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Sábado 18 de Octubre de 2014. Año IV. Suplemento de arte, literatura y sociedad

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Tarantino pág. 03, 04, 05


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DIRECTORIO Noé Farrera Morales DIRECTOR GENERAL

Noé Juan Farrera Garzón

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Ensayo sobre la incertidumbre [Roberto Doveris]

DIRECTOR EDITORIAL PÉNDULO

César Trujillo Marcelino Champo EDITORES

Helena Rodríguez DISEÑO

Javier Ríos Jonapá PRODUCCIÓN E IMPRESIÓN

César Trujillo, Antonio Cienfuegos, Marcelino Champo, René Morales, Chary Gumeta. CONSEJO EDITORIAL

LEGALES Rayuela, suplemento de arte, literatura y sociedad del periódico Péndulo de Chiapas, No. 284 (Edición Especial) Año IV, Sábado 18 de Octubre de 2014. Impreso en 13 Poniente Norte Núm. 639, colonia Magueyito. Código Postal 29000, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. Teléfono (961) 61 24529. Se prohíbe la reproducción total o parcial de los contenidos sin el consentimiento expreso de sus autores. La redacción no responde por originales no solicitados. Los contenidos, así como parte de los títulos y subtítulos son responsabilidad exclusiva de quien los firma y no representan necesariamente el punto de vista del periódico Péndulo de Chiapas. Correspondencia: tolstoi25@hotmail.com

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pesar del advenimiento de tecnologías que permiten que nos relacionemos con textos audiovisuales y escritos de forma rizomática e impredecible, a través de diferentes formatos y soportes digitales, y en tiempos y espacios que se superponen mutuamente dentro de un mundo hipertextual (cuya mayor cristalización es Internet), el cine no ha visto modificada su estructura temporal en forma demasiado drástica11Lo cual no quiere decir que los modos de producción y distribución no se vean enormemente afectados por la cibercultura, y a su vez el lenguaje fílmico se vea resentido de múltiples formas por estas modificaciones materiales. Si bien la fragmentación espaciotemporal que experimentamos actualmente en nuestras vidas diarias nos permite consumir diferentes cosas al mismo tiempo y vivir experiencias de forma paralela, la materialidad audiovisual del cine ha permanecido fiel a una experiencia temporal definida dentro de límites más o menos estables, que se reducen a los márgenes del encuadre y a una duración específica. Dentro del marco que dibujan estos límites hemos sido testigos de numerosas formas que atentan contra la linealidad temporal y la geometría euclidiana del espacio, desde la exitosa serie Lost hasta Visage (2009) de Tsai Ming-Liang, desde las cartas visuales de Tiziana Panizza hasta los clips de Lady Gaga, desde Eternal Sunshine & The spotless of Mind de M. Gondry hasta el cine de Chris Marker y Agnés Varda, pasando por J. L. Godard y una interminable lista de obras cuya estrategia implica una reflexión en torno a la hegemonía de la diégesis clásica. Sin embargo, aún así espacio y tiempo en la imagen en movimiento mantienen unas características constantes en los formatos audiovisuales. Lo anterior determina una estructura cinematográfica que compartirán todas las películas, clásicas, modernas o contemporáneas, y dentro de la cual las imágenes toman forma22No pretendo hacer una descripción esencialista de orden Kantiana del cine a partir de esta categoría temporal. Es perfectamente posible imaginarse un cine sin una duración específica o con otras características no imaginables por ahora, sólo constato lo que se presenta en un cuerpo vasto y numeroso de películas (y series, clips, programas de televisión, etc.) al cual tenemos acceso en la actualidad. Si bien es bastante obvio el hecho de que una película dura, o dicho de otra forma, ocurre en el tiempo, señalarlo permite observar que un film implica siempre una concatenación, ya sea de planos o de acontecimientos, o de ambos. Esta concatenación o encadenamiento puede ser clásica respondiendo al sistema sensorio-motor que describe Gilles Deleuze para referirse al cine clásico, o bien puede ser azarosa y responder más a la escisión que a la continuidad, generando imágenes mentales si seguimos el planteamiento del mismo teórico. Lo que cabe ser destacado ahora es que precisamente la característica de encadenamiento, independiente de la naturaleza del factor que aglutina una cosa tras la otra, es la que liga al cine a una función narrativa, pues transcurre en el tiempo y nos obliga a percibirla tal como se percibe y se sigue a un suceso cualquiera en la realidad fenoménica. Esta función nuevamente se puede manifestar de diferentes formas, siguiendo un relato en donde los acontecimientos se suceden con una lógica y en virtud de un principio argumental, o bien traer presencias disímiles que se suceden por razones aparentemente desconocidas o fortuitas, a modo de collage dadaísta. Lo interesante es que ambas posiciones pueden estar presentes en una misma película, mezclarse indeterminadamente, funcionar de forma alternada o surgir la una a partir de la otra, como ocurre en el cine de A. Hitchcock, por ejemplo. Precisamente es el llamado padre del suspense el que inyectará encadenamientos que rompen el sistema del relato clásico, sembrando en él la semilla que luego haría eclosionar la estructura del film en su totalidad33Zizek, Slavoj El acoso de las Fantasías, Ed Siglo XXI, México, 1999, lo que también se puede ver en uno de los más cercanos seguidores de Hitchcock, Claude Chabrol, enmarcado en el film de drama e intriga burgués. Por su lado, algo similar realizaría Roman Polanski, dándole un espacio a la ambigüedad que pocas veces tiene lugar en las narraciones que se produjeron dentro del llamado período clásico del cine, pero cuyas consecuencias siguen presentes hoy en nuestras pantallas, constituyéndose en un modo de narrar hegemónico, no sólo en lo que a salas de cine concierne, sino también presente en la televisión, en la radio, en el cómic y en las series, incluso en la Universidad a través de las cátedras sustentadas en estrictos manuales de guion y cursos de escritura cinematográfica.


