REVISTA Nº 031 – DIC. 2011
“ORDEN CATÓLICA DEL TEMPLE”
ANNO TEMPLI DCCCXCIII
Sumario:
PORTADA EL VERDADERO PAPÁ NOEL. MARAVILLAS DE AMÉRICA DEL SUR. Argentina-Cataratas de Iguazú). PERSONAJES DE LAS CRUZADAS. (Reyes de Jerusalén-Balduino II). TRAS LA HUELLA DE LA ESTRELLA DE BELÉN. LA SEU VELLA DE LLEIDA (III). HISTORIA DE LA NAVIDAD. EL RINCÓN DE JOAQUÍN SALLERAS.
OTROS 25 DE DICIEMBRE.
LEYENDAS Y TRADICIONES POPULARES. (El 4º Rey Mago). SALUDA Y CONTRAPORTADA.
Editorial:
Federico Leiva i Paredes. Editor.
Colaboradores:
Gerardo Arturo González Escobedo. Joaquín Salleras Clarió (Historiador de Fraga). Jaume Mestres i Capitán. Yamileth Chávez Cardozo. Albert Coll Vilá.
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EDITA: OCET (Orden Católica del Temple).
Cada país lo nombra de diferente forma aunque el personaje sea el mismo y la figura se haya popularizado a nivel mundial. En Argentina lo llamamos Papá Noel, en Chile es el Viejito Pascuero; en Brasil; Papai Noel; en los Estados Unidos se lo llama Santa Claus; en Francia, Père Noel y en los países europeos nórdicos se lo conoce como Sinterklaa. Sin embargo, pese a las diferencias lingüísticas, este es uno de los pocos personajes tan popular a nivel mundial. La pregunta es de dónde viene. Como muchos sabrán la imagen de Papá Noel está inspirada en la vida del obispo de Mira (la actual Turquía), conocido hoy como San Nicolás. Pero ese Papá Noel era flaco, alto y se vestía -evidentemente- como un sacerdote. Tratándose de un santo muy popular no faltaron las maravillosas historias que se acumularon a través de los siglos. Leyenda de los marineros. Durante una hambruna, el santo pidió que se organice una flota para llevar grano a un pueblo que sufría hambre. La flota sobrevivió una terrible tormenta gracias a la bendición del obispo. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos en su lugar original. Leyenda de las tres doncellas Se cuenta que en la diócesis de Mira un vecino de San Nicolás se encontraba en tal pobreza que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para sacar de ese vil mercado el sustento para él y para ellas…. Sin dinero no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro y, al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre. Con el dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, esta se enredó en la ropa que se tendía para secar… El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.
Se narra también que San Nicolás resucitó a tres niños que habían sido asesinados y desechados en un barril de sal. Las antiguas leyendas de los niños y los regalos por la chimenea y las medias dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países Bajos a la leyenda del ―niño obispo‖ y sobre todo a la costumbre de que San Nicolás trae secretamente regalos para los niños el 6 de diciembre, día en que la Iglesia celebra su fiesta. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de Nueva Ámsterdam, que convirtieron al santo ―papista‖ en un mago nórdico. Su nombre fue abreviado, no solo a San Nicolás, sino también a Sint Klaes o Santa Claus. Se dice que ayudó a un hombre a casar a su hija que tenía la fecha encima pero no así, la dote, indispensable para llevar a cabo la unión. San Nicolás se conmovió e intervino, donándoles tres bolsas de oro. Esta leyenda reforzó la costumbre de intercambiar regalos en la época. De todas formas ya estaba arraigada en otros pueblos. Por ejemplo los chicos italianos recibían regalos de un ―hada‖ llamada Befana, o en Cataluña (España) y algunas zonas de Aragón, un tronco mágico guardaba regalos que al ser golpeado, los escupía junto con algunas golosinas. Además en los pueblos de algunos valles, los regalos los traía el carbonero Olentzero y también duendes de barba blanca, botas altas y gorro. Con el tiempo y con los prodigios conocidos de San Nicolás, éste fue remplazando a algunos de estos personajes considerados paganos. En el siglo XII la tradición católica de San Nicolás se expandió por toda Europa y hacia el siglo XVII emigrantes holandeses llevaron la costumbre a los Estados Unidos. Aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás, la imagen familiar con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes es una invención norteamericana de principios del siglo XX. El escritor inglés Clement Moore lo imaginó en un trineo llevado por ocho renos, antes Papá Noel repartía sus regalos a pie o montado en un caballo. Su aspecto de hombre gordo de mejillas rojas y barba blanca se debió al arte del caricaturista norteamericano Thomas Nast, quien lo representó en una ilustración que la marca Coca-Cola popularizó en 1931, en una campaña publicitaria. Sin embargo, las vestimentas rojas y blancas no fueron un invento de la gaseosa. Hay muchas ilustraciones y descripciones casi fidedignas anteriores al spot como la de Thomas Nast o St. Nicholas Magazine (1926), entre otras; eso sin considerar además las antiguas representaciones religiosas del obispo San Nicolás de Mira ó San Nicolás de Bari, en las que es común el color rojo y blanco de la vestimenta religiosa.
Hoy en día, se cuenta que Papá Noel vive en el Polo Norte junto a su esposa y una gran cantidad de duendes navideños, que lo ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas. Para poder transportar los regalos, los guarda en un saco mágico y los reparte a las 00:00 horas del 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por renos navideños, liderados por Rodolfo (Rudolph); un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante, siendo el último en agregarse a la historia. Lamentablemente el Santa Claus moderno ha sido paganizado. La mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo, su cruz pectoral desapareció por completo. Se mudó de Turquía al Polo Norte, de donde viene por la nieve con venados. El Santa Claus pagano cautivó la imaginación de agentes publicitarios en el occidente. Como San Nicolás era obispo, se le representa vestido en rojo. Eso le gustó a los magnates de la Coca Cola ya que ese es también el color publicitario de esa corporación. Comenzaron a usarlo en una campaña publicitaria pre Navideña. Hoy día, ―Santa Claus‖ se utiliza para vender toda clase de cosas y casi nadie recuerda su verdadera historia. Es hora que los cristianos recuperemos nuestro santo y le enseñemos a nuestros niños que la Navidad es la celebración del Nacimiento de Dios hecho niño. Recordemos pues que San Nicolás fue un santo obispo que se preocupaba por los pobres, especialmente los niños y se hizo famoso por su caridad. El popular Santa Claus, o Papá Noel, también es una evolución de San Nicolás con unos toques de marketing al más puro estilo americano. De hecho, la imagen actual de Santa Claus con su gran barba blanca y su traje rojo se la debemos a Hubdon Sundblom, dibujante y publicista de la compañía Coca-Cola, quien en los años 30 creó el Santa Claus rechoncho y vestido de gnomo que hoy conocemos, encargándose esta gran marca de popularizar y perpetuar esta imagen hasta nuestros días. Como última novedad, una página norteamericana asegura que mediante el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) se puede ver en qué parte del recorrido se encuentra Papá Noel. El recorrido se puede ver en www.noradsanta.org
Por Gerardo A. González Escobedo
Argentina (Cataratas de Iguazú)
Las Cataratas del Iguazú vistas desde el lado brasileño. Las cataratas del Iguazú se localizan en la Provincia de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú, Argentina, y en el Parque Nacional do Iguaçu del estado de Paraná, Brasil; asimismo, están próximas a la frontera entre Paraguay y Argentina, a solo 13,8 km en línea recta. El 11 de noviembre de 2011 fueron elegidas provisionalmente como una de las ―Siete maravillas naturales del mundo‖. Estas cataratas están formadas por 275 saltos de hasta 80 m de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: la garganta del Diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos. Por este salto pasa la frontera entre ambos países. El nombre Iguazú proviene de dos palabras: la palabra «y» (que se lee ―I‖) como vocal cerrada central no redondeada) y la palabra «guasú», que en lengua guaraní quieren decir 'agua' y 'grande', respectivamente. En portugués son llamadas cataratas do Iguaçu. Historia En el año 1542, mientras realizaba una travesía desde el océano Atlántico hasta Asunción del Paraguay, Alvar Núñez Cabeza de Vaca divisó las sorprendentes cataratas del río Iguazú y las bautizó como «saltos de Santa María», nombre que con el tiempo fue reemplazado por su primitiva denominación guaraní Iguazú (antigua ortografía de yguasu 'gran cantidad de agua', de y 'agua' y guazú 'grande'). Por entonces la región era habitada por indígenas de la etnia mbyá-guaraní, quienes alrededor de 1609 comenzaron a vivir el proceso evangelizador protagonizado por los sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús, quienes desarrollaron en la región una experiencia única Latinoamérica: la conformación de un sistema reduccional que llegó a contar con 30 pueblos distribuidos en las regiones del Tapé y el Guayrá (actualmente sur de Brasil y Paraguay, toda la provincia argentina de Misiones y parte del norte de Corrientes).
