TECNOLOGÍA
Erupciones volcánicas, efectos sobre la salud del ganado
El primer efecto está dado por la falta de forraje, pero también se ha constatado que provoca ceguera y afecciones respiratorias. Oscar Araya V.
hile posee la cadena volcánica más grande del mundo luego de la de Indonesia. Son más de 2.000 los volcanes existentes en el país, alrededor de 500 de éstos son geológicamente activos, de los cuales 90 presentan un registro eruptivo en los últimos 400 años. Como consecuencia de las erupciones, no sólo se produce desertificación, cambios climáticos y pérdidas de vidas, también efectos sobre los animales. Respecto a estos últimos quisiera detenerme, para precisar cómo las erupciones afectan a los animales, a partir de mecanismos físico/mecánicos y/o tóxicos.
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EFECTOS FÍSICO/MECÁNICO Estos efectos son producidos por la ceniza, la cual pueden cubrir totalmente la vegetación y contaminar las fuentes de agua. Esto obliga a los animales a ingerir pasto y agua con un alto contenido de cenizas.
Pastura cubierta de cenizas en Futaleufú (Erupción volcán Chaitén, 2008).
Por otra parte, la ceniza se acumula sobre la piel y lana, alcanzando el vellón un peso considerable, más aún si este se humedece por efecto de lluvia, pudiendo los animales caer y morir por falta de comida o agua. Además, la 34 Revista Agrícola • Junio 2015
OSCAR ARAYA
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Médico Veterinario. PhD en la Universidad de Liverpool. Docente de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor, Sede Temuco
penuria alimentaria genera un deterioro en la calidad de la lana, produciéndose incluso desprendimiento del vellón. En el caso de los bovinos y equinos, el depósito de ceniza aglutina el pelaje, y resquebraja la piel, lo cual puede ser atribuido a un efecto físico de esta, particularmente cuando contiene gran cantidad de sílice.
Animales afectados tras la erupción de volcán Chaitén en 2008.
En algunas erupciones se observa irritación ocular, generada por el impacto de las partículas de ceniza sobre los ojos, pudiendo afectar la córnea. Esto incluso puede provocar ceguera total, impidiéndose el desplazamiento y alimentación del ganado. Por otra parte, las finas partículas emitidas pueden ser aspiradas profundamente en las vías respiratorias. Con una exposición prolongada, se produce irritación de estas vías con presentación de tos, secreción nasal y respiración dificultosa. El desarrollo e intensidad de estos signos depende de la concentración de cenizas en el aire, proporción de partículas finas, duración de la exposición, presencia de sílice y gases, además de condiciones meteorológicas en el área. El aparato digestivo también puede verse afectado, especialmente por la ingestión de ceniza desde la pastura o agua. Es importante recordar que, en la mayoría de las erupciones, la caída de cenizas sobre las pasturas es un proceso dinámico, ya que la actividad eruptiva no es constante. En algunos momentos se produce una abundante eliminación de ceniza, mientras que en otros no se observa. Como consecuencia de la ingestión de cenizas se producen cuadros de diarrea que van de leves a graves,
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afecciones dentarias y óseas en el ganado, las que se vieron presentándose cólicos e incluso muerte en caballos por agravadas por el efecto abrasivo de las cenizas. acumulación de gran cantidad de ésta en el intestino grueso. Otro efecto dañino medioambiental lo constituye la caída de la llamada “lluvia ácida”, la cual se genera al tomar contacto los gases volcánicos, especialmente cloruros y sulfuros, con agua, produciéndose ácidos, los cuales son arrastrados a la tierra. La lluvia ácida afecta ojos, piel y el sistema respiratorio de las personas y animales, como también las pasturas, huertos familiares y cultivos agrícolas. EFECTOS TÓXICOS La salud de los animales en las zonas con polución volcánica también se puede ver afectada por presencia de sustancias tóxicas en el material eyectado. Este es un aspecto menos visible de la erupción, pero no por ello menos dañino, ya que generalmente las manifestaciones de toxicidad no son inmediatas, pudiendo presentarse varias semanas e incluso meses después de iniciada la exposición de los animales a las cenizas. Entre los elementos causantes de cuadros tóxicos para el ganado se encuentran: flúor, cadmio, plomo, níquel, arsénico y mercurio. Sin embargo, debido a que el flúor puede persistir por largo tiempo adherido a pequeñas partículas de cenizas, y de esta manera ser trasportado a largas distancias, resulta ser muy peligroso. Por ejemplo, en la erupción del volcán Lonquimay, en 1998, se detectaron altas concentraciones de flúor, lo que generó severas
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volcanes en Chile presentan registros eruptivos.
Severo desgaste dentario bovino (Erupción Cordón Caulle, 2011).
Además, el flúor se deposita también en los huesos, excesivas cantidades del cual se traduce en claudicaciones, tumefacciones y dolor articular. En definitiva, los efectos de una erupción volcánica sobre el ganado puede llegar a ser particularmente dañina. En el caso de la reciente erupción del Calbuco, todo indica que el primer efecto sobre el ganado está dado por la falta de forraje, como consecuencia de la gran cantidad de material volcánico que ha cubierto los predios de la zona. Ahora, es de suma importancia determinar la composición de la ceniza, con el objeto de prevenir o al menos aminorar la presentación de cuadros tóxicos en los animales. l
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