Revista Tercer Sector Edición Nº97

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1994 ANIVERSARIO 2014 ●

TERCERSECTOR Una publicación de la Fundación Del Viso AÑO 20

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N° 97

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$30

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Recargo envío al interior $1,50

Derecho a la

SALUD Especial Aniversario

20 años-20 leyes Informe

Arsénico, el enemigo en el agua

En forma gratuita o a bajo costo, muchas organizaciones procuran el acceso de los ciudadanos a la atención sanitaria. Cada vez más profesionales ejercen la medicina social y llevan asistencia adonde el Estado no llega.



Sumario

Suplemento de RSE

7 Con vocación de sanar Nota de Tapa

Reportar, una cuestión de Estado

Especial Aniversario Tercer Sector

43 20 Años, 20 leyes 18 Salud

50 Cultura

68 Deporte

20 Aguafuerte

52 La otra economía

71 Género

24 Medios

54 Emprendedores sociales

74 Sociedad

26 Informe Especial

57 Caja de Herramientas

77 Ser Sustentable

31 Articulados

60 Probono

81 Inclusión social

34 El arte de Transformar

62 Pueblos Originarios

85 Internacional

36 Innovadores

65 Educación

88 Fotorreportaje

Bancos de leche materna Mensajeros de la Paz 25 años de La Tribu Contaminación por Arsénico Mejoras en Hospitales Enrique Flores

Una vida con Sonrisas

39 Claribel Medina, actriz Staff

Reportaje

Activismo contra la Trata Minera La Brava Los que salieron adelante Servicio de Empleo de Amia Farmacéuticos Sin Fronteras Dale tu Mano

Obra Don Bosco

Reflexiones

48 Carlos March

Fútbol con pensión completa Responsabilidades compartidas Fundación Kaleidos Nuestra Tierra Pies Descalzos Cantadoras del Pacífico Sur Sin Drama de Down

80 Plaga Positiva

Gente en Acción

Dirección General: Marcos Cytrynblum / Editora General: Silvia Fiore / Edición: Andrea Vulcano / Arte y diseño: Walter Molina / Colaboraron en este número: Alejandro Cánepa, Maricel Seeger, Gabriela Speranza, Luciana Mantero, Mariana Fernández Camacho, Luciana Rosende, Florencia Tuchin, Laura Eiranova, Alice Pollina, Guillermo Chulak, Silvina Oranges, Ricardo Caiguara, Alejandra Santoro, Luciana Aghazarian, Fátima Cheade, María Sol Abichain, Agustín Shaw, Paula Liveratore, María Zinn, María Gabriela Ensinck, Rocío Galván / Corrección: Fernando Orecchio / Publicidad: Adriana España / Asistente: Daniela Crucil / Lucas Brennan / Impresión: Artes Gráficas Buschi S.A. / Distribución: Brihet e hijos S.A. / Suscripciones: suscripción@tercersector.org.ar / Facebook: facebook.com/revistatercersector / Twitter: @TercerSectororg

Es una publicación editada por Fundación Del Viso. Personería jurídica 168/88. Av. Córdoba 5869 2º B (1414). Buenos Aires, Argentina. Telefax: 4777-4460/6988 - 4779-1243. R.N.P.I.: 350839. E-mail: produccion@tercersector.org.ar. Homepage: www.tercersector.org.ar. Año XX - N° 97. Julio-Agosto 2014.

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Editorial

Sentido n el norte del país, más de 70 mil personas reciben asistencia médica a costos accesibles, gracias al sistema creado por un doctor que no se resignó a que la salud fuera un privilegio de pocos. A muchos kilómetros de allí, en uno de esos parajes donde impera la desolación, un consultorio funciona en el vagón de un tren sanitario. En varias ciudades y pueblos, una red solidaria integrada por 4 mil médicos atiende en forma gratuita cerca de 300 consultas diarias de pacientes que no disponen de ninguna cobertura. Cada año, cientos de profesionales de la salud, de manera individual o a través de organizaciones comunitarias, ejercen la medicina social. Así, participan de iniciativas que tienen como objetivo procurar que todos los ciudadanos tengan asegurado su derecho a la salud. El principal desafío es superar obstáculos geográficos, culturales, económicos... Y sortear la brecha de la inequidad en el acceso a la salud, que en muchos casos pone en riesgo la vida. Nada menos. En ocasiones, la ayuda llega como producto de la articulación entre diversos actores sociales –las ONG, con los estados provinciales, o con municipios, o con aportes del sector privado–. En otras, es el resultado de la pura vocación de servicio, del compromiso inspirado en el deseo de ayudar a sanar. Y cada vez son más los que eligen esa opción. Sobre esa multiplicidad de expresiones solidarias que llevan respuesta a miles de personas, emanadas de una sociedad civil inquieta por accionar en beneficio de la mayoría, da cuenta esta nueva edición de Tercer Sector en su Año Aniversario. Además de la tarea desarrollada por las organizaciones en las áreas de la Educación, la Economía social, o de aportes de empresas responsables; estas páginas reflejan un balance de los logros alcanzados en materia legislativa en los últimos 20 años, a instancias del sector social. Una síntesis de las 20 de leyes que dieron visibilidad a temas raleados de la agenda pública. Cada una de ellas representó una conquista. Casi como la del médico que puede curar a un paciente adentro de un vagón. Porque cuando se trata de mejorar la vida de los otros, los esfuerzos siempre tienen sentido.

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TERCERSECTOR NOTA DE TAPA

Medicina Social en contextos vulnerables

Al servicio de sanar

Con la premisa de superar barreras sociales, geográficas, religiosas y culturales, diversas organizaciones llevan la asistencia sanitaria allí donde el Estado no llega. A costos accesibles, procuran reducir desigualdades. Cada vez son más los médicos que eligen ejercer la medicina social, ya sea a través de las ONG o de iniciativas surgidas en las propias comunidades en todo el país.

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TEXTOS MARICEL SEEGER

as contracciones eran cada vez más fuertes y aquella beba en el vientre comenzaba a asomar sin pedir permiso. Mientras, los médicos del Tren Alma se apresuraban por asistir a la parturienta. Prestaron los primeros auxilios y luego, la acompañaron a la única salita de aquel paraje chaqueño para que diera los últimos pujos antes de que la pequeña se zambullera en la vida. La madre no lo dudó: una vez nacida, su hija rendiría homenaje para siempre. Se llamaría Alma. Esta es una de las tantas historias que acumula esta locomotora y lo mismo ocurre con otras iniciativas que llevan adelante Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), en busca de una mejor salud para la población. A fuerza de romper barreras sociales, geográficas, culturales y hasta religiosas, varias entidades impulsan proyectos que buscan achicar desigualdades y ampliar el acceso a la atención de la salud. Experiencias para prevenir y atender enfermedades, servicios de odontología social o de asistencia sanitaria a poblaciones vulnerables, son sólo algunos de los ejemplos que testifican este trabajo. A diferencia de otros países, en la Argentina existe acceso gratuito a los servicios públicos de salud. Pero la fragmentación de un sistema que se divide entre prestaciones municipales, provinciales y nacionales, más las barreras que afrontan las comunidades más desfavorecidas, dificulta la posibilidad –según las OSC– de que haya una cobertura equitativa para toda la población. Y es allí donde aparecen las iniciativas de la sociedad civil, a veces, asociadas con el Estado. “Hay un denominador común: la gente a la que nos dirigimos vive en condiciones de pobreza y vulnerabilidad”, explica Sonia Tarragona, directora de Alianzas y Relaciones Estratégicas de la Fundación Mundo Sano, que trabaja en la prevención de enfermedades en varias comunidades. “Muchas veces, el primer obstáculo es geográfico, especialmente en zonas rurales. Y, además, hay barreras culturales, religiosas, o en los mismos servicios, donde deben existir las condiciones para hacer diagnósticos y tratamientos de las enfermedades”, indica. Esas limitaciones se reflejan en algunas cifras y realidades. La mortalidad materna, por ejemplo, es de dos a tres veces más alta en las provincias más pobres, respecto del promedio nacional. Otro caso es el de la población indígena, que en un 23,5 por ciento tiene necesidades básicas insatisfechas, en comparación al 14,3 por ciento

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“Consideramos que el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud con políticas activas, integrales y universales”, postulan desde el Foro Social de Salud y Ambiente en Argentina. OPINIÓN

Equidad en salud POR CLAUDIO CAPUANO *

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uando hablamos de medicina social, tenemos dos grandes ejes: la inclusión y la igualdad. A partir de esto hay que preguntarse qué es la inclusión, ya que no es solamente darle a alguien la atención médica, sino mejorar sus condiciones de vida en general. Por caso, si una persona vive al lado de un hospital pero también al lado de un campo con soja, fumigado con agrotóxicos, no tiene acceso a la salud, aunque sea vecina de un centro asistencial. La salud es más abarcativa que lo estrictamente sanitario. Es necesario que exista un sujeto social que, en el campo de la salud, dé una disputa para discutir cómo se usan y se distribuyen los recursos. Ese sujeto social puede estar conformado por organizaciones sociales, organismos de derechos humanos y asociaciones científicas, que generen ideas y den la pelea para una política integral. Y hay que ampliar la mirada, porque una organización que promueve que su barrio deje de padecer inundaciones, o que no se acumule agua estancada, también está trabajando por la salud. Todas las experiencias para organizar a la gente, democráticamente, mejoran la salud de la población. Pero esto no alcanza si no se logra un plan integral que, a lo sanitario, le sume lo cultural. Por ejemplo, hay que dejar de creer en el rol mágico de los medicamentos, que a veces son vistos como un fetiche. Y además está el rol del Estado, ya que la salud es una responsabilidad de éste, tanto como la educación y la seguridad. ✱ Médico. Coordinador de la Cátedra de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la UBA.

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TERCERSECTOR

de la población nacional, según el informe Salud de las Américas 2012 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Parte de los pueblos originarios de Jujuy son los que acuden al llamado Sistema Ser, un servicio de salud de bajo costo que atiende actualmente a unas 70 mil personas y que comenzó a expandirse a otras latitudes. “Armamos una red de prestadores a un precio justo. No es un gran invento; sólo se paga por las consultas que se realizan. Con 1.000 ó 1.200 pesos por año, una familia tipo puede realizarse todos los controles necesarios”, asegura el creador de este servicio, Jorge Gronda, quien comenzó a idear esta propuesta cuando conoció de cerca las dificultades que tenían las campesinas del norte del país para acceder a las prestaciones de salud. “Al principio estaba más orientado a la mujer, pero luego siguieron las demandas de los maridos y los hijos. Entonces hablé con médicos de otras especialidades y empezamos a darles a los pacientes una tarjeta, para que con ella pudieran hacerse atender con otros doctores por un precio justo”, cuenta el ginecólogo jujeño, que ya lleva más de 20 años asistiendo a las mujeres de La Puna.

Ellas también

Al comienzo, Gronda no les cobraba a las campesinas que llegaban a su consultorio de San Salvador de Jujuy. Pero, con el tiem-

Allí donde en materia de salud el Estado y el sector privado no terminan de llegar, distintas OSC y profesionales voluntarios acercan la posibilidad de recibir atención.

“Ella trabaja ahora voluntariamente en sensibilizar y acompañar a las comunidades bolivianas y paraguayas. Está tan convencida y es tan feliz con lo que hace, que es la que más personas nos acerca para seguir trabajando”, destaca Tarragona.

po, fueron las mismas mujeres quienes consideraron que sería insostenible el crecimiento del sistema si no abonaban la consulta, aunque fuera un valor reducido. “Hacemos cien ecografías por día cobrándola 100 pesos cada una, mientras que el sistema privado la cobra a 500”, grafica el médico. Además, afirma que el servicio –exportado a Colombia bajo el nombre Bive– se convirtió hoy en una empresa sustentable, con la cual crearon además una fundación destinada a la educación en salud y a promover recorridas sanitarias por zonas rurales. Incluso, cuenta con una suerte de Banco de la Salud para las pacientes, inspirado en el sistema del bangladesí Muhammad Yunus, creador del banco social Grameen, conocido como “banco de los pobres”. “Una paciente se me acercó hace un tiempo y me dijo que quería que le hiciera el parto”, relata Gronda. “Quiero que me pongan la bata y que mi marido tenga un sillón donde dormir”, le explicó. En ese momento, el prejuicio traicionó al médico jujeño, quien pensó que la mujer no podría pagar el servicio y le sugirió que se atendiera en el hospital. Instantes después, el doctor vio a la campesina que entraba a un local de electrodomésticos para comprar un televisor en cuotas y nació la idea. “¿Querés pagar el parto en cuotas?”, le propuso. “Así surgió el Banco de la Salud: cuando una mu-

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jer tiene problemas para pagar todo junto, hacemos una financiación”, explica. Gronda se propone por estos días ir más allá con la creación de una plataforma que conecte directamente a los médicos con los pacientes para que haga las prácticas quien ofrezca un mejor precio. “Si se deben hacer diez operaciones de cataratas, por ejemplo, veremos quién puede cubrir mejor la demanda”, detalla el médico, quien se ilusiona así con dotar de mayor accesibilidad a los servicios de salud.

Todas las manos

Quienes también buscan extender la atención a las poblaciones más vulnerables son los especialistas que integran la Red Solidaria de Profesionales de la Salud, que brinda asistencia gratuita a personas sin

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Si bien no hay cifras oficiales sobre la accesibilidad a los servicios de salud, los indicadores dan cuenta de marcadas desigualdades.

“Armamos una red de prestadores a un precio justo. No es un gran invento; sólo se paga por las consultas que se realizan”, explica Gronda, creador del Sistema SER.

recursos económicos que están fuera del sistema social o que requieren de cierta urgencia para su atención. Con 4 mil expertos de diferentes especialidades distribuidos por todo el país, al servicio llegan entre 200 y 300 pedidos por día. “Contactamos al paciente con el especialista más cercano de su comunidad que colabore con el servicio. Cuando el pedido excede la atención médica, entonces lo conectamos con otras organizaciones –como Cáritas o Cilsa– que permiten conseguir otros recursos, tales como medicamentos o estudios”, señala el coordinador general de la red, Justo Carbajales. Para los protagonistas de esta iniciativa, la clave está en poder brindar un diagnóstico en tiempo y forma. Así ocurrió con una de las pacientes de la Red que tenía



TERCERSECTOR

“Muchas veces, los pobladores saben que llega el tren y empiezan a bajar de las sierras para ser atendidos”, afirma el presidente de la Fundación Alma.

un turno para dentro de cuatro meses en un hospital pero que, al no sentirse bien, recurrió a uno de los médicos voluntarios de la entidad, quien le detectó un nódulo mamario maligno y pudo ser operada dentro del mismo mes, recuerda Carbajales. “Si se hubiese operado después del turno que le dieron inicialmente, quizás el diagnóstico hubiese sido otro. No se trata de colar los turnos, sino de colaborar con el sistema público para que los pacientes que están más graves sean atendidos a tiempo”, sostiene.

No tener, no saber

Con sus tres vagones convertidos en consultorios y laboratorio, el Tren Alma busca atender en sus seis viajes al año las demandas sanitarias de más de 3.500 chicos y adolescentes.

Aprender a ayudar

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as universidades también cuentan con experiencias de voluntariado en salud en distintos puntos del país. La cátedra de Odontología Social y Comunitaria de la Universidad Nacional del Nordeste brinda cada 15 días atención gratuita a personas con discapacidad mental o motora de Corrientes “que no tienen un buen acceso a la salud”, señala la profesora a cargo de la iniciativa, Sofía de los Milagros Ali. En su mayoría, los pacientes son atendidos en el instituto correntino Crecer con Todos. “La idea es que la facultad salga a la comunidad. Nos trasladamos con docentes y alumnos, y llevamos todos los instrumentos. Cada vez que vamos, atendemos entre 25 y 30 personas”, resalta la docente. En la Universidad Nacional de Misiones también existe una iniciativa inter-cátedra que busca informar a los adolescentes sobre diferentes temas, como prevención del dengue, sanidad ambiental, embarazo precoz y salud sexual, entre otros. Para eso, viajan a diferentes puntos de la provincia, especialmente a pueblos rurales, para dar charlas en las escuelas. “Convertimos un colectivo en ‘motorhome’, colocamos allí los equipos y nos desplazamos a los diferentes lugares una vez por mes”, cuenta Carlos Dávalos, uno de los responsables del programa Salud popular, avalado por la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. El año pasado, unos 1.400 alumnos participaron de las charlas, que también incluyeron proyecciones de películas producidas en la facultad por los alumnos de Comunicación Social. “Se trata de devolver a la comunidad lo que nos da, más aún con poblaciones vulnerables”, sintetiza Dávalos. 12

La pobreza estructural atraviesa a varias de estas iniciativas, coinciden desde las OSC. Y en algunas enfermedades, como el Chagas, la falta de recursos calza justo. No por nada es una de las llamadas “enfermedades olvidadas” o “desatendidas”, tal como también sucede con la Leishmaniasis. La falta de una vivienda digna y la escasa información, entre otros factores, alientan a la vinchuca –el insecto transmisor– a seguir expandiendo la afección, que se puede transferir además de madre a hijo durante la gestación. En la Argentina se calcula que al menos 1,5 millón de personas están infectadas y que, de ellas, más de 300 mil padecen cardiopatías de origen chagásico. Pero las experiencias de las organizaciones indican que las realidades pueden cambiar. Y, si no, basta con ponerse en la piel de Juana, una ciudadana boliviana que vive en la ciudad de La Plata con su marido, de origen paraguayo, y sus hijos. Allí se convirtió en una suerte de promotora sanitaria después de enterarse de que era chagásica y de hacer un tratamiento que evitó que su cuarto hijo, a diferencia de los tres anteriores, naciera con la enfermedad. “Ella trabaja ahora voluntariamente en sensibilizar y acompañar a las comunidades bolivianas y paraguayas. Está tan convencida y es tan feliz con lo que hace, que es quien más personas nos acerca para seguir trabajando”, destaca Tarragona, de Mundo Sano. Sólo en La Plata hay casi 400 personas diagnosticadas con Chagas, pese a que muchos piensan que la enfermedad sólo se encuentra en el norte argentino. “La gente que la padece desconoce en general su condición porque no tiene síntomas. Entonces, hay que salir a buscarla y, cuando uno logra que los pacientes accedan a hacerse una prueba de sangre, quizás en el laboratorio no hay reactivos. Eso implica trabajar con el sector público. Y, también, es importante la capacitación, porque los técnicos deben saber cómo


“Convertimos un colectivo en ‘motorhome’, colocamos allí los equipos y, así, nos desplazamos a los diferentes lugares una vez por mes”, cuenta Carlos Dávalos.

se hacen las pruebas y los médicos deben poder hacer un buen diagnóstico”, precisa la integrante de Mundo Sano, que trabaja en territorio bonaerense, Santiago del Estero y Chaco para la prevención y el seguimiento de este mal, así como también del Dengue, la Hidatidosis, la Leishmaniasis y los parásitos transmitidos por el suelo. Para eso, los equipos de la fundación hacen visitas domiciliarias, donde evalúan la presencia de vinchucas o de posibles reservorios de mosquitos aedes aegypti, que transmiten el dengue. También, realizan fumigaciones y mantienen una vigilancia comunitaria activa, en busca de que sean los propios vecinos quienes avisen si encuentran vinchucas en sus viviendas. “Hacemos un trabajo de hormiga para remover los obstáculos, pero cuando la gente entiende los riesgos y sabe que hay respuesta, participa activamente”, apunta Tarragona.

Lo público y lo social

OPINIÓN

Protagonismo articulado POR ALDO NERI *

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uando organizaciones no lucrativas de la sociedad civil emprenden la tarea de brindar servicios de salud curativos a poblaciones marginadas, ¡Y enhorabuena que lo hagan!, están señalando implícitamente un incumplimiento de las responsabilidades por parte del Estado. Éste, aún en un sistema de salud anárquico, fragmentado, ineficiente y muy desigual en la facilidad de acceso y calidad del servicio como el nuestro, debe tener la responsabilidad última de cubrir las necesidades perentorias de los más desfavorecidos, como lo señalan la Constitución, los tratados internacionales y las leyes. Que en muchos casos no la asuma, impulsa a la sociedad civil para suplirlo. Pero tampoco el Estado debe hacer todo en este campo. Lo conveniente es un protagonismo articulado de la sociedad civil, cumpliendo roles complementarios pero indispensables, que hacen a la buena salud de un sistema de salud, y que el Estado tiene dificultad para ejercer. Y esto implica el papel importante que pueden desempeñar organizaciones no estatales, por ejemplo, en la educación popular sobre estilos de vida saludables, en la prevención de enfermedades específicas como el sida o la diabetes, en el cuidado domiciliario de enfermedades crónicas de la vejez, en la detección precoz de enfermedades, en la remoción de factores ambientales que conspiran con la calidad de vida. En resumen, hay que lograr convergencia en las acciones del Estado y la sociedad civil, para obtener, en definitiva, un mayor beneficio social. ✱ Médico sanitarista y ex ministro de Salud.

En sus proyectos, Mundo Sano trabaja en colaboración con el Estado, tanto municipal, como provincial y nacional. “Siempre juntos podemos lograr mejores resultados”, sostiene la directora de Alianzas. La organización La Higuera también obtuvo el aval de la provincia de Chaco para llevar adelante desde hace ocho años un servicio de pediatría rural en comunidades aisladas de El Impenetrable, muchas de ellas de origen qom (toba) o wichí. “Abarcamos zonas con un total de 20 mil habitantes distribuidos en forma errática en el monte. Se trata de zonas donde hay puestos sanitarios o donde directamente no hay asistencia médica”, explica el fundador de La Higuera, Gustavo Farruggia. Allí llega un grupo de profesionales una vez por mes y se instala durante 15 días para atender a chicos de 0 a 20 años. “La principal barrera es geográfica, cultural y social. Se trata de realidades sociales muy duras, con una pobreza estructural muy fuerte y comunidades muy dependientes, con poca autonomía. Ahora ya nos conocen y nos reciben, pero hay que comprender que tienen otros tiempos, otra comunicación y otra visión de la salud”, describe el médico. También al norte del país, específicamente al Chaco Salteño, viajaron recientemente médicos del Hospital Británico y de otras instituciones que realizaron más de 37 cirugías a miembros de las comunidades wichís, tobas, chorotes, chulupíes y criollos de la región. La iniciativa forma parte del programa Asistencia Médica Thomas Elkins Norte Argentino (Amtena), que prevé dos vi-

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sittas por año con profesionales voluntarios a Santa Victoria Este, en Salta. En el caso del trabajo que lleva adelante La Higuera en Chaco, el Chagas tiene una triste participación estelar. Con el respaldo del gobierno chaqueño, la entidad hizo más de 2 mil muestras de sangre a los niños del lugar, que reflejaron que el 25 por ciento está infectado. “También realizamos un seguimiento del estado de nutrición, crecimiento, desarrollo y aplicamos las vacunas”, puntualiza. Para Farruggia, las barreras también es-

La Higuera, el Tren Alma, la Red Solidaria de Profesionales de la Salud, el Sistema SER, el Programa Amtena y algunas universidades son motores de iniciativas.

