LA EDUCACIÓN, EL PROFESOR Y LA ESCUELA

LA EDUCACIÓN, EL PROFESOR Y LA ESCUELA

Dr. Marino Latorre Ariño ORCID: 0000-0002-7076-4458 Universidad Marcelino Champagnat, Lima, 2021

Comienzo este documento con una serie de frases relacionadas con los conceptos a que hace referencia en el mismo.

La educación 1. La educación es relación y comunicación humana, viva, profunda y prolongada en el tiempo; es la mejor manera de ayudar al desarrollo de las personas después de la familia. En consecuencia, hablar de una “educación a distancia” es un oxímoron. Se puede enseñar a distancia, pero no educar; educar implica presencia física y emocional.

1. La verdadera educación transmite conocimientos y valores, pero, sobre todo, transmite el modo de vivir la vida y de situarse en el mundo.

2. Hay una educación que prepara al hombre a ganarse la vida, pero hay otra mejor que la que enseña a vivir (James Truslow Adams) y desarrollar una biografía feliz.

3. Educar es abrir ventanas y enseñar a volar, para que vea y aprenda la cultura, todo lo que las generaciones anteriores han hecho y producido.

4. Es decirle a un niño: “Cada generación es un eslabón de una cadena de vida y de cultura que tiene como misión llevar adelante un testigo que hemos recibido, que son, la cultura, el arte, el conocimiento en general.

5. No olvidemos nunca que un libro, un lápiz, un niño y un maestro pueden cambiar el mundo (Malala Yousafzay, discurso ante la ONU).

6. La educación tiene que hacer con cada uno de los estudiantes, lo que hacen los cohetes americanos con los satélites artificiales: Ponerlos en órbita. El éxito de la escuela y del docente es dejar de ser necesarios y haber conseguido que los estudiantes puedan prescindir de sus servicios. Para ello la escuela tiene que abrir ventanas y enseñar a volar en libertad.

7. La escuela que yo quiero es la que aún no existe. Quiero una escuela inclusiva, para todos los estudiantes, pero sobre todo para el estudiante que no llega y

se considera un fracasado, porque no aprende. Y para aquel que se pasa de largo (superdotado) para quien la escuela tampoco responde a lo que él necesita. Hay más fracasos personales en la vida –que lo que al final cuenta-entre los superdotados que entre los bordeline.

8. Pepe Mújica (quien fuera presidente de Uruguay) dijo: “No pidamos al profesor que arregle los agujeros que hay en el hogar. En la casa se aprende a saludar, dar las gracias, ser limpio, ser honesto, ser puntual, ser correcto, hablar bien, no decir groserías, respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, ser solidario, comer con la boca cerrada, no robar, no mentir, cuidar la propiedad, y la propiedad ajena, ser organizado. En la escuela se aprende: matemáticas, ciencias, inglés, geometría, ciencias sociales y geografía y se refuerzan los valores que los padres han inculcado a sus hijos. Es muy difícil hacer que el latón brille como el oro”.

9. Oscar Wilde dice: “La educación es algo admirable, pero de vez en cuando conviene recordar que las cosas que verdaderamente importa saber no pueden enseñarse, solo se pueden aprender”.

10.

El profesor no es el saber, es el mediador del saber… es “un adulto de presencia ligera” en medio de los niños. Por eso un profesor debe ser considerado siempre como un apoyo, no como una amenaza.

12. La educación es tan importante que “buscamos una sociedad en la que el educador no sea una clase especial de persona sino una sociedad en la que cada persona sea una clase especial de educador”. Todos somos educadores allí donde vivimos; los niños no aprenden de nosotros, nos aprenden a nosotros (nuestra manera de pensar, sentir, situarnos en la vida, actuar, vivir, reaccionar, etc.).

13. El “acto pedagógico” es un momento en el que se produce el milagro de lo increíble (Meirieu, 2011). Es algo curioso, se produce todos los días delante de nosotros y no nos damos cuenta.

14. Aprender es nacer a otra cosa; es descubrir mundos que hasta entonces desconocíamos (Meirieu, 2011), por eso la clase debe ser una fiesta, pero, en la realidad de la vida, cuando hay fiesta no hay clase.

15. Educar es ayudar al estudiante a salir de la periferia de la bárbara robustez del instinto para entrar en la ciudadela de la civilización y la cultura.

El profesor 1. El docente está ahí para mostrar todo eso a los niños y adolescentes: conocimientos, valores, formas de vivir, biografías de personas que han dejado huella en la humanidad.