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Siempre tendremos

[MARCELINO CHAMPO]

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ocos pueden darse el lujo de hablar de la derrota y aún así continuar con la sonrisa en el rostro, para esto hace falta ser cínico, genio, artista; hacer falta ser Woody Allen. La historia es conocida y aquí no diremos nada que no se sepa, el eterno amante de Nueva York ha dejado testimonio en cada una de sus películas. La comedia se distingue por dos cosas: la primera es que le pertenece al pueblo y la segunda es que en ella predomina la crítica, una crítica que se oculta detrás de la hilaridad. En la antigua Grecia la comedia era reservada para las masas, los comediógrafos por tanto no tenían la importancia de Sófocles o Esquilo, su arte estaba destinado a las personas ajenas a la aristocracia. Pero a pesar de todo, si la democracia existe, ésta se encuentra en la risa, en el humor. Allen es ante todo un crítico, alguien que ve en la desgracia el punto de partida para llegar a la ridiculez o a la carcajada. En cada risa existe cierto rastro de crueldad, una sensación de estar por encima del infortunio, el escritor István Örkény, en su libro Cuentos de un minuto, nos brinda una manera de mofarse de la propia desgracia, una obra que nos muestra el mundo de la pos guerra visto desde la mirada de la autocrítica y más allá de las culpas o mártires. Para Allen verse así mismo es ver lo absurdo, lo carente de sentido, y a su vez es adentrarse a la belleza de la imperfección. Las grietas en la pintura no son sinónimos de carencia o errores, sino elementos imprescindibles en el paisaje. Del drama hasta el humor más ridículo, el discurso de Allen toca puntos opuestos y complementarios, basta echar un vistazo a películas como: Bananas (1971) y Cassandra’s Dream (2007)

Del drama hasta el humor más ridículo, el discurso de Allen toca puntos opuestos y complementarios, basta echar un vistazo a películas como: Bananas (1971) y Cassandra’s Dream (2007) para saber que el registro de este director puede alcanzar diversos matices para saber que el registro de este director puede alcanzar diversos matices. Uno podría hablar de la filmografía de Allen y abarcar muchas páginas, pero prefiero centrarme solamente en dos

películas con las que encuentro una fuerte empatía: Manhattan (1979) y Celebrity (1998), la primera para muchos lo mejor de Allen, la segunda una obra considerada menor, pero

que en lo particular encuentro entrañable. Historias similares que tienen en Nueva York el espacio idóneo para ser concebidas. Escritores frustrados, amores inconclusos, el sexo siempre como un enigma y una verdad esperanzadora, paisajes en blanco y negro, diálogos inteligentes con su buena dosis de humor, son algunos temas inmersos en estas dos piezas de ambiente neoyorquino y cofradías artísticas, en cuyo elenco resaltan: Di Caprio, Kenneth Branagh, Diane Keaton, Meryl Streep, Mariel Hemingway y Winona Ryder. Dos odas a una ciudad emblema del capitalismo, de la posmodernidad, del caos, del vértigo, de la urgencia, pero que ha sido referencia indiscutible para las artes.

Woody Allen: odiado, amado, criticado, reverenciado, lapidado, alabado, un cineasta del que siempre se hablará.


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Tarantino, un mal necesario [Boris Malosnov*]

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cine en los inicios de Stallone y Arnold Schwarzenegger. Los cinéfilos catalogan la obra de Quentin Tarantino como enciclopédica, aunque sus obras, que para algunos conforman el cine de culto, no serían concebidas sin la música. Esas escenas eximias sobrepasan las expectativas cuando van acompañadas de una buena banda sonora, convirtiendo sus filmes en adicción para quienes aman el cine y la música. Tenemos por ejemplo Pulp Fiction o Kill Bill, cintas consideradas como inolvidables. El secreto de Tarantino, señalaba Del Toro en una entrevista ante la BBC de Londres, prescinde todo canon y se maniobra en un circuito paralelo, insolvente exclusivo de sus analogías y sinapsis. Cada filme expresa un triunfo de una existencia superior, donde el cine es un espacio vital, excelso, imponiéndose a cualquier versión plausible. Por algo Tarantino ha encontrado esa fórmula, casi una droga como la de Robert Louis Stevenson para engendrar, sutilmente, al Mr. Hyde, erigiéndose como un representante exitoso de la especie. Desde su primer intento con Reservoir Dogs (mal traducida como Perros de la calle en 1992) los amantes del cine pudieron apreciar una revolución total al denominado molde sensible e introvertido que desde Estados Unidos presentaban en los festivales. Fue con Reservoir Dogs que Tarantino inició con la ruptura del cine encasillado y predecible, el cine cargado de buenas intenciones y dio a lo amantes de la pantalla una obra majestuosa, levantando la voz y clavando en las pupilas su nombre. La clave está en que no hay un género que lo defina y lo experimental ponía de puntas los nervios del espectador.