Un reclamo común

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n el ámbito de las Organizaciones de la Sociedad Civil, las instituciones académicas y dependencias del Estado en sus diferentes niveles, debaten la posibilidad de impulsar una herramienta que permita definir los derechos y obligaciones del sector de la salud, además de contar con una mayor planificación. Para eso, el Foro para el Desarrollo de las Ciencias realizó en julio último la presentación oficial del documento “Fundamentos Conceptuales e Instrumentales de un Plan Nacional de Salud para la República Argentina”. Mientras, otras organizaciones buscan empujar en el Congreso un proyecto de Ley Nacional de Salud. En este marco, el Foro Social de Salud y Ambiente en Argentina, un colectivo o coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil, impulsa a su vez un documento para orientar “el necesario e impostergable” debate de una reforma del sistema de salud. “Consideramos que el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud con políticas activas, integrales y universales”, sostienen desde el colectivo. 14

tán asociadas a las “corporaciones médicas”, que –advierte– es necesario derribar para incentivar en el país la pediatría con un enfoque rural, social y comunitario. La iniciativa está articulada con la Universidad del Rosario, que como parte de su Posgrado de Pediatría cuenta con la opción de formarse en la Medicina Rural a través de horas cátedra de la facultad y de los viajes a Chaco para asistir a las comunidades. “Esta es la primera modalidad de Pediatría Rural. Muchos se quejan de que en los ámbitos rurales no hay médicos pero desde la formación no se lo estimula”, lamenta quien, no obstante, decidió no quedarse con los brazos cruzados. En Edupas también apuntan al fortalecimiento de la educación y la comunicación en salud para hacer frente a las trabas de la desinformación. Uno de los proyectos lo desarrollan en San Javier, una comunidad semirural de Córdoba. “Formamos personas para que puedan brindar talleres sobre género y sexualidad en las escuelas, tanto para alumnos como padres. Allí han asistido chicas que fueron abusadas, a quienes los talleristas acompañan al juzgado para que puedan declarar”, explica Julieta Imberti, una de las directoras de Edupas. También trabajan en merenderos de las localidades bonaerenses de Pilar y Tigre, donde se brindan capacitaciones en género, prevención del abuso y salud sexual. “Nos enfocamos en la cultura del cuidado, en los primeros auxilios, pero también en cuidar al otro en todos los aspectos, tanto en el biológico como en el emocional”, detalla. La labor



Pobladores e integrantes del programa de Promoción de la Salud de la Universidad de Misiones.

se extendió además al sur del país, donde realizan talleres sobre adicciones con docentes, a partir de una preocupación que creció con fuerza este año, admite Nelson Cardoso, otro de los directores de la OSC. La movilización que genera la información y la educación hizo que en San Javier la propia comunidad creara su organización para la promoción de derechos. Las OSC coinciden en que los aportes que hacen desde las diferentes iniciativas son muy valorados. “Donde el Estado tiene capacidad limitada, el rol de las ONG es muy importante porque pueden aportar recursos y experiencias aprendidas en otros contextos”, sostiene Florencia Romero, de Médicos Sin Fronteras, una organización con presencia en diversos países –incluida la Argentina–, especializada en la respuesta a emergencias y crisis en sus distintas etapas.

Sobre rieles

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El Tren Alma es una de las iniciativas del sector que mayor difusión logró en los últimos años, al igual que otras, como los Payamédicos. La locomotora, de tres vagones convertidos en consultorios y laboratorio, busca apagar en sus seis viajes al año las demandas sanitarias de más de 3.500 chicos y adolescentes de parajes remotos o

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DATOS ÚTILES

Fundación Alma 4963-8394 Mundo Sano 4872-1333 Médicos Sin Fronteras 5290-9991 La Higuera ONG (0341) 4326177 Edupas 4832-3738 Sistema SER (0388) 4235175 Red Solidaria de Profesionales de la Salud 4394-6170 Programa Amtena www.hospitalbritanico.org.ar Universidad del Nordeste / Facultad de Odontología (0379) 4457992 Universidad de Misiones (3764) 4480200 Foro para el Desarrollo de las Ciencias www.elforodelasciencias.org OPS www.paho.org/arg

pequeños pueblos sin servicios públicos básicos y que, en su mayoría, no cuentan con una salita donde canalizar las consultas. Se trata de comunidades de Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Tucumán, Jujuy y Córdoba a las que brindan atención primaria, odontología, asistencia social y charlas sobre promoción de la salud. “Muchas veces, los pobladores saben que llega el tren y empiezan a bajar de las sierras para ser atendidos. Se trata de personas que necesitan irse a las ciudades más grandes para hacerse, por ejemplo, una prueba de laboratorio, pero están lejos, tienen que ir dos veces para sacar turno y atenderse, y no tienen plata para eso”, describe el presidente de la Fundación Alma, Oscar Algranti. La experiencia del tren muestra que “el país está muy desequilibrado, porque hay mucha concentración en pocas áreas urbanas y hay mucha gente desparramada en un territorio muy vasto”, lamenta. De hecho, las necesidades de las comunidades hacen que se supere el público que inicialmente estaba destinado el servicio –los niños– y las urgencias se vuelvan prioridad. Así es cómo hubo mujeres que parieron o atravesaron las contracciones en el tren. Y así es cómo muchas pequeñas Almas rendirán con sus nombres muchos homenajes.



TERCERSECTOR SALUD

Bancos de Leche Materna

Dar con el corazón Funcionan en cinco hospitales de distintos puntos del país. La producción, debidamente procesada y almacenada, se utiliza para asistir a bebés prematuros o hijos de mamás con graves problemas de salud. TEXTO GABRIELA SPERANZA

e sabe que el mejor alimento para un recién nacido es la leche materna. La naturaleza, los estudios científicos y miles de campañas así lo demuestran. Pero en las salas de Neonatología esto no siempre es posible. Cuando se trata de bebés muy prematuros o cuando la madre atraviesa graves problemas de salud, la alternativa son los llamados Bancos de Leche Humana (BLH), que ya funcionan en cinco hospitales del país. Se trata de centros especializados que se encargan de recolectar, clasificar, pasteurizar y almacenar leche materna donada, para asegurar la alimentación de los recién nacidos en situaciones de riesgo, ya sea por bajo peso, operaciones o infecciones. Esta práctica es impulsada por la Organización Mundial de la Salud como una estrategia fundamental para salvar vidas entre los más vulnerables, ya que la leche materna es superior en calidad alimenticia e inmunológica que la leche de fórmula. En Argentina funcionan cinco centros de este tipo: en el Hospital San Martín de La Plata; en el Materno Infantil Ramón Sardá, de la Ciudad de Buenos Aires, y en las ciudades de Resistencia, Mendoza y Córdoba. A su vez, estos centros se encuentran nucleados en la Red Iberoamericana de BLH, que permite la investigación conjunta y el inter-

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En la Argentina funcionan actualmente cinco Bancos de Leche Humana: en Buenos Aires, La Plata, Mendoza, Resistencia y Córdoba.

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DATOS ÚTILES

BLH La Plata bancodelechelaplata@gmail.com BLH Mendoza blh@bancodelechemendoza.com. ar Maternidad Sardá (011) 49433567 Hospital Perrando (Chaco, Resistencia) (03722) 425050 Hospital Materno Neonatal (Córdoba) (0351)-4348350

cambio de tecnología para lograr una reducción en la mortalidad infantil. El trabajo de los Bancos de Leche Humana es posible gracias a la generosidad de las madres donantes. Los requisitos son haber dado a luz a término a un bebé sano, tener todos los controles prenatales hechos y presentar análisis de sangre negativos para enfermedades infecciosas como el mal de Chagas, toxoplasmosis, sífilis, hepatitis B y VIH. Además, no tomar medicaciones contraindicadas para la lactancia y tener un buen estado general de salud, lo mismo que sus bebés. La extracción para donación se hace siempre después de amamantar al propio hijo, y siguiendo normas de higiene personal y de los envases a utilizar. En este sentido, Gustavo Sager, responsable del BLH de La Plata, explica que si bien “todas las madres tienen aproximadamente la misma producción de leche, que es la que necesita su bebé”, todas tienen la posibilidad de “generar excedente” si se sacan leche para donar o para dejarla cuando vayan a trabajar. Por eso, todas las mujeres que sientan el deseo de ser voluntarias y reúnan las condiciones pautadas, pueden hacerlo sin problemas. Por su parte, los Bancos facilitan la tarea con la recolección domiciliaria de la leche, para que llegue en las condiciones adecuadas. Odelza Vega estuvo durante 36 años a cargo de la División de Alimentación del Hospital Sardá y formó parte del equipo fundador del BLH. Desde su experiencia, explica que cada Banco “separa y clasifica la leche según si se trata de calostro, leche de transición o madura; y mide su acidez y su aporte calórico para seleccionar la leche que mejor se adapte a las necesidades clínicas de cada bebé en particular”. Además, se la pasteuriza para asegurar que no haya riesgo bacteriológico y sea más duradera. Los BLH están en pleno funcionamiento y pueden crecer aún más. Por el momento, logran cubrir las necesidades de bebés prematuros en riesgo internados en cada una de las cinco instituciones donde se encuentran y, eventualmente, envían leche a centros de salud que así lo requieran para casos específicos. Sin las mujeres donantes, los BLH no existirían. Por eso, para el doctor Sager, “lo más hermoso” es trabajar con ellas: “Con su solidaridad, cada día nos demuestran que el mundo podría ser mejor”, asegura.



AGUAFUERTE

Mensajeros de la Paz

Un lugar para ellos Adultos mayores que están solos o en situación de vulnerabilidad social encuentran en el Club de Día de esta institución un espacio de recreación e intercambio. Entre clases de yoga, mates y música, reciben contención e incentivo para sus vidas. TEXTO LUCIANA MANTERO

uego de unos meses de haber enviudado, mi abuela empezó a ir a un centro de jubilados de su barrio. Si bien tenía hijos y nietos, la vorágine cotidiana hacía que no la visitáramos tanto como hubiésemos querido, y ella se refugió allí de la soledad y volvió a florecer: se fue haciendo una nueva vida social, empezó otra vez a bailar folclore, se entusiasmó con un taller literario, se animó a escribir y hasta se fue de viaje a Mar del Plata con “las chicas” –la mayoría eran mujeres, porque sí, son más longevas–. Poco le faltó para encontrar un novio. O, al menos, así me gusta imaginarlo. Hoy, en este rincón tenue del barrio porteño de Flores reconozco en las redondeces, la sonrisa y la energía de Irma Llorca a las de mi abuela Perla. Las lleva radiantes, como sus 73 años, mientras estira los brazos en alto y respira hondo sentada en una silla del Club de Día para Adultos Mayores del Centro Santa Ana y San Joaquín, de la organización internacional Mensajeros de la Paz. Participa de una clase de yoga con sus pantalones azules y su sweater gris. Como mi abuela solía hacerlo, la mayoría de sus compañeros también visten monocordes. ¿Por qué será que la vejez nos encuentra de oscuro? Tiene hijos y nietos pero necesitaba un lugar de pertenencia. Su marido también. Él tiene menos movilidad, pero asiste al taller de memoria. Ella, dice, es feliz en ese espacio. Conoce personas distintas, le da otros temas de conversación y la mantiene alerta. Hay personas que se entregan a sus últimos años de vida como si fueran el felpudo de entrada a la muerte. Todas las que veo

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Desde hace un año y medio, el Centro Santa Ana y San Joaquín pasó a ser Club de Día, los adultos mayores tienen, además de desayuno, almuerzo y merienda, actividades fijas.

aquí, desearían sobrevivir. Ésa es la propuesta que les lanza cada día Jorge Porras Uribarri, psicólogo nacido en el país vasco, director del Centro y cara visible de la organización: que sueñen, que tengan proyectos, que amplíen sus temas de conversación, que estén activos. No ha viajado por medio mundo para verlos bajar los brazos tan fácilmente. Montados en las sillas como si fueran caballetes, uno al lado del otro, Irma y sus quince compañeros empiezan a elongar sus piernas y levantan sus brazos haciendo el saludo al sol. Se despliegan bastante bien en el espacio, pese a que es reducido. Están en penumbras porque Edesur cortó la luz y, entonces, debieron improvisar la clase en el comedor, un lugar que bien podría pasar por un pasillo ancho. Las mesas cuadradas con manteles plásticos donde desayunan, almuerzan, toman la merienda y juegan a las cartas fueron corridas contra la pared. Como pueden, parados a unos centímetros, estiran su torso y recuestan su cabeza contra el respaldo haciendo una especie de cubo. Luego se enderezan y alzan una pierna quince veces; la otra, quince veces, y los brazos, quince veces más. Después, marchan como soldados. El profesor, Marcelo Cerviño, combina el yoga con algo de ejercicio aeróbico. Todos lo agradecen y ponderan. Les ha pedido que empujen el piso con energía y que aplaudan. Ellos aplauden y cantan al unísono: “Que vuelva la luz, que vuelva la luz”. Y, un rato después, la luz vuelve. ✱✱✱ Carlos Converti rompe la regla del vestuario. Tiene 70, fue profesor de Educación Física y lleva un conjunto deportivo color na-


TERCERSECTOR

Mensajeros de la Paz es una ONG internacional, creada en 1962 por un sacerdote español.

ranja. Perdió el pelo pero no las mañanas, dice. Vive en Boedo y está solo. Como no le alcanza su jubilación mínima, colabora con el reparto de diarios y revistas en un quiosco de la zona para hacerse unos pesos. Desde hacía diez años no movía el cuerpo y estar ahí cada miércoles, jueves y viernes lo hizo volver a creer en sí mismo. También es profesor de alfarería y tiene un proyecto: dar clases allí para sus compañeros. Carlos tiene su sueño. Alfredo, de 86, pide que no se mencione su apellido. Desde que hace tres meses se cayó en la calle, empezó con miedos y no pudo volver a salir. Pero un amigo “que está peor” le comentó de este lugar y su hijo empezó a traerlo. Hoy, además de hacer yoga, participa del taller de memoria, coordinado por una psicóloga. Alfredo abandonó el encierro antes de que el encierro lo devorara. Y se animó a salir. Eloísa venía de Santiago del Estero. Un ACV la había dejado con poca movilidad y casi sin habla. Una parte de su familia la tenía en su casa, abandonada. Hasta que una de sus hijas cayó en la cuenta de que Eloísa estaba olvidada en una pieza, sin higiene, sin moverse y apenas alimentada, y se la trajo a Buenos Aires. Al principio no salía de su cama. De a poco, empezó a levantarse. Hoy, como todos los días desde hace ya va-

rios, su hija la ha encontrado sentada en la silla, ya lista, esperando que llegue el momento de salir para el Club de Día. Todavía no habla demasiado pero puede caminar y pasa un tiempo con sus pares. Eloísa ya no está sola, ni abandonada. ✱✱✱

Montados en las sillas como si fueran caballetes, uno al lado del otro, Irma y sus quince compañeros empiezan a elongar sus piernas y levantan sus brazos haciendo el saludo al sol.

Mensajeros de la Paz es una ONG internacional, creada en 1962 por un sacerdote español, de raíces cristianas. Su objetivo es atender y ayudar a incluir a las personas en situación de vulnerabilidad social, sin importar su credo o nacionalidad. Actualmente, trabaja en 36 países. A la Argentina llegó alertada por la crisis del 2001. Aquí desarrolla programas de fortalecimiento familiar, protección infantil, así como también iniciativas para adultos en situación de calle. Además del centro para adultos mayores, tiene distintos hogares para adolescentes, niños, niñas y ancianos en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. También cuenta con un centro comunitario en San Miguel de Tucumán. Allí brindan atención sanitaria, nutricional, médica, capacitación laboral y desarrollan distintos talleres deportivos y artísticos. Luchan contra las causas de la pobreza y la exclusión social –y no sólo contra sus consecuencias–, haciendo foco en progra-

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El Club de Día funciona en la calle Culpina 1021, del barrio porteño de Flores.

mas preventivos y de fortalecimiento de lazos familiares y de las personas, brindando servicios de alojamiento, salud y acompañamiento. En el país, Mensajeros de la Paz se financia con aportes públicos (de la Nación, a través de un convenio con el Pami, de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires), de particulares y empresas. ✱✱✱

Carlos tiene 70, fue profesor de Educación Física y lleva un conjunto deportivo color naranja. Desde hacía diez años no movía el cuerpo, y estar ahí lo hizo volver a creer en sí mismo.

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DATOS ÚTILES

Mensajeros de la Paz 4631-2353 comunidad@mensajerosdelapaz. org.ar www.mensajerosdelapaz.org.ar

Desde que hace un año y medio el Centro Santa Ana y San Joaquín pasó a ser Club de Día, los adultos mayores tienen, además de desayuno, almuerzo y merienda, actividades fijas con profesionales contratados, de lunes a viernes de 9 a 17. Así, el Taller de memoria y estimulación cognitiva, yoga, espacio socioafectivo, de educación ciudadana, idiomas, biblioteca, clases de computación, arte y literatura, forman parte de la propuesta. El espacio también dispone de baños con duchas para quienes viven en la calle y pasan allí la jornada. Cuando algún adulto mayor se acerca, es entrevistado por un psicólogo y una trabajadora social. Se les pide un informe médico y, en lo posible, un contacto con sus familiares. El menú de cada día es diseñado por un nutricionista, quien los controla y los pesa una vez al mes. También, se los ayuda a conseguir documentos si es que no los tienen, a gestionar turnos médicos y a hacer cualquier otro tipo de trámite. Y se los sigue de cerca en cuanto a su situación emocional. En lo que va del año, pasaron por allí 102 adultos mayores, la mayoría de ellos vive en el barrio o de zonas cercanas. ✱✱✱ En las repisas hay vírgenes y en las paredes dos pósters de Jesús conviven con alguna tela con el nombre del Centro y un men-

saje: “Éste es el hogar del amor y la alegría”. Otro cartel exhibe huellas de manos de jóvenes y abuelos, impresas como recordatorio de algún encuentro intergeneracional. Decoran el lugar banderas de España, Argentina, México y Francia. El pollo al horno humea en las bandejas plateadas gigantes que trae una cocinera. El menú del día ha empezado por la sopa. Ahora se sirve la ensalada y la calabaza al horno. Después, vendrá la fruta de estación. Ahora recuerdo que el gran atractivo del centro de jubilados al que iba mi abuela Perla era la comida. Y las noches de pizzas y cartas hacían furor. Ignacio Ilimachi tiene 76, come como si mañana se acabara el mundo y no es la excepción. Según Porras Uribarri, algo que les cuesta a todos es moderarse con la comida, cuidarse para estar mejor. En eso consiste gran parte del trabajo de los profesionales del Centro: la educación y la concientización para la prevención. Un día hubo una queja en masa porque, después de haberse comido tres platos, no podían repetir el postre. Los saleros brillan por su ausencia. Ilimachi vino hace 30 años a la Argentina y fue albañil hasta hace 15, cuando se accidentó la pierna y no pudo volver a trabajar. Vive de su pensión por discapacidad, en Bajo Flores. Sus hijos tienen un taller de costura, una peluquería y le prestan una pieza en la que duerme. Pero su verdadero hogar –dice– es allí donde está sentado ahora. Ignacio es tan cumplidor como Sarmiento. Un gato gris merodea entre las piernas de Marcos Cohen. Tiene barba blanca, nariz puntiaguda, anteojos y es pelado. Se ha esforzado sobremanera en cada ejercicio de la clase de yoga. Es un alumno aplicado; cada día, llega desde Devoto en colectivo. Tiene familia pero no los ve mucho. Cada uno, dice, hace su vida. Entonces el yoga, el taller de memoria y la vida social del Club en general lo distraen del aburrimiento. Para él, es un lugar donde sentirse cuidado. Al fondo del salón principal, donde normalmente se hace la clase de yoga, algunas mujeres ven televisión todas juntas. ¿Cuántos adultos mayores están puertas adentro haciendo lo mismo en soledad y pasan así la mayor parte de los días de sus últimas partes de la vida? Los viejos, que representan el 16 por ciento de la población y suman casi 6 millones y medio de personas, suelen ser olvidados –como a veces me olvidaba yo de mi abuela Perla– porque permanecen puertas adentro. La del Centro Santa Ana y San Joaquín es, sin dudas, una puerta que los ayuda a abrir muchas otras.



MEDIOS

FM La Tribu

Los primeros 25 en el aire Desde el barrio porteño de Almagro, constituye un ícono de la comunicación independiente, alternativa y popular. Una iniciativa cultural y radial de puertas abiertas a la comunidad. TEXTO MARIANA FERNÁNDEZ CAMACHO

na radio, 60 programas. Una radio, muchas voces. Una radio, 30 personas que deciden en asamblea. Una radio, un bar, nueve discos, diez libros, más talleres y muchas fiestas. La Tribu, mucho más que 25 años de voces en el aire. “La radio fue el soporte técnico elegido como corazón del proyecto, pero la técnica no está en la visión integral del proyecto político sino en sus objetivos generales. Experimentamos en todos los soportes que nos conmueven, nos

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DATOS ÚTILES

FM La Tribu www.fmlatribu.com

En primera persona

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n 1989, cuatro estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la UBA (Ernesto Lamas, Damián Valls, Claudio Vívori y Hugo Lewin) fundaron La Tribu. “Formábamos parte del Centro de Estudiantes y, dentro de la plataforma política, surgió la posibilidad de armar una radio estudiantil. Con el paso del tiempo, esa idea fue mutando, la radio fue tomando vida propia y terminó configurándose de una manera que no necesariamente era como se había pensado, aunque sí en sus objetivos de democratizar la palabra y abrir espacio a otras experiencias”, afirma Valls. “Hoy, después de 25 años, siento orgullo de que el proyecto haya sobrevivido, se haya reformateado y reconfigurado”, continúa y agrega: “La sensación es comparable a la vivencia de ser padre: se siente orgullo de que los hijos crezcan, hagan sus cosas, se desarrollen y cobren vida propia, pero al mismo tiempo se los extraña y quisiera tenerlos siempre cerca.” 24

desafíen y nos parezcan lo más efectivos para la producción de un diálogo. Que la radio funcione en una casa de puertas abiertas ya define la necesidad de expandirse a formas infinitas de encuentro”, dice Diego Skliar, integrante de la coordinación general de este colectivo de comunicación y cultura que festeja sus bodas de plata. La Tribu es hoy referencia indiscutida de lo que se conoce como comunitario, popular y alternativo, con el horizonte puesto en la resistencia y la transformación de los procesos económicos, sociales, culturales y comunicacionales hegemónicos. Se trata de una experiencia “sin patrón” que demuestra sustentabilidad, calidad y calidez en sus contenidos. “La grilla se piensa como una organización utópica del día que queremos. Tratamos de que no esté adecuada en un 100 por ciento al estándar de vida propuesto por el capitalismo, donde se supone que las personas se levantan, van a trabajar, vuelven y, quizás tienen un par de horas libres para el esparcimiento”, explica Skliar. Por eso, la propuesta de la 88.7 apunta “al buen vivir”, da cuenta de “formas de organización horizontales y autónomas” y “dialoga permanentemente con organizaciones sociales y colectivos de todo el mundo”. Este ideario se concreta por medio de tres reuniones anuales en las que participan los integrantes de los 60 programas. Allí, es momento de balance y de futuro. Además, hay una asamblea –protagonizada por unas 30 personas– que define objetivos generales y elabora estrategias en el marco de un espacio de debate político. Pero además de abrir el juego a la participación, este proyecto comunicacional y cultural debe sostenerse económicamente. “Publicidad, aportes de programas, gestión del bar, talleres, fiestas, venta de productos La Tribu, edición de libros y discos. Cuantas más fuentes, más vínculos y articulaciones generemos, serán más los desafíos y menos la dependencia”, describe Skliar. La Tribu es comunicación alternativa, comunitaria y popular, pero también es espacio de encuentro, socialización de conocimientos y el laboratorio de otras formas de vida. En definitiva, mucho más que 25 años de voces en el aire.



Mal de muchos

INFORME ESPECIAL

Contaminación por arsénico

Una amenaza silenciosa Estiman que la presencia de este químico en aguas subterráneas pone en riesgo la salud de 4 millones de personas en el país. La situación es aún más grave en las zonas rurales. OSC y Universidades trabajan en el desarrollo de filtros económicos para uso doméstico. Pero aún queda mucho por hacer.

TEXTO LUCIANA ROSENDE

n 1913, el médico Abel Ayerza descubrió la existencia de una relación entre los trastornos de la piel y el consumo de agua subterránea con altas concentraciones de arsénico. Aquel hallazgo realizado en la ciudad cordobesa de Bell Ville fue el primer paso para determinar la existencia de una enfermedad llamada Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacre). Un siglo más tarde, el consumo de agua contaminada con arsénico sigue siendo una realidad en gran parte del país. En ese marco, entidades gubernamentales, Organizaciones de la Sociedad Civil e instituciones educativas de las localidades más afectadas trabajan para echar luz sobre un tema que afecta a muchos, pero que pocos conocen. Y allí se inscribe el lanzamiento de un programa llamado “Mapa de Arsénico-Problemática del agua de consumo en Argentina”. Se trata de una iniciativa del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), la plataforma de lucha contra la desnutrición infantil NutriRed.org y la organización Techo Argentina. El trabajo –motorizado por una comisión interdisciplinaria– comenzó en el 2010, y apunta a difundir y apoyar las investigaciones que contribuyan a resolver esta problemática.

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“En el país es sabido hace mucho que existe la contaminación en agua de pozo por origen natural”, afirma Bertini, del Cima.

