24 minute read

4. RESULTADOS

4.1. Datos generales

La muestra estuvo conformada por 72 profesionales, procedentes de las provincias de Barcelona (43,1%), Las Palmas (29.2%) y Cantabria (27,8%). Según el sexo, la muestra tuvo un predominio femenino (76,4%). SegúnCategoría Profesional, un51,4% (37) correspondieron a médicos especialistas y un 48,6% (35) a personal de Enfermería.

Advertisement

El 43,1% de los profesionales prestan sus servicios en Atención Primaria y el 56,9% en Atención Hospitalaria (Gráfico 1).

Según los años de profesión, el61,1% de la muestra supera los 15 años (Gráfico 2). Elsegundo grupo mayoritario se agrupa en las franjas de 5 a 8 años (13,9%) y de 10 a 15 años (13,9%).

En relación al número de dimensiones afectadas del SDP, el 20,8% de la muestra presenta una dimensión del SDP afectada, el 30,6% dos dimensiones afectadas y el 31,9% tres dimensiones afectadas (Gráfico 3), lo que representa un 83,3% de la muestra. El 16,7% de los participantes no tienen ninguna dimensión afectada. La media de dimensiones afectadas es de 1,78.

Según la intensidad del SDP, un 20,8% de la muestra presenta SDP leve; un 30,6% SDP moderado y el 31,9% SDP severo.

Del total de la muestra, un 40,28% (29) obtuvo puntuaciones altas en CE (Gráfico 4). Un 40,28% (29) presentó puntuaciones altas en DP y un 30,55% (22) puntuaciones bajas en RP.

Según las dimensiones de la IE (Gráfico 5), en la escala percepción emocional, el 61,1% de los sanitariosseagrupanenadecuada yexcelente, yel38,9% enescasa. Encuanto a la comprensión emocional, el 61,1% presentan un nivel adecuado y excelente, y el 38,9% presentan un nivel escaso. En la regulación emocional, el 76,4% se agrupa en adecuada (56,9%) y excelente regulación (19,4%), y el 23,6% en escasa.

En relación a la IE global (nivel de IE), el 72,2% presenta un nivel de IE adecuado (68,1%) y excelente (4,2%), y el 27,8% de la muestra presenta IE escasa (Gráfico 6).

4.2. Relación entre dimensiones de la IE y número de dimensiones afectadas del SDP

● Percepción emocional:

La media de dimensiones afectadas del SDP en las personas con escasa percepción emocional es de 1.6, con adecuada percepción es de 1.97 y con excelente percepción es de 0.66. En la escala de percepción no encontramos diferencias estadísticamente significativas con el número de dimensiones del SDP afectadas (test no paramétrico de kruskal – wallis; p=0,098).

● Comprensión emocional:

La media de dimensiones afectadas delSDP en las personas con escasa comprensión es de 2.03, con adecuada comprensión es de 1.77, y con excelente comprensión es de 0.87 (Gráfico 7). En la escala de comprensión emocional, encontramos diferencias estadísticamente significativas, observando que a menor comprensión emocional, aumenta el número de dimensiones afectadas del SDP (test no paramétrico de Kruskal-Wallis; p= 0,026).

● Regulación emocional:

La media de dimensiones afectadas del SDP en las personas con escasa regulación es de 2.29, con adecuada regulación es de 1.78, y con excelente regulación es de 1.14 (Grafico 8). En la escala de regulación emocional, encontramos diferencias estadísticamente significativas, observando que a menor regulación emocional, más dimensiones afectadas del SDP (test no paramétrico de Kruskal-Wallis; p = 0,011).

4.3. Relación entre Nivel de IE y número de dimensiones afectadas del SDP

La media de dimensiones afectadas del SDP en personas con un nivel de IE escasa es de 2.1 y en personas con un nivel adecuado-excelente (agrupados) es de 1.65. Un nivel de IE adecuadoexcelente presenta menos dimensiones afectadas del SDP, pero esta relación no es estadísticamente significativa (test no paramétrico de U de Mann Whitney; p = 0,065).

4.4. Relación entre Años de Profesión, número de dimensiones afectadas del SDP y Nivel de IE

Todos los grupos según años de profesión presentan un número similar de dimensiones afectadas delSDP (Gráfico 9). Los sanitarios con 10 a 15 años de profesión, presentan el mayor número de dimensiones afectadas del SDP (2,1). Estos resultados no fueron estadísticamente significativos (test no paramétrico de Kruskal-Wallis; p = 0.85).

Al agrupar el total de la muestra en 2 grupos según años de profesión (menor de 15 años y mayor o igual a 15 años), un 78,6% de las personas con menos de 15 años presentan un nivel de IE adecuada-excelente, versus un 68,2% en el grupo con 15 o más años (Gráfico 10). En el grupo con más años de profesión aumenta la proporción de sanitarios con IE escasa (31,8%) en comparación con el otro grupo (21,4%). Estas diferencias no resultaron estadísticamente significativas (test de Chi-cuadrado; p = 0.33).

4.5. Relación entre el número de dimensiones afectadas del SDP y la prestación de servicios

En AtenciónPrimaria se encuentra un mayor número de dimensiones afectadas del SDP (media de 2.13), en comparación con la Atención Hospitalaria (Gráfico 11), siendo ésta una diferencia estadísticamente significativa (test de U Mann Whitney, con una p = 0,019).

