Órgano informativo de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez | Marzo de 2003 | Nº 3 Propuesta del rector Emil Calles Paz
Crisis universitaria a comisión de diálogo
El Consejo Nacional de Universidades, en sesión extraordinaria convocada para discutir la situación económica de las casas de estudios superiores, aprobó por unanimidad la creación de una mesa de diálogo con el fin de estudiar y buscar vías de solución a la grave crisis presupuestaria que afecta al sector. Esta crisis alcanza niveles todavía no ponderados, como consecuencia del paro que la CTV, Fedecámaras y la llamada Coordinadora Democrática iniciaron desde el 2 de diciembre de 2002, pero sobre todo, por la paralización y sabotaje de que fue objeto la industria petrolera nacional. Un agravante adicional fue el llamado a la “desobediencia tributaria” hecho por la cúpula empresarial.
Ante la complejidad de la situación y frente a un panorama económico sombrío, el rector de la UNESR, doctor Emil Calles Paz, planteó la necesidad de crear una comisión de diálogo que, en un escenario más pequeño, dinámico y funcional, analizara el problema en su conjunto y presentara al cuerpo posibles vías y opciones para enfrentarlo. La proposición del rector Calles fue aprobada por unanimidad. La comisión la integran los rectores Giuseppe Giannetto (UCV), Genry Vargas (ULA), Ricardo Maldonado (UC), Gabriel de Santis (Unesur), Jaime Carrillo (Unellez) y Emil Calles Paz (UNESR), coordinador.
En esta edición Clave del éxito de la UNESR: el sentido de pertenencia
La UNERS se reinventa ante el país / pág. 5
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Opinión| Earle Herrera
especiales: OPAS: seguridad y salud Reportajes Balance de 29 años de en tiempos de crisis trayectoria
Los rectores de rectores por 60 días
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Edición homenaje 29º Aniversario de la UNESR
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arde o temprano el tema de la constituyente universitaria habría de llegar al Consejo Nacional de Universidades, organismo que reúne a las máximas autoridades de la educación superior en Venezuela. Y así ocurrió empezando este agitado 2003, específicamente el 28 de enero, en la sesión extraordinaria que ese cuerpo celebró en la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre. Fue el doctor Fernando Bianco, representante profesoral por la Asamblea Nacional, quien le puso el cascabel al gato de la academia. Planteó que el CNU debía discutir el tema y tomar la iniciativa, antes de que se lo impusieran desde afuera. Las respuestas no se hicieron esperar porque, quién lo duda, la sola palabra “constituyente” provoca reacciones inmediatas y, en no pocos, enciende la luz de alerta. Algunos rectores pidieron que se les dijera en qué consistía una constituyente universitaria, mientras otros rechazaron cualquier explicación sobre lo que conocían de sobra. No faltó, sin embargo, quien emulando al ex ministro Luis Miquilena con respecto a la llamada “sociedad civil”, preguntara irónicamente: ¿Con qué se come eso? El rector de la Universidad Simón Rodríguez, doctor Emil Calles Paz, hizo uso de la palabra para establecer las diferencias entre transformación universitaria, que se limita al saber y a lo académico, y la constituyente, una idea muchos más profunda que toca todos los aspectos y la estructura general de la universidad venezolana. “Una constituyente universitaria –acotó- tiene que ver con la modificación reglamentaria y jurídica de la vida de las instituciones; tendrá que estudiar la propia autonomía, su vigencia, su ejercicio, si este concepto es una cuestión estática o si es una concepción moderna que debe cambiar en su interpretación”. En opinión del rector Calles, la constituyente afectará la estructura misma del poder en las máximas casa de estudios. Lo judicial, lo legislativo y lo ejecutivo no podrán seguir reunidos, como hasta ahora, en la persona del rector y de los consejos universitarios. Hay que preguntarse si, por el contrario, se deben separar esos poderes, en función de hacer más democrática, dinámica y justa a la institución. “Creo que eso es un poco lo que está planteando el doctor Bianco –agregó el rector Calles-. Se estudian las estructuras, la conformación de una universidad distinta, diferente, porque la estructura universitaria actual es la misma de la Edad Media, no ha cambiado. Es decir, desde que la universidad se constituyó en un centro del saber monástico y monárquico no ha variado en su estructura, sigue siendo la misma. Cabe preguntarse: ¿Es esa la universidad que debe continuar?” La reflexión del rector de la UNESR puede alterar la comodidad de siglos de conformidad y, sin duda, del poder constituido e instituido, sin embargo, es inesquivable. La palabra impronunciable ya se pronunció en el seno mismo del máximo poder universitario. Si los estudiantes venezolanos fueron los primeros en izar la bandera necesaria de la transformación profunda, las mismas envejecidas estructuras universitarias lo reclaman con urgencia. La Venezuela que se abre nuevos caminos en el mundo de hoy, lo exige sin demoras. Para el rector Calles Paz la discusión no se puede ni se debe postergar, “ahora es la época –enfatizó-, verdaderamente podemos discutir la constituyente universitaria en este momento, yo diría que debemos empezar, pero que no sea como la transformación que la comenzamos y la dejamos en el camino”. En el camino no se debe quedar nadie. Las comunidades universitarias del país tienen la palabra.
Editorial Constituyente universitaria llegó al CNU
Consejo Directivo D R. EM I L CAL LES PAZ ALL RECTOR D RA. OR I ETT A CAPO NI ETTA APON VICERRECTORA ACADÉMICA I NG. MS C. FR E D DY GI L VICERRECTOR ADMINISTRATIVO MV TO R SOTO ÉCT MV.. MS C. HÉC SECRETARIO D RA. THAÍS MAR R E RO ARR REPRESENTANTE DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR PROF. WI LF RE D O BÁE Z ÁEZ REPRESENTANTE PROFESORAL B R. RICAR D O TR UJ ARD UJII LLO REPRESENTANTE ESTUDIANTIL
Consejo de Publicaciones Dr az Dr.. Emil Calles P Paz Presidente Dr.. Earle Herrera Dr Director de Información y Publicaciones Dr Dr.. José Miguel Cruces Director del CDCHT Dra. Iselen T rujillo Trujillo Directora del IDECYT Dr Dr.. Miguel Zambrano Ortega Director de Cooperación Institucional Dra. Ninoska Díaz de Mariña Coordinadora de Investigación Decanato de Postgrado
Magister Dixit “…y si por desgracia de América tuviese U. que retirarse alguna Santa Elena, lo seguiría gustosísimo. Más honor habría en desterrarse con un héroe que no quiere ser Rey, que con un hombre que por hacerse Rey, dejó de ser héroe”
Organo informativo de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez | Noviembre de 2002 | Nº 1 Earle Herrera Director Lic. Beatriz de T orres Torres Coordinadora Lic. Maiby Betancourt Lic. Alí V iloria Viloria Redacción Jesús Franquis Fotografía
(Carta al Libertador Simón Bolívar. Oruro, 30 de septiembre de 1827)
Producción Gráfica Diana Ovalles Márquez
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Clave de éxito en la UNESR: El sentido de pertenencia • Prof. Iselen Trujillo D. Directora del Instituto de Estudios Científicos y Tecnológicos IDECYT
“Para alcanzar nuestros sueños necesitamos una voluntad firme y una inmensa capacidad de entrega” Paulo Coelho.
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uchas veces he reflexionado sobre los diversos problemas que aquejan a nuestra Universidad y, al respecto, me he realizado la siguiente pregunta: ¿Todos los que formamos parte de esta institución, sentimos que la UNESR es nuestra, o solamente es nuestro sitio de trabajo?. En mi opinión, es en este punto donde radican fundamentalmente muchos de los complejos problemas que nos aquejan y no en otras causas en donde ha descansado esa responsabilidad por mucho tiempo, tales como la calidad del personal, la infraestructura disponible, la organización, etc. Mi convicción acerca de este punto, se basa en la concepción de lo que se ha denominado sentido de pertenencia. Bajo mi perspectiva, el sentido de pertenencia con las instituciones y una visión más amplia de la vida, constituyen las bases para edificar instituciones sólidas. La educación ideal es la que crea en la persona un sentido de pertenencia con las cosas que nos rodean, inclusive se puede decir que la falta de pertenencia pudiera ser causa de corrupción en muchos ámbitos. Cuando un individuo forma conciencia de grupo, interpreta mejor las necesidades de sí mismo, de su grupo y de la región donde habita. Desde el momento de nuestro nacimiento llevamos a cabo diversas actividades, en lugares específicos, que en la mayoría de los casos consideramos como propios, y que el resto de las personas suele reconocer como
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tales; por lo tanto, desde ese momento o desde muy temprana edad, se nos asigna un nombre, con el que damos valor legal a los documentos personales, como constancia de nuestra identidad en diversas relaciones sociales y jurídicas. A rasgos generales, se puede plantear la identidad como una condición a través de la cual se logra establecer los límites y peculiaridades que distinguen e individualizan a las personas. La identidad, más allá de los elementos perceptibles, no es sólo una cualidad implícita en la condición unitaria del individuo, sino que se enriquece en el curso de la vida social, que comienza en la familia, y luego se amplifica a otras estructuras sociales, con los hábitos, costumbres, actividades, obligaciones y responsabilidades que contraemos y desarrollamos desde pequeños, en el curso de las distintas interacciones que se establecen en el transcurso de nuestras vidas. De esa manera, se construye la identidad cultural, como síntesis de múltiples significados distintivos, fruto de complejas interacciones sociales que se desarrollan internamente en cada grupo y en sus relaciones con otros, mediante las cuales sus miembros se unifican y a la vez se diferencian de los demás. Sin embargo, no basta con participar de una realidad colectiva común para presuponer la conciencia personal como representante de una identidad determinada, se requiere indispensablemente del sentido de pertenencia, como forma de adscripción a dicha colectividad, como expresión del grado de significación y sentido que los códigos imperantes, los valores, juicios, tareas compartidas y actividades por emprender, alcanzan realmente a cada sujeto. El sentido de pertenencia, con toda la carga afectiva que implica, es un elemento motor de la actividad grupal, y lo que es más importante, constituye un generador de cohesión grupal.
