Templarios de Cristo

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REVISTA Nº 032 – ENE. 2012

“ORDEN CATÓLICA DEL TEMPLE”

ANNO TEMPLI DCCCXCIV


Sumario:         

PORTADA PERSONAJES DE LAS CRUZADAS. (Reyes de Jerusalén-). MARAVILLAS DE AMÉRICA DEL SUR. Argentina, (El Valle de la Luna). 2012 EL AÑO DE LA PROFECIA MAYA. EL ARCA DE LA ALIANZA. CRONISTAS DE LAS CRUZADAS. (Guillermo de Tiro). EL RINCÓN DE JOAQUÍN SALLERAS LEYENDAS, MITOS Y TRADICIONES POPULARES. (El Cantar de Roldán). CONTRAPORTADA.

Editorial: 

Federico Leiva i Paredes. Editor.

Colaboradores:    

Gerardo Arturo González Escobedo. Joaquín Salleras Clarió (Historiador de Fraga). Albert Coll Vilá. Fredy H. Wompner G.

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EDITA: OCET (Orden Católica del Temple).


Reyes de Jerusalén (Balduino III – Amalrico I) Balduino III (1130 – 10 de febrero de 1162) fue rey de Jerusalén de 1143 a 1162. Era el hijo mayor de Melisenda y Fulco de Jerusalén, y nieto de Balduino II de Jerusalén. Baudouin-Balduino tenía 13 años cuando murió su padre Fulco, y el reino pasó a su madre Melisenda, hija de Balduino II. Con una mujer y un niño en el trono de Jerusalén, la situación política no era fácil: los principados cruzados del norte tendían a marcar su independencia, y no había rey para dirigir el ejército. Zengi, en el norte de Siria amenazaba desde Mosul y Alepo, y buscaba añadir Damasco a sus territorios. En 1144, tomó Edesa, un shock que daría lugar a la convocatoria de la Segunda Cruzada. Esta cruzada tardó en llegar a Jerusalén, y mientras tanto, Zengi fue asesinado (1146) y sucedido por su hijo Nur al-Din, que tenía las mismas intenciones sobre Damasco. Jerusalén se alió con Damasco para su mutua protección, aunque luego los damascenos se aliaron en contra de Jerusalén. Segunda Cruzada En 1148 llegó la cruzada, liderada por Luis VII de Francia, su mujer Leonor de Aquitania y Conrado III. La consiguiente reunión de cruzados decidió atacar Damasco, que fue un fracaso y la ciudad cayó en manos de Nur al-Din. En 1149 los cruzados volvieron a Europa, dejando un reino más debilitado, lo que aprovechó Nur al-Din para invadir el Principado de Antioquía. Balduino acudió en su ayuda para hacerse con la regencia del principado. También perdió el último resto del condado de Edesa a favor del emperador bizantino Manuel I Comneno en 1150. En 1152 hacía siete años que Balduino había alcanzado la mayoría de edad, y pidió mayores poderes. Desde 1150 se había ido separando de su madre, y Balduino culpó a Manases de esto. En 1152 pidió al patriarca una segunda coronación en solitario, que le fue denegada. Acordó con su madre dirimir sus diferencias en la Haute Cour; la cual decidió dividir el reino en dos unidades administrativas: el norte (Galilea) con Acre y Tiro para Balduino, y el sur, más rico (Judea y Samaria) para Melisenda, con Nablus y la propia Jerusalén. La solución no gustó a ninguno de los dos, y a las pocas semanas Balduino invadió el sur. Melisenda con su hijo menor Amalrico y otros buscaron refugio en la torre de David. La mediación de la Iglesia entre madre e hijo supuso la concesión de la ciudad de Nablus y sus tierras a Melisenda de por vida, y el juramento solemne de Balduino de mantener la paz. Melisenda había "perdido" la guerra civil con su hijo, pero mantuvo gran influencia y evitó ser recluida en un convento de por vida.


Durante la guerra civil, Nur al-Din consolidó su poder en Damasco. Con Siria unida bajo un solo poder, Jerusalén sólo podía mirar hacia el sur, hacia Egipto, si quería expandirse. Egipto también estaba debilitado por las guerras civiles. Hacia 1150 Balduino reforzó Gaza ante la presión egipcia desde Ascalón, y en 1153 logró tomar la propia Ascalón. Un año antes también había derrotado un intento de invasión de los ortóquidas. En 1156 se vio obligado a firmar un tratado con Nur al-Din; pero en el invierno de 1157-1158, dirigió una expedición contra Siria, aunque tuvo que retirarse por una disputa interna de los cruzados. Aun así, pudo hacerse con Harim, un antiguo territorio de Antioquía, y en 1158 derrotó al propio Nur al-Din. Alianza bizantina. La modesta recuperación de Balduino le confirió prestigio suficiente para buscar esposa en el Imperio bizantino. En 1157 negoció con el emperador Manuel I y se decidió su matrimonio con Teodora Comnena, sobrina del emperador. La alianza era más favorable para Bizancio que para Jerusalén, pues Balduino tuvo que reconocer la soberanía bizantina sobre Antioquía. Las relaciones entre Jerusalén y Bizancio mejoraron y en 1159 Balduino conoció a Manuel en Antioquía. Se hicieron amigos y Manuel, adoptando las costumbres y ropajes occidentales participó en un torneo contra Balduino. A finales de ese año, Balduino pasó a ser regente de Antioquía de nuevo (pues Reinaldo de Châtillon había sido capturado en batalla), pero esto ofendió a Manuel, que consideraba Antioquía territorio imperial. El emperador reforzó sus lazos con el principado en 1160 al casarse con María de Antioquía, prima de Balduino. Muerte, La reina Melisenda murió en 1161 y Balduino en Beirut al año siguiente. Según ciertos rumores, había sido envenenado en Antioquía por su médico, un sirio ortodoxo. Teodora, la reina viuda sólo tenía 16 años y ningún hijo. A Balduino le sucedió su hermano Amalrico I. Guillermo de Tiro, que le conoció personalmente, da la siguiente descripción del rey: "…Era más alto que la media, pero sus extremidades estaban tan bien proporcionadas a su altura que en nada se salía de la armonía. Sus rasgos eran refinados, su piel florida, prueba de su fuerza innata... Sus ojos, de tamaño medio, eran prominentes y tenían brillo. El pelo era liso y rubio, y tenía barba. Era amplio de cuerpo, aunque no se podía decir que estuviese entrado en carnes, como su hermano, o que fuese demasiado delgado, como su madre..." Recibió una magnífica educación, hablaba bien y era muy inteligente. Dedicaba mucho tiempo a la lectura de obras de historia y tenía conocimientos del ius consuetudinarium del reino, que sería recopilado por juristas posteriores como Juan de Ibelín y Felipe de Novara en los "assizes de Jerusalén". Respetó la propiedad eclesiástica y no la cargó de impuestos. Fue popular y respetado por sus súbditos, y se ganó también el respeto de sus enemigos, como Nur al-Din, quien dijo a su muerte: "los francos han perdido un príncipe como no existe en el Por FLP


Argentina (El Valle de la Luna)

El Parque provincial de Ischigualasto o Valle de la Luna, está situado en el extremo norte de la provincia de San Juan, en el Departamento Valle Fértil, es un área protegida de 275.369 ha., célebre a nivel científico, ya que resguarda una importante reserva paleontológica. Es el único lugar donde puede verse totalmente al descubierto y perfectamente diferenciado todo el periodo triásico en forma completa y ordenada. Se calcula que las formaciones geológicas de este sitio tienen una antigüedad entre 180 y 230 millones de años. Ubicado a 330 km de la ciudad de San Juan y a 80 de San Agustín del Valle Fértil, el parque ofrece un extraño paisaje, donde la escasez de vegetación y la más variada gama de colores de sus suelos, más el capricho en las formas de los montes, lo hacen ser un lugar predilecto para turistas, tanto nacionales como extranjeros. Si bien es un lugar científico, se puede recorrer en forma de visita guiada en vehículos particulares acompañados por un guía del Parque, el cual realiza estaciones o paradas y explica el sitio visitado, dicha excursión dura 3 horas aproximadamente, y también se ofrece un recorridos en bicicletas. En su base está instalado un centro de interpretación, que funciona a modo de museo también y tiene un recorrido explicado donde se muestran los procesos para extraer un fósil y se explican particularidades de los mismos. Dentro del Parque se sitúa el Cerro Morado, antigua chimenea de un volcán ya extinto, a la que se puede ascender contratando a un guía en la base del parque, para obtener una vista privilegiada, el tiempo de la ascensión es de 1 h aproximadamente. El nombre de "Valle de la Luna" le fue dado por Victorino de Jesús Herrera, de la familia dueña de la gran estancia Ischigualasto, hacia 1940. Un primer reportaje fue hecho por el fotógrafo sanjuanino Rogelio Díaz Costa de Diario de Cuyo. Comenzó a ser conocido y visitado cuando en marzo de 1967 el fotógrafo Antonio Legarreta y el periodista Federico B. Kirbus publicaron un artículo ilustrado en el rotograbado de La Prensa con el título "Riqueza y belleza natural del Valle de la Luna".


Este parque provincial fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el 29 de noviembre de 2000. Ischigualasto es un nombre de origen diaguita, que significa, "Sitio en donde no existe la vida o lugar de la muerte. Ischigualasto se ubica al Sur del continente América, dentro de América del Sur, al extremo suroeste de este. Aproximadamente en el centro Oeste de Argentina, dentro de la provincia de San Juan al extremo noreste de la misma, al Norte del departamento Valle Fértil. A 330 km al Noreste de la Ciudad de San Juan, de la cual se accede a través de la Ruta Nacional 20 primero, luego por la Nacional 141, a continuación por la Provincial 510 y por último por la Nacional 150. A 80 km de Villa San Agustín, accediendo desde la misma al parque por Ruta Provincial 510 y luego por la Nacional 150. Ischigualasto, teniendo en cuenta la localización absoluta, se sitúa a 30º09'48 de latitud Sur y 67º50'35 de longitud Oeste, y a una altitud de 1395 msnm. Ischigualasto es un lugar único que ha atraído el interés de geólogos y paleontólogos desde hace casi cien años, más precisamente en la década de 1930 cuando llegan algunos geólogos a realizar estudios en el lugar misterioso del que hablaban los gauchos. En el año 1941 el geólogo argentino Joaquín Frenguilli, haciendo su relevamiento geológico en la zona de San Juan, encontró su primer fósil, un cráneo de cinodonte que fue investigado por el paleontólogo argentino Ángel Cabrera, en la universidad de La Plata, sobre cuya labor se efectuó la primera publicación en el año 1944, siendo este, el primer trabajo de la investigación a cerca de los fósiles de Ischigualasto. A partir de entonces paleontólogos han buscado en este paraje maravilloso respuestas a los eternos misterios del origen de los dinosaurios y mamíferos modernos. Un lugar mágico y a la vez hostil, de una climatología cambiante con viento, mucho sol, la falta de agua, todo se conjura para alejarnos. Siempre ha sido así para nosotros, aunque no para los numerosos animales que vivieron aquí durante el Triásico hace más de 230 millones de años. Es en el año 1958 cuando el museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, realizó un convenio con la Universidad de Harvard de Estados Unidos de Norteamérica, para realizar el estudio y clasificación de especies encontradas en este gran yacimiento paleontológico. Los responsables fueron el Dr. Del Corro, por el museo Argentino y el Dr. Alfred Romer por Harvard, quienes extrajeron aproximadamente unos cien ejemplares en perfecto estado los cuales fueron llevados a Estados Unidos para el estudio correspondiente y luego fueron devueltos a nuestro país solo una pequeña parte. Aquí se puede caminar sobre un manto de rocas que conservan los rastros, y aunque parezca extremo, el espíritu de los animales que lo habitaron hace tanto tiempo.


