¿Homenaje a Diego A. Maradona? --Homenaje a un anti-ciudadano— Dr. Marino Latorre Ariño Universidad Marcelino Champagnat Lima, 2020
La muerte de Maradona
Diego Armando Maradona ha muerto a los 60 años de edad. El dios del fútbol argentino pasó a la inmortalidad y recibió los honores de un prócer de la patria argentina. Su antiguo médico de cabecera, Alfredo Cahe, relacionó su muerte con consumo excesivo de alcohol. Afirmó que el crack argentino había sustituido la cocaína por el alcohol. Conocida la noticia, en las calles de Buenos Aires, Rosario y otras ciudades argentinas comenzaron las muestras de dolor popular, que siguieron en la Casa Rosada. Hubo concentraciones en el Obelisco, en la casa natal del Pelusa, el humilde barrio Villa Fiorito, en la Bombonera. Muerto Maradona, nació un ídolo y una leyenda. Un ídolo social es un término que se aplica a una celebridad amada y admirada por sus valores personales y sociales y por lo que tiene de modelo y arquetipo para la sociedad. Esa es la teoría, pero en el caso concreto de Maradona no cumple ninguna de las condiciones dichas. En este breve artículo quiero hacer un ejercicio de crítica social. “La crítica […] destruye los ídolos falsos, pero conserva en todo su fulgor a los dioses verdaderos”, dijo, José Martí, escritor cubano.
Populismo y demagogia Si ha sido bochornoso el comportamiento de algunos dirigentes deportivos y ciudadanos argentinos con ocasión de la muerte de Maradona, mayor bochorno aún ha sido el uso político que ha hecho el gobierno argentino de su figura. Un país que fue tan rico, culto y próspero, envidiado por toda América Latina durante muchos años, y que ahora tiene un déficit económico enorme, con una inflación media en los últimos diez años de un 30% anual y en la que los precios se han
multiplicado por 15 en diez años, que tiene miles y miles de empresas cerradas, en el que hay grandes zonas del país con problemas de hambruna, etc. El ministro de Economía argentino reconoció hace un mes que la pandemia ha generado un "golpe fortísimo" a la economía argentina, en recesión desde 2018, con una profundización en el deterioro de los indicadores económicos y sociales, entre ellos el nivel de pobreza y de desempleo. El Indec informó que en el segundo trimestre del 2020 el PIB argentino registró una caída interanual del 19,1%, una magnitud de desplome sin antecedentes en la economía argentina. Cerca de un tercio de la población económicamente activa, esto es 3,75 millones de personas tienen problemas de empleo… El gobierno argentino sabe todo esto, pero lo pretende ocultar. “Debemos defender a los ídolos que creamos, para defendernos a nosotros mismos y para no desesperarnos “, dijo Manuel Mujica Láinez escritor argentino ya fallecido. Ante esta situación el gobierno monta un gran espectáculo en torno a la muerte de Maradona. Hay que distraer al personal y la muerte de este crack del futbol es una buena cortina de humo para que la gente sienta y no piense. Cuando se sufre intensamente no se tiene hambre. Panem et circensis, --pan y circo--, decían los romanos, pero en este caso solo circo, porque no hay pan. Se ha decretado duelo nacional de varios días y la Casa Rosada ha sido el escenario elegido para que los restos mortales del “Pelusa” fueran velados y visitados por sus admiradores; toda una ceremonia como si el difundo fuera un prócer de la patria. Se han dicho expresiones como esta: “Diego es indispensable para los pueblos que no tienen voz. Enfrentó siempre al poder”, dijo Bárbara Pistoia, coautora del libro Diego es político. Parece que la autora ignora las buenas relaciones que Maradona tuvo con dictadores como Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Es conocido por todos, la amistad que tenía con el matrimonio argentino Kirchner-Fernández, expresidentes de Argentina. Yo me pregunto ¿a qué poder se enfrentó? El presidente argentino, Alberto Fernández, decretó tres días de luto nacional y suspendió su agenda. “Nos llevaste a lo más alto del mundo. Nos hiciste inmensamente felices. Fuiste el más grande de todos. Gracias por haber existido, Diego. Te vamos a extrañar toda la vida”, tuiteó Fernández. El club de los amores de Diego, el Boca Juniors, también decretó tres días de luto y quiere poner en su escudo una estrella con el número 10.