5. DISCUSIÓN

5.1. Discusión preliminar

En los resultados obtenidos mostramos que un 83,3% de la muestra presenta al menos una dimensión alterada del SDP, cifra que resulta elevada con respecto a la bibliografía nacional existente(PárragaMartínezet al.,2018).En cuanto ala prevalenciadeSDP,el31,9%denuestra muestra presenta SDP severo, cifra acorde a la prevalencia nacional (Párraga Martínez et al., 2018; Navarro-González et al., 2015; Matía Cubillo et al., 2012; Sánchez Ventín et al., 2009; Cebrià et al., 2008; Ortega Ruiz & Lopez Rios, 2004), e inferior que la internacional. En una revisión sistemática de Rotenstein et al (2018), en la que se recolectó información de 182 estudios de 45 países, se reportó una prevalencia de SDP del 67% (Rotenstein & Torre, 2018).

Las dimensiones delSDP que obtuvieron los valores más elevados fueron elCE y la DP (ambos por igualcon un 40,28%), cifras superiores que las encontradas en estudios nacionales (Párraga Martínez et al., 2018; Navarro-González et al., 2015; Vilá Falgueras et al., 2015), e inferiores a los hallazgos de Rotenstein et al (Rotenstein & Torre, 2018).

Aunque las variaciones de prevalencia del SDP se deben a la heterogeneidad de las muestras, los años en los que fueron realizados los estudios y a los puntos de corte establecidos por los investigadores sobre las variables, creemos que el aumento de prevalencia de SDP leve y moderado que observamos en nuestra población se debe a las secuelas del COVID-19 que ha agravado los problemas de nuestro sistema de salud y a la afectación física y psicológica que ha generado en lossanitarios a todos los niveles (Valiente et al, 2021). La reciente pandemia ha significado un enormeesfuerzo adaptativo por parte de los profesionales, sometidos a duras condiciones de trabajo en una situación extrema. Una revisión sistemática realizada recientemente pone de relieve que elnivel de deterioro de la salud mental de los profesionales sanitarios que trabajaron en la primeralínea de la COVID-19 osciló entre medio y alto (Silva Gomes, 2021).

En cuanto a las dimensiones de la IE, la regulación emocional fue la que obtuvo la puntuación más alta (adecuada y excelente) con un 76,4%. En las escalas percepción y comprensión emocionales también predominaron las puntuaciones adecuada y excelente, alcanzando un 61,1% en ambas escalas. A nivel global, el 72,2% de los encuestados presenta un nivel de IE adecuado (68,1%) y excelente (4,2%). Estas cifras se corresponden con lo que se afirma en otros estudios en los cuales se ha objetivado que las personas con puntuaciones más altas en IE expresan una mayor predilección por las carreras asistenciales (Caruso, Mayer y Salovey,

2002).

5.2. Discusión de hipótesis

En relación con la primera hipótesis sobre determinar la relación entre las dimensiones de la IE y el SDP, encontramos que si existe una relación estadísticamente significativa en las dimensiones comprensión y regulación emocional. A menor comprensión y menor regulación emocional, más dimensiones afectadas del SDP.

En algunas publicaciones se ha observado que los trabajadores de la salud que están motivados a regular sus emociones y tienen un sentido de empatía desarrollado, tienen menor riesgo de experimentar insatisfacción laboral (Bulmer et al 2009). Gohm apunta que los profesionales que fácilmente identifican una emoción específica en situaciones de estrés pasan menos tiempo atendiendo a sus reacciones emocionales e invirtiendo menos recursos cognitivos, lo cual les permite evaluar las alternativas de acción, mantener sus pensamientos en otras tareas o bien llevar a cabo estrategias de afrontamiento más adaptativas (Gohm & Clore, 2002). Las emociones son un determinante potente y común en los procesos de juicio, y en situaciones de conflicto este proceso cognitivo se ve afectado (Lerner 2015).

Considerando que nuestra muestra tiene un nivel adecuado de IE, de forma global y en cada una de sus dimensiones, la multiplicidad de factores relacionados con el SDP (personales y del ámbito laboral) y considerando el proceso de desarrollo de las fases del Burnout, que van del entusiasmo a la apatía (Lázaro, 2004, 499-506), o del CE y DP a la baja RP (Maslach, 2016, 103-11), pudiera ser que la percepción y la regulación emocionales se vean más afectadas en los que padecen el SDP por el propio desgaste que ocasiona el síndrome de forma lenta, progresiva y con frecuencia inconsciente, y no porque tuvieran un bajo nivel de IE previo.

En relación a la segunda hipótesis, se observa que con IE adecuada-excelente los sanitarios presentan menos dimensiones afectadas de SDP (media de 1,65 Vs los de IE escasa con 2.1), aunque esta relación no es estadísticamente significativa.

Como se ha mencionado anteriormente, la IE se ha relacionado con estrategias de afrontamiento más eficaces y activas, basadas en la reflexión, la evaluación y la resolución de problemas, mientras que niveles bajos se relacionan con peores reacciones emocionales y estrategias basadas en la evitación, la rumiación y la autoculpabilidad, apareciendo situaciones de agotamiento, estrés o frustración. En un estudio se halló que a mayor IE, menor agotamiento y que ese menor agotamiento correlacionaba con una satisfacción laboral más alta (Weng et al 2011). Jackson-Koku y Grime (2019) han comprobado que enseñar habilidades de IE y aplicar intervenciones de regulación emocional se asocian con una reducción del burnout, disminuyendo el desgaste profesional.

