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Viv a na Grondona i

Viviana Grondona es una ilustradora colombiana que se ha convertido en inspiración para muchos jóvenes. Estudió diseño industrial en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y tiene un master en diseño gráfico del Instituto Europeo de Diseño. Viviana se apoya en estas dos disciplinas para crear productos emocionantes y originales. Su oficio es la ilustración y el arte. Se dedica a experimentar con distintas técnicas que le permiten realizar piezas únicas. Ha tenido la oportunidad de trabajar con grandes empresas nacionales e internacionales.

Uno de sus trabajos más destacados fue para la aerolínea Avianca, en el que llevó a cabo el proyecto de un mural de 30 metros cuadrados de doble cara, utilizando como lienzo maletas de viaje que estuvieron a la venta. Este mural llegó hasta Alemania, específicamente al aeropuerto Franz Josef Strauss en Múnich, donde se inauguró el vuelo Bogotá-Múnich.

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Aunque Viviana reside en Bogotá, su trabajo la ha llevado a distintos lugares, en los que siempre deja su huella en corazones pintados en paredes o en las aceras de las calles junto a un corto mensaje inspirador. Este tipo de mensajes también pueden verse en su Instagram, donde muestra piezas gráficas digitales que más adelante se convierten en wallpapers a pedido de las personas que la siguen en esta red social. Además de esto, realiza prendas de arte, porta documentos, carcasas, phoneholders, accesorios, etc. Cada uno de sus productos está lleno de color. Todo lo hace junto a su equipo de trabajo en el estudio que tiene en la capital del país.

Una frase que dice es “cada día trae su propio lienzo”.

Entre sus proyectos más recientes se encuentra el lanzamiento de su propio libro, el cual lleva por nombre “La vida el lienzo, tú el color” en el que recopila frases e ilustraciones llenas de contrastes y colores. Fue ron años de trabajo que Viviana puede ver ahora compensados, pues desde el 5 de mayo de este año, anunció por sus redes sociales, que ya estaba disponible para la compra.

Otra característica muy especial de esta ilustradora es el dise ño responsable con el medio ambiente. No solo sus pinturas buscan generar el menor impacto ambiental posible, sino que ha trabajado con empresas reconocidas por ser amigables con el medio ambiente. Adicionalmente, ha estado involucrada en proyectos sociales como lo son Green Souls Global en Santa Marta (Magdalena), haciendo limpiezas en las playas y liberando tortugas y un tiburón gato. También participó en Be Clá, llevando a cabo un mural en una de las paredes de la reserva Sanguaré en San Onofre (Sucre), buscando crear conciencia de respeto por el mar. Un mensaje claro que le da a sus seguidores en cada entrevista es que cada persona puede cultivar su parte creativa como lo logró ella, cada quien puede mostrar lo que es de distintas formas a través del arte. Se ñala la importancia de ser auténticos, de encontrar lo que nos gusta y no copiar a alguien más por el hecho de que ya tiene un reconocimien to. Para ella el éxito se alcanza gracias al trabajo duro, a la experiencia y, sobre todo, a que uno haga lo que le gusta y lo haga de forma que resuene con uno mismo.

Carolina Urueta (IG: @carolinaurueta) es una diseñadora, ilustradora y artista barranquillera. Su trabajo ha sido publicado en medios como El Espectador, El Colombiano, Revista Bacánika, Revista Volcánicas, Colombia Checo, Cromos, Cartel Urbano y Sentido. Ha colaborado con colectivos y organizaciones como Amnistía Internacional, Dejusticia, la Red Comunitaria Trans de Bogotá y Colombia Diversa. Como mujer afrolatina y cuir utiliza la ilustración para retratar y visibilizar las diferentes luchas de grupos minoritarios, por lo que su trabajo se asocia con activismo antirracista, igualdad de género y derechos LGBTIQ+. En el marco de la celebración de los 15 años del programa de Diseño Gráfico, Carolina — egresada del programa del año 2014— ilustra la portada de esta primera edición de RED GRID, y nos cuenta un poco sobre ella, sobre su trabajo, y nos da unos consejos desde su propia experiencia.

¿Quién es Carolina Urueta?

