífida

Yaa yuchi Lengua de pedernal

19


Rolando Marín

Nduvita kutu tsa kee itsi ita kuaa’a nuu ra utu mañi Savi, ndusu asuu kita ndaa itsi kuñu ñu’u yu. Ndusu ra tsii tsaa’nu. ¡Savi ka’nu, utu mañi! Na kuenda tsa’a un tsa u’vi tsi ñuu un tan ña kuñi ka un koso un ndutya nyito tsa nyii itsi kɨyɨ un, ¿A xaan kuñi un va? A uvin ñi maandi ra nyɨvɨ nya’yu kuu ra ta’vi kɨyɨ kan. ¡Naa kua kee vityin nu ñu’u ya! ¡Naa kua kua’nu vityin nu ñuu un! ¡Ndaa ndusu savi kua kuvi ndoo nu yaa se’e un vityin! Tsaku yu… Tyin ña tsito tsa tyituñi iñi yu, tu iyo ka tsa kua kana itsi añima yu.

20


Yaa uvi – Lengua bífida

Se levanta copal de la flor roja para nuestro padre Lluvia, Vírgulas azules salidas desde el interior de mi carne-tierra, voz de los ancestros. ¡Gran Savi, padre nuestro! ¿Por qué castigas a tu pueblo y te rehúsas a regarnos con el agua vital contenida en tu cántaro? ¿Será acaso que estás molesto? o fuimos nosotros mismos, los muñecos de barro, quienes rompimos el cántaro. ¡Qué brotará ya de esta tierra! ¡Qué crecerá ya de tu pueblo! ¡Qué palabra de lluvia logrará quedarse en la lengua de tus hijos! Lloro… Porque desconoce mi entendimiento, Si es que brotará algo ya de mi corazón.

21


Rolando Marín

Tsa nduve na iyo naka’yɨ asu tsa nyita tsata tsa taxi tsa sutya nu ndutya, ku’va tsa ndi ña’a ka koo kuiya, tsa ndi ña’a ka koo sɨvɨ kɨvɨ, tyin ña’a ka koo tsi. Tsa’a ka’ndɨ ñu’u nditsi, ra Ñu’u. Ta’vi sava ra… Tu’un isu uvi tsa akana iñi ñu’u kee itsi andɨvɨ. Kana yoko itu… Ketuvi ku’u, xa’va. Ra ñu’u… Ra Savi tsakin ja’ma ra nu ñu’u tan naka’yɨ ra an tsa kuii, itsi tu’un kɨsɨ tyi’yo ñu’u ñayɨvɨ, ra Koo Savi nyiko nuñi tsi’in yɨkɨ ii itsi ko’o ndayɨ…

22


Yaa uvi – Lengua bífida

Una nada color azul suspendida sobre el silencio que flota en el agua, tiempo cuando aún no existía el tiempo, cuando los días no tenían nombre, porque aún no se habían inventado. Una explosión de luz, Dios. Se parte en dos… Es un venado dual que hace surgir la bola de tierra desde el centro del cosmos. Brotó la espiga de maíz… Aparecieron los montes, los barrancos, los dioses… Savi extendió su manto sobre el suelo y lo pintó de verde, en una olla se cocina el mundo, Quetzalcóatl muele maíz con huesos sagrados en un molcajete…

23


Rolando Marín

Itsi ku’u tsitsa iyo tu’un tsa nakanda, ndava, kunaa, nduvi an ndusu ñɨɨ’ɨ kɨvɨ, tixa’ñu kuaan ka’yɨ nya’yu tuun, tsa anduka’nu ra tsii tsaa’nu, kuu an añima yu, kuu an tinɨ’ɨ yu tsa nda’a itsi tyiñu tɨ tsa iin ñi ityi ndi. Ndava tɨ nu ja’ma tuun. Nduvi tɨ ndoso, tsa ane’ñi ra ñu’u nu andɨvɨ tan nikava iin tañiñi itsi ñumaa’na yu. En la espesa selva, una figura se mueve, se lanza, se pierde, se vuelve un rugido la voz muda del tiempo, la sombra amarilla manchada de lodo negro, venerado por los ancestros, es mi alma, es mi gemelo que sostiene en sus garras nuestro destino único. Se lanza por el manto negro. Se vuelve una bola de fuego, que lanzada por los dioses desde el universo cae en fugaz visita dentro de mis sueños.

24


Yaa uvi – Lengua bífida

Kee itsi ku’u tsitsa kuii tan nu yuku tsata kuñu ñu’u yu, nu yoso, nu xa’va, kee nu iñu añima yu: kana ita kuaa’a, Savi ki’in tsi tsi tan tyi’i ra ndatu tsi’in tsi nu ra Ñikanyii, akanda yu yaa yu, tu tyi’i yu ndatu añima yu nu ra ñu’u, ndusu yu uvin ñi tyi’i yu ku’va kutu tyin ku’va kua’an ndaa tsi kuañi tsi iin tsa nakuatu.

De la espesa selva verde y de los cerros sobre mi cuerpo, de los llanos, de los barrancos, de entre las espinas de mi alma: brotó la flor roja, Savi la tomó y la dio en sacrificio al sol, yo muevo la lengua, si a los dioses ofrendé mi corazón, mis palabras también ofrezco como incienso para que elevándose dance una plegaria.

25


Rolando Marín

Ndusu ra ta’vi sava tsa taxi itu’un tutsi andukaa’vi andɨvɨ tan tsa’mi nya’yu tsata iñi yu. Nanduku yu tinuu sa’va ra nu tsa naa andɨvɨ. Sakanuu yu tu’un ii tan tu’un nakuatu nu tsa kutu kuiya. Ndɨ’ɨ maa tsitu tsi’in kutu tsa kuitsin tamaa tsa tyituñi iñi yo. Natu’un yu tsi’in tsitan yu tsa tsa tsi’i tan tsikan yu na ka’an ña naa ika yu. Kuñu ñu’u yu nduvi yu tsa nakuatu, ndatsa numa tatyi, naityi kɨyɨ, tu’un koo kuiya natava yu’u andɨvɨ.

Su voz partió en dos el silencio un dardo blanco hirió el cielo y quemó la tierra sobre mi cabeza. Busqué sus ojos de sapo sobre la oscuridad del cielo. Revolví los rituales y los conjuros en la densidad del tiempo. El espacio se hinchó de copal blanco como el entendimiento. Hablé con mi abuela muerta y le pedí sus consejos. Mi carne-tierra convertí una plegaría, hasta que el viento cesó, el cántaro se secó, un arcoíris dibujó la boca del cielo.

26


Yaa uvi – Lengua bífida

Savi, tsito’o ku’va, nye’e tsi se’e un tsa nyaa tsɨtɨ ña nuu un, utu auu, utu mañi, ku’va na kuun ndutya ii nu ñu’u tsa soko xaan, andunditsi tsi yu, andundutsi tsi ndi… Akunu tsi nu ina tuun nuu yu nu kuñu ñu’u yu tsa taan ña nuu un, akutyi tsa tyituñi iñi ndi... Andunditsi ndɨ’ɨ tsa ika ndi tyin ita ya kua anaityi ndi.

Savi, señor del tiempo, ve a tu hijo que se arrodilla ante ti, señor azul, padre mío, deja caer tu agua sagrada sobre esta tierra que tan sedienta está, ilumíname, ilumínanos… Aleja al perro negro de mí de mi carne-tierra que tiembla ante ti, baña nuestras conciencias… Pon luz a nuestros actos Porque la flor estamos marchitando.

27


Rolando Marín

Ana’an nuu un… tinuu sa’va un, nu’u nañi tatsa un. Ana’a tsi un… tan ña kasɨ un viko nuu un. Akoto tsi ndi tyin ndi nyi un ikan tan ndi tyaa so’o un tsa kaa’an ndaa’vi ñuu un. Tyaso’o tsa nakuatu tsa sakanuu tsitan yu tsi’in kutu. Nuu iin tañiñi yuku savi kan ndaa nu kava nu kanyii pa’la ña tsa’a ra ndoso: Tsa kuu tiko’li ñuu yu, ñuu tsa kuiya tan kuiya tsika tsa tsinu iñi nuu un, tsa ya’a ku’u tan ndaa yuku tan tyi’i tsa nakuatu itsi ku’u tsa nanduku ndi ku’va un ndatu un tsi ndi kuenda ndutya ii un tsa nyii itsi kɨyɨ un. Ka’an tsi’yu utu Savi ¿Naava ka kɨvɨ kua nanduku ndi nu naa? tsito’o kuñitsi kitsi nyiko un, kaka un ityi ndi, nakatya un nyaka nu tsa’a tyaan isa ndi. Ketuvi, ana’a tsi un, ¿A ña ñi’i ka un xiko kutu yu? a kuu tyin tsa vee ju’un taa’an yakua kuiya tsasɨ tinuu un tan kiku yu’u un.

28


Yaa uvi – Lengua bífida

Muéstrame tu rostro… Tus ojos de sapo, tus colmillos de rayo. Manifiéstate… sin que las nubes cubran tu rostro. Dános una señal de que aún estás ahí y de que aún escuchas las plegarias de tu pueblo. Escucha los conjuros que mi abuela mezcló con el copal. Baja un instante de Yuku Savi sobre la piedra donde escurrida está la huella del gigante: Ombligo de mi pueblo, el mismo pueblo que año con año peregrina fe en ti, que cruza el monte y sube el cerro para lanzarte los conjuros de la selva con lo que pretendemos ser bendecidos por el agua viviente que contenida en tu cántaro está. Dime padre Savi ¿Cuánto más hemos de tentar en la oscuridad? Señor necesitamos que vuelvas, que camines nuestros caminos, que laves el polvo de los pies de nuestro futuro. Manifiéstate, dame una señal, acaso ¿No hueles ya mi copal? o será que el peso de cinco siglos cubrió tus ojos y cosió tu boca.

29


Rolando Marín

Natsaa kɨvɨ, nuña tsi, nikava tsɨtɨ itsi ñu’u nduvita itu, tsa’nu tsi tan ndukua’a tsi, tsakunaa’a nyixi ra Savi tsasɨ tsi tsi tsi’in ndutya yɨ’ɨ itsi kɨyɨ ra, nikava nuñi nu ñu’u, tsiko nduvi Ñikanyii iñi yu. Naxii itu, Maa tyin ñaavi yakan kuenda ña tsaa ka kɨvɨ. Itu tsi’i kaa ku’va kaa nyɨvɨ. Itu kuu yo, itañiñi i’ya.

Florecen los días, abren sus corolas, Cae la semilla al vientre de la tierra Se levanta la milpa, crece y germina, Sonríen las mazorcas tiernas Savi las cubre con el líquido de su cántaro, Cae el maíz a la tierra, el sol da vueltas sobre mi cabeza. Se marchita la milpa, Más no por eso dejan de florecer los días. Las milpas muertas tienen cuerpos de hombres. Somos milpas, solo un instante aquí.

