1_9788498766592

Page 1


LOS GUARDIAS CIVILES EN LA PRENSA ESPAÑOLA DURANTE LA DEMOCRACIA (1978-2008) MODERNIDAD Y TRADICIÓN DE UN CUERPO POLICIAL

CARLOS A. CAPA GIL MANUEL DEL ÁLAMO ANDRÉS LUIS MIGUEL TORRES CHICO

Valencia, 2009


Copyright ® 2009 Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito de los autores y del editor. En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant lo Blanch publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com (http://www.tirant.com).

© CARLOS A. CAPA GIL MANUEL DEL ÁLAMO ANDRÉS LUIS MIGUEL TORRES CHICO

© TIRANT LO BLANCH EDITA: TIRANT LO BLANCH C/ Artes Gráficas, 14 - 46010 - Valencia TELFS.: 96/361 00 48 - 50 FAX: 96/369 41 51 Email:tlb@tirant.com http://www.tirant.com Librería virtual: http://www.tirant.es DEPOSITO LEGAL: V I.S.B.N.: 978 - 84 - 9876 - 659 -2 IMPRIME Y MAQUETA: PMc Media Si tiene alguna queja o sugerencia envíenos un mail a: atencioncliente@tirant.com. En caso de no ser atendida su sugerencia por favor lea en www.tirant.net/politicas.htm nuestro Procedimiento de quejas.


Dedicado a mi padre, Ciriaco, un Guardia Civil de capote y caballo. Y a mi madre, Rosario, que nos cuidó a todos en aquellos viejos cuarteles. In memoriam. MANUEL DEL ÁLAMO



“Han de procurarse juntarse con sus compañeros para fomentar la estrecha amistad y unión...” Artículo 16 de La Cartilla del Guardia Civil. Duque de Ahumada. 1848. “...ya nadie tendrá que sentirse nunca solo...” Fernando Carrillo, Asamblea Constituyente de COPROPERAUGC en Valencia, 18 de diciembre de 1995. “Es fundamental como policía reconocer que sólo en contadísimas ocasiones suceden cosas inexplicables”. Antes de que hiele. Henning Mankell.



ÍNDICE PRESENTACIÓN ........................................................................................

13

Primera parte LOS GUARDIAS CIVILES, POLICÍAS Y CIUDADANOS

GUARDIAS CIVILES, ¿POLICÍAS O SOLDADOS? 1. UN REPASO HISTÓRICO SOBRE LA BENEMÉRITA ........................................ 2. UN MODELO MILITARISTA ...................................................................... 3. LA PRIMERA MANIFESTACIÓN DE GUARDIAS CIVILES Y POLICÍAS (1976) ....

SINDICALISTAS EN LA GUARDIA CIVIL 1. LA DESMILITARIZACIÓN DE LA POLICÍA ................................................... 2. LOS CAMBIOS NO LLEGAN A LA GUARDIA CIVIL ....................................... 3. LOS GUARDIAS CIVILES EN EUSKADI, PIONEROS EN EL SINDICALISMO ....... 4. LA REPRESIÓN DEL SINDICALISMO EN LA GUARDIA CIVIL ......................... 5. LUIS ROLDÁN, PRIMER CIVIL EN LA DIRECCIÓN DE LA GUARDIA CIVIL ....... 6. PROSIGUE LA PERSECUCIÓN DEL SINDICALISMO EN LA GUARDIA CIVIL. EL CASO SUGC .......................................................................................... 7. ESTALLA EL ESCÁNDALO ROLDÁN ..........................................................

GUARDIAS CIVILES DEL SIGLO XXI 1. GUARDIAS CIVILES EN PRISIÓN.............................................................. 2. EL ASOCIACIONISMO EN LA GUARDIA CIVIL ............................................

20 23 27

34 36 40 41 45 48 53

61 65

Segunda parte LOS GUARDIAS CIVILES EN LA PRENSA ESPAÑOLA

1. LA GUARDIA CIVIL: UNA IMAGEN DE MARCA ........................................... 2. ¿UNA INSTITUCIÓN VALORADA? ............................................................. 3. ¿UNA INSTITUCIÓN INTEGRADA? ............................................................ 3.1. Elementos de integración: al servicio de la sociedad ............. 3.1.1. Terrorismo ..................................................................... 3.1.2. Seguridad ciudadana .................................................... 3.1.3. Protección civil .............................................................. 3.1.4. Nuevos fenómenos sociales ..........................................