En nuestra investigación, objetivamos que los profesionales a pesar de tener una IE adecuada y excelente presentan más de una dimensión alterada del SDP. Esto nos lleva a pensar que la IE por sí sola, puede que no sea un factor protector total ni único frente al desarrollo del SDP. Como señala la bibliografía en relación al origen multifactorial del burnout (características organizacionales, ambientales y propias del individuo así como su vivencia subjetiva) algunos rasgos de personalidad como la flexibilidadcognitiva (Goldberg & Bougakov, 2005), o un bajo grado de neuroticismo (Bolger & Zuckerman, 1995), puedan también tener un factor protector frente al SDP.

En relación a la tercera hipótesis, determinar si los años de profesión constituyen un factor de riesgo para eldesarrollo de SDP, observamos que el número de dimensiones afectadas del SDP es similar en todos los grupos etarios, inclusive en los sanitarios más jóvenes. Estos resultados no fueron estadísticamente significativos.

Distintos autores señalan que los sanitarios con menos años de experiencia profesional están expuestos además de los estresores propios del entorno laboral a mayores situaciones de precariedad laboral (contratos cortos, inestabilidad de turnos, mayor rotación interservicios con tiempo insuficiente para ser competentes y especializarse, jornadas laborales más prolongadas, mayor número de guardias, etc.).

En relación a la cuarta hipótesis, determinar si hay relación entre los años de profesión y el nivel de IE, al clasificar la muestra en 2 grupos (mayores y menores de 15 años), se observa que en ambos grupos predomina un nivel de IE adecuado y excelente (>68%). Y en el grupo con más de 15 años de profesión aumenta la proporción de sanitarios con IE escasa (31,8%), aunque estas diferencias no resultaron estadísticamente significativas.

En este sentido, haydiversidad de estudios que apuntan que elriesgo de agotamiento emocional incrementa con los años (Ross, 2009; Montero-Marin et al., 2011), y otros autores encuentran una relación inversa (Demirci, 2010). Defienden que las habilidades emocionales se optimizan con la edad, ya que se tiene un mejor conocimiento de los propios recursos, y la experiencia vital, lo que proporciona una mayor capacidad de respuesta para afrontar situaciones difíciles (Mesa Castro, 2019).

Enrelación a la quintahipótesis, existe una mayor prevalencia de SDP enprofesionales de AP, resultando este hallazgo estadísticamente significativo, por lo que trabajar en esta área de servicios podría ser un factor de riesgo para el desarrollo de SDP.

Nuestra estimación de prevalencia del SDP en AP es superior a la de estudios previos (Párraga Martínez et al., 2018). Aunque la AP y AH comparten características laborales como las elevadas carga de trabajo y presión asistencial, largas jornadas asistenciales (con frecuencia a expensas de tiempo extraordinario no retribuido), alta demanda emocional, conflictos (con los pacientes, compañeros de trabajo y la institución) o una inadecuada compensación económica, entre otros, es conocido que existen elevados niveles de insatisfacción entre los médicos de AP a nivel internacional (Marchand & Peckham, 2017; Ehsan & Musarrat-ul-Hasnain, 2018).

A los factores mencionados se añaden la escasa autonomía profesional, la sobrecarga burocrática, el dirigismo tecnocrático, el poco prestigio social e institucional hacia la AP en un modelo sanitario hospitalocéntrico y el choque entre teoría y práctica (McGhie JE et al, 2021).

Se ha generado además el fenómeno conocido como el “desprestigio de la atención primaria” (Scott et al, 2007; Martín Zurro et al, 2013) por el que los médicos, tras su formación universitaria, teniendo en cuenta el modelo sanitario, las expectativas laborales y la valoración social de la especialidad MFyC, muestran una tendencia a no escoger esta especialidad como primera opción tras el examen MIR (González Lopez-Valcarcel et al, 2014).

A medida que se conocen más factores psicológicos y laborales relacionados con el desarrollo del SDP, es posible elaborar un perfil de riesgo de los sanitarios más propensos a padecerlo, lo cual nos puede permitir avanzar en su prevención. En nuestro trabajo, observamos que ha aumentado significativamente el número de profesionales con SDP leve y moderado, que a su vez están en elevado riesgo de desarrollar SDP severo y de elevar la prevalencia actual.

5.3. Limitaciones del estudio

Entre las limitaciones más importantes se encuentran: un tamaño muestral pequeño (por lo tanto, las conclusiones obtenidas no son extrapolables a otros grupos); una muestra con sectores muy específicos de la atención hospitalaria (fundamentalmente Enfermería del área quirúrgica, Anestesia y Urgencias), las dificultades en la comprensión e interpretación del testpor los participantes;errores alrellenarlaencuesta enelformatoimpreso(dejaralgunacasillaenblanco o marcar dos opciones en una misma pregunta; esto ocurrió en dos participantes); lossujetos puedenhabersesentidoobservadosyen consecuenciacondicionarsusrespuestas;los resultados del TMSS y del MBI dependen de la sinceridad de los encuestados.

Otra limitación relevante es que las medidas de autoinforme de la IE, no tienen una correlación elevada con la IE real. A la gente, en general, no se le da bienevaluar sus habilidades cognitivas y emocionales.

Entre los aspectos a mejorar, es ideal contar con el asesoramiento de un estadístico desde el planteamiento de la metodología, para identificar previamente los sesgos de selección, información y confusión. Y también durante el desarrollo y final del trabajo para interpretar la información adecuadamente considerando dichos sesgos.

