Tania Buchkivska y Rabab M’hir DESARROLLO DE TODAS LAS SESIONES Sesión 1 Objetivos
- Saber que el español es una lengua románica y que proviene del latín. - Identificar las palabras latinas y escribir su significado en castellano. - Comparar con la versión española. - Reflexión sobre algunas reglas evolutivas.
Actividades
Materiales (textos y otros)
- Apuntar todas las palabras latinas del fragmento latino de Astérix en una columna y escribir su significado en castellano. - Corregir los errores a partir del mismo fragmento en español. - A partir de una lista de palabras ya seleccionadas, reflexionan sobre las reglas evolutivas.
Organización del aula
Fragmento Parejas del cómic Astérix, el galo
Sesión 2 Objetivos - Relacionar los préstamos con la sesión anterior. - Mostrar el modelo del trabajo que van a realizar. - Distribuir los temas junto con la bibliografía en función de los grupos, previamente creados. - Comenzar la redacción del power point: la definición y la localización.
Actividades Explicación sintética de los préstamos y del proyecto que van a realizar. Realización del power point.
Materiales (textos y otros)
Organización del aula
Visualización del Prezi
Seis grupos de 4 alumnos.
A partir de sus bibliografía correspondiente.
Sesión 3 Objetivos - Enseñarle cómo se extrae la información de un textomodelo a partir de preguntas. - Extraer por sí mismos la información del texto que esté relacionado con su tema. - Terminar el power point. - Cooperación e interacción entre los miembros del grupo
Actividades
Materiales (textos y otros)
- Usando como ejemplo El texto: “El lusismo el lusismo, leer y en español” subrayar las ideas Textos: relacionadas con el - Americanismos contacto con el español. - Anglicismos - Poner en práctica lo - Arabismos trabajado anteriormente - Catalanismos con sus propios textos. - Galicismos - Germanismos
Organizaci ón del aula Grupos
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir Sesión 4/5 Objetivos
Actividades
Materiales (textos y otros)
Organización del aula
- Exposición de los préstamos.
Exposición.
Power Point
Grupos
- Realizar una pauta evaluativa.
Realización de la pauta evaluativa* mientras se hacen las exposiciones.
Plantilla de evaluación
Individual
*La pauta evaluativa consistirá en contestar individualmente diferentes preguntas relacionadas no tan solo con el contenido de estas, sino también con las exposiciones de sus compañeros.
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir Astérix y Obélix: Astérix , el galo 1. Apuntad por parejas las palabras latinas cuyo significado conozcas en la columna de la izquierda y escribe la palabra equivalente en castellano. Latín
Castellano
2. Reflexión oral sobre la evolución de las siguientes palabras.
Latín
Castellano
Catalán
Noster Bellicoso Periculosa Potione Inseparabilis Amicus Semper Venerabilis Popularissima Praecepta Incredibilis Dicit Civitatis Caelum Caput
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Lusismos en el español1 Los lusismos son las palabras procedentes del portugués que han entrado en otra lengua. También se denominan lusitanismos, un término más tradicional, pero menos frecuente en la actualidad. En este artículo sólo citaremos ejemplos de lusismos que son de uso común en la lengua castellana, pero no nos detendremos en aquellos cuyo uso se restringe a zonas limítrofes con Portugal o Brasil o a las Islas Canarias. […]
Durante la Edad Media, el gallego-portugués tuvo gran importancia como lengua de la lírica amorosa, lo que favoreció que el castellano tomara palabras portuguesas, muchas de ellas, hoy en desuso: coita ganó la batalla a la forma castellana cueita (usada hasta 1300, por Alfonso X, Berceo y el autor del Libro de Alexandre) pero desapareció a partir de 1500 (posteriormente puede encontrarse en Lope de Vega, 1600, como arcaísmo); ledo‘alegre’, triunfó en el lenguaje poético, a partir del siglo XIV, sobre la forma castellana liedo; afeitar ‘maquillarse’ cayó en desuso pero tomó un nuevo significado y afeite ‘cosmético’ ya es arcaísmo. Sin embargo, permanecen regañar, moho, pulla o zorro (del portugués zorro ‘holgazán’, derivado de zorrar ‘arrastrar’). También es posible que las palabras derivadas de enfado (enfadarse, desenfado, enfadoso) procedan del portugués medieval.