a Agroecología es la disciplina científica que aborda el estudio de la agricultura desde una perspectiva ecológica y busca la optimización y equilibrio integral de los agroecosistemas. Aunque en su esquema conceptual tienen prioridad las comprobaciones y validaciones del uso de los ecosistemas por la agricultura tradicional en relación con su mayor sostenibilidad y eficiencia energética, sin embargo, también aborda el mejoramiento de la sostenibilidad de los siste• Prof. Luis Arias. CEDAT-IDECYT mas agrícolas convencionales con los mismos fines y, en lo posible, teniendo en consideración las enseñanzas, comprobadas científicamente, que derivan de las formas tradicionales de producción agrícola. La Agroecología y sus principios se constituyen en una alternativa válida porque propicia un diálogo de saberes entre la ciencia y el conocimiento tradicional y establece alianzas entre los agricultores y las instituciones para que, en conjunto, busquen las soluciones locales pertinentes. Bajo los esquemas de explotación dominantes en los trópicos y la particular vulnerabilidad de sus ecosistemas, el problema a corregir no pasa sólo por una respuesta de tipo ecológico, sino también por una transformación social y económica para corregir los desequilibrios que hacen posible la permanencia y consolidación de las formas actuales de uso no sostenible y de la pobreza en el medio rural. La causa comprobada como más importante en el deterioro de los recursos es la pobreza y por lo tanto no se puede hacer investigación agroecológica sin contribuir a su superación Los dos secretos ecológicos fundamentales descubiertos y aplicados empíricamente por los agricultores tradicionales del trópico,
La Agroecología
El conjunto de peculiaridades de un grupo comprende además de características que se pueden identificar a simple vista, otras propiedades que se ubican en el plano de la subjetividad colectiva e integran los principios, juicios y valores por los que se rige la vida de la colectividad. Los cambios en estos aspectos no son dinámicos, por la complejidad de los procesos mediante los cuales se construyen y sedimentan, de aquí que muchas de estas características sean transmitidas de una generación a otra, constituyendo la base fundamental de un grupo determinado. De cualquier forma, se aprecia que la relevancia de este aspecto, estará en dependencia de los niveles de participación alcanzados en los procesos de apropiación donde se ubiquen dichos contenidos, lo que generará diversos niveles de compromiso para aquellos que, de una u otra manera, formen parte de una realidad determinada. El grado de compromiso individual y colectivo, así como los vínculos afectivos que se consolidan mediante el sentido de pertenencia son tales, que aún en los casos en que cesa la relación activa con el medio que lo origina, puede mantenerse la identificación con sus valores representativos, por lapsos de tiempo indeterminados. Debido a esto, este lazo emotivo es, sólo se extingue en la medida en que se transformen y construyan significados que modifiquen la identificación del sujeto con dichos valores. Por tanto, el sentido de pertenencia es un elemento primario de arraigo e identificación personal y colectiva, que conlleva inevitablemente al éxito de cualquier objetivo planteado dentro de un colectivo. De esta reflexión, no nos queda más que afirmar que, sólo cuando tomemos conciencia de que la Universidad es de todos y cada uno de los que conformamos su personal, la UNESR podrá alcanzar con éxito las metas trazadas en su consolidación institucional.
y que hoy la Ecología y la Agroecología le dan interpretación científica son: la biodiversidad y el reciclaje de nutrientes. Es el uso de estos dos principios en forma simultánea lo que explica la permanencia y sobrevivencia histórica de esta agricultura, y de su aplicación dependerá en el futuro las posibilidades de recuperación de los espacios y de la cultura agrícola asociada a ellos. No son los transgénicos en monocultivo con el uso de insumos cada vez de más dudosa inocuidad lo que producirá su recuperación, ni solucionarán el hambre en el mundo. Es la visión agroecológica de la biodiversidad, que incluye los valores etnoculturales, la que hace viable o recuperable los equilibrios existentes o por restablecer, concebida no sólo como la diversificación de cultivos y animales sino también como la que ocurre en el ámbito de los suelos a través de la recuperación de su salud biológica, reflejada en una mayor actividad microbiológica y bioquímica que es la responsable principal del reciclaje de los nutrientes y a la cual también contribuyen la diversificación sin uso de fertilizantes químicos y los aportes externos de materia orgánica. El manejo de la materia orgánica se convierte en un factor agroecológico clave para la salud de los suelos, así como para completar el reciclaje de nutrientes que es fomentado por la biodiversificación, y para defender y mejorar las condiciones físicas del suelo. La Agroecología propicia la sustitución de la mecanización indiscriminada y altamente impactante por prácticas de siembra directa, labranza reducida y/o por el uso de maquinarias cada vez más livianas y que realizan el máximo de tareas en un solo pase, y donde sea posible y pertinente, por el uso de tracción de sangre o motocultores, también para contribuir a la defensa y mejoramiento de las condiciones físicas del suelo. La Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” desarrolla investigaciones siguiendo los principios y estrategias de la Agroecología en el Centro de Agroecología Tropical (CEDAT), ubicado en el Instituto de Estudios Científicos y Tecnológicos (IDECYT).
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OPAS
Seguridad y Salud en tiempos de crisis • Maiby Betancourt
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n la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez era costumbre que los miembros de la comunidad universitaria enfrentarán por su cuenta los problemas relacionados con la seguridad social de ellos y sus familiares. Durante el año 2001, por iniciativa del ciudadano rector Emil Calles Paz, se plantea la posibilidad de canalizar, a través de una oficina de enlace y asesoramiento, las diferentes vicisitudes que podrían enfrentar los empleados universitarios al momento de una emergencia, creándose así lo que hoy conocemos como la Oficina de Previsión y Atención Social (OPAS). Esta oficina, que funciona las 24 horas al día, los 365 días al año, se encuentra bajo la coordinación de la licenciada Scarles López de Villarroel, gerente general de la Fundación Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y del economista César Marcano, quien nos informó cada uno de los detalles en torno a la importante la labor que la dependencia desempeña. “En la actualidad la labor de OPAS es mucho más amplia y en tan sólo 10 meses ha logrado mejorar notablemente la calidad de vida del empleado ueserrista”, comenzó diciendo el entrevistado. -¿Cuál es el propósito de OPAS? -OPAS surge con el propósito de desarrollar diferentes áreas de vigilancia, protección y administración de la salud, destinadas a satisfacer las necesidades inmediatas del trabajador ueserrista. Igualmente, trata en la medida de lo posible, de ofrecer beneficios sociales en cuanto a programas de seguros colectivos, orientación en dificultades socio económicas vinculadas a la protección de la salud y al procesamiento de urgencias médicas estipuladas en el seguro que otorga la “Universidad Simón Rodríguez”. Este seguro garantiza a sus trabajadores el habitual HCM (Hospitalización, Cirugía y Maternidad) y entre las funciones que comprende OPAS tenemos que, en primera instancia, realiza concienzuda y metódicamen-
“24 horas al día, 365 días al año al servicio del bienestar ueserrista” es la premisa de esta oficina que actualmente se encuentra bajo la coordinación de la licenciada Scarles López de Villarroel, gerente general de la Fundación Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y el economista y experto en seguros César Marcano, quien amablemente nos informó sobre todo lo referente a la labor que día a día realizan
César Marcano: La OPAS ha influido positivamente en la vida del empleado ueserrista.
te un control estadístico de la comunidad ueserrista para poder así socorrer, con mayor rapidez, todo tipo de siniestralidad que se presente. También cuenta con relaciones constantes con las clínicas afiliadas al seguro médico, ejerce un control permanente de atención al público a través de las guardias y finalmente, controla y acelera la expedición de cartas avales, mantiene contactos permanente con el departamento de Recursos Humanos, además de la determinación y cancelación de casos no cubiertos. -¿De qué manera funciona OPAS ? -El proceso arranca cuando se reciben las llamadas de los miembros de la comunidad ueserrista en determinados momentos de emergencia. OPAS se encarga de agilizar los engorrosos trámites de ingresos y egresos de las clínicas, afiliadas a Bancentro, Bancentro actúa otorgando en menos de 48 horas las cartas avales, dependiendo del caso y del presupuesto, claro está. Se mantiene el contacto constante con las clínicas para conocer la situación del asegurado hasta su egreso. -¿Quiénes gozan de estos servicios? -Aunque esta oficina está destinada a so-
correr las emergencias de los empleados de la Universidad, y la comunidad estudiantil obtenga apoyo de parte de la Fundación para la Asistencia Médica de la Educación Superior (FAMES), OPAS tiene estipulado socorrer los casos de estudiantes que presenten mayor dificultad y prioridad. Por ejemplo, hace poco hubo un caso de un estudiante en el núcleo de Maracay que padecía cáncer y OPAS agilizó la ayuda directa, por ser un caso tan especial. -En materia de presupuesto ¿cuáles son los gastos que cubren? -Estos beneficios cubren un plan básico que está por el monto de los 3.750.000 bolívares y un plan de exceso que llega a los 70 millones de bolívares para cada asegurado pero, igualmente, se han resuelto muchos casos que están fuera de la cobertura de la póliza de seguro de la Universidad. Además, también tenemos el sistema de reembolso para quienes tengan gastos médicos fuera de las clínicas afiliadas, si ninguna de éstas cuenta con los servicios requeridos. -¿Podría hacer un balance de estos 10 meses de gestión? -Las cosas no son perfectas, pero la aceptación ha sido muy positiva. El equipo de OPAS ha recibido muchos agradecimientos de parte de gran cantidad de profesores, empleados, obreros y estudiantes, pertenecientes a los diferentes núcleos de la UNESR. La Oficina de Previsión y Atención Social, ubicada en la Torre del Colegio de Médicos en Santa Fe, Caracas, ofrece servicios 24 horas al día, los 365 días del año. Para cualquier consulta puede recurrir a los teléfonos 0212976 ó 0410-9750298 y al 0414 2533703 o 0416 309388.