Su filmografía es una gama re-elaborada de varios géneros que confabulan entre sí y títulos que la crítica ha considerado menores, aunque jamás despreciados y que lo han colocado en un creador del concepto arriesgado donde sus diálogos rayan en el teatro del absurdo, en las series de televisión de los años 80, en la novela negra e, incluso, en el cómic, sin olvidarnos, por ejemplo, de esas escenas al puro estilo de los hermanos Almada

ay algo en Tarantino que me encanta. Quizá sean esas intervenciones inconexas de su persona en algunos breves instantes de sus películas, o bien, ese tono desenfadado en las antípodas de sus creaciones las que lo legitiman en lapsos posmodernos. Lo cierto es que su cosecha pasa de la infamia a la pulcritud con argumentos formales, simbólicos o humorísticos, de acuerdo a lo que se le ocurra primero, provocando en muchos un efecto transitivo, que lo ha posicionado como un legítimo arqueólogo de la cultura popular. Más que cineasta Tarantino cumple la función de un erudito que se arranca de un tajo y vuelca, sin dar tumbos, hasta trastornar al público y ser, por instantes en los que quiere ser, una celebridad, siempre traspolando planos indisociables. Hace ya mucho rato que es uno de los sangrientos favoritos -por ratos ídolo pop, por ratos guionista, por ratos director, por ratos reventándose la cabeza de un disparo-, y que con sus estelas pulcras se ha ayudado a hacer de Hollywood un parque temático privado, con privilegios y canonjías. Nadie podría quitarle los méritos obtenidos. Su filmografía es una gama re-elaborada de varios géneros que confabulan entre sí y títulos que la crítica ha considerado menores, aunque jamás despreciados y que lo han colocado en un creador del concepto arriesgado donde sus diálogos rayan en el teatro del absurdo, en las series de televisión de los años 80, en la novela negra e, incluso, en el cómic, sin olvidarnos, por ejemplo, de esas escenas al puro estilo de los hermanos Almada con un poco de la violencia del

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Quienes hemos visto esta joya sabemos que la novedad primigenia radicaba en ese chorreo bondadoso de sangre por doquier manifestando un contexto que iba más allá de una simple aceptación de la violencia con contenido social y giraba una llave maestra. Ese fue el origen de Tarantino, un desconocido que pasó –en un instante- a ser un símbolo cool, un as bajo la manga rota de un mendigo. Desde esa fecha Tarantino se transformó en un boomerang. Pulp Fiction decapitó las expectativas y supero al elitismo infundado de las novísimas escuelas cinematográficas. Acá sus personajes que, mediante la dislocación temporal y la dilatación de los diálogos, generaron una suerte de implosión. Tarantino ya era, desde entonces, un mal necesario. Adrian Martin, un experto en cine, fue exacto al descibir el trabajo de QT: “Es como una secuencia de pesadilla en un thriller: un día, un cinéfilo despierta y descubre que, durante la noche, el mundo entero ha cambiado y su historia ha sido reescrita. La historia del cine ya no comienza con Lumière o Méliès sino... con Quentin Tarantino”. Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para nuestro amado cineasta. Una obra de Tarantino sin Tarantino, un vacío inpensado, lo obligó al retiro por seis años, tiempo que le bastó para renacer de las cenizas o de la misma muerte, como Allan Quatermain un personaje de ficción protagonista de la novela de H. Rider Haggard. Lo cierto es que Taratino retornó con un plus y regaló a su público los dos “volúmenes” de Kill Bill (2003 y 2004 respectivamente) obras de arte que engloban una regresión hacia un imaginario cerrado y excluyente abismando el cine y reflejándolo en un huso insensato. Tarantino en Kill Bill crea una tensión especular que impide mirarlo de frente, y que sólo puede captarse por su reflejo y que corroe credulidad, cosa que al parecer se evaporó en la última parte de su obra. Empero, Tarantino ha logrado convertirse en perpetuo. Goya dijo en alguna ocasión que “El sueño de la razón produce monstruos”. Hay quien afirma que en el cine, los sueños producen Tarantinos.

*Boris Malosnov (1979). Estudió para sacerdote pero su perversión por las mujeres, los autos y el alcohol lo llevaron a dilapidar ese esfuerzo. Formó su carrera a base de lecturas recomendadas por algunos de sus amigos, hasta que pasó a ser trabajador de una biblioteca y se dedicó a leer todo aquello cuanto llegaba a sus manos. En la actualidad enseña Literatura en un Colegio particular que apuesta la educación abierta, donde imparte literatura, historia, geografía y cine. Esta es su primer colaboración en Rayuela.


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CUENTO

BREMBER

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as sombras descendieron suavemente por las escaleras hasta llegar al vestíbulo. Vio el perfil oscurecido de la balaustrada reflejarse en el espejo, el arco del candelabro que proyectaba la luz. Pero eso era todo. Las sombras se alargaban más hacia la puerta. Luego se perdían en la oscuridad del suelo y del techo. Rebuscó en los bolsillos por ver si encontraba un fósforo y por fin encendió la candela que llevaba en la mano. Sujetando la llama diminuta en alto, por encima de la cabeza, giró el picaporte y entró en la habitación. Olía a polvo y a madera vieja. Le resultó curioso ser tan sensible a ese olor, y cómo desató su imaginación. Las viejas damas bordando sus encajes a la luz de la luna, sus dedos pálidos y flacos, veloces sobre los brocados, sus mejillas sin edad, pero con el tinte de las mejillas de una niña.