30


Yaa uvi – Lengua bífida

Nañi’i tsi yu nu tsa xaan yu’u kɨvɨ, nyaa taxi yu tsata tsa’a yu tsa tsaka nda’a nu ñu’u, ñikanyii tsa kua ane’ñi tsi ra nu xa’va, tinuu kuitsi ra ñu’u tsa nyaa nu sukun nye’e tsi yu, tsa ña kundɨ’ɨ maa tsata iñi yu tsa nuu iin tañiñi tan tsi’i tsi yu, tuvi iñi yu tsi ra tsii tsaa’nu tsa tsañi itsi nɨñɨ yu, yaa tsaa’nu. Tsika iñi yu, tyituñi iñi yu, ndu ndaa’vi kuñi yu, tsika iñi yu tsa ña kua kundɨ’ɨ maa kɨvɨ, tsa vityin a tyaan anduva ve’e ñu’u, ¿Naka kua kuu ñu’u tsaa? ¿Naka kua kuu yava ii tsii yu? ¿Naka kua kuu savi?, Ya’a nu saa nu tsa asuu kuii, nda takan tan kutuñi iñi yu, ña ndɨ’ɨ iñi naava kuiya, tu ñaavi tyin tsa ikayo tsi’i tsi, nduvita yu, naku’vi yu tsakuaa iñi tsi yu, tsakuaa tsa kuu an, tsasɨ yu tinuu yu, tyaan kua tsaa ka yu, tyin tyaan isa tu ñaavi ityi ña yu, kua nduva ve’e ñu’u yu tan kua kuu nyiko nya’yu ña, kuñitsi nye’e yu tyin na ndoo ñu’u i’na kan.

31


Rolando Marín

Me descubren en el filo del día, sentado sobre mis piernas que acarician la tierra, el sol que parece aventarse por la borda, los ojos blancos de los dioses que desde lo alto me miran, la eternidad sobre mi cabeza que baja un instante y me besa, siento a los ancestros que danzan en mi sangre, música antigua. Pienso, razono, me aflijo, pienso en la inmortalidad del tiempo, que acaba derrumbando los templos, ¿Qué pasará con el fuego nuevo?, ¿Qué pasará con la estirpe sagrada de mis abuelos?, ¿Qué pasará con la lluvia?, Pasan volando los pájaros en el azul eterno, entonces es cuando lo comprendo, no importa cuánto tiempo, sino lo que se hace con él, me levanto, me sacudo la tarde, ya es de noche, cierro los ojos, mañana seguiré floreciendo, porque pasado mañana tal vez ya marchito, mi templo se derrumbe y se convierta en barro de nuevo, debo de asegurarme de perpetuar el fuego primigenio.

32


Yaa uvi – Lengua bífida

Tyi’i yu kutu tsa kita itsi añima yu, kita kan itsi yu’u yu ku’va ndusu asu, tyi’i yu an ndatu tsi ra ñu’u, tsi ra tsii tsaa’nu, kuu yu iin ve’e ñu’u tsa naki’in va’a tsa kuu tsana’a ñuu yu, kuu yu iin ve’e ñu’u tsa ika tsa kua kuu tyaan, kuiya kuu xu’un kuaan nu natava tsa’a yu nuu ra ñu’u, ndusu yu tyaa tsata añima yu ñɨɨ ñu’u tsaa tsi’in tsa natava tsaa’nu, kuu yu ndusu kuiya tsa uvin ñi maa kuiya ña kuvi akutaxi.

Elevo el incienso que brota de mi alma, sale por mi boca en voz color azul, lo ofrendo a los dioses, a los viejos ancestros, yo soy un templo que guarda el pasado de mi pueblo, soy un templo que construye el futuro, el tiempo es el excremento dorado donde mis pasos esculpen el rostro de algún Dios, mis palabras escriben en el corazón un nuevo códice con pinturas antiguas, soy la voz del tiempo que el mismo tiempo no pudo silenciar. 33


Rolando Marín

Ndava tyu’vi nu tsa tuun, tiñuu ñu’u tsaa. Itsi tinuu tuun yu nduxiñu ñɨɨ kuɨñɨ tsii yu. Ndava ñu’u, tinuu xiñu ra ñu’u. Ndoso nikava nu ñu’u ñayɨvɨ tu’un rayɨɨ kaku. Tsata tsa’a nu ndoo ya’ya, nduvi nu nyaka akuenda, tsa’a xiñu kan tsa’a nda’a tuku tsi yu sɨkɨ tsa ndokoo ra tsii tsaa’nu. Yɨ’vɨ xuu ra Ñikanyii, yɨ’vɨ xuu yoo.

Volaron luciérnagas por el espacio negro, chispas de fuego nuevo. Dentro de mis ojos negros brilló la piel del jaguar de mi abuelo. Volaron luces, brillantes ojos de los dioses. Un cometa cayó sobre la tierra un hombre fue parido. Sobre su huella dejó la señal, se volvió polvo guardián, la huella resplandeciente me mostró la llave del tesoro que dejaron los ancestros. Excrementos del señor sol, excrementos de la luna. 34


Yaa uvi – Lengua bífida

Tatyi, isu tan miku, ita, savi, ndoo tan yutyi, tsaku xaan maa kɨvɨ tsaa’nu ndaa tsa yutya anaa sɨvɨ tsi na’a tsi. Iin tu’un ra kee tsiyo tɨvɨ sɨɨ tsata ñɨɨ tsi na’a tsi, savuru, tumingu tan looñi…

Viento, venado y mono, flor, lluvia, caña y pedernal, los días antiguos lloraron hasta que el río borró sus nombres. Un hombre extraño les escupió sobre la piel, sábado, domingo y lunes…

35


Rolando Marín

Ya’a yu xa’ñu ku’va ndaa ve’e kuiya li’li yu, nanduku yu itsi tutu ve’e yu’u nuu un. Nu yuvi kixi tu’un tsa’nu tan tsa tsa kuu. Nyaka tsa’nu itsi tsa’a yu. Iin tu’un tatsan ta’vi tsa nduku’un iñi yu. Tsii ¿Naavi nduve ka un? ¿Naa kuenda tsa’a un tyin kɨvɨ anaa tsi un? Tsitan, kuu un ña’a tsa nyiso tsi ra ñu’u, nakoto un tu’un kuee’e tsa ndumasu tsi ra tsito’o ndɨyɨ. Ya’a tuun, ya’vi, tsa nakoto ndo tsa tyi’i xee’e ñu’u tan nyɨvɨ. Tsa naa tsa kaa tsa’a ndo nu ityi ¿Yoo kua ka’an tsi’in yu vityin, tsii, ndaa ityi kua kuañi tsa’a yu?

36


Yaa uvi – Lengua bífida

Cruzo el portal del tiempo A la casa de mi tiempo-niño, busco dentro del rincón sus imágenes. Sobre el petate duermen leyendas y sucesos. Polvo antiguo dentro de mis pies. Un rayo partió mi recuerdo. Abuelo, ¿Por qué ya no estás? ¿Por qué dejaste que tu tiempo se borrara? Abuela, eras una mujer que carga a Dios, conocías los conjuros para hechizar al señor muerte. Águila negra, serpiente de fuego, que conocían los secretos de la tierra y de los hombres. Sus pasos se borraron del camino ¿Quién me dirá ahora, abuelos, por dónde he de pisar?

37


Rolando Marín

Yava yutya nɨñɨ tsa tsinu itsi tutyi yu tsa oko tumi nu saa ii nu tinuu. Tsi maaun kuu tunyee iñi yu, tsa kua ika yu, tsi maaun kuu yu’u tsaa yu. Tsi maaun kuu ñu’u tsaa tsa kayu itsi yu. Yava nyaa tsɨtɨ yu anduka’nu yu tsi un nu tyi’yo tsa’nu tutu yu yaa saa ii. Yava nɨñɨ nɨñɨ yu, tsɨtɨ tsaa tsa akana un nu ñu’u u’vi iin tu’un yutun nuu.

Estirpe río de sangre que corre por mis venas que arranca las plumas del quetzal de la ceiba. Tuya es mi fuerza, mi voluntad, tuya es mi palabra nueva. Tuyo es el fuego nuevo que arde en mi interior. Estirpe te adoro de rodillas ante el altar ancestral silbo canciones de pájaros mitológicos. Estirpe sangre de mi sangre, semilla nueva que haces germinar sobre la tierra herida un árbol primordial. 38


Yaa uvi – Lengua bífida

Tsii tsaa’nu nanduku yu tsi ndo xuu yuu, xuu tinuu kutu xaan, xuu tika’a tan tikuva. Nduku tu’un yu tsi ra tsito’o itsi ku’u, kuenda yutya, tan ñu’u. Nduku tu’un yu tsi ra tsito’o anyaya. Yoo ñi maa nye’e tsi ndo… ña kuvi nañi’i yu tsi ndo, so’o xaa maayu ña nye’e yu, tsii tsaa’nu, nu tsa kaa’an yu nyuku ndo nikava ndo yu’u yu tan ndava ndo.

Ancestros los busqué bajo las piedras, bajo frondosas ceibas, bajo las palmas y los tamarindos. Pregunté a los espíritus del monte, a los del río, a los de la tierra. Pregunté a los espíritus del inframundo. Nadie los vio… No los pude hallar. ¡Fui tonto! no me pude dar cuenta, ancestros, ocultos en las palabras están caen de mi boca y se dispersan. 39


Rolando Marín

Kana yu tsi un ñu’u tsa ña kua kundɨ’ɨ kuii, kana yu sɨvɨ un tsi’in kutu, akanda yu ñɨɨ un tan ka’vi yu tsa natava nuu tsi. Takan tsaa nyiko yu ndaa kuiya i’na. Tu’un kuee’e nikava ku’va nikava ndutya nu yu’u yu tsa nakuatu yu: ku’u tsitsa tsa kuñi yu. Kana yu tsi un, ndu nditsi ñi, kana yu tsi un ku’va ña naa iñi un tyin ña’a ka naa i’ñi tsi un, Savi katyin ñi’i. Yu’u kana tsi un, ku’va koo nyito ka un, anduntsi tsi un tyin ndi nya un ikan, ku’va koto yu tyin ndi iyo ka na kuenda katyin tsa tsa’a tunyee iñi tatyi yu.

Te invoco Dios inmortal, Invoco tu nombre con copal, Remuevo tu piel para leer figuras. Para volver al tiempo primigenio. Los conjuros caen en cascada de mi boca, Mis rezos: selva de deseos. Te invocó, manifiéstate ya, te invoco para que no olvides que no has dejado de existir, fuerte latido de lluvia. Yo te invoco, para que sigas vivo, dame señales que aún estás ahí, para que yo sepa que tiene sentido el latido que mantiene mi respiro. 40


Yaa uvi – Lengua bífida

Ndava tu’un sa’va, ñɨɨ yu, ñɨɨ tɨ, ñɨɨ ndutya ndi. Tsaku tɨ yaa tama, kana tɨ tsi ra ñu’u savi. Nduñi’i tsa kaa’an ndaa’vi yu. Kuun yaa sa’va nu naa ja’ma kiku tsi’in viko kutu ndutya.

Salta un sapo, mi piel, su piel, nuestra piel de agua. Llora cantos de sequías, invoca al Dios del agua. Elevo mi plegaria. Llueven cantos de sapos en la oscuridad del manto tejido de densas nubes de agua.

