EL PROYECTO URBANISTICO DEL MERCADO POPULAR “LA BAULERA” COMO ESTRATEGIA DE ESTUDIO DE LAS SITUACION

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EL PROYECTO URBANISTICO DEL MERCADO POPULAR “LA BAULERA” COMO ESTRATEGIA DE ESTUDIO DE LAS SITUACIONES DE EXCLUSIÓN E INCLUSIÓN SOCIAL DEL ESPACIO PÚBLICO Dr. Arq. Marcelo Zárate Dir. Programa URBAM Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo Universidad Nacional del Litoral Santa Fe – Argentina urbam@ciudad.com.ar

RESUMEN DE LA PONENCIA: El proyecto surge a partir del interés urbanístico y social del equipo de investigadores del Programa URBAM (Urbanismo Ambiental) de la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la Univ. Nac. del Litoral, Santa Fe, Argentina, por la problemática que se ha suscitado en la ciudad de Santa Fe con la decisión política del gobierno municipal, de erradicar las ferias de trueque asentadas en distintos sitios de la ciudad. El gobierno local considera que las mismas constituyen prácticas sociales que atentan contra el sentido y valor social del espacio público. En su intento por preservarlo como bien colectivo por excelencia que debe ser resguardado de cualquier actividad que ponga en crisis su accesibilidad, valor social, ambiental y urbanístico, las autoridades locales resaltan el impacto negativo de esa práctica social en los términos que actualmente se desarrolla. En este sentido destacan su alto grado de irregularidad legal y pérdida del sentido y fin con que surgió como estrategia solidaria e imaginativa de respuesta social ante la crisis económica del 2001. Con el transcurrir del tiempo las ferias del trueque se han convertido en ámbitos para llevar a cabo todo tipo de actividades económicas informales con alto grado de ilegalidad, dentro de una falta casi total de control y regulación de organismos estatales, lo cual ha potenciado su carácter de actividad marginal vinculada con el robo y la delincuencia dentro de los sitios urbanos sobre los que se asientan, que son transformados en auténticos basurales a cielo abierto, áreas inseguras, con el consecuente impacto negativo sobre el entorno físico y social inmediato. A partir de ello, los vecinos de las ferias del trueque, deben soportar situaciones de convivencia conflictivas con los puesteros y visitantes ocasionales de las mismas, derivadas de prácticas sociales poco claras en lo legal, desordenadas, en algunos casos emparentadas a la inseguridad, en consecuencia, perturbadoras del ambiente social barrial. Frente a esta situación, que hasta mediados del 2008 parecía no tener solución, el gobierno municipal ha decidido actuar con la firme decisión de encontrar una solución al problema, entendiendo que no se trataba solamente de una cuestión urbanística sino, y también, social. Fue así que propuso actuar desde tres frentes simultáneos: el socioeconómico, el urbanístico y el legal. El resultado fue la erradicación de todas las ferias de trueque esparcidas por la ciudad y la creación de una única feria en un sitio especialmente seleccionado por su ubicación y valor urbanístico estratégico. Junto con ello se decidió regularizar la actividad económica informal y convertirla en una actividad formal, regulada, registrada y declarada que pudiera servir como medio de vida para los puesteros durante algunos días de la semana, a la vez que se convertiría en una atracción turística para la ciudad. El sitio elegido fue un playón seco dentro del predio de la una antigua estación de trenes fuera de servicios (Estación del Ferrocarril Mitre en el sur de la ciudad), contigua a un espacio verde urbano generado en una de las esquinas del predio ferroviario. El edificio y las instalaciones en general presentan un estado de abandono muy marcado por la falta de políticas estatales en materia de reutilización de terrenos y edificios ferroviarios desafectados. A este nuevo espacio ferial se lo ha denominado “Mercado popular la baulera” con la intención de ir cargándolo de significación y reconocimiento en la ciudad. Por otra parte se ha previsto que los días que no funcione la feria el playón pueda actuar como escenario de soporte para otras actividades de carácter recreativo cultural, que contribuyan a cargar ese espacio público con una significación positiva a partir de que la gente comience a relacionarlo con actividades amenas, recreativas, culturales, convocantes. La intención del gobierno local es que estas actividades entren en sinergia positiva con las actuales actividades educativas y culturales que ya se desarrollan dentro del edificio de la Estación (Escuela de Cine) a la vez que potencien la interacción e integración social, y de ese modo, reviertan la actual imagen negativa del predio de la estación del ferrocarril, en consecuencia extiendan su impacto positivo y aliente acciones de mejoramiento urbano sobre el entorno inmediato.


Esta es la perspectiva deseada y que está llevando adelante el gobierno municipal sobre el tema, pero muy distinta es la percepción y valoración de la situación que han hecho los vecinos del entorno a la estación y otros grupos organizados de la sociedad local, desde el momento mismo que se enteraron que allí se asentarían todos los puestos de troqueros de la ciudad para dar vida a una feria de ese tipo. Sus argumentos pasan por considerar que la nueva feria solo generará impacto negativo por todo lo que acompaña a esa práctica social. La percepción que los vecinos tienen de esa actividad está asociada con el comercio ilegal, ámbito de convergencia de grupos sociales marginales, suciedad, desorden y todo tipo de impactos negativos, tanto para el predio ferroviario, que de por sí ya está bastante degradado y marginado como espacio, como para el entorno inmediato, que sufriría un nuevo impacto negativo al que ya viene sufriendo por el estado crónico de desatención y falta de políticas urbanísticas sobre los terrenos ferroviarios. Por su parte, dentro del grupo de troqueros, también han surgido voces de rechazo a esta alternativa gubernamental por considerarla perjudicial a sus intereses. Este grupo considera que no es un lugar apropiado por cuestiones de accesibilidad y entorno adecuado al cual puedan acudir los clientes habituales acostumbrados a los actuales sitios de emplazamiento de las ferias. A partir entonces de estas perspectivas contrapuestas, se ha planteado una problemática que pone en evidencia la complejidad sociofísica del rescate y puesta en valor del espacio público en relación a cuatro aspectos claves que el equipo de URBAM ha decidido estudiar desde su línea teórica con la intención de llevar adelante estrategias de proyectación ambiental del espacio público: a) Los diversos grupos humanos en juego a partir de sus expectativas, intereses, visiones, poderes; b) junto a sus prácticas sociales o actividades; c) los rasgos configurativos del escenario en cuestión, que en este caso sería el predio de la estación del Mitre; d) y el mundo de lo simbólico asociado a las representaciones sociales, las percepciones, las visiones de la comunidad, vinculadas tanto a los grupos como a las actividades y el escenario. Estos cuatro componentes: grupos, actividades, escenario y simbolismo, según la perspectiva teórica de URBAM, estarían articulándose de un modo no sustentable en términos sociofísicos y simbólicos. En consecuencia, se estarían produciendo desajustes entre los cuatro componentes principales que merecen ser estudiados con la intención de encontrar una alternativa propositiva a partir de detectar posibles correspondencias sociosimbólicas y congruencias sociofísicas sobre las cuales pueda articularse un proyecto urbanístico socialmente sustentable. En ello radica el interés y valor del presente trabajo de conocimiento proyectual como vía de mediación, antes que las actuales condiciones de conflicto entre las partes hagan fracasar una posibilidad más que interesante de recuperación de un espacio público. Se parte de la premisa de considerar que las ferias de trueque tienen un valor social instalado para determinados grupos de la población por constituir una estrategia económica de subsistencia que no puede ser negada como tal, pero tampoco puede continuar desarrollándose en las condiciones actuales debido a que ello potenciaría el conflicto y exclusión social dentro del espacio público, en consecuencia, el desinterés de los vecinos en general por los mismos que son apropiados por esas ferias y el ambiente social que traen aparejadas. DESARROLLO Perspectiva teórica metodológica Urbanismo, ambiente y hermenéutica: El conocimiento proyectual en urbanismo a partir de los lugares urbanos Contexto del trabajo El presente trabajo es una síntesis del Proyecto de Extensión de Cátedra acreditado y evaluado por la Universidad Nacional del Litoral durante los meses de agosto a noviembre de 2009 y desarrollado por el equipo docente de URBAM y alumnos avanzados de la carrera de Arquitectura, desde la cátedra de Prácticas en Planeamiento Ambiental, bajo la dirección del Dr. Marcelo Zárate. En el proyecto han participado distintas instituciones barriales, actores sociales claves, vecinos en general y la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de la ciudad. Esta última, se involucró directamente en el trabajo movilizada por el interés en los resultados del mismo que serían tomados para orientar las acciones proyectuales del Gobierno sobre el predio de la Estación del Ferrocarril Bartolomé Mitre. A tal efecto designó al coordinador del distrito urbano al que pertenece el predio, dentro del equipo de trabajo del proyecto. Encuadre conceptual