CU: Soy diseñadora gráfica, directora de arte, artista, ilustradora, escorpio, afrolatina, mujer cuir. Trabajo en ilustración editorial hace mucho tiempo. Mi trabajo ha sido publicado en diferentes medios, revistas, periódicos y revistas digitales. Mi trabajo en los últimos años ha sido colaborar con colectivos y organizaciones. Tengo gran interés por la defensa de los derechos humanos y por crear herramientas que ayuden a comunicar las necesidades que tenemos las mujeres… mujeres diversas.

¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Trabajas como diseñadora o te dedicas solo a la ilustración?

CU: Soy alguien muy “aleta”, me gusta estar en muchos proyectos a la vez. Me gusta descansar, pero también me gusta darme duro con proyectos. Tengo dos trabajos. Llevo cuatro años trabajando —casi cinco— en una agencia de marketing que se llama Media.Monks (Bogotá, Colombia) como directora de arte para Netflix Colombia, desde los canales editoriales y redes sociales, y para Netflix Latinoamérica, desde canales editoriales como YouTube y TikTok. Desde el año pasado estoy trabajando en una revista, Volcánicas, como “diseñadora jefa”, en dirección de arte, página web y redes sociales. Somos un medio feminista con temáticas muy difíciles. El reto con el que me encuentro como ilustradora es cómo visibilizar estos temas sin caer en los estereotipos y la violencia en la que cae la comunicación visual, apartarse de esos estereotipos que son dañinos para todas las poblaciones. La publicidad es muy violenta hacia las Amujeres oprimidas… Hay detalles que importan en la comunicación. En ese trabajo ha sido increíble experimentar y desarrollar una ilustración con perspectiva feminista.

¿Cuáles son tus diseñadores de referencia y que pueden llegar a inspirarte?

CU: Inspiración barranquillera: me gusta mucho lo que Ana María B. Figueredo (IG: @ana.dibuja) hace con su paleta de colores, muy caribe, situaciones muy autóctonas. Me identifico con sus personajes. Me recuerda mucho a la costa, a la nostalgia que me produce la costa.

Alejandra Gutiérrez (IG: @hellewoods666) hace cómics… Admiro mucho eso: el romanticismo de lo análogo. Me gusta también Jerson Charrys (IG: @jersoncharrys), que también es egresado de Uninorte. Me gustan sus personajes. Me parece que tiene muchas técnicas mixtas, es muy buen ilustrador y hace cosas en 3D. Se nota que es inquieto.

¿Qué sucedió cuando terminaste la universidad? ¿Cómo te enfrentaste al mundo laboral?

CU: La transición, emocionalmente, me dio una depresión terrible. Recuerdo salir de Proyecto de Grado y de irme directo a encerrarme dos semanas. Después de graduarme, mi primer trabajo fue con el Instituto de Idiomas, como freelance. Me concentré en hacer un portafolio muy bueno —que es difícil, porque es de estudiante—, y busqué a qué lugares podía mandarlo. En ese momento, se dio que una de las profesoras, que se había salido del programa, armó su propio estudio y me llamó… Ahí aprendí muchísimo. Al comienzo está bien sentir miedo, porque no todo se aprende en 4 años de universidad. Pero todo está en aprovechar las oportunidades y buscar las herramientas adecuadas.

¿Cuál ha sido el aprendizaje más valioso a lo largo de tu carrera profesional?

CU: Algo que he aprendido en estos dos últimos años es calcular los tiempos que uno se toma para hacer las cosas, a darme tiempos de trabajo más amplios cuando se tiene la oportunidad. Uno a veces se da muy duro y se clava ese puñal… Todavía a veces soy víctima de eso. No correr, no trasnocharse. Para una profesión creativa como la nuestra correr y trasnocharse no es saludable, yo no lo recomiendo. Es una lección que aprendí.

¿Cómo fue el camino para encontrar tu propio estilo? ¿Cómo lo definirías?

