Pesca Bonilla
Tu revista de pesca en Lanzarote
Nº 1 Año I Enero de 2012
Memoria pesquera 2011
Pescando en la piedra de Domingo Lorenzo Jurel en la playa de Montaña Bermeja Bicuda en la piedra de Domingo Lorenzo
Jurel en la playa de Montaña Bermeja
Y además...
Historias de Suso Capítulo I
STAFF Manolo Hernรกndez Francisco Hernรกndez ร scar Hernรกndez
Editorial Nace Pesca Bonilla en familia y para la familia. Sin más pretensiones que mostrar el producto de nuestras andanzas pesqueras. Y nace justamente, a comienzos de enero de 201 2 con la llegada de una embarcación HOBBY 5, equipada con un TOHATSU de 30 HP, con la que se vislumbra un nuevo escenario a donde dirigir nuestros anhelos pesqueros. Esos anhelos no están exentos de cierta preocupación por la responsabilidad que se adquiere, especialmente en cuestiones relativas a su manejo y a la seguridad. Nos dedicaremos a ello conservando todo precepto establecido. Tampoco olvidaremos nuestra querida pesca desde la orilla, especialmente en los días en que no se aconseje la salida al mar. Arrecife, enero de 201 2
Sumario Memoria Pesquera 2011
Pescando en la piedra de Domingo Lorenzo Jurel en la playa de Montaña Bermeja
Historias de Suso (I)
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Acaba 2011 con sus miserias económicas. Globales dicen los dirigentes como si fuera bálsamo para las individuales. Pero ciñámonos a la pesca deportiva. Y concretamente a la llevada a cabo por Manolo y Paco durante todo el año. Todas las partidas han sido cuidadosamente registradas, consignando aspectos fundamentales como las piezas capturadas, los kilos obtenidos y alguna vicisitud de cierto interés. Catalizando todos estos registros nace este informe que, en su parte final, se complementa con una reflexión que podría servir para contestar alguna de las intenciones recogidas en los anteproyectos de Ley Pesquera para nuestra comunidad canaria. No se puede para nada dejar en el tintero que una de nuestras mayores preocupaciones es la del buen mantenimiento de los recursos pesqueros insulares, tan vulnerables por sus reducidas dimensiones y por la presión continua y exhaustiva a que los sometemos. La racional sostenibilidad de estos pasa por una implicación mayor de la administración, aumentando las dotaciones humanas y materiales, y la total concienciación de sus usuarios, tanto profesionales como deportivos. Da vergüenza llegar a un pesquero y observar como algunos anteriores insensatos usuarios lo han dejado, lleno de latas, cascos de bebidas, cajas y, lo peor, charcos totalmente hipereutrofizados por las materias orgánicas que allí dejan para el preparado de sus pescas. O, por dar otro caso, el de los excesos que cometen algunos deportivos con sus capturas que luego, impunemente, venden. Ante estos hechos, va a ser complicado redactar normativas rigurosas si no se garantiza el aumento de la vigilancia. Nosotros intentamos con denuedo cuidar de nuestro generoso, por ahora, entorno pesquero. Y así siempre haremos. Arrecife, diciembre de 2011
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Técnicas utilizadas
Cuatro fueron, básicamente, las técnicas utilizadas a lo largo de este año pesquero de 2011 : pesca a fondo, pesca a boya, pesca a la vieja y spinning ligero. Más indicamos que básicamente pues alguna de las técnicas admite algunas variantes que están en función del lugar de pesca y el momento del día en que se realiza la pesca. Incluso, hay cierta concomitancia entre las mismas. Por ejemplo, citamos que la vieja se puede pescar tanto con su aparejo específico, a boya e incluso a fondo. Estas distintas técnicas de pesca conceden un horizonte de captura de variedades que, a priori, se conoce, más de nuevo vuelve a cruzarse una cierta incertidumbre, cargada de sorpresas, que hacen todavía más atractivo el noble arte de la pesca. Pasamos ahora a describir brevemente los elementos básicos de cada técnica, atendiendo a las modificaciones que son menester aplicar dependiendo de los factores anteriormente citados.
