Sistema capitalista y social

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VICERRECTORADO ACADÉMICO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS ESCUELA DE DERECHO

SISTEMA DE PRODUCCION CAPITALISTA Y Barquisimeto; Marzo de 2015

Universidad Fermín Toro Escuela de Derecho SISTEMAS DE PRODUCCION CAPITALISTA Y SOCIALISTA EL

MODO

DE PRODUCCIÓN ES

LA

UNIDAD

DE

LAS

FUERZAS

PRODUCTIVAS Y LAS RELACIONES DE PRODUCCIÓN, EN EL PROCESO DE ELABORACIÓN

DE

LOS

BIENES

MATERIALES.

ESTE

MODO

DE PRODUCCIÓN DETERMINA LA ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD. POR


EJEMPLO, EL MODO CAPITALISTA, BASADO EN LA PROPIEDAD PRIVADA SOBRE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, DETERMINA LA DIVISIÓN DE LA SOCIEDAD EN DOS CLASES ANTAGÓNICAS, EL PROLETARIADO Y LA BURGUESÍA.

TODAS

LAS

LA SOCIEDAD CAPITALISTA,

RELACIONES

INCLUYENDO

LAS

SOCIALES

DE

CONCEPCIONES

POLÍTICAS, JURÍDICAS, RELIGIOSAS O ARTÍSTICAS, ASÍ COMO LAS INSTITUCIONES SOCIALES, POLÍTICAS, JURÍDICAS Y DE OTRO TIPO, SE HALLAN CONDICIONADAS, PARA EL MARXISMO, POR EL MODO CAPITALISTA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.

LA ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD, DE ACUERDO A ESTO, NO DEPENDE DE LOS DESEOS NI DE LAS INTENCIONES DE LOS HOMBRES, NI DE LAS IDEAS NI DE LAS TEORÍAS, NI DE LAS FORMAS DEL ESTADO NI DEL DERECHO. EL CARÁCTER Y LA ESTRUCTURA DE TODA SOCIEDAD SE HALLAN DETERMINADOS POR EL MODO DE PRODUCCIÓN IMPERANTE. AL CAMBIAR ESTE MODO DE PRODUCCIÓN, CAMBIA TAMBIÉN TODO EL RÉGIMEN SOCIAL, CAMBIAN LAS IDEAS POLÍTICAS, JURÍDICAS, RELIGIOSAS,

ARTÍSTICAS,

FILOSÓFICAS

Y

CAMBIAN

LAS

INSTITUCIONES CORRESPONDIENTES.

El Sistema Socialista Actual del siglo XXI, y su economía En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, es decir, la base real sobre la cual se


alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia.

Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. La estructura de la sociedad, de acuerdo a esto, no depende de los deseos ni de las intenciones de los hombres, ni de las ideas ni de las teorías, ni de las formas del estado ni del derecho. El carácter y la estructura de toda sociedad se hallan determinados por el modo de producción imperante. Al cambiar este modo de producción, cambia también todo el régimen social, cambian las ideas políticas, jurídicas, religiosas, artísticas, filosóficas y cambian las instituciones correspondientes. El cambio de modo de producción constituye una revolución.


El socialismo es un orden político basado en la apropiación de los medios de producción por parte de la clase obrera. Es un Sistema socio-económico basado en la propiedad o posesión democrática de los sistemas de producción y su control administrativo por parte de los mismos productores o realizadores de las actividades económicas (trabajadores) y del control democrático de las estructuras políticas civiles por parte de los ciudadanos. Socialismo del siglo XXI: Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela expresa lo siguiente "Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad" en un discurso a mediados de 2006. Además, este


socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez "debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día".

Estado social de derecho y justicia: Cuando hablamos de Estado Social de Derecho y de Justicia, estamos hablando del socialismo, que se traduce en la práctica diaria de los valores y principios que transversalizan el texto constitucional, los cuales nos conducen al bien común, a saber: Amor al prójimo que podemos practicarlo a través de la compasión, la solidaridad y el servicio. Inclusión, que se ha materializado al insertar a la población excluida en todas las políticas sociales Igualdad de oportunidades, al establecer condiciones de acceso a las políticas públicas para todos. Igualdad de condiciones, que se traduce en posibilidad de acceder a las políticas públicas en las mismas circunstancias. Equidad, que no es otra cosa que dar a cada cual de acuerdo a su necesidad y exigirle de acuerdo a su capacidad Solidaridad, acompañamiento de todas y todos en este tránsito hacia el socialismo. Participación, deber y derecho de intervenir en las decisiones que afectan la vida de la patria Soberanía, poder que tiene el pueblo venezolano, de escoger sus gobernantes, sus instituciones, sus normas, su destino Ética, cúmulo de costumbres, creencias, valores, principios y normas que sirven de guía a un individuo o grupo social para actuar u obrar, en busca del bien común. Prevención: En el socialismo nos ocupan actividades tendientes a evitar conductas que ameriten sanción. El capitalismo es sanción.

