FEATURE
VERSOS DEL VIVIR VERSES OF LIVING
MIGUEL POVEDA Por: BORJA ILIÁN
El cantaor Miguel Poveda es el artista flamenco más importante de los últimos 20 años. Poveda ha recibido los más altos galardones de la cultura española y catalana como el Premio Nacional de Cultura de Cataluña y Premio Nacional de Música de España. Artista multiplatino, llena los foros de México y el mundo con su flamenco universal y sus adaptaciones de grandes poetas como Federico García Lorca. Catalán y español que revindica el encuentro y la libertad de todos los géneros. «
The “cantaor” Miguel Poveda is the most important flamenco artist of the last 20 years. Poveda has received the highest awards of Spanish and Catalan culture such as the National Prize for Culture of Catalonia and the National Music Prize of Spain. Multiplatinum artist, he fills the forums of Mexico and the world with his universal flamenco and his adaptations of great poets like Federico García Lorca. A Catalan and Spanish artist that vindicates the encounter and freedom of all genres. «
Time Contact - Sobre tu espectáculo en México con las adaptaciones de Lorca, ¿es un intento de pedagogía por tu parte? Miguel Poveda - Quizá no de forma premeditada, pero si sirve, yo encantado. Lo que he intentado con este trabajo de García Lorca es aprender y disfrutar. El reto era ponerle música a los textos y que estuviera en el contexto de la letra, que tuviese la lectura que debe tener en el aspecto musical. Pero si esto sirve para que la gente más joven descubra a otro Federico o de repente se envuelva más en la poesía, pues genial. TC - La vanguardia del flamenco, ¿está más en la pureza o en la heterodoxia? MP - A día de hoy, después de que todo el mundo quería hacer las cosas más novedosas, volver a la raíz, a lo auténtico, a lo verdadero ha sido lo más innovador que se ha hecho. Creo que hoy en día con tanto enredo lo más innovador es cantar tradicional y clásico. Yo por un lado soy muy ortodoxo, pero no soy radical, también soy un espíritu libre, es decir, me encanta el canto clásico y tradicional porque me gusta reivindicar a los maestros y que la gente de las nuevas generaciones siga sabiendo sobre esos artistas. Pero por otro lado también siento la necesidad de moverme con libertad, experimentar otros campos y de sentirme cómodo en otras posturas musicales. TC - ¿Tienes la sensación de ser un artista que ha ido defendiendo banderas de apertura, libertad, de expresión, del arte? MP - Pues no por abanderar, ha sido por defender lo que creo. Lo que creo que es bello, natural y normal. Darle normalidad a las cosas es la única bandera que he cogido. Desde mi libertad y seguramente equivocándome no imponiendo mi razón, no quiero sentirme pesado de cosas que quiera el ser humano ver de mí que no soy. Me quito caretas y trajes y me voy mostrando más desnudo artísticamente para darle normalidad a cosas que yo creo que son naturales. Esa es la única bandera que llevo, la de la libertad y la de la normalidad. TC - Cataluña está más distanciada de España, del encuentro cultural que tú has defendido. En la defensa de los derechos de la libertad sexual nos encontramos con el feminismo enfrentado al tema de la subrogación. El nacionalismo, en lugar de disfrutar géneros como el flamenco y la copla, que unían a los catalanes, niega al otro, ¿qué crees que está pasando? MP - No sé por qué estamos radicalizándonos, estamos cogiendo con pinzas todo lo que se dice y las redes pueden ser muy crueles a veces y eso tendrá un efecto rebote que no puede continuar así, los extremos tan radicales nunca llegan a algo bueno. Yo lanzaría una bomba atómica de sensatez, de amor, tranquilidad, de escucharnos los unos a los otros, de respetar las opiniones de los demás, aunque no estemos de acuerdo. Pero sí creo que la sociedad te convierte cuando defiendes algo desde el amor y desde el cariño, depende de cómo lo expliques, de cómo lo titules o de cómo lo expongas, eso te puede convertir en un enemigo sospechoso o una persona que se fusile mediáticamente. Yo defiendo la igualdad totalmente, vivo con puras mujeres en mi casa, yo soy homosexual, y tengo mi lado feminista en el sentido amable de la palabra de la igualdad, pero no siento al hombre como el enemigo. Una cosa es ser feminista y otra cosa es ser la enemiga del hombre, por supuesto hay hombres crueles y hay que castigarlos al igual que a las mujeres. Sí, hay que erradicar el tema de la violencia y que sea castigado, pero eso no puede convertirse en algo radical, ni generalizarlo porque también hay hombres buenos en el planeta.
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