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Workshop Internacional “Empoderando ciudades locales, el caso de Samaipata
WORKSHOP INTERNACIONAL “Empoderando comunidades locales, el caso de samaipata” Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra - UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LOVAINA - Universidad MAYOR SAN FRANCISCO XAVIER DE CHUQUISACA
El Taller denominado ¨Empoderando Comunidades Locales, el caso de Samaipata¨ fue una actividad internacional, con la participación de docentes y estudiantes de tres universidades, una europea y dos bolivianas. Ha sido un espacio de profundo aprendizaje debido a que se fortalecieron las premisas y los objetivos de la experiencia del año anterior en San Joisé de Chiquitos, dejándonos en claro que si bien hay mucho por hacer en las ciudades intermedias bolivianas, es posible generar de manera estratégica un sinfín de soluciones circulares que sólo mediante la planificación sostenible se puede alcanzar.
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La experiencia vivida el 2018 en San José de Chiquitos con el Workshop ¨Espacios Colectivos Bajo Presión¨, efectuado por las mismas universidades, fue grata en todos los ámbitos. El gran incendio de la zona en el invierno de 2019 nos deja un sabor agridulce debido ya que el Taller realizado fue una suerte de premonición donde quedó en evidencia que el crecimiento demográfico de la Chiquitanía es una amenaza latente para el frágil sistema existente. La quema de los bosques nacionales reclama nuestra urgente atención hacia el desarrollo sostenible de ciudades intermedias, ya que de ellas dependerá la protección y preservación de los tesoros históricos, culturales y naturales del territorio. Está claro que no se trata de cómo nuestra comunidad reacciona ante la catástrofe, sino más bien de generar una conciencia colectiva para prevenir y controlar las amenazas propias de nuestra incierta actualidad.
En Samaipata se reconoció de inmediato las grandes potencialidades de desarrollo social, económico y ambiental existentes, sin embargo cada uno de estos aspectos requiere ser fortalecido desde el ámbito urbano. En lo social es necesario dar prioridad a la población más vulnerable mediante la conformación de espacios públicos con mayor calidad. Así mismo, las potencialidades económicas de Samaipata en cuanto al Turismo Sostenible son infinitas pero muy frágiles cuando se observa que la falta de planificación y legislación destruye aceleradamente la identidad local. Finalmente en lo ambiental se detectó que el Cambio Climático ya afecta al medio urbano con inundaciones extraordinarias que la precaria e insuficiente infraestructura pluvial no puede contener.
Por ahora sólo nos queda expresar nuestro más sincero agradecimiento a KU Leuven y USFX que por segundo año nos acompañan en este espacio académico que la UPSA establece para la formación de los futuros líderes que hoy más que nunca necesita el Oriente boliviano.
CARTEL DEL TALLER DESARROLLADO. (RUIZ R. 2019)
Ignacio Galán & Yves Schoonjans
Grupo de investigación ‘urban projects, collective spaces & local Identities’
Acotando el objeto del taller
En el “Informe World-Cities 2016, Urbanización y Desarrollo” el UN-Habitat defiende que los centros urbanos que más rápido están creciendo son los de las ciudades de pequeño y mediano tamaño, que poseen el 59% de la población urbana mundial. Se enfrentan a problemas urbanos emergentes, incluyendo cambio climático; exclusión y desigualdad creciente; aumento de la inseguridad; y brote de migraciones internacionales (UN Habitat, Informe World-Cities 2016). Las pequeñas ciudades tienden a ser ignoradas por las autoridades nacionales y regionales, y a menudo carecen de la influencia técnica y financiera de grandes ciudades para asegurar un adecuado planeamiento, aunque alberguen una creciente población debido a la inmigración (Temas urbanos para un mejor futuro, ONU). La “Nueva Agenda Urbana” de la UN Habitat 3 destaca la importancia de reforzar el rol de las pequeñas y medianas ciudades, y reconoce que la cultura y la diversidad cultural son fuentes enriquecedoras para la humanidad, y aportan una importante contribución para el desarrollo sostenible de las ciudades, asentamienntos humanos y los ciudadanos, empoderándoles para realizar un papel activo y único en el desarrollo de iniciativas.