71 76 82 83 85 95 100 102


12

ÍNDICE

3.2. La otra cara de la moneda: la imagen negativa de un cuerpo benemérito ............................................................................... 3.2.1. 1977. Represores de la democracia .............................. 3.2.2. 1987. España descubre la guerra sucia ....................... 3.2.3. 1997. Roldán acapara los periódicos ............................ 3.2.4. 2007. El año de la normalidad ..................................... 3.3. Marcados por la militarización ............................................... 4. LA CONFORMACIÓN DE UNA IMAGEN....................................................... 4.1. Las fuentes informativas ........................................................ 4.2. Los titulares ............................................................................. 5. UNA MIRADA LOCAL Y REGIONAL ........................................................... 6. CONCLUSIONES ....................................................................................

103 103 105 106 111 111 113 113 116 121 123

BIBLIOGRAFÍA Libros y artículos .................................................................................. Testimonios............................................................................................ Películas sobre guardias civiles ............................................................ Literatura y guardias civiles ................................................................ Entrevistas ............................................................................................

129 131 132 133 134


PRESENTACIÓN “STOP TO CIVIL GUARD!! “Dos Guardias Civiles detienen a un peligroso delincuente en Manhattan” Este titular en diferentes formatos abrió numerosas informaciones de diferentes medios de comunicación escritos y audiovisuales en España durante el verano de 2008. El Departamento de Policía de Nueva York felicita a los agentes, amplía en antetítulo la noticia, cuya condición de tal no es sólo la evidente curiosidad de imaginarse a dos picoletos a la carrera exclamando el mítico “alto a la Guardia Civil” en su versión anglosajona en la Quinta Avenida para echarle el guante a un ratero. Eso, claro, en si mismo es noticia —niño muerde a perro— pero cuando avancemos en la lectura de esta obra conoceremos que cuenta con elementos, además de acumulados, poco frecuentes en la imagen de la Benemérita en los medios de comunicación, a saber: se refiere directamente a los protagonistas, no personifica en la Institución, se expresa en positivo y premia a sus protagonistas. Y de eso precisamente versa este trabajo. Del intento de iluminar la sombría imagen que proyecta una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos —según el barómetro del CIS de 2005 un grado de aprobación de 6’48 sobre 10— y al tiempo con una presencia pública distorsionada, inexacta, negativa en no pocas ocasiones, o en todo caso plana, con grandes zonas de sombra, que los medios de comunicación no siempre contribuyen a conocer mejor. Cuando se menciona a la Guardia Civil en los medios de comunicación aparecen con frecuencia estereotipos, verdades a medias, elementos de relevancia sobredimensionada entre otras informaciones de evidente rigurosidad y oportunidad. Contrario sensu en no pocas ocasiones se denota la ausencia de hechos, opiniones o elementos noticiables que a veces inocente y otras deliberadamente desaparecen de los periódicos o noticiarios. Especial mención en este caso, al menos hasta hace muy poco, a todo lo relacionado con el asociacionismo profesional y las reivindicaciones materiales y de medios de los miembros del Instituto. La reciente historia de España ha producido algunas anormalidades (plenamente justificadas, claro) en cuanto a la opinión, valo-


14

CARLOS A. CAPA GIL - MANUEL DEL ÁLAMO ANDRÉS - LUIS MIGUEL TORRES CHICO

ración o reflejo que de la policía (y los policías) y en particular de la Guardia Civil, tienen los ciudadanos y ciudadanas en relación con la que los nacionales de los países de nuestro entorno tienen de las suyas. Y, probablemente, esos estereotipos trasladados a través de los medios —no siempre de forma inocente— no hayan contribuido lo que debiera esperarse en las últimas décadas de régimen democrático a la normalización. Ilustremos lo dicho con el problema de la inmigración irregular, de relevante presencia en los medios en los últimos años y, al menos, en los sangrantes episodios de las pateras con una visualización de la presencia de los miembros del Instituto Armado muy inmediata a través de los medios. Es ampliamente conocida por cualquiera que esté cerca del problema la implicación y compromiso, mucho más allá de lo que el deber o la profesionalidad exigen, de los agentes con la dramática situación de esas personas. De su prioridad por recatarles, auxiliarles y darles la atención que su situación exige, pero... ¿diríamos que es esa imagen la que con mayor frecuencia se traslada a través de las imágenes que los medios transmiten? O es más frecuente la de los Guardias escoltando a los “ilegales” a los centros de internamiento? Situemos otro ejemplo de lo dicho en el tratamiento de los medios dan al, ya no tan reciente, asociacionismo profesional y reivindicativo. La asociación de ideas frecuentemente inducida entre reivindicación o denuncia trasladada por los dirigentes de las asociaciones de defensa de los intereses laborales en la Guardia Civil, e irresponsabilidad, sanción u expediente inmediatamente asociada por los mandos o responsables políticos de Interior, es sistemáticamente trasladada a los ciudadanos a través de los medios. Es cierto, no obstante, que en este sentido avances y cambios se han producido si hablamos en perspectiva histórica. Una innegable mejora —aunque sólo sea por la mera constatación de su reciente existencia— de la política de comunicación de las asociaciones profesionales y en particular de la de la AUGC, entidad de la mayor representación y presencia en el Cuerpo, ha contribuido de forma notable a mejorar también el tratamiento que los profesionales de la comunicación hemos dado a las noticias que han originado. Intentos de, por no utilizar términos de mayor calado, disfrazar de rabieta o deslealtad denuncias de comprobada veracidad acerca