<<< Columna vertebral y miembro superior de Eoraptor lunensis aflorando de las rocas. Pero la magia no está solo en los dinosaurios, todo este lugar es así, nos permite vivir experiencias tan absolutas como el silencio total, la soledad total, e incluso otra realidad. Ischigualasto representa el comienzo del mundo tal y como lo conocemos, los continentes e incluso parte de la fauna que ha llegado hasta nuestros días y marca el inicio de la era de los dinosaurios, que habitaron la Tierra durante ciento cincuenta millones de años, una eternidad, si se la compara con nuestra casi efímera presencia sobre este planeta. El eje vivencial incluye al “Valle de la Luna” como producto turístico tradicional, que resalta su extraordinario paisaje incluyendo el uso iconográfico y distintivo de las geoformas. Por otra parte, también se considera la inclusión de otro sub-eje, el natural y cultural, que incluye la valoración de la flora y la fauna autóctonas protegida y todas las evidencias culturales pre y post hispánicas que se encuentran dentro de los límites del Parque y su área de amortiguación El eje ciencia – turismo revaloriza el Parque Ischigualasto como uno de los yacimientos geológicos-paleontológicos Triásicos más importantes del mundo. Este eje se divide naturalmente en sus dos aspectos más relevantes: el paleontológico y el geológico. El primero enfatiza en la importancia evolutiva, exquisita calidad, cantidad y variedad de fósiles de vertebrados que Ischigualasto ha brindado a la comunidad científica en los últimos cuarenta años. El subeje geológico pone en valor los más de 200 km² de afloramientos de rocas que constituyen una secuencia ininterrumpida única que documentan la historia geológica, biológica y climática de la tierra durante todo el período Triásico. Estas líneas de base conceptual permiten delinear acciones futuras en lo referente a servicios turísticos. El uso turístico del eje ciencia – turismo pondrá a disposición de los visitantes un Ischigualasto que normalmente ha permanecido oculto y solo al alcance de la comunidad científica interesada. Para hacer accesible al público en general más de cuarenta años de investigación científica, es que se ha montado una exhibición de casi 700 metros cubiertos en la que se cuenta la historia completa de un fósil, desde su hallazgo hasta su preparación en laboratorios especiales, aunque sobre todo se exhiben una gran variedad de los mejores fósiles colectados en Ischigualasto. El Museo

(Herrerasaurus.)>>>

La muestra del Museo de Ciencias Naturales en el Parque Ischigualasto tiene como objetivo mostrar los aspectos paleontológicos de Ischigualasto, los cuales no son mostrados al turista en su visita interna al circuito. Esta exhibición llena un gran vacío que había en ese aspecto, ya que los turistas pueden apreciar el valor paleontológico de Ischigualasto, y que es en definitiva lo que motivó a la Unesco a declarar este parque como Sitio Patrimonio de la Humanidad. En esta exhibición, se describe la tarea paleontológica como un proceso continuo desde la búsqueda de los fósiles en el campo, pasando por diferentes tareas de preparación e investigación, hasta la preparación de los montajes para ser exhibidos al público, como producto final de la larga tarea paleontológica.


Cuando se recorre la exhibición, el apasionante mundo de la paleontología envuelve al turista. En todo momento los visitantes son acompañados por un guía especializado, generalmente jóvenes estudiantes de las carreras de Geología y Biología de la Universidad Nacional de San Juan, quien los instruirá y ayudará a comprender las diferentes estaciones dentro de la muestra. Los guías contarán con sus vivencias cómo se realiza la búsqueda y extracción de un fósil en el campo, describirán también algunos procesos de laboratorio tales como preparaciones de fósiles y montajes de esqueletos en plástico. La muestra también incluye la exhibición de dos de las piezas más importantes colectadas en Ischigualasto. Una de ellas es el Eoraptor, un dinosaurio muy primitivo encontrado por el Dr. Ricardo Martínez del Museo de Ciencias Naturales en el año 1991. Y el cráneo y la garra de Herrerasaurus que es otro dinosaurio que vivió junto con Eoraptor al comienzo de lo que después se convirtió en la "Era de los Dinosaurios", ambos son los dinosaurios más antiguos del mundo conocidos hasta el momento y constituyen las joyas del Museo de Ciencias Naturales de San Juan. Dichos ejemplares están exhibidos por primera vez juntos en Ischigualasto, el mismo lugar que los albergó durante 230 millones de años. Formaciones geológicas Formaciones Talampaya y Tarjados: están presentes en el sector más occidental del Parque Ischigualasto y al este, a lo largo del Parque Talampaya en la provincia de La Rioja. Es un conjunto de rocas de color rojo parduzco. Los estratos que lo componen son principalmente areniscas (arenas cementadas) alternantes con algunos niveles conglomerádicos (arenas más gruesas con fragmentos de hasta varios centímetros) que representan los sedimentos dejados por los abanicos aluviales al bajar de los bordes de la cuenca. La edad de este grupo de estratos corresponde al Triásico Inferior y hasta el momento no han sido encontrados fósiles de ningún tipo que puedan confirmar con seguridad esta edad. Formación Chañares: está presente en la provincia de San Juan en el suroeste del Parque Ischigualasto, en contacto con las Formaciones Talampaya y Tarjados y al suroeste en el parque de Talampaya en la provincia de La Rioja. Es un paquete de rocas grises y blanquecinas, constituidas por areniscas y arcillas dejadas por los ríos que fluían el lago de Ischichuca. Las mismas son portadoras de una importante fauna de vertebrados que representan el Triásico Medio. Formación Los Rastros: aflora de norte a sur, al este de las Formaciones Chañares e Ischichuca. Esta formada por una paquete de areniscas pardas que alternan con niveles negros de arcilitas y carbón que representan los últimos vestigios del lago Ischichuca y los sedimentos dejados por los ríos que drenaban al mismo. En esta unidad se han encontrado numerosos restos de plantas, huellas de tetrápodos y una gran cantidad de invertebrados de hábitos lacustres de edad Triásico Medio.


Formación Ischichuca: está presente al noreste del parque, en contacto con el borde oriental de las Formaciones Talampaya y Tarjados. Es una unidad constituida por una sucesión de delgados niveles negros de arcilitas y areniscas finas en la que se han encontrado restos de plantas, niveles de carbón e invertebrados lacustres depositados a lo largo de la existencia del lago Ischichuca en el Triásico Medio. Formación Ischigualasto: aflora de norte a sur en contacto con el borde oriental de la Formación Los Rastros. Está constituida por un paquete de rocas grises, blanquecinas y moradas, caracterizadas por una alternancia de areniscas que constituyen los paleoríos con sedimentos finos de llanura. En esta formación han sido encontrados la mayor cantidad de fósiles de vertebrados de la cuenca de Ischigualasto, además de una copiosa colección de restos vegetales de hojas y troncos fósiles del triásico Superior.

Formación Los Colorados: esta unidad aparece en el extremo oriental del parque Ischigualasto en la provincia de San Juan, recorriendo toda la cuenca en sentido norte sur en contacto con el borde oriental de la Formación Ischigualasto. Esta constituida por un paquete de areniscas intercaladas con finos niveles de arcilitas depositadas por ríos y algunas dunas dejadas por el viento. Este paquete caracterizado por su color rojo es portador de los restos de vertebrados más jóvenes del Triásico, así como también de algunos grandes troncos.

Por Pablo A.

La Efigie


La historia de la civilización maya esta repleta de interrogantes, actualmente no se ha podido descifrar al 100% su escritura jeroglífica (conocida como glifos), pero una de las características de los mayas es que fueron grandes medidores del tiempo, no disponían de relojes, pero sus avances matemáticos y astronómicos junto a la observación de los cielos, les permitieron establecer hace siglos atrás un calendario con una exactitud casi perfecta. Los mayas eran grandes astrónomos que habían conseguido definir los ciclos de algunos planetas de nuestro sistema solar como Venus, Mercurio, Saturno, incluso definieron el ciclo del Sol. El calendario maya de la cuenta larga establece como punto de comienzo el 13 de agosto del 3114 a .C. y finaliza el 21 diciembre del 2012, un total de 5125 años, en los cuales los mayas establecen un periodo de un mundo, después de este periodo nuestro planeta Tierra y los seres humanos cambiaran radicalmente. La gran pregunta que nos hacemos es ¿qué tipo de cambio se producirá a partir del 21 de diciembre del 2012? Un grupo de personas defiende la idea de un cambio de mentalidad hacia nosotros mismos y la tierra, conectaremos con una conciencia única y comprenderemos que todo el universo es uno y que cada ser vivo forma parte de esa única entidad. Otros grupos de personas defiende que los mayas nos indicaron el momento en el cual el Sol se situará sobre el centro de nuestra galaxia, una vez el sol se encuentre colocado recibirá una gigantes onda energética del centro de la galaxia que activará el astro rey, produciendo grandes radiaciones solares a nuestro planeta, así como terremotos, cambios climáticos, la inversión de los polos, el fin del mundo. Pero como llegaron los mayas a establecer el 21 de diciembre del 2012 como el final del mundo.


