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COMPAÑÍA DEL SALVADOR
COLEGIOS MATER SALVATORIS
Madre María Félix Fundadora de la Compañía del Salvador
Octubre
2010
JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2011 En estos meses, en que toda la Iglesia se prepara para la JMJ que tendrá lugar en Madrid el próximo mes de agosto, quisiéramos ofrecer un fragmento de los escritos autobiográficos de María Félix. Siendo una joven estudiante de Bachillerato, respondió con valentía y fervor al ambiente de indiferencia religiosa de su residencia de Lérida:
El nuevo centro elegido para continuar y terminar el Bachillerato se llamaba Academia Azcona. No era colegio, ni internado, ni tan siquiera academia. Era más bien una pensión para señoritas estudiantes de la Normal o del Instituto. Lo dirigía un matrimonio, padres de una jovencita buenísima, compañera mía de curso. Enriqueta era su nombre. Mis padres dieron instrucciones concisas [intentaban alejar a María de la vocación religiosa]: seguiría en todo la vida que a Enriqueta le hacían llevar sus padres: horas de estudio, espectáculos, diversiones, paseos, modista, sombrerera, etc. En cuanto a vida de piedad,
únicamente podía ir a Misa de 12 los días de precepto. Me prohibían visitar a las Religiosas y no querían contacto alguno con gente de Iglesia. Los directores de la Academia eran sumamente indiferentes en materia de Religión. A las horas de la comida, el director atacaba sistemáticamente a los dogmas, a los Religiosos y Sacerdotes, o a las prácticas piadosas. Callar me parecía una cobardía, un pecado, y contraatacaba según entendía. No recuerdo ni una sola comida sin discusión religiosa. Las chicas que estaban en la Academia eran todas muy buenas. Todas las noches nos reuníamos todas en el cuarto de los baúles y rezábamos el Rosario. Muchas veces lo rezábamos arrodilladas sobre los baúles, de cara a la pared y brazos en cruz. Hacíamos también novenas y ni una sola de aquellas jóvenes se negaba a rezar. Todas las mañanas iba a Misa de 7. Sólo lo sabían Enriqueta y la muchacha de servicio. Salía con los zapatos en la mano y de puntillas. Volvía con igual cautela, antes de que se levantasen los directores. Una mañana me sorprendieron por el pasillo andando de puntillas y con los zapatos en la mano. Me amonestaron levemente y nada más. Al cine, o teatro, iba los domingos, pero asistía con los ojos cerrados y siempre
Foto de la Orla de la Universidad de Zaragoza, 1929, en la que aparece María Félix junto a su amiga Matilde Sevilla.
que podía me excusaba. Enriqueta me ayudaba, y no costaba mucho convencer a sus padres porque creo que no les era muy grato asistir a aquellos espectáculos en mi compañía. Los domingos iba primero a comulgar, y tenía la grandísima alegría de que casi siempre venían conmigo Enriqueta y alguna otra compañera. Era una salida clandestina. A las 12, bien emperifolladas, íbamos a Misa a la Catedral y después a pasear. A escondidas leíamos con Enriqueta la vida de Santa Teresita. Para que nadie viese aquel libro lo guardábamos debajo del colchón. Yo, a pesar de la vigilancia –creo que fue más nominal que efectiva, aunque entonces me hacía pasar malos ratos–, fui varias veces al Colegio, muchas a las Carmelitas Descalzas y empecé a asistir a la Asociación de Hijas de María, en la cual ingresé aquel curso. Hice propaganda de la revista Lluvia de Rosas y sentía el celo por la salvación de las almas más intensamente que en el colegio.
Testimonio de Matilde Sevilla Matilde Sevilla, amiga de juventud de María Félix, estudió con ella la carrera de Ciencias Químicas en la Universidad de Zaragoza. De aquel tiempo recuerda: Cuando yo hacía 2.º, vino la M. María [a Zaragoza]. Estábamos internas en las Teresianas. Enseguida nos hicimos muy amigas; teníamos las mismas ideas; las dos cursábamos segundo de Ciencias Químicas… En la Universidad éramos catorce [en clase]. Los chicos eran "Luises" [de la Congregación Mariana]. Cuando nos quedaba un ratito, íbamos a visitar al Santísimo. Por la tarde jugábamos a la rana por el Paseo de Ruiseñores. Nos hicieron socios de la Filarmónica. Cantábamos en el salón de actos de la Universidad, hacíamos excursiones… Con las monjas estábamos las chicas, y hacíamos de las nuestras... Lo pasábamos bien. Estudiábamos cuando podíamos;
FAVORES hablábamos más que estudiábamos… Éramos un poco despistadas. Una vez fuimos a hacer Ejercicios con las Esclavas del Sagrado Corazón. María tenía un carácter muy cariñoso, se conformaba siempre con todo, era muy estudiosa. Íbamos los domingos por la tarde a dar clases a chicas mayores, la mayor parte gitanas. Yo tenía miedo, ella era atrevida. María Félix no pasaba por las cosas que creía que no estaban bien hechas, tenía "genio". Una vez una niña no fue porque estaba enferma y María dijo: "Pues vamos a verla". Fuimos al barrio de gitanos y llegamos a la casa. Nos recibieron bien, amables... y volvimos.
Tres favores Hace mucho tiempo que vengo pidiendo la intercesión de la Madre Félix para todo tipo de favores, desde los más pequeños hasta los más importantes, y tengo que empezar estas líneas diciendo que en ningún caso se me han dejado de conceder por insignificantes que pudieran parecer; además, el simple hecho de saber que la Madre siempre está a mi lado, que siempre me escucha y que intercede por mí, supone ya un alivio en sí mismo. Por tanto voy a escribir aquí solamente los tres hechos que me parecen de mayor relevancia, aunque en estos años las gracias han sido constantes.