Relaciones jurídicas privadas: Se usa en sentido amplio equivale a situación jurídica es decir la situación jurídica en que se encuentra una persona respecto de


su capacidad, la situación jurídica de una persona para poder testar. Si todos los elementos de la relación jurídica son nacionales estamos en presencia de una relación jurídica privada. DESARROLLO Las cooperativas son empresas de propiedad privada colectiva que cons¬tituyen un avance en relación con la propiedad privada individual. Por su estructura y funcionamiento, pueden trabajar en cualquier sistema econó-mico, político y social. Sus productos pueden ser ofrecidos en el mercado, aunque inicialmente sean elaborados respondiendo a una o varias necesi-dades. Las cooperativas surgen de la unión de un colectivo para satisfacer necesidades individuales, comuni¬tarias o ambas. Pueden ser de gran utilidad para el desarrollo de activida¬des productivas de pequeño calado y para la prestación de servicios. Las Empresas de Producción Social pueden ofrecer bienes y servicios, de acuerdo con la escala y la complejidad de la actividad. El ideal es que toda Empresa de Producción Social tenga asociadas un ramillete de coopera¬tivas que desarrollen labores com¬plementarias, sin que ello suponga tercerización, flexibilización laboral o maquila. Tanto las Empresas de Producción Social como las coo¬perativas pueden desarrollar determi¬nadas actividades productivas, cuya propiedad sea de las comunidades organizadas. Las empresas comunales (no sociales) desarrollarían la economía comunal, al lado de las economías estatal y privada. Este tipo de empre¬sas estarían preparadas para absor¬ber a las empresas estatales que se les transfieran o para ser creadas a partir de determinadas condiciones. Además, ofrecen una pista de aterri¬zaje para la economía que se mueve del sector privado individual hacia el comunal. Se ocuparían de lo que sea endógeno y apunte a la autosu¬ficiencia de las comunas y ciudades comunales, especialmente en agricul¬tura, vivienda, artesanía, pequeña in¬dustria, turismo, servicios comunales y conservación ambiental, y estarían atentas a recibir todas las gestiones económicas que les sean transferi¬das por la administración pública (tal como lo propone el artículo 184 de la reforma constitucional).


Las Empresas de Producción Social no comunales, es decir, las privadas, estatales o mixtas pue¬den, sin limitación alguna, participar en las actividades de producción, dis¬tribución y comercialización de los sectores agrícolas, industriales y de servicios. Las Empresas de Producción Social han sido concebidas como instrumen¬tos fundamentales para combatir el capitalismo y la economía de merca¬do, sistema en el cual, supuestamente, se explota al trabajador al extraerle la plusvalía, la fuerza de trabajo se con¬vierte en una mercancía más que se intercambia por un salario y predomi¬na el valor de cambio sobre el valor de uso. El objetivo explícito del Gobierno consiste en sustituir la economía de mercado por el modo de producción socialista, caracterizado por la planifi¬cación central, en el cual, hipotética¬mente, prevalece el valor de uso, la producción se orienta a satisfacer las necesidades humanas y, por lo tanto, desaparece el derroche consumista y al trabajador se le remunera de acuerdo con el valor que produce. La eficiencia de las empre¬sas socialistas no puede medirse con los mismos indicadores que emplea el capitalismo. Para los capitalistas, la eficiencia se determina a partir de la pro¬ductividad (obtener cifras azules) y la maximización de las ganancias y, con ello, el beneficio particular. Para los socialistas la eficiencia viene dada también por la productividad (obtener también cifras azules), pero orientada a satisfacer necesidades reales; es de-cir, beneficiar al colectivo. Este mismo razonamiento es extensible a las empresas públicas, comunitarias y privadas. Las empre¬sas públicas tienen otros objetivos económicos y políticos, como crear empleo o poner en práctica políti¬cas sociales. Además de favorecer la creación de capital fijo, buscan el be¬neficio colectivo. En el socialismo del siglo XXI las empresas deben ser eficientes desde el punto de vista social y creadoras, principalmente, de valores de uso. Pero necesitan indicadores que les permitan saber si están operando con principios económicos. La eficiencia no sería medida por la ganancia, sino por el impulso dado a la productividad del entorno. De ma¬nera que no