Desde el siglo XV (con los intentos de unión dinática entre Castilla y Portugal) y hasta el final de la unión lograda por los Austrias (1580-1640), lo portugués fue de buen tono y estuvo de moda en la corte. De esta época son las palabras mermelada (“os pedí una mermelada portuguesa”, Fray Antonio de Guevara 1521–1543),caramelo (“¿Poeta de caramelo?¡Qué dulce debe de ser!”, Tirso de Molina, 1612), despejar (“quien oy me ha visto teñida en sangre despejar vn muro De Turca gente...” Lope de Vega, 1609), sarao, (“Esta noche hubo gran banquete y sarao en el Palacio del Emperador”, Alonso de Santa Cruz, 1550), menina (“Gómez Freyle, menino de la princesa, danzó con otra menina, hija de Lope Hurtado”, Recibimiento que se hizo en Salamanca a la princesa doña Mª de Portugal, Anónimo de 1543). En esta misma época la palabra castellana soledad tomó el significado de ‘melancolía, añoranza’ por influjo del portugués saudade. En este periodo la expresión portuguesa “achar menos” se transformó en echar menos (que evolucionó a echar de menos) y sustituyó a la castellana original “fallar / hallar menos”, empleada desde el Cantar de Mio Cid hasta Cervantes. El imperio marítimo de Portugal fue anterior al español, por lo que el castellano tomó muchos términos portugueses relacionados con la navegación, la geografía y nuevos conceptos relacionados con ella: buzo, vigía, carabela, estela, chubasco, monzón (temporada, particularmente la propicia para navegar por haber vientos 1
El texto-modelo que se comentará en la tercera sesión. El subrayado es una guía que se tendrá en cuenta cuando se dará la clase.
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir favorables), pleamar, cantil y acantilado, volcán, criollo. Algunos, como angra, están en desuso o se limitan a ciertas regiones del castellano: garúa (de caruja ‘niebla’) ‘llovizna’ en Canarias y América, laja ‘bajo de piedra’ en Andalucía y América, callao ‘guijarro’ en Canarias.
Por la misma razón, muchos nombres de peces y animales marinos proceden del gallego-portugués: almeja, mejillón, ostra, perca, cachalote, o el colectivo cardumen. El uso de las palabras de este origen se ha visto reforzado por el hecho de que algunos de estos animales son característicos de Galicia, desde donde se suministran al resto de España. En sus empresas marítimas, los portugueses conocieron conceptos y productos exóticos procedentes de sus colonias en el Lejano Oriente o África y su lengua fue intermediaria entre el vocablo original y el que entró en castellano: del japonés, biombo, bonzo; del chino, charol, cha ‘té’ o mandarín; del árabe, tifón; del malayo, lancha. Otras palabras exóticas llegadas desde entonces a través del portugués son cafre ‘habitante de Cafrería, en Sudáfrica’, bambú, catre, carambola, pagoda, bengala (región del Indostán), malabar (región de la India), cachimba(procedente del bantú), cacatúa (voz onomatopéyica procedente del malayo), ananás.
A partir del siglo XVIII, se redujo la entrada de lusismos en el castellano peninsular, como consecuencia de la llegada al trono español de la dinastía francesa de los Borbones y la pérdida de importancia política y económica de Portugal. No obstante, siguieron llegando algunas palabras portuguesas: paria, barullo, chirigota, vitola (término procedente del ámbito militar). Parece ser que se debe a los autores modernistas hispanoamericanos la extensión del adverbio otrora (procedente del portugués outrora, pero tomado del hablado en Brasil).
Por las estrechas relaciones históricas entre Portugal y Castilla desde la Edad Media hasta los Siglos de Oro (periodo durante el que ambas lenguas nacen y llegan a su madurez), los lusitanismos del español y los hispanismos del portugués pueden considerarse, más que préstamos léxicos, un “explicable intercambio familiar” (Gregorio Salvador).