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También es cierto que esta técnica es casi de uso exclusivo en espacios de tiempo determinados como la pesca nocturna. El montaje utilizado es sencillo: dos anzuelos en escalera y un plomo al final del todo, si se quiere, atado con un nylon más fino que las líneas para facilitar la rotura en caso de enroque. Las líneas utilizadas varían de la noche al día. De noche se han utilizado de 0,50 mm y de día, variables del 0,35 al 0,40. De la misma forma, los anzuelos utilizados son diferentes. Por la noche se han utilizado anzuelos MUSTAD bronceados o HAYABUSA de carbono de 1 /0 y no inferior al 11 , respectivamente. Por el día, MUSTAD bronceados del número 2. Los plomos utilizados varían de 40 a 90 gramos incluso, dependiendo del estado de la mar. Las capturas más habituales en la pesca a fondo han sido sargos, bocinegros, morenas de todas clases, cabrillas y vaquitas, esperándose, atendiendo de nuevo a referencias de proporcionalidad, pescado más grande pescando de noche que de día.
Pesca a boya Pesca a fondo Esta técnica es, con mucho, la más básica Una de las técnicas utilizadas de todas las empleadas, más no por ello deja de requerir una cierta atención. También es la que más tributo rinde al mar, especialmente en pérdidas de anzuelos, plomadas y desgaste de las líneas. Por otro lado, ha sido la técnica primeramente conocida por Manolo y Paco desde pequeños y, por ende, la más utilizada.
más especializadas, pues su objetivo está perfectamente definido: el esquivo sargo. Por tal razón requiere líneas finas, del 0,30 por media, una boya de peso inferior a 1 0 gramos y apenas plomo. El anzuelo, con un largo bajo de línea, HAYABUSA del 1 4. Se debe indicar que esta pesca se puede
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realizar tanto con caña fija, más pescadora, como con caña de carrete, más versátil en condiciones desfavorables. No es para nada un descubrimiento consignar que el momento más apropiado para llevar a cabo esta pesca es el amanecer. De hecho lo es para cualquier tipo de pesca, salvo la de la vieja. Sin embargo, no ha sido raro hacer buenas pescas de sargos por la tarde, en esos días en que el sol es obligado a menguar su luminosidad por la presión ocultadora de un buen manto de nubes. No resulta extraña la captura de alguna pieza distinta a los sargos con esta técnica; así que hemos visto vaquitas, salemas, palometas, bailas y hasta una bicuda de buen porte, captura por lo de más verdaderamente excepcional. Indicar que en alguna ocasión, muy esporádica, se ha intentado realizar esta técnica por la noche usando boya luminosa, sin que se haya obtenido resultados notables más allá del riesgo de perder la eficacia de la propia visión.
Pesca a la vieja Con todos los honores, es la técnica de
pesca más ancestral en las islas. Bastaba, antaño, con una caña de bambú, el cuerno declarador de picada, alambre –sí, alambre, un anzuelo propio para la vieja y el infaltable trocito de tela rojo. ¡Y a llenar la jena de viejas! Debían ser fuertes nuestros antepasados, pues como haya un poco de viento, cualquiera duerme esa noche con el vano y peso que produce sostener la caña de bambú. Ahora, eso sí, pescadora como ninguna otra cosa. Más, existiendo una buena caña VIEJA PARDA, de casi siete metros, se puede llevar esta divertida y, en ocasiones productiva, técnica de pesca. El resto de elementos, los mismos. Actualmente, se llevan mucho los cuernos de nylon, pero nada más sensible que el cuerno caprino para percibir la picada. Aunque esta es la técnica, con mucho, que más se ha utilizado por nosotros, en algún momento se ha pescado a vieja a fondo, PB 1 /201 2 Página 4
tomando como cautela el usar un solo anzuelo, para reducir en lo que se pueda el riesgo de enroque. También se ha pescado a vieja con boya con alguna frecuencia. La técnica de montaje requiere implantar sobre la línea un trocito de hilo desplazable que actúe como tope para la boya, que se largará sin palito. Manipulando adecuadamente el hilo hacia arriba o abajo se conseguirá ajustar el fondo oportuno.