2. La misión del docente, igual que la de la familia, es “educar”, no solo enseñar.

3. La familia educa en valores personas y familiares y la escuela educa en valores sociales. La familia enseña a respetar al abuelo y la escuela enseña a respetar a los demás escolares que tienen distinta nacionalidad, distinta cultura, ideas diferentes, distinto color de piel, religión, etc.

4. Todo lo que hace un docente en la escuela y fuera de ella tiene un significado para sus estudiantes. Todo suma o resta. Nada es indiferente, una palabra, un gesto, una mirada, una expresión verbal, corporal, paraverbal, la atención y respuesta a una pregunta, etc. todo educa o deseduca; toda decisión justa o injusta está diciendo a estudiante: “Yo soy así y el mundo es así”.

5. “Si quieres que tus alumnos aprendan deja de enseñar. Muchos profesores están demasiado ocupados en enseñar y poco en ayudar a aprender”. Están preocupados por las olas de las modas tecnológicas que llegan cada día, sin ocupase de la marea y, más aún, del tsunami que puede llegar.

6. “Yo creo que se tendría que poder aprender sin odiar lo que estudiamos” (Fratto).

7. ¿Por qué los estudiantes no quieren ir al colegio? ¿Por qué son capaces de inventar enfermedades para no ir al colegio? ✓ ✓ ✓ ✓ ✓

No quiere aburrirse.

No aguantan lo que hacen en el aula.

Los horarios son de las personas mayores, no de los niños…

Cómo están colocados en el aula…

Desarrollar las habilidades socio-emocionales (soffs skils).

8. Si estás en la industria de la educación, estás en el negocio del desarrollo del cerebro…

9. La vocación de maestro vivida con pasión y entusiasmo es esencial. Ser maestro no es una profesión para ganarse la vida, sino para ganar la vida de los demás. Estar entusiasmado es ser presa de la divinidad; literalmente, “tener los dioses dentro de uno”. Ser tomados por los dioses, estar endiosados (θεοποιημένος, theopoiiménos).

10. Vivir la vida con entusiasmo nos traería la felicidad, pues “la felicidad no consiste en hacer lo que nos gusta, sino en hacer que nos guste lo que tenemos que hacer” (Mafalda).

11. El entusiasmo procede del corazón. Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría (Mafalda). Es lo mismo que dijo Zubiri: “Desarrollar una inteligencia sintiente y un corazón inteligente”, pues los humanos pensamos con la cabeza (inteligencia) pero actuamos bajo los impulsos del corazón.

12. Hay un método que se emplea en el marketing para atraer compradores; tiene el acrónimo AIDA. Significa: Atención, Interés, Deseo y Acción. ¿Por qué no lo aplicamos en educación?

13. A los estudiantes les apasiona su aprendizaje, porque están aprendiendo algo que le apasiona debido al tipo de maestro que imparte la clase y la metodología que utiliza.

14. Tenga muy en cuenta el docente lo que dice Eric Hoffer: “En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.

15. Maestro, cuando vayas a clase no te preguntes: ¿Qué voy a decir a los estudiantes?; pregúntate, más bien, ¿qué voy a pedir que hagan los estudiantes?

(Meirieu, 2011).

16. El secreto (el arte) del buen pedagogo es proponer desafíos a los estudiantes; proponer actividades “desafiantes pero accesibles” y “accesibles pero desafiantes” (Meirieu, 2011).

17. “La enseñanza debe ser tal que pueda ser recibida como el mejor regalo y no como una penosa obligación” (Albert Einstein).

18. El aprender a aprender no se refiere al aprendizaje directo de contenidos, sino al aprendizaje de habilidades con las cuales se aprenden contenidos (Monereo, 1997).

19. Ojalá el docente pueda decir a sus estudiantes lo que escribió Manuel Machado: “Sean buenos y no más. Sean lo que he sido entre Uds.: alma”.

Recuerde el maestro que “para el mundo, puedes ser alguien (las consideraciones sociales y académicas, etc.), pero para alguien (el estudiante), puedes ser el mundo.

Ser profesor es un privilegio y una responsabilidad

La educación no es una profesión para ganarse la vida, sino para ganar la vida de los demás.

Forma parte de la biografía de miles de personas que ha tenido como estudiantes, que han escuchado sus palabras y han visto su manera de actuar, que han leído sus escritos, que han aplicado lo que aprendieron y que han seguido un camino en la vida.

Los estudiantes también forman parte de la biografía del profesor; ha aprendido cuando interactuaba con ellos, de sus aciertos y de sus fracasos y esto le ha ayudado a crecer como persona y profesional.

Conclusión: “Quien lo probó lo sabe” (conclusión del soneto de Lope de Vega titulado El amor).