Los Guardias Civiles en la prensa española durante la democracia (1978-2008)

15

de las condiciones de trabajo o medios materiales disponibles han sido fácilmente evitadas por los profesionales de la comunicación gracias a un mejor tratamiento de la información por sus protagonistas. Y ello también ha obligado a quienes desde dentro de la Benemérita han querido contribuir a ampliar el horizonte informativo de los medios a redoblar su rigurosidad, y honestidad con la información. Vamos a intentar descubrir el porqué, en al ánimo crítico de aportar algo que pueda modificar esta anormalidad. En beneficio de la ciudadanía, que tiene derecho a recibir información veraz, aproximada a la realidad y que le permita tener y mantener opiniones fundadas; En reconocimiento de los y las miembros de la Guardia Civil que tienen derecho a que su esfuerzo y compromiso con el interés público —de evidente repercusión en la esfera más privada— no se desluzca por una imagen desenfocada; en interés de la función periodística que tiene derecho a poder conocer sin manipulaciones lo que ocurre en un lugar de tan destacada relevancia social. Por ultimo queremos agradecerle a nuestro buen amigo Albert Pitarch su trabajo para limpiar el texto de errores y erratas. Las que han sobrevivido, y que él detectara inmediatamente, son desde luego culpa nuestra.



Primera Parte

LOS GUARDIAS CIVILES, POLICÍAS Y CIUDADANOS



GUARDIAS CIVILES, ¿POLICÍAS

O SOLDADOS?

“El secretario Almazán sólo tiene dos opiniones:la suya y la equivocada” CARLOS FUENTES. La silla del águila.

El 28 de febrero de 1978 el diario El País publicaba una imagen del fotógrafo Bernardo Pérez en la que se ve cómo la Guardia Civil vigila una manifestación de protesta de agricultores en Andalucía. Como bien afirmaba el periodista Manuel Vicent el tiempo son nuestras imágenes y ésta es un vivo retrato del modelo de Guardia Civil que pervivía aquellos años, a pesar de que nuestro país había aprobado recientemente la Constitución y hacía dos años que gozaba de democracia y libertad. Si observamos con detenimiento la instantánea apreciaremos que los Guardias Civiles están armados reglamentariamente con un subfusil Z-70. Armamento militar poco adecuado, obviamente, para una misión como la que llevan a cabo: asistir a una manifestación civil y desarmada e intuimos —por las pancartas— perfectamente legal, con el fin, en todo caso, de impedir que los manifestantes cortaran la carretera. Habrá que esperar hasta 1987 cuando la Guardia Civil cree los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) con material antidisturbios adecuado. Sólo el diálogo que sugiere la propia fotografía y el buen sentido de sindicalistas y policías, hizo posible, afortunadamente en muchas ocasiones, que todo terminara bien. Las trinchas del uniforme, el barbuquejo del tricornio y los cargadores de munición militar de la cintura son, igualmente, viejos fósiles de una imagen de la Guardia Civil decimonónica y que estaba


20

CARLOS A. CAPA GIL - MANUEL DEL ÁLAMO ANDRÉS - LUIS MIGUEL TORRES CHICO

aún anclada en la ostentación de la fuerza y su militarización extrema e inadecuada para abordar meros conflictos sociales. Es una foto que, perfectamente, puede enmarcarse, salvando las distancias pertinentes, en el momento en que Antonio Maura (1853-1925) escribía “ni su armamento —el tradicional fusil máuser, de largo alcance y de un manejo lento— ni el uniforme del Cuerpo, ni su rígida disciplina, podían adaptarse a las luchas callejeras y a la labor preventiva en la ciudad. Cada vez que intervenían era inevitable que el número de bajas fuese elevado, dado su armamento y su obligado modo de proceder”. Vamos a trazar a continuación un repaso histórico sobre las principales fases de construcción de la Guardia Civil que nos permita situar en su contexto los grandes cambios a los que la institución policial española por antonomasia, como bien afirmaba Manuel Vázquez Montalbán, está abocada.