41


Rolando Marín

Ya’vi. Tsa’a yu kayu tsata un, tye’e, yuku, ñu’u, ñɨɨ yu. Tasu uvi iñi ndava tsata kɨvɨ yu. Ita kuaa’a katyin, ita kuaan nikava. Utsi uñi taa’an tu’un nakuatu tsi ra ñu’u andɨvɨ. ɨɨn taa’an tu’un kuee’e nɨñɨ tsi ra ñu’u anyaya. Ya’vi, tsa nduku’un iñi kaña itsi tsa kutuñi iñi yu. Tsa tsakuyu tsata nɨñɨ tiko’li yu. Tsa tsakunaa’a yu nu tinuu kutu yu. Tsa kua ketatu yu tsata kuruu nyaa.

Serpiente de fuego. Mi huella encendida sobre ti, escamas, montañas, tierra, mi piel. Águilas bicéfalas vuelan sobre mi tiempo. Flores rojas laten, flores amarillas caen. Trece conjuros lanzados a los dioses del cielo. Nueve hechizos de sangre a los dioses del inframundo. Serpiente de fuego, escurridiza memoria dentro de mi entendimiento. Llanto sobre la mazorca de mi ombligo. Risa sobre mi tupida ceiba. Descanso sobre la cruz de cenizas. 42


Yaa uvi – Lengua bífida

Tyi’i xee’e na’nu yava xuu ju’un yakua kuiya, Janaa na’nu tsata ñɨɨ ñu’u kuiya, Ta’vi kuatyi na’nu tu’un nɨñɨ yo Tan tu’un, tumi saa ii oko na’nu Tsi’in ñu’u tan tsa kuu. Soko tsito va’a ra ñu’u, Tu’un tsa naa’a tyi’i ñi xuu tsa kua kuu: Tu’un kɨvɨ kua kaku ja’a ñu’u Ra lu’lu tsi’in yava to’o yaa xuu ñɨɨ ra. Kɨvɨ kan, kua nduxiñu nyiko tiñuu. Tyin tsa nyaa maa tsata ñɨɨ kuiya tsaa’nu, Tyin kua ki’in ra tsa tsii maara tan kua tsika ra nu tsa naku’va maa ra ñu’u tsi ra ndaa kuiya i’na tsii tsaa’nu.

Escondieron la estirpe bajo cinco siglos, borraron de la piel de Dios los años, destruyeron la historia de nuestra sangre y los linajes, plumas de quetzal fueron arrancados con fuego y con muerte. Pero lo saben los dioses, un secreto escondieron bajo la última profecía: Un día será parido por la tierra un niño con estirpe de príncipes bajo su piel. Ese día, brillarán de nuevo las estrellas. Porque escrito en la piel del tiempo antiguo está, que tomará su lugar y reclamará el lugar que le concedieron los dioses desde el tiempo primigenio de los ancestros. 43


Rolando MarĂ­n

44


Yaa uvi – Lengua bífida

YAA KOO Lengua de Serpiente

45


Rolando Marín

Ndusu ra tsii tsaa’nu ta’vi tatyi, tu’un tutsii ane’ñi nu saa kuaan, tutsi kan tinuu yu tan kuaa yu, soko ndaa takan ña tsiku tsa’a ka yu. Ndata yu tsa tyituñi iñi yu ku’va kuvi kutuñi iñi yu, ña ndɨ’ɨ iñi naava yakua kuiya ya’a, kuu yu tsa naki’in va’a tsana’a.

La voz de los ancestros rompe el viento, es un dardo lanzado por el pájaro amarillo, se clavó en mis ojos y me dejó ciego, más desde entonces no di ningún tropiezo. Rompió mi entendimiento para hacerme entender, no importa cuántos siglos han pasado, soy el reservorio del pasado.

46


Yaa uvi – Lengua bífida

Ndoo tixa’ñu ña nu añima isa kuitsin, ve’e ndo’o tsikoo ña, itu’un ve’e ñu’u kuenda ja’ma, ja’ma nda’a kana nda’a ña ku’va kana yutya nu yuku, ndaa ña tsata tsi, tsa tsaa ña ndutya ñu’u, ku’va ra Koo Savi kunaa ña nu andɨvɨ, kua tsaa nyiko maa ña katyi ña, tyin tsa ka’an ña ña kua kuu maa, tu’un kuee’e tsa kana itsi yu’u ña tan nakava ku’va nakava ndutya tan anaa tsa ña va’a nu kuñu ñu’u yu, maaña kuu tsitan yu tan vityin iin tiñuu ña kuu ña nu ja’ma nda’a tuun.

Ella quedó grabada en el corazón blanco del telar, vivía en una casa de adobe, un templo consagrado a los textiles, las servilletas brotaron de sus manos como brotan los ríos de las montañas, ella se montó sobre ellas, ya llegó al mar, como Quetzalcóatl se perdió en el universo, prometió regresar, dijo que sus profecías no morirían, los hechizos que brotaron de su boca y cayeron en cascada para alejar los males de mi carne-tierra, ella era mi abuela que hoy es un ojo más en la servilleta negra. 47


Rolando Marín

Nuña yu nuve’e yu tan nye’e yu ve’e yu, ndo’o kuu tsa’a tsi tan tyiyo ndava kuu iñi tsi, nya’yu kuaa’a tsa kuu kuñu tsi ka’yɨ nɨñɨ yu, nu ñu’u yaa’a tsa kixi yu naka’yɨ ñɨɨ yu, yo’o kuaa’a kuminyaa ve’e yu, ku’va kuminyaa sɨ’ɨ yu tsi yu tsa ndi kitsa’a kɨvɨ yu, nu ke’e nu ndɨvɨ tsikan nuñi, nu ina tuun tsi’in tsa kuitsin yu akanda ju’ma tɨ. Vityin kuu yu iin iñi tsa nduku’un iñi, itsi tsitan tan tumi xiñu xaan nu yuyaa’a yu, tsinu xee’e yu. Kañi, i’ya nduve yo’o kuaa’a nduve naa tsi’in ku’ñi yu tsa nduku’un iñi, ndutuñu tsi, yuu’vi kuñi yu, tsasɨ yu nuve’e tsa kuu tinuu yu, ñu’u xaa iñi yu ve’e yu tsa kuu ñuu yu.

48


Yaa uvi – Lengua bífida

Abrí mis ventanas y vi mi casa, sus pies son de adobe y su cabeza son unas duras tejas, su cuerpo de barro rojo manchó mi sangre, su piso color coyuche mientras dormía me pintó la piel, unos bejucos rojos abrazan mi casa, como me abrazaba mi madre en los primeros días, afuera los pollos piden maíz, mi perro negro con manchas blancas está moviendo la cola. Hoy soy una bola de recuerdos, entre la abuela y el plumaje brillante de mi cotorro, me escondo. Lejos, acá no hay bejucos rojos no hay con que amarrar los recuerdos, se revelan, tengo miedo, cierro las ventanas que son mis ojos, extraño mi única casa que es mi pueblo.

49


Rolando Marín

Yuu yutyi tsa nikava ja’a tsii natava ku’va iyo kuñu ñu’u yu, natava tsi yu nu yuu yaa’a tsa naki’in yava yu nu tixa’ñu tinuu, tsitan tsatsi yɨ’ɨ tsa taxi tan ane’ñi ña an nu tsiyo, tyaso’o yu tsi ña, ityi yu, natuvi nu ñu’u i’na ka, yaa tan iñi uvi yu ta’vi sava tatsan, kuu yu yaa yuu, yuu yuchi, tsa kanda ku’va kanda yaa koo, kuu yu tu’un tsa’nu tsa vityin kuñi ka’an: ¡ i’ya nyaa yu !.

El pedazo de pedernal que se le cayó al abuelo dibujó las formas de mi carne-tierra, fui tallado en piedra café que recogió la estirpe de la sombra de la ceiba, la abuela muerde el silencio y lo arroja al comal, yo la escucho, mi destino, fue visto en el fuego primigenio, mi lengua y mente bífidas partidas por un rayo, soy una lengua de piedra, de obsidiana, que se mueve como la lengua de la serpiente, soy la palabra antigua que hoy quiso decir: ¡ presente !.

50


Yaa uvi – Lengua bífida

Yuu nikava itsi ityi yu, nu saa itsi ku’u tsa’a tunyee iñi tsi’in tsa tsata tɨ tu’un tatsan kita itsi yu’u yu, yuu kan ta’vi sava.

Una piedra cayó sobre mi camino, los pájaros del monte me alentaron con su graznido un rayo salió de mis labios, la roca se partió en dos.

51


Rolando Marín

Tsika yu nu ñu’u ñayɨvɨ tan ña nye’e tsata maa yu ndokoo yu ve’e yu ku’va ku’un yu naduku yu tsi maayu, ndokoo yu tsa’a ndɨɨ yu itsi tutu ve’e tyaa yu sapatu tsa’a yu tan kua’an kañi yu ndi ña nañi’in yu tsi yu, tsa kua’an ju’un kuiya tsa ndi ña kuu yu tsa nduku’un iñi, ju’un kuiya tsa tsasɨ yu tinuu yu, tsa tsasɨ yu yu’u yu, tsa ña jaña yu tsa tsika yu. Tsa ketatu yu xuu tixa’ñu tinuu nye’e yu tiko’li yu tan kuñi yu kunu yu nu nyaa tsi, kuñi yu kaka yu tsata tsa’a tsa ndi sava ka kɨvɨ kua kuañi yu katyi yu, soko tsa’a kan nduve ka kaa, nduutsan tsi kuatu tsi.

Caminé por el mundo sin volver la vista atrás abandoné mi casa para ir en busca de mí mismo, dejé tirados los pies descalzos en un rincón de la casa me puse zapatos y me fui lejos sin poderme encontrar, llevo cinco años en que no soy recuerdo, cinco años cerrando los ojos, cerrando la boca, sin dejar de caminar. Cansado descansé bajo la sombra de una ceiba vi mi ombligo y quise regresar corriendo a él, quise caminar sobre los mismos pasos que una vez juré ya no pisar, pero los pasos ya no estaban ahí, se cansaron de esperar. 52


Yaa uvi – Lengua bífida

Tiñuu tsa xiñu ityi ndutya ñu’u ñu’u ñɨɨ koo tsa nyaku yaa sukun ku’va andɨvɨ, Nunduva, ñu’u tsa iyo tsa kuñi yo tsa tsi’i tsa’a ndɨɨ yu ñu’u xaan ku’va xaan kuɨñɨ kua’an xaa sa’an tyituvi tsata ñɨɨ uvi un kua’a xaan tsa naka’yɨ nanyee itsi soko tuun un. Nunduva, ñu’u nu kana tiko’li yu tsata nuu yuva, tiñuu ityi ndutya ñu’u tsa xiñu sɨɨ xaa nu tsa katyi añima yu kuñi kuu tan kuu xiko un.

Estrella que brillas desde el sur tierra piel de serpiente de escamas altas como el cielo, Oaxaca, tierra de sueños que besan mis pies descalzos tierra fiera como el jaguar mil lenguas se enredan sobre tus pieles bilingües mil colores se hunden en tus profundos pozos negros. Oaxaca, tierra de donde brotó mi ombligo sobre la punta de los huajes, hermosa estrella sureña donde mis latidos sueñan y son parte de tu esencia.