Por diferencias políticas y económicas con la Corona de España los jesuitas fueron expulsados de la región en 1768. La zona de las cataratas pasó así al olvido hasta junio de 1881 —poco antes de la federalización de Misiones— momento en que la provincia de Corrientes, que ejercía la jurisdicción, vende 50 leguas cuadradas de tierras sobre los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay a Severo Fernández y Ernesto Arnadey. Estos transfieren sus derechos en octubre de ese mismo año a Rafael Gallino quien vuelve a enajenarlos a favor de Gregorio Lezama. En diciembre de 1881 Misiones se separa de Corrientes y en 1882 asume el primer gobernador Rudecindo Roca que divide el territorio en 5 departamentos. Uno de sus comandantes, Francisco Cruz, llega hasta la confluencia de los río Paraná y río Iguazú transportando una comisión científica alemana que busca tierras para colonizar. Esta expedición era costeada por Ledesma (propietario de las tierras de Iguazú) y dirigida por el explorador Carlos Bossetti. Entre los expedicionarios se encontraba también Jordan Hummell, que años más tarde organizaría el primer viaje turístico a las Cataratas. Así las cataratas son ―descubiertas‖ nuevamente y vuelven a ser admiradas. En 1888, Gregorio Lezama vende las «tierras del Iguazú» a Martín Erracaborde Cía. En 1902, el Ministerio del Interior de Argentina, encomendó al arquitecto paisajista Carlos Thays, realizar un estudio de las cataratas, que fue la base para la creación del Parque Nacional Iguazú, en 1934, que posee 67.620 hectáreas de selva. El 20 de septiembre de 1895, el gobernador Balestra divide la provincia en 14 departamentos. El departamento de Iguazú pasa a integrar el departamento Frontera junto a Manuel Belgrano, Eldorado y parte de San Pedro. El 19 de julio de 1897, se designa juez de paz de la incipiente población de Iguazú a Alberto Múgica. Para entonces, Jordan Hummell, acompañado de los señores Núñez y Gibaja ya habían realizado una nueva incursión hasta las Cataratas del Iguazú, pero por el lado brasileño, ya que el lado argentino la selva era impenetrable. De ese viaje llevaron al gobierno su interés en promover la llegada de turistas. Paseos Los paseos se encuentran mayormente en el lado argentino, aunque desde el lado brasileño se tiene una vista panorámica. Paseo Inferior:
Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas (algunas fueron talladas en la misma roca) hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre. Rodeado por la exuberante selva podrá disfrutar de una hermosa visión de la parte inferior de los saltos. Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Álvar Núñez Cabeza de Vaca, llegará a un espléndido punto panorámico desde donde tendrá una primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se observa la isla San Martín y a su derecha el salto homónimo. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti.
Si permanecemos largo tiempo terminaremos mojados, pues allí el vapor de agua producido por el choque del agua contra las rocas forma una tenue pero incesante lluvia. Descendiendo por el sendero hacia Punta Peligro podrá, si en ese momento se encuentra habilitado, navegar por el río Iguazú y cruzar a la isla San Martín. Ya de regreso se pasa por el salto Dos Hermanas, donde antes se podía gozar de un refrescante baño en la enorme pileta natural que se forma en su base, ya que ahora dicha actividad se encuentra prohibida. Partiendo desde el mismo sitio antes mencionado, recorrerá, como el nombre del paseo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Verá prácticamente a sus pies despeñarse las turbulentas aguas. De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti, el Chico, que serán un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo. En este sitio, donde el agua cae desde aproximadamente 70 metros de altura, nos sorprenderá el ensordecedor bramar del agua, permanentemente cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el choque del agua con las rocas.
Garganta del Diablo: Se accede a través del Tren de las Cataratas, descendiendo en la Estación Garganta del Diablo. A partir de allí se realiza una caminata por la nueva pasarela, que serpenteando entre las islas, recorre 1100 metros hasta los amplios balcones ubicados junto al borde y frente de la Garganta del Diablo. La duración de este paseo es de 2 horas y el último tren parte a las 16:30 h. Isla San Martín: Es posible llegar a la Isla de San Martín a través del servicio de botes que salen desde el circuito inferior. Desde aquí podrán observar una vista panorámica de la Garganta del Diablo, de la Ventana (con su dormidero de jotes), y del salto San Martín. Sendero Macuco: Este sendero de treking es una de las salidas tradicionales para los amantes de la observación de la naturaleza. Una antigua picada de extracción forestal de 3600 m de longitud por ambiente selvático. Este sendero permite acceder a una cascada de 20 m en plena selva. Es una oportunidad para conocer selva, y avistar macucos, monos, coatíes, pavas de monte, un sinfín de insectos y ocasionalmente víboras de coral. En 1984 el sector argentino de las cataratas, el Parque Nacional Iguazú, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Posteriormente en 1986, el sector de Brasil, que se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu, también fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Las cataratas lindan con Argentina y Brasil, y están a pocos kilómetros de la triple frontera con Paraguay. Cerca de las cataratas, se encuentra Puerto Iguazú, en la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná. Las cataratas son el principal centro turístico del noreste de Argentina, y uno de los principales de todo el país. Las cataratas de Iguazú se hallan dispuestas en una forma que parece una gran J inversa. En la margen derecha se encuentra el territorio brasileño, el cual posee poco más de un 20% de los saltos de dichas cataratas; y del lado izquierdo se hallan los saltos argentinos, los cuales conforman casi un 80% de las cataratas. Para conocer completamente y apreciar del todo estas cataratas, la recomendación es visitar tanto el lado argentino como el brasileño, porque de un lado se aprecia panorámicamente el otro, y viceversa. Los que conocen han dicho, más o menos, que ―desde Brasil se ven las cataratas, y desde Argentina se viven‖ (desde Brasil se tiene una panorámica impactante de la mayoría de los saltos, los cuales están del lado argentino). Sin embargo, uno se mueve entre los saltos del lado argentino, no sólo en las pasarelas que permiten casi tocar el agua, sino también en los paseos en lancha, que permiten ir hasta al lado de las impactantes caídas de agua, e incluso, se puede adentrar hasta la mismísima Garganta del Diablo, si se parte en lancha desde territorio argentino. Por Y. Ch.C.
