Monográfico Fisioterapia UMH

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MONOGRÁFICO 2013/2014

FISIOTERAPIA Desarrollo y recuperación de la máxima funcionalidad y movilidad del individuo

REPORTAJES EXTRAÍDOS DE LA REVISTA DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA UMHSAPIENS


MONOGRテ:ICO DE FISIOTERAPIA

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|| Rehabilitaci贸n despu茅s de un ictus || La poliomielitis: el origen de la Fisioterapia || Fisioterapia 3.0


La rehabilitación tras un ictus

El profesor de Fisioterapia Manuel Aparicio personaliza cada tratamiento en beneficio de los pacientes || Lorena Santos

El primer paciente ya está en la consulta. Tiene 76 años y muchas ganas de recuperarse. El profesor de Fisioterapia de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Manuel Aparicio lo invita a levantarse: despacio, concentrado, por sí solo. Esa acción hace unos meses era impensable. La segunda afectada, de 80 años, llega con su nuera, que la trata con mucho cariño. Hasta hace dos meses era una mujer muy activa pero a causa de una hemiplejía en la parte derecha del cuerpo ahora no puede andar, aunque ha conseguido volver a hablar y mantenerse sentada. La última afectada tiene 44 años y llega a la consulta por su propio pie. Es la segunda vez que asiste a rehabilitación y le cuenta al especialista que en noviembre no podía andar. “Un día dije que quería caminar y caminé”, cuenta la joven con una sonrisa en la cara. Este es el día a día de Manuel Aparicio en la unidad de rehabilitación del Sistema Nervioso Central del Hospital de Alicante donde se trata, principalmente, a personas que han sufrido un ictus.

E

· Lorena Santos

l ictus o infarto cerebral es un accidente cerebrovascular. Esto quiere decir que una parte del cerebro se queda sin nutrientes: oxígeno, vitaminas y todos aquellos elementos que la sangre lleva directamente a las neuronas. El infarto cerebral puede ser de dos tipos: isquémico o hemorrágico. Cuando no llega suficiente riego sanguíneo a una parte del cerebro se dice que el paciente ha sufrido un infarto cerebral isquémico; en cambio, cuando hay una presión aumentada dentro de la arteria y las paredes se rompen e invaden el territorio de las neuronas, se habla de un ictus hemorrágico. En ocasiones, la causa del ictus puede ser una embolia


La atención familiar es un factor importante para la recuperación || Lorena Santos

debida a la formación de un coágulo sanguíneo que viaja hasta el cerebro. O bien una embolia grasa; un cúmulo de adipocitos que se desprenden (normalmente tras una fractura ósea) y circulan, también, hasta el cerebro. La gravedad de las lesiones no depende tanto del tipo de ictus, sino del tiempo transcurrido desde que el paciente sufre el ictus hasta que llega al hospital y de la zona del cerebro en que éste se ha producido. Para Manuel Aparicio, el ictus supone trabajo, esfuerzo y superación. El desconocimiento que existe en torno a las enfermedades cerebrovasculares hace que pocas personas detecten síntomas precoces de esta enfermedad. Sin embargo, sí que los hay: en los ictus hemorrágicos puede aparecer previamente dolor de cabeza y náuseas. Si el ictus es isquémico, puede ir precedido de falta de memoria, confusión y pérdida de movilidad en un miembro, como podría ser la dificultad para mantener firmemente objetos en la mano. En algunos casos, también aparece una leve desviación de una comisura labial y falta de deglución. Estos signos son motivo suficiente para acudir al médico de inmediato. Factores de riesgo Uno de los principales causantes del ictus es la edad, los accidentes cerebrovasculares son directamente proporcionales a la edad porque los órganos funcionan más lentamente y la sangre se coagula más. Las personas con diabetes, hipertensas o que padecen alguna cardiopatía (infartos, aneurismas o arritmias) presentan un mayor riesgo que el resto de sufrir un infarto cerebral. Sin embargo, existen otras causas que pueden provocar un ictus y se pueden evitar para prevenirlo. La obesidad, la falta de ejercicio, una alimentación desequilibrada,

