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Francisco de Narváez Steuer Presidente del Directorio de Almacenes Tía
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Nº 144 • DIC 2017
LA MULTINACIONAL tía INVIERTE USD$ 60 MILLONES EN UN NUEVO CENTRO DE DISTRIBUCIÓN
Número total de ejemplares puestos en circulación 4.600
Tradición comercial
Negocios
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Si bien Almacenes Tía es propiedad de un grupo extranjero, guarda la esencia de sus fundadores. En 2019 inaugurarán un centro de distribución en el que invierten US$ 60 millones. l Jorge Cavagnaro A.
Francisco de Narváez Steuer maneja un grupo de empresas familiares entre las que destaca Almacenes Tía, en Ecuador. También tiene negocios en Argentina y Uruguay.
El local de Tía, ubicado en Chimborazo y Luque, es donde inició todo en 1960. Está en la zona céntrica de Guayaquil.
Multinacional con sello familiar E
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Perfil Francisco de Narváez Steuer tiene seis hijos y siete nietos. Tiene dos tatuajes, uno de ellos en su cuello; éste es una serpiente de agua que representa su signo en el horóscopo chino.
ideas para mejorar. “No tengo oficinas porque mi labor es visitar y preguntar cómo podemos hacer mejor las cosas”, señala. Es algo que aprendió de su abuelo, dice, quien cuando él era niño lo llevaba los fines de semana a visitar los locales. “Aprendí sobre este negocio observándolo cómo interactuaba con los empleados
y clientes, siempre tomando nota en una libreta para luego conversar con los ejecutivos”, recuerda mientras cierra sus ojos como si revisara la imagen en su memoria. Esa cercanía es la que mantiene en la actualidad, la misma con la que nació Tía, ya que su nombre parte de esa idea concebida que generalmente se tiene de
/César Mera
n Ecuador, probablemente Francisco de Narváez Steuer pase desapercibido mientras cena en algún restaurante o si ingresa a alguno de los 191 locales de Almacenes Tía, empresa en la que es Presidente del Directorio. Y es que nació en Colombia hace 64 años pero su trayectoria lo ubica en Argentina, donde incluso fue diputado de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, su principal espacio de desarrollo es en la actividad empresarial, con inversiones en el sector textil pero sobre todo en el retail. Allí es donde entra Almacenes Tía, una multinacional presente en Ecuador desde 1960. Sí, una multinacional, ya que su marca está presente en otros mercados como Uruguay, donde se llama Supermercados TA-TA (palabra checa que al español se traduce en Tía). A pesar de que es nieto del fundador de Tía (Carlos Steuer), De Narváez había preferido no aparecer en público. Para él, la base del negocio son los colaboradores, esas más de 7.600 personas que le dan
una tía: un familiar generoso y afectivo, que premia con regalos. Por eso no sorprende que la propia comunicación de la empresa apele a esa sensación. Y quizá ese afecto generado en los clientes es lo que le permitió en 2016 ser la única de las cuatro cadenas de supermercados más grandes en aumentar
sus ingresos: pasó de US$ 603 millones a 610 millones. Si bien es apenas 1% más que en 2015, sus competidores por el contrario redujeron su facturación en un promedio del 5%. “El desafío como empresa no siempre es ser la más grande sino la mejor”, asegura De Narváez. Y para él, eso se logra cuando el cliente disfruta de la experiencia de compra, cuando encuentra todo lo que necesita en las perchas e incluso se lleva productos que no tenía en su lista de compra. “El cliente es el rey, y eso se lo transmitimos a los colaboradores”. Refuerza esta idea al explicar que si bien existen esfuerzos claves en este negocio en cuanto a inversión en tecnología, por ejemplo, no pueden perder el foco, que es la atención al cliente. “Hay que entenderlo, saber qué necesita, si lo ves con cara de enfado haciendo cola y la caja de al lado está cerrada; son pequeños detalles de gran importancia”. Por eso, agrega, a veces tener el mejor precio no necesariamente es ser barato, sino generar el mejor entorno para una compra. “Hay que enfocarse en mejorar los costos para ser eficientes y
que eso se traslade al precio, pero sobre todo el desafío es que la experiencia de compra sea satisfactoria”. En Tía lo quieren lograr con una inversión que, según De Narváez, es de US$ 60 millones y que incluso puede llegar a 65 millones. “Nos permitirá alcanzar una ventaja competitiva para los próximos 10 años”, resume el ejecutivo. Esta inversión se refiere a un centro de distribución ubicado en el kilómetro 48,5 de la vía Guayas-Manabí, específicamente en el cantón Lomas de Sargentillo. Además de impulsar el desarrollo de la zona, Leonardo Pesantes, director Corporativo de Tía, explica que este centro les permitirá disponer de nuevas y mejores herramientas informáticas y mecánicas para trasladar mercadería de sus proveedores a sus establecimientos. “Tendremos a tiempo las cantidades adecuadas que requieren los más de 190.000 clientes que nos visitan diariamente”. Para la implementación del proyecto, que estaría listo en 2019, se adquirió un predio de 930.000 metros cuadrados, con 150.000 m² de construcción; 50.000 m² para áreas de recepción, almacenamiento, DICIEMBRE 2017 |
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“Los supermercados en Ecuador tienen muchos desafíos (…). Dar beneficio de ahorro de tiempo a través de cajas inteligentes, compras online, entrega a domicilio o en parqueaderos”, Pablo Carrera, catedrático de la USFQ.