Las numerosas coincidencias e interferencias entre el portugués, el gallego y el leonés hace que, en muchos casos, sea difícil precisar si se trata de una palabra procedente del portugués o de un occidentalismo.
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Preguntas: Leer y subrayar los elementos relacionados con el contacto con el español. 1. ¿Qué es un lusismo? 2. ¿En qué aspectos son destacables los préstamos del portugués? (la lírica amorosa, la corte, la navegación, la geografía , peces y animales marinos, conceptos y productos exóticos) 3. ¿En qué época se reducen los lusismos? ¿A qué es debida esta reducción?
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AMERICANISMOS Americanismos en el español general Los americanismos son las palabras procedentes de las lenguas indígenas americanas que entraron en el español a partir del descubrimiento del continente. Los conquistadores y cronistas tuvieron que recurrir a las palabras de los nativos para nombrar las realidades desconocidas que se encontraron en un mundo exótico. La utilización de palabras indígenas en el español empezó con el mismo descubrimiento: En el Diario del primer viaje de Colón ya aparecen voces taínas. Fernández de Oviedo, en su Historia general y natural de las Indias (1535-1557) necesita recurrir a más de 500 americanismos para describir la flora, la fauna y la etnografía del nuevo continente; y Bernal Díaz del Castillo en Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (a. 1575), usa más de ochenta. A menudo, estos americanismos se dieron a conocer en construcciones que recurrían a la disyunción (término indígena o palabra española): “ají o pimiento”, “reyes o caciques”, “canoa o barca de las que tienen los indios"… Especialmente a partir de la independencia de los países americanos, se publicaron numerosos repertorios y diccionarios de americanismos, porque los lexicógrafos de estos países quisieron destacar la aportación de las lenguas indígenas al español. Sin embargo, mucho de esos términos no pertenecen al español general, sino que son localismos o solo los emplean hablantes indios; por otra parte, suelen referirse a herramientas o técnicas agrícolas y artesanas o a vestidos y costumbres locales. En el español peninsular, aunque algunas palabras dan nombre a productos muy comunes (tomate, tabaco, chocolate...), la influencia ha sido más reducida, porque no existen muchas de las cosas que nombran los americanismos. En el Diccionario de Autoridades (1726-39) solo se incluían unos 150.
Los primeros indigenismos son de origen taíno, lengua de la familia arahuaca hablada en las islas de La Española y Puerto Rico. Los de este origen forman el grupo más numerosos de americanismos en español, porque fue con los hablantes de esta lengua con quienes se tuvo el primer contacto con la realidad del nuevo continente, y muchas de sus palabras, ya asumidas por los conquistadores, se extendieron al resto de América sustituyendo a las propias de otras regiones. Esto explica que sean mucho más 11
Tania Buchkivska y Rabab M’hir numerosos los términos taínos que los nahuas o quechuas, a pesar de que su desarrollo cultural y político era muy inferior al de los mayas o los incas. Taíno es el primer americanismo aceptado por el español: canoa, que ya incluyó Nebrija en su Diccionario. Posteriormente se difundió a numerosas lenguas europeas.
Palabras de origen taíno o arahuaco son, además de canoa: cacique, maíz, batata, carey, enaguas (naguas), sabana, barbacoa, guacamayo, tiburón, yuca, hamaca, huracán, iguana, caimán, ají, ceiba, caoba, guayaba. Aunque suele citarse tabaco, el DRAE (2001) considera que es palabra árabe; quizá los conquistadores aplicaron el nombre de otra planta conocida a la que se encontraron en América (sería un americanismo por cambio de significado, no por origen).
De las lenguas caribes, habladas en la región de Venezuela y las Guayanas son: caimán, caníbal, loro, piragua, butaca, boniato, batea, mico, colibrí, papaya.