el estrés o el consumo de tóxicos pueden ser determinantes para sufrir un infarto cerebral. “Una alimentación sana, ejercicio moderado y hábitos de vida saludables son la mejor prevención contra el ictus”, asevera Aparicio. La educación en salud es un pilar fundamental en la prevención primaria, ya que en los colegios se puede concienciar a los niños sobre la importancia de practicar deporte, de acudir al médico para revisiones regulares y de seguir una dieta saludable. Según el experto, hoy en día la inversión en prevención es escasa, por lo que no se espera un descenso en los casos de ictus para los próximos años. Aparicio alienta: “Siempre hay recuperación. Si la neurona se ha muerto su función muere con ella, pero gracias a la neuroplasticidad cerebral, otras conectan entre sí para adoptar las funciones de la vieja neurona y así recuperar el movimiento”. Para lograr esta recuperación es necesaria la rehabilitación, pero también la actitud. “La concentración del paciente durante los ejercicios que se le proponen, el buen trato por parte del rehabilitador y la implicación de la familia son esenciales para que se produzcan mejoras. Y esto es algo que siempre inculco a mis estudiantes", comenta el profesional. Cada año, doce estudiantes de último curso de Fisioterapia de la UMH acuden al Hospital General de Alicante para realizar un ciclo de prácticas. En grupos de dos o tres adquieren conocimientos de manos de los diferentes docentes de Fisioterapia de la UMH que trabajan en distintas áreas del hospital: Rehabilitación Cardíaca, Pediatría, Traumatología, Electroterapia y la unidad de Sistema Nervioso Central, para conocer en profundidad el trabajo en cada una de las secciones y adquirir conocimien-

La concentración es esencial para que se produzcan mejoras en el tratamiento

tos prácticos suficientes para tratar a los pacientes. “Cuando los estudiantes llegan a mi consulta, a primera hora de la mañana, lo primero que hago es una introducción teórica de todos los pasos a seguir. Después, con el paciente presente, les muestro cómo ayudarlo a realizar los movimientos y motivarlo para que él mismo vaya avanzando sesión tras sesión”, explica Aparicio. “En la segunda parte de la mañana son los estudiantes los que se ocupan del paciente bajo mi supervisión”, añade. Cada paciente nuevo significa un reto diferente: una presentación cordial en la primera sesión, una implicación paulatina de la familia y un control continuo y afectivo para que los enfermos se muestren más receptivos y colaboradores. “Personas como Manuel hacen que todo sea más llevadero. Su simpatía y su paciencia nos ayudan mucho moralmente. Nos ha tocado un ángel de la guarda y mi suegra, que es la que sufrió el ictus, cuenta los días para acudir a rehabilitación”, expresa la nuera de una de las pacientes.


La poliomielitis El origen de la fisioterapia

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a Fisioterapia, reconocida como actividad profesional, tiene su origen en un Real Decreto promulgado en 1957 a raíz de la epidemia de poliomielitis que asolaba España y el resto del mundo. Entre 1950 y 1964 miles de bebés españoles se infectaron del virus, lo que cambió sus vidas para siempre. Pero en aquel momento, esos pacientes necesitaban una atención especializada. Algunos médicos y enfermeros asumieron la tarea de rehabilitar mediante diferentes ejercicios a los afectados para minimizar las secuelas, hasta que se creó la figura del fisioterapeuta. El profesor de Fisioterapia de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche José Vicente Toledo ha recopilado los datos que explican el origen de la actividad profesional. “Mi padre también es fisioterapeuta y vivió la época del proceso de

creación de las primeras escuelas de fisioterapia, y de él aprendí la vinculación de esta actividad laboral con la enfermedad de la polio”, explica Toledo. La poliomielitis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al sistema nervioso. Fue descrita por primera vez por el alemán Jakob Heine en 1840. El virus de la polio infecta y destruye las neuronas motoras, lo que causa debilidad muscular y parálisis aguda flácida. Esta enfermedad, considerada una epidemia, afectó a todos los países desarrollados entre las décadas de los 30 y los 60. Por ese motivo, la sociedad demandaba profesionales que fueran capaces de restaurar las capacidades funcionales de la población. Los principales afectados fueron los menores de seis años, lo que creó un movimiento de sensibilización social. Dificultad para caminar, a causa de desviaciones de