53


Rolando Marín

Itu’un tsa nduku’un iñi nyii itsi iñi yu. Tu’un yutya kana tinuu sɨ’ɨ yo, ya’a an nyika ña tan naityi kan nu ñu’u kuaa’a. Tu’un tutu tsaku itsi nda’a ña. Ña tsito maayu ku’ñi yu tsa kuu tsi’in utsa nunda’a yu. Nanduku yu tsi un inga kɨvɨ tan ña nañi’i yu tsi un. ɨɨn kɨvɨ nanduku yu tsa’a tsaku yu tsa tsinu nu saa. tsakuaa tsikava yu nuu yuvi tyaa’nya yu tan ndukutu’un yu tsi mia ¿Naa nu? ¿Amaa kua tsaa nu? Ña kaa’an maaña, tsaku ñi ña tsa’a nakuminyaa ña tsi yu. Tsa ya’a utsi uñi taa’an yakua yoo ndaa takan. Kua’an un tan ña’a ka maa kuvi kitsi nyiko un. Tsa ndaa’vi yo, tɨsɨ’ɨ yo, kua’a xaan maa tsa andava tsi un. Kua’a xaan maa tsa’a tsikava itsi nunyaku yo, kua’a xaan maa nuu tyaa tsiyo tsi yo… Ña’a ku’va yu, ndi kuiya ndi nortee ña kuvi ka’nya nyaa yo’o tsa’a tsa tsaa’ñi tsi yo.

54


Yaa uvi – Lengua bífida

Un recuerdo tengo grabado dentro de mi cabeza. Un río nació de los ojos de mamá, atravesó sus senos y se secó sobre la tierra roja. Una carta lloraba letras dentro de sus manos. Yo no supe anudar lo que pasaba con mis siete dedos. Te busqué al día siguiente y no te encontré. Nueve días te busqué y lloré la huida del pájaro. En las noches me recostaba en mi petate viejo y le preguntaba a mamá: ¿Dónde está? ¿Cuándo va a llegar? Ella no contestaba, solo lloraba y me abrazaba. Han pasado trece atados de lunas desde entonces. Te fuiste y no has podido regresar. Nuestra pobreza, nuestros problemas, muchas cosas te hicieron volar. Mil pasos se pintaron entre nosotros, mil rostros nos separaron… Hermana, ni el tiempo ni el norte pudieron las raíces que nos unen cortar.

55


Rolando Marín

Tsika yu nu kɨvɨ i’na tsi’in tsa’a ndɨɨ yu, asɨkɨ yu nya’yu kuaa’a tsi’in ra va’a iñi yu ika ndi tsa kuu li’li ndi. Nye’e yu kanyi yu nu yuvi viko tsa natava kɨtɨ, Tiñuu tsa uvin ñi natava, tsa nyito yu akutyi tsi yu itsi ñu’u i’ya. Tsa ka’an nuu ña nakunyaa maa tsata ñɨɨ uvi yu. Tu’un ixta yɨ’ɨ ñɨɨ tsa tsityi tsi’in ya’a ñi akutu yavi itsi yu. Takan tsata yu ndɨ’ɨ kɨvɨ, ndɨ’ɨ maa na’nu tsata, ita nikava yu’u yu tan yu’u tandɨ’ɨ ka na’nu. Vityin tsata yu tan yoo ña tyaso’o ndusu ñɨɨ’ɨ yu… I’ya ndaka ñi kaa’an yu tu’un sa’an tsa ndasɨ xaan kañinyaa tsi yu. Kuñi nyiko yu kuu yu ra li’li kan tsa ndaa nu ndikava ixto Linu maa tyin tsa’nu yu tan ñuyɨvɨ ane’ñi tsi yu kañi ve’e yu, kañi kɨvɨ yu. Kua’a xaa yoo ya’a tsa ña tsata ka maayu.

56


Yaa uvi – Lengua bífida

Caminé sobre mis primeros días con los pies descalzos, jugué con la tierra roja a construir con mis amigos mi infancia. Miré acostado sobre el petate las nubes que formaban animales, las estrellas que formaban cosas, la vida que me bañaba dentro de esta tierra. La vergüenza nunca se estampó sobre mi piel bilingüe. Una tortilla con sal bañada de salsa llenaba el hueco. En ese entonces cantaba todo el tiempo, todos cantaban, las flores se caían de mi boca y de las de los demás. Hoy canto y nadie escucha mi voz inaudible… Balbuceo una lengua que con desprecio me golpea. Quisiera ser ese niño que se subía al árbol de ciruela de tío Lino pero crecí y el mundo me arrojó lejos de mi casa, lejos de mi tiempo. Pasan muchas lunas en que ya no canto.

57


Rolando Marín

Nuña sɨ’ɨyu tsa’a ña nyaa ña tsata tsa tu’un ñi maa ña. Tu’un yo’o nuu’ñi nu andɨvɨ nyiso tsa u’vi ña ku’va ña nikava tsi nu ñu’u. Tu’un yu’u yutun kaan nu’u ña. Ndata yu yuku, tu’un yutya ndutya kuaa’a atañi tsi yu, ndata yu yɨtɨn nuu tan nikava yu nu yuvi tyaa’nya. Tsinu xaan maa tsitan tsaa ña ve’e tiko’li yu ita kuaa’a yu tsa katyi nu ñu’u ñayɨvɨ. Tu’un nɨñɨ kuitsin kaan tsɨtɨ yu tan ndu kuaa’a tsi, yañi tan tsatsin yu tyatya nuke’e ku’va ña nye’e ra tasɨn tsi yu. Kɨtɨ nduvi yu tsaku tu’un itsi ku’u tsitsa, tu’un yatsin tsi’in soko yu itsi tsinyii ñu’u tsata ve’e yu tan tsata kan tyaa tɨ tsa’a tɨ.

58


Yaa uvi – Lengua bífida

Mi madre abrió las piernas sentada sobre su soledad. Un mecate amarrado al cielo sostuvo su dolor para que no cayera al suelo. Un pedazo de palo fue taladrado por sus dientes. Desgarré el cerro, un río de agua roja me arrastró, rompí la bolsa del origen y caí sobre un petate viejo. La abuela llegó corriendo a la casa de mi ombligo mi flor roja latía sobre el mundo. Una mazorca blanca mordió mi cordón y se volvió roja, mis hermanos y primos orinaron afuera para que ningún brujo me viera. Mi nahual rugió conjuros en la selva, una jícara labrada con mi pozo dentro se sepultó fuera de mi casa y sobre ella estampó su huella.

59


Rolando Marín

Ndɨ’ɨ maandi tsaku kɨvɨ tiñuu tinuu un nda’va, -Mia, mia- katyi tyixi yu, katyi tsatsin yu, soko ña ka’an ka maaun. Ndɨ’ɨ ñi kuñi tsi un nyaku tsa’a kua’an un nye’e un tsi yu tan kua’an un tan tatyi tsa nduvi un kɨ’vɨ itsi soko tuun yu. -Kuaa’an tsitan tsa’nu un akua’nu un tsi ndi nduve na nyaa kuenda un tsi ñuu ñayɨvɨ- katyi yu. Itsi nda’a yu tsinyii tyuma ndatsa nda’va tsi. Kaa kanatsaa tsi ñuu: Tsa tsi’i ña’a savi, tsa tsi’i ña Juana Yaaku. Ndatsa kuvi ketatu kuiya nañi ndutaka nu tse’e un. Tu’un kuruu nyaa natava xuu tsatu un. Ra tsa’nu ka’an va’a nu yu’u nuu yava yaa un -Tsi’i ña, Tsi’i ña- katyi ra na’a. Xuu yutun tinuu yu ɨɨn kɨvɨ tsaku yu tsa kua’an un.

60


Yaa uvi – Lengua bífida

Todos lloramos el día que la estrella en tus ojos dejó de brillar, -Mamá, mamá- decían mis tías, decían mis primos, pero ya no contestaste más. Te fuiste rodeada por los que te querían te fuiste viéndome y tu nahual-espíritu penetró por mis pozos negros. -Vete abuela floreciste y nos hiciste florecer nada le debes al mundo de los vivos- te dije. Yo sostuve entre mis brazos la vela hasta que se apagó. Las campanas le gritaron al pueblo: Ha muerto la mujer lluvia, ha muerto Juana Yaaku. Por fin pudieron descansar los largos años enredados en tu enagua. Una cruz de cenizas se dibujó bajo tu ataúd. Los ancianos hicieron reverencia ante el retrato de tu noble estirpe -Ha muerto, ha muerto- decían. Bajo mi ceiba nueve días lloré tu partida.

61


Rolando Marín

Nduñɨɨ’ɨ ityi ka’nu… Tsa nanyɨɨ ñi tsika a maayu van kuu tsa tsi’i tsika maa. Kɨvɨ kua’an un ndɨ’ɨ maa sama. Tsa’a nuu yu tinuu yu tsi Ñooko ku’va vaku ndɨ’ɨ tsi tsa kuii’ya kuñi yu. Tsaka yu tsa ndaa’vi kuñi yu nu ve’e ñu’u yɨkɨ na’a tsi akuee’e tsi yu ta’vi nyi’i nda’yu, kana nyixi. Yuve’e ka’nu tuun ña nuña ka tsa’a tsi ku’va kuvi ya’a yu itsi ve’e nu kuvi nye’e yu tixa’ñu yu nu inu un. Tsaku yu tsa kua’a un. Yooñi inga tsaku.

La calle estaba muda… Solo fantasmas transitaban, o acaso fui yo el muerto andante. Cuando te fuiste todo cambió. Le presté mis ojos a Pinotepa para que también llorará mi dolor. Froté mi tristeza sobre la iglesia sus costillas me lastimaron mis manos se rompieron, brotó alcohol. El portón negro no abrió más las piernas para dejarme pasar a la casa donde pude ver mi reflejó sobre tu espejo. Lloré cuando te fuiste. Nadie más lloró. 62


Yaa uvi – Lengua bífida

Tu’un kɨvɨ kee yu itsi ñu’u, tsinda’a yu itsi nda’a yu kɨvɨ nditsi tsi katyi kuitsin, ja’ma kuu li’li yu kuu tsa naka’yɨ ñɨɨ yu, tsa tsi’in ñuyɨvɨ sana kuñi tsi sama yu, yaa yu kanda ityi kua’a vityin uvin ñi ityi satyi, iin kɨvɨ kee yu itsi ñu’u tan inga kɨvɨ kua ku’un nyiko yu nuu tsi.

Un día broté de la tierra, sostuve entre mis manos los días vestidos de blanco algodón, el traje de niño fue el color de mi piel, que con el mundo inquieto tuve que cambiar, mi lengua se movía a la derecha hoy también hacia la izquierda, un día broté de la tierra y otro día volveré a ella. 63


Rolando Marín

Kuu ña tutu tu’un taka ña, u’vi, sɨɨ. Tinuu ña nanyɨɨ nu kuiya ña soko tuun tsa xiñu nu kuiya. Tsakuaa iñi tsa yɨ’ɨ tatyi tutu ñu’u iñi anikava tsa nduku’un iñi ña. Tsa tsaa ña ñuu ya, yo’o tsa’a ña tya’nya nyaa ñu’u maaña. Tsa tsikoo ña ndava tsi’in tatyi kañi, kañi xaan ñu’u ña. Tsa tsi’i tyixi Lisia nuña tsa kaa’vi tsa ña kuvi maa nda’a. Kanda nda’a ña tsata ja’ma nda’a kiku ña tsakuaa iñi kua’a xaan tu’un. Ña’a savi yava yaa tsa tsinda’a kumi nyɨvɨ nya’yu itsi ña. Tsi maaña tyaa yu… tyin maaña tatsi tsɨtɨ ku’va kuvi nikava ita yu’u yu. Ña Laalia kuu tsa ñu’u iñi tsika, tsa nduva, tsa ndava, tsa tsaku naa’a, tsa tsaku ña. Nduve tan yooñi maa kuvi anaityi ita ka’nu kana nu yu’u ña. Sɨ’ɨ yu kiku kua’a xaa tsa tsa’a kuenda tsata ñɨɨ yu tan ana’ña ku’va naka’y+ yu tutu tu’un maayu.