Spinning Debemos reconocer
que lo poco que conocemos de esta técnica se ha obtenido por información de terceros, especialmente de foreros de Pesca Deportiva en Canarias. Aun teniendo en cuenta nuestra bisoñez, hemos conseguido capturar algunas buenas piezas, como bicudas, sierras, pejerreyes, gallos morunos y un abade. Como elemento interesante que nos ha parecido distinguir, parece más productivo el invierno para esta técnica que el verano, cosa que parece confirmar la antigua apreciación que en aquella estación el pescado grande, es decir, los grandes depredadores, se acerca a tierra a desovar y con ello es más probable su captura. Otros pescadores sostienen que quienes en esa "Nosotros época arriman son los intentamos con gueldes y por esa denuedo cuidar razón sus de nuestro depredadores van tras ellos acercándose generoso, por también. Se han ahora, entorno probado señuelos de pesquero. Y así todo tipo, sin que siempre hayamos podido precisar cuáles son haremos...." más propicios para determinada especie. Entendemos que todo lo dirá el aprendizaje.
Cebos utilizados
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Existe una variedad verdaderamente notable de cebos (carnadas, como solemos decir por aquí) para poder llevar a cabo las técnicas anteriormente citadas. Más nosotros hemos reducido bastante ese espectro, sin que podamos decir que realmente sean cebos más efectivos que otros que no solemos utilizar. Para facilitar la información, la presentamos en la siguiente tabla:
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Variedades capturadas con sus proporciones
Es bien sabido de la riqueza de variedades de peces de Canarias; por ello, es lógico que haya sido también variado el número de especies que a lo largo de este año se han capturado, aunque eso sí, con diversas proporciones. En la siguiente tabla se presentan las variedades con el número absoluto de individuos que se han capturado:
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En el siguiente gráfico se proporciona esta misma información, donde, por un lado, se echa de menos algunas especies que eran, otrora, habituales, como briotas (phycis phycis), cazones (mustelus spp.) y congrios (conger conger) y, por otro, el reducido número de individuos de algunas especies. Sin embargo, desde una perspectiva positiva, se han capturado muchos sargos, nada menos que 21 9, que representan la mitad de las capturas y los bocinegros, viejas, vaquitas y cabrillas han estado bien representados.
En este momento se indica en el informe que, de día, es más habitual ver a Manolo pescando a sargos o practicando spinning que a Paco, que prefiere pescar a fondo o, cuando se puede, dedicarse a la vieja. Quizás se pueda advertir en los siguientes gráficos individualizados de capturas:
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En estos gráficos no se puede aún apreciar el buen año que ha tenido Manolo con los sargos y, con toda la pesca, en general. Para poder apreciar mejor este aspecto, se presenta este otro gráfico, en donde aparecen otros pescadores que, eventualmente, nos han acompañado en nuestras partidas de pesca:
Y este otro circular, quizás más explícito, con los cuatro pescadores con mejor suerte:
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Capturas en kilos
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En 2011 se capturó un total de 21 4,75 kilos de pescado en un total de 61 salidas de pescas. Hemos considerado conveniente hacer una distinción entre todas las salidas, que incluyen pesca a spinning o no, de las que se han hecho exclusivamente bajo esta técnica. La razón fundamental es que con esta técnica se hacen muchos bolos, con lo que se distorsiona, pensamos, el devenir general.
Con jornadas de solo spinning Bajo esta premisa, y que responde al total de salidas (61 ), la tabla de frecuencias obtenidas, donde las unidades para cada intervalo son los kilos, es la siguiente:
Obsérvese que solo en 7 de ellas se sobrepasan los 4 kilos por pescador y día recogidos en normativa, y representan un 11 ,5 % de los casos. También obtenemos una media de 3,5 kilos capturados por salida, es decir, 1 ,75 por cada uno de nosotros dos, muy inferior al indicativo normativo. El histograma asociado es el siguiente:
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Sin contar jornadas de solo spinning Bajo esta premisa se tuvieron 43 salidas y la tabla de frecuencias obtenidas es la siguiente:
En este caso obtenemos una media de 4,8 kilos capturados por salida, es decir, 2,4 por cada uno de nosotros dos, que sigue siendo inferior al indicativo normativo. El histograma asociado es el siguiente:
A la vista de los resultados se puede, estadísticamente hablando, que el referente normativo sobre máximo de kilos por pescador y día es racional. Los días que podamos excedernos de él quedan neutralizados por los que estamos por debajo. También nos ha parecido interesante incluir un gráfico que reproduzca las capturas mensuales. Se debe indicar que las desviaciones en algún mes (a la baja en todos los casos) son debidas a circunstancias ajenas al propio ejercicio de la pesca. El gráfico surge de la siguiente tabla:
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La media se encuentra en, aproximadamente, 1 8 kilos por mes.
