Mónica Berman (Compiladora)
Comunicación y Artes Escénicas
(I)
Sebastián Blutrach Betina Bracciale Marisol Cambre Walter Duche- Alejandro Zárate Daniel Gaguine
Comunicación y Artes Escénicas I
Comunicación y Artes Escénicas I, producto de un interés colectivo, estuvo a cargo de una serie de personas que pertenecen de diversos modos (estudiantes, graduados, docentes) a la carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. El primer gesto fue preguntarse acerca de los aportes que podían hacer desde los saberes específicos de la carrera: ¿Qué implica comunicar artes escénicas? ¿Cómo comunicar una obra, una programación, una práctica social y artística? ¿Cómo se conforma este complejo entramado, constituido por eslabones diversos y complementarios, entre la comunicación, la difusión y el público? Las artes escénicas son comunicadas. Hacerlas devenir objeto significa reflexionar sobre una práctica existente. Así nació la idea de dar la palabra a experimentados hacedores de ámbitos diferentes. Este libro busca dar cuenta del amplio panorama de este vínculo que establecen, real o potencialmente, la comunicación y las artes escénicas. El objetivo de largo plazo es que las artes escénicas sean parte de los consumos culturales de los todos los habitantes de la ciudad. Y que, si no sucede, sea por decisión propia y no por ausencia de conocimiento. La comunicación tiene, en este sentido, un extenso aporte para hacer.
Monica Berman (compiladora)
Comunicación y Artes Escénicas (I)
Débora Lachter Norma Montenegro / Teatro del Abasto Tommy Pashkus Maxime Seugé - Jonathan Zak / Timbre 4 Paula Simkin Ivanna Soto
Comunicaci贸n y artes esc茅nicas
Comunicación y Artes Escénicas I / Daniel Gaguine ... [et.al.] ; compilado por Mónica Berman. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Escénicas.Sociales, 2014. 100 p; 15x22 cm. ISBN 978-987-45680-1-4 1. Artes Escénicas. 2. Comunicación. I. Gaguine, Daniel II. Berman, Mónica, comp. CDD 791 Fecha de catalogación: 25/11/2014 Primera edición: Mayo 2015, Escénicas. Sociales © 2015 de la edición: Escénicas. Sociales © 2015 de los textos: sus respectivos autores. Staff Editorial. Mónica Berman Betina Bracciale (corrección) Marisol Cambre Daniel Gaguine Florencia Levy (edición) Mariana Mazover (coordinación) Marisa Rojas Mónica Ogando Martín Seijo (corrección) Ivanna Soto Diseño de portada e interiores: Tricao Lab.
ISBN 978-987-45680-1-4
Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. Impreso en Argentina
Algunas cuestiones sobre la comunicación de las artes escénicas. Por Mónica Berman
El teatro, en sus inicios, fue una praxis profundamente ligada a la comunidad. Durante mucho tiempo la difusión de la “actividad teatral” (nominación inadecuada pero económica) era innecesaria porque venía incorporada a la vida social de manera naturalizada. Ese vínculo indisoluble hacía inútil cualquier tipo de justificación. ¿A quién se le hubiera ocurrido argumentar algo en favor del teatro? Por el contrario, claro que existían los argumentos en contra. Muy pero muy lejos de aquel inicio, nuestro panorama actual señala una situación que se encuentra en las antípodas de aquella. Ir a ver teatro, danza, circo, títeres y objetos no se cuenta entre los consumos culturales internalizados de manera general en la ciudad de Buenos Aires. El número de personas que no ha pisado un teatro –o lugar equivalente– es muy alto, al igual que el de aquellos que lo hacen de modo absolutamente esporádico. Por otra parte, la producción en la ciudad no deja de crecer. En alguna medida, muchas de las propuestas se disputan el mismo público. Un número muy importante de puestas pugnan por los mismos espectadores. La única solución posible, inteligente y a largo plazo no es la lucha encarnizada por el público como si fuera un trofeo de caza, sino lograr que quienes no son espectadores se conviertan en espectadores, eso que Ana Durán, Sonia Jaroslavsky y su equipo denominan “formar espectadores”.1 Para fomentar ese pasaje de no espectador a espectador las políticas que pueden llevarse adelante son múltiples. Desde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, específicamente desde el Área de Comunicación, 1. El Programa de Formación de Espectadores funciona desde el año 2005 poniendo en contacto lo mejor del teatro, cine y danza independiente con los jóvenes y adolescentes que pertenecen a las instituciones educativas del nivel medio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Para más información sobre este Programa: http: //www.formarespectadores.com.ar/ 5