[Dylan Thomas]

A eso le recordaba la habitación desde los tiempos en que por primera vez entró en ella de puntillas y contempló aterrado las ventanas que se abrían a la extensión de césped grisáceo, a los árboles que se alzaban detrás. Si no, le recordaba a cuando, de niño, se sentaba ante el clavicordio y tocaba las teclas polvorientas con tal levedad que nadie alcanzaba a oír las notas emitidas, temeroso y sin embargo embelesado al oír que la música ascendía tenue en el aire. Siempre era triste. Detectaba la tristeza desolada bajo la fuga más liviana; a medida que sus manos pulsaban las notas, las lágrimas le asomaban a los ojos, un gran anhelo de algo que había conocido y había olvidado, algo que había amado y había perdido. Eso fue unos cuantos años antes, y ahora se le impuso la misma sensación de irrealidad y de anhelo cuando encendió las largas velas del clavicor-

dio con su candela y vio, al extenderse la luz, que las paredes se cerraban a su alrededor y que las pesadas sillas le quitaban espacio. Las teclas estaban tan polvorientas como siempre. Las frotó levemente con la manga y dejó vagar los dedos unos instantes por encima del teclado. Qué frágiles eran aquellos sonidos. Qué curiosas melodías formaban, qué tristes y, sin embargo, qué perfectas. Por un instante pensó que había oído un ruido de pasos infantiles al otro lado de la puerta, pasos que corrían por el pasillo, hacia las tinieblas. Pero habían desaparecido. A la fuerza tuvo que suponer que nunca llegaron a oírse. Oyó una nota sostenida de risas que enseguida desapareció. Mientras tocaba, le pareció oír el ruido suave, el susurro más bien de una falda de seda arrastrada por el suelo. Dio más volumen a su música y, cuando volvió a suavizarla, no quedó nada.

Por más que se esforzase no pudo analizar las razones que le habían llevado hasta la casa. Le aterraba, pero no era capaz de alejarse de ella. Fuera, por el camino, había sentido el súbito deseo de desgarrar el velo de los años y remontarse a todo lo que la vieja casa significaba, el atardecer, las voces matizadas por los pasillos, el clavicordio, las escaleras que interminablemente ascendían hacia las tinieblas, el millar de detalles de las habitaciones, el miedo suave e insinuante que le miraba desde los rincones, y que nunca desaparecía. Había caminado por la avenida hasta la puerta principal. La cabeza del león que representaba la aldaba le sonrió al llegar. La levantó y golpeó la madera. No contestó nadie. Volvió a llamar otra vez, y otra, pero la casa permaneció en silencio. Empujó la puerta con el hombro y se abrió. Recorrió de puntillas los pasillos, miró las habitaciones, tocó los objetos que le eran familiares. No había cambiado nada. Y fue entonces, cuando la noche salió por las ventanas emplomadas, que cerró la puerta de la sala de música a sus espaldas. Le colmó una gran sensación de alivio. El anhelo que siempre había permanecido en lo más recóndito de su mente se cumplió de pronto, halló lo que había perdido, recordó lo que tenía olvidado. Aquel era el final de su viaje. Por un momento, las velas brillaron con mayor intensidad. Pudo ver mejor toda la estancia. Se puso en pie, la atravesó y recogió un libro polvoriento que estaba sobre la mesa. La casa solariega de Brember. Se lo llevó a la luz. Todas las páginas le resultaban conocidas, allí estaba la familia generación tras generación, hombres más dados al pensamiento que a la acción, visionarios todos que vieron el mundo desde las nubes de sus propios sueños. Fue pasando las páginas hasta llegar a la última: George Henry Brember, el último del linaje, falleció… Contempló su propio nombre y cerró el libro.

Swansea Grammar School Magazine, abril 1931. Relatos completos (Early Prose Writings, 1971), trad. Miguel Martínez-Lage, Barcelona, DeBolsillo, 2003, págs. 479- 481.


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No sólo por las avenidas corre sangre

[ÉDGAR GARCÍA]

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ante tal masacre, poco mérito tienen los estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que se limitaron a pronunciarse en un pequeño manifiesto http://cmiguate.org/ estudiantes-de-la-usac-repudian-ladesaparacion-de-43-estudiantes-normalistas-en-mexico/ Las bases sociales en México están moviéndose y despertando de su letargo pos-electoral en la que fueron humilladas con un fraude enorme, golpeadas anímicamente por el cinismo. Me pronuncié al llegar a mi país, les hice varios cuestionamientos a amigos y conocidos, cuestionamientos que también se hicieron varios escritores en Centroamérica como el hondureño Fabricio Estrada quien envió con mucho pesar estas preguntas a sus allegados: ¿Estaremos esperando en Honduras y Centroamérica que suceda una masacre de tales dimensiones para encontrar el hilo roto de nuestra dignidad? ¿Esperaremos que algo fortuito pero aterrador conjunte de nuevo nuestra conciencia humana? Cada día mueren de manera espantosa migrantes centroamericanos en suelo mexicano y estadounidense, pero en estos lados: cómodamente le damos vuelta a la página del diario o cambiamos de canal ante estas noticias. Indigna la masacre de los normalistas. Llena de tristeza la apatía y la inmovilización del estudiantado y de toda la ciudadanía por estos rumbos tan cercanos de Centroamérica, debiera ser diferente, debiera ser como dice Cortés Mandujano: Los muertos son una enseñanza para los vivos, una esperanza para nuestro futuro, una lección para corregir nuestros errores.