Balduino II de Jerusalen Balduino II de Jerusalén cede el Templo de Salomón a Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. (Fundadores de la Orden del Temple). Balduino de Bourcq (m. 21 de agosto de 1131) fue el segundo conde de Edesa de 1100 a 1118, y el segundo rey de Jerusalén de 1118 hasta su muerte. Balduino fue hijo de Hugo, conde de Rethel, y su esposa Melisenda, hija de Guido I de Montlhéry. Tenía dos hermanos menores, Gervasio y Manases, y dos hermanas, Matilda y Hodierna. Las fuentes se refieren a Balduino como primo de los hermanos Eustaquio de Boulogne, Godofredo de Bouillón y Balduino de Boulogne, pero la relación familiar exacta no se conoce. Dejó a su familia para seguir a sus primos en la Primera Cruzada en 1096. Algunos autores (en particular Steven Runciman en su "Historia de las Cruzadas") citan una ficticia Ida de Boulogne como abuela de Balduino II para forzar la relación familiar, pero tal persona nunca existió. En la cruzada, Balduino de Boulogne se convirtió en el primer conde de Edesa, al tiempo que Balduino de Bourcq entraba al servicio de Bohemundo de Tarento, príncipe de Antioquía, ejerciendo de embajador entre Antioquía y Edesa. Balduino de Bourcq fue también regente del principado cuando Bohemundo fue apresado por los danisméndidas en 1110. Ese año, Balduino de Boulogne fue elegido rey de Jerusalén a la muerte de Godofredo, y Balduino de Bourcq pasó a ser conde de Edesa en su lugar. Como conde, en 1101 se casó con Morfia de Melitene, hija del príncipe armenio Gabriel de Melitene. También ayudo a rescatar a Bohemundo, pues prefería a Bohemundo al sobrino de éste, Tancredo, que era entonces regente. En 1102, Balduino y Tancredo ayudaron al rey Balduino contra los egipcios en Ascalón. En 1104 los turcos selyúcidas invadieron Edesa, y con el apoyo de Antioquía, el conde Balduino luchó contra ellos en la batalla de Harran. La batalla fue desastrosa y el conde Balduino fue hecho prisionero; Tancredo pasó a ser regente de Edesa en su ausencia. Tancredo y Bohemundo prefirieron pagar los rescates por sus propios prisioneros a los selyúcidas que acordar un intercambio por Balduino; por lo que el conde estuvo cautivo en Mosul hasta 1108, cuando fue rescatado por 60 000 dinares por Joscelino de Courtenay. Tancredo se negó a devolverle Edesa, pero con el apoyo de los armenios, bizantinos e incluso de los selyúcidas, Tancredo se vio obligado a retirarse. En 1109, tras reconciliarse con Tancredo, los dos participaron en el asedio de Trípoli. A la muerte de Balduino I en 1118, se ofreció la corona al hermano mayor del rey, Eustaquio III, pero Joscelino de Courtenay insistió en que pasase a Balduino de Bourcq, a pesar de que el conde Balduino había exiliado a Joscelino de Edesa en 1113. Balduino aceptó y fue coronado rey de Jerusalén como Balduino II el Domingo de Resurrección (14 de abril) de 1118.
Casi inmediatamente, el reino sufrió una invasión conjunta de los selyúcidas desde Siria y de los fatimíes desde Egipto, pero gracias a su rápida disposición y voluntad de defensa, Balduino logró la retirada de las fuerzas musulmanas sin que llegasen a presentar batalla. En 1119, el Principado de Antioquía fue invadido, y Balduino se dirigió rápidamente al norte con el ejército de Jerusalén. Roger de Salerno, príncipe de Antioquía, no esperó a los refuerzos de Balduino y el ejército antioqueno fue barrido en la batalla, conocida por los cruzados como la batalla del Ager Sanguinis (o del Campo de Sangre). Aunque fue un grave revés para los cruzados, Balduino ayudó a recuperar Antioquía y logró expulsar a los selyúcidas a finales del mismo año. En esas fechas se crearon las dos primeras órdenes militares. En 1118, Hugo de Payens fundó la Orden del Temple en Jerusalén. La Orden del Hospital (caballeros hospitalarios), que había sido fundada en 1113, evolucionó hacia el estatuto de una verdadera orden militar a partir de lo que en origen había sido una orden de caridad. Balduino también convocó el Consejo de Nablus en 1120, en el que probablemente dispuso las primeras leyes escritas para el reino y extendió los derechos y privilegios de las crecientes comunidades burguesas. En 1122, Joscelino, que había sido nombrado conde de Edesa cuando Balduino pasó a ser rey, fue capturado en una batalla. Balduino volvió al norte para hacerse con la regencia del condado, pero también él fue capturado por los ortóquidas mientras recorría las fronteras de Edesa (1123), y estuvo en cautiverio junto con Joscelino. Eustaquio de Grenier ejerció como regente en Jerusalén, y derrotó a una invasión egipcia que pretendía aprovecharse de la ausencia del rey. Balduino y Joscelino lograron escapar de su cautiverio con la ayuda de los armenios en 1124. Mientras tanto, los cruzados asediaron y tomaron Tiro, con el apoyo de una flota veneciana. Este hecho supondría el establecimiento de los venecianos y de otras colonias mercantiles italianas en las ciudades costeras del reino, que tenían gran autonomía y estaban libres de impuestos y obligaciones militares. En 1125 Balduino reunió a los caballeros de todos los territorios cruzados y se enfrentó a los selyúcidas en la batalla de Azaz. Aunque el ejército Selyúcida era mucho mayor, los cruzados consiguieron la victoria y recuperaron la influencia que habían perdido después del Ager Sanguinis. Si Antioquía y Edesa no hubiesen estado luchando entre ellas tras la batalla, Balduino habría podido atacar Alepo. Pero Alepo y Mosul estuvieron pronto unidas bajo el poder de Zengi en 1128. Incapaz de atacar a ninguna de las dos, Balduino intentó tomar Damasco en 1129 con la ayuda de los templarios, pero fracasó. En apoyo a Balduino durante el ataque a Damasco estaba también su nuevo yerno Fulco V de Anjou. Balduino había tenido cuatro hijas con Morfia: Melisenda, Alicia, Hodierna y Ioveta. En 1129 Balduino designó a Melisenda como su heredera, y acordó su matrimonio con Fulco. Alicia y Hodierna también se casaron con importantes príncipes, Bohemundo II de Antioquía y Raimundo II de Trípoli, respectivamente. En 1131 Balduino enfermó, para morir el 21 de agosto. Fue enterrado en la Iglesia del Santo Sepulcro. Guillermo de Tiro nos describe a Balduino como "un hombre devoto y temeroso de Dios, notable por su lealtad y por su gran experiencia en asuntos militares", y dice que su sobrenombre era "el Espinoso" (cognominatus est Aculeus). Ibn al-Qalanisi, que se refiere a él como "Balduino el Menor" (Baghdawin al-ru'aiuis) para distinguirlo de Balduino I, señala que "no había otro entre ellos que tuviese un juicio tan sagaz y tal capacidad de gobierno". Melisenda, heredera por derecho del reino, sucedió a su padre junto con Fulco como su consorte. Los nuevos reyes fueron coronados el 14 de septiembre de 1131. Por FLP
(Artículo de Fredy H. Wompner G.)
Introducción Cada navidad viene nuevamente a nosotros el recuerdo de la estrella de Belén la que anunciara la llegada de nuestro maestro y señor Jesucristo. Sin embargo pese a la gran cantidad de personas que conocen de este evento, aun no sabemos con claridad a qué tipo de evento astronómico pudo deberse. Con los avances en la arqueología, los nuevos documentos encontrados y algunas traducciones de lenguas orientales trataremos de explicar desde el punto de vista astronómico, qué pudo ser realmente esta estrella. Una luz que precede a otra luz Si la biblia dice que la estrella de Belén mostro el camino a los reyes magos para llegar hasta el niño Jesús, según el relato del evangelio de Mateo. El texto bíblico señala la existencia de esta estrella en el evangelio de Mateo. « ¿Dónde está el rey de los Judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarle» (Mateo 2:2). Más adelante se nos cuenta que «la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño» (Mateo 2:9). Tanto Mateo como Lucas ubican la Navidad durante el reinado de Herodes y la muerte de este monarca está bien datada en el año 4 antes de Cristo (a.C.). Además, unos años antes, Herodes había ordenado ejecutar a todos los menores de 2 años deduciendo la fecha del nacimiento de Jesús a partir del relato que le realizaron los Magos cuando les mandó llamar a su palacio (Mateo, 2:7-16). Todo ello, junto con otros argumentos, sitúa la fecha del nacimiento de Cristo hacia el año 7 ó 6 aC Lo que resulta interesante de observar que la llegada de Mesías fue anunciada en innumerables pasajes de la biblia (Mateo 2:1-12; Isaías 60:1-6). Los reyes magos representan anticipadamente a los pueblos no judíos que llegarían a reconocer a Jesús como el Cristo, o el Mesías. El evangelista Mateo da a conocer que las profecías sobre Jesús ya se están cumpliendo, especialmente las de los profetas Isaías y Miqueas. Veamos cómo se desarrollan estos cuatros aspectos mencionados anteriormente.