CU: Uno quiere lograr demasiado al principio, encontrar su estilo como artista. Uno se basa mucho en referentes, en personas que admira. Inevitablemente, el trabajo de uno tiene tintes de otros. Crecí con Tumblr y, al principio, mis referentes eran colores pasteles, collage, sad girl aesthetic. Me apoyaba en Tumblr y en series “gringas”. Era un contenido muy blanco, todo tenía un tinte “gringo”. La evolución de mi identidad gráfica ha estado ligada a mi desarrollo personal. Cuando salí de la universidad estuve metida en la Casa del Carnaval y me empapé de Barranquilla: los colores que usa el Carnaval, la gráfica popular, colores más vibrantes y tipografías más “picoteras”, y esto transformó mi estilo personal. Para encontrar el estilo, hay que encontrarse a uno mismo, su identidad. Cuando me descubrí como una mujer cuir, afrolatina y feminista, todas esas capas de identidad fueron nutriendo mi contenido. Cómo expresar eso, cómo dejar atrás esos referentes arraigados. En Latinoamérica hay grandes referentes, estilos y artistas que, al igual que a Barranquilla, me gusta mirar desde adentro.

¿Cuál ha sido el proyecto en el que más te ha gustado trabajar? ¿Qué enseñanza te dejó?

CU: El año pasado publiqué un libro que se llama Las Escribidoras. Fue un proyecto retador, porque fueron sesenta ilustraciones súper detalladas… Mucho trabajo. Aprendí a manejar mejor mis tiempos, porque procrastiné mucho. Al final, me tocó hacer cincuenta dibujos en doce días, pero se logró. Me jodí la mano (dice entre risas). Le tengo mucho amor y cariño a ese proyecto, aprendí a no darle tan duro al cuerpo. Me enseñó muchas cosas a las malas, pero al final me dio mucha satisfacción. Las Escribidoras es un gran libro para regalar, para desestresarse con ejercicios de escritura y colorear. Las personas que valoramos el arte, vamos a valorar este libro.

¿Qué le recomendarías a los estudiantes de Diseño Gráfico?

CU: ¿Todavía hacen esas entregas de planchas con cartón y cauchola? Muchas noches me trabé con esa cauchola, yo decía “¿qué tengo? ¿qué me pasa? Yo les puedo recomendar que peguen esas cosas en espacios abiertos. Miren más referentes latinoamericanos. El diseño europeo es muy lindo, pero hay maneras de fortalecer la gráfica latinoamericana y que tengamos una voz como diseñadores latinoamericanos. Les recomiendo que desde el principio guarden sus mejores trabajos. Que el portafolio no sea a último momento, que cada semestre se hagan la pregunta “¿qué trabajos voy a rescatar de este semestre?” para que no los coja desprevenidos en el último momento. Hacer un recorrido y ver qué trabajos hacen que te sientas orgulloso, escoger unos cinco de diferentes técnicas, pues al comienzo no sabemos en qué nos vamos a especializar. Aconsejo poner trabajos de la universidad que “metan mono” y organizar el portafolio. Bajarle a la competencia. En la U se compite mucho por las notas, pero puede haber una mejor construcción colectiva de conocimiento, feedback honesto, por fuera de la envidia. Hacer una comunidad de diseñadores, buscar la ética desde que somos colegas estudiando. Que se creen redes, ejercicios como este de la revista, que se articulen como colectivo los estudiantes de diseño.

¿Qué consejos consideras que son indispensables para desempeñarse con éxito en el ámbito profesional?

CU: Resolver, resolver y resolver. Fake it till you make it. Si te dicen “resuelve x”, resuelves x. Si resuelves, te siguen llamando. Si no sé cómo hacer, aprendo…Tener una buena actitud para que te vaya bien, arriesgarte a hacer diferentes tareas. Lo que salga, meterle el diente.

De acuerdo con tu experiencia, ¿qué valoras de un portafolio de diseño?

CU: Para mí, un buen portafolio me dice quién eres al principio, qué haces, cuáles son tus habilidades y en qué te desempeñas mejor. No debe tener muchos proyectos, puede ser contraproducente un portafolio muy largo. Debe tener proyectos que demuestren un seguimiento dentro de la identidad visual del proyecto y debe demostrar tus habilidades.

¿Cómo afrontas los bloqueos creativos?

CU: Si tengo un bloqueo creativo, busco un placer inmediato, algo que me guste… una serie, un video musical, una canción, me como algo rico. También me da por llamar a alguien, me sirve full hablar y escuchar, así sean estupideces. Si me tensiono y me amargo, trato de relajarme comunicando cariñitos al cerebro.

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