columna vertebral por la falta de musculatura en la espalda; piernas atróficas, debido a una calidad muscular baja y, en los peores casos, paralización de los músculos torácicos. Esta situación puso de manifiesto la necesidad de crear una red asistencial que desembocó en lo que hoy se conoce como rehabilitación. En aquella época no existían profesionales formados en la movilización de articulaciones, ni en la recuperación de afectaciones de este tipo. Los enfermeros eran los que asumían ciertas tareas paliativas, hasta la llegada del Real Decreto por el que se certificaba la oficialidad de los estudios de fisioterapia. La especialidad se afianzó con la creación de las dos primeras escuelas, una en Madrid y la otra en Valencia. “No era una especialidad que prometiera demasiado porque era desconocida, no estaba incluida dentro de la seguridad social y la dirección de la escuela era muy anárquica”, según explica una de las primeras alumnas de la Escuela de Fisioterapia de Valencia para la tesis doctoral de José Vicente Toledo. La demanda de profesionales paliativos hizo que durante años se contratara en el Hospital de Valencia a estudiantes de los últimos cursos de fisioterapia durante el verano o por las tardes, para cubrir las necesidades de los pacientes. El tratamiento fisioterapéutico Cuando el virus afecta, la enfermedad pasa por diferentes fases. La primera, la aguda, es un momento clave para el desarrollo de la enfermedad, que conlleva la realización de un tratamiento terapéutico temprano y obliga a colocar a la persona en una postura de descanso adecuada. “Cualquiera que en esta primera fase esté en una posición no adecuada, sufrirá después una serie de rigideces y acortamientos musculares difíciles de modificar”, matiza el experto. Tras esta fase, el virus desaparece y las unida-

des motoras empiezan a recuperarse. Es la llamada fase activa en la que se piden movimientos al paciente y el fisioterapeuta trabajaba de forma directa para sacar el mayor rendimiento funcional de los músculos del afectado. En muchas ocasiones se utiliza la electroterapia, que reactiva el movimiento muscular. La última fase es la de recuperación funcional, en la que el paciente ya se puede levantar y realizar movimientos más complejos. Sin embargo, como analiza José Vicente Toledo, estas fases no siempre se completan: “Aquellas personas que en los dos primeros meses no dan muestras de recuperación difícilmente vuelven a su estado de movilidad. Sin embargo, sí que se efectúa una reeducación del movimiento muscular para que el afectado pueda utilizar la parte sana de los músculos y nervios dañados”. En los años 50, las zonas más afectadas por la poliomielitis eran la columna vertebral y los miembros inferiores y, en menor medida, aparecía una parálisis de la musculatura respiratoria. “La mucosidad, la deglución y la respiración quedaban afectadas, por lo que el paciente debía vincularse a un respirador artificial llamado Pulmón de Acero”, aclara Toledo. El Pulmón de Acero era un tanque grande donde se introducía al paciente de cuello hacia abajo y, por presión positiva o negativa – según las necesidades específicas de cada afectado-se provocaba una expansión de la caja torácica de forma involuntaria. El blog sobre ciencia Scientia hace referencia a que uno de los detonantes para la creación y comercialización de la vacuna

