Monográfico Ciencias de la Salud 2019/2020

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MONOGRÁFICO 2019/2020

Ciencias de la Salud Mejora de tratamientos para la realidad social

REPORTAJES EXTRAÍDOS DE LA REVISTA DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA UMHSAPIENS



MONOGRÁFICO 2019/2020

Monográfico CIENCIAS DE LA SALUD 04

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Virus del Papiloma Humano

Dieta, Antropometría y Salud de los Estudiantes

Aniversario Instituto de Neurociencias UMH - CSIC

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Suelo pélvico: tratamiento y prevención

Epidemiología de la nutrición

Propiedades del Cannabidiol

Salud Pública

Café y Supervivencia

Farmacología

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El campo engorda

Póntelo, pónselo (Otra vez)

¿De qué morimos?

Salud Pública y Psicología

Sergio Escamilla Ruiz

Entrevista al profesor José Antonio López Fernández

Epidemiología de la Nutrición

UMH Saludable y Epidemiología de la Nutrición

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Acción en Diabetes en Entornos con Bajos Recursos

La brecha de productividad entre hombres y mujeres en la ciencia

Salud Pública

Entrevista a Esther Sebastián

umh.sapiens@umh.es | www.umhsapiens.com | @umhsapiens


José Antonio López Fernández: “Las pacientes que reciben resultados anormales tras las pruebas del Virus del Papiloma Humano no deben alarmarse” El profesor de la UMH y jefe de sección de Ginecología del Hospital General Universitario de Alicante asegura que, en la mayoría de los casos, las defensas del propio organismo son capaces de eliminar el virus El virus del papiloma humano (VPH), del que se han identificado más de 200 tipos diferentes, se transmite mediante el contacto de la piel o las mucosas. Algunos tipos de VPH son capaces de infectar la mucosa genital y anal de ambos sexos y se asocian con cáncer y verrugas genitales. La principal manera de

contagio es la vía sexual, por penetración y, aunque de forma menos frecuente, por el contacto piel con piel de la zona genital y al practicar sexo oral. Aunque cualquier persona con una vida sexual activa en la que exista contacto genital, incluso sin penetración, puede contagiarse, el profesor de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y jefe de sección de Ginecología del Hospital General Universitario de Alicante, José Antonio López Fernández, asegura que, en la mayoría de los casos, el virus no provoca ningún síntoma y las defensas del propio organismo son capaces de eliminarlo. “Sólo en unos pocos casos, la persistencia de la infección no resuelta puede provocar lesiones precancerosas y cancerosas, sobre todo en el cuello uterino o cérvix”, explica López Fernández.


Pregunta: Más del 80% de las infecciones por VPH son transitorias y se resuelven en los dos años posteriores a su adquisición, pero, ¿cuáles son las principales consecuencias de la infección por VPH? Respuesta: La mayoría de las mujeres tienen una infección transitoria que no supone ningún riesgo. Un pequeño porcentaje de casos presenta una infección persistente sin que sus defensas consigan eliminarla. Ésta puede provocar alteraciones celulares que primero derivan en el desarrollo de una lesión premaligna, llamada lesión escamosa intraepitelial (SIL) o neoplasia intraepitelial cervical (CIN), que pueden también curarse espontáneamente pero que, con el tiempo, si no se detectan y no se curan, pueden evolucionar a un cáncer. El cérvix uterino es el área genital con mayor riesgo para que se produzcan infecciones persistentes por VPH. Otros epitelios como la vagina, la vulva, el ano y el pene son menos susceptibles, pero también pueden sufrir un proceso similar al del cérvix. ¿Cuáles son las particularidades que hacen al cérvix más sensible? En el cérvix uterino hay dos epitelios, cilíndrico y escamoso, que están en constante cambio y crecimiento celular. Se llama la Zona de Transformación (ZT) y, en esta ZT del cérvix, el VPH aprovecha el ciclo celular de esta células en constante recambio para introducirse dentro y reproducirse a su vez. ¿Cómo se detecta el cáncer de cérvix? ¿En qué consiste el procedimiento que los profesionales de la salud llaman “cribado”? Como la infección por el VPH es asintomática, la forma de detectarla se basa en analizar una muestra de la secreción del cuello uterino. A esto es a lo que se llama cribado, es decir, a las pruebas que se realizan a una población de pacientes sin síntomas para detectar aquellas con riesgo de padecer una determinada enfermedad. La prueba de cribado clásica es la citología, mediante la cual se estudian las células que se descaman del cuello uterino y de la vagina para detectar la presencia de lesiones precancerosas. En los últimos años, se ha incluido también la prueba del VPH, que nos informa de si hay infección o no por el VPH e incluso el tipo de VPH detectado. Ambas pruebas, citología y detección del VPH sirven como cribado del cáncer de cérvix y se utilizan en los distintos programas de prevención en todo el mundo. Si la infección por VPH es asintomática ¿cuando aparecen verrugas es porque se trata de una infección por fenotipos del virus poco peligrosos? Existen dos tipos de virus VPH. Los de bajo riesgo (serotipos 6 y 11) no constituyen ningún peligro de producir lesiones neoplásicas o preneoplásicas, pero son el agente causal de las verrugas genitales. Su síntoma son esas verrugas que son un problema fundamentalmente estético y se tratan mediante tratamientos tópicos o incluso gestos quirúrgicos. Por su parte, los de alto riesgo (serotipos 16,18, 31, 35, 45, 51, etc.) cursan de manera asintomática, es decir, no provocan verrugas ni ningún síntoma. Por este motivo, es necesario establecer protocolos de detección precoz o cribado.

El uso del preservativo y la vacuna son las dos medidas fundamentales de prevención primaria

¿Cuándo es recomendable realizarse estas pruebas? En el protocolo actual, la edad para comenzar el cribado se sitúa en los 25 años y se recomienda mantenerlo, al menos, hasta los 65. Si a una paciente se le realiza el cribado, bien con citología, con detección del VPH o con ambas, y resulta negativo, no se debe hacer nada y, en todo caso, repetirlo con un intervalo variable entre 1 y 5 años. En otros protocolos, se recomienda iniciar el cribado 3 años después del inicio de las relaciones sexuales, o a la edad de 21 años, pero a estas edades tempranas el beneficio estaría reñido con un mayor riesgo de sobre tratamiento de lesiones menores que, con el tiempo, regresarían espontáneamente.

“La edad para comenzar el cribado del VPH se sitúa en los 25 años y se recomienda mantenerlo, al menos, hasta los 65” ¿Desde cuándo se han introducido las pruebas de cribado y citología para detectar el VPH en programas de prevención? El cribado del cáncer de cérvix se conoce desde la segunda mitad del siglo XX, gracias a los estudios de George Papanicolau, un investigador griego que demostró la posibilidad del diagnóstico precoz del cáncer de cérvix con la realización de la citología. En España, y en concreto en la Comunidad Valenciana, hay programas de detección del cáncer de cérvix desde hace más de 30 años. La prueba que se ha utilizado y se utiliza desde siempre es la citología. Desde 2014, se pue-

de realizar también la prueba del VPH, que es tan buena como la citología, e incluso un poco más sensible. Hay algunas mujeres que no se han hecho la prueba porque, en la Comunidad Valenciana, el cribado del cáncer de cérvix es oportunista. Esto quiere decir que somos los clínicos, médico de cabecera u otros especialistas, los que al ver a la paciente le preguntamos si hace tiempo que no se han hecho una citología. Si es así, se las remite para que se haga la citología o la prueba VPH en la matrona o en el ginecólogo. Hay otras pruebas de cribado del cáncer como, por ejemplo, el de mama o el de colon que son poblacionales, es decir, se contacta con todos los pacientes por carta y se les ofrece la realización de las pruebas. Si el resultado es positivo, ¿qué pasos se deben seguir? Cuando una paciente presenta un cribado positivo, es decir, bien se detecta VPH de los serotipos más agresivos (16 y/o 18) o bien la citología está alterada, se debe someter a un estudio más detallado que permita confirmar o descartar la presencia de lesiones en el cérvix. Este estudio pasa por la remisión a unidades especializadas donde se visualiza completamente el tracto genital inferior (vulva, vagina y cérvix) mediante una prueba denominada colposcopia y se confirma o descarta la presencia de lesiones. La colposcopia, por tanto, se realiza a las pacientes que presentan cribado positivo. Y, después de ser valorada en la unidad especializada y de realizarse una colposcopia y/o una biopsia, ¿qué opciones existen? Existen varias opciones. En caso de que no se detecte ninguna lesión, se debe repetir el cribado en un intervalo determinado, hasta comprobar la normalidad, alrededor de un año. Si se detecta una lesión de bajo grado o neoplasia intraepitelial cervical de grado 1 (CIN1), estas lesiones de bajo grado son la expresión de la infección por el VPH, generalmente son autolimitadas y tienen poco riesgo de progresar a cáncer de cérvix. En este caso, tampoco suele hacerse nada más que repetir las pruebas en 6-12 meses, hasta comprobar que se han eliminado. En casos de persistencia durante varios años


se puede plantear realizar un tratamiento. En la actualidad, se están ensayando distintos productos para uso por vía oral o por vía vaginal para ayudar a eliminar el virus. Por su parte, cuando se detecta una lesión de alto grado (CIN 2-3) el riesgo de progresar a lesión cancerosa es mayor y se suele recomendar un tratamiento para evitar su progresión. El más habitual se denomina conización y consiste en extirpar el fragmento del cuello del útero (cérvix) donde está la lesión. ¿Ha aumentado la prevalencia del virus? La mayor probabilidad de contagio se da en los primeros años de vida sexual. Según el estudio Cleopatre, sobre prevalencia y distribución del genotipo de la infección por el VPH del cuello uterino en España, la prevalencia es mayor en las primeras décadas de la vida (29% de las muestras positivas en menores de 25 años) y va disminuyendo a partir de los 35 años (25-35 años: 17%, 36-55 años: 9%). Este estudio, publicado en 2007, en el que colaboramos desde el Hospital General de Alicante y en el que se evaluó a más de 3.000 mujeres de toda España, describe la existencia de algunos factores relacionados con la mayor frecuencia del VPH. Se trata de un número elevado de parejas sexuales, el hábito tabáquico y el no uso sistemático de preservativo en las relaciones sexuales. Es posible que la transformación experimentada en los últimos años, con el consiguiente cambio en los hábitos sexuales, contribuya a este incremento de la prevalencia del VPH. También hay que tener en cuenta que la prueba de detección ahora es más accesible, por lo que puede aumentar la sensación de que en la actualidad hay mayor prevalencia del VPH. Además de utilizar preservativo y evitar el tabaco, ¿existen más formas de prevención? En cuanto a prevención primaria, es decir, evitar la adquisición del VPH, el gesto más importante es la vacunación, que favorece el desarrollo de defensas en el organismo que evitan la infección por el virus en el caso de que haya contacto. Otras medidas de prevención primaria serían la abstinencia sexual, la limitación de parejas sexuales y el uso sistemático del preservativo. ¿Y para evitar las lesiones si ya se tiene el virus? Para evitar las lesiones provocadas por el HPV, es decir, en prevención secundaria, lo que se debe llevar a cabo es el cribado, bien en la visita ginecológica o en el centro de salud de la paciente. Las medidas para eliminar el virus en las pacientes con cribado positivo son fundamentalmente el uso de preservativo mientras se tienen las lesiones, no fumar, dejar de tomar anticonceptivos orales (que también suponen un incremento del riesgo en casos de toma durante varios años) y, en general, adoptar hábitos de vida saludable que favorezcan un buen estado inmunitario como, por ejemplo, una dieta adecuada o practicar ejercicio físico. ¿Por qué los anticonceptivos orales suponen riesgo? Se ha visto en distintos estudios observacionales, y en algún estudio prospectivo, que el uso de anticonceptivos orales y el tiempo de uso se relaciona con un mayor riesgo de lesiones VPH dependientes (CIN y cáncer). Tam-

Imágenes: CC0 Pxhere

bién, se sabe que protege frente a otros tipos de cáncer (colon, ovario, endometrio). La causa de este aumento de riesgo no se conoce con seguridad pero, probablemente, provoque algún efecto a nivel de la inmunidad local en el cérvix y la vagina. El mensaje no debe ser “señora no use anticonceptivos orales”, sino que debe ir encaminado a insistir en la conveniencia de que las mujeres que usan anticonceptivos se animen a ser vacunadas, si no lo están ya, y que acudan a los programas de cribado. En el polo opuesto, las pacientes que dan positivo en el cribado (VPH o citología) deben ser animadas a suspender, al menos temporalmente, el uso de anticonceptivos orales y usar preservativo como método anticonceptivo.