Este proyecto se centra en el municipio de Samaipata, en Bolivia. Aunque el área ha experimentado en los últimos veinte años sólo un pequeño crecimiento de población, los pasados años podrían mostrar el inicio de un mayor crecimiento de la inmigración debido al desarrollo del turismo y de sus servicios. Este futuro crecimiento es probablemente similar a otros municipios bolivianos como San José de Chiquitos, La Guardia, Warnes... donde la población se ha duplicado en los últimos diez años.
La ciudad de Samaipata la componen alrededor de 5.000 habitantes. El área consiste en un pequeño municipio rodeado por 45 comunidades, algunas de cerca de cien personas, y otras muy dispersas. Hasta hace poco tiempo la economía de Samaipata se basaba en la agricultura y la ganadería. Sin embargo, su riqueza patrimonial ha desencadenado la llegada del turismo, tanto nacional con numerosas viviendas vacacionales, como internacional, convirtiéndose en una fuente emergente y fundamental de su economía. La inmigración no es un tema novedoso en Samaipata. Debido a su localización idílica, a su carácter y a su clima sub-tropical templado, la ciudad se ha convertido a lo largo de los años en un lugar de bienvenida para extranjeros, reuniendo más de 25 nacionalidades para esta pequeña población, lo que la hace única.
Samaipata se enfrenta a importantes retos. La ciudad necesita actualizar sus infraestructuras. Debido a la falta de regulaciones de protección del patrimonio, muchos de los edificios históricos están siendo reemplazados por nuevas construcciones que no respetan la unidad del casco histórico, afectando al patrimonio arquitectónico y a la identidad del municipio. Sólamente en este último tiempo una serie de normas locales han sido establecidas para proteger la unidad arquitectónica del centro de la ciudad. Al mismo tiempo la zona nueva de la ciudad (el área entre el casco histórico y la carretera nacional entre Santa Cruz y Cochabamba), se encuentra en crecimiento. Esta expansión periférica amenaza los recursos naturales que son únicos y de vital importancia para la economía de la ciudad. En las colinas aumenta el número de viviendas vacacionales. Estos visitantes, en su mayoría provenientes de Santa Cruz, traen prosperidad, pero están construyendo sin regulación en las laderas que rodean el centro, cambiando su paisaje natural y cultural. Otros problemas se generan a consecuencia de su crecimiento urbano: en algunos barrios hay un elevado nivel de pobreza y pérdida de calidad de vida, problemas relacionados con el agua y un sistema de saneamiento deficitario, combinado con falta de conciencia de los problemas medioambientales de los habitantes (Plan Municipal de Ordenamiento Territorial).
Todos estos cambios, en parte motivados por la presión
(Plan Municipal de Ordenamiento Territorial de Samaipata, Bolivia, 2004)
del turismo, están amenazando al patrimonio natural y cultural de Samaipata. El turismo responsable no es tarea fácil.
Se puede detectar en muchos municipios del Global South que, debido a un uso irresponsable de los edificios existentes, zonas desfavorecidas se vuelven especialmente vulnerables hacia la decadencia y la demolición por un lado, o la gentrificación por otro. El patrimonio constituye una identidad, tanto tangible como intangible, que está estrechamente ligada a la población local. Su importancia se muestra en las tipologias urbanas y paisajísticas heredadas en paises en desarrollo como un generador de beneficios sociales y económicos para los residentes locales. Los proyectos relacionados con el turismo fracasan contínuamente en dar voz a muchos grupos excluídos, débiles y vulnerables. A pesar de ser un tema que puede que no se esté produciendo en Samaipata, el gobierno local de la ciudad debe tener en cuenta estos aspectos y sus peligros.
Este proyecto aborda los recientes cambios del municipio y sus dinámicas urbanas. Analiza la relación entre el centro y los límites urbanos (en particular el área entre el casco histórico y la carretera principal entre Santa Cruz y Cochabamba que cruza el municipio). La cuestión principal que se plantea es ¿cómo puede Samaipata enfrentarse a un desarrollo sostenible, mientras preserva su patrimonio natural, arquitectónico y cultural? Se desarrollará el inicio de estrategias para la inclusión con recursos limitados, pero de máximo impacto, empoderando a las comunidades locales.