El arsénico es uno de los elementos tóxicos de mayor abundancia en la corteza terrestre. Hace millones de años, cuando se formó la Cordillera de los Andes, cenizas volcánicas con alto contenido de arsénico se depositaron en las capas geológicas. Eso explica la presencia de este veneno natural en las napas. Alrededor de 4 millones de personas en todo el país corren riesgo de contaminarse con arsénico, según un informe elaborado por Marta Litter, doctora en Química e investigadora de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Está probado que el consumo de arsénico en altas dosis durante largos períodos de tiempo, tanto en aguas de bebida como de cocción, representa altos riesgos para la salud. La enfermedad conocida como Hacre se caracteriza por presentar lesiones en la piel y alteraciones sistémicas. Por ejemplo, hay estudios que indican que los niños que consumen agua con arsénico tienen un menor rendimiento escolar debido a afecciones neurológicas. En tanto, el peligro es mayor para las personas que viven en situación de pobreza, sin acceso a agua de red o a métodos alternativos de provisión de agua. Las aguas contaminadas con arsénico se encuentran en gran medida en el norte del país, como así también en las regiones cuyana y pampeana. En total, hay 16 provincias afectadas. Buenos Aires constituye uno de los casos más graves. El mapa elaborado por el Itba, NutriRed y Techo señala en verde las zonas sin riesgo; en amarillo los puntos de riesgo bajo o moderado, y en rojo los lugares donde la cantidad de arsénico en el agua supera los parámetros indicados por la Organización Mundial de la Salud. “En el país es sabido hace mucho que existe la contaminación en agua de pozo por origen natural. En el mapa, nuestros rojos coinciden con esas aguas de pozo”, explica Liliana Bertini, directora del Centro Ingeniería en Medio Ambiente (Cima), que forma parte del Departamento Ingeniería Química del Itba. “Cuando empecé a trabajar en este tema, en los años ’80, lo hacía con un geólogo. En ese momento se analizaba el problema en Santa Fe y Córdoba, que eran zonas con alto contenido de arsénico”, cuenta. “Generalmente, el agua de red es la que es segura para consumir. El cuidado hay que tenerlo en zonas remotas, de campo, donde se hayan hecho pozos”, aclara la especialista. Para elaborar el mapa del arsénico, se trabajó en coordinación con organizaciones sociales, que recogieron muestras de agua de


TERCERSECTOR

diferentes localidades a lo largo de todo el país. Sin embargo, para las OSC eso no es suficiente. “Lo que quieren no es sólo saber si hay contaminación o no, sino tener una solución. Por eso, estamos elaborando un filtro económico (para uso doméstico) que pueda usarse en lugares remotos”, consigna Bertini.

Química y social

Ingeniería Sin Fronteras (ISF) es una de las organizaciones que contribuyó con la elaboración del mapa del arsénico. Además, esta OSC lleva adelante un proyecto de diseño y fabricación de filtros de agua para pequeñas comunidades (de hasta 300 habitantes), utilizando la nanotecnología como recurso. “El tema del arsénico es complejo desde el punto de vista químico y social. El agua con arsénico es dulce, rica, no te cae mal. Y en diez años te destruye los riñones. Pero en los parajes rurales la gente muchas veces no sabe que eso ocurre por el arsénico. Por eso, necesitamos una pata local que dé a conocer la problemática. Por otro lado, necesitamos que el diseño del filtro sea fácil, para que, si se rompe, la comunidad lo pueda arreglar sencillamente”, describe Lucas Herrero, uno de los coordinadores del proyecto en el ámbito de ISF. La primera implementación del sistema de filtros con nanotecnología se está desarrollando en El Negrito, Santiago del Estero. Allí hay una escuela rural, que recibe a chicos de ese lugar y de otros parajes vecinos. Y el maestro es un actor fundamental de la iniciativa: a través suyo se pone en práctica la campaña de difusión y concientización. “Hacemos un sistema para que la comunidad se lo apropie. La premisa es que todo lo que

Se estima que en el país 4 millones de personas corren riesgo de contaminarse con arsénico.

“El arsénico representa una amenaza importante para la salud pública cuando se encuentra en aguas subterráneas contaminadas”, advierte la OMS.

usamos se consigue en una ferretería. En El Negrito agarrás el auto o la carreta o la moto, hacés 30 kilómetros hasta la ferretería más cercana y comprás cualquier parte del filtro. Excepto las nanopartículas de filtrado, que son donadas”, explica Herrero. Una vez que el mecanismo esté en marcha en pequeñas comunidades de Santiago del Estero, el objetivo es replicarlo en otras provincias, entre ellas Santa Fe y Buenos Aires. “Hay contactos con vecinos de Lobos, de Tandil, del sur de Santa Fe. Nos mandan emails vecinos preocupados por el tema. En primer lugar, les pedimos muestras de agua para analizar”, cuenta Herrero. En áreas más grandes y pobladas, la presencia del Estado para implementar soluciones a mayor escala resulta fundamental. En abril de este año, el laboratorio de la Administración Provincial del Agua del Chaco –una de las provincias más afectadas– puso en marcha la primera Planta de Tratamiento de Agua Abatidora de Arsénico. La gestión fue realizada por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, y la meta es que se incorporen diez plantas en total, ubicadas en distintos puntos donde se consume agua contaminada.

Vecinos organizados

En los últimos años, en algunas localidades bonaerenses, la presencia de arsénico en las aguas se convirtió en un tema candente. En lugares como 9 de Julio y Ramallo, los vecinos se organizaron y conformaron agrupaciones para llevar adelante la concientización y el reclamo. “A fines del 2012, en nuestra ciudad comienzan a correr rumores de que el agua de red no es apta para consumo humano. Lo que sucede es que hay gente que se enferma de

Un siglo de lucha

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i bien la falta de difusión forma parte del problema en torno al arsénico, hay una nutrida comunidad científica encargada de investigar los alcances del tema y trabajar en la búsqueda de soluciones. En mayo de este año, se llevó a cabo en Buenos Aires el 5º Congreso Internacional sobre el Arsénico en el Medio Ambiente (As2014), bajo el lema “Un siglo del descubrimiento de la Arsenicosis en América (1913-2014)”. Se estima que en América latina hay cerca de 14 millones de personas en riesgo. Además de la Argentina, los países del continente con alta incidencia son Chile, El Salvador, México, Nicaragua y Perú. En Asia, en tanto, hay alrededor de 100 millones de personas en riesgo y los países más afectados son India, China y Bangladesh. Asimismo, se detectó agua contaminada con esta sustancia en los Estados Unidos y en algunos países de Europa. La problemática es de alcance mundial. 27


Universidades y OSC comenzaron a desarrollar filtros económicos de uso doméstico para filtrar el agua para consumo humano.

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DATOS ÚTILES

Ingeniería Sin Fronteras 155454-6414 info@isf-argentina.org Instituto Tecnológico de Buenos Aires www.itba.edu.ar NutriRed www.nutrired.org Techo Argentina 4519-8349 / 5811-4296 info.argentina@techo.org Unidos por la Vida y el Medio Ambiente (03407) 1540-1149 ong.upva@gmail.com 9 de Julio Todos por el Agua (0317) 1540-5650

cáncer, y los médicos les recomiendan comprar agua embotellada al tiempo que desaconsejan consumir agua de las canillas”, relata Mariana Rearte, secretaria de la ONG Unidos por la Vida y el Medio Ambiente (Upva), de Ramallo. “Hace unos 15 años atrás, el cáncer era algo muy raro, de unos pocos. Aquí nos conocemos todos y hoy es terrible enterarse tan seguido de un nuevo caso, en especial de niños y jóvenes. Si los médicos oncólogos recomiendan dejar de consumir el agua de red, eso debe significar algo”, advierte Rearte. A partir de las denuncias de vecinos, el tema llegó al Concejo Deliberante local, donde los ediles opositores exigieron explicaciones al municipio. Pero las autoridades continuaron negando el problema, según denuncian desde Upva. “Para la gente, el agua en este estado es peligrosa. Es necesaria la presión social para que se diga la verdad, que este agua no debe consumirse porque no reúne las condiciones aceptadas por la

Algunas claves El arsénico representa una amenaza importante para la salud pública cuando se encuentra en aguas subterráneas contaminadas”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su mayor riesgo reside en la utilización de agua contaminada para beber, preparar alimentos y regar cultivos alimentarios. La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También, puede asociarse a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes. En este marco, la OMS plantea que “la intervención más importante en las comunidades afectadas consiste en prevenir que se prolongue la exposición al arsénico implantando un sistema seguro de abastecimiento de agua potable”.

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comunidad científica, que son las dictadas por la OMS”, concluye. En 9 de Julio, en tanto, el problema de la contaminación con arsénico llegó al debate público a partir de una iniciativa escolar llevada adelante en una localidad cercana, Carlos Casares. Ahí, en el 2006, una docente de Ciencias Naturales –Lidia Illuminati– realizó un trabajo con sus alumnos para una feria de ciencias. El resultado fue la detección de elevados contenidos de arsénico en el agua que llegaba a Casares desde los pozos de 9 de Julio. Los vecinos, entonces, lograron que se construyera una planta purificadora en su localidad. Los de 9 de Julio, en cambio, siguen lidiando con el problema. Hace alrededor de cuatro años, el reclamo cobró más fuerza. “Al ver que éramos bastantes los que teníamos las mismas dudas, empezamos a trabajar en la difusión y concientización. Logramos mucho apoyo de los vecinos, hicimos campañas de recolección voluntaria de orina para hacer análisis y conseguimos fondos de algunas empresas para hacer folletería”, cuenta Julia Crespo, miembro de la agrupación local Todos por el Agua. “Pensábamos que íbamos a tener un 20 por ciento de gente contaminada pero, cuando empezamos a recibir la primera camada de análisis, nos asustamos porque, de los primeros treinta y pico de casos estudiados, más del 60 por ciento estaba contaminado con arsénico”, remarca Crespo. Fue así que varias familias se unieron para presentar un recurso de amparo y lograron que el municipio entregara informes oficiales y que la Justicia obligara a suministrarles bidones de agua potable, aunque el servicio últimamente está interrumpido. “Logramos que se lleve agua a los colegios y se instalen canillas con agua segura en distintos puntos de la ciudad. Y, en agosto del 2012, logramos la aprobación de la construcción de una planta potabilizadora que se licitó en el 2013 y, ahora, está en obra. Seguimos golpeando puertas desde que empezó todo esto”, resume la vecina de 9 de Julio. En noviembre del año pasado, vecinos y asambleístas de distintas localidades de la provincia de Buenos Aires se reunieron en Pehuajó para firmar un acta exigiendo a los municipios y a las empresas prestadoras que publiquen periódicamente estudios sobre la calidad del agua de red y de aguas envasadas, así como también del agua de los acuíferos zonales. La organización, el trabajo interdisciplinario y el reclamo colectivo parecen ser las mejores herramientas para lidiar contra los efectos nocivos del arsénico. Y aún es mucho lo que queda por hacer.




TERCERSECTOR TEXTO FLORENCIA TUCHIN

ARTICULADOS

n Argentina, las personas que no viven en grandes centros urbanos y sufren patologías que requieren tratamiento médico de mediana o alta complejidad deben trasladarse a otros lugares. Primero, se acercan a las capitales de las provincias y, en segunda instancia, a la Ciudad de Buenos Aires. A esto se suma el hecho de que muchos centros de salud no cuentan con los insumos necesarios, tienen problemas de infraestructura y no dan abasto para atender a todos los pacientes. Para dar respuesta a esta realidad, el Banco Galicia, Cáritas y el sector público formaron una alianza para mejorar las condiciones de atención médica a nivel local y brindar a los vecinos asistencia en Salud cerca de sus hogares. En el marco de su eje de trabajo denominado “Valor a tu Salud”, la entidad crediticia diseñó el “Programa de mejoras en Hospitales y Centros de Salud”, que procura disminuir los déficits. El objetivo es favorecer el desarrollo de hospitales, fortalecer la labor médica y contribuir a mejorar la calidad de la atención en general. Se busca dar soluciones a nivel local para luego generar un impacto de alcance nacional. La propuesta, que comenzó en el 2009, ya benefició a 1,3 millón de pacientes, y permitió acondicionar 52 centros de salud en 20 provincias. En tanto, de acuerdo con lo programado, este año se destinará un total de 2,5 millones de pesos para incorporar mejoras en diversos hospitales. “La alianza con Banco Galicia surgió hace seis años. Nos reunimos con representantes de la entidad bancaria y nos manifestaron su inquietud de impactar a nivel nacional en programas vinculados a la salud. Cáritas Argentina, de gran capilaridad en todo el país, trabaja en cuestiones de salud desde el área de Ayuda Inmediata y Emergencias. Por eso, fue viable articular con las filiales locales de la organización en la asesoría para la detección de necesidades en terreno, y la implementación y el monitoreo del programa”, cuenta Daniela Bostany, coordinadora del equipo de Desarrollo de Recursos de Cáritas Argentina. En los casos en que el Banco lo requiere, las representaciones de Cáritas a nivel local brindan soporte y asesoramiento en la elección del centro de salud u hospital público donde se llevará adelante la iniciativa. De este modo, en conjunto, seleccionan la institución que recibirá los fondos para obtener aparatología, recursos hospitalarios e infraestructura. Luego, determinan

Mejoras en hospitales

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Apuesta al equipo Mejorar las prestaciones médicas en localidades pequeñas del interior del país. Ésa es la premisa del programa que llevan adelante en forma conjunta el Banco Galicia con Cáritas Argentina y los municipios donde se despliega la iniciativa.

El Banco Galicia estrechó alianzas con Cáritas Argentina y municipios.

“Nos resulta muy interesante que empresas y sector público se apoyen en el ‘know how’ y en el ‘expertise’ de las organizaciones para pensar sus programas”, afirman desde Cáritas Argentina.

el orden de prioridades de manera consensuada entre las autoridades del hospital o centro de salud, y la Gerencia de Responsabilidad Social Corporativa del Banco. Al finalizar la obra o entregar el equipamiento se organiza un acto simbólico que involucra al sector privado, al público y a la asociación civil, y realizan una recorrida por la entidad. A su vez, Cáritas tiene a su cargo el relevamiento de los resultados del programa por medio de un formulario de medición de impacto, que realiza en conjunto con el director o referente de la institución beneficiada. Allí, se detalla información sobre la mejora implementada, su impacto en la atención a pacientes,

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en la percepción del personal de la institución en general y de las autoridades en particular, entre otras cuestiones.

En el marco del programa, ya fueron acondicionados 52 hospitales y centros de salud de una veintena de provincias.

“Creemos firmemente que la articulación es el mejor modo de proceder en la atención de las necesidades de la población, en nuestro caso, en la atención a los hermanos más necesitados, en situación de exclusión y vulnerabilidad. Sólo así se pueden lograr las mejores sinergias y resultados sustentables”, agrega. Por otra parte, Bostany señala como algo “muy positivo” que las empresas y los organismos públicos se apoyen en organizaciones como Cáritas porque tiene –asegura–“mejor conocimiento del terreno”. “Nosotros tenemos llegada directa a las comunidades que se verán beneficiadas por programas pensados e implementados tanto por empresas como por el sector público. También, nos resulta muy interesante que estos dos sectores se apoyen en el ‘know how’ y en el ‘expertise’ de las organizaciones para pensar sus programas. En este sentido, ciertamente creemos que el éxito de la iniciativa puede verse reflejado en estas asociaciones estratégicas”, plantea la coordinadora del equipo de Desarrollo de Recursos de Cáritas Argentina.

El engranaje

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Dentro del programa, cada sector tiene un rol establecido. El Galicia da respuestas a las necesidades más urgentes a través de donaciones. El gerente de la sucursal es el responsable de impulsar la iniciativa a nivel local y de generar el contacto con los centros de salud de la zona. El intendente se encarga de orientar las prioridades locales junto con Cáritas, que, a su vez, da su perspectiva como representante de la sociedad civil. “La alianza nos ayudó a dar pasos mucho más certeros para direccionar de manera más eficiente la inversión. También, es una forma interesante de hacer caer barreras y prejuicios sobre la posibilidad de que los tres sectores trabajemos juntos”, dice Constanza Gorleri, gerente de Responsabilidad Social Corporativa del Banco Galicia. “En todas las iniciativas que impulsamos buscamos la articulación con el sector público y una asociación civil. Estoy convencida de que ésta es la forma para resolver problemas locales de manera más eficiente y asertiva. Para el éxito del programa tiene que haber una convergencia entre un banco con ganas de ayudar, un Estado que pide colaboración en términos de complementariedad y una comunidad que demanda esa atención. Relevamos lo que le pasa a la gente a nivel local para alcanzar una construcción más global”, define Gorleri. Según ella, la articulación debe darse desde el inicio mismo del programa para poder pensar en conjunto y de forma participada sobre la situación a abordar.

Un caso

“Hoy en día, ni el sector público ni el privado pueden hacerse los desentendidos con los problemas de la comunidad. Tenemos que trabajar juntos”, plantea el director del hospital de Balcarce.

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La ciudad bonaerense de Balcarce tiene cerca de 47 mil habitantes y no cuenta con centros de salud privados. Por lo tanto, satisface las necesidades de los pacientes a través de un único efector de salud: el Hospital Subzonal Municipal Dr. Felipe A. Fossati. El contacto entre Banco Galicia y el municipio para implementar el programa se inició en el 2012, duró un año y se reforzó este año. En ese marco, la entidad bancaria donó 39 mesas de luz y 31 mesas para comer en la cama con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de atención de los pacientes. “Cuando el Banco Galicia se instaló en Balcarce, me vino a ver el gerente y me presentó la posibilidad de hacer una donación y un acercamiento a la población. Nosotros reacondicionamos la sala de terapia intensiva y ellos nos donaron las mesas. Ahora estamos por terminar la mejora de los quirófanos”, dice el intendente de Balcarce, José Enrique Echeverría. Por su parte, el director del hospital, Norberto Pilone, asegura que las donaciones fueron una ayuda muy grande para mejorar la atención: “Con el gerente local del banco conversamos permanentemente, tenemos un diálogo muy fluido y evaluamos las prioridades en equipo. Hoy en día, ni el sector público, ni el privado pueden hacerse los desentendidos con los problemas de la comunidad. Tenemos que trabajar juntos”, plantea. Y los hechos lo avalan.



TEXTO LAURA EIRANOVA

EL ARTE DE TRANSFORMAR

a tarde en que Mario Villanova le dijo: “¿Y si hacemos un equipo de fútbol?”, Enrique Flores no tenía idea de todo lo que tenía por delante. Corría 1981. Flores tenía 33 años, era policía de la Federal, asistía a una iglesia cristiana evangélica y jugaba fútbol amateur. “Pero era de los tantos que asisten a veces a una iglesia y no hacen nada por los demás.” Eso dice Enrique Flores desde su escritorio en la asociación civil Pumas del Sur, la imponente obra para la niñez y la adolescencia que construyó a lo largo de 30 años, después de aquella invitación futbolera. Pero que el relato sea por etapas. Enrique ya era el voluntarioso del fútbol, ese personaje que junta a los amigos para el partido, consigue las camisetas, organiza. “Así que no me costó mucho aceptar la propuesta. Salía por Banfield, con Mario y Héctor Romero, juntábamos a los chicos, les pintábamos con corcho quemado los números en la camiseta, los hacíamos practicar deportes, y armamos el equipo Los Pumas de Banfield y una liga. Estaba convencido de que eso podría alejar a los pibes de la delincuencia. El tema se fue haciendo cada vez más grande y desde ahí no paré”, cuenta. Tres años después de aquel puntapié inicial tuvo, reconoce, un intervalo de dos o tres meses. Sentía que la actividad se había tornado muy competitiva. “No era lo que pretendía”, recuerda. Entonces, se alejó para tomar perspectiva. Y ahí nació la idea de hacer un centro integral de ayuda a la niñez y la adolescencia, donde el deporte fuera sólo un aspecto más. “Llevé un proyecto al área de Acción Comunitaria de la Convención Evangélica Bautista, y consiguieron una ayuda del exterior (la Junta Richmond estadounidense) con la que pudimos comprar los primeros cuatro terrenos, hacer un comedor, una cocina, baños y empezar a ser lo que somos ahora.” El 30 de noviembre de 1991 quedó inaugurado el centro Pumas del Sur, con 20 chicos de entre 6 y 13 años que iban a merendar y a hacer distintas actividades. Unos años más tarde, sumaron el jardín de infantes Pumitas, un gimnasio multiusos, luego les abrieron la puerta a los adolescentes, incorporaron cursos de capacitación, nuevos terrenos para actividades recreativas y, en el 2010, crearon la cooperativa de trabajo Construyendo el Futuro, para brindar talleres de oficios, ofrecer una salida laboral a los jóvenes que egresan de Pumas, y generar

Enrique Flores

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Sembrador de esperanzas Creador de la asociación Pumas del Sur, le dio vida a su sueño a partir del fútbol. A lo largo de tres décadas, ya transformó la vida de cientos de pibes.

El centro Pumas del Sur fue inaugurado en noviembre de 1991 con 20 chicos de entre 6 y 13 años que iban a merendar y a hacer distintas actividades.

“Estaba convencido de que eso podría alejar a los pibes de la delincuencia. El tema se fue haciendo cada vez más grande y, desde ahí, no paré”, relata Flores.

productos para autofinanciarse. En Banfield, Pumas del Sur es toda una institución por la que ya pasaron más de 15 mil pibes. Actualmente, son unas 80 personas que atienden en distintas áreas a unos 440 niños y adolescentes por día. Y, treinta años después, no les resulta difícil conseguir avales y sustento para llevar adelante nuevas iniciativas. “Ya concretamos 82 proyectos. Unicef, las embajadas de Canadá y Holanda, y muchas empresas y fundaciones lograron que nuestros objetivos pudieran ser cumplidos. Lo que es difícil es lograr un apoyo continuo para sostenerlos. Recibimos sustento de la Municipalidad de Lomas de Zamora, del Estado provincial y nacional, pero a veces esas ayudas no aumentan al ritmo que se necesita a través del tiempo”, reconoce el director de la ONG y explica que hay muchos voluntarios que reciben un viático pero las maestras de jardín cobran un sueldo y lo que algunos padres pagan como cuota social no llega a cubrir los gastos mínimos. Por eso, la creación de la cooperativa fue una herramienta vital, que les abrió las puertas a la posibilidad de generar recursos propios y genuinos. Y a eso se sumó luego un acuerdo con la empresa Guadamiro, que adquiere toda la producción y se encarga de su comercialización. Esa firma, liderada por uno de sus hijos, Alejandro, lleva adelante el producto que hoy es la estrella de la cooperativa, la “Pizza en cono L.Q.F.”(por “la que faltaba”).


Por la ONG pasaron, en 30 años de vida, más de 15 mil pibes. Actualmente, unas 80 personas atienden en distintas áreas a unos 440 niños y adolescentes por día.

“El invento del cono surgió de pura casualidad. Habíamos hecho un video institucional (con la agencia Hermida Publicidad) y, en una parte, yo pensaba en voz alta sobre la necesidad de crear un producto gastronómico para la cooperativa. Mi hijo vio mis intenciones y me dijo de hacer algo en conjunto. Lo evaluamos, readecuamos un lugar en la institución, le planteamos la idea a la directora de Políticas Alimentarias de Nación, y nos apoyó en el arranque”, señala Flores. La originalidad que elaboran los chicos de Pumas se vende ahora como servicio para fiestas y también en puntos de venta en shoppings y en la vía pública, a través de coloridos y tentadores módulos solidarios donde se ve el cono rebosante de mozzarella y otras delicias. Enrique Flores habla de sus logros con orgullo y emoción, los mismos sentimientos que volcó en los tres libros que fue editando a lo largo de estos años: “Las vivencias de Don Máximo” (1985), que en 1987 le valió un diploma de manos del presidente Raúl Alfonsín y del entonces jefe de Policía Juan Ángel Pirker por su actuación en beneficio de la niñez; “Cada niño, una esperanza” (1999), que refleja historias reales de chicos que pasaron por la institución, y “Crecer es soñar y algo más” (2010), con el que buscó transmitir a otras organizaciones toda la experiencia de su trabajo en estas décadas. Rodeado del murmullo constante de los chicos, con más proyectos y mejoras en-

“Juntábamos a los chicos, les pintábamos con corcho quemado los números en la camiseta, los hacíamos practicar deportes y armamos el equipo Los Pumas de Banfield y una liga.”

A sus 66 años, Flores se siente “con toda la fuerza para seguir adelante”.

