Las cuentas de Delpiano

Page 1

Domingo 4 de octubre de 2015

latercera.com

[8-10]

Las cuentas de Delpiano FOTO: ANDRES PEREZ

La ministra de Educación defiende la fórmula elegida por el gobierno para adelantar parte de su promesa de gratuidad en educación superior a través del Presupuesto 2016. Y enfrenta la incertidumbre que genera la reforma: “Si no te arriesgas, nunca podrías cambiar las cosas”.

[4-6]

FOTO: AGENCIAUNO

[14-15]

FOTO: REINALDO UBILLA

FOTO: PATRICIO FUENTES

Burgos mide fuerzas

[20-21]

El nuevo referente Cómo se forjó con que Julio Isamit, el mito de Mike el ex líder pingüino, Patton en Chile irrumpe en la política


R8 b

U

na fuerte ofensiva para explicar el mecanismo transitorio de gratuidad en la educación superior iniciará en los próximos días la ministra del Mineduc, Adriana Delpiano. En ese esfuerzo, la secretaria de Estado tiene contempladas en su futura agenda citas con los rectores, parlamentarios y la Confech. “Se explicará cara a cara”, promete. En su comentado mea culpa, su antecesor, el ministro Nicolás Eyzaguirre, reconoció que habría buscado más consenso en los proyectos de la reforma educacional que le tocó liderar. A la luz de las primeras reacciones sobre el inicio de la gratuidad en educación superior esa autocrítica parece vigente. ¿Cree que se han generado los consensos necesarios en este tema? No sé si consensos, porque la palabra consenso es compleja cuando tú tienes, a la vez, tantos actores distintos que a unos les acomoda y a otros les acomoda menos. Lo que a mí me importa mucho es que todos los sectores tengan la posibilidad de ser escuchados, de conocer de qué se trataba. Creo que nos está ayudando mucho nuestro comité consultivo, porque hay gente que sabe mucho de este tema y ha estado en una disposición que quiero rescatar: han hecho mucho trabajo entremedio de las reuniones que hemos tenido elaborando minutas y borradores. El consenso es difícil, porque, además, evidentemente tú logras más consenso cuando puedes disponer de mayores recursos, pero nosotros estamos en una situación en que se tiene una restricción global en el país y hay una restricción presupuestaria, pese al inmenso crecimiento que tiene educación. ¿Todos han sido escuchados? Yo espero que todos se hayan sentido escuchados. Me reúno a la semana con dos o tres grupos de actores y seguramente me quedarán muchos otros que también debiera haberme reunido con ellos, escucharlos. Una reforma siempre tiene un grado de incertidumbre, si tú no te arriesgaras en algún punto, nunca podrías cambiar las cosas. El cambio genera incertidumbre. En la carrera docente había profesores que me decían que mejor no se hiciera nada, porque puede ser que me evalúen, etc. Hay un temor al cambio que te paraliza y la única manera de que el temor al cambio no se dé es que lo converses mucho, hagas el mejor esfuerzo por escuchar, por incorporar ideas. ¿Usted diría que la fórmula propuesta para iniciar la gratuidad en la educación superior y los montos comprometidos cumplen con las expectativas que hay sobre la reforma más importante del gobierno? Esta semana ha sido una buena semana para la educación. El gasto que más crece en el Presupuesto es educación y esa es una señal muy potente del peso que tiene esta reforma dentro del quehacer de este gobierno. Aquí hay un avance. Estamos trabajando una ley que tiene que ingresar antes del 31 de diciembre, para que se discuta con tranquilidad el próximo año. La Presidenta tomó un compromiso con las familias en términos de avanzar hacia la gratuidad del sistema por determinados quintiles. Si esperábamos todo el trámite de la ley, no sabemos cuánto tiempo estará, es una ley compleja y no será de fácil despacho. Entonces, se determinó que a partir de un conjunto de instituciones que le dan garantías al país por su historia pudiera haber un universo de alumnos que pudiera partir la gratuidad el 2016, con estos recursos que están en la glosa. Y el tema ahí era cómo se transferían estos recursos, que rompiera esta lógica de una beca mejorada. Hoy, el gobierno entrega -y hay- muchas becas y muchos créditos, y eso no se va a alterar. Aquí el tema es que el ministerio hace un trato con determinadas instituciones para que realmente sean estas instituciones las que le entregan la gratuidad al alumno a partir del recurso que la Tesorería General de la República le entrega a esa institución en una especie de per cápita de alumno hasta el quinto decil.