“La vacunación de los niños y las niñas podría contribuir a una menor carga de enfermedad, tanto para varones como para mujeres” ¿Cuáles son las ventajas de la vacuna contra el VPH? Las vacunas protegen de forma muy eficaz y segura frente a los principales tipos de VPH que causan enfermedades. Todas las comercializadas incluyen los tipos del VPH 16 y 18, que causan el 70% de los cánceres. Se han administrado más de 300 millones de dosis en todo el mundo, lo que deja fuera de toda duda las reservas en cuanto a la seguridad. En España, la vacuna está incluida en el calendario vacunal para las niñas y se administra a los 1113 años, desde 2008. La vacuna también se recomienda hasta los 26 años en pacientes no vacunadas en la adolescencia, e incluso hasta los 45 años, aunque su eficacia es menor en

estas edades. Se recomienda la vacunación independientemente de la actividad sexual o la exposición previa al VPH. Aunque la vacuna puede ser menos efectiva en mujeres previamente infectadas, se espera que se experimente algún beneficio preventivo sobre otros serotipos distintos a los que han provocado su infección. Cuando se administra a adolescentes menores de 15 años, es suficiente con administrar dos dosis con intervalo de 6 meses entre ellas. En caso de administración en mayores de 15 años, el proceso de vacunación incluye tres dosis, en lugar de dos. En otros países también se administra a los hombres. Los niños también se pueden ver beneficiados por la vacuna VPH, ya que podría prevenir frente a algunos cánceres de ano, recto, boca, garganta y pene, relacionados con el VPH, cuya frecuencia parece estar en aumento y que no se previenen mediante ninguna prueba de cribado. Además, la vacunación de los niños podría contribuir a una menor carga de enfermedad en general, tanto para varones como para mujeres. En la actualidad, la vacunación de los varones no se incluye en el calendario vacunal en España. En varios países de Europa y América su uso está autorizado. Los varones y las mujeres no vacunadas que deseen vacunarse deben adquirir la vacuna en la farmacia sin ninguna financiación. El precio de cada dosis oscila entre 120 y 150 euros. ¿Cómo afecta el VPH en cuanto a la maternidad? La infección por el VPH detectada en el cribado raramente interfiere con los deseos de maternidad de las mujeres. Ni el embarazo ni el parto vaginal están condicionados por la existencia de VPH o por la presencia de lesiones de bajo grado o por el antecedente de haberlas tenido. La conización dirigida por colposcopia, realizada en centros especializados, no se relaciona con dificultad para conseguir embarazo posterior. En algunos estudios se ha demostrado que en casos de pacientes que se han sometido a conizaciones muy extensas o a más de una conización, cuando se quedan embarazadas se puede incrementar el riesgo de parto prematuro. Por este motivo, en estas pacientes se suele hacer un seguimiento de la longitud del cérvix durante el embarazo. La existencia de infección por VPH, lesiones por VPH o el antecedente de estas lesiones no condiciona la vía del parto (vía vaginal o cesárea), salvo casos excepcionales.


Dieta, antropometría y salud de los estudiantes

Casi el 80% del alumnado encuestado presenta una baja adherencia a la dieta mediterránea, según el Informe de nutrición y salud elaborado por la iniciativa UMH Saludable y el grupo EPINUT


L

a salud física y mental es determinante para la calidad de vida. Y la salud depende en buena medida del comportamiento. Qué comemos, cuánto ejercicio hacemos –o no hacemos- cómo socializamos. Así que, evaluando los hábitos de vida, es posible obtener una fotografía del estado de salud de una persona: una instantánea que podría servir al propósito de mejorar su calidad de vida. Para determinar la salud de un grupo de personas, se recurre a la epidemiología. Esta disciplina médica utiliza el método científico para estudiar la enfermedad y la salud de las poblaciones, buscando sus causas, para beneficio de la salud pública.

En el curso 2016/2017, la iniciativa UMH Saludable decidió realizar una encuesta entre estudiantes de primer curso de grado para evaluar su estado de salud y nutricional. Esta iniciativa impulsada por el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche se enmarca en la Red Española de Universidades Saludables y en la Xarxa Valenciana d’Universitats Publiques Saludables, organizaciones comprometidas con la salud, el bienestar y la calidad de vida de estudiantes y trabajadores del entorno universitario. Para el estudio sobre el estado de salud de los estudiantes se contó con el trabajo de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la UMH (grupo EPINUT) dirigido por el investigador Jesús Vioque López. Fruto de esta colaboración es la publicación del Informe de la encuesta de nutrición y salud en alumnos de la UMH, 2017: Dieta, antropometría y salud en la población universitaria. Un exhaustivo análisis del estado de salud de los estudiantes en su primer año de carrera, que además de interpretar los datos obtenidos mediante encuestas, recoge una serie de recomendaciones sobre hábitos y estilos de vida saludables. Además del profesor Vioque, el informe ha contado con la participación de los investigadores Manuela García de la Hera y Eva María Navarrete Muñoz, también del grupo EPINUT; Sergio Hernández Sánchez, del área de Fisioterapia; Miriam Hurtado Pomares, del área de Radiología y Medicina Física; y Mª Teresa Pérez Vázquez, del área de Cirugía y Vicerrectora de Relaciones Institucionales de la UMH.

Uno de los resultados más relevantes del estudio es que el 78% de los estudiantes encuestados presenta una baja adherencia a la dieta mediterránea. Consumen menos frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pan integral de lo recomendado para la población joven. Por el contrario, los refrescos y la bollería industrial sí están muy presentes en su alimentación. Más de un 30% de los estudiantes declara tomar bollería y dulces de 2 a 6 veces por semana. Sin embargo, el 31% de los encuestados ha realizado algún tipo de dieta en el último año, y al 15% les preocupa su peso y su aspecto físico, hasta el punto de afectar a su concentración. Además del objetivo general de examinar el estado nutricional y de salud de los estudiantes, el estudio pretende específicamente describir sus hábitos alimentarios, sexuales, la integración social, el uso de tecnologías, la práctica deportiva y otros factores relevantes. Participaron 659 estudiantes de 12 titulaciones en los campus de Elche, Orihuela, Sant Joan d’Alacant y Altea, que cumplimentaron ocho cuestionarios validados. Se les llama cuestionarios validados porque previamente se ha comprobado que sus resultados son fiables, aunque auto-cumplimentados por el individuo. Es decir, el resultado de una encuesta sobre salud autopercibida sería muy similar al

La mayoría de la población universitaria encuestada presenta un peso normal, son activos físicamente y consideran que tienen buena o muy buena salud resultado de una evaluación médica que pretendiera responder a las mismas preguntas. Estas encuestas son una de las herramientas básicas de la epidemiología de la salud. Se utilizan cuando se pretende –mediante la observación- describir el estado de salud de un individuo o de una población. Los participantes contaron además con la ayuda de las entrevistadoras entrenadas Carmela Mubarak


UMH Saludable es una iniciativa del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la Universidad, encabezado por la Vicerrectora MªTeresa Pérez Vázquez. El Informe de nutrición y salud de los estudiantes forma parte de un proyecto más amplio de UMH Saludable para profundizar en el conocimiento de las condiciones, opiniones, actitudes y comportamientos de los estudiantes de la UMH para la promoción de su salud y su calidad de vida. Para esta iniciativa, la promoción de la salud es un proceso de empoderamiento: se trata de aportar una visión científica completa de los estilos de vida de la comunidad universitaria, y ofrecerles una herramienta con la que tomar mejores decisiones respecto a la dieta, actividad física y hábitos sociales, que repercutan en una mejor calidad de vida.

El Grupo de Epidemiología de la Nutrición (EPINUT) de la UMH está dirigido por el profesor Jesús Vioque y cuenta con profesionales de diferentes disciplinas como la medicina, estadística, nutrición, psicología, farmacia y enfermería.

y Fátima Castro, becarias de investigación del Máster de Terapia Ocupacional en Neurología de la UMH. Hay algunas diferencias significativas entre hombres y mujeres. Los hombres son más propensos al sobrepeso y la obesidad, ven más horas de televisión al día y consumen más alcohol, tabaco y otras drogas. Por el contrario, la proporción de mujeres con bajo peso es mayor que en los hombres y, también, realizan menos actividad física. Ellas tienen más sentimientos de agobio y tensión, de baja autoestima y pérdida de sueño. No obstante, la mayoría de la población universitaria encuestada (el 78%) presenta un peso normal, se estiman moderadamente o bastante activos físicamente y consideran que, en general, tienen buena o muy buena salud. Aunque una gran proporción de estudiantes presenta hábitos saludables, la evaluación de su integración social y bienestar arroja algunos datos preocupantes. Por ejemplo, casi un tercio de la población manifiesta haber sufrido agresión y discriminación en el último año, por su sexo, edad o país de origen. Y, aunque la mayoría son sexualmente activos, el 17% no utiliza preservativo en sus relaciones. Como explican los autores del estudio, una vez analizada la “fotografía” de la salud de los estudiantes, se trata de utilizar todos estos datos para potenciar lo bueno y ayudar a corregir lo que resulta perjudicial para la salud. Los investigadores recogen en sus últimas páginas una serie de recomendaciones de hábitos de vida saludables. Comer fruta fresca y verduras a diario, reducir el consu-

mo de bollería y bebidas azucaradas, incluir grasas de calidad en la dieta como el aceite de oliva virgen extra que tiene propiedades cardiosaludables, practicar ejercicio regularmente (entre 3 y 5 horas de actividad física moderada o vigorosa a la semana), controlar el consumo de alcohol, dejar de fumar, cultivar las aficiones personales, mantener relaciones sexuales de forma segura, limitar el tiempo dedicado a los dispositivos móviles y contactar con la naturaleza y el entorno personal. Los hábitos, tanto los positivos como los negativos, no están escritos en piedra. Los estudiantes que acceden a la universidad en los últimos años de la adolescencia viven una etapa de cambios y nuevos estilos de vida. La investigadora del grupo EPINUT Manuela García de la Hera explica que las conductas reescritas en esta etapa no tienen por qué permanecer iguales durante el resto de la vida adulta: “Si recibes una buena educación inicial, este periodo de cambio pasará y volverás a tus fuentes, sobre todo si la educación que has recibido te ha dado fortalezas”. Además de los hábitos que individualmente se pueden potenciar o adquirir para mejorar la calidad de vida, la intervención institucional puede resultar muy positiva. “La universidad debe ser un activo de salud”, declara la coautora del informe Eva Mª Navarrete Muñoz. “En la Universidad se llevan a cabo iniciativas para mejorar la salud, aunque no se les ponga esa etiqueta. Por ejemplo, que se adapten las zonas para que se pueda caminar por el campus”, explica la investigadora, resaltando la capacidad de las instituciones para crear un ambiente de vida sano.

Un estudio en panel (que sigue a la misma población a lo largo del tiempo) permitiría evaluar si las acciones en pro de la salud pública que se puedan tomar surten efecto. De retomar el informe de nutrición y salud cuatro años después, cuando los mismos estudiantes cursan su último año de la carrera, el estudio alcanzaría una conclusión sobre la evolución de sus hábitos de vida y permitiría saber cómo ha afectado la etapa universitaria a la salud de los estudiantes. “Se deberían repetir las mismas preguntas y comprobar si la evolución ha sido favorable desde el punto de vista de la salud”, apunta el investigador y director del grupo EPINUT, Jesús Vioque López. Y según añade Navarrete, “hay pocas universidades que, institucionalmente, decidan estudiar la salud de su población”. Asimismo, los investigadores del grupo EPINUT que han trabajado en la elaboración del informe están estudiando la posibilidad de combinar los datos obtenidos en la UMH con otros informes equivalentes para obtener resultados comparativos entre regiones.