¿Es posible la Andragogia en la Universidad Simón Rodríguez? • Julio Valdés Coordinador de Investigación del Decanato de Postgrado. La Andragogía es un enfoque educacional que se ha ido afianzando en diversos lugares del mundo, sobre todo a partir de los años 60. Implica una filosofía, una ética y una praxis, que conviene retomar permanentemente. La filosofía andragógica se sustenta en el humanismo (humanización del ser humano y de su entorno), el pragmatismo (el conocimiento para la vida), la educación permanente (el aprendizaje transcurre a lo largo de la existencia), y más recientemente en el constructivismo (construimos la realidad con otros). Ello implica de plano una ruptura de fronteras (tiempo y espacio), una acción educativa desde la vida y hacia la vida, la generación de proyectos para la reconstrucción permanente de la sociedad, la búsqueda de una realidad profundamente humana. La ética de la Andragogía abarca una actitud permanente de respeto entre seres humanos, una apertura constante al diálogo, al reconocimiento y aceptación del otro, a la negociación, a la búsqueda del consenso, en fin, al ser con otros. La práctica andragógica, desde la filosofía y la ética antes esbozada, apunta a la creación permanente de aprendizajes, desde los requerimientos vitales de los seres humanos, hacia la construcción compartida de la realidad. Implica diversificación creativa de las posibilidades educativas, flexibilización permanente de los espacios curriculares, fomento del desarrollo continuo de las posibilidades de cada ser humano.
La Universidad Simón Rodríguez se declara como universidad andragógica. Conviene profundizar las implicaciones de esta frase. La Universidad Simón Rodríguez, en un inicio, acusó un declarado carácter experimental. No obstante, con el paso del tiempo, sus estructuras se han tornado rígidas (la gente se adapta a las estructuras y no al revés). Desde hace buen rato, no ha planteado públicamente el hallazgo de un nuevo camino válido para la educación. La USR, es lícito recordar, ha sido pionera en diversas modalidades educativas, que después dejó, sin mayor evaluación, para que otras instituciones se las apropiaran. Ejemplo de esto tenemos los estudios regionales universitarios supervisados (alternativa para potenciar zonas de desarrollo en la regiones), la metodología de proyectos (opción que el CEPAP ha demostrado ser válida en el trabajo comunitario y, aún, en el de la educación escolarizada), el reconocimiento del aprendizaje por experiencia (modo conveniente para el reconocimiento y acreditación de aprendizajes vitales), y la educación a distancia, con formato electrónico (modo indiscutible para que la universidad rompa sus fronteras y llegue a múltiples regiones, organizaciones, grupos…). Estas modalidades representaron caminos novedosos, académicos y vitalmente significativos, que bien pueden retomarse y reasumirse, bajo nuevas ópticas y requerimientos. Retomamos la pregunta: ¿es posible la Andragogía en la UNESR, hoy día? Hablemos de tres niveles de profundización, para que universidad pueda asumir plenamente la metodología de proyectos en toda su extensión. Un primer nivel, la práctica cotidiana del facilitador. La
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Andragogía apoyaría el surgimiento o afianzamiento de nuevos enfoques para plantearse el hecho educativo dentro de la institución. Se requeriría la diversificación de los procedimientos empleados, disminución de las clases expositivas y mayor inclusión de la dinámica de grupos, mayor participación responsable del estudiante (por ejemplo, por medio de proyectos), mejores oportunidades de evaluación (el reglamento lo permite). Ello implica mantener a flor de piel una opción ética de respeto al estudiante, de incentivo permanente del diálogo, de flexibilidad procedimental, de multiplicidad creativa, bajo unas normas claras aceptadas por todos. Un segundo nivel, el organizacional. Las acciones en el aula han de sustentarse en un piso organizacional estable, que tienda a la potenciación del ser humano, que favorezca la convivencia y la libre expresión de las ideas. Ello pasa por la construcción de nuevas reglas de juego que (sin romper en un principio con las jerarquías establecidas) brinde a los docentes, los técnicos y administrativos, los obreros estabilidad y seguridad, opciones de crecimiento personal y colectivo, posibilidades reales de participación, de desarrollo de iniciativas laborales, de proyección hacia la realidad social. Un tercer nivel se refiere a la universidad ante el país. Se trata de romper las actuales fronteras institucionales y ampliar las potencialidades dialógicas de la universidad, interactuando con diversas organizaciones y grupos de la sociedad. Ello favorecería la búsqueda de soluciones a los requerimientos de la gente, y la prefiguración de nuevos caminos para la búsqueda de nuevos estadios sociales, cosa que incluye la construcción de nuevos mercados de trabajo.
La UNESR ante el país • Dra. Ninoska Díaz de Mariña Postgrado Caracas
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on este título se celebró en diciembre del 2001 una reunión preparatoria en los espacios del Cepap, convocada por el Decanato de Postgrado, a la sazón Víctor Córdoba Decano, cuya intención se avizoraba importante para organizar la 1a Jornada Nacional “La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez ante el País”, con corresponsabilidad organizativa del vicerrectorado académico - Decanato de Postgrado. Esta reunión tendrían por objetivos compenetrarnos en las dimensiones del problema y definir los grandes lineamientos temáticos de discusión que, a partir del diálogo entre los ponentes y la audiencia se generarían, lo cual llevaría posteriormente a este grupo a definir estrategias para organizar el evento nacional en algún espacio y tiempo del descorrer del 2002-2003. Para la época la organización de esta jornada se vislumbraba no sólo importante sino necesaria. A tal efecto y después de la apertura del encuentro por la Dra. Caponi, se comenzó el diálogo cuyos ponentes fueron el Dr Juan Carlos Brandt, la Dra Thaís Marrero, el Dr Víctor Córdoba, el Dr José Miguel Cruces, la prof. Aura Alvarez, el Dr. Gregorio Valera y el Prof. Julio Valdez. Esencia y existencia El evento fue fructífero y a grosso modo se propuso el pensarnos como universidad: (i) reconocer nuestra identidad institucional, (ii) reconocer el contexto en el cual nos insertamos, (iii) indagar nuestro modo de ejercer lo académico. Ello lo traigo a colación porque particularmente lo considero un proyecto valioso que si ayer lucía importante y necesario, hoy es trascendente y vital para el quehacer de nuestra universidad. De mis notas sobre el evento hay una serie de gráficos, relaciones que apuntan a señalar algunos aspectos centrales destacados en las ponencias-conversaciones presentadas por los invitados que abren camino a interrogantes que en un evento de esta naturaleza, sería necesario acometer. Decía el Dr. Brand, uno de nuestros ponentes, que nuestra identidad, es decir, lo que somos y cómo somos lo debemos buscar tanto (i) en la filosofía educativa de Simón Rodríguez en su concepción de la educación como medio para el desarrollo de ciudadanía y como medio para la libertad y la emancipación dentro del contexto de la convivencia entre hombres y mujeres de bien, como (ii) lo que, palabras más palabras menos, llamaba la esencia de lo que hacemos en nuestro quehacer cotidiano, señalando que toda esencia se realiza o deviene en la existencia y ello implica una responsabilidad de los actores, siendo éstos los que construyen esa esencia a partir de la manera y el modo en el que despliegan su acción cotidiana. Compromiso de llamarse Simón Rodríguez Del desarrollo de esta reunión preparatoria se destacaron varias interrogantes que “resuelven” la problematización sobre los aspectos arriba señalados. Por ejemplo, ¿qué significa para nosotros llamarnos como Universidad “Simón Rodríguez”? ¿Comprome-
te nuestro epónimo el ejercicio de la academia, la orienta al menos en un sentido? ¿La educación / formación que se brinda en nuestros espacio es de un modo particular y no de otro? ¿Es ésta una universidad? ¿Somos nacionales? ¿Si somos una universidad nacional estamos integrados a las comunidades o tenemos dispersión geográfica? ¿Somos experimentales? ¿De qué manera o modo ésta experimentalidad es una “ventaja comparativa”? ¿Es una universidad andragógica? ¿Qué es ser una universidad andragógica? ¿Comprendemos todos, siquiera de algún modo que nos identifique como colectivo, el sentido y el significado que tiene el ser una universidad andragógica? ¿Es la participación verdaderamente algo que nos identifica desde la práctica académica (docencia, investigación y extensión)? ¿En la docencia realmente somos facilitadores de aprendizajes y utilizamos alguna metodología no centrada en el discurso sino en la persona que aprende? ¿ Acaso seremos sólo reproductores de lo que otros dicen? ¿En la investigación es nuestra universidad una comunidad de generación de conocimiento? ¿Nos hemos planteado saber si generamos conocimiento para qué o para quiénes y de qué modo lo hacemos? ¿Cómo es eso del principio de educación permanente? ¿En la concepción de currículo qué implicaciones y de qué modo se comprenden los estudios independientes? Los sistemas de reconocimiento de aprendizaje y de acreditación por experiencia, ¿nos identifican de alguna manera? ¿Es ésta una parafernalia o ello obedece a una concepción filosófica del modo de abordar la docencia, la investigación y la extensión en el quehacer académico característico de esta universidad? Es más, como colectivo ¿lo entendemos así? Estos tópicos interrogados por ponentes y audiencia llevaban a considerar la importancia de reconstruirnos a través de lo que hacemos en la práctica cotidiana para precisar quiénes somos y cómo somos. Se apuntaba que ello no bastaba de por si, requeríamos conocer también el contexto en el que nos insertamos, necesidad que si ayer era importante hoy luce imperiosa y vital para el ser universidad de nuestra comunidad. ¿Cómo reinventarnos? Para aquel entonces hablábamos de definir una línea de acción hacia el país, lo cual
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implicaba interrogar los referentes en cuanto a los actores sociales, la coyuntura política-social del momento, la globalización y el papel de nuestra universidad en el contexto globalizador. Ello implicaba de alguna manera precisar una visión que aunque dinámica y flexible para ser revisada y cambiada de tanto en tanto, abriera rumbos de acción posible. ¿Pero cuáles rumbos? ¿Quién decide los rumbos... la universidad y su enlentecida majestuosidad o el colectivo societario al que se debe y el que le da sentido a final de cuentas?, Y allí hoy como ayer, un reto: ¿Cómo ser un espacio de debate e interlocución que provea la oportunidad de generar propuestas, anticipar, prever, comprender y responder a las comunidades y a la sociedad venezolana en general? ¿Cómo enfrentarnos a las necesidades del contexto? En definitiva ¿Cómo reinventarnos? Reflexionar, cambiar, abrir cauces Si bien es cierto, que hablábamos de diciembre del 2001, hoy es enero del 2003, apenas un año de la celebración de la reunión preparatoria y si en aquel entonces se vislumbraba la necesidad dialéctica de mirarnos hacia adentro y hacia fuera, es decir, interrogarnos acerca de cuáles respuestas ante cuáles preguntas de cuáles comunidades, hoy más que nunca se siente esa necesidad de avanzar en esta dirección como un imperativo ético ¿Acaso conocemos sus necesidades, sus preguntas? Y además interrogarnos sobre ¿cómo hacerlo con eficiencia y prontitud?. Allí hay un hueso duro de roer, un escollo. ¿Cómo conjurar prácticas solipcistas y autoreferenciales, cómo crear y recrear nuestra identidad, inventarnos y reinventarnos en la respuesta oportuna y proactiva a los requerimientos de las comunidades desde el ámbito de la docencia, la investigación y la extensión y, al mismo tiempo, ser una institución suficientemente consolidada como para marcar rumbos en una era de incertidumbres como la que vivimos? Esta es una tarea compleja del colectivo ueserrista, reflexionar, cambiar, potenciar, abrir cauces a comunidades de prácticas con la plena conciencia de nuestra responsabilidad en el ser universidad de nuestra comunidad y mirarnos como una organización intermediaria de desarrollo humano del venezolano, responsabilidad que no puede ser soslayada en el contexto hoy.
