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texto y fotos: Témoris Grecko
un ejército de bloggers cubanos independientes le abren día a día más agujeros al antes impenetrable blindaje de la revolución cubana. témoris grecko entrevistó en la habana a Yoani sánchez, la figura más representativa de este nuevo fenómeno cibernético, ante el que al parecer no funcionan los métodos de coacción y represión del régimen castrista. 97
l día que Fidel Castro dedicó nueve párrafos a copiar textualmente y comentar algo que ella había escrito, la blogger cubana Yoani Sánchez no se sintió privilegiada. Castro había hecho esos apuntes desde su cama de enfermo grave, en el “Prólogo para los amigos bolivianos” del libro Fidel, Bolivia y algo más, que fue reproducido por el diario Granma el 23 de junio de 2008. Y la criticaba: el comandante supremo de la Revolución la ligó a “los medios masivos del imperialismo” y a la “prensa neocolonial”. ¿Por qué estaba molesto? Porque Yoani había ganado el prestigioso premio de periodismo Ortega y Gasset y, cuando las autoridades le negaron el permiso para salir de Cuba y recogerlo en Madrid, ella anotó en su blog que no veía ese castigo como nada dramático y que ni siquiera es de izquierdas ni de derechas, pues le parecen conceptos obsoletos. “No soy opositora, no tengo un programa político, ni siquiera tengo un color político, y ésa es una característica de mi generación y del mundo actual”, escribió esta mujer sin más títulos que el de licenciada en Filología. Lo más grave “es que haya jóvenes cubanos que piensen así”, respondió quien es el líder máximo del país caribeño desde hace ya 50 años. Otros hubieran temblado de miedo: muchos escritores y periodistas han sido encarcelados sin siquiera haber merecido una mención del gran jefe barbudo. Yoani me dijo que para ella, aunque no fue un privilegio, sí resultó “como una condecoración, porque el hecho de que yo, una ciudadana con una herramienta virtual, logre estremecer a una persona como Fidel Castro, de veras que es decir cuán lejos he llegado”. Desde su rincón de la blogósfera, Generación Y (desdecuba.com/generaciony), Yoani lanza al mundo textos que el Estado cubano percibe como peligrosos y subversivos. No se trata de acusaciones incendiarias. Lo que hace poderosa a su literatura cibernética es su lenguaje sencillo, carente de altisonancias e insultos, y su cuidada narrativa, abundante en metáforas originales y evocadoras. Sobre todo, impacta el contenido, que es una serena descripción de los avatares de una joven madre casada en Cuba, aderezada con anécdotas de la vida cotidiana y reflexiones de tono político mesurado. El efecto es que termina por echar abajo la mitología castrista que trata de presentar a Cuba como un pequeño paraíso romántico de militantes felices en la resistencia eterna. Ya no hace falta ir a la isla a verlo con los propios ojos.
UN SALARIO EN LECHE Como ejemplo, esta entrada del 20 de diciembre de 2008 en Generación Y, posterior al anuncio de un descenso en los precios del combustible: El régimen insiste en el ejemplo del Che Guevara para promover una actitud de resistencia que ya perdió sentido para muchos cubanos. El culto a la personalidad de Fidel, que tanto preocupaba al Che, persiste.