Su forma de ser no era como la de las demás. Me daba dinero para los pobres. La M. María se avenía a todo para hacer bien a la gente. No se le ponía nada por delante para visitar a un enfermo, no importaba el sitio. Y todos los días íbamos a visitar al Santísimo, y casi todos los días venían los chicos.
Mi marido llevaba varios años presentándose a las oposiciones de profesor de instituto y aunque siempre aprobaba no obtenía plaza. Volvió a presentarse y esta vez no dudé en rezar a la Madre Félix, no sólo sacó la plaza sino que además fue el número dos de la promoción.
María estuvo muy enferma. Si en el mundo hay alguna persona santa es ella, ya desde pequeñita. Con las chicas aquellas, qué paciencia con ellas; era una labor que hacía maravillosamente bien; como tenía aquella bondad, aquella “cosa”, enseguida se las atraía. Nunca se enfadaba. He aprendido mucho de ella, me hizo mucho bien. Creo que hubiera sido feliz estando con ella. Yo iba siempre pensando en lo mío y para mí... Y ella me hizo mucho bien.
Este mismo verano mi hermano que trabajaba en Lisboa, estaba pendiente de un nuevo destino y por lo tanto, preocupado. “No te preocupes, le dije, se lo pedimos a la Madre Félix”. A los tres días obtuvo la respuesta, un cargo superior al que tenía antes. Por último el más importante y decisivo. Estando embarazada de tres meses, en una ecografía de rutina se vio algo que podía significar que el bebé tuviera alguna anomalía genética. En
PUBLICACIONES COMPAÑÍA DEL SALVADOR
COLEGIOS MATER SALVATORIS
50º ANIVERSARIO
Madre María Félix Fundadora de la Compañía del Salvador
esta ocasión sí que rogué más que nunca a la Madre Félix para que me ayudara y una vez más no me falló. El día de Reyes nació la niña más deseada y más sana de este mundo. Gracias, Madre, porque siempre estás a mi lado y al de mi familia. (C.A., Madrid, España) Consigue la pasantía y un buen trabajo
¿Qué haré por Cristo? Pensamientos de la Madre María Félix
Vida de la Madre María Félix Biografía Infantil
Estando en unos días de inquietud, mi hija estaba muy preocupada porque necesitaba urgente una pasantía pues que es necesario para su último semestre, ya que está a punto de graduarse Lic. Contaduría Pública. Con mucha fe y confianza acudí a la Madre María Félix Torres que, intercediendo a Dios por mi hija, escuchó mis oraciones y consiguió no solo la pasantía, sino también quedó contratada con muchos beneficios en una empresa multinacional y está muy contenta por ello. (A.B., Caracas, Venezuela)
“Toda, sólo y siempre de Dios” DVD: duración 47 min.
“Recuerdos de mi vida” Escritos autobiográficos de María Félix Torres
Damos las gracias a las personas que nos remiten testimonios de la vida de la M. María Félix y favores recibidos por su intercesión, así como los donativos para su causa, enviados por giro postal o por transferencia a: • Compañía del Salvador: c/c 21004426-11-0200020387 de la Caixa, Madrid, ESPAÑA. • Instituto Religioso Compañía del Salvador. Cta. n.º 362058602 Banco Popular, San Juan, PUERTO RICO.
DATOS BIOGRÁFICOS Nació en Albelda (Huesca), el 25 de agosto de 1907 y fue bautizada el 12 de septiembre en la misma villa. A los catorce años sintió la llamada a una entrega total a Jesucristo, y un atractivo irresistible hacia la espiritualidad ignaciana. La mayor gloria de Dios, siguiendo a Cristo y unida a Él, se convirtió en la razón de su existencia. Entre tanto, obtuvo la licenciatura en Ciencias Químicas, para ser un instrumento más apto para su servicio. A través de un sorprendente y no pretendido paralelismo con el itinerario espiritual de San Ignacio de Loyola, el Señor la llevó a fundar la Compañía del Salvador, erigida en Congregación
Religiosa de derecho diocesano en 1952, y de derecho pontificio en 1986. Dios le asignó dentro de su Iglesia la parcela de la educación cristiana de la juventud, sobre todo universitaria, en cualquier parte del mundo. Con este fin surgieron los Colegios Mater Salvatoris, que tienen como misión propagar el carisma que Dios le concedió de adhesión al Papa, amor tierno a la Santísima Virgen y hacer de los jóvenes permanente fermento evangélico en la sociedad, para llevarla a Jesucristo. Murió santamente en Madrid, el 12 de enero de 2001, y sus restos descansan en el cementerio de la Compañía del Salvador en Mota del Marqués (Valladolid).
ORACIÓN para la devoción privada Padre misericordioso, cuyo Hijo, Salvador nuestro, te glorificó cumpliendo amorosamente hasta el fin tu voluntad. Tú suscitaste en tu hija María el deseo ardiente de glorificarte y de seguir de cerca a Jesucristo, cooperando a la redención del mundo mediante la Compañía del Salvador, por ella fundada. Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos, para que la Iglesia, a la que amó apasionadamente como a Esposa de Cristo, la eleve al honor de los altares, para tu mayor gloria. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. De conformidad con los decretos del papa Urbano VIII, en nada se pretende prevenir el juicio de la Iglesia.
Dirección
Se ruega comuniquen los fav ores recibidos por su intercesión a: Religiosas de la Compañía del Salvador Tapia de Casariego, 19 • 28023 Madrid (España) www.mariafelix.org •e-mail: madre.felix@ciasalvador.org Con licencia eclesiástica