FRÍO

¿CÓMO PODEMOS OBTENER EL MANTILLO?

Recolectando y reutilizando materia orgánica. Veamos los pros y los contras de cada opción de mantillo casero: Hojas secas: una opción económica y fácil de encontrar. Se descompondrá lentamente durante el invierno, proporcionando nutrientes al suelo mientras protegen las plantas del frío. Sin embargo, pueden volar con facilidad cuando sopla el viento y dificultar el crecimiento de las plantas si se aplican en capas demasiado gruesas.

Paja: otra opción económica y fácil de encontrar. Es ligera y fácil de aplicar. Sin embargo, la paja puede volar con facilidad cuando sopla el viento y puede atraer a roedores y otros animales.

Césped cortado: es una opción biodegradable y económica para usar como mantillo. También se descompondrá lentamente durante el invierno, proporcionando nutrientes al suelo. Sin embargo, también puede atraer a roedores y otros animales y obstruir el crecimiento de las plantas si se aplica en capas demasiado gruesas.

Piedras pequeñas: son duraderas y atractivas visualmente, y pueden ser una buena opción para usar como mantillo en áreas donde el viento es fuerte o donde hay problemas con roedores. Sin embargo, no proporcionarán nutrientes al suelo y pueden dificultar la infiltración del agua en el suelo.

Cada tipo de mantillo tiene sus propias ventajas y desventajas, así que asegúrate de considerar factores como el costo, la durabilidad, la facilidad de aplicación y el impacto en el suelo y las plantas al elegir un mantillo para tu huerto o jardín.

Si no tienes los recursos para conseguir esta materia orgánica, tienes la fácil solución de adquirir directamente un saco mantillo orgánico en tiendas o centros de jardinería. Estos suelen estar compuestos a base de compost vegetal, corteza de pino compostada y turba rubia, aportando beneficiosas propiedades a nivel de estructura, retención hídrica, aireación y nutrición.