1
LAS TERTULIAS LITERARIAS Dr. Marino Latorre Ariño Universidad Marcelino Champagnar, Lima, Noviembre 2016
0. Introducción Muchas instituciones educativas tienen lo que llaman “El plan lector” dedicando cada día unos 30 minutos a leer un libro. La lectura es individual y en silencio; a veces los estudiantes no encuentran mucho sentido a esta actividad y no la aprovechan. Una alternativa que complementa esta actividad pueden ser las tertulias literarias. Se puede seguir el plan lector, pero un día a la semana, durante una hora, se desarrolla la tertulia literaria dialógica. La presentamos a continuación. 1. ¿Qué son las tertulias literarias? Las tertulias literarias son una forma de lectura dialógica, es decir, la lectura de un texto dándole un sentido, comprendiéndolo y profundizándolo a través de las interpretaciones que hace la persona que lo lee, promoviendo el juicio crítico y el diálogo igualitario entre todas las personas que comparten la lectura. La idea es que a través del diálogo y las aportaciones de cada miembro de la tertulia se genere un intercambio enriquecedor que construye a su vez nuevos conocimientos. El resultado es que las personas leen y disfrutan las obras clásicas de la literatura universal, consolidando cada vez más su nivel de lectura y escritura, adquiriendo un mayor vocabulario y aumentando constantemente sus competencias básicas (Flecha, 1997). Criterios fundamentales de la tertulia literaria: 1. se leen clásicos de la literatura universal y 2. se prioriza la participación, como mediadores, de personas sin titulaciones universitarias, como las que se acaban de alfabetizar o con formación académica básica. ¿Para qué sirven? Las tertulias literarias permiten la expresión de todos y garantizan el respeto a los distintos puntos de vista de cada participante. ¿Por qué leer los clásicos de la literatura universal? Por la calidad y aportes al patrimonio cultural de la humanidad independientemente de la cultura y época. Tocan temas humanos y universales que preocupan a la humnaidad entera.
2
Acerca la literartura a aquellos que no tienen acceso y llenan un vacío cultural importante. Estos criterios rompen con el estereotipo que la literatura clásica universal no puede ser leída y entendida por personas en procesos de posalfabetización. Superando las bajas expectativas, estas personas aprenden y disfrutan de la literatura clásica universal cuando leen a Tolstoy, Joyce, Hugo, Cervantes, Lorca o Shakespeare, García Márquez, etc. La forma de llevarla a cabo es la siguiente: Las personas leen en casa las páginas acordadas, señalan el párrafo o párrafos que más les han gustado o que quieran resaltar por algún motivo. Una vez en la tertulia, --puestos en círculo y mirándose las caras-respetando el turno de palabra las personas leen su párrafo y explican por qué lo han elegido; inmediatamente se abre un turno de palabra para que los demás participantes que quieran expresen su opinión sobre el texto leído. El diálogo igualitario –no hay jerarquías-- establece que todas las opiniones serán respetadas por igual. La finalidad no es que una opinión se imponga o se considere como válida por encima de las otras, sino que todas las personas se sientan capaces de aprender y de aportar conocimientos, convirtiéndose en creadoras de cultura. La importancia está en los argumentos que se aportan y no en la posición de poder de quien los formula, así como en la intención de llegar a un entendi-miento. Fruto del diálogo igualitario y del compartir, es el aumento de la motivación y curiosidad por aprender los contenidos académicos, potenciando que se investigue sobre todo aquello que se desea aprender –lo que con frecuencia lleva a iniciarse en la informática– y, una vez investigado, compartir el conocimiento con los demás y, por lo tanto, multiplicándolo. Es una aplicación de la propuesta de Wells (2001) al defender un aprendizaje basado en el diálogo, para aprender a través de la indagación dialógica de forma que el conocimiento se construya entre todos los estudiantes en actividades conjuntas y a través de interacciones dialógicas. Desde este punto de vista leer no consiste solamente en decodificar la palabra o el lenguaje escrito; antes bien, es un acto precedido por el conocimiento de la realidad. El lenguaje y la realidad están interconectados dinámicamente. La comprensión que se alcanza a través de la lectura crítica de un texto implica percibir la relación que existe entre el texto y el contexto (Freire y Macedo, 1989, p. 51). Leer implica compartir espacios, construir pensamientos y aumentar los aprendizajes y motivaciones educativas, y esto no es un proceso individual sino colectivo (Soler, 2003, p. 47). Si leer es un proceso dialógico, hacerlo de manera colectiva amplía los espacios de diálogo. A esto hay que añadir el proceso de transformación de los participantes. El diálogo igualitario, el ambiente solidario y las reflexiones que de ello se derivan
3
