INTERVENCIÓN EN NIÑOS MENORES A 12 AÑOS
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Introducción
La atención a niños/as y adolescentes en casos de intervenciones en crisis tienen consideraciones especiales. Es importante tomar en cuenta las diferentes etapas evolutivas y los aspectos psicosociales y cognitivos para lograr intervenciones efectivas. Se explicarán aspectos a tomar en cuenta desde los 3 hasta los 12 años.
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De 3 a 6 años
Aspectos psicosociales:
1. Se basa en el pensamiento egocéntrico.
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2. Inventan historias.
3. Muestran interés por el mundo que les rodea.
Concepciones de muerte
A esta edad los menores tienen un pensamiento mágico y una noción de la muerte como algo temporal y reversible.
Reacciones esperables
• Las reacciones que se pueden esperar en una experiencia de muerte son en su mayoría naturales para su edad, es muy importante tomar en cuenta que cada niño/a es diferente. Entre sus reacciones habituales están el sentirse asustado y no comprender lo que está pasando.
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• Se pueden observar reacciones como: no hablar, no entender el concepto de la muerte, inseguridad, miedo generalizado, alteraciones en el sueño, regresiones en comportamientos ya adquiridos.
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¿Qué hacer?
Contener:
• Asegurar la comodidad y descanso.
• Muestras de cariño frecuentes.
Calmar:
• Hablarle en voz baja y suave.
• Procurar actividades relajantes.
• Tratar de distraerle con elementos de su mundo imaginario.
Informar:
• Usar un lenguaje adecuado a su edad.
• Explicar lo ocurrido de forma simple y honesta.
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• Tratar de responder a todas sus preguntas.
• Explicarle las diferencias entre los sueños, los miedos y la vida real.
• Explicar el carácter permanente de la muerte y la tristeza que causa.
¿Qué hacer?
• Normalizar:
• Poner nombre a las emociones.
• Aparición de conductas agresivas.
• Regresiones.
• Consolar:
• Ayudarle a entender qué ha ocurrido.
• Mantener las rutinas familiares.
• Permitirle que realice tareas productivas.
• No obligarlo a hablar.
• Permitirle que participe en rituales de duelo culturales y religiosos.
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De 6 a 9 años
Aspectos psicosociales:
1. Mayor madurez cognitiva.
2. Mayor receptividad a la información, pero también a los rumores.
3. Malinterpretaciones y fantasías frecuentes.
4. Mayor consciencia de los miedos y la ansiedad de los adultos.
Concepciones de muerte
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• Irreversible.
• Afecta a todos los seres vivos.
• Aún no hay consciencia de la propia muerte.
Reacciones esperables
• Cambios conductuales: mostrarse más callado de lo habitual, presentar un comportamiento agitado, pérdida de la autonomía.
• Cambios en el patrón de la comunicación: está en silencio porque tiene dificultades para expresar lo ocurrido, demanda constantemente detalles sin importancia sobre lo sucedido.
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• Miedo generalizado: a estar solo, a ir a lugares desconocidos, a separarse de los cuidadores.
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• Pensamientos reiterados sobre el incidente: sobre todo si es el primer contacto con la muerte, tendrá muchas preguntas sobre qué ocurre tras ella y cómo se pasa de una enfermedad a la muerte.
• Alteraciones del sueño: pesadillas y/o miedo a la oscuridad.
¿Qué hacer?
Contener:
• Tratar de que las emociones no se desborden.
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• Lograr un equilibrio entre la ventilación emocional y el control raẨ cional.
• Recoger siempre los miedos y las fantasías, pero responder desde el nivel cognitivo.
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Calmar:
• Hablar en voz baja y pausada.
• Ofrecer motivos y razones que le ayuden a tranquilizarse.
• Recordar alguna situación previa, en la que el niño pudo controlar sus miedos.
• No decir nunca que, si se calma, todo irá mejor. Posiblemente eso no sea verdad.
¿Qué hacer?
Informar:
• Utilizar palabras y explicaciones simples.
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• Responder a todas sus preguntas.
• No dar más información de la que nos pide el niño, si quiere saber más, ya nos lo preguntará.
• Averiguar qué sabe el niño: posiblemente haya oído informaciones a medias que le asusten, porque no las comprende.
• Si no quiere saber nada, estará evitando el dolor, es importante retomar el tema al día siguiente.
• Si el incidente ha tenido como resultado la muerte de alguien, hay que abordar el tema de forma directa, sin rodeos.
¿Qué hacer?
Normalizar:
• Ayudar al niño a expresar cómo se siente, poniendo nombre a sus sensaciones.
• Animarle a expresarse, pero sin forzarle a ello.
• No obligarle a hablar.
• Si reacciona con irritabilidad, en lugar de ignorarlo, comentarle suavemente que entendemos que esté enfadado, pero que poco a poco tiene que tratar de no estarlo.
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Consolar:
• Permitirle participar en los rituales de despedida.
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• Animar al niño a dibujar y/o jugar acerca de lo ocurrido.
• Permitirle volver a la escuela y a las actividades habituales.
• Fomentar su vida social.
• Cuando las respuestas esperables no se presentan y no son adaptativas.
• Cuando los síntomas no disminuyen gradualmente (4 semanas).
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¿Cuándo acudir a un profesional especializado? (3-9 años)
De 9 a 12 años
Aspectos psicosociales:
1. Aspectos psicosociales:
2. Comprensión cognitiva similar a la de los adultos.
3. Época de cambios físicos y psíquicos.
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4. El grupo de iguales adquiere un peso muy destacado.
5. Dificultad para manejar las emociones.
6. Inicio de los conflictos intrafamiliares por las conductas oposicionistas de los adolescentes.
Concepciones de muerte
• Irreversible.
• Afecta a todos los seres vivos.
• Aumenta el miedo a la muerte de los seres más cercanos.
• Aparece la consciencia de la propia muerte.