MAPA Y SECCIÓN TERRITORIAL, Y PLANO DE DIVISIÓN POR SECTORES. (PEREZ A. 2019; ROJAS G. 2014; OSINAGA D. 2019) El taller
Se estructura en las siguientes fases:
1.
2.
3. Trabajo de campo y recolección cuantitativa y cualitativa de datos. Se pretende analizar y evaluar la transformación de los barrios y sus espacios colectivos, (dotaciones y servicios/lugares de encuentro, interacción, venta, deporte, producción...). Análisis y síntesis identificando el potencial y las necesidades del barrio. Desarrollo de estrategias de intervención para la inclusión y el empoderamiento de los barrios.
El Desarrollo de este proyecto local e interactivo consiste en el desarrollo de taller, en el que 23 estudiantes de tres universidades: UPSA (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia), USFX (Sucre, Bolivia) y de KULeuven (Bruselas/Gante, Bélgica), junto con seis profesores trabajaron durante once días en Samaipata. Creemos firmemente en el valor de aunar la experiencia de distintas universidades, junto con el conocimiento del gobierno local (del departamento de urbanismo y patrimonio), ONGs locales y ciudadanos.
La división de los barrios corresponde al diferenciado caracter que define las diferentes zonas, en muchos casos determinadas por factores geográficos.
Resultados
Sector 1: renegociando la quebrada
La primera zona corresponde al centro histórico, donde Samaipata fue fundado, siguiendo el estilo colonial, alrededor de una plaza principal, donde los principales poderes representativos de la ciudad estaban presentes, y varias cuadras a su alrededor. Sus límites se definen por una quebrada que recoge el agua de lluvia durante los periodos de tormenta, y que junto con su accidentada topografía limitan la extensión del tejido urbano. Este distrito se caracteriza por su arquitectura tradicional colonial, aunque se puede encontrar unos pocos ejemplos de nuevas edificaciones, alterando esta unidad.
En esta área, los principales problemas detectados están precisamente vinculados a la preservación de la identidad arquitectónica. Recientemente se han establecido normativas locales para limitar la altura y el perfil de la calle en los edificios de esta zona. Esto protegerá parcialmente el patrimonio local y la identidad. Pero probablemente más regulaciones deben ser realizadas en el futuro, buscando especialmente el patrimonio existente, y fijando reglas interesantes para nuevas arquitecturas. La quebrada que rodea el centro histórico se puede percibir como un espacio de oportunidad que esta otorga a Samaipata. En primer lugar puede funcionar como espacio público para ciudadanos y visitantes. Con las adecuadas intervenciones puede mejorar la calidad del entorno para los vecinos cuyas parcelas van a dar al agua. Por otra parte, es un importante elemento infraestructural, recogiendo e infiltrando el agua, previniendo inundaciones.
Finalmente, como espacio de transición que articula el centro histórico con la “nueva ciudad”, que crece rápidamente y cuyo carácter difiere del centro. De esta forma, la identidad local del casco histórico puede ser mejor preservada. Según las normativas municipales, el espacio a diez metros alrededor de la quebrada pertenece a la ciudad, y el hecho que Samaipata posea una cantidad muy limitada de espacios y edificios públicos hace este área mucho más importante para la mejora del barrio. La quebrada ha sido progresivamente ocupada por las parcelas adyacentes, no siendo mantenida y utilizada como espacio residual donde arrojar basuras. La disminución de sus orillas y el bloqueo de su cauce amenazan la zona, que cada año experimenta un aumento de momentos de lluvias torrenciales.