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DATOS ÚTILES

Pumas del Sur www.pumasdelsur.org.ar pumassur@infovia.com.ar

tre manos, y el sostén constante de Mirta Rodríguez (su mujer desde hace 43 años, con la que tuvo dos hijos, comparte tres nietos y se encarga del área de Alimentación de la organización), Flores mira a su alrededor y no imagina otra vida para él. “Por mi forma de ser, no podría estar jugando a las bochas o al tejo, como hacen algunos compañeros míos. Tuve la gran ventaja que te da la policía, que es retirarte joven (lo hizo como suboficial escribiente), pero desde el momento en que trabajaba muchas horas por día y hacía adicionales, esto fue una criatura a la que vi nacer y a la que le dediqué la mitad de mi vida. Para mí, no es un trabajo, es algo que uno ha sentido en su corazón.” A sus 66 años, “y con toda la fuerza para seguir adelante”, Flores acepta que en el camino hubo “rosas y también espinas”, pero que ver a los chicos crecer, formar una familia, salir adelante, es un logro que lo mantiene activo y no le permite bajar los brazos. “Siempre doy el ejemplo de Fabián y Chiquito. Los dos vinieron con problemas familiares, padres presos, madres con tratamiento psiquiátrico –recuerda–. A los dos les dimos toda la ayuda que pudimos. Chiquito se recibió de ingeniero y a Fabián lo mataron por entrar a robar en la casa de un vecino. A veces nos entra el desánimo con casos así, pero nuestra tarea es sembrar. En algunos lugares, la semilla crece y en otros no, pero nunca sabemos en cuál va a crecer, entonces la única alternativa es seguir sembrando.”

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TERCERSECTOR INNOVADORES

Martín Ferreira

Una vida con SonRisas Con 32 años y título de licenciado en Administración de Empresas, dedica sus días a la ONG que creó hace diez años. Lo moviliza el deseo de garantizar una infancia digna a los chicos, en condiciones de equidad. TEXTO FLORENCIA TUCHIN

Es un líder natural, va para adelante con todo lo que se propone. Es solidario, capaz y generoso.” Así caracterizan a Martin Ferreira, presidente de SonRisas, sus amigos y compañeros de la asociación civil. Hace diez años, él fue uno de los que puso en marcha este proyecto con el objetivo de trabajar en favor de una Infancia digna para llegar a una adultez con oportunidades. Malevo es el apodo con el que grandes y chicos lo conocen en el Centro Social y Solidario que la OSC lleva adelante en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría. Con 32 años, Martín combinó su Licenciatura en Administración de Empresas con su capacitación como educador no formal y, en julio del 2004, comenzó su camino como emprendedor social. “Algunos amigos cercanos subestiman la tarea, piensan que hago esto para ocupar el tiempo libre o porque me creo que soy el Che Guevara. Para mí, SonRisas es una elección de vida, un compromiso por el cual, junto con mis compañeros, lucho todos los días”, cuenta. Desde el principio, el juego fue el eje que la organización usó para transmitir valores y reglas, y vincular a los chicos entre sí y con los voluntarios. Y SonRisas –afirma Ferreira– fue la forma que encontró para construir un mundo más justo, en vez de rendir-

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Martín combinó su Licenciatura en Administración de Empresas con su capacitación como educador no formal.

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DATOS ÚTILES

SonRisas www.creasonrisas.org.ar

se, resignarse o mirar para otro lado. En estos primeros diez años de trabajo, la asociación civil buscó consolidar un modelo de intervención basado en la tarea coordinada con el Estado, la escuela y la familia. Ahora, sueña con replicar la experiencia en nuevos espacios y lograr autosustentarse. En este recorrido, el presidente de SonRisas aprendió a actuar con pasión y a ponerse en el lugar del otro. También comprendió que la gente prefiere un trabajo digno a cualquier tipo de asistencialismo y cargó de sentido a muchas de las ideas que siempre había escuchado y leído con admiración del economista Bernardo Kliksberg. Su compromiso y su acción –asegura– proviene de aquello que, de una u otra manera, le inculcaron sus padres: pelear por lo que uno quiere y desapegarse de las cuestiones materiales. Además, sus pasos se hicieron firmes siguiendo los ejemplos que supo encontrar en Claudia, la directora del centro de SonRisas, y Estela Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego de ocho años de trabajo, el 2012 marcó un punto de inflexión, cuando aquello que habían soñado colectivamente, se convirtió en realidad: la conquista de un espacio propio. Eso les permitió pasar del trabajo semanal a una labor diaria, con talleres y clases de apoyo. “El centro significó un lugar en el mundo para SonRisas y generó un sentimiento de pertenencia en el barrio”, resume Martín, a quien, en marzo de este año, se le presentó un nuevo desafío cuando el equipo de trabajo de la organización le propuso vincularse de forma rentada para poder dedicar más tiempo a generar beneficios para los chicos. “Si bien recibo un sueldo menor, ahora puedo darle a SonRisas todo lo que necesita de mí y tengo un mejor conocimiento del proyecto que siempre me tocó coordinar”, asegura Ferreira. “SonRisas me dio muchas gratificaciones: desde la oportunidad de armarme grupos de amigos que los siento hermanos en causa y valores, hasta la posibilidad de ir a congresos, viajar y recibir reconocimientos personales”, asegura. De todos modos, remarca, lo más lindo es ver los cambios, los frutos del trabajo en el barrio. “El legado que me gustaría dejar es que primero hay que luchar por uno mismo, después por el otro, y que no hay que posponer la posibilidad de ayudar por pensar que no es el momento o que no hay tiempo”, subraya.




TERCERSECTOR TEXTO ALICE POLLINA

REPORTAJE

e niña miraba una y otra vez una foto de una cascada plateada que resplandecía en la noche bajo un arco iris lunar e imaginaba que, algún día, iba a encontrar ese lugar desconocido. Pasaron los años y supo que eran las Cataratas del Iguazú. Apenas se mudó a la Argentina, tuvo la oportunidad de ver las cascadas en vivo y en directo. Para ella, fue una señal que le indicaba que estaba predestinada a vivir en la Argentina. “Era de noche y allí estaba todo igual, hasta el arco iris. Lo sentí como un milagro. Le pedí a Dios que me diera la fortaleza para vivir lejos de mi familia y llevar adelante mi matrimonio con Pablo Alarcón y saber criar aquí los hijos que vinieran”, confiesa la actriz. Y así fue: Claribel hoy tiene dos hijas veinteañeras y, aunque dice que todavía sufre el desarraigo, ama a la Argentina. Por eso, lo primero que cuenta es que quiere organizar una ayuda a los damnificados de las recientes inundaciones por las crecidas de los ríos Paraná e Iguazú. “La vida es detenerse a cada segundo y mirar lo que está pasando al costado. Siempre hay alguien que necesita”, explica. Trae con ella la calidez del clima tropical de su Puerto Rico. De personalidad cordial y afectuosa, fue la figura ideal como conductora de reality shows que tuvieron que ver con el amor, como en La Gran Propuesta (Telefé); con la búsqueda de pareja, como en Para Siempre.. Ni solos ni solas (Canal 13), y con la lucha contra una enfermedad como la obesidad en Cuestión de Peso (Canal 13). También participó en tiras de ficción como Consentidos, Los Roldán y Mis amigos de siempre, entre otras. Este año realiza presentaciones en la Sala Siranush con su grupo Las Gardenias y sus Gladiolos, y la obra de teatro La nueva ilusión, en la sala Carlos Carella. También está embarcada en una obra infantil –el musical ¿Te cuento una leyenda?, en el Paseo La Plaza– con la idea de viajar por el interior del país y presentarla en escuelas donde los alumnos no suelan tener acceso a obras de teatro.

Claribel Medina, actriz

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–¿Qué significa para usted participar en acciones solidarias?

–Es un compromiso social, un deber en la vida. Es importante hacerse cargo de que hay mucha gente necesitada, sobre todo cuando uno ha recibido muchas cosas buenas. Me parece que el camino es devolverlo. Ayudar tiene que ser una elección personal y hacerlo sin esperar nada a cambio.

“Cuando se han recibido cosas buenas, el camino es devolverlo” Sensible, cálida y maternal, la actriz portorriqueña afirma que ser solidario “es un compromiso individual” que debe surgir como una elección personal “sin esperar nada a cambio”. Aquí habla de su participación en iniciativas sociales y su forma de ayudar a quienes lo necesitan.

“Argentina siempre me maravilla en ese sentido. Donde hay una desgracia, allá están todos dando una mano.”

–Cuando le ofrecen conducir programas que involucran un acercamiento humano con los participantes, ¿qué se propone aportarles?

–En Cuestión de peso me propuse saber escuchar. Era un espacio donde el protagonismo lo tenían personas con una enfermedad, así que me pareció importante prestar el oí-

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do para ver cuál era el problema real y por qué se les hacía tan difícil cumplir con el objetivo. Me sentía como responsable de alentarlos a dar un paso más porque estaban televisando un problema personal. Quería que lo aprovecharan a fondo. –¿Cómo es ayudar a que las personas hagan un cambio en su vida?

–Tener una adicción, reconocerlo y aceptarlo para poder actuar sobre ella es un proceso bastante largo, no un cambio rápido. Yo aprendí a tener la paciencia que se necesitaba para que el participante hiciera ese proceso y, muchas veces, luchaba con ellos hasta lo último para que entendieran que ése era el momento para lograrlo. Algunos quedaron eliminados por la balanza pero siguieron el tratamiento y les fue mejor fuera de la pantalla porque la tele les resultaba una presión y no les servía.

Nacida en Puerto Rico en 1960, en los últimos años condujo el programa televisivo Cuestión de peso.

–¿La filmación de la película Cacería generó una ayuda para una escuela?

–¿Cree que el programa ofrecía un servicio a la comunidad?

–Además de ayudar a los participantes, los informes mostraban la realidad de que la gente que no tiene dinero realmente come mal porque lo único que puede pagar es pan. También se mostraban lugares donde había parrillas en condiciones antihigiénicas, pero justamente eran muy baratas. Desde ese lugar se daba un servicio porque se tocaban temas que ayudaban a fomentar hábitos saludables. –¿Ha podido realizar acciones solidarias a través de la música?

–Con mi grupo anterior, Las Gardenias, participamos de una jornada solidaria de la Fundación Pequeños Sueños, a beneficio del Hogar del Pino. Fuimos a hacer unas canciones. Nunca me voy a olvidar la cara de felicidad de esos niños cuando se encontraron con los instrumentos, sobre todo los de percusión. Los agarraban y les parecían mágicos; jugaban con las maracas y yo los dejaba porque el show era para ellos. Entonces, no importaba si por eso no estábamos tocando bien; lo importante era que esos nenes pasaran un momento feliz. Se reían, bailaban y se pudo recaudar dinero para comprar cosas que necesitaban. –¿Cómo fue la experiencia que vivió en Santiago del Estero en el 2012, cuando participó de la acción de Canal 13 y Unicef Un Sol para Los Chicos?

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–Fuimos a visitar la Maternidad Doctor Faustino Herrera, de la ciudad de La Banda. Es un hospital donde las madres pueden vivir con sus bebés prematuros y amamantarlos. Vi

una realidad muy dolorosa: algunos bebés sobreviven y otros no. Pude conversar con los padres, en algunos casos chicas jóvenes, de 15 años. Con ellas hablé sobre los cuidados, sobre cómo acercarse al bebé. Estamos hablando de madres que tienen que caminar hasta seis horas para llegar, o tomar tres o cuatro colectivos para ir a parir. Entonces, lo que hace Unicef es construir al lado del hospital un edificio donde los padres puedan vivir y no tener que hacer estos viajes terribles. Esto permite que la madre pueda estar cerca de ese bebé prematuro, lo que resulta fundamental porque está comprobado que ese contacto hace que el niño reaccione. Me gusta mucho colaborar con Unicef porque ellos hacen un trabajo muy serio. También he ido a inaugurar y a cantar en escuelas de la provincia de Buenos Aires.

“Es interesante cómo la gente está acostumbrada a poner el pecho, quizá sea porque han sufrido bastante.”

–Fuimos a Formosa, en el ’99, a filmar en esta escuela bastante pobre. Cuando terminamos, hicimos una colecta entre la gente de técnica y los actores. Yo me había llevado desde Buenos Aires libros de matemática y cosas de mis hijas. La situación de esos niños era muy precaria, usaban lápices que ya estaban tan gastados que medían un centímetro, eran mínimos. Compramos ropa y llevamos cuadernos. Todas las cosas quedaron en la escuela para que las maestras las administraran porque nos contaron que si los chicos se llevaban los útiles a la casa, los padres los vendían porque eran familias muy necesitadas. –¿El pueblo de Puerto Rico es solidario?

–Es muy generoso. Yo viví el Huracán Hugo en el ’88. Estuvimos 40 días sin luz y unos 30 sin agua. Todos nos ayudábamos; había que manejar lo que tenías. Colaboramos para reconstruir los techos que se habían caído de las casas e, incluso, algunos nos fuimos a trabajar a otro pueblo. Yo fui a Ponce, que se había derrumbado bastante. Allí habían quedado casas bajo la tierra. –¿Y cómo ve a los argentinos?

–Creo que los actores son muy solidarios y la gente en general también. Esto está comprobado con lo que pasó con Chile y Haití. Argentina siempre me maravilla en ese sentido. Donde hay una desgracia, allá están todos dando una mano. Los profesionales no dudan en aportar su trabajo a los que necesitan. Es interesante ver cómo la gente está acostumbrada a poner el pecho, quizás sea porque han sufrido bastante.




TERCERSECTOR

20 AÑOS TERCER SECTOR

20 LEYES Muchas de las normas sancionadas en los últimos años fueron impulsadas por organizaciones sociales, en respuesta a las demandas de la ciudadanía. En el vigésimo aniversario de Tercer Sector, este dossier reúne una nómina de cuáles fueron las principales leyes de carácter social promovidas por instituciones y miembros de la sociedad civil. Opinan los referentes del sector.

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TEXTOS ALEJANDRO CÁNEPA

aja de resonancia de los debates que atraviesan a una sociedad, el Congreso Nacional es, en una democracia representativa, el ámbito diseñado para que se debatan y aprueben las leyes que rigen en el país. Desde 1994, cuando fue fundada la revista Tercer Sector, normas de muy diversas temáticas, relacionadas con causas promovidas por Organizaciones de la Sociedad Civil, han sido sancionadas por el Parlamento. Lo cierto es que más allá de interpretaciones judiciales, lobbies, debates por momentos muy intensos, manifestaciones y negociaciones, en términos históricos, las entidades del sector social lograron en estas dos últimas décadas acentuar su presencia en la agenda legislativa e incidir así en la definición de políticas públicas. “La Reforma Constitucional del 1994 es un antes y un después en materia de preservación del medio ambiente porque, en su artículo 41, incorpora esto como nuevo derecho. En ese sentido, la Ley de Protección Ambiental, sancionada en el 2002, es clara consecuencia de ese artículo”, señala Andrés Nápoli, director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn). Una mirada a las principales normas sancionadas en estos últimos años revela cómo las preocupaciones de distintas OSC lograron plasmarse en leyes como la de Bosques y la de Glaciares, aunque en estas últimas persisten cuestionamientos en lo que respecta a su implementación. El Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) también interpreta como logros las diversas normas aprobadas en los últimos años: “Nuestro país ha logrado la sanción de numerosas leyes que constituyeron importantes avances en la promoción de derechos e impulsaron cambios en el enfoque de políticas públicas”, señalan desde la ONG. En este sentido, destacan “la anulación de las leyes de impunidad”, así como también la sanción de la “Ley de Migraciones, la de Salud Mental y la de Matrimonio Igualitario”. No obstante, señalan que si bien persisten numerosos desafíos en la implementación de normas como las de Migraciones y Salud Mental, “el reconocimiento de derechos ha sido el primer paso para impulsar medidas que produzcan cambios en la calidad de vida de las personas”. En tanto, para Renzo Lavín, codirector de la Asociación Civil por la Igualdad y Justicia (Acij), “ha habido una gran participación de organizaciones sociales para determinadas leyes. Por ejemplo –remarca–, las de

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TERCER SECTOR – 20 AÑOS – 20 LEYES

La huella de la incidencia A lo largo de las últimas dos décadas, muchas Organizaciones de la Sociedad Civil lograron ver plasmadas en políticas estatales y leyes su capacidad de incidencia pública. Aquí, una selección de una veintena de normas de contenido social que en su momento fueron promovidas por las ONG en representación de los intereses de la ciudadanía.

“Nuestro país ha logrado la sanción de numerosas leyes que constituyeron importantes avances en la promoción de derechos e impulsaron cambios en el enfoque de políticas públicas”, subraya el Cels.

memoria, verdad y justicia tuvieron todo el apoyo del Movimiento de Derechos Humanos clásico. También la de Matrimonio Igualitario y la de Servicios de Comunicación Audiovisual tuvieron mucho empuje por parte de las organizaciones”. Desde la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), su director ejecutivo, Torcuato Sozio, entiende que, a nivel de incidencia legislativa, “ha habido un crecimiento de la sociedad civil, que es positivo”, pero advierte que “lo malo es si, en ocasiones, las OSC terminan haciendo lo que no hace el Estado”. No hay dudas de que, en los últimos 20 años, las Organizaciones de la Sociedad Civil se sumergieron en el desafío de ver plasmadas en leyes las problemáticas sobre las que día a día trabajan. De todos modos, resta mucho camino por andar: “Leyes hay miles, pero el tema también es cómo se aplican y si es que se aplican”, señala Nápoli, de Farn. También allí, entonces, el tercer sector deberá afrontar el desafío de construir nuevos senderos de incidencia. 1- Ley de Protección de los Datos Personales. Octubre del 2000.Esta norma per-


TERCERSECTOR mite que “toda persona puede solicitar información al organismo de control relativa a la existencia de archivos, registros, bases o bancos de datos personales, sus finalidades y la identidad de sus responsables”. Además, establece el derecho a que sus datos “sean rectificados, actualizados y, cuando corresponda, suprimidos o sometidos a confidencialidad”. 2- Ley de Adopción. Marzo de 1997. Esta norma vino a reemplazar la “ley” que había impuesto la dictadura de Alejandro Lanusse en 1971. Establece los criterios que deben cumplir las personas para poder adoptar, así como también los de las condiciones para la adoptabilidad de los chicos. Si bien es considerada un avance en relación a la legislación anterior, diversas OSC reclaman nuevas modificaciones. 3- Ley de Salud Reproductiva. Octubre del 2002. La denominada Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable estableció la creación de un Programa Nacional de Salud Sexual que posibilita “prescribir y suministrar métodos y elementos anticonceptivos” no abortivos. Además, al incluirlos en el Programa Médico Obligatorio (PMO) obligó a los servicios de salud públicos y privados a incorporarlos a sus coberturas. 4- Ley General del Ambiente. Noviembre del 2002. Sancionada con la intención de reglamentar las innovaciones en esta materia incorporadas por la Constitución Nacional en

Las otras leyes

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as leyes que se enuncian a continuación representan apenas un muestreo de las normas consideradas más trascendentes por las ONG consultadas y por Tercer Sector, aprobadas desde 1994 hasta la actualidad. A pesar de que no fueron incluidas en esta selección, no pueden dejar de señalarse –aunque no hayan sido leyes– la reforma de los mecanismos de designación de los jueces de la Corte Suprema y la implementación de la Asignación Universal por Hijo, ambos pedidos históricos del sector social. Tampoco soslayar la sanción de la Ley de Celiaquía y la de Fertilización Asistida, ambas impulsadas por OSC, aunque con dificultades en su implementación.

su Reforma de 1994, establece criterios básicos de protección medioambiental y –entre otros puntos– obliga al Poder Ejecutivo Nacional a elaborar un informe anual sobre la situación ambiental del país, para su presentación en el Congreso. 5- Ley de Derogación de Obediencia Debida y Punto Final. Agosto del 2003. Una ley que anuló a otra. Eso significó la norma que derogó a la de Punto Final, sancionada en 1986, y a la de Obediencia Debida, de

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1987, ambas denominadas “Leyes del Olvido”. De esta forma, abrió las puertas hacia un camino de verdad, justicia y memoria por el que tanto habían luchado diversas organizaciones de Derechos Humanos. 6- Ley de Acceso a la Información Pública Ambiental. Noviembre del 2003. Si bien todavía no existe una Ley de Acceso a la Información Pública general, sí existe una que permite requerir datos medioambientales a autoridades nacionales, provinciales y/o municipales, así como también a entes autárquicos y empresas que prestan servicios públicos, sean estatales, privadas o mixtas.

“Ha habido una gran participación de organizaciones sociales para determinadas leyes”, asegura la Acij.

ma puso fin a la vieja Ley de Patronato, de principios del siglo XX, al igual que ya lo había hecho la incorporación a la Constitución Nacional de los derechos nacidos de la Convención Internacional de los Derechos del Ni-

ño. La norma establece un marco de “protección integral” de los derechos de los chicos y apunta a considerarlos sujetos de derecho más que objetos pasivos. 9- Ley de Financiamiento Educativo. Diciembre del 2005. La norma conso-

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lida mecanismos para un incremento sostenido en los recursos del Presupuesto Nacional destinados a políticas educativas. Considerada un gran avance por una clara mayoría de Organizaciones de la Sociedad Civil, ha logrado que el monto para Educación llegue a representar un 6 por ciento del Pro-

10- Ley de Financiamiento de Partidos Políticos. Diciembre del 2006. Busca garantizar el acceso a espacios en los medios masivos de comunicación a la totalidad de los partidos en el marco de las campañas electorales. También, establece criterios para la distribución de fondos electorales y fija como obligación la rendición de cuentas a través de la presentación de los estados contables. 11- Ley de Bosques. Noviembre del 2007. Entró en vigencia dos años más tarde, con su reglamentación. Establece que las provincias deben realizar una clasificación de sus bosques nativos a través de un proceso participativo. También, crea un fondo compensador para aquellas provincias que conserven sus bosques. La implementación y el control del cumplimiento de la norma es cuestionada por distintas OSC.

7- Ley de Migraciones. Diciembre del 2003. Su reglamentación demoró siete años. Establece que la situación irregular de un inmigrante no es razón para privarlo del acceso a la atención de la salud o la educación.Además, facilita la incorporación a la vida social y productiva del país. Por otro lado, prevé que todos pueden vivir en suelo argentino excepto en los casos de documentación falsa o adulterada, condenas o participación en genocidios, crímenes de guerra, terrorismo o delitos de lesa humanidad. 8- Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. Septiembre del 2005. Esta nor-

ducto Bruto Interno (PBI) del país.

12- Ley de Educación Nacional. Diciembre del 2006. Reemplazó a la Ley Federal de Educación sancionada en 1993, durante la gestión menemista. La norma establece

OPINIÓN

Sobre éxitos y fracasos POR AGUSTINA GRADIN *

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eflexionar sobre la incidencia legislativa de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) nos invita a profundizar en el funcionamiento de nuestro sistema democrático. La capacidad de las OSC para condicionar la agenda, una ley o una política pública, depende principalmente del escenario político en el cual se inscriben, las características de sus actores, los proyectos políticos en disputa, y del tipo de liderazgos y relaciones de poder que se construyen en cada período histórico. Es decir, la incidencia es un proceso social situado política, económica, cultural e históricamente, donde las OSC organizan y expresan demandas sociales que emergen de los diferentes intereses que componen nuestra sociedad. En sociedades desiguales como la nuestra, las OSC se constituyen en actores estratégicos del desarrollo político, social y económico del país. Con su intervención pública, amplían los márgenes de representación y de legitimidad, nutriendo la vida democrática. Sin embargo, no todas las demandas, ni todas las OSC tienen la misma capacidad de hacer escuchar su voz y de imprimir su huella. La diferencia de recursos técnicos, materiales, humanos, simbólicos y políticos es una realidad al interior del mundo de las OSC, y eso impacta en la capacidad de incidencia de algunos sectores sociales, sus demandas e iniciativas, sobre otros de menores recursos. En este escenario, la incidencia legislativa de las OSC tiene sus éxitos y sus fracasos.

✱Politóloga. Área Estado y Políticas Públicas Flacso, sede Argentina.


TERCERSECTOR –entre otros puntos– la obligatoriedad del nivel secundario y define a la educación como un “bien público” que, como tal, debe constituir una política de Estado. 13- Ley de Protección Integral a las Mujeres. Marzo del 2009. La “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” obliga a ofrecer gratuitamente a

“Hubo un crecimiento de la sociedad civil que es positivo, pero lo malo es si, en ocasiones, las OSC terminan haciendo lo que no hace el Estado”, señalan desde la ADC.

