IInforme nforme
Lecciones Aprendidas y Buenas Prácticas (Resumen)
Programa de Prevención, Reducción y Mitigación de la Violencia en Niñez y Juventud en Colombia.
Dirección Nacional de Voluntariado
Cruz Roja Colombiana
Informe Lecciones Aprendidas y Buenas Prácticas (Resumen) Dirección General: Fabio Betancur Ramírez , Director Nacional de Voluntariado Editada por: Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana.
Realizada por: Diana Paticia Sandoval Castillo, Psicóloga Supervisión: Fabio Betancur Ramirez Director Nacional de Voluntariado Asesoría: Martha Alicia Ruiz Castro Coordinadora Técnica Nacional Prevención de Violencia de Niñez y Juventud. Diagramación: Paola Díaz Rojas
Con el apoyo de Cruz Roja Noruega Cruz Roja Colombiana.
NOTA: La totalidad o partes de la presente guía podrán ser copiadas, por cualquier medio, o utilizadas para fines didácticos siempre que se cite la fuente.
IInforme nforme
Lecciones Aprendidas y Buenas Prácticas (Resumen)
Programa de Prevención, Reducción y Mitigación de la Violencia en Niñez y Juventud en Colombia.
Dirección Nacional de Voluntariado
Cruz Roja Colombiana
1
Resumen ejecutivo El presente documento contiene los resultados de la exploración sistemática sobre las lecciones aprendidas y las buenas prácticas en el marco del Programa de Prevención, Reducción y Mitigación de la Violencia en Niñez y Juventud en Colombia, en las seccionales Bogotá y Cundinamarca, Antioquía, Bolívar, Magdalena, Sucre, Valle, Nariño, Santander. Dicha exploración trata de reconstruir la memoria histórica de las líneas de acción del Programa de Prevención, Reducción y Mitigación de la Violencia en Niñez y Juventud en Colombia, teniendo en cuenta PANICA: prevención y apoyo a comunidades de alto riesgo, PACO, paz acción y convivencia en contexto de violencia escolar y juvenil urbana, y Proyecto Para la Protección y Apoyo de Niños y Niñas en Situación de Desplazamiento a través de la propuesta de refuerzo escolar con todos los sentidos. Propuestas que han surgido a través de la experiencia en los territorios, desde la iniciativa del voluntariado de la Cruz Roja Colombiana, con apoyo de sus diferentes agrupaciones como son los juveniles, las damas grises, los socorristas, voluntarios de apoyo entre otras modalidades de voluntariado que promueve la Dirección Nacional de Voluntariado. La metodología de recolección de la información sobre lecciones aprendidas y buenas prácticas se organizó en tres etapas:
Etapa 1: Revisión de las fuentes primarias y secundarias para
conocer a fondo el papel de las líneas de acción identificadas que en adelante se nominarán de manera abreviada con fines meramente prácticos: PANICA, PACO y PANNSD, destacando las acciones implementadas para el logro de sus objetivos, contribuyendo de esta manera a un primer análisis que permitió la elaboración de instrumentos de trabajo de campo.
Etapa 2:
Recolección de información primaria, mediante entrevistas semi-estructuradas a los actores claves de las líneas PANICA, PACO y PANNSD.