Ser maestro es una vocación que imprime una forma de ser a las personas que lo son. Repetimos lo dicho más arriba: Ser maestro no es una manera de ganarse la vida, sino una forma de ganar la vida de los demás.

Ser maestro es una vocación y una manera de ser que perdura aún después de la jubilación.

Historia: Estaba ante una doctora en una visita médica. Hacía preguntas y tomaba apuntes. Vi que cogía el lapicero de forma claramente defectuosa. Algo que se enseña en los primeros años de primaria.

No pude contenerme y se lo advertí y le indiqué la forma correcta de tomar el lapicero para escribir. Me dijo: Nadie se lo había dicho. Tenía que encontrarme con un profesor jubilado para que me lo dijera, muchos años después, cuando ya no puedo cambiar el hábito.

Conclusión. Un maestro sigue siendo maestro aun cuando va a visitar a un médico. “Quien lo probó lo sabe” (Soneto de Lope de Vega).

Compromiso ético en el profesor Quiero recordar cosas evidentes: - Los niños son niños una sola vez en la vida y lo son por poco tiempo - Los niños tienen el derecho a tener una buena educación.

“El tener un buen maestro es el primer derecho de todo niño, igual que tener unos buenos padres” (Tonucci, 2012).

El ideal del educador es una persona adulta, responsable, creativa, dinámica, comprensiva y alegre que está capacitada para trabajar en equipo y sabe armonizar fe, cultura y vida.

Un deber ético de los maestros es ser auténticos. Lo expresaba muy bien Malraux. “No somos lo que pensamos, creemos o decimos ser; somos lo que escondemos”. Los estudiantes no aprenden de nosotros, sino que nos aprenden a nosotros. Cuando el maestro está delante de los estudiantes les está diciendo sin hablar: “El mundo y la sociedad es así”; un gesto, una mirada, una sonrisa, una palabra de aliento, educa. Y esa es nuestra misión.

Leamos este relato del psicólogo infantil Ginott: "He llegado a una conclusión aterradora: yo soy el elemento decisivo del aula. Es mi actitud personal la que crea el clima. Es mi humor diario el que determina el tiempo. Como maestro poseo un poder tremendo de hacer que la vida de un niño sea miserable o feliz.

Puedo ser un instrumento de humor, de lesión o de cicatrización. En todas las situaciones, mi respuesta es la que decide si una crisis se agudizará o se apaciguará y si un niño se humanizará o se deshumanizará [...] Hay una función, indispensable que tiene que cumplir el maestro: crear el clima emocional del aprendizaje" (Jaim Etcheverry, 2003, p. 156).

Historia del anciano maestro chino Entra en clase arrastrando los pies un viejo maestro chino, los estudiantes se ponen de pie, el maestro inclina la cabeza, y los saluda diciendo: “Queridos alumnos, gracias por asistir a mi clase de hoy”.

Preguntado por un observador occidental (Gerver) el porqué de su modo de actuar, contestó: “Cada día me coloco ante estos jóvenes, que me miran llenos de expectación y de esperanza (...). Al mirarlos pienso que en algún pupitre en esta aula podría estar sentada la persona que encuentre la cura para el cáncer, o la solución para lograr la paz en el mundo... Podría ser un futuro líder político, médico, maestro, ingeniero, … No lo sé, pero lo que sé es que están ahí y mi trabajo es identificar y nutrir ese talento, no solo por su propio beneficio, sino por el posible beneficio de otros. ¿Existe una responsabilidad mayor o una oportunidad mejor que esa?

Me considero afortunado, y por esta razón les doy las gracias” (Gerver, 2010, p.

24).

El ideal del educador es una persona adulta, responsable, creativa, dinámica, comprensiva y alegre que está capacitada para trabajar en equipo y sabe armonizar fe, cultura y vida. “El futuro de la nación depende más de los maestros que de los ministros” (Savater, 1997).

La escuela Compromiso ético de la Institución Educativa Toda institución educativa tiene una axiología –valores-- que guía su teleología –fines o metas que se quieren conseguir--. Los valores orientan los fines educativos. El currículum es un plan de intenciones educativas anticipado que abarca un conjunto de metas o fines que se quieren conseguir en la educación a través de la adquisición de ciertos conocimientos y el desarrollo de habilidades, actitudes, técnicas de aprendizaje, etc. que se consideran importantes para conseguir el perfil de egreso de los estudiantes del nivel de los estudios que se estén cursando. Por eso es tan importante la idea de currículum desde el punto de vista práctico.