Reflexión después de haber leído: El bien y el mal perdió su frontera divisoria en este país, en este estado, en esta ciudad, en estos tiempos –Héctor Cortés Mandujano, Aún corre sangre por las avenidas-. Public Pervert, 2014

ace poco llegó a mis manos una novela genial, de un escritor chiapaneco: Héctor Cortés Mandujano, con el título: Aún corre sangre por las avenidas. Así como su nombre lo indica, la novela habla acerca de muertos, violencia, prostitución, incesto, pecados que, para nosotros, en esta sociedad son tan normales, el escritor retrata con los detalles minuciosos de varios personajes inmersos en una sociedad decadente, como la nuestra, en nuestros países. La novela está editada bajo el sello de la editorial chiapaneca-centroamericana Public Pervert, la recomiendo porque es un relato exageradamente bueno lo que se presenta en esta obra literaria. Me llamó la atención una frase de la novela: -El bien y el mal perdió su frontera divisoria en este país, en este estado, en esta ciudad, en estos tiempos-. Una frase que queda marcada ante tantas injusticias que uno ve, escucha o lee a diario. Justo cuando empezaba a leer la novela, estando yo en Tuxtla Gutiérrez, la mañana del 4 de octubre, autoridades del estado de Guerrero, México, confirmaron el hallazgo de una fosa clandestina en un barranco de una zona rural, un número indeterminado de cuerpos, muy cerca de la zona donde estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron vistos por última vez; entre los tantos cadáveres identificaron el cuerpo desollado del estudiante: Julio César Mondragón. Luego del lamentable hecho, en varias partes de México y Latinoamérica hubo movilizaciones en repudio a la barbarie. Acá en Guatemala, no me sorprende la insensibilidad hacia la noticia, pero me llena de tristeza la absoluta inmovilidad y apatía del estudiantado de nivel medio y universitario ante la masacre de los normalistas mexicanos. Me produce una profunda sensación de impotencia pensar que la desarticulación con la realidad esté llegando a niveles impresionantes, me decepciona estar ante una sociedad que ha perdido la sensibilidad

¡Justicia por Ayotzinapa! *Edgar Otoniel García Robles: (Quetzaltenango, Guatemala 1983) Arquitecto, poeta, narrador, gestor cultural y beisbolista. Ha participado en varios festivales y encuentros de literatura en América Latina. Publicó el poemario “Días de Luna” (Metáfora Editores, 2012), “Como si no hubiera mañana”, (Editorial Pirata Cartonera, El Salvador, 2012) y “Ciudades Ahumadas” (Espantapájaros Editorial, México, 2014). Sus textos aparecen en diversas revistas de formato físico y electrónico. Actualmente es el director del movimiento Acción Poética Xela, miembro de la Asociación de Arquitectos “Espacio 10”, presidente del club cinéfilo de Quetzaltenango, columnista en diarios nacionales e internacionales y, forma parte de la organización del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango con la Asociación Metáfora


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El único testigo, historia de un pájaro [DIANA ERIKA CRUZ]

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ace aproximadamente un mes, me pidieron que presentara un texto en la feria del libro que se llevaría a cabo en la universidad, yo con gusto acepte y pedí que el libro me fuera entregado lo más pronto posible, no obstante los días pasaron y fue hasta el día sábado, dos días antes de la presentación que me entregaron el libro Isla de bobos de Ana García Bergua, escritora que me ha sorprendido por su gran talento y técnica narrativa, el momento ha llegado y es un placer poder compartir con ustedes lo que experimente al leer

Una ilusión rota, miedo al nuevo aislamiento que antes parecía una fantasía, la decepción y la esperanza de esperar el momento para triunfar y ser reconocido es lo que experimenta Raúl Soulier, quién tiempo después conocerá a Luisa Roca una muchacha que representa el amor verdadero, puro y desinteresado esta obra. Isla de bobos titula este increíble libro que narra la historia de Raúl Soulier, un niño que crece mimado, educado para ser un hombre de prestigio, pero que el destino se empeña en hacerle una mala jugada convirtiendo en pe-

sadilla lo que era un sueño, transformando a ese niño burgués en un empleado de farmacia que debe mantener a su madre y hermanas, pues la familia ha perdido todo y él debe rescatar el honor de los Soulier enlistándose en el ejército con un traje lle-