El informe completo se puede consultar en la web umhsaludable. umh.es



Salvador Martínez

Director del Instituto de Neurociencias

“Debemos ser mejores cada día frente a las enfermedades del cerebro”

E

l director del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Salvador Martínez, es catedrático de Anatomía y Embriología Humana. Está al frente de la Cátedra de Neurobiología “Remedios Caro Almela” y es codirector de la Cátedra de Investigación en Medicina y Neurociencias. Según el director, una de las claves del éxito de este Instituto temático, que cumple 20 años desde que se convirtió en un centro de investigación mixto, es que alberga a científicos de diferentes áreas que trabajan en un objetivo común: conocer el cerebro. A su juicio, para que el Instituto de Neurociencias continúe siendo no solo el mejor de España en su campo, sino también uno de los más destacados de Europa, es necesario esforzarse por mejorar cada día. Pregunta. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la investigación del cerebro en la actualidad? Respuesta. Hoy en día ya se vislumbra a grandes rasgos la estructura del cerebro, puesto que la tecnología nos permite ver su funcionamiento y determinar con mayor claridad en qué parte de la actividad mental están implicadas las distintas regiones del cerebro. Por ello, ahora estamos más centrados en los procesos biológicos que explican las funciones mentales y enfermedades del cerebro. Por ejemplo, conocer cómo los mecanismos de conexión de las neuronas, la sinapsis, pueden explicar un pensamiento. P. ¿Es posible conocer la relación entre la actividad cerebral y la conducta? R. Conocer esta relación ayudaría a prevenir el segundo gran reto: conseguir que el cerebro del ser humano, que cada vez vive más, siga siendo eficiente. En concreto, tenemos que seguir estudiando para ser mucho más eficientes con los diagnósticos en el ámbito de los problemas mentales.

P. ¿Por qué es tan complejo descifrar el cerebro? R. Porque el resultado de su actividad es la conducta y la conducta es o no adecuada muchas veces dependiendo del contexto. Esa es una de las principales dificultades. El segundo obstáculo es que las emociones son muy difíciles de medir y varían de una persona a otra. Por ejemplo, no hay un patrón de felicidad común. Algo que complica la posibilidad de hacer juicios y establecer deducciones. P. ¿Desde qué líneas de investigación se analiza el desarrollo del cerebro en el Instituto? R. La Unidad de Neurobiología Molecular se dedica a la investigación básica relacionada con la bioquímica, biofísica, farmacología y biología molecular de los principales componentes implicados en la neurotransmisión, con el fin de comprender los procesos esenciales del funcionamiento del sistema nervioso. Los grupos de investigación de la Unidad de Neurobiología Celular y de Sistemas estudian los comportamientos de los organismos, las transmisiones sinápticas y la capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios, conocida como plasticidad. Y, por su parte, la Unidad de Neurobiología del Desarrollo se dedica al estudio de la formación de patrones e investiga, entre otros procesos, aquellos mediante los cuales se generan nuevas neuronas. P. ¿Cuál es el objetivo global del Instituto? R. Toda esta investigación va acompañada de avances tecnológicos fundamentales y en este sentido resulta determinante el beneficio que conlleva ser un centro mixto, en el que se comparten tanto los recursos como los logros. En términos sociales perseguimos ofrecer soluciones para ser mucho más eficientes con los diagnósticos en el ámbito de los problemas mentales. Y para conseguirlo nuestra estrategia es atraer el talento y el liderazgo siendo competitivos.


5 hitos del Instituto de Neurociencias 1. Nace el Centro Mixto de Investigación En 1999, el Instituto de Neurociencias (IN) se convierte en un Centro Mixto de la recientemente creada Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En este momento, se incorporan al IN grupos de investigación consolidados del CSIC y jóvenes promesas de la neurociencia española que regresan de sus estancias postdoctorales con contratos Ramón y Cajal. En 2005, se inaugura la nueva sede del IN en el campus de Sant Joan d’Alacant de la UMH, que cuenta con 50 laboratorios en 3.800 metros cuadrados, dedicados a la alta investigación.

2. Servicios técnicos Aunque cada uno de los grupos de investigación está especializado en distintos enfoques de la neurociencia, necesitan de recursos comunes como animales de experimentación, servicios de imagen y microscopía o material de laboratorio. Desde 2005, el IN proyecta su desarrollo a medio y largo plazo con planes estratégicos basados en la colaboración entre investigadores de las diferentes unidades de trabajo. A través del trabajo coordinado, los grupos de investigación del IN establecieron un servicio de animalario con especies transgénicas, un laboratorio de histología, de computación, de cirugía, de cultivo celular, de genotipado; un criadero de peces cebra y otro de mosca drosophila; almacenes refrigerados, una central de compras, el servicio de microscopía, el de electrónica y el de resonancia magnética funcional.

3. Centro de Excelencia Severo Ochoa El IN ha sido acreditado como Centro de Excelencia Severo Ochoa en 2014 y 2018 por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Con esta distinción, pasa a formar parte de la red de institutos dedicados a la investigación de frontera. Los Centros Severo Ochoa son reconocidos entre los mejores del mundo en sus respectivas áreas científicas. Anteriormente, de 2007 a 2011, se desarrolló el proyecto Consolider (del programa INGENIO financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad), que permitió al IN crecer y afianzar su liderazgo científico a pesar de la crisis económica y del descenso de la inversión pública en I+D+i durante esta época.


4. Talento reconocido internacionalmente Gracias al desarrollo de los proyectos corporativos del IN, que permiten una planificación y financiación a medio plazo, se han reclutado jóvenes investigadores para ampliar las líneas de investigación existentes. Hasta el momento, se han obtenido siete proyectos europeos de investigación financiados por el European Research Council, de máxima competitividad y prestigio internacional. Además, ha contado con fondos competitivos para incorporar tecnología puntera a los servicios del IN. Por ejemplo, los últimos equipos de microscopía permiten a los investigadores adquirir imágenes y vídeos tanto de muestras como de tejido vivo y animales intactos.

5. Diseñando el futuro: Inteligencia artificial, transferencia y nuevas generaciones La neurociencia evoluciona constantemente y el IN quiere seguir desarrollando nuevas maneras de investigar que le mantengan a la vanguardia del conocimiento. Este objetivo requiere un enfoque multidisciplinar del estudio del cerebro y también prepararse tecnológicamente para la neurociencia del futuro: el análisis multiparamétrico y de datos masivos con algoritmos de inteligencia artificial. Los resultados de la investigación han de traspasar los muros del laboratorio y del mundo académico. Para facilitar la transferencia de conocimiento al entramado empresarial y social, la Agencia Valenciana de la Investigación ha apoyado la creación en el IN de un equipo de trabajo, cuyo único objetivo es transferir los resultados de la investigación de los grupos del Instituto a la sociedad. La Unidad Científica de Innovación Empresarial (UCIE) del Instituto de Neurociencias inició su actividad en 2018, con el objetivo de desarrollar nuevas tecnologías no presentes en el mercado y vinculadas a las áreas de investigación del IN. El Instituto de Neurociencias UMH-CSIC es también una institución docente que quiere difundir la excelencia en la formación académica y técnica. A través de sus programas internacionales de Doctorado y Máster en Neurociencias, se forman nuevas generaciones de neurocientíficos. Estos programas se realizan en colaboración con el Instituto Pasteur y la Universidad Pierre et Marie Curie de París.

Máster en Neurociencias 2018/2019

Imágenes y recursos cedidos por el IN


El Instituto de Neurociencias en cifras Líneas de investigación .. 3 unidades de investigación 32 grupos de investigación

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NEUROBIOLOGÍA DEL DESARROLLO

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NEUROBIOLOGÍA MOLECULAR Y NEUROPATOLOGÍA

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NEUROBIOLOGÍA CELULAR Y DE SISTEMAS

(11 grupos) Estudian el desarrollo del sistema nervioso en embriones vertebrados (ratón, pollo, pez) e invertebrados (drosophila). Buscan patrones que expliquen el control del crecimiento, la migración celular; también la generación de neuronas, de los axones que transmiten sus señales eléctricas y de las sinapsis que permiten la conexión de las neuronas con otras células. Para ello, utilizan técnicas genéticas, celulares, moleculares y de embriología experimental. Esta línea de investigación permite, entre otros avances, entender por qué puede ocurrir que el desarrollo celular se reactive de forma disfuncional produciendo, por ejemplo, la metástasis. En definitiva, se pretende estudiar el desarrollo normal del sistema nervioso para entender patologías como el síndrome de Down, la acondroplasia, que afecta al crecimiento de los cartílagos, o el cáncer. (1)

2

(9 grupos) Su objetivo es entender las funciones esenciales del sistema nervioso, utilizando principalmente técnicas moleculares (bioquímica, farmacología, biología molecular, genética molecular) y no moleculares (como electrofisiología y estudios del comportamiento). Investigan diversos procesos biológicos, desde la estructura y función de los neuroreceptores y los canales iónicos, a la regulación de la neurosecreción, la mielinización axonal -la mielina es una estructura que rodea y protege a los axones- la transducción de señales y la expresión genética. También estudian las bases moleculares de una serie de patologías del sistema nervioso como el Alzheimer y el Huntington, la adicción y el dolor neuropático. (2)

(12 grupos) Investiga las funciones del córtex cerebral y varios sistemas sensoriales, principalmente utilizando la electrofisiología, los modelos computacionales y la imagen. Abarcan las funciones del sistema nervioso desde niveles microscópicos de la transmisión sináptica -cómo dos neuronas intercambian información-, hasta un nivel macroscópico en el que los circuitos neuronales se coordinan para llevar a cabo las funciones cognitivas como la percepción sensorial, la coordinación sensoriomotora (responder por medio de la actividad motora a diversos estímulos simultáneos), la formación de memoria, el comportamiento o la interacción con el medio. (3)


Personal Personal por género

Personal por categoría

Personal por origen 86% Nacionales 14% Extranjeros

Producción Científica Publicaciones e impacto. Evolución de los Indices de Productividad 7

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Factor de Impacto Medio 5 2000

300 250

1500

Número de Artículos Publicados

200

1000

150

Factor de Impacto Acumulado 100 500

El factor de impacto es el número de veces que se cita, por término medio, un artículo publicado en una revista científica. Sirve para evaluar la importancia relativa de una revista concreta dentro de un campo de conocimiento. En el caso del IN, un factor de impacto medio de 6,85 significa que sus investigadores publican en revistas del más alto impacto.