• Lic. Beatriz de Torres
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Coordinadora de Prensa
n 24 de enero de 1974 se firma el Decreto Presidencial N° 1.582, que da inicio a uno de los experimentos educativos más novedoso en la educación superior de esta era: la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Bajo el amparo de tan insigne nombre, que obliga al compromiso permanente, nace como una universidad nueva, con carácter experimental, para dar respuesta a los requerimientos educativos que planteaban la necesidad de ensayar nuevos esquemas organizativos, nuevas metodologías para el aprendizaje, nuevas concepciones en las funciones y responsabilidades universitarias. Nace para incrementar la productividad de los logros académicos en función del ser humano y del desarrollo nacional. Nace para formar ciudadanos libres, con identidad, espíritu crítico y creativo, capaces de participar activamente en el avance del proceso social, económico y cultural de la nación. Nace para promover el establecimiento de una sociedad libre, democrática, pluralista, participativa, dinámica, equilibrada, humana y universalmente solidaria. Antes de su creación El entonces ministro de Educación, doctor Enrique Pérez Olivares, en conformidad con los preceptos académicos correspondientes, por Resolución N° 448 de fecha 28-10-71, crea la Comisión ad-hoc que realizaría los estudios de factibilidad para la creación de la Universidad Simón Rodríguez. La misma estuvo integrada por los doctores: Enrique Castillo Pinto, Eduardo Morales Crespo, José Melich Orsini, Antonio Moles Caubet, Eddie Morales Crespo, José Luis Salcedo Bastardo y José Enrique Yaber Pérez. El informe obtenido fue remitido para su consideración al Consejo Nacional de Universidades, que en Resolución N° 56 de fecha 30-11-73, designó la Comisión para el estudio del Proyecto de Creación. Estuvo integrada por los doctores: Rafael José Neri (Universidad Central de Venezuela), Víctor Fossi (Universidad de Oriente), Blas Lamberti (Universidad Metropolitana), Gonzalo Pérez Luciani (representante del Congreso Nacional). Esta Comisión rindió informe positivo sobre el cumplimiento de las condiciones y requisitos necesarios para su aprobación. El 24 de enero de 1974, el entonces Presidente de la República, doctor Rafael Caldera, en ejercicio de la atribución 22 del Artículo 109 de la Constitución y de conformidad con lo dispuesto por el Artículo 10 de la Ley de Universidades, procede a la creación de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. El 13 de marzo de 1974, la primera Comisión Planificadora de la Universidad, transfiere sus poderes al Consejo Rector designado por el ciudadano ministro de Educación de conformidad con lo previsto en el artículo 3° del Decreto de Creación que reza: “El Consejo Rector estará integrado por siete miembros designados por el Ejecutivo Nacional. Los miembros del Consejo Rector deberán ser personas de reconocida trayectoria o profesionales o en el servicio del Estado”. Lo integraron los doctores: José Melich Orsini, Eduardo González Reyes, José Luis Salcedo Bastardo, Eddie Morales Crespo, Antonio Moles Caubet, Héctor Font Viale-Rigo y Enrique Castillo Pinto. Esta gestión universitaria culminó el 31 de agosto de 1975.
UNERS 29 años abriendo caminos en educación superior ción de las labores institucionales en función de la realidad socio-económica nacional, la demanda matricular en la educación superior y las expectativas con respecto al ensayo experimental que se realizaba en la sede de la Institución, situada en Caricuao. Paralelamente, tomó medidas para la elaboración de la estructura organizacional, académica y administrativa. También formuló las bases para la elaboración técnica y racional de un presupuesto que permitiera determinar los límites para la captación de recursos humanos y las necesidades materiales prioritarias. Se dan los primeros pasos para la construcción de una estrategia de desarrollo que permita ampliar por etapas la matrícula estudiantil y diseñar fórmulas experimentales, orientadas a explorar caminos para atender un mayor número de estudiantes con índices de costos menores, vincular la Universidad a la producción y el mercado de trabajo y crear fuentes propias y desarrollables de ingresos para lograr su autofinanciamiento. Después de un profundo análisis de los objetivos planteados, se adoptaron decisiones con el fin de armonizar el estilo de funcionamiento encontrado - que evidenciaba algunas contradicciones -, reorientando el crecimiento universitario en función de las nuevas metas sin perder la condición de experimentalidad y manteniendo la sede de Caricuao como la premisa de un experimento construido sobre bases autogestionarias. Este experimento sería la primera sede de la Universidad, más tarde el primer Núcleo y luego se convertiría en el Centro de Estudios para el Aprendizaje Permanente (CEPAP), constituido por el Sistemas Educativo Experimental y el Sistema Administrativo Experimental, integrados a través de proyectos, cuya naturaleza ofrecía las posibilidades de realizar actividades de investigación conjuntamente con actividades de ejecución. Estos sistemas implicaban la participación activa de los estudiantes. En el año 1989, con la aprobación de una nue-
LA UNESR: primeros pasos El 28 de agosto de 1975, según Resolución N° 262, la ministra de Educación Encargada, doctora Ruth Lerner de Almea, designa un nuevo Consejo Rector integrado por los doctores: Félix Adam, Alfredo Ducharne, Guillermo Herrera, Héctor Izaba, Ricardo Ojeda, Ramón Vielma y Luis Cortés. Este Consejo Rector - septiembre de 1975 -, una vez evaluado el trabajo que se venía realizando, formuló planes para el desarrollo, cualificación y amplia-
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va estructura académica de la institución, se crean cuatro Centros Regionales conformados por los 18 Núcleos existentes: Palo Verde, Caricuao, Los Teques, Valles del Tuy (Región Capital); Maracay, Canoabo, San Juan de Los Morros, Apure, San Carlos (Región de Los Llanos); Barquisimeto, Valera, El Vigía, Coro (Región de Occidente); Barcelona, Ciudad Bolívar, Maturín, Zaraza, Valle de La Pascua (Región de Oriente). De esta manera, la Universidad Simón Rodríguez emprende una dura lucha por mantener el propósito de su creación: su carácter experimental, andragógico y nacional. Filosofía orientadora del quehacer universitario Siguiendo los sabios preceptos de la filosofía educativa de Don Simón Rodríguez, con la finalidad de orientar la toma de decisiones y el quehacer universitario para lograr las metas propuestas, se formula un esquema filosófico. El esquema va a permitir una praxis de los fundamentos autóctonos de una filosofía propia de la institución con respecto a la educación superior, en cuanto a la metodología, recursos y características idiosincrásicas de nuestro pueblo. Este esquema filosófico se puede resumir de la siguiente manera: 1. El carácter experimental de la Institución, lo cual significa ensayar nuevos esquemas organizativos, nuevas metodologías para el logro de los aprendizajes y nuevas concepciones en las funciones y responsabilidades universitarias. 2. El carácter andragógico de la Universidad, entendiéndola como una comunidad de gente adulta en capacidad de formular sus propios proyectos para alcanzar sus fines académicos y administrativos, dosificando su ritmo de avance en función de sus capacidades naturales y del cuadro coyuntural de su propio ámbito. 3. El carácter nacional de esta casa de estudios, lo que significa que no está limitada por encuadramientos geográficos. La Universidad estará donde ella sea necesaria y no implicará la competencia con otras instituciones de Educación Superior, sino la cooperación interuniversitaria. Universidad experimental Según el informe presentado por la UNESR al Consejo Nacional de Universidades, en mayo de 1976, las características esquemáticas con las cuales se concibe a la institución, en un primer momento, impiden ofrecer una visión acabada de contenido y justificación. Por una parte, trata de mantenerse dentro de un esquema experimental, cuyo trabajo se orienta sobre bases hipotéticas en busca de resultados teóricamente posibles, para alcanzar metas beneficiosas en el desarrollo de la Educación Superior en el país. Por otra parte, se formulan proyectos experimentales en una universidad que ya venía funcionando, lo cual trajo como consecuencia el doble compromiso de proyectar estos programas en forma paralela a los existentes, que significaban grandes compromisos con la comunidad nacional.