El ayuntamiento de la ciudad de Nápoles propuso cambiar el nombre del estadio. El estadio del Nápoles, conocido como San Paolo, ha sido rebautizado como "Diego Armando Maradona". El 10 argentino jugó en el Napoli entre 1984 y 1991. "Es el futbolista más grande de todos los tiempos que, con su inmenso talento y magia, honró durante siete años la camiseta del Nápoles, ofreciéndole dos 'scudetti' y otras prestigiosas copas, recibiendo a cambio de la ciudad un amor eterno e incondicional. Todo el consejo municipal firmó la deliberación", explicó el ayuntamiento en un comunicado. “Dudo que volvamos a ver a otro jugador como Maradona en todo sentido, no solo por sus cualidades técnicas, sino también por ese coraje, esa fuerza, esa garra, que siempre puso cada vez que se puso la camiseta que tenía que defender… Un jugador excepcional que a los argentinos solo nos dio alegrías”, dijo el presidente argentino en una entrevista telefónica a un canal deportivo. “Lo mejor de Diego es que era un hombre absolutamente genuino, no era un hombre impostado, era un hombre genuino que expresaba todo con la fuerza con la que jugaba al fútbol, defendía lo que quería, maltrataba lo que odiaba. Eso era Maradona en estado puro”, declaró el Presidente Fernández. Señor Presidente, recuerde que “no hay que tocar a los ídolos; su dorado se nos queda en las manos “, escribió Gustave Flaubert en Madame Bovary Madame Bovary. En definitiva, se ha creado un ídolo por una sociedad que necesita ídolos con pies de barro para poder subsistir, porque “cada uno de nosotros es, desde el vientre de nuestra madre, un maestro artesano de ídolos”, como dijo Calvino. Pero Umberto Eco dijo con mucha razón: “Sabiduría --de un pueblo y de los ciudadanos--, no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca”. El negocio de las reliquias de un “santo” popular En la Edad Media y el Renacimiento las reliquias de los santos –verdaderas o falsas, poco importaba-- eran un buen negocio. Podía haber declaraciones de guerra por poseerlas. Eran más estimadas que el oro y los diamantes. La muerte de Maradona ha sido la gran ocasión para hacer negocio con sus reliquias. Así, desde su fallecimiento, los recuerdos o artículos utilizados o firmados por el astro argentino han aumentado su valor de forma exponencial en el mercado de los coleccionistas. Como si fuera un santo, el precio de las reliquias de Maradona se ha disparado; digo el precio y no el valor. En una subasta, una camiseta de Maradona ha llegado a costar mucho más de 20.000
euros. No cesan las reliquias en oferta, desde cromos firmados a figuritas con la imagen del futbolista con su autógrafo que se cotizan por 25.000 euros. Maradona era para los argentinos una figura tal que un periodista escribía un artículo titulado “La vida de los argentinos después de Maradona” (Bermeo Ocaña, Óscar. El Comercio, Lima (29/11/2020, p. 44.). Vamos, que parece ser que para los argentinos hay un a. M. –antes de Maradona) y un d. M. –después de Maradona--. ¿Cómo será la vida de los argentinos después de Maradona? Un hincha se desplazaba de rodillas varias cuadras por Buenos Aires hasta llegar a la Casa Rosada declarando a las cámaras de TV: “Ante Dios, de rodillas”. “Estamos ante un nuevo santo popular” dice la periodista feminista Nadia Fink. Camisetas, pósteres, estampas, altares levantados en las calles por donde pasaría el féretro del “Diez”. Maradona se ha convertido en un símbolo (¿ídolo?) para seguidores de futbol, políticos, credos religiosos, clases sociales, etc. Hernán Amez es el fundador de la Iglesia Mardoniana. Quiere proponer el día de la muerte de su ídolo como “Día de la cultura Maradoniana”. Yo me pregunto: ¿De qué cultura está hablando este hombre? Ciertamente, nunca se ha visto tanto increencia y tanta credulidad, entre los humanos. Ernesto Sábato afirmaba que “no se puede vivir sin héroes, sin santos y sin mártires”. Yo, corregiría al maestro, y diría que se puede vivir sin santos y sin mártires, pero no sin ídolos.
