psicoideas revista estudiantil Psicolog铆a en proyecci贸n hacia el mundo: formaci贸n con sentido humano
Programa de Psicolog铆a Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
psicoideas revista estudiantil
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Programa de Psicología Revista realizada por estudiantes Febrero de 2012 Edición N° 1
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Programa de Psicología Psicoideas N°. 01 Manizales, febrero de 2012 Rector Guillermo Orlando Sierra Sierra Decano Ricardo Celis Pacheco Director Programa Gonzalo Tamayo Comité Editorial Gonzalo Tamayo Giraldo Ariel Cesar Nuñez Rojas Angela Sofía López Pacheco Gloría del Carmen Tobón Vasquez Gloria Amparo Giraldo Zuluaga Juan Augusto Cardona Garcia Susana Maestre Botero Directoras Gloria del Carmen Tobon Vasquez Angela Sofia Lopez Pacheco Ilustraciones Gloria Sulay Gutiérrez Vinasco Fotografías descargadas de Internet Diseño y diagramación Manuela Bustamante Idárraga Fotos Carátulas Mercadeo Corporativo e Institucional (Renovación de la acreditación) Nota: Los textos que se publican en esta revista, no comprometen el pensamiento ni las políticas institucionales de la Universidad de Manizales, así como tampoco los de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Los textos pueden reproducirse siempre y cuando se cite la fuente (Ley 23 de 1982, Art. 31: Derechos de autor)
Presentación
La presente revista de estudiantes tiene para el Programa de Psicología de la Universidad de Manizales varias connotaciones importantes, ligadas todas a un espíritu cooperativo, participativo, constructivo y creativo. La primera connotación tiene que ver con la disposición, siempre constante, de los estudiantes del Programa de aportar a la configuración planificada del proyecto de formación de psicólogos Universidad de Manizales, que sea esta la oportunidad para felicitarles por sus valiosas iniciativas. La segunda connotación que tiene la revista “Psicoideas” para nosotros, está representada en la dinámica grupal que en el último tiempo han desarrollado los estudiantes del Programa, que con entusiasmo, tesón y disciplina han creído en la posibilidad de dar a conocer sus ideas, pensamientos, reflexiones y actuaciones psicológicas; precisamente en este lugar nos enseñan que la realización de un proyecto es posible en la medida que los esfuerzos colectivos, la articulación con sus maestros y pares responda a propósitos claros, detallados y planificados. Una tercera connotación tiene que ver con el planteamiento central para la revista en lo que corresponde a su modo de difundir el conocimiento, la idea de la virtualidad es para nosotros la posibilidad de configurar nuevos entornos de relación, en el marco de nuevas redes de comunicación y con ello encontrarnos con estudiantes de psicología de otras nacionalidades y latitudes, por tanto con otras formas de comprensión y entendimiento de la psicología contemporánea. Es preciso entonces decir, que con proyectos como éste, crece la psicología, pero sobre todo crece y se potencia la idea de difundir el pensamiento de los estudiantes del primer programa acreditado de psicología en Colombia. Hoy es un día especial, pues se inicia una nueva era para los estudiantes, en donde su pensamiento recorrerá fronteras; los y las invito a realizarlo con ética, compromiso, responsabilidad y humildad. ... A los lectores, no me queda más que decirles que disfruten de los textos, que los critiquen con entusiasmo y que próximamente puedan utilizar este espacio como un medio para exponer sus ideas, argumentos, actuaciones y deliberaciones psicológicas. Un abrazo fraterno. Gonzalo Tamayo Giraldo Director Programa de Psicología Universidad de Manizales
psicología ambiental,
una perspectiva a las inundaciones en la Virginia, risaralda
Gloria Sulay Gutiérrez Vinasco
{P. 20 }
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psicólogo del deporte y ejercicio físico em américa latina
Héctor Haney Aguirre Loaiza
Psicología de la cultura:
{P. 26}
el pecado
Julián Mauricio López González
educación y cultura
{P. 32 }
frente a los desastres
Ángela María Giraldo García
conductas
{P. 46}
Consumistas contemporáneas
Jonny Esteiman Serna Nuñez
consumismo una aproximación desde la psicología de Jung
{P. 58 }
Jesus Humberto Correa Grijalba
Normas de publicación para Psicoideas Pautas para el envío de artículos
{P. 74 }
´ VISION DESDE LA´ PERSPECTIVA DE LA PSICOLOGIA AMBIENTAL DE LAS INUNDACIONES OCURRIDAS EN LA VIRGINIA RISARALDA EN NOVIEMBRE DE 2010 Gloria Sulay Gutiérrez Vinasco1 RESUMEN Gracias al apoyo del grupo de investigación en Psicología clínica y procesos de Salud mental y la línea Prevención y Redes en Salud desde el proyecto de investigación Procesos Psicosociales Y Vulnerabilidad Frente a Situaciones de Riesgo por Deslizamiento en la Ciudad de Manizales, que ofreció las herramientas necesarias para abordar la percepción del riesgo en situaciones catalogadas como críticas, ocasionadas por los deslizamientos de tierra, y en especial, las inundaciones, tema sobre el cual se basó este escrito, eventos ocurridos en la actualidad debido a las fuertes lluvias que azotan al país y al cambio climático a nivel mundial. Es importante conocer el argumento que motiva a los habitantes del Municipio de la Virginia (Risaralda) a elegir estar en zonas de alto riesgo de inundación y la forma de vivir las personas damnificadas estas eventualidades desde la relación de sus procesos psicológicos y sociales en el momento en que se ven obligados a dejar sus viviendas para ubicarse en el albergue; comprensiones que sirven como antecedente para realizar las labores psicosociales para analizar, orientar y facilitar programas de prevención y adaptación, pero ante todo, para generar herramientas que mejoren la calidad de vida desde la gestión del riesgo.
Palabras Claves: Cambio climático, Procesos psicológicos de adaptación, situaciones de riesgo, Psicología ambiental, Psicología Comunitaria Prevención, salud mental, calidad de vida.
ABSTRAC
Thanks to the support of the research group in clinical psychology and mental health processes and online Health Prevention and Networking from the research project Psychosocial processes and vulnerability to risk by Slip in the City of Manizales, which provided the necessary tools to address the perception of risk in situations classified as critical, caused by landslides, particularly, floods, a subject on which they based this writing, events occurring at present due to heavy rains that hit the country and climate change worldwide.
1 Gloria Sulay Gutiérrez Vinasco. Egresada del programa de psicología de la Universidad de Manizales. (2011). Correo electrónico: sulayguti@live.com
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Sulay Gutiérrez It is important to understand the argument that motivates the inhabitants of the Municipality of Virginia (Risaralda) to choose to be in high flood risk and the way people live affected these eventualities from the relationship of psychological and social processes at the time they are forced to leave their homes to settle in the hostel; understandings that serve as background for psychological work to analyze, guide and facilitate prevention and adaptation programs, But first of all, to generate tools that improve the quality of life from the management of the risk.
Keys words: Climate change, psychological processes of adaptation, risk, environmental psychology, community psychology prevention, mental health, quality of life
Para ubicarnos en la problemática psicosocial
de las emergencias y desastres, se hace necesario conocer y comprender el aporte de la literatura, que nos permite analizar y determinar las causas que originan dichas situaciones de riesgo, que si bien son temas de actualidad, es poco lo que se ha trabajado al respecto desde la perspectiva psicosocial. La psicología ambiental elabora su enfoque desde el punto de vista cognoscitivo, por tanto considero abordar este escrito haciendo énfasis en el enfoque humanista por su visión ontológica es decir porque se centra su estudio en el ser humano. Para iniciar se hace fundamental conocer la definición de inundación, resumido en Noji (2000) como: “La sumersión de áreas que no lo están normalmente, bajo las aguas de una corriente que ha roto su cauce normal o que se han acumulado por falta de drenaje, cuando los niveles suben por encima de lo normal y llegan a los terrenos de las comunidades, volviéndolas vulnerables a los movimientos rápidos o a las mayores elevaciones del agua que se tornan peligrosas. Como la mayoría de los riesgos naturales, las inundaciones pueden llevar a la pérdida de vidas y daños en la propiedad, con gran impacto sobre la salud pública que puede tardar en recuperarse.” (Pág. 187). Teniendo claro este concepto es importante comprender algunas significaciones claves como son la percepción y gestión del riesgo que nos permiten comprender y analizar las conductas manifestadas por las personas en situaciones de vulnerabilidad. Según Wilches – Chaux (s.f.), la percepción del
riesgo es “la capacidad de ver lo que otros no ven, es identificar el peligro”. Por otro lado Granada (s.f.) afirma que “las características culturales, la idiosincrasia de un grupo social son determinantes en la percepción del riesgo de desastres”, lo que hace necesario conocer las actitudes, temores, conocimientos, creencias, mitos, etc. de una comunidad vulnerable para tener una base en la planificación de la prevención, como es el caso de los antecedentes históricos de asentamiento de la población de la Virginia (Risaralda) y los fenómenos de inundación, que son sustentadas por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda afirmando que “El municipio de La Virginia constituye un fenómeno complejo, donde la falta de políticas coherentes de planeación de épocas pasadas, permitieron la ubicación de viviendas en áreas de amenaza natural”. (CARDER. Pág.24), Y partiendo del concepto de gestión del riesgo el cual se define “como el conjunto de elementos, medidas, herramientas y disposiciones dirigidas a la orientación sobre la amenaza o la vulnerabilidad, para disminuir o mitigar los riesgos existentes, su objetivo es unir los diferentes tipos de intervención pero dándole mayor importancia a la prevención y a la preparación de la respuesta en caso de desastre.”(Doc. SINAPRED Gestión de riesgos para comités territoriales de prevención y atención de desastres. s.f.), aunque en el municipio de La Virginia se tenga experiencia en este tipo de eventos es poco lo que se ha trabajado al respecto, los desastres son vistos como “la materialización del riesgo”, definido así por Macías (s.f.) en su escrito EL SIGNIFICADO DE LA VULNERABILIDAD SOCIAL FRENTE A LOS DESASTRES, en donde se evidencia que estas situaciones se caracterizan por la no intervención a la amenaza que es el peligro latente de presentación de fe-
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Inundaciones en Virginia que “La psicología ambiental es un área de la psicología que trata la relación que existe entre un medio físico, la conducta y la experiencia humana” Holahan (1999, pág. 21). A lo cual, se puede decir que la psicología ambiental basa su aplicación en los procesos de adaptación haciendo énfasis en las distintas etapas por las que pasan las personas para lograr la aceptación o no adaptación a su nueva circunstancia, en este caso a vivir en zonas de riesgo.
Una vez mencionados los conceptos anteriores, y teniendo como base teórica la psicología ambiental Holahan (1991) quien afirma que “grandes grupos sociales se ubican en áreas de riesgo,
Existen innumerables estudios donde se ha podido conocer los síntomas emocionales ante el desastre, y que arrojan importantes reacciones psicológicas relacionadas con el estrés y la conducta, las cuales son bastante evidentes en los adultos mayores, niños y niñas y personas con alguna discapacidad, en especial aquellas personas dependientes que necesitaban de atención y cuidados especiales lo cual es retomado por Holahan (1991) en su libro sobre psicología Ambiental, de igual manera la literatura de la Organización Panamericana de la Salud lo sustenta no solo a nivel latinoamericano sino mundial desde hace varias décadas como lo hace Noji (2000); es evidente que hay gran cantidad de bibliografía psicosocial dedicada a la salud mental de las personas afectadas por las inundaciones y la mayoría va dirigida a las consecuencias psicosociales de éstas, tanto en el individuo como en las comunidades.
Foto: Gloria Sulay utiérrez Vinasco
nómenos destructivos en condiciones de vulnerabilidad. Es entonces el desastre “una desgracia grande, una calamidad. Es también un evento identificable en el tiempo y en el espacio, en el cual una comunidad se ve afectada en su funcionamiento normal con pérdida de vidas y daños de magnitud en sus propiedades y servicios que impiden el cumplimiento de sus actividades esenciales y normales en la sociedad”. (Macías, s.f.)
debido a su condición social y económica, a la falta de oportunidades, o también motivados por la belleza del paisaje, por lo que muchas veces no se le da importancia a su condición de peligro” (Pág. 115), nos ofrece mayor comprensión en el momento de analizar las situaciones de riesgo por inundación en el municipio de La Virginia (Risaralda). La Psicología Ambiental que según Holahan (1991) se refiere “a la interrelación del ambiente con la conducta de las personas y su experiencia, es decir el análisis del comportamiento del individuo y su adaptación al ambiente físico en el que se encuentra, se analiza la conducta y el ambiente como un todo indivisible estudiando el ambiente físico tal y como lo ven las personas que lo habitan”. (pág. 22), reconociendo además
De acuerdo a lo anterior, podemos ver que la psicología ha estudiado el estrés ambiental considerando que se debe empezar por establecer una definición precisa de lo que es el estrés, que según Holahan (1991) se ha llegado a distinguir dos tipos de estrés: orgánico y psicológico. “El estrés orgánico pone énfasis en los aspectos orgánicos y fisiológicos, es la respuesta del cuerpo a la acción del ambiente, siendo productores de estrés los factores ambientales como los productos tóxicos o las temperaturas extremas. El estrés psicológico ocurre cuando el individuo estima que una condición ambiental productora
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Sulay Gutiérrez de estrés representa una amenaza o excede su capacidad para enfrentarla.” (págs. 186-187) Y como lo firma Holahan (1991) “la percepción de la situación de estrés por parte del individuo es esencial para su definición; una situación objetivamente neutra que es percibida como una amenaza causará un estrés psicológico por lo cual la evaluación cognoscitiva no es una evaluación pasiva de los elementos de la situación amenazante, sino un proceso psicológico activo en el cual el individuo asimila y juzga los elementos de la situación confrontándolos con un patrón establecido de ideas y expectativas.” (Pág. 188) En apoyo a lo anterior, se decide analizar las relaciones entre las actitudes de las personas y el ambiente de quienes fueron evacuados y ubicados en el albergue del barrio Buenos Aires del municipio de la Virginia (Risaralda), resaltando la importancia de los mapas mentales o “cognoscitivos”, definidos por Holahan (1991) como “la imagen subjetiva que un individuo se forma de un determinado ambiente y que contiene en gran parte elementos de significado personal” (pág.70), puesto que ofrecen la información idónea que tienen del lugar, del cómo lo describen, es decir, cómo es su percepción frente a los factores de riesgo presentes en el municipio de la Virginia caracterizado por su vulnerabilidad social y política desde las acciones en gestión integral de la emergencia. En la actualidad debido a la temporada invernal gran parte del país se enfrenta a situaciones de riesgo por inundación, lo que ocasiona condiciones traumáticas entre sus habitantes quienes deben ubicarse en albergues temporales, lo que los expone a alteraciones en su salud mental. Es importante saber o conocer la magnitud del riesgo cuando se vive en zonas catalogadas como vulnerables, la vulnerabilidad “se refiere a la predisposición de los seres humanos, sus medios de vida y mecanismos de soporte a sufrir daños y pérdidas frente a la ocurrencia”. Así como la forma que cada persona tiene para manifestar su grado de adaptabilidad a las características de un estado de emergencia. Según La CARDER (2000) en relación con los cambios artificiales en el curso del rio Risaralda, se
logró identificar por medio de análisis bibliográficos que el meandro o “madre vieja” fue creado artificialmente entre los años de 1961 y 1966, y cuya historia fue recreada en la imaginación del autor, la cual se transcribe a continuación, extractada del libro Relatos de Gil. (Jaramillo 1997). “El poblado (La Virginia) estaba bajo amenaza de destrucción en buena parte por ese bello rio (Risaralda)… y que bañaba a ese cantado Valle del Risaralda. Don Pacho (Francisco Jaramillo Ochoa) preocupado por el problema, estudió detenidamente todas las posibilidades de defensa; no estaba de acuerdo con los estudios hechos por los ingenieros, por complicados y costosos. Uno de los fundadores del municipio (don Pacho), el inspector y el cura párroco, viajaron a Manizales a plantearle al gobernador el problema del rio que arrasaría a La Virginia y al puente nuevo Bernardo Arango irremediablemente. No consiguieron ninguna ayuda oficial, pero don Pacho obtuvo el permiso y plenos poderes para resolver tan angustioso problema, en la forma que creyó conveniente. La solución consistió en variar el cauce rio arriba unos mil metros, en un punto determinado. Se trasladaría el nuevo, por su propio terreno destrozando bellísimos potreros que causarían daños irreparables, pero no importaba; la meta era defender su querida Virginia y naturalmente que más satisfacción que resolver tan complicado problema”. (Pág. 26) Esta breve reseña histórica y descripción de la problemática social permite observar que en general sobre la margen izquierda del rio Risaralda en el área urbana se han llevado a cabo procesos de construcción, invasión y reubicación de viviendas que aun hoy, continúan inundándose, a pesar de que el gobierno municipal ha tratado de buscar soluciones al problema, lo que afirma la concepción de la construcción social del riesgo, quien enfatiza la naturaleza social del problema y resalta la construcción del riesgo como un proceso social e histórico, apoyado en que: “La conformación de estos fenómenos es compleja y en ella participa un conjunto de actores sociales privados y públicos, individuales y organizacionales que son protagonistas de la constitución del riesgo y de los desastres. Se deben
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Inundaciones en Virginia sopesar y establecer posibilidades, lógicas, transformaciones, tendencias, conflictos y consensos y se deben establecer las coordenadas en que se desarrolla el riesgo” Herzer (s.f) Lo que implica tener presente la política de gestión de riesgo y el cómo intervienen las entidades del estado, las diversas fuerzas sociales, políticas, instituciones públicas y privadas, e inclusive la comunidad en su propia vulnerabilidad, entendida como la probabilidad que un grupo social tiene para anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza, siendo una combinación de factores no solo sociales, sino también económicos y políticos, determinando el grado en que dicha vulnerabilidad pone en riesgo la vida y la sobrevivencia de la población. En el documento Los Desastres No Son Naturales de Andrew Maskrey (1993) quien cita a Wilches – Chaux (1989) y su clasificación de la vulnerabilidad así: • • •
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Vulnerabilidad natural: Los seres humanos necesitan ciertas condiciones ambientales y sociales para poder desarrollarse. Vulnerabilidad física: Localización de los asentamientos humanos en zonas de riesgo Vulnerabilidad económica: Se observa una relación indirecta entre los ingresos en los niveles nacional, regional, local o poblacional y el impacto de los fenómenos físicos extremos. Vulnerabilidad social: Se produce un grado deficiente de organización y cohesión interna de la sociedad bajo riesgo, que limita su capacidad de prevenir, mitigar o responder a situaciones de riesgo. Vulnerabilidad política: Concentración de la toma de decisiones, centralismo en la organización gubernamental y la debilidad en la autonomía de los ámbitos regionales, locales y comunitarios, lo que impide afrontar los problemas. Vulnerabilidad técnica: Se refiere a las inadecuadas técnicas de construcción de edificios e infraestructura básica utilizadas en áreas de riesgo. Vulnerabilidad ideológica: Alude a la forma y concepción del mundo y el medio ambiente donde se habita y con el cual se relaciona
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y la posibilidad de enfrentar los problemas. Vulnerabilidad educativa: Falta de programas educativos que proporcionen información sobre el medio ambiente, sobre el entorno, los desequilibrios y las formas adecuadas de comportamiento individual o colectivo en caso de amenaza o de situación de desastre Vulnerabilidad cultural: Refiere a la forma en que los individuos y la sociedad conforman el conjunto nacional y el papel que juegan los medios de comunicación en la consolidación de estereotipos o en la transmisión de información relacionada con el medio ambiente y los potenciales o reales desastres. Vulnerabilidad ecológica: Relacionada a la convivencia con el medio ambiente, vulnerabilidad de los ecosistemas frente a los efectos directos o indirectos de la acción humana, y por otra, altos riesgos para las comunidades que los explotan o habitan Vulnerabilidad institucional: Obsolescencia y la rigidez de las instituciones, en las cuales la burocracia, la prevalencia de la decisión política, el dominio de criterios personalistas, impiden respuestas adecuadas y ágiles a la realidad existente y demoran el tratamiento de los riesgos o sus efectos.
Una vez descrita esta clasificación se puede decir que el Municipio de La Virginia Risaralda presenta varias de estas categorías como son la vulnerabilidad física, educativa, económica, ecológica, institucional, social y política. Por tanto, la psicología ambiental complementa la psicología de la comunidad como la posibilidad de que el psicólogo desarrolle nuevas actividades profesionales, para intervenir no solo con un individuo sino también con los complejos comportamientos del sistema social (la vulnerabilidad), con el objetivo de modificar la conducta del sujeto, trabajando no solo individualmente sino también a nivel de grupo, analizando los diferentes roles de las personas dentro del sistema social, político y cultural, permitiendo al profesional en psicología participar en la programación e intervenir en la comunidad, trabajando sus potencialidades como un recurso privilegiado en la participación social, basados en las concepciones de
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Sulay Gutiérrez la psicología humanista, podemos comprender mejor la teoría de Carl Rogers, quien dedicó muchos años de estudio al perfeccionamiento de la significación del poder centrado en la persona, y que según Gómez del Campo (1999) la teoría del poder centrado en la persona “promueve los aspectos más humanos como son la creatividad, la responsabilidad, y la autonomía los cuales permiten a los individuos por muy afectados que se encuentren potenciar sus capacidades para encontrar el camino y mejorar” (Pág. 54). Y si bien la psicología ambiental y la psicología comunitaria ejercen un papel importante en estas situaciones catalogadas de riesgo a nivel mundial, es una realidad que su papel en nuestro entorno aun está dando sus primeros pasos, reconociendo que:
“Partiendo de la idea de Reiff (citada por Rappaport 1977) de que el orden social de una sociedad está dado por una serie de niveles de organización que se van progresivamente complejizando, Seidman y Rappaport. Se propone que cada nivel puede presentar un foco para la intervención y evaluación de programas. Las intervenciones en un nivel pueden tener efectos sobre otros niveles, además de los seis niveles que incluye Rappaport, se añade un nivel de pareja y familia entre los dos primeros, quedando siete niveles de complejidad creciente y organizacional: Nivel individual, Nivel de pareja y familia, Nivel grupal, Nivel organizacional, Nivel institucional, Nivel comunitario y Nivel social. “(Pág.73). Esto se hace necesario para la intervención a nivel comunitario y sirve de apoyo para poder abordarla desde psicología comunitaria y la ambiental que como se dijo anteriormente se complementan y son básicas para cualquier tipo de trabajo que se desee realizar con esta comunidad vulnerable.