Himno de la Universidad Experimental Simón Rodríguez Desde el Ávila Dios taciturno, a los Andes, el Llano y el Mar en tropel nuestras voces al turno vuelan todas en canto triunfal (coro) Don Simón, padre nuestro seguimos tras tu huella bravía y emérita a tu ejemplo auroras pedimos inmortal ciudadano de América. Tus palabras son surcos fecundos tu mensaje se yergue hacia el sol alboradas antiguas de mundo ilumina tu ejemplo ductor
Dentro de este contexto, la tarea más difícil para una universidad que aspiraba mantener merecidamente el calificativo de experimental, era, cómo evitar la presión que significaba el efecto de demostración de valiosos institutos superiores del país, que desarrollaban esquemas metodológicos y organizacionales de tipo convencional. Además de experimentar, independientemente de la formulación de una doctrina coherente de hipótesis de trabajo, para determinar metas y objetivos, estrategias, metodologías, técnicas y procedimientos, se desarrolla una labor de concientización profesional interna de la Universidad, identificando los propósitos y posibilidades que significaba ir hacia esquemas inteligentes e innovadores de diferentes magnitudes. Es así como el primer Núcleo de la Universidad Simón Rodríguez, creado en el año 1975, en el sector de Caricuao de la ciudad de Caracas, nace con el nombre de Centro de Experimentación para el Aprendizaje Permanente (CEPAP). Este centro experimental a pesar de no poseer una tradición continuada de investigación, mantiene y promueve hoy en día -, una metodología de funcionamiento a través de proyectos, dándole una base de trabajo para alimentar líneas y proyectos de investigación ligados a las comunidades. Se crean también tres Estaciones Experimentales: Río Negro (estado Miranda), Cataurito (estado Aragua) y La Iguana (estado Guárico), con la finalidad de impulsar la investigación en el campo venezolano, aplicando tecnologías adaptables a los problemas agrícola y pecuario de su entorno. Con el paso de los años se crean otras dependencias académicas y de investigación: Instituto de Estudios Científicos y Tecnológicos (IDECYT), Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) y el Decanato de Postgrado, con la finalidad de ampliar y apoyar las áreas de investigación y experimentación para contribuir al desarrollo integral del país. Haciendo historia Cuando la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez se estaba gestando, producto del diseño que formulaba el grupo de profesionales seleccionados para este fin por la Comisión Organizadora, éste encontró un local en el Sector UD2 de Caricuao, construido por el Ministerio de Educación en terrenos del INAVI. El local había servido inicialmente como dispensario y más tarde albergó una escuela primaria. Corría el mes de septiembre de 1973, cuando el empeño de estos profesores los llevó a tomar dicho local como la primera sede de la Universidad. En esta primera sede se comenzaron a recibir – según lo establecía el proyecto inicial de estructuración-, los estudiantes egresados de Colegios Universitarios e Institutos Tecnológicos, que hubiesen cursado por lo menos dos años del Ciclo Básico Superior. Ellos, serían los primeros en incursionar en la metodología y filosofía con las cuales la Institución se proponía formar y conformar un recurso humano más crítico y creativo.
Caricuao se va a constituir en el pionero de los Núcleos. Seguía existiendo, con la particularidad de funcionar con una misma metodología para las áreas de Administración y Educación. No había un diseño preestructurado; el estudiante a medida que avanzaba en el proceso podía optar por alguna de las dos áreas. A este sistema de enseñanza se le llamó metodología de proyectos. La carrera de Educación se fue estructurando de tal manera que se convirtió en el Centro de Estudios para el Aprendizaje Permanente (CEPAP) y la carrera de Administración comenzó a aplicar el pensum normal, convirtiéndose propiamente en núcleo. Uno de los problemas fundamentales para el normal funcionamiento y desarrollo de las actividades educativas, fue el espacio tan limitado que imposibilitaba la convivencia de las acciones formadoras de profesionales que permitiera cumplir con los objetivos propuestos, en beneficio de los requerimientos y necesidades del país. La metodología que se venía aplicando en la primera sede de la institución, se fue consolidando de tal manera que en el año 1975, bajo la rectoría del doctor Félix Adam, se inicia la creación de otros Núcleos, con el fin de cubrir la demanda estudiantil en todo el territorio nacional. Así aparecen los modelos de Chacao y Los Dos Caminos en Caracas, el Programa Canoabo en el estado Carabobo y el área de Producción Agrícola con la finalidad de contribuir a la solución de los problemas del agro venezolano. Esta área enmarcó todas las acciones desarrolladas por la institución en las actividades de docencia, investigación, extensión y producción en el sector agrícola. Para ese momento, la institución, basándose en el pensamiento filosófico de su epónimo Don Simón Rodríguez, comienza a transitar el camino hacia un modelo distinto de Universidad con el fin de dar respuesta a las diversas interrogantes que planteaba el desarrollo social y económico del país. La Universidad hoy La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez es una expresión de la vida que no se detiene, que se proyecta en la búsqueda de grandes metas, señalando nuevos caminos para situarse en la vanguardia del conocimiento. La institución se ha venido renovando para repensarse, en función del tipo de profesional requerido para satisfacer las exigencias del país en lo económico y lo social. Es decir, se ha rediseñado en función de las nuevas realidades nacionales y las exigencias planteadas en términos de competencia. El gobierno universitario actual, se suscribe en el proceso revolucionario nacional y la transformación del Sistema de Educación Superior. Ha tomado verdadera conciencia de los cambios institucionales, revisando sus estructuras académicas y administrativas, así como el ejercicio de la docencia y la función investigadora. Basándose en la importante relación de la universidad con el ambiente social, económico, político y cultural de la nación, las respuestas de la institución al país están siendo medidas por su calidad y utilidad a nuestra sociedad. Transformación universitaria Es el momento propicio, cuando la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez está cumpliendo 29 años de creada, para publicar textualmente - en esta reseña histórica de la institución -, los “Fundamentos Conceptuales, Filosóficos e Ideológicos para la Transformación Universitaria”, plasmados en el Informe de Gestión del lapso comprendido de mayo 2000 a diciembre 2001, presentado por el doctor Emil Calles Paz, rector, al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, Consejo Nacional de Universidades, Consejo Directivo de la UNESR y comunidad ueserrista: “Si queremos crear un nuevo país, construir una verdadera democracia, es imprescindible llevar la revolución a la educación. Dentro de este panorama, la Universidad debe ser marco de referencia fundamental para la trans-
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formación del país en procura del bien de todos sus ciudadanos. El objetivo fundamental de la transformación universitaria debe ser la formación del pueblo para el ejercicio de la participación democrática y la capacitación de los profesionales para la construcción de un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, mandato prioritario de la Constitución Bolivariana de Venezuela (1999). Las universidades no pueden someterse de manera mecánica a las necesidades del mercado, sino preparar a los profesionales para que actúen ética y eficientemente en los escenarios de tomas de decisiones. Una educación de calidad debe formar profesionales críticos, conocedores de sus deberes y sus derechos, de ideales democráticos, con sentido ético, sensibilidad humana, y con visión colectiva, capaces de impulsar creativamente pensamientos y acciones transformadoras de la realidad nacional, dispuestos a no asimilar acríticamente tecnologías foráneas. La educación como disciplina social fundamental para el cambio debe comprender e interpretar la realidad para transformarla y mejorarla. Bajo esta perspectiva, la universidad venezolana tiene hoy en día la misión ineludible de contribuir, a través de todos sus sectores, a la construcción de una sociedad democrática y participativa, sin exclusión social, con una economía productiva, diversificada, moderna y solidaria con una visión cultural que refuerce la identidad nacional y libere al ciudadano del coloniaje ideológico, para hacerlo sujeto de su propio desarrollo, sustentado en la diversidad étnica y pluricultural. Las universidades deben estar al lado del pueblo en los procesos de cambio, en cuanto son las llamadas a convertir el sentimiento nacional en un proyecto factible de transformación. La Universidad, dentro de un Sistema Integrado de Educación Superior debe recuperar su papel como conciencia crítica y moral de la sociedad. Es fundamental una verdadera transformación intelectual y moral que permita superar el individualismo de las personas e instituciones y promover la unidad en el respeto de las diferencias, estableciendo una ética de lo colectivo, que incluya los valores humanos de libertad, justicia social, tolerancia y solidaridad. La calidad y la excelencia en las instituciones universitarias deben fundamentarse en un clima académico de discusión y debate, de justicia y libertad, sin sectarismos mezquinos ni favoritismos grupales. La investigación y la extensión deben estar relacionadas con líneas de trabajo que se desprendan de las necesidades e intereses, nacionales y regionales como son: hábitat, agroalimentación, salud, vivienda, comunicaciones, educación, transporte, energía, ambiente y recursos naturales. Es imprescindible que la verdadera democracia penetre todos los espacios en el mundo universitario, sin separar la educación de la política y la política de la ética, porque el objetivo fundamental debe ser promover una formación que permita la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones. Para lograr lo anterior, es necesario que los estudiantes ingresen a la institución y prosigan sus estudios en igualdad de condiciones y oportunidades, se respeten las diferencias de opiniones de todos los integrantes de la comunidad y se reforme la anacrónica legislación universitaria. Para finalizar, debemos luchar por una autonomía humanista, la cual tenga como objetivo que las Instituciones de Educación Superior estén comprometidas con los intereses nacionales pero independientes de aquellos elementos ajenos al ideal universitario que impiden la expansión del conocimiento y la libertad de ideas”.
En el marco del aniversario de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Núcleo Abierto conversó con tres miembros de la comunidad para que nos relataran, según su perspectiva, cómo fue el inicio de este proyecto y su trayectoria hasta ahora. Ellos son testigos de aciertos y desaciertos que forjaron hoy una de las primeras casas de estudios del país.
claro éramos muy pocos. Con el tiempo la universidad fue creciendo y con ayuda de las gobernaciones y alcaldías se abrieron más núcleos y por consiguiente creció el personal.
• Alí Viloria Cruz
Ant: Parece que fue ayer
t
oda historia tiene un comienzo, y aunque el de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez no está muy documentado, aún en su comunidad existen personas que vivieron esa etapa y tienen una perspectiva única de lo que fue la universidad, es y será. José Miguel Cruces, profesor investigador, hoy director del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico; Blanca López, actualmente secretaria de la dirección de Cooperación Interinstitucional y Jesús Blanco, director y productor de televisión jubilado, ahora presidente de TV CARICUAO. -¿Según sus perspectiva, cuéntenos acerca de los inicios de la UNESR?