Desde el objetivo de desarrollar estrategias de conocimiento proyectual alternativas, de carácter socio-físicas, dentro de un urbanismo focalizado sobre el ambiente del hombre, a partir de la premisa que considera a la ciudad como una compleja articulación de lugares (en sentido antropológico), se viene investigado una articulación estratégica entre las siguientes dimensiones esenciales del lugar: las prácticas sociales relacionadas a determinados grupos humanos; las significaciones de esas prácticas para los grupos que las desarrollan, para el resto de los grupos de un determinado lugar y las cargas simbólicas por estos asignadas el escenario; los rasgos configurativos del escenario que hacen de soporte a las prácticas sociales y la significación con que estos y las prácticas sociales estuvieran cargados. La hipótesis fundamental establece que: según sea la configuración del esquema socio-físico-simbólico de articulación de estos elementos, o esquema genético del lugar, surgirán las claves para comprender la lógica de construcción y reproducción del lugar, así como si en el mismo estarían dadas o no, las condiciones esenciales para desarrollar procesos participativos de planificación urbana ambiental. A partir de esta hipótesis el trabajo fundamenta una respuesta posible sustentada en la articulación estratégica entre: correspondencias socio-simbólicas (hacen referencia a la coherencia entre las significaciones proyectadas desde distintos grupos sociales sobre otros grupos, sobre las actividades de otros grupos y sobre un escenario común con otros grupos sobre el cual desplegar sus distintas praxis sociales), y congruencias socio-físicas, (hacen referencia al nivel de adecuación configurativa de un determinado escenario para el despliegue sustentable de determinadas prácticas sociales). La ciudad como sistema complejo de lugares: reflexiones sobre las implicancias en el urbanismo La premisa básica sobre la que se construye el objeto de estudio de un hipotético Urbanismo Ambiental Hermenéutico (UAH), es considerar a la ciudad como una compleja articulación de lugares en sentido antropológico. En este caso se considera al lugar residencial como el ámbito particular de estudio por sobre otros tipos de lugares posibles dentro de los cuales discurre el habitar de la población. En términos prácticos y como primera forma hipotética de identificación de lugares urbanos, se toma como referencia a los barrios tradicionales de la ciudad o lugares con una fuerte identificación toponímica por parte de los vecinos. A partir de ello, las hipótesis teóricas del UAH, consideran que el lugar sería la unidad básica de estudio socio-física-simbólica más relevante para interpretar la ciudad como fenómeno complejo y multidimensional. Esta premisa se basa en el supuesto que los habitantes de la urbe tienden a priorizar sus intereses y compromisos con las problemáticas derivadas de su particular lugar de residencia más que con el resto de la ciudad. Por otra parte, el lugar urbano actúa en la mayoría de los casos, como caja de resonancia a partir del cual el vecino expone sus reclamos y propuestas ya que en este ámbito, encuentra buenas posibilidades de construir consenso, y con ello, mayor fuerza de las peticiones dirigidas al gobierno local u otros interlocutores. El lugar urbano también actúa para los vecinos como filtro de acceso a los problemas generales de la ciudad ya que los habitantes los perciben y valoran según la posición socio-física de su lugar de residencia dentro del sistema de lugares que componen el todo o sea la ciudad en su conjunto. Cada vecino actúa desde su propia percepción de la ciudad que es inseparable de su lugar urbano y experiencia de vida en él y en el resto de la ciudad. El lugar residencial, es también un fragmento, con unidad socio-física-simbólica de sentido para sus habitantes. El carácter multidimensional y complejo de esta unidad vuelve dificultoso su reconocimiento desde lo puramente perceptivo o formal, aunque a veces pueda existir cierto correlato entre el sentido antropológico de lugar y una parte morfológica característica de la ciudad. De allí que sea necesario un ejercicio hermenéutico del lugar para interpretar cómo se construye y reproduce el mismo a partir de su código genético basado en la articulación de dos tipos de órdenes: a)

el orden explícito, estaría asociado al tipo de relaciones tangibles de carácter funcional o físico, entre personas y entre éstas y el escenario, así como a los rasgos configurativos del escenario en combinación con objetos semifijos y móviles, manifiestas a través de ciertas regularidades que las vuelvan reconocibles. b) el orden implícito estaría asociado a todos aquellos mecanismos de regulación de carácter intangibles, que fueran socialmente reconocidos y estuvieran instituidos, derivados de las prácticas sociales, tales como pautas de conducta implícitas en la cultura, así como todo el sistema de esquemas simbólicos


propios del mundo de la mente desde los cuales construimos representaciones de la realidad, cargadas de significados y valoraciones que actúan como filtros de interacción socio-física. El Urbanismo Ambiental Hermenéutico propone como contexto de contención epistémica de la relación entre orden explícito y orden implícito, la consideración de tres tipos de ambientes inseparables y complementarios: el Ambiente Epistémico, el Ambiente Cultural y el Ambiente Espacial. De este modo, la cuestión de mayor interés pasará por explorar, detectar e interpretar, articulaciones estratégicas entre elementos propios del orden explícito y elementos propios del orden implícito. En este sentido se orienta la propuesta de una segunda hipótesis de buscar correspondencias socio-simbólicas en articulación a congruencias socio-físicas entre grupos humanos, actividades, escenario y significación, por considerar que a través de estas se puede acceder a los componentes genéticos de la lógica del lugar.

Las correspondencias socio-simbólicas refieren a aquellas situaciones de un alto grado de coherencia entre representaciones sociales, imaginarios urbanos, espacios simbólicos, mapas mentales, esquemas territoriales y valoraciones, generados desde las prácticas sociales de distintos grupos humanos en relación a un determinado lugar común, como podría ser el caso de un lugar de asentamiento residencial dentro de la ciudad, que pudiera actuar como ambiente de referencia de una historia ambiental común. Por su parte, las congruencias socio-físicas refieren aquellas situaciones de alto grado de adaptabilidad de un escenario o medio físico construido y natural, en relación a una o varias prácticas sociales generadas por uno o varios grupos humanos dentro de un lugar que actúe como ambiente de referencia de una histórica ambiental común. Las articulaciones estratégicas entre correspondencias y congruencias se ha convertido en el punto central de investigación de la genética del lugar desde el Urbanismo Ambiental Hermenéutico tras la hipótesis de considerar que: En aquellos lugares en los cuales: a) Existieran correspondencias sociosimbólicas entre los órdenes implícitos de cada uno de los grupos en referencia a los rasgos claves del escenario y aquellas prácticas sociales características de los grupos intervinientes; b) Existiera compatibilidad entre las diversas prácticas sociales que estos grupos pudieran desarrollar sobre un escenario particular común que fuera congruente con todas ellas; si se dieran estas condiciones, estaríamos frente a una situación de fuerte identidad de lugar de los diversos grupos. Con lo cual se trataría de un lugar con el que los grupos en consideración se identificarían, se reconocerían a través de él, se habrían apropiado del mismo, estarían arraigados al mismo y tendrían interés en comprometerse con la transformación de este. Cuando, por el contrario, no existieran suficientes articulaciones positivas entre correspondencias y congruencias, se estaría frente a un conflicto ambiental que bien puede ser interpretado desde los contenidos que alimenten una particular configuración de esquemas propios del orden implícito. A partir de lo anterior, la identificación de problemáticas barriales referidas en este proyecto en particular a los espacios públicos relevantes para los vecinos, constituye una vía de ingreso a la iniciativa de convocar intereses de los más diversos sectores de cada lugar urbano, para comenzar a generar una arena política de diálogo entre vecinos y gobierno municipal. Este será el punto inicial para la construcción social de una visión de la ciudad que sea realista en lo social y contenga una imprescindible referencia territorial.