Jesús nació en Belén de Judea, una ciudad muy pequeña a 10 km. al sur de Jerusalén, tal como lo profetizó Miqueas. Esta ciudad era una ciudad muy famosa, allí Jacob enterró a Raquel; era también la ciudad natal de David, el gran rey de Israel; y en ese lugar esperaban que naciera el Ungido de Dios, el Mesías. Esta profecía se cumplió: "Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel". (Miqueas 5:2) Por otro lado, se sabía desde muchos siglos atrás que una estrella saldría de Jacob, según la profecía de Balaam (Nm. 24:17). Esta estrella hizo su aparición al momento de nacer Jesús y se confirmaba el cumplimiento de las profecías reveladas por Dios, por medio de sus profetas. Además, la estrella anunciaba al mundo entero que la venida del Salvador, el Mesías prometido era ya evidente. A este gran acontecimiento salvífico vinieron a Belén unos sabios de oriente para rendirle homenaje como un nuevo rey. Ellos eran casi sacerdotes y maestros persas que instruían a sus reyes. Como sabios, eran probablemente astrólogos que trataban de penetrar en los misterios del cielo y de la tierra. Ellos sabían que en la astrología había un principio fundamental: la tierra formaba parte de un acontecimiento cósmico, dirigido por poderes celestiales y que estaban localizados en el mundo de las estrellas. De ahí que ellos sabían que esa estrella que estaban viendo, anunciaba el nacimiento de un gran rey; así que, sin pensarlo dos veces se lanzaron a la búsqueda de ese Rey, querían adorarle y para ello llevaban los mejores regalos, reservados sólo para un gran personaje. Dios habló de esta manera a estos magos en su propio lenguaje, para decirles que ya se había gestado el gran acontecimiento salvífico para la humanidad y que también para ellos tendría gran importancia en sus vidas. Una vez más las profecías del Señor se estaban cumpliendo a través del profeta Isaías, cuando anunció que vendrían unos reyes desde lejos, trayendo riquezas (Is. 60:1-6). Herodes al oír esta gran noticia, se turbó de gran manera y con él toda Jerusalén. Él sabía que tarde o temprano nacería el Mesías; los sacerdotes y los escribas lo sabían también. Sin duda que escuchar esta noticia del nacimiento de Jesús les causó a todos pánico y temor. Herodes, sin embargo, apelando a su astucia, consultó en secreto a los magos visitantes, después de haberlo hecho con los sacerdotes y escribas, para saber el lugar exacto donde se encontraba Jesús e "ir a adorarle". Herodes no sabía cómo ocultar su odio y hostilidad contra el Mesías, el niño recién nacido. Los sacerdotes y escribas tampoco dejaban de mostrar su indiferencia al respecto. Todo lo contrario ocurría con estos personajes extranjeros del oriente, quienes mostraban reverencia y adoración al niño Jesús.
Es interesante anotar que estos personajes, que no eran parte del pueblo judío, mostraran un gran interés por encontrar al Mesías; más aún, al momento de encontrarlo le dieron sus mejores regalos: oro (símbolo de poder y autoridad), incienso (símbolo del sacrificio) y mirra (símbolo del ungimiento como rey). Ellos fueron avisados por Dios para no regresar donde Herodes y decidieron retornar a sus tierra por otros caminos. Distintas hipótesis de lo que fue la estrella de Belén La estrella suele tomar la forma de un cometa en las representaciones actuales del nacimiento de Jesús. Pero que fue realmente la estrella de Belén?, revisaremos algunas hipótesis. Un elemento importantísimo para poder relacionar la Estrella con un fenómeno astronómico es la fecha exacta de su aparición. La asignación del nacimiento al 25 de diciembre del año 1 no es más que una convención social. La elección del 25 de diciembre pretendía sin duda aprovechar la tradición de celebrar una fiesta a la llegada del solsticio de invierno y sustituir otras celebraciones paganas. En cuanto a fijar en el año 1 el nacimiento de Jesús, proviene de un error de cálculo del sabio Dionisio el Exiguo en el año 532. Más adelante, sirviéndose de ciertos hechos referidos en los Evangelios, se pudo afinar en el año del nacimiento de Jesús. Entre las hipótesis más comunes se encuentra la idea de un cometa. La adaptación del cometa como símbolo de la estrella de Belén es un hecho procedente de la Edad Media y claramente representado en el cuadro La Adoración de los Reyes Magos pintado por el italiano Giotto di Bondone sobre el año 1304. Giotto pintó su "estrella de Belén" en el cuadro, probablemente por la sorpresa que le habría producido la aparición en 1301 del cometa que hoy conocemos con el nombre de Halley, sin embargo no hay ningún registro conocido en ninguna civilización antigua del paso de un cometa brillante hacia los años 7-6 a.C. Sí que está narrado (por astrónomos chinos) el paso del Halley en el 12 a.C., unos 5 ó 6 años antes del nacimiento de Jesús, demasiado pronto para poder ser asociado con la Estrella. Al respecto existe también un texto chino en el que se da una cita bastante curiosa: ―Segundo reinado de Chhien-ping, segundo mes, un hui-hsing apareció en Chien-niu durante más de 70 días" El segundo reinado de Chhien-ping se corresponde con los meses de marzo y abril del año 5 a.C.; un hui-hsing es una manera de destacar una estrella con cola, un cometa; y Chien-niu es un nombre dado por los chinos a un grupo de estrellas que comprendía la zona del norte de las estrellas Alpha y Beta de la actual constelación de Capricornio. Otra idea es que se tratase de una supernova que explosiona. Esta posibilidad fue ya avanzada por Kepler en el s. XVII. En efecto, la explosión de una supernova cercana habría sido un fenómeno espectacular que podría haber servido de base a la Estrella. Sin embargo, no hay ningún registro histórico, ni ningún resto de supernova conocido, que dé validez a esta hipótesis.
Ciertamente es difícil que la estrella de Belén pudiera interpretarse como una supernova. La explicación es clara. Cuando una estrella se convierte en una supernova, su estadio final es una envoltura gaseosa que se va expandiendo con el tiempo. Con los telescopios y radiotelescopios que existen hoy en día, sería fácil observar dónde se encuentra este remanente de supernova. Por ejemplo, en el año 1054 astrónomos chinos observaron una estrella tan brillante que incluso fue visible durante el día. Tycho Brahe también observó otra supernova en 1572 de éstas características. El resultado de la explosión de ambas estrellas (llamado remanente) puede observarse actualmente. En el caso de la estrella de los chinos lo que hoy se observa es la Nebulosa del Cangrejo o M1 situada en la constelación de Tauro y visible con pequeños telescopios. La estrella de Tycho es la radiofuente B Cas situada en la constelación de Casiopea, aunque ésta última requiere instrumentos de gran envergadura para ser localizada. Con esto en mente, la posibilidad de que la estrella de Belén fuera una supernova podemos descartarla definitivamente. Ahora si se tratase solamente de una Nova, que es una estrella que, como consecuencia de las reacciones nucleares explosivas que se dan en las capas más superficiales de la estrella, sufre un aumento de brillo considerable aunque no se acerca al excepcional aumento que sufren las supernovas. Esta es una hipótesis que cuenta con cierta validez: el objeto no fue un cometa sino una nova de un brillo destacado para ser advertida con sorpresa por los Reyes Magos, pero no tan evidente para la gente sin conocimientos astronómicos. Además, el hecho de que se mantuviese visible en el cielo, sin moverse aparentemente de la constelación, excluye la posibilidad de que se trate de un cometa. Por las anotaciones chinas y coreanas, dicha nova pudo aparecer en una zona delimitada por las constelaciones del Águila y Capricornio, en concreto en una región de unos cinco o seis grados centrada en la estrella Theta de la primera constelación. El objeto sería visible al amanecer en el Este. A medida que pasaba el tiempo estas constelaciones se harían visibles más tiempo antes de que saliera el Sol hasta que, en unos tres meses, el objeto podría ser visible hacia la medianoche en el Sur en lugar del Este. Con lo cual el objeto sería visto por los Reyes Magos en el Este (como dice el evangelio de San Mateo), y luego señalaría la posición de Belén desde Jerusalén. Por otra parte, David Hughes piensa que la traducción desde el griego original del evangelio de San Mateo tiene un error debido a una diferencia muy sutil de las palabras y por tanto, en lugar de leerse en el Este ha de leerse en la primera luz del alba. Dato que refuerza ésta hipótesis. Así pues según estos investigadores la estrella de Belén debía ser una nova que aconteció en el año 5 a.C. y que fue visible entre las constelaciones del Águila y Capricornio. En cuanto al tiempo de visibilidad de la estrella, recordemos que los chinos anotaron que fue visible durante más de 70 días. Si los Reyes Magos salieron de Babilonia (a unos 900 km) les daría tiempo suficiente para llegar a Belén, pero ¿y si vinieran de Persia? El investigador Kukarkin mantiene que la nova no pudo verse durante más tiempo en China porque el monzón chino habría impuesto unas duras condiciones meteorológicas durante varias semanas. Fuera de la zona china la estrella podría haber sido visible durante más días de manera que si los magos hubieran iniciado el viaje en Persia también les habría dado tiempo a llegar.