Etapa 3: Procesamiento y análisis de la información, obtenida
de las fuentes primarias y secundarias, para la elaboración del informe preliminar y, posteriormente, la redacción de la versión final de las lecciones aprendidas y las buenas prácticas. Como resultado del proceso de sistematización de la información recogida, se identificaron cuatro ejes que permitieron organizar el
análisis de la información y describir buenas prácticas y lecciones aprendidas ordenados de acuerdo a los criterios de evaluación. Estos ejes temáticos son: - Adecuación a las necesidades de los beneficiarios - Administración y gestión - Replicabilidad y prestigio - Medida y verificación objetiva de resultados obtenidos Seguidamente se describirán las principales conclusiones sobre las buenas prácticas y las lecciones aprendidas de acuerdo a los ejes temáticos mencionados. Adecuación a las necesidades de los beneficiarios. Como buena práctica los equipos técnicos, la coordinación operativa de cada línea de acción evidencian un reconocimiento de las necesidades de los beneficiarios dado que apropian los objetivos y la metodología de las diferentes líneas de acción. No obstante, como lección aprendida se requieren las mesas de diálogo interdisciplinario constante a los equipos con el fin de flexibilizar y permitir introducir modificaciones en los instrumentos de recopilación y análisis de la información en caso de que la situación vulnerable tratada se comporte de manera cambiante, y la realidad y acompañamiento técnico, así lo aconseje. Otra de las lecciones aprendidas con respecto a la adecuación a las necesidades de los beneficiarios, es designar un profesional adicional con dedicación exclusiva, especializada en la sistematización mixta, es decir narración cualitativa holística y registro cuantitativo con perfil etario, de las experiencias con el objetivo de reconocer, describir y caracterizar las experiencias que se suscitan en los territorios, puesto que la sistematización organizada y reflexiva contribuye al aporte científico de generación argumentada de conocimiento en los territorios. Lo anterior, podría significar la participación objetiva y con conocimiento de causa, en el desarrollo de políticas públicas, elaboración de diagnósticos actualizados de la realidad en el marco del ámbito familiar, escolar, comunitario, individual, en el marco de la calidad de vida y salud de los beneficiarios, caracterización de la vulnerabilidad por grupos específicos, referenciados por ciclo vital. Así mismo la Cruz Roja Colombiana, aportaría evidencias argumentativas con base a la experiencia y la convivencia en los territorios para el desarrollo de los planes de desarrollo locales, y nacionales, dado que como buena práctica se resalta la permanencia segura de la Cruz Roja generando procesos que se mantienen en el tiempo a largo plazo, es decir procesos longitudinales que duran tres años de permanencia, con etapas bien marcadas. Esto último podría empezar a medirse a través
2
3
del seguimiento a las familias atendidas por las diferentes líneas de acción teniendo en cuenta el cierre y salida de los procesos psicosociales de las comunidades geográficas o funcionales. Así mismo, se observa como lección aprendida, la necesidad de rediseñar en lo posible la ausencia prolongada por más tres meses en las comunidades geográficas o funcionales, dado que la población participante se dispersa, y se genera ruptura en los procesos, pérdida significativa de la población de base. Esto sucede, cuando el programa cierra sus actividades anuales a final de año, enel mes de noviembre, y se retoma la ejecución del programa aproximadamente en el mes de marzo, y en algunas comunidades se reinicia en el mes de mayo del año siguiente; lo cual propicia resolver la ausencia, con el inicio de procesos psicosociales, de exploración y acercamiento, e invitar a nuevos participantes. Administración y gestión: como buenas prácticas, se encuentra que en todas las seccionales organizan su actuación con base a objetivos, medios y calendarios previamente establecidos. La herramienta del marco lógico, el plan operativo anual, en adelante POA y el formato de monitoreo de indicadores permiten planear y organizar los procesos del programa. así mismo, se realiza una planificación mensual de las actividades, responsables, materiales en relación con las metas e indicadores del POA y se publican en carteles donde se prepara todo el equipo de trabajo. Lección aprendida en la planeación y desarrollo de los centros de interés deportivo, en algunas seccionales (manejo del tiempo libre) se hace plan de trabajo deportivo, plan de entrenamiento tanto físico como técnico-táctico para evaluar el avance de los beneficiarios, dado el interés particular de cada región. Así mismo se hace necesario la existencia de una articulación