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“He tenido el sueño premonitorio —e ingenuo— de que quizá esta ola de rebajas se extienda también a productos básicos como la leche, que en el mercado en pesos convertibles tiene el abusivo precio de 2.40 cuc por litro. Como mi hijo ya tiene 13 años, desde hace seis no le toca la cuota racionada y los mercaderes ilegales —con su oferta de leche en polvo— no han tocado otra vez a mi puerta después del paso de los huracanes. Comprar el tetra pack de las tiendas en divisas es un sacrificio que sólo pueden hacer unos pocos y tiene un sabor de estafa oficializada. De ahí que me gustaría recomendarle al Ministerio de Precios y Finanzas que amplíe estas rebajas a todos los productos básicos que exhiben precios prohibitivos. Cuánto desearía que nos dieran una verdadera sorpresa navideña y antes del 31 de diciembre, con el salario de un obrero pueda pagarse un vaso del preciado lácteo para cada mañana.” Los pesos convertibles, los cuc y las divisas son lo mismo: un dinero distinto a la moneda nacional, creado por el gobierno cubano para limitar el consumo de la gente, acabar con el mercado negro de dólares y obtener un benefi-
cio extra: los cuc deberían valer igual que un dólar, pero cada cuc equivale a 1.10 dólares; además, al cambiarlos se cobra una comisión de 10%, con lo que al final quien llega con dólares pierde la quinta parte del valor (y la gana el Ministerio de Finanzas). En los hechos esto es un impuesto extra al turismo, a los cubanos con acceso a divisas y a los que reciben remesas de sus familiares en el extranjero. Es peor para los que nunca ven un dólar y sólo ganan en moneda nacional: se lamentan de que les pagan en billetes que sirven para muy poco, pues casi nada se vende en esa denominación, sino en cuc, y la tasa de cambio es de 25 pesos normales por un cuc. El salario de la mayoría de la gente, que varía entre 250 y 300 pesos al mes, se convierte así en 10 o 12 cuc. Y aquí viene la otra valiosa pizca de información que nos da Yoani: un litro de leche, el tetra pak que sólo se puede conseguir legalmente en las tiendas en divisas, cuesta 2.40 cuc: el ingreso mensual completo se puede ir en cinco litros de leche. Por eso parece un sueño navideño que un obrero pudiera comprar con todo su sueldo al menos un vaso diario. Pero el gobierno cubano garantiza a todos los ciudadanos una ración de comida. ¿Por qué quieren más? “Porque sólo nos alcanza para los primeros diez días del mes”, lamentó Húber, un psicólogo que sobrevive instalando antenas parabólicas clandestinas. “Cada quien recibe mensualmente 10 huevos, una libra de pollo, una libra de pescado con cabeza, media libra de soya en forma de carne molida y algunos pocos alimentos más”. Sólo les dan leche a los niños de 7 años y menores. Si los padres quieren que la sigan bebiendo, tienen que adquirirla en el mercado negro, algo que preocupa a Yoani porque, tras los terribles huracanes que azotaron al país, ya no fue posible hallarla.
MANOSEO DE LAS MENTES “¡Al poeta, despídanlo!/ Ése no tiene aquí nada que hacer./ No entra en el juego./ No se entusiasma./ No pone en claro su mensaje./ No repara siquiera en los milagros./ Se pasa el día entero cavilando./ Encuentra siempre algo que objetar...” Estos versos fueron escritos por Heberto Padilla, un respetado poeta revolucionario que se sentía incómodo con el giro pro-soviético del gobierno. En 1971, la policía allanó su casa, lo apresó junto con su esposa y sólo lo dejó libre cuando realizó una autocrítica pública y denunció a otros intelectuales (después no tuvo más remedio que trabajar como traductor durante una década, hasta que se exilió en Estados Unidos, donde murió en 1986). En el extranjero, muchos simpatizantes de la Revolución cubana protestaron: Jean
Yoani Sánchez Tiene 33 años, es filóloga y trabaja como traductora de alemán e inglés, pero también como guía de turistas. Aquí reproducimos algunas entradas de su blog.
Febrero 2, 2009 Estuve en el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, isla dentro de la Isla. Donde conviven, en una misma vitrina, las ofrendas por la liberación de los presos políticos y las insignias del Ejército Rebelde. Allí dejé mi premio Ortega y Gasset de periodismo, el mejor lugar donde podría estar. Por suerte, la larga mano de los censores no puede entrar a su templo. Alrededor de Cachita se extiende, todavía, uno de los pocos reductos de pluralidad que pueden verse en este verde caimán.
Enero 20, 2009 Para mí, la voz que emerge de los estrados ha traído más intolerancia que concordia, una porción mayor de crispación que de llamados a la armonía. Salidos de las tribunas, he visto vaticinios de invasiones que nunca llegaron, planes económicos que tampoco se cumplieron y hasta expresiones tan discriminatorias como “¡Que se vaya la escoria, que se vaya!” De ahí que esté tan confundida con la alocución serena que ha pronunciado hoy Barack Obama, con su manera de hilvanar argumentos e invocar a la concordia.
