El orientador puede utilizar el eneagrama como una herramienta de conocimiento y comprensión del orientado si aprende a dominarla en beneficio de las personas que atiende. El eneagrama es una guía flexible y dinámica muy útil en el campo educativo. Sin embargo, hay que usarla en su justo medio para lograr los objetivos, en vez de convertirse en una víctima estereotipada.