LATERCERA Domingo 4 de octubre de 2015

Si tienes una institución de educación superior y tienes una cantidad de alumnos hasta el quinto decil, ese alumno no va a firmar ningún convenio de pago contigo. A horas del anuncio en que usted explicó el mecanismo, los principales actores de la educación ya han criticado que se mantiene la incertidumbre. ¿Qué responde a ello? En primer lugar, había una duda si esto iba a ser una beca o aportes basales, y tiene algo de ambos de alguna manera. Se le entregó a la universidad una cantidad de recursos para que entregue gratuidad a un determinado número de alumnos hasta el quinto decil. Ahora estamos haciendo el cronograma de todos los pasos y en las próximas semanas se explicará cara a cara a todos los implicados. ¿Por qué se optó por este mecanismo? El mecanismo es avanzar en gratuidad, no en becas. Y aunque algunos digan que es como una beca completa, que es lo mismo, no. Es un tema de conceptos. El país ha tenido becas, mejores o peores, etc. Eso no le quitaba un carácter de una relación comercial contractual con la universidad. Ahora no será así. ¿Existe claridad de cuántos son los recursos comprometidos para poner en marcha este beneficio? Los dineros destinados no están muy claros, porque el dinero es todo aquel que se requiera, está estimado. No es una cierta cantidad, porque va a tener que pagar todo lo que sea la cantidad de alumnos hasta el quinto decil de aquellas instituciones que firman el convenio con el ministerio. ¿Cuánto es eso? Va a depender de la cantidad de alumnos del quinto decil que haya en esas universidades. Lo único que se ha regulado en esta materia es que el total de matrícula de esas instituciones que entran en gratuidad tiene que crecer en el promedio de lo que ha crecido en los últimos años, es decir, 2,7%. Los beneficiarios se han estimado en 200 mil… Sí, son como 200 mil alumnos en total. Se da que, por ejemplo, tienes alumnos hasta el quinto decil en universidades muy connotadas de Santiago, como la Chile o la Católica o la de Valparaíso, etc., pero tú tienes algunas regiones en que las universidades Cruch , la de Los Lagos o la de Tarapacá, casi el 80% de su alumnado está hasta el quinto decil, entonces el peso específico porcentual de lo que va a significarles esto a las universidades es bien distinto según el tamaño y la cantidad de alumnos de otros deciles que puedan tener. ¿Sólo podrán optar a la gratuidad los alumnos nuevos? No, todos. Para los que están adentro también. Si estás en tercer año, por ejemplo, y estás en el quinto decil, también vas a tener gratuidad. Se pasa a gratuidad y pierde becas, es lo uno o lo otro. ¿Y qué pasa en el caso de los alumnos endeudados? ¿Hay condonación o se vislumbra alguna solución para ellos? No, no va por esta línea en ningún caso. Lo que sí, es que el alumno que estaba pagando un CAE y, además, tiene una beca que le cubría un pedazo y está en el quinto decil, pasa a gratuidad y él tendrá que hacerse cargo de su situación, pero no se sigue endeudando. ¿Cómo se fijarán los recursos que se entregan a cada institución? El ministerio todos los años determina el arancel de referencia. Y estos son distintos según la cantidad de años de acreditación que tiene cada universidad. Se supone que una universidad con más años de acreditación es una carrera más cara. Hay un arancel de referencia establecido para universidades con un determinado número de años de acreditación. Y después se establece lo que se llama el arancel regulado, que es un promedio que hay con el arancel de referencia. Si estudiar Sicología en la Universidad Diego Portales, por ejemplo, cuesta mil, y a lo mejor estudiar Sicología en la Católica cuesta dos mil y tienen el mismo número de años de acreditación, entonces busco una regulación, un promedio, y lo que va a financiar esta glosa de