50 0

2013-16

2012-15

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2010-13

2009-12

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2007-10

2006-09

2005-08

2004-07

2003-06

2002-05

2001-04

2001-03

0

Presupuesto

4000

300

3500

250

Numero de Articulos con Citaciones

200

6.129.000€ Recursos Externos

3000 2500 2000

150

Citaciones

100

425.000€ Inversiones

1500 1000

50

1.166.000€ Recursos Internos

500 0

2013-16

2012-15

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2010-13

2009-12

2008-11

2007-10

2006-09

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2004-07

2003-06

2002-05

2001-04

2001-03

0

3.655.000€ Personal


Carlos Belmonte Juan Lerma

Director del IN 1989-2007

Director del IN 2007-2016

Mirando al futuro L

os aniversarios tienen siempre un cierto aire de nostalgia para quienes han vivido con intensidad los acontecimientos que se conmemoran, pues inevitablemente evocan vivencias personalmente importantes. Sin embargo, para aquellos que les siguen, una reflexión sobre los pasos que marcaron la evolución de un esfuerzo colectivo del que ahora forman parte puede resultar útil, ya que a ellos corresponde enfrentarse a ese algo tan incierto que llamamos el futuro. A principios de 1980, los responsables de definir la Facultad de Medicina en la recién nacida Universidad de Alicante constataron la imposibilidad práctica de atraer a la misma, con los recursos económicos previstos, a un número suficiente de profesores con cualificación científica adecuada para iniciar y dirigir líneas de investigación independientes en los principales campos de la Biomedicina. Una alternativa realista a esta limitación fue intentar dar, hasta donde fuera posible, un enfoque investigador monográfico a la selección de profesorado. Así se eligió la investigación del cerebro como tema general. Del desarrollo práctico de tal idea surgió el Instituto de Neurociencias (IN), cuyo primer hito histórico fue su reconocimiento oficial como Instituto Universitario en 1984 por la UA y en 1990 por la Generalidad Valenciana, pasos con los que se conseguía dar fundamento legal a las actuaciones coordinadas de los neurocientíficos pertenecientes a la Facultad de Medicina. A esto siguió la vinculación del IN con el CSIC, inicialmente como Unidad Asociada al Instituto Cajal en 1995, que atrajo al IN a los primeros investigadores de esta institución y, tras

arduas negociaciones, la conversión del IN en Centro Mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández en 1999. Tal paso permitió una rápida incorporación de muchos y excelentes científicos del CSIC a la nueva sede del IN construida en 2014 en el campus de Sant Joan d’Alacant de la UMH y, con ello, a su desarrollo como un centro de excelencia en investigación neurobiológica nacional e internacional, punto en que se encuentra hoy. Rememorando los postulados que hicieron posible ese avance, cabría decir que fueron el compromiso constante y sin concesiones oportunistas con la investigación científica de alta calidad, una visión clara de futuro, así como el sentimiento de pertenencia a un proyecto común. Los neurocientíficos sabemos muy bien que la plasticidad ha sido la estrategia cerebral más exitosa para lograr la supervivencia individual y colectiva en un mundo que cambia de continuo. Por eso, en este momento de celebración conviene no olvidar que el IN debe evitar instalarse en la autocomplacencia, o centrarse sólo en resolver los problemas cotidianos. Ha de hacer un esfuerzo crítico para identificar sus limitaciones y diseñar una planificación a largo plazo que le asegure un papel de liderazgo en la neurociencia internacional de la próxima década. La perpetuidad en el puesto que impone el sistema funcionarial español sólo puede compensarse con la incorporación continua de jóvenes científicos punteros, mediante contrataciones estables pero ligadas a una producción científica de alto nivel, si queremos evitar el envejecimiento inexorable de las plantillas. Eso demanda el desarrollo de políticas imaginativas dirigidas a facilitar

la atracción de científicos de todo el mundo. También requiere más espacio para nuevos laboratorios y nuevos servicios e instalaciones en un centro que empieza a quedarse estrecho tras 20 años de crecimiento continuado. Ser parte activa de las nuevas tendencias que empiezan a vislumbrarse en la investigación científica es imprescindible para seguir en la cabeza de ésta. El estudio del cerebro posee dos vertientes claramente definidas que se retroalimentan. Una es la lucha por encontrar solución a las enfermedades que lo aquejan de forma tan devastadora; la otra es el empeño en conocer su funcionamiento, que permitirá, en gran medida, entender la naturaleza humana. El IN ha tratado en varias ocasiones, con éxito desigual, de añadir al trabajo de sus científicos un enfoque traslacional, incorporando personas y proyectos que ayuden a la solución de patologías del sistema nervioso. Decía Cajal que “sólo” el conocimiento preciso del funcionamiento cerebral “permitirá averiguar el cauce material del pensamiento y de la voluntad”. Sin cejar en este empeño, parece importante también promover iniciativas para acelerar que los descubrimientos e ideas derivados de la investigación científica generen riqueza y bienestar. Impulsar estas iniciativas en los próximos años es un reto al que ha de enfrentarse el IN del mañana y deberá hacerlo usando las mismas herramientas con las que superó los desafíos del pasado: el compromiso de su personal científico con una investigación de alta calidad, la voluntad de remar juntos y el trabajo constante y solidario de las personas que lo integran. Feliz aniversario a todas ellas.


Suelo pélvico Problemas, información, tratamiento y prevención

L

os problemas del suelo pélvico son, fundamentalmente, la incontinencia urinaria y/o fecal y el prolapso, que es el descenso de los órganos que están en la pelvis y que se desplazan hacia el exterior. Se trata de disfunciones que pueden afectar al 50 por ciento de la población de más de 65 años. Aunque también lo sufren personas jóvenes, y que no han estado embarazadas. La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina y causa un problema tanto físico como social e higiénico que afecta a la calidad de vida de la persona que la padece. En España, se estima que la prevalencia de incontinencia urinaria está cerca del 10% entre mujeres de entre 25 y 65 años; y del 5% en el caso de los varones entre 50 y 65 años, según la investigación titulada Prevalencia de incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva en la población española: Resultados del estudio EPICC. Y se trata de unas cifras que aumentan considerablemente a medida que avanzan las edades. En instituciones geriátricas, el gasto que genera el manejo terapéutico de la incontinencia urinaria es de billones de euros. “Y eso es solo el impacto directo, porque también hay que tener en cuenta los costes indirectos que engloban a las actividades que dejan de hacer los afectados por estos problemas. Por ejem-

plo, las personas que padecen incontinencia urinaria se aíslan socialmente: rehusan ir al cine, no se sienten cómodas yendo de compras, acompañando a sus hijos al colegio o manteniendo relaciones sexuales etc.”, tal y como explica el doctor Luis Gómez, urólogo y profesor de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.


El suelo pélvico engloba el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y su principal función es la de retener las vísceras del abdomen y la pelvis, es decir, sostener el aparato digestivo, urinario y reproductor. Debido al área corporal que abarca, son diversas las especialidades médicas y sanitarias capaces de aportar tratamientos, como la ginecología, la obstetricia, la urología y la fisioterapia, entre otras. El embarazo y el parto Como explica la profesora del Departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la UMH María Pastor Valero, entre los principales factores de riesgo conocidos de la incontinencia urinaria se encuentran el número de partos, el parto vaginal, la historia de trauma e infecciones urinarias perineales, la diabetes, la obesidad, y el hábito tabáquico. Además, las actividades deportivas de alto impacto se han asociado al aumento de riesgo de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Porque existen tres tipos de incontinencia urinaria: de esfuerzo, asociada a un aumento de la presión abdominal en la que el simple hecho de toser puede provocar escapes involuntarios; de urgencia, que es un pérdida involuntaria asociada a un deseo repentino de micción y la incontinencia mixta, que tiene componentes de las dos. Pastor Valero expone que para la de urgencia sí existe un tratamiento médico y que, si este falla, se recurre a un tratamiento quirúrgico, pero subraya que para la de esfuerzo y la mixta el tratamiento con medicamentos no resulta exitoso, lo que obliga a recurrir directamente a la cirugía, con los riesgos que esto conlleva. Por ello, la profesora expone los beneficios que puede conllevar la realización de tratamientos alternativos como son los ejercicios hipopresivos, una cuestión que se ha convertido en el centro de la investigación de este equipo mixto de profesores. Los ejercicios hipopresivos se empezaron a popularizar en los años 80. Desde entonces, se han ido modificando y ampliando como un posible tratamiento costo-eficaz y coste-oportunidad para prevenir o disminuir la gravedad de estos problemas. El beneficio de los ejercicios hipopresivos parece mayor en la insuficiencia de esfuerzo y mixta y se recomiendan tanto como tratamiento preventivo empezando en edades tempranas, como en aquellas personas que padecen estos tipos de incontinencia en estados no muy graves, y antes de pasar a la opción de la cirugía. El equipo de investigadores al que pertenecen tanto la profesora María Pastor como el doctor Luis Gómez, junto a fisioterapeutas y otros profesionales de diferentes disciplinas, han llevado a cabo un estudio piloto de intervención comunitaria para poner en práctica, de manera pionera, un protocolo ad hoc de ejercicios hipopresivos. “La fisioterapeuta de nuestro equipo y profesora asociada de la UMH María de los Ángeles Sirvent ya había desarrollado en su tesis doctoral un protocolo que implementó en mujeres voluntarias y deportistas para analizar, en primer lugar cuál era su aceptación de este tipo de protocolo de ejercicios hipopresivos y, en segundo lugar, cuál sería su impacto en la funcionalidad del

Reeducación del abdomen con ejercicios hipopresivos

Los pies están en una posición neutra, alineados con la cadera. Los hombros, ni elevados ni muy descendidos y la cabeza tiene que estar en la línea media. Carla ha cogido aire y, al soltarlo completamente, debe mantener el estiramiento que se ocasiona con la elevación de las costillas para activar la musculatura que está desprogramada. Se recomienda aprender y practicar estos ejercicios junto a un profesional de la fisioterapia o del deporte. Hay que dejar un margen de 24 o 48 horas para repetir el ejercicio, de manera que se vaya asimilando. Al repetir estos ejercicios en el tiempo, se consigue que el abdomen se active sin necesidad de hacerlo voluntariamente.

suelo pélvico, obteniendo resultados muy positivos”, explica la profesora. De esta manera, el equipo decidió utilizar el mismo protocolo en un estudio piloto con una muestra de mujeres voluntarias de diferentes edades, esta vez con un diagnóstico de incontinencia urinaria de esfuerzo y mixta en diferentes grados, incluso había mujeres que estaban en la lista de espera para una intervención quirúrgica. El objetivo fue analizar la aceptación del protocolo en población general, y describir de forma objetiva el efecto en la funcionalidad del suelo pélvico y los efectos en su calidad de vida. Los resultados de la intervención llevada a cabo en ocho semanas indicaron que la práctica regular y bien dirigida de estos ejercicios podría disminuir el impacto de la incontinencia sobre la calidad de vida de las mujeres. Además, dos de ellas, que estaban en lista de espera para ser intervenidas por este problema, decidieron voluntariamente retirarse de la lista por la mejoría que experimentaron. Los resultados del proyecto piloto indican que, efectivamente, vale la pena invertir esfuerzos en un proyecto mayor, para analizar el impacto de este tipo de ejercicios en la resistencia, tono y funcionalidad del suelo pélvico, puesto que no existe un estudio de estas características que aplique mediciones objetivas y que proponga un protocolo fácil de implementar y de realizar por las mujeres en su propio hogar. “Este tipo de ejercicios debería enseñarse en las clases de gimnasia del colegio, tanto para niños y niñas, como rutina de salud. Y, por supuesto, debería estar dentro del consejo

médico para cualquier mujer, no solo cuando tiene el problema. De la misma manera que se hacen campañas de concienciación para una buena dieta, es preciso informar sobre este tipo de ejercicios como prevención de los problemas del suelo pélvico”, reclama María Pastor Valero. Y recalca que la incontinencia no es un problema que afecte solo a personas mayores: “Cuidar el tono y la funcionalidad del suelo pélvico puede retrasar los problemas de pérdidas de orina incluso en mujeres que han tenido hijos. Eso es lo que está indicando el proyecto piloto y en esta línea queremos seguir investigando”.

“Este tipo de ejercicios hipopresivos debería enseñarse en las clases de gimnasia del colegio como rutina de salud”, señala Pastor Valero


Qué hacer si notamos pérdidas de orina

La incontinencia más común es la de esfuerzo, así que lo primero si una mujer se nota este problema es acudir a un profesional para que le haga una valoración de qué tipo de incontinencia padece. Y, a continuación, debe recurrir a un profesional cualificado con experiencia para que le asesore en la realización de ejercicios hipopresivos. Una vez aprendida la rutina, se puede practicar en casa, lo que le va a ahorrar muchos problemas, va a poder frenar esa incontinencia leve y retrasar su progreso. -

Factores que influyen en un suelo pélvico sano

Entre los principales factores que influyen en un suelo pélvico sano están los hábitos correctos de alimentación, ya que la obesidad y la diabetes constituyen factores clave en la aparición de patologías del suelo pélvico. Las pacientes con obesidad tienen más posibilidades de presentar incontinencia de orina y prolapso. Además, las posibilidades de que los tratamientos sean efectivos disminuye. Llevar una rutina de vida saludable, en la que se practique el deporte adecuado de forma moderada también es aconsejable en este sentido.