Pesqueros prospectados
En la siguiente tabla presentamos los pesqueros que hemos probado a lo largo de este año. Destacar que son pesqueros habituales, aunque la verdad es que este año hemos viajado muy poco hacia la costa de Tinajo y de Punta Mujeres a Órzola. Referir un dato importante, el acudir a alguno de estos pesqueros depende del estado de la mar y, en menor medida, de los vientos reinantes y del horario de las mareas.
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Dos grรกficos aportamos en base a estos datos:
Obviamente, no hay que dar mucha mรกs informaciรณn sobre querencias de pesqueros.
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Reflexiones finales A partir de nuestra experiencia a lo largo de este año, que pensamos repetir mientras se pueda, podemos destacar las siguientes consideraciones, que nos permitimos nombrar como reflexiones, y de seguro que significarán tema de debate por su carga subjetiva. - Llama la atención la actitud de algunos pescadores, como el cuidado del estado de conservación de los pesqueros, no refiriéndonos exclusivamente al de los recursos pesqueros y la interactividad con otros pescadores. Nos ha parecido lamentable llegar a algunos pesqueros y encontrarnos con desechos tirados por todas partes del mismo, siendo estos de difícil eliminación por el medio ambiente. Con lo fácil que podría ser llenar una bolsa con los mismos y depositarla en el lugar correspondiente. Sin dudarlo, nosotros procedemos a recogerlos y actuar como se indica, mientras, aquellos quedan retratados. En este sentido es frecuente observar, especialmente en los meses de verano cuando la mar pierde fuerza, charcos situados a cierta lejanía de la zona intermareal con un fuerte olor a podredumbre, probablemente hipereutrofizados por trozos de pan, harina y cualquier otro componente de origen orgánico que algún descerebrado ha depositado en el mismo para preparar su pesca. Estamos convencidos que aunque durante el invierno el mar llega para limpiar, deberá pasar mucho tiempo para que el charco recobre su constante biológica. Otro aspecto que nos ha parecido hasta irritante es que mientras estamos pescando en un pesquero al que hemos llegado antes, y muchas veces tras una larga amanecida, comenzamos a observar con más frecuencia a otros pescadores que sin ningún reparo se te ponen al lado, y enérgicamente si te han visto sacar algún bicho. Sí, es cierto que el mar es de todos, ¿pero no es también el sentido común propiedad de todos? Nosotros nunca haríamos lo mismo en el sentido inverso, por mucho que nos guste el pesquero. Diría que se trata hasta de un ejercicio de mala educación.
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visto ninguna briota, ningún congrio y ningún cazón adulto. Ya desde hace algunos años ocurre con estas dos últimas especies y, sin ninguna duda, este caso se erige como claro exponente de su precario estado de conservación en las costas. Curiosamente, estas especies abundan a partir de cierta profundidad, pero lo que es en las orillas, parecen haber casi desaparecido. En el lado opuesto, parece evidente que sargos, viejas, bocinegros y cabrillas aun presentan un aceptable estado de conservación, especialmente al haberse observado capturas de talla notable. Con respecto a años anteriores, y parece que de modo aun débil, da la impresión que vuelven a verse con más frecuencia róbalos y bailas. Llama la atención el caso de estas últimas, en el sentido de que según informaciones contrastadas las aguas de Canarias están sufriendo una cierta elevación de su temperatura media y estos peces son querenciosos de aguas más bien frías, lo cual indica que o bien se refuta el dato anterior o bien que la especie se esté adaptando con éxito a los nuevos factores climáticos. No incluimos al róbalo bajo esa perspectiva indefinida, pues parece claro que muchas de las capturas son producto de huidas de sus jaulas de cría. - No parece, al menos pescando desde la orilla, necesario recortar más el tope máximo normativo de kilos por pescador y día.