y coordinación con el nivel local de cada región e incluso internacional para la fusión y extensión de las iniciativas de interés recreativo y deportivo con profesionales del deporte y de las artes plásticas. Replicabilidad y prestigio: en el marco de las buenas prácticas, las ocho seccionales coordinan sus actuaciones con otros agentes y actores institucionales y ofrecen su experiencia con principios fundamentalmente humanitarios dando paso a procesos que perduran con el paso del tiempo, y se constituyen los programas que ofrece la Cruz Roja Colombiana en el territorio nacional como una fuerte red de apoyo para la población en situación de vulnerabilidad, teniendo en cuenta los diferentes grupos vulnerables entre los cuales se encuentran los niños, niñas, jóvenes y sus familias en situación de desplazamiento, vícti-
mas de la explotación sexual infantil, niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia urbana y escolar, entre otras tipologías que se presentan en la regiones del territorio colombiano. Están abiertos al intercambio mutuo según evidencia la recolección de la información. Se ofrecen intercambio mutuo de objetivos y acciones que podrían adelantar con sus pares a nivel institucional, intersectorial y transectorial. La lección aprendida frente al reconocimiento de la Cruz Roja Colombiana en el territorio Nacional es positivo y sólido, varias instituciones unen sinergias desde los aspectos operativos de la ejecución programática y técnica, más no comparten la ejecución de presupuestos, ni tampoco se plantean la opción de realizar procesos administrativos o jurídicos que van más allá de la ejecución operativa de los planes de acción anual en donde se encuentran las iniciativas desde los diferentes frentes de acción a nivel de salud pública, gobiernos locales, organizaciones religiosas posicionadas, entre otras organizaciones de la sociedad civil, que se consolidan como actores claves en la mitigación, reducción y prevención de la violencia en zonas de alta incidencia en el territorio colombiano. Lección aprendida con respecto al prestigio que tiene la Cruz Roja Colombiana, en mitigar, reducir y prevenir la violencia en zonas de alta vulnerabilidad social, se evidencia el reconocimiento y seguridad en las comunidades, con respecto a los otros actores institucionales, dado que los procesos trasversales de la Cruz Roja en el territorio nacional, permanecen con el paso del tiempo, marcan calidad e impacto en las poblaciones puesto que se reconocen criterios bien definidos, caracterizados por acercamientos paulatinos para adentrarse en las comunidades con respeto, buscando interlocutores válidos en las comunidades, intercambio de necesidades y co-construcción de los planes de acción que tienen un marcado inicio y saben exactamente los alcances y salida en las comunidades, son algunas de las precisiones que los diferentes actores como otras instituciones, las familias, los niños, niñas y jóvenes, comunican en sus narrativas. Medida y verificación objetiva de resultados obtenidos, lo cual obedece a buenas prácticas: consiguen resultados objetivos mensurables, utilizando instrumentos de medida tales como; líneas de base, evaluaciones, autoevaluaciones, las cuales miden el avance de cada niño/a o joven, utilizan otros instrumentos emergentes en la acción como las planillas de inscripción a actividades de interés deportivo y centros de interés vocacional, y manejo del tiempo libre. En contraste a la buena práctica, de obtener resultados mensurables a través de instrumentos, se evidencia como lección aprendida la necesidad de estudiar con objetividad y técnica-
4
5
mente, la gran cantidad de información que emerge de la tabulación de datos, registrados en el catálogo de instrumentos dispuestos para tomar diferentes medidas a la población participante, en coherencia con indicadores de logro homologados a los diferentes territorios. La experiencia de la revisión sistemática contrastada con la realidad es la obtención de bastantes datos que no logran ser interpretados y analizados con total apego a la realidad por diversas variables a saber. En primera instancia, la fluctuación de la población beneficiaria por un lado. Por otro no todos los equipos realizan evaluaciones inmediatamente se terminan los procesos psicosociales en la comunidad por agotamiento físico y porque los instrumentos de evaluación son extensos y toman un tiempo extra considerable. Esto debe ser revisado en aras de recoger información valida, concreta y sustentada en el ciclo vital de la comunidad geográfica o funcional. Los instrumentos de recolección de la información son bastante útiles y ayudan a organizar la información de manera objetiva, no obstante, valdría la pena realizar una mesa técnica exclusiva de revisión y actualización de la información acorde