Fotografía: CC Pixabay

Intervención quirúrgica Cuando la rehabilitación y los ejercicios hipopresivos no son suficientes, se debe recurrir a la cirugía. En el caso del prolapso, el profesor Luis Gómez señala que la práctica más común es la implantación de una malla que proporciona sujeción a los órganos del suelo pélvico. Desde el punto de vista quirúrgico, este problema puede llegar a afectar a 1 de cada 11 mujeres. El doctor explica que determinadas mallas han generado muchos problemas en los últimos años, hasta el punto de que se ha prohibido su uso en algunos países. A su juicio, la cuestión está en que determinadas clínicas y centros han llevado a cabo cirugías de este tipo sin estar realmente cualificados para hacerlo. “Nosotros contamos con una gran experiencia, fundamentada en evaluaciones de los pacientes en seguimiento durante más de diez años y tenemos unos índices de satisfacción muy altos”, subraya el doctor. “Pero cuando sólo te dedicas a poner mallas y olvidas al paciente, sus necesidades, y no ofreces el soporte ni el seguimiento necesario, es cuando surgen estos problemas, que en situaciones muy graves incluso pueden terminar con la muerte de la paciente”, asevera Gómez. Por este motivo se ha prohibido la implantación de mallas por vía vaginal en Estados Unidos, lo que obliga a los cirujanos a hacer otro tipo de abordajes mucho más agresivos o a recurrir a soluciones que no son tan efectivas. Una

opción alternativa a la utilización de la malla consiste, según explica el doctor, en reparar, en casos de prolapso, con los propios tejidos. Pero si el problema está causado por fallos en los tejidos, esta reparación no va a resultar viable. “Nosotros siempre hemos hecho cirugías muy selectivas, con el objetivo de intentar que la operación sirva al menos para 10 años”, explica. El profesor añade que hay que ser muy cauto a la hora de operar utilizando dispositivos como las mallas: “Siempre se debe ofrecer una máxima seguridad a la paciente”. Especialistas en suelo pélvico Este panorama pone de relieve la necesidad de que los profesionales que abordan los problemas del suelo pélvico sean expertos y de esta premisa surge, al amparo de la experiencia generada en el Hospital de Sant Joan d’Alacant, el Máster Propio Profesional Médico-Quirúrgico Sobre Disfunciones del Suelo Pélvico de la UMH. El objetivo de estos estudios superiores es formar especialistas que provengan de los diferentes campos que abordan los problemas del suelo pélvico. “Vimos que las disfunciones que se generan en esta zona no se abordan de manera integral, sino desde las diferentes áreas, a pesar de que los límites entre unas y otras están difuminados”, expone el urólogo. Desde el terreno quirúrgico, está involucrada la urología (que trabaja sobre los problemas de la vejiga), la ginecología (que se enfoca en el útero) y la cirugía general (para el problema

del recto). Y además trabajan en el cuidado de esta zona tanto la fisioterapia como la rehabilitación y la enfermería. A juicio del doctor Gómez, se debe caminar hacia el diseño de una especialidad conjunta, y de ahí la meta de formar especialistas que vengan desde las diferentes disciplinas. Se trata de una idea pionera fundamentada en que si la zona a tratar aborda un conjunto de órganos, entonces se deben proponer reparaciones en conjunto. Como añade el doctor Gómez, “se trata de un enfoque que está proporcionando muy buenos resultados y que está enfocado fundamentalmente a la mujer, porque aunque también existen varones con problemas en esta zona, la magnitud en la mujer es mucho más grave porque en ella el suelo pélvico está sacrificado por el embarazo y el parto”. La continencia de orina es una de las actividades fundamentales de la vida diaria, una actividad básica, como lo son la movilidad o la alimentación. Sin embargo, “si la mujer ha tenido hijos parece que tenga que asumir que va a tener que convivir con este malestar el resto de su vida”, expone el médico. Esta normalización a la que alude el experto se refleja en la publicidad de compresas para la incontinencia dirigida a la población de más de 40 años. A juicio de los profesionales, las herramienta más efectivas son las campañas de concienciación, información sobre los factores de riesgo, prevención y de tratamiento, empezando por los ejercicios hipopresivos

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Café: un buen aliado para mejorar la supervivencia de los más mayores Un estudio de la UMH demuestra los efectos positivos de esta bebida estimulante en la tercera edad

A

primera hora de la mañana al despertar, a mediodía con los compañeros de trabajo o después de la comida principal. Sea cual sea el momento de su ingesta, el café es indiscutiblemente una de las bebidas más consumidas en la dieta mediterránea. Por esta razón, investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han puesto en marcha un nuevo estudio para analizar los efectos positivos del café sobre la población mayor de 65 años.

a mediados de los noventa y principios de 2000 (a los 6 y 12 años desde el comienzo del estudio). “Gracias a que teníamos los datos de ambos estudios poblacionales, tanto el de la “Encuesta de Nutrición y Salud realizada en la Comunidad Valenciana”, como el estudio europeo “Eureye-Spain”, decidimos comparar los datos referentes al café, ya que es una bebida que presenta cierta controversia”, explica la doctoranda Laura Torres. Además, la profesora Manuela García añade: “En la Unidad de Epidemiología de la Nutrición estudiamos la relación que existe entre los alimentos, la dieta y la enfermedad. Para ello, nuestro grupo ha validado una serie de cuestionarios de frecuencia alimentaria, con los que recogemos datos sobre la alimentación habitual de las personas durante el año previo a entrevista. El café era una de las bebidas que se habían recogido en ambos cuestionarios poblacionales y, por ello, hemos podido unir los dos estudios”.

La investigación forma parte de la tesis doctoral de la enfermera Laura Torres y demuestra que el 70% de la población valenciana mayor de 65 años bebe café a diario y que su consumo habitual está asociado a una menor mortalidad cardiovascular. La directora de esta tesis es la profesora Manuela García de la Hera, investigadora de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición Uno de los primeros pasos que siguieron (EPINUT) de la UMH, que dirige el profesor las investigadoras en este estudio fue decidir qué aspectos del café eran más intereJesús Vioque. santes y, de forma natural, encontraron los En esta investigación se evaluó concreta- dos grandes pilares de esta investigación. mente el consumo de café y la superviven- Por un lado, qué factores se asociaban a su cia de 903 personas mayores de 65 años, consumo, es decir, qué hace que las persoque participaron en dos encuestas de salud nas consuman más o menos café. Por otro con muestras representativas, realizadas lado, se quiso estudiar qué sucede cuando

se consume café. Si su ingesta está relacionada o no con un aumento o disminución de la mortalidad por enfermedad cardiovascular o por cáncer. Durante el período de estudio, se observó una menor mortalidad cardiovascular. Aquellas personas que consumían hasta una taza de café al día presentaron un 18% menos de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, en el caso de dos tazas diarias, este porcentaje ascendía al 62%. Este efecto resultó estadísticamente significativo a los 6 años del inicio del estudio, pero se atenuó en la segunda fase (a los 12 años del seguimiento), cuando la muestra presentaba una edad más avanzada. Por otra parte, no se observó ningún efecto notable en la mortalidad total o por cáncer, aunque sí es cierto que el consumo de café va en la línea de la reducción del riesgo de mortalidad por enfermedades por cualquier causa. Además, tampoco existen diferencias entre el café cafeinado o el descafeinado. “Nuestros resultados muestran una disminución del riesgo con ambos tipos de café. El mayor efecto se ve en el café total, que es la suma del café descafeinado y el cafeinado, ya que en muchos casos la muestra de la población tomaba ambos en su día a día, pero en los dos encontramos beneficios”, expone la doctoranda Torres.


Manuela García de la Hera y Laura Torres

Epidemiología de la Nutrición UMH

“Decidimos comparar los datos referentes al café, ya que es una bebida que presenta cierta controversia”, explica la investigadora Laura Torres

65 años. Ahora queremos saber qué ocurre con la población joven y adulta respecto al consumo de café”, aclara la investigadora Torres. Con ello, será posible observar si el consumo diario de café también es aconsejable para un abanico más amplio de la personas. “Estamos haciendo los mismos análisis para la población general y queremos observar cuál es el efecto del consumo de café y la mortalidad en todos los períodos de la vida. Ahora estudiamos el consumo de café en grupos de edad a partir de los 20 años, por lo que pronto tendremos una población más representativa”, señala Este proyecto de investigación también ha Manuela García. podido contribuir con sus resultados a desmentir algunos mitos clásicos de la ingesta Los resultados de este trabajo ya han sido del café. “Los estudios previos sugieren que publicados en el European Journal of Nutriaquellas personas que toman café de forma tion, revista clasificada en el primer cuartil habitual desarrollan tolerancia a los efec- del JCR (Q1) y en el International Journal of tos negativos que tiene la cafeína, como, Environmental Research and Public Health por ejemplo, el aumento de la tensión o el (Q2). Además, los artículos se pueden connerviosismo. Por los resultados, parece que sultar en los enlaces: quienes consumen café de forma regular se www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30066178 vuelven inmunes a los efectos de la cafeína. y En estos casos se estarían beneficiando de www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30082581 los componentes antioxidantes y enriquecedores del café sin efectos nocivos”, expone Laura Torres. Uno de los pilares de esta investigación, además de demostrar que el café protege de la mortalidad cardiovascular, es el enfoque en personas mayores de 65 años. “Hay trabajos publicados sobre la población general, pero el análisis en mayores de 65 años es escaso. En población mediterránea no existía nada hasta ahora”, explica la profesora García de la Hera. Además, Laura Torres añade: “El problema que hay con los estudios existentes es que abarcan un rango muy amplio de edad y no están enfocados en la población mediterránea”.

Por todo ello, los autores concluyen que, a expensas de más estudios, el consumo de café en población de edad avanzada parece ser un hábito seguro. Por una parte, protege de la mortalidad cardiovascular, y por otra, no se ha encontrado relación con el aumento o disminución de la esperanza de vida de los consumidores habituales. Sin embargo, no hay una conclusión definida acerca la dosis mínima recomendable: “No existe evidencia de la dosis mínima recomendable de consumo de café y, por el contrario, tampoco de una máxima. Los estudios que han podido evaluar la ingesta de más de cinco y seis tazas de café al día encuentran una El estudio continuará próximamente su redisminución del riesgo, aunque no es deter- corrido analizando otros grupos de edad. “Ya conocemos qué sucede en mayores de minante”, aclara Laura Torres.


CANNABIDIOL Un compuesto de la marihuana que ayuda a superar su abstinencia

U

n estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha demostrado que el cannabidiol, uno de los compuestos presentes en el cannabis, podría ser un tratamiento efectivo durante la desintoxicación de la marihuana. En un artículo publicado en el British Journal of Pharmacology, el catedrático de Farmacología de la UMH Jorge Manzanares muestra los efectos del cannabidiol sobre el comportamiento de ratones que sufren la abstinencia de un compuesto que imita los efectos del consumo de cannabis. Además, el experto advierte de la confusión entre el público general con los distintos compuestos que incluye esta droga. Según indican los investigadores del grupo Neuropsicofarmacología Traslacional de las Patologías Neurológicas y Psiquiátricas, dirigido por el profesor Manzanares y ubicado en el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, este es el primer estudio que evalúa el efecto del cannabidiol en un modelo animal de abstinencia al cannabis. Durante 8 días, se administró a ratones el compuesto CP-55,940, que estimula los receptores cannabinoides CB1 en el sistema nervioso central e imita los efectos del consumo de marihuana. En el posterior periodo de abstinencia, a algunos ratones se les suministró cannabidiol disuelto en un medio inocuo. A otros, solo el medio inocuo. Después, se evaluó la actividad motora de los animales, sus reacciones físicas y su ansiedad. Además, analizaron la expresión génica de los receptores neuronales relacionados con la adicción y la abstinencia. Los resultados del estudio indican que el cannabidiol alivia los síntomas motores y la ansiedad asociados a la abstinencia del cannabis. Los ratones redujeron su actividad motora, disminuyó el número de saltos y frotamientos y la ansiedad. Esto implica que el cannabidiol, uno de los compuestos principales de la planta Cannabis sativa, puede constituir una nueva herramienta terapéutica para el tratamiento del trastorno por uso de marihuana. El laboratorio del profesor Manzanares ha demostrado que, a diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el cannabidiol no produce efectos reforzantes –los que estimulan el consumo de esa sustancia- como los de una droga de abuso en los