El fundamento en que nos basamos para defender esta falta de necesidad es que es muy difícil alcanzar, por no decir sobrepasar, y con frecuencia, dicho tope. Se podrá decir, y con razón, de que basta que se sobrepase una vez para ser multado, pero consideramos que con ello no se lesionan los recursos pesqueros costeros. Claro que tampoco puede ser objeto continuo de pensamiento el sobrepasar el tope normativo. Una forma de evitar excesos o abusos sería instaurar un registro de capturas gestionado por la Viceconsejería de Pesca, donde se declararan kilos y especies capturados. La media de estos registros llevaría a fijar una media de referencia que debería cumplirse con responsabilidad, evitando en todo caso que se convierta en una referencia numérica que conduzca a señalar al - Preocupa las nulas capturas de algunas especies que no pescador que eventualmente la sobrepase como un hace muchos años eran relativamente frecuentes. transgresor normativo. Como ya se ha referido anteriormente, este año no hemos
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Bicuda en la piedra de Domingo Lorenzo No es habitual, para nada, pillar una bicuda (sphyraena viridensis) pescando a fondo. Y menos bajo las habituales situaciones de espera. Más esto que contamos sucedió un diecinueve de noviembre de 2011 , sobre las seis de la mañana en la famosa piedra de don Domingo Lorenzo, en El Golfo. Las condiciones del mar no invitaban a suponer que si un pescado de buen porte comiera pudiera embicherarse sin dificultades. Es bien sabido que la piedra es engañosa para el que no la conozca y, cuando menos, pueda llevarse un remojón desestabilizante que desorbite el ánimo. Hay que pescar la piedra desde bien arriba, al abrigo del viento, de los remojones y del riesgo de una caída al agua. Mejor que no ocurra. Desde que comenzó la pesca pocas picadas se tuvieron. Si que algún "submarino" hizo recordar la diversidad de tamaños que pueden tener los bichos pescables. Uno de los lances se echó apenas a unos metros de las rocas, con la fe depositada en que algún sargo evidenciara su existencia comiendo. Más no fue así... Unas picadas continuas, para nada fuertes que indicaran el encuentro con un pez de notable porte, fueron el preludio de una lucha que duró unos cuantos minutos llenos de todas las posibles emociones pesqueras. Tras acercarlo a tierra, Manolo presto al uso del bichero advirtió de lo que se trataba: ¡una bicuda!, y con ello despejó todas las hipótesis enunciadas durante la lucha: que si un jurel, que si un pejerrey... A la primera consiguió embicherarla y subirla por el corte casi vertical del pesquero. ¡Vaya bicuda!, decia mientras. No pudimos resistirnos tras felicitarnos por la captura e inmediatamente pasar al pesado: nada menos que cinco kilos de bicuda. Una captura para recordar siempre. La pesca se complementó con unos cuantos sargos que Manolo pilló de madrugada en la ensenada que forma el pesquero, redondeando una jornada maravillosa de pesca.
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Jurel en la playa de Montaña Bermeja Bien es sabido que la playa de Montaña Bermeja, aparte de conceder un paisaje de lo más espectacular bajo el entorno volcánico impactante que proporciona su pequeño lago y el hidrovolcán que le da nombre, ha sido un pesquero bastante recurrido por su generosidad a la hora de dar algún pescado y, sobre todo, por la comodidad del ejercicio de la pesca sobre sus negras arenas. También es conocido que, para ser playa, ha concedido en épocas anteriores jornadas mucho más fructíferas que ahora de pesca, al capturarse entonces en ella pescados de lo más variados y de buen porte, por lo demás. Cazones enormes, lubinas, zapatas moriscas, sargos, morenas pintadas, pejerreyes y muchas más especies han rendido su notable tributo. Desde hace algún tiempo, es cierto también que la playa es frecuentada por surfistas y bañistas en general, especialmente durante los meses de verano, lo que sin duda dificulta la pesca diurna, sin que ello signifique ninguna llamada de atención a su ejercicio, que en igual derecho están para el disfrute de la playa. Entonces resulta que la madrugada del diez de diciembre de 2011 , pescando en la playa desde muy temprano como siempre, solo había dado unas pocas picadas de roncadores, y además pequeños. Pues fue sobre las 07:00 horas cuando Paco siente que le levantan el aparejo y le viene hacia tierra, justamente al paso de un tren de olas regulares. Al tensar el sedal... ¡tironazo de aquí te espero! Y magnífica lucha diio el pescado. Al verse cerca de tierra, su lucha es extraordinaria y más al situarse continuamente de lado en relación al pescador. Al estar en la playa, no es necesario el bichero y, tras como se ha dicho uma emocionante lucha, el jurel queda en tierra. Jurel confirmado tras confundirse con una lubina primero y con una zapata morisca después. Jurel que en la báscula dio unos dignísimos tres kilos de peso y, lo mejor, unos magníficos momentos de pesca.
