Tras el gran incendio que devastó Valparaíso entre los días 12 y 16 de abril de 2014, uno de los siniestros urbanos más grandes de la historia de nuestro país, y que dañó a miles de porteñas y porteños, el Gobierno dispuso un conjunto de acciones destinadas a ayudar a las familias afectadas, de manera de facilitar la normalización y reconstitución de sus vidas con la dignidad que merecen.
En un primer momento se dispuso de todos los medios necesarios para atender la emergencia y las necesidades básicas de abrigo, comida y vestuario de los damnificados, así como también para ejecutar labores de limpieza y retiro de escombros, velando por mantener el orden público y la seguridad de las zonas devastadas.