1. UN REPASO HISTÓRICO SOBRE LA BENEMÉRITA Efectivamente, la trayectoria histórica de la Benemérita es todo un ejemplo del proceso de centralización y militarización del orden público en nuestro país. Veamos sus etapas fundamentales. La Guerra de la Independencia y el nefasto periodo de absolutismo y represión antiliberal del reinado de Fernando VII (1814-1833) deja paso al reinado de Isabel II y el desarrollo de una sociedad típicamente burguesa. Precisamente el año de la fundación de la Guardia Civil, 1844, es cuando arranca con fuerza el proyecto de la burguesía liberal conservadora de construir un nuevo estado centralista, capitalista y represor de cualquier oposición. El gobierno de Luis González Bravo, el segundo de la mayoría de edad de la reina, es el acceso al poder de esta oligarquía liberal y del programa de gobierno es fiel reflejo del mismo: disolución de la Milicia Nacional, supresión de la libertad de prensa, restablecimiento de la ley de ayuntamientos por la cual los alcaldes eran elegidos directamente por el gobierno, represión de la oposición (en su gobierno se fusiló a 200 presos políticos) y creación, por un decreto de 28 de marzo de 1844, de la Guardia Civil. El proyecto del liberalismo conservador imponía que todo el territorio nacional estuviera sometido a un único poder central, aunque


Los Guardias Civiles en la prensa española durante la democracia (1978-2008)

21

el modelo diseñado por González Bravo se basaba en el poder civil y no militar. Para ello intentó desplegar una concepción de la seguridad alejada de las propuestas de la izquierda de aquel entonces, esto es, la Milicia Nacional, que era el conjunto de ciudadanos armados que elegían democráticamente a sus jefes y que solo dependían del alcalde, a su vez también electo por sus ciudadanos más ricos. Pero también diseñó un nuevo cuerpo profesional de seguridad interna, la Guardia Civil, dependiente del poder civil y no del Ejército. Era un modelo de seguridad interna que buscaba, muy seriamente, modificar lo que había ocurrido hasta ese momento en nuestro país, logrando que los militares no se vieran involucrados en cuestiones de orden público y política interna. González Bravo, como puede observarse, no era un izquierdista peligroso, sino mas bien un político conservador que apostaba por un poder civil fuerte y capaz frente a un omnipresente Ejército que no iba, sin embargo, a permitirlo. El siguiente gobierno, el del general Narváez, acabará con este proyecto. El duque de Ahumada y el propio Narváez convertirán a la Guardia Civil en un instrumento del poder militar del Estado al hacerla depender del Ministerio de la Guerra. Sin embargo, no prosperara la adscripción de la Guardia Civil como un cuerpo más del Ejército. Si nos hemos detenido extensamente el en nacimiento de la Guardia Civil es porque queremos subrayar la apuesta de cuerpo policial ajeno al Ejército con que fue diseñada. La militarización de la Guardia Civil, iniciada con su Reglamento de 29 de noviembre de 1871, es un proceso artificial que encorsetará su labor de policía rural. A pesar de que las principales funciones de la Guardia Civil fueron de guardia rural y auxilio en catástrofes y operaciones de salvamento —de ahí que desde 1929 fuese conocida como la Benemérita— precisamente el carácter castrense que se impone (la famosa Cartilla) y su presencia diseminada por todo el país, la convirtieron en un instrumento muy eficaz de los gobiernos, durante todo los siglos XIX y XX, para reprimir las reivindicaciones sociales y políticas. Las técnicas militares desplegadas resultaron, en muchas ocasiones, totalmente desproporcionadas y con resultados trágicos. Por otra parte, la construcción del Estado por el moderantismo español del siglo XIX se hace bajo los parámetros de la centralización y ello permite un espacio político extraordinario para el crecimiento