ORIGEN Y EXPLICACIÓN DE LA PROFECIA MAYA Los mayas definieron un sistema numérico en base vigesimal, es decir cada 20 números se cambia la posición de un dígito, actualmente se utiliza sistema numérico decimal en base 10, a partir de este sistema vigesimal los mayas establecieron sus calendarios. Los mayas utilizaban 2 tipos de calendarios: Los calendarios de cuenta corta o calendarios anuales, que a su vez se dividen en el calendario sagrado que contiene 18 meses de 20 días cada mes, y en el calendario civil que contiene 13 meses de 20 días cada mes más 5 días que se sumaba al final del año. El calendario de cuenta larga el cual establecieron su origen el 13 de agosto del año 3144 antes de Cristo (a.C.) Los mayas pensaban que los mundos duraban 13 periodos de 400 años de 360 días cada año, un total de 1.872.000 días. Los mayas se refieren a mundos como grandes cambios que ha sufrido el planeta tierra, definiendo que actualmente estamos viviendo el Cuarto Mundo. El calendario de la cuenta larga de los mayas establece como origen de este mundo el 13 de agosto del 3114 a .C. al cual si le sumamos los 1.872.000 días que los mayas establecen como duración de un mundo, la fecha resultante es el 21 de diciembre del 2012. Los mayas establecen el fin del Quinto Sol o Cuarto mundo el 21 de diciembre del 2012. Pero esta fecha no es el final, esta fecha indica el comienzo del Quinto Mundo. Los mayas no hablan del fin del mundo, es más, específicamente dicen que todo se transforma, que lo único que permanece es el espíritu, en su viaje de evolución hacia niveles superiores. La profecía maya más bien nos habla de cambios que ocurrirán a nivel físico en el planeta, y en la conciencia de la raza humana. Posiblemente, la civilización maya fue una de las más importantes de la historia. Hay vestigios históricos que existen desde los años 400 a. de C., si bien su real origen se remonta, de acuerdo a los propios mayas, a miles de años atrás, como sobrevivientes directos del cataclismo atlante. Entre el año 300 al 900 d. de C. se marca la culminación de su apogeo para los tiempos modernos. Tenían grandes conocimientos de astronomía y matemáticas, poseían un sistema de escritura jeroglífico y construyeron impresionantes edificaciones. Pero toda esta grandeza se vio reducida a la nada cuando, por causas desconocidas, las ciudades mayas fueron abandonadas e invadidas por la selva.


Fueron descubiertas después de varios siglos (XIX) y son las únicas pruebas que atestiguan toda esa grandiosidad. Los Códices Los Sabios Mayas de Palenque (Chiapas, México) supieron algo al estudiar el cosmos y sus calendarios sagrados. Ellos tenían un mensaje para transmitir a las generaciones de este tiempo y dejaron señales a través de signos y jeroglíficos para que los descubriéramos. ¿Pero qué dicen esos códices y esas profecías? Uno de estos códices secretos dice que en 1475 el consejo supremo de los mayas reveló que comenzaba un ciclo de 520 años, que concluiría en la primavera de 1995, y que coincidiría con el fin del periodo de oscuridad que los españoles traerían a estas tierras años más tarde, algo que también supieron que iba a suceder. Por eso comenzaron a ocultar sus textos sagrados, ya que Colón llegaría a América en 1492 y Cortés, a México el año 1519. Estos sabios mayas profetizaron que a partir de 1995 comenzará la era de Itza o la edad del conocimiento. La Profecía Se dice que entre el año 1995 y el 2012 la humanidad recibirá la luz del conocimiento desde el corazón de la galaxia. Dicen que esto sucederá cuando los seres humanos despierten sus cuerpos de luz y trasciendan sus sombras. Así, es posible recibir la luz del conocimiento y llegar a ser seres luminosos. El cuerpo dormido de la humanidad debe despertar. Ésta es la razón por la que, desde hace algún tiempo, han comenzado a volver mayas del tiempo del esplendor de su pueblo a entregarnos las claves que harán efectivo ese despertar, entregándonos su antiguo conocimiento secreto. Estos conocimientos sagrados nos prepararán para la edad de Itza, una edad de conocimiento, que dicen comenzará a finales del año 2012. Su visión del mundo no era planetaria, tenían una conexión con el centro de la galaxia, por eso sus ciclos del tiempo no tenían una escala humana. Los mayas piensan que el mundo tal y como lo conocemos hoy, finalizará después de estos trece últimos baktunes. El 13 es el número sagrado maya, el número del movimiento y el más elevado. La humanidad ya vivió varios ciclos antes del que nos encontramos actualmente. Uno de ellos sería el de la Atlántida, que concluyó con la desaparición de este continente. Su conocimiento fue a parar a Egipto y al golfo de México. Esto explicaría la cultura olmeca y el origen de sus conocimientos secretos. Hubo tres grandes ciclos más, correspondientes a otras grandes civilizaciones de la humanidad, que al igual que la Atlántida, también desaparecieron. Ahora otro gran ciclo estaría a punto de concluir. Hay un flujo de acontecimientos que no podemos dominar. Estamos todos en un río que ¡hay, quién sabe a dónde nos llevará! Es su decisión qué hacer o no hacer dentro de ese río. Oponerse a su corriente o fluir con él, dejándose llevar.


Ya están las semillas dentro de nosotros. Estamos en el inicio del renacimiento de la civilización maya. Y todos nosotros podemos ser mayas. Ser maya no es una cuestión racial, sino espiritual. Maya es alguien armonizado con la Tierra y con el universo. La primera profecía anuncia el final del presente ciclo, que desde 1999 quedan 13 años y que cada hombre está en el salón de los espejos para encontrar en su propio interior su naturaleza multidimensional... que nuestro sol gira alrededor de Alción, el sol central de las Pléyades, y que ambos sistemas giran alrededor de la mente, y en el centro de la galaxia, en un giro que dura 200 millones de años. Con esta profecía los mayas quieren abrir la mente del hombre a la galaxia. Dejan codificado en su calendario la fecha clave para la transformación definitiva: a fines del año 2012. La Segunda Profecía La segunda profecía dice que las respuestas a todo están en el interior del hombre, que su comportamiento determina su futuro y afirma que la humanidad se encuentra en un momento de transición fundamental hacia una nueva manera de percibir el universo... que la tierra y el sistema solar están recibiendo un haz de luz, energía e información desde el centro de la galaxia, que está provocando un aumento en la vibración del planeta, de las ondas cerebrales y las células del hombre, que se están poniendo en resonancia, en equilibrio con la nueva frecuencia, ocasionando enormes cambios en su comportamiento. La segunda profecía muestra dos caminos: uno de comprensión y tolerancia, otro de miedo y destrucción. En ambos se aprenden las lecciones necesarias para la evolución de la conciencia. Somos nosotros los que debemos decidir cuál de los dos tomamos; son el cielo y el infierno manifestados simultáneamente. Nos dice que la humanidad se dirige hacia una nueva época de armonía, que para llegar a ella tenemos que enfrentar nuestros grandes miedos y aceptar que las situaciones difíciles, que vivimos para aprender, conservando la paz en cualquier situación que vivamos, por difícil que sea, pues podremos mantener y aumentar nuestra energía interna produciendo un estado de vibración alta y un estado de respeto por todo lo que existe. Las situaciones difíciles estarán en nuestras vidas mientras necesitemos aprender algo de ellas. La tercera profecía dice que debemos tomar conciencia de nuestra influencia en el planeta para no seguir equivocándonos, provocando su destrucción, como ha sucedido a lo largo de la historia... que los procesos de industrialización sin sentido ecológico han provocado con sus desechos un aumento general en la temperatura del planeta y que esto se acentuará con el aumento de la actividad del sol, causado por la energía que se recibe desde el centro de la galaxia, ocasionando grandes cambios en el clima y en los vientos. Serán vórtices de energía que limpiarán la superficie de la tierra, que son la manifestación de la inconformidad de nuestro planeta y de las energías elementales contenidas en su interior.


La cuarta profecía nos dice que el hombre debe terminar con su conducta depredadora para sincronizarse con los ritmos de la naturaleza y ajustarse a los cambios que llevarán a todo el universo a una era de armonía, que los cambios en el clima producirán el derretimiento de los polos, permitiendo que la tierra se limpie y reverdezca nuevamente, originando grandes cambios en la composición física de los continentes donde vivimos. Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo su integridad fundamental con todo lo que existe. La quinta profecía dice que todos los sistemas basados en el miedo, sobre los que está fundamentada toda nuestra civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía. Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo, hacerlo ver la necesidad de reorganizar la sociedad y continuar en el camino de la evolución que nos llevará a comprender la concreación. El dinero dejará de usarse como medio de intercambio, y los síntomas que surgen desde distintas partes del mundo parecen confirmarlo. Surgiría un solo camino espiritual común para toda la humanidad que terminará con todos los límites establecidos entre las distintas maneras de ver a Dios. El nuevo día galáctico está anunciado en todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda la humanidad. Es claro entonces que todo lo que no produzca este resultado debe desaparecer o transformarse. La nueva época de luz y de armonía universal no puede tener una humanidad basada en la economía militar de imposición de verdades por la fuerza ni en un sistema no equitativo de distribución de la riqueza representado en el dinero, la riqueza virtual y la especulación financiera. El amanecer de la galaxia debe basarse en el profundo respeto de los unos por los otros, y en el reconocimiento de que todo lo que existe es como otra parte de cada uno. Por eso, no se necesitarán aparatos represivos ni los sistemas tecnológicos de comunicaciones existentes, pues el hombre estará conectado mentalmente, por lo que la violencia dejará de existir. Estamos en el final del ciclo de la noche de 5125 años. En el final de un día galáctico de 26.000 años, a punto de entrar en el amanecer de la galaxia. La época de cambio que los Mayas denominaron "El tiempo del no tiempo", que también fue profetizada por otra culturas y religiones. Todas coinciden en que está a punto de suceder un cambio de grandes proporciones y, al final del último giro aproximadamente, vendría un período de caos que conduciría a una nueva fase de la evolución de la conciencia y a cambios sin precedentes en el hombre. La sexta profecía Maya dice que en los próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre. Los mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente, para que ciertas estructuras se transformaran y permitieran la evolución de la conciencia colectiva. Todas las cosas tienen el lugar que les corresponde, todas las circunstancias, aun las más adversas, son perfectas para generar comprensión sobre la vida y para desarrollar la conciencia sobre la creación.