Otra posibilidad radica en que haya sido un planeta. Si alguna vez miramos al cielo en una noche más o menos clara podremos ver una gran cantidad de estrellas. Si nos fijamos con atención existirán algunas que no tienen el titileo propio de las estrellas: y es que no lo son, se trata de planetas. No nos debe sorprender su gran brillo pues los planetas visibles a simple vista reflejan la luz que reciben del Sol desde una distancia relativamente corta a escala astronómica. Dos planetas son especialmente brillantes: Venus y Júpiter. A veces se ha asociado a la Estrella con Venus, pero resulta difícil de creer que los Magos, astrólogos de larga experiencia, se sorprendiesen por la situación o el aspecto de cualquiera de los planetas pues éstos presentan un comportamiento perfectamente regular. La hipótesis que ofrece más posibilidades es la de una conjunción planetaria. La agrupación de dos o más planetas en una pequeña región del cielo puede ofrecer un aspecto espectacular y perdurar un periodo de tiempo suficientemente prolongado, lo que podría corresponderse con el fenómeno de la Estrella. El primero en proponer que la Estrella de Belén era en realidad una conjunción planetaria fue el astrónomo alemán Johannes Kepler. En 1604, Kepler observó una supernova en la constelación de Ofíuco que le dejó perplejo. Sugirió que una estrella similar a la que él había observado podría haber sido lo que anunciara el nacimiento de Jesús. Además, meses atrás, había observado una conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno visible en la constelación de Piscis. Erróneamente, pensó que ambos acontecimientos (conjunción y supernova) debían estar relacionados. Pero como buen matemático que era, se dispuso a calcular las conjunciones planetarias que habían podido observarse en los tiempos próximos a la Natividad. Así, encontró una particularmente interesante: en el año 7 a.C. Júpiter y Saturno tuvieron un acercamiento aparente en el cielo muy destacado y también lo hicieron en la constelación de Piscis. En esa ocasión Saturno y Júpiter se acercaron y alejaron mutuamente hasta tres veces (conjunción triple) durante un período de seis meses. Debió ser magnífico ver ese espectáculo. Kepler, dentro de la aureola de misticismo que le rodeó durante toda su vida, creía en la Astrología (algo que en su edad madura le causó bastantes problemas) por lo que no le resultó difícil creer que los Reyes Magos pudieron interpretar el hecho como: Un nuevo gran Rey (encarnado en la figura del planeta Júpiter) que traerá justicia (simbolizada por Saturno) está a punto de nacer entre los judíos (la constelación de Piscis está relacionada con los acontecimientos bíblicos de la separación de las aguas del Mar Rojo que hizo Moisés así como de su rescate de las aguas; de ahí su relación con su pueblo natal).
Evidentemente es una interpretación realizada con argumentos astrológicos, o sea, sin base científica sostenible, pero no debemos olvidar que tanto en tiempos de Kepler como en los de la Natividad, lamentablemente la creencia en la Astrología era mayoritaria y la observación de una conjunción como la del año 7 a.C. indudablemente daría qué pensar a los vigilantes del cielo. De hecho también les tuvo que causar quebraderos de cabeza a los babilonios, pues se han encontrado en Sippar, Irak, unos textos babilonios escritos sobre unas tablas de arcilla en las que se puede leer la especial atención que le dedicaron a ésta característica conjunción planetaria. Con estos datos en la mano, otros investigadores del hecho como Stauffe y David Hughes reincidieron a partir de mediados de éste siglo en ésta misma hipótesis. Tales conjunciones ocurren con relativa frecuencia y es posible localizar algunas en la época que nos interesa. Por ejemplo, los dos planetas de mayor brillo aparente, Venus y Júpiter, estuvieron en conjunción en agosto del 3 a.C. y en junio del 2 a.C., en la constelación de Leo, cerca de la estrella Régulo, que también es muy brillante. Roger Sinnot, uno de los articulistas más destacados de la revista astronómica americana Sky Telescope, propuso en 1968 que la conjunción del año 2 a.C. fue la Estrella de Belén, basándose en el hecho de que el acercamiento de ambos planetas fue tan próximo, que resultaría imposible distinguirlos a simple vista, por lo que parecerían un único punto de luz brillantísimo. Además, Sinnot se basa en que esta conjunción pudo verse durante buena parte de la noche y que fue visible en la constelación de Leo y cerca de su estrella más brillante Régulo, lo que se relacionaba con los comentarios proféticos de la venida del Mesías. Más cerca del nacimiento de Jesús, podemos citar la conjunción de Júpiter con Saturno en el 7 a.C. y otra de estos dos planetas gigantes con Marte hacia el 5 a.C., todas ellas en Piscis. También sucedió una doble ocultación de Júpiter por la Luna en el 6 a.C. Otras hipótesis un poco menos probables apuntan a hablar de una lluvia de estrellas fugaces (caso en que el relato de San mateo hubiese sido bien distinto), una combinación o sucesión de acontecimientos astronómicos sucedidos durante dos años (lo incluiría la conjunción planetaria, el paso de algún cometa u otro evento) o algún evento astronómico desconocido por el hombre. Es indudable que aún no hay nada claro acerca de la naturaleza de la estrella de Belén. Distintos investigadores poseen distintas hipótesis acerca de ella pero no hay aún unanimidad sobre el fenómeno que guió a los Reyes Magos a Belén. Algunas hipótesis son descartables casi de inmediato y otras tienen buen aspecto. Cada uno puede quedarse con la que prefiera; pero el hecho cierto y que cambio nuestro mundo para siempre es que esta estrella, fue una luz que anuncio a otra luz, ya que precedió la llegada de nuestro señor Jesucristo, el rey de reyes.
Aportado por Gerardo A. González Escobedo
(La Catedral Vieja de Lérida) PUERTAS DE LOS PIES DEL EMPLO Data de finales del S. SXIII constituían la entrada principal del templo, la central junto con las dos laterales, quedando anuladas al construirse delante el claustro. La central tiene un cuerpo que sobresale del muro de la fachada es importante su decoración de las arquivoltas, los capiteles tiene mucho volumen en su escultura con motivos vegetales, escudos y guerreros. Las laterales son más pequeñas y más sencilla la escultura de las arquivoltas. En las ménsulas e las cornisas con dos cabezas de monstruos con su boca abierta en actitud burlesca. PUERTA DE LOS APÓSTOLES Situada en la fachada oeste, se accede exteriormente al claustro, data de los S. XIV y XV contempla un gótico francés como la catedral de Chartres. Empezada por el maestro de pobras Bartomeu Robió existiendo un proyecto de Guillem Seguer de mediados del S. XIV, la constituye una gran portalada con arquivoltas apuntadas muy decoradas que sostienen los pilares de la iconografía de los Apóstoles. En el maniel de la puerta está colocada la imagen de la Virgen María (Mare de Deu de Blau) y en el tímpano un pasaje bíblico del Juicio Final, fueron esculpidos por Jordi Sanfont ayudado por su discípulo Bertran de la Borda. CLAUSTRO El claustro está emplazado de forma anómala delante de la fachada principal de la catedral. Su acceso es por las puertas interiores de las naves de la catedral o por la puerta de los Apóstoles. Ligeramente trapezoidal con cuatro galerías de cuarenta y ocho metros de largo de promedio y 8,77 de ancho, destacan sus excepcionales dimensiones, siendo uno de los mayores claustros de Europa, la construcción se inició a finales del S. XIII por el maestro de obras Guillem d´Enill, correspondiendo el ala este a esta época, un factor original del claustro es la situación de la galería meridional que es un magnífico mirador sobre la ciudad.