Del nahua o náhuatl, lengua hablada en la altiplanicie mexicana y la parte de América Central, proceden: aguacate, cacahuete, cacao, chocolate, hule, petate, petaca, jícara, tiza, tomate, chicle quetzal, coyote, mapache o el gentilicio azteca.
En la zona andina se encontraron nuevos animales y productos que eran desconocidos en el Caribe y se recurrió a palabras del quechua o del aimara: alpaca, vicuña, llama, coca, guano, cóndor, mate (3), papa ‘patata’, pampa, carpa ‘toldo’, puma, chinchilla.
Del guaraní, hablado en la cuenca de los ríos que confluyen en el Río de la Plata, son los nombres de muchos animales y plantas de Brasil y Argentina, algunos de ellos conocidos en Europa: tapir, tapioca, mandioca, ñandú, jaguar o yaguar, yacaré, ananás, ñandú, ombú. También son de este origen términos como maraca o catinga. Del mapuche o araucano tenemos: gaucho, poncho, o malón (‘ataque de los indígenas’ o ‘felonía inesperada’).
Los hablantes americanos podrán aportarnos muchas más palabras que utilizan habitualmente, y que proceden de lenguas amerindias, pero muchas de ellas no son comunes en otros países de habla hispana. 12
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ANGLICISMOS Los anglicismos son préstamos lingüísticos del idioma inglés hacia otro idioma. Muchas veces son un producto de traducciones deficientes de material impreso o hablado en inglés y otras veces ocurre lo contrario: se crean por la inexistencia de una palabra apropiada que traduzca un término o vocablo en específico. Son muy comunes en el lenguaje empleado por los adolescentes, debido a la influencia que los medios de comunicación regionales y foráneos tienen sobre su manera de hablar y expresarse; y también en el lenguaje técnico de ciencias e ingeniería, por los grandes aportes que los países de habla inglesa hacen a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnología. Medios de comunicación Prácticamente, todas las secciones de los medios incorporan anglicismos: en la llamada prensa femenina encontramos términos como shorts, jeans, gloss, lifting, celebrity, mall, blue jeans, happy hour y shopping; en la información deportiva los anglicismos tienen más presencia. Se usan en proporción directa con el origen extranjero del deporte, la novedad de este deporte entre hablantes de español y su internacionalización. En la adaptación al español de los préstamos lingüísticos deportivos se puede hablar de 3 etapas: incorporación, adaptación y presencia de términos sin traducir:
1.ª etapa: en el fútbol (balompié), los jugadores y los entendidos creen que es mejor usar la terminología de su lengua de origen (goal, corner, football, shoot...).
2.ª etapa: en España, desde los años 40, con la llegada del franquismo, se produjo un proceso de nacionalismo deportivo que intentó sustituir los términos extranjeros por palabras nacionales. Así, se crearon términos como saque de esquina y se castellanizaron fútbol, chute y gol. Este proceso se dio también en Argentina, donde se creó fobal.
3.ª etapa: actualmente, hay palabras que se mantienen el origen de su idioma original y otras que se castellanizan. El prestigio de los jugadores o personajes que proceden de ese país impulsa a usarlos sin traducirlos. Por ejemplo: 13
Tania Buchkivska y Rabab M’hir o
golf, rugby, cricket; se mantiene la ortografía y la pronunciación.
o
voleibol; se traduce la palabra.
o
club; se mantiene la ortografía, pero se castellaniza la pronunciación.