La séptima profecía nos habla del momento en que en el sistema solar, en su giro cíclico, sale de la noche para entrar al amanecer de la galaxia. Dice que en los 13 años que van del año 1999 al 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia, sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades y todos los seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento. Los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior elevando su energía vital llevando su frecuencia de energía vital del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento, y con él, florecerá el nuevo sentido. La energía adicional del rayo emitido da la oportunidad a los hombres que estén en una frecuencia de vibración alta, y en ese sentido, ampliará la conciencia de todos los hombres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal. La reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderán que son parte de un mismo organismo gigantesco. La capacidad de leer el pensamiento entre los hombres revolucionará totalmente la civilización. En ese momento comprenderemos que somos parte integral de un único organismo, y nos conectaremos con la tierra, los unos con los otros, con nuestro sol y con la galaxia entera. Todos los hombres comprenderán que el reino mineral, vegetal, animal, y toda la materia esparcida por el universo a todas las escalas, desde un átomo, hasta una galaxia, son seres vivos, con una conciencia evolutiva. A partir del año 2012, todas las relaciones estarán basadas en la tolerancia y la flexibilidad, pues el hombre sentirá a los otros, parte de sí mismo. La séptima profecía Maya nos recuerda que sólo nuestra propia transformación interna puede conducirnos a nuevos sentidos, darnos salud e integrarnos con todo el mundo en una nueva realidad de paz y armonía. La aceptación de todos los eventos, fáciles o difíciles, alegres o tristes como oportunidades de aprendizaje de las que sólo puede resultar un beneficio personal, traerá la independencia interior y la armonía. Se requiere un trabajo interior voluntario para aceptar y comprender la evolución de la creación, un trabajo diario que se refleje en todas las circunstancias de la vida y que conduzca a la paz interior. Además, afirma que la comprensión y aceptación de ese proceso de evolución llevará al aprendizaje y al crecimiento espiritual a través de la armonía. Millones de hombres encontrarán su paz interior, y al hacerlo, podrán abrir los archivos históricos de todo lo que han vivido, pues sólo en ese momento, los podrán ver sin juzgarlos como parte de un proceso de armonización. Aparecerá una nueva cosmovisión espiritual, las relaciones se establecerán a partir de los puntos de unión y no de separación, los hombres serán flexibles y buscarán la paz. Estos cambios ocurrirán en los niveles físico, mental y espiritual, en todas las escalas: individual, familiar, comunal, planetaria, y galáctica. La mayor transformación ocurrirá cuando se comprenda al universo como un proceso de evolución eterna de la conciencia de los seres. Esto traerá respeto por la conducta de los demás, se acabará con los prejuicios y se comprenderá que todas las experiencias conducen, inevitablemente, a una mayor armonía. Por Gerardo González


<<< Replica actual del Arca de la Alianza. Durante más de 2.500 años, muchos han estado buscando el Arca de la Alianza. Son innumerables los libros que se han escrito sobre ella. Se ha especulado mucho acerca de su ubicación en Etiopía, Jordania, Francia, Zimbawe, Irlanda, las Islas Griegas, etc., pero con pocos resultados, ninguna evidencia. Eso sí, el tema ha generado gran especulación, diversos comentarios, toda clase de teorías y circuitos de conferencias en todo el mundo. Pero ¿qué hay de cierto sobre todo ello? Este artículo es acerca de la historia y de la búsqueda del Arca de la Alianza y sus resultados. Origen y significado del Arca Según la tradición judía y cristiana, el Arca, era un objeto sagrado que contenía las dos tablas (los Mandamientos o "Las Tablas De La Ley") que, en la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Yahveh con el pueblo, y a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén por el rey Nabucodonosor II. Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, o sea 1,31 m de largo por 0,78 m de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro, a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines, igualmente dorados. <<< Modelo en 2D del Arca de la Alianza. Los querubines eran dos figuras aladas que bien podrían ser, según ciertas teorías, figuras humanas con la cabeza cubierta, pero con brazos alados o bien, según otra doctrina, tendrían apariencia zoomórfica, tal vez parecida a las figuras descritas en la Biblia tras la visión de Ezequiel (Ezequiel, 1.6.7 y 10), o bien como los toros alados asirios de Nínive o Kirubi. Sea cual fuera la forma que tuviesen, distan mucho del querubín angelical ofrecido por el Cristianismo, y que remonta sus orígenes a las representaciones helenísticas de niños. Los querubines del Arca extendían las alas con tendencia a tocarse las puntas, de modo que el espacio que quedaba entre las figuras y el propiciatorio formaba un triángulo sagrado. Ese espacio abierto se llamaba oráculo, y era mediante el cual se comunicaba Yaveh.


El Arca estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues esta no sólo estaba destinada a contener elementos sagrados, como Las Tablas de la Ley, el gomor de maná y la vara de Aarón, sino que además tenía fama de ser un arma capaz de proteger al pueblo elegido, siendo brazo ejecutor de los castigos de Yaveh. Los significados del Arca iban más allá de lo simbólico: tener el Arca era tener a Dios. <<< David llevando el Arca a Jerusalén. El arcaico y arcano cofre era una manifestación física de la presencia de Yaveh y fue un medio eficaz para mantener a los judíos lejos de la idolatría. Se recurría a su auxilio en tiempos de guerra, concretamente en la conquista de Canaán. Su transporte y cuidado estaba reservado a la tribu de los levitas. Ella abría la marcha durante los años de expedición por el desierto y estaba siempre a la cabeza del pueblo (salvo excepciones). Al plantar el tabernáculo, un velo la separaba del santuario, y al levantar la marcha, los levitas la envolvían en aquel velo (posiblemente el tentorium): todo iba envuelto en una piel teñida de azul y en otra de color jacinto. El arca del pacto o alianza, era un ícono donde la presencia de Yaveh mismo residía. Los antiguos hebreos, le tenían tal reverencia al arca, que su morada era el lugar Santísimo del tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote una vez al año; portando incienso y sangre de cordero sobre sí para no perecer a causa de la Presencia de Dios. Actualmente los judíos tienen en sus sinagogas un cofre donde guardan la Torá y el cual representa el Arca de la Alianza, habitáculo que alberga la palabra de Yaveh. También está presente igualmente como objeto sagrado en la religión de la Iglesia ortodoxa etíope; y para los cristianos católicos romanos se simboliza místicamente a través de la Virgen María. Para los cristianos existe un episodio especial durante la muerte de Jesús en la cruz del Calvario, cuando el enorme velo del templo se rasgó por la mitad. Su significado; El Lugar Santísimo estaría de ese momento en adelante, accesible para todo aquel que quisiese acercarse a la Presencia de Dios, la antigua alianza ya no tenía valor según la segunda carta a los corintios 3:14 puesto que el cordero santísimo había derramado su sangre una vez y para siempre, y había hecho de los suyos sacerdotes de Dios. Historia del Arca La Biblia indica que el Arca fue mandada a construir por Moisés y el diseño de la misma ordenada según Yahveh lo había dispuesto, usada en la conquista de Canaán y con la cual Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca, y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo.


<<< Saúl. El Arca fue fijada en Silo. Durante la época de Elí y Samuel, sucedió uno de los episodios más impresionantes del que se cuenta acerca del Arca de Dios. Durante una cruenta guerra contra los filisteos fue llevada al campamento israelita con el objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica derrota del pueblo hebreo, donde también murieron los dos hijos del juez y sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo, dando lugar a un verdadero luto en todo el país de Israel. En poder de aquellos estuvo unos meses, aconteciendo que desde el momento que fue llevada al templo de la gigantesca estatua del dios Dagón en Asdod, éste quedó dos noches consecutivas postrado delante del Arca, solo que la segunda vez decapitado y sin las manos, a lo que siguió una ola de estragos, desastres y plagas azotando todo aquel país. Los filisteos, horrorizados por aquellos sucesos, habrían dejado que el Arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después los animales pararon en Bethsames: varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que dieron al objeto sagrado. De allí fue trasladada a Gabaá. Luego Saúl la habría utilizado en la campaña contra los filisteos. Posteriormente David con un acompañamiento solemne la habría trasladado a Sion. Sin embargo, de camino a Sion habría ocurrido un accidente: Uza, un encargado del Arca, quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de repente. David atemorizado la dejó durante 3 meses en casa de Obededom. Seguidamente, desde Sion la reliquia fue instalada en el majestuoso templo de Salomón en tiempos de su reinado en Jerusalén. Luego, desde que Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió Jerusalén, destruyendo el templo y saqueando todos los objetos valiosos del mismo, el Arca prevenidamente fue llevada y colocada en un lugar seguro y secreto antes de la invasión y posterior deportación de los judíos. Precisamente -en ese tiempo de la destrucción del Templo- Jeremías es el profeta ungido responsable de hablar. Según el registro de los Macabeos, Jeremías tomó el Arca -lo cual representaba el trono de Dios- para ocultarla en el Monte Nebo: Leamos en 2 Macabeos 2:4-8 = "El profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la Tienda y el Arca; y cómo salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el Arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: "Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés, cuando Salomón rogó que el Lugar fuera solemnemente consagrado". Nabucodonosor. Jeremías diría que esa Arca, el antiguo "trono de Dios", perdería importancia hasta la "Segunda Venida". Entonces será expandida a fin de incluir enteramente a un pueblo: "Y sucederá que en aquellos días... -declara el SEÑOR- no se dirá más: "Arca del pacto del SEÑOR"; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del SEÑOR"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del SEÑOR; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón." (Jeremías 3:16-17)


Pero fue Salomón, hijo y sucesor de David, el que puso finalmente el Arca en el Templo de Jerusalén, que él mismo había construido. Esta historia se entrelaza con otros acontecimientos históricos y religiosos. De hecho, el Arca desapareció en el 586 aC, con la conquista de Jerusalén por parte de los babilonios y la consiguiente destrucción del Templo de Jerusalén. Durante el reinado de Salomón, Jerusalén pasó a ser el centro de la vida política y religiosa en la tierra santa. En pleno corazón de Jerusalén se erigía el templo construido por Salomón para albergar el Arca de la Alianza, el Arca permaneció en el templo hasta algo después del año 900 a.C. cuando, misteriosamente, desapareció. Desde entonces no se hizo gran mención de ella en la Biblia. Inexplicablemente el Arca desapareció y durante más de 2000 años de búsqueda y exploración se han tejido decenas de leyendas y teorías en torno al Arca Perdida. Teorías de la ubicación actual del Arca Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del Arca de la Alianza. Entre ellas destacan las tres más conocidas, las cuales se citan a continuación: Oculta en el Monte Nebo. El Libro II de los Macabeos, cap. 2, ver. 4-10), contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías "siendo advertido por Dios" antes de la invasión babilónica, movió el Arca desde el Templo, y la hizo enterrar en una cueva del Monte Nebo. En este sentido, cabe mencionar que, a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias "no probadas" y sin fundamento serio, que postulan que posiblemente habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar, el cual depende de la versión de cada teoría o historia. Llevada a Zimbabue. La tribu africana Lemba, la cual presume de ascendencia judía, ha afirmado en sus tradiciones que sus antepasados, cuando llegaron al sur de África, trajeron consigo una reliquia sagrada llamada Ngoma lungundu o "la voz de Dios", la cual estuvo un tiempo escondida en una cueva profunda en las montañas Dumghe, su hogar espiritual hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra actualmente. A partir de ello, el investigador Tudor Parfitt, que tiene un enfoque literalista de la historia bíblica, postula en su investigación que el Ngoma lungundu está relacionada con el Arca. Su hipótesis se basa en que el objeto descrito por el pueblo Lemba posee atributos similares al Arca, tales como que el Ngoma lungundu es de tamaño parecido, que fue trasladado sólo por los sacerdotes, que no se le permitió tocar el suelo, que fue venerado como una voz de su Dios, o que se utilizó como un arma de gran poder. Parfitt analizó este artefacto con radio-carbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que coincidió con el repentino final de la Gran Zimbabue. Parfitt sugiere que la Ngoma lungundu que se encontró, es la descendiente de la Bíblica Arca, y que ésta fue reconstruida a través de la historia. Parfitt ofrece la sugerencia de que el Arca bíblica, al igual que la Ngoma lungundu, era una estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero, y que siempre ha sido un tambor, así como un arma de algún tipo, al igual que el Ngoma. Sin embargo, esta última hipótesis es rechazada por otros arqueólogos e historiadores, al no poder ser probada.


