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COMPAÑÍA DEL SALVADOR
COLEGIOS MATER SALVATORIS
Madre María Félix Fundadora de la Compañía del Salvador
Octubre
2012
ESPÍRITU MISIONERO “Que toda la tierra sea Iglesia Católica” En 1945, la Madre María Félix escribía en sus apuntes espirituales: “Mucho deseo de misiones. Que toda la tierra sea Iglesia Católica. ¡Que te sea fiel la Compañía para que seamos menos indignas de darte a conocer a Ti, oh Salvador del mundo!” El deseo de toda su vida fue que Jesucristo fuera conocido y amado en todo el mundo, especialmente por los jóvenes: “Quisiera ayudarte a salvar almas y quisiera consumirme en tu amor”. Por eso, cuando el papa Pío XII expresó el deseo de impulsar el espíritu misionero en la Iglesia “con la confianza de que todos los católicos responderán a nuestro llamamiento con generosidad” (Fidei Donum), la M. María Félix vio en sus palabras un indicio de la voluntad de Dios. Mucho había insistido para conseguir que las religiosas de la Compañía pudieran emitir un cuarto voto de especial obediencia al Santo Padre, según el espíritu de San Ignacio, y por ello respondió con prontitud a la llamada del Sucesor de Pedro, que invitaba a los religiosos españoles a acudir a América.
Nos destacamos primeramente M. Aige y yo, y enseguida vendrán otras religiosas de la Compañía para poner su mano sobre el arado y laborar en esta parcela que el Señor nos encomienda. Vendrán muy pocas, y ésta es mi gran pena, porque aquí hacen falta muchísimas religiosas con alma de apóstol, temple de acero y probada santidad y no podrán venir todas las que se necesitan, aunque todas arden en deseos de acudir a este frente de batalla, que es duro y de suma trascendencia para el triunfo de la Santa Iglesia Católica. Al ver territorios inmensos en los que apenas se tiene un conocimiento de Dios, tantas almas sumidas en la mayor ignorancia religiosa y acosadas por terribles peligros para su salvación, y al considerar esos campos en donde no llega la Iglesia Católica por falta de personal, desearía hacer el milagro de ir a España y de arrastrar hacia aquí como misioneras fervorosas a todas la jóvenes que tan inconscientemente pierden el tiempo en bagatelas y contentan su alma con pequeñeces. Aquí pueden ser grandes héroes, y ahí se esfuman en lo baladí y en lo prosaico. Aquí son necesarias para contener al vicio, a la ignorancia, al error, y ahí en definitiva se hacen seres inútiles y casi mezquinos.”
Así, escribe a una joven el 21 de septiembre de 1957: “Hemos venido a América a ayudar a la Iglesia Católica en este vasto continente. Tal es la voluntad de Dios manifestada por S.S. el Papa, tal es la voluntad del Papa, y en la Compañía hacemos voto de obedecer los deseos del Papa… Emitir ese voto es una gracia singularísima que la Santa Sede ha concedido a la Compañía, y la Compañía ha de ser fiel, generosamente fiel, y por esta razón acude a América con prontitud y con alegría...
