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LA CURIOSIDAD ES UN BUEN ANTÍDOTO PARA EL ABURRIMIENTO


por Elisa Navarro Chinchilla
imágenes de Pablo Helguera

Ante un panorama en el que el aburrimiento parece extenderse cada vez más entre niñas, niños y adolescentes, la autora propone acompañamiento, respeto, libertad y el desarrollo de la curiosidad para dar sentido al aprendizaje y a la vida.

Es muy probable que hayas escuchado a algún niño o algún adolescente decir: “estoy aburrido”. Y la respuesta común de los adultos suele ser: “en mis tiempos no había ni la mitad de estímulos que ustedes tienen y nos las ingeniábamos para divertirnos”. ¿Es posible que los niños y adolescentes de hoy experimenten más aburrimiento que antes?

Existe una escala que nos ayuda a medir el aburrimiento en niños y adolescentes llamada The Boredom Proneness Scale (BPS) o Escala de Propensión al Aburrimiento. Conforme a una investigación basada en esta escala, realizada entre 2008 y 2017, se encontró que efectivamente, el aburrimiento ha incrementado. Ha aumentado más en niñas que en niños y su pico se identifica entre los 15 y 16 años.

Sin embargo, el aburrimiento es sólo un síntoma de muchas posibles causas. Cuando un niño o un adolescente dice que está aburrido puede estar diciendo muchas cosas: que le gustaría estar haciendo algo más, que está incómodo socialmente, que en realidad se siente deprimido porque no le ve sentido a lo que hace y otra infinidad de respuestas.

El problema es que el aburrimiento está correlacionado con actitudes o consecuencias que pueden ser graves para el desarrollo socioemocional: depresión, alexitimia o imposibilidad de reconocer o nombrar los propios sentimientos; alienación, enojo y agresión, impulsividad, soledad, narcisismo, neurosis, procrastinación e insociabilidad.

El aburrimiento puede aparecer en muchos momentos del día, pero es muy común que lo haga en el horario escolar. “Me aburre la escuela”. Judy Willis, una neuróloga que ha estudiado el papel del aburrimiento en el salón de clases, explica que la amígdala es el switch que determina a qué parte del cerebro se va la información que estamos recibiendo. Y cuando estamos aburridos la amígdala se encuentra en estado de estrés, al igual que cuando estamos en peligro. La información se va a la parte más animal y reactiva del cerebro. Por eso, si no queremos niños reactivos, es muy importante buscar que no se encuentren aburridos mientras están en el salón de clases. En un mundo ideal, la escuela debería ser el momento más entretenido del día, pues aprender activa muchas partes del cerebro y puede ser muy estimulante.

Si logramos generar algo de curiosidad en los alumnos, cambiamos por completo el estado de ánimo y la apertura para aprender.
Todas las imágenes: Pablo Helguera, Método de discursos sociales: Diagramas, 2023. Cortesía de Galería Enrique Guerrero y Pablo Helguera.

¿Por qué los infantes se podrían estar aburriendo en la escuela? Existen muchas razones, pero las principales son: que no participan de su aprendizaje y están sentados, pasivamente, escuchando información; que no ven relevancia o conexión entre lo que están aprendiendo y su vida o intereses fuera de la escuela, y, que los métodos para enseñar son repetitivos y tediosos.

¿Cómo, entonces, podemos ayudar a niños y a jóvenes a no sentirse aburridos, deprimidos o desanimados durante su aprendizaje? Un gran antídoto para el aburrimiento es la curiosidad. Si logramos generar algo de curiosidad en los alumnos, cambiamos por completo el estado de ánimo y la apertura para aprender. ¿Cómo lograr curiosidad en niños y jóvenes que dicen estar permanentemente aburridos y no tienen ganas de nada? Aquí te compartimos algunas ideas que pueden servir en el salón de clases:

  1. Fomentar que el salón se viva como un espacio seguro para la curiosidad, donde los alumnos sientan que pueden preguntar sin recibir burlas.

  2. El docente puede ser un modelo a seguir. Muestra tu propia curiosidad y que tus alumnos vean que no lo sabes todo y que te gustaría explorar cosas nuevas.

  3. Hacerles preguntas y pedir que ellos hagan sus propias preguntas, no importa si son difíciles o fáciles.

  4. Demuestra la relación que hay entre lo que estás enseñando y situaciones de la vida real. Encuentra las aplicaciones prácticas y la relevancia de los temas que enseñas.

  5. Cuando un niño tenga una pregunta, escucha y dale seguimiento.

  6. Fomenta el pensamiento crítico al pedirles que expliquen por qué piensan lo que piensan o por qué alguien más piensa distinto a ellos.

  7. Busca generar debates, encuentra temas de interés y fomenta que argumenten sus puntos de vista. Un buen ejercicio es ponerlos a defender un argumento en el que están en contra.

  8. Estar atento a sus intereses es muy importante, que guíen su aprendizaje. Dales opciones para sus proyectos o tareas.

  9. Incorpora actividades prácticas, experimentos y proyectos interactivos que permitan explorar conceptos de manera tangible. La experiencia práctica a menudo despierta la curiosidad.

  10. Pide que compartan anécdotas o experiencias personales relacionadas con la materia. Las narrativas personales pueden hacer que el material sea más intrigante y fácil de relacionar.

  11. Utiliza materiales en diferentes formatos: videos, interactivos, investigación en línea, canciones, entre otros.

  12. Jueguen en el salón, existen muchos tipos de juegos para todos los temas, digitales o físicos.

  13. Busca que resuelvan los problemas solos lo más posible, buscando tutoriales o aprendiendo por prueba y error.

  14. Celebra la curiosidad y da retroalimentación positiva cuando veas que se asoma.

Todas las imágenes: Pablo Helguera, Método de discursos sociales: Diagramas, 2023. Cortesía de Galería Enrique Guerrero y Pablo Helguera.

Es importante estar atentos a los alumnos que dicen estar aburridos, porque muchas veces esto puede ser una expresión de algo más grave o más complejo, como depresión; en esos casos, se debe canalizar a estos alumnos con alguien que pueda ayudarlos.

Una vez que la curiosidad se vuelve parte de nuestras vidas, difícilmente nos encontraremos aburridos, siempre habrá algo más por conocer.


Elisa Navarro Chinchilla es desarrolladora de videojuegos y tecnología educativa. Fundadora de Gargamel Estudio, maestra en Pedagogía por el Instituto de Educación de UCL del Reino Unido, animadora por Eunoia School y licenciada en Literatura por la Universidad Iberoamericana. www.gargamel-estudio.com


Pablo Helguera es un artista visual mexicano que vive en Nueva York cuyo trabajo explora la historia, la pedagogía, la sociolingüística, la etnografía, la memoria y el absurdo, por medio de formatos como la conferencia, las estrategias de exposición en museos, los performances musicales y la ficción escrita. Método de discursos sociales es una serie de obras que busca crear un abecedario de conceptos pedagógicos. El proyecto, inspirado en los diagramas del físico Richard Feynman (que representan las fases de procesos de colisión de partículas), consiste en generar un sistema alfabético de “taquigrafía pedagógica” para facilitar el desarrollo de proyectos, debates y procesos de investigación. www.galeriaenriqueguerrero.com | www.pablohelguera.net

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