necesariamente se gene-rarán excedentes y, si los hubiera, se destinarían a promover otras activida¬des. Incluso, algunas empresas debe¬rían liquidarse paulatinamente, porque no son sostenibles ambientalmente o porque no satisfacen necesidades so¬ciales (por ejemplo, las empresas que producen artículos de lujo). Entonces, se programaría su eutanasia, para que los restos aprovechables permitan fi-nanciar la empresa sustituta (tal como lo desarrolla Luis Vargas en el trabajo inédito «En torno a la eficiencia socia¬lista»). Aquí, las pérdidas estarían jus-tificadas por la conversión, de modo que no serían realmente pérdidas. Es el caso de convertir una fábrica de tan¬ques de guerra en fábrica de tractores agrícolas. Márquez: La proposición oficial está frente a un complejo dilema: ¿cómo aumentar la eficiencia de las coope¬rativas y de las EPS si no están con¬cebidas para generar ganancias que permitan incrementar el capital? El esquema que propone Hugo Chávez está condenado al fracaso por su ineficiencia estructural. La eficiencia está ligada a una clara división del trabajo, al aumento de la producción y de la productividad me¬diante el incremento de la inversión en capacitación, maquinarias y equipos, y a redes de comercialización que colo-quen los productos en los lugares más distantes a los menores costos. Uno de los prerrequisitos para que esto ocurra es que en las cooperativas y EPS la propiedad individual no desaparezca, de modo que sus integrantes puedan hacer uso de sus activos para venderlos, traspasarlos como herencia, utilizarlos para obtener créditos particulares y emplearlos para cualquier otro fin personal que los beneficie. En muchos países capitalistas avanzados y con subsuelo, los medios de transporte y comunicación, la tierra ociosa y la ex-plotación de minerales preciosos y de alto contenido radioactivo. En todos los demás ámbitos podrían participar las excelentes índices de equidad social (Suiza, por ejemplo), existen coopera¬tivas muy exitosas en las áreas agríco¬las e industrial, que reparten grandes beneficios entre sus integrantes. Son unidades productivas eficientes que funcionan de acuerdo con los principios de la libre concurrencia y la defensa de la propiedad privada y excelentes índices de equidad social


(Suiza, por ejemplo), existen coopera¬tivas muy exitosas en las áreas agríco¬las e industrial, que reparten grandes beneficios entre sus integrantes. Son unidades productivas eficientes que funcionan de acuerdo con los principios de la libre concurrencia y la defensa de la propiedad privada Las empresas estatales se ocuparían del aprovechamiento de los recursos estratégicos de la nación, en pos del aseguramiento de la redistribu-ción equitativa de los excedentes, con énfasis en mejoras populares y dismi-nución de la desigualdad, indicadores claros que afirman el avance real del proyecto socialista. Esos recursos es¬tratégicos son la energía en todas sus formas (petróleo, gas, electricidad, ori-mulsión), el agua, el aire, las reservas de biodiversidad, las industrias produc¬toras de materias primas para el sector transformador, las que exploten y trans¬formen primariamente los recursos del EPS, tanto públicas como privadas, co¬munitarias o mixtas; también las gran-des, medianas y pequeñas empresas privadas, así como las cooperativas. El Estado, por su importancia, pero también por sus debilidades his-tóricas, sigue formando parte tanto del problema como de la solución. La debilidad de la clase empresarial venezolana, Incapaz de invertir (esti¬mulada, por el contrario, por la idea de rápida generación de riqueza, comúnmente asociada a actividades como la especulación financiera, las importaciones, las ventas al Estado, las contrataciones de obras públicas, entre otras), no siempre es compen¬sada por un Estado poco acostumbra¬do a salirse de su papel de gestor de la riqueza petrolera. La desinversión se convierte así en un problema. La razón capitalista inhibe la iniciativa particular en áreas poco lucrativas y de gran riesgo; desde la perspectiva liberal, comúnmente se deja en manos del Estado tal tipo de operaciones. Para el socialismo del siglo XXI la eficiencia se mira con lentes propios; por ello, es absolutamente necesario que el Estado invierta en áreas poco atractivas (des¬de el punto de vista de la búsqueda de lucro), pero que también lo hagan comunidades y comunas a las cuales se les ha transferido la propiedad de determinados medios de producción. Así mismo, los