“Si no te arriesgas, nunca podrías cambiar las cosas” La ministra de Educación, Adriana Delpiano, enfrenta la incertidumbre que genera la reforma y defiende la fórmula incluida en el Presupuesto 2016 para abordar la gratuidad en educación superior. Asegura “todo el dinero que se requiera” para cumplir con este compromiso y afirma que las instituciones que adhieran al mecanismo debieran alcanzar a cubrir sus costos con lo que se les asigna. TEXTO: Daniela Muñoz y Gloria Faúndez FOTOGRAFIAS: Andrés Pérez

El consenso es difícil, porque evidentemente, además, logras más consenso cuando puedes disponer de mayores recursos, pero nosotros estamos en una situación de restricción presupuestaria. Creemos que existe un marco que hace atractivo ingresar a la gratuidad a las instituciones... Sería lamentable que algunas no lo hicieran. Esto es lo que tenemos, es lo que hay, hay que partir. Hay un mito urbano de que en el Mineduc hay un grupo de Revolución Democrática que negocia con el ministro. No existen como grupo dentro del ministerio. Nunca me he reunido con ningún grupo RD ni para lo bueno, ni para lo malo.


b R9

LATERCERA Domingo 4 de octubre de 2015

gratuidad es el arancel regulado, que no es exactamente el de referencia, por universidades de más o menos o igual año de acreditación, a eso le voy a financiar hasta 1,2 de ese arancel, o sea un 20% más. ¿Qué va a pasar en el caso de una universidad que elija no acogerse a la gratuidad? ¿Sus alumnos corren el riesgo de perder las becas financiadas por el Estado? No, queda como está ahora. Pero tienen que pensar que hay un porcentaje de recursos que esa universidad destina para becas a sus alumnos de mejores ingresos y también hay mucha mora, o sea pérdida de plata que tiene la universidad por alumnos que no le pagan lo que debieran. Y de alguna manera, el Estado, al pasarle la gratuidad, le está pasando recursos que esa universidad no estaría recogiendo, porque llega algún momento en que la familia no puede pagar y también estás absorbiendo el porcentaje de becas de la universidad. Esos son los cálculos que tienen que hacer las universidades para decir ‘sí, yo entro’ a esta gratuidad con este 1,2 del arancel regulado y por la cantidad de años que dura la carrera. ¿Cómo se previene que las universidades no suban aranceles a los alumnos que pagan su educación para compensar la diferencia que se generará con el pago de aranceles regulados de los beneficiados por la gratuidad? En este minuto, sin haber una ley de educación superior, las universidades todos los años adecuan sus precios con un cierto precio de mercado, para decirlo bien derechamente. El tema está en que, efectivamente, para poder tener gratuidad sí que

está regulado el arancel. Si tú tienes que a un porcentaje de los alumnos le suben algo de esto, ya es el alumno quien tendrá que ver y reclamar, porque nosotros no tenemos y necesitamos tener una Superintendencia de Educación a la cual tú puedas decirle si están abusando o no de ti, y por eso que es tan urgente sacar la ley. En estos momentos, el ministerio no tiene atribuciones para evitar eso. ¿Está establecido cuáles son las instituciones privadas elegibles que podrán optar a la gratuidad? Están los criterios. Y más que decir elegibles, va a depender también de esas instituciones el interés que tengan de entrar o no en gratuidad. Los criterios para ser elegibles es tener cuatro años de acreditación, no tener dentro de tu directorio instituciones con fines de lucro, aunque la institución sea sin fin de lucro no puede tener en el directorio como socios a personas con fines de lucro, y tener algún tipo de instancia de participación en instancias colegiadas de la institución. ¿Participación triestamental? Triestamental o puede ser biestamental. Pero que haya un avance en que se note que ese tema importa. Que no sea que el rector tome todas las decisiones con sus decanos y punto. ¿Hay claridad respecto de cuántos son los establecimientos que cumplen esos requisitos? En términos de universidades privadas, no Cruch, son como cuatro. Y en materia de instituciones de educación superior técnica está claramente establecido el Duoc, por ejemplo, porque está constituido como