15- Ley de Democratización de la Representación Política. Diciembre del 2009. Su rasgo más sobresaliente es la implementación de un sistema de elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias para la definición de candidatos a cargos electivos nacionales. La norma agrega que la difusión de los avisos de los distintos partidos y alianzas tiene que comenzar no antes de los 20 días previos a la fecha de los comicios. 16- Ley de Glaciares. Septiembre del 2010. La norma exige crear un “Inventario Nacional de Glaciares” y obliga a las empresas que operen en esas zonas a hacer estudios de impacto ambiental de su actividad. Instituciones como Farn, Greenpeace y la Asociación de Abogados Ambientalistas (AAA) monitorean el cumplimiento de ese instrumento legal, ralentizado en ciertas provincias con producción minera muy intensa.

18- Ley de Salud Mental. Noviembre del 2010. La norma fija límites a la internación de personas contra su voluntad, atención de los pacientes en un marco comunitario y revisión de las condiciones de alojamiento de los enfermos mentales. Su implementación comenzó dos años y medio más tarde, tras su reglamentación. Su sanción había sido apuntalada por el Cels, La Colifata y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otras. 19- Ley de Identidad de Género. Mayo del 2012. La norma determina que las prácticas médicas de “adecuación de género” deben ser cubiertas por el PMO, además de avalar los cambios en la documentación de las personas trans. Según la Asociación de Traves-

las víctimas de violencia los recursos necesarios en todos los ámbitos del Estado Nacional, ya sean de orden administrativo o judicial o de otra índole, para garantizar el efectivo ejercicio de sus derechos. 14- Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Octubre del 2009. Más popularmente conocida como Ley de Medios, fue motorizada por organizaciones como la Federación Argentina de Radios Comunitarias (Farco), Abuelas de Plaza de Mayo, y numerosos gremios y universidades nacionales.Fija como horizonte que al menos un tercio de las frecuencias de radio y televisión del país sean asignadas a Organizaciones de la Sociedad Civil, y determina “pisos mínimos” de producción nacional para empresas televisivas y radiofónicas.

17- Ley de Matrimonio Igualitario. Julio del 2010. Con la aprobación de esa norma impulsada por distintas OSC, especialmente las relacionadas con la defensa de los derechos de la comunidad homosexual, la Argentina se convirtió en el primer país de América del Sur en contar con una ley de ese tipo y en el décimo en el mundo.

“La Reforma Constitucional del 1994 marca un antes y un después en materia de protección ambiental”, afirman desde Farn.

tis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta), más de 3 mil personas, gracias a la Ley, recibieron sus documentos con su nueva identidad, ya reconocida. 20- Ley de Voto Joven. Octubre del 2012. La norma habilita a que, con 16 años cumplidos, los jóvenes puedan votar en elecciones nacionales de manera optativa. De esta forma, otorgó el derecho al voto a quienes, según las normas vigentes en el país, pueden trabajar o ser imputados penalmente pero no podían participar en los comicios legislativos y presidenciales.

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TEXTO ALEJANDRO CÁNEPA

REFLEXIONES

ás y mejores espacios colectivos de articulación de la sociedad civil y un mayor acompañamiento de aquellas personas que, desde el sector social, llegan a cargos legislativos. Así lo propone Carlos March, conocedor del mundo de las OSC, integrante de distintas entidades y ex director de Poder Ciudadano. En una entrevista con la revista Tercer Sector, en el marco de su vigésimo aniversario, reflexiona en torno de la evolución en la capacidad de incidencia por parte de las organizaciones sociales y plantea desafíos a futuro. Aquí, los principales segmentos de esa charla.

Carlos March

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–Diversas leyes sancionadas en las últimas dos décadas fueron impulsadas por OSC. ¿Aumentó la capacidad de incidencia del sector social a medida que se fue afianzando la democracia?

–Hay que dividir el tema del impacto legislativo. En cuanto al marco regulatorio, tenemos cero incidencia, ya que no se han logrado en estos años los cambios de marco normativo y fiscal para las OSC. En cambio, en cuanto a leyes focalizadas en algunos aspectos de áreas de gobierno, hemos tenido incidencia en proponer leyes o en colaborar con algunas que finalmente avanzaron. Pero muy pocas veces se ha podido incidir en el sentido de crear voluntad política. Es decir, se aportan contenidos para cuando existe voluntad política, pero no se incide en la generación de esa voluntad política. Donde sí es realmente baja la incidencia es en el monitoreo del cumplimiento efectivo de las leyes, que es casi tan importante como la sanción misma.

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“Es baja la incidencia en monitorear el cumplimiento de las leyes” Aunque destaca los aportes de las ONG a nivel legislativo, el especialista en temas del sector social advierte que éstas aún no logran incidir lo suficiente en la generación de políticas públicas.

arquitectura social para acompañar a los referentes que se vuelcan a la disputa política y, en consencuencia, no convierten al cargo público al que accede ese representante en un espacio de poder de las organizaciones sociales.

–¿A qué atribuye ese impacto dispar en la agenda legislativa?

–¿A qué se debe esa dificultad de articulación?

–En primer lugar, hay escasos espacios colectivos conformados por las OSC. También, existe una clara incapacidad desde la sociedad civil para acompañar a aquellos referentes que van a la disputa política; los dejamos solos. No hay una estrategia de acompañamiento de esos líderes y ellos quedan aislados. No hay estrategias para convertir el cargo público de un dirigente en un poder que le sirva a la organización. Entonces, ese líder pierde contacto con la sociedad civil. Incluso, desde las OSC, algunos ven como un traidor a aquel que salta a la arena política. En definitiva, carecemos de masa crítica articulada para acompañar a los líderes de la sociedad civil que alcanzan cargos públicos. La sociedad civil carece de una

–Existe una cultura de liderazgo personalista que atenta contra la articulación con la sociedad civil. Algunos no entienden el valor estratégico de estar articulados, y otros sienten que, articulándose en un espacio en común, se disminuye la capacidad de acceso a medios y fondos. Otras OSC operan con una “agenda oculta”, ya que tienen un discurso “pro articulación”pero, luego, llevan agua para su molino. A eso se suma otra variable, más externa, que es la intervención de los factores de poder, que diluyen las posibilidades de generar espacios de articulación en la diversidad. Para la construcción de espacios colectivos es tan nocivo aquel que busca oro como el que busca bronce. El que busca oro a cualquier precio promueve

“Hemos tenido incidencia en proponer o colaborar con la sanción de leyes, pero muy pocas veces se ha podido incidir en el sentido de crear voluntad política.”


TERCERSECTOR –¿Y cuáles son los desafíos a futuro en este sentido?

–En cuanto a los desafíos, uno de ellos es lograr incidir tanto en el proceso de sanción de una Ley como en el saber manejar esa capacidad de incidencia. Es que una ley puede ser desvirtuada y transformada en una herramienta para beneficiar únicamente a cierto sector. Y, como norma pendiente en términos de institucionalidad, está la aprobación de una Ley Nacional de Acceso a la Información. –¿Reviste el mismo grado de dificultad para las ONG lograr la incidencia en la definición de leyes según se trate del nivel nacional, provincial o municipal?

corrupción y el que va por el bronce termina en la mezquindad. Las lógicas del oro y del bronce impiden la articulación. –¿Tiene el sector social peso suficiente como para influenciar en las políticas del Gobierno? ¿Por qué?

–La capacidad de incidencia de las OSC está atada al nivel de institucionalidad de los países. En Estados Unidos hay muchos ejemplos de organizaciones que logran la sanción de leyes y que, también, consiguen evitar la aprobación de otras, que también es una forma de incidir en la agenda legislativa, cuando se trata de sancionar leyes que benefician a un grupo de poder y se presenta como una ley de interés común. Lo trascendental es tener canales de participación importantes.

“Carecemos de masa crítica articulada para acompañar a los líderes de la sociedad civil que alcanzan cargos públicos.”

–¿Qué aprendizajes de la experiencia transitada en los dos últimas décadas deberían capitalizar en este sentido las OSC?

–¿Qué ganó en este sentido el tercer sector en la Argentina en las últimas décadas?

–El sector social ha intervenido en el proceso de sanción de leyes como la de Matrimonio Igualitario, que es significativa porque implica un marco positivo para una minoría. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, más allá de todo lo que conocemos y del contexto, también es un avance. Además, leyes como la de Bosques y la de Glaciares son muestras positivas de la capacidad de incidencia de las OSC. Otro ejemplo a nivel provincial es la creación del Parque Nacional La Fidelidad, en Chaco, que será el primero logrado a través de un fideicomiso en el cual las OSC aportan la mayor cantidad de recursos para pagar la expropiación de las tierras que corresponden a la zona protegida.

–En lo local pudo haberse dado algo un poco más consistente. Ha habido alguna incidencia puntual y dispar, en planos locales, en temas como información pública o presupuesto participativo, pero no desde una lógica institucionalizada sino dependiente de cada contexto. Por ejemplo, hay normativas sobre Presupuesto Público Participativo en ciudades como La Plata y Rosario, donde ese instrumento funciona. También, a nivel local provincial, la Ley de Promoción de la Economía Social, de Río Negro, que es un lindo ejemplo de impacto social a través de instrumentos económicos. Y en ciudades como Córdoba, Mendoza y San Martín de los Andes, hay ordenanzas de programas de metas que obligan a los intendentes a presentar metas muy concretas de logros de calidad de vida y luego, a rendir cuentas.

“El dilema para las organizaciones es cómo convertir ese espacio legislativo en un espacio de poder.”

–Que personas surgidas de las OSC lleguen a cargos públicos es algo nuevo, como así también lo es que las organizaciones puedan incidir en la agenda legislativa; hay líderes sociales disputando poder. El problema, en primer término, es el acceso al poder, ya que hay una gran asimetría en favor del que viene del aparato político respecto de aquel que viene sin estructura. Tiene, entonces, que existir una estrategia para achicar esa asimetría. Y como hablamos antes, el dilema para las organizaciones es cómo convertir ese espacio legislativo en un espacio de poder. Mientras está ese líder, habría que acercarle capital humano, consultores y propuestas, por parte de las OSC, esto es, propuestas muy concretas, que es otra forma de acompañar a ese líder.

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CULTURA

Artivismo

Acción contra la trata Con el apoyo de las redes sociales para la difusión, dos iniciativas proponen una nueva forma de luchar contra la explotación sexual.

INFORME GUILLERMO CHULAK

l cruce entre una actividad creativa con lo político y social es algo que data desde los orígenes mismos del arte. Martes Rojos y Un Problema Real buscan crear conciencia en torno de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, entorpeciendo su ejercicio y desplegando un registro de años de lucha. Con creatividad, estos grupos llevan adelante lo que denominan “despegatinas”, que consisten en retirar los volantes de ofertas sexuales con imágenes de mujeres voluptuosas o en ropa interior visibles en muchas calles de la Ciudad –sobre todo, en lugares con una intensa circulación– tanto en paredes, como en cestos y contenedores de basura, postes de alumbrado público, paradas de colectivos y pasillos y andenes de trenes y subtes. Así, intentan “generar conciencia, advertir a los hombres y mujeres que transitan habitualmente por la Ciudad que detrás de esos volantes ya naturalizados por todos puede haber una víctima de trata con fines de explotación sexual”, plantea Martes Rojos al presentarse en su página web, en la que invita a replicar la experiencia en distintos barrios y, para eso, ofrece un instructivo de diez pasos.

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La intención es generar conciencia de que, detrás de esos volantes ya naturalizados por todos, puede haber una víctima de trata.

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DATOS ÚTILES

Martes Rojos www.martesrojos.org Un Problema Real www.unproblemareal.com

“Artivismo.” De esta forma, definen a esta nueva intervención que combina arte con activismo para llamar a la responsabilidad ciudadana y a la no complicidad con cada uno de los eslabones que hacen posible la trata con fines de explotación sexual. “Para manifestarnos de una manera diferente, salimos con bolsas rojas, las mismas que usan los hospitales para los residuos patogénicos, a despegar esos volantes y promover que todos los que caminaban por la calle también lo hicieran”, cuenta sobre la primera acción uno de sus impulsores Jerónimo Vélez Funes, en diálogo con Tercer Sector. Autodefinido como un “movimiento de acción ciudadana”, Martes Rojos lleva ese nombre por el día en el que estrenaron la modalidad, el martes 18 de diciembre del 2012, una semana después de que se diera a conocer la “vergonzosa sentencia” –la primera– en el marco de la causa por el secuestro y la desaparición de Marita Verón en Tucumán el 3 de abril del 2002. En ese momento, salieron a las calles para manifestarse en contra del fallo absolutorio del tribunal oral, que había causado estupor en la sociedad. Un Problema Real es una agencia independiente que –aseguran– busca “abordar problemáticas ignoradas por las consecuencias y condiciones del entorno, a través de ideas y estrategias de comunicación que inviten a repensar nuestra cotidianidad, para ir en línea con un mundo cada vez más consciente y sostenible”. Justamente, las herramientas fundamentales de ambas iniciativas son las redes sociales como plataforma para la convocatoria y la difusión de sus acciones, y para sumar nuevos seguidores. ”Como todas las semanas, mañana estaremos nuevamente despegando en las calles del Centro. ¡Si estás por ahí, sumate! ¡De a muchos todo es más fácil! Nos encontramos a las 13 en Corrientes y Carlos Pellegrini”, anuncia Martes Rojos a través de Facebook. Y allí van, cada martes con sus estridentes bolsas rojas a recorrer las calles y sembrar conciencia. “Utilizamos bolsas de residuos patológicos para simbolizar que esas mujeres son usadas como basura y, además, para llamar la atención de los transeúntes”, afirman. Y lo logran.



TEXTO SILVINA ORANGES

LA OTRA ECONOMÍA

n el corazón del Noroeste argentino, declarado Patrimonio Universal de la Humanidad por la Unesco, los colores ocres y rojos de la Quebrada de Humahuaca se entremezclan con el verde de los cardones y las casitas de adobe. En medio de esa geografía, a unos 45 kilómetros de San Salvador de Jujuy, se levanta Tumbaya, un pueblito de 20 manzanas y 300 habitantes; entre ellos, una comunidad kolla, que actualiza y mantiene vivos los orígenes de esta localidad caracterizada por ser cuna de habitantes originarios. Las condiciones climáticas –humedad cero, buen tiempo la mayor parte del año y lluvias concentradas en el verano– resultaron clave para un grupo de trabajadores que, con la asistencia del Movimiento Tierra y Liberación (MTL), reconvirtió una empresa minera quebrada en una productora de carbón vegetal, que se transformó en símbolo del trabajo cooperativo en el norte del país. Se trata de la fábrica recuperada MTL La Brava, que se dedica actualmente a la fabricación de briquetas de carbón, un producto ecológico y renovable, que sustituye a la leña con múltiples ventajas, como su potente poder calórico, la no emisión de humo ni olores, y un fácil y rápido encendido. La cooperativa surgió tras la crisis del 2001 y a la sombra de un banco acusado de lavado de dinero, cuyo director era dueño de la empresa que dejó a más de 30 familias en las calles de tierra de Tumbaya, sin trabajo. “En el 2003 comenzamos con la recuperación de la empresa, en el 2004 logramos revertir el proceso de quiebra y adquirir las 5 hectáreas de la fábrica, y, finalmente, en el 2005, nos constituimos como una cooperativa”. Así

Cooperativa Minera MTL La Brava

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Fuegos norteños Surgida como una fábrica recuperada, produce briquetas de carbón vegetal. Empezó vendiendo 200 bolsas en Jujuy y hoy llega a buena parte del país. Ahora, quiere abrir las puertas a las exportaciones.

Marca colectiva

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a Brava fue la primera cooperativa del país en inscribirse como Marca Colectiva, lo que los ayudó a garantizar la calidad de sus productos. Se trata de “un signo distintivo común para productos elaborados o servicios prestados por grupos de emprendedores de la economía social, y representa los valores del trabajo asociativo, identidades locales, métodos productivos comunes y estándares compartidos para cada uno de los productos”, detalla el Ministerio de Desarrollo Social.

lo cuenta a Tercer SectorLiliana Ponce, actual presidenta de La Brava, desde la localidad jujeña de Palpalá, donde se encuentran las oficinas comerciales de la fábrica. La ex compañía se dedicaba a la explotación de sulfato de sodio, pero cuando los trabajadores se hicieron cargo, ellos mismos identificaron que la producción de ese mineral ya no era rentable y así –con el acompañamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación– la transformaron en una empresa dedicada al embolsado de carbón vegetal y la fabricación de briquetas. “Comenzó casi como un juego y resultó. A uno de los compañeros se le ocurrió la posibilidad de fabricarlas, a partir del buen clima que hay en la zona y la poca humedad, lo que nos permite secar la mezcla al aire libre”, explica Liliana, orgullosa de haber empezado la comercialización del producto con 200 bolsas en el mercado local jujeño y hoy haber alcanzado a todo el país, a través de las cadenas de supermercados La Anónima y Vea.

Proyecto de vida

Matías Seimandí es uno de los 16 trabajadores de La Brava. Tiene 32 años, esposa y dos hijas. Hace ocho que forma parte de la cooperativa, casi desde sus inicios. Todos los días recorre los 45 kilómetros que separan San Salvador –donde reside– de Tumbaya para dedicarse al fortalecimiento productivo de la empresa.


TERCERSECTOR

Las briquetas hoy se comercializan en todo el país, a través de las cadenas de supermercados La Anónima y Vea.

“Como es una fábrica que se recuperó y no arrancamos con maquinarias nuevas, estamos analizando de qué manera poder fortalecer la producción con la automatización de los procesos, con el objetivo de producir más, mejor y bajar los costos”, explica Matías, que se define como el “técnico” del emprendimiento, y se dedica ahora a generar propuestas y buscar financiación. “La Brava es un proyecto de vida. Acá dejamos muchas horas de trabajo, 8 ó 10 por día. Tal vez en otro empleo podríamos estar ganando más plata, en mejores condiciones, pero la cooperativa es un sueño importante; es sentir que uno es dueño de algo, donde cada decisión se toma en forma colectiva. Si sale bien, nos beneficiamos todos. Si algo sale mal, todos nos hacemos cargo”, afirma. Matías se siente muy orgulloso de tener

“Comenzó casi como un juego y resultó. A uno de los compañeros se le ocurrió la posibilidad de fabricarlas, a partir del buen clima que hay en la zona y la poca humedad”, explica Liliana. Seguir creciendo Estamos en un proceso incipiente para lograr ingresar nuestro producto en el Mercado Central de Buenos Aires, para consolidar nuestro proceso de crecimiento”, cuenta la presidenta de la Cooperativa Minera MTL La Brava, Liliana Ponce. Además, destaca la posibilidad de exportar las briquetas hacia otros destinos como Alemania, España y Rusia.

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DATOS ÚTILES

Cooperativa MTL La Brava (0388) 4051730

amigos en la Patagonia que le mandan fotos de las góndolas de supermercados con las bolsas de briquetas que él produce en el otro extremo del país. “Es la sensación de que, con trabajo y esfuerzo, es posible hacer más cosas, sumado al acompañamiento del Estado Nacional que nos apoyó durante estos 10 años porque, en otras condiciones, no lo podríamos haber hecho”, describe. El joven jujeño destaca también el hecho de que en un pueblo tan pequeño como Tumbaya se haya generado esta iniciativa y haya alcanzado resultados visibles. “Nos respetamos entre todos, y las decisiones se toman colectivamente, con tranquilidad, respetando la tarea de cada uno, con un grado de conciencia sobre el trabajo propio”, asegura. Del total de 16 empleados –entre ellas dos mujeres–, unos 10 viven en el pueblito de casas de adobe; el resto llega cada día desde localidades vecinas. El 8 de octubre próximo la cooperativa cumplirá sus primeros 10 años de vida y, para celebrarlo, ya están programando un gran festejo, con un festival que incluirá la visita de autoridades nacionales del Ministerio de Industria y de Desarrollo Social. “Vivir de nuestro trabajo no es poca cosa y queremos celebrar el haber logrado 10 años de supervivencia en un mercado que no es nada fácil para la economía social”, concluye Liliana con entusiasmo. Y, en el brindis, más que un sueño habrá una realidad.

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E emprendedores

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TERCERSECTOR

Con fondos aportados por organizaciones de microcrédito pudieron poner en marcha sus ideas y hoy llevan adelante sus propios microemprendimientos productivos. Cuatro ejemplos de personas que encontraron una respuesta en la economía social. PRODUCCIÓN: ALEJANDRO CÁNEPA

Ignacio y Mariano, alimentos orgánicos Ignacio Delfino y Mariano Salerno decidieron crear un emprendimiento que, guiándose bajo los principios del Comercio Justo, ofrece alimentos orgánicos a los consumidores de Buenos Aires. Bombones, nueces, mermeladas, miel y quesos son algunas de las delicias que comercializa Achalay, que recibió una mención especial en la edición 2013 del Premio Mayma a emprendedores. 5 Contacto: Facebook Achalay Sustentable.

Gabriela, cocinera

Angélica, costurera

Gabriela Coria tiene 36 años y vive en la localidad bonaerense de Bancalari.En el 2012 tomó su primer microcrédito para poner en marcha su emprendimiento de venta de comida.A la hora de relatar su experiencia como emprendedora, destaca que “Mujeres 2000 hizo que pudiera valorarme, me dio confianza, pude creer en mí”. Pizzas, sándwiches, panes caseros y tortas forman parte de la carta de comidas que ofrece “La Cocina de Gaby”. 5 Contacto: Facebook La Cocina de Gaby

Angélica Cardozo es emprendedora del Barrio Ricardo Rojas y se dedica a la confección y venta de prendas y accesorios para nenas de 2 a 14 años. En el 2013 obtuvo su primer microcrédito de Mujeres 2000, que le permitió expandir su negocio llegando a nuevos clientes y crear su propia marca: Moninas. Actualmente continúa capacitándose para seguir fortaleciendo la gestión de su microemprendimiento. 5 Contacto: Facebook Moninas, el dulce encanto de crecer

Nora, talleres y muñecos

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Nora Meléndrez es otra emprendedora del barrio de Bancalari, que se dedica a hacer muñequería y a dar talleres a niños y adultos. Está casada, tiene dos hijos y su familia siempre la apoyó en este proyecto. Sacó un crédito con Mujeres 2000 en el 2012 y logró hacer crecer su idea. Tanto es así, que pudo reinvertir y expandir sus creaciones (que incluyen objetos de porcelana fría y mimbre).Es una mujer perseverante, proactiva, con ganas de aprender y sumamente talentosa. Su emprendimiento se llama “Trapitos Transformados”. 5 Contacto: Facebook Trapitos Transformados




CAJA DE HERRAMIENTAS

Servicio de Empleo de Amia

Del taller al trabajo Lanzan una campaña dirigida a Organizaciones de la Sociedad Civil. Ofrecen herramientas gratuitas para el fortalecimiento de la gestión, a través de la capacitación y la búsqueda de personal. TEXTO RICARDO CAIGUARA

as Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) trabajan en diferentes campos pero, en su mayoría, tienen en común el objetivo de mejorar la calidad de vida de la sociedad. Para ello, deben conseguir diferentes recursos en vías de asegurar su misión, aunque el más importante –y muchas veces el más difícil de encontrar– es el humano, es decir, personas cuyo perfil social y profesional transiten el mismo camino. Encontrar y fortalecer el rol de los miembros de una organización es también una forma de mejorar la sociedad.

L Valor en Rosario

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l Programa Valor, RSE + Competitividad, impulsado en conjunto por la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), convoca a capacitadores y consultores para trabajar en la implementación de la iniciativa en la ciudad de Rosario, Santa Fe. La convocatoria está dirigida a profesionales especializados en Gestión Ambiental, Calidad, Recursos Humanos, Gobierno Corporativo, Inversión Social, Marketing y Comunicación, preferentemente con conocimientos en Responsabilidad Social Empresaria (RSE) y experiencia en Capacitación. Los postulantes –precisaron desde Valor– deben residir en Rosario o zonas aledañas y no estar trabajando en relación de dependencia. El programa Valor tiene como objetivo incrementar la competitividad y oportunidades de mercado de las pequeñas y medianas empresas E, a través de iniciativas de RSE en Argentina.