“El poder de la persona lejos de ser un concepto individualista, es una manera de entender la integración y el equilibrio entre las necesidades individuales y sociales. Si el término de “fatalismo”, utilizado por Freire (citado por Martin-Barò, en 1987) o el de “desFoto: Gloria Sulay utiérrez Vinasco esperanza aprendida” de Seligman (1975), sirven para describir las ac- Reconociendo la importancia de conocer el argutitudes de apatía, pasividad, inercia, indolencia mento que motiva a los habitantes del Municipio y falta de autoconfianza en individuos y grupos de la Virginia (Risaralda) a elegir estar en zonas oprimidos o marginados, podemos entender de alto riesgo de inundación y qué relación existe también el concepto del “poder centrado en la entre los procesos psicológicos de adaptación en persona” como el mejor antídoto, ya que supone el momento en que se ven obligados a dejar sus el desarrollo de aspectos como la autoestima, la viviendas y la ubicación en el albergue, ya que responsabilidad, el respeto, la conciencia perso- según los datos proporcionados por la alcaldía nal y comunitaria, la integración interpersonal y municipal planteados en su diagnostico territosocial y el reconocimiento de nuestra capacidad rial del plan básico de ordenamiento territorial, individual para influir y contribuir en procesos de el desbordamiento de los ríos Cauca y Risaralda cambio.” (Gómez del Campo, 1999. Pág.58) ocurrido en noviembre de 2010 originado por la fuerte ola invernal que azotó el país, causó Lo anterior, está ligado a lo que el mismo autor grandes estragos en casi la mitad de la población entiende como intervención comunitaria, apar- del municipio de la Virginia ubicada en el departes temáticos que se tuvieron en cuenta al rea- tamento del Risaralda, dicha emergencia provolizar el estudio de la comunidad ubicada en el có grandes pérdidas en los barrios La Playa, San albergue del Barrio, quien explica que: Carlos, Alfonso López, El Progreso, las Américas, Buenos Aires y otros, dejando a su paso 4700
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Inundaciones en Virginia damnificados que fueron ubicados en 14 de las el momento en que se ven obligados a dejar sus 18 instituciones educativas y en algunas de las ca- viviendas para ubicarse en el albergue, se catesetas de acción comunal habilitadas como alber- gorizaron de la siguiente forma: gue, “una de ellas es la perteneciente a la comunidad del barrio (1) ARGUMENTOS Buenos Aires, que QUE MOTIVAN A a pesar de haber LOS HABITANTES resultado afectado DEL MUNICIPIO en algunos puntos, DE LA VIRGINIA la ubicación de la (RISARALDA) A misma permitió ELEGIR ESTAR EN que 19 familias, ZONAS DE ALTO unas 65 persoRIESGO DE INUNnas hayan podido DACIÓN utilizarla, allí convivieron durante a. SITUACIÓN SOmás de tres meses CIOECONÓMICA: teniendo en cuenEn lo que respecta ta la gravedad y al caso del barrio el daño ocurrido Buenos Aires las Foto: Gloria Sulay utiérrez Vinasco a sus viviendas.” personas que lo (L. Vanegas, entrehabitan, por lo gevista personal enero de 2011) las familias más neral son de escasos recursos económicos y el vaafectadas fueron aquellas de escasos recursos lor de los alquileres son bajos en los sectores de económicos cuya cabeza de hogar son mujeres, riesgo por inundación, viéndose en la obligación empleadas en casas de familia; como también se de instalarse allí, l mayoría son familias numeroencuentran grupos familiares más estructurados sas con un bajo nivel académico y cultural, en el donde algunos de sus miembros se dedican a la caso de las personas que habitan viviendas de su pesca, a la extracción de arena y otros laboran propiedad manifiestan: en la industria. “nosotros compramos y adecuamos este terreno Se da inicio entonces, a la comprensión de la rela- donde está ubicada nuestra casa porque nos lo ción entre los procesos psicológicos y el ambien- vendieron muy barato y me dieron facilidades te del albergue como proceso adaptativo de las para pagarlo” (B. Vinasco, entrevista personal fepersonas damnificadas por las inundaciones de brero 18 de 2011). noviembre de 2010 ubicadas en el albergue del barrio Buenos Aires; basado en la investigación Según la psicología ambiental “grandes grupos cualitativa y el diseño descriptivo, por medio de sociales se ubican en áreas de riesgo, debido 10 de entrevistas (individuales y colectivas), du- a su condición social y económica, a la falta de rante los tres meses de estadía en el alberque oportunidades” (Holahan 1991 Pág. 115), lo que confirma según la respuesta de las personas que habitan en el barrio Buenos Aires que al ser personas de escasos recursos su situación económiANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN ca los obliga a establecerse en zonas de riesgo.
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A partir de la información obtenida de las entrevistas realizadas, y conocer los argumentos que motivan a los habitantes del Municipio de la Virginia (Risaralda) a elegir estar en zonas de alto riesgo de inundación y la relación que existe entre los procesos psicológicos y sociales en
b. CERCANÍA AL CENTRO DEL MUNICIPIO: Las zonas de riesgo están ubicadas en un sector de fácil acceso a las zonas comerciales del municipio, puesto que a solo dos calles se encuentran la plaza de mercado, algunas escuelas y colegios, la iglesia y el parque principal.
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Sulay Gutiérrez “Es que estamos muy cerca de todo, no tenemos que caminar mucho, solo subimos la lomita y ya estamos en la plaza” (L. Castro, entrevista personal marzo 08 de 2011). Por medio de los mapas cognoscitivos una persona nos ofrece información de la forma como percibe el ambiente en el cual se desenvuelve, a través de ellos nos podemos hacer una idea del lugar en el cual habitan, “el aspecto de la ubicación en los mapas cognoscitivos es complejo e incluye la información acerca de la distancia y la dirección de donde se encuentran los recursos ambientales indispensables” (Holahan (1991) pag.84). Esto confirma que a pesar de las situaciones de riesgo las personas eligen el sitio donde viven por la distancia existente entre sus viviendas y el centro de la ciudad ya que esto les facilita el acceso a lugares de interés para ellos. c. TRADICIÓN Y HERENCIA FAMILIAR: Muchas de las personas que habitan en el barrio son propietarios de sus viviendas, la mayoría viven allí desde hace muchos años y otros porque han pasado a heredar las casas de sus padres. “Nosotros llevamos muchos años viviendo en este barrio, además esta casa nos la dejó mi papá cuando se murió y yo vivo en ella después de llegar a un acuerdo con mis hermanos para que yo me pudiera quedar aquí”. (N. Restrepo. Entrevista personal marzo 08 de 2011) Las personas que se han trasladado de esta región ha sido por motivos laborales, sociales y económicos, más no por la situación de riesgo. “Aquí nací y aquí he vivido toda la vida además es el mejor barrio del municipio, ya que vivir en el Barrio Buenos Aires es muy agradable y son más los momentos buenos y placenteros que se disfrutan, que las situaciones desagradables que tenemos que afrontar”, (sesión grupal). Desde el punto de vista de la psicología ambiental guarda relación con la territorialidad puesto que “sirve de base al desarrollo de identidad personal y grupal. Edney (1976) afirma que el sentido de identidad de grupo puede surgir debido a que los individuos comparten el mismo lugar”
(Holahan 1991, pág. 297) por lo que una persona bien sea por tradición o costumbre puede no darle mucha importancia a vivir en sitios catalogados como de riesgo influidos en muchos casos por los lazos familiares. (2) ARGUMENTOS PSICOLÓGICOS Y SOCIALES QUE MOTIVAN A LOS HABITANTES DEL BARRIO BUENOS AIRES EN EL MUNICIPIO DE LA VIRGINIA (RISARALDA) A ELEGIR ESTAR EN ZONAS DE ALTO RIESGO DE INUNDACIÓN. Cada ser humano tiene su propia forma de verse a sí mismo en relación al mundo que lo rodea. Posee un modo de vincularse con su ambiente y una imagen subjetiva de la realidad. El grupo social al cual pertenece le debe ofrecer la posibilidad de adaptarse con mayor eficacia a su medio natural, mostrando la mejor manera de atender sus necesidades básicas, pero muchas veces su situación económica lo obliga a ubicarse en lugares catalogados como de alto riesgo como en el caso de los habitantes del barrio Buenos Aires en el municipio de La Virginia Risaralda estas personas a pesar de esto han logrado adaptarse a este sitio aunque desde hace mas de 30 años sus viviendas se inundan y tienen que buscar estrategias que les permitan de algún modo lograr conservas sus bienes y en los casos más extremos hasta su vida. Estas personas se han estructurado en función al sistema de valores que sustentan. El hombre cuando es niño se instruye, se forma y adquiere actitudes que van a influir en su forma de pensar y en su comportamiento de adulto. Esta actitud no establece la conducta pero si interviene en la persona a la hora de actuar y juegan un papel importante en el momento de tomar decisiones como elegir el lugar donde quiere vivir y desarrollarse como personas teniendo en cuenta la privacía, la territorialidad y el arraigo al que esta lo lleva. Como el hombre tiene la capacidad de conocerse y de sentirse afectado. El conocimiento y la afectividad crearán las condiciones indispensables para la creación de una imagen mental de unidad, representada por él y su entorno. Su desempeño será de esta forma adecuado y armonioso de acuerdo a su contexto y permitirá además una percepción global más comprensiva del
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Inundaciones en Virginia mundo en el que habita más allá de las estructuras de su entorno próximo. Esto es lo que ha llevado a los habitantes de La Virginia a establecerse en sitios catalogados como de riesgo aun a pesar que lo único que han hecho durante todos estos años es construir riesgo y crear formas de adaptarse para continuar con sus vidas de la mejor manera posible. (1) RELACIÓN ENTRE LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS Y SOCIALES EN EL MOMENTO EN QUE SE VEN OBLIGADOS A DEJAR SUS VIVIENDAS PARA UBICARSE EN EL ALBERGUE. a. SEGURIDAD EGOÍSTA: A pesar de encontrarse en situación de riesgo llegan al albergue personas que tratan de aprovechar las circunstancias en beneficio propio, se quejan más de lo necesario, acaparan ayudas, son egoístas con sus compañeros, tratan de llamar la atención y se ofrecen para manipular y distribuir las ayudas, estas personas se adaptan fácilmente a la situación que están enfrentando, se sienten damnificados y procuran beneficiarse de esta denominación. “Aquí estamos muy bien no nos hace falta nada nos dan de todo y no tenemos que preocuparnos por pagar alquiler, mientras que pasa esta situación lo mejor es quedarnos aquí. (M. Ruiz entrevista personal enero 18 de 2011) Guarda relación con el concepto de “fatalismo, revisado por Martín-Baró, muestra que es tanto una actitud real de las personas como un estereotipo que se les atribuye y que ellas mismas asumen. Se trata, pues, de una estructura psíquica "continuamente causada y reforzada por el funcionamiento opresivo de las estructuras macro sociales" (p. 90). Este fatalismo cumpliría una función adaptativa, psicológica, y a la vez una función política, ideológica, como interiorización de la dominación social, lo que impide el cambio a costa de la indolencia (Martín-Baró, op. cit). En tal sentido, las personas se sienten marginadas y excluidas del orden existente, lo que generaría en mayor probabilidad una búsqueda de contacto y apoyo en los otros miembros del grupo social, comportamiento valorado y reforzado por la religión. (Marino Pérez Álvarez – Pablo Livacic Rojas. (2002) b. CONFIANZA EN EL ESTADO: Saben que al en-
contrasen allí recibirán todo tipo de ayudas como alimentos, ropa y enseres por parte de los gobiernos nacional, departamental y municipal, y aun de la propia ciudadanía. “es que si nos volvemos para la casa no nos dan las ayudas, aunque nos están diciendo que nos tenemos que ir ligero de aquí, pero no yo no me voy aunque si me mandan para otro albergue ya me lo ponen muy difícil porque aquí se está muy bien y nos dan el mercadito”. (N. Restrepo, entrevista personal enero 18-2011). Se refiere igualmente al concepto de fatalismo que en algunos casos esta tan interiorizado que ven su condición de damnificados como una oportunidad para aprovecharse de la situación. c. SUPERVIVENCIA: los habitantes afectados con esta situación de emergencia y que ha tenido pérdidas materiales de importancia aceptan su condición de indefensión, agradeciendo y aprovechando toda la ayuda, hace de la situación una realidad, a la que se adapta positivamente, le agrada el lugar, lo describe con entusiasmo y acepta como natural la solidaridad de los demás. “Gracias a Dios tenemos un sitio donde estar mi casa está totalmente inhabitable, aquí estamos muy bien no tenemos problemas con nadie y somos como una gran familia, la verdad es que estoy muy agradecido de poder estar aquí, confió en que pronto me solucionen lo de mi casita, uno como damnificado pues debe ser agradecido con la gente que le ayuda” (G. Agudelo. Entrevista personal enero 25 de 2011) Como se cita en Gómez del Campo (1999) pág. 58 el concepto de “desesperanza aprendida” de Seligman (1975), sirven para describir las actitudes de apatía, pasividad, inercia, indolencia y falta de autoconfianza en individuos y grupos oprimidos o marginados, puesto que estas personas aceptan su situación y simplemente la toman como algo normal en sus vidas. d. PROTECCIÓN DE BIENES: El hecho de tener un sitio seguro para ubicarse les genera confianza aunque en el fondo aceptan su circunstancia, añorando su situación anterior, viven momentos de ansiedad con el deseo de que termine esta
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“Ojala y pronto nos vayamos para la casa ya que a pesar de que aquí estamos bien, nos molesta que todo mundo se entere de lo que uno hace lo bueno es que estamos bien y salvamos nuestras cosas” (F. Ruiz. entrevista personal marzo 18 de 2011) Siendo la privacía citado en Holahan (1991) como “el control selectivo del acceso a uno mismo o al grupo al que uno pertenece” nos permite comprender como algunas personas a pesar de encontrarse damnificada y verse obligada a vivir en un albergue, desea volver a su casa para gozar de esta y poder tener nuevamente el control de su vida. e. PROCESOS DE CONVIVENCIA: Estas personas expresaron su compromiso con el albergue, tanto en la participación al realizar el pacto de convivencia como en la aplicación del mismo, cada uno de ellos mediante el dialogo hizo los aportes necesarios encaminados a lograr una estadía agradable y llevadera, se encontró como aspecto positivo la aceptación y cumplimiento de este pacto, la responsabilidad en la realización de las funciones asignadas y el ambiente familiar nacido del conocimiento anterior que se tenía por compartir el barrio en el cual residían, esto facilitó enormemente la adaptación de todos ellos quienes se consideraban como parte de una gran familia. “La verdad es que aquí estamos muy bien todos nos conocemos y por lo menos esto permite que sea más fácil la convivencia, pues hace muchos años que vivimos por aquí y cada uno de nosotros sabe quiénes son sus vecinos” (M. Castro. Entrevista personal enero 25 de 2011). Holahan (1991) dice “la identidad de grupo que surge entre las personas que comparten un territorio, además, fomenta vinculo sociales” (pág.297) es por esto que las personas ubicadas en el albergue del barrio Buenos Aires trataron por todos los medios que los damnificados que fueran llevados allí pertenecieran al mis-
mo grupo de vecinos. f. ORGANIZACIÓN SOCIAL POR NECESIDAD: Así tuvieran diferentes intereses, aprovechamiento, penuria, resignación o comodidad, todos coincidieron en que este era el mejor sitio donde podían estar ya que a pasar de que la administración acondicionó muchos escuelas y colegios para ser utilizados como albergue eran muchos los damnificados y se presentaron muchos problemas y en algunos casos hubo intervención de las fuerzas del orden para calmar un poco esta situación. “Este albergue era el mejor sitio donde podíamos estar ya que conocemos por experiencia propia como se vive en los otros albergue del municipio” (C. Holguín. Entrevista personal marzo 27 de 2011). “Una importante función psicosocial de las redes sociales basadas en las relaciones de los vecinos urbanos consiste en establecer y mantener un sentido de organización y control social en el área” Holahan (1991) pág. 359. Esta nos permite comprender que para el buen funcionamiento del albergue se estableció antes un pacto de convivencia creado a través del diálogo y la aceptación de la individualidad de las personas con las que se vieron obligadas a compartir este espacio.
{CONCLUSIONES GENERALES} El hombre puede beneficiarse completamente de lo que su entorno le ofrece en función de sus necesidades, producir bienes, e incrementar la producción, por lo que se hace necesario estimular la sensibilidad humana difundiendo los conoci-
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Foto: Gloria Sulay utiérrez Vinasco
etapa crítica, dándole mayor interés a salvar sus vidas y recuperar sus pertenencias materiales.
Inundaciones en Virginia mientos indispensables para desarrollar desde la infancia una actitud ecologista y una mayor conciencia de la relación de interdependencia entre el medio ambiente y el hombre. En las diferentes gestiones de la actividad preventiva en relación al municipio de La Virginia (Rda.), casi nunca se intenta tratar la prevención desde la participación de la psicología, se desestima la salud mental del trabajador o del damnificado o victima de la catástrofe, se ignora su cultura, su entorno, su personalidad, sus hábitos, sus costumbres , y sus miedos. La gestión preventiva como gestión interdisciplinaria requiere de la psicología para tratar al individuo como parte de un todo. Se pudo ver claramente la falta de planeación y creación de estrategias por parte de la administración que si bien tiene identificado el problema aún no han creado un plan de acción que ofrezca a la comunidad estrategias para afrontar el problema de las inundaciones. Por tanto es importante recolectar información en el municipio, para identificar algunos hechos, acciones u omisiones que han influido para la construcción del riesgo en dicha localidad, que si bien es claro a nivel social e histórico en La Virginia Risaralda se ha trabajado en la construcción del riesgo puesto que desde hace mucho años las inundaciones se han presentado y cada vez son más graves, produciendo daños tanto a nivel ambiental como en la salud mental de los damnificados. En muchos casos la solución a un problema no es la más adecuada y genera innegablemente otros que antes no existían agravando aun más las condiciones de vulnerabilidad de la población. Es necesario entonces conocer las respuestas de los miembros de estos grupos para poder elabo-
rar un programa de prevención, ya que se niegan a aceptar su condición o simplemente no la conocen. Los programas de prevención deben ser elaborados por grupos interdisciplinarios en los que es de vital importancia la intervención de psicólogos y personas con experiencia en la práctica de la gestión prospectiva del riesgo y la atención de desastres. Hay un largo camino que la psicología puede recorrer en este municipio, pero lamentablemente el problemas de las inundaciones se ha politizado, dejando en el olvido la posibilidad de acciones por parte del psicólogo donde se pongan en práctica proyectos que lleven a la comunidad a saber enfrentar el problema por sí mismos, sin depender tanto de aportes económicos que si bien mitigan las dificultades obvian la parte psicosocial que es vital en estos casos. Siendo la gestión del riesgo una actividad en la que intervienen diferentes grupos: el gobierno, las entidades de salud, los grupos de emergencia, bomberos, auxiliares voluntarios, se requiere de un buen liderazgo, aportes económicos y ante todo de la participación de programas psicológicos que ofrezcan una ayuda real, iniciando desde la persona damnificada, su entorno, sus necesidades y finalizando en una verdadera gestión de prevención. La participación activa de diferentes grupos interdisciplinarios se hace necesaria para la creación de programas de prevención que eduquen a la población en aspectos como: ubicación de sus viviendas, primeros auxilios y reconocimiento del riesgo, sin olvidar que en el lugar donde vivimos y el riesgo al que nos exponemos son el resultado de la cultura ambiental que aprendemos.
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Referencias Bibliográficas Alcaldía municipal.(2000) Diagnostico Territorial del Plan Básico de Ornamentación Territorial de la Virginia Risaralda. Municipio de La Virginia Risaralda. Andrew Maskrey.(1993) Los Desastres no son naturales. La Red. Red de Estudios de Prevención de Desastres en América latina. CARDER. (1993) Reordenamiento urbanístico y mejoramiento de los barrios, San Carlos, El Progreso y Alfonso López. Convenio 1993. Pereira. Área metropolitana. Charles J Holahan. (1991) Psicología Ambiental. Un enfoque general. México. Editorial Limusa. S.A. de C.V. Erick K. Noji. (2000) Impacto de los desastres en la salud pública. Bogotá. Organización Panamericana de Salud. Gilberto Jaramillo Montoya. (1997) Relatos de Gil. Área metropolitana de Occidente. Gustavo Wilches – Chaux. Doc. (s.f) La percepción del riesgo y el sentimiento de seguridad. Consultor independiente, profesor universitario y escritor. Henry Granada. Doc. (s.f) Percepción del riesgo: El caso de los desastres. Profesor escuela de psicología. Coordinador académico del PIEST. Universidad del Valle. Hilda María Herzen. Doc. (s.f) Construcción del Riesgo, Desastre y Gestión Ambiental Urbana. Perspectivas en debate. Instituto de Investigación Gino Germani. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires. Argentina. Jesús Manuel Macías. Doc. (S, f.) Significado de la Vulnerabilidad social frente a los desastres. José Fernando Gómez del Campo Estrada. (1999) Psicología de la comunidad. Perspectivas teóricas, modelos y aplicaciones. Un punto de vista humanista. México. Editorial Plaza y Valdés. S.A. de C.V. Marino Pérez Álvarez – Pablo Livacic Rojas. (2002) Desafíos para la psicología latinoamericana. Papeles del psicólogo, 83. Recuperado el 03 de mayo de 2011, de http://www.papelesdelpsicologo.es. SINAPRED. Doc. (s.f) Introducción a la Gestión del Riesgo. Modulo 1. Gestión del riesgo para comités territoriales de prevención, mitigación y atención de desastres. Programa nacional de capacitación en gestión del riesgo.
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Algunas reflexiones en ´ del torno a la Formacion ´ Psicologo del Deporte ´y del ´ Ejercicio Fisico en America Latina Héctor Haney Aguirre Loaiza1 RESUMEN La siguiente reflexión trata de hacer algunas aproximaciones en el quehacer profesional del Psicólogo del deporte en un contexto específico como lo es América Latina. Se abordan tres frentes de trabajo en el rol profesional1)Formación-Docencia 2)Investigación y 3) Intervención. Si bien se han dado algunas notorios avances todavía es muy largo el camino por recorrerse, como son las unidad gremial y estables lo cual puede ser una iniciativa por parte de los estudiantes lo cual constituye en uno de los retos, como también lo es la divulgación de los conocimientos con un mecanismo bien solido y soportado en esquemas rigurosos de editorial como es la proyectar la Revista Latinoamericana de Psicología del Deporte.