no de adornos que representan honor, poder y lealtad a la nación. Una ilusión rota, miedo al nuevo aislamiento que antes parecía una fantasía, la decepción y la esperanza de esperar el momento para triunfar y ser reconocido es lo que experimenta Raúl Soulier, quién tiempo después conocerá a Luisa Roca una muchacha que representa el amor verdadero, puro y desinteresado pues seguirá a Raúl a la isla que en un principio es paraíso, el escenario perfecto si el hombre pudiera sobrevivir de una fantasía, pero que terminado el encanto se torna un infierno. Ana García Bergua recrea el ambiente que se vivía durante el porfiriato, la sociedad regida por una etiqueta de reputación y marcada por el apellido que brinda estatus en una ciudad afrancesada regida por leyes Darwinistas, y por el romanticismo que lleva al extremo patriotismo. Novela histórica cargada de simbolismos que nos llevan a convertirnos en detectives que buscan descifrar las pistas que la autora nos deja, guiándonos así por un camino aparentemente sencillo, más todo se trata de una técnica en la que Ana nos deja percibir su ingenio al enlazar el pasado, el recuerdo, el presente y la memoria de cada personaje de esta magnífica novela. Durante el desarrollo de esta historia percibimos la angustia, el triunfo, la brisa del mar, el calor de un sol severo, la vegetación paradisiaca, las esperanzas depositadas en un viaje, la arena del tiempo, la roca K. que se edifica en nombre de la historia trágica y amorosa de dos ingenuos que viven anhelando un motivo para seguir día a día viendo a estos emblemáticos pájaros de patas azules. Sin duda, isla de bobos es un texto innovador, una propuesta moderna que es bienvenida al universo literario, los matices de esta novela enriquece y atrapa al lector desde el primer capítulo en el que nos encontramos con una historia conmovedora de un ritmo cadente como un crucero en el que la historia es el mejor paisaje, la invitación está hecha, ¿quién está listo para zarpar a la Isla de bobos?

*García Bergua, Ana. Isla de bobos. México, DF. Ediciones Era.


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De la palabra con cuerpo al cuerpo sin palabras

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l arte performance es terrible y bellamente frívolo a veces, muy subjetivo y por ende generalmente muy abstracto, exige demasiado a un espectador que no siempre “debe o puede” entender la obra. La danza performática es, entonces, doblemente efímera, pero cuando alguien se arriesga (compromete) a atraparla, como en el amor, las cosas se agrandan, brillan. En el segundo día (sábado 27 de septiembre) del Primer Festival de Lenguajes Escénicos Contemporáneos con sede en la Casa con Alas, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se presentó la obra Vejigas para nadar de la compañía Huasmole, proveniente de Puebla. La sinopsis en el tríptico estuvo de más, sirvió para crear una expectativa que se diluyó desde el principio y que a fuerza de no dejarse sentir como una decepción (porque en primer lugar el arte no debía necesitar explicarse) se abrió a un sinfín de posibilidades. Una hamaca, una pecera, globos, un acto de magia, todo lo que es y no es en un vuelo de pájaros, en un cuerpo convertido en el charco sobre el que llueve una lágrima.

[Tania Ramos y Zaira Lobato] ¿Quién se es cuando se danza? ¿Quién se es cuando se ama? Javier Contreras

Es cierto, es posible establecer un punto de crítica en la liquidez de un

performance, pero cuando el artista lo asume y de su boca, al final de la

obra, emergen frases humildes (no débiles) como: “mi abuela me decía” o “es que me gustan los plátanos”. Entonces entendemos que la danza es amor. Que todo el esfuerzo estaba plantado en la incompletud que acompaña siempre a los que aman. A los que en estos tiempos de violencia y muerte navegan contra corriente, entregados al acto de no ser cómplices de la mano asesina. ¿Eso basta? Creemos que no, pero hay un oasis. Un sincero agradecimiento a la humildad de estos chicos; los aplausos sobran, las actitudes faltan.


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Miguel Ángel Asturias Rosales

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(19 de octubre de 1899 9 de junio de 1974) “Los espejos son como la conciencia. Uno se ve allí como es, y como no es, pues quien se ve en lo profundo del espejo trata de disimular sus fealdades y arreglarlas para parecer a gusto.”


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Anaqueles Ensayo

El nacimiento de la clínica De Michel Foucault

Este libro es un ensayo al rededor de la evolución de la observación médica y sus métodos, un breve momento en el cual la observación tomó forma de criterio de verdad y racionalidad. El saber médico es apoyado en el escudriñamiento de los sentidos del experto, se apoya en la reorganización sintáctica de la enfermedad, en la cual los límites de lo visible y de lo invisible siguen un nuevo trazo. El libro trata dos temas centrales en la conformación de la clínica como ciencia: la estructuración del ambiente hospitalario y la adquisición, por parte del enfermo, de un estatuto propio en la sociedad.

Cuento

Libro de los sueños

De Jorge Luis Borges

La natural curiosidad de Borges y su erudición se aúnan para documentar lo que ha soñado el hombre desde que es hombre. Es una interesante selección de relatos de distintas épocas y culturas que tienen como eje central los sueños y pesadillas del ser humano, y su influencia en las acciones y el pensamiento de individuos y sociedades. El célebre autor parte de las primeras civilizaciones babilonia, los hititas— y los sueños y profecías que aparecen en el antiguo testamento, para llegar a las grandes narraciones clásicas —Ilíada, odisea, Eneida—, y de ahí partir hacia escritores universales. Desde Gilgamesh hasta Ulises y platón, desde la filosofía china hasta Kafka y Antonio machado, Borges construye un libro que merece ser leído sueño a sueño.