<<< Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion, que alberga, según la tradición de Etiopía, el Arca de la Alianza. Guardada en una iglesia de Etiopía. En 1989, un periodista británico, Graham Hancock, aseguró que la legendaria Arca Perdida no se encontraba perdida sino a salvo en un templo de Etiopía. Posteriormente han aparecido pruebas arqueológicas que han sustentado esta teoría. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el Arca de la Alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de 1000 años. (650 aC). Cuenta el libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana. Llegaba la hora de su partida a Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares. Astutamente ordenó que se sazonaran con abundante sal y picantes especias. Tras los postres, la reina tuvo que beber abundante agua para calmar la sed. ¡Qué bien es el más preciado sino el agua! Rota la promesa, la reina de Saba cumplió y de aquella única unión nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén. Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía. La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el Arca (algunas teorías postulan que para poder llevarse el arca existió un posible cambio del arca original por el de una copia del arca que Menelik debía llevarse; siendo posiblemente que esa copia sea el arca que se dice fue ocultada en Jordania; otras teorías, en cambio, postulan la posible existencia de dos arcas originales o que tenían la misma importancia, en donde en cada una se guardó posiblemente una de las Tablas de la Ley, siendo una de ellas la que fue llevada a Etiopía). Posteriormente los relatos indican que permaneció primeramente en un templo en la isla de Elefantina cerca del río Nilo. Luego se relata cómo el Arca de la Alianza habría sido colocada en una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana (lago Tano), donde permaneció durante 800 años. Tana Kirkos (Etiopia)>>> Los relatos señalan que pasado estos 800 años, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el arca a Axum, siendo finalmente guardada en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion. Según los etíopes, es el lugar en donde hasta hoy en día aún permanece y es cuidada por un sacerdote. Este sacerdote, según sus tradiciones, sería un descendiente de uno de los levitas, quienes ayudaban a trasladar y cuidar el Arca en sus viajes. Este sacerdote es la única persona a quien se le permite ver el Arca de la Alianza guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sion, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía; es por ello que no se ha podido ratificar su permanencia real en esta iglesia, aunque todas las pruebas arqueológicas indicarían que esta teoría sería auténtica. Entre las variadas pruebas arqueológicas, hay reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén.


Esta última teoría además se sustenta en que extrañamente el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 templos de Etiopía contiene una réplica del Arca de la Alianza. El libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast cuenta la historia del traslado del Arca, gracias a Menelik I. Cuando el Rey Salomón se dio cuenta del robo pensó en enviar un ejército a perseguir a su hijo, pero él también soñó que era la voluntad de Dios y mantuvo la desaparición del Arca en secreto. La versión respecto a Makeda y Salomón, en la tradición judío ortodoxa de la falasha de Etiopía, es prácticamente idéntica a la del Kebre Negest. A pesar de ser una historia desestimada por los historiadores occidentales, los etíopes la aceptan sin dudar. Están convencidos que el Arca original fue llevada a Axum en el primer milenio antes de Cristo y que permanece ahí desde entonces. Recientemente, el Patriarca copto ortodoxo de Etiopía, Abuna Paulos, acaba de pronunciarse al respecto de la reliquia y ha asegurado en una rueda de prensa, en el Hotel Aldrovandi en Roma, que ”ha visto” el Arca de la Alianza y que su estado de conservación es “bueno”. Paulos cree que ha llegado el momento de la verdad, afirma que no puede decir donde se encuentra el Arca, pero sí asegurar que la ha visto y que es como está descrita en .la Biblia. Según la tradición copta ortodoxa etíope, el Arca de la Alianza, se encuentra custodiada en la catedral de Tsion Maryam, en el reino de Axum, en Etiopía, después de que fuera robada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón-el vástago Emperador Menelik I-,y llevada a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía. En Axum ha sido custodiada durante siglos y hasta hoy, por monjes ortodoxos de la ciudad. En Yemen. Otra teoría apuntaría a que el arca fue entrega por el Rey Salomón a la reina de Sheba y llevada por esta a su palacio, el cual quedaría ubicado en lo que es hoy la Republica de Yemen. Según excavaciones arqueológicas realizadas en el muro del palacio, se habrían encontrado inscripciones que señalarían que el Arca está enterrada dentro del muro mismo, bajo toneladas de arena. <<< Excavación del Sheba.

muro del palacio de

Según los textos del Muro, el Arca está enterrada debajo del Muro Circular. Este lugar en Yemen está ahora protegido por seis lanzadores de misiles SAM (superficie-aire). Y se ha encontrado “algo” debajo de las arenas dentro del muro mediante radar. Con lo que la zona es completamente inaccesible. La búsqueda del Arca por los Templarios Hace casi 1000 años, las cruzadas cristianas recuperaron el control de Jerusalén de manos de los musulmanes que habían gobernado la ciudad desde el séptimo siglo. En el 1119 de nuestra era, un grupo conformado los caballeros pobres de Cristo y del templo de Salomón, llegaron a Jerusalén. Se establecieron en la cima del monte, donde una vez estuvo el templo de Salomón. Los caballeros sostenían que su misión en tierra santa era mantener libres de bandidos el camino a Jerusalén.


Los caballeros Templarios no sólo constituyeron una Orden religiosa y militar dedicada a la salvaguarda de los santos lugares en Oriente Medio, sino que también fueron los elegidos para llevar a cabo una misión secreta, una arriesgada tarea que al parecer cumplieron perfectamente, y que les proporcionó un profundo conocimiento esotérico que reflejaron en sus actividades. Esta misión fue la de rescatar el Arca de la Alianza en el que se hallaban las tablas que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí. Este Arca, había sido desde los tiempos del rey Salomón, el centro del culto en el templo de Jerusalén, y como signo visible de la presencia de Dios en la Tierra, tenía la propiedad de abrir las puertas a un conocimiento oculto basado en el equilibrio cósmico de las proporciones. Sin embargo, nunca salieron de la montaña-templo y, en cambio, comenzaron a cavar. Trabajando desde afuera de la mezquita comenzaron a excavar la caverna natural que yacía debajo de la piedra sagrada. La caverna, según la tradición islámica, se conocía como el “pozo de las almas”, un pasaje que llevaba a las entrañas de la tierra y que conducía a un tesoro custodiado por demonios; en realidad lo que los caballeros buscaban era el Arca de la Alianza. Pero nunca la encontraron. En épocas más recientes, los arqueólogos israelíes descubrieron la salida al túnel que cavaron los caballeros de la montaña-templo. El túnel se extiende por debajo de la montaña, pero debido a restricciones impuestas por el gobierno musulmán, nunca ha sido explorado. Cuenta la leyenda que fue entonces cuando el jefe espiritual de los caballeros Templarios, Bernardo de Claraval, quien ordenó a sus fieles servidores que se dirigieran a los establos del templo del rey Salomón en Jerusalén y que derribaran las paredes que desde hacía siglos sellaban sus entradas. Dentro, se encontraron con el legendario Arca que contenía las Tablas que habían pertenecido a Moisés. Para la iglesia católica, en ellas sólo se encontraban impresos los mandamientos, por lo que su valor era puramente histórico, pero para algunos iniciados como San Bernardo, tenían un alto valor mágico y esotérico ya que en la grafía de sus palabras se encontraba la clave lexarítmica que permitía conocer los números que resumían las proporciones que regían el Universo. San Bernardo sabía muy bien lo que hacía. En 1128 ya había interpretado la sagrada "geometría" que sustentaba el Templo de Salomón y conocía perfectamente tanto las relaciones existentes entre cifras y letras como el simbolismo de las formas, los colores y el sonido. Además del Arca, en el interior del recinto encontraron un fabuloso tesoro que de la noche a la mañana los transformó en dueños de una inmensa fortuna con la que poder materializar sus utópicas ideas de implantar el reino de Dios en la Tierra. Tales hallazgos, dieron la suficiente autoridad política y moral a Hugo de Payns, jefe de aquellos nueve caballeros, para trasladarse a Roma y allí pedir al pontífice Honorio II que convocase un concilio con el que conseguir el reconocimiento oficial para la nueva Orden. La devoción que tenían los caballeros de la Orden por la Virgen y por la arquitectura, hizo que numerosas construcciones dedicadas a Nuestra Señora fueran apareciendo a lo largo y ancho del continente. En efecto, los templarios compartieron con los gnósticos la idea de que los templos eran símbolos del misticismo universal. Ningún edificio se realizaba al azar. Por Fredy H. Wompner G.