64


Yaa uvi – Lengua bífida

Es un libro de historias enredadas, dolorosas, alegres. Sus ojos hundidos en su edad pozos negros que brillan sobre el tiempo. En las tardes solitarias cuando sopla el viento el libro de memoria deja caer hojas de recuerdos. Su llegada a este pueblo, sus raíces cortadas de su propia tierra. Sus momentos arrastrados por el viento lejos, muy lejos de su suelo. La muerte de tía Licha abrió una herida que no pudo cicatrizarse nunca. Moviendo las manos sobre una servilleta teje en las tardes mil historias. Mujer lluvia de linaje noble que contuvo cuatro muñecos de barro dentro de su vientre. A ella le escribo… porque ella sembró la semilla para que las flores cayeran de mi boca. Eulalia es una memoria andante, de caídas, de saltos, de risas, de llantos. Nada ni nadie pudo marchitar la enorme flor que nació sobre su boca. Mi madre tejió miles de consejos sobre mi cuerpo y me enseñó a pintar mi propio libro de historias.

65


Rolando Marín

Kuenda tatyi tuku tsa tyi’i tsa yuu’vi itsi tsa kunu tye’e iñi yu, kuñi ka’nya yu tikatun tsa tsa’ñi tiko’li yu. Tsika yu ityi kusana, ñaavi maayu, ña kuñi yu kuañi yu nu ñu’u, tsa naka’yɨ ñɨɨ yu, yaa koo yu tinyii xee’e yu xuu tixa’ñu tu’un yutun vii xaan maatyin ñaavi tsi yu kuu tsi. Tsitan yu naki’in tu’un nduku xuu tinuu, yɨkɨ yaa nda’vi tsii tsaa’nu yu kuu tsa nakayu, nduku tsa natɨɨn itsi tsa tyituñi iñi yu, itu’un yutya nditsi kaku tsa’a tinuu tan ixta yava yu, vityin tyaa yu tsi’in sa’an savi nduku yu tumañi iñi tsi’in: Tsii tsaa’nu yu, ñuu yu, yava yu tan tsi’in maayu. Vityin kuu yu tu’un saa tsa kutu’va ndava tsata uvi yutun tuku xaa.

66


Yaa uvi – Lengua bífida

Por algún desconocido viento que metió el escalofrío muy dentro del hoyo de mi cráneo, quise cortar el nudo que amarraba a mi ombligo. Caminé por la vereda equivocada, enajenado, no quise pisar la tierra, pincel de mi piel, mi lengua de serpiente oculté bajo la sombra de un árbol florido pero que no era mío. Mi abuela recogió una leña de los pies de la ceiba, los huesos de mis nobles ancestros fueron el elemento ígneo, la leña que ardió en mi conciencia, un río de luz brotó desde la ceiba que arrastró mi estirpe, hoy escribo con la lengua de la lluvia, para pedir perdón: A mis ancestros, a mi pueblo, a mi linaje y a mí mismo. Hoy soy un pájaro que aprendió a volar sobre dos árboles distintos.

67


Rolando Marín

Kuu yu iin iñi tsa nduku’un iñi, tsa nyi xee’e xuu ñɨɨ yu, xiko ñu’u savi i’na, yu’ma tsa kita tsi tyiyo itsi ñuu, tinuu tuun nu isu tsa nye’e tsi yu, ixi vita nu ndukuɨñɨ, tsa kuu li’li yu tsa’a nd++ yu asɨkɨ tsi’in nya’yu, tu’un tsa’nu tsitan ndi ndava itsi so’o yu, ndo’o tsa’a ve’e nakatyi tsi’in yu, ndusu sɨ’ɨ yu “kuxu, kuxu lee” nanduvi yaa, tyiyo nyiso andɨvɨ tsata iñi yu. Kuu yu nyika tsa ñu’u iñi añima tsi. Soy una bola de recuerdos, que se ocultan bajo mi piel, el olor de la tierra de las primeras lluvias, el humo que se escapaba de las tejas del pueblo, los ojos negros del venado que me miran, el suave pelaje del tigrillo. De pequeño mis pies descalzos jugaron con la tierra, las leyendas de la abuela aún revolotean dentro de mis oídos, los adobes de las paredes me contaban cosas, de la voz de mamá “duerme, duerme bebé” se hacía canción, las tejas sostenían el cielo sobre mi cabeza. Soy un pecho que extraña su corazón. 68


Yaa uvi – Lengua bífida

Tsa tuvi kɨvɨ kita yu itsi yono sɨ’ɨ yu, nye’e i’ñi yu nu ñuu ñayɨvɨ tan nu tsito yo’o kuaa’a, kuñi yu kuu yu… Kɨvɨ tuvi ka maa tsa’a ndɨɨ yu ndokoo tsa’a yu nu nya’yu kuaa’a, xuu savi ña kumañi maa tsa asɨkɨ yo, tsa yuu’vi yu ana’a nda’a yu tsi nu koo tyombo naa iñi yu tsi’in tsa tsika kɨvɨ, vityin kañi ve’e yu tuvi ka kɨvɨ, nye’e yu ya’a kan, nye’e yu, naka’yɨ yu nuu tsi tsi’in inga ñuyɨvɨ, maatyin nakatya nuu tsi nu tu’un tutu tsa nduku’un iñi, yaa yu asɨkɨ tyin kuu tsi yaa koo, ta’vi sava tsi, tsasɨ yu nuve’e, ndoto ita tsa tsa kixi, ta’mi yu tsi tsi, kua’an yu, tsinu xee’e yu, maatyin maa ñi maa nañi’i tsi tsi yu, ndɨ’ɨ maa nyaku tsi, nye’e yu, ña kaanda yu, ndaa nu nyaa yu tsata yu’va isa sɨ’ɨ yu.

69


Rolando Marín

Cuando floreció el día me salí de la red de mi madre, me asomé por el mundo y en una cama de bejucos rojos, quise soñar… Los días siguieron floreciendo mis pies descalzos dejaron mis huellas en la tierra roja, bajo la lluvia nunca hacían falta los juegos, el temor de señalar con el dedo al arcoíris se me olvidó pasado el tiempo, hoy lejos de mi casa siguen floreciendo los días, y los veo pasar, los observo, les pinto la cara con otro mundo, pero los desmaquillan desde un rincón los recuerdos, mi lengua juega a ser lengua de serpiente, partida en dos, cierro las ventanas, se despertaron las flores que ya se habían dormido, las huelo, me alejo, me escondo, pero siempre me encuentran, están en todas partes, yo las observo, no me muevo, desde atrás de los hilos del telar de mi madre.

70


Yaa uvi – Lengua bífida

Soo sɨvɨ yu. Tsa nduku’un iñi ñuu yu. Yaa tsi tsityiñu tyuvi kɨvɨ. Kunaa iñi sɨvɨ yava yu itsi yakua kuiya. Tsitan ñi yu nakiva’a yu’u tse’e ña tu’un iñi sɨvɨ savi: Yaaku.

Cáscara de mi nombre. Memoria de mi pueblo. Su lengua usando mi calendario. Perdí el sobrenombre de mi linaje entre los siglos. Solo mi abuela guardó en el borde su enagua Un apellido lluvia: Yaaku, Realeza.

71


Rolando Marín

Tsikoo ñi ka’an nyaa tsa naka’yɨ yu tan ndutya nuu so’o yu ña tsito maa na ika, tsikoo ñi kañi sa’an yu tan nakunyaa tsi uku yu, tsikoo ñi ka’an indiu tsi yu tan tsa tsito maayu tyin kañi xaa nyaa ñuu Indiaa, tsikoo ñi tsa ka’an tsi’in yu tsa kuu li’li yu tyin ndusu ñɨɨ’ɨ, tsikoo ñi tsa ka’an nyaa tsi ra tsii tsaa’nu tsa natuvi tsata ñɨɨ yu ¡Nda’vi tsi na’tsi! tyin nditu’un maa na’nu ña tsika iñi tyin yu’u kuaa kuu yaa uvi ñuu yu tsa vityin ña tsa’a ka’an na’nu. Hubo quien se burló de mi color y mis lágrimas tontas no supieron que hacer, hubo quien abofeteó a mi lengua y esta se hizo un nudo en la garganta, hubo quien me dijo indio cuando yo ya entendía que la India está tan lejos, hubo quien de pequeño me dijo que mi voz no sonaba, hubo quien se burló de los ancestros que se reflejaban sobre mi piel ¡Pobres tontos! Porque no hubo ninguno de ellos que pudiese pensar que yo sería, la lengua partida en dos de mi pueblo que hoy no los deja hablar. 72


Yaa uvi – Lengua bífida

Ñaavi yu nanduku tsi un ndi utu yu maaun, ndusu tsaa’nu kɨvɨ, sɨ’ɨ nɨñɨ kuu tsa nanduku tsi yu. Maaun anikava yava. Tsa’nu yutun, ndukua’a soko tsi ndusu tsa’nu ndu nyinto nyiko tan ku’va koo kaan tsi yaa yu tan ta’vi sava tsi. Kuu un soko tsa nikava tsi ra tsii tinuu itsi ku’u tsitsa ityi tsa nikava nu ñu’u kuaa’a tsa tsa’a tsa nyito iñi yu. Ñaavi yu nanduku tsi un, tu’un tsa’nu un nañi’in tsi yu.

No te escogí yo ni mis padres fuiste tú, la vieja palabra de los tiempos, la madre de la sangre quien me eligió. Tú dejaste caer la semilla. El árbol creció, las ramas extendió la palabra anciana renació y como serpiente mordió mi lengua y la partió en dos. Fuiste la rama que se le cayó al abuelo ceiba en la selva del destino y que cayó sobre la tierra roja que fertilizaba mi cabeza. No fui yo quien te buscó, tu vieja costumbre me encontró.

73


Rolando Marín

Tsasɨ yu tinuu yu tan sutya yu tsata kɨvɨ, ityi xuu yutya nañi’i yu tsi ra tsii tsaa’nu, ndutya atañi tsi yu ndaa ve’e añima yu, nya’yu kuaa’a itsi nutsa’a tsa’a ndɨɨ yu… Tsa tsinu iñi yu nakuminyaa tsi yu, ku’va kuminyaa yo’o kuaa’a tsi ve’e yu, savi atyii tsa tyituñi iñi yu, ku’va iyo maa yo tɨɨn tsata ñɨɨ yu, maa ñi maa oso sutya yu ityi sɨkɨ yutya ndutya kan atañi tsi yu tan nuu too tsa nduku’un iñi, ndava yu.