La intervención consiste en un proceso de rediseño y revalorizacion del espacio altamente potencial de la quebrada. Aunque la propuesta se diseña con una perspectiva global, el espacio se negocia en cada segmento de zona verde, en función de su topografía, los diferentes agentes involucrados y haciéndoles participar del proceso para hacerles más conscientes y responsabilizarse de ello. Por lo tanto, el perfil de la zona de la quebrada se adaptará a las diferentes funciones públicas y privadas y a las situaciones, dependiendo de la topografía, los propietarios del terreno a ambos lados y de los usos existentes, con el objetivo de que ambos, los propietarios y la ciudad puedan disfrutar estos espacios, manteniéndose a salvo de los problemas provocados por las inundaciones.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN EL SECTOR1 (EQUIPO1. 2019)
Sector 2: estructurando tácticamente el eje de la “ciudad nueva”
El segundo sector estudiado corresponde a la “ciudad nueva” o área de expansión al norte del centro histórico, un nuevo barrio que está creciendo, densificándose y en el que los nuevos habitantes, en su mayoría de la zona de Cochabamba, se están asentando. Este barrio se convierte en una entrada a la ciudad para la gente que llega a través de la carretera principal y debe cruzarlo.
El desarrollo de esta zona, sin normativa o planeamiento urbanístico fijado, implica que su crecimiento se está produciendo de manera desordenada, donde diferentes funciones y tipologías se establecen atendiendo principalmente a motivos económicos. Se encuentran diferentes densidades, tipos de calzada y tipología. Debido a que el área todavía cuenta con grandes parcelas vacías, la ciudad está desarrollando en los últimos años nuevos edificios públicos que el crecimiento y la mejora de la ciudad requieren. Tras estudiar la zona, se hace patente la necesidad de un plan estructural que pueda definir el desarrollo en las próximas década.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN EL SECTOR 2 (EQUIPO 2. 2019)
El estudio identifica un importante eje que cruza a lo largo del barrio, en paralelo a la carretera principal, y perpendicular a los accesos al centro. Al mismo tiempo, esta vía indefinida conecta muchos espacios públicos distintos que se encuentran en desuso debido a su situación aislada.
La propuesta redefine este eje principal del barrio, detectando el potencial de los edificios y espacios a su alrededor, y diseñando su perfil en función de la vocación de cada zona: parques, espacios de encuentro, posibles localizaciones para edificios administrativos y otros servicios de mayor tamaño, zona residencial y el nuevo mercado que se encuentra en construcción. Definiendo el carácter de cada parte, se puede anticipar a su crecimiento, dando una nueva estructura acorde a un crecimiento regulado y sostenible de barrio.
Sector 3: un plan de zonificación para la ribera del río
El tercer sector lo forma el área situada al norte de la carretera N7, o vía principal. Esta zona se caracteriza por diferentes identidades urbanas, desde un ajetreado desarrollo comercial linear a lo largo de la carretera, principalmente dotando de servicios a los viajeros, a una zona más dispersa, donde se encuentran producciones agrícolas, granjas y grandes ranchos. Otros nuevos desarrollos densos y precarios están creciendo en antiguas tierras de cultivo que se dividen en pequeñas parcelas, desconectados de la estructura urbana y sin servicios básicos que la ciudad debe de dotar. Este fenómeno común está desdibujando el patrón y la identidad del área, causando otros problemas como inundaciones debido a la baja posición de los terrenos respecto a la quebrada.
El río, que fluye en paralelo a la carretera principal, representa un límite urbano, que complica la conexión con el otro lado, y que se utiliza actualmente por los vecinos de manera parecida a la quebrada del centro de la ciudad, ocupándose por las parcelas aledañas y siendo contaminado.
La propuesta busca reestructurar el área y encontrar de nuevo la vocación de este barrio desde una escala urbanística. En primer lugar, analizando las cualidades medioambientales de toda la zona, y diseñando un plan de zonificación para ella, definiendo las diferentes identidades urbanas y las densidades de ocupación. De esta forma, el carácter dotado por la carretera será diferente de la otra orilla del río, creando en las zonas elevadas usos residenciales y utilizando las más bajas para uso agrícola, que pueda absorber las crecidas de agua. Así, la urbanización incontrolada en zonas con alto riesgo de inundación es contenida por medio de la definición de zonas aptas o no aptas para ser edificadas. El área verde alrededor del río se convierte no sólo en un límite natural, sino un espacio recreativo que estructura y conecta ambos lados, preervando sus cualidades y la identidad de esta zona, a la vez que permite el crecimiento ordenado de la ciudad. Al mismo tiempo, acciones de tratamiento de residuos que están creando problemas en este momento, son implementadas.
