Qué es el diseño emocional y cómo funciona?

Por LDI. Carime Mena Macari

¿Qué es el diseño

emocional y cómo funciona?

EL DISEÑO EMOCIONAL ES APLICADO EN ESPACIOS Y PRODUCTOS CUYO PROPÓSITO ES INFLUIR DIRECTAMENTE EN LOS USUARIOS, PERMITIENDO CREAR EMOCIONES POSITIVAS O NEGATIVAS. ¿TE HABÍAS PUESTO A PENSAR EN ELLO?, ¿UN PRODUCTO O UN ESPACIO ME HACE SENTIR?

Piensa en lo siguiente:

Imagina tu espacio de trabajo; un escritorio amplio, una silla muy cómoda y ergonómica, una computadora de gran dimensión, el espacio con grandes ventanales que brinda la luz ideal para trabajar y de fondo el sonido del mar. ¿Se escucha padre, no?, ¿qué te

haría sentir este lugar?

Ahora, piensa en esa vajilla que ocupabas cuando eras pequeño, llegabas de la escuela y tus abuelos o tus papás, te esperaban listos para compartir contigo los alimentos, esa vajilla pasó contigo tus cumpleaños, cenas de Navidad, incluso las desveladas que tienes ahora como universitario; de pronto en un escaparate de centro comercial te la encuentras y vienen a tu memoria todos esos bonitos recuerdos… ¿lo ves?, un producto o un espacio nos hace sentir.

El diseño emocional está enfocado directamente con la relación que tenemos los usuarios con los objetos o espacios, cubriendo nuestras necesidades y al mismo tiempo provocando una respuesta emotiva. Un buen diseño es la estrategia principal, el atractivo visual del producto o espacio impulsa a las persona a sentir interés por él.

En el libro Emotional Design; why we love (or hate) everyday things, Donald Norman afirma que el principal objetivo del diseño emocional es hacer nuestra vida más placentera. La emoción de dicho producto o espacio podría ser repentina, intensa o de corta duración, o por el contrario, podría persistir mucho tiempo, incluso generar nostalgia o melancolía. Todas esas emociones se denotan por la relación que puede existir entre el usuario y el producto o espacio.

Es importante saber que el diseño emocional no solo tiene que ver con el contenido dentro de una empaque o al abrir una puerta; un buen diseño emocional va acompañado de una buena experiencia, es decir, en el momento que se adquiere un producto las emociones comienzan. Esto sucede desde que aparece una publicidad en redes sociales, generando una necesidad que quizá no sabías que la tenías. Después visitas la página oficial de este producto en donde logras ver videos, reseñas y más imágenes; con toda esa información decides comprarlo y el día esperado llega. Tienes el paquete en las manos, comienzas a abrirlo poco a poco evitando maltratarlo; tiene ciertos colores, texturas, diseño, etc. Dicho empaque no es el común y te corresponde descifrarlo, para finalmente deslizar lentamente por un costado y ver el producto que tanto habías deseado.

En todo ese contexto que sucede con la obtención de un producto, está ligado directamente con el diseño emocional. Te aseguro que en la siguiente compra similar o de la misma marca, este recuerdo vendrá a tu mente.

El secreto del diseño emocional deberá ser la funcionalidad de un espacio o producto, al cubrir una necesidad y generar un sentimiento o una emoción, permitiendo un vínculo muy cercano y mayor empatía con el usuario final.