74


Yaa uvi – Lengua bífida

Cerré mis ojos y nadé sobre el tiempo, río abajo me encontré a los ancestros, la corriente me arrastró a la casa de mi alma, la tierra roja entre los dedos de mis pies descalzos… Las creencias me abrazaron, como abrazan los bejucos rojos a mi casa, la lluvia mojó mi entendimiento, la tradición se pegó a mi piel, siempre aunque nado río arriba la corriente me arrastra y en la cascada de los recuerdos, me arrojo.

75


Rolando Marín

Tsata nu ndava’a ñi xa’va itsi yuku tan miñi ii tatsi tsi yu… kaan yu kuiya ña kanda yu tɨvɨ sɨɨ yu tu’un tsa’nu, tu’un tatan tsa’nu, tatsi yu tsi tsi. Itu’un ndɨvɨ tuun nye’e tsi yu nye’e yu tsi t+, tu’un ndɨvɨ ya’a tsata kuñu ñu’u yu, ndava kuɨñɨ tuun kee nu tsa nduku’un iñi tan nikava tɨ nu yo’o kuaa’a. Nyii kutu tɨ xiin tsa katyi añima yu. Nu isu tava yu’u ndusu yutyi yu tsi’in tsa xaan yu’u yoo… Iyo ku’va tsa natava na’nu tan tsi’in tsa tsika kɨvɨ naka’nya na’nu tu’un nuu ra ñu’u. ña yosoñuu ndatu nu naa tsakuaa tsa ñi’i yɨ’ɨ tatyi nuu kuiya. Va’a xaan tatsi tsi yu nu Ñuu Savi. Ra ñu’u ndava nu ñu’u ndaa itsi ñɨɨ yu xuu kan nakuatu ra na’a koko ra na’a tsa tasɨ au’vi tsi kuñu ñu’u yu. Tatsi va’a yu tan ndi tu’un maa tatyi xaan kua kuvi ka’nya yo’o tsa’a tsa kunu xaa nyii itsi ñu’u yu.

76


Yaa uvi – Lengua bífida

Sobre una maraña de barrancos entre cerros y lagos mitológicos sembrado estoy… mordiendo el tiempo, inmóvil, escupiendo palabras antiguas, viejos conjuros, sembrándolos estoy. Una gallina negra me mira, yo la contemplo, un huevo recorre mi cuerpo, un jaguar negro salta de la memoria y cae sobre los bejucos rojos, atrapado está junto al latido de mi corazón. Los venados pulen mis palabras de pedernal con el filo de la luna… Dibujan sobre el espacio un cuerpo y con el tiempo recortan la cara de un Dios. Las Yosoñuu asechan en la oscuridad de las noches, cuando sopla con fuerza el viento de la punta del año. Sembrado estoy sobre mi pueblo lluvia. Los Ñu’u saltaron del suelo y se internaron en mi piel subterráneos lanzan conjuros para devorar los hechizos que aquejan a mi carne-tierra. Sembrado estoy y ningún filoso viento podrá cortar las raíces que muy dentro de mi tierra están.

77


Rolando Marín

Tsii kua kaka yu nu ya’ya tsa ya’a maaun Kua naki’in yu uvin ñi maa nda’a numa xuu tixa’ñu tinuu Tsa naki’in maaun tan kua naki’in va’a yu tsi tsi xiin añima yu. Kua kayu tinuu yu nye’e yu ñu’u tsaa Kua ta’vi nyi’i yu tu takan ndatsa nañi’i yu nu kee yu Tu tsa nakaka yu ña kua ku’va yu ndi tu’un maa yutyi Ka’nya sava ityi va’a yu. Inga tatyi vityin, tsii, sɨɨn naka’yɨ yu, Tu ñaavi ndaa yaa yu tuku kaanda. Maatyin tsito yu tyin kuay+ uvin ñi maatsi kuu tsi, tyin yuu, tyin iñu, uvin ñi maatsi kuu tsi, ndaa kɨvɨ i’na. Maaun ndaa tan tsaa un ndaa iñi, uvin ñi takan kua ika yu, Tan kua kuu yu nuu tsaa ra tsii tsaa’nu yo, Yava yo, nɨñɨ yo, ra Ñu’u yo.

78


Yaa uvi – Lengua bífida

Abuelo seguiré los mismos pasos que tú seguiste recogeré las mismas hojas de la sombra de la ceiba que tú recogiste y las guardaré dentro de mi pecho. Mis ojos se quemaran viendo el fuego nuevo me haré polvo si es necesario para buscar el origen. dado el primer paso no dejaré que ningún pedernal corte en dos el camino primordial. El aire es otro, abuelo, mi color es otro, acaso hasta mi lengua tiene otro movimiento. Pero sé que la escalera es la misma, que las piedras, que las espinas, las mismas son, desde el tiempo primero. Tú escalaste y llegaste a la cima, yo haré lo mismo, y seré el rostro renovado de nuestros ancestros, de nuestro linaje, de nuestra sangre, de nuestros dioses.

79


Rolando Marín

Yɨ’ɨ tuvi tsa’a un tsa naka’yɨ. Ana’a tsi ñuu ñayɨvɨ tixa’ñu un. Ndukun, añii, tiinda, nɨñɨ ka’yɨ katyi tsa tyituvi kuiya sɨ’ɨ yu.

Enredados sobre tus piernas colores. Muestran al mundo tu sombra. Cochinilla, añil, caracol púrpura, la sangre mancha el algodón que enreda el tiempo de mi madre.

80


Yaa uvi – Lengua bífida

YAA NATSAA Lengua que florece.

81


Rolando Marín

Tana yoo. Tasu ii nuña nditsi yava. Itu’un saa ii anikava nduva tumi tɨ. Ñɨɨ yu kaa’vi ja’a kuiya. kuiya tsinu tsi’in nyaa yava. Vityin: Tsa tsinu tsi’in kɨvɨ iku tsa tsi’i, tsa nduku’un iñi tyaa’yu ña. Natɨɨn tuñu’u tsitan yu, tsa’mi kan ñɨɨ yu. Ñɨɨ tsaa tsata tsa nyito yu. Soko tu tsa ya’a vityin ¿Ndaa numa kua nikava tsi soko ya? vityin yutu ndusu yu ndi natsaa tu ñaavi tyaan se’e yu nduve ka numa kua anikava ñi. Luna desplomándose. Águila sagrada extiende alas de linajes. Un quetzal dejó caer plumas-dardos. Mi piel herida por el tiempo. Tiempo hecho ceniza de estirpes. Ahora: construcción de ayeres muertos, putrefactos recuerdos. La brasa de mi abuela se enciende, quema mi piel. Piel nueva cubre mi vida. Pero después de hoy ¿Qué hojas caerán de esta rama? hoy mi árbol oral aún está florido mañana mis hijos tal vez no tengan más hojas que tirar. 82


Yaa uvi – Lengua bífida

¿Maa tsinu xee’e ñuu yaa yutyi? A xuu savi tukuvi kaku tsi a nu yuku nduvi tsi kuɨñɨ. ¿Maa kua’an ñuu tsaa’un yu? Ka’an tatsan tsi’in yu tan tatyi tsatsiyɨ’ɨ tsa vii tyituñi iñi, tsa tsito yu maa nyii ñuu savi kan, ¡Itsi añima yu nyii tsi! Tsasɨ yu tinuu yu, tsatsi yɨ’ɨ yu ityi andɨvɨ, nduvi yu koo, yaa uvi yu tɨvɨ sɨɨ tsa xaan, nduva kaa’vi ñi tsa taxi, kanyii tsi, tsi’i tsi tan ndotoñi ñuu yu.

¿Dónde se escondió el pueblo lengua de pedernal? Bajo la lluvia tal vez se fue a refugiar o en los cerros se convirtió en jaguar. ¿A dónde fue a dar mi pueblo ancestral? Me habló el trueno y el viento movió el florido pensamiento, ya sé donde está ese pueblo lluvia, ¡Está dentro de mi corazón! Cierro los ojos, muerdo los rumbos del universo, me convierto en serpiente, mi lengua bífida empieza a escupir veneno, cae herido el silencio, agoniza, muere y despierta mi pueblo.

83


Rolando Marín

Ña kuvi natava yu nuu un tyin kuu an yu’u nuu tsa’a tsa natava yu tsa utsa taa’an yuu nikava iñi yu. Kuu un ndusu kaa ñi tsa tsinu tsata yo’o kaa tan kɨ’vɨ itsi so’o yu. Kuu un iin tsa nduku’un iñi tsa ña kuvi ika va’a yu. Soko kuu un tsa kuu yu, tsa nduvi un ndava iñi ve’e ya nu kua tsaa nyiko un kita kɨvɨ, tatyi kua’an norte oko tsi un nu yo’o tsa’a un, oko taa’an yuu kɨ’vɨ itsi tiko’li yu tan nduve maaun tsinyaa i’ya, maatyin tsito yu tyin kita kɨvɨ kua ñi’i nyiko un nditsi un tan kua ndava un ityi sur, tan i’ya kua kunyaa yu kuatu yu tsi un, tyin oso ña kuvi naka’yɨ un tandɨ’ɨ kuiya ya tsi’in yu kuvi tyaata’an un yu’u nuu un tsata kuiya yu: yakan kuenda kuñi yu tsi un.

84


Yaa uvi – Lengua bífida

No puedo dibujar tu rostro porque es una fotografía gris que tomé cuando siete piedras cayeron sobre mi cabeza. Eres solo una voz metálica que corre sobre un cable que se mete en mis oídos. Eres un recuerdo mal hecho que no puedo reparar. Pero eres parte de mí, tu nahual vuela sobre esta la casa a la que algún día tendrás que regresar, el viento del norte te separó de tu raíz, veinte piedras se metieron a mi ombligo y no estuviste aquí, pero sé que algún día recuperarás las alas y volarás al sur, y estaré aquí esperándote, porque a pesar que no pudiste pintar todos estos años conmigo lograste pegar tú fotografía sobre mi tiempo: por eso te quiero.

85


Rolando Marín

Natsaa tsa nyito tsaa natsaa tsa tsata yava, natsaa nyiko ra tsikoo tsana’a tsata ñɨɨ kua’a naka’yɨ tan tsaa. Tu’un tsa’nu yu, ndusu tsa natsaa tsata sa’an vii tsi ra ñu’u. Natsaa nyiko yo iyo yoo anaityi ita yo, soko ña oko nu yo’o tsa’a tsa nyii itsi ñu’u u’vi yo.

Florecen vidas nuevas florecen cantos de estirpes, florecen los hombres antiguos sobre pieles polícromas y nuevas. Mi palabra antigua, lengua que florece canta versos a los dioses. Florecemos de nuevo alguien había marchitado nuestra flor, Pero no desenterró la raíz De nuestra tierra herida.

86


Yaa uvi – Lengua bífida

Tuvi nyiko ñuu savi Tuvi nyiko yo tsata ñɨɨ uvi, Nyaku yo i’ya tsi’in ita kuaa’a Ndatu ra utu Savi, Xuu ja’ma nda’a sukun ita kuaan Ku’va andusɨɨ iñi yo tsi ra tsito’o ndɨyɨ. Tuvi nyiko nu ñuu ñayɨvɨ. Tsa tuvi Tan ja’ma tuun tsa tsasɨ ñɨɨ tinuu yo Ju’un yakua kuiya, Ndutya tsi’in ñu’u tinuu tuun yo.