La Compañía del Salvador misionera en Venezuela (1957)
¿Qué es una misionera? Lejos de una visión idealizada de lo que podríamos entender como “misiones”, la M. María Félix procuraba formar a sus religiosas en la necesidad de vivir con profundidad una entrega radical por el Evangelio: “No quiero asustarlas, pero quiero que vengan convencidas de que aquí la vida es dura y de que aquí la vida se pierde gota a gota. Y que la lucha con la ignorancia, con la superstición, con las costumbres es un sacrificio perenne y un holocausto perfecto. Y que aquí hay que vivir siempre sobrenaturalmente, porque si se desvía un poco nuestra vida carece de sentido” (carta a las religiosas de la Compañía, 18 diciembre 1957). A una joven religiosa destinada a la nueva misión en 1961, le explicaba: “Misionera significa enviada y V. viene enviada para comunicar, a las niñas y a las personas que la obediencia le designe, el mensaje de Cristo, el de la salvación y santificación de las almas. Y la misionera no lo es tanto por lo que dice –que las palabras las lleva el viento– sino por lo que ora y por lo que se sacrifica y por lo que hace en adaptarse fielmente a la divina voluntad. Prepárese, pues, en unión de la Santísima Virgen, la primera misionera de la Compañía del Salvador.” Y a otras dos que acababan de realizar sus votos, les dice con toda claridad: “Miren, es que si no somos santas, no somos nada. Santas de carne y hueso, no de esas pintadas en las estampas baratas con sonrisa beatífica, sino de éstas que tienen nervio, que si caen se levantan y por la misma caída se amarran más fuerte a la cruz; y si vuelven a caer se vuelven a levantar y aman con nuevo amor, más intenso, más total y de mayor entrega a Dios nuestro Señor. Santas que miden el tiempo con la eternidad y la superficie terrestre con el infinito; para las que el
tiempo del trabajo y de la brega, del sufrimiento y de la humillación, es un segundo breve en el reloj del merecimiento y del amor a Dios y a las almas; para las que toda la redondez de la tierra es una superficie tan pequeña, que ni tan siquiera ofrece el espacio suficiente para apoyar el corazón; tan pequeña que a la hora de ofrecerla a Dios, les parece la cabeza de un pequeño alfiler y desearían tener millones de mundos para ofrecerlos a Él, porque uno solo es poco. Así, santas de este calibre, valientes y fervorosas, de espíritu amplio y ánimo esforzado, a la conquista de la mayor gloria de Dios por la salvación de las almas, así las necesita la Compañía, así las quiere el Señor, así han de ser todas. Por aquí todavía andamos de exploración, o mejor, esperando que nos den alguna información sobre posibles obras a trabajar. Pero tenemos mucho campo en todos los órdenes y uno de los más estimables y gratísimos a mi alma es el de los “ranchitos” de los pobres indiecitos, que circundan la capital de Caracas y se extienden por el centro de Venezuela. Claro está que habremos de trabajar también con otra clase social e intelectual, almas también redimidas por Cristo, pero hemos de pedir a Dios que nos deje parte en esa heredad tan amada del Corazón de Él.” Fundación en Benín Este deseo de la M. Félix sigue vivo en la Compañía del Salvador, que ha iniciado su primera fundación en el continente africaafricano: el Colegio Mater Salvatoris de Kalalé (Benín). Desde el 28 de septiembre de 2011, las religiosas que forman parte de la comunidad de Kalalé viven en la Misión de San Pedro, dirigida por los sacerdotes de la Sociedad de Misiones Africanas, preparándose para llevar a cabo la tarea evangelizadora
Misión en Kalalé (Benín 2012)
de la Iglesia a través de la educación cristiana de la juventud beninesa. Además de una escuela de Primaria y Secundaria para niñas, según el estilo propio de los centros educativos de la Compañía del Salvador, está prevista la edificación de un “foyer” (internadohogar), para posibilitar que las niñas de los pequeños poblados dispersos por la zona puedan realizar sus estudios. “Haced brillar el rostro de Cristo” Las necesidades materiales son enormes, ya que Benín es uno de los países menos avanzados del planeta. Kalalé, situado al Este de Benín (casi en la frontera con Nigeria) es una zona rural con una situación muy precaria, especialmente para las mujeres y los niños menores de 5 años, que apenas tienen acceso a servicios sanitarios y de educación. Pero aún es mayor la necesidad espiritual de un pueblo que, en su mayoría, practica otras religiones y todavía no conoce el Evangelio, tal y como recordaba el Santo Padre Benedicto XVI en su reciente viaje