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Artes Escénicas y Artes Audiovisuales, consideramos que para que esta transformación se produzca la comunicación, entendida desde diversos aspectos, tiene un rol fundamental. Sin duda, para llevar adelante acciones concretas lo que aparece en primer plano es el marco teórico con respecto a la comunicación. En este libro, Marisol Cambre analiza esta cuestión para comprender que detrás de toda estrategia de comunicación subyace una conceptualización. ¿Qué implica la comunicación en este caso particular? ¿Cómo se planifica una campaña vinculada con las artes escénicas? ¿Cuáles son las estrategias que se ponen en juego? Hay personas interesadas en la comunicación y en las artes escénicas que llevan adelante el rol de agente de prensa. Convocamos aquí para contar sus experiencias, además de Cambre, a dos egresadas de la carrera, Débora Lachter y Paula Simkin. Ambas tienen trayectorias diferentes y dan cuenta de un inicio de la actividad que hoy parece bastante olvidado. Asimismo, en este libro se transcriben los debates generados en el Encuentro con Agentes de Prensa de Artes Escénicas que el Área llevó a cabo en la Facultad en agosto de 2014, donde muchos agentes de prensa reflexionaron sobre su práctica. Con ellos sucede una serie de cosas bastante particulares. En nuestra ciudad, actualmente, hay grupos (por llamarlos de algún modo) que recién se inician, que están estrenando su primera obra y que consideran que no pueden salir a escena si no contratan previamente a un agente de prensa; un número importante de los subsidios que se obtienen de diversas instituciones se utilizan para pagar este servicio. Ambos datos sirven para entender cuál es el imaginario con respecto a los agentes de prensa (sin contar con que aparecen agencias nuevas, si no todos los días, cada un par de semanas). Su rol pasó de un lugar inexistente a uno indispensable. Y, como siempre, algo de la verdad debe estar en el medio. No son, por supuesto, magos. No son los responsables absolutos del éxito de una propuesta. Pero ni bien uno dice esto aparece otra pregunta: ¿qué es el éxito de una propuesta? ¿Una sala llena? ¿Una sala de veinte localidades o de trescientas cincuenta? ¿Tapas de todos los diarios, informes en la televisión? ¿Críticas favorables? ¿Análisis inteligentes en revistas académicas? ¿Reconocimientos en medios alternativos? ¿Premios? ¿Cuáles? ¿Los mediáticos, los universitarios, los que legitiman en primer lugar a los 6
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que los dan? Porque los agentes de prensa invitan críticos, periodistas, pero también jurados o formadores de opinión o… cada uno tiene su estrategia en función de la obra con la que trabaja. Ahora bien, no es lo mismo “prensar” una obra de la calle Corrientes con protagonistas mediáticos que una obra deliberadamente hermética que no quiere cualquier tipo de público. Porque hay que tenerlo claro: ambas cosas existen. Y no olvidemos que así como algunos artistas sueñan con aparecer en Clarín, otros se avergonzarían de salir en este diario. No se ha pensado lo suficiente sobre estas cuestiones. Además, los teatros también “comunican” desde una perspectiva institucional: son, por un lado, una entidad con funcionamiento propio; por otro, un conjunto de piezas diversas que se constituyen de modo diferente cada vez, en función de las obras que programan. Es decir, se combinan varias cuestiones: cómo comunicar el teatro (Timbre 4, Del Abasto, El picadero, fueron nuestros casos testigo en este libro); cómo interpelar, sumar o segmentar/elegir aquel público al que se quiere convocar; cómo acompañar a las obras que se presentan en la temporada. Las estrategias de comunicación del teatro comunitario son diferentes. Por eso, la presencia en el Encuentro de Ricardo Talento, director del Grupo Los Calandracas y fundador y director del Circuito Cultural Barracas, nos permitió reflexionar sobre las dificultades de comunicar cuando se carece de permanencia. Y este planteo del director puso blanco sobre negro algo que caracteriza al teatro alternativo/off (o como quieran denominarlo): sus propuestas no permanecen. Si el conocimiento de una obra se sostiene a lo largo del tiempo… ¿cómo es posible que una obra que va a permanecer en cartel un mes tenga posibilidad de ser registrada? Y digamos que, si bien esto es del más estricto sentido común, parece que el sentido común no termina de definir este universo. Algo que no permanece y sin embargo se “mantiene” más allá del tiempo en que estuvo en cartel… ¿cuáles pueden ser las variables que se interponen? Desde la obligación de cubrir una primera plana en un suplemento de espectáculos de un diario masivo, hasta la necesidad de novedad con la que se alimenta lo periodístico, pasando por la pasión de alguien con poder de difusión que determina el hallazgo de la temporada. Cualquiera dirá que son excepciones –totalmente de acuerdo– pero no por eso dejan de existir y no olvidemos que las artes escénicas hacen crecer pasiones a partir de 7