Diciembre 2, 2008 Juro que no me he llevado la luz verde, que no compro queso en el mercado negro desde hace más de dos meses y no me he ido de ninguna tienda sin pagar. No recuerdo haber violado las leyes
La libreta otorga a cada persona una ración mensual de alimentos, pero con frecuencia no llegan a los centro de abasto como éste, en Camagüey. Las farmacias como la de la página opuesta, en Bayamo, son a la vez antigüedades activas y centros de propaganda. La avenida Prado, de La Habana, presumió mansiones que hoy se están derrumbando.
Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag y Juan Rulfo. Fidel Castro acusó a los inconformes de ser “despreciables agentes del imperialismo cultural”. Sus seguidores los llamaron “mafia de intelectuales burgueses pseudo-izquierdistas” y afirmaron que “la cultura, como la educación, no puede ser apolítica ni imparcial”. Ya en 1961, Castro había delineado los límites que impondría a la expresión y al pensamiento: “Dentro de la Revolución, todo; fuera de la Revolución, nada” (El 26 de mayo de 1927, Benito Mussolini dijo a los diputados italianos: “Todo en el Estado; nada contra el Estado; nada fuera del Estado”). El gobierno cubano presume de haber formado al pueblo más educado de América Latina. El adoctrinamiento ha sido fundamental: “Estamos atentos a que nadie se acerque lascivamente a nuestros hijos, pero pocos se dan cuenta cuando el manoseo se centra en las mentes y no en los cuerpos”, escribió Yoani en su blog, el 3 de enero de 2009. “En el aula de mi hijo, seis fotos del Líder Verdeolivo (Fidel Castro) adornan las paredes, mientras en las calificaciones se incluye la participación en actividades políticas y patrióticas”. La propaganda inunda calles, carreteras, prensa, radio y televisión. En 1959, el argumento de que un pueblo analfabeto podía ser engañado por el imperialismo sirvió para no celebrar elecciones. Tras 50 años de Revolución (cumplidos el 1º de enero pasado), la mayoría de los cubanos nació y creció educada en la doctrina revolucionaria. Sin embargo, se sigue actuando como si la gente no estuviera lista para evaluar alternativas políticas distintas, elegir a sus gobernantes u optar por otras fuentes de información.
BALSEROS VIRTUALES “Para el Estado no hemos dejado de ser niños a los que hay que controlarles cuántas horas de televisión ven, si entran o salen de casa”, dijo Yoani. Estábamos en los jardines del Hotel Nacional y el malecón de La Habana se extendía a lo lejos, sin que se notara en la distancia que sus bellos edificios se derrumban. Por ahí caminaban los cubanos, el pueblo cuya voluntad Fidel Castro siempre ha dicho conocer y acatar. Es falso, seguía Yoani: “No confían en nosotros, porque saben que 100 m a r • 0 9
todo este adoctrinamiento nos ha creado la doble moral y la simulación. Saben que esa proyección de pueblo con una conciencia ideológica, se resquebraja cuando una persona tiene la oportunidad de expresarse libremente”. La blogger vio por primera vez las imágenes de la caída del Muro de Berlín una década después de que ocurrió, y las de la matanza de Tiananmen, en China, 11 años más tarde. “¿Por qué no nos las mostraron? El gobierno quiere controlar muy bien esa ficción de mundo exterior y mundo interior que nos ha creado”. Le pregunté a qué se refería. “Cuando yo estaba en la universidad, una muchacha hizo una tesis sobre el lenguaje del Granma, hizo una lista de los verbos que usaba para las noticias internacionales y los que usaba para las nacionales. Era increíble, la mayoría de los verbos de las nacionales era desarrollar, progresar, crecer, aumentar. Las internacionales estaban llenas de matar, asesinar, destruir… Se trata de crear una impresión para generar conformismo, decir no te quejes, no critiques que afuera todo está mucho peor”. Por fortuna, continuó, “la tecnología ha venido en nuestra ayuda. Ya no son los tiempos en que al interior de Cuba se hacían cosas y nadie se enteraba. Las antenas parabólicas, los radios de on-
da corta, Internet, a pesar de lo limitada que está, ayudan mucho a arrancarle el monopolio informativo. Ellos tienen mucho temor porque saben que con herramientas informativas, los cubanos podemos empezar a mover los cimientos de nuestro propio muro”.
