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2 El Triángulo de la Merluza es una publicación literaria independiente ligada a la cultura rock. Nació en el año 2014 bajo el ala de La Parla de Raviolo1, una banda de música local que marca cultura ampliando canales de expresión más alla del universo sonoro. Por este medio buscamos difundir y nuclear a todos aquellos nuevos artistas del lenguaje y la ilustración que están en constante surgimiento. 1
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ÍNDICE Idea Original: Anahí, Andrés, Federico, Marco y Ornella Dirección: Anahí N. Herrera Cano Ornella M. Catanese Diseño gráfico: Florencia Di Primo Edición y fotografía: Ornella Catanese Edición y correción: Anahí Herrera Cano
Community Manager: Daniela Seleme
Impreso en: Servicios Gráficos Nicolás Repetto 1339, CABA Domicilio legal: Dr. Luís Beláustegui 3510 Ciudad Autónoma de Buenos Aires El Triángulo de la Merluza es una propiedad de Anahí N. Herrera Cano y Ornella M. Catanese. Esta revista puede ser reproducida total o parcialmente citando la fuente.
REGISTRO DE LA PROPIEDAD N° 5346682
TAPA Y CONTRATAPA: Florencia Di Primo EDITORIAL: A sol y sombra - Anahí y Ornella .........................................................................................................................Pág. 03 PERSONALIDAD DEL DÍA:. Mata Hari ....................................................................................................................................................................................Pág. 03 POESÍAS Y POEMAS: Barro - Federico Coguzza .......................................................................................................................................Pág. 04 Soledad - Martín Pfaffen ...........................................................................................................................................Pág. 05 Geldres - Alexander Bustos Castillo ..............................................................................................................Pág. 05 Un nuevo día - Aura Banks ........................................................................................................................................Pág. 05 bonus track - Marco Castagna ..........................................................................................................................Pág. 05 Rico sol/Rica sombra - María Florencia Piacquadio ........................................................................Pág. 06 juntas a sol y sombra - Sabrina Fischberg ..............................................................................................Pág. 06 ESCRITOS: Jack Sparrow - Paula Dreyfus ............................................................................................................................Pág. 08 HUMOR: Servicios de autoayuda - Hernán Rozenkrantz .....................................................................................Pág. 10 Fumetto Esta! - Florencia Di Primo .................................................................................................................Pág. 11 Solarium peligro - Joaquín Rodríguez Freire ............................................................................................Pág. 11 ILUSTRACIONES Y FOTOS: Belén Poviña ............................................................................................................................................................................Pág. 04 Nacho Gump ............................................................................................................................................................................Pág. 07 Analía Quinteiro ....................................................................................................................................................................Pág. 09
EDITORIAL
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“Integrar la propia sombra nos va a permitir convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad” C. Jung
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l día en que nacemos el astro mayor nos marca a fuego una cicatriz, que es el destino. Encandilados por su lumbre, los caminos disidentes del brillo y la oscuridad aparecen mezclados ante nuestros ojos. A ciegas manoteamos fragmentos de luz y de sombra. Hasta que un día… La prensa anuncia un evento periódico extraordinario. Por enésima vez la luna se interpone en el camino del rey sol. Las gafas sobre las órbitas y la sombra se distingue. Es tiempo de eclipsarnos… Por un rato los opuestos se sospechan, y si las antenas se espabilan hasta se figuran. Dos senderos paralelos con atajos… Separemos la cizaña del trigo, los callejones de las abreviaciones. Integremos la propia sombra. Transitemos la carretera como un perito en laberintos.
Anahí y Ornella
PERSONALIDAD DEL DÍA
Mata Hari Delató
“Si alguien dice que me proporcionó información secreta, el delito lo cometió él, no yo”
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Barro Fui piedra el mar pegó su grito me volví arena fui tierra el cielo lloró su dolor me volví barro de ahí no pude salir
POESÍAS Y POEMAS
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Soledad
Geldres
Ya no quedan ni soles ni estrellas. Un cigarro entre los dedos y una melodía que acaricia el humo. Un refugio inhóspito en medio de la noche. Una razón cegada y un corazón aturdido. Acurrucados, los tres en un rincón… Ya no quedan ni besos ni poemas.
Íntegramente, El Sr. escultor de palabras quema sus manuscritos y le hace llegar las cenizas a la editorial independiente.