José Miguel Cruces -Llegué a la universidad junto con un grupo de colegas, más o menos jóvenes, de veinticinco a treinta años con pregrado, ninguno teníamos hasta ese momento postgrado. Llegamos a un proyecto que tenía que ver con el desarrollo agrícola venezolano, éramos un grupo de diez profesionales distintos al resto de los demás de la universidad, porque éramos gente que venía de hacer
Un pasado, varias perspectivas ciencia básica, agronomía y veterinaria, a trabajar en una universidad donde la mayoría de los profesores eran educadores, profesionales de las ciencias sociales. La universidad en ese momento era un proyecto muy interesante desde el punto de vista social, porque tenía un filosofía que llamaban andragógica, es decir, se potenciaba, se valoraba, todo lo que tenía que ver con la responsabilidad, con la adultez y con proyectos innovadores que con el tiempo se desdibujaron, al punto de que hoy tenemos una amalgama de muchas cosas, algunos dicen que es andragógica, pero no es andragógica, ¿es convencional, tradicional como otras universidades?, quizás es y una suerte de sueño no cumplido, porque mucha gente que entró en esta universidad, lo hizo con el deseo de utilizarla como instrumento de transformación de la educación superior venezolana, de servir como base para ello, pero ese camino fue terrible.
Blanca López -Comencé en 1976, en la Secretaría de la universidad y para ese entonces sólo existía el Núcleo Caricuao, donde funcionaba casi todo. Las oficinas las teníamos en el Instituto Uni-
versitario de Caracas, donde estaba el vicerrectorado académico y las estaciones experimentales. En la UNESR, sólo se impartían clases a personas con experiencia y niveles de estudios mayores al de bachillerato. Más adelante por la demanda se cambió el sistema y se empezó a aceptar gente por el CNU. La Universidad necesitaba personal con experiencia laboral y muchos de los que contrataron venían de otras universidades, en los inicios había bastante trabajo y disciplina, aquí no había reposeros ni nada de eso. A medida que fueron saliendo autoridades y llegando otras fue llegando más personal y se fomentó como un círculo de tráfico de influencias para contratar más gente, hecho que siempre se combatió pero no se sancionó. En aquellos tiempos existía un programa de estímulo al empleado, mediante una evaluación anual que se traducía en aumento de sueldos y otros beneficios; los pagos eran puntuales y trabajábamos en un ambiente muy familiar; los empleados éramos muy unidos;
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Jesús Blanco -Llegue aquí en el año 77, no estuve en el proceso anterior, pero me entusiasmó mucho y empecé a averiguar cómo había sido todo ese desarrollo previo a la universidad, es más, yo coordinaba un departamento audiovisual y me tuve que empapar de todo lo que pasaba. La Universidad fue creada en 1971 porque se conmemoraba el bicentenario del nacimiento del Maestro Simón Rodríguez. El presidente Caldera nombra una comisión de estudio para su creación. Ya se habían fundado tres universidades experimentales, la de Oriente, la centro occidental y la Universidad Simón Bolívar. Casi todas ellas con una base en investigación científica y tecnológica. Cuando deciden crear la Universidad Simón Rodríguez conciben que debe seguir la orientación humanística de su ilustre epónimo. Con esa característica, quienes trabajan en este proceso, comienzan a desarrollar el proyecto teniendo en cuentan la doctrina pedagógica robinsoniana. Creo que esa intención de siempre estar en consenso y en discusiones debió ser respaldada por un proceso de investigación importante y la universidad no ha dado la talla en ese sentido, porque es una universidad nueva que te propone cosas nuevas, pero en el fondo se ha convertido en una universidad tradicional chiquita que no tiene las herramientas. Los estudiantes vienen nada más a terminar de sacar un título porque necesitan mejorar su calidad de vida, toda esa relación hacia la comunidad se ha perdido, los estudiantes no se identifican con su comunidad, eso no significa que no haya actividad comunitaria, la hay y muy buena, pero como no hay un proceso de investigación permanente, no se sabe exactamente hacia dónde dirigirlo. Volviendo al proceso históri-
co de la universidad, una de las teorías que se manejaba en los inicios fue que esta Institución no necesitaba ni pupitres, ni tiza, ni pizarrones, eso lo tenían que abolir, pero la gente vivía en una contradicción porque los profesores que llegaban eran de tiza, pizarrón y cosas como esas, entonces se encontraban sin tizas y pizarrones y ellos tenían la necesidad de tenerlos, porque precisamente no habían desarrollado una filosofía verdaderamente de lo que era una universidad experimental. Cada autoridad le daba una visión distinta a la Institución, por ejemplo, Félix Adam no le concedía mucha importancia a la planta física. Para él cualquier lugar era bueno; impulsó la investigación agrícola a través de las estaciones experimentales. Gustavo González Eraso, llegó despidiendo a mucha gente, todavía no había salido en gaceta su nombramiento y ya había salido de más de cincuenta personas. Él creía que existía mucho personal y además no le prestó importancia al trabajo que se hacía en las estaciones experimentales y lo que eso significaba para las comunidades de las regiones. Elizabeth Yabour de Caldera le quiso dar cierta majestad a la universidad y se preocupó más por la planta física, además, una cosa que siempre respetó Caldera fue el pago de sus empleados. Después vino Pastrana y todo fue distinto, él fue muy astuto, tenía muy buena relación con los sindicatos, más no con los empleados. No todo fue malo con el mandato de Pastrana, dicen que hubo malos manejos durante su período, pero no podemos obviar que también concibió una universidad más moderna. Después me jubilé y discutíamos a nivel de pasillo. Un dato curioso es que había como un acuerdo entre los partidos políticos, porque cuando cambiaba el gobierno cambiaban las autoridades, pero el dato era que si el gobierno era copeyano las autoridades eran adecas y viceversa, a veces había hasta combinaciones. -¿Qué principios quisiera mantener en la Universidad? José Miguel Cruces: -Quisiera que se retomara el proyecto de transformación de la universidad venezolana, que sirviera de modelo a otras universidades desde el punto de vista de innovación educativa, eso es posible hacerlo porque tenemos la experiencia, como es el caso del Centro de Experimentación para el Aprendizaje Permanente (CEPAP), y retomar algunas cosas que se puedan poner en vigencia. Por otro lado quisiera una universidad que trabajase más con las comunidades, que se
integrará más y que formará profesionales que se involucrarán más con las comunidades. En la Universidad se deberían mantener restricciones en la matricula, para que los profesores puedan tener tiempo para su formación y para la investigación, es más hay profesores que no tienen el habito de formarse, de manera que es un detalle que hay que fomentar. Por otra parte, debemos darle cabida a lo político, a lo religioso, a lo artístico, y debemos convencernos todos que el objetivo de la universidad es académico fundamentalmente, que la universidad es un espacio académico, lo político es necesario pero los partidos políticos han invadido las universidades. Blanca López: -En la actualidad se han hecho cosas para mejorar la situación del personal, se han mejorado las condiciones de mobiliario y equipamiento, también se ha pagado parte de la deuda que tenía la universidad por años con sus empleados. Pero si yo tuviera la oportunidad de establecer algo, sería darle la opción a la comunidad de elegir a sus autoridades, claro, primero deben formar el claustro y hacerlo correctamente según las normas. También desearía que se estimulara más al personal desde los obreros hasta los docentes. Jesús Blanco -Creo que la falla sigue siendo la investigación, porque casi todos los trabajos son de ascenso. En principio yo estimularía a los profesores que están en aulas para que investiguen, desarrollen una carrera de investigadores y que los estudiantes no sólo vengan para formarse, porque lo que estamos haciendo es fabricando profesionales, aquí no hay discusión, en todas las universidades no hay discusión, eso hay que rescatarlo. Quisiera ver a la universidad en un proceso más auténtico, menos preocupada por los problemas políticos-administrativos, tú oyes que las discusiones que se dan tienen poco que ver con el contexto educativo y más con la falta de recursos. Otra cosa que hay que fomentar es el hecho de que la gente se sienta identificada con la Universidad, el orgullo por tu Casa de Estudio crea un vínculo, tú te puedes compenetrar con los símbolos de tu institución como con los de tu país, y eso es parte del proceso cultural que se vive. En los países hay una manera de comportarse, una forma de vivir, una música, todas esas cosas te ayudan a identificarte y fomentan el respeto por el colectivo.
Aumentan los egresados
• Alí Viloria Cruz En la Simón Rodríguez el incremento de la matrícula estudiantil es un hecho palpable en todos los Núcleos. A pesar de la precaria situación presupuestaria, la institución sigue abriendo sus puertas a mayor número jóvenes. Pero no es ésta la única forma en que se expande la universidad. En el año 2002 creció también en número de graduados, lo que se traduce en beneficio para el principal interés de cualquier academia, los estudiantes. La automatización de algunos procesos, aunada a la depuración de la información entre otros cambios, ha representado un incremento considerable de graduados, al punto de doblar en cantidad de graduados los de 2002, los de de 1999, y superar en 1300 graduados a los del 2000 y 2001. -Ver gráficoLos actos de grados se han convertido en maratónicos eventos, donde se reúnen en ocasiones más de mil graduados por acto. La espera se hace un poco larga, pero en nada comparada a la que estaban acostumbrados los estudiantes. Sean cuales sean los factores que incidieron en este incremento, el producto es lo más importante. Lograr graduar a más educadores, más administradores y más ingenieros de alimentos es un ejemplo de mejoría. Nota al diagramador: El gráfico está en mapa de bits, a color y en blanco y negro, de todas maneras puse el archivo de excel donde está el gráfico, para que puedas modificarlo si es necesario.
