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Eduardo Delgado Amigo Ministros de la SCJN Memoria epistolar 37 38

Agosto 2020

CONSTRUCTOR DE AFECTOS

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MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS Ministra en Retiro de la SCJN

Después de librar, estoicamente, diversas batallas contra una cruel enfermedad a la que enfrentó con valentía, determinación y entereza, el Ministro en Retiro Sergio Salvador Aguirre Anguiano se nos adelantó en su paso por esta vida. La noticia de su fallecimiento aun cuando sabíamos de su padecimiento, no dejó de ser una triste revelación para sus seres queridos, compañeros y amigos.

Don Sergio, un ser humano constructor de afectos y esperanza. De tersa seriedad, amable y reflexiva. Un hombre bondadoso de profunda religiosidad. Pensamiento y actuación en perfecta armonía. Buen amigo, excelente compañero, paternal jefe, extraordinario ser humano. Su educación culta e informada le permitió un uso espontáneo del lenguaje, tanto de forma oral como escrita, con el sobresaliente estilo del hombre sabio del que fluyen los conocimientos al tomar la palabra o empuñar la pluma. Es de todos conocida su actuación como prestigiado Notario Público,

aguerrido litigante, socrático maestro y notable Ministro de la Suprema Corte de Justicia. Actuación que se caracterizó siempre por la espontaneidad de su talento, la profundidad de su conocimiento, su gran experiencia jurídica.

Casi 18 años ocupó el honroso cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Años que transcurrieron inmersos en la vorágine del trabajo jurisdiccional con la velocidad que un suspiro acota la distancia y, hoy, permite apreciar los saldos.

La vida generosa y pródiga conmigo, me dio la oportunidad de coincidir con él durante casi 9 años en el Máximo Tribunal del país, donde tuve el privilegio de abrevar de su experiencia, disfrutar su compañerismo y cultivar su amistad. Cuando Don Sergio me pidió que le pronunciara el discurso de despedida de la Corte, fue para mi motivo de gran satisfacción, orgullo y compromiso. Entonces, decidí entrevistarlo y en la camaradería de la charla me platicó muchas anécdotas de su vida. Una vida plena, de un hombre de bien.

Evocando ese discurso de despedida, dedicaré las siguientes líneas a otro

aspecto muy importante de su vida: al esposo, al padre, al hombre de familia.

Originario de la Perla de Occidente, Don Sergio enalteció con su obra coti- diana en favor de la justicia, la gran- deza de su tierra natal, a la que siem- pre estuvo ligado por sentimientos de orgullo y pertenencia. Su infancia se desarrolló en la convivencia alegre y fraterna de una familia tradicional, propia de su tiempo, de gran religiosi- dad, de profundos valores. Recuerda: un patio jalisciense, prolongación del patio del colegio, cubierto de amigos, risas y algarabía.

Don Sergio se hizo abogado, como lo narré en otro momento, por respeto a la sugerencia de su querido hermano ma- yor. El joven profesionista, convertido, además, en apuesto mozo, concomitan- temente con el inicio de su carrera pro- fesional, sembró la cimiente de su vida familiar con una admirable mujer que eligió como madre de sus hijos y com- pañera de su vida. Al respecto, Don Sergio hacía una broma y decía: “yo me saqué a Licha en la ruleta”.

Fue en una kermes de la iglesia de Chapalita. Una hermosa joven de fac- ciones delicadas, tez de porcelana y negros cabellos, atendía la ruleta a la que Don Sergio, habiéndola descubier- to con ojos de águila, acudió a probar fortuna, haciendo gala de sus ya des- de entonces grandes conocimientos lúdicos. Su suerte fue tanta, que no solamente obtuvo ganancia, sino que, solícito y galante, se ofreció a ayudar a cuidar el puesto

Ayuda mutua que tuvo como fruto un maravilloso matrimonio en el que procrearon a sus hijos: Sergio Salva- dor, Ana Alicia y Adriana Patricia. Hombre y mujeres de bien, el prime- ro y la tercera abogados de profesión, y la segunda, arquitecta. Aumenta- ron la familia con tres hijos políticos más: Claudia, Eduardo y Carlos, y 8 nietos: Sergio Salvador, Juan Pablo, Julia, Eduardo, Inés, Carlos, Elena y Lucía, que constituyeron, a decir de Don Sergio, la razón de su existencia.

El pensamiento que los hijos de Don Sergio brindaron a su padre con mo- tivo de su conclusión de encargo en la Suprema Corte fue el siguiente:

“Un padre como un buen cazador, que además siembra la tierra para que tu madre coseche... que dota de cimientos sólidos la casa, que proporciona materia- les nobles, para que tu madre construya el hogar... que te lleva todos los días al colegio… que te obliga a pensar... un padre amigo, tu amigo... un padre feliz.

Feliz, antes que nada. Pero no perfecto.

De carácter fuerte, eso sí, de ideas cla- ras, dolorosamente definidas, y muchas veces opuestas a las tuyas… un padre que te dice a la cara ‘no estoy de acuer- do’. Un padre que le pone nombre y ape- llido a las cosas, que no hace telarañas con las minucias, que no se anda con miramientos innecesarios. Por el que me volvería a pelear en Disney con mis her- manos, buscando estar sentada a su lado en la montaña rusa. En esa montaña y en ésta, que significa estar vivo.

“Hoy que terminas tan importante cargo, te decimos de nuevo que te que- remos y admiramos: nos dejas una gran lección de honradez, congruencia y per- sistencia. Todo lo que argumentaste a lo largo de tu periodo, sabemos, devino de un compromiso con la honestidad inte- lectual, tu recio apego a principios y la pasión que siempre te ha y seguirá ca- racterizando.

“Es difícil en pocas palabras traducir nuestro sentir de orgullo y enfatizar el compromiso que nos has dejado: el im- primir en nuestras vidas pasión por lo que hacemos, limitada sólo por razones y proyectada hacia valores. Muchas gra- cias papá”.

Siendo un hombre de trabajo, pro- ducto de la cultura del esfuerzo, ya re- tirado de la Suprema Corte, estableció sus oficinas para seguir luchando, des- de una trinchera distinta, por el acceso a la justicia, por su ideales y por la pre- servación de los Derechos Humanos, sobre todo del más preciado, el derecho a la vida. Fundador de la Revista “Tiem- po de Derechos”.

Con Don Sergio Salvador Aguirre Anguiano se nos ha ido mucho más que un gran jurista y un convencido patriota. Se ha ido un gran ser humano. Descanse en paz.

Agosto 2020

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