Un nuevo día La dura bellota del pensamiento Marcha al ritmo de un vals La sonrisa del día Se pinta en todo su esplendor En marcha ya Para nuevas oportunidades Té caliente Activa cordialmente Al sistema muscular Un clima templado Pone en el camino La brisa suave De sombras amables Unos pies inquietos Sin miedo a las amenazas De nuevas historias Escritas en las hojas de los árboles Lienzo tostado Por el sol sonriente Sueños de tinta Luna creciente
El editor que es dueño de talleres y maquinaria de imprenta doblega el acuerdo. Con suma negligencia publica el poemario incinerado del Sr. escultor de palabras. Una exótica poesía ha nacido: las palabras se vuelcan con el fuego en un mate burilado, va a la imprenta, se distribuye a los fueros y libreros asociados. Lo demás, es cosa de los lectores.
bonus track Blindado por colores inciertos, patino en hielo insípido, aturdido por aspirinas & pastillas para la fiebre & los cuentos de hada pedo/filos. Sólo porque lo sientas no significa que este ahí. La araña atascada en el círculo de tu compasión artificial. ¿Por qué todo lo que nace envejece en soledad? Cajas de preservativos pudriéndose sobre la mesita de luz del Tío Sam. Excavo en la carnicería de la esquina. Me voy a quedar en este traje para siempre. Ya lo sé, no me lo digas (¡suena divertido!)
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Rico Sol/Rica Sombra El Sol que se asoma en otoño es tan particular, como el equinoccio que se forma para despedir al verano un 20 de marzo en Argentina. Vos quizás lo lees desde baires, en la furia. Yo, inspirando en el conurbano. Otros... quizás en el sur del país, en el llamado fin del mundo y así puedo pasar horas. Ese Sol que te decía, quema menos en esa época... pica en los escalofríos otoñales. Acaricia y se hace fuerte a la sombra enigmática que muchas veces aparece cuando nos paramos frente a unos ladrillos, frente a la silueta que nace en las calles desiertas. Sombras lejanas, sombras cercanas. Contornos sombreados y atrapados por un rayo de luz; capaces de crear un eclipse entre el humano y la claridad que asoma desde algún punto del cielo. Recuerdo la frase que plasmó Alfonsina Storni y es muy real para tantos amantes del día: “Yo necesito un Sol que me disuelva”. En esta estación, precisamos al Sol y a la sombra... es menester. Ese cuerpo celeste es un misterio, como aquella vez que corriste sin saber por qué, cuando caminaste y terminaste clavado mirando tu reflejo en aquella pared... aguantando la quemadura del astro rey.
juntas a sol y a sombra qué sabe el sol de la luna cuánto la risa de dolor qué sabe el alma de miedo cuánto el murmullo de silencio qué sabe el tiempo de tus días quiénes somos cuando acobardadas cantamos un mantra de paz cuando nos aturde el cuerpo y se frenan los pies cómo acariciarnos sin manos cómo permanecer en la levedad del ser cuando nuestro mundo es una muralla cayendo encima ¿¡qué sabe la sombra de toda tu luz!? te prometo, vamos a renacer.
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ESCRITOS
Jack Sparrow Caímos en el mismo bar mi secuaz y yo: Batman y Robin, pero mujeres. Ese lugar, que había sido una casita como cualquier otra, se convirtió en nuestra guarida. Ahí éramos reinas, gobernantes absolutas. O eso creíamos. Esa noche parecía una más de las que terminábamos cantando solas, ebrias; y sin embargo nada volvió a ser igual. Ahora llevo una faca a todos lados, todo el tiempo, y te busco para cobrarme lo que me debo. Día y noche planeo mi venganza, porque esa vez me derrocaron. Entre copa y copa, mi secuaz fue al baño. Su “ahí vengo” se mezcló con el humo de mi cigarrillo mientras mis ojos, displicentes y pesados, hacían un recorrido desde su espalda, pasando por un video de AC/DC proyectado en la pared, y terminando en mi vaso de birra. Había pasado un rato y ella no volvía, pero no me alarmaba. Era nuestro reino, gobernábamos. Seguro se había cruzado con algún hermano que ahora no recordaría, ni aunque de eso dependiera mi vida. Vos estabas ahí, como siempre, y me habías visto. Alguien dijo que parecías Jack Sparrow y puede que tuviera algo de razón. Más de una vez compartimos tiempo y todo tipo de brebajes que conducían a lugares lo suficientemente oscuros. Algo ambiguo se armaba, pero hasta ese momento nunca habíamos estado del todo solos para enfrentarnos a eso. No hacía falta que nos saludáramos todavía. Estaba ebria y malhumorada, no quería hablar con nadie que no fuera mi compañera. Viniste hacia mi mesa, pusiste las manos sobre el respaldo de la silla que me enfrentaba y desplegaste el principio de tu performance animal. -Che, vi que tu amiga salió con un chabón ¿Qué onda? -dijiste. Casi sin mirarte contesté que estaba en el baño, pero insististe en que te había resultado raro, que fuéramos a ver. Mordí el anzuelo. Nos paramos en la puerta, miramos al este y al oeste. No había nadie, pero ya no importaba. “Vamos a buscarla, mirá si le pasó algo”. No quise, no te creí, pero no me podía arriesgar. Salí con las manos en la campera y con la mirada atenta. Me llevaste hasta la calle de atrás de la YPF, una cortada. Me agarraste la mano y me arrastraste hasta la puerta de una casa abandonada. Sentí una de tus manos en mi cara, la otra en mi nuca, mi cuello hacia atrás… y tu lengua. Sentí tu lengua y la odié. Odié sentirte. Una mano en mi nuca y la otra en mi mano y un direccionamiento bestial hacia tu pija. Quise correr y no pude. Tu mano en mi nuca y una fuerza que no pude resistir, empujabas mi cuello hacia abajo. -No -dije. Dije que no y de alguna forma, decirlo me hizo reaccionar. Corrí. Me corriste. Entré en el baño de la estación de servicio dispuesta a tomar aire y, quizás, mojarme un poco la cara. No me diste tiempo.