Novela

La invención de Morel De Adolfo Bioy Casares

Un prófugo de la justicia llega en un bote de remos a una isla desierta sobre la que se alzan algunas construcciones abandonadas. Pasado el tiempo, el protagonista descubre el fin de su soledad absoluta, ya que en la isla han aparecido otros seres humanos. Los observa, los espía, sigue sus pasos e intenta escuchar sus conversaciones. Ese es el punto de partida del misterio, del tránsito continuo de la realidad a la alucinación que poco a poco lleva al fugitivo hasta el esclarecimiento de todos los enigmas.

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películas de terror

para gustos extremos Por @esquirelat Srpski film (A Serbian Film), dirigida por Srdjan Spasojevic Milos un actor porno retirado y su familia están pasando un mal rato en su economía, Milos acepta una oferta de trabajo de “porno artístico” pero no contaba con que este nuevo género incluía mayor depravación, perversión que las convencionales, eso era lo de menos, le pedía escenas de pedofilia, y violencia extrema, Milos al rehusarse a participar, está bajo amenaza de que maten a su familia. Un día al despertar será demasiado tarde para Milos está todo ensangrentado pero la sangre no es suya y no recuerda nada de lo que pasó. Ha recibido varios premios, entre ellos, el Premio de Montreal a la Mejor Película y el Premio de Oro a la mejor película europea y a la más innovadora. Cigarette Burns, John Carpenter Es el octavo episodio de la primera temporada de Masters of Horror; bajo la dirección de John Carpenter se desarrolla una historia en torno a la película “El absoluto fin del Mundo” la cual durante su estreno desató la locura dentro de la sala y varias personas fueron asesinadas por otros espectadores. El cinéfilo Sr. Bellinger contrata a Sweetman para que la encuentre, pues supuestamente ha sido destruida. La cinta provoca alucinaciones y conductas violentas y suicidas para quien la ve, finalmente Sweetman y los que le rodean sufren las consecuencias tras encontrar la cinta. Maléfique, Éric Valette, Francia 4 hombres están en una celda por distintos crímenes, pero todos tienen en común que quieren salir de ahí. Al poco tiempo descubren tras la grieta de un muro, un libro escrito a mano por un prisionero llamado Danvers, quien en 1920 estuvo en ese misma celda y desapareció sin dejar rastro. Al leer uno de los conjuros del libro se dan cuenta de que unos símbolos surgen con resplandor del suelo, siguen leyendo el libro hasta que no pueden controlar las fatales visiones que se les presentan. Uno de los reos muere y en su lugar entra otro que siempre carga con su cámara de mano, finalmente el último preso desaparece, dejando su cámara tirada y encendida la cual revelará qué fue lo que pasó. Holocausto Caníbal, Ruggero Deodato, Italia 4 reporteros viajaron al Amazonas para documentar la existencia de tribus caníbales, cuando pasó el tiempo en que debían volver, Harold un antropólogo se lanza en su búsqueda junto con dos guías, quienes encuentran en una aldea las cámaras de los jóvenes, tras un trueque recuperan las cámaras. Las imágenes no son alentadoras: registraron sus trayectos y los animales amenazantes con que se encontraron, los encuentros sexuales entre un reportero y su novia, la violación de una nativa por los tres reporteros hombres, el empalamiento de otra mujer, y más atrocidades que la misma tribu realizaba contra sus habitantes, finalmente los mismo reporteros también fueron víctimas, golpeados, descuartizados y comidos. Theatre Bizarre, Douglas Buck de Buddy Giovinazzo, David Gregory, Karim Hussain, Tom Savini, Richard Stanley, Estados Unidos Esta cinta incluye 6 historias cortas que se entrelazan por el Teatro Guiñol, “Mother of Toads”, “I Love

You”, “Wet Dreams”, “The Accident”, “Vision Stains” and “Sweets”. Incluyen una mezcla de horror natural de ese que producen los propios humanos, locura, inmoralidad, sexo, crueldad, curiosidad y muerte. Calvaire, Fabrice Du Welz, Bélgica Marc se dirige a un trabajo para el cual debe viajar lejos de su casa; durante una tormenta su camioneta se queda parada, casualmente aparece Boris quien lo lleva a una posada solitaria. Todo marcha normal hasta que Marc descubre que el propietario, el Sr. Bartel ha estropeado por completo su camioneta, éste lo somete y ata a una silla, se desencadenan los traumas del Sr. Bartel hacia la esposa que lo abandonó hace años. Marc logra escapar, sin embargo cae en una trampa para conejos, el Sr. Bartel muy molesto porque “su esposa” lo abandonaba por segunda vez vierte toda su psicosis en Marc como si él fuera su esposa. Angst (La angustia del miedo), Gerald Kargl, Austria La condición natural incomprensible de un asesino, están aquí, donde un hombre que purgó una pena por asesinar a una anciana, recupera su “libertad” y siente la necesidad de matar otra vez; con voz en off podemos escuchar lo que el psicópata piensa, siente, quiere y planea. Después de su intento frustrado de matar a un taxista, descubre a una familia cuya madre está enferma, uno de los hijos tiene una enfermedad mental y la otra hija es quien los cuida, ve en ellos el blanco perfecto. Excision, Richard Bates Jr., Estados Unidos Pauline es una chica inadaptada, incomprendida y un poco rara, tiene sueños eróticos donde se imagina con varias personas mojadas por chorros de sangre, lo cual le produce un placer casi orgásmico. Su hermana menor tiene problemas de pulmón y está en espera de un trasplante, Pauline que está interesada en la carrera de medicina, secuestra a una chica para “operar” a su hermana y darle un pulmón sano, el problema es que ella no sabe nada de operaciones. Benny´s video, Michael Haneke, Austria, Suiza ¿Has visto alguna vez a un muerto? Es la pregunta que se hacen Benny y una “amiga” tras ver un video donde un cerdo es asesinado con una pistola de perno, al recibir un choque directamente en su cerebro. Benny un adicto a los videos, graba el momento en que él y su amiga comprobarían si están fácil matar a alguien o a algo, ella sostiene la pistola de perno contra su abdomen pero es capaz de accionarla, en cambio Benny sí lo hace, matándola por “curiosidad” accionando la pistola una y otra vez. Después el joven asesino confiesa su crimen a sus padres, quienes optan por… May, Lucky McKee, Estados Unidos May muy al estilo de Carrie pero sin poderes sobrenaturales, es una chica sin amigos a la que todos ven como la rara, ella se involucra con Polly una lesbiana que después la deja, sin embargo May está enamorada de Adam al cual ahuyenta por ser extraña. Cansada de sus fracasos sociales y de que su única amiga sea una muñeca que su mamá le regló cuando era niña, decide empezar a mutilar las partes de las personas que más le gustan para hacerse a un “amigo” perfecto.