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la ausencia… ¡Cómo me hubiera gustado ver eso que no vi! Y que ya no está en ningún lado. Cuando uno atiende todas las voces (o al menos cierto número de voces diversas) se enfrenta con perspectivas encontradas: cómo comunicar una obra sin una figura mediática, cómo comunicar una obra con una figura mediática. Entender esta divergencia es central porque permite, incluso, analizar fenómenos como el del teatro oficial asimilando mecanismos de difusión que suelen pertenecer a otro circuito (aunque, es cierto, la noción de “circuito” es difícil de sostener). Por otra parte, es cierto, que ámbitos diferentes conllevan diferentes estrategias de comunicación (simbólicas y de las otras). Las estrategias de difusión son de lo más diversas. ¿Para qué querría salir en el diario un espectáculo que obtiene público a partir del volanteo? Muchos restan valor al acto de volantear. ¿A quién se le ocurre que la gente que camina por la calle recibe un papel, lo lee y entra? Pues hay propuestas que únicamente funcionan de esta manera; hay ciertos tipos de teatros, ciertas obras, ciertos circuitos que llenan sus salas con espectadores ocasionales que deciden de manera espontánea la entrada en el teatro. Para ir cerrando esta introducción, hay que decir que los modos de difusión en juego son múltiples: volantes, afiches en vía pública, agendas, páginas web, boca en boca (boca a oído, ¿no?), postales, Facebook, Twitter, Instagram, etc. En el Encuentro muchos de ellos aparecieron mencionados y en algunos casos fueron menospreciados. Resulta interesante observar que prácticamente todos coinciden en que el boca en boca es profundamente efectivo y que atraviesa todos los “circuitos”. Por su parte, las redes empiezan a funcionar de manera análoga a otros modos de difusión previos a su existencia. ¿O acaso etiquetar a alguien para recomendarle una obra no es un modo de boca en boca “mediatizado”? ¿O no es equivalente el “retwitteo”? Quien recomienda funciona como garantía de la recomendación. En el caso de Facebook existen, al menos, dos grandes modalidades: por un lado, la de compartir o etiquetar, sin sumar texto, en donde quien realiza la acción (porque es una acción) deviene en un lugar de pasaje del discurso; por otro, la posibilidad de constituirse en un enunciador (“Yo recomiendo”) y/o de construir un enunciatario particular (“No te pierdas….”) o cualquier 8
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modo equivalente.En ambos casos, ese lugar de reenvío está garantizado por el sujeto que lleva adelante la acción. Por otra parte, la red suma la posibilidad de llegar a un destinatario específico, big data2 mediante, que se presupone con un interés afín.Alcanza con que un usuario realice una consulta puntual para que se inicie el envío de información equivalente a la consulta realizada. En el momento en el que estamos cerrando este prólogo aparece algo que no habíamos visto: Spread & Shout, una aplicación gratuita que permite crear una comunidad de embajadores digitales. La propuesta es la de “donar tu muro.” ¿En qué consiste? En dar permiso para publicar novedades relevantes en cuentas de Facebook o de Twitter con una frecuencia fija, de acuerdo con lo que elija el usuario. ¿Cuál es el presupuesto? Que tus seguidores o amigos de red están dispuestos a compartir lo que uno tiene para decir porque confían y/o se sienten identificados con el contenido. Un boca en boca pero multiplicado en términos geométricos. ¿Por qué hacer referencia a estas cuestiones? Simplemente porque no hay un modo general de comunicar las artes escénicas. En este libro empezamos, apenas si empezamos, a preguntarnos y a respondernos algunas cosas. Dar cuenta de la diversidad implica mapear el panorama complejo de nuestra ciudad en relación con el vínculo entre la comunicación y las artes escénicas.