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The ending page: Historias de Suso (I)
Mojón en la frente
Jesús López, conocido por Suso el majorero al ser nacido en Antigua, municipio de Fuerteventura, es pescador deportivo y mejor compañero desde siempre. Muchas pescas echamos juntos. Tantas historias... Hombre rudo y a la vez servicial, guarda infinitud de historias relacionadas con sus vivencias y, claro está, con la pesca también. Tan rudo es este hombre que el engodo lo hace majando directamente los restos de sardinas con un callao. Esas historias eran la comidilla en los viajes de vuelta a casa tras las pescas, y casi las esperábamos con las mismas ansias que las producidas por la espera de capturas en la pesca. Comenzamos esta serie de historias con una que ocurrió en la costa del pueblo de Sóo, al noroeste de la isla de Lanzarote, en una noche de luna nueva de verano, algo ventosa pero no lo suficiente como para impedir la pesca. Y justamente en los eternos momentos donde la marea baja notablemente. La oscuridad, imponente. Tanto como bien dice Suso: se puede cortar con un cuchillo. Esas noches son aprovechadas no solo por pescadores, sino por gentes que van en busca de cangrejos y pulpos utilizando hachos alimentados con gasoil. La luz que les proporcionan deslumbran a crustáceos y cefalópodos posibilitando una fácil captura. Sin embargo, esta más que demostrado que en la orilla la luz perturba notablemente la pesca y, por eso, los bienintencionados que cangrejean ponen cuidado en no pasar por donde está alguien pescando que, de seguro les ha hecho señales luminosas con su linterna indicandoles su presencia. Yo me encontraba como a cien metros de donde Suso pescaba y los vi llegar. A unos que no eran precisamente bienintencionados, sino codiciosos e irrespetuosos en su afán mariscador. Eran cuatro. Llegaron hasta mí, haciendo caso omiso de mis avisos de que no lo hicieran y un buen rato estuvieron echándole mano a todo invertebrado que se moviera. Se largaron dejándome con un palmo de narices y me chafaron la pesca. Observé al poco como se acercaron a Suso y tras un breve momento, pude comprobar como los hachos daban la vuelta como de súbito y fueron desapareciendo a lo lejos. Cuando volvíamos en el coche rumbo a Arrecife le conté de lo que me había pasado y, entonces, tras hablarme Suso, encontré la explicación a la súbita vuelta de aquellos cuatro tipos. Resulta que los vio llegó y que también se desgañitó en pedirles que no pasaran a su lado. Tanto que uno se atrevió a contestarle de la siguiente manera: - ¿Qué problema tiene, maestro? - -Pues que me están fastidiando la pesca -replicó Suso.- Aquí estaba yo primero y con esas luces no voy a coger nada. - ¿Es que acaso esta piedra es solo suya? -le volvió hablar, el tipo fanfarrón.- ¡Vaya hombre!, le voy a poner hasta un mojón para marcársela. Y a lo que Suso le contestó: -Ponga usted el mojón que quiera en el pesquero, pero mire lo que tengo en la mano -el callao para hacer engodo-. ¡Como usted dé un paso más va a convertirse en un mojón en medio de su frente! Y de ahí, la vuelta súbita.
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Francisco Hernández, enero de 201 2