El grupo de Investigación en Neuropsicofarmacología Traslacional liderado por el profesor Manzanares. Fuente: UMH

animales de experimentación. Otros estudios en animales han demostrado que el cannabidiol tiene propiedades ansiolíticas, antidepresivas y antipsicóticas. Aunque todavía no se conocen los mecanismos implicados en estas acciones, se ha propuesto que el cannabidiol module la actividad de más de 65 dianas del sistema nervioso central. El cannabis es una de las drogas ilegales de más consumo en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, un 2,5% de la población mundial consume cannabis, frente a un 0,2% de consumidores de cocaína u opiáceos. De entre los pacientes que inician un tratamiento por abuso de sustancias, el 24% son diagnosticados con trastorno de consumo de marihuana. Aunque las autoridades europeas y norteamericanas no han aprobado ningún medicamento para tratar la adicción al cannabis, se están desarrollando líneas de investigación en esta dirección. Principalmente, se buscan medicamentos para atenuar los síntomas de abstinencia del cannabis y otros que reduzcan los efectos de recompensa del consumo de esta droga.

científicas argumentan que debe consumirse completa para tener sus efectos, el profesor Manzanares advierte de que esta visión holística de la marihuana es absolutamente falsa desde el punto de vista farmacológico. “Por ejemplo, el THC es una sustancia muy activa, muy psicoactiva y es adictiva. Además, hay un porcentaje de individuos que consumen que van a desarrollar brotes psicóticos”, explica el investigador de la UMH. Otra de las confusiones habituales que se producen con esta droga es que se equipara el uso recreativo al farmacéutico. “Para empezar, no tienes control de las concentraciones, de la posología, de las formas farmacéuticas”, explica Manzanares, e insiste en que cuando se consume los derivados de la planta no se sabe qué otras sustancias contiene y que pueden tener un efecto antagónico. A lo que añade: “Algo que la gente no sabe, y es muy básico, es que sobre un sistema alterado los fármacos no actúan de la misma manera que sobre un cuerpo sano. Un paciente que tiene, por ejemplo, diabetes, tiene su sistema cannabinoide endógeno alterado. Por lo tanto, los efectos de derivados cannabinoides naturales o sintéticos serán diferentes que en una persona sana”.

“Sobre un sistema alterado los fármacos no actuan de la misma manera que sobre un cuerpo sano”, señala el profesor Manzanares

Un tratamiento que combina THC y cannabidiol en un espray oromucosal, llamado Nabiximols en Estados Unidos y Sativex en Europa, ha mostrado algunos efectos terapéuticos beneficiosos. En estudios clínicos, se ha comprobado que atenúa los síntomas de abstinencia del cannabis y mejora la continuidad del tratamiento de desintoxicación de los pacientes. Sin embargo, el profesor Manzanares indica que el contenido de THC de este fármaco puede ser problemático, ya que se asocia a efectos psicoactivos negativos. Por ello, su grupo de investigación se interesa por las propiedades terapéuticas del cannabidiol en solitario.

El profesor Manzanares puntualiza que, a pesar de sus propiedades terapéuticas, “hablar de cannabis medicinal es como hablar de amapola medicinal”. Añade: “Si te duele la rodilla, nadie espera que plantes amapolas para extraer el opio y utilizarlo contra el dolor”. Asimismo, advierte del potencial peligro que supone el autosuministro de cannabis. Una planta de cannabis puede contener hasta 120 cannabinoides distintos. Muchos de ellos tienen acciones opuestas entre sí. A pesar de que algunas corrientes

El farmacólogo de la UMH explica que sobre las plantas medicinales no se hacen los mismos tipos de ensayos clínicos doble ciego con placebo, como los que se llevan a cabo para probar un fármaco, en los que ni los participantes ni los investigadores saben quién recibe el tratamiento real y quién recibe una sustancia inerte. Además, “una planta puede contener centenares de sustancias y aunque se pretenda hacer un ensayo clínico se desconocería cuál de los compuestos está afectando a la persona y cómo”, puntualiza Manzanares. El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto de Salud Carlos II, las Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud y la Red de Trastornos Adictivos. Los firmantes del estudio son Francisco Navarrete, Auxiliadora Aracil y Jorge Manzanares. El artículo puede consultarse en https://doi.org/10.1111/bph.14226 Más información sobre el grupo de investigación Neuropsicofarmacología Traslacional de la UMH en www.jorgemanzanareslab.com

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El campo engorda

A

nivel mundial, el número de personas obesas se ha triplicado desde 1975. No obstante, de acuerdo con un nuevo estudio de las tendencias mundiales en el índice de masa corporal, la obesidad está aumentando más rápidamente en las áreas rurales del mundo que en las ciudades. La investigación, publicada en la revista Nature y dirigida por el Imperial College de Londres (Reino Unido), analizó los datos de talla y peso de más de 112 millones de adultos en áreas urbanas y rurales de 200 países y territorios entre 1985 y 2017. En el estudio, que involucró a una red de más de 1.000 investigadores en todo el mundo, ha participado el director del Grupo de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Jesús Vioque.

La altura y el peso se pueden usar para calcular el índice de masa corporal (IMC), una escala reconocida internacionalmente que valora si una persona tiene un peso saludable. Los resultados de este estudio indican que, de 1985 a 2017, el IMC aumentó en un promedio de 2.0 kg/m² en mujeres y 2.2 kg/m² en hombres en todo el mundo, el equivalente a que cada persona engordase 5 o 6 kg. Más de la mitad del aumento global en estos 33 años se debió al incremento del IMC en áreas rurales. En algunos países de ingresos bajos y medianos, las zonas rurales fueron responsables de más del 80% del crecimiento del IMC. Este informe es resultado de la colaboración de grupos de investigación de 200 países que conforman el NCD Risk Factor Colaboration. Esta red dedicada a la monitorización de enfermedades no transmisibles, en la que participa la UMH, trabaja en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. El equipo de investigadores descubrió que, desde 1985, el IMC promedio en las áreas rurales ha aumentado en 2.1 kg/m² tanto en mujeres como en hombres. Pero en las ciudades, el aumento fue de 1.3 kg/m² y 1.6 kg/m² en mujeres y hombres, respectivamente. Estas tendencias han llevado a cambios sorprendentes en la geografía del IMC durante las tres últimas décadas. En 1985, la población metropolitana de la mayoría de países del mundo tenía un IMC más alto que sus contrapartes rurales. Con el tiempo, la brecha entre el IMC urbano y rural se redujo o incluso se invirtió en muchos de estos países. Según explican los investigadores, los resultados de este estudio global masivo desmontan en gran parte la percepción generalizada de que las personas que viven en ciudades son el grupo causante del aumento general de la obesidad. Esto implica que las estrategias para abordar el problema de salud global que supone la obesidad deben modificarse. El estudio demostró diferencias importantes entre los países de ingresos altos, medios y bajos. En los países de altos ingresos, el estudio mostró que el IMC ha sido generalmente más alto en las áreas rurales desde 1985, especialmente para las mujeres.


Jesús Vioque López

Profesor del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública

Los investigadores sugieren que esto se debe a las desventajas que experimentan quienes viven fuera de las ciudades: menores ingresos y educación, disponibilidad limitada y mayor precio de alimentos saludables y menos instalaciones deportivas y de ocio.

Las mujeres rurales en Bangladesh tuvieron el IMC más bajo registrado en el estudio en 1985, con 17,7 kg/m². Los hombres que viven en la zona rural de Etiopía tenían el IMC masculino más bajo con 18,4 kg/m², también en 1985.

Asimismo, algunas áreas rurales en los países de ingresos bajos y medios han experimentado cambios hacia ingresos más altos, mejor infraestructura, más agricultura mecanizada y mayor uso de automóviles. Estos avances generan numerosos beneficios para la salud, pero también conllevan menores gastos de energía y más en alimentos, que pueden ser procesados ​​y de baja calidad cuando no existen regulaciones suficientes. Todos estos factores contribuyen a un aumento más rápido del IMC en las áreas rurales.

Las mujeres urbanas del territorio estadounidense del sur del Pacífico de Samoa Americana registraron el IMC más alto, con 35,4 kg/m² en 2017. Los hombres rurales del mismo país también registran el IMC más alto para los hombres, con 34,6 kg/ m² en 2017.

El índice de masa corporal ha aumentado un promedio de 2.0 kg/m² en mujeres y 2.2 kg/m² en hombres, el equivalente a que cada persona engorde 5 o 6 kg

A nivel nacional, el IMC disminuyó ligeramente entre 1985 y 2017 entre las mujeres en doce países de Europa (Grecia, España, Lituania, República Checa, Italia, Portugal, Serbia, Francia, Malta) y Asia Pacífico (Nauru, Singapur y Japón). En el otro extremo, aumentó en más de 5 kg/m² en mujeres en Egipto y Honduras.

La principal excepción a la tendencia mundial fue el África subsahariana, donde las mujeres aumentaron de peso más rápidamente en las ciudades, posiblemente debido a un trabajo de menor consumo de energía (como el trabajo de oficina), menos necesidad de tareas domésticas físicas como la recolección de leña y la recolección de agua, viajes más cortos y mayor acceso a los alimentos procesados. Otros datos regionales y nacionales sobre el IMC en poblaciones rurales y urbanas Entre los hombres, el IMC aumentó en todos los países, con los mayores incrementos en Santa Lucía, Bahrein, Perú, China, República Dominicana y los Estados Unidos, todos en más de 3.1 kg/m².

En 2017, las mujeres y los hombres urbanos en África subsahariana pesaron más que sus contrapartes rurales por un margen mayor que en cualquier otro lugar, especialmente las mujeres en países de África occidental como Níger, Burkina Faso, Togo y Ghana.

La diferencia más grande entre el IMC de mujeres rurales y urbanas se da en los países de Europa central y oriental: alrededor de 1 kg/m² o más en Bielorrusia, República Checa y Letonia. Esta brecha se ha mantenido prácticamente sin cambios desde 1985. Para los hombres, los mayores márgenes de IMC rural sobre urbano fueron en Suecia, República Checa, Irlanda, Australia, Austria y los Estados Unidos, todos con un IMC rural superior a 0,35 kg/ m² más que el IMC urbano. Acceso abierto al artículo en: “Rising rural body-mass index is the main driver of the global obesity epidemic in adults” by NCD Risk Factor Collaboration (NCD-RisC). Nature. DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-0191171-x Visualización de los datos disponible en: http://www.ncdrisc.org/


Un indicador de peso El índice de masa corporal es resultado de dividir el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros (IMC= kg/m2). Fue creado en el siglo XIX por el matemático belga Lambert Adolphe Jacques Quetelet, quien propuso esta fórmula como una manera rápida y fácil de obtener el grado de obesidad de la población general y aportar estadísticas orientativas a las autoridades sanitarias. A partir de este indicador se han establecido cuatro categorías: los valores de peso “saludable” están entre 18,5 y 24,9; si el IMC es inferior a 18,5, se considera una persona de “bajo peso”; entre 25 y 29,9 es “sobrepeso” y un IMC de 30 o superior indicaría “obesidad”. Aunque se considera un indicador útil para la salud de las poblaciones, no es un factor válido para el diagnóstico de enfermedades en individuos. Algunos detractores argumentan que el IMC no debería usarse en la evaluación de la salud de las personas o que debería utilizarse en combinación con otras medidas como -por ejemplola circunferencia de la cintura, que a igualdad de IMC, es un mejor indicador de riesgo cardiovascular.

Estimaciones estandarizadas por edad para adultos mayores de 18 años. Un número positivo (naranja) muestra un IMC medio urbano más alto y un número negativo (azul) muestra un IMC medio rural más alto. Fuente: http://ncdrisc.org

En cualquier caso, conviene no atribuir a este índice más propiedades de las que realmente tiene. Por ejemplo, muchas aplicaciones para adelgazar empiezan por preguntar al usuario su peso y talla para calcular el IMC. A partir de estos datos, la aplicación pretende extrapolar otras características de su estado de salud como el porcentaje de grasa corporal. Si bien estas dos medidas están estadísticamente correlacionadas cuando se comparan los resultados de grandes poblaciones, no son lo mismo, y puede suceder que para un individuo en concreto el índice de masa corporal no sea adecuado para determinar su porcentaje de grasa. Por ejemplo, algunos hombres con gran masa muscular y poca grasa relativa pueden tener un IMC elevado.