BURLAR LA CENSURA No parece fácil. Los únicos con permiso para tener una conexión de Internet en casa son los residentes extranjeros, periodistas de alto nivel del oficialismo, funcionarios importantes y algunos médicos. Antes, comprar una computadora estaba prohibido. Ahora, es prohibitivo: las tiendas del Estado venden viejas desktops en un mínimo de 1,000 cuc. Eso equivale a unos cien meses de salario: demasiados litros de leche. El gobierno montó Clubes de la Computación, pero para usarlos hay que tener justificación, como ser estudiante. El tiempo límite por persona es de 40 minutos a la semana. Hay que entregar el documento de identidad, con lo cual el administrador puede saber quién escribió qué correo. Y no hay acceso a Internet, sino a una intranet gubernamental y sólo se pueden ver páginas cubanas. Quedan los hoteles para extranjeros, donde los cubanos tuvieron prohibida la entrada hasta 2008, y los “telepuntos” de la empresa de teléfonos Etecsa. Las máquinas son lentísimas y emplean un software que sólo permite cargar una página por vez. Y es caro hasta pa-
—demasiado— por estos días, ni siquiera me he hecho pasar por extranjera para usar el Internet de algún hotel. Tengo, no obstante, una citación junto a Reinaldo (su esposo) para mañana en la estación de policía de 21 y C en el Vedado. Me pregunto si debo llevar el cepillo de dientes o será un breve halón de orejas lo que recibiré.
Octubre 25, 2008 Un loco grande le da patadas a los carros en medio de la calle Ayestarán. Lleva una ropa desecha y en los brazos se le ven cicatrices de la "respuesta" recibida de algunos vehículos. Otro orate camina por Centro Habana ofendiendo al presidente y a su hermano, mientras una mujer chiflada escupe su inconformidad frente a tres policías impávidos. Dan ganas de gozar de la misma impunidad que los locos. Deseos de pararse en una esquina y clamar “el rey está en biquini” —como lo haría un chiquillo—. Pero la adultez y la cordura llevan aparejadas el castigo. Habrá que comportarse entonces como un demente o como un niño.
Octubre 13, 2008 Nuestros policías —largamente entrenados en detectar carne de res, queso, camarones y leche en polvo— ahora también rastrean los huevos. El resultado más inmediato de esta nueva razia es la desaparición de ciertos productos que sólo nos llegaban gracias a los vendedores que tocaban a nuestras puertas. Por estos días, pregonar “Huevoooooos” puede ser más peligroso que gritar una consigna antigubernamental. Bueno, no hay que exagerar, la opinión siempre ha sido más castigada.
ra los foráneos: entre 6 y 8 cuc (9.60 dólares) por hora. Además, los datos del pasaporte quedan anotados, por si hubiera necesidad de averiguar quién hizo qué. Ahí sí hay Internet, pero es imposible entrar a ciertas páginas que el gobierno bloqueó. Como el blog de Yoani. Además del Ortega y Gasset, el año pasado Yoani ganó otros premios, como el español Bitácoras.com, y el más importante de la blogósfera, el alemán BOBs (Best of Blogs): “Ha sido muy grato para mí porque soy una bloguera ciega que no puedo ver mi bitácora”. Yoani había comenzado a publicar Generación Y en abril de 2007: “Era un exorcismo personal, ganas de pararme en mi balcón y ¡aaaahhh! Y el grito estaba lleno de lo que están llenos los gritos: de ira, de frustración, de ironía, de humor. Era un grito individual, al vacío, no sabía si alguien me iba a leer”. Cuando descubrió que tenía muchísimos visitantes, tomó “conciencia de que no era un acto tan solitario y de que mis demonios no eran tan exclusivos, eran compartidos por miles de personas. Aunque sigue siendo un grito, trato de que sea un grito sin violencia, sin seguir en el ciclo de la confrontación”. Descendiente de españoles, su aspecto físico le permitió colarse a los hoteles como si fuera turista. Para enfrentar el precio, “escribía todo en casa, lo ponía en el memory flash, llegaba a un hotel y en diez minutos actualizaba mi blog”. En marzo de 101
Mayo 26, 2008 (Sobre el Turibús de La Habana) Al verlos en su azotea rodante, evoqué a un vecino que un día me interrogó: “¿Cuál es la diferencia más visible entre un turista y un cubano?” En mi simplicidad, le enumeré las cremas solares, las guías Lonely Planet y los spray contra mosquitos… pero no. La respuesta era más evidente: “Un turista siempre mira hacia arriba. Se queda embobecido con la arquitectura, los vitrales, arcos y columnas; pero nosotros los cubanos caminamos atentos a los huecos que harían peligrar nuestros tobillos”. (...) Desde allá arriba (del turibús), ya no hay nada que se interponga entre los ojos de esos turistas deslumbrados y los edificios de más de un siglo. Ni siquiera nosotros —meros extras en este decorado— somos un estorbo para que disfruten de aquello que está por encima de nuestras cabezas.