Arzobispo Guillermo de Tiro Guillermo de Tiro (h. 1130 - 1185) fue arzobispo de Tiro e historiador de las Cruzadas y de la Edad Media. Guillermo nació en Jerusalén hacia 1130, en la segunda generación de niños nacidos de los hijos de los cruzados original en el nuevo reino de Jerusalén. Sus padres probablemente eran franceses o italianos de origen, posiblemente normandos de Sicilia. Tenía un hermano que fue mercader en el reino, y sin duda la familia no pertenecía a la nobleza. Recibió su educación en Jerusalén, sobre todo en latín, pero quizá también en griego y en árabe, y es posible que alguno de sus colegas de estudio fuese el futuro rey Balduino III de Jerusalén. Entró en la iglesia siendo muy joven, y hacia 1146 viajó a Europa para continuar sus estudios. Estudió artes liberales y teología en París y Orleans durante unos diez años. Con Pedro Lombardo estudió teología, y después continuó estudios de derecho civil y canónico en Bolonia. A su vuelta a Tierra Santa en 1165 fue nombrado canónigo de la catedral de Acre, y en 1167, archidiácono de la catedral de Tiro, por el rey Amalrico I de Jerusalén. En 1168 fue enviado en misión diplomática por el mismo rey a la corte del emperador bizantino Manuel I Comneno, con el fin de acordar un tratado para llevar a cabo una campaña conjunta contra Egipto. En 1169 visitó Roma para responder de las acusaciones vertidas en su contra por el arzobispo de Tiro, Federico: no se conocen los cargos, pero quizá tengan que ver con sus grandes ingresos como archidiácono. Seguramente logró la absolución gracias a su amistad con el rey. Al volver de Roma en 1170 se convirtió en el tutor del hijo y heredero de Amalrico, Balduino IV. Descubrió que el príncipe sufría la lepra, aunque el diagnóstico sólo fue seguro cuando el niño llegó a la pubertad. En esta época comenzó a escribir su historia del reino bajo el patrocinio de Amalrico. Pero el rey murió pronto (1174) y Balduino IV le sucedió. Raimundo III de Trípoli, como regente, nombró a Guillermo canciller de Jerusalén y archidiácono de Nazaret. El 6 de junio de 1175 se convirtió en arzobispo de Tiro, un cargo de gran relevancia en el reino. En 1179, Guillermo fue uno de los delegados de Outremer que asistió al Tercer Concilio de Letrán. Sin embargo, ninguno de estos delegados consiguió convencer al Papa de la necesidad de una nueva cruzada. El papa Alejandro III encargó a Guillermo una misión diplomática ante el emperador Manuel, y desde allí volvió a Jerusalén en 1180. Se consideraba a sí mismo como el futuro patriarca cuando el enfermo patriarca muriese, pero en su ausencia la corte se había dividido en dos facciones: en 1180, el rey y su madre, Inés de Courtenay, frenaron un intento de Raimundo III de Trípoli y Bohemundo III de Antioquía de casar a su hermana viuda, Sibila de Jerusalén, con Balduino de Ibelín, un noble de su facción. Sibila, en cambio, fue desposada con un noble recién llegado de Poitou, Guido de Lusignan, cuyo hermano mayor, Amalrico de Lusignan, había sido ya un figura importante de la corte. Este hecho parece haber distanciado aún más a las dos facciones cortesanas.


Cuando finalmente, el 6 de octubre de 1180, murió el patriarca, se inició una lucha por su sucesión entre Guillermo y Heraclio de Cesaréa. Ambos tenían una formación similar, aunque Guillermo había jugado un papel político mayor como tutor y canciller del rey. Parece que, siguiendo el precedente de la elección patriarcal de 1157, el rey delegó en su madre Inés, casada con Reginaldo de Sidón. Ésta eligió a Heraclio, pues Guillermo era más próximo a Raimundo de Trípoli. Como ha señalado Bernard Hamilton, no hay razones para creer los rumores de que Heraclio era el amante de Inés, pues sólo reflejan el enojo de la facción derrotada. Guillermo siguió siendo arzobispo de Tiro y canciller del reino, y el rey y Raimundo se reconciliaron. Posiblemente Heraclio excomulgó a Guillermo en 1184, pero este hecho puede ser una invención de un escritor del siglo XIII. En cualquier caso, su gran influencia se redujo con el acceso de Balduino V de Jerusalén en 1185, al mismo tiempo que también Guillermo iba perdiendo salud. La fecha de su muerte fue el 29 de septiembre, aunque no se conoce el año: en mayo de 1185 había un nuevo canciller y en octubre de 1186, un nuevo arzobispo de Tiro, por lo que 1185 parece el año más posible. Ilustración de la traducción al francés medieval de la obra de Guillermo de Tiro, Histoire d'Outremer.>>> El propio Guillermo refiere que escribió una relación sobre el Concilio de Letrán al que asistió, así como una Gesta orientalium principum, que trataba sobre la historia de Tierra Santa desde la época de Mahoma hasta 1184. Pero ninguna de ambas obras nos ha llegado. Su obra magna es una crónica inacabada en 23 libros. Empieza con la conquista de Siria por el califa Omar, pero la mayor parte trata sobre la llegada de la Primera Cruzada y la posterior historia política del reino de Jerusalén. Aunque se sirvió de obras anteriores, como las crónicas de la Primera Cruzada de Fulquerio de Chartres, y otras fuentes, su obra es en sí una valiosa fuente primaria. Fue traducida y divulgada por toda Europa a la muerte de Guillermo. No se conoce el título que le dio Guillermo, pero el más usual es Historia rerum in partibus transmarinis gestarum. Ha sido traducida al inglés como History of Deeds Done Beyond the Sea por E. A. Babcock y A. C. Krey, en 1943. El original latino ha sido publicado en varios lugares, como la Patrologia Latina y el Receuil des historiens des croisades, pero existe ahora una edición crítica estándar: Willelmi Tyrensis Archiepiscopi Chronicon en el Corpus Christianorum de 1986, por R. B. C. Huygens.

Por FLP


Para los Templarios, ¿El conde de Barcelona era rey de Aragón? Los Templarios recibieron compensaciones por parte del conde Ramón Berenguer IV en 1143 por el abandono de las pretensiones a la herencia de la corona de Aragón que les había dejado el fallecido Alfonso I de Aragón en el testamento de 1133. Dicho conde solo podía actuar con tal autoridad si era el principal gobernante del reino que heredaría con el matrimonio pactado en Barbastro en 1137 con Petronila de Aragón hija del rey Ramito II. Es decir, era el Pater familias, el heredero de varios títulos y de diversos territorios. O al menos así parecieron entenderlo sus coetáneos los caballeros Templarios. Recordemos que Ramón Berenguer era heredero del condado de Barcelona, de Gerona, de Osona, de Cerdaña y de Ribagorza, y del Reino de Aragón por su matrimonio. No es de extrañar que con posterioridad a 1143, las donaciones, intercambios o compras de propiedades en Aragón continuasen. Es el caso de la donación producida en noviembre de 1147, por la cual el Temple recibía media heredad que fue de Alfós y de su hijo Pedro Alfós, en Razazal (Navarra). Recogida dicha escritura en el cartulario del marqués de Albón (París, 1918) nos llama la atención que el documento (AHN, cartulario 595, fol. 65r-v, nº 476) mencione que se produjo en el año en que fue conquistada Ontiñena (Untigena). El mismo año que el conde de Barcelona y el rey García de Pamplona fueron con sus ejércitos hasta Almería. No parece casualidad la mención a la conquista la citada localidad del Cinca en 1147. Del mismo cartulario, en folio 37, nº 108, con la misma fecha, registra la donación a los Templarios de Novellas (Molina de Aragón?) de unas casas que fueron de don García Garcés de Buniol y de Martín Pérez, en el año de la conquista de Ontiñena (Untignena) reinando García en Pamplona y Tudela, y el conde de de Barcelona en Aragón y Zaragoza (Saragoza). ¿Realmente quiere dar a entender que el conde de Barcelona reinaba en Aragón? Intentamos que nos lo aclare otro documento del mismo cartulario, folio 25, nº 481, en el cual señala que los Templarios fr. Ricard (antes por Raimundo Bernad) cambian las casas del dicho Martín Pérez y García de Buniol por otras casas que tienen en la muralla. De nuevo, la donación está hecha en el mismo año de la conquista de Ontiñena (Untignena) “reinando el conde de Barcelona en Aragón”, tal como reza el documento. ¿Puede dar a entender que mientras vivió Ramiro II el Monje, el conde de Barcelona era considerado rey por los copistas Templarios? Recordemos que el rey Monje falleció en 16 de agosto de 1157, pero este rey aragonés había entregado el reino a su yerno Ramón Berenguer IV en 1137, conservando para sí el título de rey, según las capitulaciones matrimoniales firmadas en Barbastro. ¿Justifica el retiro del rey Ramiro el tratamiento también de rey que dan al de Barcelona los documentos Templarios anteriores? En cualquier caso, el conde de Barcelona quiso nominarse en abundantes documentos simplemente como “Príncipe”, aunque ejercía las mismas funciones de rey.


Así recogimos en su día su tratamiento de “príncipe” en un artículo divulgativo publicado en 2008 en la prensa oscense de Fraga (la VOZ, nº 1475) diciendo: “Ramón Berenguer IV fue el artífice de la recuperación de Fraga y su término, sustrayéndolos a los sarracenos en el año 1149. El extenso término de Fraga lo asignó para sí y sus hijos, como patrimonio personal. Quizá por eso no tuvo el conde y príncipe ningún reparo en señalarla y distinguirla como una ciudad importante. Inclusive citarla junto a su nombre autonominándose “príncipe en Aragón y en Lérida y en Tortosa y en Fraga. Dicha conquista de Fraga, en el Cinca, ocurrió en octubre del citado año de 1149, día 24, restableciendo de inmediato la diócesis de Lérida; señaló los límites jurisdiccionales con los templarios de Monzón y los límites diocesanos con el obispo de Huesca. En 1150 ya había redactado pactos con los moros de Fraga, autorizándoles a abandonar libremente la villa, o establecerse todos los que decidieron quedarse en el arrabal del Murallot, en el plazo de tres años. Mandó abrir un hospital y nombró como primer gobernador o alcaide del castillo de Fraga a Arnal Mir de Pallars en el citado año de 1150”. A nuestro parecer, los territorios heredados por el conde Ramón Berenguer fueron considerados patrimoniales, y no como una sola unidad. Este planteamiento puede contradecir a los que piensan que todos los territorios eran “Aragón”. De ahí que el mismo conde los diferenciara en sus documentos personales. Traigo de nuevo aquí unas líneas de la citada publicación fragatina, -que ahondan en esa línea de interpretación, y por lo tanto justifican la mentalidad y visión de la época: “El verdadero señor de Fraga era el conde Ramón Berenguer IV quien en mayo de 1153 consta en un documento de venta -redactado en Huesca- como príncipe reinante en Fraga: “comes Barchinonensis et princeps Aragonensis et in Superarbi, in Tortosa, in Mirabet, in Lerida, in Fraga.” (Archivo Catedral de Huesca, 2-591). De igual manera, en noviembre de 1154, el citado conde autorizó una venta en Zaragoza a favor de los Templarios, donde consta como: “Regimundus comes Barchinonensis, princeps in Aragón, in Lérida et Fraga, in Ciurana, in Tortosa et in Çaragoça”. (AHN, Cantoral magno de la Orden de San Juan, II, 200). De nuevo queda claro el dominio directo del conde Ramón Berenguer IV sobre Fraga en su personal carta de población concedida a la localidad de Huerrios (Huesca) el 8 de octubre de 1157, donde hace constar en la misma que “reinaba en Aragón, Sobrarbe, Ribagorza, en Arán, en Tortosa, en Lérida y en Fraga”. (AHN, códice 499, nº 197, pág. 92). El conde de Barcelona falleció en 1162, por eso, no es de extrañar que la reina Petronila abdicara la corona en su hijo Alfonso, tras la muerte de su marido, según recoge el documento inserto de 1164. En su cabeza, Alfonso II de Aragón, reunió todo el patrimonio de sus padres dando origen con él a la Corona de Aragón.

