Informaciones del sector base de la economía paraguaya 30 de diciembre de 2020
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La politiqueria es el peor enemigo del ambiente
El presidente debe vetar este nuevo atentado contra una reserva ambiental El peor enemigo que tiene el ambiente en Paraguay es la politiquería populista. Bajo su amparo, o su impulso, se comenten los mayores daños a la naturaleza. Hoy está en manos del presidente de la República poner freno al más reciente atentado contra una propiedad declarada área silvestre protegida que cuenta con remanente del Bosque Atlántico. La política se puede hacer con dos enfoques: 1. Basada en ideas, valores y principios y 2. Basada en ambiciones egoístas y mezquinas. Cuando la actividad esta guiada para servir a la ciudadanía podemos hablar de política. Cuando la actividad no tiene otro propósito que el acceso del poder para su ejercicio arbitrario sin objetivos superiores estamos describiendo la POLITIQUERIA. La politiquería es una actividad poco inteligente, de corto alcance, oportunista, histriónica y que solo se modifica por un cálculo de conveniencia electoral o económica. Es el escenario en el que se desenvuelve los mediocres y está regida por intereses ilegítimos e innobles. Es el escenario donde los principales actores son el clientelismo, la corrupción, el nepotismo, el abuso de poder, etc. Ningún país puede producir, desarrollarse, convivir en paz y preservar las oportunidades para las generaciones venideras cuando se abandona la política y se sumerge en el estercolero de la politiquería. La expresión más contundente, brutal de la politiquería es la sanción de la ley que permite que un área silvestre protegida se transfiera del MADES al Indert a los efectos del loteamiento y adjudicación a la clientela política. Desde la ley que declaraba expropiables los latifundios improductivos (propiedades con bosque), hasta la reciente “ley express” que desafectará 1.748 hectáreas de Marina Cue para establecer asentamientos, los vaivenes de la politiquería populista han hecho más daño al ambiente que cualquier otra causa. La invasión y destrucción de más de 1.300 hectáreas de Bosque Atlántico de la reserva privada de Pindó, realizada con el apoyo y la protección de senadores del Frente Guasu, es otra muestra del ataque populista al ambiente. Hace 5 años que se levantan inútilmente voces ciudadanas contra esa invasión piquetera, que ha montado aserraderos robando rollos y arrasando bosques ante la vista y complacencia de muchas autoridades.