Sector 4: el camino al colegio
Los sectores cuatro, cinco y seis se localizan en el oeste, sur y este del centro histórico respectivamente, ocupando el valle sur, y las colinas que lo definen.
El sector cuatro está situado en la ladera oeste de la ciudad, limitando con el centro histórico. Lo ocupan principalmente cabañas de fin de semana y vacaciones, a menudo ubicadas en grandes parcelas verdes. Su nivel de ocupación varía dependiendo de su uso privado o de alquiler.
En esta zona, cuyo carácter y uso se definen por una baja densidad y uso temporal, la reciente construcción de un gran centro educativo en un terreno público que era utilizado como pista deportiva y zona de acampada ha traido nuevos retos al barrio: en primer lugar, la falta de sensibilidad en relación a la escala urbana existente y la identidad tipológica, debido al tamaño y a la arquitectura del edificio, que se trata de un prototipo diseñado de manera remota; por otra parte, el cambio de dinámica y carácter de esta zona, a la que muchos niños deben acercarse a diario, y que no tiene mucha presencia social, debido al tipo de edificaciones que lo rodean y a la falta de mantenimiento de algunas zonas; en tercer lugar, problemas de control del agua de lluvia, debido a la pavimentación del terreno, que frecuentemente genera inundaciones hacia las zonas inferiores. Junto a las carreteras sin asfaltar que cruzan la colina, algunos espacios de oportunidad son detectados: atajos realizados por la gente a través de calles empinadas que no son accesibles para los coches, pero que sin embargo permiten conexiones más cortas para los peatones; un pequeño terreno alrededor de una capilla; parte de la explanada sin construir frente a la entrada del colegio. La estrategia propuesta afronta estas condiciones, rediseñando las calles y vacíos urbanos a lo largo de los caminos ascendentes hacia la escuela, y convirtiéndolas en espacios de ocio y descanso donde los niños puedan jugar y disfrutar del barrio en su trayecto al colegio o tras las clases. En diversos puntos se prevén zonas de infiltración para absorber posibles inundaciones.
Sector 5: conectando el valle
El quinto sector pertenece a la parte baja del valle que conecta Samaipata con San Juan, al sur del centro. Esta área posee un desarrollo de baja densidad, compuesto por grandes parcelas de terreno utilizados para uso agrícola, mezclados con cabañas vacacionales. La localización de las tierras en la parte inferior del valle, donde se encuentran los torrentes de agua. le dan una vocación lógica de terrenos de cultivo. Entre ellos se hallan unos pocos lugares de interés público: dos restaurantes, un refugio para animales y una pista de aterrizaje de hierba. Estas grandes parcelas se estructuran a lo largo de dos carreteras que cruzan a lo largo el valle en paralelo a la quebrada.
La falta de agua en ciertas áreas ha sido paradójicamente un problema y una ventaja, ya que ha contenido durante muchos años la densificación y la aparición de nuevos asentamientos en este valle, preservando sus cualidades paisajísticas. Esta zona debido a su baja densidad y a la distancia desde el centro de la ciudad está diseñada para su acceso vehicular, siendo un territorio hostil para ciclistas y peatones que deben compartir la carretera polvorienta con vehículos que viajan hacia otros pequeños asentamientos alrededor de Samaipata. Este desarrollo lineal ha impedido tambíen que existan conexiones perpendiculares entre las dos vías principales, imposibilitando cruzar de un lado a otro del valle.
La visión del equipo sobre esta zona descubre las cualidades y oportunidades que ambos, el paisaje y estos puntos representan para la revalorización del barrio. Detectaron distintos tipos de paisaje presentes, que tratan de mejorar y abrir al público conectándolos a las zonas de interés a través de conexiones peatonales que puedan ser accesibles desde Samaipata.
