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I Cooperativismo

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I El Elegido

I El Elegido

Respuestas colectivas y autogestivas

Las cooperativas de La Poderosa son muchas y diversas, pero comparten un objetivo en común: generar trabajo e inclusión para vecinas y vecinos de sitios vulnerables. La importancia de la acción colaborativa y la experiencia en primera persona.

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TEXTO SOFÍA MOURE

En La Poderosa saben que “la salida es colectiva”. Es la base de su creación misma como organización y es la premisa que llevó a sus integrantes a seguir creciendo en alcance y diversidad. Las cooperativas que se nuclean en ella son parte de la premisa de llegar a las poblaciones más vulnerables, con herramientas y estrategias para un futuro autogestionado y digno.

El cooperativismo tuvo un crecimiento exponencial a fines del siglo XX en Argentina, en los años de cambio de siglo, a partir de las crisis neoliberales. Estos años fueron también los que vieron nacer la primera cooperativa

CUERPOS LIBRES, TRABAJO POSIBLE

Ejé Livera es una cooperativa integrada por tres vecinas de la Villa 31, en Retiro, y creada en la Casa de la Mujer y las Disidencias de La Poderosa, que funciona en el barrio.Allí fabrican“lencería libre de normas”y se consideran una “cooperativa de lencería para todos los cuerpos”, tal y como explica Gabriela Domínguez, una de sus integrantes.

“Cuando comenzamos a confeccionar nuestras prendas teníamos sólo una máquina de coser familiar, que nos prestaba una compañera, y una industrial, que nos prestó la cooperativa Las Amazonas, por lo que debíamos turnarnos para usarla”, cuenta Gabriela sobre sus inicios, cuando apenas habían hecho el lanzamiento, en la feria del Encuentro Nacional de Mujeres y Disidencias en La Plata, en el 2019:“Después pudimos presentar proyectos y autogestionar recursos para conseguir las máquinas propias y hacer productos de mayor calidad.”

Hoy tienen una cadena de trabajo en la que se reparten la costura, por un lado, los cortes y los pedidos, por otro y, finalmente, la parte contable y las redes sociales.Y realizan lencería de algodón, puntilla, microtul y, lo más importante, para todo tipo de cuerpos, “para que deje de ser imposible conseguir la ropa que te guste, si tenés un cuerpo que escapa de la hegemonía”.

“Tomamos pedidos por nuestro Instagram, donde tratamos de mostrar lo que somos;las fotos que publicamos son cuerpos reales, son nuestras vecinas, madres, hermanas, hijas, hasta nosotras mismas”, dice la integrante de Ejé Livera.“El impacto más grande e importante que tenemos es la inclusión:que todos los cuerpos tengan la misma posibilidad de acceder a la lencería, rompiendo con esos estereotipos de cuerpos perfectos que te quieren vender en todos lados.”

Son 76 las cooperativas de La Poderosa en todo el país.

de La Poderosa, casi homónima de la organización: La Garganta Poderosa, la ya emblemática publicación que recorre las calles desde el 2004. Desde entonces fueron surgiendo más y más cooperativas en distintos lugares. “Seguimos apostando a esta construcción, entre la militancia y la autogestión, buscando la dignidad también en el derecho al trabajo”, sostienen desde La Poderosa, a la dignidad cooperativa.

76 oportunidades

Hoy son 76 las cooperativas que se distribuyen por el país, con 501 personas asociadas en ellas, y de las cuales el 73 por ciento son mujeres. “El objetivo principal es generar trabajo autogestivo y de inclusión social y de género”, explican, y agregan que “cada cooperativa tiene objetivos específicos vinculados a la ecología, al feminismo, a la diversidad, al acceso a la vivienda y a la producción popular de alimentos, entre otros ejes”.

Tal es el caso de Materia Prima, una cooperativa textil que fabrica billeteras, bolsos y bolsas de compras, a partir del reciclado de residuos plásticos, o de Pura Estampa, que realiza trabajos de serigrafía y está integrada por personas travesti-trans, o de Brazos Poderosos, donde los trabajadores construyen y mejoran las viviendas de las y los vecinos del barrio.

“Se piensa siempre en cooperativismo, dentro de la organización, porque no se quiere caer en la modalidad de jefe y orden, sino que se pueda discutir todo entre todos, y llegar a consensos para seguir avanzando y creciendo”, cuenta Gabriela Domínguez, cooperativista de Ejé Livera, organización donde fabrican lencería. “La mayoría de las cooperativas está integrada por mujeres, ya que se quiere que tengan independencia económica y puedan ser sostén de su familia”, añade.

Un ejemplo de esto es la cooperativa de panificación Caseritos, ubicada en el barrio Los Pumitas, Rosario (Santa Fe), que nace en 2019 frente a la “necesidad de autogestión y la necesidad de las compañeras de tener un trabajo, independencia económica y empoderamiento”, cuenta Andrea Cisneros, cooperativista del espacio junto con otras cuatro vecinas del barrio. “El impacto más grande de Caseritos es crear y potenciar espacios de trabajo: no sólo es una oportunidad económica, sino también de contención”, agrega.

Es que, como muchas de las cooperativas de La Poderosa, Caseritos es una red frente a casos de violencia de género: “En lo económico, aprendemos a comercializar nuestros productos, pero nos empodera y nos forma en distintos ámbitos, como el feminismo villero”, explica Andrea.

El cooperativismo, para estas personas es mucho más que trabajo: es solidaridad y es ayuda mutua entre todas y todos los integrantes y para con la gente de sus comunidades. Una solidaridad que, muchas veces, falta en otros sectores de la sociedad, donde también es muy necesaria.

CÓMO CONECTARSE

Ejé Livera: IG:@eje.livera Caseritos: IG:@caseritos.panificación Web:www.misionantiinflacion.com.ar/productos/1625 La Poderosa:Web:www.lapoderosa.org.ar IG:@lagargantapoderosa

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