privados podrían parti¬cipar de este tipo de tareas como parte de sus políticas de corresponsabilidad social. Sólo la participación articulada y acompasada de los tres vértices de la pirámide Estado-comunidad-mercado y la reconstrucción de las relaciones entre ellos pueden dar cuenta de los anhelos de desarrollo humano integral de los pueblos. En cuanto a si las empresas del Estado deben ser participativas, hay que partir del principio de que la de¬mocracia directa debe imponerse en todas las esferas empresariales. De cara a la implementación de los pos¬tulados constitucionales, es preciso _ ser consecuentes con las nociones de participación protagónica de los sujetos sociales, en todos los ámbitos de la gestión pública y privada. La democracia participativa combina protagonismo con representatividad, sólo que la delegación se asume en términos funcionales, al fijárseles pautas y límites a los representantes. En g la búsqueda de equilibrio y reciprocidad= entre representación y protagonismo popular, se cuenta con los siguientes instrumentos: 1. Reglamento de remoción de autoridades, revocación del mandato y control político de las autoridades (el que actúe de espaldas a las mayorías se va). 2. Elección directa de autoridades (elección de los cargos por la base de los trabajadores). 3. Sistema de rotación de autoridades, responsables y vocerías (na¬die se atornilla en las posiciones de poder). 4. Delegación funcional (se manda obedeciendo). 5. Democracia del saber (la informa¬ción es patrimonio del colectivo). 6. Rendición de cuentas (no existen cajas negras, todo es transparente y auditable). 7. Debate permanente (se estimula la cultura del debate sin censuras ni temas tabúes; existe además tole¬rancia con las opiniones divergen¬tes y respeto de las todas ideas). Estas consideraciones pueden ser apli¬cables en mayor o menor grado, en su totalidad o parcialmente, de acuerdo con los


contextos y las especificidades de cada realidad. Adicionalmente, en el marco de la democracia directa, se vinculan aspectos relacionados con la planificación participativa, la toma de decisiones en manos de quienes es¬tán al frente de la actividad, la ges¬tión colectiva y el control social de los procesos. La gerencia participativa, incluso en el capitalismo, ha demostrado mejor desempeño que la centralizada y auto¬ritaria. Los planes de las grandes empre-sas del Estado deberían ser consultados, en referendo si fuera posible. Los planes de las empresas comunales deben tam¬bién someterse a la consideración de las asambleas de ciudadanos, propietarios todos del medio de producción. Márquez: Las empresas del Estado ocupan un lugar cada vez más pre-ponderante en la economía nacional desde 1999. Ya no es sólo Pdvsa, la empresa más importante de Vene¬zuela, la que se encuentra en manos del sector público. A ella se suman las que están bajo la conducción de la Corporación Venezolana de Guayana, la Petroquímica y las recientemente readquiridas Cantv, La Electricidad de Caracas y Ávila Mágica. El Estado se ha convertido en un empresario cada vez más activo, tanto que resulta di¬fícil establecer las diferencias entre el socialismo (colectivismo) del siglo XXI del cual hablan los representan¬tes del oficialismo —que en realidad tiene una presencia marginal dentro del aparato productivo— y el recru¬decimiento del capitalismo de Estado (¿del siglo XXI?) que se observa en la práctica. El estatismo, encubierto bajo el engañoso nombre de «nacio¬nalización», constituye el signo do¬minante de la economía. La actividad económica privada, salvo en algunos rubros agrícolas, en las telecomuni¬caciones, en la banca y en empre¬sas como Polar, ha sido arrinconada a esferas muy reducidas. A esto hay que agregar la creciente presencia de regulaciones y leyes que restringen la actividad económica particular. Ve¬nezuela se encuentra en los últimos lugares del índice de Libertad Eco¬nómica que publica anualmente The Heritage Foundation. El desmedido predominio de las empresas del Estado es un factor que conspira contra la libre concurrencia, las oportunidades


