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La mixología es su pasiÓn

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Más vale prevenir

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Mezclar las bebidas no es solo una habilidad adquirida, hoy es un arte que se combina con el método científico y la química del alcohol, destinada a satisfacer el gusto, olfato, la vista y hasta el tacto, con el único fin de lograr que el buen bebedor encuentre una experiencia inolvidable.

Yadira Torres es jefa de barra de Tennessee House Music, pero también es mixóloga, se congratula que una ciudad cervecera como es Mexicali, paulatinamente se está aventurando a probar los cocteles, por lo que ya no tiene que ir a Tijuana o al centro del país a probarlos. Hay mucha gente que se dedica a esta actividad, dijo, desgraciadamente es poco valorada por lo que muchos se van al centro del país por esta situación, además Mexicali es una ciudad cervecera, aunque ya está despertando la inquietud por probar las bebidas clásicas, como el mojito, considerada como la tortura de un mixólogo.

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“Ya la gente se está aventurando a probar la mixología, varios restaurantes están metiendo mixología, ya nada más es coctelería básica, también están metiendo coctelería molecular, el ahumando y preparar sus propios insumos, ya están dejando de lado lo básico y lo clásico”.

La incursión de Yadira a este mundo se dio hace 4 años, cuando por necesidad de recursos para estudiar la carrera de Contabilidad entró a trabajar a un restaurante como cajera. Sin embargo, como le aburría estar sentada todo el día, prefirió estar en las mesas y al final le dieron la oportunidad de estar en la barra.

“Me nació el gusto, la curiosidad de saber qué jugos combinan con los destilados, mezclar sabores, la preparación, la apariencia del coctel y más que nada el hecho del servicio al cliente”.

Existe el dilema entre la gente del gremio sobre qué distingue a un mixólogo de un bar tender. Mucha gente se cataloga como mixólogo porque toma cursos, estudia, está más preparado, se sumerge en conocimientos de mezclas y procesos; investiga, empieza a preparar sus propios cocteles, jarabes, infusiones y hacer creaciones propias.

“Un mixólogo te sabe la historia de los destilados, cómo preparar un jarabe, un cordial, genera sus propias recetas, así veo yo la diferencia entre un bar tender y un mixólogo”. En lo personal prefiere el gin tonic, le gusta probar las ginebras. Siempre que acude a algún restaurante, lo primero que checa es el menú de cocteles. Si no le llama la atención, pide un ginebra clásico, un fresco con pepino o con frutos rojos, por lo que le gustaría especializarse. Por el momento no ha podido enfocarse a preparar su propia mezcla, pero le gustaría empezar con ginebras, mezclarlos con cítricos, dulces, preparar sus propios jarabes. Algo que sin duda para ella representa más preparación y estudios.

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