hacen que personas que nunca antes se hubieran atrevido a hablar en público o a expresar su opinión entren en un debate sobre los temas que se discuten. Los participantes de las tertulias literarias –muchas de ellas mujeres– cambian su autoconcepto adquiriendo mayor autoestima y seguridad y modificando así las relaciones que tienen en su entorno. Este aumento del aprendizaje contribuye al éxito en el aprendizaje al superar las barreras que las habían mantenido al margen de la educación y la participación social. Así, la transformación que se genera no es solo individual sino también social y de su entorno al ser los participantes, generalmente, personas que se implican en sus centros, barrios y comunidades. A partir de la participación de otros agentes educativos, de padres, madres, abuelos, hermanas mayores, vecinas, etc., los niños se dan cuenta de que aprenden más y de que son capaces de aprender. Inmersos en esta dinámica, intensifican el aprendizaje de contenidos curriculares –aprendizaje instrumental-- y, o bien preguntan si pueden permanecer en el aula para concluir el trabajo, u optan por ir a la biblioteca a hacer deberes en vez de jugar... ¿Por qué sucede todo esto? Porque la mejor motivación para aprender es aprender. 2. ¿Cómo organizar las tertulias literarias? Lugar y condiciones Pueden ser los ambientes de la escuela, biblioteca, ambientes comunitarios, etc. El profesor es el moderador y el encargado d eelegir la persona que puede hacer este rol (voluntario, familiar, alumno mayor, etc.) En horarios regulares de la escuela y fuera de los horarios (una hora a la semana) Participan personas de cualquier edad (Natura, 2016, p. 11 y ss.). Orientaciones para organizar tertulias literarias dialógicas I. ANTES Papel del moderador: Organizar la conversación, garantizar el diálogo igualitario y favorecer la participación de todos. No se juzga si una intervención es adecuada o inadecuada. Selección del libro: El grupo elige el libro que nquiere leer y define las paáginas que serán leídas en cada sesión. Es fundamental que se realice con clásicos de la literatura universal. Se manda leer a todos los participantes el mismo capítulo (o unas páginas) de un libro; todos leen el mismo texto antes de llegar a la tertulia. II. DURANTE
4
Lectura y argumentación. Turno de palabra: El moderador da el turno de palabra. Pregunta quién quiere compartir el párrafo seleccionado del libro. Apunta el orden de las personas que quieren hablar y les da la palabra al primero de la lista y sigue en orden. Lectura del texto elegido: Los participantes eligen un párrafo, --unas líneas o una idea--, las leen en voz alta para luego compartir y explicar por qué le llamó la atención o le gustó. Los que han escuchado pueden comentar, dialogar, sobre lo leído… Otro lee su párrafo, lo comenhta y así sucesivamente… El moderador controla para que todas las personas puedan intervenir, sin extenderse demasiado en sus explicaciones. Comentarios Durante la lectura el moderador pregunta si alguien eligió el mismo texto o si quiere comentar el texto leído o la idea expuesta. Si hay alguien abre el turno de palabra y apunta el orden de los que quieren hacer comentarios sobre el texto leído. La comprensión lectora aumenjta cuando se da oportunidad a los, participantes de comentar el fragmaneto leído y oír los comentarios de los demás. Esta interacción mtambién refuerza el aprendizaje instrumental – el desarrollo de la habilidad lectora y de ese modo el parendizaje de los contenidos—ya que el objetivo de las tertulias es estimular a los estudiantes a que desarrollen la afición por la lectura. III. PARA CONCLUIR Al finalizar la lectura literaria dialógica, el grupo elige las páginas que ser´an leídas en la siguiente tertulia. Es aconsejable que las tertulias tengan una regularidad, es decir, que ocurran siempre en el mismo sitio, horario y frecuencia. Se recomienda una hora por semana. ¿Qué favorecen las tertulias literarias? -
-
El diálogo, la expresión oral, la capacidad de análisis y síntesis, la argumentación, relación entre lo leído y la vida y experiencia, la capacidad de escucha, de crítica y autocrítica, etc.; todo esto favorece la capacidad de comprensión del texto, de uno mismo y de la realidad. “Un niño que lee es, en ciernes, un adulto que piensa…”
REFERENCIAS
5
Flecha, R. (1997). Compartiendo palabras. El aprendizaje de las personas adultas a través del diálogo.Barcelona: Paidós. Freire, P. y Macedo, D. (1989). Alfabetización. Lectura de la palabra y lectura de la realidad. Barcelona: Paidós. Natura (2016). Comunidades de aprendizaje. Una experiencia educativa éxitosa a nivel internacional. Recuperado de: www.comunidaddeaprendizaje.pe Soler, M. (2003). Lectura dialógica. La comunidad como entorno alfabetizador, en Ana Teberosky y Marta Soler (eds.): Contextos de alfabetización inicial. Barcelona: Institut de Ciències de l’Educació (ice)/Horsori. Wells, G. (2001). Indagación dialógica. Hacia una teoría y una práctica socioculturales de la educación. Barcelona: Paidós.