Amanecen de nuevo los Ñuu savi florecemos sobre una piel bilingüe, estamos aquí cargando nuestras flores rojas ofrenda para el padre Lluvia, bajo nueve servilletas el ramo de flores amarillas para enamorar a los dioses de la muerte. Florecemos de nuevo en el mundo. Amanece y la oscura manta que cubrió nuestros párpados durante cinco nudos del tiempo, se derritió por el fuego de nuestros ojos negros. 87


Rolando Marín

Tu tsa tuvi iñi un tyin tsa taxi kitsi tsakuaa vitsin tan kaan yaa un, tsa ña koo ka tsa ndoo iñi itsi yavi nduve xuu iñi un, tu ña katyi ka ita kuaa’a itsi yu tan ndutya nuu so’o un ka’va nu kuñu nuu un tan ndokoo an paa tsa taan ña xuu ñɨɨ un, ndaa takan, tu kuñi un tyin kañi xaa maa nyaa yu, kasɨ tinuu un tan nduku’un iñi tsi yu tyin nyaa yu maa nyaa yu yu’u kua kuñi tsi un.

Cuando sientas que el silencio Venga en la noche fría y muerda tu lengua, Cuando no exista más cordura Dentro del hoyo sin fondo de tu mente, Cuando la flor roja de mi pecho deje de latir Y tus lágrimas tontas escarben en tus mejillas Dejando cicatrices que tiemblen por debajo de tu piel, Entonces, cuando sientas que más lejos estoy de aquí, Cierra los ojos y piensa en mí Por que esté en donde esté yo te estaré queriendo a ti.

88


Yaa uvi – Lengua bífida

Ndatu yu tsi un kanyii yu tsata tsa ña nɨɨn kuñi yu, yuu’vi tan taxiñi tsika yu itsi ku’va tsa kuee tan utsan ña kuñi ndava yu’u kan, ndatu yu nyaa taxi yu tsa ndusu yu tsa andutya xaa maa tsa tyuvaa yu, ndatu yu nyaa taxiyu tan kɨvɨ tsaa’nya nyi’i maa ñɨɨ yu tsa nduvi kua’a xaa tsa nduñɨɨ, ndatu yu nyaa yu tan ita naityi, ndatu xaa maayu tsi un tsa sɨɨ tan ña tsaa maaun, vityin tsa tsa kua kuaa, kutuñi iñi yu, kuñi tsi nduvita yu tan ku’un yu nanduku yu tsi un. Te esperé tendido sobre la incertidumbre, transitando trémulo y silente entre las horas que lentas y flojas se rehúsan a lanzarse por la borda, te esperé sentado sobre mis palabras que aplastan sin misericordia mi juventud, te esperé sentado mientras los días acuchillan sin piedad mi piel que estalló en mil arrugas, te esperé sentado mientras la flor se marchitaba, tanto te esperé felicidad y no llegaste jamás, hoy a punto de anochecer, lo comprendo, debí de haberme levantado e irte a buscar. 89


Rolando Marín

Iku ka’an nu tyu’vi tsi’in yu tyin tsaku un Ña kuñi yu ndukutu’un yu naa kuenda, Nye’e ndaa nu kañi kua’an un nu tulu tan ndoñi tɨ nu tsa ña tsito tɨ, ndaa un tsata tsa xaan un tan kua’an un ndi ña nye’e tsata maaun, sava ityi ña kuñi ka kuayu un kaka tɨ, nu tyu’vi ka’an tsi’in yu tyin tsaku un tan vasu tsii’i yu tsi’in tsa u’vi un ña kuñi yu ka’an tɨ naa kuenda.

La golondrina ayer me dijo que llorabas no quise preguntar por qué, te vieron partir desde lejos los grillos y se quedaron sin saber, te montaste en tu orgullo y te alejaste sin siquiera la mirada volver, a mitad del camino tu caballo se rehusó a seguir, la golondrina me dijo que llorabas y aunque me moría con tu doler no quise que me dijera por qué.

90


Yaa uvi – Lengua bífida

Tu iyo tsa tsindɨ’ɨ ña kua numa ka maa savi kuñi yo tu iyo tsa ta’vi ña kua koo ka maa tsa kua tyata’an tsi tsi kuñi yo tu tsa tsindɨ’ɨ tsa kuñi yo ña kua kundɨ’ɨ ka maa tsa u’vi kuñi yo tu tsa tsii’i nuñi kaku itu yaka kuenda tu iyo tsa kuñi tsi kuu ña vaku un, tyin maa ñi maa kuu tyin itu nduvi nyiko nuñi.

Cuando algo se acaba pareciese que la lluvia no cesará cuando algo se rompe pareciese que no hubiese otro pegamento más cuando se acaba el amor pareciese que nunca acabará el dolor cuando el maíz muere nace una milpa así que cada vez que algo tiene que morir no llores, porque siempre sucede que la milpa vuelve a ser maíz.

91


Rolando Marín

Nduve maa na iyo nu ñu’u ñayɨvɨ, nu ndutya ñu’u, nu nuviko, tsa kua kuvi anaityi tyin tsi’in maaun tsika i’na yu. No existe sobre la tierra, sobre el mar, sobre el cielo, algo que pueda marchitar el hecho de que el primer paso lo di contigo.

Kua’a xaan tsa’a tsaku yo tyin u’vi nda’a yo, tsa’a yo, a iñi yo a añima yo, tsaku yo tu u’vi yo, tu sɨɨ kuñi yo, a tsa ndaa’vi kuñi yo a tsa ka’an nuu yo, soko ña tsaku maayo tu iyo yo kua’an tsaku yo tyin ndoo tu’un ñi yo.

Muchas veces uno llora porque le duele la mano, el pie, la cabeza o el corazón, uno llora de dolor, de alegría, de tristeza o de pena, más nunca lloramos porque alguien se va lloramos porque nos quedamos solos. 92


Yaa uvi – Lengua bífida

Uvi taa’an tikava tuun nye’e tsi yu Ñikanyii andutya ñɨɨ tinuu yu. Tu’un tixa’ñu naa i’ñi nu tatyi tsa xaan tsa ka’ndɨ itsi añima yu. Uñi ku uñi kɨ’vɨ nu yuve’e yu uñi taa’an ra tsa’nu ka’an tsi’in yu tyin tsa ka’an un kuu… ¡ja’an! Dos ciruelas negras me miraron el sol derritió mis párpados. Una sombra se disolvió en el aire droga que explotó en mi corazón. Tres miércoles entraron por la puerta de su casa tres ancianos me dijeron que su respuesta fue… ¡No!

Yoo nikava nu ja’ma nda’a tsi’in tsa xaan yu’u tsi tsata añima, nikava tiñuu nu andɨvɨ aka’a yu tsi’in tsa naa tsa tsaku yu tsakuaa tsa kua’an un. La luna cayó de la servilleta con el filo directo sobre el corazón, las estrellas se cayeron del cielo ahogué con la oscuridad mi llanto la noche en que te fuiste. 93


Rolando Marín

Ndi ndɨ’ɨ maa tsa kuu ita kita itsi yu’u yu ndi ndɨ’ɨ maa sa’an vii tyaa xuu tsa xaan yoo ndi tsakuaa tsitu tiñuu kiku i’ñi nu nyɨtɨ ndi tandɨ’ɨ ita itsi ku’u, ndi viko nu andɨvɨ, ndi nduve maa na inga nu ñuu ñayɨvɨ… kua kuvi ka’an tsi’in un naaka kuñi yu tsi un.

Ni toda la lluvia de flores que salgan de mi boca, ni todos los poemas escritos bajo el filo de la luna, ni las noches estrelladas tendidos en la arena, ni todas las flores del campo, ni las nubes del cielo, ni nada sobre la tierra… podrán decirte nunca cuánto te quiero.

94


Yaa uvi – Lengua bífida

Su’u un kɨyɨ kuaa’a yu itsi viko, natava yu ita, kɨtɨ tan tiñuu nuu tsi ku’va tsa nduvi un sɨɨ kuñi ko’o yutya tsa kee itsi tsi. Ata yu ja’ma nda’a ku’va nu tikɨ’ndɨ kuiya itsi kan ña nikava. Ku’va naki’in va’a un ndutya nuu un tan ña u’vi ka un. Soko nduve maa na kuvi akuñi tsi un tsata un ndoo yu’u kɨsɨ tsata nya’yu.

Robaste mi cántaro rojo en la fiesta, le dibujé flores, animales y estrellas para que tu nahual bebiera contento del manantial que brotaba de su interior. Compré una servilleta para que los bichos del tiempo, dentro no cayeran. Para que guardaras tus lágrimas y no sufrieras más. Pero nada pudo atarte tras de ti quedaron los pedazos de barro sobre la tierra.

95


Rolando Marín

Kuñi un tinyii xee’e un xuu tsa ka’an nuu un soko nda’a numa un tsa ndata maa, ña ndoo ka tsa kanyii nuu un sɨ’ɨ yu tsito, ña’a tsa tsitsa tsito soko yoo ñi maa ka’an… Kuñi un tinyii xee’e un ɨɨn taa’an yoo xuu ja’ma un soko tyuvi nya’yu nyii itsi un ña kuñi ndoo itsi yunu un. Ndava kan tan sɨvɨ un ña kuu ka tu’un vatya.

Quisiste esconderte debajo de tu vergüenza pero tu hoja estaba rota ya, la línea de tu frente se hizo a un lado mamá lo sabía, las mujeres grandes lo sabían pero nadie dijo nada… Quisiste esconder nueve lunas bajo tu ropa pero la bola de barro dentro de tu vientre no quiso quedarse dentro de tu red. Rebotó y tu nombre dejó de ser un chisme.

96


Yaa uvi – Lengua bífida

Tsitan Juana tɨɨn itsi un Xuu nda’a ña tsa’a yu tsaa i’ñi yunu kan, Navaku naa’a tsitan… -Yu’u kuñu un tuñu xaa Ya’a xaa tsitu itsi un… Nye’e yu tu’un kuɨñɨ itsi ve’e ñumaa’na, Tasu ii kua kuu sɨvɨ tsi. Rayɨɨ kua kuu tsɨtɨ un.

La abuela Juana tocó tu vientre debajo de sus manos mis pies patearon la red, la abuela sonrió… -Tu pedacito de carne está inquieto tu vientre se ha hinchado demasiado… He visto un jaguar acechando la casa de los sueños, Águila Sagrada será su nombre. Será hombre tu semilla.

97


Rolando Marín

Tsa nduku’un iñi: tsa ki’in luxu kuiya, yo’o xindu’va taka ña. Ita vii tsa tana nu tatyi tan tsinu xee’e itsi iñi. Tixa’ñu tan tsa nditsi, iku tan vityin kaan itsi tyaan, nu tsa ñu’u iñi natava luxu tsana’a naa iñi.