5.4. Nuevos aportes del estudio

Sabemos que la prevalencia de SDP es alta en los sanitarios a nivel nacional e internacional, pero debido a la disparidad de prevalencias entre una misma nación y el resto de países, por la heterogeneidad de las muestras, diferencias en la medición y definiciones de las variables, nos pareció importante hacer una delimitación más clara de la variable SDP en base a la media de dimensiones con puntuación alta (CE yDP) ybaja (RP), según cuestionario MBI yobtener una prevalencia en la que se agrupan 3 grupos poblacionales distintos que incluyen sanitarios de la AP y AH.

Hayestudios aislados realizados en grupos específicos de sanitarios de AP y AH sobre Burnout, pero no hayestudios que comparen las prevalencias entre ambos sectores yrealicen un análisis de sus causas.

6. CONCLUSIONES

● La mayoría de los profesionales sanitarios encuestados presentan algún grado de SDP. La prevalencia de SDP severo concuerda con las cifras encontradas en estudios nacionales previos.

● Las dimensiones comprensión emocional y regulación emocional de la IE se relacionan con menores dimensiones afectadas del SDP. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de la inteligencia emocional percibida, en concreto la capacidad de comprender yregular nuestras emociones (interrumpir emociones negativas yprolongar las positivas) como elemento de atenuación en la aparición de SDP aunque no hemos comprobado que sea un factor de protección único o total.

● Existe un mayor número de profesionales afectados por SDP en AP que en AH, lo cual aporta un dato novedoso, ya que no hemos encontrado estudios que comparen estos ámbitos.

● No hemos encontrado relación entre los años trabajados y las dimensiones afectadas en el SDP, ni tampoco entre los años trabajados y el nivel de IE.

● El Servicio de Medicina Laboralde cada centro sanitario debe desarrollar estrategias de aplicación sistemáticas para la prevención y diagnóstico del SDP.

● Se necesitan campañas de concienciación sobre el SDP, para los sanitarios de todos los niveles de atención, jerarquías y especialidades, y el público en general; haciendo énfasis en la importancia de su prevención, diagnóstico precoz ysus consecuencias para quien lo padece, sus pacientes y sus compañeros de trabajo.

6.1. Planteamientos/propuestas a futuro

● Realizar una medición en una muestra más amplia de sanitarios (de especialidades médicas y quirúrgicas), de AP y AH, de forma longitudinal, teniendo en cuenta la IE y otras variables individuales que pueden estar relacionados con el desarrollo de SDP, como los rasgos de personalidad (neuroticismo) y la flexibilidad cognitiva.

● Dada la relación entre la IE y el SDP, sería ideal la aplicación de una herramienta para un estudio más objetivo de la IE como es el MSCEIT: (herramienta que hace una evaluación real, proporciona una medida como habilidad y además proporciona información para realizar una intervención individual específica según los resultados obtenidos)

● Igualmente, a la luz de nuestros resultados dada la relación entre la presencia de dos dimensionesde IE ymenor desarrollo deSDP yconcretamente en elámbito de Atención Primaria, sería interesante proponer una intervención/programa de entrenamiento en inteligencia emocional y comprobar si tras este trabajo se reduce el SDP. Según varios autores(Rodríguez,2003),laeducaciónsanitariacarecedeáreastalescomolaformación para intervenir en ayudar a las relaciones, estilos de comunicación asertiva, gestión de las emociones y enseñar al paciente a gestionar sus propias emociones. El desarrollo de estas areas es una asignatura pendiente que podría servir como una herramienta importante en la prevención del desgaste profesional, teniendo un efecto no sólo en los profesionales sino también en la calidad de la relación con los pacientes.

Desarrollar la IE puede ser una valiosa herramienta para que los sanitarios enfrenten sus problemáticas habituales desde nuevas perspectivas, haciendo un uso más eficiente de la información proveniente de sus emociones. Esta habilidad puede mejorar el liderazgo, habilidades comunicativas, la relación con los pacientes y compañeros de trabajo, la satisfacción personal y la resolución de problemas críticos.

7. BIBLIOGRAFÍA

[1] Augusto Landa JM, López-Zafra E, Berrios Martos MP, Aguilar-Luzón M del C. The relationship between emotional intelligence, occupational stress and health in nurses: A questionnaire survey. Int J Nurs Stud. 2009;45(6):888–901.

[2] Berrocal, P., & Extremera, N. (2008). A review of trait meta-mood research. Adv Psychol Res, 55, 17-45. Available from:https://www.academia.edu/30728462/A_review_of_trait_meta_mood_research

[3] Bisquerra,R. (n.d.). Educación Emocional – RafaelBisquerra. Retrieved June 3, 2022, from https://www rafaelbisquerra.com/educacion-emocional/ https://doi.org/10.1037/0022-3514.69.5.890

[4] Bolger, N., & Zuckerman, A. (1995). A framework for studying personality in the stress process. Journal of Personality and Social Psychology, 69(5), 890–902.

[5] Bulmer Smith K, Profetto-McGrath J, Cummings GG. Emotional intelligence and nursing: an integrative literature review. Int J Nurs Stud [Internet]. 2009 Dec;46 (12):1624-36.

Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19596323

[6] Caruso, D. R.,Mayer, J.D. ySalovey, P.(2002). Relation of an ability measure of emotional intelligence to personality. Journal of Personality Assessment, 79, 306-320.

[7] Cebrià, J., Sobrequés, J., Ger, S., Ferrer, M., & Segura, J. (2008). Evolución del síndrome de desgaste profesional en médicos de familia: estudio longitudinal a los 5 años. Semergen, 34(4), 107-112. https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articuloevolucion-del-sindrome-desgaste-profesional-13116848

[8] Cebrià-Andreu, J. (2005). Comentario: el síndrome de desgaste profesional como problema de salud pública. Gaceta Sanitaria, 6(19), 470. Available from: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112005000600008&lng=es&tlng=es.