La analogía con expresiones del inglés ha generado un fenómeno de creación de palabras de apariencia inglesa sobre términos españoles, como puénting. Tecnología En las páginas de información científica y tecnológica de los periódicos aparecen muchos préstamos. Los periodistas los usan porque piensan que, si las tradujesen, perderían rigor o precisión, y porque la traducción implica el uso de más palabras. Ejemplos: síndrome del burnout (síndrome del trabajador quemado); bluetooth (dispositivo de transmisión de datos sin cables); blog (diario en la Red). Informática También hay muchos calcos semánticos en la Informática, cuando se podrían intentar traducir los términos bien o usar palabras que ya existan en español. Por ejemplo: de hard copy se dice a veces copia dura, pero lo más preciso es copia impresa; de directory se dice directorio, que en castellano podría ser guía; se traduce port por puerto en vez de vía de entrada; se dice a veces remover por el verbo inglés remove, que en realidad significa eliminar. Economía La economía es otra sección donde hay muchos préstamos lingüísticos debido, en parte, a la globalización. Actualmente, la información económica tiene una sección especial en todos los periódicos, no como antes cuando era un pequeño recuadro con información bursátil. Existen muchos anglicismos, ya que el inglés domina la economía. Algunos como desinversión (disinvestment), coaseguro (coinsurance), estanflación (stagflation), refinanciación (refinancing) o diseconomía (diseconomy) se han adaptado. Pero términos como cash, flow, holding o stock se mantienen, e incluso algunos (como dumping o trust ) se han incluido en el DRAE.
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir Ocio En las páginas dedicadas al ocio también abundan los términos ingleses, tales como thriller, primetime, celebrity, reality show, singles, hobby, etc. En general, todas las secciones tienen muchos anglicismos, lo que refleja el influjo que ejerce la cultura estadounidense. Ejemplos
Originalmente la palabra inglesa football era un anglicismo. Después se castellanizaron su ortografía y su pronunciación y quedó fútbol. Ahora se dice que fútbol es una palabra castellana de origen inglés. Aunque balompié es un sinónimo de fútbol, ha caído bastante en desuso.
La palabra hippie o hippy tiene una pronunciación castellanizada /jipi/; la adaptación ortográfica propuesta en el español es jipi.
La palabra parking equivale al inglés británico car park, y tampoco se ha castellanizado su ortografía. La adaptación gráfica propuesta en castellano es parquin, plural: párquines. El uso de este anglicismo adaptado es aceptado por la Real Academia Española, pero se aconseja el uso de las voces españolas aparcamiento, estacionamiento y parqueadero. Parquear es usada en general en Hispanoamérica, aunque en Argentina, Chile, México, Venezuela y Uruguay se usa la palabra castellana estacionar.
Ocurre algo similar con la expresión inglesa O.K. (oquéi o all known), que puede sustituirse con las frases de acuerdo, perfecto y otras.
Backstage (báksteich) es un verdadero anglicismo, ya que su pronunciación no está bien adaptada al idioma español y existen frases con un significado idéntico: entre bambalinas y tras [las] bambalinas.
Se puede cambiar la voz inglesa hobby (/jobi/) por sus equivalentes españoles: afición o pasatiempo.
Bacon (/beicon/) es una voz inglesa usada en España. En Hispanoamérica, se usan las palabras tocineta y tocino, según el tipo. En Argentina y en Uruguay, se usa panceta; en España se usa mucho menos, pues panceta se refiere a un tipo de carne muy parecido.
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Guachimán o huachimán es muy usado en Panamá, Perú, Venezuela y Colombia, viene de la palabra del inglés watchman (o watching man), en castellano su equivalente seria vigilante o celador.
Footing (/futin/) es una palabra inglesa usada en la Hispanofonía para referirse al deporte de correr (aunque el significado de footing en inglés es diferente), llegada al castellano a través de la comprensión francesa del concepto original inglés. En castellano se denominaba a esa práctica paso ligero o trote, pero al parecer solo se usa en el Ejército.
Guaipe (del inglés wipe: ‘limpiar’, o como sustantivo, ‘material que sirve para limpiar’ ), palabra usada en Chile y Perú para referirse a las hilachas que se usan para limpiar y luego se desechan.
Anglicismos sintácticos, en que se calca una construcción inglesa, aunque se usen palabras españolas. Por ejemplo, al decir «mi nombre es Juan» («my name is Juan») en vez de «me llamo Juan», o el uso de la forma sintáctica inglesa para la fecha, por ejemplo septiembre 11, siendo la sintaxis española 11 de septiembre.