No todos están de acuerdo Pero no todos están de acuerdo con los homenajes al ídolo argentino. La imprevista muerte del crack impresionó a los aficionados al fútbol y a los que no lo eran; a quienes amaban incondicionalmente a Maradona y a quienes lo denostaban por los malos ejemplos de su vida, por sus adicciones, por su comportamiento errático y a veces agresivo. Unos días después de la muerte de Maradona se guardó un minuto de silencio al comenzar la mayor parte de los partidos de futbol profesional, en homenaje suyo. Pues bien, la imagen de Paula Dapena, una jugadora de futbol femenino, de Galicia, sentada de espaldas, en el centro del campo y rompiendo la fila que formaban sus compañeras durante un minuto de silencio, ha dado la vuelta al mundo.
¿Por qué tomaste esa decisión?, le preguntaron. Ella contestó: “Yo tengo mis propios ideales y principios; para ser un buen deportista, hay que tener valores, por encima de la práctica del fútbol. Maradona era un maltratador, no podemos olvidar de eso. No critico que Maradona se haya drogado. No. Hay muchos futbolistas, cantantes, actores y actrices que lo han hecho, pero con eso se están haciendo daño a sí mismos. En el momento en el que pasas la línea para hacer daño a otras personas, es cuando yo ya no los considero unos referentes”. Por desgracia, el fanatismo del fútbol hace que nos olvidemos de todo lo que hay detrás de esa persona.
Maradona: un hombre con virtudes y miserias. Así lo dijo el presidente de Argentina, Alberto Fernández: “La sociedad le exigió que fuera un modelo, y en realidad, era un ser humano con sus virtudes y sus miserias, como todos nosotros”. Apreciación sensata y realista la del presidente. El mismo Maradona lo dijo frente a miles de espectadores de un estadio de futbol: “Yo no soy modelo de persona para nadie”.
Bochornoso Paula Raola, habla del bochorno que siente por lo que el pueblo argentino ha hecho con la muerte de Maradona. No hay mejor palabra que esta, “bochorno”, para describir lo sucedido y lo que siente. Maradona fue un genio del futbol y al mismo tiempo modelo de lo que no tiene que ser un ciudadano. Todo lo que ha rodeado la muerte y el funeral de Diego Armando Maradona ha dado una imagen terrible del noble y culto pueblo argentino. Denota que es una sociedad enferma, con profundos problemas sociales y con falta de valores ciudadanos. Maradona, como futbolista fue un genio, pero como persona fue una miseria de ser humano. No se puede presentar como un modelo a quien, utilizando su mucha plata, abusó de mujeres, tuvo orgías con niñas de 16 años, fue un drogadicto confeso y amigo de traficantes de droga, a que defendió y fue amigo de dictadores políticos, un padre que no reconoció a varios hijos, etc. Todo esto es el ejemplo de lo que no debe ser un ciudadano, porque es el anti-ciudadano.
Sin embargo, cuando ha muerto, de la noche a la mañana, se ha convertido en un dios, en un prócer, símbolo de los valores patrios de Argentina. Es triste ver un país como Argentina que hace unos 70 años estaba a la cabeza del mundo, con una riqueza cultural y artística impresionante, con tanta gente brillante, intelectualmente hablando, no levanten la voz ante la situación de apología de un hombre que solo fue grande en el campo de futbol durante unos pocos años, pero que como persona fue una auténtica basura humana. Este espectáculo no habla bien ni de Argentina ni de sus gobernantes. Utilizar la muerte de un ciudadano de este tipo políticamente, es populismo y demagogia, es el ejemplo de lo que no se debe hacer, porque subliminal-mente se está creando un ídolo para muchos jóvenes que, no solo querrán imitarle jugando al futbol como él lo hizo, sino imitando también su estilo de vida. La vida de un anticiudadano. Un periodista argentino que se pregunta. ¿Cómo será la vida en el país sin Maradona? Ese es un desafío para la sociedad argentina; aprender a vivir sin Maradona. Habrá que aprender a convivir con esa leyenda que el imaginario colectivo ha creado. Mayor desafío aún es a los medios de comunicación nacionales e internacionales que crean ídolos y los derrumban a su gusto y conveniencia. “El ídolo lleva en una mano el oro y en la otra la mediocridad. ¿O es que no conocéis aún la publicidad?”, escribió Miguel Mateos, escritor argentino. “Bendita letra impresa que un día, al fin, derribará los falsos ídolos y acabará despertando al pueblo embrutecido” (Pérez-Reverte, A. en su libro Hombres buenos). Ahí está el desafío.