Av. Fre yre Playon de la feria

Espacio verde

Edificio de la Estación

p ez

Dr. Za va lla

Av. Gra l. Lo

Mapa de ubicación del predio del FFCC G.B.Mitre en la ciudad de Santa Fe, en el cual se decidió relocalizar a los troqueros.

VECINAL GRAL. MOSCONI VECINAL 12 DE OCTUBRE

VECINAL ROQUE SAENZ PEÑA

VECINAL SOLIDARIDAD Y PROGRESO SAN LORENZO

VECINAL ZONA SUR PEDRO CANDIOTI

Límites de los barrios que rodean al predio del FFCC G.B. Mitre


La problemática del “Mercado popular La Baulera”: a)

Situación inicial

A partir de las premisas teóricas, la estrategia de conocimiento proyectual toma en consideración los cuatro factores claves para interpretar las correspondencias socio-simbólicas y las congruencias socio-físicas: los Grupos sociales; las Actividades desplegadas por esos grupos; El Escenario utilizado por esos grupos para sus actividades y el Simbolismo asignado tanto al Escenario, las Actividades como el resto de los Grupos desde cada Grupo en particular. Según estos cuatro factores, se pudo confeccionar un mapa conceptual representativo de la situación problemática de partida dentro del proceso de investigación. (Ver Diagrama Nro. 1)

Diagrama Nro. 1 Grupos sociales: . El Grupo de Troqueros originales. Este grupo es el que mantiene vivo el espíritu de las primeras ferias del trueque surgidas en el 2001, o sea, el intercambio puro de bienes materiales y servicios laborales mediante la utilización de cupones de crédito equivalente al valor de los bienes y servicios a intercambiar. Se trata de familias de escasos recursos económicos, en la mayoría de los casos con necesidades básicas insatisfechas a nivel de condiciones del hábitat, desocupación, empleo precario, informal y temporal, dificultad para mantenerse dentro del sistema educativo, con problemas de salud, dentro de ambientes sociales problemáticos por inseguridad, venta de droga, violencia social, asentados en áreas urbanas periféricas alejadas del centro de la ciudad, con mala accesibilidad a los principales servicios y equipamientos urbanos. Estos grupos son los que se han mostrado más disconformes con su reubicación dentro del predio de la Estación del Ferrocarril Mitre, debido a que ello los ha perjudicado en dos cuestiones fundamentales: la pérdida de clientes habituales que


viven en los alrededores inmediatos de los lugares en los cuales organizaban las ferias de trueques informales en distintos barrios de la ciudad, y las grandes distancias que ahora deben recorrer para trasladarse desde sus lugares de residencia a este nuevo emplazamiento de la feria, situación que se ve agravada por la falta de recursos económicos para pagar el transporte público o servicios de fletes para trasladar la mercadería que exponen en la feria. Dentro de este grupo se pudieron reconocer tres subgrupos: los troqueros que ofrecen un servicio a cambio de un producto; los troqueros que intercambian un producto artesanal fabricados por ellos mismos; los troqueros que intercambian un producto usado que no les sirve.

. El Grupo de Puesteros. Compuesto por personas, a veces familias enteras, que se dedican a vender un producto. Se trata de troqueros que evolucionaron de la práctica del trueque hacia pequeños emprendimientos productivos a escala familiar. En la mayoría de los casos los productos son artesanales y están relacionados con el rubro de alimentos, mobiliario, plantas ornamentales, como los más representativos. También en este caso se trata de iniciativas productivas afrontadas en forma familiar con la incorporación de pocos ayudantes informales que colaboran en la producción, muchas veces con vínculos de parentesco a la familia principal. Estos grupos son los que, si bien lamentan haber perdido los vínculos con sus clientes habituales relacionados a los lugares originales de las ferias de trueque en las que participaban, no obstante ello, han manifestado tener una expectativa positiva dentro del nuevo predio en la Estación del Mitre, por considerar que la ubicación de la misma es estratégica para atraer una mayor cantidad de posibles clientes. Dentro de este Grupo se pudieron reconocer tres subgrupos: los que venden productos fabricados en serie en su propia casa; los que venden productos industrializados nuevos o usados obtenidos por ellos mismos; los que venden productos industrializados provistos por un tercero.

. El Grupo que representa al Centro Comercial de Santa Fe. Se trata de la institución más importante que agrupa a los comerciantes de la ciudad que desarrollan actividades comerciales en distintos tipos de rubro en forma legal, pagando todo tipo de impuestos y haciendo frente a las exigencias legales en materia de contratación de personal y cumplimiento de reglamentaciones urbanas. Esta institución es la que se ha opuesto en forma más vehemente desde un inicio al proyecto del gobierno de concentrar todas las ferias del trueque en el predio de la Estación del Mitre. Los argumentos esgrimidos por el Centro Comercial son que el “Mercado Popular La Baulera”, como el gobierno llama al proyecto de relocalización de las ferias del trueque en la Estación del Mitre, es una iniciativa que atenta contra el comercio legal y formal de miles de comerciantes de la ciudad que deben pagar altos impuestos y cumplir con todo tipo de reglamentaciones urbanas y leyes laborales para poder llevar adelante su actividad comercial con gran esfuerzo económico para mantener sus negocios, que se ven constantemente amenazados por el comercio ilegal, desleal e informal de este tipo de actividad descontrolada como son las ferias del trueque y los vendedores ambulantes, que no pagan impuestos y no cumplen con ningún tipo de reglamentación. El Centro Comercial fue el grupo que menos interés tuvo en participar en este trabajo académico, aún sabiendo que del mismo podría surgir alguna alternativa de solución a sus reclamos.


. El Grupo del Equipo de Gobierno local. Este grupo está representado por dos actores sociales claves el Intendente y el autor del proyecto: el Secretario de Desarrollo Social del Gobierno de la ciudad. Este es el grupo que desencadenó la problemática a partir de buscar una solución a otra problemática más general que debió afrontar el intendente ni bien comenzó su gestión de gobierno: la ocupación indebida y en muchos casos, la intrusión u ocupación ilegal, de espacios públicos en sitios estratégicos de la ciudad por parte de vendedores ambulantes que terminaron estableciéndose en puestos fijos dentro de plazas, paseos y aceras de calles principales, así como la proliferación de ferias informales e ilegales del trueque asentadas en espacios verdes públicos en distintos barrios de la ciudad. Este tipo de ocupación abusiva del espacio público, en el momento que el intendente inicia su gestión de gobierno, constituía un problema serio por las consecuencias que el mismo traía aparejadas en materia de desorden funcional, degradación y destrucción del espacio verde público, ambiente social inseguro y propicio para fomentar la ilegalidad enmascarada bajo la modalidad de ferias populares. La decidida política en materia de recuperación y puesta en valor del espacio público urbano, complementada con una estrategia de sensibilidad social por buscar una salida digna y legal a la situación de los vendedores ambulantes y los troqueros, fueron las premisas desde las cuales se gestó el proyecto del gobierno de la ciudad de erradicar todas las ferias del trueque de las ciudad,. Con ello se pretendía recuperar los espacios usurpados, relocalizar y concentrar todas las ferias dentro de un espacio urbano abandonado, y así, utilizar la actividad de las ferias del trueque como un motor de actividad social bajo la modalidad de Mercado Popular que pudiera funcionar dentro de un marco regulado y legal, con tinte turístico capaz de convertirse en un punto de atracción en la ciudad y la región y de este modo, dar un punto de apoyo al proceso de recuperación y puesta en valor del predio de la Estación del Mitre.