Ante la pregunta ¿Que debe saber, ser y hacer
el psicólogo en un contexto del deporte?, surgen algunas respuestas y a su vez un abanico de otras preguntas sobre el rol de desempeño del psicólogo del deporte. De hecho, es amplia la gama de actuaciones, tanto en recorridos transversales como longitudinales si se observa en sus distintas intervenciones; por ejemplo, va desde los procesos de iniciación deportiva hasta el alto rendimiento, y desde la persona que quiere ingresar a un programa de ejercicio físico qué entre muchas razones puede concurrir porque no se ve bien y tiene problemas de autoestima, hasta aquella otra que tiene la necesidad de mejorar la salud y/o efectos socializadores. Lo anterior solo se enmarca en la dimensión de intervención del
profesional psicólogo dedicado en el contexto deportivo y del ejercicio físico, junto a la cual se proyectan tres frentes de trabajo en que se desempeña el rol profesional; a saber: 1)Formación-Docencia 2)Investigación y 3) Intervención. Entre los cuales se derivan actividades que sólo se fundamentan en estos aspectos o que se articulan entre sí. Por ejemplo la docencia y la investigación. O también se puede tener una articulación de los tres campos, lo cuál será inicialmente y en el proceso la consolidación de la Psicología del deporte como área de profesión de
Héctor Haney Aguirre Loaiza. Docente Universidad del Quindío. Licenciado en Educación Básica con énfasis en Educación Física Recreación Y Deporte. Universidad de Caldas. Estudiante de Psicología. Universidad de Manizales. Joven investigador COLCIENCIAS, además integrante en el Grupo de investigación Cumanday Actividad física y Deporte. Grupo de Investigación de Psicología Clínica y de la Salud. Correo electrónico: haney34@hotmail.com 1
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Haney Aguirre la Psicología, el ideal de quien ejerce el dicho rol. Es importante aclara de ante mano que la investigación es una actividad necesaria en el propio desarrollo de las otros dos demandas, por tal razón se ubica en la mitad de las posibles funciones mencionadas. Si bien, anteriormente se describe una brecha de actividades que se relaciona estrechamente con otros quehaceres humanos (oficio, salud, belleza, ocio, educación, etc.) es preciso hacer la distinción de que las prácticas deportivas y de ejercicio físico o físico-deportivas son totalmente diferenciadas de las demás actividades humanas. Por ejemplo el deporte tiene unas características que están bien documentadas, estudiadas y limitadas, y por consiguiente se identifica como actividad independiente, es sabido los fuerte lazos socializadores en que se desenvuelve dichas práctica, no en todos los casos pero si en la mayoría, por lo cual cabe subrayar que dichos elementos cuyo carácter y desde su naturaleza misma no implican moralización alguna, considerar de que si el deporte es “bueno” o es “malo”; dichos calificativos son otorgados por quien los ejerce y con una intención intrínseca de quién se vincula. ¿Es la Psicología del deporte y del ejercicio Físico un área de profesión?. Es una respuesta que ha sido discutida ampliamente en los círculos científicos dedicados al área. Sin embargo algunos elemento han demostrado que ya pasado por etapa de embriológica y se considera en un momento de consolidación. No obstante, en el rol de intervención en el escenario deportiva ha tenido algunas resistencias por parte de algunos deportes, de allí la importancia de la investigación en sostener un discurso coherente que sirva de marcador de procedimiento. En todo caso, se logra argumentar que la Psicología del Deporte y del Ejercicio Físico (PDYEF) es un área independientes y en avance notable de consolidación como profe-
sión psicológica y con características independientes de las otras áreas de aplicación. También es importante precisar que no es fácil lograr tal distención y como mencionaba anteriormente, hay fronteras muy volátiles que pueden estar no tan claras sobre el objeto de estudio propio de la PDYEF. No se desconoce la cercana relación que hay entre otras áreas o inclusive destacar como una subárea de la clínica o de lo social. Su desarrollo independiente es un marcador histórico en que se reconoce por organismos Internacionales como la APA (Asociación América de Psicología - Área 47) y además gremios. Y con tal contundencia reflejado en reuniones y eventos de interés propiamente de la Psicología del Deporte y Del ejercicio Físico. (Congresos, Semianrios, Simposios, Jornadas, etc.). De modo que características como son tres los elementos mencionados sobre la realidad distinguen el desarrollo del área. (Tortosa y Civera, 2001; Tortosa, Mayor y Carpintero, 1990) •Organizaciones estables. •Eventos •Difusión especializada. La PDYEF es un área que trabaja desde la potencialización de las capacidades y las habilidades del ser humano que adquiere una condición social ante su desempeño con los otros congéneres como es ser reconocido como deportista, y a partir de allí potencializar sus respectivos desempeños en la preparación; puede darse el panorama que haya presencia de una patología, sin embargo no está en plena función el detectar tal anormalidad.
Formación-Docencia: Es un de roles que se
puede desempañar el profesional. También se considera un de los campos donde se ha ganado terreno y se apoya sobre el exclusivo interés de los profesionales vinculados en la parte académica. En el pregrado, la mayoría de los docentes han abierto su espacio en las facultades de Psico-
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Psicología del deporte logía y del Educación Física y/o Deportes, como una asignatura de naturaleza optativa y no está vinculada en un plan de estudios como asignatura fija. En tanto a estudios de postgrado se encuentran algunas especializaciones, maestrías y doctorados. En España se marca un sería tendencia de tales programas postgraduales, en cambio en Suramérica hay un vacio de tal perspectiva de formación. No hay estudios portgraduales en el orden de maestría y doctorado, que tengan un
del Deporte tanto al considerarse en su formación comode la Intervención. La construcción del conocimiento de la Psicología aplicada al contexto del deporte y del ejercicio físico ha posibilitado el desarrollo de la construcción de instrumentos, y técnicas; lo cual ha profundizado el estudio de la PDYEF. No obstante, para el caso de América Latina, hay un insípido desarrollo en investigación y como consecuencia la escasa posibilidad de instrumentos para nuestro entorno. La tarea del investigador es ardua, sistemática y muy importante en la consolidación de la PDYEF.
Intervención: Es el ejercicio en el campo propia-
mente dicho, se lleva a cabo el contacto de la teoría con las realidades. Es de suma importancia, puesto soportados en los postulados naturales de la Psicología y llevados al contexto del deporte, lo cual hasta cierto punto queda reducido, pues es necesario la articulación con la investigación propiamente del área. Si bien los constructos pueden ser únicos en su elaboración, pueden tener connotaciones diferentes. Por ejemplo la ansiedad competitivas puede tener síntomas y signos propios de una situación de una tipología de ansiedad patológica.
reconocimiento a nivel continental; esporádicas especializaciones señalan el desarrollo lento en el continente. Lo anterior en cuanto a nivel de formación formal, y por el lado del nivel informal se observa una cohesión a nivel gremial (Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte - SIPD) con la incursión de eventos (Congreso Iberoamericano de Psicología del Deporte) realizados en tres versiones, en México, Guatemala y Colombia respectivamente. Para Argentina se ha dado una importante organización gremial, Asociación de Psicología del Deporte Argentina, (APDA) fundada en 1992 y liderada por Marcelo Roffé. Un mecanismo de divulgación de fuerte impacto para América Latina es una las perspectivas a las que le tiene que apuntar el área, y con ello una visualización de reconocimiento de solido soporte científico.
Investigación: El rol investigador del profesional
del psicólogo dedicado a esta área. Es el papel que soporta el área profesional de la Psicología
{ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DEL PROFESIONAL EN PDYEF} Campos de actuación Según el Colegio Oficial de Psicólogos. (Cantón, 2009, 2010) • Deporte de Rendimiento • Deporte Base e Iniciación temprana (selección de talentos) • Deporte de Ocio y Tiempo libre • Poblaciones especiales • Organizaciones Deportivas
{FUNCIONES A DESEMPEÑAR DE MANERA PARTICULAR MODIFICADO DE CANTÓN 2009, 2010 1) FORMACIÓN Y DOCENCIA Educación y/o Formación • Actividades regladas: Cursos entrenadores,
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Haney Aguirre • Postgrados,... • Actividades no regladas: conferencias, encuentros deportivos,... • Actividades práctica. Docencia • Clases magistrales. • Incursión en el plan de estudio de pregrado • Redes nacionales y/o Internaciones entre instituciones (Universidades, Clubes, Institutos, etc.) 2) INVESTIGACIÓN Procesos de Investigación • Básica • Aplicada
Evaluación Y Diagnóstico • Tests y cuestionarios • Entrevistas • Técnicas y procedimientos de auto-observación yauto-registro • Registros de observación • Registros psicofisiológicos Planificación y Asesoramiento • Variables psicológicas • Rendimiento y/o actuación • Adherencia a la actividad • Consecución de objetivos • Habilidades sociales,....
{RETOS PARA AMÉRICA LATINA}
Desarrollo de técnicas e instrumentos • Construcción y validación de instrumentos para el contexto latinoamericano • Acceso público a tales procedimientos. Divulgación • Medios de comunicación de acceso libre. • Revista Latinoamericana de Psicología del Deporte.
Son grandes los restos que nuestro continente Latino tiene frente a la PDYEF, es necesario la postulación gremial y organización propia de un contexto Latinoamericano, y cuya idea puede ser emergida desde la iniciativa estudiantil. Con ello se vienen algunas otras tareas como la divulgación a través de eventos, y medios de comunicación.
3) INTERVENCIÓN Intervención • Directa: entrenamiento psicológico • Indirecta: diseño y aplicación de estrategias psicológicas
* Fotos descargadas de Internet
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Psicología del deporte
Referencias Bibliográficas Cantón, E. (2009). La profesión del Psicólogo del Deporte. Revista General y aplicada. 62, (1-2), 121-129. Cantón, E. (2010). La Psicología del Deporte como Profesión Especializada. Papeles del Psicológo. 31(3), 237-245. Dozil, J. (2009). Reflexiones sobre la Psicología del deporte iberoamericana. Revista General y aplicada. 62, (1-2),131-135. Ferrés, C. (2010). La Psicología Del Deporte en América Del Sur: Historia, Situación Actual y Perspectivas. Revista de iberoamericana de psicología del ejercicio y el deporte. 5(2), 299-306. Tortosa, F. y Civera, C. (2001). Revista y disciplina psicológica. Cien años de encuentro. Papeles del Psicólogo, 79, 27-43. Tortosa, F., Mayor, L. y Carpintero, H. (1990). La psicología contemporánea desde la historiografía. Barcelona: Editorial PPU. Weinberg, R. &Gould. D. (2010). Fundamentos de Psicología del Deporte y del ejercicio físico. Madrid; Panamericana.
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PSICOLOGiA DE LA CULTURA: EL PECADO Julián Mauricio López González1 RESUMEN La palabra “religión” con su antagónico “pecado” pareciese irse desdibujando del vocabulario de los estudiantes de psicología a pasos agigantados. Al señalar que la cultura es parte del contenido que se escribe en la tabula rusa, no se puede dejar de lado la realidad mística, mitológica, religiosa o como la quieran llamar, ya que al hacernos en un ambiente latinoamericano, presupone que somos seres complejos llenos de signos, símbolos y rituales que el futuro psicólogo debe conocer ya que en este fenómeno puede estar una gran fuerza de intervención dentro de los clientes que a futuro llegaran a los consultorios.
Palabras Claves: cultura, religión, pecado, trastorno, fenómeno, psicología. ABSTRAC The word “religion” with its antagonistic “sin” seems to go blurringof the vocabulary of psychology students at a rapid pace. Notingthat culture is part of the content is written in Russian tabula, you cann´t ignore the reality of the mystical, mythological, religious, or asyou call it, because at us in a Latin American, presupposes that we are complex beings full of signs, symbols and rituals that the future psychologist should know and that this phenomenon may be a great force for intervention in future customers to reach clinics.
Keys words: culture, religion, sin, disorder, phenomenon, psychology. 1. {RECORRIDO POR LA PSICOLOGÍA DE LA CULTURA}
Haciendo memoria de mis estudios en latín tomados en el seminario mayor de Manizales me
remito a conceptualizar de la forma más clara la palabra cultura: es aquella capacidad que tiene el individuo de cuidar una tarea, labor o proceso que está llevando a cabo y que necesita de algún tiempo para esperar su consecuencia. Según Nebrija (1494, p. 64) la palabra en sus raíces viene de la palabra cultus que significa cuidar el campo, cuidar la parcela o los procesos agrícolas.
1 Julián Mauricio López González. Estudiante de 8 semestre del programa de psicología de la Universidad de Manizales. Correo electrónico: jmlopez@umanizales.edu.co.
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Julián López Es entonces en la encantadora época de las luces o bien llamada época del “RENACIMIENTO” cuando la misma palabra toma un sentido más espiritual, más humano y más puro: “el cultivo del espíritu”, dejando entrever una nueva vanguardia dadora de significado para el ser humano, un camino que traza al mismo espíritu como la concepción trascendental de nuestro ser en el mundo, de nuestro oficio y quehacer diario. La cultura por tanto tiene que ver con todo aquello que enriquece tanto los procesos sociales, como los procesos religiosos y psicológicos, ya que desmiente la postura de un hombre incapaz de sentir, de amar, de conocer y de conocerse a sí mismo a través de su ambiente, generando así quizá la época de la exploración del hombre a través de los sentidos puros, donde puede expresarse a través de cualquier movimiento artístico que el espíritu libre intuía necesario para su propio crecimiento. Pero en la misma época ocurría un movimiento vertical de pensamiento, La iglesia, sus doctrinas y dogmas estaban tambaleando y la única alternativa que existía era moldearse a la misma cultura para enriquecerse aun mas y construir un nuevo camino, aunque los dogmas no tuviesen cambios tan importantes, la doctrina pasó de concebir a un hombre esclavo de sus deseos, que debe renunciar, sacrificarse y con un único objetivo de martirio, hacia un hombre capaz de encontrar la libertad a través de la caridad, al individuo trascendente y trascendental en su representación en el otro y auto realizado a través de su búsqueda por el motor inmóvil, por su directriz inequívoca y por su creador. Desde entonces, la cultura con variables de acuerdo al contexto histórico ha conservado el tinte inicial en su concepto: todo el acumulado de aquello que siendo artístico o científico da sentido a la historia de la humanidad. Del dogma eclesiástico que nunca tuvo variacio-
nes a lo largo de la historia está la concepción de pecado, en los tratados de moral es definido como una falta contra la razón, la verdad y la conciencia recta: conceptos fundamentales y descriptivos del Dios cristiano y su amor por todos los hombres. Es el pecado entonces, aquello que lleva al hombre a alejarse de su cultura, es aquello que hace que la razón se contradiga, que la verdad se oculte y que la conciencia sea potencialmente traumática y trastornada, es pues en esta última parte donde quiero fijar mi atención para explicar un poco que tan importante puede llegar a ser comprender el pecado para nuestro colegio psicológico, teniéndolo en cuenta en cuanto proceso y en cuanto resultado.
1. 1 ¿QUIÉNES Y QUÉ SE HA DICHO DE LA CULTURA? A partir de siglo I, la iglesia católica en su concilio de Nicea, de forma popular trata de conceptualizar cómo el nacimiento del cristianismo en las tierras evangelizadas por San Pablo afectaba y cambiaba radicalmente la cultura sobre la cual empezaban a imperar ideologías cristianas. Ya desde allí se empieza a realizar una comparación entre lo que es la cultura como tal o lo que se llamaba por los cristianos “ideas de pueblos paganos” y la afectación del campo religioso dentro de la cultura. Hacia los siglos XVI-XIX Los nuevos movimientos que surgen de las ciencias sociales como lo es la psicología, la sociología y la antropología, entre otras, redelinearon este concepto, impugnando la terminología Romántica en la que el individuo solo y solo sí tenía conocimientos amplios, abstractos y concretos era considerado como culto y de lo contrario como el inculto del pueblo. Se concibe CULTURA en una vía interrelacional con el ambiente y con los otros. Básicamente, en la actualidad se recapacita a la CULTURA como el engranaje total de las conductas humanas en
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Psicología de la cultura una comunidad dada combinada esta con el conocimiento, la erudición, el saber, la sabiduría, la ciencia y el arte. Cualquier habilidad humana que prevalezca sobre las necesidades básicas del organismo es considerada cultura.
Cuando se deja de lado algunos procesos que hacen parte de la cultura como lo es la religión con su antagónico principal “el pecado” se empieza a crear en la interpretación de la misma un espacio en blanco donde aquellos que se preparan para reconstruir, transformar y comprender un medio adecuado para quienes son los actores principales, tendrán serias dificultades a la hora de enfrentar ese mundo externo. La trascendentalidad del ser humano latinoamericano tiene fuertes bases mitológicas y religiosas, donde sus creencias hacen parte del día a día y de los procesos de socialización, comunicación y percepción de la misma realidad.
En las ciencias sociales, el sentido de la palabra cultura es más amplio: la cultura abarca el conjunto de las producciones materiales (objetos) y no materiales de una sociedad (significados, regularidades normativas creencias y valores). Algunos teóricos que conceptualizan el término cultura son: Según Taylor, la cultura es: Aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre. (1995. p 134) Roy Rappaport gran exponente de la psicología social comunitaria, introdujo en la discusión de lo social la idea de que la cultura forma parte de la misma biología del ser humano, y que la evolución misma del ser humano se debe a la presencia de la cultura (1998, P. 261-292).
2. {EL OLVIDO QUE SEREMOS: EL PECADO}
Por tal motivo al entender que cultura es el escenario propio de “hacerse como ser humano” es indispensable para el futuro psicólogo conocer la realidad religiosa que aunque para algunos suena extraña, debe convertirse por obligatoriedad en una sana transcripción de acciones relevantes que conviven con la mayoría de los habitantes de nuestra comunidad, de nuestro sector y de nuestros clientes. Si se olvida el pecado como realidad creada por el hombre y la mujer de nuestra sociedad, se olvida también una parte potencial de cambio y transformación: si el pecado al verse evidenciado en el hombre religioso y espiritual es impulso de cambio de no querer seguir en la misma conducta, porque no aprovechar de forma positiva ese acontecimiento para formar excelentes personas, porque no unir fuerzas y hablar un mismo lenguaje para que la persona integre sus necesidades de cambio en todos los ámbitos de la cultura?
3. {POR QUÉ ENTENDER LA TOPOGRAFÍA DEL PECADO} Este enunciado nace de la necesidad de dar respuestas a la pregunta formulada anteriormente, ya que al entender la topografía del pecado en la persona es un primer paso para impulsarle a comprender su significado acerca de la conducta cometida y la necesidad de cambio de acuerdo al bienestar psicológico deseado o esperado, según las particularidades del individuo.
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Julián López El pecado puede ser social, puede ser personal (aunque es tácito que lo individual conlleva a consecuentes en el ambiente) puede ser al mismo tiempo repetitivo, puede ser ocasional, el pecado puede generar un entorno potencialmente traumático de acuerdo al peso del mismo, el pecado puede ser ligero o permisivo o puede ser pesado y traumatogénico, todo es de acuerdo a los pensamientos diferenciales de cada individuo; pero tiene una particularidad que si como psicólogos se aprovecha puede ser de gran utilidad: quien habla de pecado a la vez sabe que dicha connotación tiene por sí mismo un peso enorme de cambio, de transformación, quien se acerca a un confesionario y dice “… he pecado” sabe que la palabra lo llevara por si sola a otro estado que es el estado de reflexión y posteriormente de transformación personal, según el bien ideal buscado por el sujeto; otro ejemplo es aquella persona que cansada y agotada por sus limitaciones morales se acerca a una iglesia para tener un encuentro personal con ese Dios y que desde su interior grita inmensamente su necesidad de cambio, que ha pecado pero que se compromete con ese bien ideal tan anhelado.
4. {EL PECADO COMO SOCIAL Y PERSONAL} Ahora bien, dentro de las topografía del pecado esta si es social o personal. Para soportar la idea de que cualquier acto que vaya en contra de la moral también ocasiona estados psicológicos no deseados es necesario subrayar en este tema, ya que cualquier consecuencia del pecado social o personal transformara fuertemente en los escenarios culturales del mismo ser humano.
pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás. En este orden de ideas se va generando una cadena de comportamientos inadecuados, alejándose el ser humano del bien ideal y de su bienestar ideal: este acto contribuye a que la misma sociedad pierda su estabilidad emocional y al mismo tiempo su cordura, creándose mitos que confunden intensamente la libertad dada y el libertinaje vivido, justificando como “normalidad” todo aquello de lo cual alguna vez salió de las manos y que dejo crecer como una bola de nieve.
5. {LA REPETICIÓN CONSTANTE DEL PECADO: INICIO DEL TRANSTORNO} Según el DSM-IV, trastorno es: Una clasificación categorial no excluyente, basada en criterios con rasgos definitorios. Los autores admiten que no existe una definición que especifique adecuadamente los límites del concepto, y que se carece de una definición operacional consistente que englobe todas las posibilidades. Un trastorno es un patrón comportamental o psicológico de significación clínica que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual de una disfunción comportamental, psicológica o biológica. Al leer el concepto que da la APA operacionalmente deja un gran vacío en cuanto a la condi-
Si bien todo pecado es personal, porque es un acto de libertad de un hombre en particular, y no propiamente de un grupo o comunidad, es al mismo tiempo social: "en virtud de una solidaridad humana tan misteriosa e imperceptible como real y concreta, el
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Psicología de la cultura ción de trastorno o que puede llevar a ello. Si bien las respuestas pueden ser muy amplias y generalizadas acerca de la operacionalización del mismo, en nuestra cultura no se puede olvidar la condición de pecado y su topografía porque así como al mismo tiempo de manera positiva puede ser impulso de cambio, también puede ser de forma negativa el inicio del trastorno al presentarse una desadaptación del sujeto de su ambiente, al salirse de los parámetros morales y sociales establecidos para el bien ideal social y al mismo tiempo interfiere en esa búsqueda constante del bien ideal personal. Para hacer mas entendible la idea coloco como ejemplo el violador de 50 años que vivió durante mucho tiempo a merced de todos aquellos niños inocentes que hacían caso de sus promesas y caían en sus garras, su primer encuentro de pecado fue con su victimario quien de niño lo abusó, lo violó y lo manipulo (aquí la conducta no era normalizada por el sujeto ni el cerebro se había moldeado de acuerdo a la misma). En este primer victimario el pecado es personal porque es un acto en contra de la libertad de otro individuo, pero al mismo tiempo el pecado recae en el coso social al dejar de herencia a otros este tipo de conductas y así el niño violado a quien el pecado interrumpió su proceso normal de crecimiento, se convierte en el hombre violador y en el victimario del mañana; pero, aun así en una cárcel la única opción y terapia que encontró para apoderarse de su propia vida fue su mundo espiritual, que exhorta sus malos comportamientos. Aquí se presentan las dos consecuencias del pecado: el primero, el pecado fue causante de trastornos desadaptativos de la
personalidad al hacer repetitivo el pecado y al mismo tiempo normalizar la conducta frente a la conciencia y la segunda consecuencia, fue que cuando el segundo victimario fue consciente de su condición de pecado y reflexionó sus actos en una vida espiritual, nace por primera vez la tendencia al cambio personal apoyado en el peso del campo espiritual.
{CONCLUSIÓN} El pecado es hasta cierta instancia inicio sustancial del trastorno psicológico, por tal motivo desconocer el modus operandi del pecado y su topografía sería desconocer también un estilo de terapia que podría ayudar a todos aquellos creyentes que pueden partiendo del pecado tener consecuencias de reflexión y camino acerca de su propia conducta. Que aunque la conducta normalice el sistema cerebral, esto no es suficiente para que el trastorno psicológico desaparezca en el individuo, ya que al “normalizarse” y acallar la conciencia no quiere decir que la plasticidad sea un constructo efectivo para modificar el ambiente de una manera optima y en pos de la búsqueda del bien ideal social. Y por último, la conclusión general es no olvidar el espacio que para el psicólogo se genera en el campo espiritual, no dejarle olvidar al estudiante que tan importante es conocer esta dimensión del ser humano ya que puede ser parte primordial para ayudarle al otro a encontrar su autorrealización a través de la búsqueda constante por el bien ideal tanto social como personal.
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* Fotos descargadas de Internet
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Julián López
Referencias Bibliográficas AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (1995) Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Editorial Masson. Barcelona. Nebrija A. Diccionario Español-latín. Pág. 347. Ed. Nebrija. Madrid- España. Rappaport, Roy (1998) [1955]: “IX. Naturaleza, cultura y antropología ecológica”, en: Shapiro, H: Hombre, cultura y sociedad. P. 261-292. Fondo de Cultura Económica. México. Tylor, Edward B. (1995) [1871]: “La ciencia de la cultura”. En: Kahn, J. S. (comp.): El concepto de cultura. P. 134. Anagrama. Barcelona.
