MECANISMOS QUE REGULAN LA INGESTA ALIMENTARIA
Introducción:
Para comprender el proceso fisiológico de regulación de la ingesta de alimentos en los seres humanos debemos establecer los siguientes conceptos:
El hambre es el deseo intrínseco de comer y se asocia a varios efectos fisiológicos, como contracciones rítmicas del estómago e inquietud que lleva a la persona a buscar alimento.
El apetito es el deseo de un tipo concreto de alimento y ayuda a la persona a seleccionar la calidad del alimento.
La saciedad se opone al hambre y proporciona una sensación de plenitud después de la ingesta de alimento.
La conducta alimentaria se define como el conjunto de acciones que establecen la relación del ser humano con los alimentos
En el hipotálamo se alojan los centros del hambre y saciedad.
En los núcleos ventromediales del hipotálamo se encuentra el centro de la saciedad, una lesión a este nivel podría llevar a la obesidad extrema.
El hipotálamo recibe las señales nerviosas sobre el llenado del estómago que indican saciedad y señales de las hormonas gastrointestinales, de hormonas liberadas por el tejido adiposo y de la corteza cerebral (vista olfato gusto) que modifican el comportamiento alimentario.
En resumen:
La ingesta de alimentos está regulada por dos sistemas complejos e interconectados entre sí:
Mecanismos homeostáticos.
Mecanismos no homeostáticos o hedónico.
Los mecanismos homeostáticos son estructurados y corresponden a la acción de hormonas periféricas para la regulación de niveles de nutrientes en la sangre y los tejidos produciendo las señales de hambre o saciedad
Regulación homeostática
Es la regulación homeostática de los nutrientes y del balance energético dado por señales hormonales periféricas que son integradas a nivel central (hipotálamo).
En los núcleos ventromedial y arcuato al ser impactado por las hormonas o los nutrientes como la glucosa o el lactato son activados o inhibidos liberando neuropéptidos que darán la sensación de hambre o saciedad y esta liberación a su vez libera hormonas periféricas completando un sistema de retroalimentación.
A continuación, encontraremos las principales hormonas reguladoras de la ingesta.
Tabla I. Principales hormonas reguladoras de la ingesta alimenticia, su lugar
Sistema hedónico de la ingesta
La alimentación, además de proveer de nutrientes y energía al cuerpo, produce sensaciones placenteras. Esto podría llevar a un sobreconsumo de alimentos.
El sistema hedónico o de recompensa cerebral está formado por una red neuronal que conecta el área prefrontal, el hipotálamo la amígdala, el área tegmental ventral y el núcleo accumbens que están involucradas con el apetito.
Los estímulos gratificantes (ej. comer chocolate da placer) y los estados emocionales positivos se encuentran bajo el control hedónico. Así también la sensación de placer, la respuesta emocional al miedo, la ansiedad y la interacción social.
La dopamina (sintetizada en el área tegmental ventral) es la principal responsable de la activación de las vías de recompensa.
Alimentos ricos en grasa, azúcares, como:
Helados
Chocolates
Pizza
INCREMENTA LOS NIVELES
DE DOPAMINA
Incluso se ha demostrado que solo la presentación de imágenes de alimentos altamente energéticos o la anticipación a una ingesta puede activar diversas regiones cerebrales relacionadas con las sensaciones gustatorias, la motivación y la recompensa, observándose una mayor activación en individuos obesos
Para concluir los comportamientos frente a la alimentación se adquieren de las experiencias directas de la comida en el entorno familiar y social, imitación de modelos, disponibilidad de alimentos, estatus socioeconómico y tradiciones culturales.
Los factores que influyen directamente en este proceso son:
El inicio de la alimentación que está relacionada con la búsqueda del alimento, apetito, motivación por comer, respuesta hedónica a los alimentos y refuerzo alimentario.
El término de la alimentación relacionado con la saciedad, plenitud o estímulos externos que llevan a dejar de comer.
Ambos factores influenciados como hemos visto anteriormente por los mecanismos homeostáticos y hedónicos.
Es importante concluir que un niño puede incrementar el consumo de alimentos por cualquiera de estas dos vías. Por ejemplo, si un niño posee una señal de saciedad débil, posterior al consumo de una comida, tiene un mayor riesgo de sobreconsumo (vía homeostática) .
O, por el contrario, si disfruta mucho de los alimentos y responde positivamente a estímulos asociados con estos, también tiene alto riesgo de sobreconsumo (vía hedónica) .
El que inhibe el consumo de alimentos
Tabla II. Dimensiones de la conducta alimentaria que estimulan el consumo de alimentos.
Tabla III. Dimensiones de la conducta alimentaria que inhibe el consumo de alimentos
El conocimiento de los mecanismos que regulan la ingesta alimentaria nos permitirá una búsqueda temprana de los factores que puedan alterar esta regulación para generar pautas preventivas de la conducta alimentaria de forma individualizada, acorde con el ambiente obesogénico en el cual vive el individuo y sus características genéticas.
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