En la práctica este objetivo se consigue en mayor o menor grado en cada I.E. Hay varios tipos de currículums como el currículum oficial-formal-explícito, que está plasmado en documentos, propósitos y planes, manifiestos y públicos. El currículum real o vivido, el currículum nulo, etc. Todos ellos son importantes, pero quiero referirme ahora al currículum oculto.

El currículum oculto lo integra “la cultura y el ambiente de la escuela” como una totalidad; "son aquellas creencias, valores y normas no dichos ni escritos, pero que están implícitos y son como reglas de conducta que estructuran la rutina y las relaciones sociales en la escuela y en la vida del aula. Sus consecuencias no son tanto académicas cuanto educativas. Los impactos producidos en los estudiantes son de alta significación y durabilidad y no son suficientemente advertidos y dimensionados en la actividad educativa.

Jackson (2001) describe el currículum oculto como “esos afanes cotidianos”, ese “modus operandi” a través del cual se enseña el currículum explícito. Es el modo de habitar en el aula y en el centro educativo, y se encarna en gestos triviales del día a día, que moldean la identidad y configuran la subjetividad de los estudiantes. Estas fuerzas modeladoras impactan de modo profundo y estructurante en el estudiante y perduran más aún que cualquier enseñanza declarada y oficial. La encarnación de estos hábitos son "matrices internas de aprendizaje” que incluyen un sistema de representaciones acerca de quiénes somos cuando aprendemos y qué lugar y qué tarea nos cabe en esa relación (Alliaud, 2003).

El análisis de gestos, como levantar la mano, esperar el turno, pasar al frente, prestar atención, hacer silencio, estar frente al profesor, seguir las reglas del ritmo escolar, etc., son la coreografía que el estudiante debe aprender y repetir todos los días y todos los años que dura la escuela. Lo que allí se juega es cómo el estudiante aprende a desempeñarse y lidiar con tres cuestiones que serán claves en su vida adulta: la multitud, el elogio y el poder (Jackson, 2001, p. 73).

Podríamos decir que el currículum oculto enseña y estructura un modo de convivir organizado por obediencia y la docilidad; un modo de aprender a aprender orientado a satisfacer las normas y la evaluación; un modo de aprender a hacer, desanclado de los deseos y preguntas de los estudiantes y acotado a una reducida gama de posibilidades; y un modo de ser, haciendo realidad la falta de relación entre las emociones, inquietudes, imaginación y deseos (Quintiero, 2021).

El currículum oculto se expresa subliminalmente a través de prácticas, de espacios y tiempos, del contenido de textos escolares, las estructuras y normas organizativas y las decisiones relacionadas con cuestiones sociales,

económicas, tipo de aprendizaje-enseñanza, prácticas religiosas, premios, castigos, trato a los docentes-estudiantes, a los padres y personal de servicio.

Toda institución tiene en su organización un currículum oculto, que opera de forma constante, omnímoda y subrepticia. Puede haber componentes positivos y negativos, pero, lo que es seguro es que trabajan en los estudiantes y se introducen en sus mentes como por ósmosis. Los estudiantes aprenden muchas otras cosas además de las que se presentan en el currículum explícito.

Recordemos que “los estudiantes no aprenden de nosotros, los docentes; nos aprenden a nosotros”. Exactamente igual ocurre en la I.E. Preguntémonos: ¿Cuál era currículum oculto del Colegio Leoncio Prado, como lo describe Vargas Llosa, en la novela La ciudad y los perros?

REFERENCIAS Alliaud, A (2003). La biografía escolar en el desempeño profesional de los docentes nóveles. Tesis de doctorado en Educación. Universidad de Buenos Aires.

Gerver, R. (2010). Crear hoy la escuela del mañana. Madrid: Innovación Educativa, S.M. Jackson, P. (2001). La vida en las aulas. Madrid: Morata.

Jaim Etcheverry, G. (2003). La tragedia educativa. Buenos Aires: FCE. Infante, E. (2018). Filosofía en la calle (2018). https://www.youtube.com/watch?v=TAeW5lNm0kU Meirieu, Ph. (2011). Carta a un profesor joven. ¿Por qué enseñar hoy?

Barcelona, España: Graó.

Monereo, C. (1997). Profesores y alumnos estratégicos: Cuando aprender es consecuencia de pensar. Madrid, España: Pascal.

Quintiero, J. (2021). Currículum (de un cuerpo) oculto: ayer, hoy y ¿mañana?

Revista Iberoamericana de Docentes https://revistaib.com/blogrevistaib/deuncuerpo Savater. F. (1997). El valor de educar. Madrid: Ariel.

Tonucci, F. (2012). ¿Cómo puede ser la escuela del mañana? Conferencia en Granada, 2012. ///////////////////////////////////////////////////////