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Influencia de la Educacion y la Cultura en la Vulnerabilidad Frente a los Desastres desde una ´ Perspectiva Psicologica Ángela María Giraldo García1 RESUMEN Desde la Línea de investigación en Psicología Clínica y Procesos de salud que se adelanta desde el Programa de Psicología de la Universidad de Manizales, esta investigación tiene en cuenta la educación y la cultura como aspectos propicios para abordar el tema de vulnerabilidad; se reconoce además su complejidad y la necesidad de encontrar estrategias que permitan por medio de estos escenarios, disminuir la vulnerabilidad frente al riesgo de desastre. Se pretende plasmar una perspectiva basada en la gestión del riesgo prospectiva generadora de bienestar ante a las situaciones de riesgo en que se encuentre inmersa una comunidad.
Palabras Claves: Vulnerabilidad, Desastre, Gestión del riesgo, Educación, Cultura ABSTRAC From the line of research in clinical psychology and health processes is advanced from the Psychology Program at the University of Manila, this research takes into account the education and culture as favorable aspects to address the issue of vulnerability also recognizes its complexity and the need to find strategies for using these scenarios, reducing vulnerability to disaster risks. It is intented to capture a perspective based on prospective risk management well before generating risk situation in which a community is immersed.
Keys words: Vulnerability, Disaster, Risk management, Education, Culture.
La vulnerabilidad frente a los desastres, tomado
desde un enfoque psicológico cognitivo, intenta plasmar un panorama que permita explorar di-
versos aspectos incluidos dentro de los procesos de vulnerabilidad, teniendo como referencia conceptos teóricos que han sido investigados a lo largo de la historia y que hoy se muestran con
1 Ángela María Giraldo García. Egresado del programa de psicología de la Universidad de Manizales. (2011). Correo electrónico: angela_m_giraldo@hotmail.com
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Ángela María Giraldo el objetivo de fomentar una perspectiva desde la Psicología. De esta manera se crea un espacio preciso para intervenir frente a los desastres desde la generación de alternativas a partir de la cultura y la educación, que permitan disminuir la vulnerabilidad frente a los desastres. Para esta época se han obtenido algunos avances respecto al tema, pero se hace necesario continuar con esta tarea que pone de manifiesto la necesidad de reconocer las prácticas y vivencias que llevan a los individuos a ser vulnerables frente a muchas situaciones; para identificar y promover de este modo el cambio de acciones inapropiadas de las personas en los diferentes contextos, y potenciar aquellas que sean adecuadas. En este sentido, la Psicología abre escenarios educativos que permiten encontrar bases esenciales para reconocer esta temática, “pues bien, la psicología no se limita a un consultorio, a una empresa o institución y podría considerarse deber ético de cualquier psicólogo, sin importar cual sea el área en la que trabaja, el prestar atención en emergencias y desastres, y por ende prepararse para dicho trabajo, pues en su propio entorno laboral y comunitario puede encontrarse con personas que se hayan visto envueltas en dichas situaciones” (Gómez 2011). La idea general se fundamenta propiamente en la categoría de vulnerabilidad (entendida como la incapacidad de respuesta que tiene una comunidad frente a un evento de desastre por fenómeno natural o social) debido a que como parte de las causas primordiales en los desastres, ésta se muestra como un foco primario. En este sentido, se crea una coherencia con la Línea de investigación de promoción, prevención y redes en salud; que plantea esta temática como una necesidad local de ampliar el panorama de la vulnerabilidad, para mostrar y hacer énfasis en algunas causas que hasta ahora no se han tomado en cuenta en su investigación. Adicional a esto, se profundiza en otras categorías para situarse teóricamente en la Gestión del Riesgo, que propone tres momentos de actuación: a) prospectiva, b) reactiva y c) correctiva. Este ensayo hace énfasis en la actuación prospectiva debido a que brinda herramientas que aportan la educación, y que favorecen la visión
a futuro y la adquisición de estrategias de comportamiento preventivas en el ser humano, sin olvidar el fortalecimiento de las ya existentes. De acuerdo con las consideraciones que se han venido realizando, se hace necesario, en primera instancia, retomar un poco la historia: “El siglo XX fue testigo de numerosas catástrofes en América Latina, entre las cuales se pueden mencionar los sismos de 1960 en Chile, en 1985 en la ciudad de México, y en 1985 la del Nevado del Ruiz”. (Lugo.J. 2002. p.16) Estos acontecimientos representaron numerosas pérdidas materiales y un sinnúmero de víctimas, lo que ha llevado a cuestionar, hoy por hoy, las investigaciones y las entidades encargadas de gestionar el riesgo. Resultado de esto es la evidencia del alto nivel de vulnerabilidad presente en las comunidades, lo que apenas es un primer paso en este tema; sin desconocer que a partir de ello es que se ha dado inicio al recorrido que hay por hacer desde las diferentes disciplinas, y en este caso desde la psicología. En esta misma dirección no se puede ser ajeno a que “las condiciones topográficas geológicas y climáticas del continente americano favorecen todos los fenómenos naturales y peligrosos” (Lugo.J. 2002. P.12.) Lo que presenta grandes dificultades a la hora de intervenir en los diferentes aspectos que entraman a una comunidad cuando se tiene en frente un riego como éste; sin embargo al reconocer un poco ya la problemática aún han sido muy pocas las medidas que se han tomado para mitigar e intervenir, pues se siguen presentando variadas situaciones que ponen en riesgo la integridad física, económica, social y mental de las personas. A pesar de lo que ha pasado, todavía no se manifiestan de manera eficaz las entidades gubernamentales encargadas de gestionar el riesgo, lo que implica que las personas continúen desprevenidas, mostrándose ajenas a una condición tan latente como la creación del riesgo de desastre. Anclando la idea de gestión del riesgo y relacionándola con la intención que se tiene desde la psicología, Sierra afirma en su texto: “la Psicología de la Salud es un modelo biopsicosocial, donde no solo se tienen en cuenta factores físicos, sino también factores psicológicos (conductas, emociones, pensamientos, estilo de vida, estrés)
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Educación y cultura en desastres y factores sociales (relaciones familiares, apoyo social, influencias culturales)” (Sierra 2011) Esto indica que los fundamentos de la sicología de la salud están direccionados a que cada vez haya mejores formas de responder ante situaciones de estrés, y sobre todo, a reducir la vulnerabilidad en los diferentes ámbitos del ser humano. De acuerdo con lo expuesto hasta ahora y retomando el concepto de vulnerabilidad, se puede referir a Wilches quien la define como: “La incapacidad de una comunidad para “absorber” mediante el autoajuste, los efectos de un determinado cambio en su ambiente, o sea su “inflexibilidad”, o incapacidad para adaptarse a ese cambio, que para la comunidad constituye, por las razones expuestas un riesgo. La vulnerabilidad determina la intensidad de los daños que produzca la ocurrencia efectiva del riesgo sobre la comunidad” (Wilches.1993, pág. 9) Esta dificultad sería entonces, la incapacidad de reacción cuando un evento como tal sucede, es decir, la proporción de vulnerabilidad es de mayor o menor magnitud de acuerdo con la capacidad de reacción que tenga la población para enfrentarse a la ocurrencia de dicho evento. Por otro lado la vulnerabilidad no se limita a lo físico, sino que además afecta diferentes aspectos como el político, social, económico, ecológico, educativo y cultural (Wilches. 1993), pues cada uno muestra situaciones que limitan a una comunidad para poder actuar frente a un fenómeno natural o social; es decir, la vulnerabilidad se relaciona con la predisposición al daño presente en una comunidad desde uno o todos los aspectos. En este sentido, y de acuerdo con lo que se entiende por vulnerabilidad, se hace necesario definir los desastres; para lo cual Wilches cita a la ONAE (Oficina Nacional de Atención de Emergencias) refiriéndose a estos como un “evento identificable en el tiempo y el espacio, en el cual una comunidad ve afectado su funcionamiento normal, con pérdidas de vidas y daños de magnitud en sus propiedades y servicios, que impiden el cumplimiento de las actividades esenciales y normales de la sociedad”. (Wilches 1993 p. 14)
Cuando una comunidad se ve expuesta a un desastre su funcionamiento cambia de manera súbita, debido a que los desastres modifican las actividades que se venían realizando y dan un giro total a la visión que se tenía de las cosas. Es un momento donde se ve afectada la integridad de las personas de diversas maneras y en la mayoría de los casos, las personas afectadas se demoran un tiempo en volver a retomar su vida y continuar con ella; por tal motivo es importante reconocer el papel que juega la psicología, debido a que hay alteraciones en las condiciones de los individuos, no solo físicas y materiales, sino psicológicas; y es aquí donde el profesional de la salud mental ejecuta su intervención de manera directa. En efecto, “los desastres son eminentemente humanos y sociales y, en consecuencia, debemos despojarlos del calificativo “naturales” que genera la sensación de que el mundo “es así” y no podemos hacer nada para evitarlo”. (Wilches 1993 p. 11) Justamente es como se ha venido manejando por la comunidad el tema de los desastres, pues nuestra cultura y educación se refuerzan estas creencias que son cada vez más difundidas; y es en este punto donde el riesgo es cada vez más latente y la vulnerabilidad se hace cada vez más evidente. Estos estilos de pensamiento son los que generan resistencia a la posibilidad de ofrecer opciones y encontrar, dentro de los contextos, prácticas saludables que sean forjadoras del bienestar de las personas; por ejemplo, espacios educativos . De esta manera se puntualiza la definición de un desastre y sus causas, haciendo alusión a que, por cultura, siempre se ha visto al hombre ajeno a este tipo de sucesos. En la actualidad es necesario hacer claridad frente al tema, mostrando e identificando que el riesgo de un desastre está dado por dos razones: la primera, son “los procesos intrínsecos de transformación de la naturaleza (como las erupciones volcánicas, los terremotos y los huracanes) y la segunda, la actividad humana (como la construcción de presas, el aprovechamiento de la energía nuclear, la utilización de tecnologías obsoletas o contaminantes y el uso inadecuado de los recursos del medio)” (Wilches. 1993 P.11). Frente a esta idea, se debe tener claro que los eventos de la naturaleza surgen en cualquier momento, estos tienen su proceso natural lo que es inevitable;
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Ángela María Giraldo lo evitable es la forma inadecuada del ser humano interactuar con la naturaleza. El ser humano, por satisfacer necesidades de alguna índole, es capaz de atentar contra su propia integridad, argumentando causales como la imposibilidad de acceder a otros medios o no tener otros mecanismos que le ayuden a contrarrestar la situación. Este comportamiento lo lleva a ponerse en riesgo y de igual manera poner en dificultades a una comunidad; olvidando las consecuencias que puede acarrear el tomar decisiones sin ser consciente del riesgo, reflejando de inmediato la poca prospección en los procesos de satisfacción de necesidades. “Las primeras reflexiones sobre el tema de vulnerabilidad frente a los desastres fueron dirigidas hacia el conocimiento del fenómeno mismo excluyendo la relación con el ambiente humano” (Audefroy. J.2007. p. 8) y es en derivación a ello, que no cabe duda de que el hombre es quien hace que realmente el riesgo exista. Si ya se han encontrado factores que ponen de manifiesto que es él en gran medida responsable de ser víctima de un desastre, aleja en gran parte al fenómeno natural de su responsabilidad, y en esas circunstancias, “muchos fenómenos naturales no llegarían a ser desastres, o en todo caso ocasionarían menos daños”. (Lugo 2002 p. 148) si se tomaran las medidas preventivas del caso. Ahora bien, las dificultades económicas “obligan” a las personas a habitar zonas en las que tarde o temprano su vida se ve en peligro. “No se puede negar la responsabilidad de los dirigentes políticos” (Chardon. A 2002 p.59) es decir, las entidades gubernamentales no proporcionan los suficientes recursos para evitar que las comunidades lleguen a estos lugares; además, el recurso que se invierte en educación frente al tema de desastres es muy poco y todavía no se está preparado para tomar decisiones que eviten poner en riesgo la vida y las condiciones psicosociales de los individuos, que logren mitigar la vulnerabilidad en un alto
grado. En efecto, al reconocer estas falencias, se evidencia la necesidad gubernamental de promover programas que asuman un papel trascendental en la identificación de los riesgos, y así mismo proporcionar opciones de mejoramiento a los individuos que se encuentren en condiciones de peligro. Teniendo en cuenta el planteamiento anterior, la condición de riesgo no es unidimensional, esto quiere decir que el “riesgo constituye un subconjunto del riesgo global o total y, considerando las interrelaciones entre sus múltiples partes, tendrá estrechas relaciones con las facetas con que se describe el riesgo global, tales como el riesgo financiero, el riesgo de salud, el riesgo tecnológico, etc.” (Narváez; Lavell & Pérez, 2009, p.9); factores que aproximan a las personas al propio riesgo. Para contrarrestar esta condición es necesario explorar nuevos espacios de conocimiento y profundización que sirvan como habilitadores de una verdadera gestión del riesgo encaminada hacia la disminución de la vulnerabilidad; además es de aclarar que la vulnerabilidad no debe verse solo como factor material sino como un factor psicosocial que altera la adecuada funcionalidad del ciclo vital de las personas, porque allí está inmersa la calidad de vida, las relaciones con los demás y con el entorno cuando se está frente al riesgo.
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Educación y cultura en desastres Como lo mencionan Narváez, Lavell y Pérez en su texto “el riesgo es una condición latente que al no ser modificada o mitigada a través de la intervención humana o por medio de un cambio en las condiciones del entorno físico-ambiental, anuncia un determinado nivel de impacto social y económico hacia el futuro”. (Narváez; Lavell & Pérez, 2009, p.9). Explícitamente es lo que hay que aprender a reconocer, identificar y manejar cuando hay dificultades en un contexto donde las condiciones no son las más adecuadas. El propósito es ser cada vez menos vulnerables y encontrar estrategias de afrontamiento que contrarresten la situación, es decir, tener una visión prospectiva dirigida hacia el bienestar de las próximas generaciones. En este punto incursiona el concepto de la gestión del riesgo, que se presenta como “un proceso social cuyo fin último es la previsión, la reducción y el control permanente de los factores de riesgo de desastre en la sociedad, en consonancia con, e integrada al logro de pautas de desarrollo humano, económico, ambiental y territorial, sostenibles.” (Narváez; Lavell; & Pérez 2009, p. 33) La gestión del riesgo se constituye entonces como un factor primordial en el desarrollo humano, que involucra varios aspectos integradores para la reducción de las condiciones de riesgo. Esta propuesta está orientada a ampliar las posibilidades del desarrollo personal y social, sustentado en la gestión del riesgo y asociado a aspectos psicológicos enmarcados en el abordaje de las cuestiones sociales, debido a que involucran directamente a los individuos y las reacciones que tienen en situaciones de riesgo y vulnerabilidad, teniendo en cuenta los pensamientos, sentimientos y emociones de cada uno. Para lograrlo, no se puede omitir el rol del gobier-
no; quien a pesar de estar atrasado en el proceso, invita a que desde las distintas disciplinas se empiecen a plasmar estrategias y propuestas generadoras de bienestar y desarrollo. De esta manera logran formar nuevas comunidades con una visión preventiva, integradas a la psicología en la proposición de nuevas formas de pensamiento y con tácticas educativas que permitan una adecuada interacción con el ambiente. No obstante, aunque las entidades gubernamentales trabajan en los temas relacionados al riesgo, ya que como cita uno de sus objetivos: “definir las responsabilidades del estado en las etapas de atención, rehabilitación y reconstrucción ante los desastres” (ACCI 2005.p.61 (Agencia Colombiana de Cooperación Internacional)) se puede apreciar que la lectura de la realidad por parte de dichos estamentos se encuentra situada en teorías obsoletas, que se refieren a la “administración de desastres” vista a partir del después, cuando ha sucedido el desastre. Esta visión resulta contraproducente si lo que se busca es generar una mejor calidad de vida y desarrollo humano; en este sentido, la gestión del riesgo expone la forma de prevenir los desastres bajo el argumento de que es inoficioso invertir en reconstruir sabiendo que eso genera más dificultad, la sociedad cada vez se verá más afectada y el desarrollo se verá obstaculizado. Haciendo más claridad en la discusión, las pérdidas materiales, financieras y humanas serán mayores si no se realizan intervenciones de tipo preventivo, sabiendo que el reinvertir por estas causas aleja a las personas de tener oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida. Por ejemplo, si hablamos solamente de reconstruir nuevas viviendas para las personas afectadas y medianamente resolver su situación a corto plazo; en este caso, el tema de la educación queda
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Ángela María Giraldo aislado, porque la prioridad es netamente asistencialista. La inversión para la educación se muestra cada vez más escasa y precaria, y así sucesivamente con los aspectos como el de la salud mental que no ha tenido espacio en los procesos de gestión que los entes gubernamentales han procurado hasta el momento. Encadenando los diversos conceptos se retoman la cultura y la educación como factores primordiales para la Gestión del Riesgo, debido a que están inmersos el uno en el otro. Para ello se hace necesario definirlos y mostrarlos con una imagen fundamental y representativa, con la influencia que tienen en el comportamiento humano, incluyendo éste, tanto las prácticas adecuadas y preventivas como aquellas que nos llevan a estar en riesgo y a ser vulnerables. Por tanto para hablar de educación se debe saber que todo aquello que aprendemos está dado por un “proceso cognitivo que se deriva del verbo conocer, cuya acción sobre los estímulos sensoriales hacen que el hombre antes de responder, seleccione, organice, sintetice, almacene y recupere información para dar una respuesta adecuada en cualquier situación” (Gutiérrez, M.2004.p.25) Es así como las personas adquieren conocimiento sobre cualquier aspecto y esto corresponde al concepto que se quiere identificar y fomentar; cabe decir en este caso que antes de emitir una acción, primero la información pasa por un proceso mental al que posteriormente se le da una respuesta. Esta definición quiere dar a conocer cómo las personas adquieren aprendizajes y actúan de acuerdo a una situación o tal vez en respuesta a una serie de asuntos que se dan en el ambiente. Anclada esta idea al proceso social y cognitivo antes expuesto se hace preciso mencionar que: “El lenguaje es un instrumento cognitivo, fuente de pensamiento y regulador de la conducta” (Gutiérrez, M.2004 p.40) en cuanto a que lo que se transmite a través del lenguaje genera parte del aprendizaje que adquirimos cada día, porque siendo un instrumento de socialización también es un forjador de conductas y pensamientos que se van adaptando en una cultura capaz de
“establecer la interrelación- desarrollo cognición educación- como posibilidad de cambio cultural y educativo” (Gutiérrez, M.2004 p.11) facilitador de prácticas favorables en los individuos como estrategia de relación con el entorno. A la par Gutiérrez, cita en su texto a Carneiro diciendo que lo anterior es con el fin de”asegurar desarrollo personal en busca de significados, desarrollo social, cultural y comunitario, para cultivar la ciudadanía y pertenencia a la comunidad” Gutiérrez, M (2004 p.11), es crucial entonces tener la educación como entidad capaz de romper con condiciones que netamente parecen no tener salida. No obstante se puede decir que el hombre es capaz de modificar sus pensamientos y adquirir conocimientos de acuerdo con lo que sucede en su medio, justamente la educación le permite tomar conciencia de las acciones que puede ejecutar o no, teniendo como referencia que hay posibilidad de cambiar algunas situaciones que atentan contra su bienestar y el de los otros, porque desde la psicología cognitiva se puede apreciar que los aprendizajes llegan a ser significativos en la medida que el sujeto analice las experiencias previas y las que actualmente adquiere, ya que desde allí, se establecen ideas mejor estructuradas y funcionales de acuerdo con las necesidades y prioridades que finalmente el sujeto internaliza. Por su parte Baquero cita a Vygostky refiriendo “el lenguaje es ante todo un medio de comunicación social, un medio de expresión y de comprensión” (Baquero 1999 p. 67) que va desde lo cognitivo hasta lo emocional, en tanto que el lenguaje anclado a una serie de pensamientos, sentimientos y emociones presentes en un desastre provoca que las personas puedan movilizarse a cambiar y encontrar estrategias más asertivas en su cotidianidad. En la misma trayectoria Martínez cita a Garner diciendo entonces que “el sujeto selecciona y construye en la percepción, y en el recuerdo reconstruye todo a partir de los detalles” (Martínez 1987, p.29) manifestando que la capacidad del sujeto para recordar le permite adquirir un aprendizaje previo, lo que contribuye a no repetir las acciones propias y de otros, e identificar el peligro que hay cuando evoca las consecuen-
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Educación y cultura en desastres cias que tendría al emitir una posible conducta; es decir, que sabe qué puede llegar a suceder si no toma una decisión correcta y cuáles serían las efectos. Reconociendo estas percepciones, es importante tomar a la educación como aspecto primordial que permite cambiar actitudes por medio del aprendizaje porque el “aprender consiste en modificar estructuras cognoscitivas y agregar significados a las ya existentes,” (Martínez, M 2004 p.30) debido a que cuando se adquieren aprendizajes con un alto valor significativo como se mencionó anteriormente las personas buscan alternativas que las alejen de determinados riesgos, lo que podrá ayudar a que la vulnerabilidad se reduzca en fuertes dimensiones. Al identificar esto, es posible generar cambios a nivel de pensamiento y conducta, logrando impulsar procesos psicoeducativos que permitan generar nuevas formas de actuación por medio del cambio de las estructuras de pensamiento que van en contra de la seguridad de los individuos. Conjuntamente con la idea anterior se puede tener presente que “los filtros perceptivos del individuo, las visiones de uno mismo, de los demás y del mundo” (Beck 1979 p. 5) son una base fundamental para tener en cuenta en el encadenamiento de la situación desde los procesos psicológicos, resaltando que se necesita saber qué perciben las personas de sí mismas, de los otros y del mundo. Esta es una parte primordial para llevar a cabo cualquier proceso que se requiera con un individuo o con una comunidad, contando con que es un factor que da la pauta para saber cómo intervenir en una situación dada desde la psicología. Así mismo, la toma de conciencia permite a los sujetos realizar medidas y estrategias preventivas, para la disminución de la vulnerabilidad frente al riesgo, porque surge de allí una nueva perspectiva de ver la vida y las condiciones en las que se está, y en las cuales puede encontrarse con otros aprendizajes de acuerdo con su conducta actual, implementando cambios positivos unidos a las dinámicas del medio. En proporción a ello “el aprendizaje despierta una serie de procesos evolutivos internos capaces de
operar sólo cuando las personas están en interacción con su entorno o en cooperación con algún semejante” (Baquero R. 1999.p.38), no solo se dan de manera individual sino que el entorno es altamente representativo y primordial, lo que da cabida a indicar que mucho de lo que hacen los otros finalmente termina por ser imitado, asociado al “aprendizaje vicario” tenido en cuenta por (Bandura,1961) He ahí la representación que se da de las prácticas dentro de la cultura que son directamente ancladas, en este caso al riesgo. Como ya se ha mostrado, Colombia hace parte de un continente propenso a diversos fenómenos naturales que pueden ocasionar desastres humanos, esto articulado a la percepción del riesgo es un campo poco relevante para la comunidad y las prácticas aún son bastante dañinas. En esta línea teórica ha sido necesario conocer la historia, puesto que con base en ella se han generado aprendizajes, pero es de gran importancia reiterar que la educación en estos temas es básica. Si se habla de desarrollo, los desastres lo evitan, pero si se logran disminuir los riesgos ya existentes y actuar de forma prospectiva evitando la creación de nuevos riesgos, esto contribuirá a que los individuos puedan reducir en gran medida las condiciones que los convierten en seres vulnerables. Cuando las personas están cada vez más convencidas que los desastres son algo que a ellos no les corresponde porque se sale de sus manos, debido a que son llamados culturalmente “naturales” se pone de manifiesto el riesgo, y es allí donde se presenta la necesidad de abrir nuevos espacios de enseñanza y aprendizaje en estos temas, que ayuden a que los sujetos eviten estar en situaciones donde exista el riesgo. Con respecto a la idea de Deival que afirma que es: “la educación uno de los pilares de supervivencia de la especie” (Deival. J 2006 p.19) puede concluir que el educar muestra nuevas formas de percibir la realidad de una comunidad, y el actuar frente al riesgo de manera preventiva disminuye la vulnerabilidad de un fenómeno de desastre; esto hace posible ir avanzando en el tema. Desde cualquier espacio y a cualquier edad es preciso mostrar y enseñar nuevas ideas de ir en la vida, habitar sitios en riesgo es algo que se pretende
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Ángela María Giraldo mitigar por medio de la enseñanza y el aprendizaje, porque si las personas, a pesar de sus creencias y culturas adquieren nuevas formas de ver la realidad, ya que en su pensamiento se genera un cambio, entonces es posible encontrar adecuadas alternativas para vivir, al reconocer cada vez más lo que es el riesgo y lo que genera vulnerabilidad. Ligado a la educación se encuentra la cultura que “es el conjunto de todas la acumulaciones realizadas por los humanos que determinan la forma de la sociedad. Conocimientos, tipos de relación social, el proceso de reproducción, las formas
de organización política, las guerras, los ritos, la religión, las creencias compartidas” (Deival. J 2006. p. 20) Se reconocen de este modo las características de una cultura envuelta en la educación, porque educar es crear una cultura y es en este punto en donde radica la necesidad, para reformarla y darle un nuevo horizonte respecto al tema de los desastres reconociendo igualmente que los cambios son dispendiosos y generan resistencia. Es aquí donde la psicología apunta en la actualidad. Por este motivo “el proceso de transmisión de conocimientos, normas, valores, ritos, conductas, tradiciones es lo que se denomina educación, que se constituye una parte importante de la actividad social” (Deival. J 2006 p.21), instituyéndose como fuente de formación que brinda al
