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EL ARTE DE CAI GUO-QIANG: ENTRE EL CONTROL Y EL AZAR
por Mariana Pérez
En el otoño de 2018 el artista chino Cai Guo-Qiang presentó en la Galería Uffizi y en la ciudad de Florencia una muestra de su trabajo con pólvora, lo cual se reveló como una experiencia estética única.
De haber sido un domingo cualquiera, en el Piazzale Michelangelo de Florencia hubiera habido varios turistas y locales que disfrutaban sus vistas panorámicas dignas de postal y fotografiaban la réplica del David de Miguel Ángel. Pero no era un domingo cualquiera. El 18 de noviembre de 2018 en la plaza se habían montado más de 50 mil fuegos artificiales fabricados a la medida para el evento de una de las figuras más singulares del panorama artístico internacional: Cai Guo-Qiang (1957, Quanzhou, China). Un público expectante llenaba el lugar cuando se escuchó la voz del artista haciendo una cuenta regresiva… tres, dos, uno… y el cielo se pintó por más de diez minutos con pólvora de colores. El evento recibió el nombre de City of Flowers in the Sky y fue inspirado por Alegoría de la primavera, la obra maestra de Sandro Botticelli. Mediante distintos actos y utilizando el horizonte de la ciudad como su lienzo, Cai Guo-Qiang evocó las imágenes icónicas que componen esta obra maestra. Con una precisión extraordinaria, dibujó en el cielo un colosal bouquet de flores en un poderoso homenaje a la ciudad, cuna del Renacimiento.
Para quienes no tuvimos la fortuna de estar ahí, los registros visuales y los testimonios escritos se quedan cortos. Nos falta la vivencia colectiva de un público que se asombra en sincronía. Nos falta el discurrir de la secuencia completa para entender el ritmo del evento y su alternancia perfecta entre destellos sutiles de colores y enérgicas explosiones saturadas de humo. Nos falta atestiguar el compás con el que la ciudad y los fuegos artificiales alternan el protagonismo. Nos falta el estruendo de las detonaciones y el humo ondulante que modifica la atmósfera. La experiencia es insustituible.
No es de extrañar que los actos explosivos de sitio específico como éste le hayan ganado a Cai Guo-Qiang el reconocimiento mundial. Tras formarse en escenografía e incursionar en el cine y la pintura, exploró las propiedades de la pólvora en sus dibujos. Esta búsqueda lo llevó eventualmente a experimentar con explosivos en una escala mayor, desarrollando sus característicos proyectos de explosión, ya sea en el cielo o encima de los lienzos. A la naturaleza destructiva de la pólvora y su asociación histórica con la violencia, yuxtapone la capacidad para crear belleza. Él mismo afirma: “Mi fascinación por este material viene de algo fundamental, esencial. Quiero explorar la relación de dualidad entre el poder de la destrucción y el de la creación”.1
City of Flowers in the Sky no fue un evento aislado de fuegos artificiales, sino la espléndida inauguración de la exposición individual del artista en la Galería Uffizi, que incluyó más de 60 pinturas con pólvora. La muestra llevó el nombre de Flora Commedia e inició con visitas de Cai Guo-Qiang a la emblemática pinacoteca que lo inspiraron a entablar un diálogo con los artistas renacentistas de la colección como Leonardo Da Vinci
Flora Commedia es parte de An Individual’s Journey through Western Art History, un proyecto que ha llevado a Cai Guo-Qiang alrededor del mundo para construir diálogos con los grandes pintores del pasado. El proceso creativo es similar: primero se convierte en un espectador, un visitante silencioso y atento de las salas del museo. Después, concibe la obra, hace bosquejos e involucra a un amplio equipo de producción hasta que llega el día de esparcir la pólvora sobre el lienzo, envolverlo en papel de arroz y cartón, y encender la mecha. El estallido llega y, en uno o dos segundos, la pólvora decide el final de la obra. Hay mucho humo en el ambiente y Cai GuoQiang debe esperar un poco hasta poder observar el resultado, difícil de anticipar. Al respecto, ha afirmado: “En mi arte existe una contradicción: como artista intento controlar mi creación, que represente algo que yo busco, pero siempre existe ese azar de no saber qué va a pasar. Esa es la pasión que siento con este tipo de arte. En ese instante cuando ocurre la explosión es la fuerza de la naturaleza la que decide el destino de la obra”. 2 www.uffizi.it | www.caiguoqiang.com
Así como en los eventos explosivos la experiencia es central, aquí también prima algo espontáneo e impredecible. El lienzo se convierte, entonces, en el registro de un acontecimiento, el tiempo condensado en una imagen y un recordatorio de que el arte siempre es, de una u otra forma, experiencia.