. El Grupo de vecinos de los barrios que rodean al predio de la estación del Mitre. Este grupo está representado principalmente por las vecinales de los barrios del entorno. Se trata de una de las instituciones no gubernamentales más antiguas de la ciudad que representan los intereses de los vecinos de cada barrio en particular en materia de mejoras del ambiente social y físico del barrio. Junto con estas instituciones se han sumado un grupo de comerciantes de los barrios del entorno, sobre todo, los que tienen sus tiendas frente al predio de la Estación del Mitre, que son los que sufren el impacto más importante por el funcionamiento del Mercado Popular (o nueva feria del trueque). Este grupo de vecinos, representa los intereses del grupo social mayor de pertenencia dentro del barrio que, en su mayoría, está asociado a una clase media sin mayores problemas económicos con un buen nivel de acceso a los servicios y equipamientos urbanos, que vive dentro de un sector urbano contiguo al área comercial central de la ciudad. El principal reclamo de este grupo pasa por no tolerar que en el predio de la Estación del Mitre, se asiente una actividad que es conflictiva en lo social y funcional, y que traerá aparejado un mayor impacto negativo al entorno del predio del Mitre, que de por sí, ya es un foco de degradación del ambiente barrial por el crónico estado de abandono de ese espacio. Por otra parte, los vecinos reclaman al gobierno local que se cumpla con alguno de los innumerables proyectos urbanísticos de recuperación y puesta en valor del predio del Mitre como espacio verde público con instalaciones recreativas y equipamiento cultural, que se vinieron concursando, publicando y prometiendo, en distintas gestiones de gobierno y que nunca se llevaron a cabo. Las mayores expectativas de los vecinos pasa por ver concretado alguno de estos proyectos urbanísticos en ese predio y no que se introduzca en él una actividad que lo único que generará, según ellos, es mayor degradación y marginación de ese espacio urbano, con todas las consecuencias de impacto negativo para los barrios del entorno.


. El Grupo de la población académica del ISCAA (Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales de Santa Fe), dependiente de los Ministerios de Innovación y Cultura y Educación, del Gobierno de la Provincia de Santa Fe. Este grupo está constituido mayoritariamente por profesionales, docentes, técnicos de la Escuela de Cine y por alumnos provenientes de ese mismo ámbito y del resto de la ciudad, interesados en cursar los estudios de Cine y Artes Audiovisuales. Esta Escuela goza de un reconocimiento social y artístico importante dentro de la ciudad por el valioso aporte en materia de documentales y películas no comerciales con alto contenido social y artístico que ha venido caracterizando toda su trayectoria desde hace más de cincuenta y cinco años. La población docente y estudiantil de este Instituto esta mayoritariamente vinculada al ambiente universitario y artístico local. En el momento que se realizó el presente trabajo (año 2009) este Instituto de Cine tenía su sede en el viejo edificio de valor patrimonial de la ex estación de trenes del Ferrocarril Mitre. En la actualidad (2012) el Instituto ha trasladado su sede a un edificio en el centro de la ciudad. Actividades: Actividades del Grupo de Troqueros. La principal actividad de este grupo si bien originalmente estaba orientada al intercambio de todo tipo de objetos y servicios de mano de obra a través de los cuales pudieran obtener algún tipo de beneficio para la economía y sustento del grupo familiar, hoy en día el intercambio propiamente dicho, ha sido reducido al mínimo y los artículos y servicios ofrecidos en la feria han pasado a tener un valor de cambio traducido en una suma de dinero. Este grupo es el que se encuentra en la condición socioeconómica más precaria de todos los grupos participantes en la feria y, prácticamente, vive al día a partir del popularmente considerado “rebusque”, o sea, tratar de hacer cualquier tipo de actividad durante el día que pueda generar una cantidad suficiente de dinero como para afrontar la manutención del grupo familiar, aunque sea para alimentarse y poder trasladarse desde su lugar de residencia hasta la feria. Esta precaria condición económica hace que su presencia en la feria del trueque no sea una actividad regular, debido a que no siempre cuentan con los recursos económicos suficientes como para trasladarse todo el grupo familiar con los objetos que traen a la feria para vender. De allí que la actividad de este grupo en la feria sea muy irregular y este condicionada a otras actividades de rebusque, como ser, recolección de objetos, cartones, vidrios, metales, descartados como desechos, para venderlos y obtener algún tipo de recurso complementario al de las ventas en la feria. La actividad de este grupo es la más desordenada y la que atrae a clientes, conocidos y amigos de la familia que se instala en la feria, que en algunos casos suelen incurrir en acciones delictivas en los comercios barriales del entorno de la feria, o actuar como ladrones callejeros sobre los visitantes de la feria. Actividades del Grupo de Puesteros. Este grupo es, dentro de los troqueros, el que ha logrado encontrar una salida productiva a la situación original de intercambio de mercancía a través de microemprendimientos de carácter familiar. En la mayoría de los casos se trata de familias enteras abocadas a la producción de comidas artesanales, muebles fabricados en pequeños talleres, trabajos en herrería, producción de miel, jugos de fruta, elementos ornamentales para el hogar, tejidos para ropa y el hogar, etc. Se trata de un grupo más organizado con un alto espíritu emprendedor que tiene muchas expectativas puestas en la nueva feria, a partir de las posibilidades que se abren de hacer conocer sus productos a toda la ciudad y con ello contar con un número potencialmente mayor de clientes. Este grupo se ha mostrado predispuesto a cooperar con el proyecto del gobierno en cuanto a registrarse como vendedores y pasar al mercado


