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REALIDAD VIRTUAL PARA TRATAR LA ANOREXIA
por Núria Jar
El mundo de la realidad virtual se ha volcado a temas de salud desarrollando terapias basadas en esta tecnología para el tratamiento de trastornos de conducta alimentaria.
La realidad virtual y la realidad aumentada, así como la combinación entre ambas, marcan el futuro de la atención médico social. Sus aplicaciones son diversas y van desde la formación académica hasta la práctica clínica.
Su uso terapéutico es esperanzador en muchas patologías, sobre todo en la salud mental. Por ejemplo, la realidad virtual ya se utiliza para rebajar la ansiedad antes de una operación o gestionar fobias, porque permite distraer y exponer a las personas sin riesgos.
La anorexia es uno de los trastornos en los que la realidad virtual podría mejorar los tratamientos actuales. En el Hospital Sant Joan de Déu (HSJD) de Barcelona ha iniciado un ensayo clínico para comprobar sus ventajas, sin olvidar las terapias actuales.
Los jóvenes con Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) tienen una distorsión de su propio cuerpo. Temen engordar. La terapia cognitiva conductual, adecuada para estos casos, consiste en exponer a la persona a sus miedos. Si a una persona le da pánico volar se la prepara para tomar vuelos cada vez más largos, a partir de exposiciones a situaciones reales.
En cambio, el miedo a engordar es abstracto. El terapeuta no puede exponer a un adolescente a su imagen con más peso. Aquí es donde la realidad virtual supera las limitaciones del mundo real y permite crear un avatar virtual del joven con un índice de masa corporal saludable.
La Universidad de Barcelona (UB) ha desarrollado, en colaboración con profesionales del centro, un programa de realidad virtual para crear estos avatares. “El paciente está encantado de ponerse unas gafas de realidad virtual”, destaca Eduardo Serrano, coordinador de la unidad de TCA del HSJD, sobre el idilio entre los jóvenes y las nuevas tecnologías.
Las primeras sesiones consisten en que la persona sienta como propio el cuerpo virtual, que permite controlar parámetros de forma segura y no invasiva. “Al principio ven el avatar más delgado de cómo son realmente”, destaca sobre la distorsión Bruno Porras, investigador de la UB, que ha recibido una beca del gobierno español para impulsar el proyecto también con otros dos hospitales.
Los resultados preliminares muestran cómo los jóvenes aumentan de peso, mientras la ansiedad por ganar kilos se reduce. El seguimiento ocular que permiten las gafas de realidad virtual también muestra cómo disminuye el sesgo atencional de los chicos, que dejan de focalizarse en determinadas partes de su cuerpo como los muslos.
Núria Jar es una periodista especializada en ciencia y salud que vive en Barcelona. Colabora con RAC1, TV3, Agencia Sinc, Muy Interesante y Revista 5W. A lo largo de su carrera ha escrito para otros medios como Scientific American, El País y La Vanguardia. Ha recibido distintos premios, entre ellos el Concha García Campoy. Twitter @nuriajar