"La Paz" (secciones) (Kabbalah For The Student, p.262) Las contradicciones en la Providencia Cada persona razonable que examina la realidad ante nosotros encuentra dos opuestos completos en ella. Cuando se examina la Creación, su realidad y sus conductas, hay mando evidente y afirmado de gran sabiduría y habilidad, tanto en la formación de la realidad y la seguridad de su existencia general. Déjenos tomar como ejemplo la creación del hombre: es el amor y el placer de sus progenitores la primera razón, asegurando realizar su deber. Y cuando la gota esencial es extraída del cerebro del padre, la Providencia ha sabiamente asegurado para ello un lugar seguro, lo cual le califica para recibir la vida. La Providencia también le da su pan de cada día en la cantidad exacta, y también le prepara una maravillosa fundación en la matriz de la madre para que ningún extraño pueda dañarlo. Esto tiende a cada una de sus necesidades como una nana entrenada quien no lo olvidaría ni un momento, hasta que haya adquirido la fuerza suficiente para salir a nuestro mundo. En ese momento, la Providencia brevemente le presta solamente la suficiente fuerza para romper las paredes que le rodean, y como un guerrero entrenado y bien armado hace una apertura y sale al mundo. Entonces tampoco la Providencia le abandona. Como una amorosa madre, le trae gente cariñosa, leal en la que pueda confiar, llamadas “madre” y “padre”, para ayudarlo a través de sus días de debilidad hasta que crezca y sea capaz de mantenerse. Así como hombre son los animales, las plantas y los objetos, todos están sabiamente y compasivamente cuidados para asegurar su propia existencia y la conservación de las especies. Pero los que examinan la realidad desde la perspectiva de la provisión y persistencia pueden claramente ver el gran desorden y confusión como si no hubiese ningún líder ni guía. Todos hacen lo que es bueno ante sus propios ojos, construyéndose sobre la ruina de otros, el mal prospera y el justo es pisoteado despiadadamente. Tenga en cuenta, que esta oposición es puesta ante los ojos de cada persona sensible y ha ocupado a la humanidad aún en sus primeros días. Hay muchos métodos para explicar estos dos aparentes opuestos en la Providencia, loa cuales ocupan el mismo mundo.
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Primer método: la naturaleza Este método es antiguo. Puesto que no encontraron una manera ni una solución para acerar estos dos opuestos, asumieron que el Creador, que creó todo esto, que lo cuida poderosamente Su realidad para que nada desaparezca, no tiene mente ni sensaciones. Por lo tanto, aunque Él cuide la existencia de la realidad con sabiduría maravillosa, a pesar de que Él mismo no tiene mente y hace todo insensiblemente. Si hubiera habido cualquier razón y sentimiento en Él, seguramente no habría dejado tales males funcionando en la realidad sin compasión para el atormentado. Por esta razón, lo nombraron "naturaleza"; es decir, un supervisor sin mente ni corazón. Y por esa razón, creen que no hay nadie con quien enfadarse, o a quien rezar a o ante quien justificarse.
Segundo método: dos autoridades Otros eran más inteligentes: ellos encontraron difícil aceptar el concepto de la supervisión de la naturaleza porque vieron que la supervisión de la realidad, para asegurar su existencia, es una sabiduría mucho más profunda que cualquier culminación humana. No podían está de acuerdo con que aquel que supervisa todo no tuviera mente, porque ¿cómo puede uno dar lo que no posee? Y ¿puede alguien enseñar a su amigo si él mismo es un ignorante? ¿Cómo pueden decir de Él, que realiza ante nosotros actos tan astutos y sabios, no sabe lo que está haciendo, que Él lo hace por casualidad? Es claramente evidente que la casualidad no puede arreglar ningún acto ordenadamente, ideada sabiamente, mucho menos asegurar su existencia externa. Como consecuencia, llegaron a un segundo concepto que hay dos supervisores: uno crea y sostiene todo lo bueno y el otro crea y sostiene el mal. Y ellos han elaborado bastante ese método con evidencias y pruebas a lo largo de su camino.
El tercer Método: dioses múltiples Este método nació del seno del método del método de las dos autoridades. Esto se debe a que han separado y dividido cada uno de los actos generales para sí; es decir, la fuerza, la riqueza, el control, la cólera, la belleza, la hambruna, la muerte, el desorden, etcétera. Han designado a cada uno su propio supervisor y expandieron el sistema a voluntad.
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El cuarto método: abandonado Últimamente, cuando el conocimiento se incremento y vieron los enlaces entre todas las partes de la Creación, reconocieron que el concepto de dioses múltiples es completamente imposible. Por ello la pregunta de la oposición sentida en la Creación despertó de nuevo. Esto los llevo a asumieron un nuevo concepto: que el Supervisor de la realidad es de hecho sabio y cariñoso. Pero debido a Su exaltación, que está más allá de la concepción, nuestro mundo es considerado un grano de la arena, nada ante Sus ojos. No le merece la pena para molestarse con nuestros diminutos asuntos, y es por ello que nuestro sustento es tan desordenado y cada hombre puede hacer como le parece correcto. Junto a estos métodos, existieron métodos religiosos de Divina unidad. Pero este no es el lugar para examinarlos ya que quise sólo examinar los orígenes de donde se tomaron los que los métodos sucios y sus perplejos conceptos que vastamente dominaron y se expandieron en diversas épocas y lugares. fueron tomados y dado el control y ampliados en veces y sitios diferentes. Encontramos que la base de la cual nacieron todos estos métodos y emergieron de la contradicción entre los dos tipos de Providencia detectable en nuestro mundo, y todos estos métodos fueron sólo para reparar esa gran mella. Aún así, nada es nuevo bajo el sol. Y no sólo no se reparó esa gran mella, sino que por el contrario, crece y se expande ante nuestros ojos en un terrible abismo, sin ver o esperar una salida. Y cuando veo todos esos intentos que la humanidad ha estado haciendo en vano durante muchos miles de años, me pregunto, si no deberíamos buscar la reparación de esta gran mella por parte del punto de vista del Supervisor en absoluto, sino por el contrario aceptar que esta gran corrección está en nuestras propias manos.
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