Apuntes sobre Foucault

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Por Marcelino Champo

ada tan presente como la ausencia. Michel Foucault define a la literatura no como un conjunto de obras, ni mucho menos como una acumulación de textos: la literatura, explica, es una ausencia que está presente, una potencialidad que bordea la obra, la encierra en sus múltiples posibilidades pero en ella alcanza su culminación. La literatura es la hoja en blanco: la posibilidad en su más grande expresión. Pero más allá de transmitirnos una serie de datos en una condición estática, las reflexiones de Foucault apuntan hacia el dinamismo: la impermanencia como una condición indisoluble. ¿Cómo y cuándo nace la literatura? Desde el momento en que se nombra, así como en el Santo Evangelio según San Juan: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Todo nace cuando se nombra; así la literatura nace desde el mismo instante en que ésta se menciona y se pone en duda su existencia. Para este caso, según Foucault, es indispensable el cuestionamiento y la duda, poner en tela de juicio todo cuando se haya escrito. Negación, negación, negación, negación, ad infinitum. Sólo a través de este constante “No” puede uno quizá adentrarse al umbral de la literatura En su obra De lenguaje y literatura, el filosofo francés nos lleva también a la reconsideración del rompimiento, situándonos en el punto donde el bisturí hizo la incisión, y qué mejor para encarnar este momento que el Marqués de Sade. Foucault ve en Sade el punto de partida para la aparición de la pregunta sobre lo que es la literatura, el uso de un lenguaje que fractura los esquemas preestablecidos marcarían la obra de Sade, quien vio en el cuerpo el punto de partida para su discurso. El cuerpo se convierte en texto, un texto no escrito que busca habitarse, habitarse por medio de la palabra y la fugacidad del lenguaje. El

cuerpo ocupa entonces un lugar preponderante en la obra de Sade puesto que lo convierte en objeto político; la sexualidad, el derrame de euforia y el rompimiento de tabús no es más que la reafirmación de una postura política, por ende una desarticulación del lenguaje. Foucault menciona que el lenguaje es todo aquello que existe y que puede ser pronunciado. Reinventar el lenguaje o ponerlo en tela de juicio implica la negación de la historia; por ende la literatura brota de esta gran incisión, este boquete que se amplía por medio de la obra de Sade. Así pues la literatura se vuelve un hueco, un vacío por el que se ha de encontrar el lenguaje y la obra; esa infinita blancura ha de servir de puente entre estos dos fenómenos. En constante correspondencia cada uno de los elementos se enlazan sin llegar a fundirse uno con el otro, son una especie de reflejo, de encuentro y azar que se justifican entre ellos. Ahora bien toda esta cuestión de asesinatos y negaciones traerá consigo otro elemento más que ahonda en el lenguaje y por consiguiente en la interrogante sobre la literatura: El “No” del padre, esta nueva postura, explica el autor, es más que nada ausencia, un suceso que busca cobijo en la locura, es decir en un punto en el que la sensibilidad y la fantasía pierden tierra, se impulsan; el padre, quien delimita, es una ausencia, está muerto. Para aclarar esto Foucault se basa en el mito del héroe y retoma a Edipo, sólo que no se concentra en la anulación violenta del asesinato, para esto es más sutil, todo su discurso va a acentuarse en la distancia. El artista necesita de esta ausencia para deslindarse no sólo de las reglas, sino para entablar una reestructuración de todos los referentes. El elemento “distancia”, es, pues, constante en el discurso de Foucault el cual es manejado siempre en una paradoja, contrarios que se complementan en la triada: Lenguaje - literatura- obra. Nada tan presente como la ausencia, nada tan cercano como la lejanía.

La literatura se vuelve un hueco, un vacío por el que se ha de encontrar el lenguaje y la obra; esa infinita blancura ha de servir de puente entre estos dos fenómenos

Marcelino Champo: @marcechampo & champomarcelino@gmail.com


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