El Centro de Distribución estaría en 2019, con una inversión de US$ 60 millones.
preparación y despacho de mercadería, con 69 andenes para facilitar la carga y descarga de productos. Además tendrán áreas complementarias como estacionamientos, comedor, zona de descanso, entre otras. “Todos los días abrimos en Ecuador casi 200 locales y estos deben estar con temas básicos: limpios, ordenados, y con productos repuestos y con el precio correcto”, señala De Narváez. Por eso, comenta, la inversión del centro era una decisión coherente. “Esto permitirá que no existan quiebres de stock en nuestros locales”.
Sello propio Para Iván Sierra, especialista en Investigación de Mercado, a los supermercados en general les falta camino por recorrer. “Aún no tenemos locales extendidos hasta las 12 de la noche, menos aún todo el día; tampoco uno con ‘delivery’ ni con una app o una web para comprar en línea”. No existe, dice, ninguna con promociones o estímulos comerciales individuales a partir del histórico de compras de cada persona. Esto es algo que Francisco de Narváez advierte que ya sucede en otros sitios y que en Tía lo están analizando. “Creo mucho en el e-commerce, es algo que ya está, que le da comodidad al cliente, y nosotros ya estamos invirtiendo en esto para cumplir con la demanda de los clientes”, dice, aunque sin revelar los planes detallados en ese campo. En ese plano ayuda, afirma, que los colaboradores tengan los pies en los locales. “Si uno es comerciante, 20
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hay que entender que la vida de nuestra empresa está en cada establecimiento que tenemos”, puntualiza. Esto lo aprendió, asegura, de su abuelo; “él fue mi mentor”. Recuerda como anécdota que cuando su abuelo visitaba los locales, los colaboradores se le acercaban porque generaba empatía, y le daban ideas sobre qué cosas podrían hacer. “En su mal castellano, él decía “prúbelo”, que ya al español era “pruébelo”. Eso me marcó mucho”. Por eso, agrega, lo entusiasma que los empleados propongan y ejecuten sus ideas. “Las empresas que no lo hacen, se marchitan”. Para Sierra, Tía es el campeón de la cobertura; “ha llevado el concepto de autoservicio a cerca de 200 locaciones diferentes en todo el país, un logro digno de destacar”. Según él, en los incómodos momentos económicos de 2016, un estudio de su firma (Negocios & Estrategias) reveló que algunas familias de clase media, habituales clientes de las otras dos grandes cadenas, creyeron ver en Tía un lugar más apropiado para hacer sus compras ya que tiene (al menos esa es la percepción, dice) mejores precios y marcas, y presentaciones más económicas. Actualmente, Tía cuenta con 191 locales, en 93 ciudades de las 22 provincias del país. Su área de venta creció 5% más este año (pasó de 105.000 metros cuadrados a 111.000 metros cuadrados).
Respetar la esencia Pablo Carrera, catedrático de la
Universidad San Francisco de Quito (USFQ), considera que los supermercados tuvieron que adaptarse a una nueva realidad económica de las familias ecuatorianas, quienes ahora cuentan con menos recursos para satisfacer sus necesidades de productos de consumo masivo. “Se ven más ofertas y descuentos, programas de beneficios, acceso a nuevos productos de emprendedores con valor agregado…”. Justo esto último es uno de los mayores enfoques que Tía ha tenido en los últimos años: el apoyo al emprendimiento. Ha participado en varias ruedas de negocios de pequeños y medianos emprendedores, para sumarlos a su cadena de proveedores, e incluso a mediados de 2015 realizó su propia primera Rueda de Negocios, en Guayaquil. Al cierre de 2016 se registró que el 75% de los productos que se vendieron en los locales de Tía provenían de mano de obra nacional, es decir, más de US$ 320 millones. Francisco de Narváez rescata este enfoque como parte de la esencia de la propia marca, que nació en una familia de emprendedores. “Aprendimos a levantarnos de fracasos, de transformar y mejorar procesos, y de liderarlos”, comenta. Liderazgo que forjó durante varios años desde que entró a la compañía del abuelo, cuando inició descargando mercadería de los camiones hasta ser director de la compañía a los 28 años. Ya para 1994, De Narváez dejó la empresa como CEO y se dedicó a manejar los negocios globales del grupo empresarial. Pero eso, asegura, no lo hicieron olvidar de sus orígenes. “Me encanta visitar los locales y preguntar, tal como lo hacía mi abuelo”. Una multinacional con sello familiar.