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INTELIGENCIA ARTIFICIAL: CATALIZADOR DE LA CURIOSIDAD HUMANA

por Rafael Bifano, imágenes de Kyle Correia De Araujo

Desde fines de 2022 la inteligencia artificial ha tomado una especial importancia y ha dado lugar a distintas posturas sobre cómo ha impactado en el presente y de qué forma lo hará en el futuro. Algunos piensan que es un peligro, los optimistas, por su lado, abogan por su democratización para lograr un cambio positivo. Si bien la realidad seguramente será una mezcla de ambas, el autor de este artículo nos invita a ver el potencial que tiene la IA para librarnos de tareas difíciles y tediosas y con ello recuperar una característica única del ser humano: la curiosidad.

El objetivo de la mayoría de los modelos actuales de la inteligencia artificial (de forma muy simple) es la predicción. Esto lo logran después de haber sido “entrenados” con miles de millones de datos. Los datos pueden ser tan precisos como las variaciones del clima en una cierta región del Pacífico en los últimos 30 años para predecir huracanes o tan abiertos como conversaciones humanas en redes sociales para tener un chatbot

En el caso de la medicina, los algoritmos son entrenados con millones de datos, por ejemplo: información genética, historial médico, imágenes, diagnósticos, moléculas farmacológicas, estudios y demás. En un futuro no muy lejano, gracias a estos avances y modelos de inteligencia artificial aplicada, los médicos tendrán a su alcance una herramienta que será capaz, en tiempo real, de determinar diversas opciones de diagnósticos y tratamiento considerando no sólo el historial clínico del paciente sino su mapa genético. Aunque esto pudiera parecer sencillo, ahorraría mucho tiempo, sobre todo a los médicos del sector público y disminuiría el error humano por la carga de trabajo.

De igual forma, en el futuro, los médicos junto con los científicos de datos y los nuevos sensores de salud (relojes inteligentes, medidores de glucosa, entre otros), van a poder recolectar información en tiempo real que les permita crear nuevas directivas y recomendaciones personalizadas para evitar padecimientos. Con esto, podrán prevenir enfermedades cardiacas, detectar pronto ciertos tipos de cáncer, diabetes, y muchas otras enfermedades. Esto abrirá las puertas a nuevos tratamientos y estrategias de salud pública.

La IA al final del día es un reflejo humano, prueba de nuestra curiosidad infinita y del impulso por crear algo nuevo.

En el ámbito del derecho, la IA no se ha quedado atrás. Esto ha creado polémica, ya que algunas firmas han sido multadas por el uso inadecuado de herramientas que no están diseñadas para la investigación legal. A pesar de este precedente, existe mucho interés en la capacidad de estos algoritmos para analizar y revisar documentos legales, una tarea que puede llegar a ser muy laboriosa. Muchas firmas de abogados se caracterizan por contratar un sinfín de personas para realizar estas tareas, pero gracias a la inteligencia artificial se pueden crear algoritmos de aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural que las realicen. La IA puede escanear, organizar y analizar miles de documentos legales en un parpadeo, identificando precedentes relevantes o cláusulas problemáticas.

En este campo la IA se encamina más hacia una mayor eficiencia y precisión. Esto, lejos de desplazar al humano, lo capacita para enfrentar retos jurídicos con mayor comprensión y gestión del conocimiento. Al mismo tiempo la curiosidad humana se nutre con estas nuevas herramientas para explorar los confines de la justicia y la equidad con una nueva perspectiva.

Por último, me gustaría mostrar cómo la IA puede revolucionar la psicología y la forma en la que comprendemos la mente humana. La inteligencia artificial podría utilizarse en sesiones terapéuticas: con sólo una serie de cámaras y micrófonos los algoritmos podrían analizar en tiempo real la conversación entre el paciente y su terapeuta y dar al terapeuta retroalimentación instantánea sobre aspectos no captados conscientemente, como cambios de expresiones faciales, tono de voz, dilatación de pupilas, cambio en la forma de hablar, que pueden indicar el estado emocional del paciente.1 Esto no sólo enriquecería la comprensión del terapeuta sobre su paciente, también le ayudaría a explorar otras técnicas de intervención.

Todas las imágenes: Co-creación de Kyle Correia De Araujo e IA generativa, Multi-Sensory Perception (Percepción multisensorial), 2023. Cortesía del artista.

La IA al final del día es un reflejo humano, prueba de nuestra curiosidad infinita y del impulso por crear algo nuevo. En mi forma de ver las cosas la IA va a ser un catalizador para redescubrir lo que nos hace fundamentalmente humanos: la creatividad, la imaginación, la empatía, la sensibilidad. Va a ser una herramienta que nos libere de la carga de lo mundano para sumergirnos en lo verdaderamente significativo.


1 Charlotte Jeearchive y Will Douglas Heaven, “The therapists using AI to make therapy better” en MIT Technology Review, 2021. https://shorturl.at/nJKLM (verificado el 3 de enero de 2024).


Rafael Bifano Beltrán es ingeniero en electrónica por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y tiene un MBA por la Schulich School of Business de Toronto. Actualmente trabaja en el área de AI Analytics + Product Strategy en Stingray Music. Es amante de la tecnología, los videojuegos y la ciencia ficción. Twitter @rafaelbifano | Linkedin https://bit.ly/3fonejz


Kyle Correia De Araujo es un diseñador visual y artista digital de inteligencia artificial que vive en Johannesburgo. La pasión por la expresión artística y su curiosidad sobre las fronteras ilimitadas de la IA impulsan su trabajo creativo. Como diseñador y artista digital se encuentra en una constante exploración, experimentación y perfeccionamiento de sus habilidades artísticas y de diseño aprovechando la tecnología de la IA generativa para crear experiencias digitales visualmente cautivadoras y personalizadas. www.behance.net/kylearaujo | Instagram @kylecorreiadearaujo

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