contra la poliomielitis fue que el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosvelt se vio afectado por esta enfermedad. Los medios de comunicación tuvieron un papel importante en la difusión de los beneficios de la vacuna y ésta pronto se expandió por todo el mundo. El Síndrome Post-polio La Tesis Doctoral de José Vicente Toledo “La poliomielitis en España (1880-1970) y su impacto sobre el desarrollo de las técnicas en fisioterapia”, coordinada por la profesora de Historia de la Ciencia en la UMH de Rosa Ballester y defendida en 2010, ha puesto de manifiesto la importancia de esta enfermedad que dejó tantos afectados y que en los últimos años se ha vuelto a manifestar en una nueva fase casi desconocida. En la actualidad, Rosa Ballester y José Vicente Toledo continúan analizando los efectos de este virus dentro del grupo de investigación GADEA, que pertenece al Programa Prometeo para grupos de investigación de excelencia. Se ha observado que aquellas personas que sufrieron un ataque de poliomielitis hace 50 o 60 años vuelven a tener una sintomatología muy parecida de dolor y ligeras parálisis. “Esto hace pensar que el uso continuado de músculos afectados da la cara ahora y los pacientes retroceden en su estado de salud”, puntualiza el fisioterapeuta. La Asociación de Afectados de polio y Síndrome Post-polio define este último como “Efectos tardíos de la polio que pueden presentarse tras una caída, un período de reposo, por un accidente leve o con la aparición de otros problemas médicos”.


Francisco Millรกn La Fisioterapia 3.0 permite solucionar problemas de una forma mรกs eficiente El profesor de la UMH anima a los estudiantes a que utilicen plataformas digitales que fomenten la conversaciรณn con el paciente


Francisco Millán imparte algunas de sus clases de Fundamentos de la Fisioterapia fuera del aula || Francisco Millán

Las Google Glass muestran información y permiten el acceso a Internet a través de órdenes de voz Foto: Thomas Hawk

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l profesor de Fundamentos de Fisioterapia de la UMH Francisco Millán Robles persigue formar a los estudiantes en la adquisición de un criterio propio que les sirva para convertirse en especialistas en su área de interés. Para ello, apuesta por el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales en el ámbito educativo y profesional. Millán cree indispensable que los estudiantes comprendan que la comunicación ya no está basada, en exclusiva, en el tradicional boca a boca: “Las redes sociales son un patio de vecinos mundial y una herramienta que nos puede permitir alcanzar nuestros fines profesionales”.

El profesor fomenta la generación de una marca personal a través de las aplicaciones disponibles en la red. En la práctica docente, realiza sus exámenes en formato audiovisual de manera que “impliquen un impacto, como mínimo, en el entorno próximo del estudiante”. Con esta iniciativa, busca propiciar la conversación entre el fisioterapeuta y el paciente. A su juicio, el feedback permite conocer las demandas de los clientes y ofrecerles el conocimiento necesario para que ellos mismos puedan tratarse: “Intento que sepan que no voy a estar siempre ahí y que, por tanto, deben ser capaces de resolver complicaciones por sí mismos”. En este sentido, el fisioterapeuta explica que el temor a que alguien deje de llamar si sabe tratarse solo debe desaparecer: “La satisfacción que genera a una persona poder resolver una cuestión de manera autónoma conlleva que se encuentre mejor, se mueva más y nos recomiende en su entorno”, explica. “Además, cuando alguien tenga un problema que no pueda solucionar con sus propios medios, solicitará mis servicios”, subraya. En cuanto a la formación académica, el profesor busca que los estudiantes sean capaces de cuestionar las normas establecidas y buscar alternativas. Por ejemplo,

en su asignatura, anima a los estudiantes a que sean capaces de utilizar plataformas digitales, así como programas de edición de vídeo. El profesor sostiene que la Fisioterapia 3.0 supone adquirir información para tomar decisiones, no sólo para custodiarla ya que la web semántica proporciona información antes de que el usuario la pida, interrelaciona datos y analiza tendencias. Es decir, apuesta por que el profesional se sirva de estos avances en su trabajo diario: “Si un dispositivo, como puede ser un smartphone, conoce aspectos sobre mis costumbres y la información con que trabajo, tengo la posibilidad de ser más creativo para solucionar problemas sin necesidad de memorizar cientos de patologías o protocolos de actuación”, señala. Para Francisco Millán, el lanzamiento inminente de herramientas como las Google Glass supone un gran avance para su trabajo: “Si tengo un paciente en consulta, tumbado en la camilla y utilizo este dispositivo, al detectar el cuerpo me aparecerá información que puedo escuchar, leer y aplicar, como un atlas anatómico adaptado a esa persona”. El profesor explica que no se trata de dejar de lado los manuales, sino de potenciar la memoria operativa y la capacidad de adaptarse al paciente.


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