legal y formal de venta de productos artesanales. Se trata de gente que ha convertido sus emprendimientos productivos en un medio digno de vida y progreso social del grupo familiar. Actividades del Grupo del Equipo de Gobierno. La principal tarea del equipo de gobierno municipal en este proyecto fue encontrar los mecanismos legales para encuadrar la actividad de los distintos grupos de puesteros que formarían parte del nuevo Mercado Popular La Baulera. Con ese propósito la meta principal fue pasar a la legalidad todas las actividades que pudieran desarrollarse en la nueva feria, y para lograrlo, se creó un registro municipal de puesteros, a los que se les asignó una ubicación específica dentro del predio de la feria, además, se encuadró la actividad dentro de la normativa dispuesta por el municipio en materia de comercio en espacios públicos. Junto con la regularización legal, se procedió a nombrar un coordinador de la feria, elegido entre los mismos feriantes, que actuaría como vínculo entre la feria y el gobierno de la ciudad. Como actividades complementarias, el gobierno instaló dentro de la feria un puesto policial para seguridad, además dispuso la presencia de unidades móviles sanitarias para casos de emergencia y organizó distintos tipos de actividades recreativas y culturales para niños y adolescentes, a cargo de personal especialmente capacitado, que se desarrollarían en los momentos de funcionamiento de la feria dentro del espacio verde del predio y el antiguo edificio de la Estación de Trenes. Actividades del Grupo del Centro Comercial. La principal acción de este grupo fue una sistemática oposición al proyecto a través de declaraciones públicas en medios de comunicación de la ciudad, acompañadas de presentaciones de recursos de amparo ante la justicia. Sus principales reclamos apuntaban a que no se diera curso a la futura actividad de la feria por considerarla una competencia desleal de dudosa regulación legal por el tipo de prácticas comerciales ilegales con que estaban asociados los grupos sociales que participaban de este tipo de ferias. El centro comercial fue siempre reticente a las convocatorias al diálogo propuestas por el Gobierno Local y el grupo académico que intervino desde el presente proyecto para estudiar la situación. Las únicas instancias de diálogo que estableció el Centro Comercial fue con los vecinos y comerciantes aledaños a la feria que también se oponían a su concreción. Actividad del Grupo de vecinos. La principal actividad que emprendieron los vecinos y comerciantes de los alrededores de la feria fue iniciar acciones legales ante la justicia, mediante un recurso de amparo, para solicitar no se aprobara el proyecto de la feria por tratarse de una iniciativa que atentaba contra lo dispuesto por la planificación urbana en materia de destino futuro del predio de la Estación del Mitre, convertirla en un espacio verde recreativo y cultural. Los vecinos veían que sus expectativas de ver concretado alguno de esos proyectos se esfumaban con la creación de la feria. Por otra parte, consideraban que el único espacio verde dentro del predio, una pequeña plazoleta en el ángulo sur-este, a la cual concurrían con sus hijos para que ellos anduvieran en bicicletas y jugaran en algunas viejas instalaciones ferroviarias, se vería amenazado por la presencia de gente extraña que les resultaba poco confiables. Actividades del Grupo de la Escuela de Cine. Este grupo permaneció totalmente ausente de la problemática de la feria, ya que su actividad no entraba en conflicto con la misma, además, los horarios de funcionamiento de una y otra actividad nunca coincidirían. No obstante, el Gobierno Local consideró que la actividad de la escuela de cine podría entrar en sinergia con las actividades culturales organizadas por el Gobierno durante los momentos de funcionamiento de la feria. Simbolismo: Representaciones sociales de los troqueros. Los troqueros asociaban la nueva feria como un ámbito que les significaba el desarraigo del lugar original en el cual ellos ya habían consolidado su actividad y establecido redes sociales y de clientes directamente vinculados a ese lugar y su ambiente social. Se sentían faltos de todo tipo de referentes, espaciales, sociales y simbólicos, que les costaba reconstruir en el nuevo emplazamiento. Además, tenían que compartir un ambiente social totalmente nuevo lleno de grupos extraños que no formaban parte de su entorno habitual. A ello se les sumaba la percepción de encontrarse lejos de sus lugares, con lo cual la sensación de desarraigo y desánimo era aún mayor. Representaciones sociales de los puesteros. Si bien este grupo compartía con los troqueros cierta nostalgia por el desarraigo de sus lugares originales de la feria, no obstante, manifestaban cierta ilusión y un entusiasmo cauto frente al nuevo reto. La motivación principal provenía de la imagen positiva que les significaba poder mostrarse a toda la ciudad desde un ámbito especialmente creado para ellos, y, además, hacerlo en forma legal. La imagen publicitaria transmitida por los medios de comunicación que había orquestado el Gobierno Local para convencer a


la población en general de que el proyecto era una buena solución al problema de las ferias del trueque y el uso indebido del espacio público, alimentaba las expectativas de buenas ventas de los puesteros. Representaciones sociales del equipo de gobierno. Este fue el grupo que elaboró en forma más consciente e intencional el mensaje visual y discursivo sobre la conveniencia y bondades de la nueva feria, asumida desde la representación de Mercado Popular, inspirado en los “mercados de antigüedades” o “mercados de pulgas” típicos de las ciudades europeas. La imagen que actuó como principal representación social era aquella que asociaba la nueva feria a un mercado del estilo de las ferias populares callejeras europeas, en las el encanto despertado por todo tipo de objetos antiguos o desechados, era irresistible y constituía una auténtica atracción turística. Por momentos, y a juzgar por los discursos de algunos funcionarios del gobierno, parecía que las diferencias contextuales y culturales no hubiesen existido entre una ciudad europea y Santa Fe, como cuando se trató de homologar el Mercado popular La Baulera a un mercado popular de una calle de París. La representación social de la población en general respecto de este tipo de mercados de troqueros en la ciudad, estaba muy lejos de la representación con la que el gobierno quería asociar la nueva feria. La población tenía muy clara la connotación de estas ferias en la ciudad, y las asociaba a actividades marginales, a las que concurrían gente de muy escasos recursos, y que, en la mayoría de los casos, estaban situadas en lugares marginados de la ciudad, salvo contadas excepciones, como una de ellas que se desarrollaba dentro de un gran parque público los fines de semana. No obstante, el ambiente social que caracterizaba estas actividades seguía asociado a gente emparentada con la ilegalidad, inseguridad y conflictos sociales. Representaciones sociales del Centro Comercial. Esta Institución asociaba la feria y el ambiente social de la misma directamente a la ilegalidad, la delincuencia y gente de mal vivir tildados de marginados sociales. Las declaraciones públicas si bien no hacían mención explícita a estos términos calificativos, los mismos estaban implícitos en el espíritu de las declaraciones hechas en diarios, radios y televisión. Además, asociaba a la gente de la feria con los vendedores ambulantes en el centro comercial que de por sí, constituían un problema de competencia ilegal para ellos. Con lo cual, integraban bajo la representación social de grupos ilegales, emparentados con el delito, tanto a los vendedores callejeros como a los grupos de la feria. Ello les servía como principal elemento para reforzar sus argumentos en contra del establecimiento de la feria. Representación social de los vecinos. Los vecinos y comerciantes de los alrededores de la futura feria se mostraban intolerantes a que la representación social de espacio abandonado, tierra de nadie, refugio de malvivientes y foco de degradación y desvalorización del entorno urbano, con la que estaba asociado el predio de la Estación del Mitre, se potenciara con la instalación de la feria en ese mismo predio. Los vecinos y comerciantes compartían el mismo tipo de representación social que el resto de la población de la ciudad respecto de estas ferias, o sea, actividades informales, conformada por grupos sociales de dudosa actividad social, emparentados a la delincuencia y a la marginación social. Además la concreción del proyecto frustraría el anhelo de contar con un espacio verde recreativo que tanto deseaban y reclamaban para los niños y jóvenes de la zona. Representación social de la Escuela de Cine. Si bien este grupo no hizo manifestación alguna sobre la feria, se deduce que la población estudiantil y académica de este centro de formación habría puesto ciertos reparos a la feria en materia de medidas de seguridad para con sus instalaciones y equipamientos. Escenario físico. El escenario de los troqueros y los puesteros. Se trata del principal escenario sobre el que se desarrolla la problemática del presente trabajo a partir de la actividad protagónica de los troqueros y los puesteros. Ambos grupos sociales comparten el mismo escenario físico: un playón seco dentro del predio de la Estación del Mitre ubicado sobre el lado norte del mismo. Este es el sitio específico que determinó el proyecto oficial sobre el cual se trazaron más de setecientas pequeñas parcelas dentro de las cuales los feriantes deberían montar sus puestos de venta. Para ello se les proveyó una estructura modulada, desarmable, metálica con forma de baldaquino de base cuadrada y techo piramidal cubierta con una lona blanca que actuaría como protección solar y un tablón de madera con caballetes como mesa de apoyo para exhibir los productos. Dentro de este playón seco destinado a la localización de los puestos de la feria, se ubica una gran plataforma de aprox. un metro de alto con paredes de ladrillo y piso de hormigón, que quedó emplazada en el medio del conjunto de puestos y que permanecería libre de los mismos para ser destinada al desarrollo de actividades recreativas previo resguardo del sol con un sistema de portales metálicos livianos cubiertos con lonas desmontables.