a las necesidades de la comunidad y de los criterios del Programa de Prevención, mitigación y reducción de la violencia en niñez y juventud en Colombia. Analizan su propio proceso de actuación y cuentan con indicadores contrastados y fiables del mismo, a través de la medición de los resultados según el plan operativo anual y mensual. La metodología del marco lógico contextualiza cuatro resultados macro: el primero, actividades relacionadas con NNJ; el segundo relacionado con actividades dirigidas a padres y docentes; en tercer lugar, redes de apoyo y en el cuarto resultado, el voluntariado y trabajo con otros. Elaboran y difunden sus propias investigaciones y pesquisas, dada la multidisciplinariedad, se comparten casos y temas nuevos que extienden a la comunidad escolar (NNJ). Así mismo, en algunas seccionales se han elaborado artículos sobre: sexualidad en la infancia; aprender a decidir en grupo; socialización de los proyectos de empleabilidad generada con la red de apoyo familiar, publicación de cartillas prácticas y teóricas que guían la acción a nivel individual, familiar y comunitario en el marco de la atención psicosocial con enfoque humanitario. Las lecciones aprendidas con respecto al estamento medida y verificación objetiva de resultados obtenidos, se debe fortalecer y argumentar técnicamente a través de las actividades propias de la narración e investigación exclusiva de los fenómenos emergentes y participantes en la acción humanitaria. Desde el punto de vista de la experticia y la lectura holística de la realidad
social que enmarca la violencia en Colombia, lo cual aportaría en suma a participar en la construcción de observatorios de violencia a nivel local, nacional e internacional, por un lado. Por otra parte, se debe implementar y fortalecer la investigación y la sistematización de las experiencias en las acciones de mitigación, reducción y prevención de la violencia en el ambiente que se transforma y muta a incidentes de violencia de alta complejidad. Los eventos y tipologías de violencia se diversifican según la historia persé de las regiones. Así mismo, se posiciona la retroalimentación como lección aprendida, a través de la conversación con los compañeros, dado que es la práctica común en el voluntariado juvenil para resolver cuestionamientos; no obstante se hace visible la necesidad de especializar al voluntariado y a todo el personal de apoyo tanto técnico, operativo y de prácticas profesionales, en el manejo y conocimiento experto del fenómeno violencia desde la perspectiva multidimensional, tomando como ejes transversales fundamentales del entrenamiento especializado, la dinamización del enfoque diferencial, los grupos vulnerables a los cuales se extiende el accionar humanitario de la Cruz Roja Colombiana, y de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, así mismo el reconocimiento del marco normativo, legal y las políticas públicas que se han generado alrededor de los temas específicos que se manejan en los territorios. Otra lección aprendida, la necesidad de reconocer, atender, mitigar y reducir los efectos de las diversas formas de violencia, evidenciada en los relatos y narrativas del voluntariado, los equipo técnicos y la coordinación técnica a nivel nacional, describiendo otras formas de violencia encontradas en el quehacer humanitario, tales como; la trata de personas, explotación sexual, la explotación laboral infantil, matrimonio servil infanto-juvenil, mendicidad ajena, violencia intrafamiliar, niños, niñas y jóvenes que se ven forzados a ejercer el microtráfico de estupefacientes para el sostenimiento de sus familias, el consumo y adicción de sustancias psicoactivas, la participación en pandillas juveniles, sicariato emergente de las bandas criminales, participación en grupos al margen de la ley, observatorio del sistema de responsabilidad penal para adolescentes ley 1098 de 2006 y 1456 de 2011, en aras de la cualificación experta que requiere la Cruz Roja, según lo sugiere La Etrategia 2020 en un marco dinámico, abierto a contextos diferentes y a la evolución de las circunstancias, como lo sugiere la dinámica actual del estado colombiano. Teniendo en cuenta lo anterior es preciso diseñar un currículo con enfoque holístico transformador de carácter explicativo, estableciendo relaciones de causalidad, sin quedarse en meras descripciones de la realidad. En segunda instancia, se requiere
6
7