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GALICISMOS Los galicismos son las palabras de origen francés que han sido adoptadas en español. Dicha influencia léxica, apareció desde la Edad Media. Recordemos que la Galia era el nombre latino designado a la región europea ocupada actualmente por Francia, Bélgica y Suiza principalmente. Uno de los motivos que favoreció esta influencia, fue la ruta europea de peregrinaje hacia Santiago de Compostela (Galicia) en el siglo XI. Muchos peregrinos franceses a lo largo del camino se establecieron como colonos en el territorio español y aportaron al español peninsular muchos términos provenzales y franceses (el provenzal es una lengua de la parte sur de Francia, Provenza, lengua de Oc.). Ejemplo: homenaje, mensaje, vergel, fraire (‘fraile’), mesón (establecimiento típico, donde se sirven comidas y bebidas), manjar, viandas, vinagre, etc. Más tarde, en el siglo XVIII, la lengua francesa retoma fuerzas gracias al reinado Borbón en la Península y al movimiento de la Ilustración. Esta influencia continuó durante un siglo, pero a inicios del siglo XX pierde fuerza, ya que el inglés empieza a ganar terreno en el léxico español. No solo la historia o las corrientes filosóficas han facilitado la entrada de palabras de origen francés en nuestro idioma, sino también gracias al “savoir-faire” francés como la moda y la gastronomía. Salimos vestirnos con prendas, cuyos nombres son franceses: pantalón, blusa, chaqueta, chal, corsé, frac; usamos tejidos como el satén, la franela, el piqué, el canesú. Por si fuera poco, nos alojamos en la suite de un hotel; bebemos champagne (champán) en el restaurant (restaurante); felicitamos al chef por el estupendo buffet (bufé), y si no tenemos mucho dinero, nos conformamos con consomé de menú y una tacita de anís. La gastronomía francesa también está presente en nuestra mesa: el suflé, el champignon, el croissant, los cortes de carne como el entrecot o el escalope, la salsa bechamel, la mayonesa, las croquetas o los canapés. […] Como ven, el francés ha estado presente desde los inicios de la conformación del léxico del español y seguramente los seguirá siendo debido a la apertura de fronteras europeas. 17
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CATALANISMOS Los catalanismos son las palabras o giros lingüísticos procedentes del catalán. Existen unos 700 catalanismos vigentes en castellano, y es que la proximidad geográfica y las relaciones políticas y culturales han favorecido desde siempre el intercambio de léxico entre ambas lenguas.
Quizá los préstamos catalanes más significativos son palabras relacionadas con la navegación, la geografía, el comercio y la pesca por la primacía del comercio marítimo catalán en el Mediterráneo entre el siglo XII y el final de la Edad Media. En cuanto a la navegación, hay nombres de embarcaciones (buque, bajel, bergantín, galera, nao, esquife...), partes o dependencias de ellas (antena, cofa, andarivel, balso, serviola...), maniobras y actividades (viaje, bojar, aferrar, empalmar, calafatear, amainar, encallar, zozobrar, al socaire...), tripulantes (capitán, timonel, maestre, contramaestre, bogavante, ‘remero’...).
En la geografía encontramos fenómenos atmosféricos (tramontana, jaloque, viento maestral, amainar...), accidentes geográficos (golfo, freo) o construcciones humanas (muelle ‘embarcadero’). Palabras propias del comercio son: bala ‘fardo de mercancía’, mercería, mercader, oferta, granel, balance, peaje, pujar, cotejar, lonja, avería ‘daño en la mercancía’... Y acerca de la pesca y animales marinos: palangre, calamar, anguila, jurel, rape...
La prosperidad artesanal catalana hasta el s. XVI e industrial a partir del XIX, ha favorecido la entrada en el castellano de catalanismos referidos a distintos oficios o al trabajo en general (artesano, obrador o faena). Relacionados con la indumentaria y lo textil: falda, faja, sastre, calceta, cortapisa ‘guarnición de tela’, brocado, guante, quijote ‘pieza del arnés’; con los metales y la orfebrería: metal, molde, crisol, ferretero, buril o esmalte; con la arquitectura: capitel, escayola, nivel o formalete; con las artes gráficas: imprenta, prensa, lardón, papel o, cartel; con el transporte: carreta, volquete o carruaje. Otros préstamos relacionados con distintas actividades son grúa, pantalla, pincel, cordel, dosel...