Sobre el lado oeste del predio ferial se ubicó una unidad sanitaria de módulos trasladables de baños químicos. Sobre el lado este del predio se refuncionalizó un pequeño local del ferrocarril como oficina para la guardia policial. Todo el predio fue iluminado, señalizado e identificado con cartelería que exhibía el nombre de Mercado Popular La Baulera junto al logotipo identificativo del Gobierno de la ciudad. El resto del predio de la Estación del Mitre está ocupado con un pequeño espacio verde en el ángulo sur este y a lo largo de todo el lado sur, el antiguo edificio patrimonial de la Estación. El lado oeste del predio está delimitado por una calle interna que atraviesa el predio y une las calles que hacen de límite al norte y al sur. En conjunto, el playón de la feria, la plataforma elevado, el pequeño espacio verde y el edificio de la Estación ocupan una superficie equivalente a la de un bloque manzanero cuadrado de unos ochenta metros de lado. Este espacio es la parte correspondiente a las áreas de maniobras, carga y descarga de mercancías, de la antigua Estación de Trenes, cuyo sistema de vías y espacios ferroviarios se extiende hacia el oeste internándose en los barrios periféricos de la ciudad sobre el río Salado. Los principales puntos de acceso a la feria serían desde los lados este y norte sobre dos avenidas muy transitadas y peligrosas para el cruce de peatones, sobre todo en los momentos de funcionamiento de la feria en los que la cantidad de visitantes y puesteros puede alcanzar un número cercano a las cinco mil personas.


El escenario del Gobierno. Respecto de las acciones arquitectónicas y urbanísticas del gobierno para adecuar el predio como ámbito para exposición y recreación, debe considerarse la presencia de un impedimento clave que significó una traba importante a las obras de modificación y adaptación del lugar. Este factor estaba relacionado al impedimento legal que tenía el gobierno local para poder realizar cualquier tipo de modificación de las características físicas del predio y la Estación del Ferrocarril, por tratarse de una propiedad del Estado Nacional cuya tenencia no había sido pasada al municipio. Además, el Estado Nacional todavía consideraba a estas instalaciones ferroviarias como operativas, a pesar que hacía ya varios años que no se registraban movimientos de trenes y todo permanecía inactivo y en un estado de gran abandono. La única posibilidad de accionar que tenía el gobierno municipal era la de hacer uso precario de las instalaciones, manteniéndolas, sin realizarles ningún tipo de modificación que atentara contra la posibilidad de reactivación del servicio de trenes. Esta disposición formaba parte de una crónica falta de política nacional en materia ferroviaria que nunca tuvo una respuesta clara y decidida y siempre permaneció ligada a criterios de reactivación de ramales ferroviarios de trenes de carga que resultaran rentables para la explotación privada, con lo cual, las estaciones de pasajeros, como era este caso, quedaron totalmente al margen y abandonadas. De allí que las acciones de mejoramiento del predio y la adecuación del mismo para el funcionamiento de la feria se limitara a mínimas intervenciones, en su mayoría, desmontables. Este factor fue el que más influyó en la posibilidad de llevar a cabo una transformación urbanística profunda de todo el predio y el edificio de la Estación tendiente a rescatar el conjunto como espacio predial, verde y recreativo cultural en los términos que venían desarrollándose los proyectos urbanísticos anteriores sobre este predio. Todos estos proyectos partían del la hipótesis de una máxima posibilidad de intervención urbanística a partir de un traspaso de tenencia de la órbita del Estado Nacional al Municipal que nunca se concretó. El escenario de los vecinos. Más allá del rechazo a la feria en sí que este grupo expuso como principal reclamo, por el impacto negativo en el ambiente social barrial, en realidad el rechazo se sustentaba en otros impactos negativos derivados del tipo de gente que atraía la feria y de las conductas antisociales de estas personas en el espacio público del barrio. En relación a ello las quejas de los vecinos apuntaban al desorden funcional que ocasionaba la gran afluencia de visitantes de la feria y la presencia de medios muy precarios de transporte y movilidad de personas y mercaderías, a veces a tracción a sangre, esparcidos por las calles del barrio. Además, una vez concluida la feria, tanto el predio en sí, como el entorno inmediato a la feria quedaba en un estado crítico de suciedad y desorden que no siempre era subsanado con eficacia por el servicio público de recolección de residuos, barrido y limpieza. Por otro lado, los vecinos veían amenazada la integridad y mantenimiento del único espacio verde público que habían conseguido se generara dentro del predio en el ángulo sur-este, sobre todo, en los momentos de desarrollo de la feria, durante los cuales eran a veces mal utilizados y deteriorados por adolescentes pertenecientes a grupos sociales muy diferentes a los grupos sociales característicos de los barrios del este del predio, o sea, del macrocentro. El escenario de la Escuela de Cine. La planta superior del edificio principal de la Estación era el ámbito sede de la Escuela que desarrollaba allí, algunas actividades académicas que quedaban prácticamente circunscriptas a ese espacio, sin ningún tipo de utilización del resto del edificio o los espacios abiertos del predio. El estado crítico del viejo edificio, de más de cien años, y la falta crónica de mantenimiento, hacían casi imposible desarrollar cualquier actividad en esas instalaciones sin no tener que afrontar periódicamente problemas de humedad, filtraciones, cerramientos, instalaciones eléctricas y sanitarias deficientes y obsoletas. De allí que las actividades de la Escuela dentro de este ámbito se vieran muy limitadas por las inadecuadas condiciones de del edificio y su falta de mantenimiento. Esto desalentaba todo tipo de propuesta de actividades que pudiera desarrollar la Escuela de Cine en sinergia con la Feria y el predio. La decisión de localizar en el edificio de la Estación una parte de la Escuela de Cine al igual que la localización en la planta baja del mismo edificio, de la sede del distrito sur-oeste del gobierno de la ciudad, respondió a una política del gobierno local en tratar de reconvertir la situación de espacios urbanos degradados y abandonados como el de estas viejas estaciones de trenes. El objetivo del gobierno era que a partir de actividades como las de la Escuela de cine y la sede del distrito, el lugar recobraría actividad, vida social y con ello, se revertiría la situación de abandono y tierra de nadie que caracterizaba a la Estación del Mitre. De todos modos, el impacto positivo esperado tras esta política fue muy débil, debido, fundamentalmente, a la imposibilidad que tenía el gobierno de intervenir físicamente en esas instalaciones por no poseer la propiedad de las mismas.


La propuesta del gobierno local El presente Diagrama se marcan con líneas y cuadros en naranja las principales acciones propuestas por el Gobierno Local

Diagrama Nro. 2 A partir entonces de la propuesta oficial del gobierno local, se genera un primer escenario de situación en tensión entre grupos sociales, actividades, escenario físico y simbolismo que estuvo marcado por un fuerte rechazo principalmente por parte de los vecinos de la feria y el Centro Comercial. En cuanto a los feriantes, la reacción fue dispar, ya que el impacto no fue el mismo en todos ellos. El grupo de puesteros fue el que recibió el proyecto con mejor expectativa desde una actitud optimista asociada a la posibilidad de obtener mayores ventas. En el resto de puesteros la actitud fue pesimista y de rechazo, argumentando que el proyecto los perjudicaba en gran medida por haber perdido sus clientes habituales dentro de los lugares originales en los que desarrollaban su actividad, además de no contar con condiciones físicas de adecuación del predio ferial para armar los puestos de venta, encontrar reparo del clima, poder exponer adecuadamente los productos, contar con un servicio sanitario adecuado dentro del predio así como condiciones de seguridad necesarias para la actividad ferial. A todo ello se sumaba el gran inconveniente que para la mayoría de los puesteros comportaba tener que trasladarse desde barrios alejados al sitio de la feria teniendo que trasladar la mercadería. Por otra parte, el impacto de la feria en el entorno barrial se hizo sentir de inmediato a través de la presencia de grupos sociales extraños dentro de la población habitual en los barrios de los alrededores a la feria, lo cual generó una actitud de desconfianza en la población local, fundamentada en algunos robos a locales comerciales en la zona. A ello se sumaba un gran desorden funcional por la cantidad de gente y automóviles que comenzaron a converger sobre el predio del Mitre, la acumulación de basura en todo el predio y las calles perimetrales a la feria, una vez que esta dejaba de funcionar. De este modo, la situación inicial en la que comenzó a funcionar la feria fue de una gran precariedad en cuanto a la adecuación física y de servicios del predio ferial como para garantizar un funcionamiento digno, que brindara condiciones de resguardo del clima y acceso a servicios sanitarios mínimos como para que la jornada de trabajo de los puesteros se hiciera llevadera. El principal problema era el resguardo del sol que, en Santa Fe, en verano,