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Te vi entrar, gigante y extasiado, vos en la entrada y yo al final del pasillo, mirándonos de frente. Me empujaste adentro del cubículo, la puerta golpeó la pared, me pusiste de espalda, sentí tu cierre bajándose con torpeza. Quisiste bajarme el pantalón, sí que quisiste. No pudiste. Te pegué en algún lado y te dolió. Corrí otra vez. Crucé la avenida sin mirar y puede ser que efectivamente me hayan pegado un bocinazo. Llegué a la guarida. Vi a mi secuaz, mi amiga, mi hermana, esperándome en la puerta de aquello que hasta entonces había sido mi reino. Vi la preocupación en su cara. -¡¿Qué carajo pasó, boluda? ¿Dónde estabas?! La cara se me desarmó. Me desarmé. -Me derrocaron -dije.
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HUMOR
Servicios de Autoayuda Seguridad emocional Aunque no lo veamos, el astro rubio siempre está. Incluso a la sombra, porque es la proyección de que existe y de que está para bañarnos con sus dorados rayos. Entonces, nada mejor que aplicar el concepto de “a sol y a sombra” para embelesarnos con su baño de vitamina D, prestando atención a los siguientes consejos: * A sol: tírese 15 minutos boca arriba. Luego, 15 minutos boca abajo. Repita hasta que sienta que se está cocinando o deshidratando. En ese caso, tome agua. * A sombra: tírese 15 minutos boca arriba. Luego, 15 minutos boca abajo. Repita hasta que se despierte. Al hacerlo, tome agua. * A sol: procure no mirar directamente a nuestra estrella madre, especialmente desde que sale hasta que se pone. Tome agua. * A sombra: aunque usted esté a la sombra, el sol sigue ahí, así que no lo mire. Tome agua. * A sol: cúbrase la cabeza con un gorro, sombrero o pañuelo. Si le queda mal, peor le va a quedar insolarse y andar vomitando afiebrado. Use calzado para no quemarse los pies. Hidrátese (sí, tome agua) * A sombra: si el sombrero le queda bien se lo puede dejar y si el calzado le molesta se lo puede sacar, pero no por eso tiene que dejar de tomar agua. Siguiendo estos útiles consejos que recopilamos con gran esfuerzo de entre numerosos estudios de las universidades de la Sorbona, Oxford, Harvard y San Petersburgo, podrá disfrutar a sol y a sombra de nuestro querido Febo. Abrazo espiritual, tomen agua y no olviden escuchar a La parla de Raviolo.
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Solarium peligro El científico Guderford Van Gutiérrez recién conoció el sol a los 54 años de vida. “Aquellas vacaciones fueron estupendas. Mis padres alquilaron una casa en Mar Chiquita y nos fuimos todos juntos. Lo único malo fue que la abuela murió y casi arruina el viaje”, recuerda mientras engulle la séptima empanada de la tarde. Con ansias de saber más, una tribuna variopinta conformada por periodistas de todas partes del planeta levanta las manos en una orgía de preguntas incisivas que aspiran a crear un nuevo paradigma comunicacional. “Van Gutiérrez ¿qué le pareció el sol?”, “Van Gutiérrez ¿en qué trabaja ahora?”, “Van Gutiérrez ¿dónde para el 55?”, chilla la multitud. Pero Van Gutiérrez solo oye porque ya no ve. Una vez, por mirar al sol, perdió la visión de ambos ojos. Fue a los 54 años en un viaje a Mar Chiquita. Dedicado a la memoria de la vista de Van Gutiérrez y a su abuela, Rosa.
¡Gracias a todos ustedes por hacer posible este FANZINE!
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