La estrategia de intervención consiste en el desarrollo de una red incremental de caminos que conecten las carreteras y lugares principales del valle a través de otros espacios de oportunidad. En este entramado de espacios naturales, el aeropuerto se convierte en un elemento clave, siendo el único gran espacio plano en el valle y la ciudad, y con un nivel de uso muy limitado (ni siquiera una vez al año). En este sentido, la propuesta busca preservar este espacio abierto sin construir, de tal manera que pueda ser utilizado para su uso original cuando se necesite, pero haciéndolo al mismo tiempo flexible para realizar grandes eventos y actividades temporales (como ferias, carnaval, festivales...), apoyados por estructuras desmontables que se puedan recoger al final de cada una de ellas. En el extremo de la pista, vinculado al refugio de animales, un centro de educación agrícola sostenible es previsto, respondiendo al creciente interés por nuevas técnicas de cultivo ecológico locales.
Sector 6: redescubriendo el paisaje
El sexto sector corresponde al área de la colina que limita con el centro histórico al sur-este. Esta zona, que es la más inclinada y con mayor área de bosque de los barrios que rodean a Samaipata, está formada por grandes propiedades de terreno con grandes viviendas aisladas, cuyos propietarios en su mayoría extranjeros, solamente vienen en ocasiones limitadas del año. La mayor parte son mantenidas por habitantes locales que son contratados para cuidar las casas y sus terrenos. El aislamiento de estos edificios y su limitado nivel de ocupación hace que la presencia de estas personas sea también necesaria para asegurar la seguridad de las propiedades de robos. A lo largo del año los cuidadores son lo únicos usuarios de la zona y los que dotan de cierto control social.
La inclinación de la colina provoca varios problemas en el barrio: cuestiones de accesibilidad, debido a la dificultad para circular a lo largo de carreteras y caminos para alcanzar los diferentes lugares colina arriba; la adquisición de nuevos terrenos para construir casas está generando deforestación de grandes masas arbóreas que desarrollan una importante función previniendo la erosión y evitando fuertes corrientes de agua que en temporada de lluvias causan inundaciones en el centro de la ciudad. Al mismo tiempo, la deforestación está alterando la visual desde la ciudad hacia el paisaje natural que rodea Samaipata y conforma la identidad del lugar.
Pero al mismo tiempo el área, debido a su pendiente y a sus elementos naturales, posee grandes cualidades que pueden ser utilizadas para contrarrestar estos problemas. La estrategia de intervención consiste en detectar los espacios públicos de oportunidad donde instalaciones a pequeña escala pueden ser desarrolladas, interactuando con el paisaje de su alrededor, y convirtiéndose en lugares de interés, no sólo para los vecinos presentes, sino para visitantes, como los “mochileros” que se hospedan en el hostal de la colina, y para otros habitantes locales que pueden disfrutar de las cualidades ofrecidas por la zona. Está formada por una constelación de pequeñas intervenciones, conectadas a través de una ruta peatonal que une estos lugares a través de caminos y carreteras. Termina en un mirador hacia el paisaje y la ciudad, que puede ser un nuevo posible elemento turístico para Samaipata, uniendo lo natural y lo urbano.
Conclusiones: descubrimientos generales y temas en común
El taller ha sido en muchos aspectos una experiencia interesante y enriquecedora. A menudo se presupone que las ciudades pequeñas son sencillas de entender, aunque como Samaipata, no lo son, debido en este caso a su compleja topografía y a sus cambios sociales.
Los estudiantes han realizado un destacable esfuerzo explorando los barrios y tratando de entender la ciudad. La multidisciplinaridad y multiculturalidad de los diferentes equipos han aportado un rico bagaje y diferentes perspectivas desde las que mirar la ciudad. Es también altamente destacable la participación de ponentes externos y el compromiso de otros actores que han ayudado y acompañado en este proceso. Los resultados de esta experiencia muestran esta riqueza y ojalá puedan convertirse en herramientas importantes para la ciudad a la hora de pensar sobre el pasado, presente y futuro de Samaipata y ser el punto de inicio de otros estudios y proyectos que den continuidad a este trabajo.