[9] Cordero Magán AM. Estrés laboral, fuentes de estrés e inteligencia emocional de los trabajadores del centro de urgencias y emergencias de Extremadura. Universidad de Extremadura; 2010.

[10]Demirci, S., Yildirim, Y. K., Ozsaran, Z., Uslu, R., Yalman, D., & Aras, A. B. (2010). Evaluation of burnout syndrome in oncology employees. Medical oncology (Northwood, London, England), 27(3), 968–974. https://doi.org/10.1007/s12032-009-9318-5

[11]Ehsan, S. B., & Musarrat-ul-Hasnain (2018). Factors Influencing Medical Students'Choice

For Family Medicine As A Specialty In Pakistan. Journal of Ayub Medical College, Abbottabad : JAMC, 30(2), 203–208.

[12]Fernández-Berrocal, P., Alcaide, R., Domínguez, E., Fernández-McNally, C., Ramos, N.S., & Ravira, M. (1998). Adaptación al castellano de la escala rasgo de metaconocimiento sobre estados emocionales de Saloveyet al.: datos preliminares. En LibrodeActasdelVCongreso de Evaluación Psicológica, Málaga. (Vol. 1, pp. 83- 84).

[13]Fernández-Berrocal, P., Berrios-Marto, P., Extremera, P., & Augusto, J. (2012). Inteligencia emocional: 22 años de avances empíricos. Behav Psychol, 20(1), 5-13.

Availablefrom:https://wwwbehavioralpsycho.com/wp-content/uploads/2019/08/01.Fernandez-Berrocal_201oa.pdf

[14]Fernández-Berrocal, P., Extremera, N., & Ramos, N. (2004). Validity and reliabilityof the Spanish modified version of the Trait Meta-Mood Scale. Psychol Rep, (94), 751-755.

Availablefrom:https://journals.sagepub.com/doi/10.2466/pr0.94.3.751-755

[15] Fidalgo Vega, M. (2007). NTP 704 Centro Nacional de Condiciones de Trabajo. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Available from: http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/701a750/ntp_704.pdf

[16]GálvezHerrer, M. (2019, Mayo). BurnoutsegúnlaOMS.Clasificandoelsufrimiento.Available from: https://proyectohuci.com/es/burnout-segun-la-oms-clasificando-el-sufrimiento/

[17]García García, J. M., Herrero Remuzgo, S., & León Fuentes, J. L. (2007). Validez factorial del Maslach Burnout Inventory (MBI) en una muestra de trabajadores del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla. Apuntes de psicología, 25(2), 157-174.

[18]Garfinkel, S. N., Zorab, E., Navaratnam, N., Engels, M., Mallorquí-Bagué, N., Minati, L.,

Dowell, N. G., Brosschot, J. F., Thayer, J. F., & Critchley, H. D. (2016). Anger in brain and body: the neural and physiological perturbation of decision-making by emotion. Social cognitive and affective neuroscience, 11(1), 150–158. https://doi.org/10.1093/scan/nsv099

[19]Ghahramani, S., Jahromi, A., Khoshsoroor, D., Seifooripour, R., & Sepehrpoor, M. (2019). The relationship between emotional intelligence and happiness in medical students. Korean J Med Educ, 31(1), 29-38. Availablefrom: https://doi.org/10.3946/kjme.2019.116 Gil-Monte, P. R. (1994). El síndrome de burnout: un modelo multicausal de antecedentes y consecuentes en profesionales de enfermería [Tesis doctoral, Facultad de Psicología, Universidad de La Laguna].

[20]Gil-Monte, P. R. (2005, Feb). Factorial validity of the Maslach Burnout Inventory(MBIHSS) among Spanish professionals. Revista de saude publica, 39(1), 1-8. Availablefrom: https://doi.org/10.1590/s0034-89102005000100001

[21]Gil-Monte, P. R., & Peiró, J. M. (1997b). Desgaste psíquico en el trabajo: el síndromede quemarse. Madrid: Síntesis.

[22]Goldberg, E. & Bougakov, D. (2005). Neuropsychologycal assessement of frontal lobe dysfunction. The Psychiatric clinics of North America, 28, 567-580 https://doi.org/10.1016/j.aprim.2013.08.004

[23]Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional Barcelona: Kairos.

[24]Goleman, D. (2005). Inteligencia emocional en el trabajo. Barcelona: Kairos.

[25]Gohm, C. L., & Clore, G. L. (2002). Affect as information: An individual-differences approach. In L. F. Barrett & P. Salovey (Eds.), The wisdom in feeling: Psychological processes in emotional intelligence (pp. 89–113). The Guilford Press.

[26]González Lopez-Valcarcel, B., Ortún, V., Barber, P., & Harris, J. E. (2014). Importantes diferencias entre facultades de medicina. Implicaciones para la medicina de familia y comunitaria [Important differences between faculties of medicine. Implications for family and community medicine]. Atencion primaria, 46(3), 140–146.

[27]Hernández-Vargas, C., & Dickinson-Bannack, M. (2014). Importancia de la inteligencia emocional en Medicina. Inv Ed Med, 3(11), 155-160.

[28]Holliday, E., Bonner, J., Formenti, S., Hahn, S., Kalnicki, S., Liu, F., & et al. (2017). Emotional intelligence and burnout in academic radiation oncology chairs. J Healthc Manag, 62(5), 302-313. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28885530/

[29]Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de España (2022, January 14).