apostólico: “Después de 150 años, hay todavía muchos que aún no han escuchado el mensaje de salvación de Cristo. Hay también muchos que se resisten a abrir sus corazones a la Palabra de Dios. Y son numerosos aquellos cuya fe es débil, y su mentalidad, costumbres y estilo de vida ignoran la realidad del Evangelio, pensando que la búsqueda del bienestar egoísta, la ganancia fácil o el poder es el objetivo final de la vida humana. ¡Sed testigos ardientes, con entusiasmo, de la fe que habéis recibido! Haced brillar por doquier el rostro amoroso de Cristo, especialmente ante los jóvenes que buscan razones para vivir y esperar en un mundo difícil”. Quiera el Señor que esta nueva fundación sea fiel al carisma que Dios concedió a la Madre María Félix, para que muchas jóvenes se contagien del amor del Corazón de Jesús, amen con gran devoción a nuestra Madre la Virgen, y en adhesión al Sucesor de Pedro, sean testigos del Evangelio en la sociedad, ad maiorem Dei gloriam. Para más información: http://www.matersalvatoris.org/kalale-benin/
PUBLICACIONES FAVORES COMPAÑÍA DEL SALVADOR
COLEGIOS MATER SALVATORIS
50º ANIVERSARIO
Aprueba la carrera de Medicina
Madre María Félix Fundadora de la Compañía del Salvador
¿Qué haré por Cristo? Pensamientos de la Madre María Félix P.V.P. 4€
Tengo un vecino, es un jovencito de 17 años, llamado Y. Á. C., toda su vida soñó con estudiar medicina, pero últimamente para estudiar esa carrera se ha puesto muy difícil, porque se hace prueba de ingreso, él tenía mucho miedo pero sí mucha fe. Se presentó a las pruebas y desaprobó matemáticas pero con él, 25 alumnos más, tanto fue así que lo llevaron a una segunda convocatoria y yo en oración con la Madre María Félix Torres, y aquí es todo, me ha concedido que Y. aprobara las pruebas, tanto así que ya le aprobaron su carrera de medicina. (E.G.G., Camagüey, Cuba) Consigue un buen trabajo
Vida de la Madre María Félix Biografía Infantil P.V.P. 6€
Escribo para exponer mi agradecimiento por la intercesión de la Madre Félix en la consecución de un buen trabajo para mi hija. Cada día le rezo y le doy gracias a la Madre Félix. (I.M.G., Barcelona, España)
“Toda, sólo y siempre de Dios” DVD: duración 47 min. P.V.P. 5€
“Destellos de Luz” DVD: duración 25 min. P.V.P. 10€
“Recuerdos de mi vida” Escritos autobiográficos de María Félix Torres P.V.P. 15€
Damos las gracias a las personas que nos remiten testimonios de la vida de la M. María Félix y favores recibidos por su intercesión, así como los donativos para su causa, enviados por giro postal o por transferencia a: • Compañía del Salvador: c/c 21004426-11-0200020387 de la Caixa, Madrid, ESPAÑA. • Instituto Religioso Compañía del Salvador. Cta. n.º 362058602 Banco Popular, San Juan, PUERTO RICO.
DATOS BIOGRÁFICOS Nació en Albelda, Huesca, el 25 de agosto de 1907 y fue bautizada el 12 de septiembre en la misma villa. A los catorce años sintió la llamada a una entrega total a Jesucristo, y un atractivo irresistible hacia la espiritualidad ignaciana. La mayor gloria de Dios, siguiendo a Cristo y unida a Él, se convirtió en la razón de su existencia. Entre tanto, obtuvo la licenciatura en Ciencias Químicas, para ser un instrumento más apto para su servicio. A través de un sorprendente y no pretendido paralelismo con el itinerario espiritual de San Ignacio de Loyola, el Señor la llevó a fundar la Compañía del Salvador, erigida en Congregación
Religiosa de derecho diocesano en 1952, y de derecho pontificio en 1986. Dios le asignó dentro de su Iglesia la parcela de la educación cristiana de la juventud, sobre todo universitaria, en cualquier parte del mundo. Con este fin surgieron los Colegios Mater Salvatoris, que tienen como misión propagar el carisma que Dios le concedió de adhesión al Papa, amor tierno a la Santísima Virgen y hacer de los jóvenes permanente fermento evangélico en la sociedad, para llevarla a Jesucristo. Murió santamente en Madrid, el 12 de enero de 2001, y sus restos descansan en el cementerio de la Compañía del Salvador en Mota del Marqués, Valladolid.
ORACIÓN para la devoción privada Padre misericordioso, cuyo Hijo, Salvador nuestro, te glorificó cumpliendo amorosamente hasta el fin tu voluntad. Tú suscitaste en tu hija María el deseo ardiente de glorificarte y de seguir de cerca a Jesucristo, cooperando a la redención del mundo mediante la Compañía del Salvador, por ella fundada. Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos, para que la Iglesia, a la que amó apasionadamente como a Esposa de Cristo, la eleve al honor de los altares, para tu mayor gloria. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. De conformidad con los decretos del papa Urbano VIII, en nada se pretende prevenir el juicio de la Iglesia.
Dirección
Se ruega comuniquen los fav ores recibidos por su intercesión a: Religiosas de la Compañía del Salvador Tapia de Casariego, 19 • 28023 Madrid (España) www.mariafelix.org •e-mail: madre.felix@ciasalvador.org Con licencia eclesiástica