primavera y parte del otoño, es muy fuerte con temperaturas y humedad elevadas que convertían al playón seco de la feria en un ambiente de difícil habitabilidad. El gobierno local, en todo momento defendió el proyecto argumentando que los “gacebos” o puestos desarmables con techo de lona que le habían asignado a cada puestero era una buena solución para organizar los puestos y encontrar reparo del sol. También se defendió la unidad sanitaria de baños químicos móviles que habían sido instalados en el predio en forma muy precaria e insuficiente en cantidad como para dar servicio a una población de alrededor de 3000 personas. Como actividad complementaria a la de la feria, el gobierno local organizó durante los momentos de funcionamiento de la misma, espectáculos artísticos con mimos, payasos y malabaristas para que actuaban como animadores sociales para niños y adolescentes, dentro de la nave central de la vieja Estación del Mitre. Junto a estos animadores sociales el gobierno designó personal profesional en educación física para que hicieran lo propio con adolescentes en los espacios verdes perimetrales al playón de la feria, a partir del desarrollo de actividades deportivas informales que entretuvieran a los jóvenes mientras los adultos podían recorrer la feria. Para poder desarrollar las dos actividades anteriores, el gobierno no realizó ninguna adecuación del edificio de la Estación del Mitre ni de los espacios verdes perimetrales a la feria, con lo cual las condiciones de despliegue de estas actividades fueron extremadamente precarias. Parte de los motivos que impidieron adecuar las instalaciones se debió a la imposibilidad legal del gobierno local para intervenir sobre cualquier edifico e instalación de todo el predio que estaba en manos de un organismo del gobierno nacional. Mediante acciones como las anteriores, el gobierno local pretendía instalar en la población una representación social de la feria como un mercado popular de artículos atractivos al punto de atraer turistas, y convertirse en una atracción más en la ciudad. Paralelamente difundía la nueva condición de legalidad en la que había logrado enmarcar a todos los troqueros a la vez que se solucionaba el problema del uso abusivo del espacio público en la ciudad. De todas estas intenciones, la población en general se identificó más con la visión de recuperación del espacio público en lugares emblemáticos de la ciudad, como en el caso del parque Juan de Garay que hasta ese momento era uno de los lugares intrusados por los troqueros para una feria popular informal con un gran impacto negativo en el entorno. En cuanto al resto de los mensajes y simbolismo con los que el gobierno local pretendía asociar la feria, no tuvieron la acogida en la la población en general, que de ellos se esperaba, ya que la gente seguía manteniendo una imagen negativa de este tipo de actividad en la ciudad. Además, coincidían con los vecinos del entorno en que esta feria no haría más que profundizar el estado de abandono y deterioro crítico del predio e instalaciones de la Estación del Mitre. La situación más conflictiva que vivió el gobierno local en este primer momento fue la dura crítica seguida de acciones legales bajo la figura de recurso de amparo, presentada por un grupo de vecinos de la feria y el Centro Comercial, ante la justicia provincial, solicitando el inmediato cese de la actividad ferial por considerar que la misma generaba un impacto negativo al entorno, además de incumplir con el destino del predio del Mitre que siempre estuvo vinculado a proyectos oficiales de futuro espacio verde público recreativo complementario al funcionamiento de la estación. Por su parte, el Centro Comercial, argumentaba la ilegalidad de la actividad comercial de la feria. (Ver Diagrama Nro. 2) Repercusiones de la propuesta del Gobierno Local en los principales grupos sociales involucrados La principal consecuencia de la propuesta oficial fue incrementar el simbolismo negativo con el cual asociaban al predio del Mitre, tanto los vecinos, como el Centro Comercial. Estos grupos consideraron que con la nueva feria el lugar recibiría un impacto negativo que agudizaría el abandono crónico de ese predio por parte de los gobiernos nacional y local. El rechazo no solo apuntaba a la actividad de la feria en sí, sino, a los grupos sociales de la misma, ya que se los vinculaba con sectores sociales marginales de la población de la ciudad, vinculados al mundo de la delincuencia. (Ver Diagrama Nro. 3)


Diagrama Nro. 3 Con líneas en azul se indican las principales consecuencias generadas por la propuesta del Gobierno Local, indicadas en líneas y cuadros en naranja.

La respuesta del Gobierno Local ante el rechazo social

Diagrama Nro. 4 Con líneas en verde se indican las principales acciones del Gobierno Local ante el rechazo del proyecto


Frente al rechazo general del la propuesta, el Gobierno Local, decide crear un “espacio de negociación” para dialogar y llegar a consensuar acuerdos entre los distintos grupos directamente afectados por el proyecto. El objetivo del Gobierno fue lograr satisfacer algunas demandas por parte de los distintos grupos sociales con el propósito de no dar marcha atrás con el proyecto. En este sentido se acordó con los distintos tipos de feriantes mejorar las condiciones generales del predio para que la feria pudiese desarrollarse en mejores condiciones. A su vez, se reconoció que concentrar todas las ferias del trueque en este único espacio era una propuesta inviable debido a que ocasionaba más perjuicios que beneficios a los feriantes, sobre todo, en materia de traslado desde sus lugares de residencia hasta el lugar de la feria. En este sentido se acordó crear nuevos lugares alternativos en el norte de la ciudad, determinados por el gobierno, dentro de los cuales los troqueros pudieran también desarrollar ferias populares durante días y horarios determinados por el municipio. Esta fue quizás la medida política más importante para con los troqueros que terminó por descomprimir la tensa situación social generada a partir del proyecto oficial en el predio del Mitre. Con esta medida de crear ferias alternativas en otros lugares controlados de la ciudad, tanto los feriantes como los vecinos del Mitre, tuvieron que ceder en sus posturas de rechazo intransigente ya que el gobierno local mostraba interés en encontrar algún tipo de solución intermedia al problema. Otro de los motivos que morigeró el reclamo de los vecinos, fue que el recurso de amparo que habían presentado en la justicia obtuvo un dictamen desfavorable a los vecinos y dio vía libre al proyecto del gobierno. Por su parte, el Centro Comercial, no mostró conformidad con la nueva situación y se mantuvo firme en su postura de considerar a la feria como una iniciativa que atentaría contra los intereses y las condiciones legales exigidas por el mismo municipio para desarrollar toda tipo de actividad comercial en la ciudad. Conclusión El equipo de investigación, a través del presente proceso interpretativo de la problemática, llegó a predecir el desenlace negativo que tendría el proyecto mediante sus diagramas interpretativos. Este fue quizás el mayor logro en cuanto a haber puesto a prueba la estrategia de interpretación proyectual de una determinada problemática urbana desde los postulados del Urbanismo Ambiental Hermenéutico. A tal punto fue el acierto del estudio que desde el momento inicial ya se indicaban a través de los diagramas las tendencias y consecuencias en las que derivaría el proyecto, mucho antes que el gobierno local tuviera que hacer frente a la tensa situación en la que derivó la inciativa al año de concreción. En este sentido, el equipo de investigación consideró siempre que el proyecto era una iniciativa inviable porque en ella existía una falta total de articulación coherente entre correspondencias socio-simbólicas y congruencias socio-físicas por parte de los distintos grupos sociales, el simbolismo y el escenario. Si bien en la actualidad el mercado popular lleva ya tres años de funcionamiento, se tiene el convencimiento que el mismo está destinado al fracaso, debido a que las condiciones para que siga funcionando son impuestas, forzadas y no se corresponden con una situación de articulación coherente entre correspondencias y congruencias. Las causas de esta desarticulación radican en que aún no están dadas las condiciones legales, físicas y económicas, como para que el gobierno local pueda, por un lado, intervenir en el predio del Mitre con obras necesarias para una profunda refuncionalización y puesta a punto de todo el predio y el edificio de la Estación más los espacios verdes, cuestión esencial para pensar en desarrollar cualquier tipo de actividad en ese espacio. Por otra parte, la problemática de las ferias del trueque no se pueden desarraigar de sus lugares de origen en los barrios en los cuales surgieron y de los cuales viven muchas familias. No reconocer esto, es estar forzando y tensionando a los troqueros a que no se sientan a gusto en sus sitios de relocalización distantes a los de sus lugares de orígenes y, en consecuencia, estén pensando todo el tiempo en volver a los lugares con los que están arraigados ni bien cambien las condiciones impuestas por un determinado gobierno local. En este sentido, no debe sorprender que cuando el gobierno local cambie de partido político, el nuevo gobierno que asuma proponga una política alternativa en este tema, situación que será más que aprovechada por los troqueros en su propio beneficio intentando por todos los medios volver a sus lugares originales. Frente a esta situación el equipo de investigación propuso al gobierno local, estudiar el problema de las ferias del trueque dentro de sus lugares de origen, o sea, dentro de los barrios con los cuales ellas tienen una profunda vinculación social y simbólica. No reconocer esto es estar partiendo de una visión errónea de la problemática. Cualquier propuesta de mejoramiento de estas ferias deber partir por reconocer que las mismas son parte esencial de la realidad socio-física-simbólica de un lugar. En consecuencia lo que se sugiere es tratar de mejorar las condiciones en las que las mismas se desarrollan dentro del propio lugar, y no, expulsándolas del lugar. Si bien se reconoce que no todas las ferias pueden seguir funcionando en sitios como espacios públicos intrusados, como en el caso de plazas y parques, cabe la posibilidad de ordenar el funcionamiento de las mismas en espacios públicos alternativos dentro de los barrios de origen o en zonas de interfase entre barrios dentro de terrenos ferroviarios o de propiedad pública en estado de vacancia o bien, predios de gran superficie ocupados por algún equipamiento o