Las galerías son de cinco tramos con 17 arcos ojivales de tracería desiguales, sostenidas por columnas con capiteles decorados con elementos vegetales mezclados con otros con representaciones animales y figuras humanas, destacan escenas de vendimia, animales en pelea, escenas de la Anunciación, David luchando con un león y escena de la Crucifixión. El obispo Jaume Sitjó en 1343 siendo maestro de obras Pere Piquer, ordenó la distribución de las sepulturas del claustro: La galería que corresponde a los pies de la iglesia ser reserva a los canónigos de la ciudad y a los miembros más importantes de la nobleza y a los ciudadanos ―honrados‖ de la ciudad. La galería norte se destina a los canónigos forasteros y para los miembros destacados de las artes o de las leyes y medicina. Junto a la galería norte se encontraban las dependencias de la antigua canónica, la Sala Capitulas realizada por Lope de Arrue en 1549 y la Capilla de Santa María la Antigua del años 1559/1562 de Jeroni Xanxo. La Pía Almoina se encuentra dentro de estas dependencias con el refectorio, sus pinturas murales románicas se encuentran el Museo Diocesano de Lérida, estas pinturas están datadas desde el año 1300 hasta mediados del S. XIV. CAMPANARIO Situado el sudoeste del claustro, iniciado en el S. XIV por el maestro de obras Guillem Solivella y terminado en el S. XV. Consta de planta octogonal con dos cuerpos de diámetro diferente, uno de doce metros y otro de nueve, el primero con cuatro plantas con ventanales formados por columnas. En la última planta está coronado por pináculos y arbotantes góticos y gárgolas, esta parte del campanario fue realizado por el maestre Carlí a comienzos del S. XV. Con una escalera de caracol de 238 escalones que llega a lo alto de la torre de 60 metros.
(Fotografías originales) Por Jaume Mestres i Capitán
Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios ―muy curiosos‖ asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae. El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V. Adopción de la fecha de Navidad como 25 de diciembre En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes. En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
El nacimiento de Jesús Lucas 2 En aquel tiempo Augusto César (Octavio) ordenó un censo para ser realizado a toda la gente y para esto era requerido que todos fueran a la ciudad o al pueblo de sus propias familias, para registrar las contribuciones impuestas por los romanos. José, siendo de la casa y linaje de David tenía que ir desde Nazareth en Galilea a Belén en Judea, cerca de 6 millas de Jerusalén. Caía la tarde cuando llegaron y no había habitación para ellos en la posada. José fue y encontró un lugar en un establo, una cueva en la ladera de la montaña. En ese tiempo, las viviendas y los establos estaban a menudo situados en cuevas en conexión unas con otras. Era cerca del ocaso cuando entraron a la cueva. Se dice que José fue a buscar una partera y encontró a una mujer mayor, hebrea, que era de Jerusalén. Ellos estuvieron en la cueva después del ocaso. Cuando entraron, vieron que el lugar estaba lleno de luz. Era tan intensa que no podían ver, era más brillante que el Sol. Jesús nació cerca de la medianoche. Durante todo el alumbramiento el lugar estaba lleno de incandescente luz. Luego decreció y pudieron ver a María con el niño en sus brazos lactando. La partera estaba muy agradecida por tener el privilegio de ser testigo. Dio alabanzas y gracias, y fue curada de una larga enfermedad al tocar al niño. Esto muestra cómo la acción del Cristo, del cual Jesús era un foco, comenzaba entonces y actuaba antes de que viniera la acción consciente a través del cuerpo físico. Se puede actuar a tiempo sin la dirección externa de la persona ni teniendo el entendimiento ni aún el conocimiento de eso. En el momento del nacimiento de Jesús, un Ángel apareció a los pastores que atendían sus rebaños en los campos que estaban alrededor. El ángel les dijo que en Belén, el pueblo de David, había nacido un Salvador, quien era el Cristo, y que ellos encontrarían al niño yaciendo en una cuna. Luego apareció con el Ángel una multitud de seres cantando sus alabanzas. ―Gloria a Dios en las Alturas, y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad‖. A ese coro, los pastores escucharon cantar alegres Hosannas de ―Paz en la tierra, a los hombres de Buena Voluntad‖ Era realmente la celebración del ―Festival de la Victoria del Cristo‖, que había sido celebrada por muchas edades en los más elevados ámbitos por Aquellos Quienes habían logrado su liberación a través del esfuerzo individual. Era la radiación de Su alegría la que fue comunicada a los pastores por los Coros Angélicos. Por eso los coros que los pastores escucharon, no eran realmente por el nacimiento de Jesús, ya que la concepción habría sido estimada para que su nacimiento coincidiera con este regocijo anual en los niveles internos. Mientras uno comprende más y más el significado espiritual de la Navidad, la experiencia en la conciencia de la propia unidad con Dios Padre, será hecha manifiesta.‖Padre‖ significa el Creador de uno. Cuando los Ángeles se fueron, los pastores viajaron a Belén para verlo. Encontraron a María, a José, y al bebé en la cuna. La cueva parecía un templo para ellos, por la descarga de radiación hecha por la presencia de los Seres Divinos. Después de haber visto el niño, ellos entendieron que el Ángel les había hablado refiriéndose a Él. Todo esto, fue manifestación de Dios. Apareció la estrella y fue vista sobre el establo, no solo por los pastores, sino también por otros en la posada. Vieron su brillante luz, y sintieron las vibraciones, que les generó un sentimiento de asombro. Esta Estrella era del propio Ser Divino de Jesús, esto es, una radiación, una manifestación de Su Cristo Propio.
Es la misma Estrella que los Reyes Magos vieron en sus países, y la cual siguieron a donde el niño Cristo habría nacido. El fue llamado Jesús, como el Arcángel Gabriel lo había dicho. De acuerdo a las costumbres judías, después del nacimiento de un hijo, la madre tenía que estar aislada por cuarenta días, y por ese periodo no podía ser admitida en el templo ni tomar parte en ninguna de las actividades. Cuarenta días después del nacimiento, lo llevaron al templo en Jerusalén para realizar los rituales acostumbrados, de acuerdo a la Ley de Moisés, y Jesús fue consagrado. Mientras ellos estaban allí, un sacerdote llamado Simeón de Jerusalén, también vino al templo. Había sido enviado al lugar por consejo Divino para ver al niño Jesús. Simeón, en su juventud, había rezado para ver al Mesías, y le había sido revelado que Jesús lo sería. Cuando María vino muy feliz sosteniendo a Jesús en sus brazos, Simeón los vio dentro de un pilar de Luz, con Ángeles guardianes alrededor de ellos. Esto lo alegró enormemente ya que era la culminación de su búsqueda. El reconoció al Niño Jesús como el Cristo, el Ser que el estaba buscando, y pidió en ellos las bendiciones de Dios. Después de esto entonces el vio que ya estaba listo para partir de este mundo en paz. En el templo, una respetada profetiza llamada Ana, también reconoció quien era el niño realmente. Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino. Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Ecuador, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, y Venezuela). Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros. Algunas tradiciones de la Navidad, en particular las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).
