Contra la Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión:
El magisterio en resistencia no está solo p. 2
Abajo y a la Izquierda
¡Por un gobierno Obrero, Campesino, Indio y Popular!
Nueva época, julio 2016, Año IV, N. 42
Cooperación solidaria
La dignidad del magisterio nacional El profesor de educación básica ha sido con mucho uno de los principales sostenes de la ideología revolucionaria en nuestro país. Durante décadas, fue obligado de manera, un tanto cuanto arbitraria a defender los postulados del nacionalismo revolucionario, que el nefasto PRI, sostenía cómo su base programática, en esta subyugación de los docentes, ha jugado un trascendente papel el sindicalismo corporativo “charrismo”, cuya nefasta política, se reflejó en la persecución, encarcelamiento y asesinatos de obreros, maestros e intelectuales, que se oponían a las políticas demagógicas del PRI, a mediados del siglo pasado. Esta situación se ha ido transformando cualitativa y cuantitativamente en los últimos 40 años, debido entre otras causas, a que los gobiernos priistas, dejaron el discurso que los convertía en depositarios de la Revolución Mexicana y optaron por impulsar el “liberalismo social”, que a miles de mexicanos, no les dice nada y en efecto, lo único que ha traído en los últimos decenios, este sistema económico ha sido desempleo, marginación, pobreza extrema y una violencia contra la población civil inusitada. Es en este contexto, que los profesores disidentes del charrismo sindical del SNTE, se organizaron desde finales de 1979, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Durante todos estos años, la CNTE ha enfrentado la corrupción y violencia de los cacicazgos de Carlos Jonguitud Barrios (1972-1989) y de Elba Esther Gordillo (1989-2013), ambos siniestros personajes emanados de los bajos fondos del priismo cavernario. La lucha por lograr la democracia al interior de su organización sindical, por obtener un aumento salarial digno, así como por conservar la vigencia plena de las prestaciones, la seguridad e inamovilidad en el empleo y desde luego el respeto a sus derechos laborales, pero sobre todo, la defensa de su materia de trabajo, que es con mucho, el acatamiento de la educación gratuita, laica y que la inmensa mayoría del
pueblo de este país, tenga acceso a ella; son en síntesis las ideas fundamentales, que han movido a la CNTE durante casi 37 años. A través de más de tres décadas, los integrantes de la CNTE, han luchado en situaciones adversas, contra el corporativismo imperante en el sindicato de maestros. La lucha ha tenido costos trágicos, decenas de maestros de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Morelos, han perdido la vida a manos de pistoleros locales, cuya imbricación con el priismo ha quedado en la mayoría de los casos plenamente comprobado; sin embargo, los culpables de los asesinatos han gozado de impunidad total. El ejemplo más acabado es la muerte del compañero Misael Núñez Acosta en el Valle de México, cuyos asesinos, con la protección de los gobiernos priistas, se han paseado con extrema libertad en los estados de San Luis Potosí, Nuevo León y en la entidad donde se llevó a cabo el homicidio. Las directrices emanadas de la OCDE, han llevado a un endurecimiento de las medidas sociales y económicas, que según ellos, se requieren para que el país ingrese a la modernidad neoliberal. El saltimbanqui encargado de aplicarlas es el imberbe representante del poder ejecutivo de la Nación, Enrique Peña Nieto, quién además de no haber leído un libro en su vida, acaba de ser regañado por el representante de los neoliberales más poderosos del mundo, Barack Obama y por el profesor
Justin Trudeau primer ministro de Canadá; el primero lo mandó a estudiar teoría política y entender lo que significa la palabra “populismo”, con la finalidad de que no asuma posiciones cínicas y el segundo, lo conminó a dialogar con los maestros y a no utilizar la fuerza pública para presuntamente resolver los problemas educativos. Es este infausto personaje Enrique Peña, integrante del no menos siniestro “grupo Atlacomulco”, que ha dominado el estado de México, desde 1942; quién recibió la consigna de implementar las “reformas estructurales”, que han llevado a este país a un verdadero callejón sin salida. Entre estas reformas peñanietistas, que por cierto fueron aprobadas por el PRD, fundado por los destacados expriistas Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Porfirio Muñoz Ledo, sobresale la educativa, que, de entrada, atenta contra la seguridad en el trabajo de los profesores, además de que en forma sistemática, les reduce o suprime todas las prestaciones, que durante décadas de luchas se habían logrado. No existe un solo planteamiento pedagógico en la reforma impulsada por Emilio Chuayffet primero y en la actualidad por el “sargento” Aurelio Nuño, ambos secretarios de educación (así con minúsculas), han fracasado en su intento de imponer normas que los maestros acaten, sin protestar, es absurdo pensar, que el docente, se tiene que poner la soga en el cuello, subir al banco y el
mismo patearlo y colgarse (suicidarse), esto es el planteamiento de Nuño, al exigir “rendición incondicional”, a los maestros de la CNTE. La lucha que se inició el 15 de mayo pasado, es una muestra de la madurez que han alcanzado los contingentes agrupados en la CNTE y la horizontalidad en sus decisiones, así como, su templanza ante la represión. Estas acciones en su conjunto, se convierten en una muestra tangible, de que los profesores mexicanos, han avanzado cualitativamente en sus conceptos sociales. No es posible mantener una lucha de las dimensiones actuales, sin el amplio respaldo de comunidades enteras, de sociedades de padres de familia e incluso de presidentes municipales de diversos colores partidistas. Esta es una realidad, el neoliberalismo, ya colmó al
pueblo de México, las movilizaciones multitudinarias son el mejor ejemplo de que la corrupción de los partidos políticos ha saturado a la mayoría de la población. También la televisión, otrora elaboradora de imágenes (Peña Nieto entre otros), ha perdido una gran parte de credibilidad ante la opinión pública y cada vez es mayor el rechazo a sus programas enajenantes. La actual coyuntura política, debe ser aprovechada para abrogar la “reforma peñanietista”, obtener la libertad de los profesores presos, la restitución en su empleo de los maestros separados del mismo y el pago de salarios caídos. Esto es posible si redoblamos la solidaridad con los educadores de nuestro país Orgullosamente normalista Profr. Enrique Ávila Carrillo
Nuestra palabra
Nochixtlán duele Con apenas cerca de 20 mil habitantes, Nochixtlán quiere decir, en nahuatl, “tierra de la grana”; como Nuanduco la conocen y se refieren, quienes hablar mixteco saben.
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... el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, le decimos al magisterio digno que no está solo, que sabemos que la razón y la verdad están de su lado, que la dignidad colectiva con la que habla su resistencia es inquebrantable y ésa es la principal arma de los que de abajo somos.
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