Síndrome de desgaste profesional Burnout INSST. Retrieved June 4, 2022, from https://www.insst.es/el-instituto-al-dia/sindrome-de-desgaste-profesional-burnout https://doi.org/10.1093/occmed/kqz071 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=860569

[30]Jackson-Koku, G, & Grime, P. (2019). Emotion regulation and burnout in doctors: A systematic review: Corrigendum. Occupational Medicine, 69(4), 304.

[31]Lázaro, S. (2004). El desgaste profesional (síndrome de burnout) en los trabajadores sociales. Revista de Trabajo Social, 4, 499-506.

[32]LernerJS,LiY,ValdesoloP,KassamKS.EmotionandDecisionMaking.AnnuRevPsychol annualreviews.org/doi/10.1146/annurev-psych-010213-115043 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27182037/ https://www sciencedirect.com/science/article/pii/S1931720418304550?via%3Dihub

[Internet]. 2015 Jan 3;66 (1):799-823. Available from: http://www.

[33]Lin, D., Liebert, C., Tran, J., Lau, J., & Salles, A. (2016). Emotional intelligence as a predictor of resident well-being. Cirugía J Am Coll, 223(2), 352-8.

[34]Lindeman, B., Petrusa, E., McKinley, S., Hashimoto, D., Gee, D., Smink, D., & et al.(2017).

Association of burnout with emotional intelligence and personality in surgicalresidents: Can we predict who is most at risk? Journal of Surgical Education, 74, 22- 30.

[35]Macías Fernandez, A., Gutierrez Castañeda, C., Carmona Gonzalez, F., & Crespillo

Vilchez, D. (2016). Relación de la inteligencia emocional y la calidad de vida profesional con la consecución de objetivos laborales en el distrito de atención primaria Costa del Sol. Atención Primaria, 48, 301-307. file:///C:/Users/esoli/Downloads/Relacindelainteligenciaemocionalylacalidaddevidaprofesio nalconlaconsecucindeobjet.pdf

[36]Marchand, C., & Peckham, S. (2017). Addressing the crisis of GP recruitment and retention: a systematic review. The British journal of general practice : the journal of the Royal College of General Practitioners, 67(657), e227–e237. https://doi.org/10.3399/bjgp17X689929

[37]Martín Zurro A. (2018). Alma Ata y medicina de familia: 40 años de travesía del desierto [Alma Ata and family medicine: 40 years of desert crossing]. Atencion primaria, 50(4), 203–204. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2018.02.002

[38]Maslach, C. (1986). R. R. Kilburg, P. E. Nathan, & R. W. Thoreson (Eds.). In Professionals in distress: Issues, syndromes, and solutions in psychology (pp. 53-75). American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/10056-004 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27265691/ https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7025610/pdf/main.pdf

[39]Maslach, C. (2016). Understanding the burnout experience: Recent research and its implications for psychiatry. World Psychiatry, 15, 103-111.

[40]Matía Cubillo, A., Cordero Guevara, J., Mediavilla Bravo, J., Pereda Riguera, M., González Castro, M., & González Sanz, A. (2012). Evolución del burnout y variablesasociadas en los médicos de atención primaria. Atención Primaria, 44(9), 532.

[41]Mayer, J. D., & Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? In P. Salovey & D. J. Sluyter (Eds.), Emotional development and emotional intelligence: Educational implications (pp. 3–34). Basic Books.

[42]McGhie, J. E., Dalmau Roig, A., Florensa Puig, M., Silva Ruiz, P., Oñate Ferriz, G., & Gracia Baño, E. M. (2021). Factores que influyen en la elección de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria [Elements influencing the election of Family and

Community Medicine]. Atencion primaria, 53(10), 102153. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2021.102153

[43]Mesa Castro, Nuria. (2019). Influencia de la inteligencia emocional percibida en la ansiedad y el estrés laboral de enfermería. Ene, 13(3), 13310. Epub 24 de febrero de 2020. Recuperado en 12 de dic de 2022, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1988348X2019000300010&lng=es&tlng=es.

[44]Montero-Marín J, Skapinakis P, Araya R, Gili M, García-Campayo J. Towards a brief definition of burnout syndrome by subtypes: development of the 'Burnout Clinical Subtype Questionnaire' (BCSQ-12). Health Qual Life Outcomes 2011b; 9:74.

[45]Musgrove, P., Creese, A., Preker, A., Baeza, C., Anders, A., & Thomson, P. (2000,March 29). Informe sobre la salud en el mundo 2000. Retrieved June 4, 2022, from https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/84394/sa4.pdf

[46]Navarro-González, D., Ayechu-Díaz, A., & Huarte-Labiano, I. (2015). Prevalencia del síndrome del burnout y factores asociados a dicho síndrome en los profesionales sanitarios de Atención Primaria. Semergen, 41(4), 191-198. https://www.elsevier.es/esrevista-medicina-familia-semergen-40-articulo-prevalencia-del-sindrome-del-burnoutS1138359314001270

[47]Nespereira-Campuzano, T., & M. Vazquez-Campo. (2017). Inteligencia emocional y manejo del estrés en profesionales de Enfermería del Servicio de Urgencias hospitalarias. Enfermeria Clinica, 27(3), 172-178. https://medes.com/publication/121697 https://aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-100.pdf

[48]OMS. & Organització Mundial de la Salut. (2000). Informesobrelasaludenelmundo 2000: mejorar el desempeño de los sistemas de salud OMS.