Los resultados de este estudio anulan la percepción generalizada de que las personas que viven en ciudades son la causa principal del aumento global de la obesidad

Para clasificar la categoría ponderal y la obesidad en niños y adolescentes, se usan otros valores de IMC ajustados a la edad y el sexo, aunque en clínica suelen usarse los percentiles de peso y altura. Con este sistema, el peso, la altura, el sexo y la edad del individuo se comparan con la población para determinar si están dentro de la “distribución estadística normal”, la más probable. Cuando se dice que un niño de, por ejemplo, 7 años está en el percentil 50 de peso, es que pesa lo mismo que la mayoría de niños de su edad. Si se encontrase en el percentil 95, su peso estaría muy por encima de lo que corresponde normalmente a su edad.

Globalmente el IMC o índice de Quetelet es una herramienta epidemiológica útil para investigar y hacer comparaciones entre poblaciones y de una misma población a lo largo del tiempo. Sin embargo, no debe sacarse de su contexto y cualquier iniciativa personal para mejorar la salud debería basarse en las recomendaciones de los profesionales sanitarios. Recomendaciones como seguir una dieta mediterránea y realizar actividad física adecuada a la edad y no basar la propia salud en un número de IMC concreto, sino en un estilo de vida saludable

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Póntelo, pónselo (otra vez)

Los contagios de enfermedades de transmisión sexual (ETS) están aumentando en España. Según indican los expertos en Salud Pública y Psicología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Ildefonso Hernández y José Joaquín Mira Solves, esta es una alerta médica que debe atajarse con información veraz y naturalidad. Conocer las causas, los síntomas, los tratamientos; tener en cuenta que los técnicos sanitarios necesitan trabajar desde la sinceridad del paciente y dialogar sobre la dimensión social de las relaciones sexuales son aspectos clave para frenar la propagación de las ETS.


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as enfermedades de transmisión sexual se contagian de una persona a otra por la sangre, el semen, el fluido vaginal u otros fluidos corporales. Son muy comunes y muchas personas que las padecen ni siquiera lo saben. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1 millón de personas se contagia de una de estas enfermedades o infecciones a diario y, anualmente, 357 millones de personas contraen una infección como la clamidiasis, la gonorrea, la sífilis o la tricomoniasis. Estas cifras son alarmantes ya que, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, lejos de reducirse, los casos de contagio por ETS han aumentado en algunos sectores. Expertos de la UMH han dado respuesta a algunas de las preguntas que giran en torno a este tema de gran importancia para la salud pública. Según explica el profesor Hernández, de los más de treinta virus, bacterias y parásitos que se pueden contraer a través de las relaciones sexuales, hay ocho que tienen una máxima incidencia de transmisión sexual. Por ejemplo, si bien la gripe se puede transmitir durante el sexo, no es una vía de transmisión sexual significativa para este virus. Sin embargo, la mayoría de contagios de sífilis se producen durante las relaciones sexuales. De estas ocho ETS, cuatro se pueden curar (sífilis, gonorrea, clamidiasis y tricomoniasis) y para las otras cuatro (hepatitis B, herpes simple, VIH -que es el virus que provoca el SIDA– y el virus del papiloma humano) no existe cura de momento, según la OMS, aunque sí tratamientos atenuantes de los síntomas. Como indica Ildefonso Hernández, “hay que empezar por saber que estas enfermedades e infecciones pueden evitarse mediante el uso del preservativo”.

vocadas”, señala el profesor de la UMH Mira Solves. El experto también destaca que las estrategias que más funcionan para conseguir aumentar el uso del preservativo son las clásicas: la información y la educación sanitaria. VIH / SIDA Según la Conselleria de Sanidad, en 2017 se diagnosticaba un nuevo caso de VIH cada día en la Comunidad Valenciana. Estiman que el 25% de las 16.000 personas que viven con el virus no lo sabe. En España, el Ministerio de Sanidad notificó en 2017 un total de 3.381 nuevos diagnósticos de VIH. La mayoría (84,6%) eran hombres y la mediana de edad fue de 35 años. Aunque la tendencia de los casos es a la baja, la tasa de nuevos diagnósticos es superior a la media de los países de la Unión Europea y de Europa Occidental. El VIH puede transmitirse por cuatro fluidos: la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. Esto incluiría sexo sin penetración, pero excluye la transmisión del virus por un contacto superficial como darse la mano, compartir objetos o instalaciones sanitarias. El VIH tampoco se transmite a través de la picadura de insectos o la donación de sangre en los países donde está adecuadamente controlada. Derechos y tabúes El desconocimiento o el conocimiento erróneo sobre el VIH y el sida son causa de estigma y discriminación hacia las personas afectadas. Según el profesor de la UMH Ildefonso Hernández, ex director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Política Social (2008-2011), en España, en la medida en la que se ha mejorado el respeto a los derechos de las personas se han mejorado también el tratamiento y el control de las enfermedades de transmisión sexual. El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social presentó en 2018 un Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato. Este acuerdo pretende eliminar el estigma y la discriminación asociados al VIH y al sida. Su finalidad es garantizar la igualdad de trato y de oportunidades, la no discriminación, el respeto de los derechos fundamentales y la diversidad de las personas afectadas. Una de las estrategias propuestas es excluir de los certificados médicos el estado serológico como indicador del padecimiento de enfermedad infecto-contagiosa. Según el documento, en España es frecuente la exigencia de un certificado médico de no padecer una enfermedad infecto-contagiosa o no sufrir una enfermedad o discapacidad que afecte al desempeño de las tareas esenciales para el acceso a determinados trabajos, servicios, recursos y prestaciones. Esta práctica discrimina a las personas con el VIH, ya que no suponen un riesgo de transmisión en la vida cotidiana o en el ámbito laboral. De hecho, en los últimos años, asociaciones civiles y sociedades científicas han reclamado ante el Congreso de los Diputados que el VIH/SIDA pase a ser catalogado como transmisible en vez de como contagioso.

El desconocimiento o el conocimiento erróneo sobre el VIH y el sida son causa de estigma y discriminación hacia las personas afectadas

El preservativo El uso del preservativo tuvo un gran crecimiento en los años 90 con campañas de protección contra el VIH -el famoso “Póntelo, pónselo”-, que también fueron positivas en la lucha contra otras ETS. Sin embargo, según el experto de la UMH José Joaquín Mira, el uso del preservativo ha dejado de crecer e incluso ha empezado a disminuir. El Ministerio de Sanidad informaba el pasado junio de que, si bien en 2002, el 84% de los jóvenes de entre 15 y 18 años declaraba usar preservativo, en 2018 ese porcentaje se redujo al 75%. El motivo es que, según Mira Solves, en las relaciones casuales sí que se mantiene el incremento del uso del preservativo. Sin embargo, cuando las relaciones son un poco más estables, se tiende a no utilizar este método, explica.

“No se trata de decir tanto que hay que utilizar preservativo, sino de adelantarnos a las ideas, sensaciones, percepciones, estereotipos que se tienen sobre el uso del preservativo para lanzar mensajes eficaces que ayuden a desmontar ideas equi-


Silencio = Muerte (en inglés Silence=Death) es uno de los iconos políticos más conocidos de la lucha contra el SIDA. Fue creado en 1987 por seis miembros del grupo Silence=Death Project de Nueva York. Usaron únicamente la frase junto al triángulo rosa, una imagen que se había convertido en un símbolo de la comunidad gay durante los años 70 tras resignificar su asociación con la persecución de homosexuales durante la Alemania Nazi y con el Holocausto. El cartel fue usado también por el grupo ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power) como imagen central de su campaña de activismo contra la pandemia de VIH/SIDA.

SILENCE = DEATH Síntomas de las ETS Los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual no siempre son observables. No obstante, los más comunes para ambos sexos son: úlceras o ampollas en los genitales, ano o boca; escozor o picor alrededor de los genitales; ardor al orinar o defecar e inflamación de los ganglios cercanos a la úlcera. También, hay una serie de indicios que pueden variar según el sexo del paciente. En las mujeres, también pueden ser síntomas de una ETS el flujo anormal en la vagina, que puede presentar un fuerte olor; dolor en la pelvis; sangrado por la vagina no relacionado con la relación sexual o con la menstruación y dolor vaginal de aparición repentina durante las relaciones sexuales. En los hombres, además de las manifestaciones comunes para ambos sexos, se pueden dar secreción por la uretra y dolor o inflamación en los testículos. Detección y tratamiento Es fundamental someterse a una evaluación y, si se diagnostica una ETS, tratarse. Tampoco se debe olvidar informar a la pareja o parejas para que puedan evaluarse y tratarse, ya que, si no es así, aumenta considerablemente el riesgo de padecer otra enfermedad de transmisión sexual y no se rompe la cadena de contagios de una persona a otra. Ildefonso Hernández advierte de que, junto a la aparición de este tipo de enfermedades, se encuentran cambios psicológicos y respuestas por parte de la sociedad que afectan al individuo enfermo y que hacen que el afectado o afectada sienta rechazo constantemente. “Ese tipo de acciones de penalizar o culpabilizar a la víctima han sido siempre una barrera para

el buen control de la enfermedad y hacer que la gente esté saludable”, comenta el profesor de la UMH. Además, añade que, todos los ataques clásicos que reciben las víctimas son contraproducentes, ya que las personas no acuden en el momento adecuado y transmiten más la enfermedad. En definitiva, cualquier acto de presión social sobre las personas que les provoque miedo a ponerse en manos de los clínicos, hace que la situación empeore. Existen pruebas rápidas de VIH cuyo resultado se obtiene en menos de 30 minutos, para las que generalmente se emplea una pequeña muestra de sangre o de saliva. Un resultado positivo siempre requiere confirmación, mientras que los profesionales sanitarios valorarán si un resultado negativo debe ser confirmado y en qué momento. Si la persona se ha infectado con el virus, el sistema inmunitario tarda un tiempo en producir los suficientes anticuerpos para ser detectados por la prueba y este tiempo varía de persona a persona. La prueba debe realizarse cuando se han tenido relaciones de riesgo sin protección-, felación, contacto con herida abierta, antes o durante el embarazo, si se ha padecido otra ETS y si se ha sufrido una agresión sexual. También, se recomienda la prueba a las parejas estables que dejan de usar el preservativo en sus relaciones. El profesor de la UMH Mira Solves afirma que “vergüenza, miedo, tabúes, sentirse rechazado, etc. son elementos que favorecen el contagio de enfermedades de trasmisión sexual”. “Todo esto forma parte de una esfera muy íntima, muy personal que de alguna manera pasa a ser conocida”, sentencia.