2. Big Data es el término que se utiliza para describir los grandes volúmenes de datos que componen Internet y la posibilidad de obtener información sobre ellos. 9
Entrevistas
Duche-Zarate: trayectoria y calidad en el arte de hacer prensa Por Daniel Gaguine
Walter Duche y Alejandro Zárate conforman una de las agencias de prensa más exitosas y serias, con una trayectoria de dieciocho años en el medio. En una charla exhaustiva, ambos cuentan no solo como ha sido su trabajo a través del tiempo sino que dan su parecer sobre nuevas tecnologías y la proliferación de los agentes de prensa. –¿Cuándo y cómo surge “Duche-Zárate”? Walter Duche: Surge espontáneamente. Empezamos a trabajar juntos. Tenía mucho trabajo así como bastantes cosas para hacer de manera independiente. No me daba el tiempo. Lo conocí a Alejandro y le propuse si quería trabajar conmigo, para ayudarme con aquello que no me daba tiempo para hacer. Esto fue hace dieciocho años. No había Internet, las gacetillas se entregaban en mano, correos, sobres, fotocopias y demás mecanismos humanos. Esto implicaba mucho tiempo para distribuir la información. Correo, estampillado… Era bastante engorroso. No me daba el tiempo para hacer todo. Alejandro empezó a trabajar conmigo y empezamos a armar el equipo. Funcionó. Le gustó el trabajo. Se enganchó y empezó a tener muy buena disposición con los periodistas. Así surgió todo. –Teniendo en cuenta que son una dupla, ¿cómo se distribuyen las tareas? Walter Duche: Sabemos hacer las mismas cosas pero tenemos una división. Hay cosas de las que me encargo yo, más administrativas, algunas reuniones y presupuestos. Alejandro se encarga más del contacto con los periodistas. Nos repartimos el trabajo de acuerdo a la cantidad que hay, la dinámica de ese momento de la oficina. Si uno tiene más que hacer que el otro, lo ayuda. Nos dividimos el trabajo porque no tiene sentido que hagamos lo mismo. A veces, las obras, la puede ejecutar más uno que el otro. Nos apoyamos el uno al otro en el sentido de que si falta llamar a alguien, lo puede hacer 13
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cualquiera de los dos. No estamos especulando con que uno haga todo el trabajo. Nos dividimos el trabajo pero los dos sabemos. –¿Qué entienden por comunicar una obra? Walter Duche: En el ejercicio del trabajo, estamos haciendo una difusión constante del material, qué tiene para comunicar. Empezás a ver qué arista tiene la obra, de qué se trata, quién la interpreta y quién la escribió y ahí podes hacer algo más perfilado. Comunicar que, por ejemplo, es una obra de “violencia de género”. Sabemos que hay tales medios que les va a interesar más o determinados periodistas que tienen conexión con la temática. Buscamos las comunicaciones. Largás la obra no solamente para que todo el mundo se entere sino que empezás a comunicar más específicamente, según los intereses particulares. Con los años, ya sabés a quién le puede interesar. Alejandro Zárate: Después de dieciocho años, ya sabemos muchas cosas sobre qué obra va a interesar, a qué público, qué no va a interesar, qué puedo venderle a un periodista más allá de todo el “bla blá”. –¿Con cuánto tiempo empiezan a trabajar para la difusión de una obra? Alejandro Zárate: Es relativo. Tiene mucho que ver si es un espectáculo comercial, del off, si hay actores conocidos. Si me llamás y me decís que vas a estrenar en una semana, es muy probable que te diga que no. Igual es muy relativo. Hay obras que las empezás a trabajar dos meses antes y no despiertan interés hasta que se estrenan. Cada obra tiene su universo. –Hoy, con tanta oferta que hay, podés recibir un mail faltando dos meses para el estreno, queda ahí…. Alejandro Zárate: Es cierto pero ahí tiene que ver el trabajo del jefe de prensa. ¿A quién le mandas una invitación dos meses antes? ¿A un jurado? Walter Duche: Tiene que ver con la comunicación y lo específico. Una obra que trata sobre el rugby, sabés que hay una revista mensual o bimestral circulando. No se la mandás un día antes que estrene. Ahí sí, se la mandás dos meses antes para que tengan la información, teniendo en cuenta cuándo cierran. Te adecuás al material que tenés, a cuándo te lo traen. Puede ser que el cliente, hasta último momento, no tenga la foto. Entonces, por más que se lo pidas con anticipación, no tenés el material. 14