satisfacer las necesidades de las poblaciones con enfoque de empoderamiento y autogestión a nivel individual, familiar y comunitario para generar impactos que re-signifiquen la calidad de vida y salud. Ahora bien, se rescata como lección aprendida, la necesidad de establecer una posición guiada y coordinada por la Cruz Roja Colombiana, en el marco normativo de la restitución y protección de derechos fundamentales desde el reconocimiento como seres humanos sujetos de derechos, en casos que ameritan la acción humanitaria de apoyar la restitución de derechos vulnerados a las diferentes poblaciones, en coherencia con el “Programa Prevención, Reducción y Mitigación de la Violencia en Niñez y Juventud en Colombia”, centrando la acción en la niñez y la juventud, se debe tener en cuenta el diseño o políticas claras de la Cruz Roja donde se debe privilegiar el interés superior del niño/a, con base en la Ley Orgánica de Protección de Niños, niñas y Adolescentes, en el marco de las normativas locales y nacionales, la Cruz Roja Colombiana debe ser garante a través de acciones coherentes con los Principios Fundamentales del Movimiento imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad en especial para que los niños, las niñas, los adolescentes y sus familias, disfruten plenamente de sus derechos y garantías. Entonces surge el cuestionamiento respetuoso, susceptible de debate al interior de la Cruz Roja Colombiana:¿cuál es su posición como garante ante la corresponsabilidad del estado, la familia y la sociedad civil para asegurar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes?, tomando en cuenta el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, dado que la opinión de los niños, niñas y adolescentes es la prioridad absoluta, en las acciones y decisiones que les conciernen a todos los actores, asumiendo los principios de igualdad y no discriminación, especialmente en la hora de implementar acciones humanitarias de apoyo psicosocial, cuando en el quehacer aparecen relatos de nuestra población objeto de trabajo humanitario sobre ser víctimas de las peores formas de abuso sexual, maltrato infantil, violencia intrafamiliar y se observa claramente a través de las intervenciones que nuestros beneficiarios requieren ser escuchados y tenidos en cuenta dada la vulneración de sus derechos desde la perspectiva de ciudadanía.
Lecciones Aprendidas
Conclusiones Propositivas Sobre Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas
Es necesaria una estrategia de la Sociedad Nacional sobre el abordaje y la atención en violencia, y que Diplomacia Humanitaria sea una herramienta o elemento transversal en la construcción de los programas, proyectos, ideas, propuestas de alto impacto, maxime cuando se convive en las seccionales con diferentes actores del conflicto generalizado de la violencia en Colombia. Se debe actualizar permanentemente las estrategias de trabajo con las necesidades cambiantes de la población en las seccionales, teniendo en cuenta la coherencia de las propuestas desarrolladas. En unas seccionales se involucra a la población en la construcción de las propuestas y planes de acción, en otras seccionales no lo hacen así. Se debe fortalecer y unificar las fases de intervención, y la apropiación de las metodologías dispuestas para abordar las necesidades de la comunidad, la familia y de la niñez. Con las familias se requiere especializar un componente exclusivo de emprendimiento, con el fin de generar propuestas funcionales de cambio en su situación de violencia que los hace vulnerables, y las familias aprendan a construir su proyecto de vida productivo a través de la autogestión y empoderamiento de nuevas alternativas sobre la base de la productividad según sus intereses y opciones en el marco de la educación y formación para el trabajo. Se requiere hacer alianzas estratégicas además del SENA, con instituciones como el ICBF, La Cámara de Comercio, Cajas de Compensación Familiar, entes no gubernamentales, organizaciones internacionales y nacionales comprometidas con la gestión social integral, esto con el fin de crear espacios de enseñanza y aprendizaje productivo económicamente, entre otras acciones funcionales para los procesos comunitarios y familiares.
8
9
Se requiere articulación con los otros programas y proyectos que desarrolla y ejecuta la Cruz Roja Colombiana, y el Comité Internacional de la Cruz Roja, teniendo en cuenta que se debe crear y socializar la base de datos de los Proyectos y Programas identificando puntos comunes en la prevención, mitigación y reducción de la violencia en Colombia. Establecer espacios para intercambiar experiencias entre las seccionales, permitiría replicar buenas prácticas enfocadas al fortalecimiento y articulación con los otros actores de la acción en el territorio Colombiano, lo cual dinamiza y flexibiliza el conocimiento, recrea la diversidad de los territorios y de la población. Así mismo, se requiere diseñar un plan de capacitaciones técnicas orientadas a la profundización en temáticas emergentes en el manejo de la violencia en los territorios Colombianos, también alinear a la vez la intervención y el protocolo de atención psicosocial, la acción transversal de la Diplomacia Humanitaria.