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• Maiby Betancourt
a educación superior ha estado vinculada al acontecer nacional. La garantía de la evolución social y económica, en gran medida, está en la academia. La década de los 70 fue una muestra de ello cuando la masificación hizo crecer la demanda estudiantil en las universidades e institutos del país. Este suceso incidió en la formación de nuevas alternativas de estudios universitarios, principal variable a la hora de establecer los orígenes y premisas de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Bajo el Decreto Presidencial N° 2582 de fecha 24 de enero de 1974, la UNESR surge como nueva opción para cumplir tres objetivos fundamentales: 1) Atender un mayor número de estudiantes al menor costo. 2) Corresponder la Universidad a las realidades económicas y productivas del país. 3) Crear fuentes propias de ingresos para lograr un alto porcentaje de financiamiento. La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez basó su modalidad de estudio en la andragogía, es decir, estudios supervisados, aprendizajes por proyectos, cursos libres especialmente para adultos, pero la creciente dificultad de acceso a la educación superior en nuestro país determinó una adecuación en el sistema de estudio de esta universidad, modificando los perfiles de ingreso de su acostumbrada población estudiantil. La demanda en la matrícula estudiantil para el año 2001 alcanzaba los 35.402 estudiantes. Hoy la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez ha distanciado su filosofía de la praxis para convertirse en una de las casas de estudios que mayores oportunidades ofrece a los nuevos bachilleres venezolanos. Visión de cambio Un crecimiento desmesurado sin planificación en sus inicios, escasez en el presupuesto asignado por el Ejecutivo Nacional, desórdenes administrativos, la necesidad de un campus universitario, irregularidades en la documentación e identificación de la comunidad estudiantil son algunas de las debilidades que hoy aquejan a la UNESR.“A grandes rasgos su primer problema fue el crecimiento desproporcionado que ha generado condiciones terribles para empleados, profesores y estudiantes”, aseveró el rector Emil Calles Paz. Este crecimiento en la actualidad ha exigido nuevas plantas profesorales, más empleados y mejores condiciones de trabajo que han sido desatendidas por la inequidad de su presupuesto. “No es secreto que tenemos escasez en la disposición de recursos pero debemos tomar en cuenta que esta universidad tradicionalmente ha sido una institución segregada económicamente, especialmente por los organismos de asignación presupuestaria” aseguró el vicerrector administrativo, profesor Freddy Gil. El actual equipo directivo, designado por el Ministerio de Educación Superior y encabezado por el rector Emil Calles Paz tiene la finalidad, según su vicerrector administrativo Freddy Gil, “de iniciar un proceso de recuperación y reestructuración de la Universidad en especial del área administrativa para desarrollar un proceso de participación, y así equilibrar económicamente el funcionamiento de la misma”. Por otra parte, la comunidad estudiantil también ha sufrido impactos como resultado de este fenómeno, especialmente lo que tiene que ver con irregularidades en el área
de Control de Estudios. “En el año 2001 existían más de 120.000 documentos sin archivar, expedientes desordenados, incluso documentos originales de estudiantes del interior del país deteriorados por roedores, todo un desastre, además de la desmoralización del equipo humano que trabajaba en esta área”, cuenta el secretario general de la UNESR, profesor Héctor Soto, quien igualmente afirma que las medidas para resolver esta problemática se cristalizaron inmediatamente en grandes beneficios para los estudiantes. “Al asumir el cargo inmediatamente se contrató una empresa que organizó el archivo de Control de Estudios hasta al punto de llevarlo a la digitalización. Ahora los expedientes de los estudiantes están en una base de datos, existe una reorganización física de las carpetas y de todo el material documental” aseguró el secretario. Esto también se ha traducido en una reorganización y depuración del congestionamiento en el otorgamiento de títulos, “restaurar el archivo de Control de Estudios ha permitido a la universidad, graduar estudiantes que duraban hasta tres años esperando una vez que terminaban sus estudios”. Según la Dirección de Control de Estudios de la Universidad, para el año 1996 la cifra total de graduandos alcanzaba los 1269 estudiantes, cantidad superada en el
Aspiraciones para la UNESR
“Lo que más deseo en este aniversario es que esta universidad tenga un futuro bien bello, que adquiera recursos como debe ser, que atienda los problemas de los estudiantes, que le dé respuestas a los conflictos de las comunidades y para ello estamos comprometidos”. Rector Emil Calles Paz “Exigencias al Ejecutivo de parte de toda la comunidad universitaria para lograr un presupuesto acorde a las necesidades reales e inmediatas de esta universidad; para ello debemos realizar una gerencia a corazón abierto donde la gente esté segura de lo que se está haciendo con los recursos y eso lo estamos construyendo”. Vicerrector administrativo Freddy Gil. “Cambios en los pénsum de estudio, esa la nueva realidad que estaremos trabajando para este año ”. Secretario Héctor Soto. “Crear especialidades, cambiar ciertas estructuras en las carreras y egresar profesionales con menciones actualizadas es el reto del año 2003”. Vicerrectora Académica Orietta Caponi. Nota: El profesor Freddy Gik dejó el Veicerratora Administrativo de la UNNERS, para asumir la presidencia de la Coporación Venezolana Agraria, designado por el presidente Hugo Chávez Frías. Felicitaciones y suerte.
Universidad Simón Rodríguez
Balance de hoy, visión de futuro Con motivo del vigésimo noveno aniversario de la creación de esta casa de estudios, Núcleo Abierto ha realizado un balance de sus logros, cambios y proyecciones, desde la perspectiva de sus principales voceros. De su trayectoria pudimos conocer por qué la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez se perfila en la actualidad como una de las instituciones que mayor vinculación tiene con la realidad de nuestro país. Enero 2003 | Nº 3 10
A pesar de las dificultades económicas, el proceso de reestructuración no se detendrá
Freddy Gil, Orietta Caponi y Héctor Soto acompañan la labor de rector Emil Calles , abriendo más espacios
2002 por más 4800 egresados entre pre y post-grado. Balance Histórico El vigésimo noveno aniversario de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez representa una fecha emblemática para hacer retrospección y percatarse de que el crecimiento de esta casa de estudios no sólo ha generado contrariedades. “La reactivación de los núcleos y las estaciones experimentales, además del trabajo en conjunto con las comunidades, avaladas por la Dirección de Producción y Educación Agrícola (DIPREAGRI), han sido algunos de los grandes logros que se han alcanzado en los últimos años”, aseveró el rector Emil Calles. Hecho que se relaciona directamente con el desarrollo agrícola de nuestro país. Siguiendo con los resultados, las autoridades de la UNESR aseguran que en la mayoría de los núcleos las actividades deportivas y culturales, gracias al reciente aumento de la matrícula estudiantil, han tomado un nuevo auge con la presencia de nuevos grupos corales, competencias deportivas y la ampliación de los espacios destinados para estas actividades. En materia de publicaciones esta dirección se fusionó con el área de Prensa, donde se lograron introducir nuevas líneas editoriales, “e impulsar las que ya existían con
la finalidad de promover la cultura y los eventos que tienen que ver con nuestra Universidad,”puntualizó el rector. En el campo de la administración, actualmente se están haciendo revisiones del programa de otorgamientos de becas para la comunidad ueserrista, además de plantear nuevos procesos de discusión con el Consejo Nacional de Universidades (CNU), “donde se propicien nuevas formas de asignación de presupuesto y sincerar lo que ocurre dentro de las universidades, para que a la hora de aplicar normas de austeridad se conozcan las necesidades de nuestra universidad en comparación con el resto de las instituciones de nuestro país” , afirmó el profesor Freddy Gil. Por último, en materia académica, el actual vicerrectorado dirigido por la doctora en Filosofía, Orietta Caponi, introdujo un proceso de depuración para aumentar la planta profesoral “en especial aquellos núcleos que se encontraban sin actividades académicas por falta de profesores, aunque por problemas de presupuesto no se ha podido aumentar la cantidad de docentes que realmente necesitamos”. De igual manera, otra de las problemáticas que más aqueja a la comunidad ueserrista tiene que ver con la justificación de las horas de ocupación de los profesores, “un profesor universitario -sin ánimos de per-
judicar-no debe ocuparse solamente de la docencia sino también debe cumplir funciones de investigación y extensión, para hacer un trabajo acorde con las necesidades locales, regionales y nacionales del país”, sostiene la vicerrectora académica, quien además aseguró que este departamento se ha visto en la obligación de aumentar la dedicación de los profesores e igualmente resolver problemas vinculadas con la abreviación de trámites para el cambio de categoría académica, “no sólo se trata de corregir fallas, sino también de fomentar y ayudar a los profesores para la realización de sus trabajos de ascenso y se logre con mayor rapidez el cambio de categoría” agregó Orietta Caponi. La reactivación de este sector se traduce en un desarrollo técnico y académico de la planta profesoral que trae beneficios directos al estudiantado y al resto de la comunidad en general. En la actualidad podemos ser testigos de realidades que demandan cambios estructurales en nuestra sociedad, en nuestro país y el equipo de autoridades de esta casa de estudios está consciente de ello. A su vez coinciden en que para resolver los problemas de hoy es necesario impulsar la participación de toda su comunidad y reconocer la corta vida de esta institución, para no incurrir en errores que se lamenten en un futuro, porque aún hay mucho por hacer.