Así lo entiende el Servicio de Empleo de Amia, que lanzó la Campaña de Fortalecimiento para las OSC. Se trata de una serie de becas dirigidas a capacitar en habilidades de gestión administrativa a integrantes del staff de las instituciones que, a su vez tienen a disposición un servicio de derivación de CV para que encuentren personal idóneo de forma ágil y sin costo alguno. “Tenemos una agenda de capacitación amplia, totalmente disponible para las OSC y para todo el público en general”, explica en diálogo con Tercer Sector Claudia Flores, coordinadora de Relaciones Institucionales del Servicio de Empleo Amia. Los cursos van desde talleres de estrategia para la búsqueda de empleo, dirigidos a toda la sociedad, hasta la capacitación técnica tanto para organizaciones sociales, como para empresas. También, el Servicio de Empleo ofrece formación en herramientas informáticas y cursos en modalidad taller, en los que combina teoría y práctica en diversas temáticas: gestión del tiempo, liderazgo, planificación estratégica, marketing en redes sociales, liquidación de sueldos y jornales, tablero de comando, entre otros. “Las becas son completas para las OSC en los cursos y talleres presenciales, y a distancia. Tenemos entre 20 y 25 personas por curso y muchas de ellas están becadas”, comenta Claudia, y agrega: “No existe ningún requisito para las organizaciones; sólo deben contactarse. Incluso, pueden enviar a capacitarse a varios integrantes en distintos cursos al mismo tiempo”. Justamente, otra de las vertientes de la oferta que ofrece el Servicio de Empleo de Amia es la formación a distancia, que cuenta con una vasta variedad de cursos que se pueden desarrollar bajo la plataforma de e-learning. Asimismo, la entidad ofrece un servicio para empresas que incluye instrucción con la modalidad denominada “in company”, diseñada en función del objetivo específico de cada firma, y funcional al área de la empresa u organización que requiere el perfeccionamiento.

Fortalecer la base “Al brindar capacitación a empresas y organizaciones, fortalecemos y profesionalizamos sus recursos, pero también tenemos un servicio para que encuentren personal idóneo a sus necesidades”, apunta la coordinadora de esta área en la Amia. En este sen-

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TERCERSECTOR

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tido, la Campaña de Fortalecimiento para OSC incluye una bonificación al 100 por ciento en el servicio de reclutamiento de personal denominado “Aviso Inteligente Express”. Este sistema de “reclutamiento dirigido” convoca sólo a aquellos postulantes que presentan un perfil acorde al puesto solicitado por la empresa u organización. Consiste en la convocatoria (por correo electrónico y/o por mensaje de texto) a participar de la búsqueda laboral a quienes previamente dejaron su CV en la Base de Datos del Servicio de Empleo Amia y que coinciden con el perfil de puesto requerido por la empresa u OSC. “Este servicio tiene un costo mínimo para las empresas, pero está totalmente bonificado para las organizaciones”, consigna Claudia Flores, quien también menciona el servicio “SEA Inclusivo” que brinda la entidad, un programa especial de empleo que busca incluir en la actividad laboral a los sectores más vulnerable de la sociedad como jóvenes, personas con discapacidad, mayores de 45 años, inmigrantes y diversas minorías. Así, la Campaña tiene el doble objetivo de ofrecer herramientas para conseguir recursos idóneos con la dirección personal y profesional acorde con la labor de las organizaciones, y capacitar al personal,

La Campaña de Fortalecimiento para las OSC es llevada adelante por el Servicio de Empleo de Amia.

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DATOS ÚTILES

Servicio de Empleo Amia (011) 4959-8821 www.valor.amia.org.ar capacitaciones@amia-empleos.org.ar

ya sea profesional o voluntario con los que ya cuenta la ONG. “Estos servicios forman parte de la misión del Servicio de Empleo de Amia, que es contribuir a que las personas mejoren su situación laboral y también aporta a la sustentabilidad de las organizaciones”, resume la coordinadora del área.

Ellos lo hicieron

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través de un newsletter del Servicio de Empleo de Amia, la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (Cadigas) decidió participar del Taller Gestión del Tiempo y Planificación de Tareas, una iniciativa que brinda herramientas para identificar las fortalezas y debilidades personales en la administración de recursos y la organización de tareas. El taller “estuvo muy bueno y los contenidos fueron interesantes para realizar un trabajo más eficiente”, comentó Eugenia Puertas, asistente de Cadigas, una entidad que tiene por objeto defender y coordinar la distribución de gas licuado a todo el país, colaborar con los poderes públicos y entidades privadas en todo cuanto contribuya al progreso y desarrollo de la actividad de la distribución de gas licuado. “En estos momentos estamos en temporada alta, con mucho trabajo, pero seguramente a fin de año vamos a realizar otros cursos”, explicó y aseguró que participar de los programas de capacitación de Amia “es totalmente recomendable para cualquier organización. La respuesta y la predisposición es destacable”. Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado http://www.cadigas.org.ar



PRO BONO

Farmacéuticos Sin Fronteras

Remedios contra el olvido TEXTO LAURA EIRANOVA

llí estaban el cacique, el promotor espiritual, las fuerzas vivas de la comunidad. Todos formando una ronda, en banquitos de madera, sobre la tierra roja misionera, bajo los rayos del sol del litoral. La necesidad de la comunidad Tekoa Alecrín, del departamento de San Pedro, era acceder a medicamentos para tratar algunas patologías precisas y allí estaban los Farmacéuticos Sin Fronteras (FSF) para escucharla y movilizarse. Había en el aire una sensibilización especial de los miembros de la población Mbya Guaraní por la muerte reciente de dos nenes de una comunidad vecina a causa de broncoespasmos. “Somos farmacéuticos a los que nos une la vocación y el deseo de mejorar el acceso a los medicamentos en general y, especialmente, en casos de mayor necesidad”, explica Mauricio Muraca, de 38 años, tesorero de la ONG y uno de los que estuvo en esa reunión en el monte misionero. La modalidad de trabajo es casi siempre la misma: “Cuando nos llega información de que requieren medicamentos, nos contactamos, hacemos un análisis del lugar y la situación, viajamos si hace falta, y establecemos un plan de trabajo en etapas para gestionar la llegada de lo que se necesita”, detalla Muraca. Todo arrancó con los coletazos de la crisis del 2001, cuando, para atender la falta de acceso a medicamentos, se conformó la organización Farmacéuticos Sin Fronteras en la Argentina. Se trata de una asociación sin fines de lucro cuyo propósito es llegar, con remedios y actividad profesional, a poblaciones vulnerables, aisladas, postergadas, o víctimas de catástrofes. En el camino recorrido, que ya lleva más de una década, acercó su ayuda al Impenetrable Chaqueño; a la localidad jujeña de Abrapampa; a Palo Santo (Formosa), y a comunidades mapuches de Río Negro, entre otras. La sede central de FSF de Argentina se encuentra

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En el 2002, un grupo de profesionales creó esta entidad que, entre otras acciones, lleva medicamentos a poblaciones aisladas o que sufrieron catástrofes.

“El objetivo es mejorar la salud y no solamente llevar la cajita para la foto”, afirma Muraca.

ubicada en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. En ese marco nació, el año pasado, el Proyecto Alecrín de Misiones, una misión realizada en forma conjunta con los docentes de la escuela rural local, el padrino de la comunidad y su promotor de salud, donde surgió la idea de construir una salita de atención primaria de la salud para asistir a 40 familias.

Puentes

“Otro punto fuerte de nuestro trabajo es la educación y la capacitación a quienes, luego, administrarán el medicamento en esas comunidades”, señala.

El medicamento puede llegar por varias vías. Una de ellas es la donación, pero no siempre es la preferida por FSF: “La donación espontánea puede servir para ropa o alimentos en determinados casos, pero no para los medicamentos, porque su concepto es ‘algo que me sobra, lo dono’ y se convierte en un problema más que en una solución. Cuando llevás fármacos que no hacen falta, estás llevando basura, que después puede entrar al mercado negro o ser desechada sin cumplir con la resolución de residuos patogénicos”, explica Muraca. En ese sentido, asegura que las alternativas más provechosas son las donaciones por pedidos concretos a la industria o, mejor aún, el dinero en efectivo. “El objetivo –dice– es mejorar la salud y no solamente llevar la cajita, para la foto. Somos una ONG independiente, entonces aceptamos la colaboración siempre y cuando haga falta. Tampoco administramos muestras médicas porque, incluso, la Organización Mundial de la Salud lo desaconseja por tratarse de un producto que el laboratorio necesita sacar y no siempre es lo que cada situación requiere.” Para potenciar su propia gestión, FSF es-


La sede central de FSF Argentina se encuentra ubicada en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.

tablece vínculos con farmacéuticos locales y agentes de salud para que la labor pueda continuar sin la necesidad de estar viajando en forma continua. “El núcleo más activo de FSF se compone de alrededor de diez personas; por eso, buscamos contactos en cada lugar para que se comprometan en que el trabajo se ramifique y evolucione a mediano y largo plazo”, precisa Muraca.

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DATOS ÚTILES

Farmacéuticos Sin Fronteras www.fsfargentina.org.ar info@fsfargentina.org.ar

Siempre listos ajo el lema “La acción del Farmacéutico en catástrofes naturales, conflictos bélicos y zonas carenciadas”, del 9 al 11 de octubre se desarrollará en San Juan, un triple evento internacional que –aseguran desde FSF– será fundamental para la profesión y constituirá un importante aporte sanitario para la Argentina. Esa fecha fue elegida en conmemoración de los 70 años del terremoto de San Juan, el objetivo de máxima será conformar una red nacional de farmacéuticos formados y organizados para actuar en situaciones de catástrofe (inundaciones, incendios, aludes, terremotos, conflictos, entre otras), así como también en la asistencia para la provisión y la formación para el manejo de medicamentos en poblaciones vulnerables. FSF argumenta haber detectado que, en situaciones de emergencia, “el manejo de los medicamentos es realizado por voluntarios sin formación sanitaria”. “Más allá de las buenas intenciones, la organización de botiquines de emergencia, el pedido de los insumos realmente necesarios, su organización, su correcto almacenamiento y entrega debe ser realizado por profesionales con conocimientos específicos que sigan las directrices de protocolos internacionales para poder brindar una ayuda efectiva”, señalan desde la ONG. Los organizadores –FSF, la Confederación Farmacéutica Argentina, el Colegio de Farmacéuticos de San Juan y la Asociación de Estudiantes de Farmacia– requieren del apoyo del sector privado para esta jornada solidaria y para poder desarrollar sus proyectos y mantenerlos en el tiempo.

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En el caso de Misiones, un promotor de salud elegido por la comunidad viajó a Buenos Aires para ser capacitado y, también, se firmó un convenio con la Universidad Nacional de Misiones para incorporar alumnos de la carrera de Farmacia y Bioquímica al proyecto, como una experiencia en la formación de grado. “Ése es otro punto fuerte de nuestro trabajo: la educación y la capacitación a quienes administrarán el medicamento en esas comunidades”, señala. Los Mbya Guaraní, por ejemplo, tienen sus propias medicinas. Pero también quieren acceder a la cultura del hombre blanco, que ven a través de la televisión y los medios. “El medicamento es una de esas cuestiones aspiracionales, por eso les explicamos que, para poder usarlo, tienen que capacitarse”, afirma Muraca y reconoce que, en todos los casos que atendieron hasta ahora, el buen resultado del proceso estuvo directamente relacionado al respeto con que se llega al interior de la comunidad: “Aunque ellos nos convocan, el modo de entrar es un desafío siempre. Detectar la necesidad verdadera, informarse y no imponerse son las mejores estrategias”, dice. Este año, lo FSF se unieron también al Programa de Asistencia Médica Thomas Elkins Noroeste Argentino (Amtena) del Hospital Británico, que atiende las demandas de comunidades aborígenes y criollas en el Chaco salteño. “Son médicos de diferentes especialidades que viajan dos veces por año para asistir a esas poblaciones, y necesitaban que les organicemos la farmacia, algo que es un problema para el médico, en general”, cuenta y valora el trabajo como “un ida y vuelta de mucho aprendizaje para todos”.

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PUEBLOS ORIGINARIOS

Fundación Dale tu Mano

Un trabajo comprometido Para promover la permanencia educativa de chicos y chicas de comunidades indígenas del nordeste salteño, llevan adelante un sistema de padrinazgo que beneficia a más de 40 jóvenes.

INFORME ALEJANDRA SANTORO

más de 500 kilómetros de la ciudad de Salta, casi al límite con Bolivia, el viento sopla un polvo de clima árido y seco. Pieles agrietadas y curtidas andan nueve meses los montes calcinados por el sol, que son seguidos luego por tres meses de inundaciones. Santa Victoria Este es un pueblo que funciona como cabecera de una enorme región donde existen una gran cantidad de comunidades indígenas, entre ellas la chorote de La Merced y la wichí de Pozo El Tigre. Tierras desnutridas bañadas por el río Pilcomayo, donde se pincelan ranchos de barro y de ramas de árboles. “En Dale tu Mano, creemos en la educación como fuerza transformadora, la única capaz de generar el salto cualitativo que estas comunidades necesitan para romper con su círculo de pobreza y exclusión”, plantean desde esta aso-

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DATOS ÚTILES

Dale tu Mano www.daletumano.com.ar info@daletumano.com.ar

Elías, futuro enfermero

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aminando por las callecitas de Santa Victoria Este, a Clara Dondo la sorprendió un rostro familiar. Un chico que andaba en bici frenó a su lado y enseguida lo reconoció: era Elías, uno de los egresados de la primera camada de Dale tu Mano. Le contó que estaba cursando el segundo año de la Carrera de Enfermería. “Ese día, Elías le dio sentido a mi trabajo acá. El mérito es de ellos; nosotros sólo les damos lo que todos deberían tener: acceso a la educación”, destaca Clara. 62

ciación civil nacida en el 2007 de la mano de un grupo de profesionales de la salud de la Ciudad de Buenos Aires. Con esta convicción, Dale tu Mano lleva adelante un programa de becas que, sostenido por un sistema de padrinazgos, permite a los chicos terminar la primaria en escuelas rurales de sus propias comunidades y continuar sus estudios en Santa Victoria Este. Para eso, la fundación les cubre todas las necesidades materiales, las comidas, el albergue, y les ofrece una tutoría personal y apoyo escolar. En la actualidad, benefician a 40 jóvenes. En diciembre pasado, María Emilia, Gladis, Rupertina, Patricio y Hernán se transformaron en la segunda camada de egresados becados por la fundación. La primera, también había sido conformada por otros cuatro estudiantes. Convocada por uno de los médicos del Hospital Británico que participan del Programa Asistencia Médica Thomas Elkins Norte Argentino (Amtena), Clara Dondo formó parte de un grupo de once amigos, que viajaron a Santa Victoria Este, en el nordeste salteño, sin teorías ni proyectos previos, tan sólo a indagar cuáles eran las necesidades de esas comunidades olvidadas. “Cuando uno conoce un lugar que necesita tanto en todos los ámbitos ya no puede hacer oídos sordos. Me comprometí en ese momento y estoy comprometida para toda la vida”, asegura Clara, una de las creadoras y vicepresidenta de la fundación. “Creemos firmemente que el estudio y el conocimiento dignifican al hombre y confiamos en que es la fuerza transformadora de un pueblo”, agrega. Además de los breves viajes de seguimiento que los integrantes de la OSC realizan durante el año, Dale tu Mano organiza lo que denomina su Misión Anual, en la que un grupo más numeroso de voluntarios viaja a Santa Victoria Este para afianzar los lazos con las comunidades. Las familias de los chicos con los que Dale tu Mano colabora viven en chozas de adobe y paja. Pescan, cazan, recolectan frutos y leña. Cada comunidad tiene su cacique, un curandero y, a veces, un segundo cacique. “Desde el programa se trabaja, sobre todo, en devolverles la dignidad. Los aborígenes se sienten inferiores, no te miran a los ojos, tienen miedo de hablarte. En esto trabajamos, en hacerles entender que somos todos iguales y prójimos”, resume Clara Dondo.




TERCERSECTOR EDUCACIÓN

Obra Don Bosco

Educar para incluir Conformada por sacerdotes y laicos salesianos, y con presencia en 82 localidades de 21 provincias, ofrece asistencia y contención a niños y adultos. Con el foco puesto en la formación, promueve la inserción educativa y laboral de jóvenes en riesgo social. TEXTO LUCIANA AGHAZARIAN

hicos y jóvenes son los protagonistas. Aquellos que se encuentran en situación de riesgo o vulnerabilidad son la prioridad. Y la formación para la vida social y laboral es el eje hacia la transformación de la realidad. Con estas premisas, La Obra de Don Bosco guía su tarea, desarrollada a la luz de los valores de Juan Melchor Bosco Occhiena, un sacerdote italiano que, en el siglo XIX, promovió un sistema pedagógico denominado “preventivo”, en contraposición al sistema “represivo” que dominaba la época.

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Una radiografía

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a Obra de Don Bosco en la Argentina tiene 131 centros en 82 localidades de 21 provincias. Acompaña con sus diversas propuestas el crecimiento y la educación de 722.867 niños, jóvenes y adultos mediante la acción de 22.718 agentes educativo-pastorales. El detalle de las cifras, da cuenta de la magnitud de la iniciativa, motorizada por una ONG conformada por religiosos y laicos salesianos. ■ 131 Casas Salesianas. ■ 479 parroquias y capillas. ■ 68.325 alumnos en 245 escuelas, institutos terciarios y facultad. ■ 5.959 alumnos en 46 Centros de Formación Profesional. ■ 9.179 docentes, instructores y agentes educativos. ■ Más de 700.000 ex alumnos. ■ Más de 20.197 jóvenes en 361 grupos juveniles, misioneros, batallones y oratorios. ■ 12.917 chicos y jóvenes en centros para niños y adolescentes en riesgo, y centros alimentarios.

Su impronta fue tan innovadora y carismática que, luego, su labor se expandió primero por Europa y, más tarde, por Latinoamérica. “Al estilo de Don Bosco, queremos aprovechar todo lo que les haga bien a los chicos y lo que fomente en ellos el espíritu de participación en la sociedad y los convierta en protagonistas de su propio futuro”, expresa el sacerdote Pablo Bustos, del Colegio Secundario de Victorica, de La Pampa. Para lograrlo, el proyecto pedagógico se convierte en el hilo conductor de la obra: “Se realizan múltiples actividades que apuntan a la educación desde distintos espacios de contención. El más arduo y donde más energías se invierten es en el acompañamiento y seguimiento personal de los chicos, en especial de los que viven realidades familiares de abandono y descuido”, asegura. A nivel local, la organización cuenta con la colaboración de religiosos y laicos con presencia en casi toda la Argentina. Está formada por grupos de trabajo “salesianos” –así se llama a las congregaciones, instituciones o asociaciones que tienen como figura espiritual a Don Bosco– que llevan adelante esta acciones en 21 provincias y acompañan la educación de 722.867 niños, jóvenes y adultos. “De nada vale la asistencia social y la ayuda alimentaria si no va unida a la tarea de capacitar a las personas para que logren sacar sus potencialidades y se reconozcan artífices de su propio destino”, explica Norma Sala, directora de la Escuela de Formación Laboral de San Antonio de Padua, Córdoba. No se trata sólo del aprendizaje y la posterior salida laboral, sino que, lo que también posibilitan estos espacios, es el fortalecimiento de la autoestima, la creatividad y la posibilidad de una vida digna. Gran parte de los que se acercan a estas escuelas para que les tiendan la mano que varios ya les negaron, son chicos en conflicto reiterado con la ley, presos con salidas asistidas, jóvenes en recuperación por adicción a las drogas, y víctimas de violencia y trata. La contención que encuentran en el vínculo cercano con los capacitadores es parte del espíritu de la Obra de Don Bosco que atraviesa todas las instituciones educativas que llevan adelante en el país. Y los que transitan esta experiencia lo agradecen: “En general, no se quieren ir de la escuelita. Ellos nos dicen ‘gracias por tratarnos como personas, con cariño, respeto y ofrecernos un clima familiar’”, destaca Norma. Algunos números confirman los lo-

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gros: la Escuela de Formación Laboral que se inició en el 2000 con cuatro cursos y 80 alumnos, hoy cuenta con catorce cursos y ya suma casi 5 mil egresados.

El lema de la Obra Don Bosco es “la educación hace el cambio”.

Oportunidades

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Convencida de que la revalorización de las nuevas generaciones es el camino, esta ONG se ocupa también de la enseñanza terciaria y universitaria ya sea para formar futuros capacitadores, o bien dándoles la oportunidad a aquellos jóvenes que no pueden acceder a la educación de grado en forma privada. “La Universidad es un desafío hacia adentro y una manera de actualizarnos de acuerdo a estos tiempos y según los contextos en los que estamos. Es clave no quedar desacoplados de la realidad juvenil y la universidad nos ayuda a seguir acercándonos al joven, a comprender su vida y a darle elementos para esta vida”, dice Adrián Mandará, director de Comunicación de la Universidad Salesiana Argentina y del Instituto Superior Juan XXIII, de Bahía Blanca. Y completa: “Es fundamental tener en cuenta que quienes vienen son personas y proyectos con diferentes itinerarios de vida pasada, presente y futura”. Esta idea es la que predomina en todos los proyectos de la ONG que abraza a los sectores más vulnerables. Contención, valorización, comprensión, inclusión, son palabras que toman fuerza en boca de quienes integran –desde diversas localidades como Resistencia, Posadas, Cipolletti o Rawson– de la Obra de Don Bosco, que se sostiene a pulmón a partir de colaboraciones y donaciones de particulares. En este sentido, María Pearson, respon-

“El hecho de que quieran ayudar para que esta labor continúe es una muestra de que las cosas se hicieron y se están haciendo bien, aunque, claro, siempre haya cosas para mejorar”, subraya María Pearson.

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DATOS ÚTILES

Obra Don Bosco www.obradedonbosco.org.ar (011) 49586411

sable del departamento de Relaciones Institucionales en la Procura Misionera Nacional, relata: “Muchas de las personas que colaboran con la Obra lo hacen por haber sido parte de la Familia Salesiana en alguna escuela, algún oratorio, grupo de jóvenes, centro de formación profesional u otros. Cuando hablamos con ellos y nos explican lo importante que fue haber transitado una parte de su vida en algún ámbito salesiano, es emocionante. Y el hecho de que quieran ayudar para que esta labor continúe creo que es una muestra de que las cosas se hicieron y se están haciendo bien, aunque siempre haya cosas para mejorar”. El acompañamiento pedagógico, en todos los niveles e instancias, se completa con talleres extracurriculares, proyectos solidarios, espacios de reflexión y jornadas de “puertas abiertas”. “Creemos en la prioridad de los vínculos para habilitar a través del trato cordial, respetuoso y con bondad la apertura del corazón de los chicos para acompañarlos más allá de lo académico”, concluye el padre Pablo. Es que el objetivo fundamental es convocar de todas las maneras posibles a los sectores más desfavorecidos y la misión es, desde la educación, transformar la falta en oportunidad. El mensaje parece utópico pero la dimensión de la obra y sus resultados demuestran lo contrario. Si San Juan Bosco pudo dar inicio a una nueva forma de ver, comprender y ayudar a los más necesitados en el siglo de las revoluciones industriales, ¿por qué no podrían sus seguidores cumplir metas cada vez más ambiciosas, guiados por el mismo espíritu en un mundo signado por el cambio?



Deporte e inclusión

Apoyo a futuros jugadores

Fútbol con pensión completa Decenas de adolescentes llegan cada año a la gran ciudad a probar suerte con la pelota. Acá reciben recursos y contención que, en el caso de los clubes más chicos, es posible gracias a la solidaridad de socios y vecinos.

TEXTO FÁTIMA CHEADE

Rutina

zequiel llega a Retiro después de viajar 12 horas en micro, con 50 pesos en el bolsillo y un bolso en el que, como único valor, guarda sus botines. Allí, en la inmensa estación, el desembarco de Ezequiel toma la forma de un sueño de consagración, siempre incierto. Lo esperan Néstor Apuzzo, quien será su entrenador, y Patricia Mohamed, que a partir de ese momento será su mamá postiza y cuidará de él como del resto de los 19 chicos que viven en la pensión de Huracán. Ezequiel tiene 15 años y, para perseguir su sueño, dejó a sus padres, sus cuatro hermanos y sus amigos en la ciudad santacruceña de Río Colorado. Como él, centenares de pibes, en su mayoría provenientes de familias humildes, llegan cada año a Buenos Aires y a otras grandes ciudades para probar suerte con la redonda. A ellos los acompañan las expectativas por lo nuevo, el desafío y, también, la soledad y el desarraigo. Se trata de chicos de 12 a 18 años cuyo cuidado, ahora lejos de sus casas, queda en manos del club, que les provee vivienda, alimentación, vestimenta, descanso y educación, además de entrenamiento y la necesaria contención. En el caso de los grandes clubes, se trata de un mecanismo aceitado, sostenido por una buena cantidad de recursos. En los otros, en cambio, funciona merced a un engranaje de solidaridad, nutrido con el aporte de socios, dirigentes y personas que se involucran con la tarea social.