(Documento de abdicación de la reina Petronila y condesa de Barcelona en su hijo Alfonso, el 18 de julio de 1164) Por Joaquín Salleras Clarió


El Cantar de Roldán El "Cantar de Roldán" florece en los primeros pasos de la poesía francesa, a fines del siglo XI, y está escrito por un juglar desconocido. Es una maravillosa pintura de la Alta Edad Media. Describe al Emperador Carlos el Grande y a sus doce Pares, Y canta la tragedia de Roldán en los puertos de Roncesvalles. Siete años ha morado en España Carlomagno, nuestro gran Emperador. La alta tierra ha conquistado hasta el borde del mar. Ni hubo castillo que ante él resistiese, ni ciudad ni muro que no derribase. Menos Zaragoza, que se halla sobre una colina, sometida al rey moro Marsil, que no adora al Señor. Marsil tiene miedo de Carlos el Grande, y busca la manera de engañarle para alejarle de sus tierras, Reúne a sus condes y duques en un vergel, sobre una grada de mármoles azules, y allí toman la decisión de enviarle un mensaje de servidumbre, ofreciéndole lebreles, osos y leones, setecientos camellos y mil azores mudados, cuatrocientos mulos cargados de oro y plata y armas y tesoros para que no le haga más la guerra y se vuelva a su corte de Aquisgrán. También le ofrece hacerse cristiano y ser su amigo. Pero el rey Marsil miente. Su propósito siempre fue la traición. En una ancha pradera está Carlos, el Emperador de la barba florida. Le rodean sus doce Pares: Roldán, su sobrino, y Oliveros el esforzado, y el altivo Anseís y Godofredo de Anjou, gonfalonero imperial, y Turpín de Reims, el valiente arzobispo, y Engleos, y Garín y Gerer, con otros muchos caballeros de la dulce Francia, hasta contarse quince mil. Bajo un pino, junto a un agabanzo, allí está sentado Carlos el rey, el dueño de la dulce Francia. Blanca es su barba y florida su cabeza. Los mensajeros de Marsil le reconocen en seguida por su gallardía. Descabalgan, le saludan con reverencia y amor y dicen su mensaje. Carlos escucha el mensaje, baja la cabeza y comienza a meditar. Su palabra jamás fue apresurada. Después, bajo los pinos, sobre una blanca alfombra, convoca a sus barones a consejo. Allí está la flor de los caballeros de Francia, y entre ellos Ganelón, por quien fueron traicionados. Allí habló el conde Roldán, el sobrino del Emperador, el más esforzado de los doce Pares: - ¡Ay de vos si os fiáis de Marsil! Siete años enteros llevamos ya en España. Y siempre el rey Marsil se portó como un traidor. Nos enviaba a sus siervos con ramos de olivo y mensajes de paz. Pero luego hacía decapitar a nuestros emisarios. No os fiéis en la palabra de Marsil.


Así habló el valiente Roldán. Carlomagno se alisa la barba y calla meditando. Los francos callan también. Luego habló Ganelón, altivo, erguido sobre sus pies: -Roldán no ha hablado en vuestra pro. El siempre quiere guerrear y poco le importa de nuestras vidas. Cuando el rey Marsil os pide la paz y se ofrece por siervo vuestro no debéis rechazar tales promesas. Dejemos a los locos y atengámonos a la razón. Así habló Ganelón, y sus palabras parecieron bien a los francos. Nadie podía adivinar en él a un traidor. Entonces se oyó la voz noble y clara del Emperador: -Señores franceses, ¿quién podría marchar a Zaragoza con un mensaje mío al rey Marsil? -Yo iré, con vuestra venia -responde Roldán-. Dadme el guante y el bastón de emisario. -Vos no -replica el conde Oliveros-; vuestra vida es demasiado preciosa para arriesgarla en esta empresa. Si el rey quiere yo iré. -Ni uno ni otro pondréis allá las plantas -replica el rey-. Por esta mi barba que veis aquí nevada, ¡malhaya quien me designe a uno de los doce Pares! Los francos enmudecen y aguardan sobrecogidos. -Que vaya entonces mi padrastro Ganelón -dice Roldán. Y así se acuerda. El conde Ganelón está en gran pena. De su cuello va arrancándose las anchas pieles de marta y queda cubierto con el brial de seda. Tiene los ojos encendidos, y le tiemblan las manos, porque quien va a Zaragoza no sabe si volverá. Roldán se ríe al verle temblar, y Ganelón está a punto de estallar de rabia. -Te odio, Roldán, porque has hecho recaer en mí esta elección injusta. Si Dios permite que vuelva, guárdate de mí. Luego va a tomar el guante y el bastón del Emperador para llevar su menaje. Pero al hacerlo, el guante cae al suelo y los francos exclaman: - ¡Dios! ¿Qué significa esto? Con mal augurio comienza esta embajada. Algún mal nos ha de venir de ella. Ahora cabalga Ganelón hacia las tierras de Marsil. Lleva espuelas de oro y ciñe su espada Murglés al costado. Por el camino va maldiciendo de Roldán, y de Oliveros por ser su amigo, y de los doce Pares por el amor que el rey les profesa. Y en su corazón va meditando una traición para perderlos.


Tanto ha cabalgado por caminos y veredas, que ya echa pie a tierra frente a la tienda de Marsil, Allí se concierta la vil traición. Ganelón recibe del sarraceno armas y tesoros, ajorcas de oro con jacintos y amatistas. Y en secreto descubre al rey Marsil la traza de que puede valerse para matar a Roldán. -Yo engañaré a mi rey -le dicehaciéndole creer en vuestra sumisión. Le llevaré vuestros rehenes y presentes, y Carlos me creerá y se internará con sus tropas por los desfiladeros de Roncesvalles. Tras él quedará la retaguardia con su sobrino Roldán y el esforzado Oliveros. Allí los cercarán vuestras tropas cuando ya el rey esté lejos y no pueda volver en su auxilio. Si lográis que Roldán sea allí muerto, arrebataréis a Carlomagno el brazo derecho de su cuerpo, y su ejército ya no volverá a pasar los Pirineos contra vos. -Juradme vos traicionar a Roldán -dice Marsil. -Así sea -responde Ganelón-. Y sobre la cruz de su espada Murglés jura la traición. Mucho madrugó el Emperador. Erguido está ante su tienda, sobre la verde yerba, entre Roldán y Oliveros, cuando llega de regreso el perjuro Ganelón y comienza a hablar con gran astucia. -Dios os salve, rey Carlos. Aquí traigo para vos las llaves de Zaragoza y un tesoro que os envía el rey Marsil, vuestro vasallo. Cierto era su mensaje de sumisión. Vuestros ejércitos pueden marchar tranquilos y honrados. Volvámonos a nuestra Tierra Mayor. Internémonos hoy mismo por los desfiladeros de Cize y que Roldán y Oliveros queden atrás para guardar la retaguardia. La noticia es acogida con júbilo. Entre las filas resuenan mil clarines. Los francos alzan las tiendas, cargan las acémilas y todos se encaminan hacia la dulce Francia. A la noche, el conde Roldán sujeta a su lanza el gonfalón y en la cima de un otero lo yergue hacia las nubes. A esta señal los francos acampan por todo el contorno. Entonces, por las anchas cañadas, vienen cabalgando los infieles. La cota llevan puesta, el escudo al cuello, atado el yelmo y la lanza prevenida. En una selva se detienen y se emboscan, esperando al alba para caer por sorpresa sobre la retaguardia cuando el grueso del ejército se aleje. Son cuatrocientos mil. ¡Dios, qué dolor, que nada sepan los franceses! La noche es sombría. Duerme Carlos, el poderoso Emperador. Soñó que estaba internado en los desfiladeros de Cize. Entre sus manos tenía su lanza de fresno. El conde Ganelón se la arrebata, y tan fuerte la sacude, que vuelan hasta el cielo las astillas. Carlos duerme. Después tiene otra visión. Sueña que está ya en su reino, en Aquisgrán. Un oso terrible le muerde el brazo derecho, Y un leopardo de las Ardenas se lanza contra él. Un lebrel defiende a Carlos, y lucha contra el oso y el leopardo. ¿Qué significa aquello? Nadie lo sabe. Carlos duerme.


A la mañana siguiente el rey está triste por sus sueños, y apenas puede contener las lágrimas. Un presentimiento habla en su corazón. Entrega su arco a Roldán, que ha de quedar en retaguardia defendiendo el paso, y le abraza tiernamente. Es su sobrino, es el mejor paladín de los francos. ¿Quién no llorarla al dejarle en tan gran peligro? Carlos recuerda ahora sus sueños y mira con rencor a Ganelón. Después da la orden de marcha, y sus tropas cruzan las calladas sombrías y los siniestros desfiladeros de Roncesvalles. A quince leguas se oye el rumor de los ejércitos. Cuando al otro lado de los montes divisan a su patria, la dulce Francia, todos los corazones se alegran; se acuerdan de sus feudos, de las doncellas de sus castillos, de sus nobles esposas. Pero el rey Carlos está triste porque deja en los puertos de España a su sobrino, y no puede contener las lágrimas, que oculta con su manto. Así se alejan los franceses. Los doce Pares han quedado en España con el valiente Roldán. Tienen su campamento en los altos puertos. Entretanto, el rey Marsil junta a sus paladines bajo la enseña de Mahona. Allí están Corsablín y Falsarón, y Turgis y Malprimpis, y mil caballeros más. Todos gritan fanfarronamente ser los primeros en derribar a Roldán y arrastrar su cadáver. Cabalgan hacia los puertos a marchas forzadas, alzando al cielo sus voces, sus lanzas valencianas y sus gonfalones blancos, azules y bermejos. Claro es el día y bello el sol. Las armaduras relumbran, gritan los clarines y su estruendo llega hasta los francos. A un altozano se ha subido Oliveros y ve avanzar el ejército infiel. Llama a Roldán, y le habla así: -Señor compañero; del lado de España llegan los infieles. Son cientos de miles, todos brillantes de acero, y caminan en filas apretadas. Ganelón lo sabía, el vil traidor por quien fuimos designados ante el Emperador. -Callad, Oliveros -replica Roldán-. Ganelón es mi padrastro; no quiero que habléis mal de él. Oliveros ha trepado a una alta cumbre. Desde allí se ve el claro reino de España y la turba de los sarracenos brillantes de piedras engastadas en oro y lanzas con los pendones atados al hierro. Son tantos, que nadie podría contarlos. -Los infieles son innumerables y, nosotros muy escasos -dice Oliveros-. Roldán, mi compañero, haced sonar vuestro cuerno de marfil. Carlos lo oirá y retornarán las tropas. -No haré tal -responde Roldán-. Nosotros solos nos defenderemos. Mi espada Durandarte se empañará hoy de sangre hasta el oro de la taza. -Numerosos son nuestros enemigos -vuelve a decir Oliveros-. Llenan valles y montañas, landas y llanuras. Roldán, mi compañero, tañed vuestro olifante. Carlos lo oirá y volverá a nuestro lado.