Prohibición de la celebración de la Navidad Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las celebraciones navideñas, utilizando argumentos puritanos. En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desgracia en los Estados Unidos después de la Revolución, porque se consideraba una costumbre inglesa. En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar. La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación. En la actualidad, los Testigos de Jehová no celebran la Navidad, por considerarla una festividad pagana, ya que su celebración no aparece prescrita en la Biblia. Además, rechazan que el 25 de diciembre sea la verdadera fecha del nacimiento de Cristo. Fiestas no cristianas del 25 de diciembre La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por esta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de esta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo. Por FLP
INSTALACIONES TEMPLARIAS EN EL CINCA-SEGRE-EBRO La presencia Templaría en el espacio geográfico del Cinca, la Ribera del Segre y la Ribera del Ebro, con sus castillos, encomiendas, sub-encomiendas o Preceptorías, podría subclasificarse de la siguiente forma, según nuestros apuntes. Dejamos de lado las fundaciones primitivas al sur de Francia, Cataluña Norte y las casas al norte de Monzón en Aragón. En primer lugar debemos tener presente que todas ellas fueron incluidas inicialmente en una sola provincia llamada: ―Provenza y Aragón-Cataluña‖. Para nuestro propósito, dividiremos la presencia Templaría en el Cinca en tres espacios geográficos: Monzón (con encomienda en Monzón), Litera (con encomienda en Belver de Cinca), y La Ribera Cinca-Segre (con encomienda en Chalamera cuando se segregue de Gardeny.) Para el Segre, las numerosísimas casas de la Ribera del Segre o Bajo Segre (con centro en Gardeny), y para el río Ebro, las instaladas en la Ribera del Ebro (con centro en Miravet). Según nuestro amigo Ramón Román –en datos impresos en la Guía del Bajo Cinca- el castillo Templario de Monzón llegó a controlar no solo su demarcación, sino la de toda la Ribera del Cinca, desde Estada a Massalcoreig, incluida La Litera y lugares del Segrià. Mientras que para el investigador Francisco Castillón Cortada afirma que Monzón tuvo influencia sobre un territorio en el que podían contabilizarse 28 iglesias pertenecientes a la diócesis de Lleida. Creemos que lejos de ser una contradicción, nos informa que Monzón modificó su influencia, especialmente al desvincularse las encomiendas de Gardeny y agregarse Chalamera-Belver. Las donaciones de Monzón databan de 1143 con el conde Ramón Berenguer IV como compensación al testamento de Alfonso el Batallador, a cambio de renunciar a la corona de Aragón que les dejó el monarca aragonés en su extraño testamento. Sabemos también que desde la toma de las montañas de Prades, en 1153, los Templarios recibieron todos los castillos comprendidos desde Mequinenza, a Miravet. Un privilegio del mismo conde catalán les hacía meced de los castillos de Mirabete (Miravet) junto con Algars, Batea, Corbera, Gandesa, Piniel y Rasquera. Les concedía, además, un heredamiento en cada uno de los pueblos situados entre Mequinenza y Miravet, en recompensa de la quinta parte de las conquistas que en otro tiempo había prometido a la orden. (AHN, Ordenes militares, códices, 597-B, fol. 168; agosto de 1153). Nos resulta agradable comprobar como algunos repobladores de estas tierras tarraconenses se hizo con la participación de habitantes procedentes de Fraga –conquistada desde 1149- como demuestra la presencia de ese topónimo en dicha zona. Por cierto, la propiedad más amplia de los Templarios en Fraga consistió en una extensa faja de secano entre Fraga y Torrente de Cinca, donde estaba ubicada la Almunia sarracena que pasará a llamarse la Almunia o torre dels Fraris, de la cual se conserva la torre. De inmediato, en 1154, los Templarios tuvieron que pactar con el obispo de Lleida, Guillermo Pérez de Ravidats, el cobro del impuesto conocido como décima, que ambos reclamaban como propio en lugares como: Remolins, Gardeny o Monzón, incluyendo los centros de Chalamera y Ballobar.
<<<(La Almunia o torre dels Fraris, en Fraga) Recordemos que la décima o los diezmos consistían en el pago de la décima parte de los frutos anuales de los hombres de su jurisdicción que se utilizaban básicamente para el reparo y sostenimiento de las iglesias. Otro derecho del clero fue el de la primicia, cargado sobre los primeros frutos del campo o de las nuevas crías de ganado. Al final del siglo XII, las propiedades Templarías eran tan amplias que fue forzoso de nuevo pactar la delimitación de jurisdicciones entre dicho frailes-caballeros y el obispo de Lleida. En ese sentido, es significativa la “Concordia entre los templarios y el obispo de Lérida, Gombaldo, sobre Monzón y Fraga, y otras iglesias”. Concordia conservada en la Catedral de Lleida en el Llibre Verd, folios 54v-55, del año 1199. Los lugares que tuvieron presencia Templaría –además de otros más primitivos como: Alcorn, Borjelaref, Ald veil Sharif, son los siguientes. Cinca-Monzón: Ariéstolas, Barbastro, Castejón Ceboller (Castejón del Puente), Castelflorite, Cascaillén (junto a Caltelflorite), Cofita, Estiche, La Almunia de Doña Altabella, Loreto, Monzón, Mongay, Pomar de Cinca, Pueyo de Moros (actual Pueyo de Santa Cruz), Santaliestra, Larroya (en Santalecina), San Juan Crespán (en Fonz), Sena y Sijena, Cinca-Litera: Alfages, la Almunia de Binéfar, Almunia de San Juan, Alfántega, Belver de Cinca (con la fusión de Filcena y Orsuyera), Binahut (actual Castejón del Puente), Binaced, Binéfar, Casa Novas (en Binaced), Calavera (en Belver), Conill, Espartera, La Mozola, Las pueblas de Malmazat (la antigua Mendiculeia romana), Monesma, Moriella, Peris, Pla de la Font, Ripoll, San Esteban de Litera, Serralada, Torreferera, Torregrosa, Valcarca, Valonga, Vencillón, Ventafarinas, Vinazmet (Bin Famet, o Abin Ahamet, hoy convertido en el topónimo Vincamet, de la que dimos noticia en esta revista y que menciona el Llibre Verd de la catedral de Lleida en el documento 275.) Cinca-Ribera: Albalate de Cinca, Alcolea de Cinca, Almudáfar, Ballobar (la antigua Vallobar), Chalamera, Fraga, Massalcoreig, Ontiñena, Osso de Cinca, Torre Cornelios, Velilla de Cinca y Zaidín. Segre-Ribera: Adamús, Aitona, Alcarrás, Alfarrás, Almenar, Alguayre, Andani (Adar?), Aguilella, Avinganya, Artesa, Avinavita, Algorfá, Barberá (1168), Belianes, Burzénit, Carratalá, Castell de Mor, Castellfavib, Cervera, Corbins (1167), Gardeny (1156), Gebut, Lleida, Malpartit, Merlet, L’Estall, Les Penelles, Palau d’Anglesola, Remolins, Rosselló, Escarp, Serós, Sidamón, Soses, Torrefarrera, Torrelameu, Torres de Segre (1153), Termens, y Utxesa. (Sobre Torres de Segre y Termens el Archivo de la Corona de Aragón consta información en el registro 101, folios 28 y 24v, respectivamente, del mes de abril de 1295). Ebro-Ribera: Algars, Ascó (1181), Batea, Caspe, Corbera, Espluga, Fatarella, Flix, Gandesa, Guadalob, Horta (1194), Mequinensa, Miravet (1153), Nonasp, Orrios, Pinell, Prat, Rasquera, Ribarrotja, Torres, Tortosa (1148), Vallcorna, Villalba. Es decir, el número de Preceptorías en esta zona es amplísimo. Creemos que eso nos habla de la riqueza de estas riberas en los siglos XII al XIV, pero sobre todo de la influencia de la Orden Templaría en las explotaciones agrícolas o en la ingeniería agrícola (acequias, molinos). Recogemos un total de 120 instalaciones Templarías, repartidas de la siguiente manera: en Monzón 18, en la Litera 28, en la Bajo Cinca 12, en la Bajo Segre 29 y en la Ribera del Ebro 23.
<<< Saturnalia Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta. Alegoría de Cristo en forma del dios solar Helios o Sol Invicto Conduciendo su carroza. Mosaico del siglo III d. C. de las grutas vaticanas en la Basílica de San Pedro en el techo de la tumba del Papa Julio I. >>>>>>> Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa. Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas." Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.