“A las 8, Mary los despierta y les sirve el desayuno, bien completo, siguiendo las indicaciones de la nutricionista, porque más tarde los esperan varias horas de entrenamiento en ‘La Quemita’”, cuenta a Tercer Sector Patricia Mohamed. Desde hace dos años, ella coordina la pensión de Huracán y adoptó como hijos propios a los veinte chicos que viven en la amplia y sencilla casa ubicada en la avenida Independencia y Deán Funes, muy cerca del club del barrio porteño de Parque Patricios. Su trabajo, sin embargo, había comenzado antes, cuando se acercó a estos chicos luego de perder, en el 2006, a su hijo Farid en un accidente en Alemania, cuando transcurría allí el Mundial. ‘La Quemita’ es el campo deportivo que tiene El Globo en el Bajo Flores. Hasta allí, cada mañana un micro lleva a los chicos a entrenar. A su regreso, otra vez los estará esperando Mary, ahora con el almuerzo. Más tarde, llegan la siesta, la merienda y el colegio. En la pensión hay chicos de Río Negro, Neuquén, Mendoza, Córdoba y Rosario. Pero también hay cinco porteños. Son pibes de villas cercanas, como la Zabaleta, de Barracas, que de otra forma no podrían cumplir con la dieta requerida por el arduo entrenamiento. Para Huracán, como para otros tantos clubes que mantienen pensiones en las inferiores, la escolarización es una obligación. Sin embargo, para Patricia, esposa de Antonio Mohamed, ex técnico del club, es además una causa que sostiene sin descanso. “¿Por qué no estuviste hoy cuando fue el profesor de Matemática?”, pregunta a uno

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“Los chicos tienen apoyo escolar, toman clases de Inglés en Agremiados, tienen una psicóloga y, también, un dentista que es un hincha del club”, cuenta Patricia.


TERCERSECTOR

de los pibes a través de un mensaje de texto. Y así lo repite cada vez que alguno le hace una gambeta al estudio. “Los chicos tienen apoyo escolar, toman clases de Inglés en Agremiados, tienen una psicóloga y, también, un dentista que es un hincha del club”, cuenta Patricia. Nada escapa a esta cadena de colaboraciones. Algunos aportan dinero para mantener los gastos de los chicos, y otros donan alimentos, ropa deportiva o colaboran en lo recreativo. Sin embargo, si a alguien le falta algo, ahí está Patricia para cubrirlo. “Todo lo hacemos con esfuerzo para que tengan lo que necesitan”, cuenta en su oficina de la calle Deán Funes y Caseros, donde flanquean su escritorio decenas de bolsas de consorcio con las donaciones.

Todo a pulmón

Mantener a cada pibe cuesta alrededor de 2.500 pesos mensuales, estiman quienes sostienen estas pensiones. Clubes como River, Boca, Racing y Vélez las financian en forma institucionalizada, y son modelo en cuanto a infraestructura y funcionamiento. Incluso, River y Vélez cuentan con sus propias escuelas. En cambio, los clubes más chicos hacen un esfuerzo enorme para invertir “al nivel de los grandes”. Es el caso de Argentinos Juniors, según afirma Rolando Niro, el coordinador de los cuatro hospedajes que tiene el club de La Paternal. “Argentinos Juniors invierte tanto como Vélez, Racing, Boca o River. Tenemos cuatro hospedajes –uno propio y tres contratados– con 65 chicos viviendo”, apunta. Ese club es considerado “un semillero de estrellas”. De hecho, fue la cuna futbolís-

Lejos de sus casas, chicos de 12 a 18 años quedan al cuidado del club, que les provee vivienda, alimentación, vestimenta, descanso y educación.

tica de Diego Maradona, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme, Juan Pablo Sorín, Fernando Cáceres, Juan Gómez, Fernando Redondo y Diego Placente, entre otros. “Hoy por hoy, si se suman los puntos obtenidos por todas las categorías, somos primeros en la tabla general de fútbol infantil y juvenil, y eso es el resultado concreto del trabajo conjunto que realizan el club y los pibes”, destaca Niro. La escolarización, al igual que para Huracán, es uno de los pilares de la preparación de estos chicos. De los que viven allí, 32 están cursando la secundaria y el resto ya terminó, según cuenta Niro, quien, como un papá orgulloso hablando de sus hijos, agrega que incluso “dos están cursando el CBC” en la Universidad de Buenos Aires. Grandes jugadores salieron también de La Paternal, entre ellos los santafesinos Diego Buonanotte y Eber Banega, y el marplatense Fabián Cubero. Pero la realidad es que “muy pocos son los que llegan” a jugar en Primera y, por eso, “es imprescindible que tengan un plan B, que sólo lo da el estudio”, subraya Niro.

Calor de hogar

“Lo más importante es el trabajo que se realiza, a través de la pensión, para la contención de los pibes”, dice Hernán Palmieri.

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DATOS ÚTILES

Argentinos Juniors prensa@argentinosjuniors.com.ar Nueva Chicago secretaria.nuevachicago@hotmail.com Club Huracán (011) 4911 9313

A la tarea deportiva y educativa se suma otra fundamental: la contención afectiva. De hecho, estos jóvenes sufren desde muy chicos el desarraigo, y a sus familias las ven, con suerte, apenas tres veces por año: en Semana Santa, el Día de la Madre y para las Fiestas. Hernán Palmieri es presidente de fútbol amateur de Nueva Chicago. Para él, “más allá del beneficio que implica para el club” tener a estos chicos, jóvenes promesas de pases y goles, “lo más importante es el trabajo que se realiza, a través de la pensión, para la contención de los pibes”. La casa de ese club aloja a una decena de chicos. Funciona en el polideportivo del club de Mataderos y se financia con el aporte de la institución, con donaciones y con dinero recaudado a través de rifas. La pensión –cuenta Palmieri– está “muy bien equipada”: cada habitación tiene su baño privado y, en los lugares de uso común, hay tele y mesas de billar y de ping pong, todo donado por socios y dirigentes. Así, entre entrenamientos, goles y estudio, transcurre la vida de estos chicos, mientras persiguen el sueño de llegar a la Primera División, a fuerza de dones, dedicación y, detrás, invisible, de una red de solidaridades que colabora para que todo eso sea posible.

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TERCERSECTOR GÉNERO

El Cuidado en la Agenda Pública

Responsabilidades compartidas Esta iniciativa, impulsada por tres ONG, promueve la equidad en la distribución de las tareas domésticas y la atención de los niños.

TEXTO GABRIELA SPERANZA

a cifra es contundente: en el 80 por ciento de los hogares, son exclusivamente las mujeres quienes se ocupan de las tareas domésticas y del cuidado de los chicos, adolescentes, adultos mayores y personas con necesidades especiales. Y los efectos de esta realidad –que afectan en gran medida la autonomía y el desarrollo individual de ellas– impactan de manera desigual según el sector social. Es que, en el caso de las mujeres de hogares pobres, las opciones de ayuda se restringen a la red de parentesco o a una escasísima oferta pública. Frente a esta realidad, un conjunto de organizaciones motoriza un programa denominado El Cuidado en la Agenda Pública. Estrategias para reducir las desigualdades de género en Argentina, que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea. Se trata del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Asociación por los De-

L “El estado de salud de las mujeres sufre las consecuencias de la falta de tiempo libre y de cuidado personal”, afirma la coordinadora del proyecto. ¿Qué es?

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a limpieza de la casa, la compra de alimentos y la preparación de la comida; la coordinación de los horarios de los integrantes de la familia; los traslados cotidianos; la atención y supervisión de las necesidades de las personas dependientes (niños, niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades); el acompañamiento de la vida social y las prácticas deportivas o recreativas de los chicos o las personas que necesitan ese apuntalamiento, son apenas algunas de las tareas que comprende el llamado “cuidado”. Se trata de “las acciones indispensables para satisfacer las necesidades básicas de la existencia y reproducción de las personas, brindándoles los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad”, definen desde la iniciativa.

rechos Civiles (ADC) y el Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (Ciepp) que, a través de una serie de estudios, acciones y campañas, buscan contribuir a la reducción de las desigualdades de género y, de ese modo, ayudar al desarrollo integral de las mujeres. “El cuidado de niños, niñas y del hogar es una responsabilidad que deben hacer varones y mujeres. Compartir las tareas del cuidado de la familia y la casa es cuidarnos entre todos. Tenemos derecho a ser cuidados por mamás y papás; así ganamos todos”, señala la voz en off de un niño en uno de los tres videos producidos en el marco de la iniciativa, con el fin de concientizar sobre la situación del cuidado y sus consecuencias en la vida de las personas. Si bien es un proyecto enfocado en la cuestión de género, al mismo tiempo aborda la problemática del cuidado desde una perspectiva global, ya que implica trabajar para la difusión y el reconocimiento de


Aportes del Estado

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no de los objetivos que se plantea el programa motorizado por ELA, ADC y Ciepp es lograr incidencia pública para que existan acciones concretas que promuevan la equidad de género en el ejercicio del cuidado. Entre las medidas que podrían coadyuvar para ese fin, al Estado –en todos sus niveles– le cabe una responsabilidad crucial. La apertura de instituciones públicas de cuidado de niños y niñas fuera de la edad escolar obligatoria y fuera del horario escolar; la creación de centros de día para adultos mayores; la inclusión del trabajo a distancia como modalidad laboral; la revisión del sistema de licencias por maternidad y paternidad, y la disminución de horas laborales, son algunas de las alternativas promovidas desde las ONG. “Todavía queda mucho camino por recorrer para que en nuestro país se pueda dar efectivo cumplimiento del derecho al cuidado”, sostiene Lucía Martelotte, coordinadora del proyecto.

Un estudio revela que en el 80 por ciento de los hogares la responsabilidad del cuidado y la organización familiar recaen en ellas.

éste como un “derecho universal” y “una responsabilidad social colectiva”. Para eso, este grupo de OSC con trabajo en el área busca que el tema sea incorporado en la agenda política, tanto a nivel nacional como de las provincias y distritos en los que hace pie el programa: la Ciudad de Buenos Aires; en los partidos bonaerenses de Morón y San Martín, y en las ciudades de San Salvador de Jujuy, Resistencia y Chaco. De este modo, procuran darle visibilidad a la demanda social del cuidado y, a partir de allí, articular estrategias entre Estado, mercado laboral, familias y organizaciones sociales y comunitarias, que fortalezcan la oferta de servicios de cuidado. “La actual organización social de este trabajo es injusta, ya que recae sobre las familias y, dentro de ellas, sobre las mujeres, quienes se ven sobrecargadas porque muchas también se incorporaron al mercado laboral y encuentran dificultades para lograr un desarrollo profesional. Generalmente, eso acarrea consecuencias en su estado físico y de salud por la imposibilidad de contar con tiempo libre y de cuidado personal”, afirma Lucía Martelotte, coordinadora del área política de ELA y del proyecto, quien atribuye esta situación a “la división sexual del trabajo, según la cual los hombres son proveedores y las mujeres cuentan con características ‘innatas’ para realizar las tareas de cuidado”.

El impacto

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Más allá de la problemática particular de cada mujer y de cada familia, la realidad es que la cuestión del cuidado tiene su impac-

to en la economía real por tratarse de una actividad primordial que garantiza el desarrollo de los futuros actores sociales y, por ese motivo, genera un valor para la sociedad. En una publicación editada en marzo pasado, con el título La organización social del cuidado de niños y niñas, las organizaciones que llevan adelante este trabajo advierten que “no se observa una incorporación activa del principio de equidad de género que opere sobre la división de responsabilidades de cuidado y alimentarias”, y plantean que, “en general, sólo se enuncian o se presentan como metas desvinculadas de las medidas concretas que se toman, todo lo cual está lejos del cumplimiento de las obligaciones estatales”. En el camino hacia la consecución de sus objetivos, la iniciativa lleva adelante diversas acciones. Además de la investigación y del trabajo de diagnóstico, que sirvieron de base para articular el programa, ofrece talleres de sensibilización y capacitación para funcionarios públicos, empleadores, sindicatos y organizaciones de mujeres y barriales. A eso se suman espacios de diálogo intersectorial –de los que participan representantes del Estado, sindicatos y sociedad civil–, y campañas de difusión y comunicación audiovisual, que incluyen cortos animados, fotografías y acciones de alto impacto en la vía pública. En todos los casos, la meta es promover la toma de conciencia por parte de la población del inmenso e invisible trabajo que llevan adelante diariamente las mujeres, así como también cambios concretos en pos de una mayor equidad.

“Las mujeres se ven sobrecargadas porque muchas de ellas, también, se han incorporado al mercado laboral”, plantea Lucía Martelotte.

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El Cuidado en la Agenda Pública www.elcuidadoenagenda.org.ar



SOCIEDAD

TEXTO MARÍA SOL ABICHAIN

Fundación Kaleidos

as agrestes rocas, el suave sonido de los ríos y el vivaz verde que inunda al Valle de Traslasierra, en Córdoba, se entremezclan con las numerosas voces que comenzaron a hacerse eco, desde hace siete años, de la lucha en pos de la erradicación de la violencia de género en las relaciones de parejas adolescentes. “Jacairá” y “Ni Príncipes Azules Ni Princesas Rosas” son dos proyectos que nacieron para acompañar a madres y padres jóvenes, reflexionar sobre las relaciones y promover vínculos sin violencia. Todo comenzó por la inquietud de la Fundación Children Action y la Fundación Kaleidos de atravesar la General Paz y multiplicar la iniciativa denominada Jacairá, un programa que se propone acompañar a mamás y papás adolescentes en el arduo camino de la crianza. Luego de cuatro años de fructífero trabajo en la Ciudad de Buenos Aires, apostaron a redoblar sus fuerzas y migraron una pata de Jacairá a Traslasierra con la ayuda de sus coordinadoras, María Gabriela Böhmer y Adriana Potel. Allí, arrancaron desde cero. “Primero realizamos un estudio sobre las problemáticas de la zona; tiempo después, instalamos un centro de atención en La Paz, donde acuden chicas de las localidades aledañas y, en forma paralela, comenzamos a trabajar en las escuelas”, cuenta María, quien recuerda que, cuando comenzaron a desarrollar la iniciativa en un colegio secundario de Luyaba, una localidad cercana a La Paz, se encontraron con que, de 80 alumnos, ocho eran adolescentes embarazadas. Esto las motivó a organizar un jardín maternal para reducir el abandono de la escolaridad y brindar información y contención. En los sucesivos encuentros, las coordinadoras comenzaron a notar que la mayoría de los relatos estaban atravesados por situaciones de inequidad, violencia y desinformación. Entonces, decidieron tomar a la violencia de género como tema central. “Está demostrado que más del 50 por ciento de las mujeres que sufren esto en la adultez, lo padecieron durante el noviazgo”, explica Adriana y cuenta que, por tal motivo, se propusieron dar un paso adelante y abordar la modalidad de los vínculos desde el noviazgo. La que primero fue una aspiración, pronto se plasmó en un proyecto planificado para chicos y chicas que cursan quin-

Sin príncipes ni princesas La ONG busca concientizar a adolescentes y jóvenes sobre la importancia de establecer vínculos amorosos sanos. El objetivo: luchar contra la violencia de género. Y empiezan por el noviazgo.

Consejos con voz Pastel de la pasión. Preparamos en un bowl tres cucharitas de respeto, media de amor y revolvemos. Le ponemos tres gotitas de pasión y le agregamos lo necesario de comprensión para la unión. Por último, añadimos el cariño en tajadas y lo llevamos a la paciencia por un buen rato”, aconseja uno de los spots radiales grabados por los adolescentes y jóvenes que participan del proyecto Ni Príncipes Azules Ni Princesas Rosas, emitidos por las radios de Traslasierra, en Córdoba. La consigna de Soledad Ceballos y Pate Palero, periodistas y talleristas, es mostrarles a los chicos que, con poco, pueden convertirse en productores de contenido y sentido. “La dinámica consiste en que retomen los temas abordados en los encuentros y proponerles disparadores que no tengan una bajada de línea. Por ejemplo, les pedimos que expliquen qué es el amor o que describan una relación con vocabulario culinario”, cuenta Pate. La voz de un estudiante suena en la radio. Los chicos se reconocen y sonríen. De la experiencia se llevan un aprendizaje vital: es importante amar y establecer relaciones sanas. “No es fácil hablar de violencia, reconocerse víctima de violencia o en prácticas violentas con tu pareja”, reflexiona Soledad y resalta que la forma de lograrlo es estableciendo vínculos amigables y sinceros con quienes muestran que hay otros modos de vincularse. “Es romper para volver a armar”, define en pocas palabras, a lo mucho que eso representa.

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TERCERSECTOR

to año. Su nombre: Ni Príncipes Azules ni Princesas Rosas. Su modalidad, cuatro encuentros que finalizan con la grabación de un spot radial para difundir la temática. El objetivo de los talleres es sensibilizar y concientizar a los adolescentes y jóvenes sobre sus relaciones de noviazgo, las libertades dentro de la pareja y los ideales de amor que tienden a forjar. “Primero abordamos la adolescencia, después los estereotipos de género y, por último, la violencia, porque consideramos necesario crear una confianza en el grupo para tocar temas tan sensibles”, afirma María Gabriela.

Sin tabúes

El mate recorre la ronda y, entre uno y otro sorbos, la vergüenza va quedando atrás. La dinámica propone actividades lúdicas, trabajos corporales, psicodrama y ejercicios vivenciales para romper el hielo y dar rienda suelta al diálogo. El tema no es fácil: la violencia está presente en muchas historias, impregnada como una herencia imposible de erradicar. Sin embargo, a medida que el mate se lava, se van gestando reflexiones que abren paso a transformaciones y nuevas formas de volver a empezar. Un poco sonrojados y otro poco más sueltos, dedican los encuentros a hablar sobre los métodos anticonceptivos en las parejas, el círculo que se crea en las relaciones agresivas y el control de lo que se hace con el teléfono celular como una

La iniciativa, motorizada en articulación con la Secretaría de Derechos Humanos de Córdoba, se desarrolla desde el 2007.

mecánica de violencia. “Tuvimos situaciones de apertura por parte de chicas que se acercaron a contarnos cosas propias o de alguna amiga que estaba pasando por una situación de violencia”, dice María y cuenta que, poco a poco, lograron ir armando una red en cada lugar para que las chicas y chicos sepan a quiénes acudir dentro del colegio ante estas situaciones o cuáles son las instituciones a las que pueden acercarse. “Una de las primeras chicas que participó

“Preparamos en un bowl tres cucharitas de respeto, media de amor y revolvemos. Le ponemos tres gotitas de pasión y le agregamos lo necesario de comprensión para la unión”, propone uno de los spots radiales.

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DATOS ÚTILES

Fundación Kaleidos (03544)15413453 www.fundacionkaleidos.org

en Jakayrá nos dijo que en los talleres había aprendido a hablar”, suelta con emoción María. El esfuerzo de ambos proyectos y de otras iniciativas que emprenden, como Jakairá Itinerante (con el que buscan asistir a chicas de cualquier lugar, sin importar la distancia) o los cursos de capacitación que realizan para docentes sobre la violencia de género, reflejan aquello que Adriana afirma con orgullo: “Hablar encierra un montón de cosas: no pegarle a los chicos, poder decirle a la pareja lo que necesitan, poder pedir y no ser unas gobernadas, para apropiar el vocablo que usan las chicas acá”.

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TERCERSECTOR SER SUSTENTABLE

Asociación Civil Nuestra Tierra, Tandil

Estudiar en la Nave Tierra La organización lleva adelante una escuela donde estudian más de 400 alumnos. Ahora, se proponen construir un edificio autosustentable, que promete ser pionero en el mundo.

TEXTO ALICE POLLINA

ace casi veinte años, un matrimonio de veterinarios y docentes de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires buscó una alternativa para la educación de sus hijos. Querían brindarles una escuela que combinara lo mejor de la educación pública y la privada. Debía tener una cuota accesible que garantizara la diversidad social, pero que también alcanzara para evitar los paros de maestros. Con esa idea, en 1996, le dieron forma a la Asociación Civil Nuestra Tierra, integrada por un grupo de padres de clase media de la ciudad de Tandil. De esta iniciativa original de Fernando Milano y Andrea Caselli surgió el Colegio Nuestra Tierra, donde las clases se dan con una metodología que contempla el respeto

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Manos a la obra

También, ofrecen cursos y actividades gratuitas a docentes.

Innovador de raíz

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ara desarrollar la conciencia ambiental en los alumnos, el Colegio Nuestra Tierra, de Tandil, pone en práctica la propuesta pedagógica creada por Peter Feinsinger, llamada Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela (Eepe). El método consiste en transformar el entorno natural de los chicos en una herramienta de descubrimiento que les permita formular y responder preguntas sobre todo lo que ven.

por el medio ambiente y el cooperativismo. El sueño comenzó con catorce chicos y una cuota mínima destinada a mantener el colegio y el Centro de Educación Ambiental para Docentes (Cead). Luego de casi dos décadas, la escuela tiene actualmente 400 alumnos en los niveles inicial, primario y secundario. Lo que comenzó en un espacio muy pequeño –donde había funcionado una carnicería–, hoy tiene lugar en un edificio, ubicado en la calle Mathiasen 481, que ya comienza a quedar chico. “Cuando llegó el momento de renovar el alquiler, surgieron temas de mantenimiento; teníamos que acondicionar una parte que no se usaba. En ese momento, un amigo, Santiago Harguindey, estaba en Taos, Nuevo México, haciendo el curso de sistemas constructivos alternativos del arquitecto norteamericano Michael Reynolds. Mediante la biotectura construye edificios autónomos llamados Earthships. Notamos que ese método iba totalmente de la mano de nuestra ideología pedagógica y decidimos abordar el proyecto de la construcción de un edificio autosustentable para la escuela”, cuenta Gonzalo Homps, integrante de Nuestra Tierra.

“Queremos que el edificio sea para la comunidad, no sólo para nuestros hijos”, se entusiasma Marcelo Valle.

La intención es que el edificio sea educativo en sí mismo, ya que se construirá con la colaboración de padres, alumnos e integrantes de la comunidad. Tendrá paneles solares, un sistema de recolección de agua de lluvia a través del techo y climatización por medio de un frente vidriado que permitirá el ingreso del sol para calentar la masa terrestre. “Hay varios modelos de Earthships; nosotros nos basamos en el que mejor se adapta en todo el mundo que es el Global. Va a ser el único colegio de esa escala y con esas características en todo el mundo”, cuenta Marcelo Valle, presidente de la Asociación. Michael Reynolds hizo escuelas mucho más pequeñas, por ejemplo en Sierra Leona, África, pero es una construcción que no está insertada en un plano urbano. “Es una casa aislada que sigue por el lado de lo no aprobado”, dice Martín Santiago, también miembro de Nuestra Tierra. En Tandil, asegura, se harán modificaciones al modelo

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Edificio actual del Colegio Nuestra Tierra.

Global para que cumpla con las normas de la arquitectura tradicional.

Encuentro en Ushuaia

A principios de este año, Gonzalo Homps, Marcelo Valle y Santiago Harguindey se reunieron con Michael Reynolds en Ushuaia. El arquitecto vino a construir una casa autosustentable llamada “Tol-Haru, la Nave Tierra del Fin del Mundo”, invitado por la cantante Elena Roger y el actor Mariano Torre, integrantes de la Fundación Naturaleza Aplicada a la Tecnología (NAT). “Nos dijo que él estaba dispuesto a venir a Tandil y hacer un curso donde se lleve a cabo un primer módulo de la escuela. Serían aproximadamente tres aulas y una batería de baños, que ocuparían 200 metros cuadrados. Los gastos se cubrirán con los aranceles que paguen los asistentes. En seis semanas ellos nos dejarían un módulo levantado y nosotros pondríamos los materiales”, cuenta Homps.

¿Qué es un “Earthship” o Nave Tierra?

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on casas autosustentables construidas con materiales naturales o reciclados. La estructura está hecha con neumáticos y tierra. Se abastecen de energía a través de paneles solares o aerogeneradores. Poseen un sistema de filtrado y reutilización de agua y regulan la temperatura del ambiente a través de la masa terrestre.