económicas, la sana competencia entre los distintos agentes económicos y, en general, contra la con la eliminación de la propiedad privada, aquellas experiencias socialistas decían suprimir la desigualdad social y crear una sociedad sin clases. Salvo en contadas excepciones, esto no ocurrió. Si bien el Estado era dueño de los medios de producción, permaneció subrepticiamente la división de clases: por una parte, la burocracia estatal privilegiada y acaudalada, «representantes» de la sociedad en la administración del gobierno y, por la otra, la población desprovista de espacios para la participación en la gestión pública, apartada del ejercicio de un gobierno popular y democrático. En parte, su fracaso devino de un error: no interpretar la dialéctica de los procesos que nacen y se desarrollan en medio de fuertes contradicciones y resistencias. Por ello, el socialismo del siglo XXI debe ser visto como un proceso; su ideal: establecer nuevas relaciones de convivencia humana basadas en la igualdad, la justicia social y productividad y la eficiencia del aparato productivo. De hecho, Venezuela también aparece en los puestos más rezagados en materia de productividad. En el socialismo del siglo XXI las empresas deben ser eficientes desde el punto de vista social y creadoras, principalmente, de valores de uso La empresa privada tiene inexorablemente que sumergirse en las aguas de las transformaciones nacionales; en su nomenclatura han de hacerse comunes términos como responsabilidad social, planificación y participación. En piedra de Sísifo se ha de tornar la actuación de los sectores empresariales que persistan en la línea capitalista ortodoxa de la máxima ganancia. Para este segmento, ojalá minoritario, habrá de haber regulaciones, más temprano que tarde. De una somera revisión de la realidad empresarial venezolana se pueden distinguir al menos tres grandes grupos: 1) aquellos que se niegan a cualquier tipo de cambio y que, dando un paso más allá, dificultan el rumbo de las transformaciones nacionales, 2) quienes, sin tener esa mala voluntad, necesitan más datos que les permitan tomar una decisión racional en la


nueva dirección y, 3) los que están dispuestos a andar el camino socialista.

En el contexto de régimen de propiedad mixto planteado por el socialismo del siglo XXI se han de delimitar las pautas de actuación esperadas de cada uno de los actores que intervienen en el desempeño productivo nacional: Estado, comunidades organizadas e iniciativas privadas. Cada cual ha de poseer, por así decirlo, más allá de su compromiso social y del cumplimiento de las regulaciones vigentes, la cartilla contentiva de las reglas del juego que le corresponde asumir. Si bien las EPS son dueñas de ciertos medios de producción, se comportan de acuerdo con una lógica solidaria: ganan lo razonable y colaboran con el Estado y las comunidades en la construcción de una sociedad justa, inclusiva e igualitaria. Están dirigidas por empresarios cuyo único fin no es la acumulación desmedida; además tienen conciencia social, organizan su actividad corporativa en función de las necesidades de las mayorías y saben que ganarán dinero, pero que su riqueza no se obtiene fácil-mente, sino con trabajo.



SISTEMA CAPITALISTA: UNA VEZ QUE TRIUNFO LA REV. INDUSTRIAL SE EXTENDIO EL CAPITALISMO CONVIRTIENDOSE EN UN SISTEMA ECONOMICO DE CARACTER MUNDIALLOS PRINCIPALES PAISES DEL MUNDO SE CONVIRTIERON EN UNCA CLASE SOCIAL MAS PODEROSA Y LA CLASE OBRERA SE DESARROLLO EN TODO EL MUNDO.LA BASE ECONOM DEL CAPITALISMO FUERON LA PRODUCCION ENTRE OREROS Y BURGUESES. LOS OBREROS TRABAJABAN PARA SU PATRON A CAMBIO DE UN SALARIO. LO CUAL LOS BURGUESES OBTENIAN GRANDES GANANCIAS. ESTA FUE UNA FORMA DE ORGANIZAR LA PRODUCCION, LO CUAL CREA UN GRANDE MERCADO MUNDIAL QUE ABSORVE LA OFERTA DE PRODUCTOS NUEVOS.