mismo tiempo la posibilidad de conocer el medio y las condiciones en que se encuentra una sociedad; abriendo la posibilidad de indagar acerca de lo que hay en cada contexto, cuáles son las divergencias y qué de adecuado e inadecuado hay en cada comunidad; teniendo en cuenta que solo la misma comunidad tiene el derecho y el conocimiento para tomar decisiones frente a los cambios que necesita llevar a cabo. En este caso, el papel del profesional es acompañar dicho proceso y no está de más, decir e indicar la magnitud que tiene este proceso educativo, sabiendo de igual modo que educar involucra a la familia, la comunidad y un contexto que necesita ser mo-
dificado. Desde la psicología el objetivo claro dentro de este proceso es contribuir con la salud mental, tomando como entes primarios la educación y la cultura como generadores de bienestar y desarrollo para el presente y el futuro de las personas de manera integral. Poniendo en relación lo anterior “el conocimiento sobre la realidad es uno de los factores que más han contribuido al éxito del hombre como especie animal, ya que permite anticipar lo que va a suceder y a partir de ahí, controlar el curso de las cosas y actuar sobre ellas de una manera eficaz” (Deival. J 2006 p. 21) Si el hombre tiene la capacidad de anticiparse a algunos hechos se podría plantear la pregunta: ¿por qué aún sigue prendido a una serie de pensamientos y creencias que ponen en peligro su vida? La respuesta
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Educación y cultura en desastres está dada por una serie de condiciones educativas de la cultura que impactan la construcción de realidad individual y colectiva, porque se naturaliza el riesgo convirtiéndolo en un hecho poco relevante, pues simplemente los individuos reciben información que los encamina a realizar cierto tipo de prácticas e imitar acciones en determinados lugares que la cultura, la educación y las diversas condiciones vivenciales han legitimado. Sin lugar a dudas cuando se dice que el hombre por medio del “conocimiento, está ligado al peculiar desarrollo de los humanos, es el arma principal de la que dispone el hombre para controlar la naturaleza y sobrevivir” (Deival. J .2006 p. 21) En este sentido suena irónico que si el ser humano por medio del conocimiento es capaz de llegar a controlar varios aspectos de su vida, le sea tan difícil identificar un peligro tan latente como son
los desastres, es difícil generar cambios en las prácticas culturales que se han tejido en torno a la gestión del riesgo en cada contexto; sin embargo la psicología como disciplina intenta encontrar alternativas educativas que se vayan culturizando, para evitar que las personas sean vulnerables a los fenómenos naturales. En este orden de ideas y asido al bagaje educativo, cultural y social presentado en el escrito Gómez menciona que “la cognición social es un proceso de aprendizaje” (Gómez 2011) y cita a Rublu y otros mencionados en un documento realizado por Enesco, mostrando “A la luz del modelo clá-
sico E(estimulo) O(organismo) – R(respuesta), la cognición social podía representarse en O, como los procesos y estructuras que median entre la situación social y la conducta social del individuo (Rublu y otros 1983)” (Enesco p. 1), dado que para el hombre al estar expuesto a un contexto le resulta fácil adquirir una serie de conductas, lo que provoca de inmediato un aprendizaje, favorable o desfavorable para su seguridad. Es decir, hay estímulos externos que al interactuar con el organismo lo llevan a desplegar una serie de conductas; teniendo en cuenta que dicho organismo está influenciado por experiencias y aprendizajes previos. Por consiguiente, el tema de cultura relacionado con los procesos educativos de aprendizaje se identificará y definirá en relación con los conceptos teóricos plasmados de acuerdo con la propuesta planteada en el título de este escrito, afirmando que el “hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, a lo que se considera que la cultura no es una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones”. (Geertz, C. 1973. 1986 p.1). Aquí de inmediato se observa, que el ser humano a medida que se expone al medio identifica y construye una serie de signos y símbolos que lo llevan a tratar de encontrar significados frente a lo que hace y hacen los otros, lo que se va legitimando con el paso del tiempo y se convierte finalmente en una cultura. Y ¿Qué es entonces cultura? Para responder a esta pregunta Botero cita a Geertz diciendo: “La cultura es un sistema ordenado de significado y símbolos en cuyos términos los individuos definen su mundo, expresan sus sentimientos y emiten sus juicios; un patrón de significados
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Ángela María Giraldo transmitidos históricamente y materializados en formas simbólicas, mediante las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento sobre la vida y sus actitudes hacia ella; una serie de dispositivos simbólicos para controlar la conducta” (Geertz, C 1.989). Sobre la base de esta definición, se reconoce entonces que cada cultura crea sus propias costumbres, valores y creencias pero también es cierto que en medio de esas construcciones se generan varios riesgos que no son vistos por muchos; esta discusión sería demasiado profunda, pero se pretende mostrar que en medio de todas esas vivencias se crean dificultades para cambiar los esquemas de pensamiento preexistentes en la personas. Es crucial entonces, implementar una nueva cultura acerca de la percepción del riesgo de desastres que se presentan en el medio. Manteniendo la discusión acerca de la cultura, Botero retoma a Kuper 2001 exponiendo que esta “se refiere tanto a la invención como a la preservación, a la discontinuidad como a la continuidad, a la novedad como a la tradición, a la rutina como a la ruptura de modelos, al seguimiento de las normas como a su superación, a lo único como a lo corriente, al cambio como a la monotonía de la reproducción, a lo inesperado como a lo predecible”. (Botero. R. 2010) Es la oportunidad de romper los paradigmas de las culturas frente al los temas de desastre, para generar el cambio en los pensamientos y las prácticas que están siendo dañinas, logrando ser modificadas y que generen nuevas representaciones del medio. Las culturas hacen parte de la subjetividad y es realmente valedero, solo que hay dificultad en encontrar razones argumentativas que vayan más allá de lo que se piensa; el ser capaces de racionalizar permite de estructurar nuevas formas de interpretar la realidad, con el conocimiento de que al modificar aspectos culturales se facilita la prevención y la gestión del riesgo. Cuando se implementan prácticas preventivas, se reduce la vulnerabilidad; y si la cultura está en constante cambio equivale a la posibilidad de cambiar las prácticas que irrumpen en un determinado momento de la vida como “instrumento de renovación de la vida social e individual” (Nicola 1996, citado por Botero 2010).
En relación con la posibilidad de este cambio en la cultura, Botero cita a Kuper. A 2001 haciendo alusión a que “La cultura es la herencia social, es la manera que los seres humanos solucionan problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común. Es un complejo de ideas, o los hábitos aprendidos, que inhiben impulsos y distinguen a la gente de los demás” (Botero 2010). En esta instancia, no solo se ve reflejada la conducta en el proceso de adaptación continuo del ser humano, sino también la imitación de conductas y de igual forma el reforzamiento de ellas con el trascurrir de los tiempos; si bien ya se han visto los orígenes de estas acciones y lo que también genera cultura, es evidente que las personas fácilmente se adaptan al ambiente. No estando muy lejos cuando sucede algún desastre, después de un determinado tiempo las comunidades se adaptan de nuevo a las condiciones que van obteniendo, mostrando así una nueva variación de la cultura; es aquí donde se pone de manifiesto que no es imposible abordar nuevos mecanismos que sirvan para la modificación de las conductas que previenen el riesgo al que se exponen, cuando continúan de manera masiva, habitando lugares y creyendo simplemente que las cosas suceden porque sí, y no hay forma de cambiarlas. En esta misma construcción se puede observar cómo funciona una comunidad; también se muestran las condiciones que hacen parte de la vida de las personas, por eso hablar de la modificación de las prácticas no es fácil. Sin embargo ayudar a prevenir el riesgo es una tarea que debe continuar aunque educar en los temas de riesgo frente a los desastres tome mucho tiempo, la evolución del medio sea cada vez más acelerada y los riesgos de las personas aumenten severamente. Cuando una comunidad está expuesta a algún tipo de riego de desastre la vida de las personas que la habitan se pone en peligro de muchas formas, y si desde la psicología no se hacen intervenciones que permitan movilizar a las personas, las consecuencias serán cada vez peores. No solo habrá riesgos físicos y materiales, sino también emocionales que no facilitan la evolución de una sociedad que dificultarían la intervención a pesar de que la propia comunidad espera por ello.
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Educación y cultura en desastres Es radicalmente importante saber porqué la gente hace lo que hace, de dónde vienen esta serie de acciones que dejan mucho que pensar y entenderlas desde este recorrido histórico y teórico, para que más que juzgar la labor será la de presentar que la cultura como constructora y a la vez destructora si no se toman en cuenta los aspectos que llevan a las personas a estar en riesgo y a ser cada vez más vulnerables. Finalmente lo que presenta la psicología es la necesidad de intervenir en el tema de los desastres desde el aspecto preventivo y la salud mental, ya se ha mencionado que es prioritario abordar este tema teniendo en cuenta los pensamientos, sentimientos y emociones de las personas, por tanto la idea de buscar y encontrar alternativas que permitan cambiar las concepciones y los pensamientos que se tiene frente a los desastres debe ser asumido de acuerdo con la percepción de la realidad que tienen los individuos de esta temática. La tarea desde la psicología y desde el enfoque cognitivo es ayudar a que las personas hagan nuevas interpretaciones del mundo y de lo que sucede a su alrededor, sabiendo de antemano que cuando se logra tener un principio de realidad frente a algún acontecimiento las condiciones cambian radicalmente. En este sentido se pueden encontrar nuevos significados y sentidos de vida frente a las cosas, logrando obtener consecuencias positivas y minimizando las consecuencias negativas de algún suceso, con la posibilidad de transformar y adquirir nuevas ideas frente a lo que anteriormente se pensaba; bien lo dice Beck: “nuestra habilidad para procesar información y para formar representaciones mentales de uno y de su entorno es central para la adaptación y la supervivencia del ser humano”. (Beck A. 1997, p.120) lo que le posibilita permanecer y continuar en este proceso evolutivo del medio y de la especie que se ve obstruido en muchos casos por las acciones realizadas por el mismo hombre en un determinado momento.
De acuerdo con lo anterior en importante tener en cuenta que para intervenir un individuo o una comunidad se deben que tener claras sus creencias, sus motivaciones y los deseos que tiene para su vida, reconociendo su historia, su visión hacia el presente y hacia el futuro; porque de nada vale hacer intervenciones sin fijarse primero en la dificultad de las personas. Sin más, es primordial “posicionarse en los zapatos del otro” y tratar de comprender al máximo su realidad, haciendo claridad que desde este enfoque, no sólo se tiene en cuenta la carencia sino en el potencial que tienen las personas, colocando principalmente la capacidad que tienen para ajustarse y encontrar alternativas de continuar con sus proyectos de vida a pesar de la adversidad. Este es un proceso de acompañamiento que se interesa en que los sujetos entiendan el mundo en el que habitan y realicen nuevas concepciones acerca de su realidad, debido a que el reconocer historias previas le facilita prever lo que puede suceder en un determinado momento y disminuir en un alto porcentaje la dificultad para afrontar una situación adversa; encontrándose allí con una perspectiva diferente ya que ha logrado reconocer con anterioridad lo que posiblemente podría pasar. La nueva interpretación de la situación le facilitará bienestar propio y colectivo, teniendo la posibilidad de adquirir habilidades de adaptación al medio y por ende lograr dar resolución a sus problemas. Es por eso, que se deben abrir nuevos espacios educativos y comunicativos que permitan promover prácticas preventivas que le apuesten a la salud mental, proporcionándoles a las personas posibilidades de vivir y construir nuevas historias frente a sí mismo y frente a los otros. La educación y la cultura son forjadoras de progreso y bajo esta perspectiva se busca plantar esta idea como espacio que trascienda y pueda cambiar la idea de muchos frente a lo que hay a su alrededor y lo vital de su debida implementación.
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Ángela María Giraldo
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テ]gela Marテュa Giraldo
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POSTURAS COGNITIVOCOMPORTAMENTALES´ Y CONSTRUCCIONISTAS: ANALISIS DIFERENCIAL DE LAS CONDUCTAS CONSUMISTAS CONTEMPORANEAS Jonny Esteiman Serna Nuñez1 RESUMEN En el proceso de desarrollo de la sociedad actual, se han configurado una serie de comportamientos consumistas, los cuales se han enfocado en el materialismo, una de las consecuencias de este proceso ha sido el incremento de la creación de productos de consumo, específicamente de las TICS (tecnologías de la informática y la comunicación) creando no sólo ideas consumistas sino también configurando emociones bajo una constante de “entre más tengo más feliz soy”. Es acá donde la psicología empieza a tener un papel protagónico, ya que la misma necesidad de consumir desmedidamente crea patrones identitarios disfuncionales. En el presente escrito se tratará de dar una visión un poco más específica desde la psicología frente a la aparición de un consumo irracional, denominado por algunos teóricos “consumismo”, así como la relación directa que tiene con el proceso cultural y social. Además, la estructura de esta relación, se pretende analizar a través de teorías cuyo enfoque son precisamente las construcciones sociales. Para la realización de este ensayo se partido de dos objetivos básicos, los cuales nos ayudaran a comprender el consumismo a través de dos teorías psicológicas, la primera tesis de este ensayo está ligada a la idea construccionista, la cual propone que la identidad de consumo y las actitudes frente a la compra, son construidas a través de la interacción, la cultura y los imaginarios sociales; divergiendo en gran medida de los paradigmas contemporáneos (cognitivo y biológico), los cuales proponen que los hábitos de consumo se originan principalmente en los procesos internos del ser humano, es decir, en la interpretación individual que se le dan a los estímulos externos y a las experiencias personales. La segunda finalidad de este escrito es argumentar cómo la idea cognitivista tiene ciertos vacíos teóricos y prácticos a la hora de referirse al consumismo. Además tiene la finalidad de demostrar cómo las construcciones sociales son determinantes para que una persona asuma y mantenga comportamientos consumistas. El consumismo es el resultado de un largo proceso de construcción social, que remite más a la percepción que se tiene del problema, que a los datos objetivos de la realidad. Berger 1 Jonny Esteiman Serna Nuñez. Egresado del programa de psicología de la Universidad de Manizales. (2011). Correo electrónico: naco1990@hotmail.com
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Jonny Esteiman Serna y Luckmann (1997) señalan que, debido al hecho que la realidad se construye socialmente, la manera en que los individuos construyen su conocimiento se encuentra íntimamente ligada al contexto social en el que están inmersos; de allí que las realidades son para los hombres diferentes según la sociedad en la que viven.
ABSTRAC The rise of TICs in contemporary society, people set to the need to present habits focused on materialism, under constant characterized by the idea of “the more I have the happier I am” is at this point in which psychology starts to play a leading role, as the same need to consume excessively dysfunctional identity creates patterns, in the present paper will seek to give a little insight from psychology specifically against the occurrence of irrational consumption, called by some theorists “consumerism” and the direct relationship it has with the cultural and social process, the structure of this relationship is to analyze through theories focus on social constructions. The thesis of this essay is linked to the idea developed, which proposes that consumer identity and attitudes to purchase, are constructed through interaction, culture and social imagery; diverge greatly from the paradigms contemporary (cognitive and biological), which suggest that consumption habits are mostly due to internal processes of human beings, that is, individual interpretation is given to external stimuli and experiences. The purpose of this paper is to argue as the idea has some gaps cognitivist theoretical and practical when referring to consumerism and demonstrate how social constructions are crucial for a person to assume and maintain consumer behavior.
El presente ensayo de reflexión es derivado de
la experiencia generada del trabajo realizado en el proyecto de investigación realizado por el semillero de investigación en psicopatología del consumismo, titulado “CONSUMISMO DE TELECOMUNICACION Y TRASTORNOS PSICOLOGÍCOS RELACIONADOS, EN JOVENES UNIVERSITARIOS”. (Este es un semillero de investigación adscrito a la línea de psicología del consumidor del grupo de investigación GTH, del programa de psicología de la facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Manizales), tal proyecto de investigación permitió al grupo de estudiantes pertenecientes al semillero y a la docente identificar y caracterizar algunas psicopatologías relacionadas con el consumismo de las tics (celular, internet y tv), para de esta manera configurar el perfil psicológico de los sujetos que hicieron parte de la investigación. Se logró observar que existen aspectos en común sobre la historia de vida de algunos jóvenes investigados, tales como las siguientes: pertenecían a familias mono parentales o disfuncionales, estaban regularmente insatisfechos con el tiempo que pasaron con sus padres en su infancia,
Además manifestaban indicios de depresión y ansiedad en la actualidad. Por otro lado, en el proceso de revisión de antecedentes investigativos se encontraron varias publicaciones que hacían alusión a una relación muy estrecha entre psicopatologías como la depresión y la ansiedad y el comportamiento consumista. Debido a ello surgió la necesidad de reflexionar a la luz de la psicología social el proceso de desarrollo del consumo en general y como este se encuentra ligado al proceso de humanización del sujeto teniendo en cuenta que estos procesos de desarrollo humano y de consumo están mediados directamente por la cultura y la época de sentido en la cual se encuentran inmersos los sujetos, en la primera parte se realizó un recorrido histórico frente al significado que ha tenido el consumo en la sociedad occidental y la influencia que ha tenido en los procesos humanos, tomados desde una visión integral, abarcando aspectos cognitivos, emocionales, comportamentales y haciendo especial énfasis en los procesos de socialización e interacción cultural; En la segunda parte para comprender más profundamente la aparición de
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Conductas consumistas estos comportamientos consumistas, se hizo necesario conocer los conceptos básicos de consumo en relación con los procesos sociales. Se hizo necesario identificar los paradigmas contemporáneos de la psicología, con el fin de determinar los supuestos teóricos que cada uno propone y la importancia que le dan a los procesos sociales, prestando especial énfasis a la trascendencia de los imaginarios culturales y sociales y el papel que estos tienen en la adquisición de comportamientos consumistas, realizando un análisis de la teoría socio-construccionista, la cual enfatiza en los procesos de construcción de sentidos y significados a través de la interacción con el medio; paralelo a esta propuesta se generó una discusión coyuntural con los modelos cognitivocomportamentales, planteando la poca importancia que estos le dan a la necesidad que tienen los individuos de construir su realidad a través de
{CAPÍTULO I : HISTORIA DEL CONSUMO}
El desarrollo del consumo en general ha estado
ligado directamente al proceso de humanización del sujeto, este consumo siempre ha estado mediado por la cultura y la época de sentido en la cual se han encontrado inmersos los seres humanos, cada época cultural ha configurado necesidades específicas, por lo cual los hábitos de consumo se han enfocado en satisfacer dichas necesidades, de esta manera se han configurado satisfactores diferentes y se han empezado a generar significados con contenidos distintos dirigidos a un consumo no por necesidad sino por placer y gusto. Los primeros humanos, estructuraron un consumo enfocado únicamente en la satisfacción de sus necesidades, por lo cual desarrollaron las primeras herramientas de la historia (martillo de piedra, lanzas, entre otros), contemplando la posibilidad de que estas podrían ser un medio por el cual subsistir; es en esta época donde se puede observar un consumo con tendencia a satisfacer las necesidades de supervivencia, privilegiando el desarrollo del ser sobre el tener, de igual manera en este proceso de desarrollo es donde
los procesos de socialización con los demás, ya que según Núñez A. (2005) “los procesos cognitivos son los determinantes de la conducta y no el ambiente”, Haciendo referencia a que el proceso histórico de la psicología ha tenido transformaciones sustanciales a lo largo de su desarrollo, estas transformaciones le han dado un mayor grado de profundidad a la ciencia psicológica y han permitido que se desarrollen teorías mucho más funcionales en el estudio del comportamiento y de la psique humana, por lo cual es necesario aclarar que aunque se debatan las posturas cognitivas, estas son de gran importancia para la discusión psicológica y para el desarrollo que ha tenido a lo largo de los años, ya que aporta estudios enfocados en los procesos de aprendizaje, en el análisis de los procesos mentales superiores y la relación de estos con el comportamiento humano. se empiezan a configurar comportamientos con tendencia a la vinculación social e interaccional, ya que se produjo un proceso denominado “intercambio” el cual es definido como el cambio reciproco de cosas entre dos o más personas; este intercambio fue el reflejo de una necesidad de agruparse y producir artefactos que fueran útiles para otras personas y de esta manera obtener un recompensa. A lo largo del tiempo se continuaron realizando procesos de consumo, a los cuales se les empezó a atribuir un sentido no solo de intercambio y satisfacción de necesidades, sino también de consumo, por gusto y placer; existieron tres grandes revoluciones económicas y mercantiles que se asociaron indirectamente con el consumo y que determinaron en gran medida la aparición de la cultura consumista contemporánea; la primera de estas revoluciones se denominó, primera revolución industrial, la cual se dio entre finales de siglo XVIII y principios del siglo XIX, esta revolución introdujo el conocido ferrocarril el cual permitió expandir aún más los mercados y de esta manera aumentar la demanda y la oferta frente a determinados productos, (textiles, etc) esta revolución empezó a moldear las ideas y los pensamientos que tenían las personas frente al consumo, ya que creo la posibilidad de que estas tuvieran un acceso mucho más fácil a la adqui-
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Jonny Esteiman Serna sición de dichos productos; esta aparición de un consumo menos enfocado en las satisfacción de necesidades y más enfocado en la satisfacción de deseos, configuro la aparición de seres humanos con tendencias consumistas, privilegiando una especie de alienación cultural caracterizada por la movilización de las emociones generadas por la misma sociedad de consumo, si bien en esta época no se hablaba específicamente de las tics (tecnologías de la información y comunicación) si se empezó a fraguar y a ser evidente la necesidad de crear los medios que permitieran tener un mayor acceso a los productos que se ofrecían. Las necesidades humanas y culturales sufrieron una trasformación a partir del fin de esta primera revolución industrial, ya que se le atribuyo un significado diferente al mismo concepto de necesidad, haciendo referencia específica a que la cultura empezó a configurar otro tipo de necesidades, las cuales abandonaron el sentido supervivencia y se introdujo el termino de consumismo, si bien no existe un recorrido teórico frente a este concepto y solo hasta hace poco se empezó a acuñar, el comportamiento como tal ha existido durante varias décadas. En el periodo de tiempo en el cual se empezó a establecer el concepto de Consumismo también se empezó a hablar de la segunda revolución industrial la cual estuvo comprendida entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, su principal característica fue una mayor productividad, esto trajo intrínseco el aumento de la demanda lo que a su vez desencadeno en el aumento de las necesidades de adquisición, es en esta época también donde aparecieron dos grandes hitos en la historia del consumo, que tuvieron influencia directa en los aspectos perceptuales de los seres humanos, el primero de ellos fue la publicidad la cual tuvo gran impacto en los procesos emocionales y cognitivos de las personas, debido a que esta genero el imaginario de que se podría lograr cierta estabilidad adquiriendo
determinado producto; el segundo gran hito fue la moda la cual se encargó de moldear las representaciones sociales que se daban en esta época, y la idea que se tenía entre otros de belleza, aumentando de esta manera el impacto en los pensamientos y sentimientos de los sujetos. La tercera gran revolución (1944-1950) se denominó “revolución de las tecnologías de la información”, la cual se originó en una época de gran confrontación social y económica, un gran porcentaje de mercados se encontraban bloqueados debido a las consecuencias de la segunda guerra mundial, esta revolución se caracterizó por la gran variedad de productos y servicios que se empezaron a distribuir, siendo el desarrollo de las TICS (tecnologías de la informática y de la comunicación) el resultado más relevante de todo el proceso, a partir de esta creación se implementó la idea social de la adquisición de productos y servicios con significados diferentes, basados en ideas materialistas y poco reflexivas, es a partir de esta época donde se empieza a vislumbrar con mayor fuerza la adicción al consumo , el cual se empezó a conocer según Hamilton, C. “como el síntoma de una sociedad infeliz caracterizada por una tendencia materialista y poco funcional, desarrollando actitudes enajenantes existiendo una mayor movilización cultural y dejando de lado los proceso individuales”; esta adicción al consumo que se empezó a generar en esta época se conoce como consumismo.