SICE, nuevo Sistema Integrado de Control de Estudios • Alí Viloria Cruz En la Universidad Simón Rodríguez la problemática de Control de Estudios repercutía enormemente en el ánimo de los estudiantes y en su empeño por concluir su carrera. Un alumno a punto de graduarse necesitaba mucho tiempo para obtener sus notas o los datos de su desempeño no coincidían en su Núcleo, con la información de la oficina central de Control de Estudios. El equipo rectoral fijó como una de sus metas principales implementar un sistema moderno y eficiente que subsanara estos problemas y permitiera que los núcleos intercambiaran eficazmente cualquier información con la oficina central. Para ello se adquirió el nuevo Sistema Integrado de Control de Estudios (SICE), proyecto dirigido por el ingeniero Gustavo López, director de Tecnología de Información, conjuntamente con la profesora América Ferrer, directora de Control de Estudios. Núcleo Abierto conversó con la Ingeniero Carmen Muguerza, jefe del Departamento de Informática del Instituto de Estudios Corporativos y miembro del equipo de trabajo que pone en marcha el proyecto para que nos comentará los alcances del mismo. -¿En qué consiste este Sistema Integrado de Control de Estudios? -SICE surge de la necesidad de modernizar e integrar todos los sistemas de control de estudios de la universidad, motivado por las fallas actuales. Cada uno de los núcleos lleva el sistema a su manera, no es uniforme y la información no llega en forma constante al Control de Estudios central. Con SICE se busca lograr la integración de todos los núcleos, modernizar la
carga de datos, incorporar nueva información al sistema que es muy importante para generar estadísticas, como lo son los datos socio-económicos de los participantes, currículum de los facilitadores, de la parte de infraestructura y los ambientes que evitan conflictos en los horarios y las secciones. Asimismo se tendrá una mayor seguridad en cuanto a verificar cuáles son los usuarios que ingresan al sistema, eso es para evitar, por ejemplo, cambios de notas arbitrariamente. -¿Cuándo se decidió implementar este nuevo sistema de Control de Estudios? -Esa decisión se comenzó a manejar a principios del 2002. Dada toda esta problemática que venía surgiendo, las autoridades ordenaron un estudio de varios sistemas para ver cuál se adaptaba más a las características de la institución, y en el mes de mayo se decidió la adquisición de SICE a la empresa VACORP, se hicieron todos los trámites correspondientes y ya finalizando el año se concretó la adquisición y comenzaron las pruebas para las migraciones de datos del sistema actual al SICE. -¿Ya se completaron esas migraciones? -No completas, en este momento se hicieron por completo solamente las del Instituto de Estudios Corporativos (IEC), tomándolo como uno de los núcleos más grandes y núcleo piloto, porque es uno de los que maneja mayor número de participantes. En este momento ya lo está utilizando el personal de Control de Estudios del IEC. Además está incorporándose el personal de administración, ya que el sistema amén de controlar la parte académica, se le va poner un módulo administrativo, para que se puedan registrar todos los aranceles por constancias de notas y de estudios. -¿Cuáles otros módulos forman parte
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del Sistema? -El Sistema está integrado de cuatro módulos: El módulo SICE Facilitador, SICE Participante, SICE Central y el SICE Administrativo. SICE Facilitador va a permitir que cada uno de los instructores tengan acceso al sistema con sus respectivas claves para que puedan hacer su carga de notas directamente. SICE Participante va a permitir a los estudiantes hacer consultas de notas, constancias y horarios. SICE Central manejará todo lo que corresponde a notas, seguimientos académicos y constancias de estudios. Por último SICE Administrativo, que permitirá llevar el registro de aranceles, entre otras cosas. -¿Qué nos puede decir acerca de las ventajas del Sistema? -El sistema funciona a través de lo que denominamos Browser o navegador, de esta manera es de fácil acceso para cada uno de los usuarios y se tiene un mayor control. Como es un navegador lo puede usar cualquier persona, estudiantes y profesores. En un principio se va acceder por la red interna de la universidad y cuando se establezca mayor seguridad de la red podrán acceder por Internet, desde un Cibercafé o sus casas. -¿Cuándo terminaría este proceso? -Creo que tardará aproximadamente un año, porque ahora la prueba piloto es en el IEC, después se implementará progresivamente en cada uno de los núcleos, pero para lograr esto necesitamos hacer la interconexión de cada uno de ellos con el Sistema Central. Una ventaja de esto es que parte de este proceso incluye la reactivación de las aulas virtuales y la conexión a Internet.
Rectores por días • Earle Herrera
a
l señor Carlos Ortega parece haberle ido mejor en el súbito cargo de rector de rectores, que como jefe sindical. En el marco del fracasado paro insurreccional que lideró junto con el máximo dirigente de Fedecámaras, pocos trabajadores hicieron caso a sus arengas y partes de guerra vespertinos. Sin embargo, en este país al revés, varios rectores y autoridades de universidades públicas y privadas, autónomas o no, se resistieron a reanudar las clases y actividades hasta que el presidente (sin actas) de la CTV lo ordenara. Cada tarde, Ortega cerraba su monótono y encadenado discurso con la invariable frase: “El paro continúa, ni un paso atrás”. Esto era suficiente –oh rectores de otros tiempos- para que las máximas autoridades y consejos universitarios de muchas casas de educación superior, mantuvieran la paralización de actividades. Un pelo de decoro formal, los llevaba a justificar tan lamentable conducta, con el falaz argumento de que las condiciones no estaban dadas, sobre todo por razones de seguridad. Y no lo estaban, claro, porque al jefe sindical lo coreaba el líder de la patronal, Carlos Fernández, con la frase: “Las clases siguen suspendidas”. Frase que para rectores pusilánimes, era una orden. Nunca fue más triste una conducta universitaria. La autonomía, en cuyo nombre se cometen tantas arbitrariedades y sumisiones, se le endosaba así a una cuestionada CTV y a la cúpula golpista de Fedecámaras. Quienes durante décadas o años hemos luchado, en el laboratorio y el taller, en el aula y en la calle, por este principio fundamental y esencial, bolivariano y vargasiano, asistíamos perplejos pero jamás inmóviles al entreguismo de rectores y autoridades. Golpistas de toga y birrete se subordinaban así a dos analfabetos funcionales que cada tarde hacían del castellano una melcocha. No era todo. Sectores de la juventud también doblaban la cerviz ante dos cen-
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golpe militar que disolvió todos los poderes públicos democráticamente electos, llamaron a clases cuando la represión y la muerte de una fugaz dictadura se enseñoreaban por las calles y barrios del país. De nada valían ante estas autoridades las asambleas de profesores, estudiantes, empleados y obreros que exigían la reanudación de las actividades. La democracia estaba de sabático para ellas, a la espera, vamos a decirlo de una vez, de la caída del gobierno o de un pronunciamiento militar. Si por razones de inseguridad se han de cerrar las casas de estudios, éstas debieron permanecer clausuradas durante todo el siglo XIX –guerra de independencia, guerra federal, revoluciones y montoneras- y casi todo el XX, desde las luchas contra Gómez hasta la guerra de guerrillas de la década violenta, aquellos años 60 que se prolongaron hasta bien entrado el decenio de 1970, con sus masacres de Cantaura, Yumare y El Amparo (mucho más acá). Cuando un disparatado Carlos Ortega, una tarde antológica de sus partes de guerra, exoneró de culpa a la CTV en el paro golpista y confesó que éste se le había escapado de las manos, sentimos pena ajena y propia por los rectores y autoridades que habían endosado la autonomía universitaria a este hombre desconcertado y desconcertante. Sin embargo, no reaccionaron con la dignidad que sus cargos les exigía. Un día, cuando ya el daño a la patria era incalculable y el fracaso insurreccional incontestable, la CTV y Fedecámaras decidieron “flexibilizar” el paro. Y eso fue una orden para aquellos sumisos rectores y consejos universitarios. También ellos iban a “flexibilizar” la paralización académica impuesta desde afuera. No fue una decisión autónoma, sino la obediencia a una orden de quienes, para la duradera vergüenza universitaria, se habían erigido en “rectores de rectores” por 60 días: Carlos Fernández y Carlos Ortega.
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trales –la sindical y la patronal-, otrora combatidas por sus antecesores. Se dejaron dar el “beso mortal” y el “abrazo del oso” por quienes fueron y son enemigos jurados de la universidad autónoma, popular y democrática. Recuérdese que grupos empresariales pagaron la campaña de desprestigio contra el ilustre rector Jesús María Bianco, paso previo al allanamiento militar de la UCV en 1970 y a la mediatización de la autonomía. En el Congreso Nacional, los diputados del buró sindical de AD y Copei –léase CTV- votaron la reforma a la Ley de Universidades que legalmente consumaba el allanamiento con tanques y cercenaba la autonomía, ya no sólo de la UCV, sino de todas las casas de estudios superiores. Aquellas recias luchas de muchachos liceístas y universitarios, al final del primer gobierno de Caldera, dejaron en las calles un trágico saldo de más de un centenar de estudiantes muertos. Muchos de ellos, bajo las balas de la misma Policía Metropolitana que no pocos, en esta hora aciaga y de voluntaria desmemoria, elogian y defienden ya sin guardar ni siquiera las formas. Sin un solo argumento académico para sumarse a un paro criminal, los rectores y consejos universitarios, de facultad y escuelas, recurrieron a la falacia de la inseguridad para cerrar las aulas. Mismas autoridades que el 12 de abril, ante un
Decanato de Postgrado
UNESR discute situación del país La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, a través del Decanato de Post-Grado, inició el pasado 06 de febrero el Ciclo de Foros sobre la situación actual del país, con la finalidad de promover la reflexión en la comunidad uerresista y en la sociedad en general con respecto al momento histórico que vive Venezuela. Los debates contaron con la presencia de grandes expertos en las diferentes materias tratadas, además de la participación de la máxima autoridad de la UNESR, doctor Emil Calles Paz, en el foro La Universidad ante el país, realizado en la sede del Teatro Municipal de Caracas. La iniciativa fomentó la discusión de temas de interés nacional, comenzando con el foro Comportamiento Político del Venezolano en el Momento Actual. El segundo se tituló PDVSA y El Estado Venezolano y contó con la participación de los doctores Carlos Mendoza Potella, Elhi Habalian, Francisco Mieres, Víctor Poleo y el ingeniero Gonzalo Feijóo. Seguidamente, el día 20 del mismo mes, el polémico protagonismo que
ha caracterizado al periodismo venezolano en los últimos años, fue objeto de análisis en el foro Papel de los Medios de Comunicación Social en el Contexto Actual, llevado a cabo en el Centro Comercial Los Chaguaramos con la participación del periodista Earle Herrera, la cineasta Lilian Blaser, el profesor Carlos Silva y el doctor José Padrón. Finalmente la posición de nuestra casa de estudios en relación con los sucesos del día a día y el papel del ciudadano común en la situación venezolana fueron los temas debatidos en los foros La Universidad ante el país y Ciudadanía y Cultura de Paz. El primero contó con la presencia de la doctora María Egilda Castellanos, viceministra de políticas académicas del Ministerio de Educación Superior; el doctor Emil Calles Paz, rector de la UNESR, el doctor Enrique Pérez Olivares, rector de la Universidad Ávila, el doctor Manuel Mariña vicerrector administrativo de la UCV y el doctor Guillermo Herrera, rector de la Universidad Alejandro Humbolt. Por último, Ciudadanía y Cultura de Paz contó con la participación de los profesores Eva Guerón, Pablo Fernández Blanco, perteneciente a la Red de Apoyo para la Justicia y la Paz e Isabel Dolores González, directora del Centro de Estudios Ambientales de la UCV. El Decanato de Postgrado de la UNESR continuará llevando a otros espacios el análisis y discusión del país y sus problemas.
Órgano informativo de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez | Enero de 2003 | Nº 3