22

CARLOS A. CAPA GIL - MANUEL DEL ÁLAMO ANDRÉS - LUIS MIGUEL TORRES CHICO

de la Guardia Civil, puesto que este Cuerpo de seguridad es un instrumento per se de centralización. La Guardia Civil es el Estado en Madrid pero también en cualquier rincón del país. De ahí la extensión de sus tercios, compañías y puestos que, de forma paulatina y atendiendo primero a las zonas más conflictivas y de interés estratégico como vías ferroviarias y rutas de viajeros, se expandieron por toda la geografía nacional, lo que, además, permitió la concentración cuartelera del Ejército regular, antes absolutamente disperso. La militarización del Cuerpo es, pues, un debate esencial tras descartarse el modelo policial anglosajón, esencialmente civil, y optarse por un modelo militar más rígido, incluso, que el de la Gendarmería francesa, con funciones militares pero con una clara dependencia de las autoridades administrativas civiles. Existieron y existen otros modelos policiales. El profesor Manuel Ballbe ha señalado los antecedentes históricos de la policía civil inglesa remontándose al duque de Wellington, vencedor de Napoleón en Waterloo. Este militar llegó a la conclusión, tras la utilización del Ejército contra manifestantes en las calles de Londres, cosa que sucedía con harta frecuencia espoleando la escasa estima que el pueblo mostraba hacia el ejercito, que termino en una masacre —conocida popularmente como la batalla de Peterloo para ridiculizar al héroe nacional— que el Ejército no debía seguir utilizándose para mantener el orden dentro de una sociedad dura y brutal como aquélla1. Su ministro de Interior, Robert Peel, formó pues un cuerpo de policía completamente separado del Ejército en 1829. Habían nacido los conocidos bobbies, tan famosos como Scotland Yard. Para este modelo el arraigo y apoyo de la población es fundamental, mientras en los modelos contrapuestos militarizados se acentúa la separación de los funcionarios policiales militares incluso con cuarteles fuera de las poblaciones. En este sentido el ejemplo de la Guardia Civil es paradigmático: el sistema de vida de los Guardias Civiles y sus familias está orientado a vivir separados de la sociedad civil y dirigida a una clara autarquía que se constituirá como uno de sus rasgos más característicos. Son, además, soldados en la calle y hacen ostentación de su fuerza. Por el contrario, un lema de Peel, que para nosotros sigue teniendo plena vigencia, ilustra los valores que impregnan el modelo de policía civil: “el grado de colaboración

1

Richard Holmes, Wellington, el Duque de hierro. Edhasa, 2006.


Los Guardias Civiles en la prensa española durante la democracia (1978-2008)

23

ciudadana disminuye ante el mayor uso y ostentación de la fuerza por la policía.” Los valores y los esquemas de una policía civil frente a una militar son también distintos y opuestos. Mientras en la organización militar primaran fundamentalmente los valores de la jerarquía y la subordinación y prevalecerán las técnicas del ordeno y mando, en la policía civil tiene más importancia el agente de policía individual y de base, el que está en la calle y, por tanto, más próximo al ciudadano. A esta policía, que dispone de un mejor conocimiento de la situación, se le reconoce una mayor capacidad para tomar decisiones autónomas, sin estar dependiendo permanentemente del mando y, en este sentido, es más protagonista en la elaboración de las políticas de seguridad y de las respuestas adecuadas. Como nos ha relatado el Guardia Civil José Vera Sáez, que ingresó en el Cuerpo a los 19 años, en 1965, con destino en un puesto de costa dependiente de la Comandancia de Alicante, la relación entre los agentes y sus mandos era, todavía en los años setenta, de una rigidez absoluta. No se admitían ninguna replica u observación distinta que se convertían ipso facto en réplicas “desatentas” y sancionadas pertinentemente. Este modelo de mando en la Guardia Civil también explicaría, en parte, cómo se vertebra informativamente la presencia de los Guardias Civiles en los medios de comunicación, tal y como mostraremos en la segunda parte de nuestro trabajo.

2. UN MODELO MILITARISTA El modelo militarista de la Guardia Civil determinó el desarrollo de este Instituto armado. De este modo hay que apuntar la instrumentalización que de sus unidades realizó el Estado en las guerras carlistas, en África o en las colonias, donde se emplearon como fuerzas militares en campaña. También se emplearon como unidades antidisturbios urbanas contra las huelgas obreras o las revueltas estudiantiles, con acciones desproporcionadas debido al uso de un armamento militar convencional, el único del que disponían y que aumentaba, obviamente, el número de víctimas en cada una de estas intervenciones. Ello fue un hecho reiterado durante el siglo XIX y el XX.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.