[49]Ortega Ruiz, C., & Lopez Rios, F. (2004). El burnout o síndrome de estar quemado enlos profesionales sanitarios: revisión y perspectivas. Int J Clin Health Psychol, 4(1), 137-160.

[50]Ortiz-Acosta, R., & Beltrán-Jimenez, B. (2011). Inteligencia emocional percibida y desgaste laboral en médicos internos de pregrado. Educ Med, 14(1), 49-50. https://scielo.isciii.es/pdf/edu/v14n1/original4.pdf https://bmcmededuc.biomedcentral.com/track/pdf/10.1186/s12909-017-0884-5.pdf

[51] Párraga Martínez, Ignacio, González Hidalgo, Enrique, Méndez García, Teresa, Villarín Castro, Alejandro, & León Martín, Antonio Alberto. (2018). Burnout y su relación con el estrés percibido y la satisfacción laboral en profesionales sanitarios de Atención Primaria de una Comunidad Autónoma. Revista Clínica de Medicina de Familia, 11(2), 51-60.

Recuperado en 12 de diciembre de 2022, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699695X2018000200051&lng=es&tlng=pt.

[52]Ranasinghe, P., Wathurapatha, W., Mathangasinghe, Y., & Ponnamperuma, G. (2017). Emotional intelligence, perceived stress and academic performance of Sri Lankan medical undergraduates. BMC Med Educ, 17(1), 41-48.

[53]Ricci Cabello, I., Meneses Echavez, J. F., Serrano-Ripoll, M. J., Fraile-Navarro, D., Fiol de Roque, M. A., Pastor Moreno, G., Castro, A., Ruiz Perez, I., Zamanillo Campos, R., & Goncalves-Bradley, D. (2020). Impact of viral epidemic outbreaks onmental health of healthcare workers: a rapid systematic review https://doi.org/10.1101/2020.04.02.20048892

[54]Ross, J., Jones, J., Callaghan, P., Eales, S., y Ashman, N. (2009). A survey of stress, job satisfaction and burnout among haemodialysis staff. Journal of Renal Care, 35(3), 127.

[55]Rotenstein, L. S., Torre, M., Ramos, M. A., Rosales, R. C., Guille, C., Sen, S., & Mata, D. A. (2018). Prevalence of Burnout Among Physicians: A Systematic Review. JAMA, 320(11), 1131–1150. https://doi.org/10.1001/jama.2018.12777

[56]Salovey, P., Mayer, J.D., Goldman, S.L., Turvey, C., & T.P., P. (1995). Emotional attention, clarity, and repair: Exploring emotional intelligence using the Trait Meta-Mood Scale. In J. W. Pennebaker (Ed.), Emotion, disclosure, and health (pp. 125- 154).

American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/10182-006

[57]Scott, I., Wright, B., Brenneis, F., Brett-Maclean, P., & McCaffrey, L. (2007). Why would I choose a career in family medicine?: Reflections of medical students at 3 universities. Canadian family physician Medecin de famille canadien, 53(11), 1956–1957.

[58]Silva-Gomes, R. N., & Silva-Gomes, V. T. (2021). Pandemia de la COVID-19: síndrome de Burnout en profesionales sanitarios que trabajan en hospitales de campaña en Brasil. Enfermería clínica, 31(2), 128.

[59]V. Sánchez Ventín, I. Jiménez Pereira, L. García Méndez. Burnout en médicos de Atención Primaria de los centros de salud del municipio de Vigo. Semergen., 35 (2009), pp. 211-213

[60] Valiente Millán ML, Méndez Iglesias SM. Estrés y síndrome de burnout en medicina de familia. Lo que sí podemos hacer. AMF. 2020; 16(2): 70-8.

[61]Valiente Millán ML, Mendez Iglesias SM, Morales Serrano JM, Arroyo de la Rosa A. Cansados de estar cansados. El impacto de la pandemia em el colectivo de medicina Familar: valoración y propuestas de mejora. Rev Clin Med Fam vol.14 no.3 Barcelona oct. 2021 Epub 29-Nov-2021

[62] Valiente Millán ML. Estrategias para favorecer el autocuidado profesional. Papel de la resiliencia yel autoliderazgo. Curso Habilidadesdeinteligenciaemocionalparaoptimizar la práctica clínica. Módulo 5. 1ª edición Octubre 2022. ISBN: 978-84-125683-3-2

[63]Vilà Falgueras, M., Cruzate Muñoz, C., Orfila Pernas, F., Creixell Sureda, J., González López, M. P., & Davins Miralles, J. (2015). Burnout y trabajo en equipo en los profesionales de Atención Primaria [Burnout and teamwork in primary care teams]. Atencion primaria, 47(1), 25–31. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2014.01.008

[64]Weng, H. C., Hung, C. M., Liu, Y. T., Cheng, Y.J., Yen, C. Y., Chang, C. C., & Huang, C. K. (2011). Associations between emotional intelligence and doctor burnout, job satisfaction an patient satisfaction. Medical Education, 45(8), 835–842. https://doi.org/10.1111/j.1365-2923.2011.03985x

Anexos

Anexo 1. Maslach Burnout Inventory (MBI-HHS) adaptado al castellano.

Anexo 2. Trait Meta-Mood Scale-24 (TMMS-24) en versión española.

Anexo 3. Cuestionario sobre SDP e IE.

Anexo 4. Gráficos de resultados.