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Como todo no va a ser trabajo o devoción cristiana (de donde proceden seo, sor o maitines), también hay catalanismos referidos al ocio: festejar, sardana, gresca, burdel, naipe, justa, volatería, cimbel o cohete.
Catalanismos pertenecientes al mundo natural son: bosque, follaje, palmera, boj, trébol, clavel, escarola, borraja, coliflor, caracol... En parte, relacionados con los anteriores, tenemos los referidos a los alimentos y la comida: convite, paella, confite, chuleta, ensaimada, butifarra, anís, dátil, manjar, coca ‘torta’, alioli... En el ámbito de la casa y lo doméstico, encontramos: barraca, escabel, frazada, picaporte, reloj, retrete... Es curioso descubrir que existen muchas palabras procedentes del catalán que se aplican a personas de mala condición: bandolero, gandaya, forajido, orate, esquirol, panoli, pollastre ‘jovenzuelo’. En este apartado podríamos incluir la palabra forastero, que empezó teniendo un sentido peyorativo similar a charnego (catalanismo del siglo XX) y que del que aún no se ha desprendido totalmente.
Muchos catalanismos han pasado por nuestra lengua y después han dejado de usarse. Unos aún están en el DRAE con marca o no de desuso (oraje ‘borrasca’, bel ‘bello’, usaje ‘moda, uso’, jaquir ‘dejar’) y otros ni siquiera aparecen (tinel, vidriol, pebrel). Quizá, dentro de unos años se encuentre en este caso uno de los catalanismos más utilizados por los españoles durante los dos últimos siglos: peseta.
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GERMANISMOS Los germanismos son los extranjerismos que proceden del alemán, y también cualquier vocablo, giro o modo de expresión procedente de las antiguas lenguas germánicas. Las lenguas germánicas comenzaron a influir en el latín vulgar contribuyendo a la formación del idioma español con la llegada de los visigodos a la península Ibérica. A partir de entonces, la interacción cultural ha sido constante y especialmente destacada en los siglos XIX y XX, una vez que el alemán articuló su norma culta y se convirtió en lengua de cultura universal. Es por ello por lo que podemos distinguir entre los germanismos los de procedencia antigua de los de procedencia moderna. Igualmente, se suelen utilizar en español palabras alemanas que se refieren a realidades propias de aquel país y que no tienen una traducción aceptada universalmente.
Ejemplos De procedencia antigua: blanco (germ. blank), espuela (del ant. espuera, y este del gót. *spaúra; cf. nórd. spori y a. al. ant. sporo), guante (franco. want), guerra (del germ. *werra, pelea, discordia; al. ant. wërra, neerl. medio warre), rico (gót. reiks), rueca (germ. rokko), yelmo (del germ. *hĕlm; cf. a. al. ant. e ingl. ant. hëlm), bregar (got. bríkan), escanciar (gót. skankjan), espía (gót. spaíha), brindis (del al. bring dir's, yo te lo ofrezco), bigote (al. bei gott, por Dios), guarecer, etc. De procedencia moderna: blocao (de Blockhaus, fortín de madera transportable), chucrut (de Sauerkraut, literalmente "col agria" o "col salada"), cobalto (de Kobalt), cuarzo (de Quarz), delicatessen (de Delikatessen, literalmente "comida delicada"), feldespato (de Feldspat), kindergarten (de Kindergarten, literalmente "jardín para niños"), kuchen (pasteles), leitmotiv (de Leitmotiv, literalmente "motivo que dirige", LSD (de Lyserg Säure Diethylamid, ditelamida de ácido lisérgico), níquel (de Nickel), obús (de Haubitze), zepelín (por el creador de los dirigibles rígidos: Ferdinand Graf von Zeppelin, globo dirigible), etc.. Palabras alemanas que se utilizan en español: Blitzkrieg, Bratwurst, Bundesliga, Edelweiss, Gestapo, Führer, Luftwaffe, Putsch, Reichstag, Schnaps, etc.