El capitalismo es un sistema, económico, político y social, en la que grandes empresas y unas pocas personas acaudaladas, controlan la propiedad, incluyendo los activos capitales (terrenos fábricas , dinero, acciones de la bolsa, Bonos). EL capitalismo se considera un sistema económico donde la propiedad privada desempeña un papel fundamental. Este es el primero de los principios básicos del capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la libertad de empresa y de elección, el interés propio como motivación dominante, la competencia, la importancia del sistema de precios o de mercado y un reducido papel del gobierno. El capitalismo establece que los recursos deben estar en manos de las empresas y personas particulares. De esta forma, a los particulares se les facilita el uso, empleo y control de los recursos que utilicen en sus labores productivas. Como consecuencia de lo anterior, los particulares podrán utilizar los recursos como mejor les parezca. La libertad de empresa propone que las empresas sean libres de conseguir recursos económicos y transformarlos en una nueva


mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen desarrollar y el momento para entrar o salir de éste. La libertad de elección

se

aplica

a

las

empresas,

los

trabajadores

y

los

consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se encuentre dentro de los límites de su ingreso. Toda empresa capitalista (pública o privada), en aras de su reformateo en Empresas de Producción Social, debe incorporar progresivamente las siguientes prácticas: 1. Ejercer la responsabilidad social empresarial: promover obras sociales en beneficio de la comunidad. 2. Vincularse con los problemas del entorno: coadyuvar a la organización social y articularse con los consejos comunales, por ejemplo. 3. Producir para satisfacer necesidades sociales, no para vender por vender e incrementar las ganancias: no estimular el consumo de bienes innecesarios o suntuosos y concentrarse en la manufactura de los artículos fundamentales para el sustento humano. 4. Distribuir los excedentes entre los propietarios de las empresas, sus trabajadores y la sociedad: no enriquecerse a expensas de la explotación del trabajo ajeno, sino compartir los márgenes de ganancia. 5. Disminuir los beneficios particulares y aumentar los beneficios sociales: ganar lo suficiente y reducir los precios de las mercancías al mínimo, en beneficio de la población. 6. Tejer relaciones de comercio justo: romper las cadenas y las roscas de la distribución y la especulación, al intercambiar mercancías con la menor intermediación posible. 7. Incorporarse en los planes de formación de los trabajadores y trabajadoras: ayudaren el mejoramiento de su cultura y conciencia. 8. Fomentar relaciones de democracia directa a lo interno de los centros laborales: asumir prácticas como la elección de representantes


y administradores, la rendición de cuentas, las contralorías de trabajadores y la revocabilidad de mandatos. 9. Producir de acuerdo con los principios del valor de uso de la mercancía: no producir por el valor comercial de determinados productos, amén de que la rentabilidad empresarial no riñe con la calidad. 10. Ofrecer remuneración digna y regular a los trabajadores: a cada cual según sus necesidades y trabajo. 11. Destinar la producción entre quienes más la necesitan: incorporarse desinteresadamente en planes de protección social para quienes están en condiciones de extrema exclusión y miseria. 12. Tener compromiso ecológico. 13. Articularse con los planes gubernamentales de desarrollo tales como los núcleos de desarrollo endógeno, los presupuestos participativos o los gabinetes móviles. 14. Fomentar o tutelar nuevas empresas, cooperativas o asociaciones productivas sin ánimo de lucro y sin que medien intereses. 15. Asumir nuevos protocolos de atención al público: trato digno a los trabajadores, clientes y, en general, a todas las personas; superar las prácticas burocráticas clientela res y el maltrato al que nos mal acostumbró la Cuarta República.

SISTEMA CAPITALISTA AMERICANO De 1945 a 1970 Estados Unidos disfrutó de un largo período de crecimiento económico. Una gran mayoría de estadounidenses gozaba un cómodo nivel de vida. Habían lavadoras de ropa en los hogares, autos, televisores, refrigeradores. Hubo un sin número de huelgas después de la segunda Guerra Mundial en las cuales los empleados exigían aumentos para compensar la inflación; sin embargo la prosperidad de la posguerra permitió a los empleadores otorgar salarios más altos. Al mismo tiempo, Estados Unidos se movía lentamente hacia la justicia racial. En 1957

El gobierno federal estadounidense incrementó los


esfuerzos que ya se hacían para producir un satélite, e invirtió más dinero en educación, especialmente en las ciencias.

Desde comienzos del siglo XX Estados Unidos ha sido el principal país industrial del mundo. Aunque la economía estadounidense se basa en la libre empresa, el gobierno regula los negocios de varias formas. Algunas de sus normativas pretenden proteger a los consumidores de la mala calidad de los productos, garantizar a los trabajadores condiciones de trabajo adecuadas que reduzcan el riesgo de accidentes y reducir la contaminación medioambiental. Otro aspecto importante de la Sociedad Americana es que es un crisol de la sociedad. O sea, muchas personas entran a Estados Unidos

buscando

estabilidad

y

felicidad

(económica).