sin fin de lucro. Inacap ha manifestado la intención de transformarse en sin fin de lucro, pero lo va a tener que hacer durante el 2016-2017. Inacap es un candidato a entrar plenamente a este sistema si se transforma en eso y seguramente otras instituciones. Todavía falta crecer mucho el sistema para el lado y después seguirá creciendo para arriba. ¿Ustedes van a convocar a las instituciones que cumplen con los requisitos o la iniciativa recaerá sobre ellos? Primero, tenemos que sacar la ley. Sin eso no vamos a ninguna invitación mientras no salga la ley. Saliendo la ley vamos a informar a todas las instituciones que estos son los requisitos para entrar el 2016, por supuesto que eso lo vamos a informar. Sin ley es muy raro que se invite. Las instituciones saben si cumplen o no los requisitos. Usted ha sido específica en que la gratuidad sólo beneficiará al estudiante en la postulación a una carrera... Una. Hay una excepcionalidad si es que estudiaste una carrera técnica previa, porque no se van a financiar segundas carreras de nadie. Si estudiaste Periodismo y ahora quieres estudiar Filosofía, no se va a financiar la segunda. Salvo si estudiaste Técnico en Audición, por ejemplo, y ahora vas a estudiar Ingeniería en Audición, esa carrera sí se financia. Y es por el tiempo específico de duración de la carrera. Un alumno no puede reprobar un ramo, porque eso implicaría un alargue en su carrera que no será financiado... Se puede echar un ramo y arreglarlo con

su institución si es que no se te alarga la carrera. Pese a estas explicaciones, los rectores siguen acusando incertidumbre sobre la implementación del beneficio... Los rectores tienen un tema con si esto les va a alcanzar económicamente o no. Hay dos miradas distintas, para los que están y saben que van a estar en esta gratuidad, que son elegibles, el tema es si esta gratuidad me cubre o no me cubre mis costos. ¿Y usted está en condiciones de asegurar que sí se los cubre? Yo estoy en condiciones de decirles a ellos, y lo hemos trabajado, que esto debiera cubrirle sus costos. Si hay alguna universidad que se disparó en algunos costos mayores que otros, porque bajó sus años de acreditación y su arancel de referencia es distinto, va a haber casos más problemáticos, eso es así. ¿Y la otra situación? Están los que no entran al sistema. Hay muchos CFT e IP a los que les hubiera gustado entrar en esto, pero yo digo que no iba a entrar nadie el 2016. Nadie pudo haberse hecho expectativas de que iba a contar con gratuidad, porque no iba a haber. Se tomó una decisión y se tomó para un grupo de instituciones que nos den estas garantías de que van a estar este año y también van a estar cuando esté la ley. ¿Qué sensación le dejaría que instituciones como la PUC, PUCV y la U. Alberto Hurtado se marginen de entrar a la gratuidad 2016? Sería un hecho lamentable, porque muSIGUE EN PAGINA [10] 3