-Nunca -responde Roldán-. Nadie dirá de mí que he pedido auxilio para vencer a los infieles. Antes morir, por el honor de Francia. Ya veréis cómo se enrojece el acero de mi Durandarte. ¡Pobre del corazón que hoy se acobarde! Así habló Roldán como bravo. Así habló Oliveros como prudente. Uno y otro honran por igual a Francia la gentil. El arzobispo Turpín, armado de todas armas, bendice a la baronía franca. Y la lucha comienza. ¡Dios, qué gallardamente acomete Roldán! Le brilla la armadura, lleva la lanza en alto y atado a ella un gonfalón todo blanco, cuyas franjas le rozan las manos. Bravo es su porte; su rostro, claro y risueño. Junto a él cabalga Oliveros, y los francos les aclaman al divisar su escudo. Todos acometen lanzando el grito de guerra del rey Carlos: - ¡Montjoie! Roldán ataca el primero al sobrino de Marsil, que grita insultos contra Francia. Al golpe del encuentro le abre el pecho y le quiebra el espinazo. Con su lanza le arroja fuera el alma. - ¡Montjoie! Allí vierais quebrarse las blocas y los escudos, saltar chispas los yelmos, desgarrarse las cotas y las lorigas, derribar jinetes y caballos, sonar las trompas y gritar amontonados los heridos. Allí Corsablín y Falsarón, Turgis y Malprimís, los campeones del rey Marsil, caían lanzando sangre y gemidos bajo los mandobles de los doce Pares. Asombrosa es la batalla, y ya se lucha en tropel. El conde Roldán cabalga por el campo. Relumbra su espada Durandarte. La clara sangre corre en charcos y llega desde las crines del caballo hasta los hombros del jinete. A su lado va siempre el valiente Oliveros; ha roto contra los huesos de los enemigos su lanza, y desenvaina ahora su espada Altaclara. Y el arzobispo Turpín siembra infieles en círculo a su alrededor. También mueren allí los más valientes franceses. ¡Cuántas astas rotas y bermejas! ¡Cuántas banderas y enseñas desgarradas! ¡Cuánta juventud destrozada! Nunca más verán a sus madres y esposas, ni a sus hermanos de guerra los soldados que pasaron delante los puertos. Cuando lo sepa Carlos el Grande llorará y se mesará su barba blanca. Pero de nada ha de servir su llanto. ¡Maldito sea Ganelón, el traidor, que vendió por dinero a sus hermanos! Entretanto, en Francia descarga una extraña tormenta, llena de truenos y relámpagos, de lluvia y de hielo, y en pleno día invaden el campo las tinieblas. Es que el cielo hace un gran duelo por la muerte de Roldán. Bien se baten los franceses. Jamás se vieron mejores soldados bajo el sol. Cada uno ha matado centenares de enemigos. Pero los sarracenos avanzan en veinte escalones de combate, y su número les aplasta. Ya han caído Engleros y Anseís, y Garin y Gerer, y los más esforzados caballeros francos. Sólo quedan sesenta. Cuando ven caer a sus pares y amigos, los que quedan gritan de dolor y atacan con más fuerza, desesperadamente. Roldán también está herido, y habla así a Oliveros, su par:


-Señor compañero, ved muertos a nuestros mejores amigos. Gran desgracia es ésta para la dulce Francia. Yo tañeré mi cuerno de marfil. Carlos lo oirá y pasará otra vez los puertos en nuestro socorro. -Ya es tarde -responde Oliveros. Carlos no llegará a tiempo. Sólo nos queda morir con nuestros hermanos. Allí habló Turpín, el valiente arzobispo: -Tañed vuestro olifante, Roldán. Nuestros francos nos encontrarán muertos; pero llorarán sobre nosotros, nos enterrarán en nuestra patria y no seremos pasto de lobos y perros. Roldán, con gran dolor y esfuerzo, tañe por fin su olifante. Al soplar, brota la clara sangre por su boca. Tiene rotas las sienes. El sonido del cuerno se derrama a lo lejos; a treinta leguas se escucha en los contornos. Carlos, el Emperador de la barba florida, lo oye desde los desfiladeros y su corazón salta de congoja. - ¡Es el olifante de Roldán! -Imposible -replica Ganelón-. Será el cuerno de algún pastor. ¿Hemos de detenernos por eso? Sigamos avanzando. Nuestra Tierra Mayor aún está lejos. Roldán vuelve a tañer el cuerno, con la boca ensangrentada. Las fuerzas le abandonan. Tiene rotas las sienes. Carlos le oye de nuevo y se detiene levantándose sobre los estribos. - ¡Es el olifante de Roldán! En gran peligro están los nuestros cuando nos llaman en su auxilio. Aquí, mis barones; prendedme a Ganelón. Roldán ha sido traicionado. Mientras el rey habla, el cuerno suena por tercera vez. Se oye muy lejos y cada vez más apagado. El Emperador comprende que Roldán está herido y se apresura con los suyos hacia Roncesvalles. Van enardecidos y clavan toda la espuela a sus caballos. Sus trompas atruenan los desfiladeros, contestando al cuerno de Roldán. Pero de nada sirve ya; llegarán demasiado tarde. Avanza el día. Luce la tarde clara. Roldán llora y pelea entre sus amigos muertos, y avizora los montes y las landas. Delante de su tajante Durandarte los moros huyen como el ciervo delante de los perros. De un tajo ha partido la muñeca al rey Marsil, que huye cobardemente derramando su sangra negra. A montones caen los enemigos delante de Roldán y el valiente Oliveros y Turpín el esforzado. ¡Dios! ¿Qué pasa ahora? Un moro traidor ha llegado a galope de su caballo contra Oliveros, y le hiere por detrás en plena espalda. La lanza le atraviesa el pecho y asoma por delante. Oliveros siente que está herido de muerte. Blande su Altaclara, se vuelve, y de un golpe mata al traidor. Roldán contempla el rostro de su amigo; está empañado, lívido. Le habla entonces con ternura.


-Señor compañero, infortunado fue vuestro valor. ¡Ah, dulce Francia, qué desolada quedas sin tus mejores vasallos, humillada y en derrota! Perdóname, Oliveros; yo soy culpable de tu desdicha por no tañer el olifante cuando aún era tiempo. Oliveros sonríe, con los ojos sin luz: -Os perdono, Roldán, mi par y amigo. Y se abrazan sobre los caballos. Luego Oliveros echa pie a tierra y se tiende sobre la verde yerba. Corre su clara sangre a lo largo del cuerpo, coagulándose en la tierra. Tanta sangre derramó, que sus ojos están turbios. Ya no oye ni ve. Le flaquea el corazón, rueda su yelmo, y todo su cuerpo, rígido, se desploma. El conde Oliveros está muerto. Roldán le contempla y se da cuenta de la catástrofe. Ya sólo le queda, de sus caballeros, el arzobispo Turpín, que ha tendido a su alrededor más de cuatrocientos sarracenos. Y también Turpín cae, atravesado su cuerpo por cuatro lanzas. Y muere bendiciendo a los suyos. Roldán vuelve a tañer, débilmente, su cuerno de marfil. Sesenta mil clarines le responden al otro lado de los montes, tan cerca y tan fuerte, que hacen retumbar los valles y cañadas. Al oírlos, los ojos de Roldán se iluminan y los infieles se dan por perdidos. -El Emperador vuelve -se dicen-. Hay que acabar con Roldán. Y cuatrocientos se suman contra él. Le arrojan dardos y flechas sin número, y lanzas y venablos de puntas emplumadas. Le matan su caballo, le agujerean el escudo, le destrozan la cota; pero no consiguen derribarle. Al caer la noche los sarracenos huyen precipitadamente llenos de rabia. Roldán sangra por cien heridas. Busca a sus amigos entre los cadáveres, y les llora sobre sus rodillas. También siente que está próximo su fin; tiene rotas las sienes y el cerebro se le derrama por los oídos. Con una mano coge el olifante y con la otra su espada Durandarte, y sube lentamente a un alcor, desde donde se divisan tierras de Francia y España. Allí, contra las rocas de mármol, trata de romper su espada para que muera con él y no la cojan los infieles. Rechina el acero, pero no estalla ni se mella. A sus golpes se hienden los negros peñascos, pero la espada no se rompe y salta contra el cielo. Entonces la cruza dulcemente sobre su pecho y se tiende boca arriba bajo un pino, entre la yerba fresca. Mañana, al alba, llegará el Emperador; verá su cadáver sobre el campo de batalla; tomará cumplida venganza contra los infieles y mandará ahorcar vilmente a Ganelón el traidor. Roldán confiesa en voz alta sus culpas, y en descargo de ellas levanta hacia Dios su guante derecho. Es de noche. Todo está en silencio en Roncesvalles. Roldán siente que la muerte baja desde su cabeza hasta su corazón. Vuelve hacia España su rostro para estar, aun después de muerto, de frente a los infieles. Se acuerda de Carlos, el Emperador de la barba florida, de la dulce Francia, de Oliveros y de los doce Pares, sus amigos. Y llora por todos en silencio. Al alba, cuando Carlos llega, su cuerpo está rígido y frío. Así está escrita la muerte de Roldán en la gesta de Turoldo. Por FLP


Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salom贸n (Orden Cat贸lica del Temple) Maestrazgo Templario Cat贸lico Internacional


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