Brigada médica cubana merece el Premio Nobel Órgano del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela
¡EL SOCIALISMO SIGUE SIENDO LA ESPERANZA DE LOS PUEBLOS!
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JULIO de 2020
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Nº 3.018
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Año LXXIII
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p. 8
Edición digital
Ni neoliberalismo ni beneficencia gubernamental
VENEZUELA REQUIERE UNA AUTÉNTICA REVOLUCIÓN ¡Respeto a los dirigentes y activistas populares! | p. 4 La patronal de Caica continúa violando leyes laborales | p. 7 Trabajadores de la salud en peligro por Covid-19 | p. 7 Contra las provocaciones imperialistas en Corea | p. 6
CARACAS.- «Los efectos de la pandemia de Covid-19 han reavivado el viejo debate sobre la naturaleza del Estado capitalista y su rol en la sociedad», afirma una declaración emitida el pasado 29 de junio por el Buró Político (BP) del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV). En opinión de ese organismo de dirección de los comunistas venezolanos, el colapso general de los sistemas de salud y de seguridad social ante la epidemia global «ha reanimado la histórica discusión entre los apologistas del Estado neoliberal, por una parte, y los defensores del Estado intervencionista y benefactor, por la otra». En Latinoamérica y el Caribe en particular, agrega la declaración, «las políticas liberales de corte anti-popular profundizadas en el marco de la pandemia por los llamados Gobiernos neoliberales, no sólo han provocado la reacción del movimiento popular y obrero, sino que también han contribuido al reagrupamiento de las fuerzas que se identifican con el denominado “progresismo latinoamericano”, quienes levantan las banderas del Estado interventor». El Buró Político del PCV señaló que, en nuestro país, ese debate va más allá de la pandemia y sus efectos, debido a la situación de profunda crisis del capitalismo dependiente y rentístico venezolano, y se expresa como una confrontación entre quienes identifican la acción del Estado en la economía como causa principal de la crisis y quienes, «bajo el ropaje ideológico del socialismo bolivariano del siglo XXI», defienden el concepto del Estado benefactor. CAPITALISMO CON DIFERENTES CARAS Tras sus reflexiones introductorias, la declaración afirma que en realidad «ni el neoliberalismo es ausencia de la intervención del Estado en la economía, ni el Estado benefactor tiene como finalidad la protección de los derechos universales de la población». Tanto uno como otro, continúa el BP, «son formas políticas concretas a través de la cuales se materializan las
diferentes fases del proceso de acumulación del capital en un ámbito nacional». Así que, según el análisis de la tolda del Gallo Rojo, la esencia de ambos modelos es la misma, e, independientemente de sus formas, ni uno ni otro tienen como objetivo satisfacer las necesidades humanas: «por el contrario, su objetivo primordial es producir más capital del que pone en funcionamiento a través de la apropiación de plusvalía sustraída a los trabajadores». Es decir que, en esencia, ambos sirven por diferentes procedimientos a los mismos objetivos de explotación de la fuerza de trabajo en beneficio de los intereses del capital. Recuerda el BP que, en la fase imperialista del modo de producción capitalista, el proceso de acumulación del capital es mundial por su contenido y nacional por su forma, y que esto determina que el capital exista fragmentado en porciones nacionales donde la acumulación se realiza de acuerdo con las condiciones particulares que se presentan en cada país. En consecuencia, el Estado capitalista «emerge como representante político de cada uno de esos fragmentos nacionales del capital, y por ende es el garante de su proceso de acumulación en cada ámbito nacional de acuerdo a las características específicas que lo rigen». EL CASO VENEZOLANO En nuestro país, y en alguna medida también en otros países de América Latina, continúa la declaración del organismo de dirección del PCV, el proceso de acumulación de capital se encuentra regido por la renta de la tierra. La economía venezolana, en particular, ha tenido como eje la producción y venta de petróleo crudo. La fuente de los ingresos nacionales no ha sido la explotación de los trabajadores petroleros, «sino los países industrializados que compran nuestros petróleos a precios comerciales superiores al precio de producción venezolano». Continúa en la página 3