Ramón Castejón Bolea

Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología Instituto Interuniversitario López Piñero - UMH

Aproximación histórica a las enfermedades de transmisión sexual

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as enfermedades de transmisión sexual (ETS) o enfermedades venéreas –como han sido denominadas desde el siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XX– constituyen un grupo de enfermedades cuya denominación viene definida por su vía de transmisión más frecuente: la vía sexual. Esta característica hizo que de modo general fueran fuertemente connotadas desde el punto de vista moral y percibidas muy a menudo como resultado de la transgresión de una norma sexual, asociadas a conductas sexuales anormales y, en consecuencia, estigmatizadas. A estas connotaciones se añade una construcción epidemiológica con un marcado componente de género. Históricamente los roles de género han condicionado la construcción de las causas y las vías de transmisión de estas enfermedades, determinando la gestión de su control. Un claro ejemplo es la construcción del origen de la sífilis asociado a la prostitución femenina durante el siglo XIX. Las medidas de control de las ETS han reflejado la tensión entre la libertad individual y el interés del estado por preservar la salud colectiva, lo que ha acabado concretándose en la adopción de diferentes estrategias como el tratamiento médico confidencial, la educación sexual, el seguimiento de contactos o la obligatoriedad del diagnóstico y el tratamiento. Estas estrategias, que han oscilado entre el voluntarismo y la coerción, han intentado con más o menos éxito controlar estas enfermedades. En cada época

los contextos históricos y culturales han marcado las respuestas médicas y sociales a las enfermedades de transmisión sexual y generado diferentes respuestas políticas. Es posible que la gonorrea existiera en Europa antes del siglo XV, cuando las infecciones por sífilis probablemente llegaron por primera vez del Nuevo Mundo. La experiencia histórica muestra que el incremento de estas enfermedades ha sido percibido por el estado y la sociedad como un indicador de cambios en la norma sexual y en las conductas sexuales, y han generado situaciones de alarma social y diferentes respuestas. Así, el cambio del siglo XIX al XX en Europa estuvo marcado por intensas preocupaciones sobre la amenaza del declive demográfico de Europa y la degeneración de su población. Las enfermedades venéreas fueron percibidas en ese contexto como una de las principales causas del declive de la cantidad y la calidad de su población -esto es, las preocupaciones eugenésicas- y una amenaza para la familia, convirtiéndose así en un peligro social para las sociedades europeas. En el siglo XX, la incidencia de estas enfermedades decayó durante el periodo de entreguerras. Sin embargo la tendencia al descenso se vio interrumpida por la II Guerra Mundial, aunque la incorporación de la penicilina y otros antibióticos a los recursos terapéuticos mejoró la situación y generó un amplio optimismo. No obstante, a finales de la década de los 50 este optimismo fue ensombreciéndose. El aumento de la inciden-

cia de estas enfermedades entre nuevos grupos sociales –adolescentes, inmigrantes, homosexuales– se convirtió en objeto de preocupación e intervención por parte de los médicos especialistas clínicos y de salud pública. Además, nuevas infecciones como trichomonas, uretritis no gonocócicas y clamidias se añadieron a las clásicas enfermedades venéreas: la sífilis, la gonorrea, el chancro blando y el linfogranuloma venéreo. La década de los 80 del siglo pasado estuvo marcada por la irrupción del VIH/ SIDA y su posterior difusión a lo largo de las siguientes, lo que ha llamado de nuevo la atención sobre el impacto de estas enfermedades en la sociedad y los dilemas que genera su control. España se vio especialmente afectada por esta epidemia, que inicialmente se caracterizó por el predominio de la transmisión entre los usuarios de drogas vía parenteral (intravenosa). Sin embargo, la vía de transmisión sexual ha ganado peso progresivamente, incidiendo especialmente en el grupo de hombres que tienen sexo con hombres. Las ETS permanecen como un terreno no solo para temas de salud pública y control de la enfermedad, sino que constantemente invocan cuestiones más amplias sobre la sociedad, la responsabilidad, la moralidad, el género, la sexualidad y la ciudadanía. Los intentos de controlar la conducta individual en beneficio de la salud pública resultan casi siempre problemáticos.



PROYECTO CEAD


Esther Sebastián González:

“Las mujeres y los hombres muestran tasas de éxito similares cuando se evalúa directamente el trabajo del investigador y no su currículum” La profesora del Departamento de Biología Aplicada del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández Esther Sebastián González ha realizado un estudio, en colaboración con investigadoras internacionales, sobre la brecha de productividad entre hombres y mujeres en la ciencia.

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radicionalmente, las mujeres han estado subrepresentadas en la ciencia y aunque el número de investigadoras ha ido aumentando progresivamente, todavía existe una fuerte disparidad entre ambos sexos. A nivel mundial, las mujeres representan el 53% de los graduados de licenciatura, el 43% de los graduados de doctorado y el 28% de los investigadores. Según un estudio realizado por la investigadora de la UMH Esther Sebastián González, en colaboración con investigadoras de la Universidade Federal de

Fotografía: JOSÉ MANUEL MARHUENDA

São Paulo y de El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), las investigadoras publican menos artículos científicos y obtienen menos patentes, proyectos de investigación y cargos en comités académicos. Los resultados de este trabajo, publicados en la revista Royal Society Open Science, también concluyen que la brecha en la productividad entre hombres y mujeres se agranda en muchos campos del conocimiento y que no ha disminuido con el tiempo, a pesar de las diversas políticas de género que han sido implementadas a nivel mundial.


Pregunta: ¿Cuáles son las causas de la representación insuficiente de las mujeres en la ciencia? Respuesta: Existe el prejuicio de que las mujeres son más débiles. Nos vemos obligadas a demostrar que somos mejores que los hombres para poder ser evaluadas igual. Además, las mujeres tenemos más problemas para continuar nuestra carrera científica. Muchas investigadoras abandonan su trayectoria profesional porque no quieren vivir un ambiente tan competitivo como el científico donde los recursos son escasos. P: El estudio afirma que las mujeres son menos productivas que los hombres en ciencia. R: Una de las conclusiones que obtuvimos fue que de media las mujeres publican menos artículos que los hombres y esto lleva a concluir que son menos productivas. El problema de este dato es que no distingue por clases de edad, se comparan todas las mujeres entre todos los hombres. Pero una persona que acaba de comenzar su carrera de investigación no está en igualdad de condiciones que otra con mucha experiencia. Además, existe un número mayor de hombres con una larga trayectoria profesional en el ámbito de la ciencia. Este dato refleja claramente que los hombres publican más artículos de media que las mujeres, pero no se tiene en cuenta el nivel de la carrera científica del investigador. Por este motivo hemos evaluado otros factores, como es el éxito. P: ¿Cómo puede medirse el éxito en el ámbito científico? R: En ciencia se solicitan muchos proyectos, se envían artículos a determinadas revistas para que sean publicados, se demandan plazas de profesorado... El éxito podríamos definirlo como la relación entre lo que un investigador solicita y lo que le aceptan. En general, cuando se evalúa el trabajo de los investigadores, por ejemplo, de un artículo científico, el éxito es idéntico en hombres y mujeres. Sin embargo, cuando evalúa el currículum, el éxito es mayor en hombres. P: ¿Qué diferencia hay entre evaluar un trabajo científico o un currículum? R: En muchas ocasiones, cuando se evalúa un artículo científico no aparece el nombre del autor por lo que los evaluadores estudian directamente el trabajo y cuál es su calidad. Pero cuando se evalúa un currículum, quien lo hace está pensando en cómo es la persona. En este tipo de situaciones entran en juego los prejuicios hacia las mujeres. A ellas se les cuestiona si serán capaces de realizar determinado puesto de trabajo, a ellos no. De hecho, otro resultado bastante llamativo se ha dado al evaluar dos curriculums idénticos a los que se les asignaba a cada uno un nombre ficticio: Mary y John. El estudio concluyó que el currículum de John era mejor evaluado y recibía más ofertas para ser contratado que Mary. Este tipo de detalles refleja que para las mujeres es más difícil hacer ciencia, se encuentran con mayores trabas.

El porcentaje de mujeres desciende en los puestos más altos de la ciencia

53% 43% 28% de las licenciadas de las doctoradas

de líderes de grupo

jos publicados. Se trata de hacer una media de los trabajos ponderados por el poder de cada uno de ellos, es decir, por su calidad, por el número de casos... Con todo ello, se obtiene el resultado final. En el estudio se ha trabajado tanto con trabajos nacionales como internacionales. Para ello, nos hemos servido del buscador ISI Web Of Science, donde hemos buscado artículos publicados en revistas científicas de alto impacto internacional. Estas revistas son revisadas por expertos por lo que se garantiza una cierta calidad en los resultados.

“Existe el prejuicio de que las mujeres son más débiles. Tenemos que demostrar ser mejores que los hombres para poder ser evaluadas igual”

P: ¿Qué otros factores se han estudiado para evaluar el éxito de los científicos? R: Hemos estudiado el impacto. En ciencia, el impacto tanto de los artículos como de las personas está influenciado principalmente por el número de citas. Un artículo tiene mucho impacto si otros investigadores lo citan repetidas veces. También, es importante el índice h (índice de Hirsch), que hace referencia al número de artículos que tiene más de un número concreto de citas. Por ejemplo, si un investigador tiene un índice h de 10, significa que tiene diez artículos con más de diez citas. Estudiando este aspecto hemos encontrado que en general los hombres tienen un índice h un poco superior al de las mujeres. Sin embargo, si no se tienen en cuenta las autocitas, no hay diferencias en el impacto, ya que los hombres suelen citar sus propios artículos más que las mujeres. Probablemente esto se deba a una cuestión de mayor autoconfianza. P: ¿Cuál ha sido la metodología de estudio? R: Hemos utilizado el metaanálisis, una herramienta basada en recoger datos numéricos de artículos publicados. Una vez obtenidos todos los datos, se reanalizan para hacer una cuantificación numérica promedio de cientos de traba-

P: ¿Existe algún campo en la ciencia donde la brecha de productividad entre géneros sea mayor? R: Se da sobre todo en las ciencias técnicas como las matemáticas o las ingenierías, ya que significativamente en estos campos hay muchos más hombres que mujeres.

P: ¿Está la productividad condicionada a las actividades que se realizan fuera del trabajo? R: Sí, las mujeres de media suelen encargarse más del cuidado de la casa y de los hijos, incluso en las familias donde los padres están muy implicados. Esto supone un trabajo extra para ellas que les dificulta rendir completamente en su labor científica. P: ¿Cómo afecta la maternidad a las investigadoras? R: Ser madre significa tener que parar unos meses. Frenar en ciencia es muy complicado ya que reengancharse supone un esfuerzo muy grande. Además, cuando se evalúa a una investigadora no siempre se contempla que ha estado cuatro meses de baja y, por ello, su productividad ha podido ser menor.


Fotografía: CC Pixabay

P: ¿Cree que existe una invisibilización de los logros de las mujeres en la ciencia? R: Totalmente. Hay mujeres científicas extraordinarias de las que no se conoce prácticamente nada. Todo el mundo nombra a Marie Curie, pero generalmente no se conoce ninguna otra mujer. Existe una invisibilización que históricamente ha sido muy fuerte porque las mujeres no podían trabajar en estos campos, pero hoy en día continua. P: ¿Cómo puede afectar la subrepresentación de las mujeres en los avances y desarrollo de la ciencia? R: Muchos estudios indican que aumentar la diversidad en los equipos humanos fomenta la productividad, la generación de ideas novedosas, innovadoras… Si todos los científicos son, por ejemplo, hombres blancos, posiblemente tendrán una forma de pensar muy parecida, por lo que incorporar investigadores de diferentes sexos y nacionalidades puede ser muy favorable en el resultado final del trabajo.

tante es que la gente se replantee esta situación para cambiarla. Sin embargo, es cierto que imponer cuotas puede ayudar a impulsar la equidad en algunas situaciones.

“La desigualdad empieza en la escuela, donde se les asigna a las niñas juguetes de tipo cuidado como muñecos y bebés, y a ellos construcciones o cajas de herramientas”

P: ¿Cree que es necesario implementar cupos en el campo de investigación para asegurar puestos a mujeres científicas? R: Creo que las proporciones son un arma de doble filo. Es importante aumentar la representación de las mujeres, pero esta cuota puede provocarles una sobrecarga de trabajo. En mi caso, me invitan a muchos tribunales y revisiones de artículos solamente para que haya representación femenina. Esta carga de trabajo no la tienen el resto de mis compañeros hombres. Pienso que es más necesario facilitar la entrada y el mantenimiento de las mujeres en su carrera de investigación que una proporción fija. Lo más impor-

P: ¿Sería fácil implementar este tipo de cuotas? R: Es muy difícil que se cumpla en todos los campos porque, por ejemplo, en física o ingeniería, no hay tantas mujeres, pero al menos debe existir una representación de las mujeres en puestos importantes, que sea proporcional al número de mujeres en cada campo. P: ¿Comienza la desigualdad en la elección de los estudios? R: A las mujeres les cuesta más decantarse por estudios de matemáticas, ingenierías... Creo que la desigualdad empieza en la escuela, donde se les asigna a las niñas juguetes relacionados con tareas de cuidado como muñecos y bebés, y a ellos construcciones, cajas de herramientas, coches… Desde pequeños se inculca un rol u otro. Por otro lado, también hay carreras, como biología, donde hay muchas más mujeres que hombres, pero cuando acaban el doctorado, ellas abandonan su carrera científica.

P: ¿Qué acciones propone para cambiar esta situación? R: Creo que tiene que haber una gran concienciación para que quienes valoran el trabajo científico sepan que el problema de la desigualdad entre sexos existe y que lo tengan en cuenta a la hora evaluar. Y, por supuesto, se debe fomentar la diversidad en general entre los grupos de trabajo

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