Buenas Prácticas Conclusiones Propositivas Sobre Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas Es clave participar en espacios temáticos de coordinación con otros actores intersectoriales, interinstitucionales para lograr complementariedad e integralidad de las acciones (comité consultivo ciudad de Cartagena, Seccional Bolívar, mesa de prevención de la violencia en Sincelejo). Es clave trabajar con jóvenes en formación académica, técnica, artes, para promover su inclusión social en la mayoría de edad, con el fin de contrarrestar las condiciones de vulnerabilidad económica y ocupacional que los jóvenes presentan, lo cual beneficia el planteamiento de un proyecto de vida con opciones y alcances reales provenientes de programas que reducen, mitigan y previenen la violencia en Colombia. Es interesante gestionar con instituciones de educación profesional en preescolar, pedagogos o cuidadoras especializados en primera infancia, para crear espacios de estimulación temprana enfocada e niñez menor de 5 años, dado que cuidar los niños, niñas menores de 5 años, garantiza que las madres o padres de familia puedan asistir a los procesos que se implementan en el Programa de Prevención, mitigación y reducción de la violencia en niñez y juventud en Colombia. El deporte como herramienta útil en el cambio de actitudes violentas, dado que requiere el diseño de estrategias deportivas con el cumplimiento de reglas específicas que integren a los niños, las niñas y los jóvenes. Se han identificado actividades de alto impacto ligadas al tema de hacer visible los aportes que hace el Programa para prevenir, mitigar y reducir la violencia en Colombia según las diferenciaciones de cada Seccional, lo cual resulta bastante significativo a la hora de establecer alianzas con otros sectores e instituciones.
10
Bibliografía
CABRERA, C.P.J (2003) La importancia de las buenas prácticas en los proyectos Sociales. Seminario “Buenas Prácticas en la Inclusión Social”. Cruz Roja Española, 29-30 de mayo de 2003, Madrid. FICR,(2009)Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. “Estrategia 2020, (…) salvar vidas, cambiar mentalid ades” Aprobada por el XVII período de sesiones de la Asamblea General Nairobi 18-21 de noviembre de 2009. FICR,(2010)Enfoque diferencial y grupos vulnerables. Módulo apoyo psicosocial. FICR. CONGRESO DE COLOMBIA, (2013). Ley N° 1616 21 de enero de 2013 Por medio de la cual se expide la ley de salud mental y se dictan otras disposiciones. CONGRESO DE COLOMBIA, (2011). Ley N° 1448 de 2011 Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones. CONGRESO DE COLOMBIA, (2013). Ley N° 1620 de 2013 Por la cual se dictan medidas de atención, gestión de alianzas con el sector privado para la implementación de los programas sobre la violencia escolar y se dictan otras disposiciones. Acuña, V. J. y López N. A (2013). InvestigaciónLa medida pedagógica como sanción en el sistema de responsabilidad penal para adolescentes (ley 1098 de 2005 y 1453 de 2011). Estudio socio jurídico Distrito Judicial de Cundinamarca.Facultad de derecho, ciencias políticas y sociales. Universidad Nacional de Colombia: Grupo de investigación observatorio SRPA. Colombia. CAMACHO, G. A. (1999). Foro Nacional Imágenes y reflexiones de l a Cultura en Colombia. Regiones, ciudades y violencia. Instituto Colombiano de Cultura COLCULTURA. ED: Presencia ISBN: 958-612-068-6 Pg. 281-325. DE LOS RÍOS, H, y RUÍZ, R. J. (1999). Foro Nacional Violencia Urbana en el Medellín de los 80´S. Universidad de Antioquia. AYALA, P. F. (2003). Manual de Historia Colombiana. Creación y Violencia en Colombia. Ed: Thalasa. ISBN 958-971-22-4-X
COHEN, L. (sin dato fecha) “Spectrum of Prevention”. Prevention Institute. En www.preventioninstitute.or. PENCE, E (2011). Domestic abuse intervention programs. Home of the Duluth model. Social change to end violence against women. Creating a process of change form men who batter: an educational curriculum. Duluth, MN 55802 218 - 722 - 2781, Pg. 25 - 26. Secretaría Distrital de Salud. Alcaldía Mayor de Bogotá (2009). Atención Primaria Integral en Salud. Estrategia para la transformación del Sistema de Salud y el Logro de la Equidad en Salud. Bogotá D.C., Col ombia. ISBN 978-958-8545-01-1 Pg, 117-120.
Cruz Roja Colombiana