A lo largo del desarrollo del estudio varios puntos en común fueron encontrados: problemas de administración de agua, falta de estructura urbana, cuestiones de conservación de patrimonio arquitectónico, déficit de espacios públicos, paisajes naturales y lugares de oportunidad. Junto a las muchas oportunidades, se detectan también retos. Algunos de ellos parecen muy urgentes, en el sentido de que muchas de estas posibles oportunidades se encuentran en riesgo.
Junto a las nuevas normas de control de alturas de edificiación en el centro histórico, la protección de antiguos edificios debe realizarse con un control constante de la nueva arquitectura en la zona. Podemos encontrar ejemplos interesantes en otras ciudades. Las quebradas alrededor del centro histórico son excepcionales, pero su capacidad total se encuentra en estos momentos infrautilizada. Podría ser un gran área de mejora para los barrios alrededor de ella, hacia unas comunidades ecológicas, socialmente sostenibibles y resilientes. Esto podría realizarse además, en principio, con intervenciones de mínimo coste y a través de regulaciones.
Otra cuestión urgente es la zona norte, desde el centro hasta la ruta N7. Uno de los peligros de Samaipata es su crecimiento descontrolado en las colinas. Un adecuado plan de ordenación de todo el terreno urbanizado es necesario. La expansión de las viviendas en las colinas resultaría en la pérdida de un valioso paisaje natural que rodea la ciudad, disminuyendo su atractivo turístico. Esto se puede detectar en otras zonas. Una estrategia de densificación progresiva de manera estructurada es necesaria para evitar la pérdida continuada de terreno natural alrededor de Samaipata. Para ello se deberían prever los diferentes caracteres de los espacios intermedios, entre la ciudad consolidada del centro histórico y la periferia, dotando de los necesarios servicios públicos y espacios colectivos en el lugar adecuado, que en estos momentos se encuentran ausentes debido a un crecimento desestructurado. Por lo tanto es importante, ya que la ciudad está creciendo, que en el nuevo barrio entre el centro y la carretera N7 se densifique, determinando algunos aspectos como la ubicación de servicios de mayor tamaño que serán de importancia para la ciudad (el nuevo mercado, hospital, posible centro administrativo, estación de transporte...). Un nuevo eje uniendo estos servicios con espacios públicos de calidad estructurará el desarrollo del barrio de manera sostenible.
Pero también el área al norte, al otro lado de la carretera principal necesita de decisiones muy urgentes. El río posee muchas cualidades, pero está sufriendo de proyectos de urbanización descontrolados y de contaminación. Es comprensible que los terrenos son más asequibles y que lo convierte en atractivo para la urbanización de pequeñas parcelas. Pero hay un alto riesgo de que debido al cambio climático este área sufra cada vez más inundaciones que acarrean problemas y mayores costes para sus habitantes y el gobierno local. La propuesta trata de reestructurar la zona diferenciando áreas en las que se puede y no se puede construir, dejando las zonas más bajas como espacios de cultivo y que puedan absorber las inundaciones en caso de riadas. El área verde alrededor del río se convierte así no solo en un límite natural, sino en un espacio de ocio que estructura y conecta ambos lados, preservando sus cualidades y la identidad de la zona, mientras establece un crecimiento organizado de la ciudad.
Finalmente, las propuestas de las zonas en las colinas son tal vez menos urgentes, pero igualmente importantes para ensalzar las cualidades de la ciudad en relación al turismo sostenible y su disfrute. También en este caso los estudiantes trataron de hacer frente a las diversas problemáticas con intervenciones de bajo coste que sin embargo logran el máximo resultado.
El taller es, como siempre, breve y limitado en algunos aspectos. Se trata de un tiempo muy intenso en el que se tratan de combinar los conocimientos y la experiencia de las universidades que participan y los agentes locales. Nunca conoceremos tan bien Samaipata como sus propios habitantes, ni siempre hallamos las respuestas correctas, pero es interesante permitir a un grupo de estudiantes de arquitectura y urbanismo jóvenes y entusiastas mirar con mente abierta a la ciudad, porque en ocasiones son capaces de detectar cualidades omitidas por los Samaipateños que a veces se convierten en evidentes para ellos. El peligro de esta evidencia es que pasado un tiempo solo se recuerda su existencia en el momento que se encuentran amenazadas o desaparecen.