institución pública dentro de esos barrios, que bien podrían actuar como ámbitos de contención a esta actividad ferial. Para abordar estas últimas alternativas se sugiere tomar en consideración el estudio de las articulaciones entre correspondencias socio-simbólicas y congruencias socio-físicas, ya que a través de las mismas se constituyen los lugares. Y si lo que se pretende es interpretar a la ciudad como una compleja articulación de lugares, pues no se puede desconocer esta articulación esencial.

Taller organizado por el equipo de investigación con los representantes de los troqueros en la Estación del Mitre

Taller organizado por el equipo de investigación con los vecinos de la feria

Taller organizado por el equipo de investigación en el que alumnos avanzados de la carrera de arquitectura exponen los avances parciales del trabajo a los feriantes y las autoridades del gobierno local

Taller organizado por el equipo de investigación en el que alumnos avanzados de la carrera de arquitectura exponen los avances parciales del trabajo a los feriantes y las autoridades del gobierno local

A modo de testimonio que corrobora los resultados del presente trabajo de investigación: Ejemplo de un mercado popular generado dentro de un predio público en un barrio del norte de la ciudad, surgido como consecuencia de la problemática del mercado popular La Baulera en el predio del Mitre.

…”Se trata del mercado popular que se lleva adelante desde el pasado domingo en el predio ubicado detrás del Centro Integrador Comunitario. Al lugar ya concurren unos 180 puesteros que fueron trasladados por el Municipio desde la zona de la ciclovía de Don Bosco. El nuevo emprendimiento se suma a “La Baulera”, la otra feria al aire libre autorizada por el Gobierno de la ciudad, y a la Feria Popular Rivadavia, que funciona en un espacio cerrado.


El Gobierno de la ciudad decidió resolver la situación de los vendedores informales del trueque de la zona de la ciclovía de barrio Don Bosco, donde había fuertes quejas de los vecinos. En ese marco, se tomó la medida de reubicar a los puesteros en terrenos aledaños al Centro Integrador Comunitario (CIC) de Facundo Zuviría al 8.000 para formar lo que sus ocupantes ya denominaron como “La Feria”. Así, desde el pasado domingo, unas 180 personas aceptaron el traslado y montaron sus puestos en los terrenos municipales. Según se especificó, “La Feria” funciona los días martes, viernes y domingos durante todo el día, y es el segundo mercado popular habilitado por el Gobierno de la ciudad al aire libre: se suma a “La Baulera” que se desarrolla en las instalaciones de la ex Estación Mitre….” Texto extraído del sitio web oficial del Gobierno de la ciudad: http://www.santafeciudad.gov.ar/noticia/feria_funciona_facundo_zuviria_8000

BIBLIOGRAFIA: 

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EL LUGAR, LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO. Elementos teóricos para el conocimiento y el proyecto del ambiente sociofísico; Muntañola Thornberg, Josep; Zárate, Marcelo; Polis Científica Nro. 3; Centro de publicaciones de la UNL; 2001; Santa Fe; ISBN 987-508-128 URBANISMO AMBIENTAL ALTERNATIVO. Selección de textos teóricos y propuesta; Zárate, Marcelo Ed.; Edicions Virtuals UPC; 2004; Barcelona; ISBN 84-8301-782-0 “Perspectivas cognoscitivas y proyectuales posibles para un Urbanismo Ambiental Alternativo: El Urbanismo Ambiental Hermenéutico (Principios Teóricos); Zárate, Marcelo. Publicación de ponencia en actas del Congreso Internacional: El futuro del Arquitecto (Mente, Territorio, Sociedad); Escuela Técnica Sup. De Arquitectura de Barcelona; Barcelona; 7 al 11 de junio de 2000. El Futur de l’arquitecte. Ment, territori, societat 2; Edicions UPC; 2002; Barcelona; Pag. 246-256.; ISBN 848301-614-1 El lugar urbano como estrategia de conocimiento proyectual en urbanismo. Publicación: Revista científica ARQUITECTONICS Nro. 19/20; Hacia un urbanismo alternativo; Edicions UPC; Barcelona; 2010; ISBN 978-84-9880-405-8 EL LUGAR URBANO DECONSTRUIDO EN CORRESPONDENCIAS Y CONGRUENCIAS ENTRE MENTETERRITORIO-SOCIEDAD; Autor: Dr. Arq. Marcelo Zárate; Publicación de la Ponencia del TERCER (EXTRAORDINARIO) SEMINARIO INTERNACIONAL ARQUITECTONICS NETWORK; Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona; Barcelona 1,2,3 de junio de 2010; lugar de publicación: https://www.pa.upc.edu/Varis/altres/arqs/third-international-seminar-arquitectonics-network-tercerseminario-internacional-arquitectonics-network/comunicacions/zarate-marcelo/view EL CONOCIMIENTO PROYECTUAL EN URBANISMO A PARTIR DE LOS “LUGARES URBANOS”; Publicación de la ponencia en el : ARCHITECTURE, RESEARCH AND PROFESSION ; International Workshop. COAC. Plaça Nova,5 ; Barcelona 6th and 7th of May 2011. https://www.pa.upc.edu/Varis/altres/arqs/International-Workshop-COAC-Barcelona-2011---JornadasCientificas-COAC-Barcelona-2011/comunicacions?set_language=es LA CIUDAD Y SUS LUGARES: UNA FRAGMENTACION HOLOGRAMATICA DE AMBIENTES MULTIPLES Dr. Arq. Marcelo Zárate Ponencia en el: 2do. SEMINARIO INTERNACIONAL: ARQUITECTURA DE LA DIFERENCIA; UNIVERSIDA DE LUSÍADA DE LISBOA PORTUGAL ; FACULDADE DE ARQUITECTURA E ARTES ; 3 / 4 / 5 JUNE 2011; Autor: Zárate, Marcelo


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