2008 vino el bloqueo gubernamental: “Ahora envío los textos por mail a amigos, ellos los suben y a vuelta de mail me envían los comentarios”. El problema más difícil es cómo alcanzar a la mayoría de cubanos que no tiene acceso a Internet. “He tratado de que mi blog llegue de otra manera”, dijo Yoani. “Los cubanos somos muy diestros en eso. Como un niño no reciba leche después de los 7 años, los padres hacen todo lo posible por encontrar un camino paralelo, ilegal, en el mercado
Constitución. En agosto de 2008, Gorki Águila, vocalista de la banda punk Porno para Ricardo (que canta “Usted es un tirano y no hay pueblo que lo aguante”), fue detenido bajo cargos de “peligrosidad social predelictiva”, un equivalente tropical del sistema de prevención de asesinatos en desarrollo que vimos en la cinta Minority Report: no te arrestan por lo que hiciste, sino por lo que podrías hacer. Sólo la movilización de artistas y bloggers evitó que Águila fuera condenado.
negro para conseguirla. Y si la página está bloqueada, hallo otro camino. Yo he hecho unas 300 copias en minidisk que han llegado muy lejos. También en memory flash, y he hecho algunas impresiones para la gente que no tiene computadora”. La mayor parte de sus lectores está fuera. Los menos, en la isla. Porque el esfuerzo sigue resultando insuficiente para vencer la censura.
Yoani también recibe hostilidad desde el exilio cubano de Miami, caracterizado por su posición intransigente y por promover el bloqueo económico de la isla. “Hay personas que me acusan de ser miembro de la seguridad del Estado, porque dicen que no es posible que con toda la represión, yo pueda hacer esto. Son personas que nunca van a estar convencidas de lo contrario, que si un día me llevan a un paredón de fusilamiento, van a decir: ‘Murió, sí, pero en misión’. Hay otro grupo que ve mi labor y dice: ‘No es suficiente, yo hice más’. Creen que el valor tiene cicatrices y años de cárcel, no saben que uno puede hacer un acto heroico desde la languidez. Otros son los que han llegado después de los años 70, que se sienten muy identificados con lo que yo cuento, lo vivieron”. Ella cree que su blog sirve de puente entre los distintos grupos,
Febrero 7, 2008 –No quiero un militar para estar al frente del país (ya saben que le tengo alergia al verde olivo). Prefiero a los civiles que no hablan de cañones, pero conocen mis angustias y mis dificultades cotidianas. –No deseo otro líder “carismático” (eso sólo sirve para quedar bien en las fotos o convertirse en ídolo); sino un modesto administrador que cuide los recursos del país y no crea que nos “dirige” sino que sepa que debe “servirnos”. –Me gustaría alguien que al terminar su período de mandato le ceda la silla al próximo que será electo; o que podamos levantarlo nosotros si deja de representarnos. –Sueño con (...) una pragmática ama de casa, que desde allá arriba esté preocupada por lo que ponemos en nuestras cazuelas y dedicada a reconciliar a sus “pendencieros” hijos. –Espero no contar con otro orador de competencia, sino con un raro espécimen de político que sepa escucharnos. –No estoy esperando por un padre —omnipresente y omnipotente— sino por un Presidente, del que pueda quejarme —libremente— en público.