Recuerdo: Rapto que hace un pedazo de tiempo, telaraña enredada. Flor delicada que se desvanece en el viento y se oculta en la mente. Sombra y claridad, ayer y hoy incrustados en mañana, donde la mente labra un pedazo de historia olvidada.

98


Yaa uvi – Lengua bífida

Ndatsa tsa taxi ka’nya nyaa ja’ma nda’a tuun tsa taxi tatyi yu, ndatsa ñuu’vi nu ka’un nyii itsi ita kuaa’a yu tan ndava tɨ, kunaa tɨ ndaa nu kunu itsi ñu’u. Takan, tu tsa nye’e yu yu’va tsata ñɨɨ yu’u yu tsi’in tsa taxi kua kiku nu ndɨ’ɨ ña. Tu tsa ña katyi ka tsa kuaa’a yu tan tatyi yu kita nduvi tsi nyo’o, takan, tu ña kuvi ka nye’e yu tsi un… Ndaa takan, ndaa takan… Kua kundɨ’ɨ tsa katyi tsa kuñi yu tsi un.

Hasta que el silencio desgarre la servilleta negra de mi tranquila respiración, cuando espante al tecolote contenido en mi flor roja y este vuele, se pierda en las entrañas de la tierra, entonces, cuando vea los hilos sobre mis labios con los que el silencio dará la sutura final. Cuando mi centro rojo deje de latir y mi último aliento salga convertido en colibrí, entonces, cuando mirarte ya no pueda… Hasta entonces, hasta entonces… Dejará de palpitar mi amor por ti.

99


Rolando Marín

Tsa yuu’vi nyii tutu naa itsi añima, ndatu na nduvi un tsa kuu’vi, iya’a ñi maa ndava nu tan tsaa’ñi nu tsa’a yo, anduvi nu yaa yo iin iñi ñɨɨ’ɨ tsa tsasɨ tatyi yo, anduyutu nu, ataan nu, anduvi nu yuu, tsa’ñi nu, tsa yuu’vi nduvi kaa xaan tsa tsi’in uvi nu xaan uvin ñi maa tsi yo kañi.

El miedo se refugia en algún oscuro rincón del corazón, espera a que te conviertas en presa, de pronto salta y enreda las piernas, hace la lengua una bola muda que ocluye el aire, tensa, hace temblar, hace piedra, mata, el miedo se vuelve una espada que con doble filo a nosotros mismos ataca.

100


Yaa uvi – Lengua bífida

Nye’e yu ityi andɨvɨ nyaa yu nyaa taxi yu tsata yavi itsi tsa kuñi yu, ña tsaku yu, yuu ñi nduvi yu, nduvi yu tatyi tan nandukuyu tsi un ndɨ’ɨ nuu ñu’u ñayɨvɨ, soko tinuu yu kuaa, tyin ña kuvi natava tsi tsi un, ndunaa iñi yu iyo yoo kiku yu’u yu tan ña tsito yu, iyo yoo ndokoo kua’a yutyi nu tinuu yu tan tañi tsi, nyii kutu yu itsi tsatun tsa nduve un.

Mirando hacia el cielo estoy sentado sobre una oquedad del sentimiento, no lloro, solo me convierto en piedra, me vuelvo viento y te busco en cada rincón de la tierra, pero mis ojos son ciegos, porque no pueden reflejarte, mi mente se eclipsa alguien cosió mi boca y no me di cuenta, alguien colocó pedernales de más sobre mis ojos y se desbordan, encerrado estoy en la tumba de tu ausencia.

101


Rolando Marín

Inga kɨvɨ natu’un tsi’in kuiya numi xaan ya’a kua’a tsakuaa nditsi tsi ja’ma tuun, ñɨɨ ñi yu nditsi yu ndatu yu na tsaa nyiko un, nduve ka tsa nyita iñi kuvi ko’o yu nu vitsin xaan tsakuaa ya, tyin nu yutun nyaa tsata ve’e nu ka’un tsata, kaa’an nu tyin ña kua kuvi ka koto yu tu kita kɨvɨ kua tsaa nyiko un.

Otro día conversando con el tiempo fugaces las noches pasaron con su vestido negro, me vestía solo con mi piel esperando tu regreso, ya no queda más esperanza que beber en esta noche helada, porque en el árbol fuera de casa un tecolote canta, anuncia que ya no podré saber si algún día tú decidirás volver.

102


Yaa uvi – Lengua bífida

Taan yuku, kuñi an añe’ñi kan nu ja’ma nda’a yaa’a tsa tsikunyii itsi tsi, tsa ñuña ityi tsa kua’an nda ñu’u ma’ñu, tsa tɨvɨ kan ndutya kuaa’a tsa tsatu ña atɨvɨ ityi ya’a an, tu ya’a tsikoo tsa u’vi tsakunaa’a ñi ña’a, tyin tsa tsikunyii itsi ña tsa kita nu ja’ma nda’a tsa ndatu tsi tsi.

La montaña está temblando, quiere lanzar a la servilleta coyuche el fruto concebido en su interior, ya se abre el canal que conduce al plano de en medio, ya lanza el agua roja que ardiente a su paso destroza, después de un tiempo de sufrimiento la mujer está sonriendo, porque el fruto de su vientre fue expulsado a la servilleta que lo estaba esperando. 103


Rolando Marín

Iyo tu’un tsa naki’in va’a savi ñu’u yɨ’ɨ tsa’a tsi’i tsi tsi inga tsa’a ña kuvi kasɨ yo nuu tsi inga tsa’a nu ya’a tsi atɨvɨ tsi. Savi kɨ’vɨ, ta’vi, jau’vi, jatañi tsi tsa u’vi, yɨ’ɨ tsa’a. Vasu ña sɨɨ kuñi yo nye’e yo savi naka kasɨ yo tsi tsi tu tinuu yo kuu ñi viko na’nu xaan.

La lluvia guarda un secreto la tierra la absorbe algunas veces es imposible evitar que corra, otras, a su paso destroza, la lluvia penetra, rompe, hiere, se lleva el dolor, a veces. A pesar que odiemos la lluvia como evitarla cuando nuestros ojos son tan solo, un denso cúmulo de nubes.

104


Yaa uvi – Lengua bífida

Yoo kuu an, naa kuñi an ñi kaa’an tsi’in yu ndaa inga tsiyo ña nakoto yu ña tsito tsa tyituñi iñi na kuñi ndi iñi ña kuvi natava tu’un nuu, so’o so’o tyin ña tsiñi an nditu’un ndusu, tsikava yu, iyo tsa akɨ’yɨ ityi itsi yu, taxiña ndoo añima yu tan itsi tsi iyo tsa natɨɨn.

¿Quién es?, ¿Qué quiere? Quien desde el otro lado me habla desconozco no sabe el entendimiento las intenciones ni la mente puede dibujar un rostro, los oídos son sordos porque no escuchan ninguna voz, me acuesto, algo me hace cosquillas por dentro, mi corazón queda suspendido y dentro de él, algo se ha encendido.

105


Rolando Marín

Ki’in Ñikanyii tan tyaa an tinuu un ki’in tsa taxi tan katsin kan ki’in tsa vaa so’o ña tan tyi’i an itsi so’o un ki’in ñu’u tan ka’ñi kan tsi’in ñɨɨ un ki’in ndutya ñu’u tan ka’ñi tsa soko un ndutya ki’in tsa tyaa’yu tan tyi’in an itsi ityi un soko ña ki’in maaun ndusu tsa vatya xaa nanduku ñi tan kaa’an ñi tsi’in un tyin ña kuñi yu tsi un.

Toma al sol y póntelo en los ojos toma al silencio y comételo toma al ruido estremecedor y mételo en tu oído toma el fuego y mátalo con tu piel toma agua del mar y sacia tu sed toma los sentimientos podridos y mételos en tu nariz pero nunca tomes las palabras que mentirosas solo te busquen para decirte que no te quiero.

106


Yaa uvi – Lengua bífida

Ña kaan ka nu ina tsakuaa Ña tsiñika yo tsa tsika ra nduvi Tsa ndatu nu naa Tsi nu saa tsa nduve taka, Ke’ñi ita yutun, nda’a numa tsi, soko tsi, nu yo’o tsa’a tsi kiku i’ñi ña tsa tsa tsi’i maa, yaa ndaa’vi tsa ñu’u iñi ña tsiñi yo, tsa naa tandɨ’ɨ sɨvɨ ja’a yutya ñɨɨ, nu saa kua’an ityi norte nu ke’ñi nditsi tɨ, tye’e yu’u tɨ tan tsa kuvi kaka tɨ.

Ya no ladran los perros en la noche ni se oyen ya lo pasos de nahuales que acechan en la oscuridad a los pájaros sin nido, el árbol perdió sus flores, sus hojas, sus ramas, sobre la raíz solo quedan tendidos los fósiles, solo se escuchan cantos tristes que extrañan, todos con títulos borrados por los ríos de sal. Los pájaros migraron al norte en donde perdieron sus alas, sus picos y su libertad.

107


Rolando Marín

¿Ndatsa kuu xiko tsa u’vi? Xiko ndutya ñu’u… Yutya tsa tañi nu tinuu yo tan ki’in tsi tandɨ’ɨ maa nu ya’a tsi, tsa ta’an tsi ku’va nduvi yo tsɨtɨ ityi, na ane’ñi tatyi tsi yo ndaa inga ñu’u nu kua natsaa nyiko yo.

¿A qué sabe el dolor? Sabe a mar… A río que se desborda por los ojos y se lleva todo a su paso, es momento de convertirse en semilla seca, que el viento nos lance a otra tierra para crecer de nuevo.

108


Yaa uvi – Lengua bífida

Tsikula uva kaku itsi tinuu yu tan nikava itsi yu’u tiko’o yu. Iyo yoo kɨ’vɨ ve’e yu tan su’u pila yu. Ndaa takan tsikula u’va ñi tsi’i yu ndɨ’ɨ maa kɨvɨ. Itsi tu’un yatsin tsinyii ndutya nyito yu taxi xaan kua’a xaan kuiya, iyo yoo akanda ndutya kan tan anduñɨɨ tixa’ñu yu. Nye’e tiñuu tyin uvin tsi nye’e naava taa’an too tsa nduku’un iñi anikava and+v+.

Chocolate amargo nació de mis ojos y cayó sobre mi boca abierta. Alguien entró a mi casa y se robó mi panela. Desde entonces solo tomo chocolate amargo todos los días. Contuve el agua de mi vida dentro de una jícara en calma, durante muchos años, pero alguien agitó el agua y arrugó mi reflejo. Mira las estrellas porque ellas vieron cuantas gotas de recuerdos dejó caer el cielo.

109


Rolando Marín

Kuun tsa kua kuu nya’yu ña kuun saa nduvi tsa asɨvɨ. Kuun ra tsii tsaa’nu ndoso itsi ñumaa’na. Kuun ñu’u ñayɨvɨ, kuun tinuu yu, kuun kɨvɨ yu, kuun nya’yu katsin, kuun ñu’u tsaa.

Llueven profecías empolvadas llueven pájaros convertidos silbidos. Llueven los ancestros en bola de fuego dentro de los sueños. Llueve el mundo, llueven mis ojos, llueve mi tiempo, llueve barro fresco, llueve fuego nuevo.

110


Yaa uvi – Lengua bífida

111


Rolando MarĂ­n

112


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.