La

migración le da un aspecto importante a la sociedad americana. Estados Unidos es una sociedad multicultural. Aquí hay cada día más personas. La publicidad es el ambiente más reconocido en esta sociedad. El sistema de salud es el peor, ya que, el poder recaía en las aseguradoras. Los ingresos en 1997 se estimaron en 1,67 billones de dólares y los gastos en 1,70 billones. Desde comienzos de la década de 1980 Estados Unidos había venido registrando un déficit


presupuestario de unos 100.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, a finales de la década de 1990 se logró equilibrar el presupuesto federal.

Ventajas del sistema capitalista en USA. La principal ventaja es que se estimula de forma directa la productividad en la economía. Quien produce más, con menores costos, obtiene un mayor beneficio económico que a su vez puede volver a invertir generando en espiral una riqueza creciente.

En

los

sistemas

capitalistas

se

estimula

la

individualidad, la imaginación y la innovación, ya que el individuo quien figura como inversor es quien exprime sus neuronas buscando la manera de incrementar su beneficio económico. Se descubren nuevos sitios de mercado, nuevas formas de comercio, etc. Es precisamente la innovación la que ha hecho que personas de la nada hayan hecho grandes fortunas gracias al capitalismo, como Bill Gates de Microsoft, Larry Page, Sergey Brin (de Google), Mark Zuckerberg (Facebook), Shawn Fanning (Napster), J. K. Rowling (escritora de Harry Potter), etc. Es un sistema económico donde hay progreso.

Desventajas del sistema capitalista en USA La finalidad de este sistema es aumentar la producción, ya sea aumentando el rendimiento, o reduciendo “costos”, esto muchas veces se ha convertido en la explotación inhumana del hombre, violando su dignidad humana. El hombre pasa a ser un recurso de producción más. Suelen surgir poderosos grupos económicos que mantienen explotados y bajo condiciones


injustas e infrahumanas a los más desposeídos, los cuales generalmente tienen pocas probabilidades de salir de sus condiciones marginales. No porque el sistema se los impida, sino porque su educación y cultura no les permite entender la forma de hacerlo. Un grupo de personas dueños de los capitales, son los que gobiernan en la Economía. El área de la salud es privada y es sumamente costoso. La contaminación ambiental cada día crece más, con el proceso de industrialización.

EL SISTEMA SOCIOECONÓMICO CAPITALISTA CONSTITUYE LA ARTICULACIÓN ARMÓNICA DE LAS LEYES, REGLAS E INSTITUCIONES QUE RIGEN LA VIDA ECONÓMICA, NO


IMPORTA CUÁL SEA LA NATURALEZA DEL ORGANISMO, ASÍ MISMO ESTE SISTEMA CUMPLE UNA SERIE DE FUNCIONES DE TODA SOCIEDAD. SE REFIERE, A LA PECULIAR ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, REGLAS, PROCEDIMIENTOS E INSTITUCIONES CREADAS POR UNA SOCIEDAD PARA RESOLVER EL PROBLEMA ECONÓMICO BÁSICO. EL SISTEMA CAPITALISTA: ES UN ORDEN SOCIAL Y ECONÓMICO QUE DERIVA DE LA PROPIEDAD PRIVADA SOBRE EL CAPITAL COMO HERRAMIENTA DE PRODUCCIÓN, QUE SE ENCUENTRA MAYORMENTE CONSTITUIDO POR RELACIONES EMPRESARIALES VINCULADAS A LAS ACTIVIDADES DE INVERSIÓN Y OBTENCIÓN DE BENEFICIOS, ASÍ COMO DE RELACIONES LABORALES TANTO AUTÓNOMAS COMO ASALARIADAS SUBORDINADAS A FINES MERCANTILES. EN EL CAPITALISMO, LOS INDIVIDUOS, Y/O EMPRESAS USUALMENTE REPRESENTADAS POR LOS MISMOS, LLEVAN A CABO LA PRODUCCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS EN FORMA PRIVADA E INDEPENDIENTE, DEPENDIENDO ASÍ DE UN MERCADO DE CONSUMO PARA LA OBTENCIÓN DE RECURSOS.


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