<<<< Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma. Cálculo de la fecha de Navidad según los Evangelios Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno. Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año. Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los rollos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío). Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmo que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre. Celebración litúrgica en la Iglesia Católica Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo). Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban, protomártir (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero aunque en algunas diócesis se traslade al Segundo Domingo después de Navidad, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente a Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad. En las Iglesias Ortodoxas Las Iglesias Orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aún usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía. Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre. Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo, la Navidad se celebra dos veces. Pues la Basílica de la Natividad es administrada por la Iglesia Católica que celebra Navidad el 25 de diciembre; y la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero. En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata. En el Protestantismo Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del Catolicismo, la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica. La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo. Así también muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la Iglesia Católica o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús.
<<<< Dedek Mraz (Eslovenia) Personajes míticos de la Navidad Es frecuente en algunas regiones o países la tradición de que algún personaje o personajes, visite a los niños para dejarles regalos bajo el árbol de Navidad. Los más conocidos son: Carbonilla es el encargado de dar carbón en vez de un regalo a los niños que se portaron mal. Para algunos es acompañante de los Reyes Magos, y para otros, de Santa Claus. Los Duendes navideños de la mitología popular navideña. <<<< Olentzero, Esteru o Alpalpador Olentzero en el País Vasco, el Esteru en Cantabria o el Apalpador en Galicia, son personajes del pueblo, persona rustica, rural, con el típico ropaje de la zona y con su boina incluida, que se encarga de repartir los regalos en Navidad. Así como el Tío de Nadal en Cataluña. Los Reyes Magos en España, Portugal y gran parte de Latinoamérica son los encargados de darles regalos a los niños el 6 de enero, en representación de los regalos llevados a Jesús en su nacimiento (Fiesta de la Epifanía). <<<< La Befana (Italia) Santa Claus o Papá Noel en EE.UU. y el Norte de Europa, aunque la expansión comercial de Estados Unidos, ha convertido a Santa Claus en el personaje central de la Navidad en todo el mundo, y ha desplazado el sentido religioso de esta fiesta por el sentido más comercial actual. En Eslovenia es el Dedek Mraz. Y en Italia es La Befana, una simpática bruja que reparte los regalos navideños montada sobre su escoba. El Niño Jesús o Niño Dios en Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Venezuela y en México en especial en zonas rurales. El Niño Jesús también en la República Checa (Ježíšek), Eslovaquia (Ježiško), Alemania, Austria y Suiza (Christkind o Kristkindl). En Argentina más conocido y famoso Santa Claus o Papá Noel y también El Niño Dios.
Por FLP
―El Cuarto Rey Mago‖ Una antigua leyenda danesa explica como los Magos, después de llegar al establo, ofrecieron sus dones al Niño, que estaba en brazos de su Madre. Con todo ninguno de sus obsequios despertó su sonrisa infantil. La Virgen aceptó el incienso, que ardía tal como ella lo había visto consumirse en el Templo de Jerusalen. Guardó la mirra sobre su corazón, lleno de lágrimas en sus ojos maternales. Pero el Niño no extendió sus manitas al oro reluciente. El humo del incienso le produjo un exceso de tos. Ni se fijó en la mirra; pendiente tan solo del llanto de Su Madre, las mejillas de la cual acarició hasta secarlas a fuerza de besos. Los tres Magos se volvieron a su país con el convencimiento de que sus dones no habían estado apreciados según su valor y merito. Cuando ya había desaparecido la caravana de los Magos, entonces apareció por el horizonte el cuarto Mago. Su patria era el país bañado por el Golfo Pérsico. De allí procedían las tres grandes perlas destinadas al Rey, recién nacido en Belén, la estrella de cual él también había descubierto sobre los rosales de Shiraz. Tan pronto como descubrió la estrella dejó todas las cosas y se puso en camino. Cogió las tres perlas, como huevos de paloma, y decidió seguir la estrella brillante. Vio el lugar indicado por la estrella....pero llegó tarde. Los otros tres reyes ya se habían marchado. Y más llegaba con las manos vacías....ya no tenía las perlas. Entró tembloroso al establo. San José removía la paja de la cuna y el Niño Jesús descansaba en brazos de su madre. Ella lo balanceaba dulcemente cantando, bien bajito, una ―nana‖ como las que se oyen cantar, por la noche, al pasar por las calles de Belén. Lentamente avanzó el rey de Persia y dominado por la emoción comenzó a hablar. -Señor perdonadme que llegue después de los otros Magos, los dones de los cuales ya habéis recibido. También yo quería acompañarles y traeros una ofrenda para Vós: tres perlas preciosas, tan grandes como huevos de paloma; tres perlas autenticas del mar Pérsico.
Ya no las tengo, he venido separado de los otros reyes; un día me paré en un hostal para pasar la noche. Cuando entré en el portal, vi un anciano que, tirado en el suelo, temblaba de fiebre. Nadie no sabía quien era ni donde iba. Su bolsa estaba vacía y no tenía dinero para pagar el médico ni las medicinas.....Al día siguiente, lo tirarían a la calle, si es que aún vivía. ¡Pobre hombre! Era un hombre muy anciano, rubio y muy delgado, con una barba rizada; me recordaba a mi padre. ¡Señor, perdonadme! Saqué una perla y se la di al hostelero para que le atendiese convenientemente. Al día siguiente me fui. Fustigué mi caballo todo lo que pude para alcanzar a mis tres compañeros. Sus dromedarios caminaban lentamente y yo tenía la esperanza de alcanzarlos. El camino seguía por un valle lleno de grandes rocas que se levantaban entre los árboles. De pronto oí unos gritos, que me pusieron la piel de gallina. Salté del caballo y fui corriendo hacia el lugar de donde provenían los gritos y me encontré con una chica muy bonita que luchaba para deshacerse de un grupo de hombres cuyo líder era un sujeto que iba bien vestido. Me enteré que el padre de la chica debía una fuerte cantidad de dinero al líder de aquellos esbirros, y al no tener con que pagar, intentaban vender a la chica como esclava. Entonces, Señor, perdonadme otra vez, saqué la segunda perla y la di para salvar aquella chica. Ella me besó en las manos, llena de alegría y agradecimiento y desapareció entre las montañas. Ya solo me quedaba más que una perla y la acariciaba pensando en Vos. Esa misma tarde la pondría a vuestros pies, Señor. Después al mediodía llegué a un pueblecito que, los soldados de Herodes habían incendiado. Me acerqué y vi que los soldados estaban cumpliendo las órdenes de su rey, matando a todos los niños más pequeños de dos años. Cerca de una casa quemada, un soldado cogía a un niño por la pierna y se disponía a matarlo, mientras su madre intentaba, desesperada, arrebatárselo de las manos. ¡Perdonadme, Señor!, la última perla que me quedaba se la di al soldado para que dejase el hijo de esa pobre madre. De esta forma se salvó de la muerte. Por eso, Señor, me presento delante de Vos con las manos vacías. En el recinto hubo un gran silencio cuando el rey acabó su confesión. Durante unos instantes, se quedó con la frente tocando el suelo, finalmente se atrevió a levantar los ojos. San José había acabado de remover la paja de la cuna. Maria miró a su hijo en su regazo. ¿Dormía? No. El Niño Jesús no dormía. Lentamente, se volvió hacia el rey de Persia. Su rostro radiante se iluminó aún más y sus manitas se extendieron hacia las manos vacías del rey. Y el Niño Jesús sonrió. Por Albert Coll Vilá
Navidad, ĂŠpoca en la que nos invaden Los buenos sentimientos. Hagamos que estos sean el camino a seguir Durante el resto de nuestras vidas.
Nuestros agradecimientos y felicitaciones a todos los hermanos de la Orden y a todos los colaboradores que han contribuido de una manera u otra a que hoy sigamos aquĂ y podamos enviaros este mensaje de Paz y Amor para estas fiestas.
La RedacciĂłn
Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salom贸n (Orden Cat贸lica del Temple) Maestrazgo Templario Cat贸lico Internacional