{CAPÍTULO II : DESARROLLO DEL CONSUMO Y ANÁLISIS TEÓRICO}
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Para comprender mejor la aparición de estos comportamientos consumistas, es necesario primero partir de los conceptos básicos de consumo en relación con los procesos humanos; el comportamiento del consumidor es definido, por Michael Solomon (1999) como “los procesos que intervienen cuando una
Conductas consumistas persona o grupo adquiere, selecciona, o desecha productos, servicios, ideas o experiencias para satisfacer necesidades y deseos”, esta es una aproximación a lo que caracteriza a las personas que presentan un consumo “normal”, basándose en este concepto se podría deducir que son comportamientos adaptativos, en esencia porque se han reconocido social y culturalmente; algunas teorías sociales y motivacionales proponen que para consumir las personas se mueven por dos vertientes, la necesidad y el deseo, ambas en apariencia determinadas por una motivación interna del sujeto, ahora bien, aparece la necesidad manifiesta de preguntarse si, ¿realmente estos dos procesos son los únicos que movilizan a una persona a consumir?, Solomón, 1999, Arellano 1993, Ortega y Rodríguez, 2003, proponen que a parte de estos dos procesos existen otros denominados psicológicos y cognitivos, los cuales se denominan como motivación, la percepción, la expectativa, el aprendizaje, las necesidades y la actitud, cada uno tiene un aporte indispensable para configurar el comportamiento consumidor. Una construcción paralela a la postura cognitivista, sugiere una visión más social y cultural del consumo articulada a los aspectos internos del ser humano, es decir, tener en cuenta constructos externos a la individualidad de las personas, que tengan incidencia directa en la decisión de realizar una compra, o en este caso específico adquirir un servicio; el proceso gira entorno específicamente a la percepción, esta en un primer momento se da en un contexto social, ya que el servicio es un agente externo, que primero se observa, se selecciona y se organiza, “Los productos de consumo son elaborados en base a cualidades sensoriales importantes seleccionando olores, sonidos, sabores y sensaciones que compiten por atraer la atención del consumidor” Schiffman (1997) & Matlin, (1998). Quizá la postura teórica y práctica que más se relaciona con el tema que se está trabajando es la del construccionismo social, el cual trata de establecer que el conocimiento y el aprendizaje de los individuos se construye a partir de las practicas socio-culturales, tomando distancia de las teorías individualistas que afirman que el conocimiento es construido a partir únicamente del mismo individuo. A partir de la construcción de un sen-
tido social, los seres humanos vamos adquiriendo paulatinamente ciertos comportamientos, dichos comportamientos se ven mediados por la interacción y los procesos comunicativos que se manejan en una cultura determinada, ahora bien, en los procesos de consumo se ve reflejada esta construcción cotidianamente, teniendo en cuenta que la sociedad está actualizando progresivamente sus productos de consumo; existe una brecha muy significativa entre los procesos consumistas y las formas en que se analizan, pues no se le brinda la suficiente importancia al contexto cultural en el cual se encuentra el sujeto y pocas veces se realiza un análisis integral de la situación de consumo. Luna (1999), explica los hábitos de consumo de dos formas, a las cuales denomina polos, el primer polo lo denomina consumo reflexivo, en el cual se tienen en cuenta la utilidad del producto o servicio que se va adquirir, el grado de endeudamiento normal al que puede llegar la persona, se propone que es un consumo planeado y racional; en contraposición a este tipo de consumo Luna propone el consumo impulsivo, el cual se caracteriza por ser irracional, no planeado, en gran medida poco útil e innecesario, este consumo irracional puede venir acompañado de ciertas características de personalidad por parte del sujeto que lo presente, este tipo patológico de consumo se caracteriza por ser perjudicial no solo para la persona que lo presente sino para su medio social inmediato, este tipo de consumo es conocido como “consumismo”. Una definición general de consumismo nos habla de “comportamientos impulsivos inadecuados, excesivos e irresponsables que responden a la aceptación en nuestra vida de los valores materialistas imperantes”. Javier Garcés (2008); desde esta lógica es pertinente resaltar cómo un consumo no planeado e irracional, puede tener repercusiones negativas en la vida de las personas que lo presentan, así como de su medio social; en un principio, porque significan ir en contraposición muchas veces de los recursos económicos con los que se cuenta, por otro lado, el crear una completa dependencia de continuar comprando compulsivamente diferentes servicios o productos, lo que puede desencadenar problemas emocionales, cognitivos y sociales; respecto a
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Jonny Esteiman Serna esto Javier Garcés (2008) propone, “El consumismo tiene varias manifestaciones las cuales son la adicción al consumo, la compra impulsiva y la falta de auto control económico”, desde esta lógica y desde un punto de vista multiparadigmatico en el cual se contemplen las relaciones sociales y los aspectos cognitivos, se habla de un consumismo que es perjudicial y que implica un deterioro progresivo en la salud mental, física y cultural de las personas que lo presentan; de las tres características anteriores quizá la más compleja es la de adicción ya que esta abarca a las otras dos e implica la aparición de síntomas inclusive fisiológicos que afectan el normal funcionamiento y la completa adaptación de la persona al medio que lo rodea.
{CAPÍTULO III : DIFERENCIAS TEÓRICAS ENTRE PSICOLOGÍA COGNITIVA Y CONSTRUCCIONISMO SOCIAL: UNA APROXIMACIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS CONSUMISTAS}
Se hace necesario conocer los paradigmas que desconocen o no le dan la suficiente importancia que tienen los imaginarios culturales en la adquisición de comportamientos consumistas, estos paradigmas se mueven desde una lógica individualista, en la cual cada ser humano es el encargado de construir su propia realidad y no existe una mediación social ni cultural aparente, esta postura desconoce de igual forma los procesos de interacción que tienen las personas cotidianamente, así como su complemento biopsicosocial, en el cual se privilegian y se tienen en cuenta, aspectos evolutivos de desarrollo cognitivo y emocional y que le dan mucha importancia a todos aquellos procesos sociales y relacionales. La postura que representa en mayor medida esta tendencia individualista es la llamada psicología cognitiva, la cual tiene la premisa de que “el ser humano esta en la capacidad de procesar la información con racionalidad buscando la mejor respuesta para adaptarse al ambiente” Núñez, A. Tobón, S. (2005), es decir que a través de la interacción social no se construyen significados ni tendencias comportamentales, ya que se le atribuye en general la coherencia del sistema de conocimientos a la persona misma, esta perspecti-
va relacionada directamente con el consumismo, abre un panorama mucho más lineal, que integra los procesos netamente cognitivos y de pensamiento, atribuyéndole el sentido del aprendizaje a la interpretación personal de las experiencias de consumo; esta postura en mi concepto tiene muchos vacíos: los cuales giran en torno al no reconocimiento y aplicación de conceptos más sociales, en los cuales se vea cómo los procesos individuales están mediados por aspectos culturales, y son determinados por la misma sociedad de consumo; según Bauman (2008) citado por Maximiliano Korstanje (2009) en un análisis de la obra denominada “vida de consumo”, “el consumismo es una adquisición exclusiva de una sociedad como atributo bruto plausible de ser direccionado y separado del individuo”, esto mantiene coherencia con la necesidad de identificar y catalogar el consumismo desde una esfera más social en la cual, la cultura consumista en si misma puede llegar a determinar patrones orientados hacia un consumismo dirigido y controlado. Desde un marco científico se ha observado cómo globalmente se han empezado a generar una serie de estudios encaminados a evaluar y conocer los hábitos de consumo impulsivo o irracional, muchos de estos estudios han llegado a concluir que el consumo compulsivo y adictivo es el reflejo de una sociedad disfuncional y poco vinculante, ante esto Clive Hamilton (2006) explica el consumismo “como una expresión de una sociedad infeliz fundamentada en la ideología materialista que premia el tener sobre el ser”, esto se refleja en los comportamientos y las actitudes casi comunes presentes en gran parte de la población, actitudes como perder el interés por el autocuidado e interesarse frecuentemente por los nuevos descubrimientos o las nuevas tecnologías, dan cuenta de esta idea, este es un imaginario cultural propio de nuestra época, por lo cual podemos catalogar a esta población como aquella que no se conforma con lo que puede tener, por el contrario, siempre busca algo más, sin tener en cuenta la utilidad de lo que adquiere. En otras investigaciones realizadas en la sociedad europea “se demostró que existe una alta prevalencia de depresión en las personas que presentan grados de adicción, estos datos sugieren que se presentan entre un 25% y un 60%, de la población que consume por adicción”, el cual es un dato preocu-
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Conductas consumistas pante para la sociedad actual. Experiencias investigativas específicamente en Colombia dan cuenta de resultados similares; en la investigación denominada “la compra impulsiva y el materialismo en los jóvenes: estudio exploratorio en estudiantes universitarios en barranquilla” realizada en el año 2004 se establece una relación directa entre la compra impulsiva, el materialismo y el consumo social, afirmando que “entender la compra impulsiva desde la relación con el consumo social implica retomar el concepto de materialismo; así cómo, la implicación del fenómeno del consumo en la vida de los individuos”, a partir de esta conclusión subyacen relaciones y características complementarias, ya que el materialismo y la cultura materialista pueden desencadenar en los jóvenes universitarios comportamientos adictivos a la compra, partiendo del punto de que estamos vinculados en una sociedad de consumo; estos productos de consumo por lo general se pueden explicar por la representación simbólica que tienen para los individuos que los adquieren, relacionándose directamente con las tendencias integralistas y culturales, en el sentido expreso en el cual todo acto consumista refleja en un primer momento la ambivalencia social que se tiene frente al materialismo y en otro momento frente a los imaginarios y el simbolismo estructural que se mantiene en las representaciones sociales y que tienen incidencia directa en los hábitos consumistas. Tomando como base estas investigaciones se logra determinar cierta afinidad con la propuesta global del ensayo, ya que se tienen en cuenta aspectos sociales y culturales que tiene influencia directa sobre los procesos consumistas por parte del ser humano; es en este aspecto donde empiezan a tener mayor relevancia las llamadas TICS, debido a que también pueden ser tomadas como un producto de consumo, y tienen un contacto directo con los procesos de desarrollo humanos, culturales y sociales.
{CAPÍTULO IV: TEORÍAS ACERCA DEL CONSUMISMO DE TICS Y SU RELACIÓN CON EL CONSTRUCCIONISMO SOCIAL}
Es importante analizar el uso y el abuso del consumo a través de medios virtuales y es allí donde las TICS (tecnologías de la informática y la comunicación) empiezan a tomar importancia como medio para la adquisición de otros productos, inclusive ellas mismas pueden empezar a catalogarse como un producto en sí mismo, ya que empiezan a tomar un papel casi determinante en la compra por parte de las personas de estos servicios y productos, desde esta lógica se puede ver cómo el proceso de consumo se dirige a mantener una especie de actualización cotidiana de medios por los cuales estar más comunicado, informado y en los cuales se genere un alto grado de diversión, aquí se abre una brecha entre lo que se cataloga como “normal” y lo que es “anormal”, de aquí que se empieza a realizar un consumo de estos medios sin un fin claro, ya no solo existe el interés por informarse, sino que se realiza la acción casi que de manera mecánica, únicamente por requerimientos en apariencia sociales o por no sentirse menos que los demás, estas son ideas que vende la cultura materialista, y que son abstraídas por las personas a su vida, el hecho de no tener el control de estas situaciones ya se empieza a catalogar como consumismo; aparece así otro de los fines de este consumismo de las TICS que es lograr un supuesto estatus social que lleve a la persona a sentirse mejor con sus pares, en este aspecto podemos afirmar que no existe una influencia únicamente de procesos cognitivos, ya que los aspectos emocionales también juegan un papel importante en este proceso, contemplando esta lógica podemos afirmar que la sola necesidad de ser aceptado en un mundo capitalista y poco vinculante, genera una movilización fundamentalmente emocional, esta situación implica generar hábitos de consumo encaminados al “tener” cada día más, sin importar la utilidad o no que tenga el producto o el servicio (movilización emocional y poco racional, hábitos encaminados al consumismo). Se ha encontrado que las TICS que mayor influencia tienen en los hábitos de consumo de las personas a nivel global, debido a la utilidad que tienen y al fácil acceso que existe, son la Televisión, el Celular y el Internet, frente a esta postura Fernández (2005) propone “el consumismo es estimulado por la publicidad que aparece en estos medios de comunicación masiva, los cuales satisfacen la
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Jonny Esteiman Serna pasión compradora del individuo, al tiempo que le proporcionan seguridad en sí mismo y le permite repetir los actos de elección”, esta seguridad en la cual se hace hincapié está directamente relacionada con las relaciones sociales y culturales que están presentes en la vida de un individuo, por lo cual es necesario profundizar en la idea de que el consumismo se puede generar por la necesidad consciente o inconsciente de pertenecer y ser aceptado en un colectivo o grupo social; el ser humano se moviliza cotidianamente en la búsqueda de satisfacer una serie de necesidades de aceptación, que están presentes en todas las comunidades teniendo en cuenta que el desarrollo cultural puede variar, pero la necesidad estará siempre presente, por ejemplo, en occidente, específicamente en una cultura capitalista, la forma más efectiva para que una persona se sienta vinculada en un grupo es demostrando que puede adquirir cierto número de pertenencias, para de esta manera tener un desarrollo paralelo con la cultura, mientras que en algunas regiones orientales sus habitantes actúan y asumen hábitos que su propia cultura les impone, sin ser necesariamente hábitos consumistas, pero si parten de rasgos netamente culturales. Contemplando la posibilidad de que las TICS pueden actuar como medio, pero también como fin y centrándonos en teorías acerca de la publicidad y su impacto en la población, se encuentra que, estos medios masivos de comunicación y de información, pueden empezar a configurar en las personas hábitos de consumo que no se generarían por la aparición de otros estímulos, hábitos con tendencias a adquirir productos, entre otros de belleza, diversión, sexo; lo novedoso es que contemporáneamente no solo se están ofreciendo los productos, sino que de igual manera se está creando la necesidad de adquirir los medios, es decir, las tecnologías de la informática y la comunicación que se requieren para esto. La sociedad actual privilegia ciertos compor-
tamientos desadaptativos en los seres humanos, si esto garantiza el mantenimiento de una demanda alta hacia la compra de los servicios contemporáneos, por lo cual encontramos una contradicción no tan evidente para muchos, pero existente, esta gira en torno a lo que son o no comportamientos desadaptativos culturales, ya que si bien muchos teóricos enfatizan en demarcar clara y concisamente estos comportamientos, la cultura consumista, extrañamente es más vinculante con las personas que presentan ciertos comportamientos “anormales”; específicamente en el consumo de las TICS, encontramos cómo las personas que empiezan a configurar adicción o peor aún una dependencia patológica a ciertos medios (celular, internet o tv), se acomodan más fácilmente a la idea materialista que la sociedad actual de consumo ofrece. Frente a esta postura es indispensable aclarar cómo los seres humanos por su misma naturaleza tienen la tendencia a buscar pertenecer a grupos sociales, buscando en ellos cualidades y grados de afinidad altos, específicamente en occidente se observa una tendencia a pertenecer a grupos de un estatus social alto o por lo menos a grupos que sean reconocidos social y culturalmente, es en este aspecto donde Kenneth Gergen (2007), hace especial énfasis proponiendo que “la mayoría de los seres humanos nos sentimos más cómodos en unos grupos que en otros”, esto es definido por el mismo Gergen como “sentido de alteridad”, que no es más que el distanciamiento que se tiene de otros seres humanos y la vinculación a los grupos más llamativos, teniendo en cuenta la visión construccionista en la que se basa este ensayo se puede aseverar que esta alteridad es uno de los resultados inevitables de la vida social, ahora bien, es necesario aclarar cuáles son las características sociales de estos grupos y porqué son tan llamativos para la población haciendo especial énfasis en los jóvenes, debido a que estamos inmersos
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Conductas consumistas en una sociedad capitalista poco vinculante, los jóvenes son muy propensos a asumir hábitos de consumismo y se convencen con gran facilidad de que la mejor manera de estar en armonía con la cultura, es adquiriendo productos y servicios que son “moda”, algunos de estos grupos de consumo ofrecen a los jóvenes una especie de escape a su vida monótona o traumática, debido a que un gran porcentaje de la población joven tiene algún tipo de conflicto familiar o social y busca pertenecer a grupos diferentes en los cuales se privilegie el tener sobre el ser. Si bien la cultura es definida por muchos teóricos como algo natural e intrínseco de toda sociedad, ésta también puede recrear aspectos desadaptativos que pueden desencadenar comportamientos disruptivos en gran parte de la población; en este orden de ideas es importante analizar el termino de alienación, que se puede entender como el moldeamiento que los imaginarios culturales y los estamentos sociales hacen de las percepciones y los comportamientos humanos, este moldeamiento está caracterizado por las pocas posibilidades conscientes que tienen las personas para tomar decisiones específicamente frente al consumo, por lo cual se pueden empezar a desarrollar comportamientos compulsivos; contemporáneamente el método más eficaz para
lograr esta alienación es el fácil acceso que se tiene a los medios de comunicación, Gergen (2007) le atribuye mucha importancia a los medios de comunicación contemporáneos estableciendo que “las tecnologías de comunicación permiten a números crecientes de grupos de organizarse, moldear identidades comunes, establecer agendas y tomar decisiones”, esta postura se enmarca dentro de una propuesta global realizada por el autor y realizada bajo una tendencia teórica socio construccionista, la cual le da mucha importancia a los estamentos sociales y culturales que tienen incidencia directa en los procesos humanos e individuales, cabe resaltarse que la tendencia cultural actual y según una serie de teóricos es la de llevar a cabo un discurso encaminado hacia el consumismo.
{CONCLUSIÓN} Es evidente que en el contexto social, el desarrollo tecnológico toma un papel activo y determinante a la hora de hacer que las personas asuman comportamientos consumistas, existen teorías de carácter social, cognitivo, emocional y de mercadeo que tratan de generar explicaciones acerca de estos comportamientos, lo importante a resaltar en esta generación de conocimiento es que por sí sola cada teoría presenta muchos vacíos, tanto a nivel conceptual como argumentativo, la conclusión global de este ensayo gira en torno la necesidad de que la ciencia psicológica empiece a enfatizar en aquellas teorías integracionistas, dentro de las cuales no solo se reconozcan aspectos estructurales de la conciencia del sujeto, sino que también se le dé trascendencia a los constructos sociales, los cuales se ven explicados de mejor manera en las teorías del construccionismo social, que explican ampliamente el sentido que los sujetos les dan a sus experiencias de consumo, una frase que puede argumentar lo aquí propuesto se encuentra en el artículo científico Terapia cognitivo-sistémica donde se afirma que “La vida social es el espacio en el cual el hombre construye y articula sus propia organización de significado”, es necesario aclarar que una coconstrucción epistemológica y practica de las teorías de la psicología ayudarían a una comprensión más eficaz y estructural de lo que significa el consumismo en su máxima expresión.
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Jonny Esteiman Serna Manteniendo la tesis de que la adquisición de comportamientos consumistas esta mediada por la presencia de aspectos emocionales, cognitivos y sociales, se encuentra que muchos de los comportamientos consumistas que presentan los jóvenes en la sociedad contemporánea, se han dado como resultado de la no satisfacción de sus necesidades de afecto y protección; estas necesidades que en teoría se tienen que empezar a satisfacer en la niñez, tienen influencia directa en los hábitos en general que asumen los jóvenes y las personas, cuando existe esta carencia de afecto las personas son más propensas a desarrollar la necesidad de alejarse de su medio familiar y de vincularse a grupos sociales que les ofrezcan la satisfacción de dichas carencias, independientemente de que esto implique la pérdida de su identidad personal y asumir comportamientos y pensamientos estructurados por terceros. José Barroso (2004) “el grupo contribuye a convencer y a orientar los valores y la conducta del individuo”.
La época y los aspectos culturales y sociales son determinantes para configurar los comportamientos y las ideas de los individuos, una cultura vinculante y que respete las diferencias, tendrá sujetos comprometidos con su proceso de desarrollo personal y asumirán posturas propositivas y estructuradas frente al desarrollo de su comunidad, por el contrario cuando una cultura esta mediada por relaciones consumistas, por estamentos sociales, económicos y comunicativos, se evidenciara en todo su magnitud la alienación social, los sujetos perderán su mismidad y serán condenados a la dependencia consumista. Las tics son el avance más grande de la humanidad, ya que han logrado vincular casi completamente a todas las culturas presentes en el mundo, pero es igualmente necesario plantear que en la sociedad de consumo en la cual estamos actualmente, se puede empezar a configurar como un arma de doble filo debido a los procesos alienantes que puede significar este avance y a las posibles consecuencias consumistas que están directamente ligadas al mismo desarrollo.