BLOGGER RADIOACTIVA Y peligroso, pues la represión sigue presente. Por ejemplo, en marzo de 2003, 75 personas fueron arrestadas y condenadas hasta a 28 años de cárcel por “actividades contrarrevolucionarias”. Habían promovido cambios democráticos, dentro de lo previsto por la
porque “tenemos que solucionar ese enfrentamiento, todas estas categorías para catalogarnos como gusanos, contrarrevolucionarios, empleados del imperio. Tenemos que superar todo eso y llamarnos cubanos”. Otros la acusan de permitir que manipulen su voz para usarla contra el gobierno. “Señor mío, todo discurso es manipulable. Mi vecina, Caridad, nunca será manipulada por nadie. ¿Por qué? No se pronuncia. Ella jamás ha emitido una opinión pública. Por tanto, jamás la van a manipular. Yo no quiero callarme para que mi discurso no sea usado. Si es usado, yo creo que algún día llega a receptores inteligentes que logran separar la paja del trigo.
En la página opuesta: un taxista ilegal en el malecón de La Habana; arriba: dos ancianos leen el Granma en el local del Partido Comunista en La Habana Vieja.
Yo confío en los lectores, las manipulaciones que las hagan los políticos, eso es algo que pasa. Lo principal queda”. Y el riesgo también, porque muchos temen que tarde o temprano caiga sobre ella la ira del Estado. Yoani y su compañera Claudia Cadelo fueron citadas por la policía en diciembre para advertirles que cesaran en su intento de reunirse con otros bloggers de la isla, o “tomaremos las medidas pertinentes”. Yoani dice que no le gusta el papel de víctima y señala, además, que “en el caso de una blogger, ellos no saben muy bien cómo actuar, es un fenómeno nuevo y no funcionan los viejos métodos de coacción y de represión. Cada vez que han intentado hacer algo contra mí, aumenta el número de hits en el servidor. En diciembre, el portal terminó con 14 millones de hits, en parte debido a las sucesivas torpezas que el gobierno cubano ha tenido con nosotros”. Existen otras formas de acoso: “Lo más duro que me ha pasado es convertirme en una
persona radioactiva. Para eso han usado su vieja arma de la difamación, de crear fantasmas, de intimidar amigos, familiares, contar historias de una gran conspiración con la cia. Cuando vives en carne propia una campaña de difamación, piensas que puede ser que todo lo que me hayan dicho de otros supuestos enemigos también sea falso. Vivir en la propia piel la mentira gubernamental es el antídoto para no creerte sus mentiras”. Además, afirma, sus lectores y los premios le dan protección, porque “cuando una ciberfigura es tocada, la alarma se propaga. Estamos viviendo una coyuntura donde el gobierno cubano quiere mostrar una cara de
A la izq.: la imagen de Hugo Chávez, el gran amigo de Cuba, entre las del Che y Fidel; arriba: productores agrícolas que burlan los controles gubernamentales para llevar legumbres a los santiagueros.
estabilidad, de supuestas reformas, para salir del atasco económico, y tendría para ellos un costo político muy alto caerle encima a una mujer, madre, que lo único que hace es poner por escrito sus experiencias vitales sin que medie la violencia verbal. Yo no tengo armas, no estoy preparando el asalto a ningún cuartel”. Los bloggers menos famosos, en cambio, son más vulnerables. Por eso ha organizado un concurso de blogs (ver unaislavirtual.com), entre otras cosas porque cree que “el hecho de premiar a otros de alguna manera ayuda a transferir la dosis de protección”. Se trata de ser congruente con la propia conciencia. “Tú mencionaste a Heberto Padilla”, dijo Yoani. “Él tiene un verso que para mí es una línea de comportamiento: ‘Di tu verdad. Di al menos tu verdad. Y después, que te rompan la página querida, que te tumben a piñazos la puerta’”. 103