(...) Extracto del libro Comunicaciones y Artes escénicas I
Para conseguir el libro completo:
escenicascomu@gmail.com Diseño de tapas, interiores e impresión:
Tricao Laboratorio Editorial tricaolab@gmail.com
Índice Algunas cuestiones sobre la comunicación de las artes escénicas. Por Mónica Berman............................................................ 5
Entrevistas Duche-Zárate: Trayectoria y calidad en el arte de hacer prensa. Por Daniel Gaguine................................................................................................... 13 Tommy Pashkus: La estrategia de comunicación de las artes escénicas. Por Ivanna Soto................................................................... 23 Norma Montenegro: “El espectáculo descollante va más allá de la prensa.” La comunicación desde un teatro. Por Daniel Gaguine................................................................................................... 31 Sebastián Blutrach: “Los productores pensamos al teatro como una totalidad.” Por Mónica Berman y Daniel Gaguine........................................ 41 El desafío de comunicar un espacio teatral. Entrevista a Jonathan Zak y Maxime Seugé, productores de Timbre 4. Por Betina Bracciale..................................................... 53
Experiencias de Agentes de prensa de la carrera de Comunicación de la UBA El arte de comunicar las artes escénicas. Por Marisol Cambre........................... 69 De los noventa a la actualidad. Breve semblanza personal de una experiencia profesional en tiempos de efervescencia escénica e informativa. Por Débora Lachter.......................................................... 77 Hacer prensa de teatro. Por Paula Simkin.............................................................. 83 Encuentro con agentes de prensa de artes escénicas. Facultad de Ciencias Sociales. 23 de agosto de 2014............................................ 85 Mini biografías........................................................................................................... 113
Este libro se terminó de imprimir en los talleres de la Cooperativa de trabajo Tricao, Núñez 2820, CABA
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Comunicación y Artes Escénicas I, producto de un interés colectivo, estuvo a cargo de una serie de personas que pertenecen de diversos modos (estudiantes, graduados, docentes) a la carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. El primer gesto fue preguntarse acerca de los aportes que podían hacer desde los saberes específicos de la carrera: ¿Qué implica comunicar artes escénicas? ¿Cómo comunicar una obra, una programación, una práctica social y artística? ¿Cómo se conforma este complejo entramado, constituido por eslabones diversos y complementarios, entre la comunicación, la difusión y el público? Las artes escénicas son comunicadas. Hacerlas devenir objeto significa reflexionar sobre una práctica existente. Así nació la idea de dar la palabra a experimentados hacedores de ámbitos diferentes. Este libro busca dar cuenta del amplio panorama de este vínculo que establecen, real o potencialmente, la comunicación y las artes escénicas. El objetivo de largo plazo es que las artes escénicas sean parte de los consumos culturales de los todos los habitantes de la ciudad. Y que, si no sucede, sea por decisión propia y no por ausencia de conocimiento. La comunicación tiene, en este sentido, un extenso aporte para hacer.
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