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* Fotos descargadas de Internet
Conductas consumistas
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´ ´ PSiQUICA CONFIGURACIoN DEL CONSUMISMO: ´ UNA APROXIMACIoN A LA SOCIEDAD DE ´CONSUMO ´ DESDE LA PSICOLOGiA ANALiTICA DE JUNG. Jesús Humberto Correa Grijalba1 RESUMEN En este trabajo se pretende realizar una aproximación teórica a la sociedad de consumo desde la psicología analítica de Carl Gustav Jung, específicamente, se busca analizar la configuración psíquica que subyace al fenómeno del consumismo. Para ello se parte de la descripción del marco contextual del consumismo y de la revisión de antecedentes investigativos desde la perspectiva psicológica, logrando definir las implicaciones socio-culturales y los efectos psicológicos del consumismo. En segundo lugar se plantea una conceptualización básica del consumismo desde la psicología analítica, retomando conceptos como arquetipo, complejo, inconsciente personal e inconsciente colectivo; en seguida, se ahonda en el análisis del papel del arquetipo de la gran madre y el arquetipo del gran padre en la vida de los consumistas, a partir de sus condiciones socio-familiares, culturales, comportamentales y emocionales. Y finalmente se integran los diferentes elementos de análisis surgidos en el transcurso del trabajo para hacer así, la descripción de la configuración psíquica de los consumistas.
Palabras Claves: Sociedad de consumo,
consumismo, psicología analítica, arquetipo de la gran madre, arquetipo del gran padre, complejo, psicopatología.
ABSTRAC This paper seeks to make a theoretical approach to the consumer society from the analytical psychology of Carl Gustav Jung, specifically; it seeks to analyze the underlying psychic configuration to the phenomenon of consumerism. This is part of the description of the contextual framework of consume1 Jesús Humberto Correa Grijalba. Egresado del programa de psicología de la Universidad de Manizales. (2011). Correo electrónico: jeshuapsico@hotmail.com
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Jesus Humberto Correa rism and investigative background check from the psychological perspective, achieving defined sociocultural implications and the psychological effects of consumerism. Second, it raises a basic conceptualization of consumerism from analytical psychology, returning as an archetype concepts, complex personal unconscious and collective unconscious immediately, delves into the analysis of the role of the Great Mother archetype and the archetype of the great father in the life of consumables, from their socio-familial, cultural, behavioral and emotional problems. And finally integrate the different elements of analysis that emerged in the course of work to do so, the description of the psychic configuration of the consumerist
Keys words:
Consumer society, consumerism, analytical psychology, archetypal great mother, great father archetype, complex, psychopathology.
INTRODUCCIÓN El presente ensayo de reflexión es derivado de la experiencia generada del trabajo hecho en el proyecto de investigación realizado por el semillero de investigación en psicopatología del consumismo, titulado “CONSUMISMO DE TELECOMUNICACION Y TRASTORNOS PSICOLOGÍCOS RELACIONADOS, EN JOVENES UNIVERSITARIOS”. Este es un semillero de investigación adscrito a la línea de psicología del consumidor del grupo de investigación GTH, del programa de psicología de la facultad de Ciencias Sociales Humanas, de la Universidad de Manizales. Este proyecto de investigación permitió identificar algunas psicopatologías relacionadas con el consumismo de las tics y caracterizar el perfil psicológico y socio-familiar de los consumistas, además, conocer algunos aspectos de la historia de vida de los jóvenes universitarios con hábitos consumistas. Se logro observar aspectos en común en la historia de vida de algunos sujetos investigados, tales como; pertenecían a familias mono parentales o disfuncionales, regularmente estaban insatisfechos con el tiempo que pasaron con sus padres en su infancia, e indicios de depresión y ansiedad actualmente. Además, en el proceso de revisión de antecedentes investigativos se encontraron varias publicaciones que hacían alusión a una relación muy estrecha entre psicopatologías como la depresión y la ansiedad y el comportamiento consumista. Debido a ello surgió la necesidad de, reflexionar a la luz de la psicología las condiciones psíquicas que subyacen al comportamiento consumista y de integrar la psicología del consumidor con la psicología clínica; especialmente desde una perspectiva teórica como la psicología analítica, que permitiera abordar el fenómeno con mayor profundidad y rigor psicológico.
{CAPÍTULO I : MARCO CONTEXTUAL, ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN: LA SOCIEDAD DE CONSUMO, IMPLICACIONES SOCIO-CULTURALES Y EFECTOS PSICOLÓGICOS DEL CONSUMISMO}
La psicología del consumidor surgió como una
línea de la psicología organizacional que auxilia los procesos de marketing en organizaciones in-
dustriales y comerciales, produciendo desarrollo científico y tecnológico; estudiando, investigando y actuando principalmente sobre los consumidores y sus expectativas de consumo. Sin embargo, en los últimos años, la psicología del consumidor ha concentrado sus esfuerzos investigativos y reflexivos en torno a lo que hoy se conoce como: la sociedad de consumo, sus características, sus ventajas y desventajas, las transformaciones sociales, familiares y socioeconómicas que están ocurriendo al interior de este tipo de sociedades, y que implican cambios en la cotidianidad y el estilo de vida de quienes
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Consumismo desde Jung integran la sociedad de consumo. A continuación se presentará algunos avances conceptúales importantes que ha logrado la psicología del consumidor en torno a la sociedad del consumo. Uno de los hallazgos importantes a partir de los diferentes procesos reflexivos adelantados por la psicología del consumidor, fue, la conceptualización del consumismo, un fenómeno que describe esencialmente la sociedad del consumo, García & Olbarri (2002) citado por Luna (2004) en uno de los primeros escritos que surgieron sobre el tema en Colombia, lo define como “la tendencia de una sociedad o comunidad a consumir masivamente de manera irreflexiva e irracional, es la generalización social de comportamientos y hábitos de consumo impulsivo”. El fenómeno del consumismo tiene presencia principalmente en las sociedades occidentales, entre ellas la colombiana, en las cuales, según la psicología del consumidor, el capitalismo es el modelo económico que estructura dichas sociedades, y que ha permitido dar paso a nuevos hábitos de consumo, que a su vez alteran el ordenamiento socio-cultural y la condición psicológica de los ciudadanos de la sociedad de consumo. Siendo entonces el consumismo, el corazón de la sociedad de consumo, su mejor y más clara representación. Javier Garces (2007) en la presentación del articulo Problemas psicológicos y sociales de la sociedad de consumo. Consumismo, adicción a la compra y sobre-endeudamiento publicado en Inpsicon.com, la pagina de investigación en psicología del consumidor de la Universidad de Norte, ubicada en Barranquilla; Plantea que: “El desarrollo económico de nuestro actual modelo de sociedad de consumo ha proporcionado a los ciudadanos inmensos progresos técnicos y
ha mejorado en muchos aspectos nuestra calidad de vida. Sin embargo, ha generado a la vez dos importantes problemas que debemos afrontar: los problemas medioambientales y el impacto psicológico y social que supone este estilo de vida consumista.” Por lo tanto, estudiar y comprender el capitalismo, la sociedad de consumo y el consumismo no solo exige reflexionar sobre un modelo de organización socio-económica, sino que también es necesario considerar que tiene implicaciones políticas, socio-culturales, ambientales y psicológicas muy importantes que deben ser analizadas por la comunidad académica y científica. En este sentido, se han venido construyendo diferentes perspectivas conceptuales sobre las implicaciones socio-culturales del consumismo, que se pueden resumir en los siguientes planteamientos: Desde la perspectiva social, se ha dicho que el carácter social del consumismo no solo está dado por el hecho de que las prácticas consumistas se presenten masivamente y se hayan generalizado como hábitos de consumo comunes en la mayoría de los integrantes de una sociedad; si no también, que las implicaciones sociales del consumismo, contempla un estilo propio de socialización, en el que la gratificación y el poder que parece otorgar el consumismo, son el eje que dinamiza los procesos de interacción y las formas de relacionamiento entre los integrantes de la sociedad. Con respecto a lo cultural, se ha dicho que el consumismo y las lógicas capitalistas inmersas en él, al parecer han venido instaurándose implícitamente como un paradigma cultural imperante, es decir como un constructo de valores culturales que le van dando un sentido particular a la existencia humana, a sus búsquedas, creencias,
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Jesus Humberto Correa interacciones y costumbres, y que a su vez define en gran parte sus sistemas de valoración de lo estético, lo moral e instrumental. Es decir, es partir de los valores propios de la sociedad consumista que las personas tienden a definir criterios generales de aquello que es bonito o feo, bueno o malo, útil e inútil. Desde allí, al parecer direccionan gran parte de sus proyecciones y anhelos, y tejen sus relaciones e interacciones interpersonales, familiares, laborales y de comunidad. Javier Garcés (2007) definió el consumismo como “comportamientos impulsivos inadecuados, excesivos e irresponsables que responden a la aceptación en nuestra vida de los valores materialistas imperantes”. Introduciendo el materialismo como un eje central dentro del marco cultural de la sociedad de consumo, entendiendo el materialismo para este caso, como la construcción de la filosofía de vida alrededor del “tener” como fuente exclusiva de felicidad y plenitud. Una sociedad cuyo marco cultural se centra en los valores del materialismo, nos lleva a pensar en una sociedad en la que prima los intereses individuales sobre los colectivos, y en el que el surgimiento de la lógica de dominación permean los estilos de interacción entre las personas. Incluso, Hipotéticamente podría sugerir que muchos de los problemas y conflictos colombianos, desde los más cotidianos como el bullim escolar, la discriminación racial, los problemas alimenticios, hasta los más grandes como el narcotráfico y la violencia, están en parte, trasversalizados por una cultura permeada por el ideal consumista. Dado el panorama socio-cultural que enmarca el consumismo, es pertinente la pregunta por las condiciones psicológicas, tanto colectivas como individuales que subyacen a la sociedad de consumo, y que motivan a toda una sociedad a construir sentidos de vida y establecer relaciones en torno al materialismo, y a la pseudo-satisfacción que otorga el consumismo. Se han venido desarrollando estudios e investigaciones desde la psicología clínica que nos aproximan al conocimiento de la sociedad de consumo desde la perspectiva psicológica, pero, tan solo nos han permitido conocer un mapa sintomatológico de los efectos psicológicos que han venido
presentándose en la sociedad de consumo y que al parecer guardan relación con el consumismo. Garces (2007) adelantó una revisión importante sobre los antecedentes investigativos sobre afectaciones psicológicas relacionadas con el consumismo, encontrando que en los primeros estudios sobre la adicción a la compra, llevados a cabo por Kraepelin, a principios del siglo XX, se prestó atención a personas, generalmente mujeres, que presentaban un comportamiento muy incontrolado y excesivo. Eran casos extremos y estos excesos de compra se consideraron manifestaciones sintomáticas de otros desequilibrios psicológicos: depresiones, trastornos obsesivoscompulsivos, ansiedad, problemas generales de control de impulsos, etc. Según Garcés (2007) “A partir de los años ochenta resultó patente el espectacular aumento del número de personas con problemas de autocontrol en la compra y en el gasto”. En las últimas décadas las investigaciones, han venido confirmando las impresiones que arrojaban las investigaciones iniciales, sobre la relación que existe entre los problemas de ansiedad - depresión y el consumismo, y el aumento directamente proporcional entre los índices de presentación de estos trastornos y el surgimiento e instauración del modelo capitalista y consumista. Para Garcés (2007): “Una de las relaciones más contrastadas es la que existe entre la depresión y la adicción al consumo. Así ha quedado reflejado tanto en el Estudio Europeo como en investigaciones anteriores (Edwards 1992 Faber y Chriteson 1996). Sin embargo el porcentaje de incidencia de los problemas depresivos entre los adictos varía mucho de una investigación a otra, Así, Mc.Elloy (1994) lo sitúa en el 25 %, Lejoyeux (1998) en el 61%, y Black, Montaban y Gabel (1997) en el 60%”. Esta variabilidad en los porcentajes de adictos a la compra que se diagnostica con depresión, se debe posiblemente a los distintos procedimientos de selección de muestras y a las diferencias en las metodologías y enfoques teóricos. En cualquier caso, la relación depresión-consumismo es un hecho, y “parece deberse a que muchos consumidores utilizan la compra como
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Consumismo desde Jung un mecanismo para compensar o afrontar sus estados depresivos” concluye Garcés. De esta forma, han ido en constante aumento diversos problemas relacionados con el comportamiento de los consumidores: la adicción al consumo, la compra impulsiva, la falta de autocontrol en el gasto, el sobreendeudamiento, etc. De la misma forma, adicional al caso de la depresión, han ido aumentado en nuestra sociedad una serie de problemas psicológicos que guardan relación con los valores y formas de vida que imperan en la sociedad de consumo, como lo es la anorexia, el estrés y los problemas de ansiedad. etc. Botero (2004) plantea que “la cultura del consumismo nos ayuda a comprender los índices altos de psicopatología en sociedades ricas y desarrolladas” Estas investigaciones desde la psicología han permitido conocer la sintomatología, las consecuencias y manifestaciones psicológicas que han venido surgiendo en relación al consumismo, logrando describir y caracterizar psicopatológicamente la población considerada como consumista, pero generalmente, estas investigaciones se quedan en la “descripción diagnostica” del fenómeno, nombrando efectos, síntomas y consecuencias del problema, sin llegar al génesis del mismo. Así que, aun quedan para la psicología importantes tareas de investigación y formulación teórica sobre el fenómeno del consumismo y la sociedad de consumo en general, que permitan la comprensión profunda de las condiciones psicológicas que subyacen a la sociedad de consumo, y a los individuos que la integran. Las reflexiones aquí planteadas sobre las implicaciones socio-culturales y psicológicas del consumismo en nuestra sociedad, permiten llegar a dos conclusiones: el consumismo es un fenómeno psico-social, es decir es un problema con manifestaciones sociales y psicológicas, que ocurren colectiva e individualmente. En segundo lugar, y en coherencia con la primera conclusión, el consumismo y sus manifestaciones colectivas e individuales, son representaciones de una condición psicológica igualmente colectiva e individual.
Así que, el interrogante principal a tratar en este trabajo es el respectivo a las condiciones psicológicas que subyacen al consumismo y la sociedad de consumo que le enmarcan.
{CAPÍTULO II : APROXIMACIÓN TEÓRICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO DESDE LA PSICOLOGÍA ANALÍTICA} Partiendo de la preocupación e interés académico que causa el fenómeno del consumismo, sus implicaciones socio-culturales y efectos psicológicos, se pretende desarrollar una aproximación teórica que contribuya a la compresión de la sociedad de consumo desde la perspectiva de la psicología analítica, que ayude a entender la manera en que se desarrolla psíquicamente el fenómeno del consumismo. En otras palabras, la pretensión es comprender el papel de la psique en el consumismo, a partir de las motivaciones primarias e inconscientes, que movilizan a los sujetos a adoptar hábitos de consumo, valores, estilos relacionales y sentidos de vida alrededor del consumismo, el materialismo, y la satisfacción que éste promete. Introduciéndonos entonces en el acercamiento teórico a la sociedad de consumo desde la perspectiva de la psicología profunda, se empieza diciendo que el fundamento científico y teórico de este ejercicio académico se encuentra en el marco de la perspectiva de Carl Gustav Jung y sus aportes a la comprensión de la psique humana. Inicialmente, en este trabajo, se presentaron algunas concepciones claves sobre lo que la psicología del consumidor definía por consumismo y sociedad de consumo, además de los planteamientos de Garcés sobre las implicaciones socioculturales y efectos psicológicos de la sociedad de consumo. Estas posturas teóricas son perspectivas cognitivo- comportamentales, culturalistas y socialistas, que aportan a la descripción estructural y sintomática del fenómeno. Sin embargo, es pertinente aclarar que desde la perspectiva de la psicología de Jung, tanto la cultura, como la sociedad y el comportamiento observable son representaciones de dinámicas psíquicas subjeti-
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Jesus Humberto Correa vas, generalmente inconscientes. El planteamiento de Jung permite evidenciar los elementos profundos e inconscientes del psiquismo de las personas consumistas, así como también del psiquismo que subyace al colectivo que les rodea; es decir, como ya se ha venido insinuando, no solo se toman aquellos elementos psíquicos individuales, si no también aquellos que son colectivos. Permitiendo así, comprender los aspectos inconscientes tanto a nivel individual como colectivo que motivan los comportamientos consumistas, las manifestaciones culturales, sociales y psicológicas directamente relacionadas con los valores y prácticas de la sociedad de consumo. Para continuar con la lectura teórica del consumismo desde la psicología de Jung(1921) es importante partir de su definición de psiquismo, “entiendo por psique la totalidad de los procesos psíquicos, tanto conscientes como inconscientes”, esto, a nivel personal y colectivo. Tanto los aspectos consientes como los inconscientes, y los colectivos y personales, son en conjunto una misma psique, la psique de la humanidad, que constantemente se está re-configurando a partir de las experiencias humanas. Con respecto a lo inconsciente personal y lo inconsciente colectivo Jung en el siguiente párrafo en el volumen 6 Tipos psicológicos de su obra completa (1921), explicó: “Podemos distinguir un inconsciente personal que abarca todas las adquisiciones de la existencia personal, esto es, lo olvidado, lo reprimido, lo percibido, pensado y sentido subliminalmente. Pero junto a esos contenidos inconscientes personales hay también otros contenidos que no
proceden de adquisiciones personales, sino de la heredada estructura cerebral. Son las conexiones mitológicas, los temas e imágenes que pueden volver a surgir en todo tiempo y lugar, sin ninguna tradición histórica. A tales contenidos yo los llamo colectivamente Inconscientes” Con relación a la naturaleza de lo inconsciente Jung (1921) dice: “El concepto de inconsciente es para mí un concepto exclusivamente psicológico y no un concepto filosófico en el sentido de un concepto metafísico. Lo inconsciente es a mi parecer un concepto psicológico limite que engloba todos aquellos contenidos o procesos psíquicos que no son conscientes, o sea, que no están referidos al yo de manera perceptible” Con base al planteamiento de Jung se podría decir que dos características del consumismo que sugieren un origen inconsciente de esté, son precisamente sus dos rasgos principales, irreflexión e irracionalidad en el comportamiento, que son a la vez, dos características genéricas de lo inconsciente; ausencia de racionalidad y por ende de reflexión. La razón es un proceso mental referido al yo consiente, por lo tanto es notoria la incidencia del inconsciente en el comportamiento de un consumista; además de la limitada actuación de la conciencia en este tipo de comportamientos. Entonces, apoyado en la psicología de Jung, se puede inferir; en primer lugar, que el consumismo es una representación de la psique colectiva subyacente a la sociedad de consumo, y por ende, en segundo lugar, que el consumismo está motivado desde los impulsos más profundos e inconscientes de los consumistas, que a su vez están relacionados con las dinámicas psíqui-
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Consumismo desde Jung cas colectivamente inconscientes de nuestra sociedad. Los valores materialistas imperantes en la sociedad de consumo, las manifestaciones socio-culturales, los hábitos y comportamientos propios del consumismo, fluyen naturalmente desde el psiquismo, impulsados y orientados por motivos inconscientes universales, presentes en el inconsciente colectivo, que Jung denomina: arquetipos. Los arquetipos se pueden entender como motivos inconscientes autónomos que impulsan, guían, orientan y acompañan los procesos de desarrollo psíquico de una persona o una sociedad, cuyas esencia está en lo inconsciente colectivo. Son pre-formas psíquicas que residen inconscientemente en el colectivo de la humanidad, y que pre- configuran el desarrollo psíquico de un individuo o una sociedad. En otras palabras, podemos decir que los arquetipos son motivos universales pre-configurados e inconscientes, que orientan el proceso de desarrollo psicológico o proceso de individuación. Jung explicando el carácter universal y colectivo del arquetipo explica: La imagen primigenia, a la que también he dado el nombre de “arquetipo”, es siempre colectiva, o sea, es común cuando menos a pueblos enteros o a épocas enteras. Es probable que los temas mitológicos más importantes sean comunes a todas las razas y a todos los tiempos; así, yo he podido demostrarlo en sueños y en las fantasías de negros de pura raza y enfermos mentales una serie de temas de la mitología griega. (pag 525, tipos psicológicos, 1921). Dieter Wyss (1975) en su libro, las escuelas de psicología profunda, sintetiza y explica el concepto de arquetipo de la siguiente manera: “Los arquetipos representan el inconsciente colectivo en cuanto prototipos el obrar, del querer y del aspirar humanos, con cuanto prototipos e la esfera de los sentimientos y del conocimiento, en cuanto prototipos de toda existencia humana. En el se encuentran en estado de disposición natural que se despierta en el individuo mediante determinadas situaciones externas o internas (por ejemplo, crisis existencial), o por medio del análisis, y después pasa de la potencia a la actualidad.
Su proceso de concienciación puede realizarse o como instinto en la esfera de lo biológico o como imagen, como símbolo, en el plano psíquico.” Los arquetipos del colectivo cobran forma en la psique del individuo por medio de los complejos arquetipales, entendiendo complejo como la unidad básica constituyente de lo inconsciente personal que actúa como una estructura autónoma dentro de la psique de un individuo, y en cuyo núcleo reside un arquetipo. La conformación de un complejo se podría representar como una constelación generada en lo inconsciente a través de la interacción de la experiencia del individuo y su dotación innata, tanto fisiológica como psíquica. El desarrollo psicológico fluye inconscientemente en una relación continua y dinámica entre la experiencia personal y la esencia psíquica (arquetipos del inconsciente colectivo); configurando así complejos arquetipales, que en su conjunto, organizados sistémicamente, conforman la psique personal. Así que, la dinámica del desarrollo psicológico se da en gran parte, con base a la forma en que se configuran o constelan los complejos arquetipales en cada individuo, por lo tanto, los complejos arquetipales, según como se configuren, pueden cumplir un papel facilitador o inhibidor en el proceso de desarrollo psicológico, aunque principalmente se asocian a condiciones adversas e incluso psicopatológicas del individuo. Jung (1944) frente a esto dice: “La idea de que «se imagina un complejo», de que los complejos son «Imaginarios», parece, pues, ociosa y muy poco científica. ¿Se quiere una Comparación médica? A los complejos hay que compararlos con infecciones o Tumores malignos que brotan sin la menor intervención de la conciencia. Esta Comparación, por otra parte, no es completamente satisfactoria, pues los Complejos no son, por esencia, de naturaleza malsana; son, propiamente, Manifestaciones vitales de la psique, sea ésta diferenciada o primitiva. Esta es la razón de que encontremos sus huellas innegables en todos los pueblos y en Todas las épocas.” (pag 127)”.
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Jesus Humberto Correa Aunque el término “complejo” necesariamente no tiene que ser connotado negativamente, como lo aclara Jung, si existe una relación directa entre el comportamiento insano o psicopatológico con una configuración disfuncional y perturbadora de los complejos arquetipales.
al consumismo.
En los antecedentes investigativos presentados en este escrito, se encuentran los hallazgos realizados por Garcés (2007), quien definió una Correlación entre el comportamiento consumista y la presencia de trastornos psicológicos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos de de la conducta alimentaria y trastornos de control de impulsos, que con respecto a la psicología de Jung, podríamos decir que son originados por complejos arquetipales perturbadores que hacen del desarrollo psíquico un proceso infructuoso y doloroso para los individuos. Además es importante decir, que el comportamiento consumista por naturaleza misma constituye un comportamiento patológico o insano, ya que existen aspectos adictivos y fuertemente impulsivos que lo caracterizan.