A cada una de las siguientes frases debe responder expresando la frecuencia con que tiene ese sentimiento, poniendo una equis en la casilla correspondiente y número que considere más adecuado, según la intensidad del sentimiento. La escala de valoración es la siguiente:

TMMS-24. INSTRUCCIONES: A continuación encontrará algunas afirmaciones sobre sus emociones y sentimientos. Lea atentamente cada frase e indique por favor el grado de acuerdo o desacuerdo con respecto a las mismas. Señale con una “X” la respuesta que más se aproximea sus preferencias. No hay respuestas correctas o incorrectas, ni buenas o malas. No emplee mucho tiempo en cada respuesta.

ANEXO 3. Cuestionario sobre SDP e IE.

Síndrome de Desgaste Profesional (SDP o Burnout) y su relación con la Inteligencia Emocional

El siguiente formulario consta de 3 partes: I) Datos sociodemográficos, II) Test Maslach Burnout Inventory (MBI) para identificar a los profesionales con SDP, y III) La escala de medición TMMS-24 (Trait Meta-Mood Scale) para la medición de la Inteligencia Emocional Autopercibida.

Todos los datos recogidos en este formulario son ANÓNIMOS, con fines educativos y formativos exclusivamente, y en concreto, para la elaboración del Trabajo Final de Máster de las alumnas y alumnos del Instituto Psicobiológico.

Agradecemos su participación.

I. Datos sociodemográficos

1.Seleccione la Provincia donde se localiza su centro de trabajo:*

□Barcelona □Cantabria □Las Palmas

2.Sexo:*□Masculino □Femenino

3.Categoría Profesional:* □Facultativo Especialista □Enfermería

4.Área de prestación de Servicios:* □Atención primaria □Atención Hospitalaria

5.Si es Médico Especialista por favor indique su Especialidad:*

6.Si es Licenciada/o en Enfermería en Atención Hospitalaria, por favor indique su principal área de trabajo:*

□Consultas □Urgencias □Reanimación/UCI □Bloque quirúrgico □Otro

7.Años de profesión:*

□Menos de 5 años. □De 5 a 8 años. □>8 - 10 años. □>10 - 15 años. □>15 años.

II. Maslach Burnout Inventory (MBI-HHS) adaptado al castellano.

El cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI) está constituido por 22 ítems en forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y actitudes del profesional en su trabajo y hacia sus pacientes. Su función es medir el desgaste profesional. Mide los 3 aspectos del síndrome de Burnout:

1. Agotamiento o cansancio emocional. Valora la vivencia de estar exhausto emocionalmente por las demandas del trabajo.

2. Despersonalización. Valora el grado en que cada uno reconoce actitudes, frialdad y distanciamiento.

3. Realización personal. Evalúa los sentimientos de autoeficiencia y realización personal en el trabajo.

>>Coja un bolígrafo y un papel para anotar el puntaje de sus respuestas al final de cada pregunta.

Instrucciones:

A cada una de las siguientes frases debe responder expresando la frecuencia con que tiene ese sentimiento, poniendo una equis en la casilla correspondiente y número que considere más adecuado, según la intensidad del sentimiento. Las preguntas y escala de valoración se encuentran al reverso de esta página.

III. TMMS-24 (Trait Meta-Mood Scale).

INSTRUCCIONES:

A continuación encontrará algunas afirmaciones sobre sus emociones y sentimientos. Lea atentamente cada frase e indique por favor el grado de acuerdo o desacuerdo con respecto a las con una “X” la respuesta que más se aproxime a sus preferencias. No hay incorrectas, ni buenas o malas. No emplee mucho tiempo en cada respuesta.

IV. Resultados (rellenar de forma opcional). Inteligencia Emocional:

-Percepción emocional: sume el puntaje obtenido en los items del 1 al 8 y anote su respuesta:

-Comprensión emocional: sume el puntaje obtenido en los items del 9 al 16 y anote su respuesta:

-Regulación emocional: sume el puntaje obtenido en los items del 17 al 24 y anote su respuesta: Mujeres Hombres

Percepción Escasa <24 <21

Adecuada 25 a 35 22 a 33

Excesiva >36 >33

Comprensión Escasa <23 <25

Adecuada 24 a 34 26 a 35

Excelente >35 >36

Regulación Escasa <23 <23

Adecuada 24 a 34 24 a 35

Excelente >35 >36

Sindrome de Desgaste Profesional (SDP): La puntuación en las escalas del MBI-HHS, sonelresultado desumar todos los puntos o grados defrecuencia anotados en los elementos correspondientes de cada una de ellas. Los elementos que comprende cada escala y sus puntuaciones máximas se especifican en la siguiente Tabla.

Altas puntuaciones en CE y DP, y bajas en RP definen elSDP. Su grado de intensidad variará dependiendo de las puntuaciones que presente el encuestado en cada una de las dimensiones.

Grado de SDP según las puntuaciones obtenidas.

Anexo 4. Gráficos de resultados.

Gráfico

Gráfico de profesión.

Gráfico 3. Distribución de la muestra según número de dimensiones afectadas del SDP.

Gráfico 4. Distribución de los resultados en rango alto en las dimensiones CE y DP,y rango bajo en RP.

Gráfico 7. Relación entre la escala de comprensión emocional (Com) y el número dedimensiones afectadas del SDP.

Gráfico 8. Relación entre la escala de regulación emocional (RE) y el número de dimensiones afectadas del SDP.

Gráfico 9. Distribución de la muestra según años de profesión y número de dimensionesafectadas del SDP.

Gráfico 10. Distribución de la muestra según años de profesión y nivel de IE.

This article is from: