Archivos de Medicina-Vol-12-1

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Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012

Hemeroteca Nacional Universitaria Carlos Lleras Restrepo

Indizada en IMBIOMED http://www.imbiomed.com Indizada en LILACS - Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud LILACS http://regional.bvsalud.org/php/index.php

Publicación admitida en el Índice Nacional de Publicaciones Seriadas Científicas y Tecnológicas de COLCIENCIAS (PUBLINDEX)

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ISSN: 1657-320X Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales Vol. 12 No. 1, Enero-Junio 2012. José Jaime Castaño Castrillón (jcast@umanizales.edu.co) Editor

Comité Editorial

Patricia Toro Duque (Universidad de Manizales, Colombia) Natalia García Restrepo (Universidad de Manizales, Colombia) Antonio Duque Quintero (Universidad de Manizales, Colombia) Guillermo Orlando Sierra (Universidad de Manizales, Colombia) Olga Lucía Tovar Aguirre (Universidad Católica de Manizales, Colombia) Juan Bernardo Zuluaga Valencia (Universidad de Manizales, Colombia)

Comité Científico

Ángela Hernández Córdoba (Universidad Externado de Colombia, Colombia) José Arley Gómez López (Universidad del Quindío, Colombia) Jhon Fredy Betancur Pérez (Universidad de Manizales, Colombia) Juan Diego López Palacio (Alcaldía de Manizales, Colombia)

Árbitros

Juan Diego López (Alcaldía de Manizales, Colombia) Gladys Galeano Martínez (Fundación 100% Mujer, Colombia) Paula Andrea Correa Arroyave (Universidad Católica de Manizales, Colombia) Julia Clemencia Franco Restrepo (Universidad de Caldas, Colombia) María Eugenia Arias Soto (ASSBASALUD E.S.E., Colombia) Catalina Ascanio Noreña (Médicos Asociados, Colombia) Mireya Ospina Botero (Universidad Católica de Pereira, Colombia) Mónica Lucía Castelblanco Niño (Universidad de Manizales, Colombia) Óscar Alberto Villegas (Universidad de Manizales, Colombia) Óscar Felipe Erazo Martínez (ASSABASALUD E.S.E., Colombia) Gonzalo Gallego González Diseño y Diagramación Centro de Publicaciones (diagrama@umanizales.edu.co)

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Guillermo Orlando Sierra Sierra Rector

Jorge Iván Jurado Salgado Vicerrector

Antonio Duque Quintero

Director Programa de Medicina

César Augusto Botero Muñoz Secretario General

Revista

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ISSN: 1657-320X Facultad de Ciencias de la Salud Universidad de Manizales Vol. 12 Nº. 1, Enero-Junio de 2012

La revista Archivos de Medicina es el órgano oficial de divulgación de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Manizales (Manizales, Colombia, Suramérica), con periodicidad semestral (se publica en junio y diciembre). Publica temas de investigación científica y revisión de temas de medicina general y especializada, con el propósito de divulgar y debatir resultados de investigación, producidos por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manizales, y por entidades educativas de Caldas y en general de Colombia. El contenido de la revista está dirigido sobre todo a médicos generales y estudiantes de Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud Carrera 9a. No. 19-03, of. 146 Manizales, Colombia. Teléfono 8841450 - 8842430 A.A. 868. Fax. 096-887 9680 Correo electrónico: medicina@umanizales.edu.co

www.umanizales.edu.co/programs/medicina/publicaciones/index.html

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ISSN: 1657-320X Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales Vol. 12 Nº. 1, Enero-Junio de 2012

Sumario

.Página Editorial Un Programa de Medicina del Siglo XXI.......................................................................................................7 José Jaime Castaño Castrillón ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Calidad de vida y salud general percibida de pacientes hospitalizados en una entidad de salud en Granada (España)............................................................... 9-17 Perceived quality of life and general health of patients hospitalized in a health entity of Granada (Spain) Juan Máximo Molina Linde, Nancy Viviana Lemos Ramírez, Ana Fernanda Uribe Rodríguez.

Curvas antropométricas de los niños controlados en crecimiento y desarrollo en una E.S.E. de primer de nivel en Manizales (Colombia) años 2005 a 2010.................................... 18-30 José Jaime Castaño Castrillón, Oscar Alberto Villegas Arenas.

Maltrato infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC), en población escolarizada de la ciudad de Manizales (Colombia), 2011.............................................. 31-45 Child abuse according to conflict tactics scale (CTSPC), in school population of Manizales City (Colombia), 2011 Nataly Apache Perdomo, José Jaime Castaño Castrillón, Carolina Castillo Ocampo, Andrés García Serrano, Henry Julián Góngora Sabogal, Sandra Patricia Gonzáles, Miguel Eduardo Mahecha Hernández, Rosa Helena Morales Benítez.

Factores que inciden en la motivación académica en un Programa de Medicina, Manizales, Colombia, 2010................................................................... 46-61 Factors that affect academic motivation in a Faculty of Medicine Manizales, Colombia, 2010 José Jaime Castaño Castrillón, Andrea C. Cerón, Annia K. Collazos, Angélica M. Molina, Juliana Osorio, Alejandro Ospina, Martha Luz Páez Cala, Diana C. Rico, Oscar E. Zambrano.

El perfil psicosocial de los estudiantes de medicina de la Universidad de Manizales (Colombia) y su relación con el rendimiento académico, 2011....................................... 62-72 Psychosocial profile of medicine students from the Universidad de Manizales (Colombia) and its relationship with academic performance. 2011 José Jaime Castaño Castrillón, Julián David Florido, Johana Galvis, Daniel Maya, Laura Marcela Paneso, Jonathan Torres, Laura María Vivas.

Relación entre cifras de tensión arterial e indicadores de sobrepeso en población de adolescentes escolarizados de Manizales, Colombia, 2011....................................... 73-82 Relationship between blood pressure, body mass index in school population of Manizales, Colombia, 2011 José Jaime Castaño Castrillón, Luis E. Castaño, Anyi P. Chacón, María P. Giraldo, José Fernando Giraldo, Diana C. Leal, Valentina Salazar.

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Caracterización de la poblacion con conducta suicida en la Clinica San Juan de Dios de Manizales de julio a noviembre de 2010............................................................. 83-92 Chararacterization of patients with suicidal conduct in Clinica San Juan de Dios Manizales, from july to november 2010 Sandra Cañón Buitrago, Patricia Toro Duque.

ARTÍCULOS DE REVISIÓN DE TEMA Monitoreo de la infección respiratoria aguda en Manizales, mediante sistemas de información geográfica.................................................................................... 93-106 ARI (Acute Respiratory Infection) screening model in Manizales, based on Geographic Information Systems Juan Carlos Carmona Hernández.

Labio y paladar hendido: Tendencias actuales en el manejo exitoso.................................................107-119 Cleft lip and palate: successful management trends Bedón Rodríguez Mónica, Villota González Luis Gerardo.

Canje bibliográfico Archivos de Medicina..................................................................................................120 Normatividad Archivos de Medicina.................................................................................................. 121-125 Norms Archivos de Medicina............................................................................................................. 126-130

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Un Programa

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del

Siglo XXI

Teniendo en cuenta los recientes y desafortunados acontecimientos acaecidos en el Programa de Medicina de la Universidad de Manizales cabe una reflexión sobre lo que debería ser un Programa de Medicina enmarcado en los albores de la 2° década del Siglo XXI1,2. En primer lugar debería tener un modelo pedagógico moderno, que incorpore las últimas tendencias enunciadas por la pedagogía contemporánea, y que excluye totalmente la clase magistral, por considerarla la peor forma de enseñanza concebible. Además con un modelo evaluativo objetivo, que excluiría los notas apreciativas con peso del 50% sobre la nota final de una asignatura, y exámenes orales del 40%, a no ser que fueran efectuados sobre pacientes. Y que además excluya el principio pedagógico típico de mediados del Siglo XX, que expresa que “la letra con sangre entra”. La única calificación posible para un modelo pedagógico con las características anteriores, basado en clase magistral y con un método evaluativo subjetivo (que deja la nota final del estudiante completamente en manos del docente), sería la de “Medieval”3. Además este tipo de modelo pedagógico, que mantiene a los estudiantes “estresaditos”, por la angustia que produce en ellos, genera un significativo consumo de sustancias para mejorar rendimiento académico, como lo evideciaron Barón y col 4 Tradicionalmente las relaciones de un programa académico con sus docentes se basan en “horas tiza”. En un Programa del Siglo XXI, esto no debería ser así. No es suficiente, aunque sí necesario, que un docente enseñe muy bien, sino que también debe tener producción intelectual, ya sea de investigación, proyección social o innovación pedagógica. El programa debe facilitar esta actividad de producción intelectual, proporcionando el tiempo necesario para desarrollarla, alentándola con diferentes tipos de estímulos, pero también hacer seguimiento a ella y plantear exigencias. La investigación debe tener lugar destacado en un programa del Siglo XXI. Esta nueva tendencia se refleja muy claramente en el nuevo examen de estado para evaluar la calidad de la educación superior, “Saber-Pro”5. Este nuevo examen para Medicina, está dividido en 5 grandes áreas, siendo una de estas áreas investigación, o sea el 20% del examen. Anteriormente la investigación no estaba explícitamente, sino que estaba refundida en uno de los 11 campos en los que se dividían los antiguos exámenes de estado para la educación superior “Ecaes”. Un programa de Medicina del Siglo XXI debería reaccionar muy rápidamente a esta nueva valoración, efectuando los cambios curriculares necesarios, y revaluando la antigua consideración, común en los estudiantes de Medicina de considerarla una “costura”. Esta nueva revaloración implica que un Programa de Medicinas debe tener entre sus docentes un buen número de doctores en ciencias biomédicas, dedicados exclusivamente a la investigación científica, y con la función de elaborar proyectos en ciencia de “frontera”, que proporcionen acceso al Programa a las grandes fuentes financiadoras de investigación médica, y recursos para dotar laboratorios. A su vez algunos docentes, de los que hacen práctica clínica, igualmente deberían tener una buena actividad investigativa. Un nativo de la aldea global del Siglo XXI debe ser muy competente tecnológicamente. Las grande revoluciones en la vida cotidiana de este nativo en la primera década del Siglo XXI han Facultad de Ciencias de la Salud - Universidad de Manizales


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sido tecnológicas, la llegada del celular, de los dispositivos portátiles de música, de las “tabletas”. Los celulares de más alto nivel los llamados “smartphones” están perfectamente capacitados para proporcionar acceso a la red global de información (Internet), a grandes velocidades y en particular a toda la información allí incluida. Hoy más que nunca en la historia de la humanidad, es cierto que este nativo de la aldea global tiene todo el conocimiento humano entre el “bolsillo”. En particular puede accesar todas las bases de datos de investigación en Medicina, incluyendo las bases de datos de ensayos clínicos donde se consignan los resultados de absolutamente todos los tratamientos médicos probados en estos estudios a lo largo del mundo. Un Programa de Medicina del Siglo XXI, debería proporcionar esta competencia a sus estudiantes. Por último, y solo porque el espacio es breve, un Programa de Medicina del Siglo XXI deberá tener acreditación de alta calidad6, no sólo Registro Calificado, y sus estudiantes desempeño sobresaliente en las pruebas de estado. No se pueden despreciar los resultados de estas pruebas en las cuales un programa educativo, compara a sus egresandos en cuanto a conocimientos médicos, en iguales condiciones, con otros egresandos de otros programas. Este resultado calibra la calidad de un futuro médico. Que todos los egresados estén desempeñando cargos, que se hable muy bien de ellos, es importante, desde luego, pero como indicio de calidad comparativa son más dicientes los resultados del examen de estado. Al darles un vistazo a estos resultados (que son públicos y se encuentran en http://www.icfesinteractivo.gov.co/) resalta que los programas que encabezan los puntajes corresponden a las universidades tradicionalmente más reputadas en este campo como son la Universidad de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Nacional de Colombia, Universidad de Caldas, Universidad de Antioquia, Universidad El Bosque, Universidad del Quindío, Universidad de la Sabana, Universidad Industrial de Santander, Universidad del Valle, Universidad Tecnológica de Pereira, Instituto de Ciencias de la Salud, Fundación Universitaria Juan N Corpas (Pruebas Saber Pro 2010 3, 2 primeros lugares, para los tres rangos de número de estudiantes que presentaron el examen, en las 5 componentes de la prueba).. A la luz de estas pocas consideraciones, que apenas son una introducción al problema de la alta calidad de un Programa de Medicina incrustado en los albores de la 2 ° década del Siglo XXI, quedan muchos interrogantes sobre los recientes y graves acontecimientos en el Programa de Medicina de la Universidad de Manizales.

Literatura citada 1 El Consejo Ejecutivo. Federación Mundial para la Educación Médica (WFME). Prefacio a la Trilogía de la WFME. Estándares globales en Educación Médica. Educación Médica 2004; 7( Sup 2): S5. 2 World Federation for Medical Education (WFME). Estándares globales en educación médica de la WFME. Revista International Journal 2004; 7(sup 2):S3-S56. 3 Fasce E. Los nuevos roles del docente de Medicina. Concepción: Dpto. Educación Médica, Universidad de Concepción. http://www2.udec.cl/ofem/recs/art13.htm. 4 Barón L, Botero-Henao K, Castaño-Castrillón JJ, Castillo-Chang K, Díaz-Corrales J, Echeverri-Uribe JS, et al. Prevalencia y factores asociados de consumo de anfetaminas, en estudiantes del programa de medicina de la universidad de Manizales (Colombia), 2010. Rev Fac Med Unal 2011; 59(3):201-214. 5 ICFES-ASCOFAME. Orientaciones para el examen de Estado de calidad de la educación superior SABER PRO (ECAES). Medicina. 2° ed. Bogotá: Icfes-ASCOFAME; 2011. 6 Paredes E. Acreditación universitaria: Garantía de Calidad en la educación superior?. Rev Med Hered 2008; 19 (2): 43-45.

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Artículo de Investigación

Calidad

de vida y salud general percibida de pacientes hospitalizados en una entidad de salud en Granada (España) Juan Máximo Molina Linde, Ps.*, Nancy Viviana Lemos Ramírez, M.H.S.** Ana Fernanda Uribe Rodríguez, Ph.D.***

Remitido para publicación: 22-03-2012 - Versión corregida: 16-04-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: La calidad de vida guarda una estrecha relación con la salud de las personas, por lo que destaca la importancia de profundizar en su conocimiento. Su acercamiento supone considerar factores asociados al contexto social, biológico, psicológico y espiritual del ser humano. El presente estudio pretende analizar la relación entre calidad de vida y salud general percibida de las personas hospitalizadas en una institución de Granada, España. Materiales y Métodos: Se llevó a cabo un estudio de tipo transversal descriptivo. Las personas fueron seleccionadas mediante un muestreo aleatorio estratificado. Se administró el Perfil de Salud de Nottingham (PSN), que evalúa las dimensiones de energía, dolor, reacciones emocionales, sueño, aislamiento social y movilidad física. Luego de esto, se procedió a calcular un índice de salud general con la suma ponderada de las áreas antes mencionadas. Resultados: En el PSN se obtuvo una puntuación media de salud general de 46,44 (DE: 21,10; IC del 95%, 43,92-48,96). A nivel global hay un deterioro en las áreas que mide el PSN a medida que la salud de las personas hospitalizadas se compromete. Igualmente, existe un empeoramiento de la salud general, conforme se incrementa la edad. Asímismo, las mujeres presentaron un mayor deterioro en la salud general que los hombres (p = 0.000). Conclusión: Es pertinente priorizar la incorporación de programas salubristas que diseñen intervenciones para las personas que se encuentran en escenarios hospitalarios. Asimismo, se hace necesario incluir terapias anti-álgicas para aumentar la calidad de vida en esta población. Palabras claves: Calidad de vida, perfil de salud, estado de salud Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 9-17 Molina Linde JM, Lemos Ramirez NV, Uribe Rodríguez AF. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN: 1657-320X enero-junio de 2012. Universidad de Manizales, Manizales (Colombia). * Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía, España. juanm.molina.ext@juntadeandalucia.es Correspondencia: Juan Máximo Molina Linde. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (AETSA) Avda. Luis Montoto, 89, 4ª planta. Sevilla (España), 41007 ** Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Puerto Rico nancy.lemos@upb.edu.co *** Universidad Pontificia Bolivariana, Seccional Bucaramanga, Colombia anafernanda.uribe@upb.edu.co, ana.uribe@gmail.com Calidad de vida y salud general percibida de pacientes hospitalizados en una entidad de salud en Granada...

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Perceived Quality of Life and General Health of Patients Hospitalized in a Health Entity of Granada (Spain) Summary Backgrounds: Nowadays, a person’s health and their quality of life are tightly linked. Therefore, it is important to study in depth such connection by taking into account those factors associated to the social, biological, psychological and spiritual context of the human being. Due to the increasing interest in the study of the quality of life of people, its relation with the general health of those hospitalized in an institution in Granada, Spain, was analyzed. Materials and Methods: The study was a quantitative, transversal and descriptive. Sample subjects were selected from a stratified aleatory sample of patients in an institution in Granada, Spain. The Nottingham Health Profile (NHP), which evaluates the energy, pain, emotional reaction, sleep, social isolation and physical mobility of the patient, was administered to each patient. Once administered the profile, using the average value, a general health profile index of the previously mentioned areas was calculated. Results: A mean score of 46.44 in general health (SD: 21.10; CI OF 95%: 43.92-48.96) was obtained from the NHP. It can be observed that as a hospitalized person’s health gets compromised, an overall decline can be observed in the areas measured by the NHP. Likewise, there is a tendency of a decline in a hospitalized person’s health as their age increments. Also, when compared to men, women presented a greater decline in their general health (p = 0.000). Conclusion: It is pertinent to incorporate relevant variables to the intervention therapies of hospitalized persons. Likewise, it is important to include in their treatment plans, pain management therapies in order to improve this population’s quality of life. Keywords: Quality of life, health profile, health status.

Introducción La calidad de vida guarda una relación estrecha con la salud de las personas y ha sido parte de la historia humana, desde épocas antiguas. Sin embargo, la comunidad científica ha mostrado un interés relativamente reciente, que bien puede evidenciarse en la década del 1990 y se mantiene en el presente siglo1. Dicho aspecto, enmarcado en el contexto actual, puede propiciar diversas interpretaciones, puesto que se entrecruzan las experiencias y percepciones propias de cada individuo. Desde una perspectiva subjetiva, se argumenta que de manera particular, debe tomarse en cuenta el

contexto ambiental, social y cultural; imbricado en el aspecto físico y espiritual del ser humano2. En la búsqueda incesante por conciliar un enfoque integrador y multidimensional, que aborde la calidad de vida, se hace pertinente la inclusión de factores biológicos y psicológicos, prestando atención a la complejidad humana. Dichos factores confluyendo entre sí, pueden propiciar un estado equilibrado que aporte al bienestar de las personas involucradas. La literatura científica sostiene que una perspectiva sistémica hace contribuciones importantes al estudio de la calidad de vida, ya que los distintos elementos que se relacionan con el

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Artículo de Investigación individuo, interactúan para provocar transformaciones3. Esto ha supuesto que a través de la historia, se generen diversas definiciones, en torno al constructo de calidad de vida. Ello guarda estrecha relación con los cambios acaecidos en las diferentes sociedades del mundo, en los últimos años. Inicialmente, la calidad de vida apelaba al cuidado de la salud a nivel individual, luego se extrapoló a la salud e higiene pública, a partir de los postulados de los derechos humanos, incluyendo a su vez, el efecto de los bienes materiales en la vida de las personas1. La Organización Mundial de la Salud4, se dio a la tarea de conceptuar el término y profundizar en sus dimensiones y formas de evaluarlo, al reconocer la importancia de la percepción de una persona respecto a su situación en la vida. Hoy día, es frecuente que la comunidad científica se refiera al tema, desde la noción de calidad de vida relacionada a la salud. Varios autores sostienen que dicho término, permite la inclusión de la percepción de la persona sobre su propia enfermedad y el valor del tiempo de su vida, asociado a limitaciones de índole físico, psicológico y social5. Los avances logrados hasta el momento, en el campo de la salud, ejercen una influencia notable en el aumento de la longevidad de las personas. Sin embargo, se indica que los estilos de vida que se ponderan en la actualidad, inciden en el aumento del desarrollo de enfermedades crónicas6. Por cuanto, dichas enfermedades pueden asociarse con su curso de acción ya que pueden acarrear un deterioro significativo en la calidad de vida de las personas. De igual forma, se genera preocupación no sólo por el estado de salud en los individuos, sino por la combinación de otros factores asociados a ésta. A lo largo del tiempo, la evaluación de la salud ha seguido métodos objetivos, entre los que se destacan, marcadores bioquímicos, fisiológicos y anatómicos7. Sin embargo, debido al creciente interés por estudiar la calidad de

vida de los individuos, se han elaborado varios instrumentos que intentan medirla. Entre éstos, destacan el Perfil de Salud de Nottingham, Sickness Impact Profile, Cuestionario de Calidad de Vida para Cáncer de Pulmón y el Cuestionario de Calidad de Vida para Cáncer de Mama8. Dichos instrumentos responden a la definición de la salud, planteada por la OMS4. Por consiguiente, unos abordan determinadas enfermedades, mientras que otros, pueden aplicarse a la población de manera genérica y a grupos de enfermos8. La importancia de estos instrumentos se sustenta en que permite aportar al estado funcional de las personas evaluadas, en los ámbitos de la salud física, mental y social. Se recalcan además, otros aspectos de interés como la información que se genera de una variable de expresión tipo subjetiva (calidad de vida), obteniendo un valor cuantitativo que representa el estado actual de salud del individuo7. De acuerdo a los instrumentos genéricos, el Perfil de Salud de Nottingham (PSN), fue diseñado para evaluar la percepción de la salud y la manera en que se ven afectadas las actividades propias de la cotidianeidad por una enfermedad9. Este cuestionario consta de dos partes, la primera, mide seis dimensiones: energía, dolor, movilidad física, reacciones emocionales, sueño y aislamiento social. La segunda parte del instrumento se compone de siete preguntas relacionadas a la existencia de limitaciones a causa de la salud10. Otro aspecto importante a mencionar se relaciona con la extensa evaluación que se ha hecho del instrumento, ya que tanto sus fortalezas como debilidades han sido demostradas11. De igual manera, los reactivos del instrumento abarcan tanto problemáticas moderadas como severas, en el estado de salud de las personas12. Esto, permite estudiar un mayor espectro de situaciones, dentro del marco de una población con diversas realidades. El protocolo del PSN se usó en una muestra de pacientes diagnosticados con Parkinson y

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con pacientes con enfermedad arterial periferal en Suecia para comprobar su validez13. Los autores concluyeron de acuerdo al estudio, que el instrumento posee buenas propiedades de medición en ambas muestras. Por lo tanto, esta investigación aporta evidencia empírica respecto a los méritos de la prueba, a la vez que apoya su capacidad taxativa, para ser usada de manera genérica en poblaciones que compartan esas características. En otro estudio realizado en España, se administró el PSN a una muestra de adultos mayores hospitalizados, cuyas funciones cognitivas se describían como variables, con el propósito de evaluar la confiabilidad y validez del instrumento en dicha población14. Los investigadores encontraron que el PSN es adecuado, confiable y válido, aún en pacientes con funciones cognitivas moderadas14. Ciertamente, estos estudios sustentan que el PSN se ha utilizado en distintos contextos y en diversas patologías, otorgándole buenos índices psicométricos en cuanto a su validez y fiabilidad. La calidad de vida se relaciona además, con el apoyo emocional que brinda la red de significantes a las personas con afecciones médicas15. Estos hallazgos permiten crear modelos inclusivos que tomen en cuenta elementos bio-psico-sociales que posibiliten estilos de vida más saludables en las sociedades contemporáneas. Esto genera un apoyo social flexible frente a las estrategias de afrontamiento que promueven una mejor calidad de vida entre los seres humanos. La literatura evidencia la relevancia del PSN en el abordaje de la calidad de vida relacionada a la salud. Por tal razón, las nuevas vertientes discursivas permiten la inclusión de indicadores clásicos de corte cualitativo y cuantitativo, como la expresión propia del impacto en la satisfacción del paciente. Debido al creciente interés por estudiar de manera integral la calidad de vida, se analizó su relación con la salud de las personas hospitalizadas en un hospital de tercer nivel de Granada, España.

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Materiales y métodos Con el propósito de responder a los objetivos establecidos, se realizó un estudio de enfoque metodológico cuantitativo con un diseño investigativo de tipo transversal descriptivo, mediante encuesta en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, España durante los meses de enero a mayo de 2007. Para acceder al estudio se establecieron los siguientes criterios de inclusión: estar hospitalizado al momento de la encuesta y presentar un estado de conciencia que facilitara la realización de la misma. Se excluyeron los pacientes que al momento del estudio estaban ingresados en las siguientes unidades: Cuidados Intensivos, Reanimación, Psiquiatría y Desintoxicación, por entender que escapaban de los objetivos del trabajo. De igual forma, no se contó con aquellas personas diagnosticadas con alguna enfermedad neurológica (tipo demencia) o psiquiátrica que creara duda respecto a la fiabilidad de las respuestas. El número de pacientes necesarios para obtener una muestra significativa de la población hospitalizada, 812 camas en el momento de la encuesta, se calculó tomando en cuenta los siguientes postulados: prevalencia del dolor en el 50 por ciento de los sujetos; una diferencia máxima del 10 por ciento entre la prevalencia del dolor en la muestra y en la población; y un nivel de significación estadístico del 95 por ciento. Esto permitió incluir una muestra representativa de los pacientes hospitalizados en las unidades del hospital, excluyendo las áreas mencionadas previamente. Las personas se seleccionaron mediante un muestreo aleatorio estratificado. Sin embargo, aquellos sujetos que por algún criterio de exclusión no entraron a formar parte del estudio fueron reemplazados. La recolección de datos se llevó a cabo a través de cuestionarios individualizados para obtener los datos sociodemográficos del paciente como edad, sexo, nivel cultural, estado civil, situación familiar y área hospitalaria en

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Artículo de Investigación la que se encontraban ingresados. Además, se administró el protocolo del PSN, como instrumento genérico de medida de la calidad de vida, y usando la entrevista personal, dadas las características de la población (elevada tasa de analfabetismo y alto porcentaje de personas en el grupo de edad avanzada). El tiempo promedio de contestación del instrumento osciló en los 10 minutos. Cada dimensión del PSN fue debidamente puntuada, puesto que se esperaba que la persona entrevistada contestara «sí» en caso de que el ítem reflejara adecuadamente su estado actual o sentimiento, o respondiera «no», en cualquier otro caso. Las respuestas se codificaron otorgando un «1» a la contestación de «sí», y un «0» a la premisa «no». Las premisas positivas de cada dimensión se multiplicaron por el valor ponderal, se sumaron y se transformaron en una puntuación de «0» (mejor estado) a «100» (peor estado). Luego de este proceso, se recogió la puntuación total del cuestionario de cada participante en la variable denominada salud general para una valoración de modo global. Cabe señalar que aunque la ponderación global de la salud general no ha sido validada, puede ser de interés para valorar a cada paciente. Ha sido utilizado para comparar el deterioro manifestado en cada dimensión, según las distintas variables. Los estudios comparativos llevados a cabo, tanto para la población general como para pacientes, han mostrado buenos resultados de validez de constructo y de contenido. La consistencia interna es alta pero menor de 0,9 para todas las dimensiones, el test-retest también es alto para todas las dimensiones16. De igual forma, la sensibilidad al cambio ha sido evaluada en diversos estudios observacionales, mostrando resultados adecuados. En definitiva, el PSN es un cuestionario de medida del estado de salud que se puede aplicar adecuadamente a las personas. El contenido de los ítems es entendible y aceptado por personas de distintas edades, por cuanto, las premisas no contienen expresiones en negación, son sencillas y

cortas, necesitando una mínima capacidad de comprensión para ser contestadas14. La descripción de las variables cuantitativas se realizó mediante media, desviación estándar (DE) e intervalo de confianza (IC). Por otra parte, las variables cualitativas se describieron a través de análisis de frecuencias y porcentajes. Se utilizó la estadística analítica t de Student, para la comparación de medias en variables cualitativas dicotómicas y análisis de la varianza para la comparación de medias, en el caso de variables cualitativas con más de dos categorías. Para llevar a cabo el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS versión 17.0 para Windows (SPSS Inc.). En cada una de las etapas de la presente investigación, prevaleció el respeto por la dignidad de las personas que participaron en la misma. Asimismo, se salvaguardó la confidencialidad y se protegieron los derechos de los pacientes. Por otra parte, los participantes fueron debidamente informados del propósito, los beneficios y los riesgos del estudio mediante una hoja de consentimiento informado.

Resultados Se seleccionó una muestra compuesta por 271 pacientes hospitalizados, lo que supone el 33,37% del total de la población. La edad media de los pacientes era de 56,79 años ([DE] 18,22; recorrido de 16 a 89 años). La distribución por edades fue la siguiente: menores de 30 años (11,1%), 31-49 años (22,1%), 50-64 años (22,9%), 65-79 años (37,3%) y mayores de 80 años (6,6%). El estudio contó con una distribución por sexo similar de 133 hombres (49,1%) y 138 mujeres (50,9%). Tomando en cuenta la variable socio-demográfica del estado civil, 67,2% de los sujetos eran casados, 12,5% estaban solteros, un 14,4% eran viudos, un 5,5% eran divorciados o separados y un 0,4% vivían en pareja. De acuerdo a la convivencia, el 13,7% vivían solos y un 86,3% vivía acompañado.

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Respecto al nivel cultural, un 14% eran analfabetos, un 35,1% eran analfabetos funcionales, un 30,6% tenían estudios primarios, sólo un 11,8% tenían estudios secundarios y otro 8,5% tenían estudios superiores. El 56,5% de los pacientes estaban ingresados en el área médico quirúrgico, un 26,9% en traumatología y rehabilitación; y un 16,6% en materno infantil. A través del instrumento PSN se obtuvo una puntuación media de salud general de 46,44 ([DE]: 21,10; [IC]: 95%, 43,92-48,96). El grado medio de deterioro, así como sus IC, de cada uno de los apartados del cuestionario se recogen en la Figura 1.

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Figura 2. PSN-puntuación por dimensiones y sexo. Comparación de las medias de deterioro según sexo: *, p < 0,001

[DE] = 22,64 de 31 a 49 años; media = 46,65, y [DE] = 19,75 de 50 a 64 años; media = 46,19 y [DE] = 21,41 de 65 a 79 años; y media = 57,66 y [DE] = 18,64 en los mayores de 80 años; (p = 0,102). En la Figura 3 se muestra la relación entre edad y calidad de vida en las diferentes dimensiones del cuestionario apreciándose diferencias estadísticamente significativas sólo en el caso de la movilidad.

Figura 1. PSN-puntuación por dimensiones. Cifras expresadas en porcentaje de deterioro con IC del 95%

Con relación al sexo, las mujeres presentaron un mayor deterioro en salud general (media = 50,88 y [DE] = 21,44 frente a media = 41,83 y [DE] = 19,79; p < 0,000). De acuerdo a las dimensiones que analiza el cuestionario, se presentan diferencias estadísticamente significativas en todas ellas, excepto en el área social. Teniendo en cuenta la variable edad, el deterioro de salud general apuntaba un incremento, no estadísticamente significativo, según aumentaba aquella (media = 40,24 y [DE] = 19,48 en menores de 30 años; media = 46,38, y

Figura 3. PSN-Puntuación por dimensiones y edad. Comparación de las medias de deterioro según edad: *, p < 0,001

En la Tabla 1 se recoge la relación entre las distintas dimensiones de la calidad de vida y el nivel de estudio y tipo de convivencia de los pacientes. En la Figura 4 se representa el grado de deterioro en las distintas esferas del cuestionario en relación con el área en el que se encuentra

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Artículo de Investigación

Analfabeto Analfabeto funcional Estudios primarios Estudios secundarios Estudios superiores Vive solo Vive acompañado/a

Tabla 1. PSN-puntuación por dimensiones y nivel cultural y convivencia Energía Dolor Movilidad Emocional Sueño Desv. Desv. Desv. Desv. Desv. Media Media Media Media Media típica típica típica típica típica 64,912 38,708 58,553 31,583 60,526 25,257 43,275 31,616 65,263 30,021

Social Desv. Media típica 27,368 22,018

62,807

35,684

48,553

32,251

62,368

24,966

40,585

28,061

56,632

33,852

21,684

20,141

58,635

37,752

46,837

33,691

54,970

31,835

34,137

24,649

52,530

36,387

18,554

19,947

58,333

34,909

46,875

32,223

45,703

32,005

28,819

19,928

49,375

38,010

11,875

15,120

46,377

43,507

47,283

37,111

53,804

32,297

31,401

28,358

53,913

33,267

19,130

22,139

p = 0,354 71,171 33,483

p = 0,444 56,081 29,992

p = 0,052 62,500 28,868

p = 0,072 44,144 27,528

p = 0,313 65,405 32,540

p = 0,023 31,351 25,184

58,120

48,024

56,303

35,660

53,932

18,376

37,736

p = 0,048

33,396

p = 0,168

29,051

p = 0,229

ingresado el paciente, mostrando diferencias estadísticamente significativas en las dimensiones de dolor y movilidad.

Figura 4. PSN-puntuación por dimensiones y área de ingreso en el hospital. Comparación de las medias de deterioro según área de hospitalización: *, p < 0,001

Discusión A tenor con los resultados que se desprenden de la investigación con población hospitalizada en la ciudad de Granada, España, se establece que es pertinente que el sistema salubrista genere intervenciones psicosociales que aporten un mayor bienestar a los seres humanos. Asimismo, es importante priorizar la

26,812

p = 0,076

34,801

p = 0,061

18,872

p = 0,004

incorporación de programas con el adecuado establecimiento de terapias anti-álgicas que respondan a las necesidades de los pacientes hospitalizados. Esto, ciertamente, es cónsono con lo expuesto en un estudio en Colombia, respecto a que la calidad de vida se representa en un constructo multidimensional y la fuente primaria de información es la propia persona, en tanto, identifica factores que pueden ser modificados17. Se destacan por su parte, elementos novedosos y de cuidado que afectan la salud general de las personas desde una perspectiva integral. Asimismo, este estudio constituye una aproximación hacia la condición de salud de carácter subjetivo en los pacientes hospitalizados en un rango de edad que va de los 16 a los 89 años. Este acercamiento responde a la importancia que se le adjudica en la actualidad a la calidad de vida relacionada con la salud tanto en instituciones hospitalarias como en las agencias que atienden el tema de la salud pública en general. De igual forma, esta investigación recalca un alto cumplimiento en la concreción del PSN como instrumento para medir la salud percibida. El PSN, como uno de los instrumentos de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), se ha convertido en un cuestionario altamente utilizado

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Medicina

dentro de los sistemas sanitarios por su valor predictivo18. Los resultados en este estudio muestran diferencias estadísticamente significativas en la salud general percibida al tomar en cuenta la variable sexo. Las mujeres presentaron un mayor deterioro que los hombres en la salud percibida, en la muestra de pacientes hospitalizados que participó de la investigación. Este hallazgo puede estar relacionado con la mayor demanda y utilización de los servicios de salud por parte de las mujeres, apoyando así, una atención médica más frecuente19. Sin embargo, otros autores argumentan que en términos generales, las mujeres presentan mayor expectativa de vida y enfermedades de mejor pronóstico17. La asociación entre la edad y la calidad de vida relacionada con la salud apunta hacia un deterioro de ésta a medida que la primera aumenta. Este aspecto ya ha sido descrito en otros estudios, destacando el que se llevó a cabo en la ciudad de Barranquilla, Colombia, en el que se señaló que las personas más jóvenes reflejan una alta calidad de vida, comparado con personas mayores20. En la presente investigación, se encontró que en cada una de las dimensiones que mide el PSN se obtuvieron puntuaciones superiores entre las personas de 80 años o más hospitalizadas, significando mayor afección en la salud percibida. Los datos también indican que un alto porcentaje de personas viven acompañadas, sin embargo, no es nada desdeñable el porcentaje de personas que viven solas. Esto supone la consideración de otro elemento importante relacionado a los cuidadores y la percepción del estado de su salud, para futuras investigaciones. Un estudio llevado a cabo en España, mostró que la percepción general de salud de las personas cuidadoras es peor que la de la

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 población general de dicho país21. Dicho hallazgo posiblemente esté relacionado con el riesgo que tienen de sufrir el denominado Síndrome del cuidador. Por cuanto, es altamente relevante que los cuidadores tomen en cuenta la importancia de vigilar su estado de salud. Finalmente, en este estudio se midió el grado de deterioro en las distintas dimensiones del cuestionario del PSN en relación con el área en el que se encontraba ingresado el paciente. Las esferas de energía, dolor y sueño presentaron mayores puntuaciones en aquellas personas ingresadas en el área del hospital materno-infantil. Por su parte, los participantes de la unidad de rehabilitación y traumatología reportaron resultados mayores en las dimensiones de movilidad y apoyo social. Sin embargo, los sujetos de la unidad médico-quirúrgica presentaron puntuaciones elevadas en la esfera del PSN, relacionada al componente emocional. Esta investigación apoya la construcción de un marco referencial coherente que dé cuenta de los conceptos de salud que se interrelacionan, posibilitando un mejor entendimiento de la calidad de vida de las personas. Desde el acercamiento bio-psicosocial hay una integración de las necesidades que se atemperan tanto a la persona que presenta alguna condición médica como a su familia o red de significantes. Por lo tanto, se encausan esfuerzos hacia el fortalecimiento de la dimensión personal y social. Así, se minimizaría el impacto que la afección médica pueda repercutir en actividades propias de la cotidianeidad y en la autonomía de las personas. La calidad de vida relacionada con la salud como constructo, posibilita que se evalúe la salud percibida de manera individual, aportando información en otros ámbitos como el impacto en la salud mental y en el entorno en que se desempeñan las personas.

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Artículo de Investigación Agradeciminetos

Conflicto de intereses

Esta investigación pudo alcanzar los objetivos establecidos gracias a la participación de los pacientes ingresados en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, España. De igual forma, es pertinente resaltar la colaboración de los funcionarios y funcionarias de dicha institución en la consecución del estudio propuesto.

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses que puedan influir en el interés primordial y los objetivos de este artículo o en su opinión profesional respecto al asunto.

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12. Lamarca R, Alonso J, Santed R, Prieto L. Performance of a perceived health measure in different groups of the population: a comprehensive study in Spain. J Clin Epidemiol. 2001; 54: 127-35. 13. Wann-Hansson C, Klevsgard R, Hagell P. Crossdiagnostic validity of the Nottingham health profile index of distress (NHPD). Health Qual Life Outcomes. 2008; 6: 47. 14. Baró E, Ferrer M, Vázquez O, Miralles R, Pont A, Cervera A, et al. Using the Nottingham Health Profile (NHP) among older adult inpatients with varying cognitive function. Qual Life Res. 2006; 15: 575-85. 15. García E, Cruz N, Valero A. Calidad de vida de pacientes con enfermedad de Huntington: un enfoque social. Arch Neurocien. 2007; 16-7. 16. Bowling A. La medida de la salud. Revisión de las escalas de medida de la calidad de vida. Barcelona: SG Masson; 1994. 17. Salas C, Grisales H. Calidad de vida y factores asociados en mujeres con cáncer de mama en Antioquia, Colombia. Rev Panam Salud Pública. 2010; 28: 9-18. 18. Oeyen SG, Vandijck DM, Benoit DD, Annemans L, Decruyenaere JM. Quality of life after intensive care: a systematic review of the literature. Crit Care Med. 2010; 38: 2386-400. 19. Barradas R, Furquim M, Valencia C, Pereira Z. Gender and health inequalities among adolescents and adults in Brazil, 1998. Rev Panam Salud Pública. 2007; 21: 320-7. 20. Tuesca R, Centeno H, de la Ossa M, García N, Lobo J.. Calidad de vida relacionada con la salud y determinantes sociodemográficos en adolescentes de Barranquilla (Colombia). Salud Uninorte. 2008; 24: 53-63. 21. Fernández P, Martínez S, Ortiz N, Carrasco M, Solabarrieta J, Gómez I. Autopercepción del estado de salud en familiares cuidadores y su relación con el nivel de sobrecarga. Psicothema. 2011; 23: 388-93.

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Curvas

antropométricas de los niños controlados en crecimiento y desarrollo en una entidad de salud de primer de nivel en Manizales (Colombia) años 2005 a 2010 José Jaime Castaño Castrillón, fis, M.Sc*, Oscar Alberto Villegas Arenas, MD, Mag** Remitido para publicación: 22-03-2012 - Versión corregida: 20-04-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: La elaboración de curvas de Crecimiento y Desarrollo aplicables a los niños de una comunidad, es una excelente herramienta para garantizar el seguimiento adecuado del crecimiento. Materiales Métodos: Estudio de corte transversal, con 640 niños normales controlados en la consulta entre el año 2005 y 2010 en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia). Se tomaron de sus historias medidas de peso, talla, y perímetro cefálico al nacer, a los 24, 48 y 60 meses. Con base a estos datos se encontraron los parámetros de las distribuciones por género para peso, talla, y perímetro cefálico para cada edad de recolección de información. Además para cada caso se encontraron percentiles. Resultados: Se presentan los parámetros para cada distribución de peso, talla y perímetro cefálico para niños y niñas y al nacimiento y, a los 24, 48, y 60 meses. Se presentan curvas de crecimiento para peso en niños y niñas. Se establecen comparaciones con 4 estudios: El de la organización Mundial de la Salud, el de la CDC (Centers of Deseases Control), y dos estudios españoles. Conclusiones: Aunque estas curvas de crecimiento, no se pueden generalizar para toda la población colombiana, debido a la poca representatividad de la muestra en relación con la población de la nación, sí se puede inferir que los estudios internacionales mencionados no son del todo aplicables a la población atendida en ASSBASALUD ESE, y que es apremiante emprender estudios en este tema en población local, regional y nacional. Palabras Clave: Crecimiento y desarrollo, modelos estadísticos, parámetros, pediatría. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 18-30

Summary Background: The elaboration of growth and development curves applicable to children of a community is an excellent tool to ensure adequate monitoring of growth. Castaño Castrillón JJ, Villegas Arenas OA. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Profesor Titular, Director Centro de Investigaciones, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Mani-zales, Carrera 9° 19-03, Tel. 8879688, Manizales, Caldas, Colombia. Correo: jcast@umanizales.edu.co. ** Profesor asociado, Docente de Semiología, Magister en educación docencia, médico y cirujano. Programa de Medicina, Universidad de Manizales (Colombia). correo: oscarvillegasa@hotmail.com.

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Artículo de Investigación Materials Methods: Cross sectional study with 640 normal children monitored in consultation between 2005 and 2010 in ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia). Measurements of weight, height, and head circumference were taken from their stories at birth, at 24, 48 and 60 months. Based on these data the parameters of the distributions by gender for weight, length and head circumference for each age were found. Additionally, for each case were found percentiles. Results: The parameters for each distribution of weight, length and head circumference for boys and girls at birth and at 24, 48, and 60 months were presented. Growth curves are presented for weight in children. Comparisons are made with 4 studies: the World Health Organization, the CDC (Centers of diseases Control), and two Spanish studies. Conclusions: Although these growth curves can not be generalized to the entire Colombian population, due to the limited representativeness of the sample relative to the population of the nation, it can be inferred that international studies are not mentioned fully applicable to the population served in ASSBASALUD ESE, and it is urgent to undertake studies on this issue in local, regional, and national levels. Keywords: Growth and development, models, statistical, parameters, pediatrics

Introducción El programa de crecimiento y desarrollo (C y D) y su pilar fundamental –la consulta- son normados en Colombia por la Resolución 0412 de 20001,2 y, continúa basándose en estándares procedentes de otras latitudes3, 4, 5. Son el peso y la talla los signos que brindan mayor predicción del crecimiento y este como base para definir y obtener niños sanos, a pesar de que existen otras valoraciones como son los perímetros cefálico, del brazo y del antebrazo que permiten deducciones más holísticos de la realidad; sin embargo estos 2 ítems perduran como los más trascendentales y predictores del crecimiento y del desarrollo de los menores. A través de observaciones y mediciones repetidas con intervalos regulares y graficadas en curvas estandarizadas, es la herramienta más empleada para evaluar el crecimiento3, 8. El crecimiento del ser humano es un proceso dinámico e implica, cambios en las dimensiones del cuerpo y/o de cada una de sus partes; en tanto que el desarrollo toca con la diferenciación del cuerpo, los cambios de sus funciones que dependen de la interacción de múltiples factores2, 6, 9, 10. A partir del tercer año de edad, los niños experimentan un crecimiento un poco

más lento, que se continúa en la edad escolar hasta el comienzo de las manifestaciones de la etapa preadolescente, dependiendo la rapidez de crecimiento no sólo del momento de la vida si no del género, la actividad física y del estado fisiológico, metabólico y nutricional; pero además de la condición económica, cultural, ambiental y de la homeostasis orgánica en el que se desarrolla cada individuo4, 6, 7, 11. Los padres heredan a sus hijos cierta potencialidad de crecimiento (genotipo) y, en condiciones basales son similares para todos los hijos del mismo género, pero su expresión final (fenotipo) depende de las condiciones vividas por cada individuo en lo particular (biotipo)4, 11. A través de los diferentes periodos del crecimiento y desarrollo, cambian las proporciones del cuerpo al igual que la masa muscular, los tejidos graso y óseo haciéndose notorio el dimorfismo sexual durante la adolescencia, cuando en cifras relativas, los varones tienen mayor masa muscular que las niñas, sucediendo lo contrario con la masa grasa8, 12, 13. El término “canalización” puede definirse como la tendencia de los individuos a permanecer dentro de un carril particular de crecimiento en un tiempo dado en comparación con otros individuos. Existe una predictibilidad que servirá

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para ubicar precozmente a los niños de alto y bajo riesgo que posibilite soluciones oportunas, individuales y colectivas en la población vulnerable. La canalización es evidente en las edades de los preescolares y escolares, mientras que, durante la adolescencia es mayor su variabilidad 3, 4, 6, 7, 8, 11, 12, 14, 15 . Las variables de dimensión corporal (peso y talla) registran buena canalización, a diferencia de las variables que miden algunos segmentos corporales (pliegue del tríceps, pliegue sub escapular, área muscular y área grasa), las cuales se ubican en baja canalización. Todo lo anterior sustenta la trascendencia de los estudios, como el actual, para evaluar patrones de crecimiento en un grupo dado. Los resultados obtenidos son referencia para incorporar a aquellos niños que registran un comportamiento sostenido de mala nutrición por déficit o exceso, en programas de intervención y seguimiento nutricional. Para las autoridades en salud y los gobernantes, queda el reto de la reacción coherente a estos hallazgos para mejorar las condiciones alimentarias y nutricionales, con el fin último de que los niños crezcan y se desarrollen adecuadamente. Las tablas que han servido de patrón de crecimiento infantil son promovidas y promulgadas por la OMS3,4, son muy globales como si para muchas variables poblacionales como las razas por ejemplo fueran similares, por lo que con este trabajo, se pretende insistir en la necesidad de proponer unas gráficas que reflejen características locales y autóctonas de la ciudad de Manizales y para la época (albores del siglo XXI) que sirvan de referencia para los pediatras y para los operantes de los programas de C y D y a que a su vez sirven como parámetros de paralelo con los hallazgos internacionales. Ya países como la Argentina las ha desarrollado desde 19873,4. Para el presente estudio se tuvieron en cuenta niños de una ciudad intermedia y de estratos sociales bajos, que suelen ser los más vulnerables que asistieron a la consulta de C y D en tres centros de salud de ASSBASALUD ESE, institución pública responsable de la atención en salud

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 de primer nivel de complejidad en Manizales (Colombia) durante los años 2005 a 2010. El retardo en el crecimiento puede obedecer a características constitucionales del crecimiento, alteraciones nutricionales, enfermedades orgánicas, alteraciones hormonales como hipotiroidismo, displasias óseas y condiciones socioambientales entre otros 4, 5, 16, 17, 18, 19, 20. Los niños nacidos pretérmino y aquellos provenientes de un bajo nivel socioeconómico presentan alta incidencia de alteraciones cognitivas en esta serie de niños estudiados 6, 7, 13, 21. La identificación de la población infantil que tiene riesgo biológico (los mayores riegos biológicos son la prematurez y el bajo peso al nacer) o ambiental (los mayores riesgos sociales son la desnutrición, la falta de estimulación cognitiva y la pobreza) de sufrir alteraciones del crecimiento y desarrollo es importante para emprender actividades individuales y colectivas que ofrezcan un mejor sostén para preservar la salud física y emocional de estos niños7, 22, 23, 24, 25. La alimentación suplementaria es una intervención nutricional ampliamente utilizada en países en vía de desarrollo. Sin embargo, existe controversia acerca de la magnitud de su efecto sobre el crecimiento físico de los niños en edad preescolar. La seguridad alimentaria se refiere al acceso de todas las personas, en todo momento, a los alimentos necesarios para llevar una vida productiva y sana 26, 27, 28. Una de las intervenciones utilizadas para garantizar este derecho en poblaciones desfavorecidas es la provisión extra de alimentos a familias y niños, más allá de la dieta del hogar. Se ha utilizado el término de alimentación suplementaria para diferenciarla de la “alimentación complementaria”, considerada como la introducción de alimentos que se incorporan integrándola a la lactancia materna para cubrir cualitativamente y cuantitativamente los requerimientos nutricionales del lactante 26, 27, 28. Aunque no se dispone de datos confiables para determinar los efectos de la alimentación suplementaria sobre el crecimiento de niños prees-

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Artículo de Investigación colares que viven en países “tercermundistas”, se presume que con los actuales programas de asistencia alimentaria, aporta valiosos beneficios para la salud infantil, lo que representa una hipótesis razonable. Es muy importante determinar los costos en función de los beneficios reales, independientemente de los resultados en términos de cambios antropométricos 26-29. El trabajo de Peñaranda F, Bastidas M, Ramírez H, y otros, “El Programa de C y D: otro factor de inequidad en el sistema de salud”28, concluye que se han producido importantes cambios en la forma como se administra y se ejecuta el programa de C y D, encontrando una gran diferencia de la calidad del servicio entre los programas ofrecidos por el régimen contributivo y el prestado en el régimen subsidiado, lo que ha generado una situación de marcada inequidad que está afectando a las familias más vulnerables y que paradójicamente son las que requieren mayores esfuerzos del sistema de salud. Inequidad que se extiende para la totalidad de los servicios de salud. También se critica que hay un retorno hacia la atención basada en la morbilidad, unidisciplinariedad y unisectorialidad propuesta en la Resolución 0412 de 2000, que plantea responsabilidad del Estado en la promoción de la salud de sus ciudadanos. La población pobre con derecho al SISBÉN en mayor proporción y en menor los carnetizados en las EPS subsidiadas, continúan teniendo una inclusión parcial al sistema de seguridad social en salud29. Las metas logradas en los programas de C y D son muy bajas. Se hace necesario mejorar la calidad del servicio de todos los programas de Promoción y Prevención, lo que coincide con los hallazgos del trabajo de campo de esta propuesta en la cual solo el 21.3% de las historias clínicas cumplía con la calidad y complitud requeridas8.

Materiales y métodos Se realizó un estudio de corte transversal. La población de estudio consistió en 640 niños

del Programa de C y D en ASSBASALUD ESE (Empresa Social del Estado, que presta servicios de salud de baja complejidad en ManizalesColombia) en las sedes La Enea, La Palma y La Asunción. La información se obtuvo de las historias clínicas de los niños, que reposan en cada centro de salud. Esta muestra fue escogida por medio de los siguientes criterios de inclusión y exclusión y sobre una población total revisada de tres mil niños. Los criterios de inclusión fueron: Que el niño esté dentro de los 0 a 60 meses de edad, que hayan realizado consultas de crecimiento y desarrollo desde su nacimiento o que si los iniciaron después, la historia clínica de crecimiento y desarrollo esté completa. Los criterios de exclusión fueron: Traslado de los pacientes a otra ciudad o a otro régimen de salud, inasistentes a más de 2 consultas continuas de crecimiento y desarrollo o exceso de datos faltantes. En la realización del estudio se tuvieron en cuenta las siguientes variables: Género (masculino, femenino), edad de ingreso al programa (en meses), peso (valores a los 0, 24, 48, 60 meses en gramos), talla (valores a los 0, 24, 48, 60 meses), perímetro cefálico (valores a los 0, 24, 48, 60 meses). La prueba piloto se realizó en la clínica ASSBASALUD ESE sede La Enea en el primer semestre del año 2010, para perfeccionar el instrumento y la aplicación definitiva mediante recolección de los datos de las historias clínicas del programa de C y D en las sedes ya referenciadas. La revisión de las historias clínicas se efectuó entre los meses de julio y noviembre de 2010. Para cada distribución de peso, talla y perímetro cefálico se hallaron los parámetros estadísticos mostrados en la Tabla 1 y los percentiles mostrados es las Tablas 1, y 4, y con estos se elaboraron las curvas de crecimiento mostradas. Para elaborar las bases de datos se empleó el programa Excel 2007 (Microsoft Corp.) y para efectuar los cálculos estadísticos se empleó el programa IBM SPSS 19 (IBM Corp.).

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Resultados Como se presenta en materiales y métodos finalmente participaron 640 niños (casos válidos) del programa de desarrollo de ASSBASALUD ESE. Los datos de las curvas para peso, de niñas y niños, se encuentran en la Tabla 1 y figuras 1 y 2. Allí se observan datos generales para cada curva como promedio, mediana, percentiles, probabilidades de normalidad según Kolmogorov y Sahapiro etc. Se observa que ninguna distribución es normal. Tabla 1. Curvas de peso en niños controlados en el programa de C y D de ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia), 2005-2010.

Percentiles

Peso al nacer (Gramos) Niñas Válidos 246 Promedio 3096,44 Mediana 3091,58 Des. Est. 492,382 Asimetría -0,284 Curtosis 1,162 Kolmogorov 0,098 Shapiro 0.012 5 2328,89 10 2512,83 25 2777,5 50 3091,58 75 3440 90 3731,5 95 3882.67

Niños 290 3169,78 3193,33 537.835 -0.374 2,469 0,000 0,000 2360 2510,91 2891,38 3193,33 3500,91 3792,31 3933,33

Peso a los 24 meses (gramos) Válidos 200 Promedio 11513,7 Mediana 11116 Des. Est. 2158,31 Asimetría 2,137 Curtosis 9,521 Kolmogorov 0,017 Shapiro 0,000 5 8883,33 10 9260 25 10314,29 50 11116 75 12285,71 90 13633,33 95 15000 Peso a los 48 meses (gramos) Válidos 173 Promedio 15263,69 Mediana 15045 Des. Est. 2448,267 Asimetría 0,727 Curtosis 1,741 Kolmogorov 0,017 Shapiro 0.000 5 11730 10 12260 25 13910 50 15045 75 16493,75 90 18048,57 95 19740 Peso a los 60 meses (gramos) Válidos 106 Promedio 17731,4 Mediana 17420 Des. Est. 3010,174 Asimetría 1,588 Curtosis 4,346 Kolmogorov 0,000 Shapiro 0,000 5 14038 10 14446,67 25 15700 50 17420 75 19033,33 90 20680 95 23120 Percentiles

En el proceso investigativo se acogieron y respetaron todas las normas que sobre el manejo de historias clínicas tiene ASSBASALUD ESE, en cuanto a horarios de acceso a ellas, confidencialidad, nomenclatura de archivación y reproducción no autorizada. Las historias clínicas se manipularon bajo todas las normas de ley existentes en Colombia sobre el tema; el proyecto fue enviado y aprobado por el comité de investigaciones de ASSBASALUD ESE.

Percentiles

rchivos de

Percentiles

22 A

Universidad de Manizales - Facultad de Ciencias de la Salud

245 11786,94 11535,71 1748,299 1,12 3,485 0,000 0,000 9650 9960 10691,67 11535,71 12581,25 13975 14587,5 191 16088,48 15820 2418,149 0,942 1,672 0,000 0,000 12675,71 13465 14622,22 15820 17191,67 19426,67 20491,67 138 18613,62 17825 3437,153 2,212 6,721 0,000 0,000 14986,67 15315 16825 17825 19678,57 21720 25720


23

Artículo de Investigación

Percentiles

Percentiles

-1,114 0,001 0.002 5 88,733 10 91,2 25 94,412 50 97,636 75 100,667 90 104,633 95 107,2 Talla a los 60 meses (cm) Válidos 104 Promedio 105,329 Mediana 105,882 Des. Est. 5,0595 Asimetría -0,144 Curtosis 0,080 Kolmogorov 0,011 Shapiro 0’,303 5 96,425 10 98,225 25 102,25 50 105,882 75 108,636 90 110.943 95 113,867 Percentiles

Tabla 2. Curvas de talla en niños controlados en el programa de C y D de ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia), 2005-2010. Talla al nacer (cm) Niñas Niños Válidos 237 278 Promedio 48,47 49,32 Mediana 48,63 49,4 Des. Est. 3,155 3,728 Asimetría -0,715 2,696 Curtosis 4,203 24,611 Kolmogorov 0,000 0,000 Shapiro 0.000 0,000 5 43,25 43,62 10 44,96 45,33 25 47,1 47,64 50 48,63 49,4 75 50,13 50,85 90 51,71 52,35 95 52,79 54,65 Talla a los 24 meses (cm) Válidos 201 243 Promedio 83,307 84,573 Mediana 83,220 84,685 Des. Est. 7,2594 5,057 Asimetría -3,127 -1,517 Curtosis 32,376 10,749 Kolmogorov 0,000 0,000 Shapiro 0,000 0,000 5 76,157 77,825 10 78,08 79,741 25 80.708 82,208 50 83,220 84,685 75 86,386 87,109 90 88,940 89,744 95 91,817 91,963 Talla a los 48 meses (cm) Válidos 172 190 Promedio 97,634 99,173 Mediana 97,636 99,058 Des. Est. 5,6249 5,4562 Asimetría -0,133 -0,351

Curtosis Kolmogorov Shapiro

Percentiles

La Tabla 2 incluye las curvas correspondientes a la talla, igualmente discriminadas para niñas y niños. Los datos presentados son análogos a los de la Tabla 1. En este caso se observa que únicamente las curvas para talla a los 60 meses presentan normalidad y solo en el caso de la prueba de Shapiro.

1,251 0,003 0,002 90,7 92,3 96,042 99,058 102,931 105,444 106,5 139 105,91 105,846 5,0308 -0,234 1,047 0,005 0,063 97,725 99,64 103,214 105,846 108,827 112,04 114,683

La Tabla 3 muestra los parámetros de las curvas correspondientes a desarrollo de perímetro cefálico, igualmente discriminadas por género. Se anota que ninguna es normal. Tabla 3. Curvas de perímetro cefálico en niños controlados en el programa de C y D de ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia), 2005-2010 Perímetro cefálico al nacer (cm) Niñas Válidos

Niños

77

83

Promedio

36,305

38,259

Mediana

35,976

36,833

Des. Est.

2,9269

8,4456

Asimetría

1,832

6,8

Curtosis

6,285

54,625

Kolmogorov

0,000

0,000

Shapiro

0.000

0,000

Curvas antropométricas de los niños controlados en crecimiento y desarrollo en una E.S.E...

pp 18-30


24 A

Percentiles

rchivos de

Medicina

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012

5

32,213

33,923

Mediana

49,8235

50,4219

10

33,140

33,662

Des. Est.

1,7404

1,68455

25

34,729

35,2

Asimetría

1,689

-0,608

50

35,976

36,833

Curtosis

9,169

5,954

75

37,342

38,719

Kolmogorov

0,000

0,000

90

39,660

43,04

Shapiro

0,000

0,000

95

42,15

47,35

172

207

Promedio

47,039

47,706

Mediana

47,167

47,755

Des. Est.

2,1731

1,8291

Asimetría

-1,596

-0,757

Curtosis

5,217

2,734

Kolmogorov

0,000

0,000

Shapiro

0,000

0,000

5

43,022

44,671

10

44,764

45,760

25

46,059

46,788

50

47,167

47,755

75

48,319

48,820

90

49,274

49,817

95

49,878

50,384

Percentiles

Válidos

Percentiles

Perímetro cefálico a los 24 meses (cm)

5

47,3875

48,1429

10

48,2333

48.6667

25

49,9688

49,5882

50

49,8235

50,4219

75

50,7283

51,5

90

51,5571

52,3611

95

52,2071

53,25

Perímetro cefálico a los 48 meses (cm) Válidos

135

155

Promedio

48,979

49,722

Mediana

49,107

49,781

Des. Est.

1,8685

2,0166

Asimetría

0,024

-2,599

Curtosis

4,963

24,316

Kolmogorov

0,000

0,000

Shapiro

0.000

0,000

45,318

47,375

10

46,6

47,850

25

48.182

48,795

50

49,107

49,781

75

49,979

50.630

90

50.7

51,654

95

51,417

52,464

Percentiles

5

Perímetro cefálico a los 60 meses (cm) Válidos Promedio

91

110

49,9011

50,5345

Figura 1. Curvas de crecimiento para niñas controladas en el programa de Crecimiento y Desarrollo de ASSBASALUD ESE, Manizales (Colombia), 2005-2010.

Figura 2. Curvas de crecimiento para niños controlados en el programa de Crecimiento y Desarrollo de ASSBASALUD ESE, Manizales (Colombia), 2005-2010.

Universidad de Manizales - Facultad de Ciencias de la Salud


25

Artículo de Investigación

Discusión En muchos países se han elaborado curvas de crecimiento y desarrollo para sus niños, Colombia no está entre ellos. Las curvas presentadas en la presente investigación debido al tamaño de la muestra, no cumplen criterios para ser típicas para toda la población colombiana; aún así pueden considerarse curvas de crecimiento y desarrollo con buena representatividad para la gente menor atendida en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia) y, por lo tanto ser válidas y útiles para hacer confrontaciones con los parámetros específicos de este grupo con los de otras poblaciones del mundo. En Caracas (Venezuela) se llevó a cabo un “Estudio longitudinal de las variables antropométricas de dimensión y composición corporal en escolares de educación básica” por Mata E, Moya M, Córdova M, Bauce G, con una población de 141 niños y niñas con conclusiones auténticas en cuanto a la canalización y velocidad esperada de los cambios8. La tablas 4, 5 y 6, plantean cotejos con 4 estudios sobre curvas de crecimiento: El de la Organización Mundial de la Salud,30 estudio multicéntrico en el que participaron 6 países (Brasil, Ghana, India, Noruega, Omán y Estados Unidos) y efectuado sobre 8500 niños, se compone de un estudio longitudinal y uno transversal; el del “Center for Disease Control and Prevention” (CDC),31 curvas construidas a partir de los datos de 5 encuestas nacionales de examen efectuadas en los estados unidos; un trabajo efectuado en Bilbao (España) por Sobradillo32 y colaboradores, que presenta un estudio transversal realizado en una amplia muestra representativa de la población de Vizcaya y un estudio longitudinal que presenta el seguimiento efectuado en niños y niñas nacidos en 1978-1980 y su evolución hasta el final del período de crecimiento; por último un estudio efectuado también en población española (Islas Canarias) 33.

Tabla 4. Comparación entre las curvas de crecimiento para peso obtenidas en el presente estudio, procedentes de niños atendidos en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia, 2005-2010) y otros 4 estudios. Percentiles

Este estudio

OMS

CDC

Canarias

Bilbao Bilbao Long Trans

Niñas Peso al nacer (gr) 3

2,18

2,4

2,41

2,72

2,57

2,35

5

2,33

2,57

10

2,51

2,75

2,8

2,8

15

2,63

25

2,78

3,07

3,2

3,01

50

3.09

3,4

3,6

3,34

75

3,44

3,71

3,9

3,68

4

4,18

4,0

4,58

4,34

3,91

9,8

9,79

9,95

85

3,58

90

3,73

95

3,99

97

3,98

2,8 3,2

3,13

3,75 4,18 4,2

4,28

Peso a los 24 meses (gr) 3

8,67

5

8,88

9,2

10,2

10

10

9,26

10,6

10,6

10,41

11,21

11,21

11,2

12.08

12,2

12,15

13

13,06

13,05

14,1

14,00

15,2

15.09

15,15

12.8

8,88

13,44

13,6

13,5

11

14,5

15

13,4

15,7

16,5

15,59

16,2

18

18

19,7

20,3

15

9,84

25

10,31

10,1

50

11,12

75

12,29

85

13,03

90

13,63

13,95

95

15

14,6

97

16,63

3

11,12

5

11,73

10

12,26

15

12,9

25

13,91

50

15,06

75

16,49

85

17,47

90

18,05

19

95

19,74

20.3

11,5

12,55

13,1

14,6

15

Peso a los 48 meses (gr) 12,5

12.7 13

14 16

17,15

18,7

Curvas antropométricas de los niños controlados en crecimiento y desarrollo en una E.S.E...

pp 18-30


26 A

rchivos de

Medicina

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012

Tabla 4. Comparación entre las curvas de crecimiento para peso obtenidas en el presente estudio, procedentes de niños atendidos en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia, 2005-2010) y otros 4 estudios. Percentiles

Este estudio

OMS

CDC

Canarias

97

20,92

21,1

21,2

21,4

Bilbao Bilbao Long Trans 22,31

20,86

Peso a los 60 meses (gr) 3

13,47

14

14,2

5

14,04

14,6

10

14.45

15.2

15

15,05

25

15,7

50

17,42

75

19,93

14

9,25

15,1

12

14,23

15,7 18,2

16,4

17

14,7

17,9

18,8

17,55

19,9

20.9

20.7

22

22,8

23,4

19,57

20,11

90

20,68

21,3

95

23,12

97

25,44

24,6

24,9

24.9

25,85

24.91

Percentiles

Este estudio

OMS

CDC

Canarias

Bilbao Long

Bilbao Trans

23,6

Niños Peso al nacer (gr) 2,01

2.5

2,39

2,8

2,73

5

2,36

2,55

10

2,51

2,8

3

2,9

15

2,67

25

2,89

3,17

3,21

3,22

50

3,19

3,55

3,59

3,47

75

3,5

3,9

3,9

3,83

85

3,65

90

3,79

4,2

4,2

4,15

95

3,93

4.39

97

4,2

2,57

2,83 3,35

4,47

4,6

3,24

4,41

3,91

10,2

10,37

10,54

11

11,1

Peso a los 24 meses (gr) 3

9,18

9,81

10,4

5

9,65

10.64

10

9,96

11.05

Este estudio

OMS

15

10,08

10,8

25

Bilbao Bilbao Long Trans

CDC

Canarias

10,69

11,8

11,8

11,8

50

11,54

12,18 12,68

2,65

12,7

75

12,58

13.62

13,41

13,61

85

13,34

90

13,98

14,6

14.4

14,55

95

14,59

97

15,56

15,35

15,55

15,36

13,3

13

13,21

14,3

14,3

16,2

15,2

15,8

17,7

16,8

16,9

18

18,3

19,3

19,5

20,9

20,79

22,88

14,7

13,55

13,81

15,5

12,95

13,7 15,2 15,08

15,6

3

12,2

5

12,68

12.9

13,1

10

13,47

15

13,94

25

14,62

50

15,82

75

17,19

85

18,2

90

19,43

19,1

95

20,49

20,1

97

21,51

3

14,93

13,6 14 14,3 16,4

15 18,04

18,7

20,8

21

Peso a los 60 meses (gr)

3,85

4,35

Percentiles

Peso a los 48 meses (gr)

85

3

Tabla 4. Comparación entre las curvas de crecimiento para peso obtenidas en el presente estudio, procedentes de niños atendidos en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia, 2005-2010) y otros 4 estudios.

14,3

14,8

5

14,99

15,1

10

15,32

15,7

15,9

15

15,77

25

16,82

16,9

17,1

17,8

50

17,83

18,3

19

19,06

75

19,68

20,1

20,8

20,7

22,1

22

24

23,44

16 18,3

85

20,81

90

21,72

22,1

95

25,72

23,4

97

28,36

Universidad de Manizales - Facultad de Ciencias de la Salud

19,87

21,1

23,75

24,3

25,93


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Artículo de Investigación Tabla 5. Comparación entre las curvas de crecimiento para talla obtenidas en el presente estudio, procedentes de niños atendidos en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia, 2005-2010) y otros 4 estudios Este Bilbao Bilbao Percentiles OMS CDC Canarias estudio Long Trans Niñas Talla al nacer (cm) 3 41,07 46,4 45,1 44,8 45,44 46,02 50 48,63 49,9 49,2 49,5 49,34 49,28 97 54,65 53,5 54,4 54 53,24 52,54 Talla a los 24 meses (cm) 3 71,51 82 79,4 80 79,96 80,45 50 83,22 87,9 85,9 85,7 85,4 86,36 97 93,97 93,5 92,4 91 90,84 92,28 Talla a los 48 meses (cm) 3 85,44 95,5 92,9 94,5 92,65 97,06 50 97,64 103,5 100,7 101 101,33 103,93 97 110,17 111,3 108,2 108,5 110,02 110.79 Talla a los 60 meses (cm) 3 95,81 101,2 99,1 100,1 98,12 101,7 50 105,88 110 107,7 107,8 108,07 109,97 97 115,88 118,7 117 116,1 118,02 118,25 Este Bilbao Bilbao Percentiles OMS CDC Canarias estudio Long Trans Niños Talla al nacer (cm) 3 42,46 46,3 45 47 46,47 46,93 50 49,4 49,9 49,9 50 50,06 49,84 97 56,05 53,5 54,8 53,2 53,64 52,75 Talla a los 24 meses (cm) 3 75,52 82,1 80.8 81 81,24 81,86 50 84,69 87,8 87,4 86,2 86.68 88,03 97 83,28 93,5 94 92,1 92,12 94,21 Talla a los 48 meses (cm) 3 89,6 95,5 95,2 95,1 92,95 97,02 50 99,06 103,2 102,2 102 102,11 105,29 97 108,87 111,2 109,2 110 111,28 113.55 Talla a los 60 meses (cm) 3 95,84 101,1 101,2 101 98,83 102,88 50 105,85 110 109 108 109,11 110,86 97 116,17 118,7 116,4 117 119,4 118,84

Tabla 6. Comparación entre las curvas de crecimiento para perímetro cefálico obtenidas en el presente estudio, procedentes de niños atendidos en ASSBASALUD ESE (Manizales, Colombia, 2005-2010) y otros 4 estudios Este Bilbao Bilbao Percentiles OMS CDC Canarias estudio Long Trans Niñas Perímetro cefálico al nacer (cm) 3 31,86 31,75 32 32 31,77 32,3 50 35,98 34 34,72 34,3 34,18 34,48 97 43,92 36,2 38,2 36,8 36,58 36,67 Perímetro cefálico a los 24 meses (cm) 3 42,33 44.6 44,8 45,7 45,97 46,26 50 47,17 47,2 47,5 48,1 48,25 48,42 97 50,47 49,8 50,05 50,5 50,53 50,59 Perímetro cefálico a los 48 meses (cm) 3 44,73 46,7 50 49,11 49,3 97 51,99 52 Perímetro cefálico a los 60 meses (cm) 3 46,82 47,25 50 49,82 49,9 97 52,47 52,6 Este Bilbao Bilbao Percentiles OMS CDC Canarias estudio Long Trans Niños Perímetro cefálico al nacer (cm) 3 32,67 32,1 31,6 32,6 32,57 33,04 50 36,83 34,5 35,8 35 34,84 35,19 97 49 36,8 38,9 37,5 37,11 37,33 Perímetro cefálico a los 24 meses (cm) 3 43,28 45,7 46 47 47,2 46,71 50 47,76 48,3 48,65 49,6 49,59 49,49 97 50.96 50,8 51,35 52 52 52,26 Perímetro cefálico a los 48 meses (cm) 3 46,86 47,5 50 49,78 50,2 97 52,91 52,95 Perímetro cefálico a los 60 meses (cm) 3 46,8 47,9 50 50,42 50,75 97 53,9 53.55

De las tablas 4, 5 y 6, se deduce que para el caso del peso en general el percentil 3 para niñas y niños en particular en el presente estudio, siempre es menor que en todos los demás estudios y, para todos los casos, por

ejemplo para niños, la tabla de la OMS tiene como percentil 3 el valor de 2,5 Kg, para niños atendidos en ASSBASALUD ESE este percentil es de 2 Kg. Sin embargo para el percentil 97, las diferencias se acortan en relación con otros

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estudios y en algunos casos el percentil 97 de los niños estudiados en el presente estudio es mayor. En las medianas el comportamiento es parecido al del percentil 3 pero menos acentuado. La talla presenta un comportamiento directamente proporcional al del peso. El perímetro cefálico al nacer tiende a ser mayor en la población del presente estudio, pero en los controles posteriores, se vuelve menor y de nuevo se mantiene la tendencia de que en general en el percentil 97, los valores son mayores. Los resultados de la presente investigación, a pesar de no representar a todo el país, si da indicios suficientes de que las curvas aplicables a Colombia no son ni las del CDC, ni las de la OMS. Una de las acciones de promoción y prevención más trascendentales es la consulta de crecimiento y desarrollo al ser una excelente oportunidad de valorar niños sanos; por permitir, mediante una ejecución adecuada, registrar el progreso pondoestatural como base de una salud integral. En otros horizontes el proceso parece llevarse con más seriedad y compromiso que en países como Colombia donde se han identificado diferencias en la realización, dependiendo de si se trata de niños asistentes a este programa en EPS del régimen contributivo y por otro lado los controlados en las IPS29 que realizan estas acciones para el régimen subsidiado, ya que a pesar de ceñirse a unas mismas normas, es notorio que hay más déficit y omisiones en éstos últimos, que paradójicamente es la población más vulnerable. Afirmaciones que se desprenden de la investigación ya mencionada29. Países como Japón y Holanda, han trascendido y lograron tener una mayor talla promedio, un cambio fenotípico, obtenido a base de intervención biotípica interdisciplinar con una mejor nutrición34 y unos mejores controles y seguimientos que garantizan con más certeza una vida sana que es la que repercute directamente en el crecimiento y desarrollo adecuado. “Si el promedio de los noruegos es más alto que el

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 de los nigerianos es porque los noruegos viven una vida más sana”34. Por eso Naciones Unidas usan la estatura como un indicador de nutrición en países en desarrollo; Colombia como miembro de la ONU, acoge el compromiso mundial de mejorar la calidad de vida, garantizando a los niños un adecuado proceso de crecimiento y desarrollo como una de las estrategias para lograr dicho objetivo 2, 35. En la estatura descansa el relato del crecimiento, de las clases sociales, de la dieta diaria, de la cobertura de salud, es decir descansa la historia de cada país 34, 27 y otros oligoelementos a los menores, de manera similar como se hace con beneficios evidentes a las gestantes en los controles prenatales, busca mejorar y dar nuevos rumbos al programa de C y D por lo que se sugiere trascender e iniciar con esta medida en Colombia, que entre otras cosas es un objetivo específico definido por la Norma técnica respectiva de la Resolución 0412 de 2000 2; así está documentado por Jiménez R, Martínez M, Peñalver R. en estudios e intervenciones en tres municipios de Cuba especialmente para niños nacidos con bajo peso 27. Para Manizales (Caldas), se encontraron en este estudio unas condiciones antropom����� é���� tricas deficitarias en relación con las existentes en otros países desarrollados y no; pero con quizás más y mejores voluntades y decisiones que en Colombia. Quizás el aspecto genotípico por ahora no sea intervenible; pero los aspectos nutricionales, ambientales, educativos y de morbilidad, sí son susceptibles de mejoramientos para evitar la perpetuación de éstas privaciones. Al programa de C y D se le debe dar la trascendencia y seriedad que amerita y no llevarlos a cabo “por cumplir” que es lo que refleja su ejecución, especialmente para los estratos socioeconómicos bajos, reflejo de los deficientes datos registrados en las historias clínicas, del escaso compromiso con el programa y de un ejercicio profesional que deja mucho que desear. Conflictos de interés: ninguno declarado.

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Artículo de Investigación

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Artículo de Investigación

Maltrato

infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC), en población escolarizada de la ciudad de Manizales (Colombia), 2011 Nataly Apache Perdomo*, José Jaime Castaño Castrillón**, fis, M.Sc., Carolina Castillo Ocampo*, Andrés García Serrano*, Henry Julián Góngora Sabogal*, Sandra Patricia Gonzáles***, MD, Pdiatr, Miguel Eduardo Mahecha Hernández*, Rosa Helena Morales Benítez* Remitido para publicación: 13-02-2012 - Versión corregida: 23-04-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: El maltrato infantil actualmente ha aumentado en frecuencia y formas, considerándose un problema de salud pública. Los niños siguen siendo los que presentan más riesgo de ser maltratados. Materiales y Métodos: se seleccionó una muestra de 449 estudiantes, de cuarto a sexto grado de tres instituciones públicas de Manizales (Colombia), se estudiaron en esta población variables demográficas, necesidades básicas, historia de maltrato, escala CTSPC versión niños. Resultados: La escala CTSPC mostró en promedio 9,21% o 29,29 en puntaje absoluto. Según el resultado de esta escala al 33,7% lo castigan pegándole con cinturón, al 9,5% con cable, el 10,9% han presentado quemaduras con plancha, el 9% han sido amenazados con abandono, o ser echados de la casa, solo al 61,3% nunca le pegan cuando lo castigan. El valor de la escala CTSPC mostró relación significativa con género (p=0,015), funcionalidad familiar (p=0,028), el consumo de licor (p=0,013), y maltrato infantil (p=0,001) anterior de las personas que los cuidan, el pelear con los compañeros (p=0,004). El 29,1% presenta consumo de licor en la familia, el 18,3% antecedente de maltrato en algún miembro de la familia, el 51,5% presenta algún tipo de disfuncionalidad familiar. Conclusiones: Una considerable proporción de la población, según la escala CTSPC, aún sufre maltrato intrafamiliar, lo cual es inaceptable. Se hacen necesarias campañas que erradiquen imaginarios culturales anticuados y primitivos alrededor de la educación de los hijos, y que a lo único que contribuyen es a perpetuar el ambiente generalizado de violencia tan propio de Colombia. Palabras clave: Maltrato a los niños, factores de riesgo, relaciones familiares, estudiantes. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 31-45 Apache Perdomo N. Castaño Castrillón JJ. Castillo Ocampo C. García Serrano A. Góngora Sabogal HJ. Gonzáles SP. Mahecha Hernández ME. Morales Benítez RH. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero. junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Estudiante X Semestre, Programa de Medicina, Universidad de Manizales, Manizales, Caldas, Colombia. ** Profesor Titular, Director Centro de Investigaciones, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales, Carrera 9° 19-03, Tel. 8879688, Manizales, Caldas, Colombia. Correo: jcast@umanizales.edu.co. *** Docente Pediatría, Programa de Medicina, Universidad de Manizales, Manizales, Caldas. Colombia Maltrato infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC)...

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Child abuse according to conflict tactics scale (CTSPC), in school population of Manizales City (Colombia), 2011 Summary Background: Child abuse has actually increased in frequency and forms, considered a public health problem. Children continue to being the most risk people to be abused. Materials and methods: it was selected a sample of 449 students, from fourth to sixth grade of three publics schools of the city of Manizales (Colombia), they answered a questionnaire that included demographic variables, basic needs, history of abuse, conflict scale. Results: The scale CTSPC showed 9.21% or 29.29 average score in all. According to this scale 33.7% is punished by hitting with a belt, 9.5% with cable, 10.9% presented iron burns, 9% have been threatened with abandonment, or be thrown out of the home, only to 61.3% never hit them when they punish The value of conflict scale showed significant relation with gender (p=0,015), family functioning (p=0,028), liquor consumption (p=0,013) and history of child abuse in people who take care of them (p=0,001), fight with classmates (p=0,004). 29,1% presents liquor consumption in family, 18,3% child abuse antecedent in any member of the family, 51,5% present any kind of family dysfunction. Conclusions: A considerable proportion of the population, according to the scale CTSPC, still suffering domestic abuse, which is unacceptable. Campaigns are necessary to eradicate outdated and primitive cultural imaginary about the education of children, and that the only thing they contribute is to perpetuate the widespread climate of violence so characteristic of Colombia. Key words: Child abuse, risk factors, family relations, students.

Introducción El maltrato infantil es una problemática de nivel mundial y desafortunadamente cotidiana en muchas familias. En Latinoamérica se han realizado varios estudios que abordan el tema de maltrato desde la perspectiva intrafamiliar1 y del gran impacto que tiene el ambiente escolar sobre ellos 2. Específicamente en Colombia se ha observado el incremento de la violencia en todas sus formas, y sumado a esto, el maltrato infantil como problema emergente de salud pública3, aunque claro está

podría interpretarse como un aumento en la cantidad de denuncias, pues evidentemente existen muchos tipos violencia que antes no eran vistos como tales. Existe una carencia importante de estudios a nivel regional especialmente en lo que se refiere a los factores de riesgo por lo que se busca conocer la magnitud de la violencia intrafamiliar (VIF) y los factores asociados en las distintas culturas4 y en particular el maltrato infantil, que no es un fenómeno exclusivo de la sociedad colombiana y ha existido con distintas manifestaciones a lo largo de la historia. En los últimos años

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Artículo de Investigación se ha reaccionado con más fuerza frente a los abusos o formas de maltrato al interior de la familia, siendo la VIF un problema social que es necesario comprender y abordar tanto desde el ámbito científico como desde el ámbito legislativo y de políticas públicas5. Así mismo, influye en los indicadores de bienestar económico del núcleo familiar que presenta violencia puesto que disminuyen los ingresos laborales del afectado, comúnmente mujer6. Se define entonces el maltrato infantil como toda agresión ejercida sobre un individuo sin gran capacidad de defensa y que no puede comprender, cabalmente, la razón de la violencia7. Adicionalmente, se observan factores de riesgo que, relacionados o aislados, hacen mayor la predisposición a que se presente maltrato en un niño8. Se encuentran entre el abuso físico: desarmonía familiar, pobreza, drogas, madres solteras, aislamiento social, baja autoestima, enfermedades psiquiátricas (madre deprimida) y la historia de abuso físico de los padres9. Se creería además que el nivel socioeconómico influye en gran parte como variable asociada, pero al ser considerada una enfermedad social, no respeta estratos sociales ni condiciones socioculturales; por tanto, la importancia se basa en la necesidad de difundir el conocimiento sobre este problema en todos los ámbitos, con la finalidad de prevenirlo3. La violencia psicológica aumenta a medida que sube el estrato socioeconómico y la violencia física es mayor en los niveles bajos donde ocurre en el 22,5% de los hijos únicos y aumenta a 32% en el caso de cuatro o más hijos, si se compara los resultados del año 1994, 2000 y 2006, se comprueba que hay un aumento de la violencia psicológica, manteniéndose sin grandes diferencias la violencia física10. Sin embargo, la violencia física grave ha disminuido en relación con los años anteriores en el nivel socioeconómico bajo10. Se recalca no dejar pasar por alto cualquier indicio de maltrato ya que, aunque parezca un accidente doméstico

puede cubrir lo que es un problema mayor que puede terminar en lesiones repetidas, alta morbilidad e incluso la muerte11. Pese a no ser solamente el ámbito familiar implicado en la presentación del maltrato infantil, las manifestaciones de violencia, sea maltrato físico, abuso sexual, victimas de negligencia y maltrato emocional, se encuentra también el lugar, o más bien, el ambiente que rodea al niño la mayor parte del tiempo: la escuela o colegio; esta forma de violencia implica actos reiterados y no ocasionales, que se caracteriza por romper la simetría implícita en las relaciones entre iguales, generando procesos de victimización12. En un estudio se observó mayor incidencia de exclusión social, maltrato verbal y maltrato físico indirecto por estudiantes del mismo grado en la mayoría de los casos, con edad promedio de 12 años, siendo el género femenino el más implicado12. Los docentes notan el cambio de comportamiento del niño, causante de preocupación, pues exhiben problemas de conducta en el ámbito escolar como antisocialidad, la falta de concentración y la ansiedad13. Por tanto, cabe afirmar que hay una estrecha relación entre las conductas que se presentan en el hogar y las conductas que los estudiantes muestran en las distintas instituciones educativas, reflejando desadaptación en el desarrollo infantil normal5. Se debe enfatizar la función del médico tratante como parte del equipo multidisciplinario, que maneja al niño con sospecha de maltrato infantil, ya que debe jugar un rol importante en prevención por ser el primero en tomar contacto con el niño y su familia, intentando identificar factores estresores o de riesgo, sobre todo, los factores protectores14. Zelaya15 y col en su trabajo sobre maltrato infantil reportado en una unidad de salud mental de Paraguay en el año 2009 reporta que dentro de los consultantes más frecuentes y los diagnósticos asociados al maltrato infantil se encuentra que el 45% corresponden al sexo masculino y el 55% al femenino. El grupo de edades más afectado

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está entre los 4-14 años (56,5%). La negligencia o abandono es el tipo de maltrato más frecuente (51%), seguido del Abuso Sexual (18,3%). Las víctimas son maltratadas con mayor frecuencia por ambos padres (38%), padre (16%) y madre (14%); representando un total de 68% en el cual la mayoría conocía al agresor en un (99%) 15; aunque muchos casos no siempre son informados a pesar de que existan altas sospechas, como lo reveló el estudio de Flaherty16 y col, en el año 2008 y efectuado en 1683 niños con sospecha de maltrato infantil, siendo este el primero, seguido por trastornos del aprendizaje, del estado ánimo y conductuales16. Se debe resaltar la importancia de la denuncia y más donde gran mayoría de las personas desconocen las implicaciones legales17. Cabe anotar el valor del seguimiento en un caso de maltrato, empleando un enfoque cuidadoso y sistemático de evaluación cuando se presume que existe alta probabilidad de violencia, con el fin de prevenir nuevas situaciones o reincidencias que afecten la calidad de vida emocional del paciente18, debido a que la violencia familiar produce secuelas a corto y a largo plazo en los menores que son víctimas19. Otros estudios sugieren que el maltrato produce secuelas en la conducta interna y externa de los menores y problemas neurosicológicos y en las funciones cognitivas, además, provoca daños que interfieren y obstaculizan su desarrollo físico, psicológico, emocional y social20. En vista de las consideraciones anteriores, el presente estudio pretende identificar la frecuencia de maltrato infantil intrafamiliar según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC) en su versión para niños, en una muestra de estudiantes escolarizados de la ciudad de Manizales, Colombia.

Materiales y métodos El estudio realizado fue de corte transversal, tomando como población 449 estudiantes, niños y niñas, entre los 8 y 14 años que actualmente

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 cursen cuarto a sexto grado de tres instituciones públicas de la ciudad de Manizales, Caldas. Se seleccionaron las siguientes variables a estudiar en la población escogida: edad21, género (femenino o masculino) escolaridad (primaria, secundaria) estrato socioeconómico (1, 2, 3, 4, 5, 6)22, procedencia (rural o urbana), integrantes del grupo familiar (dos padres, solo madre, solo padre, hermanos, tíos, abuelos, otro), antecedentes de consumo de alcohol, sustancias psicoactivas23 o presencia de maltrato infantil en las personas que cuidan a los niños (si o no), tipo de maltrato (físico, sicológico, abuso sexual, otros)6, Apgar de funcionalidad familiar (buena función, disfunción leve, disfunción moderada, disfunción severa) 24, necesidades básicas25: material de vivienda (cemento, tierra, bahareque), servicios básicos (agua, luz, gas, televisión, teléfono, internet), seguridad social: Sisben, EPS, antecedentes escolares de agresión entre los compañeros de clase (si o no) tipo de agresión (física, verbal, ninguna), reacción de los docentes del colegio ante el comportamiento del estudiante (maltrato físico, comprensivos, apoyo con las labores escolares), asistencia a comedor escolar (si o no)22, escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC para niños)4. El CTSPC4 es la versión de la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTS) para medir maltrato de niños por los padres. Fundamentalmente se aplica a los padres, pero tanto la CTS, como la CTS2, y la CTSPC tienen versiones para aplicar a los niños. El APGAR familiar es una escala ampliamente empleada para medir funcionalidad familiar y fue validad en 24 para población de niños de secundaria colombianos. Al aplicar el instrumento se hizo entrega de la carta de consentimiento donde se pide permiso a los respectivos rectores de las instituciones que participaron en el estudio, igualmente se explicó a los estudiantes la finalidad de la investigación, brindándoles la libertad de realizar

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Artículo de Investigación las encuestas, asegurando la confidencialidad de las mismas. La prueba piloto se realizó en el primer semestre de 2011, en una muestra del 5% de la población, los cuales fueron escogidos al azar de cuarto a sexto grado de los colegios a investigar; el procedimiento tuvo una duración de aproximadamente 30 minutos. La prueba final se realizó en el mismo semestre. Las variables nominales se describieron mediante tablas de frecuencia, las variables numéricas mediante una medida de tendencia central (promedio) y una medida de dispersión (desviación estándar). La relación entre variables nominales se probó mediante la prueba de χ2 la relación entre variables numéricas y nominales se estudió mediante la prueba T o análisis de varianza según el caso. Utilizando un nivel de significancia de α= 0,05. La base de datos se elaboró empleando el programa Excel 2007 (Microsoft Corporation), y se procesó empleando el programa IBM SPSS 19 (IBM Corp.). En el momento de aplicar las encuestas a los participantes de la investigación, se tuvo en cuenta consideraciones éticas que abarca la entrega del consentimiento informado dirigido, tanto a los rectores, como a los estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado de tres instituciones educativas de la ciudad de Manizales, solicitando el permiso respectivo para la elaboración del estudio y la explicación de los objetivos del trabajo; además se brindó la libertad para realizar la encuesta, garantizando completo anonimato de las mismas.

69,9% de los estudiantes se encuentran cursando básica secundaria. La mayoría pertenecen a estrato social 2 con 37,8% (lc95%:33,3%42,5%), y el 92,9% pertenecen al área urbana. Además se observa que en cuanto al tipo de familia, el 34,7% (lc95%:30,4%-39,4%) viven con ambos padres y aproximadamente en promedio 5 personas conforman el núcleo familiar, teniendo dos hermanos en promedio dentro de los cuales el 76,6% asisten a la escuela y el 14,8% de ellos, trabajan cuando no asisten a la escuela. La investigación indicó también que el 64,6% (lc95%:59,9%-69%) de los estudiantes duermen solos en sus camas (Tabla 1). Tabla 1. Variables demográficas de la población estudiantil de cuarto a sexto grado que participó en el estudio sobre la caracterización del maltrato infantil, pertenecientes a instituciones educativas públicas de la ciudad de Manizales, durante el primer periodo del año 2011. Variables Género

Edad

Escolaridad

Estrato Social

Resultados En el presente estudio se analizó una población de 449 estudiantes que cursan actualmente cuarto, quinto y sexto grado de educación básica, vinculados a instituciones educativas públicas de la ciudad de Manizales (Colombia), de los cuales el 59% son hombres; con edad promedio de 11 años(lc95%:11,21-11,46). El

Procedencia

Tipo de Familia

Niveles

N

%

Masculino Femenino Faltantes Datos Válidos Promedio Des. Est. Mínimo Máximo Primaria Secundaria Faltantes 2 3 1 4 5 Faltantes Urbana Rural Faltantes Dos padres Dos padres y hermanos Sólo Madre Otros Faltantes

265 184 0 448 11,33 1,393 8 17 134 311 4 167 160 96 18 1 7 408 30 10 156

59,0 41,0 0

80

17,8

60 119

13,4 26,1

Maltrato infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC)...

30,1 69,9 37,8 36,2 21,7 4,1 0,2 92,9 6,8 34,7

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Tabla 1. Variables demográficas de la población estudiantil de cuarto a sexto grado que participó en el estudio sobre la caracterización del maltrato infantil, pertenecientes a instituciones educativas públicas de la ciudad de Manizales, durante el primer periodo del año 2011. Variables Tipo de Familia (individual) Número de personas en la casa

Número de Hermanos ¿Hermanos asisten a la escuela? Hermanos trabajan cuando no asisten a la escuela

Niveles Dos Padres Hermanos Solo Madre Tíos Datos Válidos Promedio Des. Est. Mínimo Máximo Datos Válidos Promedio Des. Est. Mínimo Máximo SI NO Faltantes SI NO Faltantes

SI NO Faltantes Datos Válidos Promedio Número de personas con Des.Est. quien duerme Mínimo Máximo Hermanos Madre Persona con quien Abuelos duerme Otros Faltantes Hermanos Persona con quien Madre duerme Abuelos (individual) Tíos Duerme solo en la cama

N

%

266 168 146 48 444 4,78 1,867 1 17 426 1,85 1,646 0 13 307 94 48 60 345

59,2 37,4 32,5 10,7

76,6 23,4 14,8 85,2

44 290 159 0 171 1,19 0,406 1 3 75 57 11 17 281 91 75 12 3

64,6 35,4

44,6 33,9 6,5 10,2 20,3 16,7 2,7 0,7

Se incluyó en la investigación, la tenencia de necesidades básicas, consignados en la Tabla 2; se observó que el 83,3% (LC95%:79,5%-86,6%) de las viviendas

eran de cemento y en el 41,8% de los casos presentaban todos los servicios públicos incluyendo agua, luz, teléfono, gas, televisión e internet, en total el 50,1% disponen del servicio de Internet. Se observó que el 94,8% de la población poseen seguridad social, siendo la más frecuente una EPS en 63,9%. De la muestra total, el 55,7% de estudiantes no han sido vacunados últimamente y el 79,7% no asisten al comedor escolar. Tabla 2. Necesidades básicas que posee la población de estudiantes de cuarto a sexto grado pertenecientes a instituciones educativas públicas de la ciudad de Manizales incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil. N % Cemento 370 83,3 Bahareque 67 15,1 Material de Cem/Bah 6 1,4 Vivienda Tierra 1 0,2 Faltantes 5 A L Tl G Tv I 187 41,8 A L Tl G Tv 83 18,6 A L G Tv 60 13,4 Servicios Básicos A L Tl G 28 6,3 Otros 89 19,9 Faltantes 2 Agua 445 99,1 Luz 447 99,6 405 90,2 Servicios Básicos Gas (individual) Televisión 374 83,3 Teléfono 319 71,0 Internet 225 50,1 SI 420 94,8 Seguridad Social NO 23 5,2 Faltantes 6 EPS 287 63,9 Tipo de Seguridad Sisben 132 29,4 Social Faltantes SI 192 44,3 Esquema de NO 241 55,7 Vacunación Faltantes 16 SI 88 20,3 Comedor Escolar NO 346 79,7 Faltantes 15 A: Agua / L: Luz / Tl: Teléfono / G: Gas / Tv: Televisión / I: Internet

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Artículo de Investigación La Tabla 3, muestra las variables que pueden estar asociadas con la presencia de maltrato infantil, como el consumo de licor en la persona encargada de cuidar al niño con frecuencia del 29,1% (lc95%:25%-33,6%), siendo el padre, con un 35,3% el más frecuente consumidor. En cuanto a consumo de drogas psicoactivas se encontró que es habitual en el 5,1% (lc95%:3,4%-7,7%) en la persona que cuida el niño. El 18,3% (lc95%:14,9%-22,3%), de las personas que cuidan los niños, presentaron antecedentes de maltrato infantil, siendo la madre la más frecuente con 11,6% sobre el total de la población. El 24,2% (lc95%:20,3-28,5) pelean con sus compañeros, el 60% (lc95%:55,3-64,6) se quedan cayados y tristes cuando les da rabia con alguien, 40,1% afirman que su comportamiento es comprendido por los docentes de la institución. La escala CTPC presentó un α de Cronbach de 0,873 El promedio de la Escala de Conflicto es de 12,82% (lc95%:8,5%-9,92%) y del APGAR familiar fue de 16,2, presentando una buena función familiar en el 48,5% de los casos (lc95%: 43,8%-53,3%). Tabla 3. Historia de Maltrato presentado en las familias y en las instituciones educativas de los estudiantes de cuarto a sexto grado incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales N % 316 70,7 Consumo de Licor No en las personas Si 130 29,1 que cuidan al niño Faltantes 2 Padre 47 35,3 Tíos 20 15 Persona que Abuelos 10 7,5 consume licor que Madre 10 7,5 cuida al niño Otros 46 35,2 Faltantes 316 Padre 78 17,4 Tíos 39 8,7 Familiar que Madre 38 8,5 consume licor Hermanos 21 4,7 Abuelos 17 3,8 Consumo de SI 23 5,1 Drogasen en las NO 425 94,9 personas que Faltantes 1 cuidan al niño

Tabla 3. Historia de Maltrato presentado en las familias y en las instituciones educativas de los estudiantes de cuarto a sexto grado incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales N % Tíos 10 37 Hermanos 5 18,5 Familiar que cuida Padre 4 14,8 al niño y consume Abuelos 2 7,4 droga Otros 6 22,2 Faltantes 422 Tíos 12 2,7 Padre 8 1,8 Familiar que Hermanos 7 1,6 consume drogas Madre 6 1,3 Abuelos 4 0,9 Desorden SI 24 5,4 Psiquiátrico en la NO 424 94,6 persona que cuida Faltantes 1 al niño Tíos 11 40,7 Abuelos 5 18,5 Familiar con Madre 5 18,5 desorden Madre, Padre, psiquiátrico Abuelos, Tíos, 3 11,1 Hnos Otros 3 11,1 Tíos 15 3,3 Familiar con Madre 9 2 desorden Abuelo 8 1,8 psiquiátrico Padre 5 1,1 (individual) Hermanos 5 1,1 Historia de SI 82 18,3 Maltrato Infantil NO 366 81,7 en la persona que Faltantes 1 cuida al niño Madre 37 47,4 Padre 15 19,2 Familiares, que Abuelo 5 6,4 cuidan al niño y tienen historia de Madre, Padre 5 6,4 Maltrato Infantil Otros 16 20,7 Faltantes 371 Madre 52 11,6 Familiares con Padre 27 6 historia de Tíos 11 2,4 Maltrato Infantil Abuelos 10 2,2 (individual) Hermanos 7 1,6

Maltrato infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC)...

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Tabla 3. Historia de Maltrato presentado en las familias y en las instituciones educativas de los estudiantes de cuarto a sexto grado incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales N % Físico 54 69,2 Físico, 12 15,4 Psicológico Psicológico 6 7,7 Tipo de Maltrato Sexual 5 6,4 Otros 1 1,3 Faltantes 371 Físico 68 15,1 Tipo de Maltrato Psicológico 19 4,2 (individual) Abuso Sexual 6 1,3 SI 108 24,2 Pelea con los compañeros de la NO 339 75,8 escuela Faltantes 2 Callado y triste 266 60 Insultos 83 18,7 ¿Qué hace Golpes 69 15,6 cuando tiene Golpes e rabia con los 17 3,8 Insultos compañeros? Otros 8 1,9 Faltantes 6 Callado y triste 275 61,2 Acción con rabia Insultos 105 23,4 (individual) Golpes 90 20 Comp. 175 40,1 Compota. Apoyan tareas 85 19,5 ¿Cómo responden Regañan 78 17,9 los profesores? Apoyo y comp. 47 10,8 Otros 51 11,6 Faltantes 13 Comprensivos 246 54,8 Apoyan con Respuesta de 170 37,9 tareas los profesores (individual) Regañan 101 22,5 Golpes 1 0,2 Datos Válidos 449 Promedio 9,21 Escala de Conflicto (% sobre Desviación 7,63 el máximo posible Estándar de la escala) Mínimo 0 Máximo 73,58

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Tabla 3. Historia de Maltrato presentado en las familias y en las instituciones educativas de los estudiantes de cuarto a sexto grado incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales N % Datos Válidos 445 Promedio 16,29 Puntaje Desviación Funcionalidad 4,17 Estándar familiar Mínimo 0 Máximo 20 Buena Función 216 48,5 Disfunción Leve 142 31,9 Categorización D i s f u n . de funcionalidad 52 11,7 Moderada f de nunca de Disfunción 40,amiliar 35 7,9 Severa Faltantes 4

La escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC para niños) aplicada a los estudiantes que participaron en el estudio, incluye preguntas que reflejan presencia de maltrato en la familia y/o en el colegio; la Tabla 4 muestra preguntas que se consideraron importantes sobre la presencia de maltrato. Se destacan las preguntas 38 (Cuando me castigan me pegan con la mano) con una proporción de nunca de 59,8%, la 39 (Cuando me castigan me pegan con un cinturón) con una proporción de nunca de 66,3%, la 40 (Cuando me castigan me pegan con un cable) con una proporción de nunca de 90,5%, 30 (A veces tengo quemaduras de plancha) con una proporción de nunca de 89,1%. Tabla 4. Alguna preguntas específicas de la Escala de Conflicto aplicada a los estudiantes de cuarto a sexto grado de instituciones públicas, quienes participaron en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales Veces: M 20 11-20 6-10 3-5 2 1 Nunca N 2 0 2 8 5 21 384 P8 % 0,5 0 0,5 1,9 1,2 5 91 N 8 4 5 9 32 45 331 P9 % 1,8 0,9 1,2 2,1 7,4 10,4 76,3

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Artículo de Investigación Tabla 4. Alguna preguntas específicas de la Escala de Conflicto aplicada a los estudiantes de cuarto a sexto grado de instituciones públicas, quienes participaron en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales Veces: M 20 11-20 6-10 3-5 2 1 Nunca Disciplina no violenta N 163 28 37 31 43 68 76 P12 % 37,4 6,4 6,2 7,1 9,9 15,6 17,4 N 93 29 15 24 49 62 139 P13 % 22,6 7,1 3,6 5,8 11,9 15,1 33,8 N 22 8 7 22 19 52 287 P14 % 5,3 1,9 1,7 5,3 4,6 12,5 68,8 N 42 18 20 25 46 78 188 P15 % 10,1 4,3 4,8 6 11 18,7 45.1 N 37 13 17 20 24 81 219 P16 % 9 3,2 4,1 4,9 5,8 19,7 53,3 Agresión Psicológica N 4 2 3 4 9 16 381 P17 % 1 0,5 0,7 1 2,1 3,8 90,9 N 2 2 8 5 21 384 P18 % 0,5 0,5 1,9 1,2 5 91 N 4 2 4 7 9 19 376 P19 % 1 0,5 1 1,7 2,1 4,5 89,3 N 5 3 7 9 16 382 P20 % 1,2 0,7 1,7 2,1 3,8 90,5 N 14 6 7 7 10 52 331 P21 % 3,3 1,4 1,6 1,6 2,3 12,2 77,5 P27 P30 P33 P37 P38 P39 P40 P41 P48 P49

N % N % N % N % N % N % N % N % N % N %

7 1,6 3 0,7 4 1,3 28 6,9 18 4,5 14 3,6 4 1 7 1,8 49 12,1 17 4,3

7 1,6 1 0,2

10 2,5 9 2,3 9 2,3

2 0,5 9 2,2 8 2

8 1,9 3 0,7 2 0,6 8 2 14 3,5 16 4,1 3 0,8 3 0,8 13 3,2 3 0,8

9 2,1 6 1,4 7 2,3 13 3,2 18 4,5 17 4,3 6 1,5 11 2,9 28 6,9 21 5,3

17 4 11 2,5 9 2,8 28 6,9 32 8 29 7,4 7 1,8 17 4,5 49 12,1 20 5,1

33 7,8 23 5.3 29 9,4 69 17,1 70 17,5 47 12 17 4,4 17 4,5 68 16,8 39 9,9

344 80,9 385 89,1 259 83,5 247 61,3 239 59,8 289 66,3 352 90,5 324 85 188 46,5 285 72,5

Tabla 4. Alguna preguntas específicas de la Escala de Conflicto aplicada a los estudiantes de cuarto a sexto grado de instituciones públicas, quienes participaron en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales Veces: M 20 11-20 6-10 3-5 2 1 Nunca N 53 12 15 27 37 68 195 P50 % 13,2 2,9 3,7 6,6 9,1 10,7 47,8 N 10 4 6 12 13 30 318 P51 % 2,5 1 1,5 3,1 3,3 7,6 80,9 N 9 3 7 7 16 35 314 P52 % 2,3 0,8 1,8 1,8 4,1 9 80,3 N 34 5 8 10 27 42 270 P53 % 8,6 1,3 2 2,5 6,8 10,6 68,2 P9: Mis padres trabajan y me ofenden P8: Mis padres trabajan y: me gritan P9: Mis padres trabajan y: me ofenden P12: Cuando haces algo malo, te explican qué estuvo mal P13: Cuando haces algo malo……me dicen que deje de hacer lo que estaba haciendo P14: Cuando haces algo malo………me obligan a permanecer en algún lugar P15: Cuando haces algo malo……..me indican que haga otra cosa P16: Cuando haces algo malo, me quitan privilegios, permisos y mesadas P17: Tus papás te dicen que………. Te van a dejar o abandonar P18: Tus papás te dicen que………te van a echar de la casa o llevarte lejos P19: Tus papás te dicen que………. Eres feo, estúpido e inútil P20: Tus papás te dicen que…….tus padres se van a separar por tu culpa P21: Tus papás te dicen que……..se niegan a hablarte P27: A veces tengo: moretones P30: A veces tengo: quemaduras de plancha P33: Me he roto un hueso A veces P37: Cuando me castigan….no me pegan P38: Cuando me castigan….me pegan con la mano P39: Cuando me castigan….me pegan con un cinturón P40: Cuando me castigan….me pegan con un cable P41: Cuando me castigan: me pegan con algún otro objeto P48: Cuando me porto mal……no veo televisión ¨P49: Cuando me porto mal…………me pellizcan P50: Cuando me porto mal…………..no salgo a jugar P51: Cuando me porto mal……………me dan coscorrones P52: Cuando me porto mal………. me pegan en la boca P53: Cuando me porto mal……….no me dicen nada

Maltrato infantil según la escala de estrategias de resolución de conflictos (CTSPC)...

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Relaciones entre variables

Se encontró igualmente dependencia significativa entre el género y la escala CTSPC (p=0,015); el promedio de la escala CTSPC para los estudiantes de género femenino es 8,16 y para el género masculino es 9,94. También entre dormir solo en la cama y la escala CTSPC (p=0,019) 10,35 y 8,58 para no y si respectivamente. Se encuentra dependencia significativa entre el consumo de licor de las personas que cuidan a los estudiantes participantes del estudio (p=0,013), y la escala CTSPC, el promedio de la escala de conflicto para los niños que son cuidados por personas que consumen licor es en promedio 10,62 y es 8,66 para los niños que son cuidados por personas que no consumen licor. Situación análoga se encuentra cuando las personas que cuidan el niño tienen antecedentes de maltrato, también se encuentra dependencia significativa (p=0,001) la escala CTSPC presenta los valores de 11,76 y 8,65 para sí y no. Se observa además dependencia significativa entre los estudiantes que pelean con los compañeros del grupo y la escala CTSPC, con p=0,004, en promedio el valor de la escala es de 8,6 en los niños que no pelean con sus compañeros, y de 11 en los que sí pelean. No se encontró relación significativa entre la edad del estudiante y el valor de la escala CTSPC en el presente estudio.

rchivos de

Mediante el procedimiento de análisis de varianza se intentó explorar la dependencia entre el valor de la escala de conflicto y las variables: funcionalidad familiar, género, estrato social, procedencia, si el niño duerme solo en la cama, si trabaja o no, si la persona que lo cuida consume licor o no, si consume drogas o no, si presenta antecedente de maltrato o no, material de la casa, y si el niño pelea con sus compañeros. En la tabla 5 se expresan los resultados del análisis de varianza que indican la dependencia significativa entre la funcionalidad familiar (p=0,028) en relación con el resultado de la escala CTSPC. Se observa que a mejor funcionalidad familiar, menor valor de la escala. La tabla 5 muestra la discriminación de promedios de Tukey y Duncan. Este resultado puede expresarse diciendo que hay promedios individuales significativamente diferentes entre si, pero no hay grupos de promedios significativamente diferentes entre si, en lo referente a la prueba de Tukey, en lo que se refiere a la prueba Duncan si hay grupos de promedios significativamente diferentes entre si. Tabla 5. Porcentaje de estudiantes sobre el máximo de posibles resultados en la escala de conflicto que pertenecen a cuarto a sexto grado incluidos en el estudio sobre la caracterización del Maltrato Infantil en la ciudad de Manizales Subconjunto Funcionalidad Prueba N Familiar 1 2 3 Buena Función 216 7,99 Disfunción Leve 142 9,27 Prueba de Disfunción 52 10,99 10,99 Tukey Moderada Disfunción 35 13,98 Severa Buena Función 216 7,99 Disfunción Leve 142 9,27 9,27 Prueba de Disfunción 52 10,99 Duncan Moderada Disfunción 35 13,98 Severa Se muestran las medias de los grupos de subconjuntos homogéneos.

Discusión Los resultados de la aplicación de la escala CTSPC versión para niños, muestran maltrato en proporciones no despreciables en esta población. En primer lugar el castigo físico sigue presentándose en proporciones considerables, pues al 40,2% los castigan pegándole con la mano, al 33,7% aun lo castigan pegándole con cinturón, el 9,5% de la población es castigada con más sevicia, pegándoles con un cable, una proporción parecida 10,9% ha presentado por lo menos una quemadura por plancha, desde luego ningún castigo que implique maltrato físico es aceptable. Aproximadamente el 9% han

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Artículo de Investigación sido amenazados con abandono, o ser echados de la casa. Castigos más adecuados no se presentan en proporciones del 100%, solo al 61,3% nunca le pegan cundo lo castigan, castigos como no ver televisión se presentan en el 43,7% de la población, o no salir a jugar en el 52,2%. Por otra parte al 31,8% de la población nunca le dicen nada cuando se porta mal, lo cual tampoco es una conducta aceptable. Vizcarra y col26, en su estudio publicado en el año 2001, sobre maltrato infantil en la ciudad de Temuco (Chile), muestra resultados similares a los del presente estudio. En este caso se aplicó la escala CTSPC a 422 madres en sus hogares, 42,3% de las cuales reconocieron infringir castigo corporal a sus hijos (sacudirle, golpearle en las nalgas con palo o cinturón, golpearle en las nalgas con la mano, pellizcarle, palmada en la cara o en la parte de atrás de la cabeza). Estas conductas son catalogadas por la escala CTSPC, como agresión física leve. Esta proporción es comparable a los valores encontrados en el presente estudio, y mencionados arriba. Es de anotar que esta escala aplicada a las madres considera pegar al niño con cinturón en parte diferente a la nalga, como agresión física grave. En el presente estudio no se interrogó sobre la parte del cuerpo donde se infringe el castigo. La agresión física grave en el estudio de Temuco tuvo una proporción del 2,6%, esta proporción aumenta en el presente estudio a 10% aproximadamente. Igualmente en el estudio de Temuco se encontró una agresión psicológica máxima de 8,8% en el aspecto de lo llamó feo, estúpido e inútil y se negó a hablarle comparado con 22,5% obtenido en el presente estudio para el aspecto se niegan a hablarte. Al igual que en el presente estudio en el trabajo de Temuco también se encontró relación entre maltrato y consumo de alcohol y antecedentes de maltrato en los padres. La caracterización del maltrato infantil en una población determinada de la ciudad de Manizales se ha relacionado a diversos factores. En el estudio realizado por Bolaños3 y colaboradores

para definir el perfil epidemiológico de los casos de maltrato infantil en el Hospital Universitario San José de Popayán (Colombia) durante el año 2008 muestra que el maltrato hacia el menor, en todas sus formas, fue predominante en un 52,78% en el sexo femenino, aunque el maltrato infantil por negligencia fue el más frecuente representando un 52,8% del total de casos, y de éstos, 11 de 19 casos pertenecen al sexo masculino, y 8 al femenino. Aunque en la sociedad se considera que la persona más susceptible a presentar maltrato infantil es la niña, se observa que en las poblaciones estudiadas en la presente investigación hay más presencia de maltrato en el niño. De acuerdo al boletín de la infancia y adolescencia Desafíos entregado por la Unicef en el año 200927, los registros de las denuncias indican que el maltrato infantil es mayor cuanto menor es la edad del niño, mientras que el abuso sexual se presenta, en general, cuando las víctimas, principalmente las niñas, tienen de 7 a 11 años, y lamentablemente esta última forma de maltrato es la menos denunciada, más aún cuando se trata de integrantes de la familia o personas conocidas por ella. Específicamente se refiere que el 32% de los niños que son objeto de abuso físico, son menores de 5 años; el 27% están entre los 5 a 9 años; el 27% están entre los 10 a 14 años y el 14% entre los 15 y los 18 años27, en el presente estudio no se encontró relación significativa entre edad del niño y el valor correspondiente de la escala CTSPC. Se discutió sobre la asociación del maltrato y el nivel o estrato socioeconómico en la cual había más incidencia. Aunque si bien el maltrato infantil es una situación que puede presentarse en todas las clases sociales, en la revisión de casos de abuso infantil realizada por Muñoz28 en la ciudad de Popayán en el año 2006 se observó mayor frecuencia de maltrato en niños que viven bajo condiciones socioeconómicas de pobreza y cuyos padres poseen un nivel educativo bajo. Complementando las afirmaciones, en un estudio realizado por Gómez29 y

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colaboradores, para describir las características y factores de riesgo para el maltrato infantil y la negligencia infantil en 591 niños y adolescentes de Chile, indican que de la población, 354 ingresos al programa, presentaron maltrato infantil, el 17,1% corresponden a nivel socioeconómico medio y un 40,6% a nivel socioeconómico bajo, pero ubicados sobre la línea de la pobreza. Un 42,3% de las familias viven bajo la línea de la pobreza, con un 33,2% de pobres no indigentes y un 9,1% de situaciones de indigencia. En el presente estudio, el mayor porcentaje de estudiantes se encuentran ubicados en estrato socioeconómico 2 con 37%, pero no se identificó que en dicha población sea mayor el valor de la Escala CTSPC. También se encontró como factor importante relacionado al antecedente de maltrato en la infancia de la persona que cuida al niño, en un estudio descriptivo de corte transversal realizado por Blanco y colaboradores1, sobre el maltrato intrafamiliar en niños de 8 a 10 años de edad pertenecientes al área de salud “30 de Noviembre” de Santiago de Cuba en el año 2000, se observó que en el 73,8% que la persona que cuidaba al niño, había recibido algún tipo de maltrato durante su infancia. En el estudio realizado, del total de la población, sólo el 18,3% de los participantes muestran historia de maltrato en la persona cuidadora, con más frecuencia la madre en el 11,6%. El maltrato físico fue el más habitual con el 69,2% de los casos, seguido por el sicológico con el 7,7%. Igualmente en el presente estudio se encontró que el niño cuidado por una persona con previo maltrato en su infancia presenta un valor significativamente mayor en la escala CTSPC. Estos resultados refuerzan la hipótesis de la transmisión generacional del daño como se menciona en 26 ya que en estas familias los niños aprenden que el amor y la violencia pueden coexistir y que ésta es un modo aceptado de resolver los conflictos, lo cual implica una tradición cultural difícil de cambiar. También en este estudio se reporta un 56,3% de abuso físico en los niños, 55,7% de abuso

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 emocional y 16,3% de negligencia. Cifras algo mayores a las obtenidas en la presente investigación. En el estudio de Cuba se identificó a la madre como la más maltratadora, e igualmente en el estudio de Temuco, en la presente investigación no se indagó sobre ese aspecto. Los métodos persuasivos se emplearon en un 13,8% cifra bastante inferior a la obtenida en el presente estudio de 50% aproximadamente. Aunque en el estudio mencionado de Blanco y colaboradores no se demostró asociación significativa entre padres alcohólicos y maltrato infantil, en una revisión retrospectiva de historias clínicas de niños hospitalizados con diagnóstico de maltrato infantil provocados por agresores bajo los efectos del alcohol en un hospital de la ciudad de La Paz-Bolivia durante el periodo de 2000 al 200330, el 57,9% de las internaciones fueron causados por agresores bajo el efecto del alcohol, denunciados y fue necesaria la hospitalización debido a la gravedad del niño. La madre bajo efectos del alcohol es la que más comete maltrato infantil (40,3%) y en menor porcentaje los padres (29%) y los padrastros en 22,5%. La investigación realizada en Manizales, indicó la presencia de consumidores de alcohol en el 29,1% de los casos, sin embargo esto no indica que todos estos casos, causen maltrato a los niños, aparte de esto, se observó que el padre fue el más relacionado con el consumo de alcohol en el 35,3%. En el presente estudio los niños cuyos cuidadores presentaban consumo de licor, tenían un valor en la escala CTSPC significativamente mayor. En Colombia el abuso de sustancias psicoactivas, especialmente el alcohol, tiene una gran influencia en la probabilidad de ocurrencia de todas las formas de abuso de los hombres adultos sobre mujeres y menores de edad31. En las observaciones realizadas por Zambrano en la ciudad de Bogotá, año 200432, se presentaron claras evidencias de las consecuencias que produce en el niño la violencia intrafamiliar, entre ellas se encuentran agresividad, problemas de conducta, desatención,

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Artículo de Investigación inseguridad, entre otras. Cuando el niño que ha presentado maltrato se enfrenta a un entorno educativo presenta gran vulnerabilidad hacia las condiciones de adversidad que lo rodean y pueden ser extremadamente sensibles a la agresividad que se enfrenta. Lo que indica que el daño físico y emocional van a producir una respuesta agresiva hacia el medio que rodea al niño, aunque se debe considerar la subjetividad de cada niño. También en el presente estudio se encuentra que los niños que pelean con sus compañeros en general presentan un valor significativamente mayor de la escala CTSPC. Importante notar también el apoyo que genera el personal docente hacia estas situaciones, puesto que son frecuentemente comprensivos con el comportamiento (40,1%) y generan apoyo en el ámbito principalmente escolar. Análogamente se observa relación significativa entre el valor que asume la escala CTSPC y la funcionalidad familiar, mostrando una proporción inversa entre ellos, pues a mayor funcionalidad familiar, hay menor valor de la escala. Analizando lo obtenido, se puede deducir que la relación intrafamiliar influye en el buen desenvolvimiento del niño en cualquier entorno al que se exponga, pues la dinámica familiar de aceptación y apoyo permite que el niño trabaje por sí mismo a lograr sus metas. La presente investigación muestra maltrato infantil intrafamiliar en aproximadamente el 40% de la población estudiada, esta tasa coincide con la del 36,1% detectada para el país por la UNICEF y el ministerio de Protección Social33. Según1 el castigo corporal contribuye a la violencia porque puede servir como un modelo para resolver problemas mediante el abuso interpersonal. El agravante del maltrato infantil detectado en esta población consiste en que es cotidiano, de presencia corriente al interior de los hogares, y que no es percibido ni por los padres ni por el niño como maltrato. Maltratado no es solo el niño que llega a un Hospital con múltiples fracturas causadas por las “palizas” que les dan sus acudientes, sino

también el niño que día a día es víctima de golpes, humillaciones y amenazas veladas o explícitas por parte de sus acudientes. Este resultado es el reflejo de la creencia popular, al parecer aún muy arraigada de que la “letra con sangre entra”, esta situación es común a toda Colombia, y al parecer las políticas gubernamentales que se han ejecutado desde 1990 no han dado el resultado adecuado. El problema del maltrato infantil impacta al individuo, a la familia, y a toda la sociedad, puesto que el niño maltratado tiende a reproducir esta conducta a todo nivel hasta cuando llega a la adultez. Cambiar esta actitud es complejo, pues implica un cambio cultural de grandes proporciones que solo se lograría con intensas campañas de los organismos gubernamentales pertinentes dirigidas al grueso de la población, y a cambiar arraigadas formas de pensar y sentir. Paradójicamente es el interior de la familia, donde el niño debería estar mejor protegido, el escenario primario del maltrato infantil. Se plantean varios factores como causas del maltrato a los hijos, tales como la pobreza y la miseria, los entornos culturales y familiares violentos, comunes en Colombia y las condiciones de la historia y de la salud mental del maltratador. La persona maltratante, en el fondo, no es responsable de su acción, puesto que actúa impulsado por motivaciones culturales, y rancias tradiciones transmitidas por el devenir histórico de la sociedad. La violencia sobre el niño dependerá de algo que no marcha en el individuo, en la familia y en la sociedad 34. De ahí la profundidad de las campañas que deberán realizar las instituciones pertinentes, para remover imaginarios culturales profundamente arraigados en la población. Los resultados mostrados en este estudio son expresión de lo que sucede en el mundo interior de muchos niños, de cuánto pueden sufrir en silencio y de la necesidad imperiosa de penetrar en el espacio familiar 1. Como se ha mencionado tradiciones y reglas familiares ocultan el maltrato infantil, lo

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encubren, y lo justifican. Estar alertas para prevenir, atenuar o eliminar todo aquello que atente contra la felicidad de los pequeños y de la propia familia, debe ser un reto para todos: padres, maestros y especialmente para el personal de la atención primaria de salud 1. En el estudio se encontraron algunas limitaciones como la dificultad en la comprensión de

la encuesta por parte de los estudiantes, puesto que se presentaron dudas en la resolución del cuestionario de la escala CTSPC para niños. Igualmente se contó con la falta de sinceridad de algunos alumnos, por lo que no se puede definir con exactitud la confiabilidad de los resultados, incluso cuando se les sugirió que lo hicieran con franqueza. Conflictos de interés: ninguno declarado.

Literatura citada 1. Blanco-Tamayo I, Salvador-Álvarez S, Cobián-Mena A, Bello-Sánchez A. Maltrato Infantil Intrafamiliar, en un área de salud de Santiago De Cuba. Medisan 2000; 4 (3): 30-37. 2. Mazadiego T. Detección de maltrato infantil en una muestra de escuelas primarias. Enseñanza e investigación en psicología 2005; 10(002):281-293. 3. Bolaños A, Echeverría A, Muñoz I. Perfil Epidemiológico de los casos de Maltrato Infantil detectados en el Hospital Universitario San José durante el año 2008. Popayán: Universidad del Cauca; 2009. 4. Straus MA. Conflict Tactics Scales in Encyclopedia of Domestic Violence, N. A. Jackson. New York: Routledge: Taylor & Francis Group; 2007. Pp 190-197 5. Greve-Carmen G. Relación entre las conductas desadaptativas en la casa y la escuela y el maltrato físico infantil en niños de primer ciclo básico. Santiago: Universidad de Chile; 2006. 6. Ribero R, Sánchez F. Determinantes, efectos y costos de la violencia intrafamiliar en Colombia. Bogotá D.C: Universidad de los Andes; 2004. 7. Nelson A. Vargas C, Daniel L, Peyez P. Características del castigo físico infantil, administrado por padres de tres colegios de Santiago. Rev Chilena Pediatría 1993; 64 (5): 333-336. 8. Mersky J, Berger L, Reynolds A. Risk Factors for Child and Adolescent Maltreatment:a Longitudinal Investigation of a Cohort of Inner-City Youth. Child Maltreat 2009. 14(1): 73-88. 9. Fernández G, Perea J. Síndrome de maltrato infantil. Rev Cubana Pediatría 2004;76 (3):0-0. 10. Unicef. Tercer Estudio de Maltrato Infantil 2006. Santiago: Unicef; 2006. 11. Gencer O, Ozbek B, Bozabali R, Cangar S, Miral s. Suspected Child Abuse Among Victims of Home Accidents Being Admitted to the Emergency Department: A Prospective Survey From Turkey. Pediatr Emerg Care 2006; 22(12):794-803. 12. Hoyos O, Aparicio J, Córdoba P. Caracterización del maltrato entre iguales en una muestra de

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Artículo de Investigación

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Factores

que inciden en la motivación académica en un Programa de Medicina, Manizales, Colombia, 2010 José Jaime Castaño Castrillón fis MSc*, Andrea C. Cerón**, Annia K. Collazos**, Angélica M. Molina**, Juliana Osorio**, Alejandro Ospina**, Martha Luz Páez Cala psic MSc***, Diana C. Rico**, Oscar E. Zambrano** Remitido para publicación: 12-01-2012 - Versión corregida: 15-02-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: El análisis de los factores multicausales, tanto internos como externos a la institución, que afectan la motivación académica, cobra relevancia en una facultad que busca la cualificación de la formación que brinda. Materiales y métodos: Se realizó un estudio de corte transversal con una población de 559 estudiantes inscritos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Manizales (Manizales, Colombia), en el año 2010, de primero a décimo semestre, con una muestra representativa de 210 estudiantes. Se empleó una encuesta anónima para identificar algunos factores personales y sociales que puedan ser desmotivantes o incluso constituirse en factor asociado para deserción académica. Resultados: Como factores que inciden en la desmotivación académica, sólo 52,7% de los estudiantes respondieron que sienten apoyo institucional, 75,2% refieren algún tipo de maltrato y 52,4% se han sentido acosados sexualmente; 79,5% presentan estrés, en su mayoría moderado. Conclusiones: Se concluye que entre los factores que afectan la motivación académica e inciden en que cerca de la mitad de los estudiantes haya contemplado la posibilidad de abandonar sus estudios se encuentra el no percibir respaldo institucional, el acoso y el estrés. Cerca de la mitad de la población no percibe apoyo institucional, las tres cuartas partes manifestaron percibir algún tipo de maltrato y cerca de la mitad refiere haber sido víctimas de al menos un tipo de acoso, con mayor frecuencia verbal e indirecto; un alto número se ven sometidos a niveles moderados de estrés. Palabras clave: Motivación, estrés psicológico, apoyo a la formación profesional, estudiantes de medicina. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 46-61 Castaño Castrillón JJ. Cerón AC. Collazos AK. Molina AM. Osorio J. Ospina A. Páez Cala ML. Rico DC. Zambrano OE. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Profesor Titular, Director Centro de Investigaciones, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales, Carrera 9° 19-03, Tel. 8879680,E.688, Manizales, Caldas, Colombia. Correo: jcast@umanizales.edu.co. ** Estudiante 10° Semestre, Programa de Medicina, Universidad de Manizales. *** Profesora Asociada, F. de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Manizales. Correo: marthapaez315@yahoo.es.

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Artículo de Investigación

Factors that affect academic motivation in a Faculty of Medicine Manizales, Colombia, 2010 Summary Background: In a faculty that searches to qualify the formation it gives, it is of relevance to analyze the multi-causal factors, inside as much as outside of the university, that affect the motivation and academic permanency. Materials and methods: a cross-sectional study was made with a population of 559 students from first to tenth semester registered in the Faculty of Medicine of the University of Manizales (Manizales, Colombia) in the year 2010. The representative sample was of 210 students. An anonymous survey was applied to identify some of the personal and social factors that could be demotivating or even generate academic desertion. Results: It was found that only 52.7% of the students feel some kind of institutional support, 75.2% refer to some kind of abuse and 52.4% said to have felt some kind of sexual harassment. 79.5% suffer from stress and most of them a moderate form and 17.4% say to have used psychoactive substances such as amphetamines. Conclusions: It is concluded that no institutional support, sexual harassment and stress are found between the factors that affect academic motivation and are of incidence in the high quantity (almost 50%) of students have contemplated the possibility of abandoning their studies. Almost halve of the populations does not perceives institutional support, three quarters say to feel some kind of abuse and nearly halve have felt being victims of harassment, mostly verbal and indirect; a high number feel subjected to moderate stress levels. Key words: Motivation, stress, psychological, training support, students, medical.

Introducción En la motivación y decisión al elegir una carrera intervienen diversos factores, intrínsecos y extrínsecos que, junto con las expectativas, son importantes de evidenciar para cotejarlas con el perfil esperado. Soria y col1 analizan como en los últimos tiempos el criterio de selección para ingresar a Medicina es el record académico, dado el gran número de aspirantes, dejando de lado la vocación, la motivación y las competencias personales y sociales que esta carrera requiere. La universidad de Manizales tiene en su misión y visión formar médicos integrales que actúen en los ambientes inmediatos donde las personas realizan las actividades cotidianas,

con capacidad de realizar acciones de promoción de la salud, prevención, tratamiento y rehabilitación de las personas y grupos con problemas de salud, en sus espacios familiares, educativos y laborales. Se busca que además de ser un excelente clínico, el estudiante será formado en las reflexiones científicas y filosóficas de la Medicina y capacitado para resolver los problemas más frecuentes de salud de la población Colombiana, desde los aspectos biológicos, psicosociales y medioambientales. Desde esta prospectiva de perfil deseado, que conjuga competencias de diversa índole y unas motivaciones específicas, es importante resaltar los factores que se asocian a la motivación académica y disminuyan el riesgo

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de deserción. En el rendimiento académico influyen múltiples factores, entre ellos la motivación, como destaca Bitran y col2 en su estudio retrospectivo con estudiantes de Medicina, quienes corroboran la fuerte incidencia de las preferencias psicológicas de los estudiantes en su rendimiento, especialmente en los ciclos preclínico y clínico, por lo que resaltan la importancia de identificarlas. Según Melecab3 estudiar medicina exige, además de una amplia dedicación de tiempo, características personales como integridad, responsabilidad y madurez, entre otros factores. Se espera que estas características posibiliten al estudiante sortear las dificultades de la carrera y ser un profesional competente4. Sin embargo, no todos los aspirantes a seguir estudios de Medicina presentan estas cualidades, por lo cual es necesario, además de un exigente proceso de selección, complementar con un acompañamiento a los educandos5. Sin embargo, aunque se sigan estos lineamientos, el proceso no asegura que los seleccionados puedan culminar sin dificultades el programa formativo; habrá quienes lo dejarán inconcluso y otros permanecerán en la carrera con bajo rendimiento. Por tal razón, «si se quiere atraer a personas bien adaptadas y talentosas a la profesión médica, no se debe dar el lujo de tener un ambiente que es percibido por algunos como hostil o abusivo»6. Un factor asociado a la desmotivación y riesgo de deserción académica es la percepción de abuso, generalmente de carácter subjetivo, que consiste en un trato ofensivo en un contexto de desequilibrio de poder, que causa lesión física o psicológica; diversos estudios reportan que esta es una situación muy presente en las facultades de Medicina. Según Sheehan, (citado en Maida y colaboradores7), los estudiantes perciben conductas de abuso muy frecuentes y generalizadas durante la carrera de Medicina, causado por docentes y superiores, lo cual les afecta psicológicamente y repercute en su rendimiento académico.

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Mejía y colaboradores8 analizan como la violencia en la formación médica, tan frecuente, se encuentra casi “naturalizada”. En su investigación establecen que los residentes sufren reiterados maltratos durante su formación, especialmente del tipo de violencia invisible, situación que la perpetua. Los autores la atribuyen a la convicción “enquistado en el modelo médico de aprendizaje” respecto a que “el uso de la violencia es una estrategia útil para incorporar conocimientos en situaciones de extrema complejidad”, como aquellas en que está en juego la vida y la muerte. Los autores concluyen que el maltrato en la formación médica tiene graves implicaciones en el desarrollo profesional, a corto y largo plazo, por la contradicción en cuanto a la expectativa de fomentar el altruismo y la compasión, cuando la formación se da en un contexto de maltrato e irrespeto a la condición humana. Iglesias y col9 analizan algunos factores de riesgo que se constituyen en situaciones de acoso moral, que no sólo inciden en la deserción académica sino que además llevan a la destrucción de la educación médica, de la salud mental y de la imagen que se tenía del médico10; entre ellas menciona un ambiente no adecuado ni estimulante y motivador, al igual que situaciones de desequilibrio del poder que puede darse entre pares, influidas por diferencia de edad, género, de número, de personalidad, contextura física y nivel socioeconómico11,12. El acoso sexual y el síndrome de desgaste profesional son otros factores que pueden generar pérdida de motivación, sentimientos de inadecuación, fracaso y en algunos casos llevar a la deserción estudiantil, situación que puede llevar al estudiante al desinterés y pérdida gradual de responsabilidades11,13,14. Dadas estas situaciones que se presentan con frecuencia en la formación del médico, y con la esperanza de mitigar el estrés, los componentes depresivo ansiosos que puedan experimentar, en ocasiones atenuar problema de interacción con amigos, familiares o

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Artículo de Investigación docentes, algunos estudiantes pueden optar por el consumo de cigarrillo, alcohol, e incluso pueden considerar el consumo de anfetaminas, con el imaginario de obtener un adecuado rendimiento académico15,16,17. Es imperativo sensibilizar y crear conciencia, tanto en docentes como en estudiantes, acerca de estas situaciones abusivas que no deberían tener lugar en una escuela de Medicina, dadas las consecuencias que generan en las personas que las sufren. Se debe realizar un esfuerzo conjunto para que estudiar Medicina sea una actividad que enaltezca, mejore la calidad de vida y dignifique a laspersonas13,14. Teniendo en cuenta todo lo anterior, los objetivos del presente estudio consisten en determinar algunos factores que inciden en la motivación al elegir la carrera de Medicina y la universidad, por parte de los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales, al igual que identificar factores asociados que podrían influir eventualmente en deserción académica, aunque ésta no se produzca.

Materiales y métodos Estudio de corte transversal, con 559 estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales (Manizales, Caldas, Colombia) de primero a décimo semestre en el año 2010. El cálculo del número de muestra se realizó teniendo en cuenta una frecuencia esperada de 31%9, una peor frecuencia esperada de 36% y una significancia de 95%; en estas condiciones la muestra fue de 210 estudiantes (37,6% de la población total, 78 hombres y 132 mujeres); se obtuvo mediante un muestreo probabilístico estratificado por género, escogiendo el mismo número de estudiantes por semestre, debido a la dificultad habida en estudios anteriores para clasificar los estudiantes por semestre . El tamaño de la muestra se calculó con la utilidad Statcal del programa Epiinfo V (CDS). Se incluyeron todos los estudiantes regulares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Manizales y se

excluyeron estudiantes que ya hayan obtenido algún título profesional y estudiantes que sean padres de familia. Para realizar la investigación se seleccionaron las siguientes variables: sexo (femenino, masculino), edad (en años), raza (negro, indígena, mestizo), estrato18 (1-6), procedencia (municipio), motivo de elección de la carrera de medicina1 (decisión propia, familiares Médicos, influencia de amigos o medios de comunicación, costo de la carrera, posición social del médico, otro), semestre (1 al 10)19, maltrato9 (medido con un cuestionario de maltrato), apoyo institucional9 (medido con un cuestionario de apoyo institucional), acoso sexual por parte de los profesores9 (medido con un cuestionario de acoso sexual), estrés de examen20 (medido con el cuestionario de Cisco de estrés de examen), expectativas frente a la facultad y el desempeño profesional21 (se han cumplido, sí o no, cuales: formación integral, formación profesional, calidad académica, planta física, convenios docente asistencial, cumplimiento de los docentes, sitios de práctica, relación interpersonal, actividades extracurriculares), conocimiento de las implicaciones de la ley 100 para el ejercicio médico (si, no), problemas familiares (violencia familiar, divorcio de los padres, deficiente red de apoyo, presión, enfermedad de un familiar, fallecimiento de un familiar), relación con el medio22 (con la familia, profesores, compañeros y tutorías, muy estrecha, buena, regular, conflictiva), enfermedades que intervienen en el rendimiento académico y la permanencia en la facultad (físicas, mentales y psíquicas), rendimiento académico (promedio del semestre anterior), consumo de sustancias psicoactivas (si, no), periodicidad del consumo de sustancias psicoactivas en un mes (número de veces), motivo del consumo de sustancias psicoactivas (diversión, mejorar rendimiento académico, otro), tipo de sustancias (anfetaminas, opioides), concepto de la evaluación del docente hacia el estudiante (satisfecho, medianamente satisfecho, inconforme).

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Los cuestionarios empleados para medir maltrato, apoyo institucional, y acoso sexual fueron tomados del estudio de Benavides y colaboradores9, como se indica en descripción de variables. Estos autores plantearon un trabajo similar al presente en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En el artículo no plantean ningún proceso de validación particular de los cuestionarios. A pesar de ello los autores consideraron las preguntas muy pertinentes y aplicables al presente estudio por lo cual se decidió emplearlos. Se realizó una prueba piloto en febrero del 2010, con el 5% (11 personas) de la población escogida, con el propósito de verificarla claridad del instrumento. Después de realizar la prueba y corroborar el adecuado grado de comprensión del instrumento, se continuó con la realización del cuestionario a la muestra escogida. En la realización del cuestionario se respetó el anonimato y la privacidad, se entregó a los estudiantes un consentimiento informado donde se explicó el derecho al anonimato, respeto a la autonomía, beneficencia y justicia; el cual firmaron si estaban de acuerdo. El proyecto fue examinado y aprobado por el comité de ética de la Universidad de Manizales. La aplicación del instrumento se efectuó en el primer semestre del año 2010. En lo que se refiere al análisis estadístico las variables numéricas se desplegaron mediante una medida de tendencia central (promedio) y una medida de dispersión (desviación estándar). Las variables nominales se desplegaron mediante tablas de frecuencia. Las relaciones entre variables nominales se probaron mediante la prueba de c2, entre variables razón y nominales mediante pruebas t, o análisis de varianza según el caso, entre variable razón con coeficientes de correlación de Pearson. Todos los análisis de inferencia estadística se efectuaron con una significancia α=0,05. Los análisis estadísticos se efectuaron mediante el programa PASW 18 (SPSS Inc.), las bases de datos fueron elaboradas con el programa Excel 2007 (Microsoft corporation).

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Resultados Finalmente participaron 210 estudiantes. Se escogió la misma cantidad de estudiantes, de cada semestre, desde I hasta X. La Tabla 1 muestra variables demográficas y académicas medidas en esta población: predominio de mujeres, 62,95%, edad promedio 20,89 años, 95,2% mestizos, 48,6% de estrato social medio (4), 34,1% procedentes de Manizales. El resto de los estudiantes provienen de 44 municipios de Colombia. Tabla 1. Características demográficas y académicas de los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales de primero a decimo semestre. Manizales 2009-2010 (segundo semestre). Variable Nivel N % Sexo Femenino 132 62.9 Masculino 78 37,1 Mestizo 197 95,2 Negro 8 3,9 Raza Indígena 2 1,0 Faltantes 4 I 21 10,0 II 20 9,5 III 21 10,0 IV 21 10,0 V 21 10,0 Semestre VI 21 10,0 VII 21 10,0 VIII 21 10,0 IX 21 10,0 X 21 10,0 Faltantes 2 1 4 2,0 2 11 5,3 3 43 20,7 Estrato Social 4 101 48,6 5 27 13,0 6 22 10,6 Faltantes 3 Manizales 71 34,1 Ibagué 23 11,0 Armenia 13 6,3 Municipio Chinchiná 10 4,8 Pasto 7 3,4 Otros 87 35,2 Faltantes 3

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Artículo de Investigación

Motivaciones al elegir la carrera.

Conteo de cada motivo de elección de la carrera

Conjunto de expectativas respecto de la facultad ¿se han cumplido?

Expectativas individuales de la facultad ¿se han cumplido?

Conocimiento sobre la ley 100

Decisión propia Posición social del medico Familiares médicos Costo de la carrera Decisión propia y posición social Decisión propia y familiares médicos Otro Faltantes Decisión Propia Familiares Médicos Costo de la Carrera Posición Social del médico Otro Faltantes Si No Formación profesional Formación integral Calidad académica Todas Formación integral, profesional y calidad académica Otras Faltantes Formación integral Formación profesional Calidad académica Planta física Convenio docente asistencial Relaciones interpersonales Actividades extracurriculares Sitios de practica Cumplimiento de los docentes Faltantes Si No Faltantes

197

94,3

4

1,9

2 1

1 0,5

1

0,5

1

0,5

2 2 199 3 1

1,0 95,2 1,4 0,5

5

2,4

4 2 144 63

2,0 69,2 30,3

67

32,1

54 27 12

25,8 12,9 5,7

6

2,9

43 2 98

21,3

114

54,5

73 25

34,9 12,0

16

7,7

17

8,1

20

9,6

33

15,8

21

10,0

18 172 38 1

81,9 18,1

46,9

Problemas Familiares

Enfermedades que intervienen en el rendimiento académico Deserción del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales

No Si Violencia familiar Divorcio de los padres Deficiente red de apoyo Presión Enfermedad de un familiar Fallecimiento de un familiar Otro Faltantes No Si Físicas Mentales y psíquicas Faltantes I periodo de 2005 II periodo de 2005 I periodo de 2006 II periodo de 2006 I periodo de 2007 II periodo de 2007 II periodo de 2009

164 46 1

78,1 21,9 0,5

7

3,7

6

3,2

10

5,3

13

6,9

10

5,3

5 1 165 43 30 13 3 23 29 23 24 30 30 25

2,7 79,3 20,7 16,4 7,1 4,3 5,48 4,3 4,35 5,27 4,98 4,35

Respecto a la edad de los estudiantes de la facultad de Medicina la mínima fue de 16 años y la máxima 32 años, con una edad media de 20,89 (figura 1).

Figura 1. Edad de los estudiantes de la facultad de medicina de la Universidad de Manizales desde primer semestre hasta decimo. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre). Factores que inciden en la motivación académica en un Programa de Medicina, Manizales, Colombia, 2010

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La Tabla 2 muestra el cuestionario referente al maltrato de profesores a estudiantes. En total son 18 preguntas, en las cuales la respuesta afirmativa (sí) se relaciona con maltrato. El 75,2% respondieron sí a por lo menos una de las preguntas del cuestionario. Tabla 2. Maltrato de profesores a estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales de primero a décimo semestre. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre). Nivel N % Variable Datos válidos Faltantes

Maltrato

Te han tratado alguna vez con gritos? Sientes que has recibido críticas injustificadas? Has recibido alguna amenaza verbal? Te han puesto en ridículo frente a tus compañeros? Has recibido burlas acerca de tu persona? Has recibido burlas relacionadas con tu género? Se han burlado de tu forma de vestir

0

Promedio

9,23*

Desv. Estan.

7,96

Mínimo

Número preguntas a las que respondieron afirmativamente

210

33,3

Una 0 Dos Tres Cuatro Cinco Si Muchas veces

57 52 47 30 13 10 124 19

Faltantes

Si 1 vez Faltantes Si 1 vez Faltantes Si 1 vez Faltantes Si 2 veces

Has sentido que te bloquearon en tu desarrollo?

0

Máximo

27,1 24,8 22,4 14,3 6,2 4,8 60,5 20,7**

5 125 4 3 48 2

60,4 40,0** 23,2 40,0**

3 92 12 4 43 5

44,7 19,4** 21,0 71,4**

Faltantes

5

Si 1 vez Faltantes

33 7 3

15,9 29,2**

Si

8 2 3

3,9 66,7**

1 vez Faltantes

Has recibido insultos en el aula de clase? Has sentido que desacreditan tu trabajo y tu capacidad? Has recibido críticas por errores mínimos? La actitud del personal de enseñanza te ha hecho sentir aislado? Sientes que limitaron tu derecho de expresarte?

Te hicieron sentir ignorado? Has recibido algún maltrato físico? En la escuela de medicina te has sentido maltratado? Tuviste alguna experiencia que te causó depresión? Tuviste alguna experiencia que te hizo pensar en abandonar los estudios?

Si 3 veces Faltantes Si 2 veces

38 5

Faltantes

3

Si 1 vez Faltantes Si 2 veces

99 11 3 35 5

Faltantes

4

Si

66 10 4 28 3

2 veces Faltantes Si 1 vez Faltantes Si 1 vez Faltantes Si 1 vez Si 1 vez Faltantes Si 1 vez Faltantes Si 1 vez

18,4 20,0**

3 70 10

33,8 24,4**

47,8 20,8** 17,0 23,8**

32,0 28,6** 13,5 23,1**

3 55 6 3 15

26,6 24,0**

3

27,3**

38 6 1 115 21

18,2 23,1**

7,1

55,0 27,3**

1 98

46,7

35

49,3**

Dato estandarizado, se considera que la persona que respondió sí a las 18 preguntas tiene un puntaje de 100 *

Porcentaje sobre los que respondieron a la pregunta cuántas veces? **

La Tabla 3 despliega el cuestionario referente al apoyo institucional que se les brinda. Son 10 preguntas en las que la respuesta sí indica apoyo institucional, el porcentaje promedio de éstas respuestas fue 52,7% (la persona que responda sí a las 10 preguntas tiene un puntaje de 100). El 100% de los estudiantes respondieron sí a alguna de las preguntas.

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Artículo de Investigación Tabla 3. Apoyo institucional hacia los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales, de primero a décimo semestre. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre). Variable Nivel N % Válidos 210 Faltantes 0 Promedio 52,75* Apoyo institucional Des. Estan. 24,4 Mínimo 0 Máximo 100 Cuatro veces 40 19,0 Seis veces 33 15,7 Tres veces 29 13,8 Número preguntas a las que respondieron sí Cinco veces 28 13,3 Siete veces 25 11,9 Ocho veces 21 10,0 Dos veces 13 6,2 Si 148 70,8 Sientes que es común en la facultad tratar con respeto a los estudiantes medicina? Faltantes 1 Si 104 49,8 Sientes confianza en los profesores de la facultad de Medicina para buscar apoyo? Faltantes 1 Crees que en la facultad de medicina hay mecanismos de apoyo al estudiante? Si 124 59,0 Si 147 70,7 Crees que los profesores realmente se interesan por lo que los alumnos aprendan? Faltantes 2 Crees que los profesores dedican el tiempo suficiente a los alumnos? Si 92 43,8 Si 125 59,8 Consideras que las críticas de los profesores son justificadas? Faltantes 1 0,5 Si 156 74,6 Has sentido que los profesores te motivan a estudiar más? Faltantes 1 0,5 Si 24 11,5 Te quejaste con algún superior de alguna mala conducta a tu persona? Faltantes 1 0,5 Si 77 37,0 Crees que la queja con un superior sirve de algo? Faltantes 2 1,0 110 52,9 Crees que además de la dificultad con los estudios, el trabajo en la facultad de Si medicina favorece la deserción? Faltantes 2 1,0 *Dato estandarizado, se considera que la persona que respondió sí a las 18 preguntas tiene un puntaje de 100

En la Tabla 4 se relaciona el cuestionario referente al acoso sexual por parte de los profesores. Son 16 preguntas, en las cuales la respuesta sí es un indicio de acoso, en promedio ésta se dio en un 8,7% (considerando que la persona que responda sí a las 16 preguntas tiene un puntaje de 100), 52,6% respondieron afirmativamente a alguna de las preguntas.

La Tabla 5 muestra el nivel de estrés de examen, este cuestionario presentó una α de Cronbach de 0,842. Se encontró que el 79,5% de los estudiantes presentaron estrés moderado. En lo que se refiere a las redes sociales (ecomapa), 63,8% respondieron que la relación con la familia es muy estrecha. También se muestran datos sobre consumo de sustancias psicoactivas.

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Tabla 4. Acoso sexual de los profesores hacia los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales, de primero a décimo semestre. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre). Variable Nivel N° % Válidos 210 Faltantes 0 Promedio 8,7* Acoso Sexual Desv. Estan. 12,9 Mínimo 0 Máximo 93,7 Cero veces 100 47,6 Una vez 45 21,4 Número preguntas a las que respondieron sí Dos veces 22 10,5 Tres veces 14 6,7 Cuatro veces 11 5,2 Cinco veces 10 4,8 Si 58 27,6 En alguna ocasión te hicieron bromas de índole sexual? 2 veces 9 25,0** Si 21 10,0 Recibiste invitaciones comprometedoras que te causaron malestar? 1 vez 5 35,7 Si 9 4,3 Te hicieron comentarios sugerentes por tu forma de vestir? 1 vez 2 66,7 Si 32 15,2 Recibiste comentarios sugerentes de tu cuerpo? 1 vez 5 27,8 Si 40 19,0 Has recibido peticiones sexualmente directas? 1 vez 5 20,8 Si 6 2,9 Te han hecho solicitud de favores sexuales a cambio de ayuda? 1 vez 1 25,0 Has recibido solicitud de favores sexuales con amenaza implícita? Si 1 0,5 Si 3 1,4 Has recibido solicitud de favores sexuales con amenaza? 1 vez 1 100,0 Si 40 19,0 Alguna vez notaste que te hicieron gestos o señas de índole sexual? 2 veces 5 20,8 Si 30 14,4 Sentiste que te veían de una manera sexualmente incorrecta? 2 veces 5 27,8 Faltantes 1 Si 19 9,1 1 vez 0,5 14,3 Te han hecho tocamientos de índole claramente sexual? Faltantes 1 Si 19 9,0 Has sentido que te han hecho tocamientos innecesarios? 2 veces 4 40,0 Si 3 1,4 Has sido objeto de un contacto sexual forzado? 1 vez 1 50,0 Si 4 1,9 Ha ocurrido algún intento de violación? 1 vez 1 100,0 Si 2 1,0 Ha ocurrido violación? 13 veces 1 100,0 5 2,4 En términos generales, te has sentido acosado sexualmente en la facultad de Si medicina?

1 vez

3

75,0

*Dato estandarizado, se considera que la persona que respondió sí a las 18 preguntas tiene un puntaje de 100 **Porcentaje sobre los que respondieron a la pregunta: cuántas veces?

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Artículo de Investigación Tabla 5. Estrés de examen y las relaciones con el medio que presentan los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales desde primer semestre hasta decimo antes de presentar los parciales. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre). Variable Nivel N Leve 34 Nivel de estrés Moderado 155 Severo 6 Faltantes 15 Ecomapa (Relación con el medio) Muy estrecha 134 Como es su relación con la familia? Buena 71 Regular 4 Buena regular 1 Buena 178 Regular 29 Como es su relación con los profesores? Muy estrecha 2 Conflictiva 1 Buena 156 Muy estrecha 39 Como es su relación con sus compañeros? Regular 12 Faltantes 3 Regular 112 Buena 81 Como es su relación con las tutorías? Conflictiva 5 No tengo 1 Faltantes 11 No 171 Ha consumido sustancias psicoactivas? Si 36 Faltantes 3 No 163 Qué tipo de sustancias ha consumido? Anfetaminas Si 25 Faltantes 22 No 164 Qué tipo de sustancias ha consumido? Si 24 Opioides Faltantes 22 1 vez 10 Cuantas veces consume sustancias psicoactivas en un 2 veces 2 mes? 4 veces 2 Otras 45 Faltantes 151 Diversión 14 Mejorar rendimiento académico 10 Por qué las consume? Otro 5 Diversión y rendimiento académico 4 Medicación 1 Para no dormir 1 Faltantes 175 Medianamente satisfecho 96 Que concepto tiene acerca de la evaluación que hacen los Satisfecho 47 docentes a los estudiantes? Inconforme 17 Poco satisfecho 14 Otros 30 Faltantes 6

Factores que inciden en la motivación académica en un Programa de Medicina, Manizales, Colombia, 2010

% 17,4 79,5 3,1 7,1 63,8 33,8 1,9 0,5 84,8 13,8 1,0 0,5 75,4 18,9 5,8 1,4 56,3 40,7 2,5 0,5 5,2 82,6 17,4 1,4 86,7 13,3 10,5 87,2 12,8 10,5 16,9 3,4 3,4 76,3 71,9 40,0 28,5 14,3 11,4 2,9 2,9 83,3 47,1 23,0 8,3 6,9 14,8 2,9

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Relaciones con género Empleando la prueba de c2, se intentó probar la relación entre las diferentes variables de trabajo estudiadas y el género. Se encontró relación significativa con algunos motivos para estudiar la carrera de Medicina, como decisión propia (p=0,029), 3,8% de hombres relatan influencia de los familiares (p=0,024). Para encontrar la relación entre el género y las variables de maltrato, apoyo institucional y acoso sexual se emplearon pruebas t. La única relación significativa fue con acoso sexual (p=0,002), las respuestas afirmativas se dieron en mayor proporción en la población masculina, 12,1%, y en el 6,7% de la femenina.

Relaciones con semestre Igualmente empleando la prueba de c2, se relacionó el semestre cursado con las diferentes variables en estudio. Se encontró una relación significativa con el consumo de anfetaminas (p=0,000) como se observa en la Figura 2, la cual muestra una clara tendencia al aumento del consumo en los semestres superiores, con un máximo en VI semestre, 50%, seguido de V semestre con 46,2% (desde V semestre se inicia la vinculación a clínicas). Existe dependencia entre calidad académica y las razones para estudiar la carrera de Medicina en la Universidad de Manizales, (p=0,001), la cual muestra mayor proporción en I semestre 71,4%, y de ahí en adelante decrece hasta ser la menor proporción en los otros semestres 28,6%, 42,9%, 28,6% en X, IX, y VIII semestre; lo que sugiere que en los semestres superiores los motivos para continuar en la carrera de Medicina no están asociados a la calidad académica.

Figura 2. Relación entre el consumo de anfetaminas con el semestre cursado en los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales desde primer semestre hasta decimo. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre).

La relación con compañeros presenta dependencia significativa con el semestre (p=0,009), al igual que el consumo de sustancias psicoactivas (p=0,001). El concepto que tienen los estudiantes de la evaluación por parte de docentes presenta dependencia significativa (p=0,000).

Figura 3. Relación del nivel de estrés de examen con el semestre en los estudiantes de la facultad de medicina de la Universidad de Manizales desde primer semestre hasta decimo. Manizales 2009 – 2010 (segundo semestre).

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Artículo de Investigación El procedimiento de análisis de varianza fue empleado para explorar la dependencia entre las variables numéricas y semestre. Se encontró dependencia con estrés de examen (p=0,010) como lo muestra la Figura 3, allí se observa un máximo hacia V semestre (cuando se inicia el ingreso a clínicas), con tendencia a disminuir en los semestre extremos.

Discusión Un gran porcentaje de los estudiantes de Medicina de esta facultad ha sufrido algún tipo de maltrato durante la carrera, lo cual se constituye en factor asociado a la deserción, como lo evidencian las cifras encontradas: 9,23% de los estudiantes respondieron afirmativamente a todas las preguntas de maltrato y 75,2% lo hicieron afirmativamente a algún tipo de maltrato; 60,5% refieren haber sido tratados con gritos y el 60,4% dicen haber recibido críticas injustificadas. Cerca de la mitad de la población, 46,7% de los estudiantes respondieron haber vivido alguna experiencia que los hiciera pensar en abandonar los estudios. Esta situación de maltrato parece ser común en las facultades de Medicina, como lo evidencian Mejía y col8 en un estudio con residentes, situación que se gesta desde que se inician los estudios universitarios y por tanto se reproduce durante los años formativos y en el ejercicio de la docencia. Circunstancias semejantes refiere Sheehan23, quien confirma que en su estudio los estudiantes informan frecuentes y generalizadas conductas de abuso durante la formación médica, constituyéndose los docentes y sus pares como las principales fuentes de agresión. Igualmente en la Universidad Autónoma de México, año 2005, Iglesias y colaboradores9 reportan que el 31% de los alumnos perciben maltrato, con diferencias entre hombres y mujeres, el 57,2% de los alumnos lo refieren en las ciencias básicas, y 42,8% en las ciencias clínicas; igualmente en ese estudio mexicano el maltrato se relacionó más con los profeso-

res de ciencias básicas y los residentes, con un 38,7%. La gran mayoría, 98%, identifican un predominio del maltrato psicológico. Sólo un 4,6% refiere acoso sexual, mayor en las mujeres de cuarto y quinto año, y sin diferencia en el sexto año de la carrera; más común en las áreas clínicas, 73,6%, y en particular por residentes, 75,7%. En el presente trabajo se encontró que el 52,4% de los estudiantes respondieron afirmativamente en el cuestionario de acoso sexual, por lo menos en una ocasión. Igualmente Maida y col7 refieren en un estudio en la Universidad de Chile que el 90,9% de los estudiantes de Medicina expresaron haber sufrido al menos un incidente abusivo durante la carrera, situación que genera un impacto negativo en la formación, ya que además de capacitarse en conocimientos, también se están formando en valores, actitudes y destrezas. Mangus y col24 encuentran que el maltrato institucional se relaciona de manera estrecha con el acoso sexual, el cual representa otra forma de abuso, donde se impone la jerarquía y el poder. Para el presente estudio la forma de acoso más frecuente, 72,9%, fue la verbal indirecta, percibida a manera de bromas, comentarios sugerentes de su cuerpo y forma de vestir, así como ser vistos de manera incorrecta. En cuanto a la motivación al elegir la carrera sólo el 2,4% aducen la posición social del médico, mientras que el 95,2% manifestaron que fue por decisión personal, en especial para el caso de las mujeres, 98% frente al 91% en los hombres; por influencia de los familiares solo se reporta en el 3,8% de los hombres. A diferencia de lo encontrado en un estudio realizado por Verde y col25en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, México, con estudiantes del género femenino, donde el prestigio o estatus social de la profesión en salud fue el motivo de elección del 57,7% de las mujeres para la carrera de Medicina, 50,3% para odontología, 27,6% para enfermería y 37,9% para nutrición. Igualmente en este estudio identifican que la toma de decisiones es

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otra característica que motiva a las estudiantes para optar por Medicina. Otro aspecto muy ligado a la motivación al elegir la carrera se relaciona con las expectativas personales acerca del proceso formativo. Para el caso de los estudiantes de la universidad de Manizales las expectativas personales más importantes que expresaron fueron las siguientes: 32,1% indican la formación profesional, seguida del 25,8% que señalan la formación integral; se concluye en el presente estudio que este ideal se mantiene a lo largo de la carrera. En este mismo sentido, un estudio realizado en la Pontificia Universidad Católica de Chile por García y col21, concluye que los estudiantes de Medicina esperaban del médico un conjunto de características humanitarias y científicas, sin embargo se les dificultaba integrar valores como altruismo y servicio. Dado que no fue un estudio longitudinal, no pudo establecerse si mantienen sus ideales hasta culminar su carrera. En cuanto al estrés, los hallazgos de este estudio identificaron un predominio del nivel moderado, 79,5%, semejante a los hallazgos de Marty y col 26 en la Universidad de los Andes, año 2002, quienes al compararlo con diferentes carreras, en Medicina se obtuvo en mayores proporciones, con mayor prevalencia del grado moderado, 31%. Otros estudios reportan altos niveles de estrés especialmente en estudiantes de Medicina, cuyo contexto formativo27se torna usualmente muy estresante. En esta población de estudiantes de Medicina de la Universidad de Manizales se identificó además que el 78,1% de los estudiantes no presentan problemas familiares (violencia familiar, divorcio de los padres, presión, deficiente red de apoyo, enfermedad de un familiar y fallecimiento de un familiar) frente a un 6,9% que respondieron enfermedad de un familiar. También se preguntó por las enfermedades propias de los estudiantes (físicas, mentales y psíquicas) a las cuales el 79,3% respondieron

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 que no las han presentado, el 16,4% de los que respondieron afirmativamente han presentado enfermedades físicas. Al indagar sobre el consumo de anfetaminas, cerca de una quinta parte de la población, el 17,4%, afirman haberlas consumido, observándose máximos de consumo hacia los semestres intermedios, disminuyendo en los primeros y últimos semestres. Es de anotar que otros estudios efectuados en esta población específica muestran consumos mucho mayores16,28, 42,3% el primero y 51,9% el segundo; éste último fue planteado por los autores exclusivamente con estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Manizales, y con el propósito de confirmar los resultados del primero. Un estudio epidemiológico andino sobre consumo de drogas sintéticas en universitarios, publicado en el 200929, identifica que en Bolivia el 4% de esta población de estudiantes declara haber consumido alguna sustancia en el último año, seguidos del 5% en Perú, 5,7 % en Ecuador, cifra que se incrementa al 13,4% en Colombia. En Colombia, el éxtasis es la tercera droga de mayor consumo, después de la marihuana y los inhalables, superando el consumo de cocaína y pasta base. En Ecuador es la cuarta (después de la marihuana, los inhalables y la cocaína) y en Bolivia y Perú es la quinta. En la misma investigación se encontró que el 23,2% de los estudiantes de la muestra declara conocer en su universidad a alguien que usa algún tipo de drogas sintéticas, principalmente éxtasis, 20%; LSD, 8,9% y anfetaminas 7%. Por su parte Enríquez y col30, en un estudio realizado en la Universidad Mayor de San Andrés, año 2004, identificó una prevalencia de consumo experimental de anfetaminas del 4,28% en estudiantes de enfermería. Cerca de la mitad de los estudiantes de la facultad de Medicina de la Universidad de Manizales no perciben apoyo institucional, dado que el promedio de respuesta afirmativo sólo se dio en el 52,7%. Igualmente las cifras de

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Artículo de Investigación respuestas afirmativas son cercanas al 50% al preguntar si sienten confianza en los profesores de la facultad de Medicina para buscar apoyo (49,8%), y si creen que en la facultad existen mecanismos de apoyo al estudiante (59%); este porcentaje se incrementó al 70% afirmativo al indagar acerca de si consideran que los profesores se interesan por el aprendizaje de sus alumnos. Igualmente 70,8% perciben que el trato común hacia los estudiantes es de respeto, lo cual es muy contrastante con el 75,2% que afirmaron haber recibido algún tipo de maltrato (60,5% refieren haber sido tratados con gritos y 60,4% dicen haber recibido críticas injustificadas), lo que genera la pregunta de hasta qué punto se asume como inherente al proceso formativo en esta carrera este tipo de prácticas, que se reconocen pero no se asumen como falta de respeto. El 100% de los estudiantes respondieron afirmativamente a por lo menos una de las preguntas en este tópico. Resultados análogos a los encontrados por Iglesias y colaboradores9, estudio en el que se encontró que el 42,32% no percibían apoyo por parte de la institución. Finalmente, las cifras de deserción estudiantil son relativamente bajas y semejantes semestre a semestre, en el I período de 2005 desertaron 23 estudiantes (4,3%), en el II semestre del mismo año la cifra se incrementó un poco a 29 estudiantes (5,48%); en el I período del 2006 desertaron 23 estudiantes (4,3%), cifra muy cercana a los 24 que desertaron en el II período del mismo año (4,35%); en el I período de 2007 el número de estudiantes que desertaron se incrementó a 30 (5,27%), en el II período fue de 30 (4,98%) y en el II periodo de 2009 fue de 25(4,35%)1. En general los resultados de la presente investigación y de la gran mayoría de los estudios revisados, van en línea con lo que enuncia Maida y col7 respecto de la reiteración que surge en conferencias recientes de Educación en 1 Oficina de Registro Académico, Universidad de Manizales, 2010.

Ciencias de la Salud que insisten en regresar a una formación médica humanista, sensible, respetuosa, más allá de un énfasis tecnócrata, que privilegie, además de la trasmisión de conocimientos, la formación en la tolerancia y empatía. La universidad se constituye en un escenario de formación integral, no solo académico. Opinión semejante a la expresada por García y col21, quienes sugieren que un currículo de formación médica debe, además de la preparación técnica, enfatizar el aprendizaje en valores y actitudes ético-morales, habilidades y destrezas comunicacionales, interpersonales y fomentar la adquisición de conocimientos en diversas materias complementarias a las médicas. En línea semejante, Mejia y col.8 plantean que debe romperse el ciclo del estudiante maltratado que se convierte en profesor abusivo; a lo cual puede adicionarse el riesgo de convertirse en un profesional maltratante, insensible, con riesgo de faltar a su juramento hipocrático. Sugieren además la necesidad de establecer un código de conducta que asegure el respeto de la relación maestro-alumno, al igual que incluir mecanismos que posibiliten al estudiante expresar sus quejas sin temor a represalias, generando confianza en que la institución tomará en consideración sus opiniones. Igualmente Sandoya31 aboga por cambios en el sistema formativo de la Medicina, en cuanto a innovar hacia métodos activos, participativos, menos autoritarios y pasivos, que fomenten el respeto y estímulo por parte de los docentes; igualmente enfatizan en la inteligencia emocional, la cual propicia el autoconocimiento y el respeto a la diversidad. Hojat M y col32 hablan del factor psicosocial como absolutamente necesario para un adecuado desempeño clínico. Producto de lo anterior, la mayoría de las escuelas de Medicina han modificado o están en proceso de modificaciones curriculares que fomenten la autonomía del estudiante y

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un cambio de rol docente, dado que las situaciones abusivas van minando el entusiasmo, motivación y energía del estudiante, tornándolo en un ser apático y cínico33,34. Hojat35 y colaboradores hablan del factor psicosocial, y desarrollan un cuestionario para evaluarlo. Según demuestran en este artículo este factor sería inclusive más importante que la inteligencia cognitiva para asegurar el buen desempeño de los estudiantes de Medicina en el área clínica.

Entre las limitaciones encontradas se incluye dificultad en la obtención de los datos, que puede deberse a una o varias de las siguientes opciones: se identificaron algunos indicios de que los estudiantes no respondieron sinceramente, lo cual pudo darse por posible inexactitud en el instrumento, o que los estudiantes no hayan comprendido adecuadamente el formato de la encuesta. Conflictos de interés: ninguno declarado.

Literatura citada 1 Soria M, Guerra M, Giménez I, Escanero JF. La decisión de estudiar Medicina: Características. Ed Med 2006; 9(2): 91-97. 2 Bitran M, Lafuente M, Zuñiga D, Viviani P, Mena B. ¿Influyen las características psicológicas y los estilos de aprendizaje en el rendimiento académico de los estudiantes de medicina? Un studio retrospectivo. Rev Med Chile 2004; 132:1127-1136. 3 Meleca CB. Traditional Predictors of Academic Performance in a Medical Schools Independent Study Program. Acad Med 1995; 70: 59-63. 4 Mcgaghie W. Qualitative variables in Medical School Admission. Acad Med 1990; 65: 145-49. 5 Bastías G, Villarroel L, Zuñiga D, Marshall G, Velasco N, Mena B. Desempeño académico de los estudiantes de medicina: ¿Un resultado predecible? Rev Med Chile 2000; 128(6): 671-678. 6 Sanabria H. Deserción en estudiantes de enfermería en cuatro universidades del Perú. Anales Fac Med 2002; 63(4): 301-311. 7 Maida A, Herskovic V, Pereira A, Salinas L, Esquivel C. Percepción de conductas abusivas en estudiantes de medicina. Rev Med Chile 2006; 134: 1516-1523. 8 Mejia R, Diego A, Aleman M, Maliandi MR,Lasala F. Percepción de maltrato durante la capacitación de médicos residentes. Medicina (Buenos Aires) 2005; 65: 295-301. 9 Iglesias J, Saldívar D, Bermúdez V, Guzmán A. Maltrato del estudiante de medicina Percepción de 404 alumnos de cuarto, quinto y sexto años de la carrera Medicina Universitaria. Med Universitaria 2005; 7(29):191-202. 10 Rosenberg D, Slver H. Medical student abuse. An unnecessary and preventable cause of stress. JAMA 1984; 251: 739-42.

11 Pranjic, Males-Billic L, AzijadaB, Beganlic A Mustajbegovic J. Mobbing.Stress, and Work Ability Index among Physicians in Bosnia and Herzegovina: Survey Study. Croat Med J 2006; 47: 750-8. 12 Vengoechea J, Ruiz A, Moreno S. Estrés y conductas antidisciplinarias en estudiantes de una facultad de medicina de Bogotá. Rev Col Psiqui 2006; 35(3): 340-351. 13 Abdulghani H. Stress and depression among medical students: a cross sectional study at a medical college in Saudi Arabia. Pak J MedSci 2008; 24(1):12-17. 14 Borda M, Navarro E, Aun E, Berdejo H, Racedo K, Ruiz J. Síndrome de Burnout en estudiantes de internado del Hospital Universidad del Norte. Salud Uninorte 2007; 23(1):43-51. 15 Castaño J, Páez ML, Pinzón J, Rojo E, Sánchez G, Torres J, et al. Estudio descriptivo sobre tabaquismo en la comunidad estudiantil de la universidad de Manizales. 2007. Rev Fac Med UNAL 2008; 56(4): 302-317. 16 Acevedo M, Arango L, Blandón L, Buelvas L, Carmona D, Castaño J, et al. Consumo de anfetaminas, para mejorar rendimiento académico, en estudiantes de la Universidad de Manizales, 2008. Arch Med (Manizales) 2009; 9(1):43-57. 17 Salazar A, Valencia J, Forero P, Martínez X, Arcila A, Escobar L, et al. Factores de riesgo y tipos de consumo de alcohol de los estudiantes de la facultad de medicina de la universidad de Manizales. Arch Med (Manizales) 2003 7:45-57. 18 Congreso de la República de Colombia. Ley 142 de 1994, art 102. Bogotá: Congreso de la República Colombia; 1994.

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Artículo de Investigación 19 Jara D, Velarde H, Gordillo G, Guerra G, Leon I, Arroyo C, et al. Factores influyentes en el rendimiento académico de estudiantes de primer año de medicina. An Fac Med 2008; 69(3):193-197. 20 Barraza A. Construcción y validación psicométrica del inventario del estrés de examen. Universidad Pedagógica de Durango 2008; (9): 33-45. 21 García D, Núñez F, Vargas P, Astudillo S, Hitschfeld M, Gennero R, et al. Expectativas de estudiantes de medicina de pregrado en relación al perfil de médico esperado. Rev Med Chile 2006; 134: 947-954. 22 Castanheira L, Melo M, Eller V. Las contribuciones del genograma y ecomapa para el estudio de familias en la enfermedad pediátrica, Rev Med 2005; 14(2): 280-286. 23 Sheehan KH, Sheehan DV, White K, Leibowitz A, Baldwin DWC. A pilot study of medical student´s abuse. Student perceptions of mistreatment and misconduct in medical school. JAMA 1990; 263:533-7. 24 Mangus RS, Hawkins CE, Miller CJ.Prevalence of harassment and discrimination among 1996 medical school graduates: a survey of eight US schools. JAMA 1998; 280:851-3. 25 Verde E, Gallardo G, Compeán S, Tamez S, Ortiz L. Motivos de elección de carrera en mujeres estudiantes de profesiones de la salud. Ed Med 2007; 10(1): 44-51. 26 Marty M, Lavín G, Figueroa M, Larraín C, Cruz M. Prevalencia de estrés en estudiantes del área de la salud de la universidad de los andes y su relación con enfermedades infecciosas. Rev Chile Neuro-psiquiat 2005; 43(1): 25-32. 27 Carmel, S., y Bernstein, J. Perceptions of Medical School Stressors: Their Relationship to Age, Year of Study and Trait Anxiety. J Human Stress 1987; 13(1): 39-44.

28 Barón L, Botero- Henao K, Castaño-Castrillón JJ, Castillo Chang K, Díaz-Corrales J, Echeverri-Uribe JS, et al. Prevalencia y factores asociados de Consumo de Anfetaminas, en estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Colombia), 2010. Rev Fac Med Unal 2011; 59(3):201-214. 29 Montaño TD, Araneda JC, Vásquez JC., Bernal H, Fagua J, Corella S. et al. Estudio Epidemiológico Andino sobre consumo de drogas sintéticas en la población universitaria de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, 2009. Lima: SG-CAN – Unión Europea,Direcciónnacional de estupefacientes (DNE); 2009. 30 Enríquez I, Villar M. Uso y actitudes relacionadas a las drogas en las estudiantes de enfermería de la universidad mayor de San Andrés. Rev Latinoam Enfermagem 2004; 12: 376-382. 31 Sandoya E. La educación médica: de la pedagogía a la andragogía. Rev Urug Cardiol 2008; 23: 78-93. 32 Hojat M, Roberson M, Damjanov I, Veloski J. Emotional Students´ Psychosocial Characteristics as predictor of academic performance in Medical School. Acad Med 1993; (68):635-637.. 33 Silver HK, Glicken AD. Medical student abuse. Incidence, severity and significance. JAMA 1990; 263: 527-32. 34 Maida AM, Vásquez A, Herskovic V, Calderón JL,Jacard M, Pereira A et al. A report on student abuse during medical training. Med Teach 2003; 25: 497-501. 35 Hojat M, Roberson M, Damjanov I, Veloski J. Emotional Students´ Psychosocial Characteristics as predictor of academic performance in Medical School. Acad Med 1993; 68:582.

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El

perfil psicosocial de los estudiantes de medicina de la Universidad de Manizales (Colombia) y su relación con el rendimiento académico, 2011

José Jaime Castaño Castrillón*, fis, MSc, Julián David Florido**, Johana Galvis**, Daniel Maya**, Laura Marcela Paneso**, Jonathan Torres**, Laura María Vivas** Remitido para publicación: 13-02-2012 - Versión corregida: 03-04-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: Se espera que las escuelas de Medicina formen médicos compasivos, empáticos y altruistas. El presente estudio identifica, el nivel de empatía e inteligencia emocional en los estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Manizales, Colombia) y la relación con su rendimiento académico. Materiales y métodos: Estudio de corte transversal, con 233 estudiantes. Se empleó el cuestionario de Jefferson para medir la empatía médica, el TMMS para inteligencia emocional, además de otras pruebas para medir funcionalidad familiar (APGAR), ansiedad, depresión, y otras variables. Resultados: El TMMS mostró que el 51,1% de los estudiantes deben mejorar la percepción de sus emociones, el 53,2% tienen comprensión adecuada de sus sentimientos, y un 63,5% adecuada regulación emocional. Referente a las subescalas de empatía presentan en promedio 83,18% de toma de perspectiva, un 38,05% de cuidado con compasión, y un 51,38% de habilidad para “ponerse en los zapatos del paciente”. El promedio simple de notas presentó relación con empatía total (p=0,04), y cuidado con compasión (p=0,004), y al nivel p<0,1 con la subescala del cuestionario TMMS para medir la percepción de sus emociones (p=0,083). Se encontró relación significativa entre la percepción de las emociones con género (p=0.033), y con ansiedad (p=0,034), genero con regulación de las emociones (0,026), ansiedad con comprensión de las emociones (0,032). La empatía mostró relación significativa con género (p=0,01), semestre (p=0,003), ansiedad (p=0,033) y depresión (p=0,001). Conclusión: Se demuestra la importancia de la relación médico-paciente medida como empatía en la formación del estudiante de Medicina.

Castaño Castrillón JJ. Florido JD. Galvis J. Maya D. Paneso LM. Torres J. Vivas LM. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Profesor Titular, Director Centro de Investigaciones, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales, Carrera 9° 19-03, Tel. 8879688, Manizales, Caldas, Colombia. Correo: jcast@umanizales.edu.co. ** Estudiante X Semestre, Programa de Medicina, Universidad de Manizales, Manizales, Caldas, Colombia

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Artículo de Investigación Palabras clave: Empatía, inteligencia emocional, estudiantes de medicina, rendimiento escolar bajo Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 62-72

Psychosocial profile of medicine students from the Universidad de Manizales (Colombia) and its relationship with academic performance. 2011 Summary Background: It is generally accepted that medical schools should produce medical compassionate, empathetic and altruistic. The purpose of this study is to measure the level of empathy and emotional intelligence in students Medicine Program at the Universidad de Manizales (Manizales, Colombia) and the relationship with academic performance. Materials and methods: Cross-sectional study with a sample of 233 students of the medicine program at the Universidad de Manizales. Jefferson questionnaire was used to measure Medical empathy, the TMMS questionnaire for emotional intelligence, and other tests to measure family functioning (APGAR), anxiety, depression, and other variables. Results: The TMMS questionnaire showed that 51.1% of students must improve the perception of emotions, 53.2% had adequate understanding of their feelings, and 63.5% adequate emotional regulation. Regarding the subscales of empathy have on average 83.18% of perspective taking, a 38.05% care with compassion, and 51.38% of ability to “step into the shoes of the patient.” The simple average ratings presented associated with total empathy (p = 0.04), and compassionate care (p = 0.004) and at the p <0.1 with the TMMS subscale of the questionnaire to measure the perception of emotions (p = 0.083). A significant relationship between the perception of emotions with gender (p = 0.033) and anxiety (p = 0.034), gender with emotion regulation (0.026), anxiety with understanding of emotions (0.032). Empathy showed a significant association with gender (p = 0.01), semster (p = 0.003), anxiety (p = 0.033) and depression (p = 0.001). Conclusions: In this study the importance of doctor-patient relationship in medical student training, was demonstrated. Keywords: Empathy, emotional intelligence, students, medical, underachievement

Introducción La universidad, como alma mater que nutre a la sociedad con conocimiento y cultura, debe propiciar comportamientos saludables para la sociedad en general1, 2. Los paradigmas educativos actuales promulgan que aquellos estu-

diantes de las carreras de ciencias de la salud con un adecuado perfil psicosocial3, que incluye puntajes altos en inteligencia emocional5 y en empatía6, tendrán un mejor desempeño en el proceso de aprendizaje. Perspectiva educativa que impacta la formación del profesional de la

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salud, aportando herramientas de gran valor para las competencias clínicas4. Múltiples estudios realizados en diferentes hospitales del mundo5 demuestran que el incremento de la inteligencia emocional por parte del personal médico incide positivamente sobre la evolución de la enfermedad de los pacientes, generando periodos más cortos de recuperación. Evidencias que resaltan la importancia de aliviar y comprender las emociones del paciente en beneficio de su salud. La empatía6 es un aspecto muy importante en la relación médico-paciente, ya que propicia valorar y tener en cuenta los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad; aspectos que benefician la calidad y veracidad de los datos obtenidos del paciente en el momento de la anamnesis, mejorando de esta forma la capacidad de diagnóstico. En el presente estudio se empleó la escala de empatía médica de Jefferson1,7. Desde la concepción tradicional, las competencias que debe desarrollar un médico en formación deben ser: adecuada elaboración de la historia clínica, buena relación médico – paciente y formación teórica con buena aplicación terapéutica. Finalmente, el tercio restante, engloba todas aquellas competencias afectivas e interaccionales que en la práctica debe tener un estudiante o profesional de la Medicina8: grados bajos de ansiedad, soledad y estrés, que contribuyan a desarrollar unas buenas competencias clínicas9. En el mundo actual poseer profesionalismo médico incluye mucho más que competencias cognitivas y métodos clínicos, ya que el médico no es solo un cuerpo físico con conocimientos que generan productos. El médico es ante todo un ser humano y un humanista que dentro de su quehacer profesional debe integrar tanto su inteligencia cognitiva como su inteligencia emocional, esta última desarrollada a través de la ética, la empatía y el coeficiente emocional10. De esta manera, la atención médica se

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 constituye en un acto integral que incluye el bienestar emocional, tanto del médico como del paciente; sin olvidar las emociones y los diferentes canales de comunicación, verbales y gestuales. Por ejemplo la postura, la mirada, la intensidad de la voz, un gesto e incluso el silencio son portadores de información que se encuentra a disposición para ser decodificados e interpretados en pro de lograr una adecuada relación médico-paciente. Algunas investigaciones evidencian la revolución y significancia de la inteligencia emocional en los métodos tradicionales de enseñanza, lo que trasciende el aprendizaje centrado en competencias cognitivas. Así como el componente cognitivo es vital para el desempeño de la Medicina académica básica, el conocimiento emocional es igual o mucho más importante en la Medicina académica clínica. Entre estas conclusiones se resaltan las investigaciones de Goleman11 quien propuso, por medio de un cuestionario, evaluar y cuantificar la inteligencia emocional de manera integral, que incluya el conocer las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear la propia motivación y gestionar las relaciones. Existen varios cuestionarios para medir el coeficiente emocional, entre ellos el Questionnaire of Emotional Empathy, desarrollado por Mehrabian y Epstein12, que evalúa la capacidad empática de las personas hacia los demás en determinadas situaciones. También existe el cuestionario denominado The Emotional Control Questionnaire, desarrollado por Roger y Najarian12,el cual pretende medir la habilidad de las personas para controlar emociones en determinadas circunstancias. En 1992 se desarrolló el Emotional Creativity Test por Averill y Nunley12, que enfatiza los elementos emocionales, divergentes y creativos, cuando se piensa acerca de los sentimientos. Siguiendo esta ruta Epstein crea el Constructive Thinking Inventory (CTI)12, que incluye escalas de afrontamiento emocional, afrontamiento conductual, pensamiento categorial, pensamiento esotérico, supersticioso y optimismo ingenuo; así determinó cómo las

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Artículo de Investigación personas se ven a sí mismos y al mundo. Con base en estos cuestionarios se fundamentó la cuantificación con instrumentos fiables para la medición del coeficiente emocional5. Se entiende por competencia médica la integración del conocimiento más las habilidades y actitudes afectivas e interaccionales (inteligencia emocional); se es un buen médico cuando se logra armonizar las competencias clínicas con los conocimientos requeridos, la comprensión y dominio de las emociones, transformando así al médico en un individuo con comprensión holística del ser 13,14. El poder tener o construir inteligencia emocional puede traer beneficios tanto intelectuales como sociales, ya que esta permite tener mejor concentración en temas relacionados con la formación del estudiante de Medicina, lo cual le permitiría identificar y controlar los sentimientos y emociones de manera que no interfieran con su desempeño formativo; como por ejemplo aprender a manejar el estrés en diferentes situaciones de la vida cotidiana. Por lo anterior se efectuó el presente estudio, para medir la inteligencia emocional y la empatía en un grupo de estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Colombia), y relacionarlo con el promedio de notas obtenidas durante el proceso formativo.

Materiales y métodos El presente es un estudio de corte transversal. Se tomó una muestra de 233 estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Colombia), desde premédico hasta X semestre, en el 1°semestre del año 2011. El cálculo del número de la muestra se efectuó sobre una población total de 592 estudiantes en el programa de Medicina en el 1° Semestre del año 2011. Se asumió una frecuencia esperada del 50%, una peor frecuencia de 45%, para el cálculo se empleó la utilidad statcal del programa de libre distribución EpiInfo 3.5.1 (Centers for Disease Control and Prevention (CDC)). Para seleccionar la muestra se efec-

tuó un muestreo probabilístico estratificado por género, con la distribución por semestres mostrada en la Tabla 1. En la realización del estudio se tomaron en cuenta las siguientes variables: género, edad (años), semestre (de premédico a décimo semestre), estrato social (1-6), procedencia (municipio de origen), funcionalidad familiar15 (buena, leve, moderada o severa disfunción familiar), empatía (escala de Jefferson)1,4,6,7.8, inteligencia emocional (cuestionario TMMS)16, nota promedio hasta el momento en la carrera, ansiedad y depresión (escala hospitalaria de ansiedad y depresión), estrés de examen (cuestionario cisco)17. Escala de empatía médica de Jefferson1,4,6,7,8: Se diseñó para identificar el desempeño de los estudiantes de Medicina en cuanto a la empatía médica, en situaciones de atención de pacientes. El instrumento contiene 20 reactivos tipo Likert en una escala de siete puntos, y tiene tres subescalas: toma de perspectiva, cuidado con compasión y habilidad para “ponerse en los zapatos del paciente”. Esta escala fue validada para población de estudiantes de Medicina mexicanos1. Cuestionario TMMS (trait meta mood scale)16,18: Esta es una escala que evalúa el meta-conocimiento de los estados emocionales mediante 24 ítems y 3 dimensiones (percepción emocional, comprensión de sentimientos y regulación emocional). La versión española fue validada con estudiantes de pregrado españoles16. Ansiedad y depresión17,18: La Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HAD), de A. S. Zigmond y R. P. Snaith, R.P. (1983)17 es uno de los instrumentos empleado para evaluar ansiedad y depresión no sólo en pacientes con enfermedad física y mental, también en población general. Con esta escala se han registrado las respuestas emocionales de ansiedad y depresión en amplias muestras de población sana adolescente, de estudiantes universitarios, de adultos y personas de la tercera edad19. Se han estudiado sus propiedades psicométricas en poblaciones de adultos normales

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y estudiantes universitarios18,20, incluso en una población de estudiantes universitarios de Lima (Perú)22. La escala se compone de 14 ítems, 7 para cada trastorno. Estrés de examen19: tiene como objetivo reconocer las características del estrés que suele acompañar a los estudiantes de educación media superior, está conformado por 29 ítems en escalamientos tipo Likert. Se validó para población mexicana de estudiantes de secundaria y universitarios19. Funcionalidad familiar15: Evaluada mediante el cuestionario de Apgar familiar, el cual se creó para dar respuesta a la necesidad de evaluar la función familiar, con un instrumento que se diligencia por sí mismo; se ha validado en población de estudiantes de secundaria colombianos15. Con el fin de probar el instrumento e identificar inconsistencias, se aplicó una prueba piloto a 30 estudiantes de diferentes semestres del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales; la aplicación definitiva se realizó entre los meses de febrero y Mayo de 2011. Referente a los análisis estadísticos, las variables razón se describieron mediante promedios y desviaciones estándar. Las variables nominales y ordinales se describieron mediante tablas de frecuencia. Para determinar la relación entre variables nominales se empleó la prueba de χ2, entre variables nominales y razón se emplearon pruebas t o análisis de varianza según el caso, entre variables razón coeficientes de correlación de Pearson. Todos los análisis se efectuaron con una significancia α=0,05. La base de datos se elaboró mediante el programa Excel 2010 (Microsoft Corporation) y el análisis de los datos obtenidos mediante el programa IBM SPSS 19 (IBM Corporation). Para realizar el estudio se diseñó un cuestionario anónimo, auto diligenciado, con previo consentimiento informado para garantizar la confidencialidad, como lo estipulan las normas colombianas vigentes para la investigación en salud.

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Resultados Participaron en el estudio 233 estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Colombia), con edad promedio de 20,9 años y 58% mujeres. Las características demográficas se resumen en la Tabla 1. La mitad de la población procede del eje cafetero, con predominio de Manizales (34,8%), en su mayoría viven en estrato 4 y 3 (40,3 y 33% respectivamente). Tabla 1.Características demográficas de los estudiantes participantes en el estudio sobre el perfil psicosocial de los estudiantes del Programa de Medicina de la universidad de Manizales y su relación con el rendimiento académico Variable Nivel N % Femenino 135 58 Género Masculino 98 42 ,1 4 94 40,3 3 77 33 6 23 9,9 Estrato 2 19 8,2 5 13 5,6 1 7 3,0 Promedio 20,90 Límite inferior 20,49 Límite superior 21.31 Desviación estándar 3,161 Edad Mínimo 16 Máximo 36 Manizales 81 34,8 Ibagué 27 11,6 Pereira 20 8,5 16 6,9 Procedencia Armenia Cartago 6 2,6 Otros 83 35,6 I 27 11,6 II 21 9 III 16 6,9 IV 20 8,6 V 3 1,3 Semestre VI 26 11,2 VII 26 11,2 VIII 24 10,3 IX 6 2,6 X 24 10,3

En la Tabla 2 se registran los resultados para algunas variables psicológicas como perfil psi-

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Artículo de Investigación cosocial y funcionalidad familiar. El cuestionario de ansiedad muestra un α de Cronbach de 0,745 y el 49,8% (lc95%:43,5%-56.4%)tienen un nivel normal de ansiedad, el cuestionario de depresión muestra un α de Cronbach de 0,617 y un 86,3% (lc95%:81,2%-90,4%) presentan un nivel de depresión normal, un estrés de examen moderado del 75,1% (lc95%:69%-80,5%), el 55,8% (lc95%:49,2%-62,3%) muestran buena funcionalidad familiar. El cuestionario TMMS para medir inteligencia emocional muestra un α de Cronbach de 0,889 y presenta un 51,1% (lc95%:44,5%-57,7%) que deben mejorar la percepción de sus estados emocionales, un 36,1% (lc95%:29,9%-42,6%) que deben mejorar la comprensión de sus estados emocionales, y un 63,5% (lc95%:57%69,7%) que presentan regulación adecuada. El cuestionario de empatía de Jefferson presenta un α de Cronbach de 0,806, “toma perspectiva” promedio de 83,18% (sobre el máximo posible de la escala), “cuidado con compasión” promedio de 38,05% (sobre el máximo posible de la escala, además es una escala inversa), 51,38% (sobre el máximo posible de la escala, además es escala inversa) promedio de “colocarse en los zapatos del paciente” y 77,71% (sobre el máximo posible de la escala) en promedio de empatía total. Tabla 2. Resultado de los factores psicosociales evaluados en población estudiantil del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales participantes en el estudio sobre perfil psicosocial Variable Ansiedad

Depresión

Estrés examen

Nivel de variable

N

%

Normal Caso probable de ansiedad Caso de ansiedad

116

49,8

70

30

47

20,2

Normal Caso probable de depresión Caso de depresión Leve Moderado Profundo

201

86,3

26

11,2

6 47 175 11

2,6 20,2 75,1 4,7

Tabla 2. Resultado de los factores psicosociales evaluados en población estudiantil del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales participantes en el estudio sobre perfil psicosocial Variable

Nivel de variable

N

%

Promedio

83,18

LI LS DE Mínimo Máximo Promedio LI Cuidado LS con comDE pasión Mínimo Máximo Empatía Promedio Habilidad LI para “poLS nerse en los DE zapatos del Mínimo paciente” Máximo Promedio LI Empatía LS total DE Mínimo Máximo Percepción Mejorar de emocioInteligencia Adecuada nes emocional según el Compresión Adecuada Mejorar cuestionario de sentiTMMS mientos Disminuir

81,41 84,94 13,67 14,29 100 38,05 35,7 40,4 18,18 14,29 95.92 51,38 49,14 53,62 17,37 14,29 95,24 77,71 76,14 79,28 12,17 22,86 100 119

51,1

114

48,9

124 84

53,2 36,1

25

10,7

Adecuado Mejorar

148 37

63.5 15,9

Disminuir

48

20,6

130 67 22 14

55,8 22,8 9,4 6,0

Toma de perspectiva

Inteligencia emocional

Funcionalidad familiar

Regulación emocional

Buena funcionalidad Disfunción leve Disfunción moderada Disfunción severa

Límites de confianza al 95%, LI: Límite Inferior, LS: Límite Superior. DE: Desviación Estándar

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Relaciones entre variables Empleando el procedimiento estadístico de χ se intentó encontrar la relación entre las tres categorías de medida de inteligencia emocional según el TMMS (percepción, compresión y regulación), y las variables medidas en la población participante en el estudio; estrato social, semestre, género, ansiedad, depresión, funcionalidad familiar y estrés de examen. Se encontró relación significativa entre género y percepción (p=0,033) y regulación (p=0,026); entre ansiedad con percepción (p=0,034) y comprensión (p=0,032) como se observa en la Tabla 3. 2

La Figura 1 muestra la relación entre percepción y género. El género femenino en un 42,96% tiene percepción adecuada, y el género masculino en un 57,1%.

Figura 1. Relación entre género y la componente de percepción de la inteligencia emocional según el TMMS, en la población del estudio sobre perfil psicosocial de los estudiantes de medicina de la universidad de Manizales.

Tabla 3. Relaciones significativas entre el valor de la inteligencia emocional según el cuestionario TMMS y variables medidas en la población participante en el estudio sobre perfil psicosocial de los estudiantes de medicina de la universidad de Manizales Percepción Aumentar Adecuada Disminuir p 77 58 Femenino 57% 43% Género 0,033 42 56 Masculino 42,9% 57,1% 31 16 Caso ansiedad 66,0% 34,0% 0,034 29 41 Ansiedad Caso pro ansiedad 41,4% 58,6% 59 57 Normal 50,9% 49,1% Regulación Aumentar Adecuada Disminuir P 25 76 34 Femenino 18,5% 56,3% 25,2% Género 0,026 12 72 14 Masculino 12,2% 73,5% 14,3% Comprensión Aumentar Adecuada Disminuir P 24 22 1 Caso ansiedad 51,1% 46,8% 2,1% 0,032 25 39 6 Ansiedad Caso pro ansiedad 35,7% 55,7% 8,6% 35 63 18 Normal 30,2% 54,3% 15,5%

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Mediante el análisis de varianza se encontró la relación entre las tres categorías de medida de empatía (toma de perspectiva, cuidado con compasión, Habilidad para “ponerse en los zapatos del paciente”, y empatía total), y las variables medidas en la población participante en el estudio; estrato social, semestre, género, ansiedad, depresión, funcionalidad familiar y estrés de examen. Se encontró relación significativa entre toma de perspectiva y semestre (p=0,000) empatía total y semestre (p=0,003), toma de perspectiva y género (p=0,007), empatía total y género (p=0,01), cuidado con compasión y ansiedad


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Artículo de Investigación (p=0,02), empatía total y ansiedad (p=0,033), toma de perspectiva y depresión (p=0,002), cuidado con compasión y depresión (p=0,008), empatía total y depresión (0,001), toma de perspectiva y estrés de examen y (p=0,01), como se observa en la tabla 4. Tabla 4. Discriminación de promedios de Duncan para las variables que resultaron con relación significativa con alguna subescala de la empatía en población de estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales (Colombia) P Toma de perspectiva VI 70,33 a IV 77,71ab X 81,24bc V 81,73bc I 83,17bcd Semestre II 86,33bcd 0,000 P 86,49bcd IX 88,16cd VII 88,19cd VIII 88,48cd III 91,79d Masculino 80,35 a Género 0,007 Femenino 85,23 b Anormal 76,29 a Depresión 0,002 Normal 84,27 b Leve 78,97 a Estrés de exaModerado 83,77ab 0,01 men Profundo 91,69 b Cuidado con compasión Normal 34,87 a Ansiedad Casoprobable 40,06 ab 0,02 Casoansiedad 42,90 b Normal 36,80 a Depresión 0,008 Anormal 45,92 b Empatía Total VI 68,74 a V 75,89 ab IV 76,00 ab X 76,34 ab I 77,86 b Semestre P 79,38 b 0,003 II 79,76 b VIII 79,90 b VII 80,52 b III 84,46 b IX 84,59 b

Masculino 75,30 a 0,01 Femenino 79,46 b Casoansiedad 74,82 a Ansiedad Casoprobable 76,31 ab 0,033 Normal 79,72 b Anormal 71,03 a Depresión 0,001 Normal 78,77 b Promedios con la misma letra no son significativamente diferentes Género

No se encontró relación significativa entre el promedio académico y los componentes de la inteligencia emocional Mediante coeficientes de correlación de Pearson se probó la dependencia entre la medida de rendimiento académico mencionada y el valor de las tres componentes del cuestionario de empatía de Jefferson (toma de perspectiva, cuidado con compasión, y Habilidad para “ponerse en los zapatos del paciente”), empatía total, los resultados se observan en la Tabla 5, Esta tabla muestra que tienen correlación significativa con el promedio de notas al nivel p<0,05: cuidado con compasión (p=0,004), empatía total (p=0,04), y al nivel p<0,1 percepción (p=0,083). No presentan correlación significativa a ningún nivel comprensión, regulación, toma de perspectiva, habilidad para “ponerse en los zapatos del paciente”. Tabla 5. Tabla de correlación entre el promedio simple obtenido por cada estudiante hasta el momento en su carrera y la Inteligencia emocional, empatía, y puntaje de pruebas de admisión Inteligencia emocional CC Pearson Percepción P N CC Pearson Compresión P N CC Pearson Regulación P N Empatía CC Pearson Toma de perspectiva P N

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-,119 ,083 214 -,034 ,616 214 ,084 ,222 214 ,039 ,569 214 pp 62-72


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CC Pearson -,196 Cuidado con Compasión P ,004 N 214 CC Pearson -,087 Habilidad para “ponerse en los P ,206 zapatos del paciente” N 214 CC Pearson ,141 P ,040 Empatía Total N 214 CC Pearson: Coeficiente de correlación de Pearson, P=probabilidad

La Figura 2 muestra la relación entre la nota promedio y la subescala de la empatía relativa al cuidado con compasión, este último valor resultó ser inverso.

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 una relación positiva como en el de PérezPérez N24. En el actual estudio se encontró que la nota promedio durante la carrera de los estudiantes del programa de Medicina de la Universidad de Manizales presenta relación significativa solo al nivel de significancia p<0,1, con la componente de percepción de la inteligencia emocional, medida según el cuestionario TMMS, resultado análogo al obtenido en la investigación de FernándezBerrocal16 (2004), donde la Inteligencia Emocional medida con el TMMS-24 no tuvo una correlación significativa con el rendimiento académico general. Se encontraron relaciones de la inteligencia emocional con otras variables que aunque no son importantes para rendimiento académico, es importantes mencionarlas: Según Candela-Agulló et al25 no hay suficiente evidencia experimental para concluir sobre diferencias de género en la inteligencia emocional, este resultado no fue confirmado por el presente estudio en el cual los hombres presentan una mejor percepción de las emociones.

Figura 2. Noto promedio contra cuidado con compasión en estudiantes del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales, Manizales (Colombia).

Los parámetros de la regresión lineal de nota promedio contra cuidado con compasión son R=0,196, p=0,004, constante=3,191 (p=0,000), coeficiente=-0,004 (p=0,004).

Discusión Estudios previos acerca de la relación existente entre la inteligencia emocional con el rendimiento académico en población general de estudiantes universitarios arrojan resultados contradictorios23, en algunos se evidencia

En el trabajo de Dawda y Hart citado por Candela-Agulló25 se evaluó la inteligencia emocional entre géneros a través del instrumento Bar-On Emotional Quotient Inventory (EQ-i) encontrándose los hombres más competentes emocionalmente que las mujeres en cuanto a independencia y optimismo, siendo estos factores fundamentales para una mejor percepción de las emociones. En el presente estudio los hombres presentan un 57,1% de percepción adecuada (categoría del cuestionario TMMS) contra 43% en las mujeres. También hay diferencia significativa en la componente de regulación, los hombres presentan regulación adecuada en un 73,5% contra 56,3% de las mujeres. Contrario al resultado de Bar-On, Brown, Kirkcaldy, y Thome, también citado por Candela-Agulló25 (2000), quienes no reportan diferencias significativas de género en lo referente a la inteligencia emocional.

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Artículo de Investigación En el presente estudio la ansiedad tiene una relación significativa con las sub escalas de percepción y comprensión de la inteligencia emocional, siendo adecuadas para los casos de ansiedad normal, coincidiendo con Salguero, Ruiz, Fernández y González, citado por Candela y Agulló25. Si bien la inteligencia emocional es importante para la interacción social, la ansiedad sería un eventual obstáculo para el estudiante de Medicina, en lo que atañe al desarrollo de una adecuada relación con el paciente y eventualmente con los docentes. En la investigación de Carvajal, Miranda y Martinac21, se evaluó la empatía de alumnos de 5to año de Medicina del hospital clínico de la Universidad de Chile, donde se demostró que el promedio de empatía total tenía una relación palpable con el rendimiento académico; resultado análogo al del presente estudio, donde se identificó relación entre la empatía total medida según el cuestionario de Jefferson y el rendimiento académico (medido como promedio de notas durante la carrera); la mayor relación se presentó con la subescala de cuidado con compasión (p=0,004). Ser Médico exige de parte del aspirante una vocación muy especial, el Médico deberá estar dispuesto a soportar y sobreponerse a situaciones extremas de dolor humano y sufrimiento, situaciones donde inclusive “la sangre puede llegar a brotar a borbollones”, debe estar dispuesto a acompañar y consolar,

y en caso de requerirse, hasta un desenlace último. Su capacidad de relación con seres humanos debe ser óptima; en el presente estudio se demuestra que esta capacidad de relacionarse, representada por la llamada empatía médica, se relaciona con un buen rendimiento académico medido como el promedio de notas. Este aspecto es tan relevante, que debería ser tenido en cuenta en los procesos de admisión a escuelas Médicas, incluso con un porcentaje igual o mayor que la inteligencia cognitiva del aspirante, como lo sugieren Hojat5 y colaboradores. La presente investigación también permite concluir que los valores de empatía e inteligencia emocional pueden mejorarse en esta población, lo que se traduciría en un mejor rendimiento académico Los instrumentos utilizados en este estudio, como el los cuestionarios TMMS y de Empatía Médica de Jefferson, no son los únicos instrumentos para las variables de inteligencia emocional y empatía. La existencia de otros instrumentos dificulta la comparación de los resultados de la presente investigación con el de otros estudios realizados sobre esta temática, que emplean otros instrumentos, como por ejemplo el cuestionario de Bar-On. La innovación que aporta esta exploración se relaciona con la manera de conjugar múltiples variables con el perfil psicosocial del estudiante de Medicina. Conflictos de interés: ninguno declarado.

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14 Evanss BJ, Stanley RO, Burrows GD: Measuring medical students’ empathy skills. Br J Med Psychol, 1993; 66:121-133. 15 Forero-Ariza LM, Avendaño-Durán MC, DuarteCubillos ZJ, Campo-Arias A. Consistencia interna y análisis de factores de la escala APGAR para evaluar el funcionamiento familiar de estudiantes de básica secundaria. Rev Colomb Psiquiatr 2006; 35(1):23-29. 16 Fernández-Berrocal P, Extremera N, Ramos N. Validity and reliability of the spanish modified version of the trait meta-mood scale. Psychological Reports 2004; 94:751-755. 17 Barraza A. Construcción y validación psicométrica del inventario del estrés de examen. Universidad Pedagógica de Durango 2008; (15):33-45. 18 Fernández-Berrocal P, Extremera N. A review of trait meta-mood research. International Journal of Psychology Research 2008; 2:39-67. 19 Terol MC, López-Roig S, Rodríguez-Marín J, MartínAragón M, Pastor MA, Reig MT. Propiedades psicométricas de la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Estrés (HAD) en población española. Ansiedad y Estrés 2007; 13(2-3):163-176. 20 Riberos M, Hernández H, Rivera J. Niveles de depresión y ansiedad en estudiantes universitarios de lima metropolitana. IIPSI 2007; 10(1):91-102. 23 Jiménez-Morales MI, López-Zafra E. Inteligencia emocional y rendimiento escolar: estado actual de la cuestión. Revista Latinoamericana de Psicología 2009; 41(1):69-79. 24 Pérez-Pérez N, Castejón JL. Relaciones entre la inteligencia emocional y el cociente intelectual con el rendimiento académico en estudiantes universitarios. REME 2006; 9(22):0-0. 25 Candela-Agulló C, Barberá-Heredia E, Ramos-López A, Sarrió-Catalá M. La inteligencia emocional y la variable género. REME 2002; 5(10):0-0. 26 Carvajal A, Miranda C, Martinac T. Análisis del nivel de empatía en un curso de quinto año de medicina, a través de una escala validada para este efecto. Revista hospital clínico Universidad de Chile 2004; 15(4):302-306.

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Artículo de Investigación

Relación

entre cifras de tensión arterial e indicadores de sobrepeso en población de adolescentes escolarizados de Manizales, Colombia, 2011 José Jaime Castaño Castrillón*, Fis, MSc, Luis E. Castaño**, Anyi P. Chacón**, María P. Giraldo**, José Fernando Giraldo***, MD, Mag, Diana C. Leal**, Valentina Salazar** Remitido para publicación: 10-02-2012 - Versión corregida: 01-03-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: La obesidad se relaciona con el desarrollo de hipertensión arterial en el adulto, se pretende estudiar la presencia de indicadores de riesgo de sobrepeso y su relación con cifras tensionales altas en una población de adolescentes escolarizados de Manizales (Colombia). Materiales y métodos: Participaron en el estudio 923 adolescentes. A estos se les tomaron las medidas antropométricas, y tensión arterial. Resultados: 51,1% de sexo femenino, entre 10 y 18 años de edad, con promedio de 14,25 años El 82,4% de los adolescentes presentaron un índice de masa corporal normal, promedio de índice cintura cadera de 0,85, promedio de perímetro abdominal de 74,99 cms, y de índice de masa corporal de 20,74 en niñas y 74,87, 0,87 y 20,29 en jóvenes. El promedio de presión arterial sistólica fue de 102.07 mmHg para mujeres y 103,62 mmHg para los hombres, en cuanto a la presión diastólica el promedio para mujeres fue de 63,45 mmHg y en los hombres fue de 64,07 mmHg. Tanto los análisis univariados como multivariados mostraron una relación significativa de ambas presiones, tanto para mujeres como paras hombres en todos los casos con el índice de masa corporal��������������������������������������������������������������� , los análisis multivariados mostraron dependencia de ambas medidas de presión con perímetro abdominal para hombres, en mujeres solo el análisis univariado mostró relación con la presión arterial diastólica, el índice cintura cadera no mostró relación con nada en ningún caso. Conclusión: El indicador de sobrepeso más apropiado para medir riesgo de hipertensión en adolescentes es el índice de masa corporal. Palabras Claves: Obesidad, adolescente, índice de masa corporal, hipertensión. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 73-82 Castaño Castrillón JJ. Castaño LE. Chacón AP. Giraldo MP. Giraldo JF. Leal DC. Salazar V. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Profesor Titular, Director Centro de Investigaciones, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales, Carrera 9° 19-03, Tel. 8879688, Manizales, Caldas, Colombia. Correo: jcast@umanizales.edu.co. ** Estudiante X, semestre, Programa de Medicina, Universidad de Manizales.. *** Docente Semiología, Programa de Medicina, Universidad de Manizales, Manizales Colombia. Relación entre cifras de tensión arterial e indicadores de sobrepeso en población de adolescentes...

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Relationship between blood pressure, body mass index in school population of Manizales, Colombia, 2011 Summary Objective: To investigate the relationship between body mass index and the blood pressure values in adolescents of the city of Manizales (Colombia), given its association with the development of non-transmissible chronic diseases in adults. Methods: 923 adolescents, 51,1% female and 48,9% male, were studied between 10 and 18 years of age, with average of 14,25 years. The Anthropometric measures and blood pressure were taken, whereas body mass index was calculated. Results: 51.1% of females aged 10 to 18 years old, average 14.25 years. 82.4% of adolescents had a normal body mass index, waist-hip ratio average of 0.85, average of waist circumference of 74.99 cm, and body mass index in girls and 74.87 20.74, 0.87 and 20.29 in the young. The average systolic blood pressure was 103.62 mmHg for men and 102.07 mmHg for women; the average diastolic pressure for women was 63.45 mmHg and for men was 64.07 mmHg. Both univariate and multivariate analyzes showed a significant relationship of both pressures, for both women and men in all cases with body mass index, multivariate analyzes showed dependence on both measures of pressure with waist circumference for men, for women only the diastolic pressure in the univariate analysis was related. The waist-hip ratio was not related to anything in any case. Conclusion: The most appropriate indicator to measure overweight risk of hypertension in adolescents is the body mass index. Key words: Obesity, adolescents, body mass index, hypertension.

Introducción La infancia y la adolescencia son consideradas una etapa fundamental en la formación del ser humano para su crecimiento y desarrollo, en las cuales debe recibir una correcta alimentación en cantidad, calidad y armonía, además del necesario afecto, estímulo y cuidado, para alcanzar un estado de completo bienestar físico, mental y social, evitando o disminuyendo la incidencia de patologías agudas y crónicas, obteniendo así el máximo potencial biológico1 La rapidez con la que ha avanzado la incidencia de sobrepeso en niños y adolescentes, centran la atención en cambios sociológicos, culturales y ambientales más que el compo-

nente genético, que promueven el aumento de las “conductas obesogénicas” como, la disminución de la alimentación natural, sedentarismo, el consumo de grasas hidrogenadas, hidratos decarbono refinados, gaseosa y jugos artificiales azucarados, destacándose el rol de la proliferación de “comidas rápidas” de baja calidad nutricional y alta densidad energética y de macro porciones que se consumen fuera y dentro del hogar.1 Según Nolis y col2 la influencia de la actividad física en el peso y contenido de grasa corporal de los adolescentes es controvertido, la obesidad en el niño y el adolescente se encuentra asociada con una mayor frecuencia de dislipidemia, hipertensión arterial (HTA),

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Artículo de Investigación síndrome metabólico (SM), diabetes mellitus tipo 2 (DM2), alteraciones cardíacas tempranas y compromiso de la función vascular. Se ha establecido una relación directa entre el índice de masa corporal (IMC) y las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Según Salcedo y col , la Obesidad puede ser considerada como el más importante factor de riesgo cardiovascular, y su inicio desde la juventud juega un papel crucial en el desarrollo de HTA y a su vez de la enfermedad cerebro vascular (ECV) del adulto. 3

Aunque la obesidad abdominal esté más a menudo asociada al riesgo cardiovascular que la obesidad general en los adultos, esa asociación en poblaciones pediátricas es poco conocida. Un estudio previo4 que analizó la asociación entre la distribución de grasa y riesgo cardiovascular en niños y niñas mostró que los dos tipos de obesidad están vinculados a Hipertensión arterial en la infancia, sin embargo, el mejor predictor de esta en adolescentes permanece aún sin ser determinado .La única medida que ha sido utilizada actualmente para definir obesidad en este grupo de edad es el índice de masa corporal (IMC, indicador antropométrico del estado nutricional de la población, que está influenciado por la talla y el peso) que ha demostrado ser un indicador confiable y conveniente en el diagnóstico de obesidad en poblaciones, sin cuantificar el total de grasa corporal, ni dar información sobre la distribución regional de grasa.5 El IMC tiene propiedades aplicables en la adolescencia como una alta correlación con la grasa subcutánea y la grasa corporal total6, a su vez se correlaciona significativamente con alteraciones metabólicas secundarias a la obesidad e hipertensión arterial, permitiendo evaluar el efecto de trascendencia de la obesidad desde la infancia y adolescencia a la edad adulta. Paoli y col7 señalan que sujetos con IMC alto durante la adolescencia tienen aproxima-

damente 35% más probabilidad de tener sobrepeso a los 35 años, y la obesidad adquirida durante la adolescencia fue mejor predictor de riesgo de padecer ECNT, que la adquirida en la vida adulta. En cuanto a la asociación entre obesidad y presión arterial (PA), Ptaleti y col8 afirman que numerosas publicaciones refieren una relación directa entre el aumento de peso corporal y el incremento de los valores de PA e informan valores altos de PA o alta prevalencia de hipertensión arterial en niños y adolescentes obesos comparados con niños de peso normal. Se calcula que 1/3 de los niños obesos en edad preescolar, y que la mitad en edad escolar serán adultos obesos. La presencia de obesidad en niños mayores de 3 años es un predictor importante para el desarrollo de obesidad en la edad adulta.9 En pediatría, la HTA como método de evaluación rutinario, ha sido subestimado durante mucho tiempo, por ser esta una entidad menos frecuente que en la edad adulta, con menor morbimortalidad, y en los casos en que se hace presente, en su mayoría es un síntoma más de una enfermedad subyacente casi siempre grave2 Por las consideraciones anteriores se plantea el presente estudio que pretende evaluar la relación existente entre el índice de masa corporal, y otras medidas de obesidad con la presión arterial en adolescentes de la ciudad de Manizales (Colombia).

Materiales y métodos El presente es un estudio de corte transversal en el que se tomó una población de 923 estudiantes pertenecientes a 4 colegios públicos de Manizales (Colombia) comprendidos en edades entre 10 y 18 años. A esta población se les midieron las siguientes variables sexo (masculino y femenino), edad ( 10-18 años), estrato social10 (1-6), Afi-

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liación al sistema de salud (Subsidiado, Contributivo, Vinculados), Consumo de cigarrillo (si, no), actividad física, talla (mts), peso (kgs), perímetro abdominal13 (cms), Anticonceptivos11-13 (si, no, cuál) Consumo de alcohol (si, no, tipo)12, consumo de drogas psicoactivas (si, no, cuál), presión arterial sistólica y presión arterial diastólica (mm de Hg), perímetro de la cintura (cm), perímetro de la cadera (cm), Índice cintura/cadera13 (cm) índice de masa corporal14,15 (peso bajo, peso normal. riesgo de sobrepeso, sobrepeso). La presión arterial se midió utilizando tensiómetros manuales y fonendoscopios (LORD). Este procedimiento se realizó dejando en reposo al estudiante como mínimo 10 minutos y sin ninguna actividad previa16. Se realizaron 2 tomas una en cada brazo. Se utilizó un brazalete de presión arterial 2-3 cm por encima del pliegue del codo, colocando la parte neumática justo encima de la arteria braquial. El diafragma del estetoscopio se aplicó sobre la arteria justo debajo del brazalete, este se infló a 20 mmHg por encima de la presión arterial sistólica del adolescente. (determinada por la desaparición del pulso radial previamente palpado) y a continuación se descomprimió el brazalete de 2–5 mmHg por segundo, hasta detectar el primer ruido de korotkoff mientras que la campana del estetoscopio permanecía en su lugar y el quinto ruido de korotkoff fue utilizado para la cuantificación de la cifra diastólica. El peso se tomó a cada adolescente con la pesa (TANITÁ) en cero. Se pesó con el mínimo de ropa posible, en posición erguida con los brazos colgando lateralmente. La talla fue tomada con el adolescente erguido paralelo al tallímetro. Adoptando esta misma posición se toma el perímetro abdominal con la cinta métrica a la altura del ombligo. Se realizó una prueba piloto en 2 colegios de la ciudad de Manizales con 80 estudiantes a los que se les aplicó la encuesta previo consentimiento informado. Las variables nominales que se emplearon en el estudio se describieron por medio de

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 tablas de frecuencia y se relacionaron con el procedimiento estadístico de χ2. Las variables de razón se estimaron mediante promedios y desviaciones estándar. Para relacionar ambos tipos de variables tanto nominales como de razón se realizó la prueba t-student. La relación entre variables se se probó con una significancia α= 0,05. En la presente investigación se respetaron los principios éticos fundamentales, inicialmente se realizó el consentimiento informado con explicación exhaustiva de cada uno de los procedimientos y objetivos del proyecto respetándose la autonomía de los participantes los cuales se verán beneficiados con este estudio ya que se podrán detectar y prevenir factores de riesgo para hipertensión arterial tempranamente

Resultados Finalmente en el estudio participaron 923 estudiantes entre la edad de 10 a 18 años de la ciudad de Manizales (Colombia). Participaron 4 colegios. La tabla 1 muestra las variables demográficas y las asociadas a la tensión arterial, se evidencia que el 51,1% corresponden al género femenino (lc95%:47,9%54,4%), con una edad promedio de 14,25 años (Figura 1), el 48,5% de estrato socio económico 3 (lc95%:46,1%-52,8%), el 22,2% de la población está afiliada a la EPS (Entidad Promotora de Salud) Salud Total, y el 4,8% no tienen afiliación a la seguridad social. El 3,7% de los estudiantes tienen algún tipo de antecedente personal de patologías sistémicas, de los cuales el más frecuente es la insuficiencia renal con un 32,4% entre los que tienen antecedente personal de patología sistémica. El 48,4% relataban algún tipo de antecedentes familiares, siendo el más frecuente la diabetes mellitus con un 23.6%, el 32,3% (lc95%:29,3%-35,4%) tienen como práctica deportiva el fútbol, el 5% fuman, el 1,7% declaran consumir drogas, la más frecuente de las cuales es marihuana con 56,3%. Entre las

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Artículo de Investigación adolescentes el 16,2% (lc95%:13,1%-19,8%) declaran emplear anticonceptivos, siendo los anticonceptivos orales, 43%, los más frecuentes, entre las que especifican cuál anticonceptivo. El 36,7% (lc95%:33.6%-39,9%) declaran consumir bebidas alcohólicas siendo la más frecuente la cerveza. Tabla 1 Variables demografías de la población que participó en el estudio sobre presión arterial y Obesidad efectuado en el año 2011 colegios N % instituto tecnológico de caldas 376 40,7 Liceo Isabel la catolica 216 23,4 Instituto universitario de caldas 178 19,3 divina providencia 153 16,6 Género femenino 472 51,1 Masculino 451 48,9 Edad (años) Promedio 14,25 Desv. Estan. 1,805 Mínimo 10 Máximo 18 Estrato Social 3 435 49,5 2 288 32,8 1 84 9,6 4 68 7,7 5 2 0,2 6 2 0,2 Faltantes 44 seguridad social salud total 205 22,2 nueva eps 112 12,1 caprecom 94 10,2 Sos 85 9,2 salud coop 83 8,9 salud condor 69 7,5 ninguno 44 4,8 otros 232 25,1 antecedentes personales de patologías sistémicas No 889 96,3 Si 34 3,7 Cual insuficiencia renal 11 32,4 cardiaca 11 32,3 diabetes mellitus 7 20,6 embarazo 2 5,9 Otros 3 8,7

Tabla 1 Variables demografías de la población que participó en el estudio sobre presión arterial y Obesidad efectuado en el año 2011 antecedentes familiares No 476 51,6 Si 447 48,4 Diabetes 218 23,6 Insuficiencia renal 38 4,1 hipotiroidismo 31 3,4 hipertiroidismo 20 2,2 Hipertensión 159 17,2 Enfermedad cardíaca 153 16,6 Deportes Futbol 298 32,3 no 180 19,5 Baloncesto 113 12,2 Volleybal 46 5 Trotar 43 4,7 Otros 243 26,3 frecuencia con la que practica deporte por semana 2 220 29,5 3 166 22,3 1 111 14,9 7 84 11,3 4 83 11,1 Fuma No 876 95 Si 46 5 Drogas No 907 98,3 Si 16 1,7 Cual Marihuana 9 56,3 Leydis 5 31,3 Otros 2 12,5 anticonceptivos No 409 83,8 Si 79 16,2 Cual Oral 34 43 Inyectable 23 29,1 Barrera 20 25,3 Alcohol No 584 63,3 Si 339 36,7 Cual Cerveza 105 31 Cerveza, aguardiente, ron 53 14,9 Aguardiente 46 13,6 Ron 23 6,8

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Figura 1. Histograma de edad, discriminado por nivel de índice de masa corporal, en población escolarizada de Manizales (Colombia) participante en el estudio sobre medidas de tensión arterial relacionada con indicadores de sobrepeso

La Tabla 2 muestra las variables antropométricas y de presión arterial medidas en esta población. El promedio de peso para las mujeres fue de 50,41 Kg, y la talla de 1,56 mts. En los hombres el peso promedio fue de 51,039 Kg, y la talla de 1,58 mts, para los hombres el perímetro abdominal fue de 74,86 cms, el perímetro de cintura de 69,75 cms, el de cadera de 80,585 cms y el índice cintura cadera es de 0,86. Para las mujeres el promedio de perímetro abdominal fue de 74,99 cms, el promedio de perímetro de cintura es de 69,18 cms, el perímetro de cadera el promedio es de 81,32 cms y el índice cintura cadera tiene un promedio de 0,85. El promedio de presión arterial sistólica para las mujeres fue de 102,07 mmHg, y el de diastólica de 63,45 mmHg. En los hombres el promedio de la presión arterial sistólica fue de 103,62 mmHg y el de diastólica de 64,07 mmHg, el 82,4% (lc95%:79.8%-84,5%) presentaron peso normal.

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Tabla 2. Variables antropométricas y presión arterial para la población que participó en el estudio de la presión arterial y obesidad en manizales-caldas en el 2011 Femenino Masculino Promedio 50,414 51,039 Des. Est 8,64 10,2589 Peso (Kgs) Mínimo 28,2 23,6 Máximo 80,4 86,2 Promedio 1,56 1,5802 Des. Est. 0,074 ,10421 Talla (mt) mínimo 1,32 1,26 máximo 1,75 1,87 Promedio 74,99 74,866 Perímetro Des. Est. 7,17 7,4720 abdomen mínimo 59 53,0 (cms) máximo 101 101,0 Promedio 69,18 69,759 Perímetro Des. Est. 6,56 6,8138 cintura mínimo 55 52,0 (cms) máximo 94,3 95,0 promedio 81,32 80,585 Perímetro Des. Est. 7,24 7,4907 cadera mínimo 55 55,0 (cms) máximo 110 110,0 promedio 0,85 0,8670 Índice Des. Est. 0,047 ,05205 cintura mínimo 0,71 ,71 cadera máximo 1,07 1,16 promedio 102,07 103,6208 Presión Des. Est. 12,92 13,16376 arterial sistólica mínimo 70 70,00 (mmHg) máximo 140 140,00 promedio 63,45 64,0764 Presión Des. Est. 8,99 9,21274 arterial diastólica mínimo 40 40,00 (mmHg) máximo 90 90,00 promedio 20,74 20,2944 Índice Des. Est. 2,82 2,88239 de masa mínimo 14,48 13,14 corporal máximo 35,37 35,37 Nivel N % Nivel de Peso normal 761 82,4 índice R. sobrepeso 106 11,5 de masa Peso bajo 28 3 corporal Sobrepeso 28 3

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Artículo de Investigación

Relaciones entre variables Empleando el procedimiento de análisis de varianza se probó la relación entre el nivel de índice de masa corporal con los valores medidos de PAS, y PAD, por género encontrándose ambos significativas con p=0,000 para género masculino. La Tabla 3 muestra esta relación, se observa que en ambos casos el menor valor de la presión lo presentan los adolescentes con peso bajo, y este valor va aumentando sistemáticamente a medida que se aumenta de categoría en el índice de masa corporal. Ordenamiento análogo se presenta para género femenino pero ninguno resulta ser significativo, para pas: 101,7-102,87-104,69-110,5 y para pad: 62,81-63,18-64,8-67,25 Mediante coeficientes de correlación de Pearson se buscó la relación entre los valores numéricos de pas y pad, y las variables numéricas perímetro abdominal, índice cintura e índice de masa corporal, por género, como se observa en la Tabla 4. Se observa en esta tabla que para género femenino son significativas tanto para pas como para pad la cortrelación con imc, en ningún caso con icc, y para perímetro abdominal solo con pad. En el caso del género masculino son significativas ambas correlaciones para imc, y perímetro abdominal, pero ninguna para icc. La Tabla 5 muestra los parámetros de regresiones lineales entre pas y pad y perímetro abdominal, icc, e imc, tanto univariadas como multivariadas e igualmente por género

Tabla 3. Relación entre categoría de índice de masa corporal, y la presión arterial sistólica para género masculino en población escolarizada de Manizales (Colombia). Promedios con letras diferentes son significativamente diferentes. Nivel IMC Prueba N Pro pas Pro. Pad Peso bajo 20 97.13 a 58,88 a Peso normal 361 104,67 ab 64,27 ab Tukey Riesgo sobre peso 52 108,96 bc 68,46 b Sobrepeso 18 114,86 c 69,72 b c Peso bajo 20 97.13 a 58,88 a Peso normal 361 104,67 b 64,27 b Duncan Riesgo sobre peso 52 108,96 bc 68,46 b c Sobrepeso 18 114,86 c 69,72 c Tabla 4. Relación entre las medidas de tensión arterial y perímetro abdominal, índice cintura cadera e índice de masa corporal de población escolarizada de Manizales Femenino Masculino pas pad pas pad C. de Pearson 0,041 ,102* ,310** ,245** Perímetro P ,380 ,028 ,000 ,000 abdominal N 472 472 451 451 C. de Pearson ,013 0,01 ,070 ,089 Indice cintura P ,779 ,136 ,136 ,058 cadera N 472 472 451 451 C. de Pearson ,112** ,118* ,317** ,330** Indice de masa p ,015 .010 ,000 ,000 corporal N 472 472 451 451 **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). *. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral). Tabla 5. Modelos lineales univariados, y multivariados para la presión arterial contra icc, imc, y p abdominal para género masculino y femenino, en población escolarizada de Manizales (Colombia) Femenino Masculino Perímetro Abdominal pas pad pas pad R ,041 ,101 ,310 ,245 p ,380 ,028 ,000 ,000 const 96,592 53,933 65,795 42,661 p. const ,000 ,000 ,000 ,000 Coef ,073 ,127 ,528 ,295 p. coef ,380 ,028 ,000 ,000 Indice Cintura Cadera pas pad pas Pad R ,013 ,001 ,07 ,089 p ,779 ,975 ,136 ,058 const 99,063 63,216 89,462 50,488

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p const Coef p coef

R P const P const coef P coef

R p const p. const icc p. icc imc p. imc p. abdo p. p. abdo

Medicina

,000 ,000 ,000 3,535 ,272 17,868 ,779 ,975 ,136 Indice de Masa Corporal pas pad pas .112 ,118 ,317 ,015 ,01 ,000 91,377 55,612 76,323 0,000 ,000 ,000 ,516 ,378 1,459 .015 ,01 ,000 Modelo Multivariado pas pad pas ,131 ,122 ,332 0,045 ,071 ,000 100,858 57,885 64,205 ,000 .000 ,000 -4.048 -4,458 4,126 ,753 ,618 ,726 ,867 ,329 ,851 ,007 ,143 ,015 -,178 ,034 ,275 ,153 ,693 ,031

En lo que se refiere a las regresiones univariadas se observa que para el caso del perímetro abdominal son significativas pad en el género femenino, y pas (Figura 2) y pad en el género masculino. Referente al icc ninguna es significativa. En cuanto al imc se refiere todas resultan significativas.

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 ,000 16,134 ,058 Pad ,330 ,000 43,382 ,000 1,077 ,000 pad ,332 ,000 43,109 ,000 2,587 ,757 1,189 ,000 -,057 ,531

El análisis multivariado de pas para el g������������������������������������� é������������������������������������ nero femenino se presenta significativo, pero solo la variable imc aparece como significativa (p=0,007). El modelo para pad no resultó significativo. Referente al modelo para pas en el género masculino, resultan significativas las variables imc (p=0,015), y perímetro abdominal (p=0,031). Referente a pad el modelo es significativo, pero sólo la variable imc resulta significativa (p=0,000). Es de anotar que el R de los modelos multivariados para género masculino y pas y pad es de 0,332 y este valor es sólo ligeramente mayor que los valores para género masculino y pas del modelo univariado con relación a imc 0,317, y para pad 0,330.

Discusión La obesidad es una patología que ha incrementado su incidencia en las últimas décadas representando un factor de riesgo para el desarrollo de hipertensión arterial a temprana edad, a su vez de enfermedades crónicas no transmisibles, representado actualmente un alto índice de morbimortalidad a nivel mundial. El incremento de enfermedades cardiovasculares en personas obesas es el resultado de la interacción de múltiples factores de riesgo como el sedentarismo o falta de actividad física y tabaquismo. Las personas afectadas por la obesidad tienen más tendencia a padecer hipertensión que los no obesos17

Figura 2. Gráfico de presión arterial sistólica contra valor de imc, discriminado por nivel de imc, en población de adolescentes escolarizados de Manizales (Colombia).

En el presente estudio se evidenció que de los tres indicadores mencionados el imc fue el de más significancia con relación al aumento de cifras de tensión arterial, correlacionó en todos los casos. El perímetro abdominal tuvo significancia en algunos casos y el icc en ninguno. A igual conclusión se llegó en el estudio realizado

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Artículo de Investigación por Bautista y col18 realizado en Colombia en el cual se encontró que la presión arterial sistólica aumenta significativamente con el IMC. Por cada aumento de un kg/m2 en el IMC la presión sistólica aumentó 0,76 mmHg. Así mismo existe una relación significativa entre el IMC y el riesgo de hiperreactividad cardiovascular, lo que confirma una vez más el riesgo que tienen los individuos obesos de padecer de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Diferente a los resultados del presente artículo Clementel y col en un estudio realizado en Argentina19 afirman que el perímetro abdominal tiene una mayor correlación con la hipertensión arterial que el IMC, aunque se debe tener en cuenta que su trabajo fue efectuado sobre una población de 100 adultos. Paoli y colaboradores7 efectuaron un estudio en Mérida (Venezuela) en 370 niños que relacion����������������������������������������� ó���������������������������������������� el IMC y la medida de per�������������� í������������� metro abdominal con el aumento de la presión arterial, análogamente a la presente investigación presentó correlaciones positivas entre los valores de imc (p=0,0001) y perímetro abdominal (0=0,0001) con cifras de tensión arterial. Sin embargo en este estudio no discriminan entre niños y niñas, y además estudian otros aspectos. Referente al icc, en el presente estudio no tuvo significancia en ningún caso. Se sabe que en adultos tiene una gran relevancia al correlacionarlo con cifras de tensión arterial20, sin embargo en adolescentes no fue confirmada esta dependencia. Conflictos de interés: ninguno declarado.

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Literatura citada 1 Pérez E, Sandoval M, Schneider S, Azula L. Epidemiologia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes. Rev posgrado VIa Cátedra Med 2008; 179:16-20. 2 Nolis C, Alvarado J, Paoli M, Molina Z, Cicchetti R, Justo S, et al. Relación entre el índice de masa corporal y las cifras de tensión arterial en adolescentes. Rev Venez Endocrinol Metab 2009; 7(2):17-24. 3 Salcedo Rocha A, García J, Contreras Marmolejo M. Presión arterial en adolescentes mexicanos: clasificación, factores de riesgo e Importancia. Salud Pública (Bogotá) 2010; 12(10): 612-622. 4 Torres P, Linares J, Bonz N, Giuliano M, Sanziani L, Pezzotto S. et al. Prevalencia de sobrepeso, obesidad e hipertensión arterial en adolescentes de una escuela de arte. Rev Bras Cineantropom Desempenho Hum 2011, 13(4):272-278. 5 Goretti M, Romero I, Mendonça M, Camargo A. Relación de la Obesidad con la Presión Arterial Elevada en Niños y Adolescentes. Arq Bras Cardiol 2010; 94(6): 695-700. 6 Carmenate M, Dolores M, Mesa S, González M, Díaz J. Obesidad y circunferencia de la cintura en adolescentes madrileños. Rev Cubana Salud Pública 2007;33(3):0-0. 7 Paoli M, Uzcátegui L, Zerpa Y, Gómez-Pérez R, Camacho N, Molina Z, et al. Obesidad en escolares de Mérida, Venezuela: asociación con factores de riesgo cardiovascular. Endocrinol Nutr 2009; 56(8):218-226. 8 Poletti O, Barrios L. Obesidad e hipertensión arterial en escolares de la ciudad de Corrientes, Argentina. Arch Argent Pediatr 2007; 105(4):293298. 9 Martínez C, Ibáñez J, Paterno C, Bustamante M, Heitzm A, et al. Sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes de la ciudad de corrientes asociación con factores de riesgo cardiovascular. Medicina 2001; 61(6)308-314. 10 DANE. Estratificacion socioeconómica. Bogotá: DANE; 2010.

11 Grace M, Pina M, Murcia A, Murphy C. El ciclo mentrual y su relación con métodos anticonceptivos una guía para capacitadores en Salud Reproductiva. Bogotá: PRIME; 1998. 12 Programa de apoyo a la reforma de salud y Ministerio de Protección Social. Guías de Promoción de la salud y prevención de enfermedades en Salud Publica. Bogotá: Scripto LTDA, 2007. 13 Barbany M, Carrillo M, Aranceta J,García P, Alemany M, Vázquez C et al. Consenso SEEDO’2000 para la evaluación del sobrepesoy la obesidad y el establecimiento de criteriosde intervención terapéutica. Med Clin (Barc) 2000; 115: 587-597. 14 Organización Mundial de la Salud. Patrones de crecimiento de la OMS. Ginebra: OMS; 2006. 15 Behrmon ER, Kliegman MR, Arvin AM, Nelson WE. Tratado de Pediatria de Nelson. Tomo II. Madrid: Mc Graw Hill;1997. 16 Williams B, Poulter NR, Brown MJ, Davis M, McInnes GT, Potter JF, Sever PS et al. British Hypertension Society. British Hypertension Society guidelines for hypertension management 2004 (BHS-IV): summary. BMJ 2004; 328: 634-40. 17 Bori N, Libois L, Montero P¸ Cuffia G. Obesidad en adolescentes. La Pampa: Residencia medicina general general pico-la pampa; 2009 18 Bautista L, Vera L, Villamil L, Silva S, Peña I. Factores de riesgo asociados con la prevalencia de hipertensión arterial en adultos de Bucaramanga, Colombia. Salud Pública Mex 2002; 44(5):399-405. 19 Clementel C, Gauna C, Toledo C. Hipertensión arterial: Su correlación con perímetro abdominal y / o índice de masa corporal aumentado. Corrientes: Universidad Nacional del Nordeste, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006; 2006. 20 Cardona J, Castaño J, Giraldo J, Giraldo N, Hernández N, Jiménez D, Muñoz M, Sepúlveda G, Sepúlveda I. Factores de riesgo en empleados del área de la salud de Manizales asociados con el desarrollo de hipertensión arterial sistémica. Rev Fac Med Unal 2008; 56:21-32.

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Artículo de Investigación

Caracterización

de la poblacion con conducta suicida en la Clinica San Juan de Dios de Manizales de julio a noviembre de 2010 Sandra Cañón Buitrago Ps. MGTH* Patricia Toro Duque Md. M. ADMONSALUD** Remitido para publicación: 15-03-2012 - Versión corregida: 11-04-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen Antecedentes: El suicidio es una problemática multifactorial que se convierte en un problema de salud pública, en Colombia como en otros países cada vez aumentan las tasas de suicidio. El presente estudio pretende identificar las características de la población con intento suicida que consultaron o fueron remitidos a la Clínica San Juan de Dios en el periodo comprendido de Julio a noviembre de 2010. Materiales y Métodos: Se efectuó un estudio descriptivo que incluyo datos demográficos como género, edad, estrato socioeconómico, procedenciay variables como dependencia alcohólica, consumo de sustancias psicoativas, riesgo suicida, funcionalidad familiar, depresión, ansiedad, desesperanza, etc., de 24 pacientes hospitalizados remitidos a la clínica de depresión, ansiedad y suicidio de julio a noviembre de 2010. Resultados: El género con mayor frecuencia fue el femenino (67%), la edad promedio fue 28 años, el estrato con mayor proporción fue el bajo (1-2) (54%), 62.5% de la población manifestó no ser dependiente al alcohol, 75% presentó alto riesgo suicida, los métodos más utilizados fueron instrumento cortopunzante (50%) y envenenamiento (45,8%), 37% tiene disfunción familiar leve y 33,3% depresión moderada. Conclusiones: La mayor proporción de las personas que participaron en el estudio presentaron riesgo suicida, los sentimientos de tristeza, las distorsiones cognitivas y la dificultad para resolver conflictos hacen que sean personas más vulnerables. Palabras Claves: Intento de suicidio, depresión, factores de riesgo, pacientes internos. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 83-92

Cañón Buitrago S. Toro Duque P. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Profesora Asistente Facultad de Ciencias de la Salud Programa Medicina Universidad de Manizales. Cra. 9 19-03, Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: sandraka@umanizales.edu.co ** Profesora Asociada Facultad de Ciencias de la Salud Programa Medicina Universidad de Manizales. Cra.9 19-03, Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: patitoro17@hotmail.com. Caracterización de la poblacion con conducta suicida en la Clinica San Juan de Dios de Manizales...

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Chararacterization of patients with suicidal conduct in clinica san juan de diosmanizales, from july to november 2010 Summary Background: Suicide is a multifunctional problem that leads to a public health situation; in Colombia as in other countries, suicide rates are increasing. The present research tries to identify population characteristics related to suicidal intention, among patients referred to San Juan de Dios Hospital in the period of time from July to November 2010. Materials and method: A descriptive study was performed in which demographic data was included in relation to gender, age, socio-economical position, precedence and other variants such as alcohol dependence, psychoactive consumption, suicidal risk, family functionality, depression, anxiety, etc.. The previous was collected from 24 hospitalized patients referred to the clinic for depression, anxiety and suicide cases from July to November in the year 2010. Results: Female was the gender with the highest frequency (67%), age average was 28 years, socio-economical stratification with the highest proportion was the level 1 – 2 (54%), 62,5% of the population reported not to be alcohol dependent, 75% showed high suicidal risk, most used suicidal methods were connected to knife injuries (50%), poisoning (45,8%), 37% of them have low family malfunction and 33% of them have moderate depression. Conclusion: Most of the patients in this study show suicidal risk, sadness, cognitive distortions and difficulty to solve conflicts conduct them to be more vulnerable. Key words: Suicide Attempted, depression, risk factors, inpatients.

Introducción El suicidio es un problema multifactorial, abarca diferentes esferas en la vida de los individuos como la familiar, la social, la afectiva, la económica, etc., el impacto en los diferentes países ha hecho que se considere un problema de salud pública, su relevancia hace que sea imperativo el trabajo de investigación para comprender el fenómeno1. En Latinoamérica el nivel de suicidio de acuerdo a las tasas del mismooscilan en niveles de baja y media(Se consideran tasas bajas por debajo de 5/10.000 habitantes, medias entre 5 - 14, altas entre 15 a 30 y por encima de treinta se denominan muy altas),

pero se han producido incrementos progresivos en Cuba (12,9%), el Salvador (10,4%), Uruguay (8,2%) y Venezuela (7,8%)2. En Colombia se considera un problema de salud pública ya que se sitúa entre las principales causas de muerte, representa el 5.3% de las muertes violentas de acuerdo con los informes del Instituto de Medicina Legal2. Es un problema que requiere un abordaje integral e interdisciplinario donde la prevención, el diagnóstico temprano en poblaciones de riesgo y el tratamiento deben ser oportunos y eficaces para evitar el sufrimiento, el alto costo social y económico que genera en las familias, en la utilización de los servicios de salud y en la sociedad en general3.

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Artículo de Investigación Durante el año 2004 en Colombia se presentaron 1817 necropsias cuya probable forma de muerte fue suicidio; 121 casos menos que el año 2003, con un descenso del 6% para una tasa nacional de 4 casos por cada 100.000 habitantes, reducción que, aunque no es estadísticamente significativa, comparada con el año anterior, es constante. Durante el año 2004 fallecieron 160 menores de edad de los cuales el 86% (138) eran del género femenino. De las 64 mujeres que se suicidaron en Bogotá durante el 2003, el 25% (16) eran menores de edad4. El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó que para el año 2006 se realizaron 1.751 necropsias cuya probable causa de muerte fue el suicidio, que representan un descenso de cerca del 2% con relación al año anterior. La tasa para suicidio en el año 2006 fue de 4,1 casos por cada 100.000 habitantes, esto representa para el país, más de 55.000 años de vida potenciales perdidos (AVPP) por el suicidio, y el impacto no medido en el capital social que este indicador representa1. El comportamiento suicida viene determinado por un gran número de causas complejas, tales como la pobreza, el desempleo, la pérdida de seres queridos, una discusión, la ruptura de relaciones y problemas jurídicos o laborales. Los antecedentes familiares de suicidio, así como el abuso de alcohol y las sustancias psicoactivas, los maltratos en la infancia, el aislamiento social y determinados trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia, también tienen gran influencia en numerosos suicidios. Las enfermedades orgánicas y el dolor incapacitantetambién pueden incrementar el riesgo de suicidio3. En estudio realizado por Quintanilla, Valadez, et al en México en el 20065 afirman que es el tipo de personalidad lo que influye de manera importante en el estilo de afrontamiento, y que un sujeto con un tipo N (Neuroticismo) de personalidad es más susceptible de entrar

en crisis, tener mayor riesgo suicida y menor capacidad de afrontar adecuadamente los problemas. Las estrategias de afrontamiento identificadas muestran que el esfuerzo cognitivo conductual que desarrolla principalmente el individuo con tentativa suicida está dirigido a la emoción para buscar un alto grado de malestar o bienestar. En la investigación de González y colaboradores6, dicen que las características que pueden aumentar el riesgo de que se presente ideación suicida entre los estudiantes son: cursar el nivel de secundaria, interrumpir los estudios por más de seis meses y considerar que su desempeño escolar es malo, la baja autoestima, problemas familiares, deficiencias en el funcionamiento conductual y emocional, así como altos niveles de trastornos mentales2. Por todo lo anterior al analizar los factores de riesgo para suicidio es pertinente revisar las características de la población con variables como el sexo, edad, estrato socioeconómico, consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, enfermedades crónicas, antecedentes familiares con historia de suicidio o enfermedades mentales, funcionalidad familiar,etc., para generar estrategias de intervención proactiva en salud mental con un manejo interdisciplinario y desde un enfoque multifactorial para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ello el objetivo del presente estudio es identificar las características de la población con intento suicida que consultaron o fueron remitidos a la Clínica San Juan de Dios en el periodo comprendido de Julio a noviembre de 2010.

Materiales y métodos El presente estudio es descriptivo, se incluyeron 24 pacientes, que consultaron con intento de suicidio en la Clínica San Juan de Dios de Manizales (Manizales,Colombia) durante el periodo comprendido entre julio y noviembre

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del año 2010 y que fueron remitidos al servicio de hospitalización de la clínica de depresión, ansiedad y suicidio. De los 24 pacientes 16 eran del género femenino y 8 del masculino, se tuvieron en cuenta como criterios de inclusión solo los pacientes remitidos a la clínica de depresión, ansiedad y suicidio que presentaron intentos suicidas. Los datos fueron recopilados por la psicóloga del equipo interdisciplinario de la clínica de depresión, ansiedad y suicidio y se analizaron las siguientes variables: edad (años), género (femenino, masculino), estado civil, orientación sexual (heterosexual, bisexual, homosexual), estrato socioeconómico7 (1-2-3-4-56), procedencia (rural, urbana), tipo de familia8 (unipersonal, nuclear, extensa, reconstituida, adoptiva, sin vínculos), escolaridad (ninguna, primaria, secundaria, universitaria), actividad (estudiante, hogar, jubilado, trabajador, desempleado), consumo de sustancias psicoactivas (si, no, cuál(es)), dependencia alcohólica medida mediante cuestionario de Cage9 (no dependiente, indicio de dependencia alcohólica, dependencia alcohólica), una respuesta positiva para al menos dos preguntas se ve en la mayoría de los pacientes con alcoholismo, mientras que en las cuatro cuestiones se ve en aproximadamente el 50%, en comparación, alrededor del 80% de los sujetos no alcohólicos tiene una respuesta negativa a las cuatro preguntas10, este cuestionario ha sido validado en Colombia11. Funcionalidad familiar medida con el apgar familiar12 (buena función familiar, disfunción familiar leve, disfunción familiar moderada, disfunción familiar severa) 13,14, este instrumento ha sido validado en Colombia37. Desesperanza medida con la escala de desesperanza de Beck15 (leve, asintomática, moderada, severa), se ha observado que un puntaje mayor a 9 es un buen predictor de una eventual conducta suicida, esta escala ha sido validada en países como México16. Depresión, medida con el cuestionario de depresión de Beck17 (depresión moderada, grave, no depresión, depresión leve), el in-

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 ventario ha sido validado en países como Chile en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile en 80 pacientes18. Riesgo suicida medido con la escala de riesgo suicida de R, Plutchik19, (no riesgo suicida, riesgo suicida), la puntuación de la escala oscila entre 0 y 15, cada respuesta afirmativa suma un punto, este cuestionario ha sido validado en población Española20. Ansiedad medida con el inventario de ansiedad de Beck21 (baja, moderada, severa). Se analizaron también otras variables como: antecedentes familiares de enfermedad mental, antecedentes de intento de suicidio en la familia, intentos de suicidio previos, métodos utilizados, factores asociados a querer morirse, diagnóstico de enfermedad mental. En relación con los procedimientos estadísticos empleados, las variables numéricas se describieron por promedio y desviación estándar y las variables nominales por tablas de frecuencias. La base de datos y el análisis se elaboró empleando el programa Excel (Microsof Corporation). Se respetaron todos los principios éticos y la confidencialidad de los pacientes, de igual manera se contó con la aprobación de la institución y se obtuvo el consentimiento informado de los pacientes incluidos en el estudio, la encuesta fue anónima.

Resultados Tal como se observa en la tabla 1,la mayor proporción de la población fue del género femenino en un 67%, la edad promedio fue de 28 años con una desviación estándar de 11 y el grupo de edad sobresaliente 20-29 años en un 33,3%. La mayoría de las personas son solteras (54%), heterosexuales en un 95,8%. El estrato socio-económico que más sobresalió fue el bajo (1-2) 54%. Con relación a la procedencia la mayoría pertenecían al área urbana 79,2%, de familia nuclear 66,7%. La escolaridad que predominó fue la secundaria con 58,3% con respecto a la actividad 41,7% reportaron ser trabajadores.

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Artículo de Investigación Tabla 1. Variables Socio-demográficas de los pacientes que participaron en el estudio de caracterización de la conducta suicida en la Clínica San Juan de Dios Manizales, de julio a noviembre de 2010 Variable N % Género Femenino 16 67 Masculino 8 33 Edad Promedio 28 Desviación Estándar 11 20-29 33,3 Estado Civil Soltero 13 54 Casados 6 25 Divorciados 3 12,5 Unión Libre 2 8,5 Orientación Sexual Heterosexual 23 95,8 Bisexual 1 4,2 Estrato Socioeconómico 1-2 Bajo 13 54 3-4 Medio 9 37,5 5-6 Alto 2 8,3 Procedencia Urbana 19 79,2 Rural 5 20,8 Tipo de Familia Nuclear 16 66,7 Extensa 4 16,7 Unipersonal 4 16,7 Escolaridad Secundaria 14 58,3 Universitaria 8 33,3 Tecnológica 1 4,2 Primaria 1 4,2 Actividad Trabajador 10 41,7 Estudiante 8 33,3 Desempleado 3 12,5 Hogar 3 12,5

Como se evidencia en la tabla 2 70,8% de las personas que participaron en el estudio no consumen sustancias psicoactivas. Para medir dependencia alcohólica se utilizó la escala de CAGE dando como resultado que el 20,8% tienen dependencia alcohólica y el 16,7% indicio de dependencia alcohólica. Con relación a la

funcionalidad familiar 37,5% de la población presenta disfunción familiar leve. En cuanto a la desesperanza 45,8% tienen desesperanza leve. Tabla 2. Variables relacionadas con enfermedad mental y funcionalidad familiar de los pacientes que participaron en el estudio de caracterización de la conducta suicida en la Clínica San Juan de Dios Manizales, de julio a noviembre de 2010 Variable N Consumo de Sustancias Psicoactivas No 17 Si 7 Dependencia Alcohólica (Cage) No dependiente 15 Dependencia Alcohólica 5 Indiciode dependencia alcohólica 4 Funcionalidad Familiar (Apgar) Disfunción familiar leve 9 Disfunción familiar severa 6 Buena Función familiar 6 Disfunción familiar moderada 3 Desesperanza (Beck) Leve 11 Asintomática 9 Moderada 3 Severa 1 Depresión (Beck) Depresión Moderada 8 Grave 6 No depresión 6 Depresión Leve 4 Riesgo Suicida (Pluthick) Riesgo Suicida 18 No Riesgo Suicida 6 Ansiedad (Beck) Baja 15 Moderada 6 Severa 3

% 70,8 29,2 62,5 20,8 16,7 37,5 25 25 12,5 45,8 37,5 12,5 4,2 33,3 25 25 16,7 75 25 62,5 25 12,5

Con respecto a la depresión se utilizó la escala de depresión de Beck, resultando que un 33,3% tienen depresión moderada. Para medir el riesgo suicida se utilizó la escala de riesgo suicida de Pluthick encontrándose que el 75% de la población tienen riesgo suicida. Para Ansiedad se empleó la escala de Beck presentado el 62,5% ansiedad baja.

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Tabla 3. Antecedentes de los pacientes que participaron en el estudio de caracterización de la conducta suicida en la Clínica San Juan de Dios Manizales, de julio a noviembre de 2010 Variable N % Antecedentes Familiares Enfermedad mental 6 25% Depresión 1 4,2% Alzheimer 1 4,2% Trastorno mental secundario 1 4,2% Familiar con Trastorno Mental Abuelo 4 16,7% Tío 2 8,3% Antecedente de Intento suicidio en la Familia Si 6 25% Abuelo 2 8,3% Madre 2 8,3% Hermano 2 8,3% Hermana 1 4,2% Características Personales Intento de Suicidio Intentos de suicidio 1 15 62,5% 3 4 16,6% 5 3 12,5% Método utilizado Instrumento corto punzante 12 50% Envenenamiento 11 45,8% Intoxicación 10 41,7% Factores asociados a querer morirse Problemas de pareja 16 66,7% Problemas económicos 9 37,5 Diagnóstico de Enfermedad Mental No 19 79,2% Si 5 20,8 Número de personas que habitan la vivienda 5 7 29,2% 4 6 25% Niños que habitan la vivienda Si 21 87,5%

Como se muestra en la tabla 3, con relación a los antecedentes familiares de los participantes en la investigación, 25% tienen antecedente de algún familiar con enfermedad mental, en donde el 16,7% era el abuelo. Específicamente para antecedentes de intento de suicidio en la familia se evidenció que el 25% si lo presentan. Con respecto a las características personales de intento de suicidio 63,3% de la población

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 reportó haberlo intentado 1 sola vez. El método más utilizado fue instrumento cortopunzante en un 50%. Con respecto a los factores que se asocian al querer morirse el 66,7% de la población reportó por problemas de pareja, algunas personas asocian varios factores. 79,2% de población reportó no conocer tener un diagnóstico de enfermedad mental. 100% de las viviendas cuentan con servicios públicos y en el 29,5% de la población se evidenció que el número de personas que habitan la vivienda son 5, en el 25%.

Discusión La problemática del suicidio se debe abordar desde diferentes ópticas, teniendo en cuenta que sus causas son multifactoriales: La funcionalidad familiar, los trastornos mentales, la genética, los antecedentes de suicidio en la familia, el género, la edad, el estado civil, el estrato socioeconómico, la escolaridad, etc. son algunos de los factores que influyen de manera determinante en dicha conducta. Existen factores de riesgo psicológico que influyen, tales como conflictos de pareja, pérdidas, y cambios en las relaciones interpersonales, la desesperanza aprendida. También familias disfuncionales, maltrato o abuso sexual infantil, sentimiento de soledad y conductas autodestructivas. De manera contraria están los factores protectores del suicidio como son las buenas relaciones interpersonales, aquellas personas que cuentan con cohesión familiar, alto grado de involucramiento mutuo, intereses compartidos y apoyo emocional22. Un estudio como el presente aporta a la identificación de las características de los pacientes que han presentado algún intento suicida y que se encuentran con atención intrahospitalaria debido a su autoagresión, para de esta manera conocer su perfil y poder generar estrategias preventivas en la conducta suicida, puesto que varios de ellos presentan intentos de suicidio recurrentes.

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Artículo de Investigación Se encontró que la mayoría de personas son del género femenino (67%), igual a lo encontrado por González y colaboradores23 en México en el 2002 en donde la prevalencia en mujeres fue de 12,1% y en hombres de 4,3%, lo que representa una proporción de tres mujeres por cada hombre. Esto difiere con lo encontrado en el estudio de Chávez y colaboradores24 en la misma ciudad en el 2004 en donde la proporción era más alta en los hombres. En Bogotá Colombia Sánchez25 y colaboradores en el 2004 muestran que los suicidios son más frecuentes en hombres en una relación aproximada de tres hombres por una mujer. En cuanto a la edad, el promedio se ubicó en 28 años lo que concuerda con estudios como el realizado en Yucatán por Ramírez en el 200126 en donde determina que la población que más se suicida en México está entre los 15 y 34 años, y el estudio de Juárez27 et al en donde la mayor incidencia fue en edades entre 15 y 36 años, resultó menor a lo registrado en la comunidad Europea, en donde la incidencia de suicidio fue en personas entre los 25 y 35 años, sin mucha diferencia con lo encontrado en Colombia por Posada y colaboradores en el 200328, en donde se evidenció que la edad es un factor de riesgo y es consistente con las tendencias recientes el altísimo incremento de tasas de suicidio entre los 30 y 40 años de edad. México DF está entre las ciudades en donde más estudios se encontraron con relación al suicidio en Latinoamérica. El estado civil que más sobresalió fueron los solteros en un 54% análogo al estudio de Ramírez4 en donde el 41,7% eran solteros y 46,1% solteras. En Colombia estudios como el de Londoño en el 200929 demuestran que la mujer se queda más en el plano del intento sin llegar a la consumación del acto suicida, diferente al hombre que es más proclive al paso al acto. De la misma manera Campo30 y colaboradores en Colombia dicen que se espera un comportamiento agresivo y autoafirmado del hombre (machismo), y, en las mujeres un comportamiento delicado y no agresivo (marianismo).

En el presente estudio 33,3% eran universitarios. Con relación a los universitarios Taliaferro y colaboradores31 dicen en su investigación en el año 2009 que el suicidio es la segunda causa de muerte en estudiantes universitarios, entre los 18 a 24 años se producen casi 1100 suicidios anualmente en Estados Unidos. Por cada 12 estudiantes uno ha hecho plan suicida. Con relación al desempleo solo un 12,5% de la población reporto estar desempleado. Un 25% de la población dijo tener antecedentes familiares de enfermedad mental, entre los factores genéticos y familiares, es importante la historia familiar de suicidio, de enfermedades mentales y de consumo de sustancias, son factores de riesgo. Tanto por efectos genéticos como ambientales, la tasa de suicido es más del doble en familiares de suicidas en comparación con familias no donde no existe el antecedente32.De manera contraria se encontró en estudio en Mexico DF en el 2006 que la conducta suicida no es necesariamente hereditaria, está demostrado que contribuye a una herencia donde se predispone a la psicosis; interviene también la constitución mental: la emotividad, la impulsividad, labilidad, dominancia afectiva, entre otras presentes en los individuos. En el interior de las familias se encuentran, en ocasiones, las razones de la depresión, pero es un hecho que la familia misma puede establecerse en el mejor terapeuta del depresivo33. En cuanto a los intentos de suicido previos, en el presente estudio,62,5% indicaron haber tenido un solo intento. El hecho de haberlo intentado una vez se convierte en factor de riesgo para futuros intentos. Entre los métodos más utilizados se encontró el instrumento cortopunzante (50%), envenenamiento (45,8%), intoxicación (41,7%), anotando que en varios intentos se pueden utilizar diferentes métodos a la vez. Esto es análogo a lo encontrado por Campo9 y Col en el 2003, quienes dicen que los métodos suicidas más empleados comúnmente incluyen ahorcamien-

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to, sofocación y sumergimiento, instrumentos cortantes y punzantes, salto de altura, uso de armas de fuego, envenenamiento mediante sustancias sólidas o líquidas, con variaciones locales reflejando características culturales, disponibilidad, edad, sexo, significado, ritual, imitación, etc. En cuanto a los métodos suicidas más utilizados en las mujeres uno de ellos es el de envenenamiento por ingestión de sustancias, los hombres recurren a métodos más violentos12. Según Medicina Legal, los métodos empleados en los suicidios consumados son los siguientes: el 44% tóxicos, el 33% por armas de fuego, el 16% por ahorcamiento y el 7% restante por otras causas34.

dependencia alcohólica. En estudios como el de Gutiérrez y colaboradores en México DF en el 200615 mencionan que en general el abuso de drogas adictivas conlleva a alto riesgo de ideación suicida, aproximadamente un tercio de los hombres y una quinta parte de las mujeres que intentan suicidarse abusan del alcohol, una décima parte de alcohólicos mueren por suicidio y un tercio de quienes habían intentado suicidio consumieron alcohol dentro de las seis horas previas al intento, en ellos se encuentran añadidos otros trastornos, particularmente la depresión asociada a conducta agresiva. Concuerda con el presente estudio lo relacionado con la dependencia alcohólica.

En relación a los factores asociados a querer morirse en este estudio la mayor proporción se da por problemas de pareja (66,7%) y problemas económicos (37,5%). Resultados parecidosa los encontrados por Rosello y colaboradores35 en el 2004, en relación con la familia, rompimiento con el novio/a (40%), dificultades con algún miembro de la familia (36%) y muerte de un familiar o amigo/a (35%) son factores de riesgo mayores para suicidio. Chávez, Pérez, Macías y García3 mencionan en su investigación realizada en México en el 2004, la pérdida de algún familiar, la presencia previa de una historia de suicidio en la familia, problemas de salud mental en la familia, así como factores económicos, lo que es similar a lo encontrado en este estudio.

En factores de riesgo como la disfunción familiar 37,5% presentaron disfunción familiar leve y 25% severa esto se relaciona con lo encontrado por Toro y colaboradores en el 200937 en su estudio en donde muestran como la conducta suicida se encuentra asociada a los diversos conflictos familiares y a la existencia de familias disfuncionales; las cuales representan la base del problema, debido a que tener una familia comprensiva, jerarquizada, con buena comunicación, con existencia de límites claros le permite a las personas tener un factor protector ante la problemática.

Con respecto a los trastornos mentales, 79% de la población indicó no tener ningún diagnóstico de enfermedad mental lo que difiere con lo encontrado por Vencesla y Moriana36 en investigación realizada en el 2002 en España, donde demostraron que los trastornos psiquiátricos más frecuentes dentro de los antecedentes familiares son los problemas afectivos y las toxicomanías e indican la proliferación de diversas psicopatologías en el núcleo familiar al que pertenece la persona que realiza el intento. Se encontró que 70,8% no consumen sustancias psicoactivas, y un 20,8% presentan

En cuanto a otros factores de riesgo: 45,8% presentan desesperanza leve y 12,5% moderada, 33,3% puntuaron depresión moderada y 25% grave, lo que se relaciona con lo encontrado por Campo, Roa, Pérez et al en Colombia en el 20039, quienes evidencian que la totalidad de los menores de la muestra de su estudio presentan un trastorno mental y alrededor del 60% de ellos sintomatología depresiva, en especial correlación con los trastornos afectivos. Se identifican como factores precipitantes de suicidio los sentimientos de tristeza y aburrimiento en el 25% de los menores, alguna modalidad de abuso alrededor del 20%, y en un 25% algún tipo de evento vital estresante, en especial relaciones intrafamiliares conflictivas, pocas herramientas para la solución de problemas.

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Artículo de Investigación En trastornos mentales como la depresión que es una entidad que se constituye un predictor de suicidio, en el deprimido se caracteriza por sus expectativas negativas sobre el futuro y por una sensación de dificultad extrema para alcanzar las metas propuestas, una pérdida de control, es decir su desesperanza. Así estáausente la motivación para dar respuesta a lo cotidiano y concurren déficits cognoscitivos que interfieren con su nuevo aprendizaje por el abatimiento motriz y emocional, acompañado de ansiedad38. En el presente estudio 62,5% muestra ansiedad baja, 25% moderada. En el 75% de la población prevalece el riesgo suicida, se podría concluir que el riesgo es alto, como ya se dijo anteriormente predominan factores de riesgo psicológicos que incluyen conflictos, pérdidas y cambios en las relaciones interpersonales y la desesperanza aprendida, familias disfuncionales, maltrato, sentimiento de soledad y conductas autodestructivas. Se recomienda continuar realizando trabajos de investigación en la institución que aporten a la prevención de la conducta suicida y que se hagan extensivos a la comunidad en general, para que se aporte a otras instituciones de salud, y se trabaje por la educación en esti-

los de vida saludables que estén enfocados hacia la salud mental de todos los integrantes del grupo familiar, puesto que las relaciones familiares son muy influyentes en este tipo de conductas. De igual manera el manejo que se dé desde lo cognitivo-conductual por parte de los terapeutas es indispensable para el cambio de pensamientos, sentimientos y acciones que conlleven a actitudes más equilibradas. La única dificultad en el estudio fue el tamaño de la población puesto que solo se trabajó con los pacientes de la clínica de depresión, ansiedad y suicidio, se sugiere para próximos estudios tener en cuenta las otras clínicas de la institución para poder realizar análisis comparativos.

Agradecimientos Las autoras de la investigación manifiestan un especial agradecimiento a la Dra. Alexandra Valderrama Subdirectora Científica de la Clínica San Juan de Dios, así como con el Comité de Ética y los colaboradores de la institución por el apoyo prestado durante la investigación. Conflictos de interés: ninguno declarado.

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Monitoreo de la infección respiratoria aguda en Manizales, mediante sistemas de información geográfica Juan Carlos Carmona Hernández * Remitido para publicación: 16-01-2012 - Versión corregida: 15-03-2012 - Aprobado para publicación: 30-04-2012

Resumen La infección respiratoria aguda (IRA) da cuenta anualmente, de al menos 3,5 millones de personas en el mundo, de las cuales la mayoría son niños entre 0 y 5 años. Este flagelo afecta comunidades de países en vías de desarrollo, como también, a los industrializados. Son muchos los factores ambientales que aportan al desarrollo de esta enfermedad y otras que también aquejan el sistema respiratorio en general. Por consiguiente, se necesita de toda herramienta vigente y eficiente para mitigar la situación. Los sistemas de información geográfica (SIG), como herramientas de recolección, estratificación, ubicación y análisis de datos, ofrecen una alternativa para mejorar en la promoción y prevención de las IRA; se citan aquí ejemplos que relacionan los SIG con estudios aplicados al campo de la salud pública y su posible aplicación en procesos investigativos para la ciudad de Manizales. Entre los beneficios esperados en este tipo de acciones de mitigación y prevención, se incluye la sectorización de la ciudad de acuerdo a los diferentes niveles de contaminantes atmosféricos detectados por los SIG, el número potencial de personas que se pueden ver afectadas y las características físicas y sociales de las mismas. Palabras clave: Infección, sistema respiratorio, contaminación del aire, sistema de información geográfica Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 93-106

ARI (Acute Respiratory Infection) screening model in Manizales, based on Geographic Information Systems Summary Acute respiratory infection (ARI) accounts for about 3.5 million deaths yearly, around the world, most of which are in children ages 0 to 5. This disease affects not only undeveloped countries, but the industrialized countries as well. There are many environmental factors that contribute to the development of ARI, besides other diseases that attack Carmona Hernández JC. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * B.S. Chemist, Esp. Educación Ambiental, Candidato a Magister en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente. Profesor Asociado, Facultad de Ciencias de la Salud, Programa de Medicina General, Universidad de Manizales, Manizales (Colombia). Correo electrónico: jucaca@umanizales.edu.co Monitoreo de la infección respiratoria aguda en Manizales, mediante sistemas de información geográfica pp 93-106


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the respiratory system; therefore it is necessary to use every actual and effective tool to counterattack the situation. Geographic information systems (GIS), as collecting, scaling, locating and data analysis tools, offer an alternative to improve in prevention and promotion of ARI. Clear examples are cited here, showing the application of these tools to medicine, and general public health with the proposed research application for the city of Manizales. Some of the benefits of the implementation of this remedial and preventing actions are the sectoring of the city, based on the pollution levels and the number of people exposed, besides data related to their physical and social state. Key words: Infection, respiratory system, air pollution, geographic information systems

Introducción Los sistemas de información geográfica (SIG), aunque inicialmente aparezcan a la opinión de muchos como un concepto único y exclusivamente espacial o de ubicación y aunque sean considerados por otros, como un sistema complicado y demasiado matemático, son medios vitales, vigentes y valiosos para la utilización y el beneficio de muchas comunidades y en múltiples campos de acción alrededor del mundo. Si se considera un SIG como «una base de datos computarizada que contiene información espacial»1, su aplicación entonces se consideraría en el campo de la programación y la informática; si estos son considerados «un conjunto de herramientas para reunir, introducir, almacenar, recuperar, transformar y cartografiar datos especiales sobre el mundo real para un conjunto particular de objetivos»1, ya se incluirían aquí otras aplicaciones mas relacionadas con ciencias sociales y su componente estadístico, con ciencias naturales y ambientales en su área su uso y transformación de los recursos y también con las ciencias de la salud en su preocupación por sectorizar e identificar las diferentes patologías por región, en las comunidades. Es en este último campo donde se hace profundización en el presente trabajo, resaltando que la conexión entre SIG y salud pública, también puede tener aplicaciones desde el campo de la ingeniería en sistemas en diferentes opciones de investigación que se puedan derivar de ello.

Teniendo en cuenta una definición más general y asimilable de lo que son los SIG, se considera el concepto de capas donde se ubican los diferentes tipos de información a suministrar en un sistema. Este concepto de capas brinda, para este objetivo a trabajar, una aproximación valida en el estudio y aplicación de los SIG a la medicina; o más bien, a los beneficios de comprender la región, lo que se encuentra en ella y como está cambiando todo esto con respecto al tema de salud pública. Es más fácil y práctico comprender la situación, las dificultades, fortalezas y debilidades de una entidad prestadora de servicios de salud, una vez se tienen ubicados, definidos, analizados y monitoreados constantemente sus diversos componentes espaciales, llámense estratos, zonas, niveles de atención, etc., ya que los SIG son un conjunto de herramientas, un proceso o tecnología que se orienta hacia la solución de problemas en el espacio y limites definidos. En este trabajo, una vez presentado el concepto y definición de los SIG aplicados al campo de la salud, se hace una orientación hacia la forma de aplicación de los SIG al caso Manizales y la relación de enfermedades respiratorias agudas ocasionadas por los factores ambientales que se acentúan en la región, con las características únicas que presenta cada subregión. Con lo anterior se propone un modelo que pueda llegar a ser implementado desde diferentes grupos de investigación o nuevas líneas de investigación integrando diferentes áreas del conocimiento como los SIG y la salud pública.

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1. Sistemas de Información Geográfica (SIG) Tan grande y práctico como un celular de moda; tan relativamente fácil de operar e interpretar, puede resultar la tecnología de los SIG aplicada a diferentes estancias de la sociedad y sus ciencias. Precisamente es del tamaño de un teléfono celular la Field Unit equipada con un sistema GPS (Ground Positioning System), que actúa como rastreador o emisor de mensajes, el cual es usado por personal de emergencias y rescate, como soldados y bomberos, y fue diseñado por un grupo de estudiantes de ingeniería de la Universidad de la Florida2. Ésta es solo una forma de sacarle provecho a los SIG y de ver cómo ofrece beneficios a la comunidad. No solo con las personas pueden ser utilizadas este tipo de herramientas. La identificación, ubicación y selección que se puede obtener a partir de los GPS es de gran ayuda para compañías madereras; algunas se valen de este tipo de sistemas para determinar en bosques, el tipo de madera (árboles) que es de su utilidad y que se encuentra apta para ser talada3. De manera similar, afortunadamente en el campo de la salud pública también son muchos los ejemplos del beneficio entregado por los SIG; se incluyen algunos, con los cuales posteriormente se hace una relación directa al tema de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) que pueden o no, tener alguna conexión con los factores ambientales y su posible acercamiento y comprensión desde los SIG. La necesidad de mejorar o reducir el marcado incremento en el número de enfermedades ambientales, hace que organizaciones internacionales motiven e impulsen procesos investigativos para evitar o reducir el número de muertes a nivel mundial, que diariamente causan diferentes factores ambientales. No es nada ajeno que el componente salud es de interés en el Programa de la Naciones Unidas en Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), gracias al llamado de atención que se hace en relación a la unión medio de los campos medio ambiente y

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salud, se empiezan a ver luces de esperanza en el contra ataque a situaciones ambientales que deterioran la salud en general, no solo humana. Con ayuda de los SIG se descubrieron indicadores de la calidad del aire en diferentes regiones del mundo, que sirvieron para presentárselos a los organismos globales en el proyecto GEO de las Naciones Unidas, y también para demostrar cómo la situación ambiental de algunas regiones está afectando la salud pública4. Con lo anterior se enfatiza particularmente el aumento en casos de infección respiratoria, y crisis de asma bronquial en sectores donde con la ayuda de los SIG se detectan mayores niveles de contaminación atmosférica. «Los sistemas de información geográfica (SIG), son herramientas que consisten en una serie de programas, equipos, metodologías, datos especiales alfanuméricos, implementadores y usuarios que perfectamente integrados hacen posible la captura, entrada al sistema, almacenamiento, recuperación, mantenimiento, manipulación y análisis de datos georreferenciados»4. Este sistema de referencia geográfica es de aplicación no solo en el componente ambiental que afecta las vías respiratorias en seres humanos, sino también en casos de nutrición; la georreferenciación permite una adecuada desagregación de la información y con la ayuda de los SIG, la definición estratégica de áreas con su respectivo paquete informativo, ayudan a referenciar estados que no tienen una relación directa con el medio ambiente, como lo es la malnutrición en la población vulnerable, según lo reporta Olcese5. De los primeros estudios hechos en este campo se reporta el caso de Malasia con la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Sains; por medio de visitas de inmunización y vacunación rutinaria empezaron a establecer niveles de pobreza y malnutrición en diferentes áreas de la ciudad, información que fue considerada en un SIG y actualmente muestra el incremento, descenso o cambio general en los mapas analíticos apoyado en tecnología SIG. Como ventaja planteada por este grupo de investigadores, ofrece a los

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países interesados en la situación alimenticia de su población vulnerable, como son los niños y los ancianos, un mecanismo de planeación, monitoreo y evolución de la desnutrición6. Es de notar que los SIG no sirven solo para detectar perjuicios en la salud ocasionados por factores ambientales directos como aire, agua o suelos contaminados. En Corea, en el año de 1976 «se aisló por, primera vez el agente causal de la fiebre hemorrágica, denominándose este nuevo género Hantavirus y clasificándolo en la familia Bunyaviridae»7. Este tipo de virus es causa de enfermedades zoonóticas en los cuales el animal responsable es una familia de roedores específica. Una aplicación más que ofrecen los SIG es la detección de los factores de riesgo que origina el roedor, en distintas partes del sur de Chile donde se usa la herramienta para hacer la identificación, ubicación y cuantificación (posible multiplicación o exterminio) de los roedores causantes del Hantavirus8. Con lo anterior es demostrable que hay factores directa o indirectamente relacionados con el medio ambiente, los cuales están ocasionando cambios en la salud pública; afortunadamente también se cuenta con los sistemas o herramientas de información, control y monitoreo, como los son la epidemiología satelital y la geografía médica, entre otras.

1.1 Aplicación de los SIG en el campo de la salud pública La medicina es una rama de la salud pública en las que más se han ido asociando significativamente diferentes actores, especializados y no especializados, de diversas áreas y profesiones y con múltiples visiones y enfoques, con el fin de integrar y ofrecer un acercamiento más completo������������������������������ y práctico de las ����������� muchas enfermedades que aquejan a las comunidades nacionales e internacionales. En lo que se refiere directamente a patologías asociadas al medio ambiente, esta situación y la posibilidad de afrontara desde diferentes puntos de vista y profesiones, toma vigencia y se fortalece afortunadamente cada vez más.

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Desde la perspectiva anterior, los médicos se deben valer de todas las herramientas posibles con miras a orientar y desarrollar una práctica médica más eficiente, inmediata, valedera y conectada con los cambios que le exige el medio o la región. Entre los nuevos avances y herramientas de apoyo médico actual, existe la ecoepidemiología o epidemiología panorámica, la epidemiología satelital y los sensores remotos aplicados en el campo de la salud, la geografía médica y los SIG. Este tipo de ayudas para el ejercicio médico con relación a la detección de modificaciones ambientales, ejemplo en la atmósfera, sirven para identificar o pronosticar situaciones que son de beneficio o perjuicio para la salud en general9. Un ejemplo de ello se relaciona con la epidemiología y los aspectos actuales que en este campo de la salud pública se viene incursionando. La epidemiologia espacial es una herramienta que se encuentra siendo usada de manera ascendente, con fines de identificación de riesgos en la salud, asociados a factores ambientales; este tipo de riesgos tienden a incluir componentes temporales y espaciales para lo cual se requiere de una combinación de métodos desde la epidemiología, estadística e información geográfica, todos concentrados en el campo de la epidemiología espacial10. Algunos avances recientes en este tipo de aplicaciones y herramientas de utilidad en el campo de la salud pública y específicamente en el de la medicina, incluyen el uso de mapas de riesgo para crear e interpretar superficies de acción, la extensión de modelos espaciales para incorporara las dimensiones de tiempo y la combinación de diferentes niveles de información de tipo individual o por áreas de trabajo10. «La selección y aplicación de los indicadores de salud ambiental adecuados es hoy una necesidad importante, apremiante e impostergable, sobre todo para la toma de decisiones idóneas por parte de los organismo y funcionarios de salud, desde el ámbito local hasta internacional»4. La contaminación de la atmósfera se presenta como un peligro protagónico para la

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Revisión de salud pública en grandes urbes y países no sólo los desarrollados, por causa de la urbanización, el incremento en el número de automotores y las tecnologías obsoletas o contaminadoras sin control o restricción alguna. Lo anterior conlleva a exacerbaciones de la crisis de asma, infecciones respiratorias, afectación de la función pulmonar, alergias, efectos neurofisiológicos y daño al sistema nervioso central –en el caso de la gasolina con plomo– y cáncer4. Los problemas relacionados con la influencia de la calidad del aire sobre la salud humana, en especifico sobre el asma bronquial han cobrado enorme importancia en los últimos años, con la aparición de los sistemas de información geográfica se contó con una herramienta muy eficaz a la hora de realizar análisis especiales de gran importancia para el tratamiento de esta temática11. En este caso particular se hace énfasis en los contenidos de NO2 (dióxido de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre) en el aire, la calidad general que le brinda a éste y su grado de incidencia en casos de asma monitoreados en el municipio de La Regla en la Ciudad de La Habana. Los SIG aplicados a este caso son un acercamiento a lo que se puede poner en práctica en la ciudad de Manizales, con el fin de determinar la calidad del aire, en diferentes partes de la ciudad y su incidencia con las enfermedades respiratorias; este trabajo tiene como punto de apoyo estudios donde se consideran ciudades industrializadas, calidad del aire y estado de asma en niños. La conexión directa entre el medio ambiente y las enfermedades respiratorias se hace más visible y recurrente en ciudades con altos índices de contaminación ambiental. «La polución ambiental está asociada a cambios en la morbilidad y mortalidad por enfermedades principalmente respiratorias en la población, tales como asma o bronquitis crónica, generalmente en zonas urbanizadas y altamente industrializadas»12. La severidad y sintomatología de este tipo de enfermedades se hace común en el grupo más susceptible, los niños y los ancianos. En niños, las crisis asmáticas

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se relacionan con las concentraciones de los polutos aéreos, lo cual conlleva al aumento en los diferentes síntomas y malestares del caso. Este tipo de contaminantes abarca los productos de la combustión vehicular, expulsión al aire libre de diversas sustancias, como dióxido de azufre y de nitrógeno y material particulado de los centros industriales, como también los contaminantes que se encuentran en sitios de mala ventilación y el humo de cigarrillo. Manizales es una ciudad que reúne todas las características anteriores, adicionándole que los actuales procesos de construcción que se vienen ejecutando en los últimos dos años con más intensidad, también contribuyen con el aumento en la cantidad de material particulado suspendido en el aire12. Desde finales del siglo pasado, para acciones de fiscalización de procesos, evaluación y planeación de proyectos concernientes a salud pública se vienen utilizando valiosas herramientas como los Sistemas de Información Geográfica en Salud (SIGSA) o en epidemiología (SIG-epi), con las cuales se pueden manejar grandes volúmenes de datos e información general, de manera georreferenciada o ubicada en un espacio tridimensional definido y delimitado13. La ventaja presentada en estas herramientas virtuales se basa en la utilización de mapas reales de sitios de acción del médico o centro de salud, los cuales les van a servir para determinar exactamente un evento de salud pública sobre el cual se pueden aplicar estas herramientas en diferentes procesos como el monitoreo y evaluación de un caso especifico, por ejemplo, la identificación de una epidemia o la propagación de una enfermedad en un área determinada. Además de ello, la aplicación de los SIG en el campo de la salud pública puede contribuir a disminuir inequidades y distribución de recursos que se tengan que repartir en sectores donde se detecten mayores necesidades; es por ello que la “medición y el monitoreo de los problemas de salud son esenciales para la adecuada asignación y distribución, tanto social como geográfica de los recursos y servicios de salud” 14.

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Entre los muchos casos a nivel continental, de aplicación y beneficio que ofrecen los SIG al campo de la salud pública y más específicamente a la medicina, se incluyen los trabajos realizados en Nueva York (USA) y Hamilton, Ontario (Candad) donde se trabajó en detección de contaminantes atmosféricos y calidad del aire con relación a casos de diferentes enfermedades respiratorias como el asma en niños y adultos15,16. Otros casos de aplicación de los SIG en el campo de la medicina se presenta en la detección de enfermedades transmisibles, la cual ha ido ganando terreno y brindando resultados positivos y de mucho beneficio para la salud pública. Lo anterior ha sido experimentado con la detección y monitoreo del dengue en Cuba durante el año 2000, también se reportan este ejemplo de investigación y aplicación de los SIG en Maracay, Venezuela y en la ciudad de Corrientes en Argentina17, en este país también se presenta un ejemplo de aplicación de los SIG en el campo de la salud, en la detección de casos de plombemias en niños de 6 a 8 años de edad, habitantes de San Antonio Oeste en la provincia de Rio Negro18. Ejemplos a citar en Colombia del uso y beneficio que se ha obtenido a partir de los SIG tienen relación con estudios investigativos no solo en salud19, también con aplicaciones demográficas y en los servicios públicos, como está incluido en los trabajos de Paula Andrea Cifuentes Ruiz y Aguas de Manizales con respecto al crecimiento de la población en la ciudad de Manizales y los diferentes trabajos que desde el operador del servicio de agua se viene registrando en la ciudad20, 21. Al igual que Manizales, son muchas las ciudades a nivel mundial que por causa de la contaminación ambiental están generando grave deterioro en la salud. Es muy probable que de manera continua se realicen múltiples estudios para tratar de ubicar, monitorear y difundir información vigente a las comunidades, con el fin de sensibilizar los gobernantes a nivel local e internacional, en aras a la mejoría y bienestar de la población. Es importante conocer datos esta-

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 dísticos sobre el tipo especifico de enfermedades respiratorias agudas (ERA) producto de este trabajo, el cual compara el estado de las IRA a nivel mundial y local, y presenta el acercamiento práctico con la utilización de los SIG, teniendo como objeto principal beneficiar con el proyecto, a la comunidad Manizaleña una vez los entes reguladores y administrativos tomen conciencia y hagan valedera la información presentada.

1.2 Infección respiratoria aguda (IRA) Una de las principales causas de muertes infantiles a nivel mundial, y más común en países en vías de desarrollo, es la Infección Respiratoria Aguda (IRA); la cual suma un tercio de las muertes totales en niños con edades de 0 a 5 años22. El medio ambiente, considerando el aire y la contaminación ambiental, es uno de los factores responsables de estas infecciones. Incluyendo influenza y neumonía, en el mundo mueren alrededor de 3,5 millones de personas, cada año por causa de las IRA; solo en Estados Unidos el número de personas fallecidas es de 30.000 al año por esta infección, los cuales principalmente son niños menores de 4 años. En Colombia se reporta que la IRA ocupa los primeros lugares de morbi-mortalidad en niños menores de cinco años; lo anterior se presenta en municipios con más necesidades básicas insatisfechas23. En este punto entra a jugar un papel importante el medio ambiente y los servicios básicos de sanidad como el agua potable y el aire limpio. Para el caso local, SolSalud EPS, Caldas en el 2006 cataloga a las IRA en las tres primeras causas de consulta en pacientes con edades de 0 a 14 años, con mayor incidencia en niños hasta los 4 años de edad24. Muchas de estas enfermedades respiratorias son causadas, impulsadas o propagadas por factores ambientales; estos se pueden ubicar, analizar y monitorear con los SIG. Algunos aspectos del medio ambiente, una vez identificados y mejorados son importantes para la prevención de enfermedades de este tipo25, 26. En los niños menores de cinco años prevalecen los ataques

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Revisión de y síntomas del tracto respiratorio y son evidencia marcada de las soluciones ambientales que se deben obtener para ofrecer mejoras en la salud infantil. El efecto ambiental, en relación a las enfermedades del sistema respiratorio como las infecciones respiratorias agudas (IRA), no son susceptibles solo a la población infantil; el número de adultos jóvenes afectados por este tipo de enfermedades respiratorias influenciadas por agentes ambientales, está notablemente aumentando. La solución al respecto se puede facilitar de manera cooperativa y colaborativa articulando diferentes fuentes del conocimiento e implementando la mayor cantidad de herramientas posibles. Es necesaria una mayor integración desde el campo de la medicina y las ciencias del medio ambiente, con el fin de atacar este tipo de problemas de salud pública, desde diferentes flancos y puntos de vista. El acercamiento de los campos salud y medio ambiente se ha hecho más indispensable y notable últimamente, pero sin la rigurosidad y eficiencia necesaria para ofrecer beneficios a la comunidad en general; muchos factores ambientales, no solo considerando exposiciones a contaminación ambiental en campo abierto, sino también en los hogares y sitios de trabajo, pueden ocasionar enfermedades respiratorias. El paradigma básico para atacar las exposiciones a la contaminación atmosférica y su influencia en la salud humana requiere de más entendimiento acerca de las fuentes de exposición, los niveles y el daño que ella causa en el sistema respiratorio27. Estudios exploratorios que relacionen estos campos de las ciencias sociales, naturales y ambientales son indispensables para ayudar en los procesos de promoción y prevención que necesita el sistema de salud Colombiano. Un proceso investigativo completo en este sentido, requiere del análisis minucioso de los factores ambientales en general, pero partiendo desde su esencia o compontes mínimos y de pronto poco importante desde el grado de contaminación que aportan a los gases atmosféricos, hasta los que mas están contaminado actualmente.

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De los principales compuestos químicos, disueltos en aire que respiramos es el monóxido de carbono, catalogado como gran contaminante ambiental. «El monóxido de carbono es considerado uno de los mayores contaminantes de la atmósfera terrestre. Sus principales fuentes productoras responsables por de aproximadamente el 80% de las emisiones, son los vehículos automotores que utilizan como combustible gasolina o diesel y los procesos industriales que utilizan compuestos del carbono»28. Este compuesto es también el causante de problemas ambientales en Latino América. «En Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales estimó para 1996 las emisiones atmosféricas de gases con efecto local en 8.612 kilotoneladas, de las cuales el monóxido de carbono representó el 58%»28. El Departamento Administrativo del Medio Ambiente calcula la concentración media de monóxido de carbono, para la ciudad de Bogotá en un día normal, es alrededor de 30 a 35 partes por millón. Además de la contaminación que este compuesto aporta en campo abierto, a nivel domiciliario también está originando problemas en la salud, a causa del incremento en el uso de electrodomésticos y gasodomésticos, agregándole la utilización de chimeneas y sistemas de calefacción a gas29, 30, 31. Los efectos potenciales del daño ocasionado por contaminación con monóxido de carbono, a largo plazo y en bajas concentraciones, no están bien definidos en la actualidad. Aunque recientemente se han hecho estudios que demuestran efectos lesivos en personas expuestas a cantidades media y baja del contaminante28. Otro gran contaminante ambiental, que contribuye o agudiza algunas enfermedades respiratorias, es el humo de tabaco ambiental (HTA); compuesto que aumenta los casos de morbilidad y mortalidad en lactantes, niños y adultos no fumadores. A nivel mundial son más de 2.000.000 los casos de niños con IRA, del cual el 85% corresponde a neumonías. El HTA es el producto de una mezcla de más de 4.000

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compuestos químicos originados durante la combustión del tabaco y sus derivados32. Se necesita aun investigar más en este campo y definir en qué forma el monóxido de carbono, originado en viviendas o sitios de trabajo (recintos cerrados), está ocasionando deterioro en la salud humana. Para sumar a lista de contaminantes ambientales, a los cuales hay que dedicarle tiempo, atención e investigación, están el polvo presente en el hogar, alérgenos33, plomo, pesticidas e hidrocarburos aromáticos policíclicos y el oxido de nitrógeno, que al oxidarse produce acido nítrico y reacciona con las partículas de amonio que se encuentran en la atmósfera para producir partículas de nitrato de amonio. Las emisiones de oxido de nitrógeno contribuyen también a la formación de material particulado (MP), que son pequeñas partículas suspendidas en el aire y que tienen un diámetro de 2,5 micras (MP 2,5). Aunque hay poca evidencia hasta ahora, de los daños que el MP ocasiona a la salud humana, con el MP2,5, se ha comprobado que están relacionadas a numerosos casos de problemas respiratorios y cardiacos7. Un estudio hecho en Estados Unidos, a 500.000 pacientes expuestos al MP por largos periodos de tiempo, arrojó resultados que demuestran que las partículas en suspensión se asocian al aumento en el riesgo de muerte prematura, principalmente conectadas a enfermedades respiratorias y cardiacas. La característica de contaminante y compuesto dañino a la salud humana que posee el oxido de nitrógeno se le atribuye a su capacidad oxidativa, similar a la del ozono34. Los niveles extremadamente altos de los óxidos de nitrógeno, más comúnmente encontrados en recintos cerrados con fuentes de combustión, ocasionan síntomas como tos o falta de respiración. Casas con estufas a gas, asociadas a niveles altos de óxidos de nitrógeno por largos periodos de tiempo han marcado un riesgo elevado de enfermedades respiratorias en niños7. Son numerosos los agentes contaminantes que se encuentran en la atmósfera; una

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 caracterización de ellos sería, por sí solo un trabajo de investigación extenso y profundo. Los contaminantes atmosféricos y su relación a las IRA son una forma general de contribuir con un trabajo investigativo que ayude a llamar la atención a nivel de Manizales del estado actual que relaciona salud y medio ambiente en relación con las IRA. En Colombia también las IRA ocupan los primeros puestos de morbimortalidad en pacientes menores de cinco años, aunque la tendencia muestra que la taza ha rebajado paulatina y lentamente en los últimos años, «el riesgo de morir en este grupo de edad por esta causa aún persiste, siendo los menores de 1 año los más afectados»23. Es necesario entonces contribuir trabajando en este tema y valiéndonos de las diferentes ayudas posibles, como lo son los SIG. La integración y aplicación de estas herramientas tecnológicas al campo de la medicina, pueden ser de gran apoyo en procesos que se vienen realizando con buenos resultados, pero que pueden aun ser mejor con ayuda de sistemas como los SIG; un ejemplo de ello se podría ver reflejado en estudios como los del Instituto Nacional de Salud y su intento por combatir enfermedades relacionadas con contaminantes ambientales como los que hay en los gases atmosféricos. El Instituto Nacional de Salud, desde 1997, viene realizando seguimiento detallado de afecciones respiratorias como influenza y otros virus; el sistema ha logrado proveer valiosa información en la lucha contra los agentes que ocasionan las IRA. El seguimiento tan valioso que este Instituto ha hecho se ha valido de 4 sitos clave o centinela, que además de Manizales incluye las ciudades de Barranquilla, Bogotá y Guaviare23. ASSBASALUD ESE, reporta que «las enfermedades respiratorias e intestinales son las más frecuentes en los menores» y promovió la necesidad, con fines de aportar al mejoramiento en la salud de la comunicad local, identificar «las acciones de promoción y prevención de la enfermedad desarrollados por los agentes de salud, para

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Revisión de el manejo de la infección respiratoria aguda (IRA), no neumonía, en menores de cinco años en Manizales»24.

2. Procedimiento metodológico La aplicación de los SIG en Manizales, en lo referente al medio ambiente, específicamente contaminación ambienta y ERA requiere del estudio detallado a nivel estructural de la región y lo que se desarrolla en ella, conectado a la forma como estos factores ambientales favorecen o perjudican las diferentes comunidades en la ciudad. Se requiere de la inclusión, tanto del componente geográfico como del dinámico que conforman la región seleccionada. Este estudio de aplicación de los SIG hace hincapié en la sectorización o división de Manizales y las múltiples actividades que se llevan a cabo en ella y que de forma directa o indirecta contaminan la atmósfera, contribuyendo así, al desarrollo de ERAs.

Mapa No. 1. División del municipio de Manizales en sus respectivas comunas35.

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Desde el punto de vista de región, se considera a la ciudad de Manizales dividida en capas o estratificada, con el fin de dar a conocer los diferentes espacios limitados (o regiones) donde se realizan las actividades comunes, pertinentes al objeto de estudio. En diferentes capas está subdividida la ciudad; esta sectorización es hecha por barrios, comunas, zonas de actividad específica, sea comercial, industrial o campestre; también es posible considerarla como un bloque general para poder compararla con otras ciudades del ámbito nacional e internacional. Para el interés perseguido con este trabajo, Manizales queda sectorizada y estratificada (por capas) teniendo en cuenta como eje o punto geográfico central los centros de salud; es considerada entonces, la subdivisión de la ciudad por zonas o áreas. Una encierra el área industrial, hacia en nororiente en la vía al barrio La Enea y el aeropuerto, en donde el punto de encuentro y ubicación de información seria la Unidad de Atención Medica de Assbasalud en La Enea. A esta sección de le denominaría Zona I (haciendo consideración a lo de zona Industrial); desde aquí se puede hacer delación al monitoreo de la contaminación por actividad industrial, el estado del aire y la salud en el sistema respiratorio de la comunidad que se encuentra en esta región delimitada. En contraste a esta región la propuesta es definir otra zona que ofrezca la posibilidad de comparar resultados en relación a medioambiente y ERA en un sec-

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Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Mapa No. 2. Fotografía espacial de la Ciudad de Manizales, densidad de construcciones36.

tor donde la actividad diaria sea completamente diferente a la de la Zona I. La georreferenciaciónesta para este caso una ayuda metodológica importante, con

respecto a la visualización de la cuidad y diferenciación de los sectores o zonas urbanas y rurales, como se puede observar en el Mapa No. 2; de esta manera se puede facilitar la delimitación de las diferentes zonas.

Mapa No. 3. Áreas de estratificación de las comunas en la ciudad de Manizales37.

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Revisión de La siguiente zona debe cumplir con característicos y propiedades totalmente opuestas o diferentes a las que se ejecutan en la primera; la segunda sección en la estratificación de la ciudad de Manizales es un área rural, alejada de la parte centro. Un ejemplo válido es la vereda La Linda o La Cuchilla del Salao, con su centro de actividad y monitoreo, en sus respectivos centros de atención médica; este sector se denominará Zona R (R por la rotulación de Rural). En esta zona se puede contar, gracias a las diferentes actividades, básicamente agrícolas o habitacionales, con componentes en la atmósfera muy diferentes y como se supone, de mayor beneficio a la salud en general en lo que respecta al sistema respiratorio y las ERAs. Continuando con la delimitación de la ciudad en aras a la aplicación de los SIG en lo referente a contaminación atmosférica y ERAs, una tercera zona abarca todo el sector del centro de la ciudad; en este, se encuentra a diario una gran densidad de automotores y se alcanza a percibir un alto índice de contaminación del aire sobre varias de sus calles y carreras. Esta zona es designada Zona C (Centro) y tiene como punto de ubicación madre el centro de atención médica de Assbasalud. La cuarta y última zona, de delimitación de la ciudad, es la Zona N (Norte), la cual cuenta con el centro de salud de Assbasalud La Asunción y cubre los barrios que se ubican hacia el norte de la ciudad. A pesar de ser esta una zona urbana, tiene diferencias con la Zona C, por lo del espacio y fluido vehicular, además no cuenta con edificios de más de 4 pisos en sectores de área reducida. Hasta este punto la subdivisión de la ciudad de Manizales por sectores o zonas, en donde se define el concepto espacial y como punto central en cada zona, los centros de atención médica, permite definir los parámetros espaciales de medición y análisis. El Mapa No. 3 es un buen ejemplo de la posibilidad de ejecutar y cuantificar aspectos en diferentes capas dentro del SIG. «En el componente espacial, las observaciones tienen dos elementos con relación a su localización: la

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localización absoluta, basada en un sistema de coordenadas y las relaciones topológicas con respecto a otras entidades»1. De esta manera, en cada zona se puede hacer la cartografía necesaria para la delimitación del área y las diferentes coordenadas que ellas tengan; cada zona cuenta con áreas definidas y no se da a la sobre posición de una con otra, con el fin de adjudicar a cada zona una capa única para la aplicación de la información. Una vez definido, delimitado y cartografiado el espacio de trabajo, es procedente incluir las relaciones espaciales y las interacciones que en él se desarrollan. Es considerado aquí, el componente topológico, el cual permite que los datos sean conectados en sentido racional, como complemento a sus conexiones espaciales. Son muchos los componentes requeridos y a tener en cuenta por el SIG, como la localización, la condición, tendencias, rutas, pautas y modelos; teniendo definidas las zonas para la ejecución del estudio exploratorio-analítico de las condiciones de contaminación ambiental con relación a las enfermedades respiratorias; los datos obtenidos a partir de este estudio pueden ser modelo, aplicando los SIG, para muchas otras regiones, ya sean urbanas o rurales. También se espera que este modelo pueda ser aplicado a otros factores ambientales en la región que brinden información actualizada y pertinente, como en casos de aguas contaminadas y suelos deteriorados. «Todo proceso de generación de nueva información a partir de la operación de un SIG depende significativamente de la información disponible almacenada en la base de datos. La calidad de dichos datos y sus contenidos determinan la calidad de los resultados obtenidos del SIG»1. En cada una de las cuatro zonas en las que se divide la ciudad es posible recolectar y analizar datos correspondientes a factores contaminantes en la zona; ejemplo, emisiones en la Zona I, humo generado por automotores y en la Zona C, o material particulado suspendido en el aire, por actividades vigentes de construcción en cualquiera de las zonas expuestas. Con la

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actividad definida por cada zona es determinable la condición de ellas y la ubicación de esta serie de datos en una capa única para el SIG. Con el área y la actividad de cada zona es procedente revisar el componente en salud de los habitantes que consulten el centro de salud correspondiente a cada sector. Una vez obtenida la información pertinente a la ubicación y condición de la zona, es posible la recolección de datos para otra capa diferente dentro del SIG. Con la inclusión de una subdivisión correspondiente a la población de cada zona, el SIG cuenta con herramientas para discriminar información importante y datos específicos para niños (de diferente edades), adultos (en general) y ancianos. Lo anterior justifica el hecho de que los niños y los ancianos requieren de cuidado y atención médica diferente a la de los adultos en general. Las historias clínicas ya existentes dan pie al análisis de cómo es la evolución de la ERA en cada zona en cierto tiempo pasado, dependiendo de la información con la que el centro de salud cuente, asignando así, otra capa para la diseminación de datos en el sistema de información geográfico. Con datos para secciones relacionadas con la ubicación, estado y población en cada zona, es posible incursionar en la tarea de recopilación y análisis de información concerniente directamente a los casos de ERA. Datos que siguen siendo útiles a este momento, son las historias clínicas relacionadas con ERA. Esta capa de información, además de ser esencial para el tema propuesto es la que más ofrece información clave para el estudio; ya que es posible alimentar constantemente el SIG sin necesidad de mayores cambios en la información correspondiente a las otras capas, ejemplo ubicación y estado ambiental en cada zona además del crecimiento demográfico. La base de datos generada a partir de esta capa de información es cuidadosamente pensada y elaborada; ya que a partir de este punto es factible la conexión relevante con todos los otros sectores de la información en el SIG. Por ejemplo, número de niños menores de cinco

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 años en la Zona C (centro) que consultan en un mes determinado por complicaciones respiratorias. Con este tipo de organización en la información es posible llamar la atención de los entes reguladores de los sistemas de salud y de la administración municipal. Con el conocimiento, concientización y acción de los actores directos e indirectos, no solo de la situación ambiental, sino también de las labores de atención y remediación, en cada zona es insertable la información, creando una base de datos para una nueva capa, concerniente a las mejoras en la condición atmosférica por zona.

3. Conclusión La IRA es una enfermedad de alto índice de mortalidad en la niñez a nivel mundial y es poco, cualquier tipo de estudio que ayude a prevenirla o curarla. Son muchas las herramientas que los médicos actuales pueden tener para atacar este flagelo; aun así, pueden ser pocas, teniendo en cuenta los millones de niños que mueren cada año por causa de la IRA. Los SIG son medios complementarios que pueden ayudar en la promoción y prevención de esta y muchas otras enfermedades. La integración y aplicación de este tipo de tecnologías, a la salud en general son de mucha utilidad en la disminución de los efectos nocivos que causan los contaminantes ambientales en la salud general del sistema respiratorio; el cual es afectado directamente por contaminantes que provienen de automotores, componentes alergénicos y otros compuestos suspendidos en el aire. Otra forma de utilización y aprovechamiento en la integración de los SIG en actividades médicas de promoción y prevención se relaciona con la forma como la dispersión atmosférica y los SIG pueden ser empleados para cuantificar y analizar la exposición a componentes atmosféricos contaminantes. Sugieren diferentes autores la posibilidad de integrar los modelos de dispersión, con información sobre población y bases biológicas para diseñar un procedimiento de

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muestreo y control. También recalcan la necesidad de realizar estudios e investigaciones que puedan beneficiar no solo comunidades locales, como la de Manizales, sino también otras a nivel nacional e internacional, aplicando acercamientos metodológicos similares, con el fin de mejorar la calidad y los servicios de salud en general.

ambiente y la salud desde otras perspectivas, como las relaciones infección gastrointestinalagua y cáncer de piel-radiación ultravioleta, con el fin de ofrecer más información y alternativas en lo que respecta la prevención y la promoción de muchas enfermedades que actualmente aquejan las comunidades locales y nacionales.

Es también pertinente, ahondar en aspectos locales que relacionen los campos del medio

Conflictos de interés: ninguno declarado.