R10 b

LATERCERA Domingo 4 de octubre de 2015

Bitácora Ascanio Cavallo

La marcha forzada

E VIENE DE PAGINA [9] 3

chos jóvenes se verían privados de este beneficio en instituciones que son muy prestigiosas, pero entiendo que si por alguna razón las cifras no les dan tienen este problema. Nosotros creemos que hay un marco de becarios internos y de mora de pago interno que sumadas ambas cosas también hace atractivo ingresar a la gratuidad. Es lo que tenemos, es lo que hay, hay que partir. ¿Se han puesto en el escenario de que la gratuidad para 2017 también tenga que ir en una glosa? Un año es un tiempo suficiente para discutir un proyecto. No me quiero poner en ese escenario, porque esperamos tener una ley. Siempre estará abierta esta puerta como posibilidad. ¿Han calculado cuándo podríamos llegar al menos a la gratuidad total en el sistema o hasta el noveno decil? Eso lo está trabajando principalmente el Ministerio de Hacienda, porque es un tema de disponibilidad de recursos. La Presidenta se comprometió con dejar establecido en la ley cuándo se llegaba a la gratuidad total. En la ley va a tener que señalarse bajo qué parámetros se sigue avanzando en deciles, no sé si se va a establecer en años exactos o en condicionantes exactas. Hay quienes han amenazado con llevar al TC esta glosa... Lo que no se trata es que una glosa modifique leyes permanentes, pero el tema de aportes económicos a estudiantes existe en las glosas desde antes. Esperemos que no haya este tipo de cuestionamientos. Me pregunto quiénes son los parlamentarios que van a ir a acusar una inconstituciona-

lidad de un beneficio para 200 mil familias de menores ingresos en este país. Todas las políticas públicas tienen un grado de focalización, y que alguien vaya al TC porque a jóvenes de hasta el quinto decil se les quiere entregar gratuidad absoluta me parecería francamente una bajeza. En Revolución Democrática se ha agudizado la tensión que existe por la permanencia en el Mineduc, debido a que acusan aspectos que no los identifican de las reformas. ¿Cómo enfrenta estas críticas? Quiero ser bien franca: no tengo ningún grupo RD acá adentro que haya hablado conmigo como RD. Sé que el jefe de Educación General, Gonzalo Muñoz, es de RD, más allá de toda su trayectoria como investigador es un técnico que tiene su opción. Del resto de la gente no tengo idea, no le he preguntado a nadie. Hay un mito urbano de que hay aquí un grupo RD enquistado que negocia con el ministro. No existen como grupo dentro del ministerio, nunca me he reunido con ningún grupo RD ni para lo bueno ni lo malo. Yo espero que la gente que tiene cargos cercanos adhiera al programa de la Presidenta. ¿Y cómo toma las recientes críticas del fundador de Educación 20/20 respecto del gobierno? Tengo un afecto histórico hacia él, pero poquito por sus posturas actuales. El es una persona muy capaz y trabajé con él muchos años en Educación 20/20. Sabe mucho, es muy inteligente, le tengo mucho aprecio, pero sus últimas declaraciones no las comparto para nada y así se lo hice saber.R

El inicio del debate presupuestario ha repuesto el problema de la eficiencia del gobierno para gastar los recursos públicos o, lo que es parecido, para sacar adelante sus proyectos. La crítica respecto de las debilidades de gestión en el Estado es bastante concordante en todo el espectro político y la propia Presidenta las mencionó como uno de los factores de su nuevo enfoque en el “cónclave” de la Nueva Mayoría en agosto pasado. Después del cambio de gabinete se instaló en forma progresiva la idea de que la administración acelerada de las reformas fue responsabilidad de Rodrigo Peñailillo y la tramitación accidentada de la reforma tributaria, de Alberto Arenas. En un proceso que no tiene precedentes, quienes fueron los dos principales puntales del segundo gobierno de Bachelet han sido culpabilizados como si se tratara de otras gentes y otro gobierno, espectros de un período turbulento ya perdido en el tiempo. Cuando la execración política alcanza tales niveles, es prudente tomar distancia. Alguien ha de estar interesado. En primer lugar, los ministerios de Interior y Hacienda no tienen el monopolio de la mala gestión en el Estado; de hecho, ambos pueden mostrar avances significativos en algunas de sus áreas propias. En segundo lugar, los problemas de mayor déficit de competencia o eficacia se encuentran, según clama la evidencia reciente, en otros ministerios, como Educación, Salud, Transportes o Deportes, y no siempre como resultado único del actual gobierno. En tercer lugar, los esfuerzos por llevar al servicio público a profesionales de alta calidad han sido continuamente saboteados por la presión de los partidos para ubicar a sus feligreses en todas las líneas del aparato del Estado. Y por encima de todo ello sobrevuela la obsesión con las encuestas, que impone a todos los altos funcionarios la obligación, no ya de mejorar su gestión, sino de reventar sus agendas de trabajo con acciones de muy dudosa eficacia. Dos ejemplos en un solo día: el miércoles 30, después de que la Presidenta explicara –en cadena nacional- los componentes del proyecto de Presupuesto 2016, los ministros recibieron la instrucción de desplegarse en regiones para explicar lo mismo; aquella tarde, los cinco principales ministros habían debido acompañar a Carmen Castillo en la interpelación del Congreso, como si la respetada titular de Salud necesitara de una guardia pretoriana para salvar el momento. La cantidad de horas dedicadas cada semana sólo por el gabinete a operaciones de comunicación es difícil de calcular y alcanza volúmenes inusitados si se