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Otro de los temas tratados con el arquitecto fue cómo adaptar el modelo Global de Earthship a las necesidades de la escuela. “La biotectura utiliza materiales reciclados como cubiertas compactadas con tierra que tienen resistencia a la compresión y al empuje que hace el terraplén. Esa estructura podría ser totalmente autosuficiente pero la reglamentación de la municipalidad exige vigas, columnas de hormigón y mampostería. Este ajuste ya se ha hecho en otros lugares y no es difícil de lograr”, detalla Homps. El proyecto obtuvo apoyo instantáneo. “Les contamos primero a los alumnos, después a los padres y a la comunidad. Cuando vimos que la reacción era tan buena, nos dimos cuenta de que ése era el camino para conseguir los fondos: difundir la idea”, señala Martín Santiago. La prioridad, que al principio fue conseguir un terreno, ya no es tan apremiante porque los ofrecimientos no tardaron en llegar. “Encontramos una excelente predisposición en mucho menos tiempo del que pensábamos. Estamos convencidos que vamos a conseguir todo lo que falta, porque creemos en el proyecto y queremos que el edificio sea para la comunidad, no sólo para nuestros hijos”, se entusiasma Marcelo Valle. Desde la creación del Colegio Nuestra Tierra hasta hoy, la cantidad de alumnos, las actividades y las iniciativas se fueron multiplicando. Lo mismo parece que sucederá una vez terminada la construcción. “Vamos a seguir a disposición de quien quiera hacer algo similar; queremos generar un cambio a través de nuestro edificio y que sirva para motivar a otras personas”, promete Marcelo Valle.

“La biotectura utiliza materiales reciclados como cubiertas compactadas con tierra que tienen resistencia a la compresión y al empuje que hace el terraplén”, detalla Homps.

Construcción de casa autosustentable en Ushuaia.

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DATOS ÚTILES

Asociación Civil Nuestra Tierra info@nuestratierra.org.ar Earthship Biotecture www.earthship.com



TERCERSECTOR GENTE EN ACCIÓN

Plaga Positiva

Limpieza contagiosa El primer domingo de cada mes, voluntarios se calzan guantes y salen a recolectar residuos en plazas y parques. La apuesta: que el compromiso se multiplique. Gentileza Gabriel Muñoz Asquini

TEXTO AGUSTÍN SHAW

l Parque Saavedra aparece tan vivo como cada domingo. Grupos de amigos, familias enteras con sus viandas se reparten por el verde. Los que salen a caminar o a andar en bicicleta tienen su camino delineado alrededor de la plaza. En un costado, la feria está repleta de gente. Las camisetas, bufandas, camperas o gorros con los colores de la bandera argentina son el producto que más se vende. En el centro, dos hombres, guitarra en mano, entonan una chacarera que resuena gracias a los altoparlantes que tienen a su costado. En una punta, junto al monumento a Cornelio Saavedra, diez personas vestidas de verde se preparan para ponerse en acción. Es el grupo Plaga Positiva, que desde febrero del 2013 comenzó a reunirse, principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, para intentar terminar con un problema que

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El único requisito para sumarse a la iniciativa es llevar una bolsa de basura, guantes y ganas de diseminar la “plaga”.

“Aspiramos a que Buenos Aires sea una de las ciudades más limpias del mundo”, plantea el grupo.

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DATOS ÚTILES

Plaga Positiva www.facebook.com/PlagaPositiva

afecta a todos: la suciedad y la falta de cuidado del espacio público. “Nos encontramos con la necesidad de transformar nuestra molestia por el maltrato que reciben muchos lugares públicos en una acción directa que no sólo mejore las cosas objetivamente, sino que también nos permita contagiar a otros esas ganas de cambiar algunas actitudes”, plantea Juan Manuel Guerrera, uno de los impulsores de la iniciativa. Uno le pide permiso a Don Cornelio y ata sobre las rejas de su monumento la bandera insignia del grupo, verde, como las remeras: “Plaga Positiva. Contagiando Limpieza”, reza. “Salimos todos juntos”, dice otro. Y la comunidad comienza a caminar bordeando el Parque, una con un botellón en el que van guardando las tapitas de gaseosa, otra con un balde, y todos con bolsas de residuos y guantes en las manos. Para Mercedes, que desde un principio es parte de “La Plaga” –como llaman al grupo–, cada una de las acciones que realizan muestra que no todo está perdido: “Todavía hay gente que está preocupada, que quiere hacer algo”, resume. La caminata sigue su curso y, a su paso, la basura va desapareciendo del piso. El grupo rodea el Parque Saavedra, lleno de vecinos que vienen a disfrutar de un domingo al sol, y la comunidad de la Plaga Positiva emprende la vuelta, ahora sí por el centro mismo de la plaza. El objetivo, allí y en cada uno de los lugares en los que hacen pie, es fomentar al compromiso individual como una forma de promover el cambio. Y concientizar acerca de la importancia de la separación de residuos y el reciclaje. “La Plaga Positiva aspira a que Buenos Aires sea una de las ciudades más limpias del mundo y, cansada de esperar, ha elegido un camino mucho más lógico en ese sentido: comenzar a limpiarla”, se presenta el grupo en la red social Facebook. El primer domingo de cada mes, eligen un espacio público y allí ponen en marcha la maquinaria. Además de esas incursiones, otra de las modalidades con las que trabajan son las llamadas “mini-plagas”. En ellas, grupos más reducidos de personas salen a limpiar su barrio, su vereda, una esquina o una calle. “No funcionamos como ONG porque sólo queremos ser ciudadanos voluntarios y gente que está preocupada con la actitud de contagiar limpieza”, dice Javier. Al igual que lo hizo en Parque Centenario, Plaza Francia, Parque Rivadavia, Plaza Arenales y Parque Las Heras, en el Parque Saavedra, la Plaga Positiva terminó su trabajo. Y, ahora, vuelve a pensar cómo multiplicarlo.



TEXTO SILVINA ORANGES

No se trata de dar el pescado ni de enseñar a pescar, sino de pescar y comer juntos.” Este lema de la economía social, perteneciente al italiano Luigino Bruni –especialista en la llamada “economía de comunión”–, es el que experimentaron en carne propia las protagonistas de esta historia: Flavia, Mónica y Fabiana. Las tres mujeres rondan los 40 años y viven en Lomas de Mariló –en la localidad bonaerense de Moreno– rodeadas por un contexto de pobreza y precariedad. En el 2008 recurrieron a la fundación Pies Descalzos, con sede en su barrio, que ofrecía apoyo escolar a la comunidad, entre muchos otros servicios. Las mujeres fueron en busca de una ayuda para sus hijos pero terminaron sumándose a un proyecto que les cambió la forma de encarar la vida. Actualmente, están a cargo de una pequeña empresa que fabrica bombones de chocolate, chupetines y huevos de pascua. “En la fundación, sacaron virtudes y actitudes de nosotras que jamás pensamos que podíamos llegar a lograr en otros momentos de nuestras vidas. Nos dieron una mano para empezar a soñar”, cuenta a Tercer Sector Mónica Puntoriero, una de las madres “chocolateras” de Pies Descalzos. Creada en el 2006, la fundación –conformada por laicos y frailes de la orden franciscana– tiene como misión principal trabajar junto a familias en condición de pobreza para que puedan desarrollar sus capacidades y transformar su realidad. Deleytes, como bautizaron al emprendimiento, es fruto de la gratitud. Sus protagonistas le dieron impulso luego de una capacitación en repostería que cursaron en la entidad y como “una manera de devolver todos los favores” que la OSC hizo por sus hijos. “Nos convertimos en un verdadero equipo de trabajo, generamos una economía extra en nuestros hogares y, para el futuro, tenemos como proyecto apadrinar chicos. Este trabajo nos genera mucho placer”, cuenta Flavia, otra de las mamás emprendedoras. Al igual que estas tres mujeres, otras 130 familias de Mariló reciben asistencia de esta ONG, que tiene su sede central en ese rincón del oeste bonaerense y que acaba de abrir otra sede en el barrio Ejército de los Andes, “mal llamado Fuerte Apache”, como aclara Sergio Sánchez, director ejecutivo de Pies Descalzos.

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Inclusión Social

Fundación Pies Descalzos

Crecer con los otros A través del microcrédito y la capacitación, promueve iniciativas de la economía social en beneficio de familias en situación de pobreza de barrios postergados.

¿Qué es? ratuidad, comunión y reciprocidad son las características de la “economía de comunión”, fundada en 1991 por Chiara Lubich, líder del Movimiento de los Focolares, en el marco de una visita a San Pablo, Brasil. Está formada por empresarios, trabajadores, directivos y consumidores comprometidos a distintos niveles en la promoción de una cultura económica y un estilo de vida alternativo al dominante. Esta forma de economía propone generar alternativas a la indigencia y exclusión, a través de un modelo más inclusivo, comunitario y productivo. Considera que no es posible transformar ninguna forma de pobreza sin incluir a las personas desfavorecidas en comunidades vivas y fraternas, Y postula que mientras una persona en condiciones de trabajar no tenga la oportunidad de hacerlo, seguirá siendo indigente. El italiano Luigino Bruni es uno de sus máximos teóricos.

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TERCERSECTOR

“La fundación nace como una iniciativa de frailes franciscanos y laicos que hacían retiros espirituales y experiencias de misiones evangelizadoras en el norte del país, hasta que decidieron involucrarse en una actividad concreta para poner al servicio de los más pobres sus dones y servicios profesionales”, cuenta Sánchez. En un principio, eran un religioso y un pequeño grupo de voluntarios integrado por siete jóvenes. Actualmente, trabajan en la organización 52 personas rentadas y más de 150 colaboradores ad honórem, que asisten –en forma directa o indirecta– a unas 2 mil personas de bajos recursos. El motor de su trabajo solidario va tras los pasos de la espiritualidad de San Francisco de Asís y podría resumirse en una idea fuerza: “El encuentro con el otro transforma nuestras pobrezas y hace descubrir las verdaderas riquezas”. “Lo primero que pusimos en práctica fueron dos programas de apoyo escolar y economía social para dar microcréditos a la comunidad, y actualmente contamos con muchas iniciativas que buscan generar oportunidades en trabajo, educación, salud, vivienda, arte, justicia y vínculos familiares”, reseña el Director Ejecutivo.

La ONG focaliza su trabajo en Lomas de Mariló (Moreno) y en el barrio Ejército de los Andes (Tres de Febrero).

“Sacaron virtudes y actitudes de nosotras que jamás pensamos que podíamos llegar a lograr en otros momentos de nuestras vidas”, cuenta Mónica.

Hacer protagonistas

Claudio Fuentes es el encargado de los programas de economía social de la fundación. “La base de nuestro trabajo es la promoción de la persona. Se busca despertar recursos que tiene en su interior, convirtiéndose en protagonista de su propia transformación y generando cambios en su familia. Apenas les tirás un centro, ellos hacen el gol”, describe.

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DATOS ÚTILES

Fundación Pies Descalzos info@piesdescalzos.org.ar (011) 1567003884

Para encarnar ese paradigma, los integrantes de la fundación buscan llevar a la práctica dos principios claves: la reciprocidad, “como una correspondencia mutua, que posibilita el dar y el recibir, y saca a la persona de un rol pasivo, de mero receptor”, y la simetría, como “distribución igual de capacidades y dones que rompe con la idea de víctima, del pobre que no tiene nada para dar”, explica Fuentes. “Es la vereda de enfrente del asistencialismo: buscamos romper el paradigma del paternalismo y caminamos a la par de ellos. Pescamos y comemos juntos”, define, citando al economista italiano y destacando el acompañamiento personalizado como una pieza fundamental en el proceso de cambio. Otro emprendimiento que viene desarrollando con éxito la fundación es Entramar, un proyecto económico y social para madres solteras que necesitan cuidar a sus hijos y trabajar. Como parte de esta iniciativa, se les ofrece cuidar a los niños y, a la vez, las mujeres reciben capacitación en el oficio textil para fabricar productos que luego comercializarán. Comenzaron con una tanda de eco-bolsas y ya lanzaron unas atractivas mantas de estimulación temprana para bebés. También atienden pedidos de otros emprendedores textiles que les piden trabajos de costura y confección. “Logramos fijar precios justos, cuidamos que los empleados hagan bien su tarea pero también que los empleadores paguen justamente y que no haya explotación, ya que el empleo textil es muy ‘negrero’”, sostiene Fuentes. Una huerta comunitaria, una feria de ropa y un emprendimiento de confección de sandalias que tuvo un impacto en 130 familias del barrio completan el variado universo de economía social que impulsa Pies Descalzos. Algunas de las familias que se sumaron a este último proyecto usaron las ganancias para sus primeras vacaciones, la construcción de un pozo de agua potable en su hogar o de un cuarto más en sus hogares, signados por el hacinamiento. Pero lo más importante es la acción que llevan adelante para promover el diálogo, cercanía y compromiso con el otro. O como lo dice Mónica, una de las chocolateras: “Después de muchos años me di cuenta que somos iguales las familias que participamos de la fundación, los que trabajan, los que vienen de afuera. Nos tratan a todos con igualdad”.

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TERCERSECTOR INTERNACIONALES

Red de Cantadoras del Pacífico Sur Colombiano

Sonidos con tradición Esta organización busca mantener vivas las raíces de las comunidades afrodescendientes del occidente colombiano a través de la recuperación de la música ancestral.

TEXTO PAULA LIVERATORE

riginaria de esclavos africanos, la musicalidad que envuelve la vida cotidiana en las costas del Pacífico Sur de Colombia sigue siendo un símbolo de resistencia, que se une a través de redes para reivindicar la vida. “A capella” o con marimbas, tambores y guasás. Con mujeres, hombres y niños. Con colores intensos y vientos de pobreza. Con rayos de sol y tradiciones al borde del olvido. Buenaventura, Tim-

O Kantazu

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on la creación de una marca denominada Kantazu, la red de Cantadoras del Pacífico Sur Colombiano busca transformarse en una empresa cultural, a través de la promoción y la comercialización de sus producciones. El puntapié inicial fue la difusión de un documental, accesible en la web, que cuenta la historia de esta organización y muestra algunas de las aristas de su trabajo. El sur de la costa del Pacífico de Colombia está conformado por una franja selvática que va del océano hasta los Andes. Allí, la tradición musical combina el sonido de los romances españoles con los lamentos negros. Marimbas y tambores de madera y cuero, y sonajeros armados con semillas, dan vida a las melodías. Los ámbitos en los que habitualmente toman cuerpo las tradiciones musicales son cuatro: el llamado “arrullo” –un encuentro en el que la gente se congrega para adorar a un santo con música y canto–; el “currulao” –una fiesta en la que se canta, se baila, se cuentan chistes e historias–; el “chigualo” –como se llama a los velatorios de niños de 5 años o menos– y el “velatorio de adulto” –en el que se le reza y canta al difunto durante nueve días–.

biquí, El Charco, Iscuande, Olaya Herrera, La Tola, Mosquera, Tumaco. Sobre esas bases se erige, desde el 2008, la Red de Cantadoras del Pacífico Sur. “Se canta desde lo cotidiano; desde el dolor hasta el momento de júbilo, de gracia; se canta desde el momento en que se nace hasta la muerte. La vida se hace más liviana en el canto, que se vuelve una manera de resistir pero también una manera esperanzadora de ver la vida”, afirma Aura Caicedo, referente de la Red de Mujeres Afroafricanas de Buenaventura, en un documental titulado Kantazu. Formada por 25 agrupaciones y más de 250 mujeres, la Red se afianzó en tierras donde la población –principalmente afrodescendiente– decidió desafiar al olvido y rescatar tradiciones que estaban muriendo poco a poco. “Gracias al trabajo en red, mujeres y hombres han logrado resarcir temores y amenazas a los territorios, incluyendo metodologías y estrategias para rescatar jóvenes y niños de las problemáticas sociales que afrontan a diario”, afirma Paola Navia Casavano, antropóloga y directora ejecutiva. Además de constituir una de las zonas más pobres de Colombia, las áreas costeras de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño se caracterizan por su variada flora y fauna, sus riquezas en minería y, sobre todo, por la presencia de cultivos ilícitos. “Esta problemática ha generado un conflicto constante frente a la permanencia de grupos ilegales que producen a diario desplazamientos forzosos, desapariciones y homicidios a líderes afro e indígenas. Toda esta realidad genera atraso en el desarrollo de las comunidades, fomenta la violencia y la delincuencia, y la inserción de niños y jóvenes en grupos de guerrilla y paramilitarismo”, describe Paola. En ese contexto, la Red de Cantadoras busca promover un cambio a partir de la revalorización de la tradición musical latente y de la creación de emprendimientos culturales tendientes a mejorar la calidad de vida de familias de catorce municipios de la costa pacífica del sur colombiano.

Del olvido a la reivindicación

En el 2010, las melodías de las marimbas y los cantos tradicionales del Pacífico Sur fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. A través de la música, las mujeres “cantadoras” supieron mantener latente la identidad cultural de sus pueblos. Al enseñar esas tradiciones a sus hijas y nietas, vecinas y vecinos, comadres y compadres, el hilo conductor de la esencia ancestral pudo seguir su curso más allá de los arrolladores cambios culturales.

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Conformada por 25 agrupaciones, la red abarca catorce municipios del sur colombiano, sobre la costa del Pacífico.

Fotos gentileza Fundación Canapavi

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Desde la ruralidad, hombres y mujeres mantuvieron un diálogo de participación constante en los ritos sagrados y profanos. El canto se hereda, las letras se recomponen derivadas de una sola esencia, y sus voces son herramientas de un legado que se transmite a través de las generaciones. “Los versos que las mujeres pregonan en los ríos cuando van canaleteando, esos que cantan para hacer más agradables sus faenas de trabajo, cuando están lavando, cuando cocinan, posibilitan una forma divina de vivir la vida para ver y escuchar el bambuco viejo, la juga, el patacoré; para ver el chigualo y el canto de boga, para ver el alabao y todo ese complejo cultural que se sostiene gracias a esas mujeres y hombres”, explica la directora de la Red de Cantadoras. Sobre la base de ese pasado musical, surgen nuevas expresiones entrelazadas con la tradición, entre ellas el reggaeton con estribillos musicales tradicionales de música del Pacífico Sur. En tanto, grupos como Renacer Saijeño siguen la línea de la música tradicional y, a la vez, reflejan en sus letras las problemáticas cotidianas de la región: “Saija si de ti me alejo, siento dolor y tristeza, y, aunque yo me haya marchado, te llevo en mi corazón”, afirman en uno de sus estribillos. “Otra manera de resistir en el tiempo y espacio han sido las escuelas comunitarias de música tradicional, lideradas por sabedoras, cantadoras y músicos del Pacífico Sur. Allí se transmite todo ese conocimiento ancestral a niños y jóvenes, en espacios no formales con metodologías propias de los territorios que trabajan de

“La vida se hace más liviana en el canto, que se vuelve una manera de resistir, pero también una manera esperanzadora de ver la vida”, afirma Aura Caicedo.

La tradición musical combina el sonido de los romances españoles con los lamentos negros.

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DATOS ÚTILES

Red de Cantadoras www.redcantadorassur.org panaca31@gmail.com

manera voluntaria para inmortalizar su legado”, sostiene la directora ejecutiva de la Red. Para Jhon Gallo, marimbero y maestro de la Escuela Fundación “Pregón del Manglar”, del municipio de Mosquera, esos espacios de escolarización resultan vitales para la enseñanza de ese legado. Las principales fuentes de financiamiento de la Red de Cantadoras provienen del Ministerio de Cultura de Colombia, de fundaciones como Canapavi y Polifonía, y de empresas privadas. Gracias a esos recursos, la red puede llevar adelante distintos proyectos y encuentros temáticos. Así fue que, en estos años, se realizaron –entre otras actividades– talleres de fundamentos y de interpretación de los cantos tradicionales del Pacífico Sur; talleres de técnicas para el manejo de la voz y de introducción a las redes organizacionales, al liderazgo, a la organización comunitaria y al emprendedurismo cultural. Asimismo, fueron creados semilleros para niños y jóvenes en sus municipios, sostenidos por las cantadoras y los hombres que forman parte de este movimiento. Libardo Rosero es uno de ellos. Es músico y maestro de marimba, uno de los instrumentos musicales emblemáticos de la región, muy parecido a un xilófono pero construido en madera. Allí, en la Escuela Municipal de Música de Barbacoas, en Nariño, chicos y chicas dan sus primeros pasos en la música tradicional. Mientras, Libardo fabrica instrumentos artesanales. Y, así, la historia sigue cantando.



Fotorreportaje

Un lenguaje propio

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al es el nombre de una película argentina, protagonizada y realizada por actores con Síndrome de Down, que asisten a un taller de teatro y desarrollo expresivo en el barrio porteño de Palermo. La historia se basa en un grupo de personas con capacidades diferentes que vive en comunidad en una casa palermitana. Allí bailan, discuten, cantan, juegan con mascotas, se arreglan el pelo, se afeitan, se enamoran… hasta que el personaje que encarna Coco Silly las intima a que desalojen la propiedad, por una deuda impositiva. Ante ese conflicto, los ocupantes de la vivienda tienen que unirse, y con solidaridad, trabajo e independencia, se poponen cumplir sus sueños. Durante junio, el film fue exhibido en el Centro Cultural de la Cooperación, en plena Avenida Corrientes. El 1 de sep-

tiembre, en el Congreso Nacional se ofrecerá una nueva función, en horario a confirmar. El elenco está conformado por Ana Hitters, Agustina Guglieti, Catalina Brancato, Cecilia Tucci, Daniel Bacigalupo, Diego Lascowsky, Gigí Stirparo, Hernán Ovejero, Jonathan Paez, Luis Despoltén, Mariana Rodríguez, Martín Estigarribia, Pablo Plorutti, Soledad Sosa y Tomy Roussos. Participaron, además los actores Coco Silly, Claribel Medina, Dan Breitman, Gabriel Fernández y Ana Paula Vitelli. La dirección estuvo a cargo de Paula De Lucchi, Juan Laso y Andrea Doumanian; estos dos últimos son además profesores de los talleres y han montado obras de teatro con sus alumnos. El grupo se encuentra en plena planificación de una nueva película. Para más información sobre el film y los talleres: www.sindramadedown.blogspot.com.

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Lectores A la redacción de Tercer Sector siguen llegando felicitaciones con motivo de la celebración del 20° Aniversario de la Revista. Aquí, algunos de los saludos que recibimos y nos alientan a seguir mejorando nuestra tarea. Gracias a todos! “¡Los amigos de Tercer Sector cumplen 20 años, desde la radio y desde Héroes Anónimos, el programa de las ONGs, un abrazo grande!” La Once Diez “¡¡¡Feliz cumple!! Un gran medio, hecho por grandes profesionales y buenas personas!!!! Un gran saludo desde Rosario!!!!” María Fernanda Trebol “Felicitaciones a los amigos de Tercer Sector por estos 10 años. Son un recurso fundamental para las Organizaciones Sociales, las que sin dudas han encontrado ideas y soluciones leyendo vuestras notas Por muchos años más”. Gustavo Curcio, Director Ejecutivo de la Asociación Civil Voluntarios Sin Fronteras “¡Hola Tercer Sector! Queremos felicitarlos en su 20º aniversario y agradecerles por el aporte de recursos y herramientas que nos brindan a través de la revista. ¡Muy feliz cumpleaños!” Asociación Civil Nuevo Sol

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“¡Nuestras felicitaciones! Muchísimas gracias por difundir y visibilizar el trabajo de tantas organizaciones y por seguir contribuyendo siempre al fortalecimiento del sector.” Fundación Kaleidos

“¡Felicitaciones a Tercer Sector por 20° aniversario!” FARN Argentina ¡Felicitaciones por su enorme aporte a visualizar y consolidar y este sector! ¡Por muchos años más de crecimiento! Ashoka Argentina “Felicitaciones por su constante apoyo a la extensión y fortalecimiento de la responsabilidad social en nuestra región.” Patricio Varas Karmy “¡¡¡Muy feliz cumple !!!!... fueron mis primeros comienzos en la especialización del Tercer Sector, en enterarme la otra realidad de las organizaciones. Sus artículos, investigaciones periodísticas, sus reportajes, sus análisis, siempre han nutrido de una información verdadera y real tarea de campo, llevando en mi caso particular de armonizar la letra fría de la norma con la realidad de las OSC / ONG. ¡FELIZ CUMPLE !” Lucas Orlando “¡¡¡Felicitaciones y que los éxitos se sigan multiplicando!!!”. Fortalecer Misiones “Tercer Sector es el portavoz de las ONG de Argentina. ¡Feliz aniversario!”. Luz Cunyarache


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