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Monitoreo de la infección respiratoria aguda en Manizales, mediante sistemas de información geográfica pp 93-106


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Labio

y paladar hendido: Tendencias actuales en el manejo exitoso Bedón Rodríguez Mónica*, Villota González Luis Gerardo Md**

Remitido para publicación: 15-11-2011 - Versión corregida: 28-02-2012 - Aprobado para publicación: 31-10-2011

Resumen El labio y paladar hendido es una de las malformaciones congénitas más comunes, representa el 2-3% de estas, es considerada la anomalía craneofacial más frecuente. La reparación quirúrgica de un paciente con labio hendido no es una urgencia. La reparación primaria de labio hendido se realiza alrededor de los 3 meses de edad, consistente en una serie de intervenciones quirúrgicas electivas que se realizan individualizando cada caso conforme requiera el paciente. El objetivo de esta revisión es abordar las innovadoras alternativas de tratamiento que están siendo usadas en los pacientes con labio y paladar hendido, como hipodesarrollo de la cara, atrofia del reborde alveolar y en general desarrollo anormal del maxilar superior como consecuencia del tratamiento quirúrgico en épocas tempranas de la vida, para mejorar el desarrollo de la oclusión, la dicción y el crecimiento de los maxilares durante la niñez, permitiendo también la deglución correcta para asegurar una buena alimentación. Este artículo revisa el tema con énfasis sobre ortopedia tridimensional, distracción osteogénica alveolar, plasma rico en factores de crecimiento y coronas telescópicas. Palabras clave: Labio hendido, paladar hendido, distracción. Arch Med (Manizales) 2012; 12(1): 107-119

Cleft lip and palate: successful management trends Summary Cleft and palate is one of the most common congenital malformations, represents 2 - 3 % of these and is considered the most common craniofacial anomaly. Surgical repair of a patient with a cleft lip is not an emergency. Primary repair of cleft lip is done about 3 months old, consisting of a series of elective surgeries that are performed individualizing each case as required by the patient. The aim of this review is to address the innovative treatment alternatives that are being used in patients with cleft lip and palate, as hypodevelopment of occlusion, the diction and the growth of the jaws during childhood, also allowing correct swallowing to ensuregood nutrition. This article reviews the subject with emphasis on dimensional orthopedics, alveolar distraction osteogenesis, plasma rich in growth factors and telescopic crowns. Key words: Cleft lip, cleft palate, distraction. Bedón Rodríguez M. Villota González LG. Archivos de Medicina. Volumen 12 N° 1. ISSN:1657-320X enero.junio 2012. Universidad de Manizales. Manizales (Colombia) * Estudiante IX semestre, Programa de Medicina, Universidad de Manizales. Manizales, Caldas, Colombia. Correo electrónico: monik_1517@hotmail.com. ** Médico Cirujano, Universidad de Caldas, Manizales. Médico Consulta ambulatoria Confamiliares-Caldas. Labio y paladar hendido: Tendencias actuales en el manejo exitoso

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Introducción La Fisura Labio Palatina (FLP) es una de las malformaciones congénitas más frecuentes y se produce por una alteración en la fusión de los tejidos que darán origen al labio superior y al paladar, durante el desarrollo embrionario.1,2 El labio y paladar hendido pueden ocurrir juntos o separados. El labio hendido con o sin paladar hendido ocurre en 1:1000 nacidos. El paladar hendido sólo ocurre en aproximadamente 1:2500 nacidos. El labio hendido (con o sin paladar hendido) es más común en el sexo masculino mientras el paladar hendido es más común en el sexo femenino.3 En Colombia su prevalencia es de 1.54 por cada 1000 nacidos. Esta varía según la altura sobre el nivel del mar, siendo de 0.88/1000 a nivel del mar y de 1.69/1000 en poblaciones por encima de 2000 msnm.4 De los pacientes que padecen labio y paladar hendido en el 25% de los casos, se conoce la causa. En el 75% de los casos la causa es multifactorial y en el 20 al 25% de los casos existe algún antecedente familiar.5 Aproximadamente 1 caso de hendidura orofacial ocurre en cada 500 – 550 nacimientos. En los Estados Unidos, 20 de los bebés nacen con una hendidura orofacial en un día normal, o 7500 por año. Los niños que tienen una hendidura orofacial requieren varios procedimientos quirúrgicos y complejos tratamientos médicos,6 el costo de vida estimado para cada niño con una hendidura orofacial es de $100.000, que asciende a $750 millones para todos los niños con hendidura orofacial que nacen cada año en los Estados Unidos. Dentro de las displasias craneofaciales se engloban todas las malformaciones y deformaciones que afectan el cráneo, la cara y la cavidad bucal. Anomalías como fisuras labiomaxilopalatinas, fisuras faciales, disostosis y otras anomalías del desarrollo craneofaciales y malformaciones congénitas tardías son el resultado de daños disontogénicos

Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 exógenos, ocurridos muy tempranamente que recaen sobre el embrión a través de la madre durante el embarazo (infecciones virales, desnutrición extrema, alcoholismo, medicamentos, hipoglicemia), y existiendo causas hereditarias bien determinadas (endógenas) a consecuencia de cambios existentes a nivel de los genes encargados de la inducción, modelación y crecimiento de los tejidos encargados de la formación del cráneo y de la cara,7 El 15 al 20% de las fisuras labiomaxilopalatinas son originadas por causas hereditarias. Estas displasias formativas deben ser diferenciadas de las malformaciones que son la consecuencia de desórdenes del crecimiento posterior. El labio hendido puede ocurrir como unilateral (en el lado izquierdo o derecho) o como una anomalía bilateral (Figura 1). La línea de la fisura se inicia siempre en la parte lateral del labio superior y continúa hasta el surco nasolabial a los alvéolos entre el incisivo lateral y el canino. La fisura anterior al agujero incisivo (es decir, el labio y el alvéolo) también se define como un paladar hendido primario. Cuando el labio hendido continúa a partir del agujero incisivo a través de la sutura palatina en medio del paladar, el labio hendido y paladar hendido (unilateral o bilateral) está presente (Figura 2). Un amplio rango de severidad se puede observar. La línea de hendidura puede ser interrumpida por el paladar blando (piel o mucosas), paladar duro (hueso), o ambos, lo que corresponde a un diagnóstico de una hendidura incompleta. Esto ocurre en el labio hendido unilateral y bilateral, y el paladar. Un paladar hendido completo constituye una hendidura del paladar duro, paladar blando, la úvula y el paladar (Figura 3).6 La fisura posterior al agujero incisivo se define como una fisura de paladar secundario. El paladar hendido puede tomar dos formas: una distinguible en forma de V (fisura primaria), que es más común en las hendiduras aisladas, o en forma de U (fisura secundaria).7 El paladar hendido posterior al agujero incisivo

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Revisión de se define como la hendidura del paladar secundario. La úvula bífida es una señal de que la adenoidectomía puede resultar en un habla hipernasal si una adenoidectomía completa se lleva a cabo.8

Figura 1. Labio hendido.6

Figura 2. Labio y paladar hendido.6

Figura 3. Paladar hendido.6

Tratamiento convencional El tratamiento integral de las fisuras labiomaxilo-palatinas debe ser conducido por un equipo multidisciplinario formado por: cirujanos, otorrinolaringólogos, odontólogos, psicólogos, foniatras. Este equipo tiene

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que estar constituido por una unidad donde conjuntamente se programe cada paso del tratamiento y donde el paciente ingrese prácticamente al nacer (Tabla 1). Ésta es una condición sine qua non para que todos los pacientes inicien la terapia. El tratamiento quirúrgico primario, busca lograr un cierre óptimo, una perfecta función y al mismo tiempo obtener un buen resultado estético.7 Para el manejo de las fisuras labiomaxilopalatinas han sido descritos muchos procedimientos quirúrgicos con gran variedad de técnicas y en diferentes tiempos si así lo requiere, donde la mejor es la que domine bien el cirujano.6 Millard, en 1980, describió una estrategia terapéutica acompañada por un dispositivo ortopédico dinámico que permite reorientar los segmentos maxilares en forma activa acompañado de la gingivoperiostioplastia (GPP). Este es un procedimiento quirúrgico que se hace entre los tres y cuatro meses de vida9 y consiste en el diseño y la movilización de colgajos gingivoperiósticos desde los márgenes laterales de la hendidura, cerrando la fisura a manera de túnel, favoreciendo el crecimiento y desarrollo facial, restaurando la integridad del componente maxilar como resultado de la neoformación ósea. Las intervenciones quirúrgicas para la corrección de labio y paladar hendido son procedimientos electivos y el paciente debe estar en buen estado de salud, libre de cualquier infección.10 En las diferentes guías de manejo los pacientes requieren ser intervenidos quirúrgicamente para lograr el cierre de la hendidura. Entre las técnicas quirúrgicas descritas en la literatura para lograr la restauración completa del reborde alveolar hendido, se incluyen los injertos óseos primarios y secundarios.11 Hace varias décadas se realizaron estudios, debido a que se observó hipodesarrollo de la cara, atrofia del reborde alveolar, y en general desarrollo anormal del maxilar superior como consecuencia del tratamiento quirúrgico en épocas tempranas de la vida del paciente con

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Tabla 1. Cronograma terapéutico para pacientes con labio y paladar hendido.7

labio y paladar hendido.12 El constreñimiento que se presenta fue tomado por profesionales odontólogos, quienes proponen el tratamiento ortodóntico después de la erupción de los segundos molares temporales, también el tratamiento ortopédico precoz antes y después de la palatorrafia. Como es de notar comenzó un gran interés por impedir el costreñimiento del reborde alveolar del maxilar superior que se presenta a consecuencia de la hipoplasia postquirúrgica. En relación a este problema, cirujanos maxilofaciales utilizan el injerto óseo en dos tiempos para conseguir la integridad anatómica del arco alveolar y así facilitar su desarrollo, la erupción dentaria y las funciones intermaxilares; en el primero, practican el cierre de la hendidura y en el segundo colocan el injerto. Otros cirujanos desarrollaron métodos en un solo tiempo, es decir, colocaban el injerto en el mismo acto quirúrgico de cierre de la fisura.

Pacientes en situaciones patológicas como pérdida importante de soporte óseo en relación con los huesos maxilares, las cuales pueden limitar su capacidad masticatoria, deglutoria, fonatoria, pero sobretodo estética y psicológica; constituyen un grupo importante subsidiario de tratamiento reconstructivo.13 En la actualidad varias técnicas se han venido desarrollando y han tomando auge por los favorables resultados que presentan los pacientes, técnicas de trasplantes o injertos óseos y la distracción osteogénica alveolar descritas por Cetiner y Harada, respectivamente.14, 15 Lo que se impone en materia de manejo actual de labio y paladar hendido El objetivo actual del tratamiento integral de los pacientes con LPH es prevenir cualquier secuela y evitarla,16 así como preparar todos los elementos para poder efectuar cirugías no

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Revisión de agresivas con mínimo despegamiento y agresión a los tejidos.

Ortopedia tridimensional Hacia mediados de los años 90, en el caso de las fisuras bilaterales, se dio origen al primer tratamiento ortopédico prequirúrgico, con los intentos de retroposición de la premaxila inducidos por fuerzas provenientes de un resorte de tracción adaptado a un gorro, o por medio de un aparato denominado bigotera, donde el fin pretendido era llevar a la premaxila a una posición posterior hasta hacer contacto con los segmentos laterales.16 La resultante de esa mecánica de tratamiento fue la retrusión maxilar en la mayoría de los casos, hecho que obligaba a utilizar máscaras faciales para traccionar el maxilar. Otra situación que se producía en muchas ocasiones, era que la premaxila no se retroponía en cuerpo, produciendo únicamente una anómala inclinación de ésta.17 Con respecto al tratamiento de las fisuras unilaterales, se utilizaron placas obturadoras, cuyo único beneficio fue mejorar la alimentación del paciente. El análisis de la posición de los segmentos en los planos del espacio, se pasaba por alto y la repercusión se hacía notar a la erupción dental que resultaba apiñada. Por otro lado, los colapsos transversales se mejoraban con la expansión maxilar. La aparatología utilizada para este fin consistió en placas de acrílico con tornillo de expansión de forma paralela o en “V”. También fue útil otro tipo de aparatología, aunque la limitante en el enfoque correcto de esta mecánica consistió en que no se consideraba la cantidad de fuerza aplicada y la dirección de la misma, y que el tratamiento se realizaba en la mayoría de los casos a partir de la dentición mixta, cuando los colapsos transversales se habían establecido.16 Con esa secuencia, los resultados eran poco satisfactorios, ya que casi nunca, al final del tratamiento, se lograba la correcta forma de arco. Los colapsos anteroposteriores seguían manifestándose y con ello la utilización de

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máscaras de tracción facial era obligatoria (Figura 4). El no tomar en consideración los conceptos de crecimiento, provocaba que en los casos bilaterales, la premaxila quedara colocada en una posición retraída, que obligaba a la tracción maxilar ulterior y en los casos unilaterales, después de corregir el colapso transversal, se continuaba con la utilización de la máscara de tracción, cuyo objetivo era mejorar la retrusión del maxilar, mejorando las condiciones estéticas y por tanto funcionales de los pacientes.

Figura 4. Máscaras de tracción facial: A) Modelo de Delaire. B) Modificación de Petit.16

La mecánica de la tracción maxilar es llevar al maxilar por medio de fuerzas pesadas mayores de 500 g a una mejor posición anteroposterior, situación que se lograba sólo en algunos casos, por la falta de constancia en la utilización del aparato, o peor aún, por el efecto contrario que la musculatura peribucal inducía. Pese a la continua evolución del tratamiento multidisciplinario del LPH, no se habían podido evitar los estigmas en todos los casos y persistía una amplia gama de secuelas que incrementan considerablemente el costo del tratamiento y limitan la calidad de los resultados finales.16 Los principales estigmas en esa área siguen siendo la asimetría de narinas, la depresión de una de ellas, y la falta de proyección de

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la columela en los casos bilaterales, con poca proyección de la punta. Para su tratamiento después de la queiloplastia se han colocado un sinnúmero de aparatos conformadores nasales que no han logrado resultados alentadores y muchos de ellos son incómodos y hasta dolorosos (Figura 5).

Figura 5. Conformador nasal.18

Sin embargo, se ha considerado que es un sistema simple y efectivo para corregir la forma de la ventana nasal en el niño con fisura, pues este sistema de tracción está basado en la condición natural de elasticidad y plasticidad de sus estructuras anatómicas, por esta condición se puede modelar el ala nasal antes de la cirugía complementado con un sistema ortopédico del labio.18 (Figura 6) Debido a la observación y seguimiento de pacientes, se llegó al manejo actual de la ortopedia tridimensional y de tejidos blandos, que inducen un adecuado crecimiento facial y un mejor desarrollo psicosocial. La ortopedia tridimensional es un concepto complejo que involucra la adecuada valoración de la fisura y de la posición de los segmentos en los tres planos del espacio. Con esta valoración se implementa el diseño del aparato ortopédico que ejercerá presiones dirigidas y/o expansión maxilar selectiva y de remodelación,16 para lo cual se deben considerar los principios de crecimiento y desarrollo del maxilar al realizar la conformación del arco, y/o en la retroposición de la premaxila cuando así se requiera.

Figura 6. Uso de conformador nasal.18

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Revisión de Las presiones dirigidas. En el LPH unilateral se debe prestar particular atención al análisis tridimensional de la fisura; la observación continua permite saber que los segmentos presentan en la mayoría de los casos, una rotación superior en su porción más anterior; la corrección de dicha alteración se realiza de manera temprana durante la ortopedia prequirúrgica, por medio de presiones dirigidas que inducen la corrección vertical de la porción anterior de los segmentos, logrando formas de arco correctas en el sentido vertical y erupciones dentarias adecuadas en las etapas tardías (Figura 7).

Figura 7. Aparato con el cual se logra la corrección vertical de los segmentos por medio de presiones dirigidas.16

En los casos bilaterales, la asimetría de la premaxila en el plano transversal se debe corregir antes de su retroposición y en algunas situaciones en forma simultánea. 18 Dicha alteración se debe corregir a temprana edad por medio de un aparato que induce presiones dirigidas en sentido opuesto a la desviación.

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Es sabido que existe una de formación de los cartílagos nasales por las malas inserciones musculares y la falta de soporte en el piso nasal, especialmente importante en los casos bilaterales cuando no se ha corregido completamente en etapas tempranas,19 por lo que se buscaron alternativas para remodelar los cartílagos nasales en una fase prequirúrgica, aplicando fuerzas específicas con aparatología similar a la descrita originalmente por Latham. La expansión maxilar selectiva y remodelación permite obtener adecuadas formas de arco, al establecerse la dentición primaria, continuando posteriormente con la estimulación constante del crecimiento para preparar la posible futura necesidad de colocar el injerto óseo alveolar que estabilice definitivamente el arco alveolar. Se utiliza con mayor frecuencia en los casos unilaterales. 16 Los inductores de la fuerza son tornillos de expansión en paralelo, o en V. Por otro lado, la frecuencia de activación del tornillo es lenta, permitiendo que se efectúe una adecuada remodelación de la base ósea y con ello se evite la importante recidiva que sigue a un procedimiento de expansión. La aplicación de los conceptos de crecimiento y desarrollo en la retroposición de la premaxila. Se ha venido utilizando un aparato denominado MPA (mini-expander posteroanterior), es removible y tiene una doble función: un movimiento simultáneo de retroposición en el cuerpo de la premaxila, con un desplazamiento anterior de los segmentos laterales; mecánica que no se contrapone al crecimiento facial natural (Figura 8). Es un aparato removible que disminuye la angustia de los padres y que ellos mismo activan de manera lenta. Durante esta mecánica se considera el crecimiento ulterior del maxilar, evitando de este modo la retrusión maxilar.16 Una vez corregida la posición de la premaxila, se deben seguir los mismos principios de expansión maxilar selectiva y de remodelación de los segmentos laterales.

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Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 de la sonrisa. Esta aparatología es además un estímulo para las matrices funcionales de las estructuras esqueléticas, con lo que mejoran su balance.16 Actualmente se considera que el abordaje ortopédico tridimensional constituye un factor fundamental en la búsqueda de un nuevo funcionamiento de la cavidad bucal y una adecuada estética facial, además contribuye a disminuir el trastorno foniátrico y reducir al mínimo las secuelas físicas.20

Distracción osteogénica alveolar Figura 8. A) Vista basal de los MPA. B) Vista basal del MPA colocado en la boca.16

La rehabilitación de la musculatura peribucal. El crecimiento facial tiende a ser complejo, en donde ninguna estructura funciona de manera aislada, por lo que para lograr un excelente resultado en la estética facial, se tiene que rehabilitar a los tejidos blandos, lo que se logra con aparatos miofuncionales (Figura 9).

A pesar de que la distracción osteogénica se ha aplicado durante muchos años bajo los principios del cirujano ortopédico ruso, Gavriel Ilizarov, pionero en la técnica para manejar una gran variedad de deformidades en las extremidades, solo recientemente ha sido utilizada para tratar problemas en cirugía maxilofacial con rotundo éxito, entre ellos la atrofia posterior a la extracción dental, la enfermedad periodontal, traumatismos dentoalveolares asociados o no a fracturas de mandíbula y/o maxilar y por supuesto el labio y paladar hendido, donde la atrofia del reborde alveolar bien sea congénita, de desarrollo o adquirida representa una de las secuelas posterior al tratamiento quirúrgico primario.21 (Figura 10).

Figura 9. Aparato miofuncional tipo Frankel, utilizado para la rehabilitación de la musculatura peribucal y estimulación del crecimiento facial anteroposterior.16

Los beneficios que proporciona esta terapia son una adecuada rehabilitación de los tejidos peribucales, que mejora la condición de la cicatriz labial y con ello la adecuada expresión

Figura 10. Atrofia del reborde alveolar.21

Es un método alternativo para la reconstrucción de rebordes alveolares atróficos que

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Revisión de ofrece un resultado previsible, bajas tasas de morbilidad e infección y que disminuye los tiempos de espera entre la reconstrucción del reborde alveolar atrófico y la colocación de los implantes óseo-integrados22, en comparación con los métodos tradicionalmente empleados como la utilización de injertos de hueso autógeno, así como con el uso de membranas y materiales aloplásticos, que como está ampliamente demostrado y descrito, en el caso de utilizar hueso autógeno, tiene una alta tasa de morbilidad y es de esperar una reabsorción ósea en la región.23 El procedimiento se realiza de forma ambulatoria, bajo anestesia local y sedación consciente con la inserción de un dispositivo yuxtaoseo (Figuras 11 y 12), comenzando la activación del dispositivo a los 7 días posteriores a la instalación, con un patrón de activación de 1mm diarios hasta alcanzar la altura ósea deseada (Figuras 13 y 14). Posteriormente se aguardan 10 semanas como parte del periodo de consolidación ósea y se realiza el retiro del dispositivo de distracción,22 pudiéndose comprobar clínica y radiográficamente la ganancia de la altura y volumen óseo necesario promoviendo la neoformación ósea así como conseguir un aumento significativo de los tejidos blandos circundantes para la rehabilitación por medio de implantes. (Figuras 15 y 16)

Figura 11. Distractor alveolar ya adaptado y listo para su colocación.22

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Figura 12. Levantamiento del colgajo y exposición del reborde.22

Figura 13. Posicionamiento del distractor y realización de la osteotomía horizontal.22

Figura 14. Activación del distractor para Comprobar el desplazamiento del segmento de transporte, así como la ausencia de puntos de Traba.22

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Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 de clorexidina aguardando la cicatrización por segunda intención sin complicaciones severas ni riesgo de pseudoartosis o callo óseo. Los implantes colocados presentan una adecuada osteointegración en todos los casos.25 Tanto en los postoperatorios de la primera y segunda fase quirúrgica no se observa evidencia de infección o reabsorción a nivel del reborde alveolar.

Figura 15. Remoción del distractor a las 10 semanas posteriores a su activación.22

El uso de injertos y distracción conjunta en las reconstrucciones mayores todavía necesita una mayor investigación, pese a eso, se ha realizado distracción osteogénica de mandíbula e injerto vascularizado de escápula, de injerto condral de costilla y de injerto vascularizado de fíbula.26

El plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) Se ha utilizado principalmente por cirugía maxilofacial y dental para la reparación de defectos provocados por la extracción dental o resección tumoral, 27 así como para alveoloplastia y cierre de fístulas nasopalatinas recurrentes. Figura 16. Cuatro meses posteriores a la colocación de los implantes.22

La distracción osteogénica permite importantes movimientos anteriores, lo que se ve reflejado en mejoras en los resultados funcionales y estéticos faciales. Además los aparatos intraorales proporcionan una mayor aceptación en el grupo de pacientes con labio y paladar.24 No se han descrito recaídas postoperatorias en un seguimiento promedio de 33 meses. Este enfoque hace que la atención al paciente sea confortable y eficaz, con resultados óptimos eludiendo las limitaciones de las técnicas convencionales. El promedio de ganancia ósea en milímetros logrado aproximadamente es de 7,7 mm. Entre los principales problemas se tiene la exposición del dispositivo debido a dehiscencia de la sutura, tratada por medio de la utilización de un gel

El (PRGF) es un hemoderivado autólogo con altas concentraciones plaquetarias, que se utiliza para dirigir y maximizar la reparación de heridas tanto quirúrgicas como no quirúrgicas. Los principales componentes del PRGF son el factor de crecimiento derivado de plaquetas, factor de crecimiento endotelial vascular, factor de crecimiento transformador tipo beta, factores de crecimiento epidérmico, factor de crecimiento fibroblástico y factores de crecimiento insulínico tipo I.28 Estos factores promueven las síntesis de matriz extracelular, estimulan la síntesis de colágeno tipo I, fibronectina y osteonectina, sedimentación de matriz extracelular y quimiotaxis, disminuyen la síntesis de metaloproteínas y de factor activador de plasminógeno, con lo cual disminuye la destrucción de matriz extracelular. Se inhibe la formación de osteoclastos, pero se promueve la resorción ósea por el mecanismo de las

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Revisión de prostaglandinas. Se promueve la reparación y regeneración celular estimulando la mitosis y migración celular, así como promoviendo la síntesis de proteínas como la fibronectina. Contiene también agentes quimiotácticos para células vasculares endoteliales, promoviendo así la neovascularización de la herida. Se ha observado acción proangiogénica por acción quimiotáctica sobre células endoteliales. Los pacientes con hendiduras palatinas son sometidos a un promedio de 4 cirugías, entre ellas la palatoplastia primaria, colgajo faríngeo, faringoplastia, cierre de fístulas recurrentes, colocación de tubos de ventilación, entre otras. Este es un proceso agotador para los pacientes, así como un gasto significativo para los sistemas de salud.29 Una fístula palatina provoca al paciente el paso de alimentos sólidos y líquidos hacia la cavidad nasal, aumento en la frecuencia de infecciones de vías respiratorias altas, alteración en la resonancia de la voz y todo esto a su vez provoca una baja autoestima.30 Observando los beneficios que el PRGF tenía en otros procedimientos quirúrgicos, se empezó a aplicar durante el cierre de la fístula palatina recurrencia. Los resultados fueron satisfactorios, pues se logró disminuir el porcentaje de recurrencia comparado con otros descritos en la literatura, que van del 40% hasta cerca del 100% en fístulas palatinas recurrentes (Figura 17). El índice de recurrencia de una fístula aumenta conforme sea mayor el número de intentos por cerrarla.

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Coronas telescópicas Secuelas del labio y paladar hendido como malposición y maloclusión dentaria, agenesias dentales y discrepancias maxilo-mandibulares son bastantes frecuentes. Para esto se dispone en la actualidad de Las coronas telescópicas como sistema prostodóncico de doble corona que permite realizar una ferulización cruzada de la arcada dentaria, lo que va a permitir una estabilización de los dientes a largo plazo. La posibilidad de que el paciente pueda retirar la estructura secundaria hace más fácil la higiene de los dientes pilares sobre todo si se compara con la dificultad de limpieza de un puente fijo convencional.31 Consiste en la preparación de los dientes pilares realizando tallados convencionales para coronas telescópicas y poder conseguir el paralelismo entre pilares, cuestión ésta que es de crucial importancia en todos los trabajos con coronas telescópicas. (Figura 18)

Figura 18. Imagen intraoral del paciente.31

Figura 17. A) Foto prequirúrgica. B) Foto postquirúrgica 4 meses.28

Posteriormente se procede a la toma de impresiones y registros intermaxilares para que con los modelos obtenidos se confeccionen en el laboratorio las copias primarias. Estas son probadas en la boca del paciente en donde se verifica su correcto ajuste para a continuación tomar una segunda impresión “de arrastre” que posiciona las copias primarias con respec-

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to al resto de estructuras de la boca del paciente. Obteniéndose un nuevo modelo donde van a ser confeccionadas las coronas secundarias que conforman la prótesis fija facultativamente removible. Esta estructura secundaria es probada en la boca del paciente en donde se comprueba tanto el ajuste como la relación oclusal. (Figura 19)

Una vez seleccionado el color se procede a su terminación y colocación con un resultado estético muy satisfactorio (Figura 20).

Figura 20. Resultado final del caso con coronas telescópicas.31

Conclusión

Figura 19. A) Tallado para coronas telescópicas. B) Prueba de metal de las coronas primarias. C) Prueba de la estructura secundaria.31

El labio y paladar hendido como malformación congénita continúan siendo un foco de investigación en el mundo por su alta incidencia en la población general. Este artículo de revisión realiza una aproximación en lo referente a las novedosas técnicas de tratamiento recientemente implementadas a fin de ilustrar acerca de éstas y su fuerte impacto sobre el buen pronóstico de los pacientes en su evolución a futuro. Conflictos de interés: ninguno declarado.

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Canje bibliográfico nacional ICFES, Biblioteca Ciencias de la Salud Universidad Pontifica Bolivariana, ASCOFAME, Biblioteca Luis Ángel Arango, Facultad de Medicina Universidad del Quindío, Facultad de Medicina Universidad del Tecnológica, Biblioteca Fundación Cardio Infantil, Hospital San Juan de Dios de Armenia, Biblioteca Escuela Medicina Juan Corpas, Biblioteca Fundación Santafé de Bogotá, Fundación Universitaria del área Andina, Hospital Federico Lleras Acosta, Hospital Universitario Infantil de la Cruz Roja, Clínica de la Presentación, Secretaria de Salud de Manizales, Hospital San José, Hospital Central Militar, Biblioteca Universidad de la Sabana, Biblioteca Universidad de los Andes, Biblioteca Juan Roa Vásquez Universidad del Bosque, Clínica San Juan de Dios de Manizales, Instituto de Medicina Legal, Hospital San Jorge de Pereira, Cruz Roja Colombiana Seccional Caldas, Hospital Geriátrico San Isidro, Biblioteca Ciencias de la Salud Universidad de Cartagena, Hospital San Juan de Dios de Armenia, Biblioteca Clínica Sahio, Biblioteca Hospital de la Misericordia, Biblioteca Clínica San Pedro Claver, Biblioteca Hospital Universitario de la Samaritana, Servicio Territorial de Salud de Caldas, Biblioteca Jorge E. Cavelier Academia Nacional de Medicina, GestarSalud, Hospital Santa Sofía, Biblioteca Universidad Militar Nueva Granada, Revista Ámbito Médico, Biblioteca Instituto Nacional Medicina Legal, Facultad Ciencias de la Salud Universidad de Caldas, Biblioteca Universidad Javeriana, Biblioteca Jorge Bejarano Ministerio de Salud, Biblioteca Profamilia, Biblioteca Sociedad Colombiana de Cirugía, Biblioteca Universidad del Rosario, Hospital Departamental de Nariño, Biblioteca Organización Panamericana de la Salud, Biblioteca Instituto Nacional de Salud, Programa de Enfermería Universidad de Caldas, Instituto de Ciencias de la Salud CES, Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.

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La revista Archivos de Medicina es el órgano oficial de divulgación de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Manizales (Manizales, Colombia, Suramérica), con periodicidad semestral (se publica en junio y diciembre). Publica temas de investigación científica y revisión de temas de medicina general y especializada, con el propósito de divulgar y debatir resultados de investigación, producidos por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manizales, y por entidades educativas de Caldas y en general de Colombia. El contenido de la revista está dirigido sobre todo a médicos generales y estudiantes de Medicina.

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Volumen 12 Nº 1 - Enero-Junio de 2012 Medicus año de publicación; volumen: páginas inicial y final. 14. En caso de libros: apellidos e iniciales de todos los autores. título del libro. Edición. Ciudad: casa editora; año; páginas iniciales y final. Autor/es del capítulo. Título del capítulo. En: Director/Recopilador del libro. Título del libro. Edición. Lugar de publicación: Editorial; año. p. página inicial-final del capítulo. 15. Las tablas y cuadros se denominarán tablas, y deben llevar numeración arábiga de acuerdo con el orden de aparición. El título correspondiente debe estar en la parte superior de la hoja y las notas en la parte inferior. Los símbolos para unidades deben aparecer en el encabezamiento de las columnas. 16. Las fotografías, gráficas, dibujos y esquemas se denominan figuras, se enumeran según el orden de aparición y sus leyendas se escriben en hojas separadas. Al final de las leyendas de las microfotografías se deben indicar la técnica de coloración y el aumento utilizados. 17. No se publicarán fotografías en color; los originales en blanco y negro deben enviarse en papel y tener nitidez y contraste suficientes para lograr una buena reproducción. 18. Si una figura o tabla ha sido previamente publicada se requiere el permiso escrito del editor y debe darse crédito a la publicación original. Si se utilizan fotografías de personas, éstas no deben ser identificables; en caso contrario, debe obtenerse el permiso escrito para emplearlas. 19. El Comité Editorial se reserva el derecho de limitar el número de figuras y tablas. 20. Los editoriales de los invitados se publicarán exclusivamente por solicitud del Comité Editorial. 21. Los documentos publicados en la revista Archivos de Medicina corresponden a las siguientes tipologías: a. Artículo de investigación científica y tecnológica. Documento que presenta, de

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Archivos de manera detallada, los resultados originales de proyectos de investigación dentro de la temática de la Revista Archivos de Medicina. La estructura generalmente utilizada contiene los siguientes apartes: introducción, materiales y métodos, resultados, discusión, literatura citada. b. Artículo de reflexión. Documento que presenta resultados de investigación desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales. c. Artículo de revisión. Documento resultado de una investigación donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias. d. Artículo corto. Documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación científica o tecnológica, que por lo general requieren de una pronta difusión. e. Presentación de caso. Documento que presenta los resultados de un estudio sobre una situación particular con el fin de dar a conocer las experiencias técnicas y metodológicas consideradas en un caso específico. Incluye una revisión sistemática comentada de la literatura sobre casos análogos. f. Revisión de tema. Documento resultado de la revisión crítica de la literatura sobre un tema en particular. g. Cartas al editor. Posiciones críticas, analíticas o interpretativas sobre los documentos publicados en la revista, que a

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juicio del Comité editorial constituyen un aporte importante a la discusión del tema por parte de la comunidad científica de referencia. h. Editorial. Documento escrito por el editor, un miembro del comité editorial o un investigador invitado sobre orientaciones en el dominio temático de la revista. i. Traducción. Traducciones de textos clásicos o de actualidad o transcripciones de documentos históricos o de interés particular en el dominio de publicación de la revista. j. Documento de reflexión no derivado de investigación. k. Reseña bibliográfica. 22. El título resumido de los artículos publicados aparece en la carátula y en las páginas impares interiores, por lo cual el autor debe sugerir este título si el de su trabajo contiene más de cinco palabras. 23. Archivos de Medicina no asume ninguna responsabilidad por las ideas expuestas por los autores. 24. Archivos de Medicina hace parte de las revistas que suscribieron el acuerdo “Requisitos Uniformes para Trabajos Presentados a Revistas Biomédicas” (estilo de Vancouver) y recomienda a los autores revisar estos documentos como guía adicional para preparar sus trabajos. 25. Todos los manuscritos enviados a la Revista son sometidos a un proceso de revisión por pares externos y son remitidos para su evaluación a otros especialistas en la materia (por lo menos 2). Este proceso se realiza de forma anónima y la única persona que conoce las identidades tanto del autor como del revisor es el editor de la Revista, quien se encarga de enviar la correspondencia entre autores y revisores

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Proceso de evaluación de artículos remitidos para publicación 1. Fase 1. Una vez recibidos los manuscritos y el formato digital, se reportará a los autores una nota de agradecimiento y recepción por el envío de este material a consideración de publicación. 2. Fase 2. El editor o sus auxiliares revisan detenidamente el artículo para verificar el cumplimiento de las normas de presentación de artículos a la Revista, y que el artículo esté dentro de la temática aceptada. Además se hace una primera evaluación de la calidad científica del manuscrito. Este proceso puede desembocar en que el artículo se rechace o se devuelva al autor para correcciones. El autor tiene un mes calendario de plazo para retornar el manuscrito, si es del caso, con las correcciones efectuadas. 3. Fase 3. El editor escoge dos árbitros externos de reconocida idoneidad en la temática, y remite el texto del artículo para evaluación, conjuntamente con el formato respectivo. El proceso es anónimo así que el manuscrito se remite sin autores. Los árbitros disponen de 15 días calendario para retornar la evaluación. 4. Fase 4. Si ambos árbitros coinciden en su apreciación de rechazar completamente el artículo, el Editor lo envía al Comité Editorial de la Revista con recomendación de no publicación. Si uno lo rechaza y el otro no, las evaluaciones, sin el nombre del evaluador, son remitidas al Autor(es)

para corrección y comentarios sobre las razones del rechazo de uno de los evaluadores. En todos los casos de remisión al Autor(es), éste tiene un mes de plazo para retornar el artículo con correcciones y comentarios. Con todo este material el editor toma una decisión de publicación o no, y envía el artículo con su recomendación al Comité Editorial. Si ambos árbitros están de acuerdo en la publicación del artículo pero lo condicionan al cumplimiento de ciertas correcciones, el manuscrito se devuelve al Autor(es), para las respectivas correcciones o comentarios. Posteriormente, y evaluando todo el material, el Editor toma una decisión de recomendación o no de publicación, la cual se remite al Comité Editorial. Si ambos árbitros están de acuerdo en la publicación sin correcciones, el Editor envía el artículo al Comité editorial con recomendación de publicación. Si lo considera conveniente el editor puede devolver el artículo a consideración de los árbitros para verificación de correcciones, con los mismos plazos para entrega enunciados anteriormente. 5. Fase 5. En sesión regular del Comité Editorial, finalmente se aprueban o no las recomendaciones del Editor sobre publicación o no de los manuscritos sometidos al proceso. En última instancia el Comité Editorial es el que toma la decisión o no de publicación.

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The journal Archives of Medicine is published by the Faculty of Health Sciences, University of Manizales (Manizales, Colombia, South America), with biannual (published in June and December).It Publishes scientific research topics and review themes in the area of General Medicine, in order to disclose and discuss, research results in this topic produced by the Faculty of Sciences Health at the University of Manizales, in the first instance and on appeal by educational institutions in Caldas, Colombia in general. The contents of the magazine are aimed primarily at general practitioners and medical students.

Directions to authors 1. Papers must be unpublished and provided exclusively to the journal. Reproduction in whole or part must be approved by the editor and give credit to the original publication. 2. In some cases, and only by agreement with the editor, may be accepted prior public disclosure of data contained in the article, for example, to alert public health risks. 3. The subsequent publication or reproduction in whole or part of an article in Archives of Medicine by the same author or others concerned requires the permission of the publisher. 4. Items are sent to the Editor Archives Medicine. Letters should come in computer, space, and font size 12 points (including references). In addition, a copy of the article in digital format (address cim@ umanizales.edu.co). The articles must be sent accompanied by a letter (download format site map http://www.umanizales. edu.co/publicaciones/campos/medicina/ archivos_medicina/archivos_medicina. html of the magazine) signed by all authors where they are according to the content and corresponding studies previously unpublished, not submitted to no other magazine before knowing the decision

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of the Editorial Committee and to be accepted for publication reproduction rights belong to the University of Manizales, the journal can publish them in physical form and / or electronic including Internet. That once started the assessment of the process of the paper; we undertake not to withdraw and not to send it to another journal until the process has been completed. You must also indicate intellectual the participation of every one of the authors. The signed letter should be scanned in JPG or PDF and sent to the e-mail cim@ umanizales.com The author must keep copies of all material sent. You must follow the following sequence: page Title, abstract, text, acknowledgments, references, tables, figures. The extension must be uo to 25 pages. When reporting experiments on humans, indicate whether the procedures used follow the rules of the ethics committee of the institution where conducted in accordance with the declaration of Helsinki 1975. Do not mention patients’ names, initials or record numbers. The first page includes the title, which must be short, that reflects the content of

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Archivos de the article, in Spanish and English, the name of the author and his collaborators with respective qualifications and the name of institution to which they belong. 9. The names are identified and addresses of author responsible for correspondence related to the work and who have requested the reprints. The sources of help are specified to carry out the work in the form of grants, equipment and drugs. 10. The summary (Summary) of no more than 240 words in Spanish and translated into English, must state the purposes of the research study, the basic procedures, main findings and findings, according to the following titles: objective, materials and methods, results and conclusions. The abstract should be followed by keywords, sleeps 6, and chosen according to the MeSH (Descriptors in Health Sciences) [see] the Summary should be followed by those words translated into English. 11. The text, in the case of classified items as scientific or technological research should include introduction, materials and methods, results, discussion, acknowledgments, and conflicts of interest literature cited, abbreviations should be explained and their use must be limited; It should also include tables and/or figures placed in the proper place. 12. References are numbered in accordance with order of appearance of citations in the text. 13. References should be written according to standards Vancouver style. In case of articles published journal: surname and initials of the author’s name and colleagues (if they are the top six, “et al�). full title of the article. Journal name abbreviated according to Index Medicus style year publication, volume, first and last pages. 14. For books: surname and initials of all the authors. Book title. edition. City: editorial publisher, year, initial and final page. Au thors of chapter. Chapter title. In:

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Director / Collector the book. Book title. edition. Place publication: Publisher, year. p. initial page-final chapter. 15. The tables and charts are called tables, and Arabic numbers should be numbered in the order of appearance. The corresponding title must be in top of the page and the notes on the lower. The symbols for units should appear in the column headings. 16. The photographs, graphics, drawings and diagrams are figures referred to are listed in order of appearance and their captions are written on separate sheets. At the end of the legends of the photomicrographs should indicate the staining technique and the magnification used. 17. No color photographs will be published, the black and white originals must be submitted on paper and have sufficient sharpness and contrast to achieve a good reproduction. 18. If a figure or table has been previously published, it requires written permission from the publisher and it should be attributed to the original publication. If Photographs of people are to be used,, they should not be identifiable, otherwise, you must obtain written permission to use them. 19. The Editorial Board reserves the right limit the number of figures and tables. 20. The guest editorial is published only at the request of the Editorial Board. 21. Documents published in the journal Archives Medicine under the following types: a. Scientific research papertechnology. Document that presents, in detail, the original results of research projects within the scope of the journal Archives of Medicine. The structure generally used contains the following sections: introduction, materials and methods results, discussion, literature cited. b. Reflective paper. Paper that presents research results from an analytical, interpretative or critical perspective of the author, on a specific topic, using original sources.

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c. Review article. An outcome document that presents results of research, where research findings are analyzed, systematized, and integrated, published or not published on a field of science or technology, In order to account for advances and trends development. It is characterized by careful literature review of at least 50 references. d. Short article. Short paper presented original results of a preliminary or partial scientific or technological research, which so usually requires a quick diffusion. e. Presentation of case. Document presenting the results of a study on a particular situation to make known the technical expertise and methodological consideration in a specific case. Includes a systematic review of the literature discussed in similar cases. f. Subject review. The outcome document of critical review of the literature on a particular topic. g. Letters to the editor. Critical, analytical or interpretation on the documents published in the magazine, which in the opinion of the Editorial Committee are an important contribution to the discussion of the subject by the relevant scientific community. h. Editorial. Document written by the editor, editorial board member or a guest researcher on guidance in the thematic domain of the magazine.

Volumen 12 NÂş 1 - Enero-Junio de 2012 i. Translation.Translations of classic texts or current or historical documents or transcripts particular interest in the domain of publication magazine. j. Discussion paper which did not come out from research. k. Bibliography. 22. The short title of the articles published appears on the front and on odd pages interior, so the author should suggest this title if his job contains more than five words. 23. Medical Files assumes no responsibility for the ideas expressed by the authors. 24. Archives of Medicine is part of the journal who signed the agreement “Uniform Requirements for Jobs Submitted to Biomedical Journals “(Style Vancouver) and recommended to the authors review these documents and additional guidance in preparing their jobs. 25. All manuscripts are submitted to the Journal undergoing a process of external peer review are referred for assessment to other specialists matter (at least 2). This process will be kept secret and the only person who knows identities of both the author and the reviewer is the editor of the Journal, who is responsible for sending the correspondence between authors and reviewers.

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Evaluation process for articles submitted for publication 1. Phase 1. Upon receipt of the manuscripts and digital format, a note will be reported to the authors giving thanks and receipt for the shipment of this material for consideration of publication. 2. Phase 2. The editor or his assistants will review the article carefully to verify compliance standards for articles to the Journal and that the item is within the subject matter accepted. You make a first assessment of the quality scientific manuscript. This process can lead that article to be rejected or returned to the author for corrections. The author has a calendar month period to return the manuscript, if appropriate, with corrections. 3. Phase 3. The publisher chooses two external referees of recognized expertise in the area, and sends the text for evaluation, together with respective format. The process is anonymous so the manuscript is submitted without authors. The referees have 15 calendar days to return the evaluation. 4. Phase 4. If the two arbitrators agree to reject completely the article, the editor sends it to the Editorial Board of the Journal with recommendation that it should not be published. If one rejects it and other does not, evaluations, without the name of the evaluator, are referred to the Author (s) for

correction and feedback on the reasons for the rejection of one of the evaluators. In all cases the reference to the author (s), it has given one month to return the item with corrections and comments. With all this material the editor makes a decision to publish or not, and sends the article with its recommendation to the Editorial Board. If both referees agree to the publication of article but the fulfillment of certain condition corrections, the manuscript is returned to the author (s) for the respective corrections or comments. Subsequently,and evaluating the whole material, the Editor makes a decision or recommendation of publication, which refers to the Editorial Board. If both referees agree publication without corrections, Editor sends the item to the editorial committee recommendation for publication. If it sees fit the editor may return the item for consideration referees for verification of corrections, with timetables for delivery set out above. 5. Phase 5. In regular session of the Editorial Board finally, the recommendations of the editor may or may not be accepted on whether to publish the manuscripts subjected to the process. Ultimately, the Committee Editorial is the one who makes the decision whether or not to be published.

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Introductory letter model

City and date Gentlemen ArchivosdeMedicina (Manizales) Universidad de Manizales Manizales, Caldas, Colombia e-mail: cim@umanizales.edu.co Dear Gentlemen: We are shipping the item “item name� forevaluation and possible publication in the Journal Archivos de Medicine (Manizales). The authors agree with the contents of thearticle that corresponds to studies not previously published, and will not be submitted to any other magazinebefore knowing the decision of the Editorial BoardArchives of Medicine (Manizales) and being accepted forpublication, copyright will belongthe University of Manizales, the journal canpublish it in physical form and / or electronic includingInternet. The process of evaluation of the manuscriptauthors pledge not to withdraw and not tosend it to another journal until you complete the process.After evaluation and receive comments fromreferees, the authors will correct the article and willsent it back to the journal for publication. Declare (yes or no) have a conflict of interest or theinstitution that sponsored the research or wherethe research was carried out. If so, define what it was. Then name, institution where they work,nationality, email address and signature of each of the authors.

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