{CAPÍTULO III : COMPLEJO DE LA GRAN MADRE EN LA SOCIEDAD DE CONSUMO: LA GRAN MADRE EN DEFLEXIÓN; UNA SOCIEDAD HUÉRFANA Y SOLA}
Por lo cual, para el caso del consumismo, el interrogante consecuente que surge es por los complejos arquetipales y su proceso de configuración en los consumistas. Para poder desarrollar el análisis de los complejos arquetipales de los consumistas, con el mismo término lo indica, es necesario abordar con especificidad algunos arquetipos, ya que son estos los que integran el nucleó de los complejos. Jung, inicialmente propuso tres grandes arquetipos, que corresponden a tres principales complejos arquetipales; el complejo del arquetipo de la Gran madre, el complejo del arquetipo del Gran padre y el complejo del arquetipo del Sí mismo. Idealmente, para la compresión de cualquier fenómeno humano, se debería abordar los tres arquetipos en toda su profundidad, e incluso seria necesario considerar otros elementos de la psique propuestos por Jung; pero debido a la complejidad y nivel de amplitud que ello implica, para este trabajo solo retomaremos dos; el complejo del arquetipo del Gran padre y el complejo del arquetipo de la Gran madre, que pueden ayudar a tener una aproximación significativa a las condiciones psicológicas que subyacen
A continuación se ampliará el papel de los arquetipos y complejos de la gran madre y el gran padre en la configuración psicológica que subyace al consumismo.
El arquetipo de la gran madre es equivalente a la madre simbólica relacionada con el origen, lo primogénito, lo inconsciente, lo maternal, la fuerza sedante, devoradora y confortante del amor, aquello que provee las sensaciones más genuinas de seguridad y protección, la plenitud del espacio uterino, la totalidad originaria de la cual se procede pero de la que hay que separarse. Jung (1952) en una de sus definiciones la relacionó con la totalidad, diciendo: “ella es el suelo primigenio, magna mater, matria primordial, aguas nutricias; es el horizonte y el umbral desde donde surgen los seres y donde se configuran las cosas en un orden de nuestro conocimiento, o el orden posible para la emergencia de la comprensión” El papel de la Gran Madre puede entenderse en el marco del proceso de desarrollo psíquico o proceso de individuación representado por Jung como la “ruta del héroe”, que puede ser recreada en el arte, la literatura, el cine o simplemente en el ciclo de vida de una persona desde su infancia hasta su vejez. El “héroe” o el niño, parten de una condición de plenitud y confort, en el caso del héroe del castillo de su reino, y en el caso del niño del espacio uterino, ambos significantes de protección, seguridad y plenitud. Los grandes privilegios del héroe dentro de su castillo o la estrecha y afectiva relación del niño recién nacido con su madre, encarnan experiencias de cuidado y amor.
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Consumismo desde Jung Estas primeras experiencias de desarrollo psíquico configuran en primer orden la imagen de la gran madre. Después vendrán los grupos sociales, la iglesia, la familia y diferentes personas, situaciones y experiencias que le provean confianza, seguridad y afecto, y que tendrán parte en el proceso de configuración del tipo de imagen de gran madre que cada individuo ira construyendo en el trayecto de su vida. Así que el interrogante por la imagen de la gran Madre en los consumistas, nos lleva a preguntarnos por sus experiencias infantiles primarias, por su relación con sus cuidadores, por sus condiciones de vida y sobre todo por la manera en que experimentaron su desarrollo afectivo, desde el vientre materno, la infancia y la adolescencia. En otras palabras es la pregunta por la afectividad en el núcleo de las familias de la sociedad de consumo, y la manera en que los niños inmersos en las familias modernas viven y construyen la imagen de la gran madre. En relación al papel de la familia en la sociedad de consumo, y los efectos en el desarrollo afectivo de los niños, Víctor Molero (2006) en su libro “generación marketing” “solos, estresados y huérfanos” en el capitulo 5 “Escases de tiempo para la familia”, plantea que a raíz del la expansión del capitalismo y del aumento de la competitividad empresarial, el mundo del trabajo ha demando mayor compromiso y talento humano, generando una importante extensión de la jornada laboral y por ende escasez de tiempo para la familia, además la cada vez mayor, inclusión de la mujer en el mundo laboral, cambiando radicalmente la estructura familiar convencional. Molero (2006) dice: “Es cierto que una nación no puede permitirse el lujo de prescindir del talento y la capacidad de producción de la mitad de su población, como sucede en algunos países del entorno islámico donde las mujeres no contribuyen al desarrollo económico más que por su labor domestica, pero no es menos cierto que su sometimiento a las dinámicas profesionales de un mundo competitivo está dejando un hueco irremplazable en el hogar” En este marco socio-familiar, en el que escasea
el tiempo en familia, los vínculos afectivos tienden a reducirse en gran parte a transacciones de dinero o ha obsequios dados en fechas de cumpleaños o en navidad. Al interior de una familia consumista el amor se cuenta por pesos, por la calidad y el valor económico de los regalos. El hueco al cual hace alusión Molero, no es más que el vacio que ha dejado la gran Madre, ¿quien se encargará de lo maternal, del cuidado, de ofrecer el calor y el amor del hogar a los niños de la sociedad de consumo? Un vacio que por supuesto tiene su repercusión en el psiquismo de la generación marketing, contribuyendo a que se configure un complejo materno disfuncional y perturbador. Otra cara del arquetipo de la gran madre que merece ser objeto de análisis en la sociedad de consumo, cuya afectación guarda directa relación con el demandante mundo laboral de hoy, es la “parentalidad” o la procreación familiar; el dar vida, la reproducción, las expectativas por engendrar hijos, que año tras año, parece ser un aspecto cada vez mas aplazado y evitado en el proyecto de vida de la “generación marketing”. Sociedades de primer mundo con importante desarrollo económico, industrial, tecnológico y comercial, en las que el consumismo se ha convertido en el estilo de vida predilecto, tiene en común la disminución en la tasa de natalidad, llegando al caso en el que el gobierno tiene que implementar políticas que motiven a extranjeros a procrear familias al interior de sus países, debido al poco interés que despierta la “parentalidad” en sus habitantes nativos. La disminución de las expectativas por tener hijos, tiene directamente relación con la transformación que están sufriendo las relaciones de pareja actualmente, ya que junto a las expectativas por procrear, las expectativas por el matrimonio han disminuido, incrementando los divorcios y las relaciones informales, que no ofrecen la estabilidad emocional y económica que tal vez tuvieron nuestros padres y abuelos. No obstante, no solo las relaciones de pareja han cambiado, si no también las relaciones sociales en general, junto con las TICS surgen nuevas mo-
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Jesus Humberto Correa dalidades de relacionarse, como lo son: las redes sociales y las relaciones amorosas virtuales. Es importante decir que, la sociabilidad, el afecto, el amor, el eros; son otro aspecto relevante de la gran madre en la vida adulta de un individuo, y que al igual que la cara de lo maternal y la procreación familiar, es un aspecto de la Gran madre cada vez más difuso. “En Estocolmo, más de la mitad de los hogares están formados por personas solteras. A ello contribuye el hecho de que el divorcio se haya instalado como una realidad cotidiana, hasta el punto de que el porcentaje de matrimonios que terminan en semejante desenlace está por encima del 60%”.... “Pues bien, en esa misma sociedad (estados unidos), los hogares que constan de parejas casadas y con niños engendrados por ellos, son menos de la cuarta parte del total. El número de hijos nacidos de madres solteras es una realidad común en toda Europa, ha crecido al 30% cuando hace menos de dos décadas no llegaba al 4%, y empieza a manifestarse de manera representativa en algunos países asiáticos como Japón.” (Molero 2006) Constituir un hogar, casarse, amarse de por vida, tener hijos, cuidar de ellos, y tener una familia estable durante toda una vida parecen ser prioridades de los abuelos, valores culturales pasados de moda, lejanos a las generaciones de hoy, quienes parecen cada día mas atraídos por valores relacionados con el éxito, el reconocimiento, la academia y el trabajo. A partir de las condiciones descritas por Molero y
las reflexiones acá propuestas respecto al arquetipo Materno, podemos decir que la gran madre es un arquetipo en deflexión, evitado, negado y reprimido arbitrariamente por las exigencias de la sociedad de consumo. Esto es evidente en la reducción del tiempo que pasan los padres con sus hijos, en la disminución de las expectativas por el matrimonio y la parentalidad, y en la transformación del amor familiar en un asunto de regalos y privilegios. Estas condiciones familiares y socioculturales son la representación de un complejo materno configurado en lo inconsciente personal de los consumistas; es un complejo materno que a su vez genera sensaciones de insatisfacción afectiva, abandono, orfandad, desarraigo, inseguridad y sentimientos de soledad; que bien, pueden estar relacionados con los altos índices de depresión en las sociedades consumistas. De igual manera otros trastornos como anorexia, bulimia, ansiedad y adicciones presentes en los consumistas, tienen posiblemente su génesis en un complejo materno disfuncional en cuyo núcleo está el arquetipo de la gran madre, inhibido y en deflexión. En general el complejo materno en los consumistas puede ser experimentado con dolor y sufrimiento a raíz de la obstrucción en el proceso de desarrollo psicológico que genera su configuración difusa y precaria. Es el dolor y sufrimiento que acompañan un complejo revestido emocionalmente por sentimientos de incertidumbre intensa e incompletud, que nacen a raíz del vacío
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Consumismo desde Jung profundo que queda cuando la gran madre no está, o mejor cuando la gran Madre es desplazada arbitrariamente por otro “Dios”. Más que ausente, la gran madre ha sido sustituida y remplazada por otros valores y experiencias humanas, que la inhiben e impiden su formación plena en la psique de los individuos consumistas. Estas otras experiencias y valores humanos, aquello que sustituye a la gran madre, aquel Dios que la desplaza, es el mismo Gran padre.
{CAPÍTULO VI : COMPLEJO DEL GRAN PADRE EN LOS CONSUMISTAS: UNA BÚSQUEDA POR EL PODER Y EL RECONOCIMIENTO} Jung (1952) con respecto al arquetipo del gran padre planteo, “el Arquetipo del padre por su parte hace referencia a logos, el representante del espíritu, que pone obstáculos a la instintividad, es la conciencia”. El papel del arquetipo del gran padre en el marco del proceso de desarrollo psicológico se puede entender como el motivo impulsador del proceso de diferenciación psíquica, el padre es quien entrega al individuo reconocimiento ante el mundo. El Gran Padre está representado en la norma, la adversidad, la frustración que limita la gratificación maternal, pero que permite diferenciarse de ella. Es la conciencia que posibilita la diferenciación de lo inconsciente, del origen primario; y así diferenciados, buscar caminos propios que le den un lugar en el mundo. La condición de seguridad y plenitud que representa la gran madre, rápidamente es irrumpida por el gran padre, otorgándole al individuo la posibilidad de diferenciación con respecto a la gran madre, que aunque representa plenitud, también representa totalidad absorbente e inconsciencia. Siendo el gran padre quien permite diferenciarse de esa totalidad y ganarle terreno a lo inconsciente que es tan devorador como pleno, permitiéndole al sujeto ser un individuo dife-
renciado psíquicamente del colectivo. Este proceso se ve más claro, cuando es a partir de las experiencias de frustración que le causa al niño la separación de su madre por irrupción del padre que el niño empieza el proceso de construcción del ego; en primera instancia diferenciándose como un ser distinto a su madre, y después, es el mismo “padre” quien lo lleva a aventurarse a recorrer distintos senderos de identificación, con el fin último de lograr autenticidad, dejándolo próximo a la puerta del sí mismo. En síntesis la imagen del complejo paterno se va construyendo en la trayectoria de vida del individuo a partir de experiencias subjetivas de reconocimiento, éxito, autonomía, independencia, dolor, disciplina y poder, que se van generando en diferentes situaciones y escenarios. Por ejemplo, la disciplina del hogar, la escuela, el colegio, las instituciones públicas, el estado, el trabajo, el arte, el deporte, etc. Por lo cual, el papel del complejo del gran padre para el caso de los consumistas parece ser un asunto directamente relacionado con su comportamiento y su valores culturales más importantes. Si bien, la gran madre parece ser una imagen en deflexión, negada y reprimida por la sociedad de consumo, por su parte el gran padre es una imagen sacralizada, prevaleciente e imperante, por lo menos, en algunas de sus caras, las que sugieren poder y reconocimiento. El reconocimiento es una necesidad que surge a raíz de la activación del arquetipo del gran padre en la vida de un individuo, ya que el gran padre al ser el motivo movilizador del proceso de diferenciación; trae consigo necesidades como autonomía, reconocimiento social y realización. Estas necesidades, tan naturales y esenciales como el arquetipo mismo del gran padre en la cultura consumista, ilusoriamente se tienden a satisfacer desde el reconocimiento que obsequia el “tener” la mejor pinta, los mejores artículos tecnológicos y el poder de acceder y comprar cuanto servicio o producto la sociedad de consumo indique que debemos “tener”.
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Jesus Humberto Correa Por ello, la sociedad de consumo con sus exigencia del deber “ser” o mejor desde el “debes tener”, ha venido instigando la configuración de un complejo del padre particular en la psique de los consumistas. Es un complejo paterno que motiva inconscientemente una serie de búsquedas desenfrenadas por el reconocimiento, búsquedas que emprenden los individuos desde sus primeros años de vida; buscan y compran identidad, buscan y compran un lugar en la sociedad, una sociedad que solo les reconocerá ese lugar si tuviesen la ropa de marca, el celular de última generación, el mejor play station o si fuesen bellos como los estéreo-tipos sociales se lo exigen. El complejo del gran padre presente en los consumistas, aquel que busca poder y reconocimiento se empieza a formar en las primeras experiencias vitales; en las que los padres transmiten a sus hijos implícitamente los valores consumistas imperantes, mediante el tipo de educación que ejercen con ellos. Frente a ello, Molero (2006) en su trabajo “Generación marketing” citado en paginas anteriores, plantea que debido a las demandas de compromiso y mayor talento humano que exige el mundo laboral actual, los padres tienen cada vez menos tiempo para sus hijos, delegando entonces, la educación de ellos a terceros, y compensando la falta de tiempo con una educación complaciente y materializada. “Y es que la delegación de la educación a las instituciones educativas por falta de tiempo da lugar a sentimientos de culpa que se alivian a base de complacer. ¿Cómo? No solo comprando más de lo deseable, si no evitando las tensiones propias de la confrontación de voluntades que se manifiestan entre padres e hijos”…. “Esta paternidad complaciente hace cuanto puede para satisfacer a sus hijos. Al fin al cabo, ¿para que pasan tanto tiempo trabajando si no es para que a sus hijos no les falte de nada? ¿No son acaso los triunfadores de una sociedad que identifica éxito con logros profesionales cifrados en ingresos elevados y posición relevante? ¿Y en quien, mejor que en sus hijos, se va a gastar el dinero?” Molero (2006) Paralelamente a la búsqueda por el reconocimiento, y totalmente ligado a él, surge la búsqueda por el poder. El gran padre reina sobre la sociedad consumista
actual, lo que importa en la vida de un individuo consumista es aquello que esté relacionada con el éxito, la prosperidad económica y el reconocimiento social; ya que son estas experiencias las que les revestirá del poder aheleado. El dinero, la riqueza económica y el status social, son elementos que movilizan los intereses y el comportamiento consumista. Los niños, niñas y adolescentes de nuestra sociedad rápidamente introyectan los valores de la sociedad en que viven, aquellos valores predicados y profesados por sus padres, valores que hacen del proyecto de vida de los jóvenes, en el mejor de los casos, una recopilación de logros académicos y profesionales, que cobran relevancia a medida que los acerca al estilo de vida de sus padres, donde lo que cuenta es la prosperidad y el progreso, algo que solo les podría dar el poder que otorga el ingreso de altas sumas de dinero. El dinero, parece ser el símbolo del gran padre en la actual sociedad, es en el dinero en quien ven el éxito, el reconocimiento y el poder, es él, quien les dará un lugar en el mundo. Sin embargo, más que una búsqueda por el dinero mismo, es la búsqueda por el poder que da el dinero lo que moviliza la sociedad de consumo; es una búsqueda intensa, insaciable, como de quien le hace falta algo muy preciado. Los caminos que se ha trazado la sociedad con el fin de hallar el anhelado poder y lograr ser reconocido en el mundo han sido dos principalmente, por un lado el consumismo que ya lo he venido describiendo, y por otro lado la violencia, la espada, el arma; símbolo del gran padre por mucho tiempo. Es por ello que consumismo y violencia no son dos fenómenos aislados, si no que son dos caras de una misma moneda, dos representaciones de un mismo tipo de complejo paterno. Prueba de esto es el trabajo realizado por la reconocida analista Jungiana. Martha Cecilia Velez (1999) de la universidad de Antioquia, en su libro Los hijos de la gran Diosa sobre el sicariato en Medellín Colombia, quien planteó: “El sicario mata por dinero, pero lo gasta con la desmesura que revela su no valor. Asesina y co-
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Consumismo desde Jung bra el dinero para salir a tirarlo en una noche de borrachera, drogas y mujeres que al otro día no le significan nada. El es el mismo de nuestra cultura. Puro gesto vacio, actos mecánicos, gestados y ejecutados como por robots compulsivos en búsqueda de las sensaciones que les revelen la vida. Ellos ganan más dinero que en un trabajo honrado, y con ello demuestran lo deshonrado del trabajo y la cultura. Ellos matan y gastan, asesinan y consumen. Ellos son los representantes puros de nuestra cultura consumista y triunfalista, de nuestra cultura capital, cultura que se define “de consumo”, pero que se niega a comprenderse, en consecuencia, como cultura adictiva.” (Pag 359)” Al parecer la conexión entre la violencia y el consumismo reside en el tipo de configuración psíquica que les subyace; en ambos casos, existe un complejo paterno que moviliza al individuo a emprender búsquedas infructuosas por el poder y el reconocimiento, en uno de los casos por medio del arma y la fuerza, y en el otro caso por medio del dinero, el éxito y el status social; pero en ambos casos es el complejo paterno quien moviliza el comportamiento. Sin embargo, el dominio del gran padre no es un asunto de este siglo, incluso el mundo viene de una época en la que la hegemonía del gran padre parecía ser mucho más evidente, un ejemplo de ellos es el patriarcado, encarnado en el reinado de la religión judeo-cristiana, un dogma esencialmente masculinizado y trasversalizado por los valores patriarcales en el que es un único Dios hombre el soberano y todopoderoso, un Dios normativo y generalmente intransigente con el género femenino.
gran padre parecía haber cedido terreno, pero realmente, el complejo paterno de las sociedades occidentales se transformó, o mejor, más que el complejo mismo, fueron sus representaciones socio-culturales las que se sofisticaron y cambiaron, de la religión a la tecnología, de la búsqueda por la salvación a la búsqueda por el éxito; pero siempre en el núcleo de unas y otras representaciones , está el gran padre demandante de poder y reconocimiento. En conclusión el complejo del gran padre, es la base psíquica que sostiene las búsquedas intensas e infructuosas de los consumistas, búsquedas principalmente por poder y reconocimiento, que le den al individuo un lugar en el mundo.
{CAPÍTULO V : CONFIGURACIÓN PSÍQUICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO: EL PADRE SACRALIZADO DESPLAZA A LA MADRE DESPRECIADA. LA MADRE HABLA, EL PADRE DEFRAUDA, Y EL ALMA SUFRE} Ahora, teniendo este panorama psíquico de las condiciones psicológicas de los consumistas, la inquietud consecuente es ¿entonces qué relación sostienen el complejo del arquetipo de la Gran Madre y el complejo del arquetipo del Gran padre?
Aparentemente, con la muerte de Dios decretada por la ilustración, el renacimiento y el auge científico, el
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Al final del capítulo III, en el que se describe el papel de complejo materno ya había sugerido una respuesta al respecto; “la gran madre ha sido despreciada, sustituida y remplazada por otros valores y experiencias humanas, que la inhiben e impiden su formación plena en la psique de los individuos consumistas. Estas
Jesus Humberto Correa otras experiencias y valores humanos, aquello que sustituye a la gran madre, aquel Dios que la desplaza, es el mismo Gran padre.” Y Básicamente es la imagen sacralizada del gran padre en dos de sus caras; las experiencias que sugieren poder y aquellas que otorguen reconocimiento. Sin embargo, por más prometedora y complaciente que pudiese ser la sociedad de consumo, el consumista no se siente satisfecho, al parecer, el hecho de obtener el poder y el reconocimiento anhelado no parece satisfacer la necesidad ultima del individuo, reapareciendo de nuevo las sensaciones de incompletud, dolor e incertidumbre intensa; que hacen sugerir que en la profundidad del psiquismo consumista, pese al esfuerzo del gran Padre, sigue existiendo el vacio de la gran Madre. La imagen del gran padre de la sociedad de consumo en últimas, defrauda, dejando a sus hijos en el sufrimiento en que el que siempre han permanecido, el dolor de la Gran madre despreciada. Una característica del comportamiento consumista es la insatisfacción posterior al consumo y consecuentemente la tendencia a consumir cada vez más, como si así se lograra conseguir la satisfacción y el alivio anhelado. Incluso, lo que en un principio comienza como insatisfacción, con el tiempo y con el aumento en la intensidad de los hábitos consumistas, se va progresivamente convirtiendo en sensaciones de malestar, vacio e incertidumbre intensa, llegando a generar síntomas psicopatológicos como adicciones, trastornos de ánimo o trastornos de ansiedad. Después de analizar el papel del complejo del arquetipo del gran Padre y el papel del complejo del arquetipo de la Gran madre y la configuración psíquica que estos conforman en los consumistas, se podría llegar a las siguientes conclusiones:
poder y el reconocimiento. El consumismo está motivado inconscientemente por necesidades imperantes de poder y reconocimiento, necesidades que se han tejido desde el psiquismo del colectivo de la sociedad de consumo. - Lo sombrío del arquetipo del gran padre, lo que hace infructuosa la búsqueda por el poder y el reconocimiento, es que, el motivo primario de dicha búsqueda no responde genuinamente a la dinámica del proceso de diferenciación y la naturaleza del arquetipo paterno, más bien, responden a carencias y ausencias con respecto al arquetipo de la gran madre; a la falta de experiencias primarias de amor, cuidado, seguridad y confianza. - El consumismo es la búsqueda profunda por curar las heridas generadas a raíz de la deflexión del arquetipo de la Gran madre. Por medio del poder y el reconocimiento que infructuosamente entrega el consumismo, inconscientemente se intenta reparar la falta de amor y vínculos afectivos significativos en el transcurso de vida de los consumistas. - El consumismo de servicios como las TICS, tal como en el consumismo de productos, son el resultado de un complejo materno disfuncional. - En un hecho paradójico, la sociedad de consumo es causa y efecto del tipo de configuración psíquica que le subyace. Los problemas de adicción, impulsividad e inrreflexibilidad en el consumo y los efectos psicopatológicos que se le relacionan, son la manifestación del complejo materno que actúa inconscientemente en los consumistas. Pero a su vez, la configuración de este tipo de complejo materno, es incidida directamente por las condiciones socio-culturales y familiares en las que nacen y crecen los consumistas.
- El consumismo como fenómeno socio-cultural, es una representación social de la configuración de lo inconsciente colectivo de la sociedad de consumo, específicamente, es la representación de dos caras sombrías del arquetipo del gran padre; la búsqueda intensa e infructuosa por el
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“Cuando el amor es la norma, no hay voluntad de poder, y donde el poder se impone, el amor falta.” Carl Gustav Jung.
p * Fotos descargadas de Internet
Consumismo desde Jung
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