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir La penetración de elementos germánicos en el mundo románico aumenta notablemente a partir del siglo V, con la fundación de los estados visigodos en el sur de la Galia, con Tolosa como capital, y la extensión de los francos en el norte. De ahí penetrarán en español estos elementos. La literatura, especialmente la épica, ha sido una importante vía de penetración de germanismos: blandir, dardo, estandarte, bohordo/bofordo ´lanza corta arrojadiza´, guante, fardido ´intrépido´, y otros muchos. En los siglos XV y XVI, sobre todo, aumenta la penetración de términos náuticos: bao, boya, escota, estrave, estrenque, guindar. También han podido penetrar los germanismos francos por las vías indirectas de las rutas medievales, Aragón y Cataluña, de un lado, Gascuña y Asturias, de otro. Así penetró jaquir ´dejar´, ´desamparar´, por el catalán, como bala, buque, blandon, brafonera, blanco, esmalte.
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ARABISMOS La palabra arabismo designa a un préstamo lingüístico que procede del árabe y que se forma con el sufijo de origen griego -ismo. Los arabismos constituyen un segundo grupo con mayor influencia en el español, no tan numeroso como los términos griegos, pero sí destacable. Son más frecuentes en el español por motivos históricos bien conocidos, ya que el árabe estuvo presente en la Península lbérica como lengua hablada con normalidad entre los siglos VIII y XV.
La abundancia, por ejemplo, de voces de origen árabe relativas a horticultura, jardinería y obras de riego, significa que la población mozárabe, y luego toda la población de la península, se compenetraron de esa cultura agraria y doméstica, de ese amor al agua que los árabes, como hijos que eran del desierto, parecían llevar en el alma. Veamos, más de cerca, unas cuantas zonas de esa cultura hispanoárabe a través de sus manifestaciones léxicas: Jardinería y horticultura Plantas y flores como la alhucema, la albahaca, el alhelí, el azahar, el jazmín, la azucena y la amapola; frutas como el albaricoque, el albérchigo, el alfónsigo — pistache—, el alficoz —cierto pepino—, la sandía, el limón, la naranja y la toronja. Agricultura Algunos de estos arabismos se refieren a las obras de riego: la acequia, el aljibe, la noria, el arcaduz, la zanja, el azud, la alberca; otros dan fe del gran número de cultivos que los moros introdujeron: la alfalfa, el algodón, el arroz, la caña de azúcar, el azafrán, el ajonjolí, la acelga, la alubia, la celebradísima berenjena, la zanahoria, la algarroba y la alcachofa. Arquitectura y mobiliario Albañil; adobe y azulejo; alacena, tabique y alcoba; alféizar y ajimez; albañal y alcantarilla; azotea, zaguán, aldaba y alfombra.
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Tania Buchkivska y Rabab M’hir ‘Arte’ militar La alcazaba ‘ciudadela’, el alcázar, la rábida, el adarve, la almena y la atalaya; el alarde, la algara, el rebato y la zaga ‘retaguardia’; el almirante, el adalid, el arráez ‘caudillo o capitán’, el almocadén ‘jefe de ropa’, el alcaide y el alférez; la adarga, la aljaba y el alfanje; también hazaña parece ser arabismo.
Hay arabismos en castellano y también en catalán -aunque menos-. Muchos se reconocen porque comienzan por al- o a-, ya que unían el artículo junto con el nombre que se tomaba prestado Parte de estos arabismos pasaron a las diversas lenguas europeas, a veces desde el español, otras veces directamente tomados del árabe por otras lenguas. Se trataba de palabras propias de aquellos campos del saber que especialmente desarrollaron mucho los árabes, como son la alquimia2 o la astronomía. Estas palabras han sido asumidas por el conjunto de las lenguas y se han vuelto internacionales.
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Química mágica cultivada en la Edad Media, con la que se pretendía encontrar la "piedra filosofal"
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