agregan las que en forma de cascada se trasladan a los equipos internos de los ministerios. Parece un milagro que, en tales condiciones, aún funcionen. Queda para otro debate la cuestión de si un Estado con el PIB de Chile puede soportar los inevitables efectos de engordamiento que se derivan de todo esto; en esa discusión siempre se esconden supuestos ideológicos. La pregunta, entonces, no es cuán ineficiente es el Estado, sino cómo podría ser de otra manera con un estilo de conducción que se distribuye en tantas direcciones diferentes. El gobierno ha concentrado muchas de sus expectativas de mejoría (“los números”) en el 2016, como el año en que la gente debería empezar a sentir los efectos benéficos de las reformas; las expectativas no son demasiado grandes, porque al mismo tiempo alguien ha ofrecido a La Moneda la explicación de que la distancia con el poder es un fenómeno universal. Aquí, en este tipo de razonamiento y en la lógica del 2016, sí que reaparecen los fantasmas de Peñailillo y Arenas, quienes fueron –más el primero que el segundo- los dueños de este plan estratégico. Caso modelo: el adelantamiento de la gratuidad en la educación superior para el próximo año. Aquí se puede divisar el tipo de exageración con que Peñailillo presentaba, digamos, la reforma del binominal como una refundación de la democracia. Sólo que el anuncio del anticipo de la gratuidad fue hecho por la Presidenta –sin Peñailillo ni Arenas-, lo que obliga a pensar que los residuos de ese estilo tan execrado siguen perfectamente vivos. El anuncio, que se convertirá en uno de los debates más crispados del presupuesto, tiene el aire napoleónico de las empresas casi imposibles, que son impuestas por el comandante para que, a pesar de todo, ocurran. Marcha forzada, 80 kilómetros por día. Se rompen los músculos del 10% de las tropas, pero el resto logra la conquista. Desde luego, está por verse si esta modalidad consigue los resultados deseados (“los números”) en un ambiente donde lo más deteriorado del gobierno son los atributos blandos, la confianza y la credibilidad. El hecho, por supuesto calculado, es que tales resultados deberían impactar en las municipales de octubre de ese año, esas elecciones de mid term retrasado que han sido tan predictivas del siguiente período presidencial. Pero si se diera el caso de que todas las mejores expectativas se cumplieran y todos los cálculos se confirmaran, quedaría todavía por enfrentar el problema de la imagen de incompetencia que transmite el gobierno. Si las elecciones fuesen en estos días, girarían en torno a un solo tema: quién viene a rescatar al país de tanto enredo, quién repone un poco la idea de eficiencia del aparato institucional, quién puede ordenar las prioridades, mantener un mensaje constante y conseguir las disciplinas que todo eso requiere. Por supuesto que es un muy mal síntoma que ocurra con un gobierno que no cumple ni 19 meses.R


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.